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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.

-
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES

DEPARTAMENTO DE DERECHO PENAL

CURSO DE CRIMINOLOGIA

DOCENTE:

LIC. JONATHAN FUNES

CONTENIDO:

CRIMINOLOGIA SOCIALISTA

CRIMINOLOGIA CLINICA

CRIMINOLOGIA CRITICA

1
DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-
Contenido
1E. LA CRIMINOLOGÍA SOCIALISTA. ........................................................................................... 3
ESCUELA SOCIOLOGICA ............................................................................................................... 3
EL EGOÍSMO SURGE ........................................................................................................................ 7
POSTULADOS DE LA ESCUELA SOCIALISTA ........................................................................ 8
CARACTERISTICAS ........................................................................................................................... 8
CRITICA. ............................................................................................................................................. 9
E.I. EL MARXISMO CRIMINOLÓGICO.-...................................................................................... 10
POSICIONES VALORATIVAS ......................................................................................................... 12
Willem Adriaan Bonger ........................................................................................................... 12
Thorsten Sellin ......................................................................................................................... 13
2E. CRIMINOLOGÍA CLÍNICA ...................................................................................................... 14
CONCEPTO: ..................................................................................................................................... 14
ANTECEDENTES: ............................................................................................................................ 14
METODOS DE LA CRIMINOLOGÍA CLINICA: ........................................................................... 15
METODO CLINICO:........................................................................................................................ 15
PELIGROSIDAD DEL DELINCUENTE: ......................................................................................... 15
DIVISIONES DE LA CRIMINOLOGÍA CLINICA: ........................................................................ 16
ASPECTOS CRIMINOLOGICOS DEL DELITO: ........................................................................... 17
F. LA NUEVA CRIMINOLOGÍA CRÍTICA. ................................................................................... 19
LA CRISIS DE LA CRIMINOLOGÍA CRÍTICA .............................................................................. 21
CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y GARANTISMO PENAL ................................................................. 21
CONSIDERACIONES PREVIAS ...................................................................................................... 21
CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y GARANTISMO PENAL. CONTENIDO. ...................................... 23
LÍMITES EPISTEMOLÓGICOS DE LAS PROPUESTAS DE POLÍTICA CRIMINAL
ALTERNATIVA ................................................................................................................................. 27
CONCLUSIONES ............................................................................................................................. 28

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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-

1E. LA CRIMINOLOGÍA SOCIALISTA.


En el estudio del origen de la criminalidad, ha habido muchos estudios y teorías las cuales
han explicado y fundamentado en determinados ámbitos, en la doctrina se denominan teorías
o escuelas. Muchas han sido las teorías realizadas a lo largo de la historia en el campo de la
Criminología que han intentado averiguar el origen y las causas de la delincuencial, desde los
más diversos enfoques y corrientes científicas1. Así encontramos teorías de carácter endógeno
y exógeno cuyo fundamento se basa en aspectos psicológicos, biológicos, sociales, etc2.
Realizadas sobre diferentes estudios e investigaciones empíricas [estadísticas policiales,
judiciales y penitenciarias, Informes de auto denuncia (self-reporter studies)3, encuestas de
victimización, comparaciones de grupos, etc]
En donde surgen las teorías psicobiologicas, que comprende Escuela Clásica, Escuela Positiva,
Inteligencia y Delincuencia, Teoría de la Sexualidad de los niños y psicoanálisis ( SIGMUND
FREUD), Criminología Clínica, Teoría del Aprendizaje, Escuela Ecléctica, Escuela Francesa o
Escuela Social o sociológica, Escuela Anomica, Escuela Ecológica.

ESCUELA SOCIOLOGICA
La base de la Escuela Sociológica, la criminalidad y el delito tiene sus orígenes en los factores
sociales, Esta apoyada por el filosofo DURKHEIM, esta escuela no tiene su fundamento en el
contrato como la escuela positivista sino en la dialéctica. Esta escuela tiene antecedentes en la
universidad de Lyon, en especial en Lacassagne, en la cartográfica y en la de intersicologia con
Tarde. Son famosas las sentencias lapidarias de Lacassagne: "Las sociedades tienen los
criminales que se merecen y el medio social es el caldo del cultivo de la criminalidad mientras
que el microbio es el criminal". Para la escuela social, el presupuesto operante es el de la
desigualdad material y la división del trabajo, y no el de la igualdad del contrato. La
responsabilidad penal es individual, pero requiere una depuración de las fuerzas sociales.
Su sistema jurídico busca ante todo una justicia social y tiene un criterio político que busca la
comprensión y mejoras sociales. Tratándose del delincuente, la escuela social realiza los
estudios de estos bajo un enfoque sociológico, la patología se desplaza del campo individual al
social. Esta escuela introduce el estudio de la motivación en el delincuente y hace la medición
punitiva con base en factores objetivos y subjetivos., desde luego la lista de factores subjetivos
la amplia, y a mas de esto, no solo reconoce la atenuación punitiva derivada de ambas factores
sino que llega también a admitir la exclusión de responsabilidad. La escuela social fue la
primera en hacer la distinción entre lo patológico y lo no patológico, con énfasis en lo no
patológico.

1
El objetivo perseguido por los diferentes estudios y trabajos, se circunscribe, sustancialmente, a la necesidad de
individualizar causas diferentes o diferenciadas según los diversos tipos de delincuencia, para así, organizar diversos
tipos de tratamiento y específicos instrumentos de reeducación. BANDINI, Tullio: Criminologia e politica sociale.
Citado por VAZQUEZ GONZALEZ, Carlos, “Teorías Criminologicas sobre delincuencia juvenil” curso de experto
universitario en delincuencia juvenil y Derecho penal de menores, editorial Colex, Madrid, 2003.
2
RÜTHER, Werner: “Cuadernos de política criminal”, Nº 8, editorial Edersa, Madrid, 1979, pág. 52.
3
La base de estos estudios fundados en la llamada “autodenuncia” o “autoconfesión”, consiste en invitar a un grupo de
población a revelar su eventual participación en una serie de comportamientos constitutivos de infracciones de normas o
delitos y, en caso afirmativo, explicar los detalles sobre las características del hecho y la eventual reacción socio-
jurídica consiguiente. Generalmente se realizan mediante entrevistas o cuestionarios.

3
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La clasificación de delito y delincuente, Esta escuela nos dice que es normal, quedando a salvo
la anormalidad biológica y sicología del delincuente. Tiene una interpretación legal sico-
socio-juridica. Esta escuela permite un fuerte avance de la criminología, y con el favorece la
maduración de la misma hacia una ulterior integración, todavía inexistente, con el derecho
penal.
El mérito principal de la escuela social radica en introducir el concepto de "función social del
derecho, en el cual, la ley aparece como el mejor mecanismo para lograr una justa
composición y un equitativo desarrollo de la sociedad. Este concepto de función social a su
vez introdujo cambios de la mayor importancia en el derecho privado y en el derecho publico,
por ejemplo, con las figuras del abuso del derecho y de la expropiación, respectivamente y dio
comienzo a la eliminación de la arraigada separación tajante entre lo privado y lo publico,
división sobre la cual se basan todos los sistemas jurídicos.
Su fundamento teórico esta basado en la anomia, situación en la cual el desarrollo social
desborda al control institucional. El presupuesto operandi esta fundamentado en la
desigualdad material y una mayor división del trabajo. Sigue la responsabilidad en el campo
individual pero aparece la tendencia a socializarla.
La finalidad del sistema jurídico esta basado en el hallazgo del nivel natural en la
meritocrasia. El enfoque es sociológico y se dirige a la contracultura, pero no a la cultura.
Solo el proletario aparece representado en la estadísticas de criminalidad. Desde luego la
escuela anomica no hace caso omiso de la motivación en el delincuente, pero, en verdad,
tampoco hace de este aspecto su principal punto de meditación, puesto que la motivación
importante no esta en el individuo sino en la sociedad.
Al centrar el foco eruptivo de la delincuencia en la sociedad y no en el individuo, la medición
punitiva en si pierde importancia pues resulta de poca utilidad en el tratamiento de la
delincuencia mantenida erróneamente dentro de rigurosos esquemas individuales. Empieza
otro tipo de cuestionamiento en derredor de la facultad punitiva. EL principal aporte fue el
punto víctima de las peores criticas y rechazos: interpretación de la delincuencia proletaria,
estadísticamente muy representada en las cifras policiales de criminalidad.
Las corrientes que inspiraron a la Escuela Ssociologica o Francesa fueron: la Escuela
Antroposociológica de Lacasagne, y la Teoría Socialista de LORIA, TURATI Y COLAJANNI la
cual tiene sus Fundamentos en Carlos Marx y su obra el Capitalismo y en Frederich Engels.
Después del cambio de modo de producción del feudalismo y del industrialismo y a los
imperialismos industriales surgieron en el siglo pasado una serie de teorías que reaccionaban
contra estas, que buscaban explicar los fenómenos sociales desde la perspectiva económica,
creyendo que el mejoramiento o la solución a los problemas económicos resolverían los
demás problemas sociales, ya que la economía es la estructura y las demás son
infraestructuras.
La desigualdad económica.
Es sabido que el socialismo no está representado por una sola, sino por muchas escuelas, que
profesan diferentes doctrinas y manifiestan tendencias distintas, pero todas están de acuerdo
en creer que el fenómeno delito tiene su principal fuente en la desigualdad económica.

4
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Carlos Marx (1818-1883), que sostiene que las formas jurídicas, así como todo el proceso de la
vida social, tienen su raíz en las condiciones materiales de la existencia, principalmente en el
régimen de producción.
La historia de los pueblos no es más que la historia de la lucha de clases: burguesía y
proletariado; y las llamadas verdades eternas, como la religión, la moral, el derecho, la
libertad y la justicia no son otra cosa que una resultante de esa lucha en la cual hasta ahora ha
prevalecido la voluntad de la burguesía4.
Puesto que esto no ha de enterderse solo en el sentido de que la pobreza es la causa de la
criminalidad, como en la teoría del contrato, y es una tesis radical, entendenda basados en el
análisis y la deliberación, en donde define el delito como un mayor control de la clase
dominante sobre el proletariado5, y siendo la criminalidad un producto del abuso del poder,
un subproducto final de un pocedimiento de creación y apicacion de leyes que apuntan
siempre a las clases sometidas, teniendo una función legitimadora y conservadora del estatus
quo6, en donde el criminal es parte del mercado de trabajo, que facilita el equilibrio social, y
origina nuevas medidas de defensa social7.
Teorías del conflicto
Marx como precursor de las teorías socialistas, basado en la dialéctica y en conflicto, establece
que el crimen es elaborado a partir de la función de las relaciones de producción en la
sociedad capitalista, como un producto histórico, patológico y contingente de la sociedad
capitalista, en donde sus detractores negaban esto postulando que era producto normal de las
tensiones sociales y del ámbito politico8, en donde el orden social es propenso y predispuesto
para la lucha de clases, en donde la clase burgues se sive del Derecho y la Justicia penal. Pues
la justicia sirve para recluta a la población desviada de las filas de la clase trabajadora
Así, partiendo de la teoría de Marx y Engels, el crimen va tener una interpretación económica,
es decir, el crimen va ser producto de la explotación del proletariado, de la desigualdad social,
de la lucha de clases.
CARL MARX & FEDERICO ENGELS
Para Marx (1818-1883) el crimen es una de las patologías del sistema capitalista. Marx habla de
los beneficios del crimen, describiendo como un filósofo produce ideas, un poeta versos, un
cura sermones, un profesor libros, etc.… un criminal produce la criminalidad , pero el
criminal no tan sólo produce criminalidad, sino también la ley penal, los penalistas, los
tratados de criminalidad, el órgano policiaco, la administración de justicia con sus jueces,
jurados, abogados, verdugos, y todas las categorías dentro de la división del trabajo que crean
nuevas necesidades y nuevos medios de satisfacerlos. (Marx, 1970; citado en Rodríguez M.,
2003:328)

4
DEL RIO, J. Raimundo, “Explicaciones de Derecho Penal” generalidades, Tomo I, editorial Nascimento, Santiago de
Chile, 1990 pág. 132.
5
LOPEZ Y ARROLLO: Compendio de Criminologia y Politica Criminal; editorial Tecnos, Madrid, 1985 pág. 42
6
ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Criminologia, 3° ed. Tirand lo Blach, Valencia, 1996. Pág. 204
7
LOPEZ Y ARROLLO, Op Cit. Pag. 42. A nuestro punto de vista es tangible esta teoría, cuando en el año 2006 el 5 de
julio, en las manifestaciones contra aumento al pasaje murieron dos policías frente a las instalaciones de la Universidad
de El Salvador, lo cual origino que en la Asamblea Legislativa, elaboraron y aprobaron la ley antiterrorista.
8
ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Op cit. Pág. 204

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El criminal rinde un servicio al agitar los sentimientos morales y estéticos del público, e
interrumpe la monotonía y la seguridad de la vida burguesa. Marx sentencia que el día en el
que el mal desapareciera, la sociedad se verá averiada, si no es que desaparecerá también .
Explica la violencia como algo dado en toda sociedad de clases, por lo tanto cuando un
revolucionario recurre a ella es para oponerse a la violencia establecida. La violencia sólo se
extinguirá cuando no existan las clases sociales, pues desaparece el Estado y con él la violencia
socialmente organizada.9
Federico Engels (1820-1895) interpreta el crimen en los siguientes términos:
La rebelión de la clase obrera contra la burguesía comenzó poco después de alcanzar la
industria, en el sentido moderno, sus primeras etapas de desarrollo…está rebelión, en su forma
más cruda, prematura e infructuosa de manifestarse, asumió las características del crimen. El
obrero vivía en la indigencia y en la miseria, observando que otros llevaban una vida feliz. No
vislumbraba a comprender por qué él, que había hecho por la comunidad más que el rico
perezoso, había ser el que llevaba el peso del sufrimiento. La necesidad le obligaba a vencer su
respeto tradicional a la propiedad, y se tiró a robar. A medida que el rico progresaba, los delitos
aumentaban, y el mínimo anual de condenas correspondía sobre poco más o menos el número
de balas de algodón consumidas. Sin embargo, el obrero no tardó en darse cuenta de que con el
robo no salía ganando nada. El ladrón sólo podía protestar individualmente, aisladamente,
sobre la forma social imperante, y la sociedad caía sobre él con todo su peso, aplastándolo con
su abrumadora mayoría. El robo es la forma más primitiva de protesta, por eso no llegó a ser
jamás reflejo general del espíritu de la clase obrera, por mucho que los trabajadores la
perdonasen secretamente en el fuero interno de sus corazones. (Engels, 1949; citado en
Rodríguez M., 2003:329-330)
FILIPPO TURATI
Turati (1857-1932) escupe el régimen capitalista, declara que este produce no solamente
indigencia y un aumento de las necesidades, sino que estimula la codicia, favorece la comisión
de los delitos contra la propiedad y por lo tanto es generador de crimen; habla de que la
codicia se despierta por la enorme diferencia que existe entre los pobres y los ricos. 10
Turati acepta los tres órdenes de factores criminógenos (físicos, antropológicos y sociales), y
la clasificación de los delincuentes (locos, natos, pasionales, habituales y ocasionales), es
claro que la mayoría de los delincuentes lo son por razones sociales, pues haciendo las
necesarias exclusiones sólo quedaría un 10% de delitos en los que el origen es
predominantemente personal.
Afirma que una vez modificado el ambiente social, que es el que hace al ciudadano, aun la
pequeña minoría de delincuentes alienados, natos y pasionales, desaparecerán lenta y
paulatinamente, como resultado de un mejor orden social basado en la cultura, el bienestar
material, y en una selección natural ayudada y no contrariada.

9
Clase Social, género y situación laboral han sido considerados en los estudios, tanto ecológicos como
epidemiológicos y clínicos, como aspectos principales de la estructura social que influyen o configuran el bienestar
emocional y la aparición de trastornos de carácter psicosomático (Cochrane, 1983; Páez, 1986; citados en José, José &
Garrido, 1992:10).
10
Turati nos esta hablando de los delincuentes de cuello blanco y cuello dorado, ya que la codicia y ambición de estos
los lleva a corromperse por el crimen organizado, es tanto su egoísmo e hipocresía que abusan de su poder para someter,
humillar y aplastar las clase sociales que se encuentran debajo de estos.

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NAPOLEÓN COLAJANNI
Colajanni (1847-1921) afirma que el régimen que lograra la mejor distribución de la riqueza,
sería el régimen mundial contra la criminalidad. A mejor distribución de la riqueza, menor
criminalidad; a mejor organización social, menor criminalidad.
Siendo el factor económico sobresaliente, debe estudiársele en cuanto tiene una acción
directa sobre la génesis de la delincuencia, pues la carencia de satisfacciones es estímulo
suficiente para empujar al hombre a preverse de medios en cualquier forma, honrada y
criminal. Indirectamente, lo económico influye también en múltiples circunstancias como la
guerra, la vagancia, la prostitución, la educación, la familia, etc.

EL EGOÍSMO SURGE
De un sistema de producción basado sobre la propiedad privada y sobre el provecho
individual, como en un sistema de esta naturaleza los intereses son individualistas,
preocupados por el tener, viendo su propio beneficio, haciendo a los hombres cada vez más
egoístas y propensos al delito.
Considera que existen diferencias individuales, y que indiscutiblemente hay algunos sujetos
más propensos que otros a despertar la conducta criminal, pero el factor determinante será
siempre el ambiental, y corresponde a la Sociología Criminal explicar esta problemática.
Para Zdravó, Schneider, Kélina y Rashkovskaia el marxismo leninismo ha demostrado que el
propio nacimiento del capitalismo y su posterior desarrollo han estado acompañados por un
interrumpido aumento de la delincuencia, y da explicación de por qué la característica de
concentración de capital privado es en esencia profundamente antisocial. (Zdravó et. al., 1970;
citados en Rodríguez M., 2003:334)
Lenin menciono que la principal causa social de la delincuencia (violación de las normas de
convivencia), se encuentra en la explotación, en la necesidad y en la miseria de las masas. Con
la eliminación de esta causa principal los excesos inevitablemente empezarán a desaparecer.
No se sabe con que rapidez y en que medida, pero se sabe que va a desaparecer.
Cejas Sánchez, dice que el delito es un concepto jurídico de contenido antisocial que aparece
como consecuencia de la lucha de clases y sus inmediatas manifestaciones de explotación
humana , así, como fenómeno antisocial, el delito aparece como resultado de la lucha de
clases y sus consecuencias, en relación con las injusticias, la explotación y las frustraciones
individuales Cejas, 9 : .
Pasemos ya á la segunda cuestión: la de las causas u ocasiones de delito que existen en el
ambiente social. Los socialistas creen que desaparecimiento de determinadas instituciones y
una vez alcanzado su ideal, desaparecería la mayor parte de los delitos. Muchos sociólogos,
sin llegar hasta ese extremo, entienden que la criminalidad deriva en gran parte de factores
sociales, y que el legislador puede transformar el ambiente social de modo que disminuyan
los delitos.

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POSTULADOS DE LA ESCUELA SOCIALISTA
 El mundo se haya en constante movimiento, cambio y desarrollo, nada es
inmutable.
 El cambio es una forma dialéctica
 La base economica de la sociedad determinada por su estruptura social
 El poder creador histórico del pueblo, no se limita a lo material si no que
moviliza también la ciencia y la cultura
 Un fenómeno o grupo de ellos que son anteriores o interacturantes dan lugar
a la causa y el fenómeno producido se llama resultado. Aunque la causa proceda
siempre al efecto el simple pasaje del tiempo no es signo de la condición de
causa.
 La teoría es materialista el materialismo dialectico es determinista
 Lo nuevo es consecuencia del desarrollo y no aparece repentinamente si no
como consecuencia de una serie de prerrequisitos que se llaman posibilidades
 El derecho es el conjunto de principios y reglas de conducta expresados en
leyes a cargo del Estado. En la sociedad burgesa el derecho refleja las ideas de la
clase dominante, mientras que en la socialista expresa los intereses de la totalidad
del pueblo.
 Con la completa victoria del comunismo no habrá necesidad del derecho
pues este formulara parte de los deberes y reglas de vida comunista
 La historia se explica como una lucha de clases.

CARACTERISTICAS
 Es una corriente exógena: que no se toma en cuenta lo interno del sujeto
si no solo factores externos como el sistema capitalista.
 El crimen va tener una explicación economica: es decir el crimen va ser
producto de la explotación del proletariado por la desigualdad social por la lucha
de clases.
 Además se habla de los beneficios que el crimen le da a la producción.

Bueno me atrevo a escribir a cerca del MARX quien es el máximo exponente de la


escuela socialista, ya que es un honor y placer desarrollar para mi su obra EL DELITO Y
LA POLITICA PENAL el se preocupaba mas por hacer grandes críticas al sistema
capitalista pero esto lo llevo a que no desarrollara de forma expresa las conductas
delictivas sin embargo hace referencia a ella de manera tacita en todas sus obras ase
importantes aportes aunque muy criticados y aceptados por uno y no aceptados por
otros, este autor se separa de los enfoques simplistas y positivistas acerca del orden social
consensual como lo estipula la escuela positivista, el derecho penal y política penal
estable que no están ligados ya que la política penal actúa como una política de gobierno
para la construcción y defensa del orden social, y no depende necesariamente del derecho
penal, osea que el orden social no solo se puede obtener a través del derecho penal si no
que políticas de los estados para la prevención de estos delitos a si como ESCUELA

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SALUDABLE entre otros a demás podemos definir como orden social: el resultado de
la acción de fuerzas sociales, intereses, necesidades, relaciones, ideas, climas culturales
imaginarios etc.
Además este pensador hablo del delito común y política penal además de la relación que
tiene esta con el orden social dicho pensador sostiene que la concepción de delito que
dominaba en la época era de orden consensual, y este estaba basado en la idea burguesa
de que el derecho se basa en un consenso general de voluntades que se objetiva en la ley
como establece la teoría positivista al igual que la teoría clasista que el delito proviene
del libre albedrio, tampoco establece que el delito es una simple infracción a la normativa
legal, ya que si lo vemos asi será como ver al delito con irracionalidad o patología
personal del autor.
Además la concepción de delincuente se ve dice como un enemigo social, esta
categoría es dada también aquellos que militan políticamente contra el orden socia

CRITICA.
Se trata de una explicación monista, unilateral de la criminalidad En todo caso, no debe
confundirse el control de la criminalidad con el exterminio de ésta.
La criminología pretende un control razonable del delito, su total erradicación de la sociedad
es una meta inviable e ilegítima.
De otra parte, la prevención razonable del delito obliga a reflexionar sobre los costes sociales
de los medios empleados para controlar aquél.
Como ha puesto de manifiesto el pensamiento funcionalista, el crimen es la otra cara de la
convivencia social, acompaña al ser humano y a cualquier estructura social. No es posible
terminar con el delito, porque la paz de una sociedad sin delincuencia es la paz de los
cementerios o de las estadísticas falsas. Entraríamos en el mundo de la Utopía.
La preocupación de MARX centrada en analizar y revelar el funcionamiento de la economía
política en el capitalismo hizo que no desarrollara de manera expresa o circunstanciada el
tema de conductas delictivas y de política punitiva no obstante en toda su obra hay
abundantes referencias a ellas
MARX Y ENGELS Sostenían que la voluntad del dominio de la sociedad de la es igual de
derecho, en la historia real los teóricos que consideran el poder como fundamento del
derecho se hallaban en oposición directa frente a los que veían la base del derecho en
la voluntad. El derecho son solamente la manifestación de otras relaciones las que
descansa el poder del Estado.
La vida material de los individuos que en modo alguno depende de los individuos, la
voluntad su modo de reproducción y la forma de intercambio que condicionan
mutuamente constituyen la base.

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E.I. EL MARXISMO CRIMINOLÓGICO.-


Criminología marxista es una de las escuelas de criminología. Es paralela a la obra de
la escuela estructural-funcionalismo que se centra en lo que produce estabilidad y
continuidad de la sociedad, pero, a diferencia de los funcionalistas, adopta una
filosofía política predefinida.
Al igual que en criminología conflicto, se centra en por qué las cosas cambian, la
identificación de las fuerzas disruptivas en las sociedades industrializadas, y la descripción de
cómo la sociedad se divide por el poder, la riqueza, el prestigio y las percepciones del mundo.
"La forma y el carácter del régimen jurídico de las sociedades complejas pueden entenderse
como que se derivan de los conflictos inherentes a la estructura de estas sociedades que son
estratificados económica y políticamente". Tiene que ver con las relaciones de causalidad
entre la sociedad y el delito, es decir, establecer una comprensión crítica de cómo el entorno
social inmediato y estructural da origen a la delincuencia y las condiciones criminogénicas.
Karl Marx sostenía que la ley es el mecanismo por el cual una clase social,
normalmente se conoce como la "clase dominante", mantiene todas las otras clases
en una posición de desventaja. Por lo tanto, esta escuela utiliza una lente marxista a
través del cual, entre otras cosas, tener en cuenta el proceso de criminalización y por
el que explica por qué algunos actos se definen como desviado, mientras que otros no
lo son. Por lo tanto, está interesado en delito político, delito estatal, y el delito por el
estado corporativo.
El Marxismo proporciona una base teórica sistemática sobre la cual interrogar disposiciones
estructurales sociales, y la hipótesis de que el poder económico se traduce en poder político
representa sustancialmente al general dis empoderamiento de las mayorías que viven en el
Estado moderno y las limitaciones del discurso político. Por lo tanto, ya sea directa o
indirectamente, se informa a gran parte de la investigación de los fenómenos sociales no sólo
en criminología, sino también en la semiótica y las otras disciplinas que exploran las
relaciones estructurales de poder, el conocimiento, el significado y los intereses de posición
dentro de la sociedad.
Marx no se acercó a cada sub-tema de la estratificación social y un buen ejemplo es la
Criminología. A pesar de que Marx nunca dio con el tema de la Criminología, ha habido
muchos teórico marxista que han aplicado sus teorías en el campo de la criminología. Lo
llaman la criminología marxista. Criminología marxista se parece mucho a la criminología
conflicto, pero la principal diferencia entre los dos es que la criminología conflicto ve el poder
como la clave para la explicación de la delincuencia mientras que la criminología marxista ve a
los sistemas políticos y económicos que las llaves de la delincuencia.
Muchos criminólogos coinciden en que para que una sociedad funcione de manera eficiente,
el orden social es necesario y que la conformidad se induce a través de un proceso de
socialización. "Ley" es el nombre dado a uno de los medios utilizados para cumplir los
intereses del Estado. Por lo tanto, debido a que cada Estado es soberano, la ley puede ser
utilizado para cualquier propósito. También ha quedado acreditado que, si la sociedad es
meritocrática, democrático o autocrático, un pequeño grupo surge para conducir. La razón de

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la emergencia de este grupo puede ser su capacidad de utilizar energía más eficaz, o la
conveniencia simple en que, como tamaño de la población crece, la delegación del poder de
decisión a un grupo representativo de la mayoría conduce a una mayor eficiencia.
Marxistas critican las ideas, valores y normas de la ideología capitalista, y caracterizar el
estado moderno como estar bajo el control del grupo que posee los medios de producción.
Por ejemplo, Chambliss examinó la forma en que se modificaron las leyes contra la vagancia
para reflejar los intereses de la elite gobernante. También observó cómo se aplicó la Ley
Colonial Británica de África Oriental, por lo que la "clase dominante" capitalista podría
beneficiarse de las plantaciones de café, y cómo la ley en la Inglaterra medieval benefició
terratenientes feudales. Del mismo modo, Pearce analiza la evidencia que el crimen
corporativo es generalizado, pero rara vez es procesado.
Estos investigadores afirman que el poder político se utiliza para reforzar la desigualdad
económica mediante la incorporación de los derechos de propiedad individual en la ley y que
la pobreza resultante es una de las causas de la actividad criminal, como medio de
supervivencia. Los marxistas sostienen que una sociedad socialista con la propiedad comunal
de los medios de producción tendría mucha menos delincuencia. En efecto, Milton Mankoff
afirma que hay mucha menos delincuencia en Europa occidental que en los EE.UU., porque
Europa es más socialista de América. La implicación de estos puntos de vista es que la
solución al "problema de la delincuencia" es participar en una revolución socialista.
Otra cuestión surge por aplicación de la teoría de la alienación de Marx. Una proporción de
los delitos se dice que es el resultado de la oferta de la sociedad sólo degradante trabajo con
poco sentido de la creatividad. Sin embargo, la caracterización de algunos delitos como
"delito clase obrera" y presentándola como respuesta a la opresión es problemático. Se califica
selectivamente crimen cometido por personas simplemente sobre la base de su pertenencia a
una clase, sin entrar en victimología para identificar si una clase o grupo en particular es más
probable que sea víctima de este delito. De hecho, la diferenciación social del delito puede
variar según la edad, la clase, la etnia, el género, y localidad.
Además, si la anomia es la principal causa de la delincuencia, debe haber una teoría para
explicar por qué sólo algunas personas de la clase trabajadora cometen delitos. Se trata de
cuestiones existenciales. Pero si no hay evidencia de que algunos individuos y, en algunos
casos, grupos enteros están alienados de la sociedad en general, debe haber una investigación
detallada sobre el efecto que esto tiene sobre la sociedad en su conjunto.
En este tipo de investigación, el marxismo tiende a centrarse en las fuerzas sociales en lugar
de los motivos de los individuos y su capacidad dual, tanto para bien y el mal, moral e
inmoral. Esto puede conducir a una explicación menos exhaustiva de por qué las personas
ejerzan su autonomía mediante la elección de actuar de un modo determinado. En
comparación, en la sociología de la desviación, Robert K. Merton toma prestado el concepto
de anomia de Durkheim para formar la teoría de la tensión. Merton sostiene que el verdadero
problema de la alienación no es creado por un cambio social brusco, como Durkheim
propone, sino más bien por una estructura social que mantiene los mismos objetivos a todos
sus miembros sin darles los medios iguales para alcanzarlos. Es esta falta de integración entre
lo que la cultura exige y lo que los permisos de la estructura que causa la conducta desviada.

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Desviación a continuación es un síntoma de la estructura social. Taylor et al. la intención de
una combinación de la Interacción y el marxismo como una alternativa radical a las teorías
anteriores de formular una "teoría plenamente social de la desviación".
El poder de etiquetar el comportamiento como "desviados" se debe en parte a la desigual
distribución del poder dentro del Estado, y porque la sentencia lleva la autoridad del Estado,
que atribuye una mayor estigmatización de la conducta prohibida. Esto es cierto sin importar
la orientación política del Estado. Todos los estados promulguen leyes que, en mayor o menor
medida, protegen la propiedad. Esto puede tomar la forma de robo, o prohibir el daño o la
culpa. A pesar de que una ley de robo no puede aparecer juicio, un análisis marxista de las
tasas de condena puede detectar las desigualdades en la forma en que se aplica la ley. Por lo
tanto, la decisión de enjuiciar o condenar puede ser sesgada por tener los recursos para
contratar a un buen abogado.
El mismo análisis puede demostrar que la distribución de la pena por cualquier delito
determinado puede variar de acuerdo a la clase social del autor. Sin embargo, existe la ley de
robo de proteger los intereses de todos aquellos que son dueños de la propiedad. No
discrimina en función de la clase de su propietario. De hecho, pocas leyes en cualquier estado
se elaboran para proteger los intereses de propiedad en función de la clase, y la aceptación y
cumplimiento de las leyes por lo general dependen de un consenso dentro de la comunidad
que dichas leyes satisfacen las necesidades locales. En esto, una comparación de las tasas de
criminalidad entre los estados muestra poca correlación por referencia a la orientación
política. Tales correlaciones que sí existen tienden a reflejar las disparidades entre ricos y
pobres, y las características que describen el desarrollo del entorno social y económico. Por lo
tanto, las tasas de crímenes son comparables en los estados donde existen las mayores
desigualdades de la distribución de la riqueza, independientemente de si son primero,
segundo o tercer mundo.

POSICIONES VALORATIVAS
Willem Adriaan Bonger
Criminólogo holandés, Willem Bonger, que creía en una relación de causalidad entre el delito
y las condiciones económicas y sociales. Afirmó que la delincuencia es de origen social y una
respuesta normal a las condiciones reinantes culturales. En las sociedades más primitivas,
sostuvo que la supervivencia requiere altruismo más desinteresado en la comunidad. Pero una
vez que la tecnología agrícola mejorada y se generó un excedente de alimentos, los sistemas de
intercambio y trueque comenzó ofrecido la oportunidad para el egoísmo. Como surgió el
capitalismo, había fuerzas sociales de la competencia y de la riqueza, lo que resulta en una
distribución desigual de los recursos, la avaricia y el individualismo. Una vez que el interés
propio y los impulsos más egoístas se afirman, surge la delincuencia. Los pobres sería cometer
un delito por necesidad o por un sentimiento de injusticia. Por lo tanto, los que tienen el
control de ejercicio del poder e imponer el castigo, lo que equivale a la definición de crimen
de daño o amenaza de daño a la propiedad y los intereses empresariales de los poderosos.
Aunque las actividades propias que comprenden, por ejemplo, un robo, pueden ser idénticos,
el robo de los pobres se dará mayor énfasis que el robo de los ricos. Esto tendrá dos

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consecuencias directas: lo que aumentará la presión para la supervivencia en una sociedad
desigual, e indirectos, ya que aumentará la sensación de alienación entre los pobres. La
delincuencia en las calles fue el resultado de las miserables condiciones en que los
trabajadores vivían en competencia entre sí. Él creía que la pobreza por sí sola no puede ser
una causa de la delincuencia, sino más bien la pobreza junto con el individualismo, el
materialismo, falsas necesidades, el racismo y la falsa masculinidad de la violencia y la
dominación de los matones de la calle.
Thorsten Sellin
Sellin fue un sociólogo de la Universidad de Pennsylvania y uno de los pioneros de la
criminología científica. Su método implicaba una visión integral del tema incorporando
factores históricos, sociológicos, psicológicos y jurídicos en el análisis. Se aplica tanto el
marxismo como teoría de los conflictos a un examen de la diversidad cultural de la sociedad
industrial moderna. En una sociedad homogénea, normas o códigos de conducta surgirán y se
convierten en leyes en las que es necesario para preservar la cultura unitaria ejecución. Pero
donde las culturas separadas divergen de la corriente principal, los grupos minoritarios
establecer sus propias normas. Por lo tanto, la socialización será el subgrupo ya las normas
generales. Cuando se promulgan leyes, que representarán a las normas, los valores y los
intereses del grupo d cultural o étnico dominante en un estado que puede producir conflictos
Cultura Fronteriza. Cuando las dos culturas interactúan y se busca extender su influencia en
el otro, es probable que reaccionen protectora cada lado. Si el equilibrio de poder es
relativamente igual, por lo general se puede alcanzar un acuerdo. Pero si la distribución del
poder es desigual, el comportamiento diario del grupo minoritario puede definirse como una
desviación. Cuanto más diversificada y heterogénea de la sociedad, mayor será la probabilidad
de conflictos más frecuentes a medida que los subgrupos que viven bajo sus propias reglas se
rompen las reglas de otros grupos.
Esta escuela es de gran importancia y que tiene muchos fundamentos ciertos y
que el crimen proviene de factores endógenos y no de factores exógenos hemos
llegado a la conclusión de que si los factores endógenos son unas de las causas
de la criminalidad no son todas las porque existen también otros factores.
Los cambios que ha sufrido la sociedad desde la etapa primitiva hasta el periodo
moderno ha producido criminalidad, asi como también la lucha de clases y la
presión de la gente exprimida por el sistema capitalista.

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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-

2E. CRIMINOLOGÍA CLÍNICA

CONCEPTO:
BENIGNO DI TULLIO la define como la ciencia de las conductas antisociales y
criminales basada en la observancia y el análisis profundo de casos individuales,
normales, anormales o patológicos. Esta corriente intenta dar una explicación
integral a cada caso, considerando al ser humano como una entidad biológica,
psicológica, social y moral. Se dice que proviene de LOMBROSO. Sus antecesores son
por ejemplo MAUCDESEY, Londres en 1888; FRANCISCO GINER, Madrid en 1899 y DE
LOS RIOS, Buenos Aires en 1907.
Según el profesor Benito Almilcar Fleita la criminología estudia las múltiples formas en que se
manifiestan los actos delictuosos y los caracteres fisiopsíquicos del delincuente. No trata de
explicar o establecer el grado de responsabilidad del delincuente, sino de fijar el grado de
temibilidad según el peligro que pueda resultar en su convivencia en la sociedad.
Técnicamente se puede definir a la Criminología Clínica como la ciencia
multidisciplinaria que estudia al delincuente en forma particular, a fin de conocer la
génesis de su conducta delictiva y aplicarle un tratamiento personalizado,
procurando su reinserción a la sociedad.
Parte del estudio clínico e individual del delincuente, considerándose al delito como una
conducta anormal patológica, de una personalidad conflictiva, con una determinada
problemática de violencia.
Define al delincuente como aquella persona que ha transgredido las normas legales, sociales y
culturales, agrediendo a otra persona o a si misma, debiendo ser objeto de estudio,
tratamiento y rehabilitación.
Según Jean Pinatel, es el estudio del paso al acto, en donde una persona pasa la línea y comete
un hecho calificado como delito, mientras que otros individuos en iguales circunstancias se
detienen y controlan sus impulsos, lo que implica la consideración de las diferencias entre
delincuentes y no delincuentes.
Se le denomina Criminología Clínica porque proviene del griego CLINE: Lecho, cama. El
medico clínico tiene como labor la de observar, diagnosticar, pronosticar al paciente en la
cama. Estos son los grandes objetivos de la criminología clínica.

ANTECEDENTES:
Desde los tiempos de César Lombroso, Rafael Garólofo, Enrico Ferri y demás investigadores,
se emprendió la tarea de diagnosticar y prevenir la delincuencia y el tratamiento del
delincuente, aplicando medidas de profilaxis criminal y tratamiento de rehabilitación físico-
psicosomática, social, ética, educacional y moral, como preconiza el profesor BENIGNO DI
TULLIO. De este modo la criminología clínica contribuye a la readaptación social del
delincuente y de los individuos socialmente peligrosos, mediante el estudio de la
personalidad criminal y antisocial y del medio ambiente social criminógeneo, que constituye
un peligro para la sociedad.

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METODOS DE LA CRIMINOLOGÍA CLINICA:
Entendimiento directo con el delincuente.
Examen medico.
Examen psicológicos para obtener datos sobre la personalidad del individuo.
Encuesta social en donde el trabajador social investiga el medio en que se desarrollo la
persona.
El trabajo clínico debe ser interdisciplinario, en términos generales se ha vinculado
con el funcionamiento de las prisiones. Este trabajo da respuesta al que hacer con el
individuo, realizado así el diagnostico pronostico y tratamiento.

METODO CLINICO:
El estudio e investigación científica de biología, neurología, psiquiatría, y medicina general
aplicado a la explicación de las probables causas predisponentes de la criminalidad, se
orientan a obtener los datos e informes relativos al funcionamiento orgánico, estado
neurológico, fisiológico, endocrinológico, somático y mental aplicados en la investigación
criminológica, que pueden relevar las causas anómalas, patógenas, psicopátogenas
anormales, predisponentes de naturaleza endógena o disposición psicosomática de la
personalidad del delincuente y la conducta de los antisociales, que son estimulados por los
factores exógeno del mundo circundante social o mesológico, en el origen de la criminalidad.
El método clínico se utiliza con acierto por el antropólogo criminalista Benigno Di Tulio, en la
exploración psicosomática del hombre delincuente y del antisocial.
El autor sostiene la existencia de una criminología clínica, como presupuesto del estudio de la
criminalidad.

PELIGROSIDAD DEL DELINCUENTE:


La peligrosidad es un concepto clave de la escuela clínica, que se basa en el supuesto ( que
causa llevar a la persona al delito) se puede determinar si los va a seguir cometiendo y en que
medida.
Este concepto tiene dos aspectos :
La Capacidad Criminal: Que es la cantidad de delito que puede cometer el criminal.
Adaptabilidad: La capacidad de adaptación al medio en que vive.
La escuela clínica trata de analizar al delito para establecer un diagnostico, pronostico
y tratamiento. Este es el tema central de esta escuela.
Un diagnostico se utiliza para determinar el grado de peligrosidad de un individuo, entrando
en juego los dos aspectos antes mencionados.
Lo mas importante es el paso al acto y existe 4 fases importante (ITER CRIMINIS):
1. Consentimiento Mitigante: Concibe y no rechaza la posibilidad del delito del
delincuente.
2. Consentimiento Formulado: Donde la persona decide cometer el delito.
3. Estado de Peligro.
4. Paso al Acto: La comisión del delito.

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DIVISIONES DE LA CRIMINOLOGÍA CLINICA:
1 Diagnóstico Clínico Criminológico.-
Partiendo de la base que cada delincuente se trata de una individualidad biológica,
psicológica y social, en donde cada uno llega de un modo distinto a la comisión de la conducta
delictiva y por lo tanto debe ser estudiado, conocido y comprendido desde su historia familiar
como el personal y social, lo cual en definitiva nos podrá brindar un diagnóstico
criminológico en cuanto al perfil de personalidad criminológica y génesis de la conducta
delictiva.
2 Tratamiento individual-familiar.-
Es bastantemente conocido el viejo concepto de que la familia es la célula primaria y
fundamental de la sociedad.
Indudablemente, la influencia de las características intimas en la dinámica del grupo familiar
primario, como la personalidad de los progenitores, las relaciones vinculares, antecedentes
criminógenos, etc marcan hondamente en la formación del ser humano influyendo en el
individuo, dando como resultante, o no a un potencial delincuente o un delincuente habitual.
Debido a ello, todo tratamiento de rehabilitación no se debe circunscribir en el tratamiento
del delincuente, sino también se deberá extender a su grupo familiar primario según
corresponda.
3 Medidas Preventivas.-
La prevención tiene por objeto tratar de evitar nuevos comportamientos delictivos, la
reincidencia delictiva y la persistencia en la violencia.
Según Benigno Di Tullio, la Criminología Clínica es la ciencia de las conductas
antisociales y criminales, basadas en la observación y el análisis profundo de casos
individuales, sean estos normales, anormales o patológicos.
Según Hurwitz, el delito es un acontecimiento de la vida individual explicado por la propia
individualidad, en donde el delito es el hombre. La Criminología es el estudio empírico de los
factores individuales y sociales sobre los que se asienta la conducta criminal.
Hurwitz desarrolla un profundo análisis de la base biológica de la criminalidad, de los
factores hereditarios en familias de criminales, de los estudios antropológicos, y profundiza la
importancia de los factores psíquicos de la criminalidad, describiendo las distintas
enfermedades mentales relacionándolas al delito. Las psicosis, neurosis, psicopatías,
anormalidades sexuales, etc.
Sigmund Freud en el año .9 publico el artículo Los delincuentes por sentimientos de
culpa , explicando que la labor analítica le conduzco al sorprendente resultado de que las
conductas delictivas eran cometidas ante todo por que se hallaban prohibidas y por que a su
ejecución, se enlazaba para el autor un alivio psíquico.
El sujeto sufría un penoso sentimiento de culpabilidad de origen desconocido, donde una vez
cometida la falta, sentía mitigada la presión del mismo. Por paradójico que parezca, el
sentimiento de culpa existía antes del delito y no procedía de él, al contrario el delito es el que
procedía del sentimiento de culpabilidad. Profundizando su análisis llega a la conclusión de
que este sentimiento de culpabilidad proviene del complejo de Edipo.

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Según Freud, los niños cometen travesuras para llamar la atención y atraerse un castigo, luego
de este, quedan tranquilos, donde el castigo sirvió para satisfacer sus necesidades de
autocastigo, emanados de la sensación de culpabilidad que provocan otras faltas más graves.
Freud también habla de los delincuentes adultos que cometen delitos sin sentimientos de
culpa. Señala que estos sujetos no han desarrollado inhibiciones morales o creen justificada
su conducta por su lucha contra la sociedad, refiriéndose así hacia los actualmente
denominados personalidades Psicopáticas.
Posteriormente, en el año .9 edita su artículo El yo y el ello , en donde fundamenta su
teoría de conformación del aparato psíquico del yo, super-yo y el ello, bastantemente
conocido por todo aquel que ha desarrollado estudios básicos de la criminología.
Por su parte Alfred Adler fundamenta sus teorías en tres postulados principales, el
sentimiento de inferioridad, los impulsos de poderío y los sentimientos de comunidad.

ASPECTOS CRIMINOLOGICOS DEL DELITO:


En todo estudio Criminológico del delito, parte de la base del análisis en función de la
personalidad y de su contexto social, debido a que el individuo se adapta al medio social a
través de su conducta y la intencionalidad de la misma constituye un todo organizado que se
dirige a un fin.
Una conducta agresiva, es la propia expresión de la psicopatología particular del delincuente,
de su alteración física, emocional y social, en donde el delincuente proyecta sus conflictos a
través del delito.
La conducta delictiva posee una finalidad, que es indudablemente la de liberar tensiones, en
donde dicha conducta es siempre la respuesta al estímulo configurado por la situación total,
como defensa, en el sentido de que protege al organismo de la desorganización.
El delito es una conducta concreta y simbólica, donde uno de los elementos más importantes
para el Criminólogo es precisamente su análisis como factor simbólico, en donde el delito se
muestra como un síntoma, es decir una forma de exponerse al exterior como una defensa
emocional del sujeto, como medio para no caer en disgregación de la personalidad.
El detallado estudio y análisis de la conducta delictiva, nos revela muchos aspectos de la
personalidad del sujeto, pero no nos explica por qué ese hombre cometió la conducta asocial.
Para conocer dicha respuesta, se hace necesario investigar la historia de vida del individuo,
sus rasgos de personalidad, perfil criminológico, antecedentes criminológicos individuales y
familiares, su ámbito social, geográfico, cultural, etc. es decir, todas las circunstancias de vida
del sujeto, su grupo familiar primario y social desde que nació hasta el ahora.
Preguntas clásicas tales como:
¿Que sucedió? ¿Que conducta? ¿Que delito? ¿Que víctima? ¿Relación víctima-victimario.
¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Donde? ¿Con qué? ¿Por qué? Deben ser investigadas y respondidas.
En el marco de la Psicopatología criminal, la personalidad psicopática es la de mayor
significación y la más frecuentemente encontrada en los establecimientos
carcelarios.
Por supuesto, dentro de la población penal no solamente es posible detectar una personalidad
psicopática pura, sino también aquellos que contienen dentro de su personalidad, una

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conjunción de elementos con rasgos de psicopatía, juntamente con otras destacables
características de tinte psiquiátrico y psicológico como perfil criminológico.
Sin ahondar mucho en su análisis y descripción, básicamente su conducta se caracteriza por
una gran insensibilidad hacia los demás y muchas veces con un tinte del tipo agresivo.
Antiguamente estos eran conocidos como locos morales, que se caracterizan por su
insensibilidad afectiva y moral, gozando al ocasionar daño al otro.
Es una personalidad asocial altamente agresiva e impulsiva, que carece de sentimiento de
culpa, incapaz de crear lazos afectivos duraderos. Se muestra frío y carente de compasión,
utilizando a las personas como objetos para su placer, terminando en explosiones agresivas.
Sin explayarse en demasía en el tema, presenta las siguientes características: Inmadurez de la
personalidad. Incapacidad para adaptar su comportamiento a las normas sociales o de grupo.
Incapacidad de regir su comportamiento por pautas morales.
Conducta agresiva e insensible desde la infancia. Tendencia a la satisfacción inmediata de sus
caprichos.
Falta de sentimiento de culpa. Incapacidad de afectos duraderos y profundos. Mitomanía y
mundo fantástico. Marcada inestabilidad en todas sus conductas con dificultades del
pensamiento lógico y enorme facilidad de pasar a la acción. Desconexión del juicio de la
realidad, facilitando la experimentación de fantasías y ansiedades persecutorias.
Su lenguaje es cortado, concreto, autoritario. Fuerte sentimiento interno de minusvalía.
Hiperactivo con mucha energía que desea desenfrenadamente liberar. Marca su cuerpo con
cortes, autolesiones, lesiones o tatuajes destacados, etc exponiéndolas como signo de
identificación e inconscientemente como signo de autodestrucción. Etc.

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F. LA NUEVA CRIMINOLOGÍA CRÍTICA.


La criminología crítica es entendida como aquel movimiento no tan homogéneo del
pensamiento criminológico contemporáneo que busca la construcción de una teoría
materialista de la desviación y que tiene en cuenta instrumentos, conceptos e hipótesis
elaborados en el ámbito del marxismo.
La criminología crítica opone un enfoque macrosociológico a uno biopsicológico del
comportamiento desviado, evidenciando su relación funcional o disfuncional con la
estructura social, superando de esta manera el paradigma etiológico de la vieja criminología.
BARATTA señala: la criminalidad no es una realidad ontológica de determinados
comportamientos y de determinados individuos, sino que se revela mas bien como un
status asignado a determinados individuos por medio de una doble selección: en
primer lugar, la selección de los bienes protegidos penalmente, y de los
comportamientos ofensivos a estos bienes considerados en las figuras penales; en
segundo lugar, la selección de los bienes estigmatizados entre todos los individuos
que cometen infracciones a normas penalmente sancionadas .
En los últimos tiempos, el derecho penal se convirtió en el objeto de estudio principal de la
criminología crítica por ser aquel un instrumento injusto, desigual, reproductor de
desigualdades, creador de más problemas respecto de los que resuelve, etc. Ello en razón a
que, como señala MARTÍNEZ la criminología crítica ha propuesto reducirlo o abolirlo [el
derecho penal]. De allí han tomado el nombre las corrientes que a su interior hoy encontramos:
el Reduccionismo y el Abolicionismo. A su vez, la reducción del derecho penal ha sido
formulada de manera diferente y por tanto al respecto se han delineado dos corrientes: el
Neorrealismo de Izquierda y el llamado Derecho Penal Mínimo .
Se ha señalado que al interior del Reduccionismo encontramos las siguientes corrientes:
El Neorrealismo de Izquierda a diferencia del movimiento Realista de Derecha que
tanto en Estados Unidos de Norteamérica como en Inglaterra, a comienzos de los
años ochenta exigía más represión contra la criminalidad de la clase obrera y las
minorías étnicas.
Algunos aspectos que esta tendencia son:
Se debe regresar al análisis de las causas del delito, para los que propugnan esta
teoría la pobreza no es el único factor para la comisión de un delito sino que existen
otros valores como el individualismo, la competitividad, etc.
Conciben al delito como un problema real, principalmente para los grupos más
que menos tienen.
Es tarea fundamental regresar al estudio de la víctima.
Sobre el control penal propone: la reducción del control penal y extensión a
otras áreas (minimalistas), reinserción del delincuente (en lugar de marginar en la
prisión deben buscarse alternativas a la reclusión), disuasión preventiva (organización
de los grupos de cooperación ciudadana , defensa de la prisión ésta debe darse sólo
para casos extremos en el que el infractor represente un grave peligro para la sociedad).
El Minimalismo que se desarrolló en Europa del Sur y en América Latina, busca que se
cumplan los principios del pensamiento penal liberal: en el sentido original del iluminismo,

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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-
la transformación radical del sistema penal en un derecho penal humanitario FERRAJOL) ,
o como reducción progresiva del derecho penal con la perspectiva de una reorganización
general de la respuesta institucional a los problemas y conflictos sociales, de manera que se
supere el actual sistema de justicia penal (BARATTA).
Las propuestas político-criminales de esta tendencia son:
La mejor política criminal implica la transformación de la sociedad; es decir,
consideran que una política criminal alternativa es una política de radicales
transformaciones sociales e institucionales para el desarrollo de la igualdad y de la
democracia.
Proponen discriminalizar una variada cantidad de conductas prohibidas, pero
extender y reforzar la protección penal a intereses colectivos (salud, seguridad de
trabajo, etc.). Proponen que la abolición de la justicia penal se de, pero previo paso
ellos defienden las medidas alternativas (libertad incondicional, arresto de fin de
semana, etc.) a fin de que las penas se hagan menos dolorosas y marginalizantes y para
que el condenado no pierda el contacto con la sociedad a la que se le pretende
reintegrar. Esta tendencia rechaza el mito de la resocialización y postula redefinir el
concepto de tratamiento como servicio en el sentido que la detención debe
transformarse en compensaciones de carencias padecidas antes del ingreso.
Un nuevo derecho penal a corto plazo. Para el restante derecho penal se han
formulado principios (principios intrasistémicos –en este encontramos a los principios
de limitación formal, principios de limitación funcional y los principios de limitación
personal o limitación de la responsabilidad penal- y principios extrasistémicos –este se
divide en dos: principios extrasistémicos de descriminalización y principios
metodológicos de la construcción alternativa de los conflictos y problemas sociales-)
con los que se garantizaran los derechos humanos fundamentales. Lo que pretenden es
que dichos principios se apliquen realmente pero no para mantener la desigualdad o
dominación sino para que el derecho penal sea también un instrumento de la lucha de
los sectores que han sido oprimidos por él, para democratizar las instituciones y para
hacer menos difícil las transformaciones radicales de la sociedad.
El abolicionismo efectúa una crítica radical a todo el sistema de justicia penal y plantea
su reemplazo. Existe poco consenso entre los autores considerados abolicionistas, ya que
algunos ven al sistema penal como superfluo o innecesario que podría abolirse sin generar
una crisis del sistema (HULSMAN), otros piensan que el sistema penal es la piedra angular de
la represión y cuya abolición implicaría necesariamente la transformación de la sociedad
como un todo (SCHEERER).
Son diferentes sus imputaciones hacia el sistema penal (sistema inútil, sistema de
utilidad latente . Además existirían diferentes razones para abolirlo: es anómico las normas
del sistema penal no cumplen las funciones esperadas), la prisión no es sólo privación de
libertad (ella representa también un cambio radical en su vida, pues se le priva del trabajo, de
la familia, etc.); al sistema no le interesa la víctima (los intereses de la víctima ocupan un
lugar secundario o a veces ni siquiera ocupan ningún lugar, y a la víctima se le roba el
conflicto y la víctima del delito resulta siendo víctima del sistema penal); en fin estas son

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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-
algunas de las razones que los abolicionistas propugnan para precisamente abolir el sistema
penal.

LA CRISIS DE LA CRIMINOLOGÍA CRÍTICA


LARRAURI nos menciona sobre la crisis de la criminología crítica que la década de los
ochenta fue para la criminología crítica una época de confusión, división y desánimo.
Confusión, debido a las consideraciones producidas por las ideas de los setenta y recuperar
algunas de ellas y la necesidad de recuperar nuevamente el labelling approach; división, por la
aparición de las tendencias en la criminología crítica realistas de izquierda, abolicionistas y
minimalistas) y desánimo, porque los grandes objetivos de la transformación social esperada
parecen fuera de alcance (las alternativas a la prisión originan la reacción de una sociedad
disciplinaria .
A manera de conclusión, debo decir que efectivamente es demasiado importante que
se de el debate sobre el derecho penal; y tal como se ha podido observar dentro de la
criminología crítica existen diversos matices al respecto, pero que es necesario analizar los
pros y contras de estas tendencias a fin de obtener las propuestas positivas de las mismas.
En ese camino claro que es esencial salir de las bibliotecas y analizar las fuerzas
sociales-políticas reales para comprender si verdaderamente el abolicionismo es posible o no.
Por ahora la posmodernidad nos trajo un auge punitivo y no un minimalismo o un
abolicionismo como propugnaba la criminología crítica o moderna.
Quizá lo más probable es que el abolicionismo sea impracticable, pero yo no podría
quitarle su inmenso poder crítico que ha develado muchísimos de los defectos estructurales
de la administración de justicia penal.

CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y GARANTISMO PENAL


Se analizan ciertos aspectos generados en la reflexión criminológica sobre los fundamentos
del Garantismo Penal, especialmente la referencia al contrato social en tanto sustrato de
legitimación de la potestad punitiva del Estado. Los argumentos giran en torno al
cuestionamiento de algunos postulados básicos del Garantismo que pudieran parecer
contradictorios con el carácter crítico de la Criminología y en su limitación como mecanismo
pacificador del conflicto social. Se destacan finalmente, la validez del Garantismo como
teoría que determina los límites del poder punitivo frente al régimen de libertades
establecidas por el Estado de Derecho, la contingencia de la justificación de la pena cuya
racionalidad se deriva de la minimización de la violencia, un concepto de seguridad
fundamentado en la dignidad humana y la necesidad de propuestas alternativas a las políticas
criminales que tomen en cuenta criterios de interpretación del conflicto social capaces de
superar la artificialidad regulatoria de la reacción punitiva.

CONSIDERACIONES PREVIAS
Las nuevas tendencias del control social, que parecieran exacerbar la diversidad cultural, pero
al mismo tiempo, promover la exclusión de los sectores menos beneficiados cultural y

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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-
materialmente; así como la profundización de la violencia cotidiana en nuestro ámbito
geográfico (Briceño, 1999; Pérez Perdomo, 2002) ameritan la continuidad de un trabajo crítico
por parte de la Criminología.
El hecho de que la Criminología asumiera la posición crítica, permitió establecer las
relaciones de la desviación y el delito con el ejercicio del poder, con el Estado y en general, con
el hecho político. Así, en contra del discurso instrumental manejado por la Criminología y la
ciencia Penal tradicionales, las teorías criminológicas críticas cuestionaron la idea del
consenso en la que se fundamentaba el orden social, advirtieron que las sustentaciones
filosóficas y jurídicas de la pena se formulan en forma distanciada de una ponderación real
del ejercicio del poder penal del Estado y evaluaron los costos sociales y materiales de la pena
privativa de libertad y su fracaso como instrumento de intimidación y/o de resocialización. A
estas consideraciones, se adicionó el estudio del problema estructural de la selectividad del
sistema penal, demostrando que las conductas delictivas se contraen a un ámbito específico
de lo criminalizable, el cual es coincidente con la población menos beneficiada del sistema
socioeconómico, haciendo énfasis en el análisis de aquellas conductas relacionadas con
delitos económicos, abusos de poder, ilegalismos del Estado, prácticas de castigo
extrajudiciales, etc.
La postura crítica se fundamentó, no en el mejoramiento de las instituciones de control, sino
en su negación: Para los criminólogos críticos el sistema de control social tenía un éxito
permanente, en cuanto su máximo objetivo consistía en la dominación y represión de las
clases sociales menos favorecidas o disidentes políticamente (Cohen, 1988) por lo tanto, lo
que se imponía era un cambio radical en la política de control tanto en la sociedad como en el
sistema penal.
La afirmación principal consistió en que el control conduce a la desviación y no la desviación
al control. En este sentido, la ley y todos los mecanismos e instituciones de regulación, están
íntimamente unidos en función de mantener el orden y la disciplina, lo que garantizarían
unas determinadas relaciones de poder y en las que el cuerpo de conocimientos aportado por
la Criminología Positivista sirvió como ideología legitimadora.
La Criminología, al asumir el paradigma de la teoría critica, adopta una orientación de
carácter socio-político que trasciende de los dominios doctrinarios hacia la praxis social, al
estilo de la escuela de Franckfurt:
A diferencia de la vieja Criminología, la teoría crítica del control social aspirará a quebrantar
el orden ideológico que ha construido una falsa ciencia del crimen y del criminal, y a
combatir, pues, tanto en la teoría como en la práctica (...) las formas ocultas de la dominación
(Aniyar de Castro).
La disciplina, entonces, se estructuró con relación a una perspectiva macrosocial y política,
abordada desde la interdisciplinariedad, ubicando su referente óntico en el control social en
su sentido más amplio (espacios, instancias, agencias; formal e informal).
El objeto de la investigación criminológica ya no se encontrará en las condiciones naturales o
sociales del crimen, ni dependerá de la naturaleza anormal del criminal, sino en la reacción
social, institucional o formal y en los procesos de criminalización primaria y secundaria,
aspectos en los cuales el tema del poder es concurrente.

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DOCENTE: LIC JONATHAN NEFTALI FUNES ALVARADO.-
Por lo tanto, el método según el cual se aborda el conocimiento del problema criminal,
amerita de un vínculo político que se expresa, tanto en la gestión del objeto de estudio, como
en la necesaria relación entre ciencia y sociedad, que podríamos comparar al vínculo
funcional que existe entre democracia y jurisdicción.
De esta manera, unificación de conocimientos y combinación de ciencia y praxis,
conformaron una doble justificación de la nueva propuesta, en donde la Criminología no
actuara como ciencia auxiliar aportando lineamientos técnicos para el control bajo un modelo
legitimador; si no por el contrario, cuestionando el sistema de coerción penal y promoviendo
formas alternativas de control social, bajo un modelo de emancipación.

CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y GARANTISMO PENAL. CONTENIDO.


Entrado el siglo XXI, el eje central de la discusión continúa girando alrededor del control
social. Sin embargo, los planteamientos sustentados por diferentes autores discrepan en
cuanto al contenido del mismo, evidenciándose nuevamente la heterogeneidad de criterios
que han complejizado la elaboración teórico-conceptual del problema criminal.
Tal como afirma Cohen, el concepto de control social es un concepto problemático, cuyo
significado puede abarcar ámbitos tan dispares como la política y la sicología; por lo cual
resulta difícil determinar las dimensiones en las que se restringe el concepto y por lo tanto,
otorgarle un sentido específico.
La complejidad de sus referentes tiene una correlativa incidencia en la delimitación
epistemológica de la Criminología, tanto en lo que refiere al objeto de estudio propiamente
dicho, como en relación con las interpretaciones que del mismo puedan verificarse al interior
de sus planteamientos.
El problema de la elaboración de una teoría sobre el control social pareciera haber dado lugar
a un agotamiento del discurso crítico en los momentos en que se ha intentado delinear
propuestas para el ejercicio del control social, en el sentido de que lo que está al centro de la
discusión criminológica es básicamente la problemática de la fundamentación y la
estructuración de mecanismos alternativos para la resolución de los conflictos.
Así, algunos autores afirman que la Criminología Crítica no ha logrado superar los postulados
cognitivo-instrumentales que conducen al positivismo científico:
Un cierto retorno positivista lo constituye(...) el garantismo y las posiciones que desde el
derecho penal revalorizan los principios primigenios del liberalismo y que, por la crisis de los
grandes relatos, acaparan la atención de la llamada Criminología Crítica Delgado .
En este sentido, se cuestiona la idea del interés general seguida por los enfoques progresistas
de política criminal, donde se destaca la teoría garantista de Ferrajoli, a los cuales se adscribe
la Criminología Crítica, como una idea incestuosa del consenso derivada del contrato social.
La aparente contradicción que suscita el haber tomado los principios demo liberales del
derecho penal (que constituyen las premisas del garantismo penal) como estrategias de
racionalización del control social puede fundamentarse en los siguientes aspectos:
1. La consideración de que la visión del contrato social como producto del consenso
supone la aceptación de la violencia burocrática. El control social formal, materializa
la burocracia estatal a través de la violencia, materializando el mandato

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autoritariamente. Así, el asentimiento social sólo es posible ante el peligro de la
exclusión, lo que convierte al sistema y a sus postulados en un sistema terrorista.
2. El principio de legalidad, entendido como el principio de la unidad de la razón
jurídica, sería inadmisible para un modelo alternativo de control social por cuanto
parte de la abstracción del ser humano como individuo portador de conductas
catalogadas arbitrariamente como desviadas o criminales, sin entrar a considerar las
situaciones de vulnerabilidad de los individuos concretos o la propia fenomenología
social que incide en ciertas situaciones problemáticas como, por ejemplo, el caso del
narcotráfico.
3. La referencia al derecho penal, a sus limitaciones y a la posibilidad de darle un nuevo
significado, pareciera agotar el tema de la regulación social en el plano estrictamente
jurídico penal, a pesar de estar al corriente de que el ejercicio del poder penal no se
agota en los sistemas punitivos formales, (ya que existe un amplio espacio de actuación
subterránea) ni cada una de las agencias que lo conforman se apegan a la misma lógica
funcional. Es importante recordar que la tendencia crítica latinoamericana, desarrolla
su análisis principalmente en las consecuencias de la violencia institucional, en cuanto
éstas se dirigen a la fractura entre los mecanismos de control social y los valores éticos
y jurídicos, que sustentan la legitimidad del control dentro de una sociedad organizada
políticamente en el modelo democrático, y que origina en gran medida la
irracionalidad del sistema penal; lo que permitió aclarar la recurrente contradicción
entre los supuestos jurídicos constitucionales (que consagran las garantías
individuales e informan la seguridad jurídica de los ciudadanos) y las prácticas
concretas de política criminal violatorias de tales principios. Esto constituye un
indicador no sólo del carácter ideológico de las justificaciones políticas y jurídicas, sino
también, de la falta de coherencia del sistema penal. La complejidad en la que se
desenvuelven los sistemas penales deriva en una participación caótica de las distintas
agencias penales y extrapenales cuyos límites e intenciones no siempre son los
declarados por el orden jurídico (Leal y García, 2004).
En este orden de ideas, observamos que, en efecto, el garantismo penal admite la justificación
del Estado en los mismos términos en que lo hacen las teorías iusnaturalistas clásicas bajo la
ficción del contrato social , dándole un carácter óntico a lo que es reconocido como una
invención útil para explicar las relaciones sociales, sin considerar las relaciones de poder que
subyacen en la formación histórica del ente público.
Al mismo tiempo, justifica la expropiación de la acción de la víctima y el monopolio del
ejercicio del poder punitivo por parte del Estado, como un proceso civilizador del conflicto
social, a pesar de admitir la deslegitimación de los sistemas penales que hasta el momento
subsisten en el ámbito histórico concreto. No obstante, toma la venganza privada como un
dato antropológico que implica un estado de barbarie cuyos escollos salva la intervención del
Estado mediante la pena.
En términos generales, la teoría Garantista está basada en un utilitarismo penal reformado
según el cual, la pena debe contener una doble significación, esto es, que la pena no sólo debe

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asumir como finalidad la prevención de los injustos delitos , sino igualmente la finalidad de
prevenir las injustas penas , es decir, minimizar la reacción violenta hacia el delito Ferraioli .
Tal fundamentación del derecho a castigar merece el siguiente cuestionamiento:
Desde la perspectiva garantista, la pena no representa para la víctima un resarcimiento del
daño causado sino que implica una garantía de protección que otorga el Estado al ofensor,
pero que en última instancia conlleva un mal que coercitivamente se inflinge a quien ha
causado un daño.
Si se toma en cuenta que esta propuesta sobre los fines de la pena se concreta sobre una
negación de la venganza, ¿cuál sería su fundamento como forma de evitar un mal mayor en
contra del agresor, sino el propio carácter vindicativo derivado del derecho primitivo de
defensa, si al mismo tiempo que la pena se admite como aflicción, no se elabora ningún
argumento en el que se considere la necesidad de reparación de la situación jurídica
infringida por la agresión que da lugar al delito?
Resulta innegable -a pesar de que el garantismo toma el derecho penal como un sistema
formado por axiomas y reglas que puede legitimarse por una congruencia interna- que la
necesidad de su validación como forma de control social no puede explicarse recurriendo
únicamente a la metáfora de la pacificación de los conflictos para prevenir la barbarización
de la sociedad, sin tomar en consideración las expectativas legítimas de quienes se ven
eventualmente afectados por una agresión.
De tal forma, la doctrina de justificación penal garantista se enfrenta a la paradoja de aceptar
un carácter vindicativo de la pena en cuanto sugiere que la aflicción impuesta dentro de
ciertos límites pacifica las expectativas de la mayoría no desviada mediante la satisfacción
de la venganza sin resolver el cuestionamiento sobre la naturalidad del castigo o de admitir,
que el sustrato histórico por el que se legitima la existencia del derecho penal es simplemente
un recurso teórico que poco tiene que ver con la realidad.
En este sentido, otras propuestas como la del Abolicionismo, parecieran satisfacer con mayor
pertinencia las premisas de deslegitimación de la intervención pública penal, mediante su
sustitución por un sistema de compensaciones y la privatización del conflicto delictivo. Sin
embargo, tales propuestas comportan el peligro de una latente desproporción de las
reacciones, la incertidumbre de las definiciones extralegales y la extensión de la vigilancia
social.
Por otra parte, en cuanto la deslegitimación del sistema penal supone, tanto la incongruencia
de los fines declarados con sus funciones reales y la perversión de sus mecanismos, como el
cuestionamiento de los criterios de normalidad que definen las desviaciones; es de
considerar que su abolición estaría condicionada a la transformación de la sociedad hacia
estadios de igualdad en los que emerja una normalidad alternativa y, consecuentemente, a la
extinción del Estado, lo cual se enmarca en una utopía, que si bien es considerada por las
teorías críticas sobre la sociedad y el Estado y que sin dejar de ser valiosa para la comprensión
y la explicación de los conflictos sociales, resulta incierta, especialmente si es impulsada
únicamente en función del cuestionamiento del control social formal y de la construcción de
modelos alternativos de justicia penal.

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En este sentido, dejando a salvo las críticas hechas a la justificación de la pena de la teoría
Garantista, no podemos obviar que la realidad histórica concreta nos obliga a reconocer la
existencia del Estado y del monopolio del poder punitivo, que no por azar está sometido a una
serie de límites impuestos como garantías de la libertad ciudadana. Tomando en
consideración que la delimitación del poder penal comienza a sostenerse a partir de la
modernidad, desde un punto de vista normativo, adquiriendo el status de derecho
monopolizado por el poder público y regulado mediante los principios demoliberales
recogidos en las legislaciones positivas, generalmente con rango constitucional.
Esta circunstancia no ha garantizado su racionalidad, pero sí comporta la posibilidad de
identificar los sistemas penales paralelos y de adecuar la función punitiva a la sujeción de
dichas regulaciones. En este sentido, es de considerar que la teoría Garantista asume su
carácter inevitablemente ideológico como una doctrina que es impuesta por su
correspondencia humanista pero que es siempre contingente; es decir, que necesariamente,
para lograr su legitimidad, el derecho penal debe proveer a los sistemas penales concretos la
posibilidad de adaptación a criterios cada vez más cerrados de intervención punitiva frente a
las agresiones a bienes jurídicos, especialmente desde el punto de vista de la definición de los
delitos; y contraer la pena a sus postulados minimizantes.
La referencia jurídica de la pena y los límites del derecho a castigar, se deben vincular
entonces tomando como concepto central a la pena en su sentido negativo: como todo acto de
poder que implica la inflicción de un dolor fundado en el derecho vigente o realizado fuera de
él por agencias del poder público o por iniciativas privadas (Zaffaroni). De tal forma, que
frente a la expansión de mecanismos informales o subterráneos o abiertamente contrarios a
las garantías y derechos ciudadanos, pueda activarse la normativa limitadora del derecho
penal y argumentarse la irracionalidad de aquellas reacciones.
Por lo tanto, mas allá de tomar el Estado de Derecho como una cubierta ideológica que se
legitima a sí mismo, es preciso valorarlo como un programa normativo fundamental y
concreto, útil para alcanzar la vigencia efectiva de los derechos humanos.
Lo anterior es pertinente, tomando en cuenta que además del sistema de garantías que se
imponen como obligaciones del Estado, la introducción de los derechos sociales, económicos
y culturales en las constituciones contemporáneas, impone igualmente obligaciones de
actuación en la distribución equitativa de bienes y servicios.
No obstante, no es posible desconocer la persistencia de las desigualdades materiales ni
pretender que el camino para superarlas se agota en las expresiones formales de la ley, por lo
que, si bien el modelo penal garantista constituye una referencia ética y política para una
interpretación más racional de las funciones y fines del derecho penal, así como del ejercicio
del poder punitivo, su relación con el modelo analítico crítico involucra su inserción dentro
de un esquema de control social que abarque también aquellas políticas e iniciativas que se
relacionen con toda intervención social de distribución de la seguridad.

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LÍMITES EPISTEMOLÓGICOS DE LAS PROPUESTAS DE POLÍTICA
CRIMINAL ALTERNATIVA
La seguridad (entendida como la posibilidad cierta del disfrute y la tutela de bienes jurídicos y
derechos), ha tenido un substrato ideológico que priva en la percepción de lo asegurable y en
la construcción de la desviación, que contribuye significativamente en la identificación de los
grupos social y políticamente más débiles con las conductas dañosas.
Esto puede dar lugar al establecimiento de políticas criminales encubiertas bajo el manto de
las políticas sociales y precisamente una de las tareas de la Criminología Crítica consiste en
llamar la atención sobre estas situaciones. Al respecto, la propuesta de que la función pública
punitiva no puede estructurarse al margen de una política integral de derechos
fundamentales, no significa asignarle a la política criminal un campo de acción con límites
indeterminados, sino por el contrario, exigir la no reconstrucción del conflicto social en
términos de conductas delictivas y .establecer lineamientos en los cuales se minimice la
violencia punitiva
Aunque no se quiere negar que el derecho penal representa una condición necesaria para el
control y la limitación de la violencia punitiva, que en el estado actual de las cosas, va mas allá
de los límites del derecho penal en lo se refiere a muchos aspectos, no se debe resignar a hacer
de aquél una condición suficiente. Es necesario salir del impasse evitando, en primer lugar, el
círculo vicioso del eficientismo penal y, en segundo lugar, la criminalización de la política
social Baratta, .
Esto es consecuente con la delimitación conceptual y política del alcance jurídico de la
seguridad en un sentido apegado a los criterios constitucionales, en tanto todos los
individuos que se encuentran dentro de una determinada jurisdicción son sujetos de derechos
y como tales, deben tener la posibilidad cierta de ver satisfechas sus necesidades y derechos
fundamentales.
Esta propuesta, introducida por Baratta denominada la Política Criminal de la Constitución, y
que también tiene su premisa inicial en la deslegitimación de los sistemas penales, contiene al
mismo tiempo los postulados básicos del garantismo penal, pero problematiza las
condiciones sociopolíticas sobre las cuales ha evolucionado el Estado, afirmando que la
legitimación del derecho penal y sus mecanismos, sólo puede tener lugar dentro un contexto
de equidad social.
El establecimiento de las condiciones que potencian el desarrollo humano es una premisa que
atiende a la legitimidad de cualquier noción sobre el pacto social, pero que no puede dar lugar
a una reinterpretación de las políticas públicas, bajo el signo de la prevención delictiva o de
profilaxis social. esto comportaría los siguientes peligros:
Considerar que únicamente los excluidos son los portadores de las conductas delictivas
y olvidar el carácter selectivo del sistema penal.
Suponer que la eliminación de los procesos de exclusión material y cultural lograría la
eliminación de las situaciones problemáticas que dan lugar a los procesos de criminalización,
sin tomar en cuenta que esos procesos de criminalización son también mecanismos de
exclusión, en el entendido que las reacciones punitivas (formales o informales) han sido
concebidas desde la perspectiva de la defensa social, de la exclusión del trasgresor.

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Señalar que el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, a partir de
políticas integrales de prevención conduciría a la eliminación del delito, implica entender a
éste, en los mismos términos en que lo hace la criminología etiológica, cayendo en un
reduccionismo positivista. Si bien es cierto, que la satisfacción de las necesidades materiales y
culturales puede dar lugar a una disminución de la conflictividad social, esto no conlleva
necesariamente a establecer una relación directa de tipo causal entre la población excluida y
la ocurrencia de la criminalidad.
De tal forma, que desde la consideración de la seguridad como un derecho fundamental (que
supone la realización de la gama de derechos humanos) se desprenda una política de
seguridad mas allá de una política criminal eficientista o de lucha contra la criminalidad ,
donde la inclusión social implique la definición de estrategias basadas en una interpretación
adecuada del conflicto social.

CONCLUSIONES
El encuadre metodológico del modelo analítico crítico con el garantismo penal puede
justificarse, tomando este último como una herramienta cognoscitiva que provea criterios
para la aprehensión del ejercicio del poder penal, donde la Criminología ejerza hegemonía
sobre el problema estudiado, mediante su contextualización política y realice su función meta
discursiva.
De tal manera, que la respuesta concedida para el futuro de la Criminología se
encuentra en su función específica de eje del proceso reflexivo dentro del conjunto de las
ciencias penales y de los sistemas de control, discurriendo sus reflexiones en la configuración
de los valores constitutivos de la democracia y la profundización de la participación política
ciudadana, en aras de crear un acercamiento entre la ciencia y la sociedad.
Pese a las críticas que se le han hecho a la teoría garantista, basadas en una
reorientación iusnaturalista de la pena y de la concepción del Estado derivada del contrato
social, sus postulados deben insertarse en una interpretación dinámica de los derechos
humanos, en donde la legitimación de la justicia penal pase por la ampliación de nuevos
espacios de realización de los derechos políticos, civiles, sociales, económicos y culturales,
que se traduzcan en mayor participación y en el goce efectivo de las garantías. En este sentido,
es menester mantener en perspectiva la posibilidad de articular alternativas a la política
criminal, aunque ésta se mantenga dentro de los límites garantistas; tomando en cuenta que
el concepto de delito y/o criminalidad constituye una invención vinculada a la existencia de
instancias centrales de poder.

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