Las citas que aparecen a continuación pertenecen al Curso de
literatura rusa de Vladimir Nabokov, Ediciones Grupo Z, Barcelona, 1997.
1) "El lector superficial de este relato no verá en él más
que las bromas pesadas de un bufón extravagante; el lector solemne dará por sentado que la intención primordial de Gógol era denunciar los horrores de la burocracia rusa. Pero ni el que busca algo que le haga reir ni el que codicia los libros que "hacen pensar" entenderá de qué se trata realmente El abrigo. Dadme un lector creador; esta historia está escrita para él" (p. 128).
2) “Lo absurdo era la musa predilecta de Gógol; pero al
decir “lo absurdo” no me refiero a lo chocante ni a lo cómico. Lo absurdo tiene tantos matices y grados como lo trágico, y además, en el caso de Gógol, linda con esto último. Sería equivocado afirmar que Gógol colocaba a sus personajes en situaciones absurdas. No se puede colocar a un hombre en una situación absurda si el mundo entero en el que habita es absurdo; no se puede, si por “absurdo” se entiende aquello que mueve a risa o a encogerse de hombros” (p. 129).
3) "Del caos de fraudes que componen el universo de
Gógol se deriva irracionalmente la esencia de la humanidad. Akaki Akakievich, el protagonista de El abrigo, es absurdo porque es patético, porque es
Dra. Aída Fdez. Bueno
Intr. Lit. Rusa. 2008/09; rev. 2016/17 Introducción a la literatura rusa
humano y porque ha sido engendrado por esas mismas
fuerzas que parecen formar tan fuerte contraste con él" (p. 129).
4) “Los críticos rusos progresistas creyeron ver en él la
imagen del oprimido, y la historia entera les impresionó como protesta social. Pero la cosa va mucho más allá. […] En este mundo de total inutilidad, de humildad inútil y dominación inútil, el grado más alto que la pasión, el deseo, la urgencia creadora pueden alcanzar es un abrigo nuevo que tanto sastres como parroquianos adoren postrados de rodillas. […] Es el mundo de Gógol, y, en cuanto tal, completamente distinto del mundo de Tolstoi, del de Pushkin, del de Chéjov o del mío” (P. 131).
5) “[…] pero, naturalmente, el argumento de verdad,
como siempre sucede en Gógol, está en el estilo, en la estructura interna de esa anécdota trascendental. Para apreciarlo en su justo valor, nuestra mente tiene que dar una especie de salto mortal que permita olvidarse de los valores literarios convencionales y seguir al autor por la senda onírica de su imaginación sobrehumana” (p. 132).
6) “En este nivel altísimo del arte, la literatura no consiste,
huelga decirlo, en apiadarse del oprimido ni en maldecir al opresor” (p. 137).
7) “[…] el que espere descubrir algo sobre Rusia, […] el
que busque “ideas”, “datos” y “mensajes”, que no se Dra. Aída Fdez. Bueno Intr. Lit. Rusa. 2008/09; rev. 2016/17 Introducción a la literatura rusa
acerque a Gógol. El espantoso trabajo de aprender ruso
para leerle no se verá retribuído en esa clase de dinero contante y sonante. […] Pero sí doy la bienvenida a los lectores aptos, a mis hermanos, mis dobles. […] Lo primero será aprender el alfabeto, las labiales, las linguales, las dentales, las letras que zumban […] Pero yo no veo otra manera de llegar a Gógol. […] Su obra, como todos los grandes logros literarios, es un fenómeno del lenguaje, no de las ideas. […] No se puede aspirar a comprender a un autor cuando ni siquiera se sabe pronunciar su nombre! (p. 137-138).