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La vida maya la conocemos mejor en el Nuevo Imperio. La organización política maya fue substancialmente igual en
los periodos, es decir, ciudades-estados. A la cabeza de la ciudad estaba el jefe o halach-uinic, a quien sucedió su hijo
primogénito o hermano mayor. Este, elegía a los jefes de las aldeas y tenía como colaborados a la clase sacerdotal,
que era muy poderosa ya que predecía el tiempo, eran depositarios de la sabiduría especulativa y utilizaban como
símbolo el cetro de maniquí, un muñeco o representación humana terminado en un pie con cabeza de dragón. Los
jefes ceremoniales llevaban una barra ceremonial con dos cabezas y los jefes militares una lanza.
La nobleza era hereditaria y de su seno salían los jefes de aldea (batabu), con poder político y judicial, encargados de
hacer cumplir las órdenes sacerdotales sobre la recolección y operaciones de la milpa. Sobre el jefe de la aldea estaba
el nacom o jefe supremo de la guerra, elegido por 3 años y que tenía un carácter casi sacerdotal.
En una sociedad semejante, los sacerdotes gozaban de gran poder y prestigio. El jefe de cada iglesia, era el ahaucan o
jefe serpiente, reverenciado por los nobles y cuyo cargo era difícil de conseguir dados los conocimientos exigidos. Los
ahaucanes administraban las tierras, predecían el tiempo, enseñaban las cuentas de los años, meses y días, fiestas y
ceremonias, adivinación, profecías, y a leer y a escribir la complicada escritura.
El pueblo encontraba su vida reglamentada por la nobleza y el clero cuando terminaban las faenas agrícolas,
comenzaban las obras públicas, con participación del pueblo, que pagaba además tributo a los sacerdotes y a los jefes
con sus trabajos, productos de la tierra, caza, sal, etc. En lo más bajo de la escala social se encontraba el pentacu o
esclavo, que podía nacerse, o convertirse por hurto, prisión de guerra, orfandad, o por venta de niño.
Artesanos y Campesinos
Los artesanos y campesinos constituían la clase inferior (ah chembal uinicoob), se dedicaban al trabajo agrícola y a la
construcción de obras públicas, pagaban impuestos a las autoridades civiles y religiosas. En la parte más baja de la
pirámide social se encontraban los esclavos (pentacoob), integrada por prisioneros de guerra o infractores criminales
o tributarios, obligados al trabajo forzado hasta que reparasen los daños causados.
Los campesinos, residían en las periferias de las ciudades, pagaban tributos, trabajaban en las construcciones
monumentales y participaban en las actividades ceremoniales de las ciudades mayas.
Esclavos Mayas
El último escaño social era ocupado por los esclavos o ppentac-ob. En su mayoría se trataba de cautivos de guerra
provenientes de otras ciudades o pueblos, además también lo integraban los delincuentes y personas que se habían
vendido para pagar los tributos. Con frecuencia ellos eran ofrecidos en los rituales de sangre.