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Lección II.

En esta lección vemos como el código busca proteger como principal bien la vida humana; la
hay donde una persona existe, cualquiera sea la etapa de su desarrollo, empezando en la
concepción hasta que se finaliza con la muerte. Este bien para su tutela penal requiere que se
trate de una vida que este en el seno de la mujer, sin importar el medio utilizado para llegar
lograr la concepción.

Homicidio (Art 79): Este artículo condena de 8 a 25 años de prisión al que matare a otro. El
matar a otro es la figura penal, que tutela la vida desde su nacimiento hasta la muerte.
Contenida aquí en la acción de homicidio simple. Este art se aplicara de manera subsidiaria
siempre que no haya aborto u algún homicidio agravado o atenuado.

El bien jurídico protegido aquí es la vida humana, objeto de la acción de homicidio.

Tipo objetivo: Se busca analizar en esta estructura el comportamiento externo que ha de ser la
acción típica y sus respectivos detalles que forman parte de tal, y la descripción del resultado
que se busca obtener.

El sujeto que puede desplegar esta acción puede ser cualquiera siempre que su vinculación
con la víctima no agrave el homicidio. El sujeto pasivo debe tratarse de un ser humano a partir
de su nacimiento, limite a distinguir de un aborto.

Para su distinción encontramos 3 teorías. A- La mayoría ha considerado que el nacimiento –


momento que se configura homicidio- se produce desde el comienzo del parto, ocurriendo los
primeros dolores que indican el parto natural. B- Postura la cual sostiene que hay homicidio
desde que nace y respira algunos segundos, mientras que habrá aborto cuando nace y aún no
ha respirado. C- Postura que indica que el homicidio solo puede acontecer desde la completa
separación del nacido del cuerpo de la madre con el corte del cordón umbilical.

Esto ha de ser importante frente a supuestos de imprudencia ya que el código penal no tipifica
el aborto culposo. Como también es de suma importancia determinar cuándo se produce el
final de la vida; ya que matar al moribundo o al condenado a muerte constituye homicidio.

"El fallecimiento de una persona se considera tal cuando se verifiquen de modo acumulativo
los siguientes signos, que deberán persistir ininterrumpidamente seis horas después de su
constatación: a) ausencia irreversible de respuesta cerebral con pérdida absoluta de la
conciencia; b) ausencia irreversible de respiración espontanea; c) ausencia de reflejos cefálicos
y constatación de pupilas fijas no reactivas; d) inactividad encefálica’’

La acción típica que acá se constituye es la de matar, extinguir la vida de una persona.
Cualquier medio es típico en cuanto pueda designárselo como causa de muerte; así los
morales entran ya que obran sobre el psiquismo del sujeto pasivo afectando su salud y
produciéndole la muerte (ej. Quien quiere matar a una persona y sabiendo que está enferma
del corazón le da una noticia que sabe que lo afecta y con ello consigue su muerte).

El resultado típico es la muerte, por lo que el delito se consuma en el momento de que se


produce aquella. Se requiere que la muerte haya sido causada por la acción del autor, sin que
el tiempo transcurrido entre la realización de esta y la producción de aquella altere la relación
causal.

Tipo subjetivo: El homicidio simple exige dolo por parte del autor. Pudiendo ser tanto directo,
indirecto o eventual.

Homicidio agravado (art 80): Prisión perpetua para los que mataren por razón de alguna
calificante. Pueden clasificarse considerando las razones principales que las fundamentan.

A- Calificado por razón del vínculo que une a los sujetos (A y P): Se requiere que la víctima
sea ascendiente, descendiente; acá se tiene en cuenta el menosprecio que el autor ha
tenido por el vínculo de sangre; conyugue fundamentando la agravante en el menosprecio
del respeto que se deben mutuamente los conyugues; ex conyugue o con quien ha tenido
una relación de pareja. Su aspecto subjetivo: Exige un accionar doloso (directo o eventual).
El error de tipo; es decir sobre la existencia del vínculo, excluye la calificante, por la
ausencia del elemento subjetivo. También se excluye cuando se da un error in personam –
cree matar a C, pero mata a B (siempre que B no tenga vinculo)-. En los casos de aberratio
ictus o error en el golpe que se da cuando el autor dirige dispara contra uno vinculado a él,
pero el tiro se desvía y mata a un tercero, se califica el hecho como tentativa de homicidio
agravado por el vínculo en concurso ideal con homicidio. Habrá participación y quedaran
comprendidos en la agravante aquellos que conocían, por la comunicabilidad, el vínculo de
los sujetos. Tratándose de un delito de resultado material, la consumación coincide con la
muerte del sujeto pasivo. Basta con que concurran en el caso concreto los vínculos y
relaciones establecidas normativamente, para que la muerte del sujeto pasivo conduzca a
la agravante. La tentativa es admisible.
B- Calificante por razón de modo de comisión, sea por ensañamiento, alevosía, veneno u
otro procedimiento indicioso: El ensañamiento consiste en aumentar deliberadamente el
dolor del ofendido. Implica el propósito de matar haciendo sufrir, haciendo padecer
sufrimientos físicos o psíquicos innecesarios. Objetivamente se requiere que la agonía de
la víctima signifique un padecimiento innecesario, sea por el dolor que se le ha hecho
experimentar, o por su prolongación. Esto no tiene lugar cuando el padecimiento e una
consecuencia necesaria del medio empleado por el autor o cuando la condición de la
víctima no le permite padecer el sufrimiento. Subjetivamente el acto del autor debe ser
cruel; la acción tiene que ir deliberadamente dirigida a matar haciendo sufrir a la víctima,
es decir que a la voluntad de matar debe sumarse la de hacerlo de un modo cruel. La
crueldad por un lado tiene una doble exigencia por lo que debe estar representado
subjetivamente como un fin específico (orientado a la producción de sufrimiento) y
autónomo (del fin de matar). La alevosía consiste en que la ejecución del hecho se
empleen medios, modos o formas que tiendan directamente a asegurar el homicidio, sin
riesgo para el autor. Objetivamente requiere que la víctima se encuentre en un estado de
indefensión absoluta que le impida oponer una resistencia que se transforme en un riesgo
para el autor. La indefensión puede proceder de la inadvertencia de la víctima y puede
haber sido procurada por el autor o simplemente aprovechada por él. Subjetivamente el
tipo requiere que el autor obre sobre seguro, sin el riesgo que puede significar la reacción
de la víctima o de terceros con el fin de oponérsele; por lo que se requiere además del
estado de indefensión (requisito objetivo), el conocimiento de dicho estado (dolo) y el
ánimo (elemento distinto del dolo) de aprovecharse del estado de indefensión para que el
tipo penal se configure. El veneno; el fundamento radica en las menores posibilidades de
defensa con que cuenta la víctima y no en la efectividad letal de ellos. Por lo que se exige
que el veneno sea suministrado dolosa y ocultamente, siendo indiferente la vía y el medio
para su suministro. Se entiende por veneno aquella sustancia que, introducida en el
cuerpo humano, normalmente mata en virtud de las alteraciones químicas que produce.
La administración del veneno para que el accionar del agente sea típico en el sentido de la
agravante necesita insidia en su administración, es decir, ocultándole a la víctima la calidad
de la sustancia o induciéndola a error o engaño sobre ella para que se la introduzca sin
conocer su dañosidad. Si tal insidia no está presente, se trata de un homicidio simple.
Como se discutió tanto si el vidrio molido formaba parte del catálogo de venenos, por su
alteración corporal que produce en base a hemorragias, se la ha agregado en otros
procedimientos indiciosos, formando así parte de la calificante, dejando en claro que el
veneno solo trata de sustancias químicas.
C- Calificante por precio o promesa remuneratoria; por razón de causa o motivos: El
fundamento de la agravante reside en el bajo motivo que inspira al ejecutor. Se trata de un
homicidio cometido por mandato de manera que supone la intervención de dos sujetos y
la gravedad del hecho reside en que el ejecutor lo realiza sin motivos personal y por una
recompensa, mientras el otro procura su seguridad y aun su impunidad. El homicidio es
calificado para ambos sujetos. El núcleo reside en un pacto y su contenido. El ejecutor
debe hacer aceptado el mandato de un tercero y haber actuando en cumplimiento de él.
Lo importante en el ejecutor es el móvil de lucro, por lo que el pacto debe contener un
precio o una promesa remuneratoria para el ejecutor, entendiéndose cualquier suma de
dinero u otro objeto de valor o cualquier otro bien que constituya una recompensa
apreciable en dinero cuya entrega se hará después de ejecutado el hecho.
Respecto a su consumación esta quedara con la muerte de la persona en virtud del pacto y
no con le remuneración. La tentativa tiene lugar cuando realmente se ha intentado la
muerte (para el ejecutor) y para el mandante queda en tentativa acabada. Este último
queda impune si acciona para impedir la ejecución del delito.
Admite participación, comprendidos por la agravante cuando hayan obrado con
conocimiento del pacto, aunque no intervengan en los beneficios. Si desconocían el pacto,
su responsabilidad se limita a la figura básica.
D- Calificante por placer, codicia u odio racial o religioso, de género u orientación sexual;
por razón de causa o motivos: El fundamento radica en la mayor perversidad del autor,
que mata por experimentar placer. El placer es la sensación de satisfacción que produce
cierto hecho o circunstancia. Quien mata por placer lo hace por el gusto que le produce el
acto. El tipo exige un requisito subjetivo que implica la finalidad de satisfacer el deseo de
sentir placer, es lo que debe mover la actuación del agente. El fundamento de la codicia
tiene que ver con la mayor perversidad del agente, revelada en el bajo motivo de su obra.
La codicia es el afán de lograr provecho material mediante la obtención de dinero, bienes o
liberándose de cargas u ocupando posiciones que puedan suministrar ventajas
patrimoniales. El requisito subjetivo del tipo es que la ventaja económica que debe ser el
móvil que ha decidido el agente a actuar, bastando con que este obre con la esperanza de
obtener la ventaja, aunque no la logre. En el caso del odio racial o religioso las causas que
justifican la agravante son la perversidad del autor y el gran peligro social de esta clase de
hechos. El odio es la aversión que el agente siente por una persona o grupo, pero, debe
tratarse de un odio que tenga como motivación la aversión a una raza o religión. Queda
comprendido el genocidio. El tipo cuanta con un requisito subjetivo, ya que el odio racial o
religioso debe ser la motivación principal de la muerte, si lo fue otra causa, la calificante no
se aplica. El error im persona no excluye la calificante, puesto que igualmente obro por
odio racial o religioso. En los de género, estamos hablando de un tipo donde el móvil del
autor es el odio o la aversión que siente por la víctima, por su condición de pertenecer a
un determinado género(m / f), por su orientación sexual(hetero, homo, bi),o por identidad
de género (sentirse de un sexo distinto al que posee biológicamente, por ser y querer ser
distinto a lo que se es; por su cambio de sexo o por tener modales del sexo opuesto).
Subjetivamente, el delito es doloso, de dolo directo.
E- Calificante por razón del medio empleado, medio idóneo para crear un peligro común: La
agravante consiste en matar por medio de un peligro para la comunidad. El autor elige un
medio que pone en peligro la vida o la salud de un grupo indeterminado de personas, por
lo que hay dos bienes jurídicos protegidos: La vida de la víctima y la vida salud y propiedad
de un conjunto indeterminado de personas. Se requiere que el medio empleado por el
autor sea idóneo para crear un peligro común. Constituye una referencia de medios, basta
con que la idoneidad para generar el peligro sea propia de la naturaliza del medio y de las
circunstancias en que se utilizó. Para que se de esta agravante es necesaria la muerte de
un hombre y el peligro común (aunque no se haya concretado) para los bienes o las
personas que caracteriza a los delitos contra la seguridad común. Para una opinión es
necesario que el dolo sea directo, ya que va dirigido a matar a una persona especifica. Si
tomamos de referencia el medio, para algunos basta con el dolo eventual, ya que se
selecciona para matar, sin importar a quien.
F- Calificante por razón de modo de comisión, cometerlo con el concurso premeditado de
dos o más personas: Reside en las menores posibilidades de defensa de la víctima ante la
actividad de varios agentes. El tipo objetivo exige que el sujeto activo mate con el concurso
premeditado de dos o más personas. Supone que a la acción del agente han concurrido
dos o más personas, sea realizando actos materiales o por medio de actos de carácter
moral. Para la configuración del tipo subjetivo es necesario que se trate de un concurso
premeditado, lo cual importa que los agentes se hayan puesto de acuerdo para matar en
concurso, o sea, que se deben haber puesto de acuerdo para hacerlo de ese modo.
Participación habrá porque pueden actuar como coautores, o como cómplices necesarios o
secundarios.
G- Calificante por cometerlo para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito; o para
asegurar sus resultados; o procurar la impunidad para sí o para otro; o por no haber
logrado el fin propuesto al intentar otro delito: Radica en la mayor criminalidad del ánimo
homicida que se vislumbra en el accionar del agente. Es posible observar dos formas
diferentes de conexión entre el homicidio y el otro delito. La primera parte del inciso se
refiere al homicidio cometido para, y la segunda se refiere a un homicidio cometido por.
Esta conexión se da en su aspecto subjetivo. Por eso, la figura no es aplicable si en la
conciencia del autor, en el momento del hecho, no estuvo presente el específico motivo
enunciado en la norma. Los supuestos de conexión son la final y la conexión causal,
destacándose que en cada supuesto juega de distinta manera la relación de ese estado
subjetivo contra objetividad. Al momento de matar, el sujeto activo debe también tener la
finalidad de preparar, facilitar y consumar u ocultar otro delito, o procurar la impunidad
para el mismo agente o para otro que ha cometido el delito. El fundamento es la
subestimación de la vida y la comisión del homicidio como medio para otro fin. Subsiste la
agravante aun cuando el autor crea erróneamente que el homicidio posibilitara la
concreción del fin propuesto. El homicidio se comete para preparar, cuando con él se
buscan los medios que permitan la ejecución de otro delito, o colocarse en posición para
ejecutarlo; para facilitar cuando con él se intentan mejores posibilidades para la ejecución
o concreción del resultado del otro delito; para consumar cuando es el medio para
ejecutar el otro delito; para ocultar cuando con el homicidio se busca que el otro delito no
sea conocido; y tiene la finalidad de asegurar los resultados del otro delito cuando por él
se quieren preservar los beneficios que se han obtenido por el otro delito ya consumado.
En los casos de preparación, facilitación y consumación el otro delito debe ser doloso, pero
en los casos en que el homicidio se cometió para ocultar o procurar la impunidad de otro
delito anterior, este puede ser doloso, preterintencional o culposo. El homicidio resultara
agravado aunque el otro delito haya sido cometido o vaya a ser cometido por una persona
extraña al agente. Lo importante es la necesidad de una conexión subjetiva que se tiene
que dar en el agente, entre el homicidio y el otro delito. (ej: la persona que durante un
asalto termina dando muerte a la víctima para de ese modo lograr su impunidad ya que el
sujeto pasivo conocía a sus asaltantes, verificándose los dos elementos que exige el tipo: la
conexión con otro delito, en este caso el robo, y el subjetivo caracterizado por el propósito
de lograr la impunidad). No será necesario que el otro delito se haya consumado y
tampoco tentado, bastando la conexión subjetiva para que se agrave el homicidio. Pero si
el otro delito ha sido consumado o tentado por el mismo autor del homicidio, se dará un
concurso entre ambos delitos. En los homicidios causalmente conexos el hecho de matar
por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito, objetivamente es preciso que
se haya intentado un hecho punible. [La expresión intentar se refiere a un mínimo de
actividad ejecutiva, pero no excluye el delito consumado. Por lo tanto se agrava el
homicidio de quien intento el otro delito y no llego a consumarlo, como el de quien,
habiéndolo consumado, no ve que se hayan producido los efectos que se había propuesto
conseguir con aquella consumación]. Y subjetivamente se refiere al sentimiento de
despecho/resentimiento por haber fracasado en el delito intentado, y debe ser este el que
motive al homicidio.
H- Calificante por matar a un miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o
penitenciarias, por su función, cargo o condición: Se agrava cuando el sujeto pasivo es un
miembro de las fuerzas y se lo ha matado por su función, cargo o condición, es decir qué;
es una calificante en razón de la calidad del sujeto pasivo. Están comprendidos los
integrantes de las fuerzas policiales, gendarmería nacional, prefectura naval, policía
aeronáutica nacional, y servicios penitenciarios. Además de los agentes en servicio,
también los convocados y comisionados y aquellos que, retirados, no han perdido la
condición policial, ya que pueden volver al servicio activo. Y los cadetes de las escuelas de
oficiales y suboficiales. El tipo penal es doloso, directo o eventual. Es requisito que el
homicidio se haya cometido justamente porque el sujeto pasivo reviste tal condición. El
tipo subjetivo requerirá, el conocimiento del sujeto activo de la condición del sujeto pasivo
y que el homicidio se encuentre motivado por esa calidad de la víctima. El error sobre la
calidad de la víctima constituye un error de tipo que excluye el dolo de la figura agravada.
I- Homicidio cometido abusando de su función o cargo, por un miembro integrante de las
fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario: Introducida por la ley 25.816,
y es una calificante en razón de la calidad, en este caso, del sujeto activo. Es una
exigencia que además de que la acción típica sea cometida por uno de los agentes, que el
sujeto activo la realice abusando de su función o cargo.
J- Calificante por matar a su superior militar frente a enemigo o tropa formada con armas:
Es un homicidio cometido por un militar a un militar superior jerárquico. Es importante
que para la aplicación de esta agravante el sujeto activo conozca la condición del sujeto
pasivo a la hora de ejecutar el hecho, ya que es un elemento esencial para que se
configure el dolo de la agravante. Basta con producirle la muerte sabiendo que es su
superior, haciéndolo frente al enemigo o a la tropa formada con armas. Por lo que, el
homicidio se agrava en razón de las condiciones personales del sujeto pasivo y por
elementos circunstanciales de tiempo y lugar.
K- Calificante por matar a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y
mediare violencia de género: Estamos ante lo que se denomina femicidio; que es el acto,
de un hombre, de dar muerte a una mujer por la motivación basada en el género, por su
mera condición de tal. No se trata del homicidio de cualquier mujer, sino de una mujer por
su pertenencia al género femenino (porque es mujer). Se está ante un tipo agravado por
la condición del sujeto pasivo y por su comisión en un contexto ambiental determinado.
Sera aquella muerte provocada en un ámbito situacional especifico que es aquel en el que
existe una situación de subordinación y sometimiento de la mujer hacia el varón, basada
en una relación desigual de poder. Esta conducta es la que acompaña al tipo. El tipo
subjetivo requerirá entonces que el agresor haya matado a la víctima por ser
perteneciente al género femenino y además se haya perpetrado en un contexto de
violencia de género.
L- Calificante por el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene
o ha mantenido una relación en los términos del inciso 1. Ç

Al que mato mediando alguna calificante le corresponderá prisión perpetua y el juez podrá
disponer como pena accesoria la reclusión por tiempo indeterminado. Esta accesoria influye
en la concesión de la libertad condicional, ya que deberán trascurrir 5 años más de los 20 para
su normal otorgamiento.

Circunstancias extraordinarias de atenuación de la calificante: La única excepción


incorporada es cuando en el caso del inciso 1°, mediaren circunstancias extraordinarias de
atenuación, el juez podrá aplicar prisión de ocho (8) a veinticinco (25) años.
Este supuesto comprendería la situación intermedia entre el homicidio agravado inc. 1, y el
cometido en estado de emoción violenta del art 82 para con el art 80 inc.1, pero como la
escala penal del art 82 se modificó (ahora es de 10 a 25 años), la situación se volvió, más
benigna, resultando en mejores condiciones quien mata cuando la emoción violenta no existe,
siempre que medien las circunstancias extraordinarias. Estas circunstancias surgen en forma
simultánea con el hecho como; sorprender al esposo en adulterio, o preexistentes como la
larga enfermedad del padre a cuyo sufrimiento el autor decido poner fin. Se debe descartar un
estado de emoción violenta ya que de darse, correspondería aplicar el art 82. No se aplica esta
atenuante si la acción de matar al conyugue, ascendiente o descendente, estuvo acompaña de
alguna otra circunstancia agravante.
Homicidios atenuados: Los encontramos en el artículo 81, el cual expone que se impondrá
reclusión de 3 a 6 años, o prisión de 1 a 3 en las siguientes dos ocasiones, la última llamada
homicidio preterintencional.

A- Al que matare a otro, encontrándose en un estado de emoción violenta y que las


circunstancias hicieren excusable: Es una modalidad atenuada del homicidio.
Entienden que la emoción es considerada como un estado psíquico, de conmoción del
ánimo, que genera una modificación en la personalidad, alcanzando límites de gran
intensidad, traduciéndose en ira, dolor, miedo, etc. en el cual el sujeto actúa con una
disminución de los frenos inhibitorios, de manera que, cuando dicha situación sea
excusable, la ley disminuirá la pena en razón de cierta atenuación de la culpa. Zaffaroni
entiende que es un supuesto en donde la capacidad psíquica de culpabilidad del autor
se encuentra reducida comparada con la de otro que hubiese podido cometer el
mismo injusto, por lo que la imputabilidad se disminuye adecuándose al principio de
culpabilidad. Se la contempla como un supuesto de atenuación para delitos de
homicidio y lesiones. Se requiere: El estado emocional. La emoción violenta, es decir;
llegar a un límite en el que resulte difícil controlar los impulsos y que la capacidad de
reflexión quede menguada, no permitiendo la elección de una conducta distinta en
virtud de la disminución de los frenos inhibitorios. Y la excusabilidad de la emoción, es
decir; que es excusable si las circunstancias que lo produjeron tienen repercusiones en
cualquier persona que se hallara en la situación que vivió el autor; por lo que exige que
haya existido una causa provocadora de la emoción, pudiendo provenir o no de la
víctima, ya que la atenuando se aplica aun cuando la víctima sea extraña al hecho que
suscito la emoción, y además que la causa provocadora sea eficiente respecto de la
emoción, es decir, tiene que ser un estímulo externo que muestre la emoción violenta
como algo comprensible. El estímulo no debe ser provocado intencionalmente por el
autor, ya que de mediar provocación para emocionarse no opera la atenuante.
Además se exige que el autor este emocionado mientras ejecuta el hecho, porque la
excusa radica en que haya perdido el dominio de sus frenos inhibitorios. Lo excusable
es la emoción y no el homicidio.

B- Al que, con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjere la


muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía razonablemente
ocasionar la muerte: Nos encontramos frente a un supuesto de preterintencionalidad,
cuando se va más allá de la intención. Es un delito que supone una combinación entre
el dolo y la culpa. El tipo requiere que el autor obre con un medio que no debía,
razonablemente, ocasiona la muerte de la víctima. Esa razonabilidad es por la
capacidad o idoneidad letal del medio empleado. Además requiere que el autor obre
dolosamente, pero solo respecto del daño, sin extenderse a su muerte, ya que si esta
es aceptada o querida, se tratara de un homicidio doloso. Hay dos posturas, para
algunos que la ley refiera al ‘’propósito’’ de causar un daño indica que exige el dolo
directo, sosteniendo que cuando el dolo (de lesión) sea eventual habrá que atribuir la
muerte a titulo culposo o las lesiones a titulo doloso, según el caso. Para otros, no
excluye el dolo eventual de lesiones, permitiendo resolver con mayor solvencia los
casos que se presentan - el dolo directo no te permite errar sobre la capacidad del
medio utilizado-; Como los de error sobre la falta de capacidad del medio utilizado,
que lleva a obrar con certeza errónea de su carácter no letal, puede darse homicidio
preterintencional. (Explicación: Si el autor yerra sobre la falta de capacidad del medio
utilizado -creyendo que no era letal- el dolo sobre la agresión de igual forma subsiste,
aceptándola, sin ser aceptada ni queriendo la muerte.) Por el contrario quien acepta la
muerte y utiliza erróneamente como medio letal uno que normalmente no lo es,
incurre en homicidio. Como final, requiere que el resultado sea la muerte, y debe ser
previsible. Si el resultado es imprevisible, solo podrá imputarse al autor delito de
lesiones dolosas.

Art 82: La ley extiende la atenuante de la emoción violenta a los casos en que el homicidio
pueda encuadrase en el art 80 inc. 1. Por lo que el que mate a su ascendiente, descendiente,
conyugue, etc. Mediando emoción violenta, será reprimido a prisión de 10 a 25 años.

Homicidio culposo (Art 84): Prisión de 1 a 5 años e inhabilitación especial, por 5 a 10 años el
que por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los
reglamentos o de los deberes a su cargo causare a otro la muerte. El mínimo de la pena se
elevara a 2 años si fueren más de una las víctimas fatales.

Su estructura: Los sujetos activos pueden ser cualquiera, como también así el sujeto pasivo. La
acción típica es la conducta que ha de ser violatoria de un deber de cuidado, sea por
imprudencia o negligencia. Con la referencia a la impericia, no se trata de reprimir la
incapacidad del autor, sino el haber emprendido una acción para la que el sujeto se sabía
incapaz (imprudencia) o se debía saber incapaz (negligencia). Se entiende por imprudencia el
obrar con peligro, y por negligencia; la falta de precaución o indiferencia por el acto que se
realiza. El negligente no hace algo que la prudencia indica hacer, el imprudente realiza un acto
que la prudencia indica no hacer. También encontramos la capacidad individual de previsión,
que es otro criterio que permite verificar si hubo violación del deber de cuidado, ya que este
requiere la posibilidad de conocer el peligro que la acción crea para otros bienes jurídicos. Si
no existe esa posibilidad no hay violación al deber de cuidado. (ej. Sujeto que prende la luz sin
saber que esta conectada a una bomba). Por otro lado, cuando se trata de actividades en que
intervienen varias personas, se aplica el principio de confianza, el cual no es violatoria del
deber de cuidado la acción de quien confía en que el otro se comportara correctamente; su
límite es el deber de observación. Por lo que se violara el deber de cuidado cuando se
mantiene la confianza pese a que hay indicios de que el otro no se comportara conforme a lo
esperado. El resultado requerido por el tipo es la muerte de una persona. La relación de
causalidad, el nexo de determinación y la imputación objetiva: El tipo culposo requiere que el
resultado haya sido causado por la imprudencia del sujeto activo, por lo que la acción del autor
cree un peligro desaprobado para la producción del resultado, y por el otro, que el resultado
producido por dicha acción sea la realización del mismo peligro creado por la acción, debe
verificarse entonces, que el resultado sea la concreción del riesgo provocado por la acción.
El delito se consuma con la muerte de la víctima, no es posible la tentativa.

Se agrava la pena a dos años el mínimo para quien cometiere un homicidio culposo, cuando las
victimas fueras más de una, independientemente de la actividad.
Art 84 bis: Sera reprimido de 2 a 5 años de prisión e inhabilitación especial, por 5 a 10 años el
que por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo con motor
causare a otro la muerte.

- Este supuesto se debe al medio empleado, ya que se agrava por la conducción


imprudente de un automotor. El concepto según el art 5 de la ley de tránsito 24.449
no incluiría a motocicletas, ciclomotores y bicicletas. [ARTICULO 5.-DEFINICIONES. A
los efectos de esta ley se entiende por Automóvil: el automotor para el transporte de
personas de hasta ocho plazas (excluido) el conductor]

La pena será de prisión de tres (3) a seis (6) años, si se diera alguna de las circunstancias
previstas en el párrafo anterior y el conductor se diere a la fuga o no intentase socorrer a la
víctima siempre y cuando no incurriere en la conducta prevista en el artículo 106; o estuviese
bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia igual o superior a quinientos
(500) miligramos por litro de sangre en el caso de conductores de transporte público o un (1)
gramo por litro de sangre en los demás casos, o estuviese conduciendo en exceso de velocidad
de más de treinta (30) kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho, o
si condujese estando inhabilitado para hacerlo por autoridad competente, o violare la
señalización del semáforo o las señales de tránsito que indican el sentido de circulación
vehicular o cuando se dieren las circunstancias previstas en el artículo 193 bis, o con culpa
temeraria, o cuando fueren más de una las víctimas fatales.

- Fuga: El artículo reprime al conductor que luego de haber cometido un accidente de


tránsito habiendo causado la muerte de otra persona se da a la fuga evitando su
identificación. Lo que la ley pretende, es que el autor del hecho permanezca en el
lugar una vez producido el accidente de tráfico, pensando en lograr la determinación y
autoría del hecho, evitando la no identificación, pero también para la situación de la
víctima, quien podría recibir del propio autor socorro inmediato evitándose, de ese
modo, mayores riesgos de muerte.
- Socorro a la víctima: El tipo requiere que el conductor causante de la muerte de la
víctima, no haya intentado socorrerla –antes de producida la muerte-, esto es,
prestarle los medios de auxilio que razonablemente estuvieren dentro de sus
posibilidades, con el fin de evitar la muerte; porque en caso de ser así y dependiendo
de las circunstancias se impondrá el art 106 aplicándose el principio de especialidad
donde la pena será de 3 a 10, si a consecuencia resultare grave daño en el cuerpo; o
de 5 a 15 años de prisión si ocurriere la muerte.
- Conducción bajo los efectos de estupefacientes: El tipo penal requiere que el
conductor del vehículo haya causado la muerte de una persona, mientras se
encontraba bajo los efectos de estupefacientes, es decir, de sustancias que son
susceptibles de producir dependencia física o psíquica; quedando incluidas (coca,
marijuana, morfina, etc.) como los psicotrópicos (sustancias naturales o sintéticas) y
los psicofármacos (productos que se emplean generalmente en enfermedades
mentales como la dopamina). Es necesario que al momento del hecho, el autor
estuviese bajo los efectos de los estupefacientes, esto es, que por el influjo de estas
sustancias se haya alterado negativamente la capacidad de conducción del agente
activo.
- Conducción bajo determinado nivel de alcohol: Se requiere que el autor haya
provocado la muerte de una persona, conduciendo con un nivel de alcohol igual o
superior predeterminado en la norma legal. Contrariamente a la figura anterior, no es
necesario que el alcohol haya provocado efectos negativos afectando la capacidad de
conducción del sujeto activo. Es suficiente para la consumación de la agravante que se
acredite una ingestión igual o mayor de alcohol a los niveles permitidos legalmente.
- Conducción a velocidad excesiva: El tipo requiere para su consumación que el
conductor circule a una velocidad de más de treinta kilómetros a la máxima permitida
legalmente y como consecuencia, provoque la muerte. Calles 40km p/h delito a 71;
avenidas 60km delito a 91 etc.
- Inhabilitación por autoridad competente: La agravante consiste en causar la muerte
de una persona conduciendo un vehículo, estando inhabilitado por autoridad
competente para conducir automotores. Se trata de una desobediencia a la normativa
administrativa devenida en delito. La sentencia que inhabilita al agente a conducir
automotores debe ser impuesta en forma exclusiva por la autoridad judicial, antes de
ocurrido el hecho; es decir, tuvo que haber una condena anterior que haya
inhabilitado al sujeto. Por lo que la agravante no alcanza a quienes, conducen un
automotor sin permiso o licencia habilitante.
- Violación de las indicaciones de semáforo: La ley 24449 en el artículo 44 establece las
normas de circulación en vías semaforizadas a las que deben ajustarse todos los
ciudadanos. En el ámbito penal, si esto se viola causando la muerte de una persona,
corresponderá la mayor penalidad. Ej: cruzar un semáforo cuando está encendida la
luz roja (fija o indeterminante) y causar la muerte de un peatón.
- Violación de la señal de transito que indica el sentido de circulación: El delito consiste
en causar la muerte a una persona por circular de contramano, es decir conduciendo
en forma antirreglamentaria, al no respetar las normas que regulan el tránsito
automotor.
- Picadas ilegales: Consiste en que el autor del homicidio culposo se encontrare en
alguna de las situaciones contempladas en el art 193 bis en los momentos previos a la
colisión de tráfico que ha resultado la muerte de una o más personas; estamos
hablando de una competencia de velocidad no autorizada. ARTICULO 193 bis. - Será
reprimido con prisión de seis (6) meses a tres (3) años e inhabilitación especial para
conducir por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación
de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación
en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo con motor, realizada sin la
debida autorización de la autoridad competente. (Se aplica el principio de
espacialidad, evitando el concurso de delitos)
- Conducción con culpa temeraria: Nos encontramos ante una nueva categoría de
culpa, que va más allá de la simple imprudencia, estamos ante un concepto
indeterminado, de carácter normativo, abarcativo de todas las demás formas de
culpas previstas en el 2do párrafo del 84 bis. Temeridad, equivale a imprudencia
grave, en suma, a culpa, es decir; de la existencia de dominabilidad para el observador.
- Pluralidad de víctimas: Se incluye cuando el homicidio culposo fuere ocasionado por la
conducción de un vehículo de forma imprudente, etc. etc., y causa la muerte de más
de una persona. La concurrencia de dos o más agravantes no multiplica la penalidad.
La doctrina entiende que en los delitos culposos no resulta admisible la participación.

Instigación y ayuda al suicidio: Lo encontramos en el artículo 83 del código, donde establece


que será reprimido con prisión de 1 a 4 años, el que instigare a otro al suicidio o le ayudare a
cometerlo, si el suicidio se hubiese tentado o consumado.

Hay que entender que el bien protegido es la vida humana, aunque el estado no castiga el
suicidio ni su tentativa, ya que la decisión de vivir o no es un acto propio de la conciencia
humana. Lo que reprime es la participación (consistente en determinar, inducir, incitar, ayudar
o facilitar) en el suicidio o intento del mismo de otro, lo que revela en el autor un menosprecio
por la vida ajena.

Estructura típica: Los sujetos activos pueden ser cualquier persona, así también en lo referente
a los sujetos pasivos, aunque la instigación debe recaer sobre quien comprende el carácter del
acto al cual se lo incita, ya que la dirigida al inimputable que carece de discernimiento o a
quien actúa por error, o coaccionado por el sujeto activo, coloca al incitador en el tipo de
homicidio, ya que la víctima obrara como un instrumento.

Se contemplan dos conductas:

- Instigación al suicidio: Se concibe como la acción por medio de la cual el agente


persuade a un sujeto de que se quite la vida por sí mismo. Se lo intenta convencer,
pudiendo optar por cualquier forma que no implique eliminar la voluntariedad del
sujeto que se dará muerte, hasta puede adquirir la forma de actos realizados directa o
indirectamente sobre la víctima, intencionalmente dirigidos a que tome la decisión de
darse muerte (malos tratos).
- Ayuda al suicidio: Es la intervención material en el suicidio del otro, consistente en la
realización de actos, principales o accesorios, de cooperación o auxilio para que la
víctima, que se ha determinado al suicidio por sí o por la instigación de un tercero, lo
ejecute. Hay que diferenciarla del homicidio (p. ej., ayuda al suicidio quien presta
ayuda al suicida para colocarse el nudo corredizo, pero comete homicidio quien corre
el banco sobre el cual se apoyaba)

Para que se configure el tipo se requiere que el suicidio haya sido consumado o tentado (se
entiende que debe haber tenido un principio de ejecución). Se aclara por otro lado que la
instigación debe haber tenido eficacia, ya que si no queda impune.

En el tipo subjetivo encontramos que el delito requiere la voluntad de instigar. Por lo que solo
es compatible con el dolo directo. Quedan fuera los actos de negligencia o impericia.

En cuanto a la consumación y tentativa: La tentativa del que instiga o ayuda no es punible, por
lo que la consumación del mismo arranca cuando la víctima da comienzo a los actos de
ejecución del suicidio. Por otro lado, la tentativa del suicida desistida voluntariamente es apta
para configurar el delito de instigación o ayuda al suicidio, ya que este ha tenido comienzo de
ejecución. La tentativa que se castiga, es la del suicidio, ya que no es posible una tentativa de
instigación o ayuda al suicidio.
Lección 3.

Art 85: Encontramos la figura básica de lo que es el aborto, el cual será reprimido

1º Con reclusión o prisión de tres a diez años, si obrare sin consentimiento de la mujer. Esta
pena podrá elevarse hasta quince años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.

2º Con reclusión o prisión de uno a cuatro años, si obrare con consentimiento de la mujer. El
máximum de la pena se elevará a seis años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.

Las figuras de aborte requieren tres elementos que les son comunes: una mujer embarazada,
un feto que este con vida en el momento de la acción y que la muerte de este se produzca
debido a esa acción.

El bien jurídico acá protegido, con sintonía a lo que es la constitución nacional y los tratados
internacionales sobre derechos humanos, es la vida del feto. La cual según la corte, se empieza
a proteger cuando comienza la fecundación del ovulo, antes de su nidación en el útero
materno (teoría de la fecundación), por lo que todo método que impida el anidamiento del
ovulo fecundado en el útero materno debe considerarse abortivo.

Distinción de punibilidad.

El aborto sin consentimiento de la mujer: En su estructura típica, encontramos en el tipo


objetivo, que el delito puede ser cometido por cualquiera, en los artículos que se verán
posteriormente si se necesita un sujeto determinado. El sujeto pasivo debe ser un feto,
resultando indiferente el grado de desarrollo que haya alcanzado, lo importante es que se
encuentre con vida, por lo que las maniobras abortivas sobre un feto muerto son atípicas.
La acción típica es la de matar al feto, dentro del seno materno, o como consecuencia de su
provocada expulsión, cuando por su inmadurez tal ha sido el medio seleccionado para matarlo,
o cuando la expulsión se produce por un procedimiento que implica darle muerte. Se entiende
que las maniobras abortivas efectuadas sobre la que no lo está, aunque se crea que lo está,
son atípicas como aborto, y solo podrán calificarse como lesiones.

El aborto implica la muerte del feto, de modo que la interrupción del embarazo será un aborto
solo si produce esa muerte. Y esta muerte del feto, debe ser consecuencia directa de la acción
del sujeto activo. Para la configuración en esta parte del delito, se requiere que la madre no
haya prestado su consentimiento. Se pena con mayor severidad que cuando existe
consentimiento, ya que la ley protege también la libertad y maternidad de la mujer
embarazada.

En cuando al tipo subjetivo, entendemos que solo se trata de un delito doloso. Parte de la
doctrina solo admite el dolo directo. Por otro lado, soler, afirma que se puede admitir dolo
eventual en los supuestos en que el autor ha pretendido producir la expulsión, adelantando el
nacimiento, y acepto la probabilidad de la muerte del feto.

Quien indujo a error a la abortada para que preste su consentimiento quedara comprendido
en este supuesto...
El aborto se consuma con la muerte del feto. Cuando no se produjo ese resultado, por
circunstancias extrañas al autor, estaremos ante una tentativa, al igual que si se intenta el
aborto por medio de la expulsión del feto y esta se logra pero la muerte no.

Si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer el máximo de la pena se elevara hasta 15


años. Esta agravante aparece como un resultado preterintencional, ya que objetivamente es
consecuencia del aborto, y subjetivamente no estaba comprendida en el dolo del autor. Al
respecto Donna señala que si la muerte de la mujer se produce con dolo (puede ser eventual),
el homicidio concursa con las figuras básicas del aborto. Esta agravante se aplica solo si se
logra el aborto. Por lo que si la mujer muere en virtud de las maniobras abortivas pero estas no
tienen éxito, podrá calificarse como homicidio culposo en concurso ideal con la tentativa de
aborto.

Aborto con consentimiento de la mujer: El aborto se realiza con el consentimiento de la


mujer, con su permiso a un tercero para que realice tal maniobra. Este consentimiento debe
ser válido y libremente prestado, dándoselo de forma explícita o implícitamente. El tácito
también constituye consentimiento, y está constituido por actos que implican la voluntad de la
mujer de someterse a dichas maniobras. Por otro lado, la ley se limita al solo consentimiento
de la mujer embarazada, por lo que el prestado por los padres, tutores o curadores no es
eficaz.

El consentimiento puede ser retractado hasta el momento de la consumación, en tal caso la


mujer no está sujeta a pena por tratarse de un desistimiento voluntario. El tercero, a partir de
la retractación obra sin consentimiento. La prestación del consentimiento por parte de la
mujer prácticamente la convierte en coautora, ya que el sujeto activo del presente tipo penal
es el tercero que realiza las maniobras abortivas, por lo que se la pone autónomamente (art
88)

Ahora, el error sobre la existencia de consentimiento de la mujer y su validez, puede colocar al


sujeto activo en este inciso.

En este inciso como en el anterior, también se agrava por la muerte de la mujer, con una
elevación del máximo a 6 años.

Entonces lo que debe quedar en claro, es que en el inciso primero se pena con mayor severidad
que cuando existe consentimiento, ya que no hay libertad en la decisión (no existe, es
suprimida por el autor del hecho) y no se respeta la maternidad de la mujer embarazada. Por lo
que en el inciso 2, la libertad de la mujer está dada por el simple hecho de mostrar conformidad
y prestar consentimiento al acto abortivo.
Aborto realizado por agente profesional: Lo encontramos en el art 86 el cual establece
que incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán, además,
inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos,
parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o
cooperaren a causarlo.

- Se estipula una inhabilitación especial, como pena conjunta a la prisión, para los
profesionales enunciados. Se considerara que abusa de su ciencia o de su arte el
profesional que utiliza sus conocimientos para practicar él mismo el aborto o colabore
en su realización.
Subjetivamente se da la estructura del artículo 85. Tampoco se lo penara, según Creus,
si cree que actúa en alguna de las situaciones en que legalmente se le permite realizar
la intervención.
La ley somete a la misma escala penal establecida en el art 85, más una inhabilitación
especial, al profesional que causa el aborto y al profesional que coopera a causarlo,
tratándose de una participación en el aborto cometido por otro (la misma mujer o un
tercero) equiparando la pena a la del autor. Esta cooperación en cuanto a la pena
impuesta, es una excepción a los principios generales de la participación, ya que la
misma no es una participación en la ejecución del hecho, pero cobra un carácter
especial obedeciendo a razones de política criminal, relacionadas con el rol que la
sociedad confía a quien ejerce la medicina.

Siguiendo con el art 86; el aborto practicado por un médico diplomado con el
consentimiento de la mujer encinta, NO ES PUNIBLE (CASOS DE IMPUNIDAD):

1º Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si


este peligro no puede ser evitado por otros medios.

Es lo que se conoce como aborto terapéutico, es una causa de justificación específica


para el aborto. Se exige que exista un conflicto de intereses entre la vida de la madre y
la del feto, que solo puede ser resulto con la muerte de este (solución menos
perjudicial). Por lo que se permite sacrificar la vida del feto ante el peligro de la madre,
ya que la vida de esta es considerada más valiosa.

Se requiere que existan tres requisitos: Por un lado, el sujeto activo debe ser un médico
diplomado (quien tiene título para actuar como médico). Como segundo requisito, se
establece que solo la mujer embarazada puede prestar el consentimiento para que se
realice el aborto. No puede ser suplido ese consentimiento por la autorización de los
representantes legales. Y como último requisito, el aborto debe tener una finalidad que
es la de evitar un grave peligro para la vida o la salud de la madre. Esa finalidad solo
provocara la impunidad cuando el peligro no pueda ser evitado por otros medios
distintos al del aborto.

2º Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre


una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal
deberá ser requerido para el aborto.
En este segundo inciso, hablamos de lo que es el aborto eugenésico. El cual divide a la
doctrina en quienes piensan que hay autorización para efectuar el aborto, solo en los
casos de mujeres idiotas o dementes. Otros piensan –corriente doctrinaria que se
emplea - que la impunidad del aborto es en todo caso de violación y que también es
necesario cuando el sujeto pasivo es menor de edad.

Siguiendo con los requisitos, el aborto debe ser practicado por un médico diplomado y
con el correspondiente consentimiento. Habrá de darlo, según los casos, la mujer –si fue
víctima de una violación y no esta psíquicamente incapacitada- o su representante legal
– si la mujer es idiota o demente-

Aborto denominado preterintencional (Art 87): Sera reprimido con prisión de seis
meses a dos años, el que con violencia causare un aborto sin haber tenido el propósito
de causarlo, si el estado de embarazo de la paciente fuere notorio o le constare.

Se lo ha entendido como un delito preterintencional, contiene un hecho de base doloso


(ejercer violencia), que provoca un resultado previsible pero no deseado (el aborto);
aunque hay quienes interpretan que es abarcado por el dolo eventual del autor.

Estructura típica: La figura exige que se haya ejercido violencia, empleado una energía
física dirigida intencionalmente a dañar a la mujer. El termino violencia abarca
traumatismos o malos tratos, dirigidos contra la mujer y no contra el feto. También
requiere que se produzca la muerte del feto y que sea causada por la violencia.

En lo pertinente a lo subjetivo, se exige que el autor conozca que despliega la violencia


sobre una mujer que está embarazada. Solo así el resultado puede ser previsible para el
autor y de ese modo atribuible a título de culpa, se debe a que la violencia se ejerce
sobre la mujer y no sobre el feto, mientras que el resultado recae sobre el segundo. Por
lo que la violencia sobre la mujer no debe tener el fin de causar el aborto.

Postura de donna (muy cierta): Ella señala que están comprendidas las formas violentas
de abortos cometidos con dolo eventual. Porque tanto los hechos cometidos en forma
preterintencional como los que resultan del dolo indirecto del autor, son resultados que
no se ha tenido el propósito de causar. Entendiendo así que el artículo es un tipo
compuesto por un actuar doloso con respecto a la violencia en contra de la mujer, y que
en cuanto al resultado (aborto) resulta aceptable tanto el dolo eventual como la culpa.

Relación con las demás figuras: Absorbe las lesiones causadas a la mujer en virtud del aborto
mismo, siempre que no estén incluidas en el plan del autor. Si las violencias ejercidas contra la
mujer han causado la muerte de la embarazada, se tratara de un único hecho con pluralidad
de resultados, imponiéndose un concurso ideal.

Aborto de la madre (art 88): Sera reprimida con prisión de 1 a 4 años, la mujer que causare su
propio aborto o consistiere (coautoría) en que otro se lo causare. La tentativa de la mujer no es
punible.

Estructura típica: Encontramos que el sujeto activo solo puede ser la mujer embarazada, el
sujeto pasivo como antes se lo mencionaba, es el feto. La acción típica, es diferenciada por
dos clases de conductas, causar el propio aborto y/o consentir en que otro lo cause.
- Causación del propio aborto: La mujer obra como autora del aborto, realizando
personalmente sobre el fruto de su embarazo las maniobras abortivas. Se acepta la
participación, por lo que si la mujer cuenta con cómplices, necesarios o secundarios,
que participen en el aborto, la punibilidad de estos se rige por los art 45 y 46, si se
trata de un médico, cirujano, partera o farmacéutico art 86
- Prestación del consentimiento: El otorgamiento del consentimiento solo será punible
cuando un tercero ha consumado o tentado el delito. Es decir que no habrá comiendo
de ejecución con el simple consentimiento sino con las maniobras ejecutadas por el
otro. Si la mujer que ha prestado su consentimiento, lo retracta de modo valido antes
de que la maniobra abortiva se lleve a cabo, tal consentimiento desaparece y ella no
resulta punible; y el que llevara a cabo el aborto incurrirá en el aborto sin
consentimiento (art 85 inc 1); salvo que no hubiese conocido la retractación o hubiera
errado sobre el carácter del desistimiento. La retractación es válida, antes de realizar
las maniobras abortivas, después de ella carecerá de toda influencia sobre la
punibilidad.

En cuanto a lo subjetivo, se trata de un delito doloso. Solo exige dolo directo de la mujer.

Se declara impune la tentativa de aborto realizada por la propia mujer embarazada. Además
excluye de la punibilidad a los partícipes que no hayan hecho más que colaborar con ella.

Lesiones

Se protege el cuerpo y salud de cada individuo. Por lo que el bien jurídico protegido es la
integridad física, la salud física y la salud mental. No toda afectación a la integridad del cuerpo
implica la causación de un daño. Cortar el pelo o las uñas afecta la integridad física, pero no
causa un daño a su cuerpo; se causaría daño al cuerpo si se arrancara el pelo o las uñas.

Las lesiones pueden ser leves (art 89), graves (90) y gravísimas (91). Pueden cometerse con
circunstancias calificantes (92) o atenuantes (93). Lesiones culposas (94).

Figura básica encontrada en el art 89: Se impondrá prisión de un mes a un año, al que causare
a otro, en el cuerpo o en la salud, un daño que no esté previsto en otra disposición.

Estructura típica: Tanto el sujeto activo como el pasivo puede ser cualquier persona (excepto
el feto, se estaría hablando de una tentativa de aborto)

La acción típica, es la de causar un daño en el cuerpo o en la salud del otro, es decir, alterar la
estructura física o menoscabar el funcionamiento del organismo del sujeto pasivo. Se exige
como resultado un daño en el cuerpo o la salud, resultado de una violencia ejercida sobre la
victima por parte del sujeto activo. Cualquier medio como productor del daño puede ser
utilizado (tanto material como verbal).

- Daño en el cuerpo: Consiste en toda alteración de la integridad anatómica de la


víctima; alteración en la estructura interna o externa del sujeto pasivo, como una
extirpación de una parte del cuerpo, destrucción de tejidos o de pigmentaciones. El
daño en el cuerpo existe, independientemente de que se ocasione o no dolor. Como
no lo es necesario la emanación de sangre, ya que existen lesiones graves que no la
producen (fracturas óseas)
- Daño en la salud: El daño en la salud es el cambio que se opera en el equilibrio
funcional actual del organismo de la víctima. Es la alteración del orden normal de las
funciones fisiológicas. Es necesario que la acción del agente disminuya la salud de la
que gozaba el sujeto pasivo. El daño en la salud existe igualmente aunque no cause
dolor.

El tipo subjetivo requiere un dolo directo o eventual. Toda voluntad de ataque físico a la
persona de otro, cuando el agente se representó la posibilidad de lesionar sin rechazarla,
queda comprendida en el dolo de lesiones, y la responsabilidad correspondiente se ajusta al
resultado producido. Puede que el dolo este constituido por la directa intención de causar
daños graves o gravísimos, pero si esa intención no se concreta, aunque el resultado quede
comprendido en la tipicidad de las leves, estaremos ante una tentativa de lesiones graves o
gravísimas. Cuando el autor quiso causar una lesión leve y no se representó la eventual
causación de una lesión más grave y la produce, puede tomarse como un delito
preterintencional, pero como no está estipulado, se debe resolver por medio de concurso ideal
entre lesión leve dolosa y la lesión culposa; para otros se debe tratar como una lesión leve
dolosa, tomando los principios del dolo eventual.

La consumación se produce una vez hecha la lesión. La tentativa se admite ya que es un delito
de resultado material. Por otra parte, cuando la agresión es llevada a cabo con armas de fuego,
el abuso de armas previsto en el primero y segundo párrafo del art 104 absorbe la tentativa de
lesiones leves y toda lesión por la que pudiera corresponder pena menor de la prevista en esa
norma. Y, para algunos, si se trata de una agresión con otra arma debe aplicarse la figura de
lesiones leves, ya que el tercer párrafo del 104, tiene una pena menor.

Lesión grave, articulada en el 90, donde se impondrá prisión de 1 a 6 años, si la lesión


produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un
miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del
ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una
deformación permanente del rostro.

Por debilitamiento debe entenderse una disminución funcional sin que la función desaparezca.
Por permanencia se entiende la persistencia del resultado por tiempo prolongado y la
probabilidad de que no se pueda eliminar la deficiencia que provoco el daño

El debilitamiento de la salud: El debilitamiento de la salud es el estado de disminución de la


capacidad orgánico-funcional del individuo. El debilitamiento de un órgano o de un sentido: El
de un órgano, es la disminución de su capacidad funcional activa o pasiva, en tanto que el
debilitamiento del sentido es la disminución de la capacidad sensorial del órgano. En caso de
funciones que son cumplidas por órganos compuestos o bilaterales, la extirpación de uno de
ellos constituye debilitamiento y no perdida. (La extirpación de un riñón) se considera lesión
grave. Pero cuando órganos anatómicamente únicos (hígado, bazo) contribuyen a una función
común, la extirpación constituye la eliminación total de su funcionamiento, siendo una lesión
gravísima; es decir, cada una se trata de un órgano y que la extirpación de uno de los órganos
del conjunto constituirá una lesión gravísima.
En este sentido se ha expedido el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba: 180
en relación con la pérdida del bazo, sosteniendo que se encuentra comprendida en el art. 91.
Entre sus argumentos el tribunal afirmó que si en el art. 91 se indica como lesiones gravísimas
la pérdida de un órgano y, por otro lado, la pérdida del uso de un órgano, se están indicando
dos formas de afectación que no pueden superponerse, y por ello consideró que el "uso" es
funcional y la "pérdida" es anatómica aunque la función del órgano sea sustituida por otros.
También argumentó que considerar correcta la interpretación que propugnaba el recurrente
(que el concepto de órgano, en el sentido de la ley, no es anatómico sino funcional. por lo que
la pérdida del bazo constituiría una lesión grave al ser suplida su función por otros órganos)
"llevaría a dejar vacío el delito de lesiones gravísimas por pérdida anatómica de un órgano,
pues si la función que éste cumple no fuera asumida por otro órgano del sistema, acaecería la
muerte de la persona, lo que no es aceptable conforme los principios reguladores de una
correcta interpretación de la ley". Esta resolución, en la que se descarta la aplicaci6n al caso
del art. 90, encuentra uno de sus fundamentos en una interpretación armónica con el art. 91,
al considerar que en esta última norma se indican dos pérdidas distintas que no pueden
superponerse: la del uso del órgano, claramente funcional, y la del órgano, que por lo tanto
sólo puede ser anatómica aunque su función pueda ser sustituida por otras partes del
organismo.

La debilitación de un miembro: Son miembros las extremidades articuladas con el tronco del
cuerpo humano (brazo y piernas). La debilitación de ellos es la pérdida parcial de su capacidad
funcional.

La dificultad de la palabra: Atiende a los inconvenientes mentales o mecánicos para servirse


de la palabra, derivados de la lesión de centros cerebrales o del mecanismo de la palabra o de
causas psíquicas.

El peligro para la vida: No se trata del peligro emergente de lo que hubiera podido ocurrir sino
del peligro concreto emergente de la lesión producida.

La inutilización para el trabajo por más de un mes: Ineptitud de la víctima para desempeñar
cualquier trabajo en general, ya sea por las características del daño o por el tratamiento de
que debe ser objeto. También se da la agravante cuando la víctima no tenía trabajo. En
segundo lugar se toman en cuenta las ocupaciones propias de la víctima. La inutilidad debe
superar el mes.

La deformación del rostro: Es la desfiguración del rostro en forma que llame la atención por el
sentido antiestético.

Lesiones gravísimas, articulada en el 91, establece que se impondrá prisión de 3 a 10 años, si la


lesión produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la
inutilidad permanente para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro,
del uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o concebir.

La diferencia esencial entre las agravantes de los art 90 y las del 91 es la que existe entre el
debilitamiento y la perdida de una función vital. Como también así el tiempo-cronológico de
una lesión respecto a la otra.
- La enfermedad mental o corporal cierta o probablemente incurable: La enfermedad
es un proceso patológico. Y es ciertamente incurable cuando la ciencia no cuenta con
medios para sanarla, es probablemente incurable cuando su curación puede
producirse como una circunstancia excepcional. El hecho de que a causa de esta
enfermedad incurable la victima de las lesiones muera no basta para tener por
configurado un homicidio, siempre que haya suficiente distancia temporal entra las
lesiones y la muerte. Además de que si ya ha sido condenado por lesión con sentencia
firme ha de ser imposible un juicio por el mismo hecho (no bis in ídem).
- La inutilidad permanente para el trabajo: Se da en aquellos casos en los cuales la
prolongación en el tiempo y el diagnostico indican la probabilidad de que la víctima no
vuelva a su estado de eficacia laboral en toda su vida. Se afirma que debe darse una
inutilidad para cualquier clase de trabajo, y que no bastara la inutilidad para el trabajo
que habitualmente ejercía la víctima.
- La pérdida de un sentido, de un órgano o de un miembro, o del uso de un órgano o
de un miembro: Importa una privación funcional absoluta, la cual puede originarse en
una pérdida anatómica o manifestarse en la ausencia irreparable de toda efectividad
funcional.
- La pérdida de la palabra: Implica la pérdida de la capacidad de expresarse por medio
de la palabra para comunicarse con terceros. Ello puede provenir de la perdida de
algunos órganos menores (lengua) o de su insuficiencia.
- Perdida de la capacidad de engendrar o concebir: Extinción de la facultad de
reproducirse, ya sea por medio de la ablación de órganos de la reproducción o
causando la impotencia generativa por cualquier otro medio. Para que exista este
delito basta con que se destruya esa capacidad en el sujeto, sea presente o futura.

Se determina como agravante (art92) para las lesiones la concurrencia de algunas de las
circunstancias previstas en el art 80 para calificar el homicidio. Por lo que en las lesiones leves
la pena será de seis meses a 2 años, en las graves de 3 a 10 años, y en las gravísimas de 3 a 15.

Se determina como atenuante, cualquiera sea la gravedad de las lesiones, si el autor se


encontrara en un estado de emoción violenta que las circunstancias lo hicieran excusable. Por
lo que según el art 93, en caso de lesiones leves la pena será de quince a seis meses, en las
graves de seis meses a tres años, y en las gravísimas de uno a cuatro años.

Si concurren en una misma lesión, la atenuante de emoción violenta con alguna agravante
del art 80, se puede tratar de dos formas. Calificar el caso como un conflicto de leyes penales
coexistentes, y resolverlo siguiendo el principio de la ley o tipo penal más benigno, debiendo
aplicar el art 93 (atenuante). O bien como lo considera Núñez, tratarlo de un concurso ideal, ya
que un solo hecho de lesiones cae bajo más de una sanción penal por la concurrencia en él de
una circunstancia subjetiva, como la emoción violenta y la agravante, por lo que
correspondería aplicar el 92(agravante) (concurso ideal, pena más grave).
En el artículo 94 se establecen las lesiones culposas. Donde se impondrá prisión de un (1) mes
a tres (3) años o multa de mil (1.000) a quince mil (15.000) pesos e inhabilitación especial por
uno (1) a cuatro (4) años, el que por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o
profesión, o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo, causare a otro un daño
en el cuerpo o en la salud.

Si las lesiones fueran graves o gravísimas y fueren más de una las víctimas lesionadas, el
mínimo de la pena prevista en el primer párrafo, será de seis (6) meses o multa de tres mil
(3.000) pesos e inhabilitación especial por dieciocho (18) meses.

Estructura típica: Encontramos que los sujetos activos como pasivos pueden ser cualquier
persona. La acción típica desplegada, es la conducta violatoria de un deber de cuidado. La
conducta culposa es comprensiva de los conceptos de imprudencia, negligencia, impericia en
su arte o profesor o inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo, con los mismos
alcances que los del homicidio culposo, con la diferencia de que el resultado requerido en esta
figura es el daño en el cuerpo o en la salud del sujeto pasivo, pudiendo ser leves, graves o
gravísimas.

Por otra parte, el delito se consuma con las lesiones sufridas por la víctima. No es posible la
tentativa, que resulta inadmisible en los delitos que no son dolosos.

Agravante: En el segundo párrafo se agravan los mínimos de las penas de prisión, multa e
inhabilitaciones previstas en la primera parte, para los casos en que las lesiones resultantes
fueren graves o gravísimas y concurriera el daño en dos o más víctimas. Por lo que las lesiones
leves culposas o cuando hubiere más de una víctima, quedan comprendidas en la figura básica
del art94; así también las lesiones graves o gravísimas, cuando no hubiere pluralidad de
víctimas. [ESTO SE DEBE A QUE EL ART 94 SEGUNDO PARRAFO SE EXPRESA DE FORMA
CONJUNTA ‘’Y’’, NO DE SUPUESTOS DIFERENTES ‘’O’’]

Por otra parte, en los delitos culposos no es admisible la participación.

ARTICULO 94 bis. - Será reprimido con prisión de uno (1) a tres (3) años e inhabilitación
especial por dos (2) a cuatro (4) años, si las lesiones de los artículos 90 o 91 fueran ocasionadas
por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo con motor.

La pena será de dos (2) a cuatro (4) años de prisión si se verificase alguna de las circunstancias
previstas en el párrafo anterior y el conductor se diese a la fuga, o no intentare socorrer a la
víctima siempre y cuando no incurriera en la conducta prevista en el artículo 106, o estuviese
bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia igual o superior a quinientos
(500) miligramos por litro de sangre en el caso de conductores de transporte público o un (1)
gramo por litro de sangre en los demás casos, o estuviese conduciendo en exceso de velocidad
de más de treinta (30) kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho, o si
condujese estando inhabilitado para hacerlo por autoridad competente, o violare la
señalización del semáforo o las señales de tránsito que indican el sentido de circulación
vehicular, o cuando se dieren las circunstancias previstas en el artículo 193 bis, o con culpa
temeraria, o cuando fueren más de una las víctimas lesionadas
El trasplante de órganos: La ablación de órganos y tejidos para su implantación de cadáveres
humanos a seres humanos y entre seres humanos, se rige en la Argentina por la ley 24.193
modificada por la 26.066. La ablación e implantación de órganos y materiales anatómicos
podrán ser realizadas cuando los otros medios y recursos disponibles se hayan agotado como
alternativa de la salud del paciente.

Los equipos médicos, deben informar sobre los riesgos tanto al donante (en caso de estar vivo)
como al receptor, también la posible recuperación y las limitaciones resultantes, así como las
posibilidades de mejora que pueda resultar para el receptor. También puede ser informada a
los familiares si los donantes no se oponen. Luego de que la información ha sido comprendida,
está en voluntad de ellos la decisión que corresponda adoptar. En caso de que esto ha de ser
aceptado para el dador como el receptor y o representante legal cuando corresponda, ha de
quedar constancia documentada de acuerdo con la normativa, así como también la opinión
médica.

Toda persona capaz, mayor de 18 podrá expresar su voluntad afirmativa o negativa para
después de su muerte respecto a la ablación de los órganos y o tejidos de su propio cuerpo.
Debe de ser manifestado por escrito. También puede restringir de modo específico su voluntad
afirmativa de ablación a determinados órganos y tejidos; de no ser así, se tendrá abarcado
todos los órganos.

En caso de muerte natural, y no habiendo manifestación expresa se deberá requerir la de


alguna de estas personas: Conyugue no divorciado que conviva, hijos mayores, padres,
hermanos mayores, nietos mayores, abuelos, luego cualquier pariente.

En cuanto a la extracción de órganos o materiales anatómicos entre vivos, estará permitida


solo cuando se estime razonablemente que no causara un grave perjuicio a la salud del dador y
existe posible éxito para conservar la vida y mejorar la salud del receptor. El consentimiento
del dador o de su representante legal no puede ser sustituido ni complementado, y puede ser
revocado hasta el instante mismo de la intervención quirúrgica.

Lección 4

Homicidio o lesiones en riñas; establecido en el artículo 95 que cuando en riña o agresión en


que tomaren parte más de dos personas, resultare muerte o lesiones graves o gravísimas, sin
que constare quienes las causaron, se tendrá por autores a todos los que ejercieron violencia
sobre la persona del ofendido y se aplicara reclusión o prisión de 2 a 6 años en caso de muerte
y de 1 a 4 en caso de lesión.

Aclaraciones: Lo que hace que se lo capitule específicamente es que en la figura hay un


desconocimiento de quien ha sido el autor (sujeto activo) del resultado dañoso. Por eso la
escala penal es algo leve. Esto trajo la problemática principal ya resuelta de dejar impune el
caso o castigar a todos por el hecho causado en la medida en que hayan ejercido violencia
sobre la víctima.

El bien jurídico protegido es la vida humana. Por lo que se trata de un delito contra las
personas.
Estructura: Nos encontramos que en el sujeto activo, no hay una identificación puntual, por lo
que será quien participo en la riña o agresión y ejerció violencia sobre el ofendido (SIEMPRE
QUE NO SE SEPA QUIEN CAUSO LA MUERTE). No es punible quien uso violencias, si constare
quien o quienes fueron autores. El simple participe de la riña o agresión tampoco resultado
punible en tanto no haya ejercido sobre el ofendido una directa violencia física. Por otro lado,
para que se configure esta figura (riña) es necesario que intervengan más de dos personas
(min 3), ya que la figura tiene lugar cuando no resulta posible determinar quién fue el autor de
las lesiones o la muerte. De intervenir solo dos personas, al resultar una víctima la otra seria el
autor. Para algunos autores, como para el tribunal superior de córdoba, para el caso de
agresión, se requieren mínimo 4 personas, 3 atacantes (‘’más de dos’’) como lo expresa la
tipificación.

En cuanto al sujeto pasivo, puede ser cualquier persona involucrada en la riña o agresión,
sobre la que se hubiera ejercido violencia. Creus sostiene que el tipo no indica la necesidad de
que los daños, como consecuencia de la riña o agresión, recaigan precisamente sobre uno de
los intervinientes, ya que pueden producirse sobre un tercero extraño (mira la riña desde la
vereda de enfrente y recibe un proyectil disparado por uno de los partícipes) y explica que la
responsabilidad permanecerá en los mismos términos. Se objeta contra esta postura que la
figura se aplica cuando las lesiones o la muerte han tenido lugar en riña o agresión en que
varias personas han ejercido violencia sobre la víctima.

La acción típica es la de ejercer violencia sobre alguien y resultare la muerte o lesión, sin saber
quién es el autor.

-Riña: Hecho reciproco (ataque y defensa) que se ejerce entre tres personas por lo menos. Se
requiere más de dos personas porque la figura solo es aplicable cuando no es posible
determinar quién ha sido el autor. No es participe de la riña quien interviene para pacificar.

-Agresión: Es el acontecimiento de varios contra otro u otros que se limitan a defenderse


pasivamente. Ya que si la defensa es activa se está ante una riña. No se tomar las lesiones que
pudieran causar los atacados, ya que son actos de la defensa misma.

Es requisito para la configuración del tipo que resulte, muerte o lesiones. Este resultado debe
haberse originado durante la riña o agresión, quedando afuera las consecuencias que tuvieron
origen en una actividad extraña o a las que se producen con motivo de la riña pero sin relación
con las violaciones que se desplegaron en ella (ataque cardiaco). Es necesario por lo tanto que
exista nexo causal entre la violencia ejercida y los resultados.

En cuanto al tipo subjetivo, se exige una intervención dolosa en la riña o agresión, lo cual
implica haber querido intervenir desplegando violencia sobre otro pero sin proponerse ningún
resultado concreto, se exige la espontaneidad de la riña o agresión, que importa la ausencia de
toda preordenacion de disponer actividad para el logro de un determinado resultado. Se exige
esto porque si se ejerce agresión sobre alguien, y la misma ya está premeditada como también
su posible consecuencia (muerte de la víctima), por los agresores, estaremos ante un hecho de
coautoría de un homicidio agravado (art 80 inc 6)
Si solo tiene lugar la riña sin resultar lesiones o muerte, no se configura el delito. Por lo que
dada la naturaleza del hecho, no es posible la tentativa.

Se concibe la participación con los agresores, ej: quien les alcanza palos a los que participan de
la agresión o riña.

En caso de que de la agresión o riña resultaren lesiones leves, la plena aplicable será de 4 a 120
días de prisión.

Duelo (art 97): Los que se batieren en duelo, con intervención de dos o más padrinos, mayores
de edad, que elijan las armas y arreglen las demás condiciones del desafío, serán reprimidos:

1- Con prisión de 1 a 6 meses, al que no infirieren lesión a su adversario o solo le causare


una lesión leve.
2- Con prisión de 1 a 4 años, al que causare la muerte de su adversario o le infiriere lesión
grave o gravísima.

El fundamento de su punibilidad reside en el peligro que entraña para las personas por ser un
delito contra la vida o la integridad física de las personas. Para muchos, es un delito contra la
administración, ya que la intención real de los duelistas es sustituir la fuerza pública por la
privada y el juicio de los magistrados por el de las armas.

Estamos ante un combate singular con previa determinación de las circunstancias en que ha de
realizarse y por motivos de honor. Es un delito de excepción, se les da un privilegio a quienes
maten o lesionen a otro en esas circunstancias.

La forma es llamada duelo regular y consiste en un combate singular y con armas, en


condiciones de igualdad preestablecidas por padrinos, y determinado por motivo de honor.

En su estructura típica encontramos que son sujetos activos quienes se baten a duelo. Y
cualquiera puede ser autor. La ley entiende que debe tratarse de una lucha entre dos
personas. En cuanto al pasivo, es el adversario, en lo concerniente a los resultados de lesiones
o muerte previstos. Si resulta damnificado otro sujeto, como el padrino u otro que pasaba por
el lugar, la causación de esos resultados debe ser calificada como homicidio o lesiones, dolosos
o culposos.

En cuanto a la acción típica es la de batirse a duelo. Es un combate con armas, por lo que no
es aplicable esta figura a un combate de puño aunque este previamente concertado. La ley no
exige que las armas empleadas sean mortíferas, pero sí que se trate de armas propias para no
alterar la responsabilidad. Por otra parte, el duelo regular con todas las características
mencionadas, es un hecho punible en sí mismo y con la independencia de los resultados de
muerte o lesiones que se produzca. Aunque la penalidad, varía según el resultado,
determinándose una escala penal determinada para el que causa lesión leve o no causa, y otra
más grave para el que causa lesiones graves, gravísimas o la muerte.

Requisitos del duelo: Para que sea regular en esencial que existan condiciones de igualdad. Las
armas deben ser iguales. Y hasta los oponentes. Las condiciones como las del terrero quedan a
suerte. Todas estas condiciones para un duelo regular deben ser concertadas por los padrinos
con anterioridad al combate. Estos padrinos son los que representan cada cual a un
adversario. En ellos queda la responsabilidad de elegir las armas y establecer las demás
condiciones del combate. Estos deben ser testigos del duelo, cumpliendo función de control.

En tanto el tipo subjetivo, en la acción se da un dolo directo, los resultados pueden ser dolo
directo o eventual.

El motivo del duelo debe ser honorable. Y esta causa existe cuando el desafío tiene por objeto
reparar cualquier ofensa constituida por un delito contra el honor o cualquier falta grave
contra la consideración debida a la persona en el trato social.

El delito se consuma con el inicio, cuando tiene lugar el peligro para las personas. En caso de
que se produzca un resultado, constituirán agravantes del combate. En cuanto a la tentativa,
parte de la doctrina explica que no es posible porque los actos preparativos o auxiliares del
duelo no son punibles. Esto se debe a que se trata de un delito de peligro y por ello la tentativa
en estos casos constituye un peligro remoto.

En cuanto a la participación, es esencial la de los padrinos para que se configure un duelo


regular. Pero este será impune en caso de que no haya alterado la ejecución del duelo con
alevosía, o en caso de que el duelo sea a simple lesión. Por el contrario, en caso de que
hubiera concertado un duelo a muerte o en dichas condiciones para que resulte la muerte, el
padrino tendrá la misma pena que el duelista que la causo. En caso de no causarla, pena de
multa.

Art 98: Los que se batieren, sin intervención de padrinos mayores de edad que elijan las armas
y arreglen las condiciones del desafío, serán reprimidos:

1- El que matare a su adversario, con la pena señalada para el homicida.


2- El que causare lesiones, con la pena señalada para el autor de lesiones.
3- El que no causare lesiones, con prisión de un mes a un año.

Es un caso irregular de duelo. La irregularidad proviene de la falta de padrinos, de las


condiciones en las que se conviene el duelo y de la forma en que este tiene lugar. Se trata de
una pelea común en la que cada combatiente responde por los resultados que causa.

Se consuma con la iniciación del combate y es admisible la tentativa.

Art 99: El que instigare a otro a provocar o a aceptar un duelo y el que desacreditare
públicamente a otro por no desafiar o por rehusar un desafío, serán reprimidos:

1- Con multa de mil a quince mil pesos, si el duelo no se realizare o si realizándose, no se


produjere muerte ni lesiones o solo lesiones leves.
2- Con prisión de 1 a 4 años si se causare muerte o lesiones graves o gravísimas.

Art 100: El que provocare o diere causa a un desafío, proponiéndose un interés pecuniario u
otro objeto inmoral, será reprimido:

1- Con presión de uno a cuatro años, si el duelo no se verificare o si efectuándose, no


resultare muerte ni lesiones.
2- Con reclusión o prisión de 3 a 10 años, si el duele se realizare y resultaren lesiones
3- Con reclusión o prisión de 10 a 25 años, si se produjere la muerte.

Estamos ante un duelo que en su faz subjetiva es irregular, esta se basa en el propósito
perseguido por el sujeto activo.

El sujeto activo puede ser quien se coloca en situación de combatiente como el que, trata de
dar causa al desafío entre terceros. El sujeto pasivo puede ser cualquiera. La acción típica:
provoca el desafío el que reta o se hace retar a duelo. Da causa al desafío quien, teniendo en
vista el logro del fin inmoral, coloca a una persona en situación de retar a duelo a él o a un
tercero.

En cuanto al tipo subjetivo, es doloso. Debe sumársele el móvil inmoral, que caracteriza a esta
figura y motiva la punibilidad del desafío en sí mismo, puesto que falta el motivo de honor que
es una de las circunstancias que fundamentan el tratamiento penal privilegiado de las
consecuencias del duelo. El autor desnaturaliza aquí el duelo, utilizándolo como un medio para
el logro de sus fines inmorales con evidente menosprecio por la vida de terceros.

En la provocación, se consuma con la formulación del reto y no es necesario que se produzca el


duelo. En dar causa a un desafío, el hecho se consuma con la formulación del reto por parte de
la persona a quien se puso en trance de formularlo. No es posible la tentativa.

Art 101: El combatiente que faltare, en daño de su adversario, a las condiciones ajustadas por
los padrinos, será reprimido:

1- Con reclusión o prisión de 3 a 10 años, si causare lesiones a su adversario


2- Con reclusión o prisión de 10 a 25 años, si le causare la muerte.

Supuesto de duelo irregular, refiere a la conducta de los combatientes que faltaren, en daño
de su adversario, a las condiciones pactadas. Al ser el duelo una lucha con reglas
preestablecidas, su transgresión lo vuelve irregular, siempre que sea en daño del adversario.

El sujeto activo es el combatiente; el pasivo, es el otro duelista, el adversario.

En cuanto a la acción típica es la de causar lesiones o muerte adoptando medios o


combatiendo con modos que violas las condiciones del duelo estipuladas.

E un delito de resultado, que requiere la causación de lesiones o muerte por medio de una
conducta desleal.

En cuanto al tipo subjetivo, requiere dolo. El duelista que transgrede las condiciones pactadas
debe saber que lo hace en daño de su adversario.

La consumación se establece una vez que las condiciones pactadas fueren trasgredidas y esa
infracción se traduce en el daño del adversario, produciéndole lesiones o la muerte. La
tentativa quedaría configurada con la deslealtad en el combate, sin que se haya producido el
daño requerido en el tipo.
Art 102: Los padrinos en un duelo que usaren cualquier género de alevosía en la ejecución del
mismo, serán reprimidos con las penas señaladas en el artículo anterior, según fueren las
consecuencias que resultaren.

Es un supuesto de duelo irregular, en virtud de la conducta de los padrinos. La alevosía


consiste en cualquier ocultación de la disparidad de las condiciones de las armas, en virtud de
la que uno o ambos duelistas se baten en condiciones distintas a las supuestas, de modo que
sea posible causar al adversario un daño mayor al normalmente esperado.

Subjetivamente, el o los padrinos deben actuar con dolo, se exige que este sea directo,
compatible con la alevosía a la que hace referencia el tipo. La alevosía puede ser obra de todos
los padrinos o de alguno de ellos. En este caso, solo el que la uso queda excluido de la
impunidad que les corresponde a los padrinos en el duelo regular.

Para que el delito se configure es necesario que se ocasione un daño o la muerte a alguno de
los adversarios o a ambos.

Art 103: Cuando los padrinos concertaren un duelo a muerte o en condiciones tales que de ellas
debiere resultar la muerte, serán reprimidos con reclusión o prisión de uno a cuatro años, si se
verificare la muerte de alguno de los combatientes. Si no se verificare la muerte de alguno de
ellos, la pena será de multa de mil a quince mil pesos.

El duelo a muerte es un supuesto de duelo regular. La punibilidad de los padrinos tiene su


fundamento en que, un duelo a muerte, viola la confianza que en su gestión deposita la ley. Si
el combate no había sido pactado a muerte, ni en condiciones tales que debiera resultar la
muerte, el hecho de que uno de los luchadores fallezca en el combate no torna aplicable la
figura.

El sujeto activo son los padrinos. Los pasivos serán los combatientes.

La acción típica consiste en concertar el duelo a muerte o en condiciones tales para que se dé.

Se tratara de un único hecho si del duelo mueren ambos. Lo que se castiga no es el homicidio
sino haber creado una situación de peligro concreto de que alguien muera.

En cuanto al tipo subjetivo, se requiere el dolo directo, querer que el duelo se realice a muerte
o en condiciones de las que deberá resultar la muerte. Si bien el tipo solo alcanza a los
padrinos y no a los combatientes estos tienen que conocer el carácter de los modos o medios
pactados por los padrinos al concertar el duelo a muerte, si lo hubieran ocultado, la conducta
podrá ser calificada como alevosa, y encuadrarse en el artículo anterior.

Para algunos se consuma con el comienzo del duelo. Para otros con la concertación, por esto
mismo es que no parece posible la tentativa.

Abuso de armas.

Contemplado en el art 104: Sera reprimido con 1 a 3 años de prisión el que disparare un arma
de fuego contra una persona sin herirla. Esta pena se aplicara aunque se causare una herida a
que corresponda pena menor, siempre que el hecho no importe un delito más grave.
Sera reprimida con prisión de 15 días a 6 meses, la agresión con toda arma aunque no se
causare herida.

La figura genérica es la prevista en el 3 párrafo, ‘’agresión’’, la del primer párrafo es una


agresión calificada por el medio empleado, razonable ya que la agresión consiste en crear una
situación de peligro para la persona física, y que ese peligro crece al aumentar la potencia del
arma utilizada.

Disparo de armas. Encontramos que su estructura es básica, cualquier persona puede ser tanto
sujeto activo como pasivo. La acción típica es la de disparar un arma de fuego y eso significa
hacer funcionar el mecanismo del arma de manera que salga el proyectil. Es necesario que el
disparo se produzca, no bastando haber apretado solo el percutor. Por otro lado, es necesario
que el agente haya utilizado el arma de fuego como tal. Si la utiliza como instrumento para
acometer sin disparar, se puede dar la figura de agresión prevista en la parte final. Se requiere
por otro lado, que el disparo este orientado hacia donde esta una persona, son atípicos los
disparos hechos hacia el aire o hacia donde no hay nadie.

El hecho típico se completa con el peligro resultante, no requiere que se produzca un resultado
lesivo en concreto. Ej. (Disparar contra una persona a través de una puerta sabiendo que
detrás se encuentra)

Por arma de fuego se entiende toda la que dispara proyectiles por medio de sustancias que
producen gases que los impulsan. No es arma de fuego la que arroja proyectiles por medio de
procedimientos impulsorios mecánicos (ballesta, arco). Tampoco lo que impulsa el hombre por
medio de su fuerza (granada).

En tanto el tipo subjetivo, el dolo presupone el conocimiento del carácter del arma y la
voluntad de dirigir el disparo contra la víctima. El tipo es compatible con el dolo eventual. No
se excluye el tipo (figura) por la circunstancia de que el autor haya aceptado dañar a la persona
contra la cual dispara, pero si en casos en que directamente pretendió un resultado
determinado de muerte o lesiones gravísimas (se aplica su respectivas figuras). También se
encuentran comprendidos en la figura los casos en que el agente actúa rechazando la
posibilidad de dañar, siempre que el disparo lo haya dirigido contra una persona determinada,
pues en ese caso no solo existió un peligro concreto sino que en el plan del autor estuvo la
voluntad de dirigir el disparo contra la persona determinada, aunque sin pretender dañarla
(darle susto).

Se consuma el tipo al efectuarse el disparo y salir el proyectil del arma en dirección a la


víctima. En lo que respecta a la tentativa, al doctrina mayoritaria la cree posible; entiende que
el accionar el mecanismo de disparo por el agente constituye ya una etapa ejecutiva del acto
de disparar. Habría tentativa cuando el proyectil queda en el arma por defectos mecánicos o
de la sustancia explosiva, o cuando el disparo no tomo la dirección querida hacia la víctima por
la intervención de un tercero. Aunque para Donna, si el disparo, se efectuó, no se dirige a una
persona, por alguna causa externa al agente, se está ante un caso de consumación, porque el
peligro igualmente se ha creado para el bien jurídico.
Entonces, se entiende que, queda excluida la figura cuando resulte la muerte o bien lesiones
graves o gravísimas. También se excluye cuando se ha probado el propósito de matar o el de
causar lesiones graves o gravísimas, calificándose la conducta como tentativa de la
correspondiente figura. Solo las lesiones leves resultantes quedan absorbidas por tener fijada
pena menor que la prevista para el disparo de arma de fuego.

Agresión con armas. Hay agresión cuando se intenta lesionar a otra persona.

La acción típica en cuanto a la estructura, es agredir, lo que implica el ataque con el arma para
alcanzar con ella el cuerpo de la víctima. Comprende tanto cuando no se alcanzó el cuerpo con
el arma, como cuando se lo alcanzo sin causar daños. Se afirma que no se da la figura cuando
el arma solo se exhibe o el agente se limita a amenazar con ella.

Sera entendido por arma, todo objeto capaz de aumentar el poder ofensivo del hombre.
Comprende tanto las armas propias, que son las que por su naturaleza están destinadas al
ataque o a la defensa, mientras no se trate de armas de fuego; como las armas impropias, que
son las que sin estar destinadas al ataque o a la defensa son dispuestas por el agente como
instrumento para afectar la integridad física de las personas. Soler incluye dentro de la
agresión el uso de un arma de fuego si está constituido por la acción de apuntar en forma
amenazante, ya que crea un peligro equivalente a la de acometer un cuchillo o arrojar una
piedra; su fundamento reside en la frase con toda arma. La suprema corte de justicia de bs as
fallo con un criterio diferente al de soler dejando absuelto al que apunto con arma, aunque
constituyera un peligro.

En tanto el tipo subjetivo, se tiene conocimiento del carácter del arma o de que se utiliza como
arma el instrumento que no es tal, y en la voluntad de acometer a la víctima con el propósito
indeterminado de dañar su cuerpo de alguna manera. El daño directo de dañar con un
determinado efecto como la muerte o lesiones graves o gravísimas, comprobado con certeza,
da paso al doro directo de las particulares tentativas de homicidio o lesiones.

Tiene carácter subsidiario quedando desplazado en los casos en que la agresión produjo un
daño, y en razón de la subjetividad del sujeto cuando este lanzo la acción para producir un
daño determinado, como la muerte o lesiones.

Art 105 Agravante / atenuante: Si concurriera alguna de las circunstancias previstas en los art
80 y 81, inc 1, letra a. La pena se aumentara o disminuirá en un tercio respectivamente.

a- Si concurren circunstancias previstas en el art 80 las penas aumentaran en un tercio,


en sus mínimos y máximos (1 año y 4 meses a 4 años de prisión en el caso del abuso
con arma de fuego y de 28 días a 8 meses en el caso de agresión con toda arma).
b- Si se dan las previstas en el art 81 inc 1, letra a. (emoción violenta) las penas se
disminuirán en un tercio (la escala penal para el caso de abuso de armas será de 8
meses a 2 años de prisión y la de agresión con toda arma será de 10 días a 4 meses).

Abandono de personas: Nos encontramos ante una figura donde el delito es de peligro y el
sujeto pasivo es la persona física. En esta, lo que la ley reprime, es el incumplimiento de los
deberes de asistencia impuestos por vínculos legales o por razones de mera convivencia social.
Las figuras previstas responden a estructuras activas (importan violaciones a normas
prohibitivas) y omisivas (violaciones a normas imperativas); clasificándose así, en omisiones
propias e impropias.

Art 106: El que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea 1 colocándolo en situaciones de
desamparo, sea 2 abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba
mantener o cuidar O 3 a la que el mismo autor haya incapacitado, será reprimido con prisión
de 2 a 6 años. La perna será de prisión de 3 a 10 años, si a consecuencia resultare grave daño
en el cuerpo o en la salud de la víctima. Si ocurriere la muerte, de 5 a 15 años.

En la estructura del colocar en situación de desamparo encontramos que tanto el sujeto


activo como pasivo, pueden ser cualquier persona. La acción típica consistirá en colocar a otro
en una situación de desamparo, de la que resulte peligro para la vida o la salud; es decir,
privarlo de la posibilidad de una ayuda o asistencia necesaria o de cuando el agente rodea a la
victima de circunstancias que le impiden obtener el auxilio que requiere su condición. Este
supuesto es una infracción a una obligación de no hacer, conforma un tipo activo, mientras los
otros dos implican infracciones a obligaciones de hacer. En cuanto al resultado, es el peligro
que corra la vida o salud de la víctima.

En cuanto a lo subjetivo, solo admite el dolo, comprende el conocimiento de la situación en la


que estaba la víctima y en la que queda, y el peligro que correrá su vida o su salud.

En la estructura del abandono de persona incapaz de valerse, la persona activa es la que está
obligada a prestar los auxilios necesarios a la víctima por un deber jurídico preexistente,
proviniendo de la ley, una convención, o de una conducta precedente. Es decir, el sujeto activo
se encuentra en posición de garante, en virtud de la obligación que tiene respecto del sujeto
pasivo. El pasivo, es la persona incapaz de obtener los auxilios necesarios por sí.

La situación típica es aquella en la que deriva un peligro para su vida o su salud (del pasivo) de
no mediar la intervención del sujeto activo. En cuanto a la omisión, es la exteriorización de
una conducta distinta a la debida. Se considera que se abandona a la víctima cuando se la deja
privada del auxilio o los cuidados que le son debidos e imprescindibles para mantener su vida o
salud. El abandono puede darse apartándose de la víctima o quedándose con ella, pero sin
prestarles esos auxilios o cuidados. Se trata de una obligación de hacer – cuidar, prestar
cuidados- que no se cumple. Por otro lado, para que se configure, el sujeto debe tener la
efectiva posibilidad de realizar la conducta debida, ya que no es posible que se ordene lo
físicamente imposible. Se determina comprobando que con la hipotética realización de la
conducta debida, el resultado se evita.

En cuanto a lo subjetivo, el sujeto activo debe conocer las circunstancias que son dispensables
para que cobre vigencia el mandato de actuar. El autor debe tener dolo directo de abstenerse
de ayudar y conocer la posición de garante que ocupa, y las características exigidas respecto
del sujeto pasivo. Si el sujeto desconoce o tiene una falsa representación de tales elementos,
cae en un error de tipo.

En la estructura del abandono de personas que el mismo autor haya incapacitado solo puede
ser sujeto activo aquella que en virtud de su accionar haya incapacitado a la víctima, y tanto el
sujeto pasivo, la persona a la que se incapacito.
La situación supone que el agente haya provocado – de forma culposa- la incapacidad del
sujeto pasivo. La realización de la acción indicada en la norma es debida solo en esa situación
típica, por ello de la existencia de esa circunstancia depende la vigencia del deber. Por lo que
la omisión se da cuando el que incapacito a otra persona está obligado a prestarle ayuda pero
no lo hace y en infracción a este mandato, lo abandona con peligro para su vida o su salud. El
deber nace de la situación que el propio autor ha creado.

En tanto al tipo subjetivo, el dolo es lo único aceptable, como se mencionó anteriormente.


Aunque en los últimos dos supuestos el autor también debe conocer la posición de garante
que ocupa frente al bien jurídico y las características exigidas en el sujeto pasivo.

Consumación y tentativa: Se consuma cuando mediante el abandono o el desamparo, se crea


un peligro para la vida o la salud de la víctima. Si la víctima no corrió efectivo peligro, la
realización de esas conductas con la finalidad de lograr tal resultado, configura una tentativa.

Agravante por el resultado: Surgen del segundo y tercer párrafo, y agravan la figura básica. El
concepto de grave daño en el cuerpo o en la salud, para algunos comprende lesiones graves y
gravísimas, para otros es suficiente que hayan sufrido un perjuicio importante, aunque no
alcance a configurarse tales lesiones. Otra postura considera que solo incluye lesiones
gravísimas, dado que no resultare lógico que la causación de lesiones graves tenga prevista
una pena menor que si son ocasionadas mediante una omisión.

Estas agravantes exigen la relación de causalidad.

En tanto al aspecto subjetivo, en general se sostuvo que los resultados deben ser
preterintencionales, de modo que cuando la exposición al peligro fue el medio seleccionado
por el autor para causar los daños, las figuras aplicables serian las que punen esos resultados
como dolosos, para lo cual se acuda a la llamada omisión impropia. En este sentido se ha
afirmado que el dolo directo de homicidio o de lesiones excluye el delito de abandono de
personas, pues si este es el medio para cometer el delito más grave, se aplican las penas
correspondientes al delito doloso según los resultados. Donna por su parte, no comparte que
se trate de resultados preterintencionales, ya que en el caso de acontecer el abandono más la
muerte culposa de la persona, el máximo de la escala penal resultante de sumar los máximos
sería inferior a los 15 años del 3er párrafo. Entiende que el resultado muerte, necesariamente,
debe tener alguna relación subjetiva con el abandono, que de acuerdo a la redacción de la
norma sería el dolo eventual (el sujeto que abandona, se representa la posible muerte del
sujeto pasivo y no hace nada para evitarlo (Se aplica esta posición). Por otro lado, zaffaroni
considera que el dolo en la omisión puede ser directo o eventual.

Art 107: El máximo y el mínimo de las penas establecidas en el art anterior, serán aumentados
en un tercio cuando el delito fuere cometido por los padres contra sus hijos y por estos contra
aquellos o por el cónyuge.

Agravante por el vínculo, donde se acepta lo que respecta a hijos adoptivos, por la mera
redacción del artículo, no ligado al vínculo sanguíneo de ascendientes descendientes.

Art 108: Sera reprimido con multa de 750 a 12.500 pesos, el que encontrando perdido o
desamparado a un menor de diez años o a una persona herida o invalida o amenazada de un
peligro cualquiera, omitiere prestarle el auxilio necesario, cuando pudiere hacerlo sin riesgo
personal o no diere aviso inmediatamente a la autoridad.

Se trata de un delito de omisión propia, mediante el que se pune una conducta omisiva que,
presupone la previa existencia de un deber de actuar de determinada manera. Se contiene en
esta figura la expresa imposición de un deber de solidaridad social. Se consagra un mandato y
no una prohibición, la norma que se deduce del tipo prohíbe toda acción diferente de la
prescripta.

Encontramos en su estructura que el sujeto activo puede ser cualquier persona que encuentre
al menor o a la persona en peligro, sin estar obligado con anterioridad por otra circunstancias.
El sujeto pasivo puede ser 1- La persona perdida o desamparada menor de diez años. Es
aquella que no sabe dónde está, o que sabiéndolo desconoce las vías para llegar a destino.
Esta desamparada la persona que no puede proveerse de los auxilios que necesita en virtud de
su condición. 2- La persona herida, inválida, o amenazada de un peligro cualquiera. En estos
casos, lo mencionado debe tener relación directa con la vida o la integridad física del sujeto
pasivo.

La situación típica es la de encontrarse frente a una persona amenazada de un peligro


cualquiera. La realización de la acción indicada en la norma es debida solo en la situación
típica. Encontrar, en principio refiere a hallar a la víctima. Pero la victima puede ser
encontrada porque expresamente se la ha buscado o porque accidentalmente se da con ella.
La amenaza de un peligro cualquiera trata de una situación de peligro que debe afectar a la
persona, sea cual fuere la naturaleza del peligro. No solamente está comprendido el peligro
para la vida sino cualquier otro que pueda afectar a la persona física, incluido en su libertad. Es
indiferente de donde derive tal peligro.

La omisión consiste en la no prestación del auxilio necesario o en subsidio, en no dar aviso


inmediatamente a la autoridad. 1) La prestación de la ayuda que la víctima necesita, es lo que
la ley impone, relevando de esa obligación cuando implica para el autor un riesgo personal. El
auxilio necesario exigido, es el posible en las circunstancias y de acuerdo con la condición de
las personas. 2) El otro supuesto de omisión típica es el de no dar aviso a la autoridad, lo cual
implica que el agente cumple con su deber cuando de algún modo pone en conocimiento de la
autoridad la situación en que se encuentra la víctima. Este debe ser inmediato.

En tanto al tipo subjetivo, el dolo exigido por la figura requiere el conocimiento de la situación
de la víctima y la voluntad de no prestar el auxilio pese a la ausencia de riesgo personal o de
no dar aviso a la autoridad. El sujeto debe saber las circunstancias para que cobre vigencia el
mandato, ya que los tipos omisivos son circunstanciados.

Consumación y tentativa: El hecho se consuma con la omisión de auxilio en el momento en


que debería ser prestado, aun cuando la víctima haya sido socorrida por terceros que la
encuentras después, o ella misma haya podido eludir la situación de peligro. La norma exige
que se preste ayuda con inmediatez y la omisión de ese deber hace que el delito se consume
instantáneamente. Por lo que no se admite tentativa.
Participación: Es posible en caso de autoría plural, todos aquellos que han encontrado al sujeto
pasivo tienen in individual deber de actuar.

Lección 5

Delitos contra el honor: El honor ha de ser el conjunto de cualidades valiosas, que revistiendo
a la persona en sus relaciones sociales, no solo se refieres a sus calidades morales o éticas, sino
también a cualquier otra que tenga vigencia en esas relaciones (profesionales, jurídicas,
familiares, etc.). Es la valoración integral de una persona en sus relaciones ético-sociales. Se
señala, que el honor objetivo es el juicio que los demás tienen de una persona que surge de las
actividades que cada uno desarrolla en los distintos aspectos de su vida, que puede ser
afectado a través de la difamación o descredito. El honor subjetivo hace referencia a la
autovaloración, a la estima que cada uno se tiene a si mismo (honra), y puede ser atacado a
través de la deshonra. Estos honores han de ser afectados a través de las calumnias e injurias.
Por lo que el código, ha de tutelar la protección legal del valor interno de una persona y del
reconocimiento del mismo por parte de los demás.

Art 109: La calumnia o falsa imputación a una persona física determinada de la comisión de un
delito concreto y circunstanciado que dé lugar a la acción pública, será reprimida con multa de
3.000 a 30.000 pesos. No ha de configurar calumnias las expresiones referidas a asuntos de
interés público o las que no sean asertivas.

Como vemos, ha de tratarse de un tipo activo doloso, donde los sujetos pueden ser cualquiera,
tanto en lo activo como en lo pasivo, en este último ha de ser individualizable, ya que se lo
imputa falsamente. La acción típica, consiste como bien dice el artículo, en atribuir falsamente
a una persona o grupo de personas determinadas un delito que dé lugar a la acción pública. El
activo debe imputar o atribuir un delito o conducta criminal, poniéndolo a cargo de alguien
como presumiblemente producido por su causa o intervención. Por esto a de ser
individualizado el sujeto pasivo, ya que la simple mención de que se ha cometido un delito sin
atribuirlo a in individuo concreto no es calumnia. Por otra parte, la afirmación de que una
persona cometiera en el futuro un delito, no configura calumnia ya que en el momento no es
algo falso ni verdado, y por ende resulta atípico.

La atribución del delito debe ser falsa, ya que la imputación verdadera no constituye calumnia
y esta falsedad ha de analizarse objetivamente, verificando que falta algún elemento de la
relación imputativa; o que el hecho atribuido no ha existido; o bien que el sujeto pasivo no ha
participado en el suceso descripto por el autor; o se presente un hecho cierto, no delictuoso
pero rodeado de circunstancias que lo hacen aparecer como tal. Esta falsedad debe probarse
y comprobada la verdad de la imputación el suceso es atípico de calumnia.

SI han de correr tanto el juicio criminal como el de calumnias en un mismo tiempo, si en el


criminal hubo absolución, en el juicio por calumnias el acusado autor de la imputación no
podrá probar la verdad objetiva de esta, pero podría probar que incurrió en un error. Cuando
se dicta el sobreseimiento del imputado en el juicio por el delito, según cuales sean las
causales por las que se dictó, tendrá validez o no como prueba de la falsedad de la imputación.
Por otra parte, el delito que el agente atribuya debe ser una conducta que este penalmente
contemplada y debe atribuirse como tentado o consumado. La conducta atribuida puede serlo
en carácter de autor de un delito como participe de él. Si el activo atribuye un hecho que no
reúne los caracteres para ser un delito no ha de conformar una calumnia. También el delito
atribuido tiene que ser uno que dé lugar a la acción pública, si es privada puede constituir una
injuria. En cuanto a los medios para hacer concreta la imputación se pueden utilizar cualquiera
(palabras, escritos, gráficos, etc.). Tácitamente puede calumniarse cuando el autor prepara las
cosas de modo tal que la imputación surja de los hechos generando una relación imputativa,
conocida como calumnia real.

En tanto a lo subjetivo, es una figura dolosa y admite todas sus formas. Una vez que se probó
la falsedad objetiva de la imputación se deberá constatar el dolo del autor.

Se consuma cuando la imputación llega a conocimiento del damnificado u otros individuos


desacreditándolo.

En cuanto a la falsa denuncia, se ha discutido si esta pertenece al delito de calumnia. La


postura a la cual todos se adhieren es la del plenario Bulog Jorge, donde se ha de señalar que
el delito de calumnia desplaza, por el principio de especialidad, a la falsa denuncia,
absorbiendo así su tipo y su pena.

Se puede dar la pluralidad de sujetos pasivos, y acá ha de dividirse la doctrina, algunos piensan
que multiplica el delito de calumnia aunque la acción se realice en un solo contexto y
concurren en forma real (concurso real); pero otros piensan que al no ser de utilidad a los fines
prácticos, entienden que media un solo delito al existir unidad de acción.

Art 110: El que intencionalmente deshonrare o desacreditare a una persona física determinada
será reprimido con multa de 1.500 a 20.000 pesos. En ningún caso configurara delito de injurias
las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas. Tampoco
configuraran delito de injurias los calificativos lesivos del honor cuando guardasen relación con
un asunto de interés público.

Su estructura típica como sabemos, el sujeto activo tanto el pasivo pueden ser cualquier
persona. En tanto la acción típica, consiste en deshonrar (subj) o desacreditar (objt). La
conducta del autor debe ser objetivamente injuriosa, es decir que tenga un significado
ofensivo. Supone la exteriorización de un pensamiento lesivo del honor ajeno; implicando un
desmedro de las calidades estructurantes de la personalidad del sujeto pasivo.

La injuria ha de comprender la contumelia que es la ofensa al honor subjetivo que requiere la


presencia del agraviado, sin importar la trascendencia a terceros; y la difamación que es la
afectación del honor objetivo – reputación- comunicando la ofensa a terceros. Entonces
puede consistir en un ataque a la honra, a su honor subjetivo; es decir, a su derecho a que se
respete su personalidad según las cualidades que se le asignan como persona, sin importar la
trascendencia de la ofensa. O puede consistir en una ofensa al crédito, al honor objetivo, que
ha de ser al juicio o apreciación que los demás tienen de la víctima. Así la acción de
desacreditar supone hacer una manifestación ante terceros de imputaciones ofensivas que
pueden menoscabar la reputación que tiene el sujeto pasivo. Por esta razón ha de tener
trascendencia. Esto ha de suponer tratar de quitar crédito y reputación, implica difamación.

En cuanto a los medios, el agente puede valerse de cualquier medio que le sea útil para
atribuir una ofensa, siempre y cuando, tenga trascendencia a terceros.

En cuanto al tipo subjetivo, también es un delito doloso, que solo acepta dolo directo. El autor
debe conocer el significado injurioso de su conducta y tener voluntad de actuar en base a
dicho conocimiento.

Para establecer cuando el delito esta consumado, se debe determinar si las acciones de
deshonrar y desacreditar es de peligro o de lesión.

Para Soler, cuando se afecta el honor subjetivo, la injuria es una figura de lesión, requiere que
el sujeto pasivo sufra un sentimiento penoso de carácter moral. Por lo que estará consumado
cuando la lesión o daño se produzca. Si se afecta el aspecto objetivo dice, no será necesario
que efectivamente aquel se destruya y el tipo penal será solo de peligro ya que se incrimina la
conducta que genera la posibilidad concreta de perjudicar la reputación, sin que sea necesario
que efectivamente el descredito se produzca.

Para otra postura más acertada, el delito es formal y se consuma con la realización de la
conducta que deshonra o desacredita, aunque el ofendido no se haya sentido deshonrado o no
se haya alcanzado el descredito ante los demás. Si es necesario que la ofensa llegue a
conocimiento de terceros que puedan comprender su carácter ofensivo, pudiendo ser el
mismo sujeto pasivo u otros. En el caso de la injuria deshonrante y a terceros ajenos al delito
que también comprendan el significado ofensivo de la misma en el caso de la injuria
desacreditante, sin que sea necesario que la conozca el ofendido. Tampoco se requiere la
publicidad de la injuria.

Qué pasa si hay pluralidad de expresiones ofensivas contra un mismo sujeto. Si es en un mismo
contexto, existe un solo delito de injurias. Pero si se da en distintos contextos, contra el mismo
sujeto pasivo, emitiendo pluralidad de ofensas, entonces habrá un concurso real entre ellas,
pues se trata de hechos independientes. Si las distintas ofensas emitidas tienen por finalizad
alcanzar una sola consumación, donde cada una es dependiente entre sí, se estará ante un
delito continuado. Por otro lado, si hay varios sujetos pasivos, y hay ofensas en distintos
contextos, habrá concurso real.

Como lo dice el artículo, las injurias han de ser asertivas, es decir, que la ofensa sea afirmada
por el sujeto activo, dirigiéndola hacia un sujeto pasivo certero. Sin entrar en supuestos
potenciales como los utilizados por la prensa. Se debe afirmar lo que uno dice para constituir
injuria. Y de no ser así, no configurara delito. Por otro lado, lo referido a asuntos de interés
público tampoco configura delito de injuria.

Artículo 111: El acusado de injuria, en los casos en que las expresiones de ningún modo estén
vinculadas con asuntos de interés público, no podrá probar la verdad de la imputación salvo en
los casos siguientes:
1) Si el hecho atribuido a la persona ofendida, hubiera dado lugar a un proceso penal: La
admisión de la prueba de la verdad surge porque habiendo existido un proceso
vinculado con la imputación, ya no hay una garantía de reserva y no existe interés en
que se guarde silencio sobre el suceso ventilado e aquel. Se contempla como una
excusa absolutoria, y su razón es porque la ley no puede por una parte perseguir al
autor de un delito y por otra impedir que el querellado (acusado) de injurias pueda
probar la verdad de la imputación formulada contra el querellante y por la que este
fue sometido a un proceso. La excusa procede cuando el suceso atribuido dio lugar a
un proceso penal, es decir por un delito; sin interesar la naturaleza de la acción penal
que proceda ante ese delito, por lo que el querellante puede optar por querellar por
injuria y no por calumnia, con lo que se incluye tanto los procesos por delitos de acción
pública como de acción privada. En cuanto al estado en que debe hallarse el proceso,
lo importante es que al momento de producirse la prueba de la verdad, el proceso este
iniciado o finalizado.

2) Si el querellante pidiera la prueba de la imputación dirigida contra él: Se considera


también una excusa absolutoria. La prueba de la verdad debe ser pedida por la víctima
–querellante- . Si se tratare de varios, todos deberán pedirla para poder hacerla valer.
Una vez que fue concedida por el juez, el mismo querellado (acusado) puede producir
la prueba. El pedido ha de ser expreso, y debe hacerse al momento de interponer la
querella, así el querellado puede ejercitar debidamente el derecho de defensa. La
prueba debe ser sobre la imputación formulada anteriormente.

En estos casos, si se probare la verdad de las imputaciones, el acusado quedara exento de


pena.

Esto ha de conocerse como la exceptio veritatis.

Art 112/113: El que publicare o reprodujere, por cualquier medio, injurias o calumnias inferidas
por otro, será reprimido como autor de las injurias o calumnias de que se trate, siempre que su
contenido no fuera atribuido en forma sustancialmente fiel a la fuente pertinente. En ningún
caso configuraran delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos de interés público o
las que no sean asertivas.

Este tipo busca que quien pública o reprodujere agravios al honor inferidos por otro quede
como autor de los mismos. También regula este nuevo artículo la atribución de la
responsabilidad de la ofensa a la ‘fuente’, no quedando esta impune, siempre y cuando el que
la publicare se la atribuya en forma sustancial.

Se ha agregado ese apartado ya que se discutía mucho sobre la figura de la fuente


responsable, donde para muchos existía una responsabilidad subsidiaria, entre el que la
reproduce y el que es la fuente. O para bien otros eran delitos independientes así lo
consideraba Núñez con el artículo anterior, y que se mantenía así aun cuando se presente o se
indique al autor originario de la ofensa. Para ponerle fin a esa discusión se agregó dicha
responsabilidad a la fuente, quedando así punible el autor originario de la ofensa siempre y
cuando el que la produjere le atribuya la responsabilidad de la misma.
El tipo supone que quien repite una injuria que ha oído es autor de otra injuria, ya sea
reproduciéndola o publicándola, cuando esa injuria llega a conocimiento de personas distintas
de la versión original.

El tipo objetivo – El sujeto activo puede ser cualquiera que publique o reproduzca las ofensas
inferidas por otro. Si se le atribuye a la fuente original de la ofensa, esta ha de ser el sujeto
activo. En cuanto al pasivo es la victima de las ofensas.

La acción consiste en reproducir o publicar ofensas inferidas por otro. Reproduce quien repite
la ofensa original, en circunstancias distintas y con independencia del autor, llevándola a
conocimiento de otras personas que no la habían conocido. Publica quien la reproduce de
modo que la hace llegar a conocimiento de un número indeterminado de personas. Ambas
conductas implican repetir la ofensa original. Esta reproducción o publicación en caso de ser
de una falsa imputación debe hacerse de forma asertiva, es decir, afirmando tal conducta, ya
que de ser potencial, no se configurara.

En cuanto al tipo subjetivo, se debe obrar con dolo de calumniar o injuriar, es decir conociendo
el carácter ofensivo de lo que reproduce o publica y con voluntad de actuar de esa manera.

Este delito se consuma con la reproducción o la publicación, sin que sea necesaria la
divulgación, ya que el tipo no requiere un resultado. Admite la posibilidad de tentativa (¿)

Como ha de saberse, por la doctrina de la real malicia, el interés público (Siempre que trate del
poder público y no de intereses de particulares que no pertenecen al estado) cede ante la
libertad de expresión, por lo que no ha de configurarse tal tipo si las calumnias o injurias tratan
sobre ello.

Libertad de prensa: La CN en su artículo 14 sienta la libertad de prensa y la de publicar las


ideas sin censura previa, en conjunto con la del art 32 prohibiendo que restrinjan la libertad de
imprenta, esta abarca las expresiones orales, etc. Se entiende entonces que la constitución
garantiza es la libertad de expresión. Se veda aplicar censura previa sobre aquel derecho, pero
no otorga inmunidad para cuando se afecta la reputación de los particulares, más allá del
interés general. No se da inmunidad contra posteriores persecuciones penales a raíz de las
publicaciones.

Por lo que frente al conflicto de intereses entre la libertad de prensa y el derecho al honor, se
considera que si trata de asuntos de interés público, la reputación personal y la protección del
honor deben ceder ante la libertad de expresión. Por el contrario, cuando no esté en juego el
interés público, la libertad de informar y expresar ideas cede frente a la protección de las
acciones privadas de los individuos, si tales acciones no están vinculadas con el estado. La CS
ha reconocido el ejercicio absoluto de la libertad de prensa, cuando se trata de informar sobre
cuestiones de interés público o en las que se vinculen funcionarios públicos; aunque la
información que se brinde debe ser veraz, prudente, sin hacer imputaciones falsas que puedan
afectar la dignidad de las personas, si se respeta, no importa que se afecte al gobierno,
magistrados o funcionarios.

Si se hace una publicación de noticias falsas o información falsa, no será penado (en caso de
calumnias) como autor de un delito, esto ha de ser así, porque el que informa se encuentra
limitado temporalmente, y además usa expresiones potenciales y no asertivas. En cambio sí
se afirman las informaciones falsas dadas a conocer o se toman como propias, habrá
responsabilidad.

Doctrina real malicia: Es una pauta de interpretación de la libertad de prensa o expresión.


Nace como una forma de quebrar la inmunidad de las expresiones criticas referidas a las
personas que ocupan cargos públicos, por su actividad pública y que se resume en la
exculpación de los periodistas acusados criminalmente frente a informaciones falsas, debiendo
los querellantes probar que las informaciones falsas lo fueron con conocimiento de que lo era
o que actuaron con imprudencia o con notoria despreocupación. Su objetivo es procurar un
equilibrio razonable entre la función de la prensa y los derechos individuales que hubieren sido
afectados por comentarios lesivos a funcionarios públicos, figuras públicas y o particulares que
hubieren intervenido en las cuestiones de interés público objeto de la información, de modo
que para la real malicia debe afirmarse que la protección del honor de las personas publicas
debe ser atenuada cuando se discuten temas de interés público, en comparación con la que se
brinda a los simples particulares. Por lo que se entiende que hace una distinción entre
ciudadanos particulares y funcionarios públicos, diciendo que retraer la libertad de prensa en
el ámbito de los poderes públicos causaría efectos más dañosos que los abusos o excesos en el
ejercicio de la libertad de prensa. Por ello se requiere menos cautela. Y una cautela extrema en
los casos de particulares, de modo que para que se responsabilice a los autores de publicación,
los funcionarios públicos deberán probar que la información fue vertida a sabiendas de su
falsedad o con total despreocupación acerca de dicha circunstancia.

Art 114: Cuando la injuria o calumnia se hubiere propagado por medio de la prensa, en la
capital y territorios nacionales, sus autores quedaran sometidos a las sanciones del presente
código y el juez o tribunal ordenara, si lo pidiere el ofendido, que los editores inserten en los
respectivos impresos o periódicos, a costa del culpable, la sentencia o satisfacción.

Se puede decir que es una medida reparadora del honor afectado cuando se calumnio o injurio
a través de la prensa.

Las ofensas susceptibles de la reparación especial son aquellas propagadas por medio de la
prensa. Propagar, implica extender el conocimiento de la ofensa a través de la prensa,
difundirla, hacerla llegar a un número indeterminado de personas. La reparación por su parte,
procede en los casos de ofensas a través de la prensa escrita, por lo que razonablemente en
estos casos, ha de entenderse el concepto de prensa de forma restrictiva.

La reparación del honor del ofendido debe hacerse insertando en los impresos o periódicos la
sentencia o satisfacción, si fuere imposible la publicación por el mismo órgano que la emitió,
cabe solo la reparación civil. El contenido de la publicación debe ser la sentencia condenatoria,
incluyendo fallos de primera y segunda instancia. La idea de reparación análoga a la ofensa
implica que tenga la misma difusión que la ofensa, en el mismo lugar, de modo semejante, y
tantas veces como se ofendió.

La publicación debe ser ordenada por el tribunal, ante su incumplimiento aplica el delito de
desobediencia art 239 ‘’Sera reprimido con prisión de 15 días a 1 año, el que resistiere o
desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona
que le prestare asistencia a requerimiento de aquel o en virtud de una obligación legal. ‘’

Art 115: Las injurias proferidas por los litigantes, apoderados o defensores, en los escritos,
discursos o informes producidos ante los tribunales y no dados a publicidad, quedaran sujetas
únicamente a las correcciones disciplinarias correspondientes.

La norma busca preservar el ejercicio de la defensa. Esta se aplica a las injurias, sin contemplar
las calumnias. Se comprende tanto las injurias manifiestas como las equivocas o encubiertas.
Recae la exención sobre aquellas preferidas ante los tribunales.

Las injurias deben ser proferidas, esto es manifestadas oralmente o por escrito o por
impresiones gráficas. Los escritos son la demanda y su contestación, el escrito de querella,
memoriales, dictámenes del MPF, y de la defensa y cualquier presentación que se efectué en
un proceso escrito. Discursos son expresiones de palabra que se realizan en algún acto del
procedimiento; e informes supone cualquier información brindada vinculada con el juicio.
Tales condiciones pueden ser excusadas. No se aplica la exención a las injurias vertidas
(ventiladas) fuera de los actos del proceso.

Las ofensas a las que cabe aplicarle la exención son aquellas no dadas a publicidad, las que no
han sido llevadas a conocimiento de terceros ajenos al juicio internacionalmente por el agente
antes de la presentación de la instancia en el tribunal, o después de ella. Y es suficiente que la
injuria sea conocida por una sola persona. También se aplicaría la exención cuando un tercero
llegue a conocer- eventualmente- el contenido injurioso de un instrumento, antes o después
de ser presentado al tribunal, como la secretaria del letrado, el dactilógrafo que copia el
escrito etc. Si las expresiones ofensivas fueron ventiladas durante un juicio oral, más allá de la
presencia del público ajeno al pleito, podrían quedar abarcadas en las exenciones, dado que se
trataría de la publicidad propia de la etapa procesal.

Las ofensas excusables son las de litigantes: partes en un juicio que defienden a una posición
parcial, son el querellante y querellado o imputado, el acusador público integrante del mpv, o
privado. Los apoderados: representan a otro en un proceso. Los defensores: son los del
imputado o acusado en el proceso penal, y los que patrocinan a las partes o sus apoderados en
toda clase de juicios.

La aplicación de la excusa a los terceros, es válida si el tercero que infiere la ofensa es un


testigo, ya que estaría justificada por el cumplimiento de un deber art 34.

El sujeto pasivo de la injuria excusable puede ser cualquier persona.

El escrito, informe o discurso injurioso no dado a publicidad quedara libre de pena, pero será
sometido a las correcciones disciplinarias, son medidas que deben ser impuestas por el juez,
aunque la excusa opera de manera independiente de que el juez aplique normas disciplinarias.

Art 116: Cuando las injurias fueren reciprocas, el tribunal podrá, según las circunstancias,
declarar exentas de pana a las dos partes o a alguna de ellas.
Se trata de una excusa absolutoria. Es un obstáculo excluyente de la punibilidad cuya
existencia descarta la operatividad de la coerción penal. No afecta a la existencia del delito y
opera desde el mismo momento del hecho. Supone la realización reciproca de conductas
típicas de injurias, antijurídicas y culpables, que se excusa por las circunstancias de su emisión.

Puede darse de 3 formas. La provocación: puede ser invocada cuando quien injuria lo hace por
haber sido previamente ofendido y se excusa por el ímpetu de ira o el dolor causado en el
ofendido. La retorsión: desenvolvimiento de la legítima defensa del honor frente a una injuria
anterior. Compensación: se entiende como la devolución de una injuria con otra injuria.

Se hace referencia a injurias reciprocas. Esas injurias pueden ser manifiestas o dudosas,
verbales, escritas, etc. Tienen que ser reciprocas, es decir estar acreditadas como emitidas por
cada uno de los ofensores. En consecuencia, no habrá reciprocidad si alguna de las ofensas
emitidas resulta atípica, o si está justificada. La reciprocidad se da cuando una de las injurias
se ha emitido porque previamente el emisor de esta fue injuriado, es decir que debe haber una
relación de causalidad, donde una injuria se motive en otra anterior. No es necesario que sean
similares o idénticas, aunque no debe existir una notable disparidad entre ambas injurias, ej en
la publicidad.

La segunda ofensa proferida debe estar dirigida a quien a su vez fue emisor de una injuria. No
se tienen que incluir como destinatarios de la ofensa –en reciprocidad- a terceros ajenos a la
injuria precedentes –que no participaron en ella- en tal caso no procede la excusa. Tampoco
corresponde la excusa si quien emite la segunda ofensa es un tercero distinto del ofendido por
la primera injuria. Si el autor de la primera ofensa no la dirige concretamente al autor de la
segunda injuria, pero este se vio alcanzado por aquella (ofensa a la memoria de un difunto
familiar), cabe aplicar la excusa.

Corresponde al tribunal establecer las circunstancias y evaluar si se deben o no compensar los


agravios. Al tratarse de una facultad del juez no es necesario que las partes pidan la aplicación
de la excusa, siendo aquel quien puede compensar una o ambas ofensas, y conceder a un
autor y absolver a otro. Deben probarse en el juicio ambas injurias. Se podrá compensar
ambas o solo las ofensas de uno de los sujetos, pues su aplicación es facultativa del juez,
pudiendo declarar exentos de pena a todos o alguno de los emisores de ofensas, valorando las
circunstancias de la reciprocidad. El juez para aplicar la eximente debe tener en cuenta las
circunstancias en que operaron las ofensas, la entidad de las mismas, la publicidad de ellas, el
lugar, tiempo de emisión, y todo aquello que sirva al juez para tomar la decisión.

Se han de mantener las circunstancias civiles de ellas.

Art 117: El acusado de injuria o calumnia quedara exento de pena si se retractare


públicamente, antes de contestar la querella o en el acto de hacerlo. La retractación no
importara para el acusado la aceptación de su culpabilidad.

Se prevé otra excusa absolutoria, ya que el agente realizo una conducta que resulta típica,
antijurídica y culpable, y se fundamenta en el arrepentimiento del sujeto activo y en su acción
encaminada a reparar el daño.
La retractación se entiende como el acto de desdecirse de lo escrito, dicho o hecho, es decir de
haber ofendido al querellante, ante el juez. Sin ser necesaria como lo dice la última parte del
párrafo, la aceptación de culpabilidad (art 18 CN, nadie está obligado a ir contra su misma
persona). El autor se desdice cuando manifiesta que al afectar el honor del querellante por lo
que dijo, hizo o escribió, actuó en contra de lo que conoce, piensa o sabe; o reconoce haber
estado en un error. Busca disminuir o reparar el daño causado con la ofensa a través del
arrepentimiento activo. Por otro lado, si el autor, en caso de la calumnia, creyó por error que
el hecho atribuido era ciento, no habrá tipicidad dolosa, lo que hace innecesaria la
retractación, aunque si desea evitarse el juicio por el hecho, y quiere retractarse alcanzara con
que lo haga y manifiesta el error en que incurrió.

Es requisito legal que la retractación por su parte, se haga públicamente. Esto es decir, ante el
juez, haciendo alusión este término a la publicidad de los actos procesales. Ej: mediante un
escrito con las disculpas del caso que se agrega al expediente.

Si el sujeto activo se retracta privadamente y el pasivo lo acepta, implicara una renuncia a la


promoción de la acción.

Quien resulta beneficiado con la excusa absolutoria es el sujeto activo de la injuria o calumnia.
Por otro lado, quien debe decidir si las expresiones del querellado reúnen los requisitos de una
retractación es el juez, y no el querellante. La admisión de la excusa evita la penal al autor,
pero deja subsistentes las consecuencias civiles.

Art 117 bis: Inc 1 derogado.

2 La pena será de 6 meses a 3 años, al que proporcionara a un tercero a sabiendas


información falsa contenida en un archivo de datos personales.
3 La escala penal se aumentara en la mitad del mínimo y del máximo, cuando del hecho
se derive perjuicio a alguna persona.
4 Cuando el autor o responsable del ilícito sea funcionario público en ejercicio de sus
funciones, se le aplicara la accesoria de inhabilitación para el desempeño de cargos
públicos por el doble del tiempo que el de la condena.

La ley sobre la protección de los datos personales es llamada habeas data, encontrada en la
número 25.326 que tiene como objetivo garantizar el honor y la intimidad de las personas,
incorporándola en este artículo de delitos contra el honor. Aunque no hace mención de ello,
se estaría tutelando el honor, aunque muchos lo interpretan de forma amplia, quedando
protegido tanto la intimidad como la identidad, aunque tal interpretación no es la adecuada.

Este artículo hace referencia a un delito formal, en donde encontramos en el inc 3 el


requerimiento de un resultado – que cause perjuicio- para el agravamiento de la pena.

El tipo objetivo, encontramos que el sujeto activo puede ser cualquier persona. El inc 4
contempla un aumento de pena si el autor es funcionario público en ejercicio de sus funciones.
En cuanto al sujeto pasivo, puede ser cualquier persona física.
Como lo indica el inc 2, la acción típica consiste en proporcionar información falsa contenida
en un archivo de datos personales. Lo que supone, entregar, brindar, facilitar, suministrar,
transmitir, el dato falso contenido en una base de datos.

Se entiende por datos personales la información de cualquier tipo referida a personas


determinadas o determinables (nombre, domicilio, hobbies, costumbres, etc.). Los datos
sensibles son los datos personales que dan información vinculada con el origen racial y étnico,
las opiniones políticas, las convicciones religiosas, filosóficas o morales, la afiliación sindical, y
la información referente a la salud o la vida sexual.

La falsedad supone que los datos no concuerden con la verdad porque son ficticios o
inexistentes o inventados. La exploración de información debe hacerse en un archivo de datos
personales. Por lo que si el agente proporciona una información que no existe en una base de
datos (lo inventa), la conducta no sería típica de esta figura, aunque puede constituir una
injuria.

El inc 3 agrava la pena si de la acción típica del inciso 2 se deriva perjuicio a alguna persona.
Aceptando tanto el dolo directo como la aceptación de su producción – dolo eventual.

En cuanto al tipo subjetivo, se trata de un tipo doloso, requiriendo que el sujeto conozca la
falsedad del dato que proporciona.

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