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Manifestación de la unificación internacional

Esta unificación se manifiesta a través de convenios, tratados, acuerdos,


convenciones, proyectos, guías jurídicas, principios generales, que están de
acuerdo y son aplicables a todos los sistemas sociales, políticos y económicos
con los cuales se dota de agilidad y seguridad a las operaciones comerciales,
dichos instrumentos son emitidos por entes internacionales relacionados con la
unificación.
Tendencia unificadora del derecho común con el mercantil.
Existe una tendencia a unificar el Derecho Mercantil con el Derecho Civil, al ser
ambas ramas del Derecho Privado. Del mismo modo, al ser el comercio una
actividad que se realiza en muchas ocasiones entre comerciantes de países
diferentes, se presenta el fenómeno de la existencia de sistemas jurídicos también
diversos. La forma como se ha pretendido resolver esta incompatibilidad entre los
sistemas jurídicos se ha dado en el ámbito del Derecho Internacional, a través de: 1)
Leyes modelo; 2) Tratados o convenciones (que pueden a su vez ser bilateral eso
multilaterales). Tres son las principales instituciones que trabajan respecto de este
tema y son: a) Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional (CNUDMI) o por sus siglas en inglés UNCITRAL (United Nations
Commission on International Trade Law) consede en Nueva York,
EEUU.(http://www.uncitral.org/) b) Instituto Internacional para la Unificación del
Derecho Privado (UNIDROIT) concede en Roma, Italia.(http://www.unidroit.org/) c)
Conferencia de la Haya en Derecho Internacional Privado con sede en La Haya,
Holanda.(http://www.hcch.net/) Fusión de la Legislación Civil y la Mercantil

Este derecho mercantil se caracterizó en una primera etapa por ser un derecho:

a) clasista, profesional, para los comerciantes, según la pertenencia a un gremio y la


previa inscripción en el liber mercatorum, es decir, un derecho interpretado y aplicado
por los comerciantes y por sus gremios.
b) un derecho uniforme, con instituciones comunes a todos los comerciantes y los
actos de intermediación entre productores y consumidores ejercidos
habitualmente;[4]
c) un derecho consuetudinario, formado a partir de las prácticas aceptadas por los
comerciantes[5] ;
d) Internacional, cuyas normas se reconocieron, extendieron y difundieron por todos
los ámbitos del continente europeo, y
e) particularmente, un derecho especial frente al derecho común, para responder
tanto a la especialidad de la actividad de los comerciantes como a las exigencias
impuestas por su explotación que no se satisfacían adecuadamente con las fórmulas
elementales de la ley civil formalista, y que obligó a los comerciantes a crear sus
propias normas consuetudinarias y después estatutarias que más tarde serían
codificadas en leyes.
Aunque en México la cuestión ha sido en ambos sentidos, ya que diversas
instituciones del derecho civil se han comercializado, lo mismo que al parecer ocurrió
inicialmente en el Brasil, de acuerdo con Ascarelli, en donde hubo una civilización del
Derecho Comercial[16]; también varias instituciones comerciales se han “civilizado”.

La unificación del derecho privado[17], parte entonces, del hecho que, el derecho
mercantil forma parte del derecho privado, por lo que (como dice Rodríguez), se
debe plantear la cuestión de sus relaciones con el derecho civil,[18] dado que aquél
se complementa con éste, al grado de que en ocasiones se aplica de manera
supletoria y otras de manera incorporada, como si las normas del código civil
estuvieran incorporadas en el código de comercio; de manera que la separación
legislativa del derecho civil y mercantil, carece de sentido.

Esta tendencia de la unificación trata de superar las “diferencias” entre las normas
del código civil y del comercial, ya que en todo caso, ambos están ubicados dentro
del llamado derecho privado; más aún que ningún código de comercio contiene
normas generales completas sobre las obligaciones y los contratos mercantiles (vgr.
no definen qué es la compraventa, el depósito o la mora), que el legislador reconoce
que la influencia del derecho civil de las obligaciones trasciende a todas las demás
materias del derecho; que cualquier cuestión jurídica se reduce siempre a la
comprobación de un vínculo obligatorio; que los principios que informan la teoría
general de las obligaciones, se aplican a todos los vínculos jurídicos (relación
contractual, hecho ilícito, declaración de voluntad. etc.); que el derecho de los
obligaciones es el derecho común por excelencia, constituido por un vasto caudal de
principios básicos y nociones fundamentales, contenidos en el código civil al cual
habremos de recurrir para resolver cualquier cuestión que se suscite sobre la
existencia y efectos de una obligación.

En efecto, en obvio de repeticiones ningún otro código (ni fiscal,


administrativo, penal o laboral) se ocupa de la teoría general de las obligaciones,
como no lo hace nuestro CCo, ya que sólo establece ciertos principios aislados e
incompletos con la consiguiente remisión obligada al CCF, ya sea por aplicación
supletoria (art. 2º CCo) o incorporada (art. 81 CCo.) al Cco., como ocurre en general
en las leyes federales (art. 1º).

La existencia de un código de comercio y un código civil, implica que una misma


institución, como la compraventa, el depósito y el préstamo, queden sujetos a
regímenes y consecuencias diversas, además de la dificultad en sí mismas de
determinar si el acto es civil o mercantil, ya que vgr. la transmisión de riesgos, los
efectos de la morosidad y el plazo de cumplimiento de obligaciones es distinto en
México, según que el acto sea civil o mercantil; cuestión que se torna difícil, porque
no existe un concepto unitario del acto de comercio,[19] por lo que dada la
generalización de los actos llamados mercantiles no habría razón para impedir la
unificación de las disposiciones de obligaciones y contratos; lo que se signficia que
se trata de unificar lo unificable, como sostiene Oviedo Albán, de lo que se trata es
de “redefinir el campo de aplicación propio de lo mercantil: definir y concretar si esta
rama del derecho privado definitivamente debe estar separada del derecho civil, y si
ello es así, definir de manera precisa cuáles son los elementos esenciales sobre los
cuales se edificará”,[20] la unificación.

Tal y como ya lo observaba Broseta Pont, quien al defender la unificación, la doctrina


pasó a construir dos diferentes conceptos para el derecho mercantil: a) el derecho
mercantil como el derecho que regula los actos jurídicos en masa (doctrina de Heck);
b) el derecho mercantil como derecho de la empresa (Wieland, Mosa).

Es decir, no se trata de considerar la desaparición o “el juicio final” del derecho


mercantil, porque es innegable que eso no puede suceder porque a pesar de la
unificación legislativa, existen ciertas instituciones absolutamente mercantiles como
lo es la empresa cuyas normas especiales deben continuar en un ordenamiento
separado del código civil. Como sostiene Garrigues, la unificación de normas, en un
código único de derecho privado, debe excluir dos tipos de normas, las que no
pueden “mercantilizarse, como las relativas a la personalidad, familia y sucesiones; y
aquellas que no pueden “civilizarse” por ser el núcleo inalienable del derecho
mercantil, las relativas a la empresa, tales como patrimonio, propiedad industrial,
entre otros; Otra tendencia que se ha dado fuertemente desde el siglo pasado, es la
de la administrativización del Derecho Mercantil, cuyo propósito es la protección de
ciertas clases como la de los consumidores, o grupos sociales menos favorecidos, tal
como ocurre en México, con la Ley Federal de Protección al Consumidor y Ley
Federal de Competencia Económica, que regula la libre competencia y concurrencia
en el mercado para evitar prácticas monopólicas, ámbito que dice los juristas debe
ser del derecho mercantil. Sin olvidar que de éste se han derivado varias ramas que
ahora son independientes, como son el Derecho Bancario o el Derecho Marcario o
de la Propiedad Industrial, con el que nos encontramos con la pugna de la diferencia
entre empresario mercantil y comerciante.

Además han surgido nuevos fenómenos: las grandes empresas, fusiones, las
concentraciones, las adquisiciones, la competencia económica, las franquicias, la
preponderancia de los mánagers, que no pueden ser absorbidas por el derecho civil;
por lo que la unificación del derecho privado, no es ni debe ser total, sino solo del
derecho de las obligaciones y de los contratos, y traer como consecuencia una
reducción del ámbito del derecho mercantil como un derecho especial, como el
derecho de la empresa, tal y como lo planteaban Wieland y Mossa, (aunque para
Broseta, el derecho mercantil como derecho de la empresa, es inadecuado porque
dicha empresa es objeto de regulación de diversas disciplinas), en su caso, como el
derecho que regula los actos jurídicos en masa, conforme la doctrina de Heck.

Es decir, se trata de alguna manera de reconocer que existen grados y


manifestaciones de separación entre el derecho civil y el derecho mercantil; que
según Mantilla Molina, se da en tres grados:

a) Un máximo grado de separación, que sucede cuando las normas sustantivas y las
procesales son distintas, e incluso los tribunales competentes para conocer de los
litigios son diferentes, como ocurre en México desde 2003.

b) Un grado menor de separación, en el que desaparecen los tribunales mercantiles,


pero subiste la diversidad de normas tanto sustantivas (un código civil y uno
mercantil) como procesales (un código de procedimientos civiles según el estado del
demandado y otro de procedimientos mercantiles), como el sistema italiano de 1882.

c) un grado aún menor de separación que se da solo cuando hay diversidad de


normas sustantivas pero unidad tanto en normas procesales como en tribunales,
como ocurría en Mèxico antes de las reformas de 2003.

Asimismo, también podemos señalar varios tipos de unificación del derecho privado:
a) unificación procesal, en los casos en los que existen dos códigos, uno en materia
civil y otro en materia mercantil, pero un solo procedimiento para dirimir
controversias;

b) unificación sustantiva, en los casos en los que existe un solo ordenamiento que
regula obligaciones y contratos, sin distinción de los actos comerciales o civiles;

c) Armonización, cuyo propósito es la "aproximación de las legislaciones”, como


sucede a nivel internacional a través de las Directivas de la Unión Europea, cuya
aproximación es en la medida necesaria para el funcionamiento del mercado común
(Artículo 3 inciso h del Tratado de Maastrich de 1992); o mediante la adopción de
leyes modelo sugeridas por organismos internacionales, como es el caso de la Ley
Modelo sobre Comercio Electrónico de 1996 de la Comisión de las Naciones Unidas
para el derecho mercantil internacional –UNCITRAL o CNUDMI-; en fin, mediante la
adopción como suyos, por parte de los estados, de Códigos o leyes federales; o por
medio de instrumentos preparados por organismos que sirven como guía para la
regulación de los contratos, como los Principios de UNIDROIT para los contratos
comerciales internacionales.[21]

A diferencia de la unificación, la armonización es el proceso por el que se busca la


modificación de leyes nacionales o locales para mantener armonía con el derecho
interno y aumentar la previsibilidad, certeza y seguridad de las operaciones
comerciales; y,

d) Unificación nacional, la que se da en el interior de un estado

e) Unificación internacional, en los casos en los que se adoptan normas


internacionales uniformes para determinados actos jurídicos, mediante la aprobación
y ratificación por los Estados, como ejemplo, la Convención de Viena de 1980 sobre
Compraventa Internacional de Mercaderías.

f) unificación regional, dentro de una región como la que se pretende hacer en


América Latina con el Código único…. No así ocurre en la Unión Europea ya que los
europeos prefieren hablar más bien de armonización.
Como consecuencia, se plantea la unificación del derecho privado, mediante la
existencia de un código único de las obligaciones y contratos, en el que se incluyan
todos los contratos mercantiles extendidos al público general que no son exclusivos
para la empresa o el empresario; y, al mismo tiempo, la existencia de un código que
regule la personalidad, familia y sucesiones; y, otro código mercantil que regule la
empresa, al empresario individual y social, propiedad industrial, títulos valores y las
operaciones bursátiles, a los que habría que añadir los contratos “de empresa”.

[1] Conferencia preparada por Soyla H. León Tovar para el Coloquio de Derecho
Mercantil sobre los Doscientos años del Código de Comercio francés, auspiciado en
la Universidad Panamericana de Guadalajara Aguascalientes, el 16 de octubre de
2007, sede Guadalajara, Jalisco.
[2] Broseta, op.cit. p. 46 y ss.
[3] Cfr. BARRERA GRAF, Jorge, Instituciones de Derecho Mercantil, Cuarta
reimpresión, Porrúa, México 2000, p. 1; también véase a BARRERA GRAF, Jorge
Instituciones de Derecho mercantil Porrúa México 1957, GARRIGUES Joaquín,
Curso de Derecho Mercantil, 7º reimpresión, Porrúa, México, 1979; RODRIGUEZ
RODRIGUEZ, Joaquín, Curso de Derecho Mercantil Porrúa, México 1957; URIA,
Rodrigo, Derecho Mercantil, Porrúa, Madrid, 1966; VIVANTE César, Tratado de
Derecho Mercantil, T.I, Madrid, 1936.

[4] Cfr. Barrera Graf, Jorge, Instituciones de Derecho Mercantil, Cuarta reimpresión,
Porrúa, México, 2000, p. 1; también véase a Barrera Graf, Jorge Tratado de Derecho
mercantil, t. I., Porrúa, México, 1957, Garrigues Joaquín, Curso de Derecho
Mercantil, 7º reimpresión, Porrúa, México, 1979; Rodriguez Rodriguez, Joaquín,
Curso de Derecho Mercantil, Porrúa, México, 1957; Uria, Rodrigo, Derecho Mercantil,
Porrúa, Madrid, 1966; Vivante, César, Tratado de Derecho Mercantil, t.I, Madrid,
1936.
[5] “Este derecho fruto de la costumbre y de la autonomía corporativa de los
comerciantes... inicialmente en las ferias... después la difusión en todos los países de
los agentes de las compañías mercantiles... contribuyen a dar al derecho profesional
de los comerciantes un carácter internacional uniforme”. Ascarelli, Tulio. Iniciación al
estudio del derecho mercantil, Publicaciones del Real Colegio de España en Bolonia.
Barcelona, pág. 31.
[6] BARRERA GRAF, Jorge; Instituciones de Derecho Mercantil, Op. Cit. p. 11 y ss
[7] Martínez-Ehevarría, Alfonso y García de Dueñas, “Código de Comercio Alemán
y Ley de introducción del Código de Comercio, Marcial Pons, Madrid, España, 2005.,
Nota 12, p. 18.
[8] Madriñan de la Torre, Ramón Eduardo. Principios de derecho comercial, 7ª
edición, Temis, pág. 10.
[9] BROSETA PONT Manuel, Manual de Derecho Mercantil, Editorial Tecnos,
Madrid, p. 47.
[10] “El código civil brasileño de 2002, la empresa y la autonomía del derecho
comercial”, comunicado preparado para la xl conferencia de la federación
interamericana de abogados, Madrid, España, del 21 al 26 de junio de 2004, Comité
V – Derecho Comercial, Banca y Bolsa. Rua Tibiriçá, 559. São Paulo. – SP Brasil.
http://www.iaba.org/LAW%20REVIEW/Camilo_Ruy_El_Cod_Civ_Bras_sp.htm
[11] Así Barrera Graf, Jorge, ob. cit, p. 35
[12] Según lo refiere Barrera Graf, Jorge, Instituciones de Derecho Mercantil Porrúa,
México 1989, p. 34,
[13] Cfr. Vivante Cesar, Tratado de derecho mercantil. Versión española de la quinta
edición italiana. Vol. primero El Comerciante. Traducido por Cesar Silió Belena,
Madrid, Editorial Reus, 1932, pp. 15 y 16.
[14] Así, Garrigues, ob. cit., P. 32.
[15] Op.cit., p. 33.
[16] Ascsarreli, Tulio, Saggi di Diritto Commerciale, Op. Cit. p. 100/ y 101.
[17] Para consultar los argumentos a favor y en contra de la unificación, cfr. Narváez
García, José Ignacio, Derecho Mercantil colombiano, Parte General, Octava edición,
Legis, Bogotá D.C., 1997, p. 93 y 94; Garrigues, Joaquín "Última lección como
catedrático pronunciada el día 6 de mayo de 1970", en "Hacia un nuevo derecho
mercantil. Escritos, lecciones y conferencias, Editorial Tecnos, p. 336, y Ascarelli,
Tulio. Iniciación al estudio del derecho mercantil, Real Colegio de España en Bolonia,
Bosch, Barcelona, 1964, p. 123.
[18] Rodríguez Rodríguez, Joaquín, Derecho Mercantil Porrúa, México, 1982,
México, p. 14.
[19] Así Garrigues, Joaquín Curso de Derecho Mercantil Porrúa, México, 1981, p. 26
y ss.; Barrera Graf, ob. cit., p. 11.
[20] Oviedo Alban, Jorge. La unificación del derecho privado, en DISSERTUM nº 5,
revista de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Sabana,
Diciembre de 2001, p. 24 y siguientes.
[21] Jorge Oviedo Albán, La unificación del derecho privado: UNIDROIT y los
Principios para los contratos comerciales internacionales, Pace Law School Institute
Of International Commercial Law - Last Updated July 30, 2002,
http://www.cisg.law.pace. edu/cisg/biblio/28#28, quien confunde armonización con
unificación.
http://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/ejec/AE/CM/S03/CM03_Lectura.pdf

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