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DEL
DIACONADO
Manual del Diaconado
17 de Noviembre del 2001 Tabla de Contenido
INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................48
INTRODUCCIÓN:
Hay que admitir que el punto de vista bíblico del diaconado se ha colocado en un rango
secundario de interés y prioridad en la reordenación de cada asamblea al modelo
neotestamentario de una iglesia local que predica el evangelio y honra a Dios. Pero
como observara un escritor hace más de 150 años, el impacto del oficio diaconal no
debe ser pasado por alto:
“Este tema es, en muchos aspectos, muy importante: demasiado importante para ser
tratado a la ligera, o examinado con descuido. Se concierne íntimamente con la actividad
y eficiencia de la Iglesia Cristiana en la promoción de las grandes metas de su
organización; la difusión del evangelio en su pureza; y el logro de aquellas obras de
caridad y benevolencia por la cual es tan efectiva en el mundo, y, sobre todo, la imagen
de la gracia y compasión de su Redentor benefactor” (1)
No obstante, nuestras raíces al formular los deberes bíblicos del diaconado van más
allá de la historia de nuestra propia iglesia. Grandes hombres cristianos de los siglos 18
y 19 han contribuido significativamente a nuestro entendimiento del testimonio bíblico
sobre el diaconado, y por lo menos algunas de sus obras están citadas en este Manual.
La primera y última autoridad para toda nuestra doctrina práctica no son las opiniones
de los hombres, o lo que “parece que funciona”, o las tradiciones de la iglesia, sino que
nuestra última fuente es la Biblia solamente. Es nuestra meta atar cada aspecto del
Manual del Diaconado
17 de Noviembre del 2001 Tabla de Contenido
servicio diaconal a las Escrituras, o por lo menos a los principios generales contenidas
en ellas, para asegurarnos que estamos siguiendo la mente y la voluntad de Cristo.
Creemos que cuando la obra de Dios se hace a la manera de Dios, siempre disfrutará
de sus bendiciones. A pesar reconocer los muchos defectos de este breve Manual, lo
recomendamos a nuestros hermanos con la esperanza de que puedan discernir más
claramente la obra y la manera de Dios en el diaconado, y que usted también pueda
conocer Su bendición.
Manual del Diaconado 1
Origen, Institución y Función del Diaconado
Capítulo I
Origen, Institución y Función del Diaconado
(1) Filipenses 1:1: Pablo concibe esta iglesia bien ordenada y relativamente
madura como una asamblea de santos en unión con Cristo; morando en
la ciudad de Filipos; con dos grupos reconocidos de oficiales en la iglesia,
“ancianos y diáconos”.
1.2.1 En una iglesia bien ordenada y madura que sigue el patrón de las
Escrituras habrá dos tipos de oficiales, ancianos y diáconos, y una
pluralidad de ambos.
“Es casi imposible concebir, que si hubieran habido otros oficiales aparte
de los obispos y diáconos en la Iglesia de Filipos, estos hubieran sido
omitidos en la salutación apostólica; y es igualmente difícil concebir que la
Iglesia de Filipos, las primicias de las labores de Pablo en Europa, sobre
cuya prosperidad espiritual tanto se regocijaba, estaba destituida de
cualquier clase de oficial necesario o usual en otras iglesias. La
conclusión parece irresistible, que el obispo y el diácono eran los dos
únicos oficiales de tipo ordinario y permanente conocidos en la Iglesia
apostólica.” (2)
1.2.3 Las Escrituras claramente establecen los requisitos de los hombres que
han de tomar cada oficio y las funciones generales que han de
desempeñar en cada oficio. Nos compete a nosotros descubrir el material
bíblico que Dios provee para guiarnos en el desempeño de nuestras
funciones como diáconos.
Manual del Diaconado 2
Origen, Institución y Función del Diaconado
2.1 Cuando trazamos la función del diaconado a su fuente más fundamental, vemos
que tiene su origen en el corazón amoroso y benevolente de Dios. Dios cuida de
sus criaturas, cuida de toda la humanidad, cuida a sus elegidos, y tiene un
cuidado especial por los débiles e indefensos entre ellos. Los hombres que sirven
como diáconos han sido dados como agentes especiales de Dios para ministrar
benevolencia a los pobres y necesitados.
2.2 El Dios de la Biblia tiene especial deleite en defender a los indefensos y actuar a
favor de aquellos que no tienen protector o proveedor.
2.2.2 Dios defiende su causa y los libra de las injusticias de los hombres: Éxodo
22.21-24, Deuteronomio 10:17-18; Salmos 82:1-4.
2.2.3 Dios provee para toda su creación (Salmos 104:27-28), pero bajo el
Antiguo Pacto decretó medios especiales a través de la comunidad de Su
pueblo para proveer para los pobres y necesitados: Ver Deuteronomio
24:14-15: 24:19-22; 15.1-3; 26:12.
2.2.4 El pueblo de Dios bajo el Antiguo Pacto era el medio de Dios para suplir
las necesidades de los pobres. Debían reflejar la compasión y especial
preocupación de Dios e incurrirían en su ira si trataban de escapar de
este deber:
2.3 En el pasaje de Deuteronomio 15, note la preocupación especial de Dios por los
pobres y necesitados entre su pueblo del pacto: “un menesteroso de tus
hermanos.” Al mismo tiempo, Dios extiende su cuidado al extranjero (ver por
ejemplo, Éxodo 22:2). Los pobres y necesitados son primariamente, pero no
exclusivamente, aquellos que están dentro de la comunidad del pacto o, en
lenguaje neotestamentario, “la familia de la fe” (Gálatas 6:10).
Manual del Diaconado 3
Origen, Institución y Función del Diaconado
2.4 Bajo el Nuevo Pacto, se espera que el patrón de benevolencia práctica sea
mantenido en la vida del cristiano como evidencia de su nueva vida espiritual
(Santiago 1:27; 1 Juan 3:16-18). Dios también ha provisto un medio para el
cuerpo corporativo de creyentes, (la iglesia) para tratar con las necesidades de
los pobres a través de los diáconos que sirven como sus representantes oficiales
en asuntos de benevolencia.
2.5 En resumen, podríamos decir que (1) Dios se ha identificado especialmente con
el débil y el necesitado, el indefenso y el destituido; (2) los pobres y los
necesitados son primariamente aquellos que son verdaderos creyentes y
hermanos en la fe pero que tienen necesidades materiales reales, (3) Dios utiliza
a Su pueblo como medio para suplir aquellas necesidades y espera que
respondan con generosidad compasiva; y (4) los diáconos son dados para
ministrar la misericordia benevolente de Dios a nombre del pueblo de Dios
corporativamente.
3.1.2 Aunque su cuidado por las almas de los hombres era de suprema
importancia, Jesús no era en ningún modo indiferente a sus necesidades
físicas. He aquí uno que se movía entre los más pobres, débiles y
destituidos y demostró el amor de Dios por los necesitados en
incansables obras de misericordia. Así como lo eterno pesa más que lo
temporal, nuestra preocupación por las almas de los hombres debe ser
nuestra principal preocupación en la obra de la iglesia (2 Corintios 4:17-
18). Sin embargo, debemos seguir el patrón de Cristo en atender también
las necesidades del hombre completo, cuerpo y espíritu. La gloria del
diaconado yace en reflejar este segundo aspecto del ministerio terrenal de
Cristo.
3.1.3 El propósito del ministerio de Cristo era revelar el Padre a los hombres
(Juan 1:18), tanto en sus enseñanzas como en sus acciones. Lo que
Cristo dijo e hizo, reveló su propia identidad como Dios encarnado. Lo que
hizo dio sustancia al carácter de Dios al presenciar los hombres las obras
de Cristo. Los discípulos de Cristo revelan a Dios al testificar de Él; y
nosotros damos sustancia a su carácter revelado en Cristo al hacer obras
de misericordia.
3.1.4 El que Cristo viniera “no para ser servido, sino para servir” (Matero 20:28)
era un cumplimiento directo de su identidad como el Siervo Sufriente de
Manual del Diaconado 4
Origen, Institución y Función del Diaconado
3.2.3 Una declaración de perspectiva y prioridad por los apóstoles: “No es justo
que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas” (verso
2). En esta declaración ellos fijan las prioridades no negociables de los
líderes de la iglesia. Juan Calvino comenta acerca del servicio de los
apóstoles para las necesidades físicas y espirituales de la iglesia:
3.3.1 Diácono, como raíz para la palabra siervo, Juan 2:5; 12:26; 1 Corintios
3:5.
3.3.2 Diácono, en forma de verbo, significa “servir”, como en Lucas 4:39 y Juan
12:2.
3.4.1 Hasta el tiempo de Hechos 6, la iglesia en Jerusalén era una iglesia válida
y funcional, a pesar de que no tenía diáconos. Los ancianos estaban
involucrados en labores diaconales (ver Hechos 4:35) en esos primeros
días. Además vemos la preocupación prioritaria apostólica de asegurar un
ancianato antes que el diaconado en las iglesias jóvenes (ver Hechos
14:23 y Tito 1:5). En una congregación pequeña y joven es apropiado, y a
veces necesario, que un anciano haga la labor de un diácono. Pero no es
apropiado que un diácono asuma la función de un anciano.
3.4.2 Las necesidades prácticas de una iglesia creciente podrían muy bien
agotar los recursos del ancianato y tentarlos a dejar a un lado sus
empeños espirituales primarios. Al igual que los apóstoles, los ancianos
que están bajo esta presión deben resistirse al desplazamiento de sus
prioridades y ser sensibles al referirse a los problemas reales que
enfrentan.
3.4.3 Los diáconos son llamados al servicio para asistir a los ancianos en suplir
las necesidades prácticas de la congregación. Su conveniencia en el
oficio es un asunto de juicio congregacional, en cuanto a sus requisitos
bíblicos; su asignación a labores específicas dentro del diaconado es un
asunto de juicio pastoral y delegación de autoridad.
4.2.2 Cristo, en su Palabra, ha provisto una clara descripción de los oficios que
han de existir en su iglesia, los estándares objetivos por medio de los
cuales se ha de evaluar la aptitud de un hombre para el oficio, y los
lineamientos generales de la autoridad legítima y las actividades de ese
oficio.
4.3.1 Su autoridad
4.4.1 Cualquiera que sean las funciones y actividades en que se involucren los
diáconos no deben violar el orden demandado por el gobierno de Cristo,
ni la prioridad de labores ordenadas por la Palabra de Cristo.
4.4.2 Los diáconos están subordinados al gobierno de los ancianos en todos los
asuntos. El suyo es un ministerio de servicio, con autoridad delegada para
realizar esos servicios de parte de los ancianos.
4.6.2 A pesar de que hay dos ministerios legítimos y dos oficios distintos en la
iglesia, el oficio diaconal está siempre subordinado al oficio del anciano.
4.6.3 En una iglesia bíblica bien ordenada el oficio diaconal y el oficio pastoral
comparten las mismas metas y trabajan corporativamente hacia los
mismos fines espirituales.
“Entre los requisitos del oficio de los diáconos, no se requiere que sean
aptos para enseñar; y por tanto no son designados para laborar como
maestros públicos de la Palabra: tampoco mencionan otros requisitos
que indican que deben estar prestos a promover los intereses
espirituales de la iglesia. La obligación de hacer esto descansa sobre
cada miembro; y los diáconos no están descargados de ella al ser
designados para ministrar en los asuntos seculares. En lugar de
sumergirse en la secularidad, se espera que, por el ejercicio adecuado
de su oficio, ganen para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe
que es de Cristo Jesús (1 Timoteo 3:13).” (4)
4.6.7 Todos los miembros del Cuerpo de Cristo deben involucrarse en obras
de servicio y benevolencia mutua unos para con otros. Sin embargo, los
diáconos tienen el deber peculiar y oficial de buscar a aquellos en
necesidad y ministrar a esa necesidad como representantes oficiales de
la iglesia.
5.1 Los diáconos rinden el servicio que sea necesario para mantener las prioridades
de la oración y la predicación en la vida de la iglesia.
5.1.3 Los diáconos llenan las expectativas y propósitos del oficio, cuando
realizan servicios que distraerían a los ancianos de sus labores
primordiales.
“Si los diáconos estuvieran activos en todo lugar sosteniendo en alto las
manos de los pastores, así como Aarón y Hur sostuvieron las manos de
Moisés, la prosperidad de las iglesias sería grandemente promovida, y el
éxito del evangelio sería mucho más abundante.” (5)
5.2 Los diáconos rinden el servicio que sea necesario para manifestar la compasión y
el cuidado de Cristo por los pobres y necesitados en la iglesia.
5.3 Los diáconos rinden el servicio que sea necesario para que todas las cosas sean
hechas decentemente y en orden en la iglesia.
5.3.4 En la casa de Dios, todo debe hacerse con decencia y santo decoro para
reflejar el orden del carácter y los caminos de Dios. Debemos
asegurarnos de una integridad visible ante los ojos de hombres
razonables.
5.4 Los diáconos funcionan como voceros de la congregación hacia las necesidades
de los ancianos.
5.4.3 Donde hay una pluralidad de ancianos, esta preocupación por el hombre
laborando en el ministerio, debe recaer en los otros ancianos. Pero los
diáconos podrían aminorar la carga de este deber de orden práctico al
permanecer involucrados en las necesidades financieras de los pastores,
mostrando un espíritu generoso hacia ellos.
5.5 Los diáconos realizan una amplia gama de servicios en la Iglesia de Cristo, en la
medida que Dios les concede oportunidades y habilidades.
5.6 Los diáconos sirven con gozo en su oficio designado por Dios al procurar lograr
las siguientes metas:
5.6.1 Servir en apoyo y en sujeción, a las labores dadas por Dios a los
ancianos.
Capítulo 2
Requisitos Bíblicos de los Diáconos
(3) “Y de sabiduría”
“Es necesario que estén provistos no solo de otras gracias del Espíritu, sino
también de sabiduría, ya que sin ella esa labor no puede ser adecuadamente
realizada. Deben estar en guardia no solo contra las imposiciones y fraudes de
los que están muy inclinados a mendigar y chupar lo que necesitan los hermanos
en extrema pobreza, sino también contra las calumnias de aquellos que
constantemente hacen comentarios denigrantes, aun cuando no hubiera razón
para hacerlos. Ese oficio no solo está lleno de dificultades, sino que está puesto a
quejas injustificadas.” (7)
1.3 Los requisitos escriturales específicos pueden ser organizados bajo las
siguientes aptitudes personales:
2.3 Antigüedad.
Capítulo 3
Labores Diaconales
Ejemplo #2: Demostración de un don especial entre el diaconado que puede ser
visto como pastoral en su naturaleza, pero que sigue siendo una legítima
expresión de asistencia diaconal a ellos. Por ejemplo, visitar a los enfermos, los
que guardan prisión. Si un diácono se muestra competente para realizar esta
labor de parte de los ancianos, estos podrían delegarle estas responsabilidades.
(Note, sin embargo, que los ancianos no abandonan sus responsabilidades por
ese ministerio, sino que deben darle un seguimiento personal y cercano a tales
labores delegadas).
2.1.2 Como diáconos, debemos aprender a manejar esta tensión bíblica en una
de nuestras labores más importantes dadas por Dios.
2.2 ¿Qué procedimiento debemos usar como diáconos para dispensar benevolencia
a los pobres y los necesitados?
2.2.3 Recuerde la mano generosa de Dios con un pecador indigno como tu, e
imítelo en su interacción con los demás:
3.1.2.2 A la congregación
Otra contribución que pueden hacer los diáconos es en el área del análisis
de gastos. Los diáconos deben estar buscando la manera de ahorrarle
dinero a la iglesia y pueden realizar investigaciones especiales de los
gastos regulares, tales como servicios, teléfono, viajes, seguros,
mantenimiento, impresión, etc. También pueden estudiar los posibles
ahorros en asuntos de personal, como seguro médico, seguro de vida,
pensiones, etc.
3.2.1 Los diáconos pueden quitarle una gran carga a los ancianos al atender los
asuntos de orden práctico de los edificios e instalaciones para servir al
pueblo de Dios y los ministerios de la iglesia. Al anticipar esas
necesidades y estructurar un método organizado para operar y mantener
la planta física de la iglesia, las actividades diarias y semanales de la
iglesia serán grandemente asistidas. Los asuntos necesarios pero
relativamente poco importantes de proveer una acomodación adecuada
desaparecerán, permitiendo que la vida espiritual de la iglesia continúe sin
impedimentos.
Manual del Diaconado 30
Labores Diaconales
3.2.2 Las siguientes metas podrían ayudarnos a dirigir nuestra atención a las
necesidades de la planta física de la iglesia, sin importar nuestras
circunstancias individuales:
Los diáconos pueden asistir a los ancianos al administrar otros usos del
edificio de la iglesia; ejemplo, bodas y funerales.
3.4.1 Debido a que la iglesia está sujeta a requerimientos civiles, mientras esos
requerimientos no fuercen a la iglesia a transgredir la ley de Dios
(Romanos 13:1-7; Hechos 5:29), los líderes de la iglesia están obligados a
cumplir todos los asuntos legales de acuerdo a las leyes civiles.
3.4.5 Los diáconos podrían aconsejar a los pastores en la forma más apropiada
para obtener asistencia profesional en asuntos legales, civiles o
financieros; y podrían servir como enlace con los profesionales a nombre
de la iglesia.
4.1.1 Los diáconos deben reconocer que no están en una posición de autoridad
cuanto se trata de establecer el salario de sus pastores. Si hay una
pluralidad de ancianos, esta política debe ser manejada por los ancianos
y administrada por los diáconos. Si hay un solo anciano, ese hombre es
Manual del Diaconado 35
Labores Diaconales
todavía el pastor que gobierna en esa iglesia. Aunque éste puede buscar
el consejo y la concurrencia de los diáconos, las decisiones financieras
están todavía dentro de su jurisdicción. Además, los diáconos representan
la mente de la congregación al tomar responsabilidad en su oficio para
suplir toda la gama de necesidades materiales de sus pastores.
4.1.2 Las Escrituras nos dan numerosas directrices para mostrar una
consideración generosa por las necesidades materiales de nuestros
ancianos:
4.1.3 Principios para establecer remuneración para los hombres que trabajan
en predicar y enseñar la Palabra:
De los textos antes citados, podemos derivar por lo menos las siguientes
perspectivas básicas al tratar de establecer una compensación justa para
los que laboran en la iglesia:
(1) Nuestra estima por los hombres que nos sirven como pastores
no termina con expresiones verbales de aprecio y respeto.
Debe ser expresada de formas tangibles.
Al darle Dios un ministerio a la iglesia local, los diáconos deben adoptar ese
ministerio como un elemento de su continuo apoyo a la función pastoral. Casi
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Labores Diaconales
todo ministerio tiene algún aspecto práctico en el que los diáconos pueden
contribuir con su pericia y aliviar la carga de los ancianos. Los siguientes
ministerios se mencionan como áreas frecuentes en las que la iglesia se
involucra para contribuir con la expansión del reino de Dios más allá de la
congregación local.
4.3.1 Misiones
En conclusión, por lo menos tres perspectivas deben ser recordadas al desempeñar los
diáconos sus deberes entre el pueblo de Dios:
5.1 La conducción de toda función diaconal en la iglesia debe mantener una armonía
ininterrumpida con el principio de “gobierno por ancianos”.
En esta sección hemos visto una amplia gama de tareas sobre las cuales los
diáconos pueden legítimamente tomar responsabilidad, asumiendo que Dios ha
depositado las gracias y dones necesarios así como los recursos de tiempo y
energía entre el diaconado. No obstante, debemos recordar que los diáconos son
responsables ante los ancianos en todo aspecto de su servicio. No pueden
proceder en ningún curso de acción de su deber sin antes fijar su punto de
referencia en las perspectivas y prioridades espirituales de los pastores de la
iglesia. Integrado a cada tarea, debe haber un mecanismo de supervisión y
dirección pastoral periódica.
Manual del Diaconado 40
Labores Diaconales
5.2 Toda función diaconal en la iglesia debe estar orientada hacia el apoyo máximo
de la labor central de predicar y enseñar el evangelio de Cristo.
Por estas razones, los diáconos deben establecer salvaguardias que les
ayudarán a mantenerse concentrados y “en curso” para examinar sus prioridades
y dirección. Se sugieren los siguientes medios:
Otro motivo para involucrar a otros es el hecho de que se podrá lograr mucho
más con más obreros que con unos pocos. Si los diáconos de la iglesia de hoy
anhelan tener una iglesia más fuerte y efectiva y un mayor impacto en esta
generación, invertirán el tiempo que sea necesario para involucrar, entrenar y
animar a otros en obras de misericordia y servicio. Solo entonces podrán ver una
mayor posibilidad para una futura continuidad y éxito en la obra de la iglesia de
Cristo luego que hayan salido de la escena. ¡Quiera el Señor que la próxima
generación de diáconos pueda pararse en los hombros de esta generación en
sus hazañas para Dios!
Manual del Diaconado 42
El Diaconado en Operación
Capítulo 4
El Diaconado en Operación
2.2 La realidad de que Cristo equipa a diferentes hombres con diferentes dones en
Su iglesia.
2.3 En la práctica, las múltiples ventajas de la diversidad de dones entre los hombres
que sirven en el diaconado.
5.1.1 Trabajando con una agenda estándar resumida que cubra todas las áreas
principales de responsabilidades diaconales. Un formato sugerido para la
agenda, a ser distribuida de antemano, incluiría lo siguiente:
5.2.3 Otros contactos necesarios para asegurar que las tareas sean terminadas
a tiempo
6.1.1 Las líneas de comunicación entre los ancianos y los diáconos incluye
medios tanto formales como informales. En casos donde hay dos o más
hombres en cualquiera de los dos consejos, se debe designar a un
hombre como punto oficial de contacto. En el diaconado este hombre
asumirá la responsabilidad de recibir información de los ancianos y
transmitirla a los otros diáconos. En sentido inverso, él también servirá
como conducto para canalizar solicitudes o informaciones de los otros
diáconos a su punto de contacto en el ancianato.
6.1.2 Los diáconos estarán interactuando con los ancianos en muchos niveles
al servir en los varios aspectos de la vida de la iglesia. El formato y
alcance de cada tipo de comunicación variará, pero los siguientes son
sugeridos como algunos de los encabezados principales:
6.1.3 Los diáconos son a menudo hombres “prácticos” que ven la conversación
como un tiempo relativamente desperdiciado. Pero deben recordarse,
primeramente, del valor del consejo mutuo antes de proceder con sus
labores (puede que no hayan tomado en cuenta todos los factores
envueltos), y, en segundo lugar, del derecho de los ancianos de ser
informados de sus acciones propuestas y dar su opinión y consentimiento
antes de implementarlas.
6.2.1 Informar a los miembros sobre el uso de los fondos que han ofrendado, y
otros asuntos por los cuales han orado, y cómo Dios ha ayudado a los
diáconos a cumplir con los deberes de su oficio.
Manual del Diaconado 46
El Diaconado en Operación
6.2.3 Comunicar acerca de oportunidades que tienen los miembros para unirse
al servicio de los otros. Por ejemplo:
(1) hospitalidad
(2) servicio rutinario alrededor del edificio de la iglesia
(3) proyectos de trabajos especializados (carpintería,
electricidad, computadora)
(4) asistencia en la guardería
(5) necesidades especiales de benevolencia
(6) otros proyectos especiales
7.1.1 Distribuir comunicación escrita a todos los asistentes de los ancianos para
asegurarse de que cada uno esté informado e involucrado en la labor
diaconal. De otra forma, uno o dos hombres estarán tomando todas las
decisiones y se podría fomentar un espíritu de división.
7.1.2 Los reportes escritos, los memos y las minutas también ayudan al
liderazgo a acumular gradualmente un conjunto de políticas que luego
podrán ser reunidas en forma impresa.
7.2 A la iglesia:
7.2.1 Los diáconos deben preparar una contabilidad anual de fondos recibidos y
desembolsados. Este reporte usualmente aparece en el reporte anual
impreso de la iglesia.
7.2.2 Los reportes escritos ayudan a comunicar dónde y cómo los diáconos han
empleado su tiempo y los recursos de la iglesia. Respete la privacidad de
ciertos asuntos, especialmente los salarios y las ayudas de benevolencia
personal, pero haga que los miembros estén conscientes de este brazo
de la iglesia y lo que los diáconos están haciendo en su nombre.
Capítulo 5
Conduciéndonos en el Oficio Diaconal
3.2 Prioridades balanceadas aún bajo presión (salud espiritual personal, deberes en
el hogar, vida en la iglesia y vocación secular).
3.3.3 Afecto fraternal hacia los hombres con quien sirve en el diaconado, y
hacia los otros miembros de la iglesia.
3.4 Ganando y manteniendo la estima del pueblo de Dios como oficiales de la iglesia.
4.1 Promesa específica a diáconos fieles: “Los que ejerzan bien el diaconado
ganan…” (1 Timoteo 3:13)
4.2 Promesas generales a mayordomos fieles: “Bien, buen siervo y fiel…” (Mateo
25:21).
BIBLIOGRAFÍA:
Manual del Diaconado 30
Labores Diaconales
(3) Juan Calvino, Los Hechos de los Apóstoles, ed. David W. Torrance y Thomas F.
Torrance, Comentarios de Nuevo Testamento de Calvino, 12 vols. (Grand
Rapids: Eerdmans, 1989).160.
(4) J. L. Dagg, Manual del Orden en la Iglesia (Harrisonburg, Virginia; Gano Books,
1990=, 267.
(5) Ibid.
(8) Para una exposición útil de este texto, ver cassette EX77 por Pastor A.N. Martin.
(9) R.B.Kuiper, El Glorioso Cuerpo de Cristo (Edinburgh: Banner of Truth, 1987), 154
(10) John Owen, “La Verdadera Naturaleza de una Iglesia Evangélica”, Obras, 16
vols, (Edinburgh: Banner of Truth, 1968), Vol. 16.
(13) Owen, John, “La Verdadera Naturaleza de una Iglesia Evangélica” (Obras,
Vol.16). Edinburgh: Banner of Truth, 1968.
(15) Willson, James M., El Diácono: Una Investigación de la Naturaleza, los Deberes y
el Ejercicio del Oficio del Diácono, en la Iglesia Cristiana. Dallas: Presbyterian
Heritage Publications (manuscrito no impreso), 1990.