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Historia regional

Agenda y resultados recientes

Sandra Fernández
M. Paula Polimene
(Coordinadoras)

Rosario, 2017
Historia regional : agenda y resultados recientes / María Paula Polimene ... [et al.] ; coordi-
nación general de Sandra Fernández ; María Paula Polimene. - 1a ed . - Rosario : Prohistoria
Ediciones ; Rosario : Universidad Nacional de Rosario, 2017.
148 p. ; 22 x 15 cm.

ISBN 978-987-3864-78-0

1. Historia. 2. Historia Regional. I. Polimene, María Paula II. Fernández, Sandra, coord. III.
Polimene, María Paula, coord.
CDD 982

Composición y diseño: Lorena Blanco

Este libro recibió evaluación académica y su publicación ha sido recomendada por reconocidos
especialistas que asesoran a esta editorial en la selección de los materiales.

TODOS LOS DERECHOS REGISTRADOS


HECHO EL DEPÓSITO QUE MARCA LA LEY 11723

© Sandra Fernández - María Paula Polimene


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tada, en cualquier formato y por cualquier medio, mecánico o electrónico, sin expresa autori-
zación del editor.

Este libro se terminó de imprimir en Multigraphic, Buenos Aires, Argentina,


en el mes de diciembre de 2017

Impreso en la Argentina

ISBN 978-987-3864-78-0
Índice

Presentación
Sandra Fernández y M. Paula Polimene����������������������������������������������������������� 9

El sistema de intendencias en el virreinato del Río de la Plata:


entre la letra y el territorio
Nahuel Bueno�������������������������������������������������������������������������������������������������� 13

Fuentes para una historia regional del norte peruano tardocolonial.


La Visita pastoral de Martínez Compañón (1782-1785)
Ariel Mamani�������������������������������������������������������������������������������������������������� 27

El estudio del gobierno de una jurisdicción rural en el siglo XVIII.


Derroteros historiográficos y lineamientos metodológicos
M. Paula Polimene������������������������������������������������������������������������������������������ 51

Reconstruyendo actores y relaciones de la frontera chaqueña


santafesina desde la Comandancia del coronel Manuel Obligado,
1870-1883
Romina B. Zampa������������������������������������������������������������������������������������������� 75

Representaciones de la alteridad: una aproximación a la imagen


del indígena en el cine y en la literatura de Alcides Greca
Daniela Greca�������������������������������������������������������������������������������������������������� 99

Entre rieles, guinches y martillos. Algunas de las primeras


experiencias de los comunistas rosarinos, 1918-1928
Emiliano Pereyra Lucchese��������������������������������������������������������������������������� 125

Los autores y las autoras������������������������������������������������������������������������������� 143


El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII
Derroteros historiográficos y lineamientos
metodológicos

M. Paula Polimene1

Introducción

E
l siguiente trabajo tiene por objeto ofrecer un recorrido posible, en térmi-
nos historiográficos, teóricos y metodológicos, con miras a recomponer
los procesos de configuración territorial de una jurisdicción rural durante
el siglo XVIII, atendiendo especialmente a las modalidades que adoptó el go-
bierno de la misma. El observatorio elegido es el Pago de Bajada, en el marco
de la jurisdicción del Cabildo de Santa Fe, en “la otra banda” del río Paraná; las
características del caso serán revisadas en el primer apartado, de manera tal de
exponer aquellos elementos que vuelven singular y relevante su revisión.
La propuesta radica en indagar en las agencias que desempeñaron funciones
de gobierno sobre el territorio –tanto las designadas por el Cabildo santafesi-
no (los alcaldes de Hermandad) como las designadas por el Gobernador (los
comandantes militares) y por el Obispo de la diócesis de Buenos Aires (los
curas párrocos); en ese camino, la prosopografía deviene en una herramienta
fundamental para conocer a los agentes que desarrollaron tales funciones. Cabe
aclarar que las reflexiones presentadas en este trabajo versan solamente sobre
las autoridades seculares, dejando de lado por el momento el tratamiento de las
autoridades eclesiásticas y milicianas que también tenían potestades jurisdic-
cionales sobre ese territorio.
La periodización no se ajusta estrictamente al siglo XVIII sino que remite al
proceso de equipamiento político del territorio en cuestión: se toma como fecha
de apertura el año 1730 en tanto la creación de un curato en la Bajada comportó,
por un lado, el asentamiento de una autoridad con facultades jurisdiccionales
sobre el área (el cura párroco como juez eclesiástico) y, por otro, esto dio lu-
gar a la erección de una capilla que se constituyó en el principal núcleo del
asentamiento estable de la población en la otra banda. El planteo de extender

1 La realización de este trabajo se enmarca en los siguientes proyectos: PIP 2013-2015 GI “Justi-
cias de proximidad y organización del territorio. Normas, procedimientos y culturas jurídicas de
jueces menores en Tucumán, Mendoza y Santa Fe (1782-1833)”, CONICET y ECOS-SUD A14
H02 “Orden público y organización del territorio: Francia, España, Cuba y el Río de la Plata,
siglos XVIII-XIX”, ambos dirigidos por el Dr. Darío G. Barriera.
52 Historia regional

el estudio hasta 1813, avanzando sobre el siglo XIX e incluso trascendiendo la


fecha de la Revolución de Mayo, abreva en postular que la concreción de la de-
claración de Paraná como villa con cabildo propio fue un momento de clausura
del proceso estudiado, en tanto supuso la definitiva desmembración de la otra
banda del Paraná de la jurisdicción santafesina. 2

Las tierras en la “otra banda” del Paraná: algunos hitos de su


organización política
En enero de 1810 el pueblo de Paraná fue erigido en villa con cabildo propio.3
Esto, que se concretó recién tres años después, supuso que se elevara su rango
para convertirse en cabecera de una jurisdicción secular4 y que pasara a consti-
tuirse en sede de justicia ordinaria. Hasta que ello se produjo, Paraná –por enton-
ces mejor conocida como “Bajada del Paraná”– constituía el único asentamiento
con forma urbana de un enorme territorio compuesto además por múltiples para-
jes rurales ubicados en las cercanías de riachos y arroyos, que abarcaba desde la
margen oriental del río Paraná hasta la occidental del río Uruguay (y, aproxima-
damente, desde el río Guayquiraró por el norte hasta el arroyo Nogoyá por el sur)
y que conformaba uno de los términos rurales (Pago) originalmente atribuidos a
la ciudad de Santa Fe. Esto es, el gobierno secular de tan amplio territorio depen-
día de la designación de autoridades por parte del Cabildo santafesino.
La geografía del espacio en cuestión resulta peculiar en tanto los ríos que
la circundan definen un contorno inmediatamente aprehensible a la vista. Ríos
y arroyos deben ponderarse no sólo como componentes de un paisaje que se
articula a través de los mismos sino también considerándolos en su carácter de
puntos de referencia del alcance de la jurisdicción.5

2 BARRIERA, Darío “Conjura de mancebos. Justicia, equipamiento político del territorio e iden-
tidades. Santa Fe del Río de la Plata, 1580”, en Justicias y fronteras. Estudios sobre historia de
la justicia en el Río de la Plata. Siglos XVI-XIX, Editum, Murcia, 2009.
3 El 9 de enero de 1810 el virrey Cisneros ordenó erigir una villa y constituir un cabildo en la Bajada
del Paraná bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario; sin embargo, debido a las circuns-
tancias impuestas por la Revolución de Mayo, el nombramiento de los respectivos capitulares
no se concretó, por lo que Santa Fe mantuvo la designación de las autoridades correspondientes
hasta 1813, cuando los vecinos de Paraná obtuvieron el reconocimiento necesario de la Asamblea
Constituyente, el día 25 de junio; esto se efectivizó el 1º de octubre de dicho año y en febrero de
1814 el Cabildo recientemente creado fue disuelto, al calor del movimiento militar comandado por
don Eusebio Hereñú, que depuso a las autoridades de la Villa. BARRIERA, Darío y TARRAGÓ,
Griselda Santa Fe hace 200 años, La Capital, Rosario, 2010; PÉREZ COLMAN, César B. Historia
de Entre Ríos. Época colonial (1520-1810), Imprenta de la provincia, Paraná, 1936, 3 Vols.
4 En función de lo anteriormente explicado, se aclara que de aquí en más la utilización del término
jurisdicción a secas remite a la jurisdicción secular (en términos de seglar, laica; actualmente,
civil). Cuando se trate de la jurisdicción eclesiástica, se aclarará con el adjetivo correspondiente.
La escisión sólo responde a fines analíticos.
5 Algunos de estos elementos son analizados por TEDESCHI, Sonia “La Villa del Paraná y la
Ciudad de Santa Fe: vínculos, interacciones e influencias en un área fronteriza (etapa colonial
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 53

Su poblamiento fue tardío, posterior al trasiego de la ciudad de Santa Fe


entre 1650-1660, fundamentalmente por los obstáculos supuestos por las epi-
demias y los ataques indígenas; en sus comienzos las tierras de “la otra banda”
del Paraná –según la perspectiva santafesina– habían sido distribuidas entre los
miembros de la hueste fundadora para su uso como suertes de estancia, es decir,
para el pastoreo.6 La multiplicación del ganado cimarrón había dado lugar a su
explotación mediante el otorgamiento de licencias para vaquear. La presencia
de ciertos ocupantes precarios, así como la circulación constante de hombres
en procura de ganado (algunos con licencia para hacerlo pero muchos sin ella)
se sumaban a charrúas y minuanes en la configuración de un espacio que no
terminaba de ajustarse a la lógica de ordenamiento hispana. Como se dijo, la
década de 1730 fue crucial en la organización política de este territorio ya que
la erección de un curato y la posterior designación de un párroco (si bien ya se
desempeñaba un cura) resultan centrales para pensar el proceso de asentamien-
to de la población en el área, en torno de la capilla.7
Por su localización, el amplio espacio descripto constituía una frontera tan-
to interna (respecto de los grupos de indígenas que hasta mediados del siglo
XVIII resistieron los embates europeos en los montes ubicados en la banda
oriental del río Paraná)8 como externa (en los márgenes de la Monarquía his-
pánica con el imperio portugués).9 Por otra parte, fue objeto de las apetencias

hasta 1824)”, en Segundas Jornadas de Historia Regional Comparada, Porto Alegre, 2005. Para
pensar esta configuración espacial en clave comparativa con el caso correntino, POZZAGLIO,
Fernando “Cabildos abiertos en la ciudad de Corrientes durante la época colonial”, en Bibliogra-
phica Americana. Revista Interdisciplinaria de Estudios Coloniales, núm. 7, 2011.
6 ZAPATA GOLLÁN, Agustín Obras Completas, UNL, Santa Fe, 1990.
7 MORICONI, Miriam “Diversidad institucional y conflictos jurisdiccionales. El clero santafesino
en el siglo XVIII”, en ZACCA, Isabel y CARETTA, Gabriela –compiladoras– Derroteros en la
construcción de religiosidades. Sujetos, religiosidades y poder en Sudamérica. Siglos XVII al
XX, CONICET/UNSTA/CEPIHA, Salta, 2012.
8 Entre diciembre de 1749 y enero de 1750 el teniente del gobernador José de Andonaegui –Fran-
cisco Antonio de Vera Mújica– se trasladó a la otra banda del Paraná “a dar las providencias
convenientes” para castigar a los charrúas; la gestión culminó con la muerte de buena parte de
los indígenas y otros tantos reducidos. AGSF, AC, 19 de noviembre de 1749, T. XII, ff. 81v-82;
3 de febrero de 1750, T. XII, ff. 89-90. Cfr. BRACCO, Diego “Los errores Charrúa y Gue-
noa-Minuán”, en Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas, Böhlau Verlag Köln/Weimar/Wien,
2004. Respecto de los dispositivos implementados por el Cabildo para contener esta amenaza,
Tedeschi menciona que en 1728 el gobernador Bruno Mauricio de Zavala mandó a establecer
una “compañía de milicias del Paraná” y que en 1730 se erigieron dos fuertes, uno al norte de
Bajada y otro al sur, en Punta Gorda. Cfr. TEDESCHI, Sonia “La Villa del Paraná…”, cit.
9 Sobre las relaciones interimperiales en la frontera rioplatense, remito a BIROLO, Pablo Milita-
rización y política en el Río de la Plata colonial. Cevallos y las campañas militares contra los
portugueses, 1756-1778, Prometeo, Buenos Aires, 2015. Sobre la problemática de la frontera,
por ser un tema complejo que excede los alcances del presente trabajo, menciono dos balances
actualizados: BERTRAND, Michel y PLANAS, Natividad “Introduction”, en BERTRAND, Mi-
chel y PLANAS, Natividad –directores– Les sociétés de frontière De la Méditerranée à l’Atlan-
tique (xvie-xviiie siècle), Casa de Velázquez, Madrid, 2011; MANTECÓN MOVELLÁN, Tomás
y TRUCHUELO GARCÍA, Susana “La(s) frontera(s) exteriores e interiores de la Monarquía
54 Historia regional

de múltiples jurisdicciones: además de la correspondiente a la ciudad de Santa


Fe, también recayeron los intentos de organización política por parte de las
autoridades asentadas en Buenos Aires así como de los jesuitas ubicados tanto
en Corrientes como en la propia Santa Fe. La superposición jurisdiccional y la
conflictividad derivada de ello influyeron decisivamente en la configuración
política de este territorio.
Hacia fines del siglo XVIII se produjo una reorganización territorial que
afectó la extensión del Pago de Bajada. A raíz de los reiterados reclamos de los
pobladores ubicados en la parte suroriental de la jurisdicción santafesina,10 el
virrey Vértiz y Salcedo comisionó al comandante Tomás de Rocamora para que
relevara la situación institucional y poblacional del lugar. En su informe alaba-
ba las potencialidades del espacio, dando cuenta de las condiciones naturales
del mismo –ponderando la calidad de los pastos y la posibilidad que brindaban
para el pastoreo la formación de rinconadas entre los ríos y arroyos, que per-
mitían un cierto resguardo del ganado– a la vez que elaboraba un padrón en el
cual listaba el número de casas y ranchos, la población blanca y la cantidad de
hombres en condiciones de tomar las armas.
Rocamora elevó una serie de propuestas, la más importante de las cuales
consistía en la fundación de tres pueblos con cabildo propio y en la reunión
de los mismos más la Bajada y Nogoyá bajo un único mando político y militar
a los fines de defensa (denominada “Comandancia general de Entre Ríos”, a
cargo de un comandante general y subdividida en tres comandancias menores:
de la costa del Paraná grande, de la costa del Paraná chico y de la costa del Uru-
guay).11 Los argumentos esgrimidos era múltiples: desde la consideración de la
homogeneidad física del espacio, determinada por su ubicación entre dos ríos
(uno de los cuales, el Paraná, era tan caudaloso que, según aquél, dificultada la
comunicación y el socorro por parte del Cabildo santafesino),12 hasta la nece-
sidad de la Corona de asegurar una correcta administración de justicia en esos
lugares, procurando la cercanía de las autoridades, y de resguardar esa frontera
con los dominios portugueses; además, un mando unificado haría más efectiva
la persecución de los malhechores que circundaban los campos.

Hispánica: perspectivas historiográficas”, en Historia Crítica, núm. 59, Bogotá, enero-marzo de


2016, pp. 19-39 [en línea] dx.doi.org/10.7440/histcrit59.2016.02.
10 Respecto de lo que Rocamora diagnosticó como “desidia” de las autoridades urbanas que no
alcanzaban a administrar justicia en tales territorios. Oficio de Rocamora al virrey Vértiz, Gua-
leguay, 11 de agosto de 1782; reproducido en PÉREZ COLMAN, César Historia de Entre
Ríos…, cit., T. II, pp. 222-230.
11 PÉREZ COLMAN, César Historia de Entre Ríos…, cit., T. II, p. 106.
12 Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, Santa Fe (en adelante, DEEC), Expedien-
tes Civiles (en adelante, EC), T. XLI, exp. 488, 1785, “Información sobre la representación que
hizo Tomás Rocamora al Sr. Virrey sobre que las milicias del Paraná estén independientes de las
de Santa Fe”, ff. 59v-60.
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 55

El proyecto se materializó en la fundación de Gualeguay, Concepción del


Uruguay y Gualeguaychú en 1783.13 Las tres revistieron el carácter de villas
con cabildo propio, por lo cual quedaron bajo la égida de la gobernación in-
tendencia de Buenos Aires. Esto tuvo fuerte impacto sobre los alcances de la
jurisdicción santafesina: en primer lugar, porque generó una nueva dinámica
política para estos pueblos, segregada de la órbita del Cabildo de Santa Fe.
Pero, además, porque el plan original postulaba la creación de una comandan-
cia militar general para los “Entre Ríos” bajo el mando del propio Rocamora,
que suponía la incorporación de las milicias asentadas en la Bajada del Paraná
y Nogoyá; esto generó la tenaz resistencia del Cabildo santafesino, que reivin-
dicaba sus derechos fundacionales sobre la otra banda del Paraná, por lo cual
esta iniciativa no prosperó y los pueblos y las milicias de Bajada y Nogoyá
siguieron bajo jurisdicción santafesina hasta 1813.14
Sobre el último cuarto del siglo XVIII, junto a los alcaldes de la Hermandad
se designaron otros jueces rurales para la misma jurisdicción. Barriera15 plan-
tea que con la Real Ordenanza de Intendentes (1782) la Monarquía hispánica
impulsó un proceso de reordenamiento territorial que dejaba libre las manos
de los cabildos en lo que concernía al gobierno de las áreas rurales, lo cual de-
rivó –sin estar previsto en el mencionado instrumento– en el incremento en la

13 Entre otros, CERVERA, Manuel Historia de la ciudad y provincia de Santa Fe. Contribución a
la historia de la República Argentina, 1573-1853, UNL, Santa Fe, 1979 [1907], 3 Vols.; PÉREZ
COLMAN, César Historia de Entre Ríos…, cit.; SUÁREZ, Teresa y TORNAY, María Laura
“Poblaciones, vecinos y fronteras rioplatenses. Santa Fe a fines del siglo XVIII”, en Anuario
de Estudios Americanos, LX, 2, Sevilla, 2003, pp. 521-555; DJENDEREDJIAN, Julio Econo-
mía y sociedad en la arcadia criolla, Formación y desarrollo de una sociedad de frontera en
Entre Ríos, 1750-1820, Tesis Doctoral, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires,
2003; SCHMIT, Roberto Ruina y resurrección en tiempos de guerra. Sociedad, economía y
poder en el Oriente entrerriano posrevolucionario, 1810-1852, Prometeo, Buenos Aires, 2004;
BARRIERA, Darío Conquista y colonización hispánica. Santa Fe La Vieja (1573-1660), T. 2
de Nueva Historia de Santa Fe, Prohistoria-La Capital, Rosario, 2006; BARRAL, María Elena
“Las parroquias del suroriente entrerriano a fines del siglo XVIII. Los conflictos en Gualeguay”,
en POLIMENE, María Paula –coordinadora– Autoridades y prácticas judiciales en el Antiguo
Régimen: problemas jurisdiccionales en el Río de la Plata, Córdoba, Tucumán, Cuyo y Chile,
Prohistoria Ediciones, Rosario, 2011; WIURNOS, Natalia “¿Reformismo inconcluso? El pro-
yecto ilustrado del sur entrerriano. Un análisis desde la trayectoria de Tomás de Rocamora”, en
FRADKIN Raúl y BARRAL, María Elena –compiladores– Guerra y gobierno local en el es-
pacio rioplatense (1764-1820), EdUNLu, Luján, 2016. ROMÁN, César “Agentes del Imperio,
autoridades locales y trabajo coactivo en el proceso de fundación de villas. Los ‘entrerríos’ en el
último tercio del siglo XVIII”, en CANEDO, Mariana –compiladora– Poderes intermedios en
la frontera. Buenos Aires y los “entrerríos”, siglos XVIII-XIX, EUDEM, Mar del Plata, 2013.
14 Para un abordaje introductorio de estas cuestiones, y fundamentalmente de las estrategias adop-
tadas por el cabildo santafesino para resistir al intento de desmembración de su jurisdicción
original, ver POLIMENE, M. Paula “El alcalde de la Hermandad del pago de Bajada entre 1784
y 1786. Autoridades locales y disputa jurisdiccional”, en Autoridades y prácticas judiciales…,
cit.
15 BARRIERA, Darío “Instituciones, justicia de proximidad y derecho local en un contexto refor-
mista: designación y regulación de jueces de campo en Santa Fe (Gobernación-Intendencia de
Buenos Aires) a fines del siglo XVIII”, en Revista de Historia del Derecho, núm. 44, 2012.
56 Historia regional

designación de jueces de proximidad para las campañas. El nombramiento de


comisionados y pedáneos fue una expresión de lo que Hespanha denomina los
signos de miniaturización de los espacios políticos,16 ya que tales designaciones
conllevaron la novedad de asociar el ejercicio de la función con un territorio en
particular surgido de la subdivisión de la jurisdicción de los alcaldes de la Her-
mandad. Para el caso santafesino, el incremento del número de jueces rurales
se inició entre 1789 y 1791 y fueron, justamente, el pago de Bajada junto con el
de Coronda los que mayor actividad registraron en este sentido.
Para la “otra banda”, la designación de jueces pedáneos y comisionados
fue gestionada por el Cabildo y aprobada por el Virrey en 1790.17 En 1791,
se nombró un juez pedáneo “para la otra banda del Paraná, en esta banda de
Nogoyá” (Juan de Solá) y un juez comisionado para el paraje de Hernandarias
(Ramón Hernández).18 Pero es necesario señalar que el modo que las autorida-
des virreinales adoptaron para resolver el problema de las grandes extensiones
de las jurisdicciones y reorganizar el gobierno de los campos convergió con
una serie de demandas impulsadas por los agentes locales en la misma direc-
ción, en atención a la imposibilidad de que el alcalde de la Hermandad cubriera
la jurisdicción completa. Los propios pobladores requerían una presencia más
cercana de las autoridades y varios de los que ocuparon el oficio de alcalde de
la Hermandad reclamaron la designación de auxiliares que los ayudaran en su
cometido.
Por ejemplo, en 1790 el alcalde de la Hermandad de Paraná José Seguí
propuso al cabildo santafesino el nombramiento de comisionados para distintos
parajes de su partido.19 A comienzos de 1789, el Virrey envió al Cabildo una
carta donde daba respuesta a una exposición del Alcalde de la Hermandad del
Paraná (José Joaquín Romero) quien le había pedido permiso para realizar la
división él mismo y poner en cada nuevo pago un comisionado que contuviera
los desórdenes, prendiera los delincuentes y se los remitiera con la respectiva
sumaria; también para poder dejar un sustituto cuando saliera a recorrer el par-
tido.20 A fines de mayo de 1808, el alcalde de la Hermandad de Paraná solicitó
subdividir el distrito de Nogoyá porque su pedáneo, en razón de la “dilatada ju-
risdicción” bajo su responsabilidad, no podía llevar justicia a los partidos de la
Matanza, Pueblito y Quebracho, para los cuales pedía nuevos jueces territoria-

16 HESPANHA, António Manuel “El espacio político”, en La gracia del Derecho. Economía de la
cultura en la Edad Media, CEC, Madrid, 1993, p. 99.
17 Archivo General de la Provincia de Santa Fe, Santa Fe (en adelante, AGSF), Actas Capitulares
(en adelante, AC), T. XVI A, 27 de julio de 1790, ff. 78-80; T. XVI A, 18 de agosto de 1790, ff.
82v-85v.
18 AGSF, AC, 10 de enero de 1791, Varios Documentos 1634-1816, Legajo 20, ff. 5v-7.
19 AGSF, AC, T. XVI A, 8 de marzo de 1790, f. 35v- 37v.
20 AGSF, AC, T. XV B, 17 de enero de 1789, ff. 338-340.
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 57

les.21 Galarza advierte la misma dinámica en el caso del partido de Chascomús


y vincula los requerimientos de vecinos y productores con el interés por contro-
lar las actividades consideradas ilegales en la campaña, fundamentalmente en
relación con el marcado crecimiento de la producción ganadera entre fines del
siglo XVIII y principios del XIX.22
Este hito en el equipamiento político del territorio se dio en simultáneo con
un pedido impulsado por un grupo de pobladores de la otra banda en relación
con que la Bajada del Paraná se erigiese como villa con cabildo propio, es-
cindida de la jurisdicción santafesina. Esta iniciativa23 puede postularse como
una solución política alternativa –seguramente en consonancia con otros intere-
ses– ante un problema igualmente diagnosticado: la imposibilidad de asegurar
el buen gobierno de ese territorio con las escasas autoridades existentes para
cubrir su enorme extensión. Hasta los hechos mencionados de 1810-1813 no se
produjeron innovaciones en esa dirección.

La población de la Bajada
Algunos datos sobre la población permiten ofrecer un panorama cuantitativo
sobre las características del espacio. Segura cita un primer padrón de vecinos
elaborado por fray Roque del Pino que para 1745 localiza en los alrededores
de la Bajada unas 130 personas mayores de edad.24 En el padrón realizado por
Rocamora en 1782 figuran 320 cabezas de ranchos de blancos, 344 hombres ap-
tos para las armas, unos 100 ranchos de naturales y mestizos y algo más de 700
habitantes en la Bajada.25 Pérez Colman cita unas cifras de Azara para 1795: 70
casas o ranchos y 3.000 habitantes, comprendidos los de la campaña.26 Según
el memorial presentado por los pobladores de Bajada en 1809, la cantidad de
habitantes de la Bajada y su entorno rural oscilaba entre las 14.000 y 16.000
personas, cifra coincidente con la indicada por el cura Luis de Caviedes en el
censo de 1803.27

21 AGSF, AC, T. XVII B, 31 de mayo de 1808, ff. 383-384v.


22 GALARZA, Antonio “¿Quiénes son las autoridades? Un análisis socioeconómico de las auto-
ridades locales en un partido del sur de la campaña de Buenos Aires. Chascomús entre 1808 y
1821”, en Anuario Del Instituto de Historia Argentina, núm. 12, 2012 [en línea] http://www.
anuarioiha.fahce.unlp.edu.ar [consulta: 12 de marzo de 2014].
23 Propuesta que no prosperó entonces ni en su reformulación de 1798 ni en 1809. Cfr. BARRIE-
RA, Darío y TARRAGÓ, Griselda Santa Fe hace 200 años…, cit.
24 Del Pino era un franciscano oriundo de Santa Fe, del convento Santa Ana; la nómina elaborada
comprende solamente a los ocupantes de las tierras de los herederos de Fernando de Cabrera,
más tarde los Larramendi, porque éstos tenían la obligación de pagar un canon al convento para
sufragar los gastos de la capellanía. SEGURA, Juan J. Historia eclesiástica de Entre Ríos, cit.;
PÉREZ COLMAN, César Historia de Entre Ríos…, cit., T. II, p. 73.
25 PÉREZ COLMAN, César Historia de Entre Ríos…, cit.
26 PÉREZ COLMAN, César La parroquia y la ciudad de Paraná, La Acción, Paraná, 1930, p. 76.
27 Memorial citado en BARRIERA, Darío y TARRAGÓ, Griselda Santa Fe hace 200 años…, cit.,
58 Historia regional

El gobierno de las áreas rurales en la historiografía argentina28


Sobre fines del siglo XX, la publicación de un dossier dedicado a “Justi-
ce et sociétés rurales” en la revista Études Rurales puede considerarse como
un momento decisivo en lo que respecta al estudio del gobierno rural, tanto
para el período colonial como para las primeras décadas decimonónicas. En
términos historiográficos, los textos abocados al área rioplatense (firmados por
Jorge Gelman, Juan Carlos Garavaglia y Raúl Fradkin) resultan pioneros por
dos motivos: por un lado, por poner en primer plano de la agenda académica la
necesidad de estudiar los procesos de creación institucional en dicha campaña;
en segundo lugar, por proponer que tal abordaje abrevara en los desarrollos
propios de la historia social en pos de comprender la dinámica del poder político
en contextos localizados.29
Con solo dos años de diferencia, la revista Prohistoria publicaba un número
monográfico titulado “Historia y Antropología jurídicas” que recogía diversos
estudios que compartían la apelación a los archivos judiciales como fuente
prioritaria así como la preocupación por diversas instancias atinentes a la
judicialización de los conflictos, en un contexto político nacional signado por
los reclamos de justicia.30
Ambas publicaciones pueden considerarse ilustrativas de la confluencia
de dos dinámicas historiográficas que pueden leerse por separado pero que
encontraron en el abordaje del gobierno de las áreas rurales un campo de acción

p. 134. El censo de 1803 es una nómina de los feligreses del curato de Paraná que comprende
exclusivamente a los habitantes de la campaña; se desconoce si el trabajo del párroco se limitó a
esa iniciativa o si la parte del listado correspondiente al poblado se ha extraviado. Reproducido
en PÉREZ COLMAN, César Historia de Entre Ríos…, cit., T. II, pp. 321-361.
28 El presente balance recupera algunos lineamientos historiográficos perfilados por Darío Barrie-
ra y Gabriela Tío Vallejo. Vale aclarar que no se trata de un racconto exhaustivo sino más bien
de la explicitación de un itinerario personalmente recorrido en la formación sobre estos temas.
BARRIERA, Darío G. “Justicias, jueces y culturas jurídicas en el siglo XIX rioplatense”, en
Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Débats, puesto en línea el 23 de marzo de 2010, [en línea] http://
nuevomundo.revues.org/59252; TÍO VALLEJO, Gabriela “Los historiadores ‘hacen justicia’:
un atajo hacia la sociedad y el poder en la campaña rioplatense en la primera mitad del siglo
XIX”, en Revista de Historia del Derecho, Sección Bibliográfica, núm. 41, INHIDE, Buenos
Aires, enero-junio 2011, pp. 199-212; “De bosques perennes y jardines tardíos. El encuentro
entre historia política e historia del derecho en las lecturas de una larga transición”, en PolHis,
Año 5, núm. 10, segundo semestre 2012, pp. 58-65.
29 Resulta significativo mencionar el recupero que dichos autores realizaron de la obra de Edward
P. Thompson, incorporando a la costumbre como fuente normativa. FRADKIN, Raúl “Repré-
sentations de la justice dans la campagne de Bs. As. (1800-1830)”, en Études Rurales, núm.
149-150, 1999; GARAVAGLIA, Juan Carlos “Alcaldes de la Hermandad et Juges de Paix à Bs.
As. (XVIIIe-XIXe siècle)”, en Études Rurales, núm. 149-150, 1999; GELMAN, Jorge “Justice,
état et société: Le rétablissement de l’ordre à Buenos Aires après l’Indépendance (1810)”, en
Études Rurales, núm. 149-150, 1999.
30 BARRIERA, Darío y DALLA CORTE, Gabriela “La Ventana indiscreta. La Historia y la Antro-
pología Jurídicas a través de la emoción de sus textos”, en Prohistoria, Año V, núm. 5, Rosario,
2001, 11-14.
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 59

concurrente. Por un lado, habría que ponderar los alcances de la renovación que
se produjo en la historia política al calor de perspectivas que, al ras del suelo,
proponían volver sobre los agentes, sus prácticas y sus motivaciones apelando
para ello a los aportes de la historia social en sus diferentes vertientes. Por otro
lado, revisar el acercamiento entre historia política e historia del Derecho en
torno de la creación de una historia social de la justicia y el gobierno.
En las últimas dos décadas se ha producido una renovación de la historia
política devenida de la recuperación de la centralidad de lo político por parte
de los estudios de historia social.31 Distanciándose de una historia política
especialmente abocada al estudio de las instituciones, esta historia social del
poder político ha procurado restituir a la dimensión política su carácter relacional
y estructurante de la sociedad, prestando especial atención a los vínculos y
a las prácticas de los agentes. En este contexto, resultaron especialmente
significativos y prolíficos los estudios que incorporaron análisis en términos de
redes sociales32 y aquellos que adhirieron al microanálisis.33
Algo similar ha ocurrido con los estudios sobre el funcionamiento de
la justicia: gracias a los aportes de una historia crítica del Derecho34 y de la
antropología jurídica35 se ha corrido el eje desde el análisis de la normativa

31 GUERRA, Francois Xavier “El renacer de la historia política: razones y propuestas”, en AAVV
New History, Nouvelle Histoire. Hacia una nueva historia, Universidad Complutense, Madrid,
1993; BARRIERA, Darío “Por el camino de la historia política: hacia una historia política con-
figuracional”, en Secuencia, Nueva Época, núm. 53, México, mayo-agosto, 2002.
32 Por ejemplo, IMÍZCOZ BEÚNZA, José María “Comunidad, red social y élites. Un análisis de
la vertebración social en el Antiguo Régimen”, en IMÍZCOZ BEÚNZA, José María –director–
Elites, poder y red social: Las élites del País Vasco y Navarra en la Edad moderna (Estado de la
cuestión y perspectiva), Universidad del Pais Vasco, Bilbao, 1996; MOUTOUKIAS, Zacarías
“Familia patriarcal o redes sociales: balance de una imagen de la estratificación social”, en
Anuario del IEHS, núm. 15, Tandil, 2000; BERTRAND, Michel “Los modos relacionales de
las élites hispanoamericanas coloniales: enfoques y posturas”, en Anuario del IEHS, núm. 15,
Tandil, 2000; Grandeza y miseria del oficio. Los oficiales de la Real Hacienda de la Nueva
España, siglos XVII y XVIII, FCE, México, 2011.
33 A modo indicativo: REVEL, Jacques –director– Jeux d’échelles. La micro-analyse à l’expé-
rience, Gallimard-Le Seuil, Paris, 1996.
34 Como referente de esta vertiente, señalamos algunos trabajos de Víctor Tau Anzoátegui: Ca-
suismo y Sistema, IIHD, Buenos Aires, 1992; “La monarquía. Poder central y poderes locales”,
en ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA Nueva historia de la Nación Argentina, T. II,
Planeta, Buenos Aires, 1999.
35 Una buena síntesis de los aportes en esa dirección en MORICONI, Miriam Política, piedad y ju-
risdicción. Cultura jurisdiccional en la Monarquía Hispánica, Liébana en los siglos XVI-XVIII,
Prohistoria, Rosario, 2011, “Introducción”. La perspectiva se inscribe en las discusiones soste-
nidas en torno de la aplicación del concepto de Estado para realidades políticas previas al libe-
ralismo decimonónico, que dieron origen al paradigma jurisdiccionalista; entre sus principales
referentes mencionamos a: CLAVERO, Bartolomé “Institución política y derechos: acerca del
concepto historiográfico de ‘Estado moderno’”, en Revista de Estudios Políticos, Nueva Época,
núm. 19, 1981; HESPANHA, António Manuel Vísperas del Leviatán. Instituciones y poder
político (Portugal, siglo XVII), Taurus, Madrid, 1989; La gracia del Derecho, CEC, Madrid,
1993; FERNÁNDEZ ALBALADEJO, Pablo Fragmentos de Monarquía, Trabajos de Historia
60 Historia regional

hacia el uso que los agentes hacen de ella, enfatizando la comprensión de las
prácticas judiciales, de la cultura jurídica así como de las representaciones
tramadas sobre la noción de “lo justo” en cada momento.36 De esta manera, la
historia social de la justicia se propone como una historia de la administración
de la justicia, esto es, ocupada del estudio de la administración de la justicia en
tanto práctica,37 retomando la clave metodológica señalada por Marc Bloch en
La sociedad feudal acerca de la importancia de conocer la manera en que se
administra justicia en una sociedad como puerta de entrada para comprender
mejor su funcionamiento.
Entonces, sobre la base de una historia política renovada y de una historia
social de la justicia que ha alcanzado una presencia académica nada desdeñable,38
se han producido trabajos concentrados en reconstruir las modalidades adoptadas
por las prácticas de las autoridades que se desempeñaban en los espacios rurales,
así como sus trayectorias personales y las relaciones y conflictos que entre éstas
se produjeron. Al respecto, bien vale retomar la sugerencia de Garavaglia sobre
montar los estudios del gobierno local a partir de la trilogía compuesta por la
cruz, la vara y la espada.39
En la historiografía argentina la adopción de estas perspectivas se ha ido
abriendo camino paulatinamente, como lo indican Barriera y Tío Vallejo en
los artículos citados; ambos autores señalan que el redescubrimiento de los
archivos judiciales se produjo de la mano de la inquietud por otras problemáticas
–como las propias de la historia agraria o la cultura política de los sectores
sociales subalternos– y que la atención sobre el funcionamiento de la justicia
emergió correlativamente. Para el período que nos ocupa e incluso avanzando
sobre las primeras décadas revolucionarias a partir de una reformulación de
la periodización que se propone más atenta a las continuidades en el ámbito
judicial, diversos investigadores han hecho aportes en estas temáticas.40
Por diferentes motivos –entre los cuales se pueden enumerar las políticas

Política, Madrid, 1992. Sobre tales debates historiográficos: GARRIGA, Carlos “Orden jurídico
y poder político en el Antiguo Régimen”, en Istor, núm. 16, México, 2004.
36 BARRIERA, Darío “La justicia como laboratorio para la historia. Relaciones personales y re-
cursos jurídicos en procesos judiciales (Río de la Plata, siglo XVII)”, en Tierra Firme, núm. 78,
Caracas, 2002; DALLA CORTE, Gabriela “La historia del derecho en la Argentina, o la historia
jurídica como proceso”, en Prohistoria, III, 3, Rosario, 1999.
37 BARRIERA, Darío “Por el camino de la historia política…”, cit.
38 Materializada en la constitución de líneas de investigación, mesas temáticas en congresos disci-
plinares, publicaciones que se refieren a la materia, centros de estudio organizados en torno de
su estudio, organización de eventos específicos para su debate, por ejemplo.
39 GARAVAGLIA, Juan Carlos San Antonio de Areco, 1680-1880. Un pueblo de la campaña, del
Antiguo Régimen a la modernidad argentina, Prohistoria, Rosario, 2009.
40 Si bien se priorizó la reseña de trabajos que ha aportado al abordaje del gobierno local rural
teniendo en cuenta las agencias seculares, eclesiásticas y militares/milicianas en cada caso,
también se incorporaron otros textos que por su relevancia constituyen basamentos para pensar
dichos problemas aunque no se acoten a los mismos.
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 61

académicas institucionales y de financiamiento y la disponibilidad de archivos


pertinentes– los trabajos sobre las campañas bonaerenses son cuantitativamente
preponderantes.41 No obstante lo cual, para otros espacios se ha avanzado, y

41 La pluralización (“las campañas bonaerenses”) responde a que los trabajos no se ajustan a las in-
mediaciones rurales de la ciudad de Buenos Aires; la multiplicidad de casos estudiados produjo,
al contrario, un interesante mapeo de buena parte de la campaña de la actual provincia homónima.
Incluso, aunque el análisis de las dinámicas académicas exceda los límites del presente trabajo, se
podrían delinear los aportes en función de los núcleos de producción historiográfica en los que se
inscriben.
Por ejemplo, a partir de grupos de investigación con sede en la Universidad de Luján, cabe
mencionar: CANSANELLO, Oreste Carlos “De súbditos a ciudadanos. Los pobladores rurales
bonaerenses entre el Antiguo Régimen y la Modernidad”, en Boletín del Instituto de Historia
Americana y Argentina “Dr. Emilio Ravignani”, 3ª serie, núm. 11, 1er. semestre, 1995, pp. 113-
139; RATTO, Silvia La frontera bonaerense (1810-1828): espacio de conflicto, negociación y
convivencia, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricar-
do Levene”, La Plata, 2003; BARRAL, María Elena y FRADKIN, Raúl O. “Los pueblos y la
construcción de las estructuras de poder institucional en la campaña bonaerense (1785-1836)”,
en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Tercera
Serie, núm. 27, 1er semestre 2005, pp. 7-48; FRADKIN, Raúl –compilador– El poder y la vara.
Estudios sobre la justicia y la construcción del Estado en el Buenos Aires rural (1780-1830),
Prometeo, Buenos Aires, 2007; La ley es tela de araña. Ley, justicia y sociedad rural en Buenos
Aires, 1780-1830, Prometeo, 2009; BARRAL, María Elena De sotanas por la Pampa. Religión
y sociedad en el Buenos Aires rural tardocolonial, Prometeo, Buenos Aires, 2007; ALEMANO,
M. Eugenia y CARLÓN, Florencia “Prácticas defensivas, conflictos y autoridades en la frontera
bonaerense. Los pagos de Magdalena y Pergamino (1752-1780)”, en Anuario del Instituto de
Historia Argentina, núm. 9, 2009, pp. 15-42.
Del mismo modo, a partir del trabajo impulsado desde la Universidad de La Plata: MAYO,
Carlos “Entre el trabajo y el ocio: vagabundos de la llanura pampeana (1750-1810)”, en HISLA,
XIII-XIV, 1989, pp.67-76; MAYO, Carlos, MALLO, Silvia y BARRENECHE, Osvaldo “Plebe
urbana y justicia colonial: las fuentes judiciales notas para su manejo metodológico”, en Es-
tudios/Investigaciones, núm. 1, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP,
La Plata, 1989, pp. 47-80; “Jueces, Policía y la Administración de Justicia Criminal en Buenos
Aires, 1810-1850”, en GAYOL, Sandra y KESSLER, Gabriel Violencias, delitos y justicias en
la Argentina, Manantial, UNGS, Buenos Aires, 2002, pp. 207-224; Dentro de la Ley, Todo. La
justicia criminal de Buenos Aires en la etapa formativa del sistema penal moderno de la Ar-
gentina, Al Margen, La Plata, 2001; MALLO, Silvia La sociedad rioplatense ante la Justicia:
1750-1850, Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene”, La Plata,
2004; CORVA, M. Angélica Constituir el gobierno, afianzar la justicia El Poder Judicial de la
provincia de Buenos Aires (1853-1881), Prohistoria ediciones-Instituto de Investigaciones de
Historia del Derecho, Rosario, 2014.
Considerando a la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN, Tan-
dil) como otro nodo relevante: GARAVAGLIA, Juan Carlos “La justicia rural en Buenos Aires
durante la primera mitad del siglo XIX (estructuras, funciones y poderes locales)”, en Poder,
conflicto y relaciones sociales. El Río de la Plata, XVIII.XIX, Homo Sapiens, Rosario, 1999,
pp. 89-121; GARAVAGLIA, Juan Carlos “La cruz, la vara, la espada. Las relaciones de poder
en el pueblo de Areco”, en BARRIERA, Darío G. –compilador– Justicias y Fronteras. Estudios
sobre historia de la Justicia en el Río de la Plata, Editum, Murcia, 2009, pp. 89-118 San Antonio
de Areco…, cit.; YANGILEVICH, Melina “Leyes antiguas para un estado moderno. Prácticas
jurídicas en la provincia de Buenos Aires durante el período de la codificación”, en BARRIERA,
Darío G. –compilador– Justicias y Fronteras. Estudios sobre historia de la Justicia en el Río de
la Plata, Editum, Murcia, 2009, pp. 205-224; Estado y criminalidad en la frontera sur de Buenos
Aires (1850-1880), Prohistoria, Rosario, 2012.
Otros trabajos que no pueden ser excluidos: CANEDO, Mariana “Fortines y pueblos en Buenos
62 Historia regional

mucho, en la realización de trabajos de base, a veces organizados en torno de


proyectos de investigación comparativos.42
Para el caso santafesino contamos, en primer lugar, con un conjunto de
obras clásicas, de tinte más bien localista, cuyas descripciones han funcionado
en más de una oportunidad como puntos de partida de nuevos interrogantes.43

Aires del siglo XVIII. ¿Una política de urbanización para la frontera?”, en Mundo Agrario,
Centro de Estudios Histórico Rurales. Universidad Nacional de La Plata Vol. 7, núm. 13, 2006;
BIROCCO, Carlos “La estructuración de un espacio de poder local en la campaña bonaerense:
las alcaldías de la santa hermandad de los partidos de Areco y la Cañada de la Cruz (1700-
1790)”, en GRESORES, Gabriela y BIROCCO, Carlos Tierra, poder y sociedad en la campaña
rioplatense colonial, PIEA, Buenos Aires, 1998; TERNAVASIO, Marcela “Entre el cabildo co-
lonial y el municipio moderno: los juzgados de paz de campaña en el estado de Buenos Aires”,
en BELLINGERI, Marco –coordinador– Dinámicas de Antiguo Régimen y orden constitucional.
Representación, justicia y administración en Iberoamérica, Universitá degli Studi di Torino,
Torino, Italia, Otto ed., 2000. pp. 295-336.
42 En este caso, el ordenamiento responde a los territorios sobre los cuales versan los trabajos:
Córdoba: ROMANO, Silvia “Instituciones coloniales en contextos republicanos: los jueces de la
campaña cordobesa en las primeras décadas del siglo XIX y la construcción del estado provincial
autónomo”, en HERRERO, Fabián –compilador– Revolución. Política e ideas en el Río de la
Plata durante la década de 1810, Buenos Aires, Ediciones Cooperativas, 2004; PUNTA, Ana
Inés Córdoba borbónica. Persistencias coloniales en tiempo de reformas (1750-1850), Segunda
Edición, Córdoba, 2010, 362 pp., Cap. VII; AGÜERO, Alejandro Castigar y perdonar cuando
conviene a la República. La justicia penal de Córdoba del Tucumán, siglos XVII y XVIII, Centro
de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2008; RUSTÁN, Elizabeth “Jurisdicciones en
cuestión. Cabildos y autoridades militares en la administración borbónica. Gobernación Inten-
dencia de Córdoba a fines del siglo XVIII”, en POLIMENE, M. Paula –coordinadora– Autorida-
des y prácticas judiciales…, cit.
Tucumán: TÍO VALLEJO, Gabriela Antiguo Régimen y Liberalismo. Tucumán, 1770-1830,
UNT, Tucumán, 2001; “La ‘buena administración de justicia’ y la autonomía del Cabildo. Tu-
cumán, 1770-1820” en Boletín del Instituto de Historia Americana y Argentina “Dr. Emilio
Ravignani”, 3ª serie, núm. 18, 2do. Semestre, 1998, pp. 35-58 ZAMORA, Romina “El Cabildo
‘Justicia y Regimiento’ de San Miguel de Tucumán ante las reformas jurisdiccionales del siglo
XVIII”, en LÓPEZ, Cristina del Carmen –compiladora– Identidades, representación y poder
entre el Antiguo Régimen y la Revolución: Tucumán, 1750-1850, Prohistoria Ediciones, Rosario,
2009; PAROLO, M. Paula “Entre jueces y comandantes. Formas de autoridad en la campaña
tucumana a mediados del siglo XIX” en La justicia y las formas…cit.pp.107-127.
Cuyo: MOLINA, Eugenia “Los funcionarios subalternos de justicia en Mendoza, 1820-1852:
entre el control comunitario y el disciplinamiento social”, en Nuevo Mundo Mundos Nuevos, De-
bates, 2010 [en línea] http://nuevomundo.revues.org/59353; “Trayectorias judiciales, movilidad
social y vida pública. Los jueces inferiores en Mendoza, 1770-1810”, en POLIMENE, M. Paula
–coordinadora– Autoridades y prácticas judiciales…, cit., pp. 181-200; “Jueces y comandantes
en la periferia del Estado provincial: Valle de Uco (Mendoza, Argentina), 1820-1852”, Revista
del Instituto de Historia del Derecho, núm. 49, 2015; SANJURJO, Inés Elena Muy Ilustre Ca-
bildo, Justicia y Regimiento. El cabildo de Mendoza en el siglo XVIII. Estudio Institucional,
UNCUyo, Mendoza, 1995; La organización político administrativa de la campaña mendocina
en el tránsito del antiguo régimen al orden liberal, Instituto de Investigaciones de Historia del
Derecho, Buenos Aires, 2004; “Un gobierno de jueces para la campaña mendocina durante los
gobiernos federales (1830-1860)”, en Horizontes y Convergencias. Lecturas Históricas y Antro-
pológicas sobre el Derecho, publicación de investigaciones científicas de actualización continua,
2011, [en línea] http://horizontesyc.com.ar/?p=3497.
43 CERVERA, Manuel Historia de la ciudad…, cit. y Poblaciones y curatos, Santa Fe, 1939; PÉ-
REZ COLMAN, César Historia de Entre Ríos…, cit. y La parroquia…, cit.; BOSCH, Beatriz
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 63

En los albores del “retorno democrático” Nidia Areces dirigió una serie de
proyectos de investigación en torno de Santa Fe la Vieja que son fundamentales
para comprender el periodo previo al que revisamos.44 También destacamos
los textos producidos por investigadoras de la Universidad Nacional del
Litoral; especialmente el escrito conjuntamente por Teresa Suárez y Laura
Tornay sigue constituyendo un interlocutor destacado.45 El denominado oriente
entrerriano ha recibido mucha atención en los últimos años, fundamentalmente
para el periodo que se inicia con la segregación jurisdiccional de Santa Fe a
fines del siglo XVIII.46 Los aportes de Griselda Tarragó a esta investigación
son vastos, desde las primeras exploraciones etnográficas sobre la frontera
santafesina hasta los más recientes aportes sobre la reconfiguración de la
gobernación de Buenos Aires al calor de las tempranas Reformas Borbónicas,
enfatizando especialmente los vínculos sociales que articulaban la Monarquía
así como las implicancias de la militarización de su estilo de gobierno.47

Historia de Entre Ríos, Plus Ultra, Buenos Aires, 1980; GIANELLO, Leoncio Historia de Entre
Ríos 1520-1950, Dirección de Cultura, Paraná, 1951; NICOLI, Víctor Historia de la fundación
de la ciudad y provincia de Santa Fe y sus límites territoriales, Gobierno de la Provincia de
Santa Fe, Santa Fe, 1978; REULA, Felisberto Historia de Entre Ríos, Castellvi, Santa Fe, 1963,
3 T.; ROVERANO, Andrés Santa Fe de antaño, Anaquel, Santa Fe, 1973; SEGURA, Juan J.
Historia eclesiástica de Entre Ríos, Nogyá, 1969; URQUIZA ALMANDOZ, Oscar Historia
económica y social de Entre Ríos (166-1854), Banco Unido del Vitoria, Buenos Aires, 1978;
ARCE, Facundo Los alcaldes de barrio de Santa Fe, UNL, 1960.
44 Cfr. ARECES, Nidia –compiladora– Poder y Sociedad. Santa Fe la Vieja, 1573-1660, Prohisto-
ria & Manuel Suárez editor, Rosario 1999.
45 SUÁREZ, Teresa y TORNAY, María Laura “Poblaciones, vecinos y fronteras rioplatenses. San-
ta Fe a fines del siglo XVIII”, en Anuario de Estudios Americanos, Sevilla, LX-2, julio-diciem-
bre de 2003; TORNAY, Laura “La justicia rural en Santa Fe colonial. Cambios institucionales y
sociales en el período borbónico”, ponencia presentada en el IV Encuentro de Historiadores de
la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe, septiembre de 2002; TEDESCHI, Sonia
“La Villa del Paraná…”, cit.
46 DJENDEREDJIAN, Julio C. Economía y sociedad en la Arcadia criolla. Formación y desa-
rrollo de una sociedad de frontera en Entre Ríos, 1750-1820, Tesis de Doctorado, Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 2003; SCHMIT, Roberto Ruina y
resurrección en tiempos de guerra. Sociedad, economía y poder en el oriente entrerriano pos-
revolucionario, 1810-1852, Prometeo, Buenos Aires, 2004; FRADKIN, Raúl y BARRAL, M.
Elena Guerra y gobierno local en el espacio rioplatense (1764-1820), EdUNLu, Luján, 2016.
Un antecedente con un importante trabajo de base para el área en POENITZ, Erich “Inmigrantes
ovejeros y labradores en el desarrollo del oriente entrerriano”, en Primeras Jornadas Naciona-
les de Estudios sobre inmigración en Argentina, Secretaría de Cultura de la Nación, Buenos Ai-
res, 1981. Ya adentrado en el siglo XIX, KOZUL, Pedro “Algo más que milicianos: labradores
entrerrianos con cargas públicas en áreas de ocupación tardía, 1820-1828”, en Páginas, Revista
digital de la Escuela de Historia, UNR, Año 8, núm. 17, mayo-agosto de 2016, pp. 98-118 [en
línea] http://revistapaginas.unr.edu.ar/index.php/RevPaginas.
47 TARRAGÓ, Griselda “Elite, parentesco y comercio en Santa Fe en el siglo XVIII”, en Anuario de
la Escuela de Historia, núm. 16, Rosario, 1994; “Los Diez de Andino: un linaje colonial santafesino,
1660-1822”, en Cuadernos de Historia Regional, núm. 16, Luján, 1993; “Santa Fe en el período
tardo-colonial: producción ganadera, estancias y regiones”, en Anuario de la Escuela de Historia,
núm. 17, Rosario, 1996; “Las tierras de la ‘otra banda’. Los charrúas y los vecinos santafesinos”,
64 Historia regional

Asimismo, recuperamos el trabajo desarrollado por Miriam Moriconi sobre


las jurisdicciones eclesiásticas santafesinas.48 La labor que viene llevando a
cabo Darío Barriera en torno del impulso de la historia social de la justicia y
el gobierno involucra la coordinación de diversos proyectos de investigación,
la organización de jornadas y el sostenimiento de un seminario permanente
sobre el tema, así como la dirección de numerosos recursos humanos; como
el presente trabajo y el proyecto doctoral en curso encuentran allí su marco de
referencia, me limitaré a reseñar aquellas contribuciones que se derivaron de
reuniones científicas así como las obras más generales sobre el periodo; los
textos que se ocupan de problemas más específicos y de los cuales abrevamos
teóricamente para sostener un diálogo a ambas márgenes del río Paraná se
mencionarán cuando resulte oportuno hacerlo.49

en ARECES, Nidia Poder y sociedad. Santa Fe la Vieja (1573-1660), Manuel Suárez-Prohistoria,


Rosario, 1999; “Espacio, recursos y territorio: la Gobernación del Río de la Plata durante el reinado
de Felipe V”, en MAZÍN, Óscar y RUIZ IBÁÑEZ, José Javier –editores– Las Indias Occidentales.
Procesos de incorporación territorial a las Monarquías Ibéricas, El Colegio de México/Red Colum-
naria, México, 2012; “Fundar el linaje, asegurar la descendencia, construir la casa. La Historia de
una familia en Indias: los Diez de Andino entre Asunción del Paraguay y Santa Fe de la Vera Cruz
(1660- 1822)”, en IMÍZCOZ, José María –director– Casa, Familia y Sociedad (País Vasco, España
y América, siglos XV-XIX), Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 2004; con
BARRIERA, Darío “De la confianza a la composición. Cultura de riesgo, de la previsión y de la re-
solución de conflictos entre mercaderes del siglo XVIII”, en VÁZQUEZ, Belín y DALLA CORTE,
Gabriela –compiladoras– Empresarios y Empresas en América Latina Siglos XVIII-XIX, Maracaibo,
Universidad de Zulia, 2005; “Las reformas Borbónicas”, en BARRIERA, Darío Economía y Socie-
dad (siglos XVI a XVIII), Nueva Historia de Santa Fe, T. III, Prohistoria Ediciones/La Capital, Ro-
sario, 2006; con BARRIERA, Darío “Transformaciones en un espacio de frontera. La población, los
recursos y las rutas”, en BARRIERA, Darío Economía y Sociedad (siglos XVI a XVIII), Capítulo 7,
Nueva Historia de Santa Fe, T. III, Prohistoria Ediciones/La Capital, Rosario, 2006, “Las venas de la
Monarquía. Redes sociales, circulación de recursos y configuraciones territoriales. El Río de la Plata
en el siglo XVIII” en IMÍZCOZ BEUNZA, José María y OLIVERI, Ohiane Economía doméstica y
redes sociales, Silex, Madrid, 2010.
48 MORICONI, Miriam “Diversidad institucional…”, cit.; “Usos de la justicia eclesiástica y de la
justicia real (Santa Fe de la Vera Cruz, Río de la Plata, s. XVIII)”, en Nuevo Mundo Mundos Nue-
vos, Debates, Puesto en línea el 27 octubre 2012, [en línea].http://nuevomundo.revues.org/64359
[consulta: 11de junio de 2013]; “Configuraciones eclesiásticas del territorio. Una propuesta de
abordaje: la diócesis de Buenos Aires en clave parroquial (siglo XVIII)”, en CORDERO, Maca-
rena; GAUNE, Rafael y MORENO, Rodrigo –compiladores– Cultura legal y espacios de justicia
en América, siglos XVI-XIX, UAI-DH/DIBAM/CIDBA, Santiago de Chile, 2017.
49 Conquista y colonización hispánica. Santa Fe la Vieja (1573-1660) y Economía y sociedad
(siglos XVI a XVIII), Vols. 2 y 3 de BARRIERA, Darío –director– Nueva Historia de Santa Fe,
La Capital-Prohistoria Ediciones, Rosario, 2006; –coordinador– Justicias y fronteras. Estudios
sobre historia de la justicia en el Río de la Plata. Siglos XVI-XIX, Editum, Murcia, 2009; –di-
rector– Instituciones, gobierno y territorio. Rosario, de la Capilla al Municipio (1725-1930),
ISHIR-CONICET, Rosario, 2010; -- coordinador– La Justicia y las formas de la autoridad. Or-
ganización política y justicias locales en territorios de frontera. El Río de la Plata, Cuyo, Cór-
doba y el Tucumán, Siglos XVIII y XIX, ISHIR-Red Columnaria, Rosario, 2010; Abrir puertas a
la tierra. Microanálisis de la construcción de un espacio político. Santa Fe, 1573-1640, Museo
Histórico Provincial, Santa Fe, 2013; con FRADKIN, Raúl –coordinadores– Gobierno, justi-
cias y milicias. La frontera entre Buenos Aires y Santa Fe, 1720-1830, EDULP, La Plata, 2014;
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 65

Sobre ese basamento, este trabajo se propone como parte integrante de


un intento de trazar una “cartografía histórica” de la institucionalización de
la administración de la justicia en el Río de la Plata, especialmente sobre
jurisdicciones rurales, prestando atención a los agentes que le dieron cuerpo a
tal proceso, en el camino por comprender localmente la organización política
del espacio por parte de los europeos.

Equipamiento político del territorio: agentes y gobierno


La categoría que articula los planteos propuestos es la de equipamiento político
del territorio, comprendido como “el proceso histórico donde concurren las ac-
ciones de distintos agentes de una comunidad política tendientes a la organización
jurisdiccional e institucional de un territorio”.50 Esto, claro está, supone asumir
que dicho proceso tuvo una dirección de sentido determinada que es la del eu-
ropeo conquistador, en el camino de producir la occidentalización del espacio.51
En el caso concreto del Pago de Bajada, se entiende que tal extensión de-
vino en territorio al quedar jurídicamente vinculado con la ciudad de Santa Fe
a partir de su acta de fundación, que estipulaba los alcances de su jurisdicción.
Tal vinculación jurídica fue refrendada por sucesivos actos de gobierno que
efectivamente incorporaron ese entorno rural a la configuración política santa-
fesina (que abarcan desde las campañas contra los infieles hasta la designación
de autoridades).
El nombramiento de alcaldes de la Hermandad para el Pago por parte del
Cabildo de Santa Fe se constituye así en un elemento, entre otros, de ese equi-
pamiento político del territorio conducido desde la ciudad hacia sus términos

con SALDUNA, Bernardo –directores– Historia del Poder Judicial de la Provincia de Entre
Ríos, Ediciones del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos, Paraná, 2017.
En el marco de esas obras colectivas destacamos las de Griselda Pressel sobre las primeras
décadas posrevolucionarias, “Los hombres que administran la justicia local. La persistencia de
la notabilidad en el Oriente entrerriano (1841-1853)” en Justicias y fronteras…cit, pp. 165-178;
“Antiguas y nuevas prácticas en la institucionalización de una justicia ilustrada. La campaña
entrerriana en la primera mitad del siglo XIX”, en X Jornadas Interescuelas/Departamentos de
Historia, Rosario, 2005.
50 El concepto de equipamiento del territorio proviene de la geografía francesa y ha sido utilizado
por la teoría política y las escuelas de gubernamentabilidad socialdemócratas. Recuperando un
planteo de Hespanha y en clave histórica para el análisis del proceso de conquista y colonización
hispánicas en el Río de la Plata, Barriera lo plantea como “el proceso histórico donde concurren
las acciones de distintos agentes de una comunidad política tendientes a la organización jurisdic-
cional e institucional de un territorio”. BARRIERA, Darío “Un rostro local de la Monarquía His-
pánica: justicia y equipamiento político del territorio al sureste de Charcas, siglos XVI y XVII”,
en Colonial Latin American Historical Review, Vol. 15, núm. 4, 2006, pp. 377-418; “Conjura de
mancebos. Justicia, equipamiento político del territorio e identidades. Santa Fe del Río de la Plata,
1580”, en Justicias y fronteras. Estudios sobre historia de la justicia en el Río de la Plata. Siglos
XVI-XIX, Editum, Murcia, 2009; HESPANHA, António Manuel “El espacio político”, cit.
51 GRUZINSKI, Serge Las cuatro partes del mundo. Historia de una mundialización, FCE, Mé-
xico, 2010.
66 Historia regional

rurales. Nos concentraremos, entonces, en dichos jueces menores con el fin de


destacar una de las agencias intervinientes en el gobierno de la otra banda, aten-
diendo a que en el contexto analizado la administración de justicia constituía
un acto de gobierno, por lo cual serán ponderados en su calidad de jueces-go-
bernadores.
La adopción de la perspectiva de una historia social y configuracional de
la justicia y del poder político posibilita pensar los cruces entre el universo
normativo y las prácticas concretas de los agentes que revistieron como autori-
dades en el terreno, atendiendo especialmente a la configuración jurisdiccional
resultante. Esta categoría, cuyo anclaje remite al constructivismo epistemoló-
gico, permite pensar los problemas propuestos desde una perspectiva atenta a
las configuraciones de sentido52 construidas históricamente tanto como a los
agentes que las construyen.
Las prácticas que involucran a estos agentes devienen, así, en objeto de
análisis, desde la instancia de su designación y asunción del oficio, hasta su
participación en procesos judiciales más o menos formalizada, valiéndose de
nociones jurídicas y de saberes judiciales, estableciendo redes de relaciones,
disputando o acordando intereses son algunas de las dimensiones abordadas en
la investigación.
Esto no implica desatender el orden normativo sino considerarlo como re-
sultado de disputas y proyectos históricos en pugna que a veces se plasmaron
en normas; no obstante, es imperioso considerar que no se trataba de un sistema
jurídico en el sentido contemporáneo sino de un conjunto que podía contemplar
reglas contradictorias entre sí y aun cuestiones derivadas de la costumbre, mul-
tiplicando los márgenes de acción y toma de decisiones.
Se propone entonces que a través del estudio de las prácticas de adminis-
tración de justicia de los alcaldes en una jurisdicción rural se podrá acceder al
conocimiento acerca de los modos en que se organizaba el poder político sobre
el territorio en cuestión.

Los aportes de los estudios prosopográficos


Existen múltiples maneras de abordar el problema planteado; se opta por la
construcción de una prosopografía de los alcaldes de la Hermandad del pago
de Bajada al considerar que el trazado de un perfil colectivo de estos agentes
pero, fundamentalmente, el análisis de sus prácticas puede contribuir al estu-
dio de las formas de ejercicio de la autoridad, a establecer relaciones entre los
procesos institucionales y los perfiles sociales de los alcaldes allí afectados así
como a reconstruir el proceso histórico de las relaciones entre los alcaldes de
Hermandad que fueron asignados al pago de Bajada con los entramados socia-
les localizados a ambas márgenes del río Paraná.

52 ELIAS, Norbert La sociedad cortesana, FCE, México, 1982 [1969].


El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 67

En un texto ya clásico publicado en 1971, Lawrence Stone definía a la proso-


pografía como “…la investigación de las características comunes de un grupo de
actores en la historia por medio de un estudio colectivo de sus vidas”.53 Conside-
raba que tales estudios podían clasificarse entre aquellos que se ocupaban de las
elites y aquellos otros dedicados a las grandes masas, apoyados en análisis es-
tadísticos. La proliferación de este tipo de investigaciones entre los años 1920 y
1930 es explicada por dicho autor a partir de la eclosión de las Ciencias Sociales
en el periodo de Entreguerras así como por una crisis en los modos de hacer his-
toria política, administrativa, diplomática y constitucional, basada en un estudio
cerrado de los archivos estatales; frente a ello, se proyectaba una prosopografía
renovada –que se planteaba como superadora de las pretensiones biográficas
de historiadores amateurs– basada en la premisa de que la comprensión sobre
quiénes eran los actores llevaría más lejos la explicación sobre el funcionamien-
to de la institución a la que ellos pertenecían al conocer sus motivaciones. De
este modo quedaba justificado el porqué de la apelación a esta metodología,
pero Stone también se pronunciaba sobre sus limitaciones al analizar en qué
casos convenía su utilización; al respecto, es muy claro al señalar los problemas
derivados de la representatividad de la muestra considerada: teniendo en cuenta
que en cualquier grupo se tiene más información sobre algunos de sus miembros
que sobre otros y que, incluso, las variables incompletas pueden constituir la
mayoría del conjunto, no se pueden elaborar generalizaciones sobre la base de
medias estadísticas porque resultarán en una imagen distorsionada del conjunto
por lo cual, para este autor, el único modo de que el resultado sea fidedigno se
apoya en la aleatoriedad de la minoría conocida.
En un artículo de 2010, Marcela Ferrari revisa “las posibilidades que ofre-
ce la prosopografía para el estudio de la historia política”.54 En el mismo, ade-
más de trazar un balance sobre el derrotero de la prosopografía en su relación
con las Ciencias Sociales –especialmente con la Historia–, se propone hacer
un recorrido metodológico sobre las formas concretas de utilizar esta meto-
dología. En primer lugar, entonces, sostiene la necesidad de acotar el corpus,
no sólo en función de criterios analíticos (“pertenencia a asociaciones, a una
institución o el desempeño de una función”) sino también en función de la
factibilidad de su abordaje: “Es fundamental considerar tanto la disponibilidad
de tiempo de trabajo como la cantidad de los recursos humanos abocados a la

53 STONE, Lawrence “Prosopography”, en Daedalus, Vol. 100, núm. 1, Historical Studies Today,
winter 1971, pp. 46-79 (Traducción al portugués: Revista de Sociología e Política Curitiba, V.
19, núm. 39, p. 115-137, junio de 2011).
54 FERRARI, Marcela “Prosopografía e historia política. Algunas aproximaciones”, en Antíteses,
Vol. 3, núm. 5, enero-junio de 2010, pp. 529-550 [en línea] http://www.uel.br/revistas/uel/in-
dex.php/antiteses. El texto propone una serie de consideraciones metodológicas muy valiosas,
que han sido consideradas para el propio estudio; no obstante, se señalan sobre todo aquellas
definiciones que, probablemente en función del distinto periodo estudiado, redundan en diver-
sos modos de apropiarse del método.
68 Historia regional

investigación” (p. 541). Sobre la base de esta consideración, asevera que: “Un
corpus de alrededor de 400 individuos es manejable para un individuo ya que
la prosopografía supone un momento artesanal que insume una enorme canti-
dad de tiempo en la búsqueda, identificación y recolección de la información”.
Si esto se pone en relación con la cuestión de la representatividad del elenco
considerado –sobre lo cual ya recuperamos la postura de Stone– el posicio-
namiento de Ferrari pondría en entredicho los estudios basados en colectivos
menos numerosos –como el que aquí se considera, por ejemplo. Evidentemente
tal postura se relaciona con su propia experiencia profesional al investigar pro-
blemáticas contemporáneas (el perfil del personal político del período 1916-
1930),55 no obstante lo cual parece necesario señalar tal constricción cuantita-
tiva respecto de las posibilidades del método. Asimismo, la autora considera
que “El éxito de la prosopografía depende de las preguntas que se formule el
investigador pero también de la existencia, la calidad y la disponibilidad de las
fuentes”; marcando diferencias entre las políticas archivísticas entre Francia y
Argentina, hace reposar sobre un elemento que excede a cualquier investigador
las potencialidades del método seleccionado. La pregunta que se deriva a partir
del propio recorrido es qué pasa cuando el corpus construido no asciende a los
400 egos ni las fuentes disponibles son abundantes, ¿la prosopografía deja de
ser una opción?
En su estudio sobre los oficiales de la Real Hacienda en Nueva España entre
los siglos XVII y XVIII, Michel Bertrand dedica la introducción a reflexionar
sobre la pertinencia del empleo de la prosopografía como método al análisis his-
tórico. Para ello traza un recorrido por la historia de ese procedimiento, desde
su inicial aplicación a la investigación románica hasta la diversidad cronológica
y temática que involucra su uso en la actualidad, con el objeto de ponderar una
importante transformación: si en los comienzos las potencialidades del método
se encontraban ligadas a la posibilidad de maximizar el aprovechamiento de las
escasas fuentes documentales disponibles, en los últimos años el recurso a las
tecnologías informáticas ha dado lugar a la conformación de grandes bases de
datos que derivan en estudios de tipo estadístico (como por ejemplo el proyecto
del PAPE coordinado por Jean Pierre Dedieu). Lo que el autor critica de estos
últimos desarrollos es que “corren el riesgo de ocultar, tras una abundancia y
una precisión completamente matemáticas, una realidad más imprecisa”.56 En
este sentido, el autor considera que la finalidad de la prosopografía no debe ha-
llarse tanto en definir un perfil medio de los componentes del grupo estudiado
como en rescatar las diferencias, “los diversos elementos originales y significa-
tivos que se desprenden de los individuos reagrupados”, revalorizando de este
modo la información cualitativa. A lo cual agrega el interés por el estudio no

55 FERRARI, Marcela Los políticos en la república radical. Prácticas políticas y construcción de


poder, Siglo XXI, Buenos Aires, 2008.
56 BERTRAND, Michel Grandeza y miseria del oficio…, cit., p. 14.
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 69

solamente de la estructura del grupo, sino de las dinámicas sociales del mismo,
de manera de poner a la prosopografía al servicio de objetivos más amplios –en
su caso, y el aporte resulta fundamental para la propia reflexión, “comprender
el funcionamiento real de la administración, cuya responsabilidad estaba en
manos de esos oficiales” (p. 21). Hacemos nuestra, entonces, la propuesta de
revalorizar a los agentes, en el camino de recuperar la materialidad de la admi-
nistración (y, podría agregarse, del gobierno), sobre todo si a ello le sumamos
“la posibilidad de maximizar el aprovechamiento de las escasas fuentes docu-
mentales disponibles”.57
El estudio prosopográfico de los alcaldes de la Hermandad abreva en una
multiplicidad de trabajos dedicados a analizar diferentes elencos de gobierno y
que han sido de sumo valor a la hora de definir las variables a considerar en la
construcción del propio cuestionario, así como referencias a la hora de compa-
rar resultados.58

La construcción del listado: reflexiones metodológicas sobre el trabajo con


una base de datos
Lo primero que hubo que definir de cara a la construcción de un perfil proso-
pográfico fue una nómina que contuviera a todos los agentes que se desempe-
ñaron como alcaldes de la Hermandad en el periodo establecido. Esto supuso
un relevamiento minucioso de las actas capitulares –que excedió la lectura del
registro de la primera sesión del año, cuando se realizaban los nombramien-
tos– de modo tal de poder dar cuenta de aquellos hombres que efectivamente
asumieron la carga para la que habían sido designados (así, también se logró
identificar las designaciones que no habían prosperado por diferentes motivos);
en algunos casos, la comprobación de su actuación resultó de la revisión de
expedientes judiciales en los que se vieron involucrados o son mencionados,

57 Respecto de la delimitación del grupo, el autor sostiene que la preferencia por el estudio de los
cuerpos administrativos sigue estando vigente y que tal decisión no se vincula con un tema de
investigación en particular, como pasaba con los historiadores de la Antigüedad románica, sino
con la abundancia documental que toda administración genera acerca de sus propios miembros.
Este no sería el caso de los Alcaldes de la Hermandad ya que, como se verá, existe documenta-
ción que los involucra pero por el tipo de funciones que desempeñaban el registro escrito no es
tan extenso.
58 Se mencionarán sólo algunos que han impactado decisivamente en el propio recorrido: sobre
instancias superiores de administración de justicia: BURKHOLDER, Mark y CHANDLER,
D. S. Biographical Dictionary of Audiencia Ministres in the Americas, 1687-1821, Connecti-
cut, 1977; ANGELI, Sergio “Prosopografía de un tribunal Americano. La primera audiencia de
Lima (1544-1548)”, en Revista de Historia del Derecho, núm. 41, CABA, ene./jun. 2011. Sobre
oficios menores de justicia: MOLINA, Eugenia “Trayectorias judiciales, movilidad social…”,
cit.; TÍO VALLEJO, Gabriela Antiguo Régimen y Liberalismo; BIROCCO, Carlos “La estruc-
turación de un espacio…”, cit.; GARAVAGLIA, Juan Carlos San Antonio de Areco…, cit. Más
allá de algunos señalamientos esbozados en el texto, queda pendiente un abordaje comparativo
entre estos estudios y los resultados de la investigación en curso.
70 Historia regional

como por ejemplo para el período 1730-1734, cuando la designación de los dos
alcaldes de la Hermandad para los pagos rurales no aclaraba el destino de cada
uno por separado (y durante la década de 1740 sucedió lo mismo).
De esta manera, se produjo un listado que presenta diferencias respecto de
los elaborados por autores clásicos como Cervera o Pérez Colman, difiriendo
no solamente en el periodo considerado –ya que el presente estudio abreva en
la categoría de equipamiento político del territorio y periodiza en función de
la misma, entre 1730 y 1813, mientras que en los otros dos casos se rigen por
una periodización más normativa/institucional, 1733-1802 (lo que consideran
la primera designación de un alcalde de la Hermandad para el Pago y el cierre
del período ligado a un aparente cambio en el modo de designar los alcaldes)59–
sino en los nombres registrados. La diferencia radica principalmente en que ta-
les autores consideran las designaciones capitulares sin chequear que los nom-
brados hubieran asumido el oficio efectivamente. Sobre la base de los criterios
expuestos, se arribó a la conclusión de que entre 1730 y 1813, 62 hombres se
desempeñaron como alcaldes de la Hermandad del Pago de Bajada, designados
por el Cabildo de Santa Fe.
Si se compara con los aportes de los autores reseñados, los registros difieren
en 20 entradas, 5 de las cuales corresponden a la consideración de un período
más extenso, mientras que las 15 restantes resultan del diverso modo de rele-
var las designaciones. Esta diferencia, que radica en cuestiones metodológicas,
supone el reconocimiento de las complejas dinámicas políticas y sociales que
se encontraban en la base de las designaciones, muchas veces permeadas por
conflictos entre grupos locales e incluso a escala de gobernación/virreinato.
Una vez establecido el conjunto de agentes sobre los cuales se realizaría el
estudio, se procedió a definir una serie de variables socio-económicas cuyo co-
nocimiento contribuyera a la construcción de un perfil grupal, atendiendo a la
premisa de que tales elementos pudieron incidir en el modo en que dichos hom-
bres ejercieron la función que les fue encomendada. Esto es, conocer quiénes
eran los que se desempeñaron como alcaldes contribuiría a comprender cómo
estos se constituyeron en autoridades locales relevantes y a explicar las formas de
ejercicio de las funciones de gobierno que se les habían asignado. La búsqueda
de información se hizo, entonces, atendiendo a establecer relaciones entre los
procesos institucionales y los entramados sociales ubicados a ambas márgenes
del río Paraná. Las variables se definieron en función de esos interrogantes y de
las particularidades del caso que fueron apareciendo; las mismas se fueron am-
pliando –y muchas veces desglosando– en virtud de las necesidades del estudio.

59 Según Pérez Colman entre 1802 y 1810 la designación de los Alcaldes de la Hermandad la
realizó el Virrey, que le habría quitado la atribución de hacerlo al Cabildo santafesino, PÉREZ
COLMAN, César B. Historia de Entre Ríos…, cit., p. 285. No hemos podido comprobar docu-
mentalmente esta afirmación; puede que en realidad se tratara de una modificación en el modo
de realizar las designaciones de ciertos jueces menores a partir de la elaboración de ternas.
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 71

De este modo, retomando los aportes que se han revisado sobre la metodo-
logía prosopográfica, se creó una base de datos –que se sigue nutriendo– con la
finalidad de ir completando la información relevante definida por esas variables
para el total de los agentes identificados. En el siguiente cuadro se detallan
los tópicos más importantes contemplados hasta el momento, se mencionan
algunas consideraciones sobre la compulsa de datos así como las cifras sobre
las que contamos con información.

Variables consideradas y cifras generales disponibles para la


construcción de una base de datos sobre los Alcaldes de la Hermandad
(Bajada, 1730-1813)
Variables Cifras generales*
1 Nombre 62
Años en los que se desempeñó como AH
2 62
Bajada
3 Fecha de nacimiento 4

4 Edad desempeño AH 4

5 Estado civil/familia 22
Familiar de otro alcalde o miembro del 12 casos en los que se comprueba
6
cabildo positivamente
56 casos en los que se comprueba
7 Don
positivamente
34 casos en los que se comprueba
8 Firma
positivamente
9 Otros oficios desempeñados 19 agentes (11 después de ser AH)

10 Rango miliciano 22
11 Ocupación/propiedades 35

12 Lugar de residencia/vecino de… 39

Fuentes: Elaboración propia sobre la base de AGSF, AC, pássim; DEEC, EC, pássim; Archivo
del Arzobispado de Santa Fe, Santa Fe, Argentina, Libros Matrimonios, Bautismos y Defun-
ciones, pássim; MACIEL, Joaquín “Revista de las compañías de milicias de la otra banda del
Paraná”, 10 de febrero de 1767 (Reproducido en Revista del Centro de Genealogía de Entre Ríos,
Vol. V, Buenos Aires, Dunken, 2007); CAVIEDES, José Luis Manuel de “Matrícula o padrón de
la parroquia a mi cargo yo Dr. Don José Luis Manuel de Caviedes cura y vicario y juez eclesiás-
tico de este capilla de Nuestra Señora del Rosario de la Villa del Paraná que ago en este presente
año”, 2 de agosto de 1803; GIMÉNEZ, Vicente comandante “Listado de las compañías de mili-
cias entrerrianas”, 1791; “Listado de milicias de la Compañía del Paraná”, 1729 reproducidos en
PÉREZ COLMAN, César B. Historia de Entre Ríos. Época colonial (1520-1810), Imprenta de la
provincia, Paraná, 1936, T. II, caps. XVIII, XIX, XXII y Apéndice al cap. XXII.
*Cifras generales: se relevó el número de casos para los cuales se cuenta con información respecto
de cada una de las variables consideradas.
72 Historia regional

Algunos ítems remiten a información personal, como el caso del nombre,


la fecha de nacimiento, el estado civil y la edad al ejercer el oficio; a esto po-
dría sumarse la existencia de lazos familiares con otros alcaldes o miembros
del Cabildo de Santa Fe, que se releva con el objeto de señalar la posible
presencia de redes parentales. El uso del apelativo de “Don” para referirse a
estos agentes resulta un indicador de prestigio social. La pregunta respecto de
la capacidad de firmar busca mostrar la posesión de ciertas aptitudes para el
desempeño del oficio; en muchos casos se pudo verificar, además y no como
derivado de ello, la capacidad de escribir. El lugar de residencia resulta un
dato relevante para ponderar si ejercían la magistratura en el mismo lugar del
que eran oriundos o no.
Los indicadores respecto de las propiedades y ocupaciones comprenden in-
formación respecto de la propiedad o posesión de terrenos a uno u otro lado del
río Paraná; de solares urbanos para la instalación de viviendas; de chacras, moli-
nos, tahonas; de ganado vacuno o mular; de tiendas o pulperías. Resultan de vital
interés para establecer relaciones entre los recursos económicos disponibles y la
posibilidad de ejercer el oficio y, asimismo, para analizar si los intereses económi-
cos particulares se vieron involucrados en la resolución de conflictos.
La incorporación de información respecto al desempeño de otros oficios por
parte del mismo agente apunta a exponer la existencia de una suerte de “carre-
ra”, no en el sentido de ejercicio profesional sino pensando que ciertos agentes
hubieran realizado un recorrido institucional por diversas funciones ligadas al
gobierno (y el señalamiento respecto de si los otros oficios se detentaron antes o
después de la alcaldía de la Hermandad pretende afinar los trazos de ese derro-
tero, en el sentido de definir si haber sido alcaldes les posibilitó luego acceder
a otras funciones). En la misma dirección se releva el rango miliciano de los
agentes, para ponderar la acumulación de potestades jurisdiccionales diferentes
en una misma persona (e, incluso, ambos datos se cruzan también según el año
en que comenzó el desempeño de cada uno para establecer si tal solapamiento
de funciones fue simultáneo).
No puede soslayarse que la composición de la tabla para recabar datos con
el fin de hacer una reconstrucción prosopográfica de los alcaldes de la Herman-
dad de la Bajada parte de decisiones teóricas, de asumir determinados posicio-
namientos respecto de cómo se comprende que se gobernaba una jurisdicción
rural en el siglo XVIII. Las variables que integran el perfil socio-económico al
que se pretende arribar fueron incorporadas en atención a responder interro-
gantes que surgen de las hipótesis de trabajo. Por caso, preguntarse por el lugar
de residencia, la ocupación, las propiedades o la tenencia de rango miliciano
por parte de los agentes estudiados apunta a establecer diferentes modalidades
de arraigo social de los mismos respecto de la población sobre la cual debían
administrar justicia.
Además, la información obtenida resulta interpelada por nuevas preguntas
que emergen del cuadro resultante, lo cual a su vez permite reformular las varia-
El estudio del gobierno de una jurisdicción
rural en el siglo XVIII 73

bles definidas (por ejemplo, generando nuevas categorías para aprehender de ma-
nera individualizada las diferentes formas de propiedad que fueron emergiendo).
En el caso analizado, la base de datos permitió no solamente recuperar algu-
nos rasgos socio-económicos salientes del conjunto de los agentes analizados60
–si bien se registran como una tendencia, cuya provisoriedad está vinculada con
el hecho de que se asienta sobre la información recabada hasta el momento, de-
jando abierta la posibilidad de que nuevas evidencias documentales la alteren–
sino también vislumbrar transformaciones diacrónicas. La imagen resultante
no debe pensarse, entonces, como un marco que encorseta la acción individual
sino como una plataforma social y cultural sobre la cual se montaron intereses
tan diversos como cambiantes. La pertinencia y las potencialidades de tal meto-
dología devienen, así, no tanto de la definición de un retrato de contornos preci-
sos asentado sobre el promedio de una serie de variables como de la posibilidad
de recuperar algunas particularidades locales de quienes asumieron la vara.
En este sentido, se propone conjugar la prosopografía con el microanálisis
de cara a dinamizar tal perfil, otorgándole primacía a las prácticas llevadas a
cabo por dichos alcaldes así como a los vínculos entablados por los mismos,
enfatizando las modalidades del ejercicio de su oficio en el camino de contri-
buir al estudio de las formas de construcción y desempeño de la autoridad local.

60 En un trabajo aún en preparación, se sostiene que la condición casi excluyente para asumir el
oficio parece haber sido poseer alguna vinculación con el territorio, es decir, la designación
supuso el otorgamiento de potestades jurisdiccionales a agentes que previamente contaban con
intereses o cierto influjo en el área. Grosso modo, la tendencia registrada parece indicar que
durante las primeras décadas del periodo considerado resultaron investidos como alcaldes de la
Hermandad vecinos de Santa Fe que se relacionaban con la otra banda del Paraná fundamental-
mente a partir de dos variables: poseían suertes de estancia o ganado en ese lugar o detentaban
un rango jerárquico en las compañías milicianas allí asentadas, e incluso ambas cosas. Mientras
que en los últimos tres decenios el perfil medio habría sufrido algunas modificaciones: si bien
se mantuvo la presencia de agentes que también cumplían funciones de mando en las milicias
locales, a los chacareros se agregaron los comerciantes que se desempeñaron como jueces;
desde los años 1760, además, pasó a ser preponderante que la vara recayera sobre personas que
residían en el Pago, ya sea en el poblado de Paraná o en alguno de sus parajes rurales.

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