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La estructura del discurso pedagógico - Basil Bernstein

Cap. II - La clase social y la práctica pedagógica.


Comentario:
“La primera gran virtud del
hombre fue la duda, y el
primer gran defecto la fe” -
Carl Sagan

Cabe destacar, si hablamos desde la perspectiva de Bernstein, que la relación construida


a partir de los sujetos de análisis -transmisor y adquirente- dentro del ambiente que se
comprende dentro de las prácticas pedagógicas, guardan de forma implícita estructuras
o reglas jerarquizadas del saber cultural que se pretende enseñar. Es decir; “…Sí estas
reglas constituyen lo que podemos llamar el ‘como’ de cualquier práctica, cualquier
‘como’ concreto creado por un conjunto de reglas actúa de manera selectiva sobre el
‘que’ de la práctica; la forma de su contenido” (Bernstein, B. 1994:72).
En la empresa por distinguir una práctica pedagógica como transmisor cultural y
lo que ella transmite la base de las reglas fundamentales que la componen de cualquier
práctica pedagógica que asume la importancia de las habilidades vocacionales y una
práctica independiente del mercado reclamando así una orientación a la supuesta
autonomía del saber; las practicas pedagógicas orientadas respecto al mercado o al saber
causando desigualdades de clase hay que ubicar la práctica pedagógica como un
transmisor de cultura que la produce y al mismo tiempo la está reproduciendo en los
distintos campos haya la forma en como son transmitidos los contenidos su forma
correcta en que deberían ser transmitidos, la relación que existe entre producción y
transformación cultural es esencialmente una relación pedagógica basada en dos puntos
claros para que exista esta interacción transmisores y adquirentes1.

(Fig. 1)2
Aquí entra el protagonismo de las reglas que deben de existir en la práctica
pedagógica como un transmisor social o cultural estructurando que en cualquiera que
1
Bernstein, B. (1994) - “La estructura del discurso pedagógico”. (pp.72) .Ediciones Morata, Madrid, España.
2
Ídem. (pp. 73)
sea la relación pedagógica tanto el transmisor como adquirente debe saber serlo en su
momento, suponiendo un adquisición de las reglas para mantener un orden social
caracteres y modales para una conducta apropiada en esta relación a la que nos
referimos, están reglas de conducta más conocidas como reglas jerárquicas
estableciendo un orden de modales y carácter. Señala Bernstein entonces que; “… La
regla fundamental es la reguladora (…) en pocas palabras toda educación es
intrínsecamente una actividad moral que articula la ideología, ideologías dominantes
del grupo o grupos dominantes…” (Bernstein, B. 1994:74)
Por otra parte, cuando se produce entonces, una transmisión, no siempre esta se
da de una manera simultánea ya que deben ordenarse de forma secuencial - una después
de la otra-, de modo que se pueda apreciar que efectivamente hay un progreso. Un
procedimiento evidenciado por la práctica para ir observando pausadamente lo que en
realidad se está transmitiendo. Se esté aplicando en el ámbito cotidiano o en este caso
sería un ámbito escolar, se estima que hay criterios que asimilara el adquiriente
representado en su práctica o la de los demás esto permitiéndole comprender lo que se
considera comunicación legitima o ilegitima, principalmente la regla reguladora donde
lo esencial es que el docente evalué las competencias de adquiriente es simple al sujeto
se le otorga unas metas donde llegar y esta regla lo que hace es planificar que se esté
cumpliendo con el debido proceso de aprendizaje 3. Si se re contextualiza en la
generación de modalidades de la práctica pedagógica una regla jerárquica explicita que
habrán una relaciones de poder que serán muy claras algo que ya está estipulado y es
visible, ya que hablando de la regla jerárquica implícita esta será más difícil de
reconocer a un transmisor es decir el poder persiste pero este se encuentra enmascarado,
ubicando al maestro se expresa con el medio directamente, pero actúa indirectamente
sobre los que adquieren por ello se determina que esta regla se expresa de esta dos
formas , lo mismo pasa con las reglas de secuencia explícitamente se tiene conocimiento
de que hay un proceso que recorrer para llegar al desarrollo de una competencia ya
estipulada es decir se regirán por optar que el sujeto se comporte de una manera
determinada este sujeto tiene claro siempre cuál es su norte, se puede decir que su
estado de conciencia se encuentra activo.
Enmarcando la diferencia entre lo implícito y lo explicito, se habla de lo
implícito cuando en principio el niño nunca puede conocer su proyecto temporal,
esencialmente conoce la información que le otorga su transmisor, ya que en el caso
explicito este si tiene una conciencia de su conciencia temporal un proceso que
secuencialmente solo el profesor o transmisor puede conocerlo aunque suenen
diferentes estas nociones a lo largo del proceso surgen una relación la una con la otra.
Varias de algunas teorías hablan de lo implícito donde el sujeto se convierte en una
especie de texto que solo el transmisor o maestro es capaz de leer, en las otras donde los
niños se hacen participes de forma activa en sus adquisiciones todo esto re
contextualizado en código representado de forma de lectura, una secuencia expresada
donde el maestro conoce su propia creación por ello la noción de poder identificar cada
conducta del sujeto al cual transmitió4.
Las reglas de criterio por su campo actúan de igual manera explícita mente el
maestro busca que el sujeto tenga la noción de hallarle sentido a lo que se está haciendo,
y como apoyo ir construyendo para que este innove es decir, el aporte de la pedagogía

3
Bernstein, B. (1994) - “La estructura del discurso pedagógico”. (pp.75) .Ediciones Morata, Madrid, España.
4
Ídem. (pp.75)
es poner a disposición del niño lo que le hace falta al producto este tiene conocimiento
de los criterios quizás este no sean de su gusto más sin embargo serán aplicados, cuando
hablamos del proceso implícito es cuando este sujeto aun contando con los elementos,
herramientas este desconoce los criterios que de por si tiene que cumplir se distingue
una práctica pedagógica que están conformadas por reglas jerárquicas, secuenciales, con
criterios implícitos y explícitos5.

(Fig. 2)6
En los tipos de prácticas pedagógicas, está la practica discursiva visible donde
se da cierta importancia al producto externo del niño, este opera para producir
diferencias entre los mismos sujetos practicas estratifica doras de transmisión
consecuencia del aprendizaje tanto para los transmisores como para los mismos
adquirentes, un texto que crea y la medida en que ese texto se ajusta a los criterios
dados. En la pedagogía invisible es solo el transmisor quien conoce las reglas
discursivas las reglas del orden y la instrucción esta es invisible por el adquiriente
fundamentalmente porque es el adquiriente quien llena el espacio pedagógico tienen
menos que ver con la producción de diferencias estratificadas estas se preocupan por
disponer las competencias compartidas con el fin de desarrollar realizaciones adecuadas
al adquiriente7.
Las prácticas pedagógicas constituyen transmisiones culturales de la distribución
de poder aunque las pedagogías visibles e invisible son en apariencia en tipos opuestos,
demostraran que ambas llevan consigo supuestos de clase social, esto hace más
probable que se ajuste a los supuestos de una pedagogía visible la fracción de la clase
media cuyos puestos de trabajo tiene relación directa con el campo económico
-producción, distribución, y circulación de capitales- la educación constituye un medio
fundamental de reproducción cultural y económica, aunque quizás menos para la
directamente relacionada con el campo económico8, todo en la búsqueda de que el niño
5
Bernstein, B. (1994) - “La estructura del discurso pedagógico”. (pp.76) .Ediciones Morata, Madrid, España.
6
Ídem. (pp.76, 77)
7
Ídem. (pp.76)
8
Bourdieu, P, Passeron, J. (1979) - “La Reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza”.
(pp.115) Editorial Laia, S.A, Barcelona, España.
vaya a explotar sus capacidades. Se habla de una reducción de espacios en la cual las
clases de pedagogía ya sea visible lo invisible, una dificultaría a la otra ya que si
hablamos en la visible el espacio es reducido, mientras que en el invisible se busca que
el niño o sujeto sea libre pueda desarrollarse un campo sin restricción , es una reducción
que incrementa necesariamente el coste del espacio, vinculando a este al requisito
espacial que se traslada al espacio familiar está más que claro que la familia no pueda
emplear una pedagogía invisible cuando hay muchos miembros confinados en un
espacio. Entre las formas orientadas al saber y dirigidas hacia el mercado es decir entre
las forma autónoma y dependiente de la pedagogía la pedagogía visible autónoma, es
tanto una forma sagrada como profana, dependiendo esencialmente de la propia postura
como transmisor o adquirente, por otra parte la pedagogía visible orientada al mercado
constituye una forma verdaderamente secular nacida del contexto de la educación de
coste-eficacia de la que se dice promueve las destrezas, actitudes y tecnología en una
época de desempleo juvenil crónico y a gran escala9.

(Fig. 3)10
Se puede concluir que, la intervención de la pedagogía en cada uno de los
campos de la sociedad, enmarcando la línea divisoria entre una formación donde se
lucha por que el sujeto aprenda, se mire que existe un conocimiento y el otro factor que
se preocupa simplemente en el ámbito de producción y laboral, un maestro que tenga la
capacidad de reconocer los códigos que ha puesto en sus sujetos, y el alumno como
lectura que ha creado su transmisor, lo más importante que considero resaltar es en
cuanto al espacio y la libertad que se dé a este para poder aumentar su desarrollo en la
búsqueda por una educación distinta con reales objetivos, que el proceso se desarrolle
de forma secuencial a un ritmo determinado.

9
Bernstein, B. (1994) - “La estructura del discurso pedagógico”. (pp.82) .Ediciones Morata, Madrid, España.
10
Ídem. (pp. 83)

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