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Capítulo

TEMA 3. WOLFHART PANNENBERG: FE Y RAZÓN

3.2. LOS INICIOS: FORMACIÓN, EXPERIENCIA, MAESTROS

Pannenberg representa el intento contemporáneo más notable por vincular religión y

razón. Su proyecto teológico se orientaba contra la teología existencial de Bultmann y

contra el positivismo revelacional de Barth. Sin embargo existía una permanente

proximidad de su pensamiento con el de Barth. Pannenberg señala tres puntos para esta

proximidad:

 La soberanía de Dios

 El carácter singular de su revelación en Cristo

 Universalidad de la teología

Pannenberg piensa que la soberanía de Dios sobre el mundo no debe dar lugar, como

ocurre en Barth, a una contraposición dualística entre Dios y la realidad natural.

Nuestro punto de vista no es el de Dios, sino el de nuestra modesta realidad humana.

Pannenberg no ha sido siempre lo que podríamos llamar un hombre religioso, Los

factores que según él le condujeron al cristianismo fueron:

 Un cierto interés por el universo cristiano

 El encuentro con cristianos coherentes

 La experiencia de la luz, el más decisivo. A esta experiencia no siguió una

conversión súbita ni un cambio de vida. Pero la reflexión sobre lo que le había

ocurrido le condujo al cristianismo.


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3.3. TENSIÓN ENTRE FE Y RAZÓN

El punto más conflictivo del pensamiento pannenberguiano es el valor concedido al

elemento racional. Intentar dar razón de la fe no es igual que racionalizar la fe y

Pannenberg concentra todas sus energías en lo primero. Hablar responsablemente de

Dios. La tesis sería: nada se explica bien sin Dios. Dios no se identifica con la realidad,

pero sin Dios la realidad es una estatua muda y deforme. La fe se funda en un objeto,

Pannenberg piensa que las tradicionales pruebas de la existencia de Dios no demuestran

que exista Dios, sino que el hombre lo necesita.

Y será tarea de la teología descubrir la presencia de Dios en la realidad de la naturaleza,

del hombre y de la historia.

Las religiones son el escenario privilegiado en el que se tematiza la pregunta por Dios y

por el sentido de la realidad. Dios debe también ser concebido como el poder que

determina toda la realidad. Pannenberg, él sabe como Dilthey que el sujeto del

conocimiento no es una facultad humana determinada, sino el hombre entero, con su

dimensión histórica, simbólica, utópica, crítica, hermenéutica.

Mientras Dilthey declara imposible la metafísica, Pannenberg la considera

imprescindible.

3.4. LA TESIS DE LA DISCORDIA

Pannenberg recupera la historia entendiendo por ella la realidad total. Dios no se

manifiesta en determinados acontecimientos aislados, sino en todo lo que ocurre.

Pannenberg se atrevió a unir dos términos que la Modernidad había separado


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cuidadosamente: Dios y evidencia. Los acontecimientos en los que Dios ha revelado su

divinidad son como tales, dentro del contexto histórico que les es propio, evidentes por sí

mismos.

¿Cómo explicar entonces el fenómeno del ateísmo contemporáneo? la ceguera del ser

humano: hay quien no quiere ver. Estamos ante la tercera de las siete tesis dogmáticas

que Pannenberg dedicó al tema de la revelación, la llamada Tesis de la discordia.

La tercera de las siete tesis dogmáticas sobre la revelación fue la más escandalosa pero no

la única que chocaba con las corrientes dominantes de la teología de la época.

Pero Pannenberg evolucionó, y en lugar de hablar de Dios como evidencia pasó a evocar

el carácter cuestionable de la realidad de Dios.

3.5 DE LA EVIDENCIA AL CARÁCTER PROBLEMÁTICO

“El Dios de la esperanza” se insiste en la dimensión de futuro esencialmente

inherente al concepto de Dios. Este dato condujo a algunos críticos a preguntarse si se

dan dos épocas en su proyecto teológico-filosófico:

 Una primera caracterizada por la insistencia en la evidencia de la revelación de

Dios en la historia

 Una segunda en la que se pasa a acentuar el carácter problemático, abierto e

hipotético de esa realidad a la que llamamos Dios.

Pannenberg distingue entre el convencimiento personal del teólogo, que debe ser total, y
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las formulaciones en las que expresa ese convencimiento. Sólo las afirmaciones de cuya

verdad estamos seguros pueden convertirse en objeto de discusión.

El teólogo no debe cerrarse a ese debate. Como en 1961, Pannenberg continúa

defendiendo la automanifestación de Dios. Dios sólo puede ser

conocido porque él mismo se da a conocer. No es el hombre quien con su propia fuerza

penetra en el misterio de Dios, sólo él abre la puerta y lo hace indirectamente

 PRIMERA TESIS DOGMÁTICA SOBRE LA REVELACIÓN:Dios sólo se


manifiesta indirectamente a través de sus obras, en la historia
 SEGUNDA TESIS DOGMÁTICA SOBRE LA REVELACIÓN: Sitúa la
revelación al final de los tiempos: La revelación no tiene lugar al comienzo
sino al final de la historia en revelante.

Pannenberg introduce dos matizaciones:
 La primera afecta directamente a la tesis de la discordia según la cual no
era necesario el recurso a la fe ni al Espíritu Santo para descubrir la
revelación de Dios en la historia. Su intención fue destacar que el Espíritu
no era una instancia complementaria y separada de la revelación
escatológica de Dios en Jesucristo.
No es que primer se de la revelación y después sea neceario el Espíritu
para comprenderla. Es que ya la misma revelación, que culmina en la
resurrección de Jesús es obra del Espíritu.
 La segunda se refiere a la función de la Palabra de Dios en la revelación.
no hay contradicción entre revelación por la historia y revelación por la
Palabra, por dos razones:
 Porque las diversas tradiciones bíblicas sobre la Palabra de
Dios son parte integrante de la autorrevelación de Dios a
través de su actuación histórica
 Porque la expresión Palabra de Dios puede ser considerada
como característica recapituladora de la revelación.

3.6 A LA ESPERA DEL FINAL

La gran pasión de Pannenberg ha sido y continúa siendo mostrar, no demostrar, la

plausibilidad de Dios.

La gran dificultad para hablar responsablemente de Dios, es la siguiente: Dios, garante


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último de sentido, tiene que ver con la realidad total; pero esa realidad no está aún

concluida, está en camino. No sabemos si al final saldrán las cuentas.

Anticipar el final de la historia sería una salida airosa. Jesús sigue estando incompleto, ya

que le falta la unión definitiva con la humanidad. Su futuro es la resurrección de la

humanidad. Jesús no tiene un significado meramente ejemplar, no sólo resucitaremos

como Jesús, sino en él. Lo ocurrido en Jesús ofrece confianza. Pannenberg lo tiene

perfectamente claro: sin la fe en la resurrección de los muertos y en la resurrección de

Cristo, el cristianismo desaparecería.

3.7. EPÍLOGO

La obra de Pannenberg exige un gran esfuerzo intelectual. Para comprenderla son

necesarios conocimientos de diversas disciplinas. El futuro de la fe cristiana consiste en

que sigamos sabiendo qué es el cristianismo. Las tareas de fundamentación, a las que

Pannenberg ha dedicado su vida son irrenunciables.


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