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Pero bueno, a nadie debemos culpar nuestro bajo o alto grado de conocimiento, soy de la idea
que cada quien es responsable de alimentar su propio CPU, reflexionando sobre este tema,
pensé en algunos consejos que pueden llegar a ser útiles para tener un método de aprendizaje
autodidacta, aquí van:
1.- LEE
Ya sé que está muy trillado, todos nos recomiendan leer, hasta los que no leen recomiendan
hacerlo, será que sí sirve.
Lo ideal siempre es tener un libro en tu mano, llevarlo a donde vayas como tu mejor amigo, no
falta que en el banco te encuentres una fila enorme y tengas tiempo para comerte unas
cuantas líneas.
Pero también soy de la idea que esta práctica no se limita a los libros, LEE, disfruta de este
verbo, lee lo que sea: tuits, blogs, revistas, anuncios, estados de Facebook, trípticos, anuncios
en el periódico… pero léelos desde un punto de vista analítico, todo lo que implica letras se
traduce a aprendizaje o al menos siempre habrá una falta de ortografía qué criticar.
Uy, y además está comprobado que los mexicanos sí leemos, sino me creen pregúntenle a
Gandhi.
2.- OBSERVA
Todo comunica y nuestro mundo está lleno de símbolos deseosos de ser comprendidos,
observa más allá, comprende situaciones, hechos, a las personas; estamos inmersos en un
mundo que transmite entre líneas, a veces una sonrisa está llena de vacíos emocionales.
Después de todo, dice Bruno Traven que ‘el rito es mirar’… entonces miremos.
3.- REFLEXIONA
Una vez que observamos, estamos listos para reflexionar, entender o al menos tener nuestra
propia versión de la vida, de antemano sabemos que todo es causal, es decir a toda acción
corresponde una reacción… ¿por qué, ¿cómo, ¿qué pasaría sí…?, todas esas respuestas nos las
otorga la reflexión.
Sí, interactúa con las personas que te rodean, provoca el diálogo, busca a personas de las que
puedas aprender o compartir gustos, percepciones, conocimiento, ideas, etc.
El hombre por naturaleza es social, solo que a veces, el uso de la tecnología fractura la
comunicación real, el solo platicar con alguien cara a cara, otorga una experiencia distinta y
aplicas al mismo tiempo los otros consejos como observar y reflexionar.
También date la oportunidad de conocer a personas diferentes a ti, no caigas en los prejuicios,
cada individuo con sus rasgos característicos hace de la tierra un mundo complejo, pero
también muy rico.
¡Coexiste con quienes sea posible!… pero jamás pierdas tu individualidad.
5.- ESCUCHA
Escucha a las personas, escucha música, sonidos, el radio, mantente alerta, escucha el silencio
porque está lleno de gritos.
Incluso la Fonoteca Nacional, tiene en sus archivos las investigaciones sonoras más extrañas
que te puedas imaginar e igual de interesantes; el sentido auditivo corresponde al canal
Kinestésico en donde nos formamos percepciones a través del olfato, tacto u oído; lo que hace
que vincules ciertos estímulos con una experiencia previa o experimentes con más potencial
algo nuevo; cuando escuchas con atención tu mente se activa y puedes llegar a conclusiones
personales únicas. Inténtalo y verás…
6.- SIENTE
Como nos enseñan desde la primaria, el proceso de comunicación (sí, ese ‘diagramita’ de
emisor – mensaje – receptor, etc.) debe tener como efecto tres características claves: que el
receptor aprenda, sienta y haga algo; para que la retroalimentación sea efectiva y se evite el
ruido.
Pues bien, el poner alerta tus sentidos a todo lo que estamos expuestos, nos hará más
conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, si nos damos cuenta, hasta aquí todo tiene
relación, es decir como personas, deberíamos entender nuestro mundo en un sentido
holístico: un elemento es parte de un todo complejo.
7.- DISFRÚTATE
¡Ajá!, esta es una de mis favoritas; es muy indispensable convivir, pero así de imprescindible es
conocerse a uno mismo, disfrutar los momentos que tienes tú frente al mundo, entiéndete,
platica contigo, conoce tu cuerpo, mírate; estas introspecciones nos permitirán tomar
decisiones con mayor seguridad.
Exprésate, escribe una carta, un mail, una canción, una idea, escribe en una libreta, en un blog,
dibuja en una servilleta; brinda al mundo la oportunidad de conocerte, esto también te
ayudará a aterrizar tus proyectos o al menos a platicar con más fluidez en una fiesta.
Yo aplico tener una bitácora personal, escribo lo que viene a mi mente, frases que me gustan,
autores que debo investigar o música nueva por buscar; me es de mucha utilidad, ahora con la
tecnología le puedes sacar provecho a las aplicaciones de notas de tu Smartphone o tu
computadora.
9.- EXPERIMETA
Esta es otra de mis favoritas, no todo está escrito ni tampoco todo está dicho, podemos crear
si nos damos la oportunidad de salir de la rutina y experimentar nuevas emociones, desde ir a
tomar un café hasta hacer el invento más irreverente, obviamente, teniendo claro cuáles son
tus parámetros de consecuencia, o lo que es lo mismo: experimentar responsablemente.
10.- CAMINA
Dice una canción: “mientras camino pienso y mientras pienso camino”, una frase muy simple
que tiene tanta verdad, el caminar permite que conozcas más de lo que te rodea, mientras
avanzas puedes ver nuevos negocios, anuncios, qué compra la gente, cómo camina, con quién
sale, tendencias puras y vaya que para un mercadólogo esto no es opcional.
11.- INFÓRMATE
Nunca pierdas el espíritu genuino, si te surge una duda, no temas externarla, si no conoces
algo investiga, busca; si algo te interesa ve más allá, conoce sus orígenes, su evolución, nuevas
tendencias.
Compra un periódico, una revista o utiliza amablemente la tecnología, consulta sitios de
noticias o blogs de tu interés, y para que no se te vaya el tiempo en esto, puedes implementar
herramientas sencillas como Google Reader. Actualízate.
12.- DISCIPLÍNATE
Este punto no le va a gustar a muchos, porque al menos en las clases a nadie le gusta llegar
temprano, hacer tarea, analizar casos prácticos, investigar, desarrollar nuevas ideas y es que
todo esto se logra a través de la disciplina.
Procura administrar tu tiempo de manera adecuada para que puedas cumplir con todo:
escuela, responsabilidades del hogar, trabajo, diversión, etc., el objetivo es que disfrutes de
todo pero que también le otorgues un tiempo inteligente a cada cosa.
13.- ¡HAZ!
Potencializa tus ideas a través de la acción, dice Julio Cortázar: “de la reflexión procede la
acción”, de nada sirve identificar un problema si no le vas a dar solución, entonces no te
detengas, emprende, lo que se te ocurra, hazlo, los límites los pones tú mismo.
Al final, no sé si son consejos prácticos, pero sí una entrada escrita desde mi percepción, no
sabré si será de utilidad para algunos de ustedes, pero hoy, he cumplido con mi necesidad de
expresarme… y bueno ¿qué hago aquí de noche y en viernes?… ¡es hora de ir a jugar con el
mundo!
Pero, antes de iniciar con el método es necesario crear nuestro "árbol del conocimiento"
personal, esto es un mapa conceptual intuitivo con ideas principales que representan los
ámbitos o campos del saber o de la vida, con ramificaciones, componentes o niveles, que
representarán los diferentes segmentos de conocimientos. Todo ello según la metáfora que
más cuadre con nuestra personalidad y estilo: una red, un mapa, una ciudad, una máquina u
objeto, un organismo, una figura. En éste ubicaremos las rutas, puntos, nodos de todo aquello
en lo que estamos interesados en aprender. Entre unos componentes y otros, entre unas
ramas y otras, habrá conexiones e interconexiones, nexos directos e indirectos, en las
direcciones que nos convenga. Hecho esto, se deben seguir las etapas próximas.
Etapa 1
El primer paso consiste identificar el tema o asunto sobre el cual queremos aprender. Acto
seguido, se debe hacer un esfuerzo para obtener las fuentes de información y conocimiento
para aquel tema o aquella ciencia que nos interesa. Se pueden obtener las fuentes, ya sea
comprándolas, o visitando una buena biblioteca. ¿Qué fuentes son esas? Para introducirse a
una ciencia se requiere de seis tipos:
1. Manuales introductorios o generales: Suelen llamarse manual de…, guía de…, libro de texto
para tal cosa…, curso de…, y similares. Esto da una perspectiva inicial y completa de la materia.
2. Historias de la disciplina: Una historia de una ciencia o campo puede ser general, y cubrir la
disciplina desde la antigüedad hasta nuestros días, o enfocarse en un período, un siglo, de una
nación o región, o época en particular. Esto ayuda a ubicar en el tiempo y en el espacio aquello
que se quiere aprender.
3. Obras de autor: Toda ciencia o campo de estudio tiene sus "autores" representativos.
¿Cómo saber quiénes son ellos? Aparecen citados y mencionados en los Manuales y las
Historias del campo en cuestión: a lo largo del texto, en las notas y en las bibliografías. Leer las
"obras de autor" proporciona un conocimiento profundo sobre cualquier tema.
4. Comentarios a "obras de autor": Leer comentarios a autores, y libros que hablan sobre otros
libros, proporciona información y conceptos complementarios a lo anterior.
5. Diccionarios: y también glosarios, vocabularios, enciclopedias, nos servirán para aprender a
definir conceptos y categorías específicos. Estos conceptos hay que tenerlos a la mano
siempre para poder hablar, opinar, escribir o pensar sobre algo en particular.
6. Métodos y metodologías: Por un lado, sirven para poder llevar a la práctica las teorías, o
para intentar aplicar los conocimientos aprendidos a una situación real. Y por otro, conocer los
métodos que propone un autor específico, o aquellos que están disponibles en un área
determinada nos vuelve competentes en ello. Los métodos sirven para diseñar, planear,
proyectar, analizar, construir, investigar, desarmar, evaluar y tareas similares.
Con éstas seis clases de fuentes de información ya podemos tener una idea clara y sistemática
de aquello que queríamos aprender. En cualquiera de los casos hay que tomar en cuenta lo
siguiente: Leer "Un" libro de una disciplina está bien, pero es mucho mejor leer de dos a cinco
libros más, eso lo convierte a uno en un conocedor. Y conocer y estudiar otros cinco o diez
obras más, con enfoques diferentes y hasta contrapuestos, lo encamina a uno a volverse un
conocedor crítico. Con todo esto se completa la primera etapa del proceso: Ahora, hay que
complementar lo que ya se aprendió.
Etapa 2
El segundo paso consiste en actualizar constantemente los conocimientos aprendidos en la
Etapa 1. Esto se hace recurriendo a fuentes de información más específicas:
Con éstas otras seis clases de fuentes completamos el panorama de cualquier tópico, tema,
materia o disciplina que estamos aprendiendo. Además, este ciclo de aprendizaje se puede
reiniciar cada vez que se quiera o se necesite y de ese modo actualizar los conocimientos
sobre un campo ya estudiado, o bien estudiar ese mismo campo desde otra perspectiva o
corriente de pensamiento. Y varios ciclos de aprendizaje se pueden llevar al mismo tiempo, así
como combinar unos ciclos y fuentes con los de otro. Estudiar varias disciplinas combinadas
nos proporciona la ventaja de la interdisciplinariedad.
Las siguientes dos etapas nos llevan de la teoría a la práctica, y desde ahí a elaborar nuestras
propias teorías y comunicarlas a otros.
Etapa 3
El tercer paso es tratar de llevar a la práctica lo aprendido. Esto se logra de dos maneras:
Etapa 4
El cuarto paso es comunicar nuestras teorías, métodos, experiencias y conocimientos, del
modo siguiente:
Para ello, una de las cosas que habría que hacer es facilitar el acceso a fuentes de información
gratuitas o más baratas a la mayoría de la población: bibliotecas de impresos y digitales,
accesos a Internet y servicios de información por suscripción, programas de conferencias,
talleres técnicos, instalaciones deportivas y gimnásticas, salones para espectáculos,
laboratorios científicos, y cualquier otro recurso para el aprendizaje y la práctica de lo
aprendido… todo eso que algunos llaman "infraestructura para ciudades aprendientes".
Además, debería multiplicarse y diversificarse los centros de educación formal tanto para
jóvenes como para adultos y darles reconocimiento legal, social y científico, para quitarle la
discriminante hegemonía de la "titulación" a las "universidades".
Liberar el currículo y el pensum, así como adaptar los mecanismos de evaluación a los estilos
de aprendizaje de cada persona. En mi opinión, entre el 30% y el 60% del contenido y de la
estructura de los estudios en secundaria y bachillerato debería estar orientado a la
autoformación de todo tipo, teórica o práctica, lúdica o técnica, creativa e innovativa. En las
universidades, el 100% de la formación debería liberarse: así cada persona podría tomar los
cursos que le interesaran y le sirvieran, y participar en su proceso de evaluación, y se le podría
valorar su formación en otro sistema de medida no constreñido a esos 40 o 50 y tantos cursos
obligatorios, ni a esa anquilosada estructura de "grados" técnicos, licenciaturas, maestrías y
doctorados; sino que, desde un límite muy reducido de 6 a 10 cursos de educación superior no
necesariamente universitarios, se le acreditaría su "conocimiento y formación"; y luego, el
educando podría ir aumentado en grupos de 5 a 10 cursos, según sus intereses y capacidades,
sin ningún límite prefijado, su autoformación y ganando créditos (y por ende recompensa
social y organizacional), según la cantidad y calidad de lo recibido, aprendido y lo actualizado,
o bien, según la experiencia de proyectos o acciones productivas sistematizadas.
Para aquellos que creen que "otro mundo es posible" y centran su atención en la "estructura
económica", pues yo les replico que "otro mundo es posible" desde la reforma de otras
estructuras, la de educación y adquisición, formación y reconocimiento social del
conocimiento, por ejemplo: no es sólo la desigualdad de la propiedad y de la distribución del
ingreso y de la riqueza el problema. Pero, esa discusión será motivo de otro ensayo.
http://descargadicto.net/ebooks/85964/descarga-gran-biblioteca-calibre-mobi-y-pdfmf.html