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1. Introducción
Descomponedores y detritívoros
Los organismos descomponedores y detritívoros son aquellos que obtienen sus recursos a
partir de materia orgánica muerta, produciendo su descomposición y facilitando el reciclado
de los elementos nutricionales que los compone. Por materia orgánica muerta no sólo
entendemos los cuerpos enteros de los animales y plantas, sino también aquellas partes que
los organismos pierden a lo largo de su existencia o sus excrementos.
La descomposición
Proceso de descomposición
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Mecanismos de la descomposición
Los restos orgánicos (detritos) están en todas partes, aunque se aprecien más en los hábitats
terrestres, en donde las partes de las plantas que los herbívoros no consumen se acumulan en
la superficie del suelo junto con los excrementos de los animales. El 90% de la biomasa
producida por plantas situadas en zonas forestales pasa por este reservorio de detritos. La
degradación de la hojarasca en el suelo de un bosque ocurre por cuatro mecanismos:
3-Descomposición por hongos: los hongos actúan principalmente sobre las partes leñosas,
dando lugar a la podredumbre blanca y parda en los árboles. Los hongos de la podredumbre
blanca descomponen las ligninas dejando un residuo blanco de celulosa. Los de la
podredumbre parda descomponen la celulosa, dejando un residuo de lignina.
Una característica de la descomposición es que hace que los recursos disponibles varíen a lo
largo del proceso y, por tanto, los organismos capaces de utilizarlos constituyen una sucesión
que comienza con los que utilizan los azúcares (Phycomicetes y bacterias) y que continúa con
organismos capaces de establecer un contacto estrecho con el recurso, de crecimiento lento y
metabolismo más espaciado.
Fases de la descomposición
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orgánica, cambia de naturaleza, quedando compuestos cada vez más difíciles de descomponer,
por lo que al mismo tiempo que cambia el sustrato lo hacen los organismos que lo
descomponen, teniendo que ser por tanto más especialistas en fases posteriores.
2. Los organismos
Hongos y detritívoros
A. Microbívoros
Las bacterias forman colonias sobre pequeñas partículas y los microbívoros que las consumen
han de ser también pequeños, como por ejemplo las amebas. Los hongos forman hifas
filamentosas muy ramificadas que penetran en la materia orgánica. Esto hace que muchos de
los microbívoros consumidores de hongos presenten estructuras perforantes o chupadoras.
Otros consumen las hifas, como los escarabajos y las hormigas.
B. Detritívoros
Son los animales que consumen la materia orgánica muerta. Algunas comunidades animales
están compuestas por detritívoros y sus depredadores, lo que ocurre en comunidades en las
que la escasez de luz no permite una fotosíntesis suficiente (suelos de bosque, cuevas, ríos
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umbríos, mares y lagos profundos) pero existe un flujo de entrada de materia orgánica de
lugares cercanos (vegetación de ribera, de la superficie del lago o del mar, de filtraciones, etc.).
•Microfauna: hasta 100 μm. Incluye protozoos (incluidos los microbívoros especialistas),
nemátodos y rotíferos. Las bacterias y hongos descomponedores <100 μm constituyen la
microflora).
La importancia que cada uno de los tipos anteriores presenta en las comunidades terrestres
varía con la latitud, la temperatura y la disponibilidad de agua.
•La microfauna es relativamente más importante en las áreas de tundra, desierto polar y
bosque boreal, donde la gran cantidad de materia orgánica regula la humedad edáfica. Las
bajas temperaturas y el encharcamiento reducen la actividad microbiana y facilitan la
acumulación de materia orgánica en el suelo.
•La macrofauna es más abundante en zonas tropicales, en las que está constituida
principalmente por termitas.
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completo. Los detritívoros terrestres constituyen un grupo numeroso y ubicuo en ambientes
terrestres:
En ambientes acuáticos, los detritívoros son generalistas, es decir, aprovechan casi cualquier
fuente de alimento y no están especializados, como ocurre en los ambientes terrestres.
La importancia relativa de los distintos grupos (microflora, detritívoros) varía a lo largo del año.
La microflora varía más que los detritívoros debido a la menor sensibilidad relativa de estos a
los cambios ambientales. Las medidas de biomasa, no obstante, pueden no reflejar la actividad
realizada, ya que la actividad puede ser diferente. La descomposición de la materia muerta no
se debe a la suma de las acciones de detritívoros y descomponedores, sino que es, en gran
medida, el resultado de la interacción entre ellos. Los efectos físicos (trituración, con el
incremento de la superficie expuesta) u otras interacciones biológicas (inhibición de terceros),
pueden ser responsables de ello. La creación de canales que facilitan la aereación y la entrada
de microrganismos favorecen la descomposición.
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El mantenimiento de la microflora suficiente para descomponer la materia orgánica
vegetal muerta depende, en gran medida, de la disponibilidad de nitrógeno.
La relación C:N en el tejido microbiano es de 10:1, es decir, se necesita 1 g de N por
cada 10 g de C para mantener la población microbiana. Sin embargo, la relación C:N en
la materia vegetal es de 40-80:1, es decir, 1 g de N por cada 40-80 g de C. Esto significa
que aporta muy poco nitrógeno a los descomponedores y, por tanto, puede mantener
una población limitada de ellos. Esto repercute en que la velocidad de descomposición
es lenta. Si la microflora puede obtener N de otra fuente (suelo) su población
aumentará y el proceso de descomposición de la materia vegetal será más rápido.
La relación C:N en los animales es similar al de la microflora y, por tanto, su
descomposición no está limitada por la escasez de N. Esta es la causa por la que los
animales se descomponen más rápidamente que los vegetales.
Los vegetales también contienen menos cantidad de otros minerales, como el fósforo,
que los detritívoros y descomponedores. Por tanto, la falta de estos minerales también
puede reducir la velocidad de descomposición de la materia orgánica vegetal muerta.
3. Interacciones detritívoro-recurso
La mayoría de los organismos obtienen su energía del detritus vegetal. Este tiene, entre sus
principales componentes orgánicos, la celulosa, que resulta ser de difícil digestión para sus
consumidores ya que la mayoría no son capaces de producir los enzimas (celulasas) necesarios
para descomponerla.
El problema de la celulosa
Un pequeño grupo (moluscos, larvas de mosca, algunas lombrices y caracoles), son capaces de
sintetizar celulasas y el resto usan rúmenes (externos o internos), en los que la producción de
celulasas se encuentra asociada a la microflora de los mismos. En algunas ocasiones ocurre el
desarrollo de un “rumen interno” con microflora y/o microfauna permanente asociada en
alguna región modificada del intestino. (Ej. Termes y cucarachas dependen de bacterias o
protozoos para digerir los polisacáridos de las plantas). En otro tipo de “rumen interno”, los
organismos aprovechan las celulasas producidas por la microflora que ingieren junto con el
detritus vegetal. Esta microflora produce celulasas en una zona del intestino no especializada
(Ej. cochinillas). También puede aparecer el desarrollo de un “rumen externo”, en el que las
celulasas son producidas por la microflora sobre el detritus vegetal antes de ser ingerido. Así,
los detritívoros que utilizan este mecanismo ingieren las celulasas junto con el detritus vegetal
(hormigas que cultivan hongos).
Celulasas y evolución
La incapacidad que tienen los detritívoros y herbívoros para sintetizar celulasas parece
relacionada con la poca cantidad de nitrógeno y fósforo presente en el material vegetal. Así, su
dieta no presenta carencias energéticas (que irían asociadas a la falta de eficiencia en el
desdoblamiento más efectivo de la celulosa) por lo que no han necesitado desarrollar
celulasas. Sin embargo, las carencias en nitrógeno y fósforo hacen necesario consumir una
gran cantidad de alimento para extraer las cantidades necesarias de estos dos nutrientes. Una
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dieta basada en celulosa obligaría a procesar grandes cantidades de materia para obtener los
nutrientes limitantes, pudiendo provocar un exceso relativo energético
El detritus vegetal incluye los frutos. Este recurso es de fácil explotación y no presenta las
dificultades de digestión antes reseñadas, aunque también puede plantear problemas a sus
consumidores derivados de la colonización inicial por parte de las levaduras. Estas actúan
sobre los azúcares de la fruta produciendo, entre otros productos secundarios el alcohol, que
es tóxico para muchos consumidores. El alcohol producido varía según el tipo de fruto, así, la
fermentación de la uva produce altas cantidades, mientras que no es así en las hortalizas
El uso de estos recursos depende de la capacidad de los organismos para sintetizar alcohol
deshidrogenasa. Aquellos capaces de producir grandes cantidades de este enzima pueden
aprovechar los frutos en descomposición con mayor cantidad de alcohol.
El detritus lleva asociada una microflora que, generalmente, es ingerida al ser consumida la
materia orgánica sobre la que se encuentra. La microflora es un recurso alimenticio que resulta
ser, en muchos casos, más nutritivo para el organismo que los ingiere que el propio detritus, y
desde luego esto es cierto en el caso del detritus vegetal. (Ej.: Gammarus psudolimanaeus
asimila sólo entre un 17-18% de las hojas de olmo o arce estériles pero asimila hasta un 83%
de los hongos asociados a esas hojas).
-Las heces de invertebrados constituyen una gran proporción de la materia orgánica muerta de
los suelos y de los fondos acuáticos. Por esta razón, muchos detritívoros las incluyen en sus
dietas (coprofagia) y constituyen un eslabón importante en el reciclaje de nutrientes. Las heces
están constituidas por desechos orgánicos no digeridos pero que pueden haber quedado
alterados en el proceso de digestión. Estas alteraciones facilitan su posterior aprovechamiento
por el mismo organismo o por otros organismos. (Ej. turberas de la zona pantanosa de
Inglaterra).
-Dentro de las heces de los vertebrados, diferenciamos a su vez, entre las heces de los
carnívoros y las de los herbívoros:
Las heces de carnívoros no son un recurso alimenticio suficiente para sostener una fauna
especializada en su consumo: son de baja calidad y constituyen un recurso escaso. Los
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carnívoros son organismos muy eficientes en el aprovechamiento del alimento ingerido. Así,
sus heces sólo contienen una pequeña cantidad de nutrientes. Además, son animales
relativamente poco frecuentes. La degradación de estas heces se debe casi exclusivamente a
hongos y bacterias (descomponedores). Las heces de herbívoros sí constituyen un recurso
alimenticio explotable: son ricos en materia orgánica y están distribuidos con la suficiente
densidad para mantener una fauna especializada y ser recurso para numerosos oportunistas.
Un buen ejemplo de aprovechamiento de heces se produce con las heces de elefante, que son
aprovechadas de forma diferente en época seca o húmeda: en época húmeda, en tan sólo 24
horas una deposición puede ser reutilizada. Diferentes especies de escarabajos utilizan las
heces de elefante para depositar sus huevos de los que nacerán larvas cuyo alimento serán las
heces de elefante. Algunas especies fragmentan, transportan y entierran una pequeña
cantidad en la que hacen su puesta. Otras especies depositan sus huevos en el suelo, justo
debajo de las heces; otros ponen sus huevos directamente, enterrándolos en galerías o
depositándolos en su superficie. En época seca, el aprovechamiento es muy diferente y el
excremento puede persistir más de dos años. Los adultos de escarabajos sólo emergen en
época húmeda y, además, no explotan los excrementos viejos. Así, los excrementos
depositados durante la época seca serán colonizados por un número muy escaso de
escarabajos y, aunque existe una cierta actividad microbiana, ésta no se mantiene por mucho
tiempo. Disminuye rápidamente cuando los excrementos se secan.
El problema australiano
En Australia se introdujo, a la llegada de los colonos ingleses, el ganado vacuno. Sus heces han
constituido y constituye un grave problema. La falta de fauna detritívora especializada en el
consumo de este estiércol, ha producido en algunas zonas la pérdida de los pastos.
Consumo de carroña
El papel relativo de cada uno de estos tipos de organismos depende de la velocidad con la que
los carroñeros vertebrados descubren el cuerpo muerto:
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b) Si, por el contrario, transcurre cierto tiempo antes del descubrimiento o éste no se produce,
la microflora y los detritívoros invertebrados serán importantes.
Cabe destacar, como ejemplo, el caso de los escarabajos enterradores. Si un adulto descubre
un cadáver puede reaccionar de tres formas diferentes dependiendo del grado de “frescura”
del cadáver:
•Si es un cadáver más antiguo se comerá las larvas de las moscas o sus huevos.
•Si es un cadáver fresco lo enterrará, depositará sus huevos y cuidará y alimentará de sus
larvas en este enterramiento, suministrándoles alimento procedente del cadáver.
Los tendones, cartílagos, pelo, plumas etc... son elementos que son difíciles de consumir.
Requieren la presencia de consumidores especialistas, con enzimas específicas como son la
colagenasa, para poder aprovechar estos recursos.
Ambientes acuáticos
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Conclusiones
4. Las partículas de materia orgánica pueden recorrer ciclos repetidos a través de hábitats del
interior y exterior de los intestinos y de las heces de diferentes organismos hasta su completa
reducción.
1. Introducción
Los patrones de los ciclos vitales reflejan opciones seleccionadas dentro de ciertos
constreñimientos. No todas las opciones son posibles (frutos numerosos, grandes,
tempranamente y gran longevidad). Los ciclos vitales reflejan el genotipo, el ambiente y la
interacción entre los dos.
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- Período reproductivo y formas (semelparidad o iteroparidad), tamaño de la progenie y
número.
Tamaño
El tamaño individual es quizás el aspecto más evidente del ciclo vital de un organismo. Varía de
una unidad taxonómica a otra, de una población a otra y de un individuo a otro.
•mayor capacidad reproductora (Las hembras de mayor tamaño producen un número más
elevado de crías, en el caso de los isópodos).
No siempre los tamaños grandes serán los más aptos, frecuentemente los intermedios están
favorecidos. Conociendo el tamaño podemos inferir aspectos del ambiente del organismo. Una
generalidad puede ser hecha: el tamaño óptimo es el intermedio.
Todos los organismos aumentan de tamaño con el crecimiento, pero crecimiento no implica
desarrollo, y este puede ser importante para la realización de ciertas funciones (por ejemplo
reproducirse).
Sin embargo, el desarrollo es bastante independiente del crecimiento en el sentido de que una
determinada fase de desarrollo puede estar representada por diversos tamaños, y un mismo
tamaño puede ser conseguido por individuos en diversa fase de desarrollo.
En cualquier caso, un desarrollo rápido puede ser beneficioso porque conduce a una rápida
iniciación en la reproducción (“óskares”). Por otro lado, la detención del desarrollo (es decir, el
letargo o la diapausa) puede ser beneficiosa si el organismo atraviesa un período altamente
desfavorable durante su ciclo vital.
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Reproducción
La edad de la primera reproducción es importante, pues marca el tiempo a partir del cual un
organismo puede dejar descendencia. Esta descendencia puede ser dejada en un único
acontecimiento reproductor (semelparismo) o en acontecimientos separados (iteroparismo).
Entre los organismos iteróparos el número de la puesta puede variar, y si los demás factores
permanecen invariables, la fecundidad aumentará con el tamaño de la puesta. Los
descendientes individuales pueden variar de tamaño, es decir, que puede variar la cantidad de
recursos asignados a cada uno de ellos por parte de los progenitores.
Asignación reproductiva
Los ciclos vitales son descritos a menudo en términos de una medida compuesta de la
actividad reproductora conocida como asignación reproductiva. Es considerada a veces como
la cantidad absoluta de recursos asignados por un organismo a la reproducción, pero es mejor
definirla como la proporción del input disponible de recursos que es asignada a la
reproducción a lo largo de un período definido de tiempo. Es difícil de medir; para un tipo de
organismo se usan cocientes tales como: tamaño de las gónadas/ tamaño del individuo;
tamaño de la cosecha/ tamaño de la planta, etc.
3. Valor reproductivo
Cada componente del ciclo vital influye en la reproducción y supervivencia. Para hacer
comparaciones entre ciclos vitales hay que combinarlos en una única medida de éxito
reproductor: tasa intrínseca de incremento natural (r), tasa básica de reproducción (Ro) y el
valor reproductivo. De entre estas medidas la más utilizada ha sido el valor reproductivo:
4. Compromisos
Los recursos de los que dispone un individuo son limitados y si usa todos, por ejemplo a la
reproducción, no puede dedicar todos a su supervivencia; si proporciona atentos cuidados a
sus descendientes, no puede al mismo tiempo continuar produciendo un gran número de
éstos. En pocas palabras, el ciclo vital de un organismo ha de ser un compromiso de la
asignación de los recursos de que dispone. La detección de compromisos puede no ser sencilla
y a veces se obtienen relaciones positivas que enmascaran otras relaciones.
El coste de la reproducción
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El valor reproductivo actual (RVa) supone reducir RRV, esto es, la reproducción futura. La
selección natural favorece a los ciclos vitales con una suma más elevada de RVa, es decir, el
mayor RV total.
También se puede aplicar un argumento similar al número de huevos producidos por un ave
en una puesta. Este número estará sujeto a las fuerzas del compromiso de la asignación de
recursos (por ejemplo, una puesta más numerosa dejará al ave con una menor cantidad de
recursos para evitar a los depredadores, poner más huevos en el futuro, etc.). También puede
haber compromiso entre el número y el cuidado parental, ya que el tamaño de la puesta se
verá afectado también por el hecho de que cuantos más polluelos tenga la nidada, más difícil
será cuidarlos a todos adecuadamente. El tamaño puede no ser un buen indicador, siendo
mejor el número vs. supervivencia o tasa de desarrollo, aunque la cuantificación es difícil, y la
manipulación también.
Isolínea de eficacia biológica: línea con reproducción y crecimiento tal que la eficacia biológica
es constante (valor reproductor). Las isolíneas dependen del tipo de hábitat.
6. Los hábitats
El ciclo vital exacto favorecido por la selección natural depende del hábitat del organismo en
cuestión. Cada hábitat y cada ciclo vital de un organismo son únicos y la relación entre hábitats
y ciclos vitales ha de hacerse desde el punto de vista del organismo. Lo que es beneficioso/
homogéneo para un organismo es hostil/ heterogéneo para otro, por lo que utilizamos las
isolíneas de eficacia biológica para reflejar el hábitat de un organismo (el efecto del hábitat en
un organismo en particular). Podemos clasificar los hábitats teniendo en cuenta diversos
factores:
Un modo complementario de clasificar los hábitats consiste en centrar la atención sobre los
efectos del tamaño del organismo sobre la supervivencia y fecundidad futura, es decir, sobre el
valor reproductivo residual (VRR):
-Alto CR: reducir el crecimiento por la reproducción actual tiene un alto coste sobre el VRR, y
por tanto, en la eficacia biológica (pendientes negativas, diagonales).
-Bajo CR: el VRR se ve poco afectada por el crecimiento actual. La eficacia la determina la
reproducción actual (pendientes de la eficacia paralela eje y).
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Ejemplos de situaciones
Alto coste:
Bajo coste:
Asumiento curvas convexas para la relación entre caracteres que compiten entre sí, tenemos
que Hábitats con:
Las condiciones de alto CR o bajo CR pueden originarse por circunstancias diversas (lagartos
que persiguen presas o esperan, medio físico en peces que osmorregulan o no, etc.).
Semelparidad o iteroparidad
La semelparidad (reproducción una sola vez) es más probable que evolucione en hábitats con
bajo CR, es decir, en hábitats neutros o perjudiciales para el tamaño. En los hábitats neutros
para el tamaño, la precocidad es mucho más favorable que el retraso, y la semelparidad
mucho más beneficiosa que la iteroparidad. La precocidad y la semelparidad se encuentran
favorecidas porque los organismos retardados e iteróparos no experimentan un aumento de
su valor reproductivo residual (VRR) como consecuencia de su limitación reproductiva (es
decir, los organismos precoces y semélparos pagan un coste despreciable por su
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reproducción). Los semélparos son organismos que realizan gran inversión reproductiva
(invierten todo y mueren) y poseen una tasa básica de reproducción elevada.
En un hábitat beneficioso para el tamaño (alto CR) los iteróparos dejan más descendientes
porque tienen mayor probabilidad de sobrevivir al invertir menos en reproducción. El retardo y
la iteroparidad se encuentran favorecidos en los hábitats beneficiosos para el tamaño, ya que
la limitación reproductiva de la iteroparidad conduce a un incremento del tamaño, lo que
aumenta la supervivencia.
La pregunta es, ¿existen unos tamaños de puesta o de producción de semillas que sean
favorecidos? Según Lack (1947) la selección natural favorecería el tamaño de puesta que
obtuviera al máximo número de descendientes maduros (“tamaño de puesta de Lack”). Pero
no está claro, ya que es difícil de evaluar la eficacia y no se calcularon los costes (una puesta
demasiado elevada puede suponer un coste excesivo).
El concepto fue expuesto por MacArthur y Wilson (1967), y desarrollado por Pianka (1970).
Tanto r como K hacen referencia a parámetros de la ecuación logística. Se utilizan para indicar
que los individuos seleccionados por r han sido favorecidos por su capacidad de reproducirse
rápidamente (presentan un elevado valor de r), mientras que los seleccionados por k han sido
favorecidos por su capacidad de efectuar una contribución proporcional importante a una
población, que permanece en su capacidad portadora. Se basa en la existencia de dos tipos
opuestos de hábitat: los que seleccionan por r y los que seleccionan por K.
Hábitats K
Individuos K
Hábitats r
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Individuos r
De menor tamaño, madurez temprana y posiblemente semélparos, con una mayor asignación
a la reproducción y descendientes de menor tamaño y más numerosos. Los individuos
invertirán poco en la supervivencia y ésta variará según el ambiente impredecible.
El concepto r/ K
- Clasificación. de Silvertown
G= crecimiento
L= supervivencia
F= fecundidad
- Clasificación de Grime
S= stress (D-, S+): cuando las condiciones son severas, pero la perturbación es reducida.
R= ruderal (D+, S-): en los hábitats perturbados, donde las condiciones son benignas.
Los organismos no pueden configurar sus ciclos vitales según un número ilimitado de
esquemas. El ajuste del organismo a su medio puede estar mediatizado por constreñimientos
filogenéticos (el tamaño de la camada puede estar relacionado con el número de mamas de la
madre). El ciclo vital de un organismo está limitado por las posibilidades de desarrollo de que
dispone dicho organismo, y por consiguiente está limitado por su posición filogenética.
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Tamaño y alometría
El tamaño de un organismo está correlacionado con otras características del ciclo vital a través
de relaciones alométricas (RA):
•RA es aquella en la que una propiedad física o fisiológica de un organismo varía según el
tamaño del organismo. El tamaño es un elemento de constreñimiento filogenético como lo
ilustran las relaciones entre tamaño y edad de madurez, edad máxima, tiempo de incubación,
etc.
Implicaciones
Resumen
•El ciclo vital de un organismo hace referencia a su patrón vital de crecimiento, diferenciación,
almacenamiento y, especialmente, reproducción.
•Para clasificar los ciclos vitales debemos utilizar criterios válidos para todos los organismos y
todos los hábitats.
•El tamaño es un importante aspecto del ciclo vital de un organismo. Dentro de una especie,
los individuos más grandes viven más y producen mayor descendencia.
•Los hábitats se clasifican por las pendientes de las curvas de eficacia en hábitats con altos o
bajos costes de reproducción, según que RRV sea o no afectada por el crecimiento actual.
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•El tamaño de la puesta en las aves se entiende bien en término del ciclo del organismo. Una
puesta grande puede implicar un coste alto en términos de RRV. La puesta favorecida será
menor que la que pueda parecer más productiva a corto plazo.
•La selección por r o K. Los individuos r habrían sido favorecidos por su habilidad para
reproducirse rápidamente. Los individuos seleccionados por K lo habrían sido por su habilidad
para realizar una contribución proporcionalmente alta a una población que se encuentra en su
capacidad portadora.
•Las especies r viven en hábitats que son no predecibles en el tiempo, o efímeros. Una
población K vive en hábitats con poca variación aleatoria.
*No es correcto ver el ciclo vital de un organismo simplemente como el compromiso óptimo
entre la asignación de recursos favorecida por la selección, ya que los organismos están
constreñidos por la posición filogenética que ocupan.
1. Introducción
Censos
Fluctuación y estabilidad
Teorías sobre la abundancia; Los datos anteriores pueden verse como reflejo de
poblaciones que fluctúan mucho o que se mantienen relativamente estables. Existen
dos teorías sobre el tamaño de la población:
A.J.Nicholson: predominancia de factores externos (clima), no dependientes de la
densidad, que afectan a la tasa intrínseca de crecimiento (r).
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Andrewartha y Birch: predominancia de factores intrínsecos, dependientes de la
densidad (competencia, predación). Estos factores cumplen un papel regulador de la
población.
Regulación de la abundancia
Determinación de la abundancia
La abundancia es determinada por los efectos combinados de todos los factores y procesos
que actúan sobre la población, sean dependientes o no de la densidad. Los procesos
dependientes de la densidad regulan las poblaciones, pero determinan el tamaño de las
mismas de forma variada dependiendo de la especie y el ambiente.
- Poblaciones en torno al límite de “aglomeración”, limitadas por algún recurso (organismos k).
El factor clave indica realmente la fase del ciclo vital en la que se produce la principal “criba”
de la población, no exactamente qué factores son responsables. Es aplicable a numerosos
insectos y a otros animales y plantas:
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K y el “factor clave”
Ki nos da una idea de la importancia relativa de cada fase en la determinación del tamaño
poblacional. Si Ki es alta pero estable en el tiempo, la fluctuación de la población no estará
controlada por dicha fase. Es necesario conocer qué valor de las Ki contribuye con el tiempo a
determinar el K total de cada año.
Animales de hábitats r
Existen poblaciones cuyas abundancias fluctúan siguiendo ciclos periódicos. Otras poblaciones
oscilan siguiendo ciclos menos perfectos, o cuasiciclos, pero evidentes:
Los roedores microtinos (ej.: lemings de la tundra) sufren enormes fluctuaciones interanuales
en su abundancia (cocientes máx/min del orden de miles) debido a una gran tasa de natalidad
en invierno-primavera que provoca una enorme variación en las irrupciones primaverales, así
como a una gran tasa de depredación durante el verano. Los ciclos suelen muy regulares en
frecuencia pero no en amplitud, existiendo una serie de posibles factores extrínsecos: clima,
alimento, depredadores y parásitos; así como posibles factores intrínsecos: cambios
hormonales y cambios en el comportamiento. Existen varias hipótesis propuestas para un
control extrínseco de los ciclos del leming:
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Roedores microtinos y depredadores
La depredación varía de Norte a Sur: al N es más por especialistas (mustélidos), al S por otros
generalistas. Los ciclos son más marcados en el N que en S, ya que en el N parece existir una
depredación retrasada en el tiempo que origina los ciclos. Los generalistas mantienen
controlada la población en el S y evitan los ciclos.
•Territorialidad sexual: en algunos microtinos existe territorialidad por parte de uno o los dos
sexos, lo que limita la capacidad de reproducción.
La observación debe ser complementada con experimentación para demostrar qué factor
controla una población. Existen varias manipulaciones de las poblaciones:
-Adición de nuevas especies: Tema 15, pág. 7. Diapositiva 40: la adición de semillas de una
especie en determinados hábitats dará lugar a la aparición de numerosas plántulas y, si la
especie ya formaba parte de la comunidad, la población se establecerá con bastante rapidez
en el mismo nivel de densidad que las áreas que no habían recibido semillas adicionales. Es
difícil alterar el statu quo, ya que no se pueden alterar las densidades.
-Eliminación de especies competidoras: Tema 15, pág. 587. Figura 15.23: puede suponer la
expansión de otra especie (evidencia de la competencia: marismas altas) o no (evidencia de la
segregación de nicho: duna primaria).
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-Adición de depredadores: Tema 15, pág. 590. Figura 15.25: ejemplo de la disminución en el
número de cactus en dos años tras la introducción de una especie de polilla.
Comportamiento y regulación
Los ciclos de Lagopus lagopus están regulados por el aumento en la agresividad de los machos,
con regulación denso-dependiente desplazada en el tiempo. Debido a esto, inyectar
testosterona en los machos reduce los reclutamientos y la densidad de apareamientos,
causando la disminución de la población.
1. Introducción
Comunidad y ecosistema
El reconocimiento de comunidades
En modo de caracterizar una comunidad consiste en establecer un recuento o una lista de las
especies existentes existentes en ella. En la práctica suele resultar una tarea difícil, en parte a
causa de problemas taxonómicos, pero también porque generalmente sólo se puede
establecer un recuento de una submuestra de los organismos de una zona. El número de
especies depende del número de muestras o del volumen del hábitat que se ha explorado. Las
especies más comunes aparecerían en las primeras muestras, y a medida que se toman más
muestras es más posible que aparezcan especies raras. Conforme aumente la muestra, nuestra
gráfica de volumen/individuos muestreados tenderá a formar una asíntota.
Cuando una comunidad se describe sólo por el número de especies, se pasa por alto la
información de que algunas especies son raras y otras comunes. Igualmente, puede ser
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equívoco basarse en contar individuos (protozoos a grandes herbívoros), por lo que el
combinar abundancia (diferentes medidas, no sólo contajes) con riqueza, es obligado para dar
una medida más ajustada de cómo es la comunidad.
Describir la comunidad a través de un solo valor no deja de ser una sobresimplificación de algo
muy complejo. Una descripción más completa de la distribución de la abundancia de las
especies en una comunidad, utiliza toda la serie de valores de Pi en función del rango. Así, se
registra el Pi de la especie más abundante, luego el de la segunda, etc. hasta la especie más
rara de todas. Un diagrama de este tipo puede adoptar diversas formas.
3. Patrones en el espacio
Ya vimos al principio que los factores ambientales varían en el espacio, siendo las variaciones
de diversa naturaleza, desde abruptas a continuas. Los organismos, en la medida en que
respondan a tales factores, mostrarán patrones de variación de naturaleza variada en
respuesta a los gradientes de cambio, siendo la elección del gradiente siempre subjetiva.
El problema
Ordenación
Método estadístico por el cual, a partir de las características biológicas de los sitios que se
muestrean, se construyen ejes que intentan representar los mayores ejes de cambio (los sitios
más afines aparecen juntos mientras que los más distintos aparecen más separados).
Posteriormente, se intentan encontrar las variables abióticas o bióticas que determinan tales
ejes de variación.
Clasificación
La clasificación se opone a la ordenación en el sentido de que asume que hay grupos discretos,
por tanto, el resultado produce grupos de sitios que se asemejan entre sí y difieren de los
demás. Las técnicas son similares a las que se utilizan en taxonomía para diferenciar grupos
taxonómicos y se puede combinar con la ordenación para obtener una visión más completa de
los factores que subyacen a las comunidades que se estudian.
Aunque en algunos casos existen límites abruptos, lo más frecuente es que no sea así. La idea
de clasificar las comunidades como superorganismos ha dominado parte del S. XX (Braun-
Blanquet, Clements), aunque las ideas actuales indican que cada especie funciona de forma
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individual (Gleason), pero pueden tener requerimientos similares a otras y parecer que
funcionan juntas. Según esta última idea, los límites de las comunidades no tienen que ser
estrictos, y las asociaciones de especies serían mucho menos predecibles de lo enunciado por
el concepto de los superorganismos.
Sucesión
Un nuevo hábitat se crea no sólo cuando se produce materia orgánica muerta sino,
particularmente, cuando un área de sustrato queda abierta para ser colonizada: sucesión
autotrófica. Sucesiones alogénicas: sustituciones seriales de especies que ocurren como
resultado del cambio de las fuerzas geoquímicas externas. Sucesiones autogénicas: originada
por procesos bióticos, internos al sistema. Sucesión que ocurre cuando nuevos sustratos son
expuestos en ausencia de condiciones abióticas cambiantes. Dentro de ella distinguimos:
- Sucesión primaria: la que se da por primera vez, una vez que un nuevo sustrato ha sido
expuesto (lava, glaciares, dunas, ect.). Suele llevar muchos años.
- Sucesión secundaria: cuando ya había una comunidad establecida y parte de ella ha sido
eliminada, pero persistiendo parte de las condiciones de suelo, etc.
La especie Ulva, pionera en las costas rocosas, inhibe los cambios ulteriores. Tal inhibición fue
demostrada comparando el reclutamiento de individuos de dos especies de alga Girantita en
bloques de cemento en los que se había o no eliminado el alga Ulva. El reclutamiento fue
mayor en zonas sin Ulva, ya que la velocidad con la que el espacio abierto es colonizado es
crucial al principio de la sucesión. La especie Ulva es de crecimiento rápido, vida corta y puede
reproducirse durante todo el año. Puede establecerse rápidamente en el sustrato que queda al
descubierto, por lo que las otras especies de algas quedan inhibidas. Esta especie pionera va
ganando espacio y domina el hábitat hasta que la acción del oleaje provoca una nueva
perturbación a gran escala.
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Sucesión en campos abandonados
Los campos abandonados colonizados en el medio oeste a finales del s XIX sirven como modelo
de sucesión. Fases: anuales, herbáceas perennes, matorrales, árboles tardosucesionales y
árboles pioneros. Las especies pioneras son aquellas que pueden establecerse rápidamente en
el hábitat perturbado de un campo cultivado hasta hace poco. Por otro lado, la especie anual
más frecuente de los campos abandonados es Ambrosia artemisiifolia (planta de verano).
Ambrosia es frecuentemente eclipsada por plantas de invierno (pioneras), de semillas
pequeñas y corto letargo, aunque se dispersan a grandes distancias. Estas, germinan en otoño
y se desarrollan en invierno, por lo que cuando llega la primavera tienen ventaja sobre las
plantas anuales de verano (Ambrosia), apropiándose de recursos, luz, agua, etc. Cabría esperar
que las plantas de Ambrosia no germinaran debajo de las copas de los árboles, pero a medida
que la sucesión progresa, existe una mayor tolerancia a la falta de luz y recursos por esta
especie, por lo que sí germina.
Árboles y sucesión
Los árboles que toman parte en las últimas fases de la sucesión en un campo viejo pueden ser
agrupados en especies tempranas y especies tardías. Además, los árboles que poseen una sola
capa de hojas alrededor de la copa (monocapa) son más eficaces en la población densa de las
últimas fases de la sucesión (aunque en las primeras fases llevan ventaja los árboles tipo
multicapa, ya que tienen un crecimiento más rápido). Los primeros colonizadores suelen
presentar una dispersión eficaz de las semillas, se trata de reproductores precoces que son
capaces de dejar pronto descendientes en otros lugares. Los colonizadores tardíos tienen unas
semillas mayores, una dispersión menos eficaz y una fase juvenil más larga.
Los modelos de este tipo pueden usarse para predecir estados futuros: importante en la
gestión, pero la asunción de probabilidades constantes, y estabilidad en las condiciones puede
no ser adecuada. Es necesario no sólo predecir sino conocer qué hay detrás de un proceso
(mecanismos detrás de la sucesión).
Facilitación: los primeros ocupantes cambian el ambiente de forma que es menos favorable
para ellos que para otros, que terminan colonizando (receso de glaciares).
Tolerancia: la secuencia puede ser anticipada debido a que diferentes especies explotan los
recursos de forma distinta. Al final, los más competitivos desplazan a los otros (campos
abandonados).
Inhibición: todas las especies resisten la invasión por los competidores. Las especies dominan
al reemplazar a los primeros por su mayor reclutamiento (algas de los bloques intermareales).
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Atributos vitales
Noble y Slatyer han intentado formalizar el papel de las distintas propiedades de las especies
que determinan su lugar en la sucesión. Dan a estas propiedades el nombre de atributos
vitales. El más importante se refiere al mecanismo de regeneración tras una perturbación. En
él se definen cuatro clases:
- V: extensión vegetativa.
-T: tolerante.
- I: intolerante.
4x2 = 8 categorías. Con ello, más la longevidad, puede definirse el resultado sucesional.
Así, por ejemplo, una especie puede ser clasificada como SI, si la perturbación provoca la
aparición de plántulas de un banco de semillas, y si las plántulas son intolerantes a la
competencia. Esta especie es incapaz de germinar o de crecer en competencia con individuos
más viejos o más desarrollados de la misma u otra especie, a no ser que sea tras una
perturbación (caso de Ambrosia).
r, K y sucesión
¿Se para alguna vez la sucesión? Bajo condiciones constantes, es claro que se llegaría a una
situación de estado estacionario, pero es difícil encontrar tales situaciones en la realidad:
• Los bloques intermareales tardan unos 5 años en llegar a ese estado, pero antes serán
removidos de nuevo.
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• A escala de paisaje, lo que se dan son mosaicos en diferentes estados de recuperación de
muertes de individuos, etc.
Resumen
1. Introducción
Los organismos necesitan materia para sus cuerpos y energía para hacerlos funcionar, esto es
cierto a cualquier nivel de organización (individuo, población o comunidad). Cuantificar los
flujos energético-materiales al nivel de un organismo carece de sentido, se suele usar el
ecosistema para referir el estudio a este nivel (comunidad + factores abióticos). La referencia a
unidad de área es obligada. Los cuerpos de los organismos vivos de una comunidad de
superficie constituyen la cosecha en pie de biomasa.
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Antecedentes históricos
R.L. Lindeman, en 1942, puso las bases de la ecología energética. Intentó cuantificar el
concepto de cadena trófica y redes tróficas al calcular las eficiencias de transferencia entre
niveles. Durante el período de 1964 a 1974, se intentó obtener información sobre la
productividad de las comunidades ecológicas y sobre los factores que influyen en ella. Para ello
se creó el Programa Biológico Internacional (IBP) como catalizador. En la actualidad, esta
función la ejerce el GCTE.
Algunas definiciones
Biomasa: masa de organismos por unidad de superficie (E: J m-2; b.seca: Kg m -2, ton. ha -1).
Diferenciar biomasa viva o muerta (necromasa).
PP: tasa de producción de biomasa por unidad de tiempo por productores primarios (J m-2 d-
1; Kg m-2a-1).
PPN: tasa actual de producción de biomasa nueva disponible para los consumidores.
La PPN terrestre se calcula en unas 110-120 X 109 toneladas de peso seco al año. La mayor
parte de la PPN se da en los ecosistemas terrestres, la cual no se distribuye equitativamente ni
en la tierra ni en los océanos. Está relacionada con la radiación pero intervienen más factores
(nutrientes, agua); también se encuentra sesgada hacia la parte aérea, aunque la subterránea
puede ser igual o mayor. En la mayor parte del planeta PPN<400 gm-2 a-1. *Tema 17, pág.
641. Tabla 17.1: productividad primaria neta anual y biomasa de cosecha en pie de diversas
comunidades del mundo.
Patrones latitudinales
Existe un gradiente latitudinal de PPN en los ecosistemas terrestres y lagos, aunque de gran
variabilidad, lo que no es equivalente en los océanos.
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La importancia relativa de los ambientes vecinos varía en un río (más importante cuando es
estrecho) o lago según su forma. Los océanos se comportarían como un gran lago con poco
aporte de materia orgánica de tierra adentro.
Podemos relacionar la productividad de una comunidad con la cosecha en pie que produce, la
cual constituye la biomasa que es mantenida por la productividad. Es evidente que un valor
determinado de la PPN es producido por una biomasa más reducida, si comparamos por
ejemplo, los ecosistemas terrestres no nemorales con los bosques, y la biomasa implicada es
aún menor cuando se consideran los ecosistemas acuáticos.
Luz, CO2, agua y nutrientes del suelo son los elementos necesarios para realizar la fotosíntesis
y por tanto, para la productividad primaria en los ecosistemas terrestres.
El CO2
La luz
El agua
El agua es un recurso esencial, tanto para la fotosíntesis como para elemento constitutivo de
las células. No es sorprendente que las lluvias caídas en una zona estén relacionadas con la
productividad de la misma.
La temperatura
Existe una relación entre la PPN por encima del suelo y la temperatura media anual, pero su
explicación es compleja. En general, la PPN aumenta con la temperatura aunque de forma
variable. La relación depende de cómo la fotosíntesis y la respiración varíen con respecto a
temperaturas que no son iguales.
Evapotranspiración y PPN
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Productividad y estructura de la vegetación
En los ambientes secos, la vegetación se hace más dispersa, y se intercepta menos luz, siendo
esta falta de vegetación (hojas) la responsable de que se pierda parte de la radiación incidente
sin fijar. Como consecuencia las eficiencias sobre superficie son menores, pero no referidas a la
biomasa existente. Productividades: bosque coníferas (1,64), bosque hoja caduca (2,22),
praderas (1,21) desiertos (2,33) (g g-1 a -1 ).
La PPN aumenta con la longitud de la estación de crecimiento (aumenta por tanto con la T).
Así, la productividad de una comunidad puede ser mantenida únicamente durante aquel
período del año en que las hojas se encuentran fotosintéticamente activas. Cabe destacar que
los árboles caducifolios poseen un límite autoimpuesto respecto al período del año en el que
disponen de follaje fotosintéticamente activo, mientras que las especies perennes (siempre
verdes) presentan follaje durante todo el año, aunque las tasas fotosintéticas varían, pudiendo
incluso ser menores que la respiración.
Nutrientes
Luz, agua y una temperatura adecuada no bastan si el suelo no provee los nutrientes
necesarios. La experiencia de los sistemas de cultivo indica que la fertilización aumenta
generalmente la productividad, siendo el N y P los elementos más limitantes, aunque a veces,
otros microelementos pueden ser decisivos.
En los ambientes acuáticos, la PP está limitada por nutrientes, luz y herbivoría (ramoneo). Los
nutrientes más limitantes son el nitrato y fosfato, por lo que los ecosistemas acuáticos
productivos ocurren done estos son abundantes.
PP y lagos
Los lagos reciben nutrientes a través de la meteorización de las rocas y los suelos de su cuenca
hidrográfica, con la lluvia y como resultado de la actividad humana (abonos y vertidos de las
aguas residuales). Muestran una variación considerable en su PP en cuanto a la disponibilidad
de los nutrientes, siendo el más limitante el P.
PP y océanos
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PP y afloramientos
En las zonas en las que hay afloramientos de agua profunda, rica en nutrientes, la
productividad es alta, existiendo una estrecha correlación entre concentración en ciertos
nutrientes y productividad. Las zonas de pesca suelen encontrarse en aquellas zonas de
afloramiento como consecuencia de las cadenas tróficas que se establecen a partir del
fitoplancton.
La variación de la PP en los ambientes marinos es mayor a latitudes altas que bajas, donde no
sufre grandes variaciones. Además, la combinación de turbulencias (forzando al plancton a
profundidades donde GPP es baja y T) impiden la PP. En verano, la temperatura es más
elevada y existe un menor número de turbulencias, lo que permite aumentar la PP.
Productividad secundaria
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Eficiencia de consumo (EC)
EC= porcentaje del de productividad disponible en el anterior nivel (Pn-1) que es consumida
(ingerida. In):
Las cifras medias son bajas: 5% en bosques, 25% en praderas y 50% en comunidades de
fitoplancton.
EA= porcentaje de energía ingerida por un consumidor que es asimilada y, por tanto,
está disponible para crecer y realizar trabajo. El resto se pierde como heces. Es difícil
de aplicar a las bacterias y hongos pues asimilan el 10% de lo que absorben previa
digestión externa (AE=100%)
EA son bajas en herbívoros, detritívoros y microbívoros (25-50%), altas para carnívoros
(80%).
No todos las plantas se asimilan igual: frutos, semillas (60-70%), hojas (50%), madera
(15%).
EP= porcentaje de la energía asimilada (An) que se incorpora como nueva biomasa (Pn)
La eficiencia global de transferencia entre niveles tróficos es ECxEAxEP y varía entre el 2 y 24%,
con media en 10%. Patrones de flujo energético en algunos ecosistemas.
Pocos estudios han cuantificado bien todos los flujos energéticos entre niveles tróficos ya que
en la mayoría se sobreestima el papel de los herbívoros y se subestima el de los microbios. Los
descomponedores probablemente son los de mayor PS y pérdidas respiratorias totales. Los
herbívoros juegan su papel mayor en las comunidades de plancton, donde buena parte de la
PPN es consumida viva y eficientemente; tienen un papel menor en los sistemas terrestres (se
consume poco y a baja eficiencia) y menor aún en sistemas riparios.
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