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DISCURSO PERSUASIVO

El discurso persuasivo se utiliza para influir en las actitudes, las creencias, las opiniones o la conducta de los oyentes. El
orador debe considerar las necesidades reales del público al que se dirige y no apartarse de la ética. Veamos algunas
recomendaciones para este tipo de mensajes.
En el siguiente comercial de televisión podemos verificar la secuencia motivadora en cinco pasos:

Aparece una mujer bonita (atención), su esposo sale con una cámara fotográfica en la mano, intenta fotografiarla, pero
frunce la frente porque ve unas pequeñas arrugas (necesidad). Luego aparece la crema X que suaviza la piel (satisfacción
de la necesidad). La mujer se aplica la crema X... nuevamente aparece el esposo tocándole el rostro suavemente
(visualización). Finalmente, el mensaje: ¡Compre Crema X! (acción).
Los discursos persuasivos se utilizan para convencer al público de adoptar un punto de vista en particular. Este tipo de
discurso incluye hechos para respaldar una opinión. La información vertida en los discursos persuasivos debe ser
investigada y los mismos deben incluir referencias. La persona que da un discurso disuasivo debe elegir una opinión y
sostenerla a lo largo del mismo.

Propósito general

Sabemos que debemos votar, pero ¿cuántos votamos? Sabemos que debemos nutrirnos bien, pero ¿cuántos nos
conformamos con las papitas y churritos que se pueden adquirir rápida y fácilmente en los supermercados? ¿Cuántos nos
esforzamos por buscar alimentos más balanceados y nutritivos? Creemos como cristianos que debemos usar la palabra
para hablar bien de nuestro prójimo, pero ¿cuántos la usamos para criticarlo?

La flojera, la decidía y la debilidad humana son causas por las que no hacemos lo que creemos. Requiere energía,
paciencia, disciplina, orden y pensamiento para poner en práctica nuestras creencias. Es más fácil no actuar, no movernos,
no gastar energía, no invertir en mejorar nosotros mismos y nuestro entorno. El buen orador puede hacer recordar a las
personas sus valores, sus creencias, y moverlas hacia la acción para realizarlas. Es el buen orador, con su discurso para
motivar, el que puede mover a su público de la inacción a la acción, a poner en práctica lo que realmente cree que debe
hacer. El buen hombre, el líder que sabe hablar bien, provee la chispa que necesita el público para despertarse de su
inercia y…
Propósito específico

Cuando el orador quiere que su público inicie alguna acción, empleará un discurso para motivar a la acción. En este
discurso se trata de mover a un público predispuesto a que tome tal acción. Es decir, la posibilidad de lograr una acción
por parte del público requiere primero que éste tenga actitudes favorables hacia la recomendación. Si el persuasor
determina que su público no conoce el tema, que tiene actitudes ligeramente negativas, ligeramente positivas, o neutras,
sabrá que antes de poder motivar a este público a que tome alguna acción tendrá que hacer el esfuerzo persuasivo de
convicción para cambiar sus actitudes.

Por otro lado, cuando el persuasor juzga que su público tiene actitudes favorables o muy favorables hacia la
recomendación, sabrá que éste se encuentra en una posición de actitud apropiada para motivarlo a la acción. El propósito
específico del discurso para motivar, expresado desde el punto de vista del público, generalmente expresa un verbo de
acción. El propósito específico para motivar a la acción se expresa con un verbo de acción, como por ejemplo: sonreír,
caminar, usar bicicleta, comer naranja, usar antibióticos, etcétera.

También para este tipo de discurso se puede redactar el propósito específico desde el punto de vista del público con el uso
del verbo “ser” en el modo imperativo y con modificadores que expresan los valores del público, de esta manera se estará
solicitando un cambio de actitud en el público. Observamos el ejemplo:

Propósito general: Persuadir: (motivara la acción)


Propósito específico:Lo que quiero lograr del público: Que el público sonría
Cómo pienso lograrlo: Motivando a que sonría
Estos mismos pasos hay que seguir en la elaboración y presentación de un discurso de persuasión:

1.- Llamar la atención: el orador utiliza comenta algo o realiza algún gesto para atraer la atención del público.

2.- Presentar la necesidad: señala el problema que necesita una solución o la necesidad que requiere una satisfacción.

3.- Mostrar la satisfacción: propone una solución o alternativa.

4.- Presentar la visualización: plantea los posibles resultados o efectos si el público sigue su recomendación.

5.- Exhortar a la acción: el orador pide la aprobación y ejecución de sus ideas.

Estándares éticos del discurso persuasivo

1.- Evitar la evidencia falsa: el orador debe ofrecer al público una información completa y verídica sobre el tema que
trata. Si es posible, tiene que mostrar las evidencias relevantes. Los datos distorsionados e irrelevantes restan credibilidad
al mensaje.

2.- Apoyar el mensaje con argumentos: las pruebas, los testimonios, las estadísticas, los razonamientos... son factores
que refuerzan una opinión. Hay que evitar las generalizaciones porque conducen a malentendidos.

3.- No presumir de “ experto” : presentarse como conocedor de un tema cuando no se tiene la suficiente capacidad para
manejarlo es un error que pocas veces el público perdona. La falsedad, la mentira y la deshonestidad constituyen una falta
de ética que resta prestigio y aceptación al orador. Aun cuando se sabe mucho, hay que cuidar de no resultar cargoso para
el auditorio.

4.- Apelar a las emociones sólo cuando es necesario: frecuentemente, el orador recurre a las emociones para motivar a
las personas; sin embargo, abusar de este recurso sin basarnos en hechos, puede cansar a los oyentes y hacer que se
sientan defraudados.

5.- Mencionar los efectos negativos de las recomendaciones: no hay que omitir o distorsionar las desventajas de las
ideas presentadas en el discurso. Aunque los beneficios fuesen mayores que los efectos negativos, no hay que ocultar
éstos precisamente para demostrar que las ventajas sobrepasan a los inconvenientes.

6.- No polarizar los asuntos: los asuntos que presentan solamente dos opciones tienden a crear tensiones. Frases como
“ si lo haces, eres capaz, y si no, no tienes aptitud” , “ la vida o la muerte” son expresiones que el orador debe procurar
que no aparezcan en su discurso. Lo más importante es especificar qué se pretende, cómo, por qué y para qué.

7.- Estar convencidos: esta es la regla fundamental para convencer: estar seguros de lo que recomendamos. Además,
sugerir algo que dudamos es ser deshonesto.

Afianzamos lo que aprendimos

1.- ¿Cuál es el objetivo del discurso persuasivo?

2.- Cita:

- Las fases para motivar al público:


- Los estándares éticos del discurso persuasi

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