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NERVIO OCULOMOTOR
(III par craneal)
Nervio oculomotor:
Nervio de tipo motor. Encargado de la mayoría de los movimientos de los músculos extraoculares, excepto del OS
(IV) y el RL (VI).
El sistema parasimpático está
Controla el movimiento ocular y es responsable del tamaño de la pupila. encargado de la miosis, mientras
que el simpático de la midriasis.
El nervio oculomotor tiene dos núcleos motores:
Origen real:
Núcleo motor principal: esta situado en los pedúnculos cerebrales, Todos los nervios van a presentar un
a nivel de los tubérculos cuadrigéminos anteriores y por delante origen real y uno aparente. El origen
del acueducto de Silvio (mesencéfalo). real es de donde nace el nervio,
Núcleo parasimpático accesorio: es el núcleo de Edinger-Westphal mientras que el origen aparente es
o núcleo pupilar, que esta situado delante del acueducto de Silvio, de donde se pueden comenzar a ver.
esta en estrecha relación con el núcleo motor principal
(mesencéfalo).
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El nervio oculomotor se compone de varios subnúcleos (por eso se denomina complejo nuclear):
Origen aparente:
Es la superficie de la cara interna de los pedúnculos cerebrales un sitio llamado surco del motor ocular común.
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Trayecto y relaciones:
El fascículo de fibras sale del núcleo del III nervio craneano por su lado
ventrolateral y cruza el núcleo rojo, la sustancia nigra y los pedúnculos
cerebrales, sale del tronco cerebral a nivel del espacio interpeduncular.
Superior:
o Inerva al músculo recto superior.
o Inerva al músculo elevador del parpado.
Inferior:
o Inerva al músculo recto inferior.
o Inerva al músculo recto medio.
o Inerva al músculo oblicuo inferior.
o Inerva al esfínter pupilar y músculo ciliar (asociado al ganglio ciliar).
Una parálisis del III nervio craneano sin midriasis en una causa metabólica (diabetes mellitus), aunque esto no es
absoluto (se puede tener DM con alteraciones pupilares, como también sin alteraciones).
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Parálisis del nervio oculomotor:
Dependiendo donde se produzca la lesión, estas pueden ser de tipo:
Nucleares:
Tienden a ser bilaterales. Son poco frecuentes. Las causas principales son:
Fascículo:
Con frecuencia tienden a producir parálisis de todos los músculos oculomotores, con compromiso pupilar.
Síndromes asociados:
A. Síndrome de Benedikt: comprometen los fascículos del III nervio craneano a su paso por el núcleo rojo
(Parálisis del III nervio craneano homolateral, Hemitemblor contralateral).
B. Síndrome de Weber: comprometen los fascículos del III nervio craneano a su paso por los pedúnculos
cerebrales (Parálisis del III nervio homolateral, Hemiplejia contralateral).
Perifericas.
Tienden a ser unilaterales, y son las más comunes. Las principales causas se deben a:
A. Traumas.
B. Tumores.
C. Inflamaciones.
D. DM-HTA.
Etiología:
Congénita:
o Causa no aclarada.
o Traumatismo obstétrico. (fórceps)
o Hipoplasia de los núcleos.
o Anomalías de las fibras.
o Ausencia o hipoplasia de los músculos.
Adquirida:
o Traumatismo (42,5% causa más frecuente de parálisis adquirida).
o Postvíricas (herpes zozter por ejemplo).
o Tumores (15 a 18%): glioma, astrocitoma.
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Aneurismas.
Enfermedades vasculares (isquemia, hipertensión, diabetes y arteritis inflamatorias).
En niños:
Factores congénitos: son la principal causa, incluyendo trauma en el parto e hipoxia neonatal en un
porcentaje del 43%.
En las parálisis adquiridas:
o Los traumatismos craneanos cerrados: son la principal causa con el 20% de frecuencia.
o Las infecciones son la siguiente causa, con el 13% (las meningitis bacterianas, producidas por el
Haemophilus influenzae y el Streptococcus pneumonia, la varicela, la mononucleosis infecciosa y
la tuberculosis).
El diagnóstico se hace con examen motor y test de ducción, complementado con test objetivos y subjetivos en el
estudio de las parálisis (diploscopia, Hess, etc.).
Una peculiaridad de las parálisis del III par es la alta incidencia del síndrome de regeneración aberrante.
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Diagnóstico diferencial:
Con restricción mecánica.
o Fibrosis del RI.
o Fractura del piso de la órbita.
Test de DF(+), limitación de la elevación.
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4. Parálisis aislada del oblicuo inferior:
La más frecuente.
Desviación mayor en la elevación en aducción.
Inciclotropia por hiperfunción del OS.
La torticolis es inclinación de la cabeza hacia el lado paralitico, cara gira hacia
el lado no involucrado.
El oblicuo superior es un
músculo cuya función vertical es el descenso del ojo, sin
embargo, para que el oblicuo inferior pueda elevar el ojo en
aducción el oblicuo superior se debe relajar.
Otra característica es que este síndrome no se asocia a hiperfunción del oblicuo superior, esto nos permitirá junto
a la ducción activa y pasiva realizar el diagnóstico diferencial con la parálisis del oblicuo inferior en la que
tendremos una incapacidad de la elevación en aducción.
Abducción.
Leve depresión.
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Tendrá parálisis del elevador del parpado: Ptosis.
En resumen:
Parálisis total o completa:
Ptosis.
XT.
Proptosis.
Limitación de la aducción, elevación y depresión.
Diplopia cruzada.
Midriasis.
Ciclopegia.
Evaluación y diagnóstico:
Anamnesis
Estudio de la motilidad ocular.
Diploscopia.
Pantalla de Hess.
Reflejos pupilares (debería estar afectado el directo y consensual).
La diploscopia y pantalla de Hess pueden no ser muy útiles para una parálisis completa porque van a aparecer
alteraciones en todas las posiciones.
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Tratamiento:
Tiende a ser espontaneo (6 meses aprox), si pasa el tiempo estipulado, evaluar resolución quirúrgica. Tratar
etiología de base que asociada.
El tratamiento quirúrgico no está indicado durante la fase aguda de una parálisis adquirida, a menos que pase un
periodo de seis meses.
Oclusión: está indicada si existe una molestia por diplopía, aunque los niños pueden muy pronto suprimir
la doble imagen, entonces estará especialmente indicada para prevenir la ambliopía que se pueda
desarrollar.
Prismas: en este tipo de parálisis son muy difíciles de adaptar por existir desviaciones horizontales, vertical
y, a veces, torsional. En los niños tal tratamiento es casi imposible de realizar, no así en los adultos.
Toxina botulínica: es el tratamiento de elección en la fase aguda (según autores), se inyecta
selectivamente en el músculo recto lateral del ojo afectado, buscando una parálisis selectiva del mismo.
El uso de la misma en los músculos verticales es raramente indicado. No se utiliza mucho en este tipo de
parálisis. Útil en parálisis completa porque solo se busca que el ojo quede en PPM.
Tratamiento quirúrgico: el tratamiento de una parálisis completa es muy complejo y no tiene una solución
satisfactoria. Hay que eliminar la fuerza de los músculos funcionantes (RL y OS) practicando un retroceso
máximo (12-15mm) del RL. El recto medio debe ser resecado (8-10mm) con lo que obtenemos un efecto
rienda.
Regeneración aberrante:
Consiste en un conjunto de hallazgos, entre los cuales el más
común es la retracción del parpado al intentar la mirada hacia
abajo.
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