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¿Cuál es la diferencia entre una tarjeta

de débito y una de crédito?


Las tarjetas de débito son un medio de pago otorgado al abrir una cuenta de
depósito y tiene por finalidad facilitar al titular de la cuenta, la realización
de operaciones de compra de bienes, pago de servicios en establecimientos
afiliados y retiro de efectivo. Cada monto de lo adquirido es cobrado
(debitado) directamente del balance de la cuenta vinculada a la tarjeta(no
hay deuda).

Las tarjetas de crédito sin embargo incurren en deuda, ya que el titular del
mismo accede a una línea de crédito por un plazo determinado con la
finalidad de adquirir y hacer pago de bienes y servicios y en caso de
solicitarlo,hacer uso del servicio de disposición de efectivo u otros servicios
conexos. Esto genera una deuda que el usuario tiene que pagar luego
considerando el importe de lo gastado mas cargos adicionales según
pactado en el contrato firmado previamente.
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Comprender las diferencias entre distintas tarjetas de


crédito
Cuando esté por elegir una tarjeta de crédito se encontrará con varias
opciones. Algunas tarjetas serán más apropiadas para usted como consumidor.
Compare los distintos tipos de tarjetas y analice los contratos antes de
firmarlos.

Distintos tipos de tarjetas de crédito para el consumidor


Tarjetas de crédito estándar – Son las más comunes. La tasa de interés y el límite de
crédito son fijos. Cuando el saldo es renovable, el usuario debe pagar un monto mínimo
cada ciclo de facturación e intereses sobre ese saldo. También se pueden hacer pagos
parciales o cancelar la deuda por completo. Algunas tarjetas cobran un cargo anual.
Tarjetas de cargos – En general, las emiten las tiendas o los negocios individuales. Al
igual que otros tipos de tarjetas de crédito, estas sirven para cargar compras. Los saldos
pendientes no están permitidos, por eso las cuentas deben cancelarse todos los meses
para evitar el pago de intereses.
Tarjetas de crédito con premios – Ofrecen cosas gratis a cambio de su uso. A medida
que uno hace compras va acumulando puntos. Luego los puntos pueden cambiarse por
diferentes premios. Las tarjetas con devolución de efectivo devuelven aproximadamente
entre un uno y un cinco por ciento del total de las compras realizadas. Como los
programas de premios resultan costosos para las compañías emisoras de tarjetas de
crédito, estas suelen cobrar cargos anuales altos. Para elegir una tarjeta de crédito con
premios la clave está en encontrar una cuyos premios cuesten más de lo que cuesta la
tarjeta.
Tarjetas de crédito garantizadas – Resultan útiles para quienes no tienen una
historia crediticia o para quienes tienen poco crédito para comenzar a armar su historial.
Para obtener una tarjeta de crédito garantizada usted debe depositar dinero en una
cuenta de ahorro como garantía. El límite de crédito será entre el 50 y el 100 por ciento
del dinero depositado. Usted obtendrá intereses por el dinero depositado, pero pagará
intereses por las deudas no saldadas. Es posible que por una tarjeta garantizada le
cobren una tasa por solicitud más un cargo anual. Antes de solicitarla, averigüe cuáles
son las tasas aplicables. Asegúrese de que el banco o la cooperativa de crédito informe a
las agencias de informes crediticios sobre el uso de su tarjeta. Recuerde, la razón
principal de poseer una tarjeta de crédito garantizada es para establecer su crédito y
demostrar que puede pagar sus deudas en tiempo y forma.
Tarjetas de transferencia de saldos – Permiten transferir el saldo de una tarjeta a
otra. Resultan útiles para combinar varios saldos de tarjetas o para aprovechar tasas de
interés más bajas.
Tarjetas con tasa introductoria – Ofrecen una tasa de interés anual cero o baja que
permanece fija durante un tiempo determinado (generalmente de 6 a 9 meses o menos)
después del cual el interés sube a una tasa mucho más alta. Si uno se atrasa en un
pago, la tarjeta cobra inmediatamente la tasa más alta.
Tarjetas prepagas – También se conocen como tarjetas de valor almacenado. Se
parecen a las tarjetas de crédito o débito pero sólo contienen el dinero que uno les
carga. Las tarjetas pueden utilizarse para retirar fondos de los cajeros automáticos o
para hacer compras donde las aceptan. Por estas tarjetas no se cobran costos de
financiamiento. Sirven para evitar endeudarse ya que las compras son prepagas. Analice
las tasas mensuales, las de uso de cajeros automáticos, las de inicio, las de retiro por
encima del límite permitido y las de recargo.
Tarjetas de afinidad – Están relacionadas con organismos o caridades e incluyen su
logo. Cada vez que uno utiliza este tipo de tarjeta dona un cierto porcentaje al
organismo patrocinante. Si utiliza la tarjeta para comprarle al patrocinante es posible
que obtenga descuentos o que reciba la devolución de dinero en efectivo. No podrá
deducir su donación en la declaración de impuestos del año siguiente.
Tarjetas de crédito para estudiantes – Están diseñadas específicamente para
consumidores universitarios para ayudarlos a ir construyendo su historia crediticia.
Tarjetas de crédito premium – Son las de oro, platino y titanio que ofrecen límites de
crédito más altos y, generalmente, también tienen adicionales como garantías para
productos adquiridos, seguros de viaje o servicios de emergencia.
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Particularidades de las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito, además de constituir un medio de pago, son también una
forma de financiación, ya que permiten hacer compras sin la obligación de desembolsar
la totalidad del dinero en el acto y con la posibilidad de devolverlo en varios plazos.
 A diferencia de lo que ocurre con las de débito, las tarjetas de crédito dejan al
usuario realizar pagos u obtener dinero, hasta un límite establecido, sin
necesidad de tener fondos en la cuenta bancaria en ese preciso momento.
 Al ser una tarjeta que permite disponer de una cuenta de crédito, facilitada por la
entidad que la emite, para su obtención se exige la domiciliación de la nómina o
pensión o la garantía de unos ingresos estables.
 Su utilización tiene las mismas consecuencias que disponer de un crédito o
cualquier otra modalidad de financiación: el usuario está obligado a devolver el
dinero y a pagar los intereses establecidos.
 El límite del crédito disponible debe estar especificado en el contrato de la
tarjeta, pero puede variar a lo largo del tiempo, con el consentimiento, tanto del
titular de la tarjeta como de la entidad financiera.

El límite de crédito significa que el banco no atenderá pagos por encima de una
determinada cantidad. Hay un límite de crédito máximo para cada categoría de
tarjeta ("normal", "plata", "oro", "platino", etc.) y las entidades, según su política de
riesgos y la solvencia económica de cada cliente, pueden ajustarlo. Además, el
usuario también puede solicitar un cambio en su límite de crédito. Si lo quiere
disminuir, la entidad no le pondrá inconvenientes pero si pretende aumentarlo,
necesitará su autorización. Cuando una entidad acepta que el cliente supere el
límite de crédito, pueden surgir los excedidos en cuenta, que tienen que
devolverse junto a los intereses y comisiones previstos en el contrato de la tarjeta.

 Los pagos al banco deben hacerse en la forma y plazos establecidos, por lo


general en los primeros días de cada mes. Además, se pueden elegir distintas
modalidades de pago:
o Pago mensual por la totalidad: es la forma más sencilla y tradicional.
Todos los gastos realizados durante el mes se abonan con cargo a la
cuenta el primer día del mes siguiente. El usuario recibe una vez cada 30
días un extracto con las operaciones realizadas en el periodo anterior y el
saldo final que se le cargará en la cuenta asociada. En esta modalidad, la
mayor parte de las entidades emisoras no cobran intereses.
o Pago aplazado: es la modalidad de "cuota flexible" o revolving. Permite al
titular financiar sus compras según sus necesidades, ya que elige cuánto
quiere pagar cada mes. Con estas tarjetas es posible aplazar el pago
mediante una cuota fija o flexible. Si la cuota mensual es reducida, puede
no ser suficiente para pagar todos los intereses generados hasta ese
momento, por lo que la deuda irá aumentando y produciendo nuevos
intereses. Hay que controlar el crecimiento de la deuda que se acumula en
cada liquidación, ya que puede crecer de forma exponencial.
 El aplazamiento de los pagos debe emplearse solo en casos excepcionales, ya
que sus intereses son muy altos. Por ello, si se necesita financiación al comprar un
bien, no conviene utilizar la tarjeta de crédito.
 Quienes abonan el saldo de la tarjeta cada mes, pueden obtener distintos
descuentos de los que beneficiarse y puntos asociados a las compras con
tarjeta. Algunas tarjetas ofrecen descuentos mensuales en función de la cantidad
mensual gastada, otras dan puntos para hoteles o vuelos o puntos canjeables por
regalos, etc.
 Un gran beneficio de las tarjetas de crédito es la protección contra el fraude. En
el momento en que el usuario notifica el fraude en su tarjeta, ya no es responsable
de las cantidades defraudas. Asimismo, si se realiza una compra de un objeto
defectuoso, también se está protegido por el seguro de la tarjeta.
 Se puede contar con dinero en caso de imprevistos o emergencias. Sin
embargo, estas tarjetas pueden incitar a gastar el dinero que no se tiene y
endeudarse en exceso.
 Si se extrae dinero de un cajero con la tarjeta de crédito, se cobra una serie de
intereses al pagar el saldo que dependen de cada tipo de tarjeta y de cada banco,
pero que suelen ser bastante elevados (alrededor de un 20% anual). Por
tanto, nunca se debe utilizar la tarjeta de crédito para sacar dinero de un
cajero, a no ser que sea por fuerza mayor y no haya saldo en la cuenta. Aunque
su uso es un modo muy cómodo para hacer pagos, hay que tener en cuenta que
es uno de los créditos más caros que hay. La TAE (Tasa Anual Equivalente) oscila
entre el 11% y el 25% y, en caso de demoras o impago de las cuotas, las
entidades cargan gastos y comisiones adicionales muy elevados.

Un uso incorrecto de las tarjetas puede acarrear en el consumidor desagradables


consecuencias. Si se emplea la tarjeta de débito de forma irresponsable, el usuario puede
quedarse sin dinero en su cuenta, pero no va poder gastar más de lo que tiene. Sin
embargo, una mala utilización de las tarjetas de crédito puede desembocar en grandes
deudas.

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