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Privatización de la energía

en la República Argentina

Pérdidas y ganancias

Trabajo de investigación y opinión realizado por la


Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía (APJAE)
Buenos Aires, República Argentina
Copyright © Organización Internacional del Trabajo 2006

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acogidas.

ISBN 92-2-317774-X (versión impresa)


ISBN 92-2-317775-8 (versión PDF)

Primera edición 2006

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presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno por parte de la Oficina Internacional del Trabajo
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Impreso por la Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, Suiza


Prólogo
Un suministro de servicios públicos confiable y accesible juega un papel fundamental
en la vida y desarrollo de las sociedades. Hoy, los servicios públicos, incluido el sector de
la energía, se están privatizando en todo el mundo bajo la presión de la creciente coacción
financiera pública y sobre la base de que un papel reducido del Estado y una mayor
dependencia del mercado dará como resultado mayor eficacia y provisión de servicios. Sin
embargo, hay muchos casos de reformas en los servicios públicos en los que los resultados
indican lo contrario. Una lección que dejan estas experiencias es que las reformas pueden
alcanzar los resultados deseados sólo si se planean e implementan desde el principio con la
participación de todos los interesados.

La OIT cree que las reformas en el servicio público a todo nivel deben apuntar a:
proveer a todos acceso a servicios seguros, confiables y accesibles que cubran las
necesidades básicas; facilitar un desarrollo local económico y social sostenible que pueda
alcanzar los objetivos de lograr la anulación del desempleo y aliviar la pobreza; proveer un
ambiente seguro y saludable; mejorar y realzar la democracia; y exigir la práctica de los
derechos humanos. Así, la reforma de los servicios públicos debe ser guiada por los
siguientes principios básicos: responsabilidad, transparencia y apertura en la política y
acciones del gobierno; provisión de nuevos y mejores servicios públicos; la importancia de
mantener y crear buenas condiciones laborales y la adherencia a estándares laborales
centrales durante el proceso de reforma para mantener la moral y mejorar el rendimiento de
los trabajadores en servicios públicos.

El presente trabajo preparado por la Comisión Central Ejecutiva de APJAE


(Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía) de Buenos Aires, Argentina,
presenta cómo la privatización en el sector de energía del país se ha implementado y cómo
afectó a los trabajadores, sus familias y a las sociedad como un todo. Describe en detalle
cómo la reforma impactó sobre el nivel laboral, las condiciones laborales y la moral de los
trabajadores afectados. El estudio se completó originalmente hace unos años; por lo cual la
información que contiene no está totalmente actualizada. Sin embargo, la reforma de los
servicios públicos en cualquier país es un proceso continuo. En este sentido, vale la pena
compartir la información y las experiencias de los trabajadores afectados de este estudio,
principalmente con aquellos que quieran involucrarse en cualquier reforma del servicio
público en el futuro.

Los documentos de trabajo de la OIT, tales como éste, son un vehículo para diseminar
información en temas relacionados al mundo del trabajo y la evolución de las políticas y
prácticas sociales y laborales. Sin embargo, las opiniones expresadas son las de los autores
y no necesariamente la de la OIT.

Norman Jennings,
Director Interino,
Departamento de Actividades Sectoriales.

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Indice

Página

Prólogo ........................................................................................................................................... iii

Siglas .............................................................................................................................................. vii

Introducción ................................................................................................................................... 1
¿Por qué lo hicimos? ............................................................................................................ 1

1. Las causas de la privatización y una perspectiva general de las empresas relacionadas ...... 5
No todas las empresas vendidas eran iguales....................................................................... 5
El servicio de energía en manos de una gran empresa nacional .......................................... 6
Características empresarias .................................................................................................. 6
Comentarios sobre el personal ............................................................................................. 7

2. Formas elegidas para privatizar y acciones tomadas............................................................ 8


Licitación para la privatización............................................................................................ 8
Acciones para los empleados: Programa de Propiedad Participada (PPP) .......................... 10
Análisis de la realidad .......................................................................................................... 11
Nuevas condiciones.............................................................................................................. 12
Ejemplos para no imitar ....................................................................................................... 13
El destino de SEGBA........................................................................................................... 13
Conclusión ........................................................................................................................... 20

3. Resultado de la privatización del servicio de energía eléctrica


en la República Argentina .................................................................................................... 22
Cómo se podía haber hecho ................................................................................................. 22
El «retiro voluntario» como pésima solución ...................................................................... 23
¿Qué sucedió desde entonces a la fecha?............................................................................. 23
Desjerarquización de las tareas ............................................................................................ 24
Testimonios.......................................................................................................................... 24
Qué cosas se perdieron inexorablemente ............................................................................. 26
Qué se está a tiempo de rectificar ........................................................................................ 26
Otra indeseada consecuencia................................................................................................ 29
Reconversión Laboral .......................................................................................................... 30

Epílogo ........................................................................................................................................... 37
Las cosas que quedan........................................................................................................... 37

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Siglas

APCCE Asociación del Personal de Conducción de Cooperativas


Eléctricas de la República Argentina
APJAE Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía
APJUP Asociación del Personal Jerárquico de la Usina Municipal de
Tandil
APSAYE Asociación del Personal Superior de Agua y Energía Eléctrica

APSHi Asociación del Personal Superior de Hidronor Sociedad del


Estado
CGT Confederación General del Trabajo
CISI Centro de Investigación y Sistemas de Información
DISTROCUYO S.A. Distribución Troncal de Cuyo Sociedad Anónima
EDECAT S.A. Empresa Distribuidora de Energía de Catamarca Sociedad
Anónima
EDEFOR S.A. Empresa Distribuidora de Energía de Formosa Sociedad
Anónima
EDELAP S.A. Empresa Distribuidora de Electricidad de la Plata Sociedad
Anónima
EDENOR S.A. Empresa Distribuidora de Energía del Norte de Capital Federal
y Buenos Aires Sociedad Anónima
EDERSA Empresa de Energía Río Negro Sociedad Anónima
EDESAL S.A. Empresa Distribuidora de Energía de San Luis Sociedad
Anónima
EDESE S.A. Empresa Distribuidora de Energía de Santiago del Estero
Sociedad Anónima
EDESUR S.A. Empresa Distribuidora de Energía del Sur de Capital Federal
y Buenos Aires Sociedad Anónima
EDET S.A. Empresa Distribuidora de Energía de Tucumán Sociedad
Anónima
EMLyF Empresa de Mantenimiento Luz y Fuerza
ENTEL Empresa Nacional de Telecomunicaciones
EPE Empresa Provincial de la Energía
EPEC Empresa Provincial de Energía de la Provincia de Córdoba
FAPSEE Federación de Entidades Gremiales Jerárquicas Eléctricas de la
República Argentina
HIDISA Hidroeléctrica Diamante Sociedad Anónima
HIDRONOR S.A. Hidroeléctrica Norpatagónica Sociedad Anónima
HINISA Hidroeléctrica de los Nihuiles Sociedad Anónima
INDEC Instituto de Estadísticas y Censos
MEyOSP Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos

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MTSS Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
OIT Organización Internacional del Trabajo
NGO Organización no gubernamental
Pro NAPAS Programa Nacional de Pasantías para la Reconversión Laboral
SEGBA Servicios Eléctricos Buenos Aires
TRANSENER S.A. Compañía de Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión
Sociedad Anónima
TRANSNEA S.A. Empresa de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución
Troncal del Noreste Argentino Sociedad Anónima
TRANSNOA S.A. Empresa de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución
Troncal del Noroeste Argentino Sociedad Anónima
TRANSPA S.A. Empresa de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución
Troncal de la Patagonia Sociedad Anónima
UADE Universidad Argentina de la Empresa

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Introducción

¿Por qué lo hicimos?

Nuestra historia se remonta al 26 de junio de 1959, día en el que 36 trabajadores


pertenecientes al personal superior de la empresa estatal Agua y Energía Eléctrica
decidieron autoconvocarse, en Asamblea Extraordinaria, en el edificio central de la
empresa, en la capital federal. Este acto tuvo como resultado el nacimiento de una nueva
organización gremial a la que resolvieron denominar Asociación del Personal Superior de
Agua y Energía Eléctrica (APSAYE). La creación de esta entidad persiguió desde su
inicio, como principio básico, la defensa de los intereses de sus integrantes, el
reconocimiento de sus tareas jerárquicas, y la gestación de las promociones que
permitieran el desarrollo de sus carreras sin distinción de categorías ni títulos. Como
premisa fundamental, estaba la prestación del servicio público eléctrico a través de la
empresa nacional. Transcurrido un tiempo, y luego de realizarse los trámites
administrativos correspondientes, la APSAYE obtiene su personería gremial en 1962
núm. 533, con aplicación en todo el territorio nacional. Como entidad pujante y en
permanente desarrollo, constituye y habilita 18 seccionales distribuidas por todo el país, en
los lugares donde prestaba servicios Agua y Energía Eléctrica. Las vicisitudes políticas
provocaron en la empresa cesantías de afiliados y dirigentes, pero no le hacen cambiar el
rumbo a la entidad sindical, que, por el contrario, obtiene importantes mejoras en las
condiciones sociales y firma convenios colectivos de trabajo con múltiples logros,
manteniendo sus ideales en alto. Para ello contó siempre con el apoyo de todos aquellos
que sintieron siempre ese fuego sagrado llamado convicción gremial.

APSAYE participa como gestora en la creación de la Federación de Entidades


Gremiales Jerárquicas Eléctricas de la República Argentina (FAPSEE); adhiere a la
Internacional de Servicios Públicos (ISP); participa en reuniones interdisciplinarias con
cuadros internacionales, y actúa en los foros de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) como miembro ONG. Mientras realiza todas estas acciones tendientes a afianzarse
como organización sindical, asiste a la desintegración de la empresa Agua y Energía
Eléctrica. Dadas las nuevas condiciones reinantes, debe proceder a una adecuación de los
estatutos de la organización, transformándose, a partir del año 1994, en la Asociación del
Personal Jerárquico del Agua y la Energía, identificada como APJAE, entidad gremial no
de empresa, sino de actividad. Este cambio permite la fusión e incorporación a la APJAE
de tres entidades jerárquicas: la Asociación del Personal Superior de Hidronor Sociedad
del Estado (APSHi); la Asociación del Personal de Conducción de Cooperativas Eléctricas
de la República Argentina (APCCE), y la Asociación del Personal Jerárquico de la Usina
Municipal de Tandil (APJUP). Se crean cuatro seccionales que se suman a las dieciocho
existentes, ubicadas en Tierra del Fuego, Misiones, La Pampa y centro sudeste de la
provincia de Buenos Aires. Como entidad gremial, funda su obra social para velar por la
salud de sus afiliados, y reafirma su plan social de contención y estímulo, no sólo para el
trabajador sino también para su grupo familiar destacándose, entre otras acciones, el
turismo vacacional, las becas educacionales, los planes de capacitación, los estímulos
estudiantes y los préstamos, entre otros beneficios. La adecuación lograda a través de un
fondo compensador para el personal en actividad, posibilita mensualmente realizar un
aporte de capitalización a sus afiliados para que su futuro haber jubilatorio sea más digno.

Algo que enorgullece a los miembros de la Comisión Directiva de la APJAE es que


en la actualidad son 35 las empresas que agrupan a afiliados y representados con las que se
debe negociar a diario para que se respeten las condiciones de trabajo pactadas. Las
relaciones establecidas permiten mantener y reforzar los lazos de amistad e intercambio
con entidades sindicales de todo el país, las del MERCOSUR y las de los países
organizados en cuadros jerárquicos. En la constante capacitación de sus dirigentes y en el

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mantenimiento de los contactos con las seccionales — nexos directos con los afiliados —,
la APJAE encuentra los recursos necesarios para defender los espacios ganados, mantener
en permanente vigencia sus objetivos y definirse como una organización que sirve a los
intereses de quienes la componen, con vocación de servicio, solidaridad y
transparencia.

Haber sido invitados por la Organización Internacional del Trabajo para realizar este
trabajo fue, para los integrantes de esta Comisión Directiva Central, un disparador de ideas
y de sentimientos que desde hace años anidaban en nuestro pensamiento y en nuestro
espíritu, no siempre corporizados en palabras ni en escritos. Sabíamos, pues lo habíamos
experimentado en carne propia, lo que puede significar para un trabajador la pérdida de las
tradiciones en su trabajo luego de la venta de la empresa en la que presta servicios. Pero a
poco que comenzamos la investigación en busca de las certidumbres que nos permitieran
elaborar un trabajo apoyado en hechos concretos, en cifras, en fechas, nos encontramos
con el hombre y su circunstancia. Tuvimos acceso a casos reales de compañeros que
perdieron su trabajo luego de meses de intentar adaptarse a una empresa que no valoraba
sus muchos años en funciones similares, con compañeras en tratamiento psicológico
debido a los daños causados en su salud por los cambios producidos en su ambiente
laboral, y con otros que, luego de haber vislumbrado una salida a la difícil situación
acogiéndose a un malamente llamado retiro «voluntario», no lograron reinsertarse en la
actividad productiva y hoy padecen las peores consecuencias espirituales y económicas,
sumidos en el desamparo.

Sería bueno poder abundar en detalles de los esfuerzos que se hicieron desde el
Estado, desde los sindicatos y desde nuestra propia asociación para evitar algunas de estas
cosas, pero lo cierto es que el primero se limitó a poner en los pliegos licitatorios las
condiciones que asegurarían el bienestar de los recursos humanos de las empresas
privatizadas, sin fiscalizar luego que tales garantías se cumplieran; y los sindicatos, por su
parte, igual que esta asociación, estábamos viviendo un momento inédito como
organizaciones gremiales, pues sufríamos desinformación — ninguna empresa publicaba,
obviamente, la reducción de personal práctica o a practicar en sus planteles — y por lo
general cuando los casos se hacían públicos o la persona perjudicada tomaba contacto con
los delegados sindicales, había pasado un tiempo desde su despido. Esto fue así debido a
que gran parte de la reducción de personal se realizó en zonas apartadas del país. Nadie
esperaba tan drásticas medidas y esto es importante reconocerlo para transformar lo
sucedido en experiencia positiva, que sirva de ahora en más; no estábamos moralmente
preparados los argentinos para vivir este proceso y las reacciones fueron, en muchos casos,
tardías.

De todas manera, la asociación inició por aquellos días, una acción tendiente a
informarse de los procesos privatizadores llevados a cabo en otros países. La Comisión
Directiva Central dispuso, para ello, que algunos de sus miembros viajaran a países que
habían pasado por situaciones similares, a fin de recoger sus experiencias. Se visitaron
Inglaterra, Francia, Italia y España, países donde se dialogó con sectores empresarios y
sindicales, tomando contacto con frentes de trabajo.

En Inglaterra las empresas visitadas fueron BEI British Electricity, International LD,
London Electricity y National Power, donde se constató que el sistema de privatización se
había dirigido exclusivamente a capitales ingleses y los materiales y repuestos a utilizar
debían proceder de la industria de ese país. En Francia los miembros de la asociación
visitaron Electricite de France, empresa estatal monopólica que se encarga de la
generación, la transmisión y la distribución de la energía, e importa y exporta fluido
eléctrico con 27.000.000 de clientes y 120.000 trabajadores. En Italia, un país donde el
sistema eléctrico está manejado por el Estado, se visitó el Ente Nacional para la Energía
Eléctrica, organizaciones gremiales, y la Federación de Trabajadores de Empresas
Eléctricas Italianas, entre otros entes. Y en España se visitó Hidroeléctrica Española,

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Iberduero S.A., Unesa Unidad Eléctrica S.A., organizaciones gremiales y empresariales del
sector. Allí el sistema es mixto, producido en un porcentaje aproximado de 25 por ciento
de energía hidráulica, 37 por ciento térmica y 36 por ciento nuclear. Al momento del relato
de esta experiencia (mayo de 1991) se encuentran en trámite de fusión dos de las empresas
mencionadas, Hidroeléctrica Española e Iberduero S.A.

Esta búsqueda de experiencias y de modelos que hayan probado su eficacia en el


exterior, ubicó a la asociación en un plano de dominio de tema, capacitada para participar
en cuanto foro de discusión se realizara, con el fin de defender los intereses de sus afiliados
y la salud del sistema eléctrico.

Así, una vez retornados los delegados al país, se sucedieron reuniones con
parlamentarios, ministros del área y asesores; se participó en audiencias públicas, en
reuniones en el Senado y en Diputados. Cuando se aprobó el marco regulatorio que fija
condiciones para el inicio de las privatizaciones (ley núm. 24.065), la tarea de la asociación
fue trabajar para incluir en los pliegos licitatorios internacionales, los derechos de los
trabajadores. Este fue un desafío diario, pues el gobierno de ese momento había adoptado
una decisión de cambio total, de transformación radical, y las garantías que los gremios
pedían parecían ser una traba para ese proyecto. Individualmente, los sindicatos mostraban
oposición, pero juntos, bajo el paraguas de la Confederación General del Trabajo,
aceptaron la política gubernamental.

La realización de este informe, aunque no ignorábamos nada de lo sucedido, nos


obligó a rever cosas que hubiéramos querido que no existieran, como servicios con sus
plantas de personal diezmadas, tareas que requieren alta capacitación tercerizadas o
trabajadores sin incentivo moral ni material para cumplir su trabajo con alegría. Pero lo
hicimos con un objetivo único, que no es lamentarnos por lo que sucedió, ni mucho menos
esperar rápidas reparaciones del statu quo alcanzado. El objetivo que nos alentó en todo
momento fue que sea éste un humilde granito de arena que contribuya a evitar que otros
países, otras empresas eléctricas y otros compañeros trabajadores, transiten por los mismos
caminos desacertados emprendidos por el proceso privatizador argentino.

Relatar cronológica y objetivamente los hechos, con sus ganancias y sus pérdidas, nos
ayudará a comprender cómo y por qué sucedieron las cosas, y ayudará a que las
autoridades de otras zonas del mundo emprendan procesos privatizadores que incluyan al
hombre como elemento clave del trabajo, de la producción y de la sociedad, no como un
número de legajo sin alma, que tanto puede manejar una máquina aquí como allá. Si sólo
esto podemos conseguir, nuestra labor habrá sido ampliamente compensada.

Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía;


Comisión Directiva Central.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 3
1. Las causas de la privatización y una perspectiva
general de las empresas relacionadas
El Estado «benefactor», que durante décadas había ido ocupando espacios tomando a
su cargo empresas de todo tipo, a mediados de 1989 comenzó un proceso de liquidación de
estos bienes. Los motivos por los cuales una Administración nacional llega a ser
propietaria total o mayoritariamente de un hotel, de un hipódromo o de canales de
televisión, remiten, en este caso, a una larga lista de condicionantes políticos, económicos,
sociales y culturales que propiciaron la situación. Entre ellos, una tradición proteccionista
mal entendida, ejercida durante décadas en la Argentina, que permitió que para mantener
abiertas algunas fuentes de trabajo se cobijara bajo el ala del Estado empresas mal
administradas, en lugar de estudiar sus problemáticas para hacerlas económicamente
rentables e independientes.

Además, la Argentina tiene una larga historia escrita por gobiernos efímeros,
conducidos por gobernantes de facto que llegaban al poder por las armas sin haber
preparado una plataforma, ni un programa, sin conocer las necesidades de la gente ni
mucho menos, la realidad del mundo exterior. Esta realidad fue tierra de cultivo para
decisiones coyunturales, para salir del paso momentáneamente, sin pensar que luego
quedarían como parte del problema. Por esto es menester entender la diferencia sustancial
entre los orígenes y la conformación de los bienes liquidados.

No todas las empresas vendidas eran iguales

Así como algunas empresas estaban con grandes problemas para enfrentar con recursos
propios la modernización tecnológica que los tiempos exigían — tal el caso de ENTEL con
una oferta de servicios ineficientes, caros, tardíos y totalmente anacrónicos —, o habían
caído en la órbita pública por deudas — caso del Hotel Llao-Llao, en Bariloche —, otras,
como Agua y Energía Eléctrica, habían comenzado un proceso de transformación interno
que le hubiera permitido ganar eficiencia sin perder su esencia de empresa de fomento, de
haber tenido tiempo para demostrarlo.

De manera que el lector debe tener en claro la diferencia original de cada compañía
privatizada, aunque todas hayan sido, en este proceso coyuntural, cortadas por la misma
tijera.

Cuando la administración del doctor Carlos Menem sanciona la Ley de Reforma del
Estado, en el año 1989, comienza una etapa que si bien en algunos casos era justa y
necesaria — como fue la licitación de los canales de televisión y las estaciones de radio,
que habían ido a parar bajo la órbita estatal durante la ruptura democrática, y en algunos
casos volvieron a sus dueños originales — en otros fue un verdadero quiebre de estructuras
que afectó profundamente la delicada trama social, impactando especialmente en el
segmento de los trabajadores.

Luego de este punto inicial, siguieron las privatizaciones de los teléfonos, centrales
eléctricas, agua, gas, reservas de petróleo, petroquímicas, siderurgias, ferrocarriles, fábricas
de celulosa, astilleros, aerolíneas, rutas, silos, y hasta el hotel y el hipódromo arriba
mencionados. En paquetes que salieron a la venta y se adjudicaron a sus nuevos dueños, en
poco más de tres años los servicios y empresas no sólo cambiaron la conducción y el
logotipo; en muchos casos se destruyó la planta permanente del personal que laboraba en
esas empresas, creando un problema que nadie consideró con seriedad en los alegres
momentos en que sólo se prestaba atención al dinero que entraba a las arcas.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 5
Buscando mejor y más rápida rentabilidad, se intentó — a menudo con éxito — que
el personal jerarquizado con larga permanencia en la empresa privatizada dejara su puesto
a personas sin antigüedad ni experiencia, y con salarios más bajos. No todas las empresas
privatizadas eran iguales ni tenían los mismos problemas. No es objetivo de este trabajo la
realización de un informe comparativo de las realidades de cada una de ellas, pero sí es
importante destacar cómo funcionaba el área eléctrica antes de la privatización.

El servicio de energía en manos de una gran empresa nacional

Mayoritariamente el servicio de energía eléctrica estaba en manos de Agua y Energía


Eléctrica, una empresa que al momento de su desaparición estaba alcanzando medio siglo
de existencia, con una tradición de realización de obras de fomento de suma importancia
para el desarrollo de las economías regionales. Dudosamente hoy, las empresas
concesionarias de los servicios continúen con obras que no son a priori redituables, como
estudios de aforos que llevan tres o cuatro décadas de acumulación de datos de bajamares y
pleamares, temperaturas de las aguas, picos climáticos, etc., antes de realizar una obra
hidroenergética, como eran las tareas cotidianas del área de Estudios y Proyectos.

El área de Obras estaba integrada por un sector fuertemente arraigado en el interior


del país, su gente prestaba servicios en los lugares más inhóspitos, sedes de los
campamentos donde habitaban durante años hasta finalizar una presa o una línea de alta
tensión. El área de Explotación estaba especializada en el aprovechamiento inteligente de
la obra construida. Estaba conformada por personal entrenado ex profeso para cada puesto,
a menudo con capacitación realizada en el exterior del país.

La casa central de la empresa siempre fue caja de resonancia de los acontecimientos


políticos nacionales, lo que permitió que a menudo se encontrara a la cabeza un delegado
del gobierno de turno que poco o nada tenía que ver con la actividad eléctrica; esto, sin
embargo, no hizo mella en los cuadros permanentes de Agua y Energía Eléctrica, que de
gerentes para abajo se regían por una sólida estructura orgánica que privilegiaba la
capacidad, la dedicación y la permanencia.

Segba en la capital federal, Epec, en Córdoba, Hidronor, y cuantiosas cooperativas


eléctricas que durante años hicieron un arduo trabajo «de campo» proveyendo electricidad
a zonas que por su baja rentabilidad ninguna empresa lo hubiera hecho, quedaron tan
expuestas como Agua y Energía a las generales de la privatización. Y su personal
igualmente afectado en la continuidad de su fuente de trabajo.

Características empresarias

Dijimos más arriba que pocos años antes de desaparecer, Agua y Energía habían
iniciado un proceso de transformación modernizadora que, de haber continuado, le hubiera
permitido servir más eficazmente a sus clientes, en este fin de siglo.

Uno de los puntos en los que se apoyó este cambio, fue la división del país en cuatro
zonas geográficas, otorgándole a cada zona una gerencia propia, lo que permitía la
descentralización de una serie de decisiones, ganando en rapidez, en eficacia y,
obviamente, redundando en mejores prestaciones a sus clientes.

La jerarquización del personal de la empresa permitía que esta «descentralización»


fuera posible, ya que existían cuadros capacitados en todas las gerencias, con poder de
mando y entrenados en sus funciones, tanto de obras, como de estudios, de explotación y
de administración.

6 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Además, el advenimiento de la democracia posibilitó que, conducida por empresarios
del sector, Agua y Energía tuviera menos frenos para desarrollar su ejecutividad.

Comentarios sobre el personal

Es un axioma que a una empresa la hace su gente, y el de las empresas que hasta ese
momento habían brindado el servicio eléctrico, no era una excepción. Así como afirmamos
que un estudio de aforos a la vera de un río podía durar treinta o cuarenta años, o que un
geólogo vivía solo en un desierto o en un monte durante meses estudiando el suelo de un
lugar donde se realizaría una obra hidráulica, o que un administrativo debía recorrer
cientos de kilómetros para llevar provisiones a un campamento de obra en plena cordillera,
también decimos que esto era posible porque dentro de la empresa existía una mística de
trabajo que motivaba a estas personas a cumplir sus funciones en estas condiciones. La
obra terminada, fuera ésta una línea de alta tensión, un pequeño dique o una gran red de
riego, eran las metas prefijadas y para las cuales todo un equipo humano se ponía en
marcha.

Por supuesto que la empresa compensaba con creces este sacrificio, permitiendo que
ese personal que durante mucho tiempo estaba lejos de sus bases y de sus hogares, supiera
que sus sueldos alcanzaban bien para mantener a sus familias; y sus familias sabían que el
trabajador estaba protegido por la empresa en cuanto a buenos equipos de seguridad, una
excelente obra social, seguros, plus por lejanía del hogar, por pie de obra o por
productividad, y otra cantidad de alicientes que influyen fuertemente en la relación patrón-
trabajador.

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2. Formas elegidas para privatizar
y acciones tomadas

Licitación para la privatización

Sumando todas las privatizaciones habidas en el sector eléctrico argentino, las


empresas extranjeras y grupos locales conformados para la ocasión, pagaron al Estado
nacional 330,30 millones de dólares de los Estados Unidos en efectivo, 1.089,1 millones de
dólares de los Estados Unidos en títulos de la deuda externa a valor efectivo y
73,1 millones de dólares en títulos a valor nominal. En buen romance estas cifras
significan que los actuales propietarios del área eléctrica compartimentada en unidades de
negocio de diferente tamaño, pagaron en efectivo sólo el 22,13 por ciento de su compra,
mientras que el 72,97 por ciento se abonó en títulos a valor nominal y el 4,9 por ciento en
títulos de la deuda externa.

Las empresas adjudicatarias de los servicios públicos salieron al mercado mundial a


comprar papeles de la deuda externa argentina, en montos suficientes para llegar a los
topes de sus respectivas ofertas. Ahora bien, esos papeles tenían una fecha de vencimiento
diferente cada uno. Eran de diversos orígenes y respondían a diferentes compromisos
contraídos por el Estado. Los oferentes se hicieron cargo de estos compromisos a fecha y
redujeron en los montos mencionados la deuda externa nacional.

Gráfico 1. Forma de pago

5%
USD 1.089,10 millones
de dólares en títulos de
22% la deuda externa
USD 330,30 millones de
dólares en efectivo

USD 73,10 millones en


títulos a valor nominal
73%

Una inmensa tarjeta de crédito abierta por un país endeudado a grupos representantes
de algunas de las economías más fuertes del mundo, como es el caso del Exxel Group, que
se quedó con la operadora española Unión Fenosa, con Edesal, la empresa que provee y
distribuye la energía eléctrica en San Luis.

Estos sectores económicos extranjeros, contrariamente a lo recomendable, están hoy


en posición de decidir en el mercado eléctrico local, porque no se cuidó guardar un
equilibrio en el origen de las empresas adjudicatarias: ocho empresas de origen chileno;
siete estadounidenses; tres españolas, dos francesas y una checoslovaca.

8 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Gráfico 2. Componente extranjero en los adjudicatarios

1
2
8 chilenas
8 7 norteamericanas
3
3 españolas
2 francesas
1 checoslovaca

Además, el componente local se polarizó casi al extremo, conformando un grupúsculo


de elegidos que, fuertemente entrelazados con sus socios extranjeros conforman una
fórmula económica ahora reciclada, pero de vieja data en la historia nacional. En el área
eléctrica los grupos locales son: Pérez Companc (anotado, por otra parte en varias
privatizaciones de distintas áreas); Techint; Soldati; Astra y Acindar. Muy pocos para tanto
negocio, como es fácil apreciar.

Aunque no exista una regla para conocer cuál puede ser la fórmula realmente
equilibrada entre el porcentaje de empresas extranjeras y empresas nacionales que prestan
el servicio de energía eléctrica, puede pensarse que ciertos rubros están estrechamente
ligados a la soberanía del país (vimos como Inglaterra sólo permitió la privatización con
capitales nacionales). Hemos visto con gran crudeza durante el año 1999, que en medio de
la gran crisis económica que padeció el país y de la que a la fecha (mediados de 2000) no
se recuperó, las empresas prestadoras de energía eléctrica, telefonía, agua y petroleras, han
arrojado inmensas ganancias que no se condicen con el momento que atraviesa la sociedad
del país en el que operan. Y no son dineros que queden dentro de estas fronteras, puesto
que las empresas tienen sus sedes centrales en otros lugares del mundo. A este equilibrio
nos referimos más arriba. Y también a que servicios como la electricidad tienen muchísimo
que ver con la producción industrial y el desarrollo social de un país. Una energía eléctrica
cara o de mala calidad redundará, sin duda, en una industria castigada en su rentabilidad;
una prestadora que no atiende los reclamos de los usuarios rurales, atenta contra el
desarrollo agrícola ganadero de ese país y estanca las localidades más apartadas.

Difícilmente, pensamos en esta asociación, una empresa extranjera tenga gran interés
en solventar obras que hagan al desarrollo y al fomento de zonas poco habitadas, que
requieran largas décadas de estudios previos y se tornen rentables en 30 o más años.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 9
Acciones para los empleados: Programa de Propiedad
Participada (PPP)

Como parte de la privatización de la energía, los trabajadores de las empresas


estatales se convirtieron en propietarios de una parte del paquete accionario de las mismas.
Esta adjudicación se legalizó por decreto núm. 265/94 del Poder Ejecutivo Nacional, que
instrumentó el Programa de Propiedad Participada (PPP) para los agentes transferidos a las
empresas privadas, provenientes de Agua y Energía, Segba e Hidronor. Según este decreto,
los trabajadores de una empresa privatizada deben: 1) adherir en forma particular al PPP;
2) negociar y suscribir un contrato de transferencia con las autoridades; 3) designar un
banco fideicomisario; 4) elegir a sus representantes ante el directorio de la empresa y
5) constituir los comités ejecutivos encargados de administrar el programa.

Se previó que los trabajadores compren los porcentajes accionarios que les corresponden
por el PPP — entre el 2 y el 12 por ciento —, con los dividendos que las empresas obtienen, y
el 50 por ciento del bono de participación en las ganancias que tienen que emitir las compañías
privatizadas. Está establecido que los operadores deben cumplir con estas obligaciones para
que los trabajadores puedan disponer libremente de su patrimonio; el Banco de la Nación
Argentina es mientras tanto depositario de los títulos (ver cuadros A y B).

Gráfico A. Programa de propiedad participada

Participación
en

Capital Decisiones de política societaria Gestión empresaria

Tendencia Asamblea Comité Ejecutivo Directorio


accionaria Director asignado
por accionistas clase «C»

El PPD es un Programa de Cotización de Valores similar al que se utiliza en la bolsa


de valores y el dividendo de rescate se deriva de los resultados de la empresa.

10 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Gráfico B. El marco regulatorio del PPP

¿Quién vende? El Estado Nacional

Con Dividendos (en el caso que los ejercicios


¿Cómo se pagan las acciones? posteriores a la privatización arrojen ganancias,
sobre lo cual no existe garantía. Los adjudicatarios
de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones
ENTEL, por ejemplo, salieron a recomprar las
acciones en manos de los empleados con los
dividendos arrojados a partir del primer ejercicio,
de manera que no hubiera copropietarios). Lo
están haciendo las empresas eléctricas y el
trabajador acepta, ya que no sabe qué puede
suceder en el futuro. Con bonos de participación
de ganancias (50 por ciento).

Se emiten certificados escriturales.


¿Cómo se garantiza el pago? Se constituye prenda a favor del Estado Nacional.
Las acciones se depositan en banco fideicomisario.
La Sociedad Anónima deposita directamente en el
banco los importes correspondientes a
amortizaciones.
Económicos: Derecho de propiedad y libre
¿Qué derechos otorgan disponibilidad futura. Derecho al cobro de
las acciones? dividendos, sujeto a: existencia de utilidades y
resolución asamblearia.
Políticos: Participación en el órgano de decisión
(Asamblea) a través del Presidente del Comité
Ejecutivo. Participación en el órgano de
administración (Directorio) a través de la
designación de un Director Titular y un Director
Suplente si las acciones asignadas al PPP
representan un mínimo del 6 por ciento del capital
social.

Análisis de la realidad

Las concesionarias eléctricas no sólo han echado mano de las posibilidades que se les
ofrecían para reducir los planteles de personal, como es el caso de los retiros voluntarios;
también encontraron alternativas que les permitieron cambiar sustancialmente los
Convenios Colectivos de Trabajo establecidos, utilizando la tercerización de ciertas tareas
que siempre habían sido parte de las habitualmente desempeñadas por el personal estable.
Esto se realiza con la formalización de un contrato temporal de dos años para el
mantenimiento de sistemas, toma de estados, traslado de personal, facturación, lector de
datos, reparto de documentación, facturas, cobranzas, etc., a cambio de un pago mensual
presupuestado para el período contratado. Sucede además que, cumplido el tiempo
contractual, el empleador suele fijar, para su renovación, condiciones y valores que no
siempre son iguales. Los trabajadores, que para esto han debido agruparse en cooperativas
de trabajo, deben aceptar esas condiciones menos favorables o bien desprenderse de la
proporcionalidad necesaria de socios de la cooperativa, de manera de poder mantener el
poder adquisitivo anterior, con el consiguiente y no buscado aporte al porcentaje de
desocupación que afecta a la sociedad argentina.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 11
Otra forma de reducción de personal que está siendo adoptada últimamente, es la
realización de acuerdos con los empleados de mayor antigüedad, abonándoles durante el
período que les resta hasta su jubilación, un salario mensual con la reducción de los aportes
de ley, estableciéndose una suerte de retiro pautado sin indemnizaciones y produciendo
una sustancial disminución de los aportes jubilatorios, lo que se verá reflejado a la hora de
recibir esos haberes.

Por otra parte, es necesario puntualizar que son muy pocas las empresas privadas que
cumplen hoy con pautas establecidas en los pliegos licitatorios y que, al tomar las
concesiones se esperaba fueran respetadas; estas pautas son las referidas a desarrollo de
programas de capacitación del personal y provisión de los elementos de seguridad
establecidos en los convenios, entre otras.

Las negociaciones paritarias han cambiado esencialmente debido a la diferencia de las


fuerzas que negocian. Por un lado, los gremios actuales deben renovar sus estrategias y
multiplicar sus esfuerzos para negociar con representantes de las múltiples empresas (todas
diferentes) en que se ha atomizado el mercado actual del servicio eléctrico, situación que
se agrava debido a que las características de reorganización empresaria provocan que
cualquiera de estas organizaciones sindicales aumente o disminuya sustancialmente el
número de representados.

Finalmente, un detalle novedoso y de peso en las negociaciones actuales es la


exclusión vertical del personal afectado a tareas específicas o consideradas de alto riesgo
empresarial, exclusión ésta que perjudica a los gremios porque continúa disminuyendo el
número involucrado en las negociaciones.

Nuevas condiciones

Las jornadas laborales se vieron incrementadas; de cumplirse jornadas de siete horas


y 15 minutos, se pasó a un régimen de ocho horas diarias, con el agravante de que en
ocasiones se deja aclarado que la jornada continúa ininterrumpidamente hasta tanto no se
solucionen determinados inconvenientes en el servicio o hasta finalizar con el total de
tareas programadas para el día. Este alargue de las horas de trabajo no tiene recompensa
económica adicional, ya que se lo entiende como incorporado al salario.

Con respecto a este punto y a los beneficios, existen leyes que determinan claramente
que no pueden ser modificados, cualquiera sea la nueva ubicación que el trabajador tenga
en la flamante estructura laboral empresarial. Pero también aquí se ha encontrado la forma
de transgredir lo legal y es en lo que se refiere a que premios o bonificaciones sean
canjeados por productividad, poniendo en riesgo el trabajador una parte de su salario a
cambio de una buena performance empresarial, haciéndolos partícipes directos de los
eventuales resultados.

En otros casos, debido a situaciones económico-financieras particulares de cada


empresa, este beneficio se abona en cuotas extendidas en el tiempo que pueden alargarse
hasta un año, perdiendo de esta manera el objetivo con que fueron creadas.

La falsa figura del trabajador independiente es otra lamentable innovación. Se logra la


desvinculación del trabajador de la empresa como única alternativa al despido,
formalizándose luego contratos con el mismo trabajador y para la misma tarea, pero con
características de autónomo. Para esto, el trabajador deberá inscribirse bajo esta categoría,
perdiendo las seguridades que brinda la relación de dependencia. El deberá afrontar todos
sus gastos provisionales, a cambio de que la empresa ahorre en cargas sociales y pueda
contratarlo sólo cuando lo estima necesario.

12 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Ejemplos para no imitar

Los pliegos de bases y condiciones utilizados para los llamados a concurso público
internacional para la venta de las acciones de los servicios eléctricos, son similares en los
capítulos que atañen al personal, por ejemplo:

La transferencia del personal a cada una de las Sociedades Concesionarias se efectuará el


día de la toma de posesión, a cuyo efecto Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado
adoptará las medidas necesarias para notificar tales transferencias. (...)
El personal, cuyos contratos de trabajo se transfieren a las Sociedades Concesionarias,
conservará la antigüedad adquirida en Agua y Energía Eléctrica S.E.
Agua y Energía Eléctrica S.E. no aumentará los salarios ni modificará las categorías
profesionales del personal a ser transferido a partir de la fecha de cierre de notificación de
circulares por parte del Comité Privatizador, salvo aquellos casos en que por razones de
servicio o fuerza mayor fuera necesario reemplazar algún agente por otro.
(...)
Personal a asignar a las sociedades concesionarias. Datos de referencia: número de
legajo, categoría profesional, función, antigüedad en la Empresa y reconocida por CCT
núms. 36/75. (...)
Convenio Colectivo de Trabajo núms. 36/75, aplicable al personal jerárquico y de base
de Agua y Energía Eléctrica S.E., respectivamente, se entregan en carpeta adjunta al Pliego,
formando parte del mismo.
Las actas modificatorias complementarias y demás normativas y reglamentaciones del
personal que forman parte de las Convenciones Colectivas de Trabajo y las disposiciones
núm. 41/86 y núm. 47/86 de la Dirección Nacional de Relaciones del Trabajo, se podrán
consultar en las salas de información ubicadas en la Capital Federal y en ...

(dirección de la sede correspondiente, en cada caso).

Queda pues muy claro que el espíritu de los instrumentos licitatorios no fue, en
absoluto, racionalizar el personal que se transfería, ni cambiar sus condiciones laborales. Y
también queda establecido que las empresas que presentaban sus ofertas para concesionar
los servicios no podían ignorar lo que bien se les había venido informando.

A pesar de estas condiciones, lo cierto era que la fuerza laboral se había reducido en
casi todos los casos y las condiciones de trabajo se habían deteriorado.

El destino de SEGBA

SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) era, antes de su privatización,
una gran empresa distribuidora de energía eléctrica cuya planta permanente de personal
sumaba 20.000 personas. En el período inmediatamente anterior a la privatización, ese
plantel se redujo a 17.600 personas; es decir, en un 12 por ciento del personal que prestaba
servicios habitualmente.

Luego de privatizada la empresa y en virtud de la aplicación de medidas de retiro


voluntario y despidos masivos, el número de trabajadores volvió a reducirse, esta vez hasta
quedar en 6.618 personas, como se indica en los siguientes cuadros.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 13
Cuadro 1. El impacto de la privatización sobre el empleo en SEGBA

Cantidad de agentes antes Reducción de agentes % cambio


de la privatización
Inicio 20.000 – –
Fin 17.600 2.400 –12

Cuadro 2. Reducción de personal en las empresas privatizadas

Fecha Empresa Cantidad de Reducción


agentes (porcentaje)
Junio de 1992 SEGBA 17.600 –
Junio de 1993 En las siete empresas 11.000 6.600
privatizadas (–37%)
Junio de 1994 En las siete empresas 9.858 7.742
privatizadas (–44%)
Junio de 1996 En las siete empresas 8.272 9.328
privatizadas (–53%)
Junio de 1998 En las siete empresas 7.040 10.560
privatizadas (–60%)
Junio de 1999 En las siete empresas 6.618 10.982
privatizadas (–62,4%)
Variación 1992-1999 (SEGBA) = Reducción total (66,9 por ciento).

Transnoa S.A. ex Transmisión Regional Noroeste

El 26 de enero de 1994 la empresa TRANSNOA S.A., integrada por las empresas


privadas IATE y BANCO FEIGIN-TECSA y el Sindicato de Luz y Fuerza, toma posesión
de los servicios que hasta entonces prestaba Agua y Energía Eléctrica, con la
denominación de Transmisión Regional Noroeste, con el compromiso de no practicar
reducción de personal al menos por el término de dos años. Pero de inmediato comenzó
con maniobras tendientes a reducir la planta de personal permanente, tanto a través de
retiros «voluntarios» como de despidos. La particularidad de este caso queda evidenciada
en que los empresarios entusiasmaban a los trabajadores para que solicitaran el retiro
voluntario por el que percibirían sumas importantes de dinero, con el cual formarían
cooperativas de servicios, asegurándoles que se convertirían en proveedores de
Transnoa S.A. Aunque es posible que no haya habido segunda intención en la actitud de
los empresarios (es decir, hacerlos renunciar para luego no comprarles ningún servicio), lo
cierto es que las cooperativas formadas sin preparación ni capacitación para llevarlas a
buen término administrativo, resultaron un fracaso en pocos meses. La situación se agravó
cuando el Banco BID, donde los trabajadores depositaban el dinero de sus retiros, cerró,
dejando en situación crítica a un importante número de trabajadores.

Al hacerse cargo de los servicios la planta de personal era de 341 agentes; a la fecha
de este informe (20.3.2000), es de 134 personas, que atienden los servicios de las
provincias de Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy; es decir,
todas las provincias que integran el cordón del noroeste argentino. La totalidad de agentes
se distribuye así: Tucumán, 63; Santiago del Estero, 17; La Rioja, cinco; Catamarca, ocho;
Salta, 30; Jujuy, 11.

Como en todo proceso de reducción masiva, no sólo se crea un problema laboral para
las personas que quedan fuera del sistema; los usuarios ven cómo los servicios se

14 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
deterioran día a día. Al respecto, las autoridades de la Seccional Jujuy de la APJAE en una
nota enviada a esta asociación con motivo de la preparación del presente trabajo, dicen
que:

El abandono de los edificios traspasados es tan grande como la decadencia del servicio.
Hoy intentan conformar a los usuarios (que no tienen por qué conocer técnicamente el motivo
de que la electricidad que reciben sea cara y mala) publicitando que la calidad mejorará con el
uso de un termovisor, como si se tratara de una novedad, cuando en Agua y Energía hacíamos
termovisión hace dos décadas, como parte de nuestra tarea habitual.
A la vista de lo que sucedió en el noroeste argentino, la conclusión de esta seccional
Jujuy es la siguiente:
1) el servicio no mejoró a partir de la privatización; las interrupciones en el suministro que
las había — continúan ahora. No se explicó cuáles son las inversiones que por pliego
debían hacer los concesionarios.
2) Nada fue planificado, y esto queda evidenciado, tanto por la precariedad del servicio
brindado como por la falta absoluta de contención hacia la gente que quedó sin su fuente
de trabajo. Aún más, en la actualidad, los afiliados a la APJAE son objeto de permanente
agresión por parte de la empresa concesionaria del servicio, actitud que se manifiesta con
amenazas de despido, presiones de diverso tipo y postergaciones en los ascensos,
resultando de todo ello que algunos de nuestros afiliados se vieran obligados a renunciar.

Sistema de Generación del Noreste Argentino


Centrales Térmicas del Noreste Argentino S.A.

La Seccional Corrientes participa de este trabajo con el cuadro demostrativo de lo


sucedido en esa zona con los cuatro grandes servicios originales de Agua y Energía
Eléctrica: Central Barranqueras, Regional Noreste, Ingeniería Regional Noreste y
Divisional Formosa (ver cuadro 3).

Cuadro 3. Cambios luego de la reestructuración y privatización

Empresa origen S.A. para privatización S.A. privatizada


AGUA Y ENERGIA ELECTRICA CENTRAL SISTEMA DE GENERACION CENTRALES TERMICAS DEL
TERMICA BARRANQUERAS DEL NOROESTE ARGENTINO NOROESTE ARGENTINO S.A.
Cantidad de agentes: 272 Cantidad de agentes: 217 Cantidad de agentes a enero de
Retiro voluntario y jubilaciones: 55 2000: 0
AGUA Y ENERGIA ELECTRICA TRONCAL DE DISTRIBUCION TRANSNEA S.A.
REGIONAL NOROESTE Cantidad de agentes en la Cantidad de agentes a enero de
Cantidad de agentes: 377 Unidad de negocio: 151 2000: 78
Retiro voluntario y jubilaciones: 206
TRANSMISION 500 Kw TRANSENER S.A.
Cantidad de agentes en la Cantidad de agentes a enero de
Unidad de negocio: 20 2000: 9
AGUA Y ENERGIA ELECTRICA EVALUACION DE RECURSOS EVARSA
INGENIERIA REGIONAL NORESTE Cantidad de agentes en la Cantidad de agentes a enero de
Cantidad de agentes: 92 Unidad de negocio: 14 2000: 5
Retiro voluntario y jubilaciones: 70
SERVICIOS DE INGENIERIA TRANELSA
Cantidad de agentes en la Cantidad de agentes a enero de
Unidad de negocio: 8 2000: 7
AGUA Y ENERGIA ELECTRICA SISTEMA DE GENERACION EDEFOR S.A.
DIVISIONAL FORMOSA DEL NOROESTE ARGENTINO Cantidad de agentes a enero de
Cantidad de agentes: 383 Cantidad de agentes en la 2000: 260
Retiro voluntario y jubilaciones: 30 Unidad de negocio: 353

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 15
Central Hidroeléctrica Diamante

Del llamado a Concurso Público Internacional para la venta del paquete mayoritario
de acciones, surge una empresa adjudicataria, HIDISA S.A.

En el capítulo «Régimen del Personal», se establecía que:

Agua y Energía Eléctrica (SE) se obliga a realizar todos los actos y a firmar todos los
documentos que sean necesarios para que el personal de Agua y Energía Eléctrica (SE)
descrito en el listado del personal (subanexo v de este contrato) pase a desempeñarse en la
sociedad concesionaria a partir de la fecha de la toma de posesión.

En dicho listado anexo se enumera el personal traspasado del Estado a la


concesionaria (gráfico 3), estableciéndose que se trata de ochenta personas, que revisten en
distintas categorías escalafonarias.

El último parte de personal obtenido de la concesionaria establece que en sólo cuatro


años, esa plantilla se vio diezmada en casi un 60 por ciento, pues hoy son exactamente
cuarenta y ocho las personas que prestan servicios en 1999.

Gráfico 3. Reducción realizada por HIDISA S.A.

Plantel
transferido en
1999
48 personas
Plantel
transferido en
1994
80 personas

Central Térmica Sorrento S.A.

El 2 de febrero de 1993 esta Central pasó a manos privadas, estando el actual


Directorio conformado por representantes de las adjudicatarias: Malvicino, IATE,
ARGON, ELEPRINT, PPP y FATLyF. Al momento de la privatización el plantel fijo de
personal de Agua y Energía Eléctrica era el siguiente: 70 agentes jerarquizados y 173 de
base, quienes cumplían jornadas de siete horas de lunes a viernes los afectados a
mantenimiento y administración, y los turnos eran de seis horas. El plantel actual es de
65 agentes (64 jerarquizados y uno de base), comprendidos en base a la estructura del
Convenio núm. 36/75 vigente en esos momentos.

A esta reducción se llega por varios caminos: se practicó el «retiro voluntario» al que
se acogieron 71 agentes; se labraron 4 contratos laborales externos con otros tantos
agentes; 40 agentes fueron transferidos, sin indemnización, manteniendo la categoría, la
antigüedad y los gananciales, a la Empresa Provincial de Energía (EPE). y otros
40 integraron la EMLyF (Empresa de Mantenimiento Luz y Fuerza), un
microemprendimiento, cobrando parcialmente sus indemnizaciones. Por otra parte, se
dictaron 42 cesantías (incluyendo las 40 de los agentes que formaron el emprendimiento
EMLyF; se jubilaron seis agentes y se encuentran en suspenso 15 agentes, sin goce de
haberes y con posible pase a la EPE, en condiciones desconocidas.

16 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
El horario actual de trabajo se amplió a ocho horas de lunes a viernes para
mantenimiento y administrativos; los turnos son de seis horas y diez agentes cumplen
dedicación funcional exclusiva, con horario de diez horas. Los talleres de mantenimiento
(taller mecánico, calderas, taller de máquinas, eléctrico, etc.) tienen sólo un supervisor,
pues se contratan todos los trabajos.

En cuanto a los salarios, se mantiene la vigencia del CCT 36/75; se lograron


compensaciones por la extensión de la jornada laboral y el personal de turno mantuvo las
asignaciones anteriores.

Hidronor S.A.

En Hidronor S.A. antes que se privatizara laboraban 2.200 agentes que tuvieron
distintos destinos de transferencia. Los retiros voluntarios que previamente se ejecutaron,
produjeron una gran reducción de este personal. De los 558 empleados que transfirió
Hidronor S.A. a Transener S.A. cuando se privatizó, quedan 115. La planta hoy se
conforma con 123, pues ocho fueron recientemente incorporados.

Esta situación difícil no se termina con lo económico, pues se verificó entre la


población afectada un gran aumento de divorcios, con la grave situación familiar que esto
plantea, y dos suicidios. Estos casos penosísimos, puntualmente se deben a que en uno de
los casos, la persona no resistió la presión luego de 27 meses de búsqueda infructuosa de
trabajo, y en el otro, similar, se produjo cuando pasado un año y medio de la privatización,
el agente no logró reinsertarse en el medio laboral.

Gráfico 4

558

115
8

Trabajadores Planta actual Incorporaciones


transferidos a
empresa privatizada

Central Térmica Alto Valle

Cuando el 22 de agosto de 1992 Agua y Energía Eléctrica transfirió los servicios, la


planta estaba conformada por 78 empleados. Al 30 de septiembre de 1999, quedan sólo 31,
aunque la potencia instalada se amplió en un 100 por ciento con la innegable carga para
quienes se quedaron que, además, sufren la enorme presión que significa la posibilidad
cierta de un despido o una invitación al «retiro voluntario». El total de bajas se debió a:
seis agentes jubilados, nueve retiros voluntarios, tres renuncias, y 29 despidos.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 17
Gráfico 5. Empleados del 22 de agosto de 1992

78

45 MW

Agentes Potencia instalada

Gráfico 6. Empleados al 30 de septiembre de 1999

95

31

Agentes Potencia instalada

La seccional involucrada realizó un seguimiento posterior del personal, arrojando una


situación actual laboral dispar, a juzgar por estos datos comprobados: de los 47 agentes
desvinculados, siete están desocupados a la fecha de este trabajo (17 de marzo de 2000);
diez están trabajando en relación de dependencia en diversos lugares; 12 trabajan de
manera autónoma; siete se acogieron a los beneficios de la jubilación, y de 11 de ellos no
pudo obtenerse datos ciertos.

Central Hidroeléctrica Cerros Colorados

De los 100 empleados transferidos el 11 de agosto de 1993 por Hidronor S.A., al


30 de septiembre de 1999 sólo prestan servicios 49, y sólo se incorporaron dos traductoras.

Gráfico 7. Despidos en Cerros Colorados

100

49

Transferidos el Planta actual Incorporaciones


11/8/93

18 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Gráfico 8. Cómo se llevó a cabo la reducción

Fallecido
Renuncia

Despido
Retiro
voluntario

El total de bajas está repartido en los siguientes motivos: un fallecido (caratulado


como accidente de trabajo), diez renuncias, 11 retiros voluntarios y 29 despidos. El
seguimiento realizado sobre el destino laboral de estas personas — no completo porque
muchos agentes, luego de retirados o despedidos perdieron contacto con esta asociación —
arroja el siguiente resultado: de los 50 involucrados — restando el agente fallecido —, al
17 de marzo de 2000, 26 se encuentran desocupados; 18 trabajan en relación de
dependencia; ocho trabajan de manera autónoma, y de uno de ellos no pudo obtenerse
datos ciertos.

Central Hidroeléctrica El Chocón

De 188 agentes transferidos a esta central y a su compensador, Arroyito, en la


actualidad laboran 60. La particularidad de esta central radica en que la empresa
implementó un sistema de telecomando que se opera desde la central El Chocón, distante a
30 kilómetros. Este sistema de comando y control por videos permite que una sola persona
cumpla las guardias por cada turno.

El problema está en que, en ciertas zonas de la central, como los sanitarios o zonas
neutras ubicadas entre cámaras de videos, quedan fuera del control y si la persona de
guardia llegara a tener un inconveniente de salud o de otra naturaleza, seguramente
demorarían horas en percatarse.

Del seguimiento realizado por la seccional Comahue, surgen, al 17 de marzo de 2000,


los siguientes datos: 11 agentes continúan sin ocupación; 31 laboran en situación de
dependencia; cuatro son autónomos; tres se han acogido a la jubilación, y de 79 no se
registran datos comprobables.

Gráfico 9

188

60

Agentes transferidos Planta actual

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 19
Conclusión

Luego de apreciar individualmente el estado de las plantas del personal


oportunamente transferido en esta zona (sólo queda sin datos el destino corrido por los
63 agentes transferidos en la central Alicurá), puede realizarse un cuadro demostrativo que
claramente indica el efecto casi catastrófico que tuvo tanto para esas personas como para
las empresas, la decisión de dar de baja a tantos agentes:

Cuadro 4. Cómo se vieron afectados los trabajadores por la privatización

Empresa Trabajadores
Transferidos Bajas Actuales % bajas
Central Térmica Alto Valle S.A. 78 47 31 60
Hidroeléctrica Cerros Colorados S.A. 100 53 47 53
Hidroeléctrica Chocón S.A. 188 128 60 68
Hidroeléctrica Alicurá S.A. 63 28 35 44
Transener S.A. 558 435 123 78
987 691 296

Cuadro 5. Situación actual de las bajas

Detalle Central Térmica Hidroeléctrica Cerros Hidroeléctrica Total


Alto Valle S.A. Colorados S.A. Chocón S.A.
Desocupados 7 26 11 44
En relación de dependencia 10 18 31 59
Autónomo 12 8 4 24
Jubilados 7 0 3 10
Otros/desconocidos 11 1 79 91
47 53 128

Transferencia de los servicios de Agua y Energía


Eléctrica a la provincia de Río Negro

AyEE contaba en Río Negro, con una dotación de personal de 880 agentes. Luego de
implementada la primera etapa de retiros voluntarios, transfirió los servicios a la provincia,
con 480 agentes (la empresa provincial era ERSE (Energía Río Negro Sociedad del
Estado), luego transformada en ERSA (Energía Río Negro Sociedad Anónima)).
Cumplidos los requisitos para proceder a su venta, la provincia transfiere los servicios a
EDERSA (Empresa de Energía Río Negro S.A., del Grupo Camuzzi) y a SAESA, donde
continúa la racionalización del personal, hasta llegar a la actualidad, donde se cuenta con
280 agentes en la planta permanente para atender toda la provincia.

20 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Gráfico 10

880

480

280

Agentes planta AyEE Agentes transferidos Planta actual EDERSA


ERSE/ERSA

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 21
3. Resultado de la privatización del servicio
de energía eléctrica en la República Argentina

Cómo se podía haber hecho

En marzo de 1992, el ex Ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación,


doctor Rodolfo Terragno, compartió un desayuno de trabajo con la mesa directiva de la
Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía, a propósito de fijar posiciones
sobre el tema de la privatización de los servicios, que en este área se haría realidad casi dos
años más tarde. Al respecto, el ex Ministro y economista de consulta permanente en el país
y el exterior, expresaba:

La privatización no es una fórmula mágica, pero es un recurso sobre el cual no


deberíamos tener prejuicios si se lo utilizara adecuadamente. Si se privatiza «de cualquier
manera» los efectos pueden ser dudosos, aun, contraproducentes. La falta de experiencia, el
dogmatismo y la frivolidad pueden llevar a una nueva frustración... El proceso de
privatización en Europa conlleva múltiples consideraciones. Gran Bretaña, que a partir del año
1980 ha privatizado teléfonos, gas, electricidad y agua, no se ha decidido aún por la
privatización de sus ferrocarriles y en el centro de Europa las privatizaciones han sido muy
limitadas; todavía la mayor parte de los servicios públicos están en manos del Estado, no
porque se considere que son servicios estratégicos que tienen que estar en manos del Estado,
sino porque es un proceso que implica múltiples cuidados.

Es muy importante preguntarse si el proceso de privatización finalmente se realizó


tomando en cuenta las experiencias extranjeras y cuidando las estrategias que eviten «una
nueva frustración», o, por el contrario, se pusieron fechas tope a las licitaciones, de manera
de que, bien o mal, para determinado día prefijado por necesidades políticas, una empresa
pasaba a manos privadas.

La respuesta es que, lamentablemente se realizó de esta última forma, perdiéndose en


el camino apresurado que se recorrió, gran parte de la idiosincrasia de las instituciones de
servicios públicos. En marzo de 1992, un editorial de la revista Potencia, órgano oficial de
la Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía (APJAE), titulado
Participación para el cambio, sostenía:

Con la promulgación de la ley núm. 24.065 ha quedado definida la caracterización de lo


que será el nuevo mercado eléctrico argentino y la privatización de las empresas nacionales
que al presente lo componen (...). Nos hallamos a partir de aquí y concretamente, en un
proceso de toma de conciencia de una realidad de cambio que aparece como resultante de una
nueva filosofía económica, inédita en el ámbito tradicional de la estructura eléctrica del país.
(...) Los ajustes en la estructura del empleo tienen invariablemente sus riesgos y costos;
incumbe a las empresas preverlos y determinarlos de antemano. Va de suyo, además, que el
costo de los ajustes será inversamente proporcional al grado de participación brindado. La
prevalencia de motivaciones sociales es ostensible en cualquier situación de cambio y
requiere, en consecuencia, la adopción de medidas consensuadas y bien explicitadas.

Respecto de los riesgos y de los costos que todo cambio trae consigo, es también
oportuno recordar la recomendación formulada en la 54.ª reunión de la Conferencia
Internacional del Trabajo cuando expresó:

Los empleadores, los trabajadores y sus organizaciones respectivas, deberían, en su


interés común, reconocer la importancia de mantener en la empresa un clima de comprensión
y de confianza mutuas, facilitado por la difusión e intercambio de informaciones tan
completas, objetivas y rápidas como sea posible, acerca de los diferentes aspectos de la vida
de la empresa y de las condiciones sociales de los trabajadores.

22 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
El prestigioso matutino La Nación editorializó sobre el tema de la privatización de las
empresas proveedoras del servicio eléctrico, el 4 de enero de 1992, en estos términos:

El Congreso Nacional aprobó la ley núm. 24.065 que completa, de acuerdo con lo
requerido por el Poder Ejecutivo, los instrumentos legales para la privatización de los
servicios eléctricos en el ámbito de la Nación — particularmente los de Segba, Agua y
Energía Eléctrica e Hidronor — así como de las redes eléctricas que los vinculan. (...) Las
empresas distribuidoras deberían estar habilitadas para establecer sus propias fuentes de
generación. Sería ésa la manera más eficiente de controlar los costos asumiendo la integridad
de las etapas del proceso productivo. Difícilmente esta desintegración de las empresas
eléctricas mejore la calidad de los servicios o produzca energía más barata, si sólo se piensa en
los costos de estructura que cada una de las empresas generadoras va a tener que soportar y en
el tamaño de las unidades, que será menor que el que hasta ahora se consideraba económico.

El «retiro voluntario» como pésima solución

En AyE se realizó, antes de la licitación formal, una «invitación al retiro voluntario»


para personal profesional, jerarquizado y de base. Ante la incertidumbre del destino final
de la empresa, muchos trabajadores optaron por acogerse a él, cobrando un número de
sueldos relacionado con su función y antigüedad, y facilitando, sin quererlo, la negociación
de las empresas a las que pertenecían.

Los «retiros voluntarios» sólo en el área de las empresas del estado fueron, hasta agosto
de 1993 — tiempo previo a la entrega de las empresas a sus nuevos propietarios —, 57.144,
los que, sumados a los 89.748 despidos habidos hasta la misma fecha, totaliza 146.892
reducciones de personal (fuente: Banco Social de Datos de la Fundación Sindical (Instituto
de Investigaciones y Altos Estudios) sobre base de UADE, INDEC, FIEL y CISI).

Gráfico 11. Bajas en empresas estatales

57.144 Retiro voluntario


hasta 1993
Despidos hasta
146.892
1993

89.748 Total

¿Qué sucedió desde entonces a la fecha?

Para comprender cabalmente la problemática debemos realizar una composición


virtual de la época y la situación: luego de varios años de mencionarse una futura
privatización de los servicios, sin especificar bien cómo se realizaría, un clima de
incertidumbre fue ganando a los trabajadores de AyE; muchos de ellos vieron en el retiro
voluntario una salida a sus preocupaciones, que no fue tal, pues dedicados durante años a
laborar en el área eléctrica, cuando sin preparación previa quisieron invertir en un negocio
la suma cobrada como indemnización, generalmente encontraron el fracaso.

En absoluto se pretende culpar a los nuevos prestatarios eléctricos de estos fracasos


privados, pero debe mencionarse que la reconversión laboral, cuando se crean desde el
gobierno las condiciones descriptas, es responsabilidad del Estado. Si se adoptaron

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 23
políticas privatizadoras, debió desarrollarse paralelamente una estrategia de reconversión
de los recursos humanos que quedarían comprendidos dentro de esa privatización, y no
dejarlos casi abandonados a su suerte, sabiendo que los nuevos prestatarios tendrían como
meta primera y urgente la recuperación de la inversión.

Desjerarquización de las tareas

Quienes permanecieron dentro de la institución pasaron a depender de empresas mucho


más pequeñas que la original estatal, en algunos casos producto de una asociación celebrada
específicamente para esta licitación, sin una historia en común anterior. Así se unieron
grupos locales con empresas de diversas banderas y modalidades operativas distintas.

Los recursos humanos fueron fuertemente impactados por varias causas: la necesidad
de hacer inmediatamente rentables los servicios derivó en la desjerarquización de los
mandos altos y medios de las empresas. Se provocó el despido del personal con muchos
años de experiencia y capacitación, poniendo en su lugar personal nuevo o sin jerarquía,
ahorrando así en jornales y cargas sociales, pero cortando la cadena de transmisión de
conocimientos que es, al fin, el verdadero capital de una empresa.

Ejemplo de esto es el fabuloso apagón que mantuvo a media capital federal a oscuras
durante más de diez días en 1999, dentro de la zona correspondiente a la empresa Edesur,
provocando una crisis que desnudó la realidad: nadie se hizo responsable de la ineficiencia en
la manipulación de los materiales, y nadie sabía cómo solucionar técnicamente el problema.

Resultado: miles de damnificados, clientes que perdieron sus mercaderías,


restaurantes que debieron cerrar sus puertas, escuelas que suspendieron sus clases,
hospitales generando electricidad con equipos de emergencia, bomberos repartiendo agua
casa por casa como en la época de la colonia, etc.

Vale aclarar que el capital accionario de Edesur está compuesto por un 20 por ciento
de Chilectra Metropolitana (Chile); 19,5 por ciento Enersis (Chile); 10 por ciento Endesa
(Chile); 8 por ciento PSI Energy (EEUU); 10 por ciento Entergy (EEUU); 22,5 por ciento
Pérez Companc (Argentina), y 10 por ciento TAICO (varios).

Gráfico 12. Capital accionario de Edesur

Perez
Endesa
Companc
10%
22%
Entergy
10%

PSI Energy
8%

TAICO Enersis
10% 20%

Chilectra

Testimonios

Desaparecida aquella mística de la empresa madre que abre picadas y establece hitos
en los confines del país, aunque no sean redituables; desaparecido el sentido de pertenencia
a una institución firme, con estructura y modalidades de trabajo conocidas y, sobre todo,
desaparecido el sentimiento de seguridad en el puesto laboral, las consecuencias fueron tan

24 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
lamentables como éstas (ejemplos escogidos entre varios, voluntariamente puestos a
disposición de los autores de este trabajo):

Mendoza, septiembre de 1999


Luego de 38 años de pertenencia a Agua y Energía Eléctrica, me vi. en la terrible
disyuntiva de tener que aceptar un retiro voluntario (para nada «voluntario», pues me sentía
coaccionado diariamente para aceptarlo), o mantener una lucha constante en defensa de mi
fuente de trabajo. El acoso me destruyó anímicamente, hasta el punto de que me sentía un ser
inútil para cumplir con mi trabajo. Las alternativas de todo ese tiempo son tan lamentables que
rememorarlas me estremece. Yo había trabajado siempre con honestidad, pensando en
jubilarme con todo el honor cuando el momento llegara. Finalmente mi salud, deteriorada por
tanto estrés pudo más, y acepté el retiro «voluntario».
Hoy, con 58 años de edad, con suficientes años trabajados pero sin la edad mínima de 65
estipulada por ley, no puedo jubilarme, pero tampoco logro reinsertarme, pues el mercado de
la electricidad está totalmente polarizado. Mi capacitación, lo que aprendí a hacer durante casi
cuatro décadas, nadie lo aprovecha. Mantengo a mi familia con trabajos ocasionales, habiendo
resignado hasta el sistema de salud que nos protegía. Fui una persona que trabajó para lograr
un puesto jerarquizado, que lo consiguió en base al propio esfuerzo, y que lo perdió por una
reconversión del mercado que no sólo no comprendo sino que a mí, como a muchos de mis
compañeros, nos está matando en vida. Alberto M.

El caso planteado por el licenciado Néstor Talento, psicólogo consultado por una
paciente mujer, de 56 años de edad, ex empleada de una empresa de electricidad
privatizada, es igualmente testimonial:

Buenos Aires, julio de 1999.


Por pedido de la interesada se le extiende el presente informe psicológico para ser
incluido dentro de la documentación exigible para la tramitación jubilatoria. La paciente se
encuentra en atención psicológica permanente con una frecuencia de dos horas semanales
desde hace más de dos años. Consulta por el agravamiento de una serie de comportamientos
en su ámbito de trabajo, que están alterando sustancialmente la calidad de su desempeño, los
cuales ponen en riesgo su permanencia en el empleo... La señorita tuvo por más de 20 años,
estabilidad laboral en una única empresa, la cual perdió por razones extrapersonales (cierre de
la organización), dando origen a la desestabilización de su personalidad. La paciente había
entregado sus capacidades intelectuales y afectivas al servicio de un eficiente desempeño
laboral y había depositado en el mismo carencias básicas y necesidades no satisfechas...
La breve crisis sufrida ante la pérdida de su trabajo se ve pronta y parcialmente
compensada con una nueva inserción laboral; sin embargo este cambio es el que desencadena
los agudos trastornos posteriores. Las modalidades de funcionamiento de la nueva empresa,
las transformaciones aceleradas que la misma está teniendo, el despliegue de políticas
altamente competitivas y las exigencias también competitivas en relación al desempeño de sus
empleados, resultan imposibles de procesar por la paciente, que siente la pérdida de
sustentación psicológica, la mutilación de sus lazos afectivos institucionales y el encierro en
los intercambios emocionales...

El doctor Rubén Sánchez Aiech, médico clínico de la zona del Comahue, en el sur
argentino, en un informe presentado con motivo de los problemas de salud que observa en
sus pacientes, derivados de la falta de trabajo, dice:

El programa de las privatizaciones de las empresas públicas destruyó grupos de personas


que durante años habían estado trabajando en una empresa, trabajo para el cual se habían
preparado en las universidades o como técnicos y mano de obra calificada.
A la mayoría de estas personas se las indemnizó sin prepararlos antes para su reinserción
laboral ni orientarlos hacia una manera inteligente y productiva de invertir el dinero percibido.
Mayormente lo emplearon en microemprendimientos como kioscos, taxis, ventas
domiciliarias, actividades que no conocían y que les provocaron, a corto plazo quebranto
económico y depresiones severas. Estas depresiones alcanzaron altos niveles y repercutieron
seriamente en el seno familiar.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 25
Un dirigente de la seccional San Rafael, en la zona cuyana, envió a la APJAE la
siguiente carta, con fecha 25 de febrero de 2000:

Como todos los afiliados de esta asociación saben, mi compañero Carlos Alberto Stocco se
desempeñaba, en la última etapa de Agua y Energía Eléctrica, en el sector Transmisión, trabajo
que realizaba con gran eficacia, ascendiendo a la categoría 15, con dedicación funcional
exclusiva. Paralelamente, ocupaba la Presidencia de la seccional San Rafael de la APJAE. Al
producirse las privatizaciones, el sector Transmisión fue concesionado y transferido a la empresa
de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución Troncal de Cuyo S.A., Districuyo S.A. En la
nueva empresa se intenta que el señor Stocco y otro compañero y afiliado a la asociación, el
señor Alberto Sardi, renuncien a la entidad gremial «porque no querían gremialistas», aunque les
notificaron que sí pretendían hacer un «gremialismo interno».
Les prometían a cambio aumentos de categoría y, por ende, de remuneraciones, o, en su
defecto, el despido cuando fuera posible concretarlo. Es así que los nombrados, ante la
oportunidad de un aumento en sus remuneraciones y con el propósito de mantener su fuente
laboral, renuncian a sus funciones gremiales. Al año de haberlo hecho, y cumplido el tiempo de
protección establecido por el fuero gremial, ambos son despedidos sin trámites ni explicaciones.
Ante la situación, ambos ex agentes forman, junto a sus compañeros en similar situación,
una empresa de servicios que, aunque podía alimentarlos, en absoluto rendía los frutos
necesarios para mantener decorosamente a sus familias. Tal diferencia la compensaron
cargándose con otras actividades, con las que lograron buenos rendimientos, pero todo no
pasaba, evidentemente, por el factor económico. La pérdida de lo que, según sus palabras, era
su «verdadera fuente de trabajo», le acarreó un problema anímico que se tradujo en una
profunda depresión y después de un prolongado tratamiento sin resultados, en su suicidio.

Qué cosas se perdieron inexorablemente

A veces los países deben tomar medidas extremas que son combatidas, o al menos,
resistidas por la población. Pero los pueblos han demostrado a través de la historia de la
humanidad que son dueños de la sabiduría y la templanza necesarias para soportar crisis y
ajustes, cuando éstos están destinados a forjar un futuro mejor para todos.

Por eso, cuando las privatizaciones se fueron haciendo realidad, el trabajador


argentino abrió un crédito a los beneficios que estas medidas «modernizadoras» podrían
traer aparejadas para su país, para la empresa en que trabajaba, y para él mismo. Ese
trabajador pensó en mejores condiciones de trabajo, en capacitación acorde a la función, en
equipamiento de seguridad, en mejores condiciones laborales, en salarios acordes a la
capacidad... Nada o muy poco de esto sucedió y junto a la oportunidad, se perdió la
confianza que los planteles de trabajadores tuvieron en el proceso.

Se perdió la mística empresaria; se perdió la transmisión de conocimientos que


voluntaria y experimentadamente, una camada de trabajadores pasaba a la siguiente; se
perdió la vocación de sacrificio que permitió que se realizaran obras importantísimas con
el mínimo de recursos. Se perdió, inexorablemente, la confianza que trabajadores y clientes
tuvieron durante muchos años en la solidez de un sistema.

Qué se está a tiempo de rectificar

A medida que el tiempo pasa, menos son las oportunidades que tenemos de desandar
caminos. Pero existen signos de que algunos empresarios han comenzado a comprender que
jamás podrán ser totalmente dueños de una compañía, así hayan pagado por ella y los contratos lo
afirmen, si los trabajadores no se identifican con su filosofía, y sólo «prestan servicios» en ella.

El reconocimiento a las jerarquías ganadas, el respeto por los pactos preexistentes y la


honestidad en el cumplimiento de los nuevos acuerdos, el trato hacia un trabajador no como

26 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
«recurso humano» sino como persona, son las cosas que se está a tiempo de rectificar y que
harán cambiar totalmente el actual panorama laboral en el área eléctrica argentina.

Cuadro 6. Información sobre la privatización de los servicios eléctricos

Compañías privatizadas Ubicación geográfica Agentes antes de Fecha de toma


privatización de posesión

Alto Valle Neuquén 119 25 ago 1992


Güemes Salta 223 30 sep. 1992
Sorrento Santa Fe 243 02 feb. 1993
San Nicolás Buenos Aires 598 08 may. 1993
Central Térmica Mendoza Mendoza 01 nov. 1994
(Luján de Cuyo - Cruz de Piedra) 266
Centrales Térmicas Patagónicas Chubut, Santa Cruz 158 04 dic. 1993
Centrales Térmicas Noroeste Tucumán, Salta, Jujuy, 21 may. 1993
Sgo. del Estero 702
Centrales Térmicas Noreste Formosa, Corrientes 217 20 may. 1993
Centrales Térmicas Litoral Santa Fe, Entre Ríos 17 abr. 1994
(Sta. Fe Oeste, Calchines, Paraná) 125
H.T. San Juan (Ullum Sarmiento) San Juan 57 18 mar. 1996
Florentino Ameghino Chubut 26 01 nov. 1994
Diamante (Agua del Toro, El Tigre Mendoza 19 oct. 1994
Los Reyunos) 61
Río Juramento (Cabra Corral, Salta 36 01 dic. 1995
El Tunal)
Tucumán Tucumán 82 02 jul. 1996
Río Hondo (Río Hondo, Los Quiroga) Santiago del Estero 27 29 dic. 1994
Río Grande Córdoba 67 31 mar. 1996
Futaleufú Chubut 48 15 jun. 1995
Transnoa S.A. Distribución Troncal NOA 341 26 ene. 1994
Transpa S.A. Distribución Troncal 15 jun. 1994
Patagonia 157
Transnea S.A. Distribución Troncal NEA 146 10 nov. 1994
Distrocuyo S.A. Distribución Troncal 16 ene. 1995
Cuyo 202
Gener. Aislada Santiago del Estero 399 31 dic. 1994
Gener. Aislada Formosa, Corrientes 302 31 ene. 1995
Los Nihuiles Mendoza 87 30 abr. 1994
Transener S.A. – 588 16 jul. 1993
Laboratorio Central – 6 28 mar. 1994
Evarsa Neuquén/Río Negro 97 31 ago. 1993
Emasa Neuquén/Río Negro 28 31 ago. 1993
Proinsa Buenos Aires 57 31 ago. 1993
Tranelsa Corrientes/Chaco 16 07 may. 1993
Idese Mendoza 4 1994
Talleres Mendoza Mendoza 37 03 oct. 1994

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 27
Cuadro 7. Transferencia de servicios de riego (*)

Compañías privatizadas Cantidad de agentes Toma de posesión


Provincia de Catamarca 8 1992
Provincia de Chubut 24 1994
Provincia de Río Negro 220 1993
Provincia de La Rioja 64 1993
Provincia de Santiago del Estero 89 1993
Provincia de San Juan 32 1994
Provincia de Santa Fe (EPE) 249 1994
Provincia de Mendoza (EMSE) 23 1994
Provincia de Río Negro (ERSE) 45 1994
Provincia de La Rioja (EPELAR) 130 1993
Provincia de Tucumán (EDET) 466 1993
(*) Aunque el presente trabajo se refiere exclusivamente al «personal que se vio afectado por las privatizaciones efectivizadas en
el área de la energía eléctrica», es importante aclarar que Agua y Energía Eléctrica, la mayor prestadora argentina de este
servicio hasta su privatización, era también la empresa suministradora y administradora de los servicios de riego en zonas
rurales. Dada la importancia vital del agua en áreas de producción agrícola y ganadera, se incluye también en este informe el
detalle de los servicios transferidos.

Cuadro 8. El dinero de las privatizaciones (en millones de dólares de los Estados Unidos)

Empresas/servicios 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Total
Ingresos de efectivo 702 1.091 3.182 4.566 732 1 171 375 22 96 6.542 18.479
Pasivos transferidos 0 0 2.294 292 0 0 0 0 0 0 2.586
Títulos de deuda 6.742 13 4.675 2.202 79 0 0 0 0 0 13.711
ENTEL 224 830 1.227 500
Aerolíneas 260
Sector eléctrico 628 656
Gas 658
YPF 172 258 516 3.900 2.862
Petroquímica 46 8
Siderurgia 143
Otros 3 2 10 300
Sector eléctrico 1.184 292
Gas 1.110
ENTEL 5.000
Aerolíneas 1.610
Sector eléctrico 1.587 931
Gas 2.999
YPF 1.271 2.880
Petroquímica 131 1
Siderurgia 30
Otros 13 58
Ingresos totales 7.443 1.104 10.151 7.060 6.542 67.876

28 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Un proceso que cambió el país
Casi nada quedó sin privatizar o entregar en concesión a capitales privados. En tiempo récord se
vendieron «las joyas de la abuela»: hoteles, buques petroleros, fábricas militares, energía, siderúrgicas,
teléfonos, ferrocarriles, subtes, rutas. Se recogieron más de 35.000 millones de dólares de los Estados Unidos,
sin contar los ingresos por los cánones de activos concesionados, como es el caso de las rutas con peaje.
Cuando en 1989 Carlos Menem asumió el gobierno, el Estado era el principal empresario. Y esos activos
y empresas se privatizaron con el argumento de que eran deficitarios, que su venta ayudaba a achicar el
endeudamiento público y a financiar los nuevos emprendimientos del Estado, que se concentrarían en la
justicia, la educación, la seguridad y la salud.
Al momento de la privatización, esas empresas estaban desactualizadas tecnológicamente. Y la mayoría,
con tarifas determinadas políticamente, no respondían a la realidad de los costos.
Con el ingreso de los sectores privados, que en muchos casos adquirieron esas empresas a valores
bajos, se liberaron los precios, hubo fuertes racionalizaciones de personal e inversiones en tecnología que
permitieron a sus nuevos dueños obtener sustanciales ganancias. Para neutralizar la oposición sindical, las
privatizaciones se realizaron con la entrega de acciones a los trabajadores que, en muchos casos, fueron
vendidas a los pocos años (...)
Además, la desaparición de las empresas públicas no puso fin al desequilibrio fiscal, del mismo modo
que las privatizaciones no achicaron el endeudamiento público, pues la actual administración (período
1995-1999) concluye con un déficit fiscal de 6.000 millones de dólares de los Estados Unidos y un
endeudamiento público de 120.000 millones de dólares de los Estados Unidos, el doble del que existía en
1989.

Fuente: Clarín.

Otra indeseada consecuencia

Muchos estudiantes avanzados de diversas carreras tenían, en las grandes empresas


eléctricas argentinas, un lugar donde comenzar a formarse profesionalmente, trabajando y
cobrando un sueldo acorde a su nivel, que se equiparaba cuando el estudiante obtenía su
título universitario. Esta modalidad, como es fácil deducir, desapareció con la
privatización.

Los estudiantes de carreras con especialidades relacionadas con el agua y la energía


sufren hoy el drama de la desocupación, y pueden avizorar lo que, de no instrumentarse
rápidas medidas de reforma, será su futuro profesional.

El Congreso de la Nación aprobó en octubre de 1999 la ley núm. 25.165 referida a un


nuevo régimen de pasantías para los estudiantes terciarios y universitarios que trata de
alivianar en algo esta situación creando un marco legal para esta figura que se viene
utilizando desde hace algún tiempo. Por medio de convenios entre las empresas y las casas
de estudios, el pasante percibe un viático, los gastos escolares y los beneficios generales de
la empresa donde realiza la pasantía, como el comedor y el transporte. Dispone también de
cobertura de seguros y atención médica de urgencia.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 29
TASA DE DESOCUPACION

TASA DE DESOCUPACION
Los desocupado s p or edad y nivel
educativo.
Tramo s d e edad
De 15 a 19 De 20 a 24
33.5% 22.0%

65 y más De 25 a 29
10.9% 13.4%
De 45 a 64 De 30 a 44
11.1% 9.1%

Fuente: INDEC

Reconversión Laboral

El cuadro anterior demuestra la realidad con una crudeza que no sospecha encontrar
quien conoce la existencia del Programa Nacional de Pasantías para la Reconversión
Laboral (Pro NAPAS), creado en el año 1994. Se trata de un sistema excepcional por el
cual el empleado público dejado prescindible se capacita dentro de una empresa privada,
adecuando sus conocimientos a los requerimientos del mercado laboral. El régimen dura
entre uno y tres meses, con la posibilidad de extenderse por tres meses más, durante los
cuales el interesado percibe del Estado un máximo de 200 pesos por mes, y trabaja seis
horas diarias.

Ante la gravedad del problema creado por la masiva privatización sufrida por la
mayoría de las empresas que se encontraban en manos del Estado nacional, este régimen
ha resultado del todo insuficiente, provocando, sólo entre los estudiantes, a fines de 1999,
la situación que muestra el siguiente gráfico:

30 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Los estudiantes y el desempleo

LOS ESTUDIANTES CARACTERISTICAS DE LA ENCUESTA


Casos 92
Y EL DESEMPLEO Tipo de encuesta Cualitativa
Resultados de una encuesta Forma de trabajo Grupo encuestado y grupo de control
realizada por la UBA. Rango de edad Entre 20 y 25 años
Pertenece a clase media Vive con la familia Recursos que les Trabajos anteriores
71% 90% proveen sus padres Secretaria, Recepcionista,
vendedor o
71% telemarketing
cadete, insp. DGI,
supl. docente o
21% encargado de
restaurante
EPILOGO 7%

Formación Conocimientos aparte de los estudios universitarios


LAS y
Dominan inglés
COSAS QUE
computación 6% Operador de tel., empleado de
bar, baby sister, pasantías,
guardias inmobiliarias, distribuidor
Conocimientos básicos de revistas o encuestador
de inglés y computación 78% 72%

Sólo estudios
universitarios
16%

Fuente: INDEC.

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 31
Mapa de la República Argentina

32 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Identificación de zonas
Identificación
Mapa de las centrales y redes eléctricas en la Repúblicade
de Zonas
Argentina
Mapeo de las Centrales y Redes Eléctricas en la República Argentina

Bolivia
Paraguay

Paraguay
Jujuy
San Salvador de Jujuy

24°
Salta Formosa
Brazil
B
Chaco Asunción
Salta
Tucuman Formosa
San Miguel de Tucumán
Santiago Del Estero Misiones
Catamarca Parani
Resistencia
Corrientes Posadas
Catamarca Santiago del Estero
Santa Fe Corrientes
La Rioja
La Rioja

D
Laguna Mar Chiquita

San Juan Entre Ríos


Santa Fe
San Juan Córdoba

C
Paraná
Córdoba
San Luis
Mendoza Uruguay
Buenos Aires
San Luis
Mendoza
Chile La Plata Montevideo
Buenos Aires
36° La Pampa Santa Rosa

Neuquén

Neuquén
Pacific Ocean
A Río Negro

Viedma

Atlantic Ocean
Rawson

Chubut

Santa Cruz

48°

Río Gallegos

Falkland Islands (U. K.) (Las Malvinas- claimed by Argentina)


Tierra Del Fuego

Ushuaia

72° 60° 48°

I992 MAGELLAN GeographixSMSanta Barbara, CA (800) 929-4627

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 33
Mapa
Mapeode las
decentrales y redes eléctricas
las Centrales y Redes enEléctricas
la República de
enArgentina
la República Argentina

B
34 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Mapa de las centrales y redes eléctricas en la República de Argentina

H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc 35
Mapa de las centrales y redes eléctricas en la República de Argentina

36 H:\Word\Spanish\Working Papers\2006\Final\2006-01-0306-1.doc
Epílogo

Las cosas que quedan

Como en todo proceso de cambio en las privatizaciones de las empresas argentinas


hubo capítulos favorables a la gente y otros que no lo fueron. Tratando de ubicarnos lo más
equidistantes para poder observar los hechos con ojos justos, debemos partir de que el
proceso privatizador, que partió del gobierno, contempló al hombre e intentó custodiar sus
intereses más allá de la posesión práctica de las empresas. No lo logró evidentemente, pero
no sería noble desconocer algunos aspectos dedicados a los trabajadores.

En un comienzo, los pliegos de bases y condiciones de los llamados a licitación para


la venta de las empresas, incluyeron el capítulo de recursos humanos, detallando nombre
por nombre, quiénes, cuántos y en qué categorías, revistaban en las empresas a privatizar y
serían transferidos con los servicios. No se presentaron las plantas permanentes de las
empresas como masas informes y desconocidas, sino que se las presentó como parte
importante de la privatización. La aprobación de un mecanismo de reconversión laboral
por el cual las personas dadas de baja de las empresas estatales privatizadas podían
incorporarse por un período de entre uno a tres meses en empresas privadas para
capacitarse, es otra demostración de esta vocación de solucionar el problema. Los entes
creados para controlar las nuevas compañías también fueron un intento serio de no dejarlas
libradas a su libre albedrío.

Las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), compañías dedicadas — en principio —


a dar seguridades a los trabajadores controlando que les sean provistos los equipos y
respetadas las condiciones laborales que no pongan en riesgo su integridad física, son
igualmente la demostración de esta intención de dar respuesta a la problemática del trabajo
en el país.

Pero resulta evidente que la legislación como letra muerta, sin el acompañamiento de
una verdadera decisión política de hacer valer esas normas legales, no se alcanza ningún
beneficio. De poco valen las normas que permiten la capacitación de un agente, si su
reinserción en el campo laboral nunca será posible debido al alto índice de desempleo
existente; de nada sirve elaborar un pliego de bases y condiciones con todo el detalle de los
planteles que se transferirán si nunca se ejercerá control sobre las empresas para verificar
que esos planteles no hayan sido diezmados. Los entes de control, como organismos
burocráticos que esperan denuncias para actuar, tampoco son eficientes.

La muestra, clara y contundente, fue el gran apagón protagonizado en 1999 por la


empresa Edesur. Sólo después de que miles de usuarios de la capital federal estuvieron sin
energía eléctrica por diez días o más, con las gravísimas consecuencias sociales y
económicas que esto significa, los entes de control comenzaron a andar los caminos para
los cuales fueron creados, exigiendo de las empresas la inversión a que se habían
comprometido, la capacitación de su personal y el debido respeto por los usuarios. Pero
para entonces un gran daño había sido provocado.

Es verdad que el poder de reacción tanto de los sindicatos como de los empleados
instados a retirarse «voluntariamente», y de los propios usuarios, fue lenta, tal vez
desorganizada y con tendencia a «dejar hacer» apostando a que todo se solucionaría con el
tiempo. Tal vez esta postura con un fuerte ingrediente de inmadurez provoque con el correr
de los años un mea culpa por no haber previsto lo que podía suceder. Es cierto. También
lo es que no había antecedentes en el mundo de un proceso como el que vivió la
Argentina y todos fuimos aprendiendo a medida que los acontecimientos se
precipitaban. El destino corrido por las personas que perdieron su trabajo debido al
proceso de privatización ha sido, en muchos casos, trágico. En otros, se redujo a un

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lamentable retroceso económico y social, debiendo vivir de trabajos esporádicos y mal
pagos donde no se valoran las habilidades adquiridas durante los años pasados en las
empresas de energía. Pocos fueron los que pudieron emplear el dinero cobrado como
indemnización para planificar su futuro y el de sus familias, debido a que estas sumas se
pagaron en cuotas. En un país con uno de los índices más grandes de desocupación y en
aquél momento, de hiperinflación del mundo, una indemnización percibida en cuotas
sólo puede ser empleada con destino alimenticio, como sucedió.

En los casos en los que los trabajadores se mantuvieron en contacto con sus
asociaciones sindicales, obtuvieron asesoramiento y capacitación para rehacer su vida
laboral, protección de su salud — como hemos visto, a menudo deteriorada por la inédita
situación que les tocó vivir —, y orientación legal para afrontar el problema. Exactamente,
la APJAE concretó una pequeña empresa de tarjetas magnetizadas con la que intentó — y
en algunos casos pudo hacerlo — brindar una salida laboral a algunos de los afiliados más
necesitados. ACSO, tal el nombre de la empresa, significó un gran esfuerzo adicional a los
directivos de la asociación, pero en su momento sirvió a los fines para los cuales fue
creada. Pero en otros momentos, lamentablemente la mayoría, los trabajadores se sintieron
injustamente tratados y resolvieron apartarse de todo lo que podía relacionarse con su
trabajo anterior. Decidieron continuar solos, emprender otros caminos y, aunque no haya
sido la mejor idea, debemos respetar estas decisiones.

Ahora, primer cuatrimestre de 2000, las empresas eléctricas están siendo presionadas
por el gobierno para que otorguen a sus clientes una rebaja en sus tarifas, especialmente
luego de conocidos sus altamente positivos balances. Tal vez, el beneficio más importante
que los usuarios reciban por esta solicitud, sea una baja en las tarifas mayoristas de
electricidad de aproximadamente un 10 por ciento, cifra que se reflejaría en un 3 por ciento
menos para los consumidores finales. El anuncio de la rebaja explica que esto es posible
gracias a «un buen manejo del sector». Quizás así sea, y como todo beneficio para la gente,
será bienvenido. Sólo resta preguntarse si el costo que cada argentino pagó para gozar de él
no es demasiado alto.

Finalmente, a todo lo expuesto se suma la realidad cambiante argentina, que no


permite hacer pronósticos a largo plazo, pero sí un diagnóstico cierto de la actualidad. En
el mes de diciembre de 1999 el gobierno que llevó adelante los programas de privatización
en las empresas del Estado dejó su lugar a otro gobierno, de otro partido político. Este
último anuncia la revisión de todo lo actuado, entre sus primeras medidas. Estaríamos muy
conformes que esto se hiciera con la intención de detectar los problemas humanos
provocados por despidos, retiros, y otros, y se intentara subsanarlos. Pero no, se estudiará
lo hecho en busca de enriquecimientos ilícitos y actos de corrupción, y está bien que así
sea, si es que tienen la sospecha de que existieron; pero nadie se ha referido al hombre, al
trabajador y su circunstancia, como si no existiera, como si en esto todo se hubiera hecho
correctamente.

La reforma laboral impulsada por el nuevo gobierno, es un nuevo golpe que los
trabajadores deben absorber. La precarización del trabajo impulsada por este documento
sepultará las esperanzas de recomposición de cientos de compañeros que aún no han
logrado retomar un ritmo de trabajo constante y previsible en sus resultados económicos.
Finalmente, todo se coronó, en el mes de febrero de 2000, con la aprobación de lo que el
pueblo llama «impuestazo», debido a que la suba de los impuestos existentes y la creación
de otros nuevos, abarca a toda la clase trabajadora argentina ya desde hace mucho tiempo
imposibilitada de cumplir en tiempo y forma con los gravámenes altísimos que siempre la
agobiaron.

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Por todo lo expuesto, los miembros de la Comisión Directiva Central de la
Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía no podemos, aunque lo
quisiéramos con todas las fuerza de nuestro corazón decir, en abril de 2000, que
vemos luces de progreso, de bienestar y de esperanza para nuestros compañeros de la
rama eléctrica, ni tampoco para el resto de los trabajadores argentinos. Tal vez no
sea así y los procesos encaminados se conviertan por obra de Dios Nuestro Señor en
positivos. Si algo más podemos hacer de nuestra parte para que así sea, esta
asociación lo hará. Mientras tanto, continuaremos luchando, trabajando y esperando
que el hombre pase a ser, de su condición de variable de ajuste, el primer y más noble
integrante de toda fuente de trabajo.

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