Sei sulla pagina 1di 10

Convenio de Estocolmo

Consciente de que los COP plantean peligros importantes y cada vez mayores a la salud
humana y el medio ambiente, en 1995, el Consejo de Administración del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), pidió que se iniciara un proceso
de evaluación de una lista inicial de 12 COP y que el Foro Intergubernamental sobre
Seguridad Química (FISQ), elaborara recomendaciones respecto de la adopción de
medidas a nivel internacional, incluido un instrumento internacional jurídicamente
vinculante.
El Convenio de Estocolmo es un tratado internacional que tiene como finalidad
proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los Contaminantes
Orgánicos Persistentes, fijando para ello medidas que permitan eliminar, y cuando
esto no sea posible, reducir las emisiones y las descargas de estos contaminantes.
Asimismo, el Consejo de Administración del PNUMA pidió que el Comité
Intergubernamental de Negociación (CIN), estableciera un grupo de expertos para
elaborar criterios y un procedimiento para determinar otros COP como sustancias
propuestas para futuras medidas a nivel internación

Principales medidas del Convenio de Estocolmo

Prohibiendo la producción, exportación, importación y el uso de los COP de


producción intencional: aldrina, clordano, dieldrina, endrina, heptacloro,
hexaclorobenceno, mirex, toxafeno, y bifenilos policlorados (PCBs).
Prohibiendo la producción y utilización de DDT, salvo en aquellos países que
notifiquen su uso en relación con el control de vectores de transmisión de
enfermedades, y siempre, bajo las recomendaciones de las directrices de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Reduciendo progresivamente las emisiones de los COP generados de forma no
intencional: dioxinas, furanos, hexaclorobenceno y PCBs, con el objetivo último de su
eliminación.

 Fomentar el tránsito a alternativas más seguras, con apoyo a la investigación.


Principio fundamental que fomenta la sustitución de las sustancias químicas
peligrosas, con características COP en este caso, por otras nada o menos
peligrosas.

 Abrir las puertas a la inclusión de nuevos COP. Además de los 12 COP


contemplados actualmente en el Convenio, existen otras sustancias con
características similares aún no incluidas, por lo que se crea un Comité que
considerará nuevas sustancias, de acuerdo con la información científica y técnica
disponible.
 Determinar las existencias y los residuos que contienen COP, para gestionarlos
de manera eficaz y ambientalmente racional, eliminando su contenido de COP hasta
donde sea posible. Asimismo, se prevé la identificación y recuperación ambiental de
los emplazamientos contaminados.
 Promover el intercambio de información, la sensibilización y la educación, para
que todos los ciudadanos tengan conciencia del peligro real que suponen los COP.

Obligaciones de ámbito comunitario

Reglamento (CE) nº 850/2004


Con objeto de llevar a efecto las disposiciones del Convenio de Estocolmo, la Unión
Europea aprobó el Reglamento (CE) nº 850/2004 relativo a los COP, que se une a otros
instrumentos legislativos que ya recogían, en parte, las obligaciones del Convenio. Este
Reglamento de 2004 está dirigido a completar la legislación ya abundante de la UE
relativa a las sustancias que figuran en las listas y refleja la ambición de ir más allá de
las obligaciones internacionales, en particular en materia de sustancias químicas y de
gestión de los residuos.
El Reglamento se refiere de forma específica a la producción, comercialización,
utilización, vertido y eliminación de las sustancias que son objeto de prohibiciones o
limitaciones con arreglo al Convenio de Estocolmo sobre los COP, o del protocolo de la
CEPE - ONU relativo a los COP. Su objetivo es establecer a nivel comunitario los
requisitos para la aplicación eficaz de ambos acuerdos internacionales. También tiene
por objetivo garantizar la aplicación coherente y eficaz de las obligaciones comunitarias
con arreglo al Convenio, estableciendo un marco jurídico común para todos los Estados
Miembros de la UE. Este enfoque debería contribuir también al funcionamiento eficaz del
mercado interior. Este Reglamento ha sido modificado en varias ocasiones, con el fin de
actualizar la lista de sustancias a las que hace referencia.
El 20 de mayo de 2004 entró en vigor en todos los países de la UE. El objetivo que
pretende este instrumento jurídico es proteger la salud humana y el medio ambiente de
los COP:
 Prohibiendo directamente la producción, comercialización y uso de los COP
producidos de forma intencional, los recogidos en el Convenio y otros tres más:
clordecona, hexabromobifenilo y lindano.
 Limitando, en mayor medida que el Convenio, las restricciones o las exenciones de
producción, comercialización y uso.
 Estableciendo la reducción, minimización y, en la medida de lo posible, la
eliminación de los COP procedentes de las emisiones no intencionales, los
recogidos en el Convenio y además los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos
(PAHs).

 Tratando como residuos las existencias almacenadas de COP prohibidos y


productos que los contengan.

Obligaciones de ámbito estatal


España ratificó el Convenio de Estocolmo el día 28 de Mayo de 2004, convirtiéndose
con ello en parte del mismo. La entrada en vigor, para nuestro país, se produce el 26 de
agosto de 2004. El Reglamento (CE) nº 850/2004 entró en vigor en España el 20 de
mayo de 2004, al igual que para el resto de Estados Miembros de la UE.
Tanto el Convenio como el Reglamento establecen la obligación de elaborar un Plan
Nacional de Aplicación (PNA), en un plazo de dos años a partir de su entrada en vigor,
para dar cumplimiento a las obligaciones contenidas en estos instrumentos jurídicos.
El PNA se une a otras iniciativas ya realizadas en el ámbito estatal para la eliminación
de determinados COP, como el Plan Nacional de Descontaminación y Eliminación de
PCBs.
Comité de Examen de Contaminantes Orgánicos
Persistentes (Persistent Organic Pollutant Review
Committe, POPRC)
El Convenio de Estocolmo incluye un procedimiento de actualización de los anexos en
los que se incluyen los Contaminantes Orgánicos Persistentes para los que deben
adoptarse medidas concretas.
El proceso, incluye una propuesta formal de inclusión por una de las partes firmantes del
convenio y que es evaluada por el Comité de Examen de los Contaminantes Orgánicos
Persistentes (POPRC) de acuerdo con los criterios del Anexo D. Si el Comité estima la
propuesta, se abre un proceso de consultas para elaborar el Perfil de Riesgos y la
Evaluación de la Gestión de Riesgos, que servirán de apoyo a la decisión que debe
tomar la Conferencia de las Partes.
En la quinta reunión del Comité de Examen de los COP, que se ha celebrado del 12 al
16 de octubre de 2009, se han examinado las propuestas de inclusión de tres productos
químicos en los Anexos A, B, y/o C:

 Parafinas cloradas de cadena corta. El Comité de Examen ha revisado el documento


sobre el perfil de riesgos y ha decidido completar este documento con información
adicional sobre efectos ambientales y sobre la salud, así como tendencias en el
medio ambiente.

 Endosulfán: El Comité de Examen ha decido desarrollar el documento sobre


medidas de gestión de riesgos para su consideración en la próxima reunión y, en su
caso, recomendación para su inclusión en los Anexos del Convenio de Estocolmo.

 Hexabromociclododecano. El Comité ha concluido que este compuesto químico


reúne los criterios sobre efectos adversos, persistencia, bioacumulación y transporte
a larga distancia conforme al anexo D, y ha decidido iniciar la preparación del
documento sobre perfil de riesgos para su revisión y consideración en la próxima
reunión del Comité de Examen de COP, en 2010.

A través del CNRCOP, si dispone de información sobre estos tres productos químicos, le
invitamos a que presente documentación sobre perfiles y medidas de gestión de riesgos,
para que forme parte de los proyectos que se van a desarrollar en el periodo 2009-2010.
Estos proyectos serán presentados en la sexta reunión del Comité de Examen.
El Convenio de Basilea
Sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su
eliminación es el tratado mundial de medio ambiente que se ocupa más exhaustivamente
de los desechos peligrosos y otros desechos

Cuenta con 170 países miembros (Partes) y su objetivo es proteger el medio ambiente y
la salud humana contra los efectos nocivos derivados de la generación, el manejo, los
movimientos transfronterizos y la eliminación de los desechos peligrosos y otros desechos

Porqué se creó el Convenio de Basilea…


El transporte transfronterizo de desechos peligrosos atrajo la atención del público en la
década de 1980. Las desventuras de “buques tóxicos” como el Katrin B o el Pelícano, que
navegaban de puerto en puerto intentando descargar sus cargamentos tóxicos
aparecieron en los titulares de portada de todo el mundo. Esos trágicos incidentes
estuvieron motivados en gran parte porque en los países industrializados se habían
impuesto unas reglamentaciones sobre medio ambiente más estrictas. A medida que los
costos de la eliminación de los desechos se disparaban, comerciantes de productos
tóxicos en busca de soluciones más económicas empezaron a enviar los desechos
peligrosos a África, Europa Oriental y otras regiones. Una vez en tierra, esos cargamentos
de desechos eran vertidos indiscriminadamente, derramados accidentalmente o
manejados inadecuadamente, lo que producía problemas de salud graves (incluso
muertes) y la intoxicación de la tierra, el agua y el aire durante decenios o siglos. Para
luchar contra esas prácticas, a finales del decenio de 1980 se negoció el Convenio de
Basilea, bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Fue aprobado en 1989 y entro en vigor en 1992.

COMO FUNCIONA…
En primer lugar, el Convenio de Basilea regula los movimientos transfronterizos de
desechos peligrosos y otros desechos aplicando el procedimiento del “consentimiento
fundamentado previo” (los envíos efectuados sin consentimiento son ilícitos). Los envíos
efectuados a un Estado que no sea Parte o desde un Estado que no sea Parte son ilícitos,
salvo que exista un acuerdo especial. Se exige a toda Parte en el Convenio que
promulgue las disposiciones legislativas nacionales adecuadas para prevenir y castigar el
trá- fico ilícito de desechos peligrosos y otros desechos. El tráfico ilícito es delictivo. En
segundo lugar, el Convenio obliga a las Partes en él a asegurar que los desechos
peligrosos y otros desechos se manejen y eliminen de manera ambientalmente racional. A
ese fin, se espera de las Partes que minimicen las cantidades que atraviesan las
fronteras, que traten y eliminen los desechos lo más cerca posible del lugar donde se
generen y que impidan o minimicen la generación de desechos en origen. Se han de
aplicar controles estrictos desde el momento de la generación de un desecho peligroso
hasta su almacenamiento, transporte, tratamiento, reutilización, reciclado, recuperación y
eliminación final.

Porqué es importante el Convenio...

Sesenta contenedores marítimos que contenían 1600 toneladas de desechos fueron


incautados por las autoridades portuarias de los Países Bajos. Los desechos habían sido
oficialmente declarados como papel recuperado en tránsito hacia China desde el Reino
Unido. No obstante, se descubrió que contenían balas de desechos domésticos,
embalajes y residuos de alimentos, bolsas de plástico, desechos de madera y textiles
compactados. Se descubrió que los desechos habían sido transportados primero a los
puertos neerlandeses en camiones y transbordadores, y allí las balas habían sido
transbordadas a contenedores marítimos. Ni las autoridades de China ni las del Reino
Unido ni las de los Países Bajos habían otorgado su consentimiento para la importación,
la exportación ni el tránsito de los desechos. El cargamento fue devuelto al país de
exportación. (Fuente: EUWID RD Nº 09, 4 de mayo de 2005)

¿Qué constituye desecho con arreglo al Convenio de Basilea?

Por “desechos” se entienden las sustancias u objetos a cuya eliminación se procede, se


propone proceder o se está obligado a proceder en virtud de lo dispuesto en la legislación
nacional. En el anexo I del Convenio, que los anexos VIII y IX aclaran en mayor detalle, se
enumeran los desechos que se clasifican como peligrosos y están sometidos a los
procedimientos de control estipulados en el Convenio. En el anexo II del Convenio se
determinan los desechos que requieren una consideración especial (conocidos como
“otros desechos” y que principalmente se refieren a los desechos recogidos de los
hogares). Las Partes también pueden enviar información a la secretaría del Convenio
sobre desechos adicionales, diferentes de los desechos enumerados en los anexos I y II
del Convenio, considerados o definidos como peligrosos en virtud de su legislación
nacional, y sobre cualquier requisito relativo a los procedimientos de movimiento
transfronterizo aplicables a tales desechos Conforme a la definición del Convenio, la
“eliminación” incluye las operaciones que den lugar a la eliminación final y las operaciones
que puedan conducir a la recuperación de recursos, el reciclado, la regeneración, la
reutilización directa y otros usos.

Ejemplos de desechos que están regulados por el Convenio de Basilea…

• Desechos biomédicos y de la asistencia sanitaria

• Aceites usados

• Acumuladores de plomo usado


• Desechos con contaminantes orgánicos persistentes, productos químicos y plaguicidas
que persisten muchos años en el medio ambiente. Se transportan a grandes distancias
del lugar de liberación, se bioacumulan (con lo que constituyen una amenaza para los
seres humanos y los animales que se hallan en la cúspide de la cadena trófica) y
provocan toda una serie de efectos en la salud

• Bifenilos policlorados (PCB), compuestos utilizados en la industria como fluidos


cambiadores de calor, en transformadores y condensadores eléctricos y como aditivos en
pintura, papel para copiar sin carbono, selladores y plásticos

• Miles de desechos químicos generados por las industrias y otros consumidores.

¿Quién adopta las decisiones sobre cómo debe operar el Convenio?

La Conferencia de las Partes, de la cual son miembros todos los Estados que son Parte
en el Convenio, es el órgano principal del Convenio. La Conferencia de las Partes elabora
las políticas que orientarán la aplicación del Convenio y puede adoptar enmiendas de
éste, así como nuevos instrumentos, como Protocolos, si considera que ayudarían a
alcanzar los objetivos del Convenio. La Conferencia de las Partes se reúne como mínimo
una vez cada dos años y trata de alcanzar sus decisiones por consenso.

¿Sabía que? Los informes presentados al Convenio de Basilea indican que cada año se
transportan de un país a otro como mínimo 8,5 millones de toneladas de desechos
peligrosos1.

De esos 8,5 millones de toneladas de desechos peligrosos enviados al extranjero para su


eliminación, gran parte son acogidos con agrado como una fuente de negocios.

Sin embargo, muchos países se quejan de que están recibiendo envíos para los que
nunca habían otorgado su consentimiento y de los que no pueden ocuparse
adecuadamente.

Algunas cuestiones de actualidad de las que se ocupa el Convenio de Basilea…

• Los desechos electrónicos y eléctricos, como los teléfonos celulares y las computadoras

• Los buques destinados al desguace

• Los desechos de mercurio y de amianto

• El vertimiento ilícito de desechos peligroso


Convenio de Londres (Convenio sobre la prevención
de la contaminación del mar por vertimiento de
desechos y otras materias)
El Convenio de Londres tiene como finalidad promover el control efectivo de todas las
fuentes de contaminación del medio marino y la adopción de todas las medidas posibles
para impedir la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias. En la
actualidad son 87 los Estados Parte en el Convenio, entre ellos España, y la Secretaría
del Convenio es albergada por la Organización Marítima Internacional, con sede en
Londres.

A diferencia de los Convenios OSPAR y de Barcelona, el Convenio de Londres se ocupa,


únicamente, de los vertidos realizados desde buques y no de aquellos que llegan al mar
desde tierra.

En 1996 se aprobó el “Protocolo relativo al Convenio de Londres”, con el objetivo de


modernizar el Convenio, cuya entrada en vigor se produjo en marzo de 2006. El Convenio
del 72 establece una lista de sustancias y productos que no pueden ser vertidos al mar
pero, de conformidad con el nuevo Protocolo, se establece el procedimiento denominado
como “lista inversa”, es decir, se prohíbe el vertimiento al mar de todos los desechos con
la única excepción de los que se incluyen en la lista que constituye el anejo I del
Protocolo. Por lo tanto, únicamente son susceptibles de vertido los siguientes materiales:

1. Material de dragado
2. Lodos de depuradoras
3. Vertido de descartes de pesca o materiales resultantes de las operaciones de
manipulación de pescado
4. Buques y plataformas, u otras construcciones en el mar
5. Materiales geológicos inorgánicos inertes
6. Materia orgánica de origen natural
7. Objetos voluminosos inocuos generados en instalaciones aisladas (como pequeñas
islas) sin posibilidad de otras opciones de eliminación

Con posterioridad, en 2007, se aprobaron las enmiendas para incluir una nueva categoría
de material susceptible para su vertido al mar, los flujos de CO2 para su secuestro en
estructuras geológicas submarinas.

Este protocolo de enmienda, recoge además los avances y prescripciones que tienen su
origen en la Conferencia de Río de Janeiro (1992) y los principios de cautela y de quien
contamina paga, además de prohibir la incineración en el mar y la exportación de
residuos.

Dentro del ámbito del Protocolo, se han redactado unas “Directrices generales” y
“Directrices específicas” para algunos de los desechos cuyo vertimiento está permitido. En
ellas se detallan pormenorizadamente los procedimientos para la evaluación de los
desechos, la selección de la zona de vertido, los procedimientos de vigilancia, de
caracterización, etc.
El Convenio de Londres y su Protocolo de 1996, también se van adaptando al progreso
científico mediante el denominado “Grupo Científico” que es el que, en reuniones anuales,
prepara desde el punto de vista técnico los diferentes documentos que se adoptan en las
reuniones de Partes Contratantes. España, a través del MAGRAMA participa en las
reuniones del grupo científico

Estrategias marinas
Las Estrategias Marinas, instrumento de planificación del medio marino creado al amparo
de la Directiva 2008/56/CE, de 17 de junio de 2008, por la que se establece un marco de
acción comunitaria para la política del medio marino (Directiva marco sobre la estrategia
marina), tienen como principal objetivo, la consecución del Buen Estado Ambiental (BEA)
de nuestros mares a más tardar en 2020. La transposición de dicha directiva al sistema
normativo español se recoge en la Ley 41/2010, de 29 de diciembre, de Protección del
Medio Marino.

Los 11 descriptores del Buen Estado Ambiental, establecidos por la Directiva son D1:
Biodiversidad, D2: Especies alóctonas, D3: Especies explotadas comercialmente, D4:
Redes tróficas, D5: Eutrofización, D6: Integridad de los fondos marinos, D7: Alteraciones
de las condiciones hidrográficas, D8: Contaminantes y sus efectos, D9: Contaminantes en
los productos de la pesca, D10: Basuras marinas y D11: Energía, incluido ruido
submarino. Estos 11 descriptores suponen el punto de referencia sobre los que
determinar el buen estado ambiental del medio marino.

Para su desarrollo, la Comisión Europea aprobó la Decisión de la Comisión


2010/477/UE sobre los criterios y las normas aplicables al buen estado ambiental de las
aguas marinas, donde se definen los criterios e indicadores asociados que permiten
evaluar el buen estado ambiental, y su relación con los descriptores cualitativos, en que
basar la aplicación de las estrategias marinas.

Con la finalidad de avanzar hacia la consecución del objetivo lograr o mantener un buen
estado ambiental del medio marino a más tardar en el año 2020, se establecieron las
siguientes fases, que deben abordar los Estados Miembros:

 Una evaluación inicial de las aguas marinas, que comprendiera un análisis del estado
ambiental actual, de los principales impactos y presiones, así como del análisis
económico, social y del coste que supone el deterioro del medio marino
 La definición del buen estado ambiental, de acuerdo a los 11 descriptores del buen
estado ambiental, para cada subregión marina.
 La propuesta de objetivos ambientales e indicadores asociados para las aguas
marinas, con objeto de orientar el proceso hacia la consecución del buen estado
ambiental del medio marino
 El establecimiento de Programas de seguimiento coordinados, para evaluar
permanentemente el estado ambiental de las aguas marinas
 La elaboración y puesta en marcha de Programas de medidas, necesarios para lograr
o mantener el buen estado ambiental del medio marino

La directiva establece regiones y subregiones marinas, estando las aguas españolas


incluidas en la Región Atlántico Nororiental (Subregiones de Golfo de Vizcaya y las costas
ibéricas y macaronésica de Canarias) y en la Región Mediterránea (Subregión
Mediterráneo Occidental).

Gestión del Dominio Público Marítimo Terrestre

El Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) es la única categoría de bienes de dominio


público estatal español directamente individualizada por la propia Constitución de 1978,
sin dejarlo en manos del legislador ordinario.

La Constitución señala que la zona marítimo-terrestre, las playas, las aguas interiores, el
mar territorial y los recursos naturales de la zona económica y la plataforma continental
son bienes del DPMT, y la Ley de Costas precisa estos conceptos.

Bienes tan valiosos y anhelados por todos como las playas, las dunas, los escarpes, las
bermas, los acantilados, las marismas, los humedales litorales, etc, son de DPMT, tanto
para su protección, como para su garantía de disfrute público.

Todos debemos tener garantizado el derecho de disfrute de estos bienes del DPMT eso
sí, con usos adecuados, que ni comprometan su integridad física, ni impliquen que los
demás no puedan disfrutarlos también.

Esta idea constituye la esencia de la Ley de Costas y a su servicio están todas la


potestades administrativas que recoge y todos los procedimientos y resoluciones que
regula.

Además, de conformidad con lo previsto en la Ley de Costas, el Ministerio de Agricultura y


Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, lleva a cabo el Plan de deslindes, tramitando y
aprobando los expedientes que definen la línea de deslinde del dominio público marítimo-
terrestre.

Potrebbero piacerti anche