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Contexto histórico del romanticismo

1. EL ROMANTICISMO LITERARIO<br />El Romanticismo literario es el movimiento que


dominó la literatura en Europa desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. Se
caracteriza por su entrega a la imaginación y la subjetividad, su libertad de pensamiento y
expresión y su idealización de la naturaleza .El romanticismo fue, pues, un estilo de vida
cuyos rasgos más característicos son los siguientes: la imaginación y la sensibilidad serán
bandera frente a la razón y la intelectualidad; el ansia de libertad se manifiesta en contra de
todas las formas impuestas que coartan en el individuo la propia esencia de sí mismo; el
instinto y la pasión conducen al ser humano a un entusiasmo exagerado o a un profundo
pesimismo. En el caso de conducir al hombre al sentimiento pesimista, provoca en el
romántico la huida que se puede plasmar en dos vías distintas: la de los viajes o la de los
suicidios.<br />El término romántico se empleó por primera vez en Inglaterra en el siglo XVII
con el significado original de `semejante al romance, con el fin de denigrar los elementos
fantásticos de la novela de caballerías muy en boga en la época.<br />El Romanticismo no
fue un movimiento homogéneo, sino que en cada país adoptó formas de expresión
cambiantes y diferentes. El Romanticismo se caracterizó por la exaltación de los
sentimientos del individuo manifestada a través de la fantasía, lo pintoresco, lo desconocido.
Priorizó las relaciones espontáneas del hombre con su entorno y con la naturaleza frente a
los postulados más rigurosos de la razón.La relación del hombre con su mundo es dialéctica
y, por tanto, más expresiva y generadora de conflictos, que quedaron reflejados en los
distintos campos de la producción artística. La música romántica no se libró de ellos. El
compositor romántico parte de un supuesto revolucionario para la historia no solo de la
música, sino también del arte: crea a partir de la libre inspiración del artista, de sus más
hondas emociones y sentimientos. Por ello, la música expresará los estados de ánimo del
creador por medio de un exacerbado lirismo en cierto caso, o disconformes disonancias en
otros.<br />CONTEXTO HISTÓRICO DEL ROMANTICISMO<br />El romanticismo es un
movimiento artístico e intelectual que se implanta a finales del s.XVIII. Surge en el Reino
Unido aunque recibe el impulso final y se consolida como reacción en Alemania.<br />Nace
como reacción contra el neoclasicismo y los principios de la ilustración (contra la fuerte
imposición del racionalismo) y supone una exaltación de la libertad y la exaltación de lo que
suponen una evasión y un romper con las imposiciones.<br />En España, el romanticismo
es más tardío. Se impone en 1810 y está relacionado con la evolución cultural y política,
busca sus raíces en Inglaterra y Alemania.<br />CONTEXTO HISTÓRICO Y QUÉ
SUPUSO<br />A finales del siglo XVIII se produce en Europa una serie de acontecimientos
revolucionarios que marcan el inicio del nuevo orden social. La Revolución Industrial
asentaba los ideales liberales y significaba el auge burgués, la Americana creaba los
derechos individuales y la francesa proclamaba la libertad, igualdad y fraternidad de los
pueblos. <br />Por lo que se refiere al mundo de las ideas, es una época donde los
pensadores comienzan a minar las reglas y el concepto de la razón, tan utilizado durante
años atrás. Kant es quien se encargó de demostrar, a través de “Crítica a la razón pura”,
que el motor ilustrado ya no servía.<br />El Romanticismo supuso el fin del orden clásico,
sobre todo en la cuestión perspectivita. Acabó con la Monarquía absoluta, con la razón y la
regla. Creó un nueva escala de valores donde predominaba el `yo' en detrimento de la
realidad exterior. Se produjo una supremacía de lo popular, lo que implicaba un rechazo del
Neoclasicismo (que abogaba por un estilo elitista). Se encuentra un fuerte componente
nacionalista en contra de las actitudes universalizantes de los ilustrados. Por otro lado, la
mayoría de los autores románticos reivindicaron el Cristianismo frente al paganismo
grecolatino.<br />AUTORES DESTACADOS EN COLOMBIA<br />Nuestro país está lleno
personas con capacidades, donde cada uno destaca por su talento. En esta ocasión
Colombia además de ser rica en flora y fauna, también es rica por su cultura en la
literatura.<br />El romanticismo ha sido uno de los temas más destacados, por lo tanto las
historias lo acompañan con sus magníficos autores, entre ellos están:<br />-José Eusebio
caro<br /> Nació el 5 de marzo de 1817 –Ocaña, fue un poeta y escritor de la generación
posterior a la Independencia De Colombia. También fue ideólogo y fundador del partido
conservador colombiano, viajó a EE.UU. en 1850 y regreso a Colombia en 1853 con fiebre
amarilla y murió en Santa Marta.<br />Son célebres “Héctor”, “Una lágrima de felicidad”, “El
pobre”, “Estar contigo”, “En boca del último inca”, “El hacha del proscrito”, “Despedida de la
Patria”, “La Hamaca del destierro”, “El alta mar” (poema lírico por excelencia) y “La libertad y
el socialismo”.<br />-Julio Flórez1867 1867 <br />Nacido en Chinquiquira, Boyaca, el 22 de
mayo de 1867 y fallecido el 7 de febrero de1923 en Usiacurí, Atlántico <br />Obras
notables: Mis flores negras, la araña y idilio eterno<br />-Rafael Pombo<br />Nació el 7 de
Noviembre de 1833, en Bogotá Colombia. Fue un poeta, escritor, fabulista, traductor,
intectual y diplomático.<br />Obras notables: El renacuajo paseador, La pobre viejecita,
Mirringa mirronga, Simón el bobito, El Niágara.<br />El Autor Electo:<br />-Jorge Isaacs<br
/>Jorge Isaacs nació en Cali, Colombia el primero de Abril de 1837, hijo de un comerciante
Inglés radicado en Jamaica, Henry Isaacs, de origen Judío quien se convirtió al Cristianismo
para casarse con Manuela Ferrer Scarpetta.<br />Después de cursar sus estudios primarios
en Cali y Popayán viaja a Bogotá e ingresa al colegio del espíritu santo, mas adelante
estudia en los Colegios San Buenaventura y San Bartolomé, pero no llega a graduarse. A
los 5 años regresa al Valle del Cauca para residir en la Hacienda El Paraíso, donde se
desarrolla gran parte de las escenas de su novela. A los dieciséis año es obligado a tomar
parte en la primera de las guerras en que participó, 2 años después contrae matrimonio
Felisa González Umaña de solo catorce años.<br />Jorge Isaacs vuelve a tomar las armas
entre 1860 y 1861 para combatir al lado del gobierno Liberal contra las fuerzas insurrectas
del General Tomás Cipriano de Mosquera; pero siempre estaba el refugio de la literatura,
aunque en realidad nunca dejó de escribir o de concebir planes literarios, tal como lo
demuestran entre muchos ejemplos, la publicación del primer canto del Poema “Saulo”
dedicado al presidente Roca de Argentina “La tierra de Córdoba” o la redacción de una
sentida elegía con motivo de la muerte de Elvira, hermana de su amigo, el poeta José
Asunción Silva.<br />En 1880 publica La Revolución Radical de Antioquia, donde explica su
participación en la invasión de se estado, es además cónsul entre 1871 y 1873 en Santiago
de Chile, pero siempre se refugió en la literatura<br />Jorge Isaacs muere en Ibagué en
Abril de 1895, pobre y absolutamente desilusionado, victima de sus fracasos políticos y sin
conseguir ninguna retribución económica por habernos legado una de las obras más
famosas de la literatura Latinoamericana.<br />MARIA<br />Romántica, triste y clásica
novela colombiana, en cuya trama se unen el amor y el dolor de los amantes: Efraín y
María.<br />"María" tiene como protagonista a Efraín, que viaja del Cauca a Bogotá para
emprender sus estudios, dejando allí a su familia y a María, quien comienza a despertar un
amor intenso en él. Luego se van desarrollando acontecimientos y circunstancias de la vida
que llevan a la pérdida irreparable de su amada y al dolor sin consuelo.<br />Breve
Resumen de "María"<br />Siendo muy joven, Efraín deja el Cauca para realizar sus
estudios en Bogotá, y lo hace con gran dolor, por alejarse de los suyos y de su prima María,
por la que ya siente un gran amor.<br />Al cabo de seis años regresa a su terruño, y se
reaviva el amor adolescente. El idilio entre Efraín y María en esos tres meses que dura la
estada del joven antes de viajar a Londres a continuar sus estudios, los hace comprender
que siempre estarán unidos por la intensidad de sus sentimientos..<br />Pero si bien están
apasionadamente enamorados, no quieren demostrarlo a los demás, y el romance se
mantiene totalmente en secreto, solamente encubiertos por la hermana de Efraín,
Emma.<br />Sucede a la vez que un joven del lugar, Carlos, comienza a enamorarse de
María y a pretenderla.<br />Mientras tanto, en el seno de la familia de Efraín, se suceden
hechos que afectan a los jóvenes. Una sucesión de malos negocios, afecta la salud del
padre del muchacho. Llega el momento de la partida de Efraín con la preocupación de la
situación económica familiar, el estado de su padre y el alejarse nuevamente de los
románticos buenos ratos vividos con su amada. Pero el momento de la partida ha
llegado.<br />Pasaron dos años desde que Efraín se marchara, y María enferma
gravemente. Al enterarse Efraín, emprende su regreso temiendo por la salud de su amada
maría.<br />Cuando el joven llega a su hogar, su hermana Emma, llorosa y de luto, le da la
noticia de la muerte de María.<br />Efraín no encuentra consuelo a su dolor, y llora su
congoja sobre la tumba de María. Después decide partir con infinita pena, sin saber bien
hacia dónde, acompañado en sus sentimientos por el paisaje que se entristece en sombras
como acompañando en el dolor al desconsolado Efraín.<br />

Temas del romanticismo


El paisaje
El paisaje es uno de los elementos más importantes del romanticismo en Colombia.
Mientras que en Europa los autores hablaban de la vuelta a la vida más natural y a su
belleza, en Colombia los autores adaptaron el paisaje a sus emociones.

Nacionalismo
El romanticismo en Colombia se encargó de exaltar todo aquello que fuese nacional y
popular. Los personajes de las obras fueron creados teniendo en cuenta fragmentos del
folclor y las expresiones culturales colombianas.

Vida y muerte
Se trata un dilema existencial o dualidad entre la idea de vida y muerte. El hombre es un
individuo que sufre por un destino ajeno a su voluntad.

Los problemas sociales afectan a los seres humanos, pero más allá de estos se encuentra
la muerte, que todo lo puede cambiar (Paz, 2013).

Características
– Predomina el sentimiento sobre la razón.

– El pasado es percibido y recordado con nostalgia.

– Aquello que es bello es verdadero.

– Hay un culto por el genio y la individualidad.

– Énfasis en la búsqueda de libertad (emancipación) manifiesto en todos los campos de


desarrollo humano.

– Lenguaje romántico y poético.


– Fantasioso y alejado de la realidad.

– Idealista y a veces pesimista.

Autores
Rafael Pombo (1833 – 1912)
Nacido en Bogotá, Pombo fue uno de los poetas más importantes del movimiento romántico
no solo en Colombia, sino también en el resto del continente. Escribió fábulas famosas
como La pobre viejecita y El renacuajo paseador.

Pertenecía a la aristocracia criolla, pudiendo estudiar varias lenguas y traducir de forma


ejemplar algunas obras literarias grecolatinas clásicas. Fue escritor, traductor, intelectual y
diplomático, dedicado a la labor literaria desde los diez años.

Vivió 17 años en Estados Unidos como secretario de la legación de Colombia en Nueva


York. Allí pasó sus años de mayor producción literaria.

En su obra, Dios, la naturaleza y la mujer son protagonistas. Trata al vigor, la rebeldía y la


ironía en gran parte de su obra.

Su producción romántica está inspirada en las obras de Víctor Hugo, Lord Byron, Leopardi,
Zorrilla y los autores grecolatinos clásicos. Hizo múltiples traducciones de autores ingleses y
franceses.

Julio Arboleda (1817 – 1862)


Nacido en Timbiquí, Arboleda pertenecía a la aristocracia caucana. Fue un importante
abogado, poeta, orador, militar, periodista, diplomático, político, parlamentario, estadista, y
dramaturgo.

En 1861, fue elegido presidente de la República Granadina (hoy en día Panamá y


Colombia).

Defensor de los ideales de la clase aristocrática colombiana, Arboleda se opuso a la


abolición de la esclavitud y a la transformación de los principios políticos y religiosos
tradicionales de Colombia. Siendo un reconocido militar, participó en cuatro guerras civiles
entre 1851 y 1862.

Fue además un poeta del romanticismo, reconocido por el trasfondo erótico y amoroso en
su obra. Autor también de poesía política. Se le reconoce en el ámbito literario como un
héroe del romanticismo.

José Eusebio Caro (1817 – 1853)


Nacido en Ocaña, es reconocido por haber escrito obras como Estar contigo, El pobre,
Héctor, y Una lágrima de felicidad.

Muere después de contagiarse de la fiebre amarilla durante un viaje que realizó a Estado
Unidos en el año 1850.
Fue un poeta y escritor que vivió en la generación posterior al grito de independencia de
Colombia. Perteneció a la primera etapa del romanticismo colombiano y fue uno de los
fundadores del Partido Conservador Colombiano.

A pesar de no conseguir terminar sus estudios en derecho, fue un parlamentario exitoso y el


administrador de hacienda de la república.

Fundó varios periódicos en los que colaboró como redactor. Esencialmente fue un poeta
lírico del romanticismo, constantemente inquieto y rectificando su ideología.

Su estilo poético fue influenciado por los españoles, ingleses, franceses e italianos clásicos.
Fue innovador en el uso de la métrica, siendo un antecesor del posterior trabajo de Rubén
Darío.

Jorge Isaacs (1837 – 1895)


Nacido en Santiago de Cali, Isaacs es el autor de la obra más importante del movimiento
romántico en Colombia: La María.

Fue el hijo de un judío inglés de origen jamaiquino, casado con la hija de un oficial de la
Marina de España. Su padre era el dueño de la hacienda “El Paraíso”, espacio donde se
desarrolla La María.

La María ha sido una obra leída durante estos más de 150 años sin perder vigencia. Su
ubicación espaciotemporal se da en la época en la que finaliza la esclavitud en Colombia.

Se hace alusión a los esclavos mientras se habla de la historia de dos enamorados (María y
Efraín), siendo estos dos primos (Isaacs, 2016).

Historia
Primera corriente (1830 – 1860)
La primera corriente del romanticismo en Colombia tiene lugar al mismo tiempo que los
periodos de búsqueda de un gobierno más estable (anarquía) y la liberación de la nación.

Los autores de esta primera corriente provienen del movimiento neoclásico, y buscan
principalmente afirmar los valores cívicos y exaltar la patria.

Segunda corriente (1860 – 1880)


Tiene lugar al mismo tiempo que el momento en el que se lleva a cabo la organización del
estado nacional. Las obras poéticas son más limpias, depuradas y menos exaltadas. La
estética es más desinteresada e impersonal.

Sin embargo, la producción literaria estaría sujeta a las variables relacionadas con el
contexto histórico y a las diferentes posturas que los individuos tomaran en relación a la
vida social (Heath, 1999).

Referencias
Giraldo, M. L. (2012). El concepto de romanticismo en la historiografía literaria colombiana
(The Concept of Romanticism in Colombian Literary Historiography). Estudios de literatura
colombiana.
Heath, D. (1999). Introducing Romanticism: A Graphic Guide. London: Icon Books.
Isaacs, J. (2016). María. México DF: Selector.
Lorena, M. (1 de May de 2012). Descubriendo la Literatura Colombiana.
Paz, J. R. (5 de June de 2013). LITERATURA UNIVERSAL SIGLO XVII AL XIX.

Entre los géneros literarios del romanticismo en Colombia se pueden encontrar la novela, el
teatro, la poesía, el artículo, la leyenda y el ensayo.

Cantos del Trovador (fragmento)


José Zorrilla (1817–1893)
¡Ven a mis manos, ven, arpa sonora!
¡Baja a mi mente, inspiración cristiana,
Y enciende en mí la llama creadora
Que del aliento del Querub emana!
¡Lejos de mí la historia tentadora
De ajena tierra y religión profana!
Mi voz, mi corazón, mi fantasía
La gloria cantan de la patria mía.

Venid, yo no hollaré con mis cantares


Del pueblo en que he nacido la creencia,
Respetaré su ley y sus aliares;
En su desgracia a par que en su opulencia
Celebraré su fuerza o sus azares,
Y, fiel ministro de la gaya ciencia,
Levantaré mi voz consoladora
Sobre las ruinas en que España llora.

Mi tierra (fragmento)
Rosalía de Castro (1837-1885)
A un tiempo, cual sueño
que halaga y asombra,
de los robles las hojas caían,
del saúco brotaban las hojas.
Primavera y otoño sin tregua
turnan siempre templando la atmósfera,
sin dejar que no hiele el invierno,
ni agote el estío
las ramas frondosas.
¡Y así siempre! en la tierra risueña,
fecunda y hermosa,
surcada de arroyos,
henchida de aromas;
que es del mundo en el vasto horizonte
la hermosa, la buena, la dulce y la sola;
donde cuantos he amado nacieron,
donde han muerto mi dicha y mis glorias.

JOSÉ DE ESPRONCEDA (España. 1808 – 1842)


Canto a Teresa. Espronceda

¡Ay!, aquella mujer, tan sólo aquella,


tanto delirio a realizar alcanza,
y esa mujer tan cándida y tan bella,
es mentida ilusión de la esperanza
es el alma que vívida destella
su luz al mundo cuando en él se lanza,
y el mundo con su magia y galanura
es espejo no más de su hermosura.
Es el amor que al mismo amor adora,
el que creó las sílfides y ondinas,
la sacra ninfa que bordando mora
debajo de las aguas cristalinas;
es el amor que recordando llora
las arboledas del Edén divinas,
amor de allí arrancado, allí nacido,
que busca en vano aquí su bien perdido
¡Oh llama santa! ¡Celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡Memoria
acaso triste de un perdido cielo,
quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh mujer, que en imagen ilusoria,
tan pura, tan feliz, tan placentera,
brindó el amor a mi ilusión primera!

GIACOMO LEOPARDI (Italia. 1798 – 1837)


El primer amor, Canto X. Leopardi

Vuelve a mi mente el día en que el combate


sentí de amor por vez primera, y dije:
«¡Ay de mí, si es amor, cómo acongoja! »

Con los ojos clavados en la tierra,


yo contemplaba a aquella que, inocente,
mi corazón hizo vibrar primero.

¡Ay, amor, y cuán mal me gobernaste!


¿Por qué tan dulce amor debió consigo
llevar tanto dolor, tanto deseo,

y ni sereno, ni íntegro y sencillo,


mas lleno de lamentos y de afanes,
bajó a mi corazón tanto deleite?
Y dime, tierno corazón, ¿qué espanto,
qué angustia era la tuya al pensamiento
junto al cual era hastío todo goce?
el pensamiento aquel, que, lisonjero,
se te ofreció en la noche, cuando todo
quieto en el hemisferio aparecía.

En la Diestra de Dios Padre


Fragmento

Este dizque era un hombre que se llamaba Peralta. Vivía en un pajarate muy grande y muy
viejo, en el propio camino real y afuerita de un pueblo donde vivía el Rey. No era casao y
vivía con una hermana soltera, algo viejona y muy aburrida. No había en el pueblo quién no
conociera a Peralta por sus muchas caridades: él lavaba los llaguientos; él asistía a los
enfermos; él enterraba a los muertos; se quitaba el pan de la boca y los trapitos del cuerpo
para dárselos a los pobres; y por eso era que estaba en la pura inopia; y a la hermana se la
llevaba el diablo con todos los limosneros y leprosos que Peralta mantenía en la casa.
"¿Qué te ganás, hombre de Dios -le decía la hermana-, con trabajar como un macho, si
todo lo que conseguís lo botás jartando y vistiendo a tanto perezoso y holgazán? Casáte,
hombre; casáte pa que tengás hijos a quién mantener".
"Cálle la boca, hermanita, y no diga disparates. Yo no necesito de hijos, ni de mujer ni de
nadie, porque tengo mi prójimo a quién servir. Mi familia son los prójimos". "¡Tus prójimos!
¡Será por tanto que te lo agradecen; será por tanto que ti han dao! ¡Ai te veo siempre más
hilachento y más infeliz que los limosneros que socorrés! Bien podías comprarte una muda
y comprármela a yo, que harto la necesitamos; o tan siquiera traer comida alguna vez pa
que llenáramos, ya que pasamos tantas hambres. Pero vos no te afanás por lo tuyo: tenés
sangre de gusano".
Tomás
Carrasquilla.

MARIA
CAPITULO IV

Dormí tranquilo, como cuando me adormecía en la niñez uno de los maravillosos cuentos
del esclavo Pedro.
Soñé que María entraba a renovar las flores de mi mesa, y que al salir había rozado las
cortinas de mi lecho con su falda de muselina vaporosa salpicada de florecillas azules.
Cuando desperté, las aves cantaban revoloteando en los follajes de los naranjos y
pomarrosos, y los azahares llenaron mi estancia con su aroma tan luego como entreabrí la
puerta.
La voz de María llegó entonces a mis oídos dulce y pura: era su voz de niña, pero más
grave y lista ya para prestarse a todas las modulaciones de la ternura y de la pasión. ¡Ay!
¡Cuántas veces, en mis sueños, un eco de ese mismo acento ha llegado después a mi
alma, y mis ojos han buscado en vano aquel huerto donde tan bella la vi en aquella mañana
de agosto!
La niña cuyas inocentes caricias habían sido todas para mí, no sería ya la compañera de
mis juegos; pero en las tardes doradas del verano estaría en los paseos a mi lado, en medio
del grupo de mis hermanas; le ayudaría yo a cultivar sus flores predilectas; en las veladas
oiría su voz, me mirarían sus ojos, nos separaría un solo paso.
Luego que me hube arreglado ligeramente los vestidos, abrí la ventana y divisé a María en
una de las calles del jardín, acompañada de Emma: llevaba un traje más oscuro que el de la
víspera, y el pañolón color de púrpura, enlazado a la cintura, le caía en forma de banda
sobre la falda; su larga cabellera, dividida en dos crenchas, ocultábale a medias parte de la
espalda y pecho: ella y mi hermana tenían descalzos los pies. Llevaba una vasija de
porcelana poco más blanca que los brazos que la sostenían, la que iba llenando de rosas
abiertas durante la noche, desechando por marchitas las menos húmedas y lozanas. Ella,
riendo con su compañera, hundía las mejillas, más frescas que las rosas, en el tazón
rebosante. Descubrióme Emma: María lo notó, y sin volverse hacia mí, cayó de rodillas para
ocultarme sus pies, desatóse del talle el pañolón, y cubriéndose con él los hombros, fingía
jugar con las flores. Las hijas núbiles de los patriarcas no fueron más hermosas en las
alboradas en que recogían flores para sus altares.

Pasado el almuerzo, me llamó mi madre a su costurero.


Emma y María estaban bordando cerca de ella.
Volvió ésta a sonrojarse cuando me presenté; recordaba tal vez la sorpresa que
involuntariamente le había yo dado en la mañana.
Mi madre quería verme y oírme sin cesar.
Emma, más insinuante ya, me preguntaba mil cosas de Bogotá; me exigía que le
describiera bailes espléndidos, hermosos vestidos de señora que estuvieran en uso, las
más bellas mujeres que figuraran entonces en la alta sociedad. Oían sin dejar sus labores.
María me miraba algunas veces al descuido, o hacía por lo bajo observaciones a su
compañera de asiento; y al ponerse en pie para acercarse a mi madre a consultar algo
sobre el bordado, pude ver sus pies primorosamente calzados: su paso ligero y digno
revelaba todo el orgullo, no abatido, de nuestra raza, y el seductivo recato de la virgen
cristiana. Ilumináronsele los ojos cuando mi madre manifestó deseos de que yo diese a las
muchachas algunas lecciones de gramática y geografía, materias en que no tenían sino
muy escasas nociones. Convínose en que daríamos principio a las lecciones pasados seis u
ocho días, durante los cuales podría yo graduar el estado de los conocimientos de cada
una.
Horas después me avisaron que el baño estaba preparado, y fui a él. Un frondoso y
corpulento naranjo, agobiado de frutos maduros, formaba pabellón sobre el ancho estanque
de canteras bruñidas: sobrenadaban en el agua muchísimas rosas; semejábase a un baño
oriental, y estaba perfumado con las flores que en la mañana había recogido María.

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