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)10'1 C5Tt\-L')() \-:-~·;.l C.f\ ~:~)(jr I_\j'\ l\
(~\ Pi '1-(\ t~s~,TT\ (f
2 l'HÓLOGO
Ri\J.PH MTLIBANO
The 1.,(~ndoIl School of Economics 1.
and PolitiCal Science
Julio de 1968 Como nunca antes, los hombres viven hoya la sombra ele! Estado.
Lo que desean realizar, individualmente o en grupos, depencte
hoy, en lo fundamental, de la venia y apoyo del Estacto. Pero como
esa venia y ese apoyo no se otorgan indistintamente, tienen que
procl.lrar, cada vez más directamente, influir y dar forma al poder
y a las intenciones del Estado, o si no, intentar apropiarse de él
por completo. Por la atención del Estado, o por su control, com
piten los hombres' contra el Est&do mm }cn las olas del con
• lCto social. En grado ca a vez mayor,,el Estade;¡ ..es..WE.'eJ!9c;qp. lo
gual los hombres trop~ez.ªn al enfreqlarse a otros hombres. :Por
esto, por ue son seres sociales son también seres poiTtlcos, lo
sepan o no. _.º~U;;:>~ª p~rmmc}º nQ if)t~r.~~ªrp.9ii.en )0 que há4
~l Estado: lle..LXLés. j¡llpo§itfre ;J:Jdm:"1!e se tii::~~s;i&.Lo
que acabo de decir ha cobra~o un::t dimensión mWV8. y Única en
la época actual: si grandes parles del planeta quedan, algún día,
devastadas por una guerra nuclear será porque hornbres que
actúnn en nombre de su Estado y están investidos de su poder
así lo habrán decidido, o erróneamente apreciado. "
~
Sin embargo, aunque la ellonnc inflación de los poderes y las ac
tividades elel Estado en las sociedades capitalistas avanzadas,
de que se ocupa este libro, se ha cOIlvertido en uno de los lugares
comunes del análisis político, la paradoja notable es que el
mismo Estado, como sJ.ljeto del estudio político, hace mucho
tiemQo que ha dejado de estar erLhnga. En las Últimas décadas,
se ha llevado a cabo una enorme cantidad de trahajo en materia
de gobierno y administración pública, de élites y burocracias, (1..:
partidos y conducta de los votantes, de autoridad política y c1t.: las
condiciones de estabilidad política, de la movilización y de cultu
ra políticas, y gran parte de este trabajo, por supuesto, se ha
ocupado de la natur8leza y el papel del Estado, o ha tocado, por
lo menos, el tema. Pero, en su calidad de institución, en tiempos
recientes ha recibido mucho menos atención de la que merece
68' su importancia. A principios de': la déci\da de 1950, un destacado
-';.L.. cient.ífico olítiCOñOrteamericano descubrió que °ni el E'Sfadp,
'tG.-lté'\1 n~ er son conceptos que sIrvan para rrevar
al cabo la ITIves
~
·1 lNTROnUccT<h.¡ IN'mODUCCIÓN 5
ti ilci(ln política") IJltl~pendjentclllcnt('. df' lo qllC se pueda peno cl'n inrltlencin sohre los rl.'slIllados polllic()s; ningl1no de estos rOll
$,)' respecto del concepto ele poder, esta opilJi6J1, en 10 qlIe jtllllOS es hOlllog«neo desde cu,l1qtlicl' ¡,ulllo ele vista: cada lino de
respecta al concep10 de Est:.elo, pélrCCG haber sido accptélda en ellos ejerce tilla poderosa inntlcnci¡¡ eri cierras csferas, pero es débil
en lIluch<ls otras, y qlll~ el poder dc rl.'chazu r indescéloles posibilida
g<;1Jeral pOI' Jos "estudiosos de 1<1 política" que han trabajado des dc acción es m{ls cornún que el poder de dominar tlircct<lll'lclll.l.:
en d campo de los sistemas polfticos occidentnlcs. . sobre los rcSl! Ita dos.8
S~n embargo, esto no quiere c1ecir que los científicos Jlolfticns
occidentales, nsí COI110 los sociólogos púlilicos 110 hayan tenido O!ro autor, que critica ln tesis p!lil'nJistci, la resume tic: In
In que se solía 1Iamnr una "teoría elel Estado"; pOI' el contrnrio, manera siguiente, en relación con los Estados Unidos:
pr('cisíllTlenlc la teoría elel ESt8Clo que, ~ll su mayoría, sllscl'iben
es lo que nos permite comprender el ;luandono relativo en que Se consic1ern al Congreso romo r.1 punto foen! sobre el que f'.IfrC'('!l
hnn tenido al Estado como foco del análisis político. Pues esa pre~iones los gnlpos de intereses n lo lnrgo de la naci6n, ya sea :1
teoría da por ¡,csucltos algunos de los problemas más import<ln· través de los dos gran(ks p::lrl idos () directamcnte a través d(~ "c:nll1¡l
tes (~ue tradiciollnlmente se han planteado a propósito elel Esta· rillns". Las leyes que emaJ1::111 del gc)Uil'l"nÓ }¡nn sido forjadns por his
do, b' hace que resulte innecesario, y de hecho impide, toda múltiples [uerzns qut" han ejercicio SLI poder sobre In Icglslntul·a.
preocupación especial por su naturaleza y por el papel que eles Idealmente, el Congreso rcflejA tan s610 estas fuerl."s.y la1' comhina
-o "resuelve", como dicen los físicos-·· en una soJa decisión :m<'i~,J.
cmpeña en las sociec1adcs de tipo occidental. A medida que cambia la fuerza y la direccl6n de los intereses par
Una teoría del Estado es t~11lbiér~ una teoría de la sociedael tinJ1ares, se observa una corrc·1'pondicTltt" modificación en In (;01111)(>
y_ eTe Já .ci\?t~·r~ución. d~l. godé~,.G!1. (;')l.ai2.d~c..Üui. pÚO jito. máyOdii sicióll y las nrtÍ\'ldades de los granc1es grupos de intereses: obreros
"de los l/estudIOSOS de la lolítlca" ocel en tales, a juzgar por. sus organizados, grande1' empresas, agricultura. Lentamente, la gnm v<:.
o ras, argumentan, a arllr. e su u. . ~ leta del goIJierno gira para recibir lo~ cambiantes Vil::ntos de la opinlól1.~
socieclades occidenta es, es competitivo, está [ra mentado y
S\'u . , c¡rec amente o a trnvés de grupos orga·
n!.g'c!os . na le osee o pue e poseel
cantidad excesiva dell11isIDo En estas sacie al es, os e!Uc a anos
disfrutan de sufragio universal, de elecciones libres y regulares,
de institllciolles representativas, de derechos ciudadanos efecti
vos, en tre los qL1e figuran los derecJlos de libre expresión, libre
asoctación y oposiCión; y así los individuos, como los grupos,
hacen amplio uso de estos derechos, bajo la proteccic)n ele la
ley, de un poder judicial independiente y de una cultura política
libre.
A consecuencia de esto, sigue: la argumentación, ningún go
bierno, que actúe en nombre ele 1 Estado puede dejar de rcspon
der, a no muy largo plazd, a los deseos y exigencias de los intere
~
ses concurrentes. Al finAl, todo el mundo, incluso el que está en
úl1ino lugar, es servido. P . con Jalabras ele un eles la
acle ex ~ .~...Qsta concepción c1emocráticq,j11ura]jsti!.,~
¡1Q 1Hl sistema en el que ¡¡tOctOSlOS grupos activos y legítimos
tl~pohlación pueden hacerse oll" en argLtil nlOiilenlo crítico
del proceso ele elecisión".~ El profesor Dah1 ha seiialado tambicr¡
a otYós atJt2r,es plttraHsta:s, - -- - - "
... afirman que a las dccisioncs polflicas se llega por cliversos medios
qtlC los hombres de negocios, Jos sindicatos, los políticos, Jos conSll 69
rnid(~rcs, los agricultorcs, los volantes y Illllchos otros conjuntos l~jer-
H R. A. Dahl, y otros, Social Sciellcc IÜ:$/!.(lrcll 011 Bll.5i/'lc.ls,' l'I'oc!IH:( olld
" D. Easloll, TI/c Polilico/ .).1'.'11.'111, 19S3, p. 1(1(,.
Potelllial, 19S9, p. 36.
~ R. A. Dahl, A l'l'c!acr. lo /)CI/illcrillic flicor.\', 19(,5, pp. 137·8.
-1 ){. p. Wnolf, A C,./liqIIC 01 f'ure Tnlaallce, I%.i. p. 11.
.
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6 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN '/
¡En. pocas palabrRs, el Estado, ~ujeto como está a una multi· hace DlllChü tiempo 1I0tables deficiencias. Como trataré de cl(~m(ls
tud de presiones encontradas, provenientes de grupos e intereses trar, el plllralismo democrático tal vez ande por caminos totHl
organirtados, nQ..J)ucde exhibi r nin[',ulla predisposición en favor mente ~q\livoc(\dos. Ecro el análisis político lJ1i\l'xisla, soble ¡,)do
de unos y en contra de otros: de hecho, el papel especial que crl r~lacjóll con 19 naturaleza del Estado y el papel que éste
tiene que desempeñar es el ele componer y reconciliar él todos. desernpcña_dcsdc--hact'~tiempo, no ha podido salir de su propio
En el desempeño eh: ese papel, el Estado es tan sólo el espejo que camino trillado y no ha mostrado poseer mayores capaciclacks
la propia sociedad se pone ante los ojos. La imagen 1<:11 vez no de renovaciQn. .
sea siempre agradable, pero tal es el precio que se debc pagar Vale la [lena recordar que el propio Marx nunca intenló l'ca
y l!ien vale la pena pagarlo, con t<ll de tener llna política demo Iil.ar un estudio sistemático del Estado. Era ésta tina de las
cr*ica, competitiva y plufnlista en las modernas sociedades in· tareas (lile confiaba emprender como parte de un vasto programa
dnstriftles. de trnuajo ploycctado en la década de 1850 y cuya únicR ¡jill le
Esta elominante' concepción pluralista de las sociedades de plemllncntc tennínada es el tomo 1 del Capital. 5 Sin embargo, c-n
tipo occidental y ud Estado, no estf)l-ba, como también puede casi tudos sus escritos aparecen constantemente referr:lJci:::s al
seüalarse, al mantenimiento de una actitud crítica respecto ele E::l:'1.do en los diferentes tipos de socjcdact; y en lo rd.:.:rt'.nte
alguna faceta del orden social o del sistema político. Pero las a las sodedades capitalistas, su concepción fundamt'ntal elr.1
críticas y las proposiciones ele reforma se conciben, prirnordLII Estndo aparece resumida en la famosa CXplcs16n (rérAr~i¡¡¡f[est7i.
Inerte, en relación con el mejoramiento y fortalecimiento tle un .ColííiiiTlsra: ':Gl ~jec~v9..Qill~~!~.Q.IDQ~jí(rnº_1!9_.§5.sIno-lJ.I1 c()mf
sislCma cuyo carácter fund~mentalmeIlte "democrático" y desea i:S:;rra m:'i-FmTrrrTos aSUIltos CQ.!ln!m;~ de t.9,íl ~ !!I. l~ 11q;ll (;~Ül ". 1) e
PIe se pretende estar sólidamente establecido. Aunque puedan una o (lo:. otra forma: el concepto que esto' eJ1eRrna aptiTl"Ce Ull;l
tener muchos defecto$ son ya "sociedades democráticas" con las 2-tJ'0 \f.CZ~1 las obras tanto de Marx como de Engels' y, no obs-'
q'uc no tiene nada que ver la noción de "clase dominante" o de t¡1I1te los matices y las apreciaciones delicadas que ocasion~¡JI)¡en·
"~lit~ qel poder". t~ cxhibiefQll Cll--su.examen del Estado --sobre todo para explicar
Elvjgqr de esta ortodoxia actual ha contribuido a trocar cstns un determinado grado de indepenelencia que el Estado podía
pr~~ensiones (que no son otra cosa) en firmes artículos de sabi disfrutar en "circunstancias exccpcionales"--,6 nunca se deshicie·
~lur1~ 'PoHtica, y el clima icleolpgico y político engendrado por rOn de la opinión de que ~lL l~~ga&..~apitahsta -el.. Esti'l90
h\ g1l6ITa fría, ha determinaclo qlle la aceptación de esta sabidurb eré!, sobre todo......el instrum~nto de coerciq!L ,q~ lí'. <::]¡lse (lami·
se cQnyjerta en pieqra de toqll~ no s610 de l~ inteligencia política, riª1l1~l. Q~nnid~ t~.a..en fL![1(;!9Jl.Jk.lfLP'l'QpiedacL,y_ ~Lf~:ÚH!,ol dQ...
~¡nQ t¡;IlTlbién c.le la rnoraHciad política. Sin embargo, la aceptación J~ mcmQril~_lU.q,Q-!JQ;jQll,.7 -
g~I1~r¡;lt qe 1111 ~:onceptQ particular de lo que deben ser los ~isle Il Véase K. Marx '1 F. Lassalle. fe[¡rero 21 d~ 1858, Y K. Marx él F. Engels,
mas sociale¡; y poHticos no la convierte en justa y corrccta.Jl.rtg. abril 2 de 1858, en SelectelJ Correspondence, Moscú, sin fecha, pp. J25, 126.
<le Jos pbjet¡YQ.Lprinlordiales-d~-e.st-ª-o bra, en efecto, es el de (J Véase también p. 93.
'1 Véase, por ejemplo, Marx 22 años después del Ma/lifiesto cOllllmisflI:
m~strar, porn1enorizaclamente, que. la concepción gel1locrático
"Al mismo ritmo con que el progreso de J;¡ industria moderna desarrolló,
pl~ransta de la socjedacl. de la pol!tica y del Estado, en lo que amplió" intensificó el antagonismo de clase entre el c;¡pital y Jos trnhaja
respecta a los países del capitalismo avanzado, está, en todos dores, el poder estatal fue cobrando cada vez más el carácter del poder
sus aspeetos esenciales, equivocada'il- en vez de servirnos de nacional del capital ~obre los trabajadores, de una fuerza pública organiz.ada
{fuea panl la comprensiófi'{le la re~]jdq9, viene (\ S"l,f una profun para la esdavización social, de 1111 artefacto del despotismo do clase"
(K. Man¡, "La Guerra Civil en Frél1~ciél", en K. Marx y F. Engcls, Obras
da ofúscación. escogidas, 1950, vol. J, p. 4%); Y Enge!s, "El Estado modemo, independiente
No< obstante la elaboración de diversas teoría~ elitistas del mente de cuál sea su forma, os en Jo cseJlcj::! un aparato capit¡)lista, el
poqer, la más imporlé\nte c~m mucho, de las concepcione.s....dclJ2o estado de los cajJilalistas, la personificación idei1l del capital )Ja(~ional tu
de/f' dJf~ryntes de la dcmocráticopll.lndista, 'S1gH~·efIEl<:H-a-In1H .. tal. .. una organización de la clase particulnr que ha sido pro tempare J;1
clase explotadora, una organización que t¡("lié: ('.ol¡-'O fin impedir toda intro·
xisfa~ En verdad, podría alegarse que el rápido desarrollo de la misión exterior en las condiciones existentes de produccióJl, y, pOI' tanto,
sociología política democráticopluralista después de 1945, sobre esencialmente, con la finalidad de mar.tcuer 1'''''1' 1". fll(''-''~<¡ a las clases
todo en los Estados Unidos, estuvo inspirado pOl' la nccesidad de explotadas en ¡¡'s condiciunes de 0i'resión qlle wn.:.spuq('.:n a 1m uctcfmi
salir al paso tlel "(jesafío del marxismo", en cste campo, con nado modo de pronucción (esclavitud. sCi'\'idllllll:re, tl'¡;b:ljo aS'llaJ.iac1o)".
(F. Eng,~ls, Socialismo utópico y cientifíco, iIJirl., vúl. 2. pp. 136. 13~.) Esto fue
argumcntos más plausibles que los que podía aducir la ciencia escdto en 1887. Es la misma, opinión, por sUJ"llesto. c1esarrollada cn El
política común y corriente. origC:l1 de la familia. la propiedad privada y el Estado y en niuchas tic las
Sin embargo,' el análisis político marxista ha padecido desde obras posteriores de Engels.
=(0
8 INTHODUCCIÓN ] NTHODUCCIÓN 1)
La TI18yorb' ele Jos nlilrxi' s se han contentado ell tomar mas e instituciones diferentes; pero también ticnen ('11 comltll
por l <. ) enos eVI,-~pol"~.Uni~.ma a ~st~_ tesis,_t.en tener
dos cnractelÍs 1iCRS func\amcn tales: In "dI tIC)''', son países muy
corno n&O fltndmnel.JtHl, en lli;;\tel'ia dt: Estado, a J<t ohra de indusLrialiUldos; la segunda, la mayor parte de ~illS medios de
Lellil1 Bl nsladi! Y.!!.l revoluciÓn, hoy en día con medio slgTO actividad eC'on6mica están sl1jetos a la propicdntl y control pri
(~ int1r,iit,.elml, y, en csenci~, una rcafinuaci6n y dcs,oToJlo ele la varlos. ~stas, comhirwc1as, son las r.:nracl<'rísl.lcAs rIue los convier.
cOll"epci6n fttndamental elcl. Estado de Marx y Engels, Así como ten en paísc~ éapitali.~tas avanzados, en primer lugar, y en segun.
una. vívida <lscveJ'f\ci6n de, su validez en la erél cleI imperialisl11o.8 do, 1:\:; que Jos distinguen rnclicnlmelil'c no sólo de los Indscf;
l)~le entonces, l~ fulica aportación marxista importante a 1" subinclllStrinliznclos, como la India, Brnsil o Nigr:rin, "un clInl\(lo
tt:orl(\ (te! Eslitdo ha slilQJa de AntonLQGramscí, l.:uyas ¡r\l('re~(\n' t.ambién en ést.os los medios de la actividad E'COJ1(/nnir.n semI,
thimlls llolns sobre el tema sólo recientemente han sido reCODO p1'edotninnntcrncnle, de propi{:dad privada y estén sujetos n su
~.i,d3S y han negado a ejercer influencia fllera cl~ Halía. O Por 10 control; sino Inl1lbién de. aquéllos en los que pnwa\cce la socie
demás, I '1 'xistas no han realizado tila ores intentos de nbor· c1ad cstatal, ::Illn cuanc10 algunos, como la Unión'Soviética, Checos.
ciar el roblema elel Estaelo en unel n de la realidmi CQnC'~rdél_ lovag~Jia y la RepLlbliC'a Dcrnocdtica Alemana, estén tml1hléll
.soc.:ioecon mIca, po.. mal de las sociedades cflJlitalis.1gls_ 111UY inc\uslriali7.ados. El criterio de di¡;t.inción, dicho de otm
mo(~ernas. Cuando lo han Intentado han dado una explicación manera, es el nivel de la activiclnd económica combinado COI1 el
ixcc~ivani'enle simple de las relaciones reciprocas entre la socie moclo tle organización econ6mka.
dad civil y el Estado. Aun cunlldo ese "modelo" coincide mucho Las mislIléls earacterísticCiscombinac1as de los países capita.
J11f1S con 1" re¡\Iiclad que con In teoría delt lOcrálicopll.1ralista neceo listas nvanzados nos sirven también para reducir la significación
sita también que se le "trabaje" mucho más de lo que hasta de las demás diferencias que se observan entre ellos. Joscph
ahora se ha hecho: Paul Swee7.Y no exageraba cuando, hace al· Schurnpet.er señaló que
gunos años, sdíaló que "es éste el campo en donde el estudio
del capitalismo monopolista, no sólo por parte ele los cienlíficos .... Ias eslntcturas, los tipos y IlIs actitudes sociales son monedas qtle
sociales burgueses, sino tambir,n ele los mismos marxistas, exhibe no se funden fácilmente: tina vez forjadas, persIsten, (\ veces dU1'lll1tc
SigtllS; y como estructuras y grupos diferentes exhiben gmdos diversos
las más graves deficicncias".\(1 El objcto de la presente obra es de capacidlld de supervivencia, casi siempre encontramos que la con.
contribuir a poner remec\io a tal (leficiencia. ducta colectiva o nacionn\ real difiere más o mellos de lo qüc cree.
rlnmos que deberla !lel' si tra táscmos de Inferirlas de las forml's
dominante!l del proceso productivo.!l
I[
Esto es muy cierto. Sin embargo, tina vez que se han tomado
Losl países que estudiaremos son muy distintos UllOS de olros
en cLtenl~\ tales diferencias y rasgos t~specíficos nacionales, Sllb.
por lTlllltiples causas. Poscen historins, tradiciones, culturas, i(lio sist.c el hccho de que el capitalismo f\Vamado ha impuesto mu
8 Por ejemplo, "B! imperilllismo -la era dd cnpita! bonellrio, la era de .
cll<ls ullifoJ'lnidClc\es func\all1cntClles a los parses comprenclic1\Js
los monopolios capltalistlls cigalltcsc05, 1" era tic la t rllnsfo1"ln"cióll tlel t:api,
en S\.l c:ifcnl ele Clcción, y que ha contribuido grandemente n
tal monopolista en capitalismo 1l10nopolista·estiltal- ha presenciado sobre
gués son cxtrematlamente vati"c\:ls, pero en cs(~ncia son todas 10 misnlCl; ele:
fundamentales, put'blan, en gracJu creciente, munclos materiales
una o de otra mnnera, en última instancia, todos los astados son, inevitable
y mentales que tienen mucho en común. Como ha dicho un Clutor
mente, la dictadura de la burgl/csla" (¡bid., p. 29),
rccien te:
1) El (lI1ico estudio importante de Gramsci en inglés que existe: hn~l:l
ahora, es el de J. M, Cammelt, I\II/ollio Grrll1lsci (/11(/ file OriRills (Jf ¡/a¡¡(/Ir Existen grandes dircrencins enli'c Ins instituciones fundatncntales y
Coml/lrmisl1l, 1967; véase. t,\lTlbién J. MCI'ringtoll, "Theory amI Practlce in
I
5.0 JNTIW])UCc{ÓN
INl1WDUCCIÓN 1J
dicJn, y todavía más notable, en Sil COlleJueta h Jo largo de un elt:tcr
lD.i.lado pedodo de tiempo, las semejanzas son ]lUlables.J :: qlle antes,--.,.c,-.:iiU-.d.uda. sGlwirán aUl11cnlanc!Q; 1.? mismo puede
decirse (le la <unplia g<iron.lk-.servicios sociales .qlHd1<ll1_ })as~lrllí
Ya hemos señalado la más import~n{e ele estas semejanzas, a ser obllGaciÓiJ c.liLC!2ta o indirecta del ESlado cn esta.s socie.
referente a lo económico: son sociedades qUt~ tienen una bnse dades. JO
económica amplia, compleja, grandemente integrada y tCCllU La importancia que tiene ell'sector püblico" y la inteJ"I'cnción
lóg;icamente avanzada, en donde a la producción industrial le del Estado r.n la vid::t económica en gcnenti es una ele !i\S razones
cOliresponde, con mucho, l~ p~rte mnyor. de su producto llac:io.n<.ii que, t:n <lÚOS recientes. se han anucido en favor de la opinión
bn~to; en tan~o que la a~l~Ut1ur¡'l C'onst.ltuye ulla es(n;} r~l.atrva. de que el ténninu "capitalismo" se ha convertido en Iln fllrtl
mc¡¡te pcquena de la actrv1l1ad económlca; 13 Y SOJl tawbJeTl so·· nombre prtra ek::;ignéll' ;11. sistcma económico preelomi));1I1 te en
ciedades en las que la p,u'te principal de )¡, actjvidad ecolJómica esto:; p.:lÍscs. Se ha dicho quc, junto con la separaci6n cunstante
se lleva a cabo con fundamento en la plopie.d,'lC\ y el cont.l·ol mente creciente entre lit propiedad de la CIJlpresa CJ)Jifalista y
privados de los medios ele tal actividad. . su actmilliSl.racióll,17 la intervención pública ha t'·all:Ju:·I1i.It.i'.l
. En lo que respecta a esto último, es cielto, POj- supuesto, que radicalmc1lte al ulpitalismo maJo de ius viejos tiempos: esto.',
los países capitalistas avanzados poseen ahora un "sector públi· países, como dijo, entre otros, en cierta ocasión el seiíor Crus1ctlJd,
co" que a menudo es muy grande, a través del cual el Estado Sl~ han couvcrlido en sociedades "poscapitalistas", ¡IWfeti:dil1cple
po~ee y admini~tra una amplia gama de industrias y servicios, dih~lentts de lo que ftJ(~ron en el pasad!), incluso en ft·rk. lcm
qlle sobre todo, pero no exclusivamente, perteneCén a la infra rccienlt: eOIflO la de la segunda guena f11undiul.
stn,lctura, y poseen una enorme importancia para su vida Ct.:O Esla crecl1cia. no sÍlnpJernentc (;c que se hay:·:-, cL: .. II!;I¡!O
nómiCa; y ~ Estado desempeña, también, en todas las ecouamías. cambios muy importalltes en la estructura del capifa)is/I¡() lO¡1
ca. italistas, un a le nica..cada vez mayo)' él través de la ternpLlr{l1wO, que 110 se eluda, sino de su lr¿bt.:t·lJtlcncia re:":! ',1 ~:1.l
regu aCI n, e control, la coordinación la lane ci !..-asLsuce. evolución hasta convertirse en un sistema COlllplct<lll1t:nre dif(~'
sWamcnce~tm' mo, e s él o ~... CO/1 mucho, el cliente rente (sobra decir en uno mucho mejor), constituye un elemento
CIP al deC"sector pri\'adon-y-argunas d~ las industr~iñs más impor· fundamental de la concepción pluralista ele las socicebdes occi.
tantes 110 poqrlan sobreVIVIr en eLsec:.tor privado sin las compras dentales.liste sistema económico, a diferencia dc! élnljgll~). no
del-ustadoy sin los créditos, subsidios y oeneficios que éste les sólo cuenta con una .(Jelministración diferenle. sino tarnbi':r) ha
·dispensa . . conteDlplado la aparición, para decirlo con palabras del profesor
l. ~ta intervención estatal en cada uno _de los aspectos de la
Galbraith, de un "poder contrapesado!"" efectivo del poder elel
vida econ6JTIlca no tIene pm.I~~=hr-fl'¡-s.t-ftria-=d:etca-f;l.ita'
capital privado; que ha sido transformado, también, por la inter
lismo. Por el contrado a int~~ statal asistió a su naeT
vención y control del Estado. POI' todo esto, ha de$aparccido
il1i n o; o por lo menos pio auxilio a sus primeros pasos, no sol
_muy oportunamente la necesidad de liquidar ,ti CéJpitH!iS1I10; c!r.
e~\ ~so~ tan c.opocidos cº-mo 10Sli~ Al.emanra--y Japón, sino
hecho, la tarea ya ha sido ejecutada. El problema capital eit: la
t¡unPlért en todos los qemás países capltahstas; H Y no ha dejado
política, como dice el profesor Lipset, ya no gira "en torno él los
nunc~ de poseer uná jmportallcia fundamental para el funciona·
cambios que se lIccesilan llncer para modificar o dc";( ruir al
miento del capitalismo! incluso en el país más consngrado al
capitalismo y sus insti luciones"; el "problema mcc!l¡]al''' eSlá
Uz1ss,ez ¡aire y al individualismo extremo.15 No obstante, las di·
constituido, más bien, por "las condiciones sociales y p()lílie~is
Il1ensjones y I~ clifusión de la i te 'endón e~tatal en el capltaliS:
de lél soc¡¡~dad burocratizada"; 18 o como él mismo dice. "Jos pro
_c_p e 1 o ah r 'o 1 " e mayores blcriléls políticos fundamentales ele la revolución inc!usl.l ¡a! se lléln
resuelto: los trabajadores han obtenido la citH..!aclanÍ3 indllsltial
I A. Schonfield, Modem Capita/ism, 1965, p. 65.
12
Así, por ejemplo, el porcentaje del producto interior oruto originado
y política; Jos conservadores hall aceptado al Estado benefactor y
I 13 la izquierda democrática ha reconocido que el aumento del poder
(:11'lá agricultura ep 196J f1JC de lIn 4 % en los Estados Unidos e Inglaterra. estatal general traía consigo más peligros para 1;\ liln'llar! que
de un {, % en la Alemania Fcderal y de lJn 9 % en Fralle.io; la' c;¡fra corrts·
pondiente al. ~ap6JJ cn 1961? f1Je d~ 15 % (D. n. Russett y ,)irqs: World Hand soluciolles para los pnJbJcn¡as cconómicos".lU En olras palHbras,
book ot Pollltca/ alld Socla/Illdlca/O,.:;, 1964, pp, 163-4).
H V¿asc también Barrington Moore JI'" Social Origi/ls 01 Dictalorshi Un oportuno sc cncuentra eu Schonficld, Moc!er'l Cllt'iIOiislII.
and Vemocracy, 1966. .
lü Véase también P. K. Crosser. State Capi/a/islIl il1 the ECOIlOI7lY al/he
12 lU eXaJl1Cll
17 Véa~e más adelante, pp. 29 ss.
16 S. M. Lipset. "Political Sociology", en R. K. Mcrlon (comp.), Soc;oJogy
Ulliteri States, 1%0, y G. Kolko, Tite Trilll1iplz 01 Conserve.fi:;l'l, 1953. Today, 1959, p. 9.
JO S. M. I.ipsct. l'oJitical Man. 1963, p, 406. Tallloién elel profesor Talcoi t
I
; ¡,
1
12 INTRODUCCIÓN J N1T(QJ)UCCIÓ1-l" 13
"élbajv Marx y arriba WclJC~I''''\Y lél misma creencia ele la trans
lIones de unidades económicas,~3 y constituyen una parle elistillt<l
[olTu;)ción radical eJe la sociedad c;1pitalisla ha servido 1arnbi6n
e importante de su paisaje económico, el cual afecta profunda
para dar pie ,\ la afirJ1i<lci6n, élclualmcnte en boga, de que la
l1lente también a su paisaje social y político. Sin duda, las tenden
clivisión verdaderamente fUtldamental se establece. en el mundo
cias cconqmicas van en contra de las empresas pequeñas y me
entre s~ciec18Clrs "industrializadas" y sociedades "su!Jinc\ustrja
c1ian"~, y muclJas de éstas dependen de una u otra forma y son
lizadas'l('
subsidiarias de las organizaciorícs mayores. Pero la imporlanC'Í;]
, En Cilpítulos posteriores diré qlle la creencia de que el c3pi que tienen en la vida de estas sociedades sigue siendo tan consi
I talisflJo y sus deficiencias han p.asado al limbo Ilistórico es elel derable que 110 debe ocultar, desd,~ Ull punto de vistn. económico,
'todo prem:\tllra. Pero 10 que necesita aclararse desde ahora, eomo social o polítiCo, la irnpor1i111Cia mayor dt' Ins ejnpre~;;:js gigan
correctivo preliminar esencial, es que no obstante la existencia tescas. La historia política ele estos países hubiera sido, sin
d(~ un "s'Cctf.Jr público", son éstas lils sociedades en las cuales, duda, raclic¡l1l1lcntc diferente, si la conceutración del poderío
,'OL: !TJl.'i:ho, ]a mayor parte de la actividad económica estú domi económico se hubiera efectuado tan rápida e inces<~ntemcnte
nada aÚn por la propiedad y la empresa privadas: en l1;¡¡gWl<,I como creía Mane De hecho, como ha serlalaLlo el profeso!' E. S.
ele ellas posee el Estad mRs ue una )arlc su . jada de los Muson referente a los Estados Unidos, "las mús gralldes socie
.e . , '1 21 En t'sfe sf·!l1Í.do~..aI_n1.ello_s, l.J.ab.laI: -como dades por acciones han creciclo enormemen1e, pero tanlbién lo
¡se hace comúnlllente·-- ele "economías mixtas" es atríl.JUir UIJ ha hecho la economía".24
selltído especial, y muy equIvoco, a la noción de mixta. 22 ~omq No obstante, el ca italismo avanzado es prácticamente .sInó
0:remos más adClaiJ!p, la..lI1tervcnCl<J1! la Eogllbcir'lli Y, el control nJmo de empresa gigantesca; y nada de a organizaci61L~Co.nó.rJlLc,,
cid Estado en la vicia económica, por ímportalltc que sea, no ha d~.aís.cs.J.irne más imI?Q.!:t'li~ur0célm.s:nJa1...51ueel cre
ciente dominio de seetores...cl~lesu vicia industrial, financIera
~treetac1o a las actividades de las ~a-s cppdal1slas del mogO' _
v comercial or un ntllnero . amente )e ucño de empresMi
como los teóricos poscapitalistas han dicho .. No obstante los
~igantcscas, fuer emente conectadas. "Unas cuan as soci@acles"~
ingeniosos eufemismos que se puedan illvcntar para designarla,
por acciones gigantescas -ha observa(Io el profesor Carl Kaysen,
son todavía, en tocios sus elementos esenciales y a pesar de las
también en lo que se refiere a los Estados Unidos- ticnen una
trclnsfonnaciones Que han sufrido, sociedades auténticamente ca import<Incia aplflstantemente desprol)orcionada en nuestr(\ cco
pitalistas. nomfa, y sobre todo en algunos sectores claves de ella. "Cualquie
ra que sea el aspecto de su actividad económica -empleo, inver
En toelos Jos países capitalistas avanzados podemos encontrar un sión, investigación y desarrollo, slllllinistros militares-- veremos
gran número ele empresas pequeñas y medianas ele propiedad la misma situación.'~ 25 De manera semejante, el profesor Gal··
inelividunl u organizadas en forma de socieclad, que suman mi brailh escribe también:
2~ En los Estados Unidos, observa el profcsor C. Kaysen, "actualmente
1'<ll"sons: "a través del desarrollo industrial auspiciado por las democracias, hny cerca de 4.5 millones de empresas de negados. Más de la mitad son
las méÍs legítimas nspiraciones de la 'clase trabajadora' se IJan realizado pequeíias negociaciones dedicadas al comercio al menudeo y a los servicius.
de hechu", T. l'arscns, "Communislll am! the West. The Sociology of the L<ls grandes sociedades por acciones constituían sólo el l3 % del total; el
Con[Jict", ('11 1\.. Y E. Etzioni (comp.), Social C//ll/Ige, 1964, p. 397. 95 % de las negociaciones que no estaban organizadas en sociedades por
:!<I Véase, por ejemplo, el rechazo de la "oposición socialismo y capita· aeciolles contaban eoh menos de veinte empleados", C. Kaysen, "Ihe Cor
lismo" de Raymonc! Arun, y su opinión: el "socialismo y el capitalismo son poration: lJow Much Po\ver? What. Scope?", en E. S. Masan (comp.), T}¡e
dos modalidades de un mismo género, la sociedad industrial". R. I\.ron, Corporatio/l ;/1 Model'll Saciety, 1960, p. 8ó. En Francia, las cmpresas que
fJix-ll1Iil Lcrol1s slIr In sociélé illdllslrie:l/e, 1%2, p. 50. empleahan de uno a diez obreros constituían el 98.3 % de todas las empresas
, :!1 Véase. por ejemplo, J. F. IJ<;:\Vhursl, y olros, Europe's Neells amI en 1896, y el porccntaje, en 1958, era todav!a de un 95.4 %. Por otra parte,
VklOurces: Trenas alle! l'rospects in Eig/¡leel1 Cmo/tries, 1961, pp. 43ó42, H\1l1c¡ue J¡¡S pequeñas negociaciones daban empleo al 62.7 % de todos Jos
especialmente los cuadros ]3.-17; también P. Lowell, "Lcssons from Abroad", asalariados en 1896, este total había descendido a un 20 % en 1958. E. MendeI,
en i\1. Shanks (comp.), Lessons af Pub/ie Ente/prise, 1963. rrailé d'écOIlOlll;e l11arxiSte, 1963, vol. 2, p_ 11. Según el censo de población
~~ En tanto que el t(~rl11ino "econunlía mixta" lleva consigo la implicil japonés de 1960, los pec¡udios industriales sumaban dos millones seteciel1
ci6n grandemente justificada de que el capitalismo es realmellte cosa del tos cincucnta mil en el Japón, de los cuales sólo 360 mil eran patrollus. Un
pasado, la expresión "capitalismo monopolista estatal", usada en la biblia millón c!oscielitos diez mil no etnplcaban personal, y 860,000 sólo a miembros
grafín comunista para describir al capitalisl110 "v!tnzado. tiene como objelo, de su propia familia. Existían también 3410000 comerciantes en pcqueño.
por el contrario, hacer hincapié en la ali;¡nza de poderosas fuerzas capitalis· Ir. T<lmllna, ".Ch:.H1ges in Factors ConditiOl1ing the Urb<1n Middlc Class", en
tas con el Estado. L.a fórmula, sin C'lllbargo, es al1Jbigua, pucslo que iJupide ]ollrl/(/I af Soci(l/ OI/(/ l'o/iti,:al 111('(15 iJl lar/ill, 1963, núm. 2, p. 82_
ver l'I gradu el1 que el "capitalismo monopolista" sigue sieu(l\.), y el Estado ;'., M:1nol1, TI/e COIporatio/l in Mollen! Sedetv, ¡lo JO.
,lo ~IYi.it.l;. (\ ello, liD ,iSlill[O priv¿Hlo. :o" K:\ysen, ¡bid., p. 8h.
-::{ :s ,
14 1 NTHODUCCIÓN lNTlWDVCCH'>t{ 15
... ,\nada caracterizn tanto al sistema industrial como la magnitud
de a empresa moderna por acciol1es. En 1962, bs cinco sociedades
inc\llsttiales por acciones Inás grandes de los Estados Unidos, con
activos combinado~ de más do:., y, 000 rnillon'~s c!L: dólares, poseíclIl
'más del 12 % de todos los activos emoJeadus l~n la manu[acturn. Las
cincuenta sociedades por ficciones m'ás grandes poseían más de un
tercio de lodos los bienes industrializados. Las quinienttls más gran
des poseían m<Ís ele dos krcios. Y las sociedades por acciones con
activos de más de diez millones de dólares, unas doscientas en total
postlían alrededor del 80 % de todos los recursos empleados en la
incllistria de los Estados Unidos. A mediados de la d~cada de 1950,
vcir\tiocho sociedades por acdones proporcionaban a¡noxinlCldamente
el 10 % de la totalidad de la oCllpaci6n en la industria, la minería 'Y el
cOlnpcio ;:,-1 por mayor y al por' menor. Vcintit;'(;s so~:kcJades lJor
(lccionq daban el 15 % de tocl.l b ocupaciú:¡ en la ü¡diJstria. En la
!1"inJr:-ra mitad de la década (junio de 1950 .iullio dI:' 19:'6) un cente
iJar de empresas o1Jtuviel"Oll do" t.erdüs del vaio!' de todos los con
tratos para dcfensa; diez empresas recibieron un lercio. En 1960,
cuat~·o sociedades por acciones se quedaron con nn 22 % estimado
dí; 1bclos los gastos de invcsti~aci6n y c1<::",rrC'1jo industrial. 384 so
c.icc);'ldes por acciones, que c!"oan ocupación a r.i.nco mil o más tra·
brlj adores, se quedaron con el 55 % de este gasto; 264 mil empresas
CJ¡¡~ daban empleo a menos de mil obreros se quedaron tan sólo con
ci 7 %.26
-::¡ l{
1(,
JNTIWD1J(;C I()N JNTRODUCClÓN 17
perante" de los jl3Íses capitalistas. En el Cftpftlllo siguiente
remos si se iLWt!U) juntar ele esta H1nncra a los dueños a los
que cont1'O élll e SlS ema ee'). 11 e os emas princi
pa es e e ese e"tllc ju es averiguar si se 1 a.r.-dc-uñ..a
"clase Imperante' en rclaClOl1 con estos ¡:>aÍsc». PQ.l' el mOJnento,
j1.oc!CIl10S, al menos, seflalar la existencia ele elites ecorloniícas
que, gracir1s él la propiedad o al contror;o-ambos a la vez, rfgen
1 (S más importantes seclores de la vida económica.
- Así también, estos son os ,(sT~'S-en-lf)s-E1He--cl-ol1~Qextremo
de In ('5c,,1<1 soc:al está ocupado por una clase trabajadorn cons
tituida en su 1\13yor parte de obreros industriales, en tanto que
lo aSfllari"dos agrícolas constituyen la parte const.antemente de
creciente del total de trabajaelorcs. 31 En otras palabras, las "re
laciones de producción", en estos países, tienen como forma
principal la que separa a los palronos capitalistas de los asala
riados industriales, r~ste c<; UIlO ele Jos rrincip".!~:; r~!l'·.""['-'.:
(h; clirrrrnci'-tc:.'I'·j ,.-:,!]:! ,:; :'('c:i~~c¡;:.dc:; cé\jJjiaiislas ,lvan7ac:as y
:,:·.·;:),:~:(i,-ci,'~ ·.:·....¡ ,·c¡iv;stas, ¡'01 una parte, y ¡as sociedades prc
Illcluslrialcs clel "Tercer Mundo", por otra.
Como otras clélses, la obrera de las sociedades capit,t1i'.las
avanza'das ha estado siempre, y sigue, muy diversificada; trtnl
JII
bién existen clif':'renCÍ::1s importante~ en la composición in'terna
el,,: la clase trabajadora en un país que en otro. Sin emb"rgo,
Las cnracterísticas CCOJIÓJllica$ r.omUllCS dd capilalismo avan._ él pesar de estas diferencias, 'en los países y entre ellos mismos.
Z¡'llio proporcional¡ ;.¡ estos países 'un<l "base económica" consi la clase trabajadora permanece, siempre como una clara y espc
derablemente semejante. Pero esta base económica también da dfica formación social, en virtud ele una combinación de carac
lur;é1l', y en verdad es lo que da sobre toelo lugar, a semejanzas terísticas que afectan a sus miembros en comparación con jos
muy notables en su eslructura social y cn su distribución ele de otras clases.% La más obvia ele estas características es que
clases. son personas que, en general, "obtienen menos de 10 qUe hay"
Así, por ejemplo, en todos estos países existe un nt'tmero re. y necesitan trabajar más duramente que los demás para obte·
lativamente pequeño de personas que poseen tina porción no nerlo. Y de entre sus filas, por así decirlo, salen también los
t<l~lemente descomunal de riqneza personal y cuyos ingresos desempleados, Jos viejos pobres, los crónicamente desposeiclos
provienen en gran parte de esa propiedacl. 3a Muchas de estas y el subproletariaelo de la socieclad capitalista. A pesar de toda
personas ricas controlan también los usos que se hncen de sns insistencia en una creciente "desaparición de las clases", o de
bienes. Pero en grado cada vez mayor, este control se deja en iris pretensiones de lwber llegado a una sociedad sin clases ("aho
m<lnos de personas que, aunque también puedan ser ricas, (y, ele ra, todos somos cl~se trabajadora") la condición proletaria si·
hecho, lo son generalmente) no poseen más que una pequeña gue siendo UIl hecho indubitable y fund¡:1i-ncntal en estas socie
p"rte y a veces, incluso, nada de los bienes que controlan y ael. cbdes, por el proceso clel trnbajo, los niveles de ingreso, las opor·'
miristran. Estas personas en su coi1junlo constituyen la clase tunidades o la falla de eUas, y toda la definición total de la
quq los marxistas, tradicionalmente, han calificado de "cIase irn. cxi s tencia.
La vic1:1 econÓmica y política de las sociedades capitalistas
:\2 Véa~e, por ejemplo, P. A. Baran, Tfl(~ Polilical ECOI101I1Y 01 CrO\\'lh, está determinada primordiallllente por la relación, naéidCl del
1957; JI, Magdoff, "Econolllic A~pect~ 01' U. S. Impcri<llism", ell MOIlIlJIy modo de producción capitCllista, por estas dos clases: la CJue es
l~evje\\!, 1900, vol. 18, núm. 6; y "The Acre of ImpC'l'iali~JI1", en MOIlIh/y l<ev. I
c1uciíé1 y conlrolCl y la clase tr:1hajadora. f:slCls son todavía las
ie\\!, 1968, vol. 20. núms. 5 y 6; M. Barré1ll Browll, liller lIllPeri,1lisl11¡ 1%3; y
p, Jah:c, Tite Pillnge 01 file T/¡ird World, 1968, y El Tercer MUlle o en la I ~1 ¡\l~'\Inn~ cirr~~ referentes a eslo se encuentran en Russelt, y otros.
ecol1omía l1lundisl, Siglo XXr, México, 1970. \Vode! llalle!l)()ol:. pp. ln-8.
n~ Véase el capitulo 2. I ~.
¡H; Véase el capitulo 2,
-::res
18 INTHO))UCCIÓN INTIWIlUCCIÓN 19
fuerzas sociales cuyo choque confib'llra, como ninguna otra, el ción cle pcrson3.S q\.l~ trabaj<.tl1 por su cuenta ha mostrado una
clima social y el sistema político del capi l:1lismo avanzado. De disminución notable, y en algunos casos aparatosa, como ocurrió,
hecho, el proceso político en estas sociedades gira principallllCfr pur ejemplo, en los Fstaclos UniLh)s donde bajó del ~O.4 %, en
teen torno al cmrerrhtlniento-de-e-Sí¡fsfuerzas y pretende san 1870, al 13.3 %, en 1Y5~Jr
cionar los térmmos de la relación exIsreñ1e entre ellas. No obstante, esta clase ele comerciantes, artesanos y gentes
Al mismo tiempo, sería un error evidente atribuir un papel de diversos oficios que trabajan por su cuenta no se ha extin
figurativo tan sólo a las demás clases y a las demás formaciones ~lliclo todavía, ni mucho menos'. Uno de 103 rasgos constantes
. sociales el;.; una sociedad capitalista. Poseen ele hecho, lIna im de la historia del capitalismo es, en efecto, la resistencia tenaz
portancia considerable, enlre otras importantes razones, porque quc ese tipo ele hombres (lo mismo puede decirs(; del pequeño
afectan grandemente a las relaciones ent.re las dos C!Rses "po empresario) OpOIle: a la absOl ción en las filas de los empleados
l lares". Estas sociedades son de una densidad social extremada· jl()r otros, no obslallte que lRs recompcnsils son, por lo general,
mente elevada, cosa natural dada su estructura {'conómica. Esta ¡Jtqueñas y los esfuct7.os y ansiedad implacables nu tenninan
elevad:l densidad social encuentra, natllralrj-¡entt~, expresión en llUllca para ellos. Aquí también debemos sefiabr CJue la direc
términos políticos y ayuda en grado sumo ¡¡ impedir hl polilri ción de la tendencia no debería impedirnos ver lo: continua exis
zación política de las sociedades capitalistas. tencia de esta clase, cuya consecuencia importante, entre otras,
Sin embargo, lo que es necesario señalar sobre todo es que es la de seguir ofreciendo, por 10 menos a algunos mitmbros
estas sociedades presentan una estructura social a grandes ras ele las clrlses trabajudoras, uni\ vía ele e~;cajJL: di;. le, c0ndición
gos semejante, no sólo en función de sus clases "polares", sino proletaria.
I en relación también con las demás clases. La decadencia continua del artesano y del tendero iadepen
Así, en todas las sociedades capitalistas sé advierte la exis dientcs, que trélbajan por su cuent:.!, lH\ ten.ido, como paralelo,
tencia de una clase grande ~ creciente de profesionist<ls (aboga el crecimiento extraordinalio de una clase de trabajadores de
dos, contaclores, empleados de mediana categoría, arquitectos, oficina, en la que podemos colocar a la fUC1-lrl de vende(lores del
técnicos, científicos, administradores, méciicos, maestros, etc.) capitalismo avanzado. Esta clase es la que 11a absorbido una
que constit u)'en lino de los dos elementos principales de l1lla proporción constantemente mayor elel número total de traba
"cbse media", que desempeña en la vida de estas socie0ades un jadores, y la inflación' del número de personas quc b compo
papel que tiene gr~n importancia, lIO sólo económica, sino tam nen, constituye de hecho el mayor cambio ocupacional produ
bién social y política. . cido en los últimos cien años, en JilS economíns capitalistas. u
El otro elemento de esta "clase media" está ligado a las em· Es casi tan adecuado hoy como lo fue hace medio siglo, el
presas pequeñas y él las m~dianas, Cllya importancia numérica término de "cuasipro~etarios" con que Wcmer Sombard e!escri
ya hemos mencionado. En ésta se observa tamhién mucha dis bió a este elemento del grupo de los trabajadores considerado
paridaq, jluesto que se encuentran los hombres de negocios que como clase. Con la clase trabujadorél, constituye el elemento
dan trabajo a unos cuantos trabajadores y también los Pi üpie principal de lo que podríamos llamar, con propiccléld, clases su
tarios, o copropietarios de toda clase de empresas de tamaíio bordinadas de las sociedades capitalistas aVélllZadas. Al mismo
~onsiderabJe; y a esta clase pertenecen también los peC]ueíios o tiempo, las perspectivas que ofrecen sus cnlTeras, 12.S conelicio
mediai10s agricultc:iI~es que alquilan mano de obra.ni! nes de trabajo, la posición social y el estilo de vida sorl, en con
fero, (\ pesar de tales desemejanzas, esta clase de empresa junto, más elevadas que los d~ la clase obrera indusl rial; so y SllS
rios puede considerarse también como un elemento claro y ois
tinto ele. la estructura socioeconómica del capitalismo avanzado; 31 K. Mayer, "Changes in the Social Strl'cture of the United Statcs",
no se la puede asemejar económica y socialmente r.on la de los en Trallsaeliol1s 01 liJe Tlzird World COllgress of Sociology, 1965, vol. 3, p. 70.
38 En algunos países constituye por lo menos la cuarta parte, y eu
propietarios y administradores de las empresas en eréln cscala, Jos Estados Unidos una tercera, de la poblrdón empleada. Véase, pe>!" cjem·
n~ con los tenderos, artesaqos, que trabaj¡m por su Cl'enta. . plü, M. Crozier, "Classes s~hs conscience Oll préfib'uration ele la sociét,~
I É.stos últimos, considerados como clase, son los que }wn rc Sl:\ns c1asses", en Archives Erlropéclll1es de. Sodolo¡;ie, 1960, \'01. 1, N~ 7.,
sultado más afectarlos numéricamente por el c1csarlOl1o eiel capi p. 236; también R. DahrendOlf, "Recenl cJlallgcs ill ¡he class Sln¡clureof
Cllropean socielies", en Daedaltls, invierno de 19ú4, p. ¡.45.
talismo. En todos los países capilalistas avauzados, };¡ propor :Jj) Véase S. M. Lipset y R. Bendix, Social Moúility ill Indus/rial Socie/)',
1959, pp. 14 Y ss; también R. Sainsaulicu, "Les employés á la rccherche
" se A los grandes terratenientes, por otra parte, se les debe r.grupnr jun de ¡eur identité", en "Darras", Le par/age des bél1éliccs, expallsioll el illé·
to con los ducflOs y directores de las empresas en grr.11 esca};:¡. galilés eH Frailee, 1966.
~,
,
... ~.
(-:.
20 IN11WDUCCIÓN INTRODUCCIÓN 21
miembros se forman de sí mismos una opinión que !lO es la de mas añadir que tal necesiclad no es menos real iJorque tnuchr)s
la clas~ trabajadora -la cual a menudo les desagrada o les de los actores, valga la expresión, no sepan su texto, o porque
produce alguna intimielélci6n- que ha tenido consecuencias im insistan en hacer el papd "que no les corresponde", como elijo
portantes para la vida polít ica de estas sociedades, puesto que C. Wrighl Mills:
ha cOlltribuido a impedir la coalición política de las fuerzas su
bordilladas hasta formar una suerte de bloque político. . .. que estos hombres no tengan "conciencia ele clase" en todo mo
Por último, en estas sociedades existe un gran número ele mento y en todo lugar, no significa que "no haya clases".o que "en
"trabajadores culturales", escritores, periodistas, críticos, predi los Estados Unidos todo el Inunclo pertenece a la clase media". Urla
caclores, poetas, intelectuales de diversas clases, los cuales pue co~a son los hechos económicos y sociales, y los sentimientos psico
den incluirse, en el caso de los que han "triunfado" v gozan ck lógicos podrán estar o no asociados él ellos como racionalmente
una posición más o menos desahogada, entre la cJasc meelia creeríamos que deberían estarlo. Ambos son importantes y si lus
profesional o, como ocurre con los demás, entre los artesanos sentimientos psicológicos y las opiniones políticas no coinciden con
la clase económica ocupacional, lo que debemos hacer es tratar de
independientes o entre los trabajadores de "cuello blanco". Pero encontrar la ra7.ón, en vez de arrojar al bebé ec.onómico c.on el agua
esta asimilaci n tal vez sea al' demás arbitraria ro . _1 del baño psicológico, lo cual nos impedirá entender de qué manera
impedirnos vel~ con darle ad el )a )el a[t¡cu al' que tales perso encaja caela uno de ellos en la bañera nacionnl:U
nas ;¡n pn la vicia de estas socieda es ...
Es evidente que la observación es válida tarilbién para los
demás países capitalistas, aparte de los Estados Unidos.
Pero el caso no sólo es que estos países tienen clases sociales
fácilmente descubribles, cuálquiera que sea el grado de concien
cia de clase que posean sus miembros; sino que las divisiones
sociales enumeradas anteriormente son CO/lIlll/eS a todos los paí
ses capitalistas avanzados. Sin duda hay variaciones, de mayor
o menor magnitud; pero e~1 ninguna parte son de tal índole que
determinen la existencia de estructuras sociales I'a.dical.mellte
diferen tes.
Esto se manifiesta, especialmcnte, cuando se comparan estos
países, por una parte, y los países subinclustrializados o colecti
vistas, por otra. Así muchas de las clases que se encucntran en
los países que tienen un capitalismo avanzado se encuentran
también en países del Tercer Mundo, por ejemplo, grandes due
ños de propiedades, o pequeños hombres c1e negocios y pequeños
comerciantes, o profesionistas, o empleados c1e cuello blanco o
trabajadores industriales. Pero se encuentran en ellos en pro
porciones totalmente diferentes, sobre todo, como ya sefíala·
mas, en lo que respecta a los trabajadores industriales y agríco
las' o en los empresarios en gran escala (en doncle existen
apa'rtc de las empresas extranjeras) y en los graneles ten-a te
nientes. Una clase que tenga capital importancia en el capitalis
mo avanzado, por consiguiente, es marginal o prácticamente
inexistente en las condiciollCS de la subinc1ustrializacián; en tan
to que clases que tengan importancia subsidiaria en las prime
ras (por ejemplo, los terratenientes y los campesinos) san él
menudo elementos capitales de la ecuación social en las se
gundas.
40 Véase capítulos 7 y 8. 4J C. W. Mills, l'owcr, l'o/ilics (/lid l'co[lle, comp. por I. L. I1oro\\'iI7.•
j962, p. 317.
-, -:+=t
·2 INTHODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 23
or clifl~renles razones, otro tanto puede decirse de las socie .. _.~.~ los marxistas, llamáu.dola '.:.democrático burgués" más
dades del mundo colectivista. La afirmación oficial de ser so comunmehte n-:rrrrncro-'·'aeIDocrático". La primera descripción
ci1edacles constituidas por "obreros, campesinos e ilJ telee! uales" ~re inalcar gue estos son regIñlén~mmtc,ma-dase
no puede considerarse, de ninguna manera, como llna dcscrip· económicamente dominante manna a través de instituciones de
ción completa de su estructura social. Pero cualquiera que sea llJocráticas y no mcuianfeurla Oictac1un. La riunda ~unc\á,
la clasificat;ión qne ideemos para eUas, tendremos que tomar en entre otras cOj.M, en la pretensión ~ú~son....r.eg.í.mencs_e 0_
cuenta la falta de Ul"lli-.Elase de dueños y empleados capitalistas llunll.e.--pxeclSall1e~orsus instItUCIOnes democráticas, ninguna
y la presencia, en el~E ele la pirámide social, de grupos cuya clase o grupo p~asegu.raLsu...predQmi.liiopolítico ¡¿CI111anente.
preeminencia se deriva de un determinado siskma político que En el capítulo siguiente procuraremos sopesar la fuerza ele estas
af~cta también, fundamentalmente, a todas las demás partes respectivas afirmaciones. Por el momento, sin embargo, quiero
de~ sistema so~ial. En ~omparación con lo~ paíse.s del cap: .talis· señalar que, independientemente de considerarlas como "demo
mo avanzado, Illdepenc\lentemente de las dlfercnclas que eXIstan cdticoburguesas", o simplemente "democnític.as", toelas estas
entre éstus, son Inundos esencialmente diferentes. ~ociedades poseen semejanzas fundamentales no sólo económi·
<:<\S, sino también políticas. Por esto, se prestan, a pesétr ele sus
(Aunque podernos decir que el capitalismo avanzado constituye múltiples rasgos particulares, a lo que podríamos calificar de
'1 un ambiente socioeconómico, a grandes rasgos semejante a la sociología poW-i ca-gooe-l'..'ll-del-eapit.alismo aya nza el Q
:vida política de los países en donde existe, esa vida política
. mi¡;ma, a menudo, ha sido muy diferente.
\Ad' es no sólo en lo ue res ecta a las diferencias manifiestas
en~re ellos corno 1 .ue·z . va e e ecu lVO ren e a e lS
ativo, o la existencia' en algunos de el os de un sistema e dos
partides_y¡ e~tstm.tiCrm:rI:rl.ll-arfmÍS@,óComo la
orgarnzacíón federal en vez~le_una sociedad unitada, o un poder
llíctidal fuerte en comparación con un poder judicial débil. Lo
más impresionan1e-ne--todo es que, en el siglo xx, el capítafismo
avanzado ha constituido el contexto del poder nazi en Alemania
y del gobierno ele Stanley Baldwin en Inglaterra, de Franklin
Roosevelt en Jos Estados Unidos y de esa clase especial de auto
litarisll10 que prevaleció en el Japón en la década de 1930. Como ~
-}
ha mostrado la experiencia una y otra vez, el capitalismo puede
producir muchos tipos diferentes de régimen político o, si esta
expresión molesta, acomodarse a ellos, sin exceptuar regímenes
ferozmente autoritados. Que el capitalismo es incompatible con
el autoritatismo, o que constituye una garant(a de protección
contra el autoritarismo, podrá ser buena propaganda, pero muy
triste socioíogía política.
Sin' embargo, aunque las estructuras socioeconómicas am
pliamente semejantes del capitalismo avanzado no tienen por
qué estar asociadas, necesariamente, a un detenninado tipo de
régimen político o de instituciones políticas determinadas, ..no
obstante han pretendido hacerlo. y a partir de la segunda gue
rra l\nundial, por lo menos, ~od.os los países capitalistas...av.anz<'l:
dos han tenido regímenes caracterizados 01' la comn.etenda
poTítlca ent e as e ~n partido, derecho a la_oposición, eIec·
CiOi'iCS regulares, asarn6leas representativas, garantías individua =te)
':fcr
26 DUTES ECONÓMICAS Y CLASE DOMINANTE ÉUTES ECONÓMICAS y CLASE DüMlNAi'HB
1'1
dos, el profesor KolJ.~o ha indic?c!o que !JO se observa "una ten dueña del 81 % de las acciones de las compañías de propiedad
dencia imporlan te hacia la igualdad del ingreso" en ese país privada y casi todo lo demás era propiedad del 10 % slIjJerior.\::
entre 1910 y 1959; 5 Y otro autor no¡-lcamericano, que se opone Aun cuando es verdad que la propiedad de acciones está hoy
vigorosamen te a es le.; pun to de vis la, en relación a la primera Ull poco más ampliamente distribuida que en el pasado, f5!Q
parte del período mC!Jcionado, señala sin emb<ll'go que "si no se Mif¡¡m~!ejt.!?!!fi.c?laer~~I).~iq.e!1 Y.11 "<;~pité.\l\sP.l~ _dt:! P11Gti IO"
emprende una élcción remediador<l, esta nación no tanhrá en pues no sólo la propiedad de aceioncs está aún extremadamcnte ¡
enfrentarse a un incremento en la disp<lridad de ingresos. En· limitada, sino también está muy desproporcionada, en el sentido .
tonces tal vez descubramos que nuestra 'revolución soci<ll' no e1c que la gran mayoría de accionislas posee muy poco, en tanto
sólo se ha detenido durante veÍDte años, sillO que adcmás ha que un número relativamente pequeño cuenta con propieelades
comenzado a marchar hacia atl'ás".o extremadamente grandes. 13
Taies descubrimientos tendrían mucho menos importanci<l si En pocas palabras, ~Q!LPª0i~~__ \';ll_QºDde, a pesar de todo lo
las desigualdades económic<ls existentes no fueren ya muy gran· que se ha dicho acerca de la nivelación, ?ig;~_ existi~I!cJ()_ una
des en los paÍscs capitalistas aV<lnzados: podría aleg<lrse entono r;;lns(ul~..Q~r~Q~~§ls,l:~la!\yam.~!H~ p-.~Cll;leñ?1 g!:!~ P9§~g. gf.fl~.~es can
'ces, plausiblemente, que, como se había alcalizado en algún ¡iclªg~? ~l~_propi(d?~ en 4nª Q~n. Qtr~ f.o..!-mª, y. r~G¡b9. tél!"9-~ién
punto del pasado un grado elevado de igualación, no tcnía nada gral1d~~)~!vesos, po~: ~o gt.:~~ral! p'roveni~l!!e.s ~n toc!q .Q .en Rax~e
de sorprendente, ni era verdaderamente import<lnte que una ul de su propiedad Q f!~ S\,l cQutroLde. -esa.n[Qp¡~9:ad.H ~
terior igualación no hubiese avanzado con rapidez. :e.~LClJ:"~~~~_ P~~s.~~_ n() s~lo son lo~ qu,e _~!;1~~t~~-c?n .una pequ~ña
Pero no puede aducirse esta razón, por el hecho de existir, en .f¡ª~e. U!'l p!::r~ºf!a?Iicas, sirio t~!n~\~flp.aíse~ ~n. 1?5. - qL!( eXI~tc
estos países, diferencias muy grandes en la distribución del in una clas~ J.-ruy grande ¿'c pé:rsona~ qyy. pC!seen muy poco o casi
greso; 7 Y también lo que el profesor Meade ha calificado recien· 12QS!.?,J~ y. cuyos ingresos, proven¡~nt~_~ §Q9re ~()do'clc la venté' de
temente de "desigualdad verdaderamente fantástica en la tenen·
cia de propiedades".~
El ejemplo más evidente de esta última forma de d~sigualdacl J2 H. F. Liddell y D. Tipping, "The Dislribulion of Personal Wealth
lo proporciona Inglaterra, donde el 1 % de la pobladón poseía in Britain", en Bulletin 01 the Oxlord UlIiversity IlIstitllle 01 Sta/istics,
1961, vol. 3. N~ 1, p. 91; véase. también The ECOIlOl11ist, "Shareholders:
el 42 % de la riqueza personal en 1960, el 5 % poseía el 75 % Why so Fe\....•·• 2 de julio de 1966. Este último señala también que Ingla
y ellO % poseía el 83 %.ll En lo que respecta a los Estados Uni terra "va a la cabeza en Europa. No existen estadísticas acerca de las
dos, un estudio señala que la parte de riqueza correspondiente
al 2 % superior de las familias norteamericanas, en 1953, as
cendía al 29 % (en vez de un 33 %, en 1922),1° y que el 1 % de
tenencias de acciones en Europa. pero podemos decir, sin temor. que en
Europa la inversión está grandemente limitada a los comparalivamente
ricos" p. 52.
13 Véase por ejemplo V. ,Perlo, "'The People's Capitalism' and Stock-
--
los adultos era dueño del 76 % de las acciones de las compañías, Ownership", en -I!mericall Economic Review, 1958, vol. 48 N~ 3.
por comparación con el 61.S % en 1922.11 En Inglaterra, sólo H En el caso de Inglaterra, por ejemplo, ellO % de la población, que
el 4 % eje la población de adultos poseía acciones de las compa poseía el 83 % de la riqueza personal total en 1960, recibió el 99 % del ingreso
personal (antes de pagar los impueslos) proveniente de la propiedad, Meaelc,
ñías comerciales o inclustriales a mediados de la década de 1960, Efficiellcy, EqLlality a/Id the Ownersllip 01 Properly, p. 27. Es también muy
,mientras que, en 1961, el 1 % de la población oe adultos era cierlo que la recaudación del impuesto sobre la renta está muy por debajo
I de los ingresos realmente percibidos. En los Estados Unidos, un autor ha
bum (comp.), Tite Incompatiúles, Tra(/(: Union Militt.l.l1cy ami the Consen señalado que "el historial es increíblemente malo; el fisco calcula que cerca
sus, 1967. de 3.3' miles de millones de dólares en forma de dividendos e intereses
5 G. Kolko. Weatth n/u1 l'ower il1 A 111 erica. 1%2. p. 13.
-gran parte de los mismos pagados a familias ricas- escapan a la Í1npo
o H. P. Miller. Riel! Mall, Poor Man, 1964, p. 54.
sición fiscal e1\ virtud de un flagrante fraude. Al gobierno esto le cuesta, en
7 Véase. por ejemplo. MilJer. ibid., p. 12.
forma de impuestos sobre la renta una cantidad que oscila entre 800 millones
B J. E. Meade. Eflicie'1cy, EClIality alld tlle O\l'llersilip o/ Properly, 1964
y unos mil millones de dólares a.l año". H. Rowen. Tlze Free Enterprisers.
p. {.7. Véase también J. RevelJ, Challges Í11 the Social DistriúlltiOIl o/ Pr;" Kelll1eúy, Joi1l1~01l allú the BLlsilless Establishment, 1%4. p. 52. El mismo
perty i,i Britaill dllril1g t!le T\Velltiet1¡ Celltury. 1965. autor señala que. según UIl informe del Inland Revenue Reporl ele 1961. "el
II Ibidem, p. 27. Las cifras correspondientes a 1911-13 fueron de 69 %,
43 % de las utilidades asignadas a cuenta de gas los eSluvieron falsificadas
I
87 % y 92 % . resjlectivamellt,~' Véase también rhe I:'COIlOlllist, "Still no
Properly-Owl1Ing Democracy • 15 de enero de 1966, donde se encuentran
y que dos lerceras partes de las deducciones denegadas fueron realmenle
gastos personales y no gaslos de representación de buena fe". Ibid., p. 56.
15 En 1959·60 el 87.9 % de los contribuyentes ingleses poseía el 3.7 % de
cifras que indican una desigualdad mayor aún.
" JO R. J. Lampman, The Share 01 Top Wea/lh-IJotders ill Natiollal la riqueza total. y la tenencia ele "riqueza" por término medio era de 107 li·
. lVealth, 1962. p. 26. bras, 1'Ili! ECOIlUlnist, "Slil1 no ProperlY OVllling Democracy". 15 de enero
J1 Ibidem. p. 209. de 1966. p. 218.
20
"'"" • ...: -lo.
, ./ ...
28 ÉLITES ECONÓMICAS y CLASE DOMINANUl ÉUTES ECONÓMICAS Y CLASE DOMINANTE 29
SU. tJ;ª-b.ajo, .I()~, s!1!E~~ ~.I1_sstr~c.heces m.é!terialcs )ll~y_g!~~ndes, .IE,~~ los centros de vacaciones de la Costa Azul, de Sicilia y Grecia, los
Ja,pob¡:c)':a. L~?tQel! l'!J!.m.en <): .
jóvenes metalurgistas comparten los btingalows 'tahitianos' de las
El conceptr) de pobreza, corno se ha dicho a menudo (sobre; hijas de los directores, Compran los mismos discos y bailan
todo por pers.· .. qS que no la padecen), es muy fluido, pero ahora! tos mismos ritmos".1 9 Pero cualesquiera que sean las relaciones
~~s mucho más dificil que hace algunos años, cuando se inventó la' ele vacaciones entre los "jóvenes .metalurgistas" y las "hijas de
"socicebd opulenta", negar la existencia, en las sociedades de~ directores" la relación de los plimeros con Jos "direclores" sigue
capitalismo avanzado, de la pobreza y de las privaciones en/o siendo la misma. Aun cuando las manifestaciones externas y
escala enorme y, a menudo, de carácter extremo. Desde los pri. visibles de las clases no fuesen tan conspicuas como de hecho
mcros años de la década de 1960 han aparecido testimonios sufi.,. lo sif,,'Uen siendo, !!.'? ..habri~\.!lin~!1 razón e~ inte.!Páftª-!:~~to
cientes de paíscs como Inglaterra, los Estados Unidos y Francia, t c.om~lmonio_-ªe la ero.§..!~IlJ_LJIl.l'_i]i~nenosd e fa lsoluClOn,
que muestran, ~in lugar a dudas, que no es éste un fenómeno', duas divisiones de ~!.?~.Lfi[m~Q1~IJ!.LmI~-¡g~Sen ~D~s.!.~·
marginal o residual, sino una afección endémica que afecta
graneles partes de SIlS pob1aciones.l G
a:
~i
ma de propiedaaClClas sociedades ca,Ritalistas avanzadas. Para
aTCññZar' sudisÓJí.íéíün,·ü'iñchisó su'erosióneñ grado' apreCiable,
Mucho se ha hablado recientemente de la "revolución del se necesita algo más que el poder comprar por la clase obrera
l'onsumidor" en estos países, y de la "semejanza en los estilosl¡ refrigeradores, aparatos de televisión, automóviles o, incluso,
ele vida" de las diversas clases sociales a las que supuestamente har el poder alquilar bungalows tahitianos en la Riviera; y más aún
dado lugar,l7 Pero esta insistencia en las cambiantes pautas del que los impuestos sobre herencias, o el impuesto progresivo
consumo es doblemente engañosa: en primer lugar, porque siste.! sobre la renta e infinidad de otras I11edidas que los ricos han
máticamente rebaja las grandes diferencias que siguen existiendo, denunciado y tildado de ruinosas y paralizadoras, ¡as cuales, sin
tanto cuantitativa como cuaJitativ~mente, en las posibilidades de, embargo, no han ejercido una influencia fundamental en la des
consumo de las clases trabajadoras y de las demás c1ases,lB y, en I igualdad económica, y lo cual nada tiene de sorprendente, pues
segundo lugar, porque la posibilidad de obtener más bienes y este sistema' de propiedad funciona conforme al principio de
servicios, no obstante lo apetecible que resulte, no afecta funda., "dar al que tiene" y ofrece aIJ2Plias oportunidades para que la)
mentalmente al lugar que ocupa la clase obrera en la sociedad. riqueza engendre más riqueza~
y a la relación entre el mundo dela clase obrera y el mundo del'
capital. Tal vez sea cierto, como ha dicho Serge Mallet, que "en I
II
10 AsÍ, por ejemplo, los descubrimientos de una conferencia sobre el .
progreso económico, de carácter oficial, en los Estados Unidos, que rindió
informes en 1962, se han resumido de la siguiente manera: "34 millones No se puede discutir seriamente que una clase relativamente
de personas en familias y cuatro millones de individuos sueltos [es decir, pequeña de personas posee una porción muy grande de riqueza
I que no estaban ligados económÍcamcllte a una unidad familiar] vivían en en los países capitalistas avanzados o que gozan de muchos pIi·
' la pobreza; y 37 millones de persona'; en bmilias y dos millones de indi..
viduos sueltos vivían en estado de privación. El total de 77 millones abar.. vilegios en virtud de esa propiedéld. Por atta parte, se ha alegado
caba a dos quintas partes de la pobJadón norteamelicana en 1960". H. Mag. a menudo que la propiedad es ahora un hecho de importancia
dore, "Problems of Uniled Stales Capilalisl11", en The Socialist Regíster, decreciente, no s6lo porque gravitan sobre ella multitud de
1965, p. 73. Por el término "privación" la (onrerenci;¡ entendió el estado de restricciones -legales, sociales y políticas--:- sino también en viro
personas que vivían por encima del nivel de la más pura pobreza, pero por
debajo de lo que una investigación del Departamento del Trabajo consideró tud de la separación constantemente creciente entre la tenenLa
que constituía un "presupueslO familiar obn'ro modesto, pero adecuado". de la riqueza y de los recursos privados y entre su control real.
Ibídelll, p. 73. Véase también J. N. Margan, y otros, !l/come anri Welfare in .
l/he Uniteri Stales, 1962; M. I-Ianington, TlIe ulher Alllerica, 1962, y P. Barall
y P. SIVCCZJ:, El capilal IIIOIIO/!olis[a, Siglo XXI, 1908. Respecto a Inglaterra.
·véase por ejemplo B. Abcl-Snllth y P. Townsend, 1 he POOl' and the Poorest,
10S. Mallet, La lIo/lvelle c1asse olll''';crc. 1963, p. 8.
"Eh los clpitalismos de la vida real se han necesitado los mayores
2'1
esfuerzos del 90 % de la población para impedir Que disminuya la parte
1965, y P. Townsend, Puverly, Socil1lism alld Lalio/lr in POlVer, 1967. Respecto Que les corresponde en el producto nacional, y. de tal manera, para elevar
a Fr::mcia, véase P. M. de la Gorce, La Frallce p(1I1Vre, 1965. i. su nivel de vida de acuerdo con la elevación de la productividad. El capita
17 Para lm3 crítica de esta tesis véase J. H. Goldthorpe y D. Lock.. lismo posee, en efecto, una tendencia innata a una desigualdad, e;o::lrema
"'ood "Afluence ancl the British llass Slructure", en Sociological Reviell', cada vez mayor. Pues, de otra maner;¡, "¿cómo podría ser que todas las
vol. ío, núm. 2, 1963; Y D. Lockwood, "The 'New Working Class' ". en medidas igualitaristas que aClllllulativamer.le han ido logrando establecer
llrope '" en /)aer/a/IIS, inviern',) de. 19M, pp. 217 ss. • _'
las fuerzas populares durante los últimos cien afios no hayan conseguido
mayor cosa que mantener constantes las posiciones relativas?" J. Strachey,
COlltemporary C0l'italisl/l, 1956, pp. 150-1.
81
El control, elice el razonamiento de todos conocido, ha pasado, ( ñías sujetas a control de una familia figuran e~t:c. 1:Is Clcn SL1
está p.asando, en sectores decisivos (~e la vida económica, a mano! redores, y varias ele ést~s están activamente dJrl~l~~\S. po]", su~
ele ger:ntes ~ue no pose~n, en el mejor. d~ los caso~, más que um propietarios".2;¡ y "apro~llnaelamente scten.ta. cOnJ.pa~11~s, 'i.
Lle lk
t
pequena parte ele los bIenes qne admInIstran. Asr pues, aungUl van un nombre de famrha, de entre las qUlmel1t8s, estdl. C011,fl}
I~ propie~d pneda conferjr aun algunos 'l"ivilegios, ya n() cons· ladas aÚn por la f,~!l1ilia que las fundó",2G ..
U,tuye u,n, t:rm:rrnr-clecls;vo d~ po er economlco o po ltlCO. ( Son estas reservas muy gra\;des . .t'J~ o~st~nte~ e: ~~r~a~l q~e ,
elIce gucllesta e: otra raz~,n mas para rechazar no s610 la nOClon Blª.s.iilie.~-(!f;Jas ..cmnn:;:m§.Jna~gr-ªp-y.r;~,.!U.a.,s, g!~~.I!1.1~a.:> ). mas
d~ una clase lI:n, erante basada en la ro iedad de los me Il9clero~a~ del sj~t_~mfLS~u~utr.illL,ah9+-ª-L=-~g,?,~C?~1~!aC~n__
d:.::.s _~_EE~~,_U:~,IO.rr' ~mfb1.1\:: .. lle.uJa....d.e-una-:':.cl: ca )italista" ~ ~ ~_~~S~!~!;9.~_D¡¿~,A~Q~ll.;2,~.P.9..~!..~.10!11)9;~
Este@gl,¡m\,pto a9hL,gerencl@ debe ser estudiado más detalla a íU.2tQpi:e:cl~~!-.si-l!?~(\~Ja ~!~~!,~~~.C;LqrL y::1J; Jª- §.QQ]?~~2:P'. \<1 te~1c1,enc¡a
~. es desigual, ]Jera es t8rJlblen muy fuelle e llrevelslble, en ~u
lugar no se puede optar por un imposible. retorno a la gc.rencl,a
No ,cabe du.c1a que el nuevo poder de los gerentes representa Uf: por p3rte de los dueños, sino por la propIedad y el contlol pu
fenomeno rmportante en la evolución del capitalismo. Hace blico o social. .
un .centenar de ~ños, Marx, fundándose en el crecimiento de las Por supuesto, desde hace mucho tiemp,o se ha rec?nocld?
sO~lCelades anóDlméls, ha~ía señalad? la "tranSfODllación del capi que las personas que constituyen la l.3elel~Cla gozan de 1l1~11~~I'
tallsta .¡-ealm.ente en actIvo en Il.n sl1-,nple gerente, administradO! dad muy grmlde respecto .del. ~ontrol e lDclusc;. de la ~)l,eS10~
de ~ap,ltal <lleno,. y d~, los propletanos de capitales en simples cfcc:tiva de los accionistas ll1dlvldualm~nte.conSlCier ac1o~, ( que.
caplt~]¡st~s de dmero ,21 Pero luego Marx señaló (con notable cuan to más grande es la empresa y. mas ~lspers,~ ,su pI opl,ecl~d,
prescr~n('la) un fenómeno que entonces se hallaba tan sólo en tanto más completa suele ser esa lnrnu!lIdacl. El: la practIca
sus prImeras etapas. Desde entonces, y sobre todo en las últimas -dice Aclolf Berlc, refiriéndose a los Estados UI1l?os,. aUl.1que
décadas,k sta .s~paraQón g~l¡U::lrQpie¡:1ªU_~,2;l1trol,al,m~p.QL lo que afirma tiene validez ge~eral:-.las empresas mS:ltu~lOna'
J~§. <:<!1}P~~§ª? ~n r. n escala,...se. a conver~.l:!!!.0 q~.lº~ les están guiadas por oligarquws dlInmutas, qU,e se pe! pctuan a
~+s:t-a¡ .
.ª..
.ras~! mºrl(\nt~$.. 9~ ~!,gªnjz<;lción !l!ternaJie la emp!,~~ª sí mismas. Éstas, a su vez, se sacan y son Juzgadas por las
' " .. - oniniones de grupo de' un pequeño fragmento. ele .los Es.tados
Al mIsmo tIempo, es totalmente incorrecto sugerir o inferir, u'nidos, el eh.: su comunidad, fjnar~ci~ra, corner~lal, 1!lc1ust:li1~, ..
como se hace constantemente, que este proceso es casi completo el Único control real que guía o )¡nllt,~ sus .a~clOnes ,e~onomlcas '¡ ~-.,
y desentenderse de la importancia que sigue teniendo lo que y sociales es la filosofía real, aunque mtleflllllla y taCIta, de los
J:éln Meynauel ha llamado "vigoroso capHalismo familiar",22 no hombres que la constituyen." 27 . .'
solo ~I; lo que lespecta a las empresas pequeñas y medianas, sino De esta concepción de los elementos de la gerencIa c~llslde'
tamblen a las muy grandes. Así por ejemplo, recientemente se ha rados como inmunes a las presiones directas de los d~enos, :le
obscrva~o. en jos Estaños. Unidos, que "en cer~a de ciento cin· las propiedades que contra.lan, dista muy poco ,la, a(lrmaCI?n
C,l::~1~a companí~s. de la hsta actll~l de l~ revlst~ Fortlme (es de que estos 2erentes CO?stltuyen un gr,:po ~co:10mlco y s,ocral i,'"\
(H~LIl: de las qU1!llentas empresas mdustnales mas grandes) la distinto, con impulsos, Intereses o motl\/ac,lOncs funda~1ent.al,
propIedad que da el cOl!trol ~igue estanclo en manos de un indi, mente diferentes de los intereses de los Simples p.roplctanos
viduo o ele los miembros 4c ~ma sola familia",n y el autor añade, o incluso antagónicos a ellos; que, de hecho, ,constItuyen u:' ..
no sin nlzón, que '1a-p¡:'U.elJ5' de que el 30 o/~de las qu.inientas cJasG nueva, destinada, s,egún las primer~y mas e,xtremas ",:J'
emp.J.:.e.s<ls industriales más grandes está claramente COl1trQl.ado_ siones :de la te " e.J.a-::.r:tW.Q.lució n ele la gerenCIa" a se~ no
por i!}.dividuos a qllienes es 'fácil señalar::o-ror grupos familia. só o os deP-Qsit,a-HE)}'-{~I-:p'octe"rí'0"ll-eI-as-rmpT-es<rS, sIDo-a conver·
ces. ,. nos indica qlle r~ d_esaparición del tradicional propietarIO jirsiTaillNé.!~\lJQS_J;:t:g.Qlltesae la socie~ad. , .
nor~e~me~'~cano se ~ ha exagerad~ !~geral11ente y el tri.unfo ele la Pero l~ teoría deL.c_ap.i.~.alis.m.o d.elo_:_geren~~-.!l.oM1l~ ~e f,unEa
Or~'\l11ZaCIOn, al que tanta pub!Jclc1ad se ha dado, dIsta mucho en la nOClon e=:g 11 e a~sros::-tos ffH-lGVen-I+lQv-i.fes- Iferentc0e
o
2-1 Ibidem, p.l78. \-.. "
21 Marx, Carlos, El capital, vol. III, FCE, l'Mxico, 1946, p. 4,15. 25 Ibidelll, p. 180.
22 J. Meynaud, la Tecllrloeralie, 1964, p, 131. 20 Ibidelll, p. 182.
27 A. A. Berle, Tlle XXiiI Cenlury Capitalisl Revollllioll, 1960, p. 180.
23 R. Shcchan. "Proprietors in the World of Dig Business", en FOrltllie,
15 de junio de 1967, p. 178.
02,
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12 É
:LJTFS ECONÓMIC
.
.
. . - , AS Y CLASE DOMINANTE' l1tITES ECONÓMICAS y CLASE DOMINANTE 33
~deJ()~.uej'i'GS.~Tie.n.d~...J.an-1b.ii.¡ '"' "'. ,. . ' , . .
1. J~le.n.ud(), Implidtamc.nte, a. f' . :-eu-b~mp]¡clta o, muyl ciencia tan profunda, como gerentes, de sus mas ampll<ls obliga
~_le los ge.rent~s son neccsa 1ét1 .~ lrmdr q~los_1ll0t1vos e impul'so'S" clones públicas, entonces se les puede describir, plausiblemente,
,nás "responsables" socia1ñf- Tellte, ¡¡l/'IOles, menos "egoístas" como eminentemculc dignos de detentar ei poder que les viene
"_G2fere~JiliOTico",-cw.eel ant~~~t-.m~2-~stre0amentf ligados-ait del control de los recursos de las empresas; decir que son en
(~JeI11plo, el envnciado ~c gel ~ltal~smo (;.Ie_dueiiQs. Así, por' verdad sus custodios más dignos y naturales; y, por tanto, será
obra de Berle y Means:- TI~ 1\"1 a ~~ona elel ge~encialisrno -la más, fácil argume.nto.~ entonces que a eS,tos .hombrcs ?e cl~ro
,:)I~operty- sugiJió, desde 1932 odel,1l C:I poratWJ1 and Prívate I sentido en s~s oblIgaclOnes,.no se les d~b,~ra sUjetar ~ un mdebldo
sl;sterna de sociedades por acci~ (Jl~;. I:a¡~ .,q~l~ so?reviviese el e Inneccsa:JO gré1do d.c 'mter~e,rencla estatal. ~m dud~, ~
c.l control' de las grandes .. ' ¡net Cla, C~lSI mcv¡{able ... que grado consIderable dc mtcrvenClOn estatal en la VIda economlca
tlrse en una tecnocracia l~r~~~: <lC es cvoluclOnase hasta convel' ~I1E>y lI1eviTalrte=vurrcUlTVC~nten1e::=p"ero induso....é.sla debel'a
1m3 variedad de demandIs '. 1 .nt~. neutral, que ponderase tocla el!! renderse únicamente con fundamento en una estrecha co
dad y asignase él ca~la u~~e os ClIV(:r~(~~ gl upos de la comllni. operación entre ?S mimstros y o.;' funci?,nanos ~liDhcos en
Iflg~e~os sobre la base d~ u Il una YOI CI.O~1 ?e la corriente de ~-b::s:ahz<l'-g.uar:a:radel "mterés: J2ub.JIg>~¡,--'por
codICia príl'ada".28 y esto r' na PoJ~tlca publica en vez dc una uillLP.arte,.y los Le~sentantes :!ellll.undo de los negocIOs, que a
ocurriendo. Esta o i ., '1 e IJero~l, ela lo que, en efecto, ya estaba su vez abnganJas....mlsmas-preGcupaGIones, por otra. Y, conforme
ces, hasta tal pu Pt nlOn la vemdo desarrollándose desde en ton· él este mismo razonamiento, nada tiene de sorprendente que du
dominante de repr~s~ (u.e, a,hora forma parte de la ideología rante las cQntroversias "revisionistas" de la déc8da de 1950 en
para decirlo con 1 F- al a dla emrresa capitalista en gI"éll1 escala el seno del Partido Laborista, los que se oponían a, la nacionaliza
empresa con alma'~2o Iase el profesor Carl. Kaysen, como "í; ción hayan descubierto, en términos de un importante documento
Es... obvia la im ~r' I político de inspiración "Gaítskellita", que "dirigidas por gerencias
decisiones de q--""-up tanc:.~~~e eJ~~~ de afirmación Pues 1 cada vez; más profesionales, las grandes empresas, en su con,
':-, lenes estan lmp d -- - - . as. b' 1 .,,,
y..,p0aerosas empresas I~etrrstr'atelca oSf'para gobernar las vastas- JunAto, slrv~dn len al a nf~clOn :30
o
• 1 I
afE:e::-.c:":t-a-'nc.:...::n..:::o:::.:.:..so....:· .' I s;- u'Janderas y comer' I "". l consl erar ta es a InnaClOnes y sus consecuencJas, va e él
iiilf.lío mas o a __s-p-r_a_p~1; organizm:i"ones, sino a una cla e~ pena recordar que afirmaciones muy semejantes se hicieron en
Pero si tie ~n:.fJ¡a que, a _meiluao::lOal:Ca a
nen anta alma" como se afirma, y poseen u clec a.
zi-T toda la so~'
>
favor y por cuenta del capitalista del viejo estilo, tan denigrado.
hoy. Así, por ejemplo, el profesor Bendix señala que "la apari~
na con· ión de la clase de los em resarios como fuerz olítica(flo ori·
I
Pro:: ~; ¿93f erle , y G. G. Me,ms, The Mode
;?Vr"~l ge.' ~', 356. (El subraya?o es del au;~r.) orporallOll alld Privale
C. gen él una ideología esenc.L mente.-l1.lJ..eva.,. los títulos de auto
fiOaa de los empresªriQs ya_ n9 se fundaron en una crítica acre
curan obtene~e~l\~í~~~~ ~oe es ~~JJ~le agente de los Plopietarios : <:lelOs pobres y en ..!lna simpl~ negación~d.e_abu5º~L por todos
PrOfesor ~aysen-, considera ;~~ ~ll1lentos pala su inversión -es~~fb¿r~.
o
t
avaricia )' rap 'd' den enulda como instilución 1;0' IIPOI a!:lle, ante' . - advertImos que no hay mucha novedad en la propaganda e e la
, aCI a . no se intenl I
comun~~acl en genel~1 parte de 1 a (e~caIgar. en los trabajadores o en la
. .. se (an senales de 1 dI' ., 1
c ase e os empresanos, con excepClOn ta vez e su 1I1tensl a
d . 'el d
~?m~~nla moderna es una emp~~ cOS.os s?cJal,;s de la empresa. La gran Y su volumen.
n~;nlfJclanlcge5 of the Modcrn Corp{Jr:lj~t~·1.1 :nn1Aa. S' Kaysen, "lIJe Social Así también, el agudo contraste establecido, a menudo, en
,yo (e 7 vol 47 n' 2 ,lIIellCal1 EC01l0lllic n. . 1 ., I . 11 b d .
I Thc COl1serv 'l', '¡; : l~iIl. ,pp. 313·14. Véase también C A R
¡Dstico en tre a1~lse e~¡pc:.~s>~ 1962: pp. 88~9: "En b actualidad' I~ I~ásCrosland, \
cV/t'\V,. re aClOn con as ganancIas, entre e 10m re e empresa caplta~
lis ta clásico obsesionado por la ob tenCÍón de .Ia ganancia máxima
fn r 1 d ti e un crecimiento
I a I( a.
aS masrápidograndes l" esb J'a ,~Olllpal1la
-. ' Que persigueeaJacte-la y e 1 gerente pro feSIOna,
' I serenamente d espega d o, 1mb'd
o
Ul o
de
::10 s~Jeta a su '~entido de respons~bií\d~dtesncl?I~, de ganancias elevadas,
ob~~~Ció~e~k lrelaelon,.c¡s públicas y obreropatr~~~~es y a ~lll deseo de man
espíritu público, es muy injusto para el primero.
Pues los motivos e impulsos del empresario clásico, sin duda,
ma utl l( ad ya no m'" '" IS metas son la f . dI' . I d" o.,
nabJemente rápido y la ~ ¡ tI aXllna sIno 'justa', un crecimient .~l1eron tan vana os, comp cJos e mc uso contra lctonos como
. . , agl ae ,1 1 e SCllsación . o l uzo
conCienCia del deber publico" V' - , " q~e proVicne del i;lctúar con
AI/lc¡ican BLlsilless Creed 195'6 case. tamolen 1-. X. Sutlon y otro~ TI 30 /l1dllslry mId Society, 1957. p. 48.
misr,na n~cJOn, " se ellcuentran " PQSSIII/ Algunas
01' e'(;1 . ¡ ,verswnes . ' francesas
'. ,le
ele la 31 R. Bendix. "Ihe Self-Lagitimation of an Entrepreneurial Class in t11e
fL~slncss In Frailee, 1957, passú~ Y
10Jt et tel qu'j] voudrait etre"
rt ~p 0('el,l, H., W. E11rmann, Orgallised
'n. . ,111" I;e Jeunc Patron' tel qu'jJ s
Case of England", en Zeilsc!ni{1 (iir die Gesalllllllet SlaalslVissellsc!la{I, 1954,
,en eVlle E.coI/O/l/lqLle 1958 numo ' 6,pp. 8%-911.e p~_~8. Véase también, del mismo autor. Work alld Artlhority in /lIdl/slr~',.
, 1,
52:,
. . . , ~ , , N'¡'E
c"L \SU OOMJ NA, ' JS
:\4 E 1.1 1 f.S EC0NOMlCAS y CLASE DOMI NANTE ¡'U..lTlS ECON0ll.:llC,I-- 1. • I ,
el apetito de poder, el deseo ele prestigio y el impulso emparen, consideraCIOnes, sm .~xce1~u~1 a .. o" anidado en el alma del
t~~lo de la emulación, el apetito .cr~ador, l~ prope.nsi~n a iden·' t No es. una ~ue:tl~n ~ ca ~~~I~fen, que el "egoísmo" s~a. algo .,
tlflcarse con un grupo y el sen tllmen to af1l1 de fIdelidad a UH,!, empresallo o ele! gercn t~, 1" el roducción o las deCISIOnes
grupo, el elese,o ~e segur~dael, la sed ele avcntu~as y ele 'jUWll( J.pherc.nte al modo caplta Ista e l ' . . /
el juego' por SI mIsmo, aSl como el deseo de servIr a otros. .. .33,. que dl~ta. . lismo de viejo estilo, el cupltalismo
Independientemente de lo que poclamos pensar de. este amplIO ¡! A1J.gllill que el caplta --0.0 'ue- sigue llevando la marca
catálogo, resulta obvio que cada uno de sus ,'rtículos es tan ec¡;¡;.uciaLe.s_un S·lstcma ~fOm:lzt d'dad que nUnCE!) de la contra
válido 'respecto del_empresa0.0.dueño tl~a,dicion.al c?mo de.l g.cren· (de ~lccho, l~ lleva c,on mas/fl~b~~ ~~rx hace cincuenta a~os,~
te que no es dueno. TamblCn un soclOlogo mgles escnbe que, di~IQl1-Supl:ema. d~_la_~llJ d más social y su persistente
m~entras en el capitalismo familia.r!a meta de la emp.resa indus.¡ lií\be~·,---l:.!llLe~\LCalácteI ~~-tl-g....l~hombresde ~mpre·
tnal estaba "muy claramente defImda con la gananCia para los: finalidad PI1J!~da,.. Es...absu son quiérase o no, los ll1stru-_
dueños de la empresa, en el sistema actual la meta se ha fusio· ¡ J~GHa-lfJul~-cl,ase_ql.le sean, i didción haorían de poderla
nado con otras, tal vez existentes latentemente antes, como la ' Ul..entos prinCIpales d~~~a ~~.nt ra " esfue'rzo de voluntad. Pues
. 'd a d , 1a e~pan~l'ó n y l~ '111novaClOn,
de la. pro el uCtlVI .,. S111 que eXls . t a. ~JI~r~~I:-- . as a al 0::'--.---
01 ll1 esplll
el ro ua l ósito mismo de su actlvl . 'd a el ,
una Idea muy clara de SI estan relaCIOnadas mutuamente o son. ,si aSI lo hlclelen~ ,neganan p. P ivada. Como dicen Baran y
contradictorias entre sí".34 Pero parece noción muy curiosa la I que es la obtenclOn. de ganancIa d~ no sean la meta última, sí
--
de que "el capitalista familiar" no hay~ ~stado (o no est.é) extre· i Sweay, ."las gan~n~¡as, aun ~~~~s los fines últimos. y .de tal
t.
mamen te preocupado por la productIvIdad, la expansIón y la los medIOS neces.anos para 1 ' . o fin inmediato, unifIcador,
innovación, y no haya adverliJo (o no advierta) de qué manera· , manera, se convlerten ~g; ~J~as empresas en la pieelra (h
están "fusionadas" con la ganancia. ' cuantitativo de ~as a.ct i VI a es e. smas en la ~ledida del éxitü '.
El "conflicto fáustico" mencionado por Marx, sin duda arde' , toque de la raclOJ.1 al ¡dad ?e las r~~es o ~ercantiles".Hó Por ciertc "
también en el pecho del moderno gerente de empresa, aun cuan de las grandes socledaeles lDldust muestre más vigoroso en su
do pueela cobrar toda una variedad de formas nuevas y diferen-', . que el gerente modern.? ta vez se resario de viejo estilo, por-
tes. No obstante, al igual que el vulgar dueño empresario de los búsqueda de la ~anan(.la que e l em~acias "al uso rápidamente ...... '\
malos tiempos pasados, el gerente moderno, por más inteligente que, como ha dICho ot.ro au\o,r'l g analistas de mercados y de
'. y. espléndido que sea, tiene también que. someterse a las impe· crecien~e de los eCOn~I11.lstas, (e coo;sultores de la gerencia por :;: :...:'
nasas deman:das que se !e hacen e? ~l SIstema del cual es, a la olros tipOS de especI~]¡stas ~ randes ... la racionalidad onen ~
vez, amo y cnado, y la pnmera y mas Importante de tales deman parte de nuestra~ emplesas mas ~ resentativa de la conducta f~'~<'-i~
das es la ~ecesidad de obtener las ganancias "más altas posi lada a la ganancIa es ca~la ,~;; mas rep
bIes". Sean cualesquiera sus motivos y fines, sólo puede reali· del mundo de los neg0C:I~~ . l ' '0 lÍstas de empresas contro-
.zarJos si tiene éxito en la obtención de ganancias. El objetivo Conrorme a esta Opll11On, os adccbl eln temer que sus intereses
. . tes modernos no e .'.
ladas pOI gel en . .enas a ellos Podran I)roduClrse
32 Marx, El capital, fCE, vol. 1Il, p. 500.
se vean sacnT ICd( '1 os en ans • aJ .
33 R. A. Gordon, Business Leadersllip in the Large Carparation, 1945,
. l polista Siglo XJU Editores, p. 37.
p. 305. 35 Baran Y Swcezy, El. CQ1?tta m01W discll~sion on the impacl of sorne
34 J. A. Banks, "The Structur;,of Industrial Entcrprise in. Indus~rial 3d J. S. Early, "~onlnblltlO!1 lo the . ex osition and cvalllation", en
Society", en P. HuImos (comp.), 1 he Development 01 Illdrt5trltll SOClety, nclV developmenls JI1 c~onomlc tl~eo057 v~l 47 núm. 2, pp. 333-4.
1965. p. 50. Allcrica;¡ Ecall011lic Rev¡eIV, mayo e , . ,
~
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.......... '-
~ ~
las particulares.46 Evidentemente es cierto que, "a medida que se ¡ primeros, como los segundos, son didgentes capitalistas".~o y
asciende por la escala social, mejoran grandemente las posibili-' esto es tan válido en el campo de las "relaciones industriales" , "
dades de llegar a figurar en la junta de administración, las cu<'.les como en cualquier otro. Al igual que todos los demás graneles
,de ser prácticamente nulas en la base, son extremamente buenas contraiadores de trabajadores, los gerentes que tienen a Sil cargo
'len la cúspide".47 complejas empresas, que llevan a cabo múltiples actividades, se
Por todo, no parecen existir buenas razones para aceptar la interesan, obviamente, en mantener sin fricciones las relaciones
validez de la tesis de que el capitalismo avanzado ha producido obrcropatronalcs yen "rutinizar" los conflictos que surjan dentro
una "nueva clase" de gerentes y directores de las grandes empre de la empresa; Y para la consecución de tal finalidad bien pueden
sas, radical o, incluso, considerablemente distinta de los dueños considerar que los sindicatos son, más que enemigos, sus aliados,
capitalistas de grandes empresas. pn el pasaje de El capital o mejor dicho, ambas cosas a la vez. Pero sea 10 que fuere su
~onsagrado al fenómeno gerencial, ~rx ha6~~ de_illyq~iQ t.Im~ significado, no es eyidente que haya determinado que las empre
!i nror?ieQad y !a Mltncíª como "1 s.uR-~~on ~rnª-~ª~ sás dirigidas por gerentes estén organizadas de manera diferente
a las dirigidas por los dueños de las mismas.~l En ambas, el
~r<ilducción cagitalista dentro del propio régjmeluJ~¡;Ulldllli;¡óñ
c,aFitaUsta v, p-ºrJanto,Jr]!ñI1E.[!f.~j.!~~,!f:]~.f~~ ?Dylaua-sí ~~ :
E3(;
-'
411 ÉLITES ECONÓMICAS y CLASE DOMINANTE ÉUTES ECONÓMICAS Y CLASE OOMINANTE 41
I
proceso ele trabé\jo ,;i!3uc f'stando caracterizado por el dominio olcnflZsr un éxito material o profesional, ser hijo dc padres ricos
y la sujeción: los ej":rcitos industriales del capitalismo aVélDzado, . O siquiera acomodados; pero, sin eluda, constituye ulla enorme
sean cualesquiera sns patronos, siguen funcionando clentro de '~lcntnjn, semejante a la de ingresar en un club escogido en donde
J. el' miembro ofrece inapreciables oportunidades, para la confir
organizaciones en donde la determinación tIc la autoridad y'
de las fonnas en ql¡e se ejercerá no h,1/1 tcnido C!fte ni parte, mntl6n e incremento de Jas ventajas que de toclas maneras
y a cuya detC'nninación de objetivos Y procedimientos de acción ¡ron nere. rcl
~! 11': En cierto sentido, podría decirse, incluso, que la difusión
l~O se le bR dado vuz ni voto.
/dClscl-cnciaJislTlo propende a reforzar la ventaja ele Jo que IIarold
! thskl acostumbraba lIamCl.f "cuidadosa selección Ul: los padres
~c lino". Pues el ing:e~() en h:, capas superiores de la empresa
nI Capitalista del tipo gerencial requiere cada vez más, como no
fa. Como acabamos ele ver, los gercnt\'s provienen sobre todo de lo requirió el c?¡Jit,,1j,i1iCJ de Jos dueños, algunos títulos de ills
las clases profesiomJt's Y piupiCl,'ri;)s. Pero éste no es sino un if6r,ucclón supcrir.'l, q:l'.: SOIl obtenidos lIIucho más fácilmente por
ejemplo dc Uil proccsCJ tlc,'cc1utzcnüento p:',¡a nutrir las filas 00 hijos de los i1comoclados que por cualesquiera otros niños
de los ricos y Jos puestos de mando eh:. l<t sociedad capitalista ,!, Jóvenes; y ocurre cxactalTJC:ntc lo mismo en relación a todas
ham,.da, t íJ)ico de estos sistemas, no obst~\ll te la afirmación. Ilill> dem,~s "c;:¡lificaciones" pmfesioI1ales. G;' Evidentemente el ha·
rnu)' conocid::t de secsociectarlcs fluidas, socialmente abiertas, en lbér recibido una huella instrucción no es su[jriente para lIeg;:Jr
• IliS capas superiores de la gerencia y aun, como ocurre muy a
las que se efectÚa una rápIda 'cIrculacIón de élites".
De hecho, el rec1utamienLü paTh ias cl1tcs, en e:,tcls-seciedades, menudo, puede resultar innecesario. Pero existe claramente la
posee un carácter acusadamente hercdi'tario. Por Jo general, es ,tendencia a la profesionalización del mundo de los negocios,
escaso el acceso etc las clases trab~qad'D~a-las clases media 'dI menos en el sentido de que el poder ingresar en esta carrera
y superior. Como serialCi el señor \'J('~;tcrgaard, existe "111ucho pnrtfculnr rcqniere, cad", vez m<.Ís, poseer los títulos educativos
movimiento de individUc\s entre las diferentes capas" pero "gran obtenidos en las universidades, o en instituciones equivalentes;
parte de este movimiento recorre di!>tancias considerablemente y esto es todavía más cierto en relación a otras posiciones de
cortas del espacio socinl, y encierra cIesplanmientos dentro del In élile.
grupo manual o del grupo no manual con mucha mayor frecuen Pero estas instituciones son todavía mucho más accesibles
cia que eri.tre estos grupo:::, Y está caracterizado por desigual n los hijos de padres de las clases media y superior que a los
dades tajantes Y persistentes en la distribución de o])ortuni(la nacidos en otras clases. Un examen general, por ejemplo, scÍ1aló,
c1es".r>2 Los estudios realizQ(10s, Uln (1;1t05 que 11eg;1I1 hasta 1960, hace unos cmmtos años, que
;han descubierto que el número de hijos de trabajadores manua
... Iél composición ele la poblélCióll estudiantil, en todos sus elementos
l les que pudieron realizar lo que ci profesor Miller llama "el esenciales, es la misma en toda la Europa occidental. Las clases supe
'gran salto" hacia las ocupaciones superio1'cs en el mundo de tior y rnediél, independiclltemente ele cómo se las defina, nllnca
Jos ne~dcios y de las pro[esiones independiente~ fue mucho me- . constituyen menos tle una gran minoría (4'i % en Holanda) y común·
nos eJel S %, en tanto que a ]05 Estados Unidos les correspondió mente constituyen l1l1él considerable mayoría (56 % en Suecia y J1lÚS
la cifra elevada de casi un 8 %.5~ Tal vez 110 sea esencial, para del 80 ~!p eJI los J!élis('~, mediterráneos). El resto está. con:;lit\lido
principalrncnte por hijos de empleados éls3briados, pcquciios hombres
uno ele esos estudios, Mallet señala que "los gerentes y \f'rn6cratas que de negocies y agricultores; la cl<ise obrcr~\, inchlSO en donde es casi
gobiernan la empresa Bull no son teóricos del ncocapitalislTIo; de llingl1n~ Q iuualmenle próspera, eslá muy escasamente representada; en el
\ manera procuran desempeñar el papel de precursores en materia de Tela·
, ciones obreropatronaks y, siempre Que pueden, utili7.an los méloclos <leos·
" j "El aUlorreclutamienlO, es decir, la invisible mano de la f,1I11ilia, sin
! tumbrndos de dirección Y c1isriplin;¡ ... " (p, 81). Vbse t;¡mhién R. Blauner.
/\Ii~l'atio~l a¡¡¡1 Frcedom. Tlzc FrzclO:'}' Workcr (J1,J ¡lis 111t./!Islr)', 1964. eluda dcscmpciia un papel todavía mayor en las carreras de Quienes sp mue
ven en los círcult1s J;1~IS allos, que en la socicdaJ en general." I~. lJahrendorf,
r,2 J. Vv'estergaard, "lile Withcring ¡\way uf Class. A Conlemporar)',
"Recent Changes in the Ciass StlUeture of Europcan Societies", en Dacdaills,
Mylh", e11 P. Anclerson Y R. Balckburn (comp.). Tuu'arc1s Socialism, 1965,
invierno ele 1964. p. 2.35.
p. 89. Vé"se también en lo que respecta a esle muvimiento intrac1ase, por
ro,; No es indircl-cnk a la política este punlo. Como seiiala el ptofesor
opo5ición a la movilidad inlerclase, R. 'BC:lldix y S. M. Lipset, Social Mobility.
Meynauel. "una educación terminada al nivel de la escuela primaria consli.,.
ill Il1dllstrial Societ)', 1964, capítulo l. ,tuye un grave impedimento pm'a quien aspire a figurar en el Parlamento".
f>3 S. M. Miller. "Comparative Soci<11 1'.1oh;lity". en Currellt Sociology,
1%'). yoL 9. núm. 1, pp. 19-40. Véase también D. V. Glass (comp.), Social
J. Mcvnaud. "Thr~ !'ar1iamcnt,w! Profcssio;o". en lllEematiol1aí Social Scicllce
í').
Jouni.~!, 1961, \'O!. 13. I1tnn. ~, 520.
Mobility il1 Britaill, 1954. j .J
B?
mejO;T de los caS0S constituye del JO '11 15 %, Y m<Ís comúnmente ro, de Ja ~()Liedad suministran de tres quintas partes él m;ís de nlleve _
oscil~ entre el 4 y el 8. %.50 déclmus p;¡rlcs del número de alumnos, aun cULlnclu eSlc grupo es
, una fracción pequeña de cualquier sociedad. en
En relación a la Alemania Federal, el profesor Dahrendorf
ha qicho: Dendix y Lipset escribieron en 1959, refiriéndose a lo.':: Fst;]
dos Unidos:
., .h~sta hace poco, sólo el 5 % de todos los estudiantes. universitarios
aJenpnes proveía de familias que, en la estructura profesional total, •• ,COI1JO en otros paíscs, la enorme mayoría de los estudiantes norte
reprpsentan poco más del 50 %. Esta proporción sc ha elevado ahora lllllcrjcanos son hijos de hombres de 'negocios, agricultores prósperos
a m\ poco más del S %, pero es aún notablemente baja. 57 o profcsionistas,fil
)
Dos autores franceses, por su parte, han observaclo: mlenlras que otro autor señaló, en 1961, que
... un cálculo aproximado de las posibilidades de acceso a la univer· , .. la 0p0rlunidad para que un niño de la cJase media norteameri·
sidad, según la profesión del padre. muestra que ascienden a menos cnna termine estudios superiores es casi de un 50 %, en t<lnto Cjue
del Í % para Jos hijos de los asalarbdos agrícolas y a cerca del 70 % la de un niiío de la clase trabajadora es de 1 a 12 %.02 A· ¡"
par~ los hijos de los hombres de negocios y a más del 80 % para los
micElbros de las profesiones liberales. Estas estadísticas demuestran Este predominio de las clases superior y media, en lo que
c1aúrncnte que el sistema educativo lleva a cabo, objetivamente, un rcspecl;J a la educación superior, nada tiene ele sorprendente.
proceso de eliminación que resulta más completo a medida que nos ".
Tal educación requiere una preparación a temprana edad que
Respecto de Inglaterra, el Informe Robbinson señaló en bir. En la mayoría de los casos, estos nii10s asisten a cscllelCls
1963 que que, p;lra decirlo con la atinada [rase del señor Meyer, SOIl "ins
.. .Ia proporción de jóvenes que ingresan como estudiantes de tiempo los reglamentos de educación les permitan comenznr a (kscmpc:.
completo en las instituciones de enseñanza superior es de un 45 % llar el papel reservado pOI~ las circunstancias de su cl3sc desde
para aquellos cuyos padres figuran en el gmpo "profesional superior", Sil nacimiento, a saber, el de partidores de leña y acarreadores
en comparación con sólo un 4 % de aquellos cuyos padres trabajan en de nglla. Lo que el profesor Dahrenciorf dice, en relación él esto,
'. Un estudio comparado que abarcó a los Estados Unidos, Ale· A \'cces los sociólogos descrihen a la sociedad alcm;mn, y los políti
mania federal y Francia en los años de posguerra señaló tam cos u menudo lo creen, como si estuviese virtualmente exenta de cl3
b~én que scs, y se dice, generalmente, en los debates políticos, que ell el ll1ui,¡.
do moderno, evidentemente, estas clases y estos estratos sociales
" .el cuadro' general registra claras desigualdades de oportunidad hnll desaparecido, y que en la actualidad todo el mundo tielle las
para obtener educación. superior. Los sectores no agrícolas no obre· mIsmas oportunidades, etc. A 11. i juicio, sobre todo cuando se es·
ludia el problema educativo, es ésta una concepción notablemente
..'í(¡ A. Kerr. Ulliversities o{ Ellrope, 1962: p. 51. En et caso dc Inglaterra.
sin embargo, véasc la nota 65 dc este capítulo. Idcológicn de la sociedad alemana, que, en sí misnl<i, refleja la espc
G1 R. Dahrcndorf, "The Crisis in German Education", en JOlll'Il1l1 Oj rnllf.U de preservar condiciones en las que I3s cllnbiciollCS de las pl'r'
COIl/emporary lJis/ory, 1967, vol. 2, m'In1. 3, p. 143. [Orlas queden limi tadas, más o menos, a su propia esfera soci;tI, a
I 6B P. Bourdicll y J. C. Passeron, Les Iléri/iers, 1964, pp. 13-14. Véasc tam 5U propio rango social. G3 .
blén M. Praderie" "I~érit¡¡ge soci~1 el chances ~l'ascension", en "Darras"
L;e parzáge des benef¡ces, y H. Glrard, La réllsslle socude en Frailee, 1961 Por supuesto, muchos maestros procuran dcsempcíi¡lr, y él
pp. 345 ss.
ú~ lJiglle,. Edllca/ion, Cmd, 2154, 19{13, p. 51. Dos sociólogos ingleses har 00 C. A. Anclerson, "Tlle Social Status of Universily Sluclents in Rclation
observado también que "en el extremo de la escala, la hija de un obren lo the Type of Eo:;ol1omy: an Il1lernational Compilrisol1". (~n Transac/ilms o/
manllal no calificado tiene tan sólo una posibilidad de cinco o seis entn I~ Third Wo"¡d COl1gress o{ Sociology, 1956, vol. 5, pp. 5i-2.
cien de ingresar en una universidad; posibilidad cien veces menor que I¡ Gl Dendix y Lipsel. Social Mobili/y in 11111m/rial Socie/)', p. 94.
que ten<1ría si hubiese nacido en una familia de profesionistas". A. Littl, e2 M. Meyer, Tlie SellOols, 1961, p. 1l6.
y J. Weslergaard. "The Trend of Cla.s? Differentials in f!ducational OPPO! 63 R. Dahrenclorf, "The Crisis in Gcrrnal1 Educalion", p. 144, V":ISC
funity in England and Wales", en Bn/lslz Jo¡¡rllal o{ SoclOlogy, 1964. vol. 1: también Ir. Aclilm, "Social J\!obiJity through Edur:atiol1?" ('11 111fcrllaliona/
rúrn. 4, pp. 307-8. SOC{llliSI JuurJ1al, 1964, vol. J, p. 4.
,,
B=:3
,.
-lO'
4·1·
Lipset Social Mobilily in Industrial Society, pp. 94-5 11. 24; Higllel' Edllca
mania y Japqnen donde el hombre de negocios común est,uvo
ti:JII, Apéndice I (Cmd, 2154-1) 2! p;:¡rle; Factol's Illllllencing Elltry lo Hig/¡el'
hasta hace poco grandemente opacado, en términos so~iales, por
Ed/lC!ltiun, y J~ P;)l'te, Tlle Pool 01 Ability; P. Bourdieu, "La transmission
<lel'hcritag~ '~Darras",
culfurcl en Le partage eles béllclices .. y A. Giran.!,
..
EL SISTEMA DEL ESTADO Y LA BLITEDEL ESTADO sistema del Estado como con las fuerzas existentes fuera d
c;y-¿
.\ II"S'-~-o¡".·u , ...
I
152 EL SISTEMA Y LA ÉLm; DHL nSTAD'J r:1. ~~! ,', ¡:;-¡...~ ,'o y 1\ ÉLITE lJ!il. p.STlI.no 5.~
dures !lO puc(]¡;n despojarse, totalincnu;, de touo r,.)pajc ideoi,; p¡t2list~. ceí: txcepc¡ón de J::l Halia fascí:-¡<; y lél Aleml'\nia nazi,
gico al expres?lr lils recomendaciones que oh .x:en a sus nJ1lo:-; I1n núm~"(' !";1 W';mde ele pcrson<:;s t'1¡C:\1';:ni¡:~ "')':I¡p<lri'~,lI en Ja
políticos. o al tomar las dr;cisiLJne~ inclepenJielltp.,; qDC pUrt\<;lj polic!~! y t'!- ~,:l;:·~{.nrnj'?nt(; G;;:: t~!~:'i.5 rCl;l·eSÍ"¡a~ de; tlivers,lS clases.
decidir. El poder que lo~ servidores públicos df' mayor rango y Cualq-..:L'·;; ~;;(. i'",cda se.- el caso eH la ¡Jfáclica, 1<1 posici('1I
otros acl1.~!'atl;Jlc:'-ckl-f~tm:to=rrysle!lv"tf.t, tia duda, en Jos CDllSti't:cic'!'J: L.... :;;:'Í (t:; klS ekmento:; admir!istn¡tivo y co,'l'Ci
! diversos _p~íscs, en los distintos departamentos y en caua ínc!i: tivo es pres!:Cf ~e,vkio .,1 E"f¡<:.h nI rendir servici0s a! gobierno
1vi¡juG. P~.ro! en ninguna p::lrtc dcj~n e.Sl0S homhres de contri· dd momcnlo. Jiu e<UilOjo, no eq ('le n.illg.una..Jll<UlCl:a.J)hligaGÍm¡
. f},Ii:-, t1i(",c~:1 y 'lprt~ci,~tk:ii;.;;;tC. ~;l "ju6cio de1-.J:loder estatal. constitucional formal de lo;;; jueces, a: menos l'll los sistemas
Si el régimen es débil, hay rápidos cambios minis-teriales y 110 pohhcos de tipo occidental, cumplir los objdi\'Os de sus gohier
existe la posibilidad de m:a di!'l.x~c¡(;n mir:isterial sostenida, como nos.Son, con:;titucionalmeñfe;1ndc:pendienles aer -ªecutTvo.-ri
o:urrió en Francia durante la Cuarta Repúhlica, los burócratas h(¡co y están protegidos contra él m eaian te. la pcrpelm(ía(1de_su
licni\,'¡\n el vacío y desempeñarán un papel, frecuentemente, do . Q tras .arantías. Por cierto que el concepto uc inde·
J'l.iinantc en la toma de decisiones. Pero, aun donde el ejecutivo pendencia 'udie'" CIerra por tuerza, nQ2ólo la-exeueiU.U (le
~
político es fuerte y estable, los altos servirlores públicos pueden los Jueces de respol'.s.abilidad.anlc.-c.Lejecutivo polítiso, sino tamo
desempeña!' un papel importante en algunas esferas fundamen l.'lén su obi:gación activa de-nroter:er ~l ciudadano el! c"fJlllrll del
, ~alcs d': la política al ofrecer recomendaciones, que a los go ~jecutivo político o de sus agentes, .y actuar, en los choques del
bic'fl;('¡S les resulta, muy a menudo, difícil desoír, por alguna ra Estado con mlCmbI=Os de la sociedac;, como defensores de íos
:"::'!i. Por mucho que se discuta acerca del carácter y el grado a~ecnosy las hberta~dC..§.tos Úlll11;OS. Como veremos, esto
:1.::1 poder burocrático en estas sociedades, en la gama de posibi· puede significar muchas cosas diferentes. Pero, en todo caso,
lidades no puede figurar la idea de que los selvidores públicos el judicial es una parte integrante del sistema estatal, que afecta,
de más alta categoría pueden reducirse al desempeño del papel a menudo profundamente, al ejercido del poder estatal.
de simples instrumentos de la política. Como ha observado el y tamhién 10 hace, en grado más o menos grande, un quinto
profesor Mcynaud, "el establedmiento de una separación abso elemento del sistema estatal, a saber, las diversas unidades del
luta entre los sectores político y administrativo jamás ha sido gobierno subcentral. En uno de sus aspectos, el gobierno sub
mayor cosa que una simple ficción jurídica, cuyas éonsecuencias central constituye una ptolongación del gobierno y de la adminis
ideológicas no son menospreciables".2 tración centrales, y son las antenas o tentáculos de estos últimos.
Algunas de estas consideraciones son válidas para todos los En algunos sistemas políticos, por cierto, carecen, de hecho, de
demás elementos del sistema estatal. Son válidas, por ejemplo, otra función. En los países de capitalismo avanzado, por otm
respecto de un tercer elemento, a saber el militar, al cual, para parte, el goLicrno subcentral es poco más que un recurso admi·
nuestro propósito, se le pueden añadir las fuerzas para·milita nistrativo. Además de ser agentes del Estado, estas unidades
res, de seguridad y poli dacas del Estado, que en conjunto, cons del gobierno han cumplido también, tradicionalmente, otnl fun
tituyen su rama que se ocupa principalmente de la "administra ción. No sólo han sido los canales de la comunicación y la
ción de la violencia". administración desde el centro hasta la periferia, sino h~n 'sido
En la mayoría de los países capitalistas, este aparato de coer también la voz de la periferia, o de algunos intereses particula
ción constituye una institución vasta, extendida y dotada de res existentes en la periferia; han sido un medio para la supera
abundantes recursos, cuyos dirigentes profesionales son hom· ción de particularidades locales, pero también voceros para su
bres de encumbrada posición y gran influencia, tanto dentro del expresión, instrumentos del control central y obstáculos opues
sistema del Estado como en la sociedad. En ninguna otra parte tos al mismo. A pesar de toda la centralización del poder, rasgo
del mundo, la inflación del instituto armado ha sido más nota· capital del gobierno en estos países, los órganos subcentrales
ble desde la segunda guerra mundial que en los Estados Unidos, de gobierno, sobre todo en sistemas gen~rales, como el de los
país en donde, anteriormente, el civilismo había imperado in Estados Unidos, han seguido siendo estructuras de poder por
discutiblemente.s Una inflación muy semejante se ha producido, derecho propio, y, por consiguiente, capaces de afectar, marca
también, en las fuerzas de "seguridad interna", y no sólo en los damente, las vidas de las poblaciones que han gobernado.
Estados Unidos; probablemente nunca antes, en ningún país r:'.l- Lo mismo puede decirse acerca de las asambleas representa·
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EL SIs'rEMA y LA ÉLlTE DEL ESTADO 55
54 EL SISTEMA Y LA ÉLITE DEL ESTADO
tico. En este último, por ejemplo, figuran muchas instituciunes,
dlUcional y político, su relación con el ejecutivo político no 2illt partidos y grupos de presión. que tienen importancia capital en
de tener, exclusivameñte, un carácter CritiCO y obstaculizador. la actividad política y afectan vitalmente a las operaciolJes del
MedillJ.Dtre-.ellos,_unaJ:.elación de conflicto y-coQp'era-ciún. sistema estatal. Tampoco de muchas otras instituciones que no
',¡
, Tampoco es cosa de división entre un lado pro-gobiernista son, de ninguna manera, políticas; por ejemplo, las gigantescas
y un lado anti-gobiernista. Ambos lados reflejan esta dualidad. sociedades industriales o comerciales, las iglesias. los grandes
Pues la.Lp'artidos de la oposición no llY~D.-ne...gar.iQlillmente medios de comunicación y publiéidad etc. Evidentemente, los
s.\L cooperadóQ. (~n sólo tomar parte en el trabajo de la legis hombres que están a la cabeza de estas instituciones pueden
latur~ ayudan al cu . Íe.nto_deJaLacti'olidades del gobierno. ejercer tal poder e influencia considerables que deben integrar
~, s _ln<L e_l.9s J2roblemas principales- de los.- partidos r,cvo se en el análisis del poder político en las sociedades capitalistas
tentes, se ven ooligados, por más que les pese. a ejecutar en ellos No obstante. aunque hay muchos hombres con poder fuera
un trabajo_que nQ puede se.r puramenté obstruccionista. Tienen del sistema estatal, que afecta al Estado grandemente, no son
,que apreciar cuál es el precio que están dispuestos a pagar. ellos los depositarios reales del poder estatal. y para analizar
PerQ al ingresar en la arena parlamentaria. necesitan hacer po el papel desempeñado por el Estado en estas sociedades. es neo
sible, por lo menos, un determinado juego político y jugarlo con· cesario estudiar a la élite estatal, que esgrime el poder del Esta· .
forme a reglas que no han sido elegidas por ellos mismos. do como entidad distinta y aparte,
En lo que respecta a los partidos del gobierno. rara vez. o J;.~O-hacerlo especialmente al analizar.la relación del
n~nca prestan apoyo incondicional y unánime al ejecutivo polí acto con la clase económi.c<\,l11_ente dominante. Pues el primer
tico y están totalmente sometidos al mismo. Figuran, en ellos, paso deLanálisis consiste en señalar que esta clase mantiene,
personas a las que, en virtud de su posición e influencias. hay obvia y fundamentalmente, una relación con el Estado que no
que persuadir, engatusar. amenazar o comprar. 'podemos sup.onerL_en las condiciones~Kas cara~ticas del
dI( esta funci6n coogeIatwa_y_crttica;.=p.a-rJieipatr'fasasambleas #ás encontremos que la relaclQn .sea muy mtlma, en veraic( que
38!.slativas en...eLe.j.eI:CiciCLdcl poder.-estataJ. Esa p'articipació..R los detentadoJ:es-dd.pQdecestatal._por Dluchas.y diversas razO:
es un poco menos ampjia,y:cle-~tt1ra-q!!el~que a menudo .'nes., seanJos agentes del poder económico privado, y que quienes
pretend en.-r.e..í3Ji za r sus organismos. Pero, como c r.emos más esgrimen ese poder constituyan, por tanto--;- y_ siñ ampliar exage
adelant~ no-es,...nLslqui'eI'aeñUña '~a_de dominio ejecutivo, -.i:aaament.e-eLsJ~do tle1()s terminas, una auténtIca "clase
mía ~icipaci6n carente de importancia. - jmperante". Pero esto es, seocillamente~ lQ. g~se tiene que
'--'Estas instituciones:-ergoDleffio~aadministración, el ins ~ifetel1Jnjl1ar. _.
.tituto armado y la policía, el poder judicial, el gobierno sub
central y las asambleas parlamentarias- son las que constitu
yen "el Estado" y cuyas relaciones recíprocas dan forma al II
sist¡ema estatal. E.n estas instituciones descansa el "poder del Es
tado" y a través de ellas se esgrime, en stTS -diferentes-manifes-:" En 1902, Karl K3I~sky observó_que "la clase capitalista impera,-_
taciOñes, por las :personas que ocunanJas. posiciones mas desta pero no gQbierna"" aunq~ añac!i6 inmediatamente: "se con
~Adas en cada una de las instituciones: presidentes, primeros tenta con regir al gobierno".· Ésta es la proposición que deb~·
ministros y demás miembros del gabiñeíe; altos servidores pú mas analizar. Pero es evjdentemente...cierto que-la-clase....capita:.
blicos y demás administradores del Estado; altos jefes milita ista.-como...clase•.Jl~~gobie.J1}a" realment~. Debemos remontar
res; jueces de las cortes supremas; algunos. por lo menos. de nos a casos aislados de la antigua historia del capitalismo, como
los más destacados miembros de las asambleas parlamentarias; el de los patriciados comerciales de ciudades como Venecia y
.aunflue, a I\lenudo, sean estos le>,s mi§Illos ..homb~ qu_e los Lübeck, para descubrir un gobierno directo y soberano de hom·
iñiehllrro;de mayorantigiiedad y rango del e~u1iv.o....llolí.tif.Q.; bres de negocios. 5 ,Aparte de estos casos. la clase capitalista. por
y-;-rhuy1iTI'as, sobre toctuen los estados unitarios, los dirigentes lo general. se ha enfrentado al Estado como entidad aparte; in
políticos y administrativos de las unidades subcentrales del Es· cluso. en los días de ,su elevación al poder, como un elemento
tado. É as son 1 ~QIlS1itUY.e.n 10_ que pode.tnos . • K. Kautsky, Tlle Social Revollllioll, 1903, p. 13.
Por sup
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5(& EL SISTEMA Y LA ÉLITE DEL ESTADO
EL SISTEMA Y LA ÉLITE DEL EST¡\J.)()
extraño y a menudo hostil, sometido a menudo al con! rol y la 57
influencia de una clase establecida y terrateniente, cuya presa con qué pagar Ulla nómina, y, por consiguiente, satm lo ql!e es
sobre el Estado tuvo que aflojarse mediante tina revolución, el mundo. 'sto significa que los lwmbres de neg~ios, en E.aJj~1d
como en Francia, o por erosión, como en Inglaterra en el si· de~administra ores, e-sean"oespoJiozar" cuestiones muy Con.
glo XIX 6 proceso de erosión enormr.mente facililado, en el caso tenciosas y conseguir que se juzgllen esTas COesriones ffinfo'rme
de Inglaterra, por los cambios constitucion:'\les y políticos Ile· 'a Cñteños{fuej)lazcan al mundo de los negados. Esto podrá'
vados a cabo por la violencia en el siglo XVII.7 parecer como eludir la iiOITlica y la ideología: de heého represen
, Ni tampoco ha sido el caso, ni siquiera en la época del capi :an su introducción c1antlestina en los asuntos públicos.
talismo avanzado, que los hombres de neeocios hayan tomado En todo caso, que los hombres de-Degocins se sientan distan-_
en sus manos el papel principal en el gobiemo. Por otra parte, les de los asunt(~s politicos, de manera directa y personal, exagera
,han es lado, generalmente, bien representados en el ejecutivo grancJementesu renuencia a -buscar el poder poHtico; e..,igual
ente subestima la frecuencia Con .9.uc tal blísqueda lla sido
~.
8 R. Bendix, Max Weber; An Intellectual Por!rait, 1960, p. 436. 14 Aun aquf, sin embargo, a la noción de "planificación" no se deb~rfa
II J. Schumpeter, Capitalism, Socialism alld Democracy, 1950, pp. 137-S. lltribuir un significado demasiado positivo; Véase, por ejemplo, J. Sheahan,
10 R. Aron, La lutte des classes, 1964, p. 280. Promotion and Control of lndllstry in Post-War France, 1963, el cual observa
dp los grandes negocios, han disfrutado de una notable y c"si estrechamente alln a rnedid.a-qJ.le el Estado se va in teresanJo
alJlastante preponderancia sobre cualquier otro grupo ocupacio máSÍntensamente en la vida económiC:<I; d(mcl~lera que cíES
nal o "sectorial". Como ha señalado el sei10r Schonfidd: "en lado "interviene". ..f'lKQnt..camO.S_Llos hombres_de:- n~gocios, en
cierta manera; el desarrollo de la planeación francesR, en la c1écR una posición exce~iQ..!lªJ¡uente fuert.e, en comparacióll con otros
ctR de 1950, puede interpretarse como un acto de colusión volurI Q:l1JosccOílÓffiTCOS. para influir (c-Ínclusive determinar) en la
" taria entre los principales servidores públicos y los gerentes na t uraleza-dc-es<Lin.ter:.\lCJ:l.ci.ól:J~
principales de los grandes negocios. S~ hizo a un lado, en gran Es fácil concecler que los hombres de negocios que ingresan
medida, a los políticos y a los represen1an1es-de-los-tri\bajRd~ en el sistema estatal, en calidad de lo que sea, tal vez no se con
organtzm:tm-':'?~ sidefnn representantes del mundo de los negocios en general, o
TUna preponderancia muy semejante del mundo de los nego
inclusive menos aún de sus propias industrias o empresas en
cios sobre los demás grupos económicos se descubre tambi~n en
pnrticular. 20 Pero aun cuando la voltl11tad de pensar en térmiuos
';nacionales" pueda ser fuerte, no es probable que los hombres
,.
las instituciones financieras'y crediticias del Estado,lO y en el
oricntaClún de 1l1stituciones que son, en efedo, parte mt~te c.onstituido no constitu en hoy más que una n11f10fla relativa
del-sistema ca{211ahsta. _ '-- ~ mente pe ueña de la élite e . '¡;r.--En-es-te-serrti-d'O,
-ESCVidentemente falsa la noción de que los hombres de nego-_ las Ae los países capitalistas avanzados no son,
cioSño palilclpan dn:edámente:en:etgm51erno y la aorniíiistración propiamente hab ando, una clase "gobernante", equij5ITrntl1e a
las clases aristocrá -'. - ~ reinduslJ ¡al.
era
'n a gunos casos, estas últimas casi pudieron prescin Ir (e una
1I1ilizó un benigno sistema de favores diferenciales para obtener la coopera
ción, pero ¡lO impuso castigos directos a quienes se negaron a cooperar" maquinaria estatal clara, distinta y plel1amente articulada y.
(p~ 181); el mismo autor describe a los "planificadores" franceses diciendo fueron ellas mismas, prácticament.e, el Estado.:!] L~tes<~eG;
que eran un ."grupo de personas inteligentes y bien intencionadas que se
esfol-l3ron por <lclarar, al gobierno y a los clrculos de negocios, las opciones lO Véase más adelante, p. 66. ~
que se les presentaban" (p. 181). 20 Obsérvese, sin embargo, la conclusión a la que llegó IIn (,'Jlllilé de
J5 S"honfield, Modcm Capitalism, p. 128. investigación del Senado de que, en la segunda Guerra Mundial, "los hom.'
JO En el caso de Inglaten'a véase, por ejemplo, S. Wilson y T, Lupton, brcs que 'ganaban un dólar al año' (como so les llamaba entonce's) eran
"The Social Backgroulld and Connections of 'Top Decision-Makers' ", en 'personas que tenínn cuentas pendientes' y 'cabilderos' ". D, C. 131aisdell,
The Manchester Se/lool '01 ECOIwmic and Social Stl/dies, vol. 27, 1959. Alllericall Democracy llllder Presstlre, 1950, p. 190.
17 Véase. por ejemplo, Unlversities and Lell Revie"",, The blsiders (s. L); ~l Así, ]lor ejemplo, el profesor liilbbakuk dice de Ingl<lterra de 1918
C. Jenkins, P(llVer at ¡he Top, 1959; Y J. Hugllcs, Nationalised Industries que "los termlenientes ingleses eran In clnse gobenwnte del país. Los mi
inl the 'Mixed Economy, 1960.
18 Un típico ejemplo reciente es la designación por el gohierno de
nistros provenían, comúnmente, de las grnndes f<lmili<ls y nunque n Jos
requisitos de propiedad impuestos pOI' la Ley de 1711 se les podía dar la
WJlson de un destacado hombre de negocios, sin relaciones laboristas, pnra espalda fácilmente, los procesos socinJes y políticos norlllnles delerminabnll
encabezar la Stec1 Corporation recientemente nacionnlizada (o, mejor dicho, que la mayoría de los representantes nnle In C{lInam de los COlllunes pro.
renacionaliznda). viniesen de familias de lerrntcnicnles. De igual mnnera, el gobicl'Ilu local
( eSlaba en Il1nnos, no de la burocrncia. sino de los jueces de pn, que por
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tos ascensos (en el nivel más elevado, el ascenso es más inseguro que
lo detengan por completo. la política del capitalismo avanzado. Pero, pór el momento, pode
Es cierto sin duda que se ha)~fectuado, en el servicio del mos señalar que los ha bres rovenientes de las clases subordi.
Estado, un fenómeno de dilución.social que ha llevado a perso nadas nunca han constituido m s que una minorfa de qUIenes
nas de origen obrero, y, todavía más comúnmente, de la clase han llegado a desempeñar altos cargos polIticos en estos-paIses:
.media inferior, a posiciones de élite dentro del sistema estátal. en su gran mayona.J:!ID:Lp-erten~ililo:siem}JI"e;~pur~n-soCiaJ
'Pero es un tanto engañoso hablar de "democratización" en rela ~sus OcupacIones anterio~~, a las c1as_es_mp.erioLY_m~.Qi~
.ción con esto. Se trata más bien de un proceso de "burguesifi
cación" de los reclutas más aptos y dignos de confianza pro- ~o Véase LasswelI, y otros, The Comparative Study of Elites, p. 30;
Guttsman, Tite British. Politieal Elite, pp. 79 ss.: Matthews, Tite SGCÚ,tt
venientes de las clases subordinadas. A¿edida que estos reclutas Background of Politicat Decision-Makers, pp. 234: D. I..emer, Tlle Nazi
81 Bon y Bumier, Les Iloltl¡emu. intellectllels, p. 165. Gcrman Federal Rel'ublic", en American Political Sclence' Rcview, 1960,
:l8 Véase también el capítulo 5. vol. 54, núm. l. p. 70; Abegglen y Manari. "I..eaders of Modem lapan: SocIal
39 M. Weber, Tlle Theory 01 Sodal aPld EeOIIOIIlU: Organisatioll, 1947, Orlgins and Mobility", en Eccmomu: Dcve10pment and Cultural Change,