Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Como le
habeis visto subir al cielo, así vendrá, Aleluya.
Todos los pueblos, apludid; cantad a Dios con voces de regocijo. Gloria.
Motivos de reprobación
la reprobación positiva de los ángeles y de los hombres supone la previsión de sus demé-
ritos, pues Dios no puede querer infligir la pena de la condenación sino por una falta.
El motivo de la reprobación negativa, tomado absolutamente o en general, no es la
previsión de los deméritos de los reprobados; pues esta reprobación negativa no es más
que la permisión divina de esos deméritos
Y si se pregunta por qué Dios ha elegido a éste y no a aquél, ya vimos que según Santo
Tomás no hay otra razón que la simple voluntad divina;
Dificultad: Querer manifestar el esplendor de la justicia vindicativa antes de haber previsto la falta, es
querer la pena antes de la falta, lo que es injusto. responde:Dios no quiere permitir la falta por amor al
castigo; esto repugnaría a la justicia. Quiere permitir la falta y, después, infligir la pena a causa de la
falta, para manifestar su justicia infinita y el derecho del soberano bien a ser amado por sobre todo.
"Dios no abandona a los justos antes de haber sido abandonado por ellos" (Denzinger, n. 804)
Se cuentan entre los efectos de la reprobación: la permisión de los pecados que no serán perdonados;
2', el rehusamiento divino de la gracia; 3,la obcecación; 4, el endurecimiento; y, en fin, 5', la pena de
la condenación.
El pecado mismo no es el efecto de la reprobación, porque Dios no es, de modo alguno, causa del
pecado, ni directa, ni indirectamente por insuficiencia de auxilio; esta insuficiencia de auxilio sería una
negligencia divina, es decir, un absurdo.
¿Se puede en esta vida tener la certeza de estar predestinado?
Concilio de trento: Nadie, mientras se vive en esta mortalidad, del arcano misterio de la divina
predestinación debe presumir de modo que establezca, que ciertamente está en el número de los
predestinados, como si verdaderamente estuviese justificado o que no pudiere pecar más, o, que si
pecase, se deba prometer arrepentiminto cierto. Pues, a no ser por especial revelación, no puede
saberse a quiénes Dios haya elegido para sí.
Con todo, ¿hay señales de predestinación, que den una especie de certeza moral de que se
perseverará? Los Padres, en especial San Juan Crisóstómo, San Agustín, San Gregorio Magno, San
Bernardo y San Anselmo han indicado —según ciertas palabras de la Escritura— varios signos de
predestinación, que los teólogos a menudo han enumerado como sigue:
1una buena vida; 2 el testimonio de una conciencia pura de faltas graves y pronta a la muerte antes
que ofender gravemente a Dios; 3 la paciencia en las adversidades, por amor a Dios; 4 el gusto por la
palabra de Dios; 5 la misericordia hacia los pobres; 6 el amor a los enemigos; 7 la humildad; 8 una
devoción especial a la Santísima Virgen, a quien todos los días le pedimos ruegue por nosotros en la
hora de nuestra muerte.
¿Cómo pueden conciliarse esas^ palabras: Dios quiere la salvación de todos los hombres con el
misterio de la predestinación?, contesta Bossuet: "Muchos son los llamados y pocos los elegidos, dice
Jesucristo. Todos los que son llamados pueden venir si lo quieren; el libre albedrio se les da para eso y
la gracia está destinada a vencer su resistencia y a sostener su flaqueza; si no vienen, no pueden
imputarlo sino a sí mismos; pero, si vienen, es porque han recibido un toque particular de Dios, quien
les inspira tan buen uso de su libertad. Deben, pues, su fidelidad a una bondad especial, que los obliga
a un reconocimiento infinito y les enseña a humillarse, diciendo: ¿qué tienes tú que nos hayas
recibido?, y si lo has recibido, ¿de qué puedes gloriarte?
Otras doctrinas de predestinación
Lutero: sus conclusiones parten del concepto que tiene del pecado original Según la cual, el hombre en
estado de. naturaleza caída no tiene ya la fuerza, aun. después de la justificación, de resistir a la
tentación. llegó a concluir que la concupiscencia, después de la falta del primer hombre, es invencible,
que el precepto non concupisces es impracticable, que Dios ha mandado lo imposible. Así fué como,
carente de una justicia interior, que le parecía imposible, Lutero comenzó a buscar una justicia
exterior; y, sin reconocer la necesidad de la contrición y del buen propósito, apeló a Cristo, y llegó a
decir: el hombre de suyo es siempre débil,. está siempre en el pecado, pero la.justicia de Cristo cubre
las faltas de los pecadores. Christi justitia eos tegit, et eis imputatur. Por ese camino, Lutero desechó
el libre albedrío. Así llegó Lutero a uno de los principios fundamentales su doctrina y enseñó que no
solamente la predestinación gpp
de su doctrina, y enseñó que no solamente la predestinación eterna est ante previa merita, sino que
en el tiempo las buenas obras o los méritos no son necesarios para la salvación.
ZwiNGLio llegó a una especie de panteísmo y de fatalismo. Según él, las creaturas derivan de Dios por
vía de emanación. El hombre no es libre, pero viene a ser en la mano de Dios lo que el instrumento en
la mano del artista, Dios es la causa de todo, hasta del mal, hasta del pecado, que es ciertamente una
transgresión de la ley, pero hombre lo realiza necesariamente. Dios mismo no peca forzando al
hombre a pecar, porque para Dios no existe ley.
Calvino. Su doctrina tiene por tesis fundamental la predestinación gratuita de unos y la
reprobación positiva y gratuita de los otros. Según él, Dios excita al hombre al pecado, que es,
sin embargo, libremente cometido, en el sentido de que el hombre no es constreñido a ello,
exteriormente. Hay allí, no fatalismo, según Calvino, sino una misteriosa voluntad de Dios que
es justo aunque el hombre no pueda comprenderlo.