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Hvm-,La violencia hacia las mujeres y niñas es la forma más

prevaleciente de violación de los derechos humanos en el mundo


entero. Dentro del espíritu de la declaración de los derechos
humanos, las Naciones Unidas trabaja con el afán de eliminar esta
inaceptable situación. Durante 1998-99 ha centrado sus esfuerzos
en atender el tema de la violencia de género por ello ha montado
esta Campaña de promoción y de información patrocinada por
UNIFEM-PNUD- FNUAP- UNICEF- ONUSIDA- ACNUR-
UNHCHR y CEPAL sobre los principios y desafíos acordados
entre 194 gobiernos en la conferencia de la ONU sobre Los
Derechos Humanos de 1994 que dio una perspectiva global debido
a la seriedad del problema de discriminación e injusticia hacia la
mujer en el mundo. Como resultado de este compromiso y de dos
instrumentos internacionales La Declaración de la Conferencia de
Beijing de 1995 y la Convención de CEDAW sobre la Eliminación
de toda forma de Discriminación Contra la Mujer, se han tomado
pasos decisivos contra esta injusticia. La coordinación de la
Campaña en América Latina y el Caribe está a cargo del PNUD y
de UNIFEM patrocinada por ocho agencias del sistema de la
ONU, y, ratificada por 22 gobiernos de la región, con la participación de ONGs, instituciones públicas y
privadas y la sociedad civil para las Campañas nacionales en los ámbitos regionales y locales.
Colaboran el personal de cada una de las agencias, asimismo centros de información de la ONU con las
instituciones públicas y privadas de la región especializadas en medios de comunicación, distribución de
materiales y organización de eventos. Ver Resumen Ejecutivo.

Los productor regionales para promover la campaña son: spots de Radio y TV; este web-site, despachos
de prensa y correo electrónico, artículos sobre la relación entre el tema de violencia y derechos humanos,
pobreza, ciudadanía, población, etc. los cuales se distribuyen en fechas de celebración; prendedores,
lapiceros, afiches, stickers, T-shirts; una guía sobre la situación de la mujer en América Latina y el Caribe,
la producción de la revista regional MARIA MARIA, e informes regionales comparativos s

CAMPAÑA INTERAGENCIAL DE LAS NACIONES UNIDAS PARA PREVENIR LA


VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.

La "Campaña para prevenir la Violencia contra las Mujeres y las Niñas", ha logrado resultados
significativos con recursos limitados, demostrando que con esfuerzos concertados es posible combatir
este flagelo social. En la actualidad, las personas alrededor del mundo comprenden que la violencia contra
las mujeres y las niñas es una violación a los derechos humanos, que debe detenerse.

La atención a los abusos de los derechos humanos por parte de los medios de comunicación y los
Juzgados, se ha complementado con el trabajo del movimiento de mujeres y las circunstancias históricas
en las que se han desarrollado con cambios dramáticos en la política y en el sistema de información.
Muchos movimientos locales han adoptado un lenguaje universal y han trabajado con contrapartes para
avanzar hacia las metas. Conforme los mensajes mundiales han alcanzado el "momentum", los derechos
humanos también han ganado prominencia.

El momento escogido para lanzar la Campaña Regional correspondió al esfuerzo de aumentar el perfil de
los aspectos de los derechos humanos entre las agencias de las Naciones Unidas y otros entes a nivel
mundial. Los actores locales e internacionales han colocado el tema de la violencia contra las mujeres
dentro de las agendas de planificación de las políticas nacionales, enmarcado dentro de los aspectos de la
dignidad humana universal, más que como consideración dentro de la idiosincracia de una cultura
específica.
En la mayoría de las sociedades, incluyendo las occidentales, la violencia contra las mujeres se ha visto
tradicionalmente como un problema privado, es decir, agresiones físicas intrafamiliares sobre las cuales el
Estado tenía autoridad.

La atención dada los abusos de los derechos humanos universales ha permitido una apertura para discutir
la violencia contra las mujeres y elevarla desde la posición en la que ha estado relegada en muchas
sociedades. Como resultado de ello, la violencia contra las mujeres y las niñas ya no es un problema
privado o una tragedia personal. Es una situación que tiene un nombre y un rostro público.

Los nuevos movimientos sociales han sabido tomar ventaja en el campo de las oportunidades políticas,
para unificar los objetivos locales con los estándares internacionales de los derechos humanos. Estos
movimientos han tenido un éxito notable al colocar temas importantes en los primeros lugares de las
agendas internacionales. Estas agendas internacionales por su lado, han apoyado la transformación de
estos movimientos sociales de un estado de revoluciones silenciosas a una acción más beligerante.

Las redes internacionales y las campañas públicas han logrado un éxito significativo al apoyar los
movimientos sociales a nivel nacional. Estos movimientos han diseñado nuevas estrategias para lograr el
compromiso de personalidades internacionales con influencia en la política . En el contexto de
incrementar las tendencias globales y disminuir la influencia pública en las organizaciones civiles de
base, la redes de cambio social están aprendiendo e implementado nuevas y atractivas técnicas para lograr
que sus voces sean escuchadas. Aún más importante, estas redes han realizado debates sobre los derechos
humanos en formas que fortalecen de manera genuina el principio universal de la dignidad humana, el
cual es existe en muchas de las culturas a través del mundo (Kek & Sikkink, 1998).

En 1998 se conmemoró el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a pesar


de que la aceptación de estos estándares ha aumentado, todavía existen focos de tensión entre las
tradiciones locales y los principios universales .

La promoción de los derechos humanos a través de instrumentos legales no ha contado con suficiente eco
en poblaciones con una débil tradición legal; por ende una legislación que promueva los derechos
humanos puede ser vista en esos países como amenazante. Entender los principios de los derechos
humanos como aspectos de la dignidad humana, permite que dichos principios básicos sean más
fácilmente aceptados por una mayor diversidad de grupos sociales.

Los actos de violencia destruyen la dignidad humana y establecen la conexión entre la preservación de la
dignidad y la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas. La promoción de los derechos
humanos como un aspecto de la dignidad humana, también va más allá de la agenda para prevenir la
violencia contra las mujeres. Por lo tanto, la Campaña de Prevención de la Violencia contra las Mujeres
implica un mensaje intercultural que une a las mujeres y a los hombres contra la violencia.

El aporte del PNUD en la Campaña permitió crear y fortalecer la conexión entre los movimientos locales,
en la medida en que otorgó un perfil internacional a las campañas a lo largo de América Latina y el
Caribe. Esto ayudó a las organizaciones a alcanzar reconocimiento y a llevar hacia adelante las reformas
que habían sido promovidas. Sin dicho auspicio, estos entes civiles se hubieran perdido en la burocracia
local, en la relación patrono/cliente y en los paradigmas de la cultura tradicional.

Las entidades externas, como las agencias intergubernamentales, actúan como fiscalizadores, solicitando
el cumplimiento de las promesas y facilitando la colaboración que subsecuentemente apoyan las acciones
del gobierno. Este tipo de intervención también respalda a aquellas entidades dentro de los gobiernos o de
otras organizaciones interesa cambios similares.

Adicionalmente, la Campaña Interagencial ha promovido ampliamente la idea de compromiso


institucional sobre todo al movimiento, para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas, haciendo
una amplia difusión para que la población participe tanto a nivel nacional como internacional. Al hacer
esto como una Campaña Interagencial, los votantes y las instituciones podrían comprometerse, de otra
forma, los movimientos femeninos tradicionales no tendrían acceso.

Lecciones aprendidas
Basado en el éxito de la Campaña, es posible destacar tres elementos principales de esta iniciativa:

Asociación: Una de las palabras más comunes que se usan en el vocabulario de las organizaciones
internacionales, sean estas gubernamentales intergubernamentales o no gubernamentales, es la asociación.
Aunque la palabra es usada a menudo, rara vez es usada correctamente. Los cambios sociales requieren
una fuerte colaboración y estas asociaciones necesitan una membresía comprometida, un fuerte liderazgo
y objetivos claros. La colaboración efectiva es auspiciada por directrices de las agencias que hacen de la
colaboración una prioridad, que la midan y la incluyen como criterios de evaluación.

No podemos sobredimensionar en términos convincentes lo importante que son las asociaciones. Las
asociaciones públicas presionan a los políticos a que defiendan los aspectos que son auspiciados por la
comunidad. Una mayor colaboración dentro de las agencias estatales privadas e intergubernamentales
provee, por lo tanto, un estímulo a los movimientos sociales para reclamar sus logros o triunfos.

Redes locales: Los programas para promover los cambios sociales caen en el problema de la ausencia de
un factor unificador en la sociedad. El usar las redes sociales existentes puede proveer un punto de
entrada para promover otros aspectos que son beneficiosos a la comunidad. Por ej. en Brasil hay muchas
organizaciones que están involucradas con el tema de los derechos humanos. Estas organizaciones han
adoptado los derechos humanos de las mujeres dentro de su misión y han promovido estos aspectos
dentro de las ya existentes redes.

Objetivos complementarios: Muchas organizaciones que atentan contra el inicio de las asociaciones, no
entienden el significado ni los objetivos complementarios para todos los participantes. Los programas
innovadores proveen maneras novedosas a los asociados para usar las ventajas comparativas y trabajar
juntos constructivamente. La colaboración supone entender claramente los beneficios de un movimiento
para cada participante. Como resultado, es muy importante que todos los involucrados entiendan y
apoyen los objetivos que el movimiento se ha trazado.

Procedimiento

A pesar del grado en que los valores universales resuenan dentro de las poblaciones del mundo, no se
puede establecer ninguna división sin un esfuerzo concertado y planes concretos para cambiar la
percepción pública.

Los nuevos movimientos sociales han tenido sus logros a través de una colaboración efectiva entre la
entrega del servicio y organizaciones de defensa popular. Mientras las organizaciones que prestan los
servicios son críticas en manejar los síntomas de la violencia, las organizaciones de defensa son críticas a
la hora de crear conciencia acerca de las causas de la violencia y últimamente la forma de eliminar estos
factores.

Las campañas de educación pública exitosas se centran en la entrega de un mensaje claro a través de
múltiples escenarios y usando diferentes medios de comunicación masiva. La Campaña para Prevenir la
Violencia contra las Mujeres, ha hecho diferentes acercamientos a nivel nacional para erradicar el flagelo
social.

Los siguientes extractos proveen ejemplos de programas novedosos seleccionados de campañas


nacionales en Latinoamérica y el Caribe. Para obtener una lista comprensiva de los alcances de esta
Campaña. Ver "campañas nacionales".

Reforma Legal

En cuanto a los asuntos sociales críticos , la firma y la ratificación de los tratados internacionales sirven
de poco si no se acompañan de cambios sustanciales en las estructuras legales nacionales. La Campaña se
trazó como objetivo identificar hacia dónde las agencias de las Naciones Unidas y otras organizaciones
podrían colaborar con instancias, donde las fortalezas colectivas no pueden trasladarse dentro de una
acción decisiva.
A través de la Campaña, muchos de los Gobiernos de América Latina y el Caribe han dado importantes
pasos para reformar las leyes que protegen a las mujeres de violaciones a sus derechos y dignidad.
Muchos Gobiernos han hecho importantes logros en definir y castigar los actos de violencia contra la
mujer, por ejemplo Ecuador.

Ejemplo de la reforma legal en Ecuador.

 Como seguimiento a la aprobación de la Ley Contra la Violencia Doméstica, y en colaboración


con grupos femeninos, la UNFPA auspició la Comisión Especial de Mujeres, Niños y Familia en
el Congreso para presentar una propuesta de incorporación de reformas en el Código Penal. El
Código Penal que trata casos de violación, incesto, prostitución de menores y acoso sexual, no
ha sido modificado desde 1971. La propuesta incluye suprimir la terminología subjetiva, como la
referencia a "mujer honesta"; aumentar las penas por violación de dos a cuatro años; elevar la
edad de protección a menores de 12 a 14 años de edad; definir y castigar el acoso sexual con
encarcelamiento de seis meses a dos años; y penalizar la prostitución infantil.

 Los derechos humanos de las mujeres han sido incluidos en el curriculum de

la facultad de leyes de la Universidad de Guayaquil. Varios seminarios se han realizado con


abogados y jueces.

 UNFPA y la OPS han apoyado grupos de mujeres congresistas en la prepara-

ción de propuestas para incorporar los derechos reproductivos y sexuales en las Reformas
Constitucionales de 1997. Las Reformas Constitucionales reconocen el derecho a la integridad
personal y prohibe toda forma de violencia sexual, psicológica y física, así como la coerción
moral.

 A través de la iniciativa de la Municipalidad de Quito y la participación de varias ONGs se


estableció una Red para la prevención de la violencia de género, con la participación de UNFPA,
UNICEF, y la OPS.

Medios de comunicación

Los boletines de prensa, artículos, entrevistas y reportajes forman parte del perfil de los aspectos de la
Campaña desde el nivel nacional al internacional, y del nivel privado al público. Esta sección presenta 10
artículos, boletines de prensa y artículos de periódicos. Los artículos fueron producidos y distribuidos
para todos los Coordinadores Residentes, para los medios de comunicación de las Naciones Unidas y para
los puntos focales de género, previa designación del día de Naciones Unidas.

Guatemala inició una sección novedosa de comunicación en la Campaña, algunas actividades importantes
se enuncian a continuación:

1. Noviembre, 1997. Reunión de alto nivel sobre violencia contra las mujeres con grupos
Interagenciales sobre Género, contrapartes de Gobierno y ONGs. 200 personas asistieron y la
reunión fue inaugurada por el Vicepresidente de la República.
2. Marzo, 1998. Conferencia de prensa para familiarizar a los medios de comunicación y a la
población con la Campaña Regional.
3. Abril, 1998. El GIGAM (Grupo Interagencial sobre Género y Avance de las Mujeres), auspició
la reunión para designar los planes de acción nacionales para ayudar a la Campaña y coordinar
iniciativas y funciones entre las Naciones Unidas y otros actores que participaron en la
Campaña.
4. Educación Pública. Los materiales fueron usados para producir microprogramas de radio y cuñas
de televisión, los cuales serían transmitidos a todo el país, 23 cuñas de radio incluyendo cuatro
de cinco lenguas indígenas se transmitieron en toda la nación, dos cuñas de televisión fueron
producidas y transmitidas; reconocidas mujeres guatemaltecas fueron invitadas para abogar a
favor de detener acciones de violencia contra la mujer.
5. Noviembre, 1998. La Campaña inició durante un evento público nacional con la Primera Dama y
los Representantes del Grupo Interagencial Regional del PNUD en conmemoración con el Día
Internacional para Prevenir la Violencia contra la Mujer.

Capacitación

Los programas de entrenamiento han provisto la información esencial y han creado conciencia entre los
oficiales de Gobierno y los asuntos claves de orden militar, relacionados con la prevención de la violencia
en contra de la mujer. En Perú se celebró un taller titulado "Situación y Propuesta para Detener la
Violencia contra la Mujer", organizado y auspiciado por UNFPA/ Perú. Varias redes nacionales y las
agencias de las Naciones Unidas tomaron parte. El taller trató aspectos relacionados con las reformas
legales, educación, comunicación y coordinación, además de iniciar proyectos especiales.

Resumen de los objetivos establecidos en la capacitación.

 Emitir la información y la comunicación en las campañas para prevenir la violencia intrafamiliar


y promover la conciencia entre las autoridades, personal de salud y organizaciones en general.
 Crear y desarrollar un proyecto para adolescentes: "La escuela de los futuros padres, para niños y
adolescentes en edad escolar".
 Entrenar personal especializado para ayudar a las víctimas de la violencia.
 Promover la conciencia entre los medios de comunicación, escuelas, asociaciones, parroquias,
municipalidades y centros de salud.
 Educar a las autoridades en cuanto a la manera de evadir la falta de conciencia en el avance de la
violencia (trampa).
 Promover la prevención entre las instituciones (escuelas, universidades, iglesias)

En Venezuela:

En mayo, 1998. El PNUD, organizó un seminario de entrenamiento por un día, para la Guardia Nacional,
la Fuerza Aérea, la Marina y el Ejército, en asuntos relacionados con la violencia en contra de las mujeres
y las niñas. Este seminario de los derechos humanos estuvo también coordinado con ACNUR. Todo el
contexto del seminario fue sobre los derechos humanos en general y, especialmente, la violencia contra la
mujer. El componente específico de la violencia contra la mujer estuvo facilitado por las ONGs locales de
mujeres y por AVESA (la organización de más antigüedad en ese aspecto). Los medios de comunicación
cubrieron estos seminarios con un artículo de una página entera en los periódicos nacionales y en el más
importantes del país. El seguimiento a estos seminarios incluye el componente de género y la violencia en
el curriculum del Ejército.

Temas de una Campaña pública de concientización

Toda campaña pública de educación efectiva cuenta con lemas y productos que promuevan estos lemas.
Al ver y usar los símbolos de la Campaña, los aspectos de ésta entran en la vida diaria del público, y van
tomando fuerza como un objetivo común.

Brasil: produjo y puso en marcha muchos productos novedosos en sus campañas.

Algunos de estos ejemplos son los siguientes:

 Un famoso artista brasileño diseñó un afiche nacional para la campaña.


 Un millón de giros (salarios) fueron enviados a funcionarios públicos cada mes con el lema de la
campaña.
 Un juego de información fue creado y distribuido incluyendo: afiches y calcomanías con el
diseño nacional, el informe nacional sobre la violencia contra la mujer, información de las
agencias de las Naciones Unidas, con directrices acerca de la violencia de la mujer, información
del Secretario Nacional de Derechos Humanos y sus actividades, información sobre el
Mecanismo Nacional sobre Mujeres y sus actividades, un calendario de las agencias de la ONU
y sus actividades y un Pliego de Compromisos.
Ecuador:

El suministro de refrigerios a escolares se hizo con el lema de la campaña: "Una vida sin violencia: un
derecho nuestro", escrito en cada paquete.

Otros productos de campaña fueron: afiches, juegos de armar, bolígrafos, calcomanías, pines, y broches,
entre otros.

Proyectos Especiales

Muchos países establecieron su propio proyecto especial para responder a las necesidades nacionales y
sus recursos. Nicaragua utilizó la existencia de redes locales y los intereses para enfocar los recursos con
el fin de reconocer la violencia en contra de las mujeres de una manera novedosa y colaboradora.

28 de mayo, 1998. El Foro de los Derechos Humanos de las Mujeres, fue coordinado por UNFPA y el
Instituto Nacional de Mujeres (INIM) en Juigalpa, con la presencia del Alcalde de Juigalpa, el director del
hospital, el jefe de policía y representantes locales del movimiento de mujeres. Un grupo juvenil presentó
socio -dramas sobre la violencia. Fueron distribuidos entre los participantes trípticos e insignias
conmemorativas del primer año de la ley No. 230 sobre la prevención y sanción de la violencia doméstica
y sexual.

Integración de Iniciativas de Violencia contra la Mujer como un subprograma y un nivel de


proyecto de la UNFPA.

Se estableció un proyecto para apoyar la Red Nacional de Mujeres contra la Violencia por medio de la
publicación y distribución de material sobre violencia dirigido a jóvenes y adolescentes. Se celebró un
seminario con miembros de los medios de comunicación, instruyéndolos sobre la manera de manejar
adecuadamente la violencia intrafamiliar. También la Red fue requerida por UNFPA para colaborar en una
campaña nacional con el lema: "No más impunidad, quiero vivir sin violencia", y ser canalizada a través
de los medios de comunicación masivos, publicaciones y seminarios a nivel comunal. Esta campaña se
unió a la campaña de las Naciones Unidas durante noviembre y diciembre de 1998.

Campañas Nacionales

La Campaña Interagencial de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas para prevenir la Violencia
en contra las Mujeres y las Niñas, ha tenido diversas manifestaciones en la mayoría de América Latina y
el Caribe.

Esta sección describe la variedad de accesos a los diferentes niveles nacionales para erradicar este flagelo
social. Este es un movimiento internacional popular que se ha expandido hacia las agencias de Gobierno y
las organizaciones intergubernamentales.

En efecto, su objetivo es unir a hombres y mujeres en un mundo donde se combata la violencia de género.
Por favor, lea cuidadosamente, haga preguntas y diga a sus amigos (as) y colegas que visiten este sitio y
que disfruten la Campaña, formal o informalmente, para abogar por la erradicación de todas las formas la
violencia en contra de las mujeres y las niñas.

"Una vida libre de violencia: es un derecho nuestro"


Por: Aparna Mehrotra y Rini Banerjee

"Un día, cuando salí con mis hermanos menores, un soldado me agarró, me metió a
empujones dentro de un taxi y me secuestró. Había otro soldado detrás de él. Yo me
defendí, pero no pude escapar. Luego sucedió lo inevitable y sentí que todo lo que yo
había planeado para mi vida se había arruinado. Después de eso caí enferma por dos
semanas. El doctor dijo que tenía fiebre hepática y después hepatitis. Yo quería matar al
soldado que me violó. Mis padres y familiares decidieron que debía casarme con él."
(Mujer de la ciudad de Jalisco, México)

La historia de esta mujer es común entre cualquier otra latinoamericana y, según


estudios de organismos internacionales, la violencia emerge como uno de los obstáculos
más perturbadores y prevalecientes que evita el uso de opciones para un mejor
desarrollo humanos y destroza el proceso de la autoafirmación necesaria para tomar
decisiones independientes que afectan las vidas de las mujeres. La violencia emerge
como una seria violación de los derechos humanos que revoca el derecho de la mujer a
la dignidad, la igualdad, la autonomía y al bienestar tanto físico como emocional.

Este año se conmemora el 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos


Humanos --y los derechos de la mujer son derechos humanos--; esta idea, aunque obvia
hoy en día, fue de hecho, llegando lentamente. Es por ello que 1998 ofrece
oportunidades sin precedentes para enfocar nuevamente la atención en el tema de la
violencia contra la mujer.

La violencia no es sólo una manifestación de relaciones de poder desiguales, abusivas e


injustas, sino que también es un fenómeno de alto costo económico que trae como
resultado pérdidas significativas de potencial productivo.

Plenamente consciente de esta realidad moralmente inaceptable, la Organización de


Naciones Unidas (ONU) se ha unido, en este año especial para los Derechos Humanos,
en una campaña inter-agencias para combatir la violencia contra las mujeres y las niñas,
enfocada en América Latina y el Caribe. El lema de la campaña es : "Una vida libre de
violencia: este es nuestro derecho."

Además de los 50 años de la declaración de los Derechos Humanos, se cumple también


el quinto aniversario de la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena,
1993), en la cual se reconoció que los derechos de la mujer son derechos humanos. A
medio año, la Comisión de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, revisará la
implementación de la Declaración de Viena y el Programa de Acción.

Esta campaña para combatir la violencia contra la mujer es impulsada y organizada por
el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), el PNUD
(coordinadores), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo
de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), el Fondo de Ayuda de las Naciones
Unidas (UNAIDS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En esta campaña, cada agencia hará ver que la violencia contra la mujer es un problema
endémico e inaceptable. La idea es impulsar estrategias de colaboración para promover
y proteger los derechos humanos de la mujer con un enfoque especial en el asunto de la
violencia.

La campaña inter-agencias recurrirá a la red de representantes y miembros directivos de


cada una de las agencias que la apoyan y a los Centros de Información de la ONU, así
como a las organizaciones de toda la región, en busca de apoyo, capacidad de
construcción, comunicación con los medios masivos, distribución de los materiales y
organización de los eventos.

Algunas actividades de la campaña incluirán talleres de concientización y entrenamiento


para jueces y policías, proporcionar fondos para refugios; asistencia en redacción y
aprobación de legislaciones locales en línea con el Comité para Erradicar la
Discriminación Contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés); apoyo a las
organizaciones de la sociedad civil en la recolección de información y la preparación de
una evaluación de sus necesidades; movilización de los medios de comunicación para
informar sobre el tema, en conciertos y concursos, así como desarrollo de espacios de
radio y avisos de servicio público para la televisión, así como un documental sobre la
violencia contra la mujer y la niña.

La realidad del continente

América Latina y el Caribe registran una impactante tendencia de creciente incidencia


de la violencia contra las mujeres y las niñas. Estudios sobre la violencia contra las
mujeres y las niñas indican una alta incidencia de violencia dentro de las familias y en
algunos países ésta está citada como la principal causa de hospitalización de las
mujeres.

En cualquier parte, desde el 25 por ciento hasta más del 50 por ciento de las mujeres de
América Latina y el Caribe --dependiendo del país en que viven-- son víctimas de algún
tipo de violencia doméstica De hecho, la violencia constituye la forma más abusiva de
victimización de que son objeto las mujeres durante su vida entera. Este fenómeno tiene
poderosas implicaciones en las mujeres y en la sociedad y genera problemas que a
menudo empiezan en el nacimiento y continúan a lo largo de su ciclo de vida.

Otro problema asociado con la violencia es que ésta es casi siempre transmitida
generacionalmente, a través de niños que han sido testigos o han estado sujetos al abuso.
Estos niños tienden a reproducir la violencia y la aceptan como una manera viable de
resolver conflictos o ejercer influencia. Al igual que sus padres, crecen para ser tanto
abusadores como víctimas, perpetuando el ciclo de violencia de una generación a otra,
lo que hace que la violencia de género sea un asunto serio y perturbador que afecta
negativamente a la presente y a las futuras generaciones.

En muchos países de América Latina y el Caribe, los patrones legales y la


implementación de justicia siguen siendo discriminatorios entre las mujeres y los
hombres, sobre todo en lo que respecta a los asuntos relacionados con la familia, como
el matrimonio, el divorcio, los derechos a la propiedad, la violencia, y a los asuntos
laborales, tales como diferencia en la escala laboral, desigualdad en las condiciones de
trabajo, y las prácticas de contratación y despidos.

En Guatemala por ejemplo, el Artículo 114 del Código Civil, le otorga al esposo el
derecho de prohibirle a su esposa que trabaje fuera de la casa, lo que limita
drásticamente la capacidad de ganar la independencia económica que una mujer
necesita para escapar de una relación abusiva.

Del mismo modo, hasta 1989 en que se dio una reforma legal, en Ecuador un esposo
tenía el derecho de obligar a su esposa a vivir con él, sin importar cuán abusivo había
sido él con ella. El problema de la violencia doméstica recién ha sido reconocido, no
sólo por las asombrosas cifras, sino además por las formas en que la ley y la sociedad
reaccionan ante este problema.

En 12 países latinoamericanos, un violador puede ser exonerado si le ofrece matrimonio


a su víctima y ella acepta. En otros, el violador puede ser exonerado aún si ella se
rehusa a aceptar su oferta de matrimonio. La familia de la víctima con frecuencia la
presiona para que ella acepte casarse con el violador, ya que creen que de esa manera se
restaura el honor de la familia. En muchos países, de todos los crímenes reportados a la
policía, entre el 70 y el 80 por ciento involucran a mujeres golpeadas por sus
compañeros.

Datos de América Latina y el Caribe, confirman que seis de cada diez mujeres han
sufrido abuso físico o psicológico de parte de su compañero íntimo. En lo que respecta
al trabajo, en muchos países es una práctica común despedir a las mujeres embarazadas,
negarles el período de descanso por maternidad o pagarles con una escala salarial
diferente.

Los gobiernos de América Latina y el Caribe han acordado adoptar e implementar la


legislación nacional para erradicar la violencia contra la mujer y trabajar activamente
para ratificar los acuerdos internacionales que se relacionan con la violencia contra la
mujer.

Sobre este particular, la Organización de Estados Americanos (OEA), adoptó la


Convención de Belen do Para un instrumento legal internacionalmente aceptado que
reconoce todos los tipos de violencia de género como un abuso de los derechos
humanos.

Los gobiernos están de acuerdo en que deberían haber refugios, ayuda legal y otros
servicios para las niñas y mujeres en riesgo, y consejería y rehabilitación para los
abusadores. Los gobiernos además se han comprometido a adoptar las medidas
adecuadas en el campo de la educación para modificar los patrones de conducta sociales
y culturales de hombres y mujeres. Sin embargo, aunque las adopciones y los
compromisos son los primeros pasos importantes, traducirlos en acciones concretas se
ha convertido en el objetivo primordial.

El costo de la violencia

El costo de la violencia no es sólo psicológico ni social, la violencia le cuesta a las


economías de la región muchos millones de dólares en cuidados de salud, gastos
legales, y pérdida de productividad.

De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, un día de trabajo de cada cinco perdidos
por las mujeres por motivos de salud, es el resultado de problemas asociados con la
violencia, específicamente con la violencia doméstica. En Canadá, un estudio concluyó
que la violencia doméstica le cuesta al país 1.6 billones de dólares por año.

Hay estudios en la región de América Latina y el Caribe sobre el impacto económico de


la violencia doméstica. Recientemente, un estudio del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), concluyó que la violencia doméstica ha costado un 2 y un 1.6 por
ciento de la Producción de Desarrollo General (PDG) en 1996 en Chile y en Nicaragua
respectivamente.

Claramente, hay un impacto directo con el incremento de la capacidad. También en


Nicaragua, el 41 por ciento de las mujeres no asalariadas son víctimas de grave
violencia física. Otras estadísticas de Nicaragua establecen que el 63.1 por ciento de los
hijos de madres víctimas de la violencia, han tenido que repetir el año escolar y que
dejan la escuela, como promedio, cuatro años antes que los otros niños. Los niños que
son testigos o víctimas del abuso, tienden a imitar ese comportamiento y a perpetuar el
ciclo de abuso.

Finalmente, el estudio del BID concluyó que el nivel de violencia social es un factor
clave en la capacidad de un país para lograr el desarrollo humano y económico
sostenible. El desarrollo humano sostenible estará directa y negativamente afectado en
esta región a menos que el ciclo de violencia se rompa.

PARA QUE LA MATERNIDAD SEA VOLUNTARIA

En un parque público de Ciudad de México, el domingo 10 de mayo de 1998, una


numerosa delegación de mujeres asiste a la colocación de una placa de bronce en el
Monumento a la Madre que lleva la siguiente inscripción: "A la que nos amó antes de
conocernos porque su maternidad fue voluntaria".

"Lo que comenzó como una protesta de los grupos feministas, dice Patricia Olamendi,
directora del Programa para la Participación Equitativa de la Mujer en el Distrito
Federal, refiriéndose a la colocación de la placa por tercera vez, hoy se ha convertido en
una propuesta de acciones del gobierno". Olamendi afirmó que de esta forma se
reconocía el derecho de las mujeres a decidir libre, responsable y voluntariamente sobre
su maternidad.

Como en México, otros países del continente están incorporando los derechos sexuales
y reproductivos en sus constituciones, leyes y procedimientos institucionales. Un
ejemplo muy notorio es Colombia que tiene una nueva ley sobre seguridad social que
reconoce el derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad y reproducción.

Derechos reconocidos

Fue en la III Conferencia sobre Población y Desarrollo celebrada en el Cairo en 1994,


que los gobiernos del mundo reconocieron el derecho de las mujeres a tomar sus propias
decisiones en materia de sexualidad y procreación, así como tener acceso e información
a los servicios anticonceptivos.

En esa oportunidad, 180 países del mundo, convinieron en que antes del año 2015
debería ponerse a disposición de todas las personas, servicios de buena calidad en salud
reproductiva e información adecuada.

Los cálculos estimados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, FNUAP
estiman que hacia el año 2000, la prestación de mejores servicios de salud de la
reproducción en todo el mundo costará 17.000 millones de dólares anuales. Esta suma
constituye menos de lo que se gasta actualmente en armamento en una semana.
"Aunque muchos gobiernos han ido aumentando los recursos asignados a programas de
población, advierte el FNUAP, el importe de los gastos anuales en todo el mundo, aún
está por debajo de la mitad de la meta de 17.000 millones de dólares".

En el año de la celebración de los cincuenta años de la Declaración Universal de los


Derechos Humanos y cuando está en marcha la Campaña de las Naciones Unidas por
los Derechos Humanos de las Mujeres, estos compromisos son cruciales para entender
el vínculo entre los conceptos población y desarrollo y derechos humanos de las
mujeres. Cualquier incumplimiento en este sentido constituye una expresión de
violencia contra la salud y la vida de millones de mujeres, pues como ya se ha
constatado, cada año, 585.000 mujeres -una cada minuto- pierden la vida por causas
relacionadas con el embarazo. La mayoría de ellas viven en Asia, Africa y América
Latina.

Se trata entonces de llamar la atención mundial acerca de que los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres son parte constitutiva de los derechos humanos. Ellos
posibilitan a las mujeres tomar sus propias opciones no sólo frente a la procreación, sino
en otras esferas de la vida.

¿Pero en que consisten los derechos sexuales y reproductivos? En primer lugar, en el


reconocimiento del derecho básico de todas las parejas y personas individuales a decidir
libre y responsablemente el número de hijos y de hijas. En segundo lugar, a disponer de
la información y los medios necesarios para espaciar los nacimientos y el intervalo de
éstos. En tercer lugar, el derecho a no sufrir discriminaciones o coacciones que vulneren
su libre determinación. En cuarto lugar, el derecho a contraer matrimonio
voluntariamente y a formar una familia. En quinto lugar, el derecho a verse libre de
violencia y coacción sexual.

En este sentido, los programas de población deben respetar totalmente las decisiones de
las personas en lo que se refiere a su procreación. Tanto en la Conferencia de El Cairo,
como en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en 1995 en Beijing, se
reconoció que el principio de no coacción es fundamental para los programas de
población.

Políticas de población humanistas

Las activistas del movimiento de salud de las mujeres de América y el Caribe, han
venido luchando porque los gobiernos otorguen un peso central al concepto de derechos
para que de esta manera las políticas de población sean enfocadas con un sentido
humanista y de justicia, en lugar de limitarse puramente al aspecto demográfico. Se trata
de una nueva manera de abordar el concepto de población vinculado tradicionalmente a
la consecución de metas demográficas. La Conferencia de El Cairo redimensionó este
concepto incorporando en el Programa de Acción a 20 años un llamado a los gobiernos
y a la comunidad internacional a lograr un equilibrio entre la población del planeta y los
recursos existentes pero sin menoscabar la libertad de las personas en el ejercicio de sus
derechos reproductivos.

El Cairo al estipular que "los programas de población deben respetar plenamente el


derecho a la libre determinación en cuestiones de procreación" condena toda forma de
coacción como una forma de violencia de género. A diferencia de las anteriores
Conferencias sobre Población y Desarrollo, la de El Cairo se distingue por reducir el
peso de lo demográfico al hacer hincapié en la necesidad de introducir reformas en la
economía mundial y llevar a cabo programas sociales para reducir la pobreza.

"El comportamiento en materia de reproducción y los derechos de procreación, advierte


un Informe del FNUAP, están estrechamente vinculados al logro de otros derechos y
oportunidades sociales". Las diversas Conferencias internacionales convocadas por las
Naciones Unidas en los últimos veinte años, han reconocido que el desarrollo sostenible
depende, entre otros factores, de una mejor calidad de vida para todos y todas.

Un reciente estudio realizado por el FNUAP, reveló que la degradación natural de los
recursos precipitada por creciente explosión de población, tiene más consecuencias
adversas sobre las mujeres que sobre los hombres. "Las mujeres son las primeras
víctimas de la pobreza, que es el principal resultado de la degradación natural y
medioambiental. Los impactos de la degradación natural son aún más agravados por el
hecho de que las mujeres son privadas de sus derechos de obtener acceso a las
actividades de toma de decisiones, oportunidades educacionales y propiedad de la
tierra" señala este estudio. He aquí otra expresión de violencia de género.

La meta: mejores servicios

Si bien se han logrado avances en el campo de la salubridad, tanto el crecimiento


demográfico como los programas de ajuste estructural han reducido la asignación de
recursos per cápita a la atención primaria de salud, esto ha llevado a una disminución de
servicios de buena calidad en muchos países del continente. Como siempre los efectos
de estos ajustes han afectado más fuertemente a las poblaciones de menores recursos y
especialmente a las mujeres y los/las niños/niñas. A esto debe agregarse fuertes críticas
en algunos países a la ineficiencia y corrupción del sector público.

Es indudable que hablar de servicios integrales de salud significará mejorar su cobertura


para satisfacer la demanda en el área de la anticoncepción, ya que estos servicios deben
abarcar más que los aspectos propiamente clínicos. El hecho de que un número
considerable de mujeres en la región recurra al aborto como un recurso desesperado
frente a un embarazo no deseado, pone en evidencia la falta de efectividad y el alcance
de los servicios de anticoncepción, ya que según algunas encuestas, un alto porcentaje
de estas mujeres preferiría haber usado un anticonceptivo. Simple conclusión: disponer
de mejores servicios anticonceptivos permitirá reducir el número de abortos.

Al mismo tiempo, es preciso disponer ampliamente de los servicios de atención


obstétrica de emergencia para hacer frente a las complicaciones del embarazo y el parto
para así reducir la mortalidad materna y llegar a las metas aceptadas por la comunidad
internacional. En este caso se trata de reducir a la mitad el nivel existente en 1990 para
el año 2000 y nuevamente a la mitad hacia el año 2015.

Adolescentes: necesidades distintas

En la Conferencia de El Cairo, por primera vez se dio reconocimiento al hecho de que


existe un amplio sector de la sociedad cuyas demandas y necesidades en el área de la
sexualidad y la salud son distintas a las del resto de la población. Este sector está
compuesto por las y los jóvenes. Tradicionalmente los servicios de salud, en su mayoría,
habían hecho caso omiso a las necesidades de las y los adolescentes. En el Programa de
Acción se destaca, que "por lo general, los jóvenes de uno y otro sexo están mal
informados acerca de la manera de protegerse contra embarazos no deseados y
enfermedades de transmisión sexual". Por lo tanto requieren recibir información
adecuada y acceso a los servicios de anticoncepción, pero además tener derecho a la
privacidad.

Es sabido que las madres adolescentes enfrentan un riesgo superior al de otras mujeres
de perder la vida debido al embarazo y el parto y que sus hijas/os tienen niveles más
altos de morbilidad y mortalidad. También los matrimonios y partos tempranos son un
obstáculo para el acceso de oportunidades de educación y empleo para las jóvenes. "La
educación de las niñas, advierte el documento de El Cairo, es un factor fundamental
para mejorar la salud de la familia, reducir la mortalidad de lactantes y cambiar los
comportamientos en materia de procreación".

La existencia de altos niveles de embarazo, partos y abortos en malas condiciones,


tienen relación con la falta de oportunidades educacionales y económicas, y es un
atentado a los derechos humanos de las mujeres. Adolescentes y niñas de los sectores de
bajos recursos en especial, son víctimas de abusos sexuales, de violencia y muchas son
empujadas a la prostitución.

Estudios de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, han demostrado que una


madre adolescente tiene siete veces menos oportunidades de continuar su educación que
cualquiera otra joven de su misma edad que no sea madre. Además sus posibilidades de
escapar de la pobreza disminuyen por un factor de 30 en relación a otras mujeres sin
hijos de su misma edad.

Otro problema conectado con el embarazo precoz, según la UNICEF, es que "tiende a
atrapar a las muchachas en un ciclo repetitivo de embarazos de diferentes padres, en la
medida que pasan de una fuente temporaria de apoyo a otra".

De ahí que uno de los objetivos prioritarios del Programa de Acción de El Cairo sea
aumentar el acceso de las mujeres a la educación, especialmente de las niñas. Esto
significa luchar contra códigos, religiones, leyes y costumbres tradicionales que
refuerzan la discriminación de género. Es cierto que en los últimos decenios, las tasas de
alfabetización de las mujeres han ido en aumento, por lo menos en un 75 por ciento en
una buena parte de los países de América Latina y el Caribe.

Pero aún las oportunidades para las niñas siguen constreñidas por barreras económicas,
sociales y culturales. Frente a este panorama, Nafis Sadik, Directora Ejecutiva del
Fondo de Población de las Naciones Unidas, sostiene la necesidad de lograr reales
compromisos de parte de los gobiernos en lo que respecta al derecho de las niñas a la
educación y no ser víctimas de violencia. Para eso se requerirá que los gastos tanto en
educación como en salud reproductiva sean prioritarios.

Fuente:
Centro de Información y Documentación de Isis Internacional
Correo Electrónico: isis@reuna.cl

EL ESTADO DE LA SITUACION
Al finalizar el siglo la población mundial llegará a los 5. 926 millones de personas. En
América Latina y el Caribe, Brasil es el país más poblado: quinto en el mundo, con 162
millones de personas, seguido de México: undécimo en el total, con 97 millones.
(Population Reference Bureau, PRB).

Según UNICEF, de los 31 millones de partos registrados anualmente en América Latina


y el Caribe, dos millones corresponden a adolescentes, es decir el 15 por ciento del total.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, estima que si las niñas reciben la misma
atención que los niños, la oportunidad de sobrevivir durante los primeros cinco años de
vida es de 1.01 en favor de ellas.

En Guatemala, una cuarta parte de la totalidad de las mujeres tiene su primer parto antes
de los 18 años. En Brasil, una de cada 12 adolescentes entre 15 y 19 años es madre. En
Ecuador, el 20 por ciento de las campesinas menores de 18 años tiene, al menos, un
hijo/hija, y lo mismo ocurre en Perú, en donde 100.00 muchachas de 12 y 14 años han
sido madres.

En Bolivia, el 17,4 por ciento de los nacimientos ocurre en mujeres menores de 20 años
y el 20 por ciento de los abortos son practicados en mujeres menores de 18 años.

El Salvador es el país que presenta el mayor porcentaje de adolescentes embarazadas


con 138 por 1000, mientras que el menos es Barbados con 60 por 1000.

Datos proporcionados por el Ministerio de Salud de Brasil, indican que uno de cada 100
partos es de niñas que tienen edades entre los 10 y 14 años.

En República Dominicana, el 85 por ciento de adolescentes que tuvieron relaciones


sexuales quedaron embarazadas a pesar de que el 99 por ciento de ellas conoce por lo
menos un método anticonceptivo moderno.

Las familias pobres de Costa Rica y Guatemala, tienen una tasa global de fecundidad de
60 por ciento superior a las familias con recursos.

En Chile cada año nacen 40.000 hijas/hijos de madres adolescentes de los cuales cerca
del 80 por ciento no son deseados ni planificados.

En 1990, Haití tuvo una tasa de muertes maternas de 600 por cada 100.000 nacidos
vivos. .

SALUD: LOS RIESGOS DE LA VIOLENCIA DE


GENERO
¿De qué manera la violencia afecta la salud de las mujeres? Según el Banco Mundial, en
las economías de mercado establecidas, la violencia de género es responsable por uno
de cada cinco días de vida saludable perdidos por las mujeres en edad reproductiva.
Estudios recientes destacan que la violencia de género es una causa significativa de
enfermedades y muertes femeninas, producto de golpizas durante el embarazo, de
violaciones conyugales, de abuso sexual en la niñez, de abortos practicados en malas
condiciones sanitarias, de esterilizaciones forzadas, de carencias alimentarias y de
escaso acceso a los servicios de salud, entre otras causas.

A lo largo de las dos últimas décadas las organizaciones de mujeres hicieron de la


violencia de género un tema prioritario en sus actividades, logrando que fuera
reconocida como un asunto de derechos humanos por el gran impacto que ejerce sobre
la vida y la salud física y emocional de ellas. A su vez, dentro de este reconocimiento se
incluyen los derechos sexuales y reproductivos mediante los cuales toda mujer puede
libremente ejercer su sexualidad y adoptar decisiones sobre la reproducción sin sufrir
discriminación, coerción ni violencia.

La Plataforma de Acción de la IV Conferencia Internacional de la Mujer realizada en


Bejing en 1995, reconoce "los derechos sexuales y reproductivos como derechos
humanos por ser una parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos
universales", según la experta María José de Alcalá de UNFPA. Esto significa que la
violación de este derecho constituye una forma de violencia de género, que tiene
impacto en la salud física y mental de las mujeres.

El concepto de derechos sexuales y reproductivos a partir de su formulación en la IV


Conferencia Internacional de Población y Desarrollo efectuada en El Cairo en 1994,
está ligado al enfoque de género, que establece una relación diferente entre medicina y
salud de acuerdo con lo aprobado en dicha Conferencia, ya "que entraña la capacidad de
disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos de procrear" (CIPD, 7, 2). Como
advierte la sicóloga colombiana María Ladi Londoño, "este concepto afirma
explícitamente el derecho particular de mujeres y hombres a decidir la procreación,
cuándo y con qué frecuencia, contando con información y diversos métodos para la
regulación de la fecundidad".

Un aspecto que fue priorizado en la Conferencia de El Cairo, fue que debían hacerse
esfuerzos especiales para insistir en la responsabilidad de los hombres promoviendo su
participación más activa en la paternidad responsable, el comportamiento sexual y
reproductivo y en todo lo concerniente a la salud de su familia.

Problema de salud pública

De lo que se trata, a juicio de algunas activistas del movimiento de mujeres, es que los
gobiernos y la comunidad en general consideren la violencia como un problema de
salud pública. Así lo señaló en su momento el Fondo de las Naciones Unidas para la
Mujer (UNIFEM): "Las mujeres no pueden contribuir de lleno con su labor o con sus
ideas creativas si están agobiadas por las heridas físicas y psicológicas del abuso". En
1993, la Organización Panamericana de la Salud, en un estudio titulado: La violencia
contra las mujeres y las niñas: análisis y propuestas desde la perspectiva de la salud
pública, destaca que la violencia contra las mujeres y las niñas tiene un fuerte impacto
sicológico en la autoestima femenina, deteriorando su capacidad de obrar por sí mismas
y generando sentimientos de incompetencia. El estudio señala que los intentos de
suicidio son doce veces más frecuentes entre mujeres que son víctimas de agresiones
que las demás. A su vez las que han sido violadas o golpeadas, tienen mayor riesgo de
caer en el consumo de alcohol y otras sustancias dañinas para la salud, así como son
susceptibles a la depresión y revelan personalidades desarticuladas e inseguras.
Otra investigación realizada en 1994 bajo el título "Violencia contra la Mujer: la carga
oculta de salud" de las expertas Lori Heise, Jacqueline Pintanguy y Adrianne Germain,
y publicado por el Banco Mundial, apunta a llamar la atención sobre el escaso interés
por documentar el fenómeno en las instancias pertinentes. "Casi no se ha prestado
ninguna atención política a la ubicación de la violencia contra la mujer como tema de
salud pública y se ha hecho menos aún por abordar las causas subyacentes del abuso.
Los esfuerzos por lograr que se reconozca a la violencia como un tema de justificado
interés internacional, se han visto obstaculizados por la falta de datos poblacionales
sobre el abuso y sus consecuencias sobre la salud".

De acuerdo con este estudio, existe en la región una alta incidencia de casos de
violencia cometidos contra mujeres embarazadas de parte de sus cónyuges o parejas.
Ellas son el blanco preferido presentando un riesgo dos veces mayor de aborto
espontáneo y cuatro veces mayor de tener una/un niña/o de bajo peso al nacer. En
México, una muestra de 342 mujeres elegidas al azar, indicó que 20 por ciento de
quienes fueron golpeadas informaron que habían recibido puñetazos en el estómago
durante el embarazo. En Costa Rica, un estudio realizado sobre 80 mujeres golpeadas
que acudieron a las instancias judiciales, señaló que 49 por ciento denunció haber
recibido golpes durante el embarazo. De ellas, 7,5 por ciento sufrieron aborto
espontáneo debido a la violencia. A esto debe agregarse los cuadros de desnutrición,
doble carga de trabajo y ningún acceso a los servicios de salud.

En Chile, un estudio prospectivo de 161 mujeres, reveló que quienes viven en zonas
política y socialmente violentas, tenían un riesgo cinco veces mayor de tener
complicaciones durante el embarazo como pre-eclampsia, parto prematuro, amenaza de
aborto espontáneo e hipertensión gestacional. Otra gama de la violencia en el terreno de
la salud está referida a las relaciones sexuales forzadas, un hecho bastante frecuente. El
estudio mencionado indica que mujeres de Perú y Guatemala que viven con maridos
alcohólicos y violentos fueron objeto de violaciones en repetidas oportunidades. El 58
por ciento de esposas golpeadas en Bolivia y Puerto Rico informaron haber sido
agredidas sexualmente por sus maridos. En Colombia la tasa llegó a 46 por ciento.

Atentado a la salud sexual

Precisamente una de las expresiones de violencia de género es la que está vinculada con
la reproducción. Por regla general, las mujeres no tienen poder de decisión sobre su
sexualidad y maternidad. Muchas no recurren a la anticoncepción por miedo a las
represalias de sus maridos ya que éstos la relacionan con la infidelidad, basados en la
lógica de que la protección contra el embarazo permite que la mujer sea promiscua.
Otro aspecto a considerar es la escasa información existente sobre los servicios públicos
de el tema, donde por ejemplo, no tienen cabida ni las mujeres solteras ni las
adolescentes. También muchos de estos servicios no ofrecen confiabilidad porque
carecen de personal entrenado adecuadamente o ejercen actitudes coercitivas reñidas
con la ética.

Otro fenómeno que configura un atentado a los derechos sexuales y reproductivos de las
mujeres es la mortalidad materna, que en la región reviste carácter de pandemia. De
acuerdo al Informe Mujeres del Mundo: Leyes y Políticas que Afectan sus Vidas
Reproductivas, Edición América Latina y el Caribe, del Centro Legal para los Derechos
Reproductivos y Políticas Públicas, de Estados Unidos, en la actualidad el promedio de
muertes maternas en la región es de 194 mujeres por cien mil nacidos vivos: la cuarta
tasa más alta del mundo. La causa principal el aborto clandestino, llega a los 4 millones
al año, de los cuales 800 mil casos requieren hospitalización por complicaciones
subsecuentes. En el Caribe, el aborto representa el 30 por ciento de las muertes
maternas. "En su mayor parte, advierte la experta Bárbara Crosette refiriéndose a la
magnitud de este fenómeno, éstas no son muertes de mujeres enfermas, o de las de muy
ancianas o muy jóvenes, sino de mujeres sanas en la mejor etapa de su vida".

Pasos importantes

Hace una década la Organización Mundial de la Salud tomó la iniciativa de iniciar una
cruzada denominada Por una Maternidad sin Riesgos, para llamar la atención sobre el
problema de morbilidad materna e instando a los gobiernos a implementar políticas de
salud acordes a las necesidades de las mujeres. Por su parte los movimientos de la salud
de las mujeres de América Latina y el Caribe instauraron desde 1987 el Día
Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, tomando como eje central la
mortalidad materna. Esta fecha se celebra cada 28 de mayo en todos los países de la
región. Desde los inicios de la campaña del 28 de mayo, las activistas insistieron en
presentar este problema como una expresión de la violencia de género manifestada en la
ausencia de políticas de salud destinadas a las mujeres más pobres, así como en las
actitudes despreciativas, misóginas, racistas y autoritarias expresadas en los servicios de
salud, además de los escasos recursos orientados a mejorar la cobertura de los
programas de salud reproductiva en una coyuntura de privatizaciones impuestas por el
modelo neoliberal. Como muy bien señala María José de Araújo, médica brasileña, son
tres las razones que determinan la caótica situación en este ámbito. Primero "la crisis
económica que afecta directamente al sector salud; segundo un modelo médico
asistencialista, y tercero la poca voluntad política para intervenir en el sector salud por
parte de los gobiernos, por considerarlo no rentable para las arcas fiscales". Araújo
señala que en Sao Paulo, una de las ciudades con mayor renta per cápita de América
Latina, en 1992 el gobierno había asignado apenas el 6,73 por ciento de la inversión
pública para el área de salud.

En este plano, se ha establecido que las muertes maternas están directamente ligadas a
la cobertura institucional de los partos y que el mal estado nutricional de las madres de
los sectores pobres contribuye a no poder enfrentar el parto en buenas condiciones. Así,
la hemorragia y la toxemia son causas importantes de muerte materna. Otro capítulo
dramático son los casos de infecciones y sangramientos por abortos incompletos y
cuadros de peritonitis aguda resultando frecuentes las histerectomías. Por regla general
los hospitales carecen de condiciones adecuadas para asegurar el seguimiento de las
mujeres que han abortado, como tampoco ofrecerles apoyo emocional o brindarles
asesoría sobre anticonceptivos.

Si los derechos sexuales y reproductivos son la punta de lanza de la violencia de género,


las palabras de Nafis Sadik, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones
Unidas a propósito del Día Internacional de la Mujer, son bastante esclarecedoras dentro
del marco de la Campaña de Naciones Unidas por los derechos humanos de las mujeres
en el año de celebración de los 50 años de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Ella dijo: "La privación de los derechos reproductivos de las mujeres causa
cada año la muerte de millones de mujeres, además de enfermedades y discapacidades
evitables a muchas más. Para millones de mujeres, los derechos sexuales y
reproductivos representan la diferencia entre la vida y la muerte. Para muchos más
millones, esos derechos son la clave de una vida libre de enfermedades, libre de malos
tratos y libre de sojuzgamiento económico".

Fuente:
Centro de Información y Documentación de Isis Internacional
Correo Electrónico: isis@reuna.cl

ALGUNAS CIFRAS

En México, una muestra de 342 mujeres elegidas al azar reveló que el 20% que fueron
golpeadas dijeron haber recibido puñetazos en el estómago durante el embarazo. (Heise,
Pitanguy, Germain).

En Costa Rica, un estudio de 80 mujeres golpeadas que presentaron denuncias formales,


declararon haber sido golpeadas durante el embarazo. De ellas 7,5% sufrieron aborto
espontáneo debido a la violencia. (Heise, Pitanguy, Germain).

En Chile, una muestra de 161 mujeres, reveló que quienes viven en zonas política y
socialmente violentas, tenían un riesgo cinco veces mayor de complicaciones durante el
embarazo como pre-eclampsia, parto prematuro, amenaza de aborto espontáneo e
hipertensión gestacional. (Heise, Pitanguy, Germain).

El 58% de esposas golpeadas en Bolivia y Puerto Rico informaron haber sido agredidas
sexualmente por sus maridos. (Heise, Pitanguy, Germain).

El promedio de muertes maternas en América Latina y el Caribe es de 194 mujeres por


cien nacidos vivos: la cuarta tasa más alta del mundo. (Centro Legal para los Derechos
Reproductivos y Políticas Públicas de EE.UU.).

En Colombia, una de cada tres mujeres de zonas rurales no tiene ninguna asistencia
médica durante el embarazo. (Control Ciudadano Nº 2, 1998).

La mortalidad materna en los hospitales de El Salvador es de 68 por 100 mil nacidos


vivos. Aquí no se incluyen los casos producidos en los domicilios, ni las muertes no
registradas en los hospitales. (Control Ciudadano, Nº 2, 1998)

En Venezuela, el Ministerio de Salud y Asistencia Social, identifica como principales


determinantes de los problemas del área, el aumento de la pobreza, el alto porcentaje de
embarazos de menores de 20 años y las deficiencias asistenciales del sector público.
(Control Ciudadano, Nº 2, 1998).

El cáncer cérvico uterino es una de las principales causas de muerte de las mexicanas.
Cada año mueren cerca de 4 mil 500 mujeres en edad reproductiva. Según esto,
diariamente fallecen 12 mujeres: una cada dos horas. (Servicio Informativo de CIMAC).

Según estudios del Fondo de Población de Naciones Unidas, en varios países


latinoamericanos, el 30% de las adolescentes ha tenido por lo menos un hijo antes de los
20 años.
Según la Encuesta Nacional Demográfica y Salud Familiar del Perú (ENDES), en 1996
la mortalidad materna marcó un incremento de 265 por cada 100 mil nacidos vivos.

La clase más grande del mundo: Educación de las niñas


Carmen Torres/Mhoy

Unos 180.000 niñas y niños de cien países recibirán este


miércoles una lección simultánea sobre las razones de la
discriminación escolar de las niñas, dentro de la Campaña
Mundial por la Educación, en la que participan ONG de todo
el mundo. El objetivo es eliminar la discriminación sexual
en la educación.

Alrededor de 115 millones de menores, en su mayoría niñas,


siguen sin tener acceso a la educación. Ante ello, organizaciones,
Niñas de Malí (Foto: Naciones
Unidas) sindicatos de profesores y colectivos de todo tipo, asociados en la
Campaña Mundial por la Educación, expondrán a su alumnado
este 9 de abril los motivos por los que, en muchos países, el
padre y la madre prefieren que sean los hijos varones los que vayan a la escuela en lugar de
las niñas.

En esta lección también se explicará que, en los lugares en los que esta costumbre está
cambiando, las mujeres se convierten en dueñas de su futuro y se pueden observar
transformaciones muy importantes para ellas y la sociedad, tales como la reducción de la
mortalidad infantil, el matrimonio de las adolescentes a una edad más tardía, o la mejora de
la calidad de vida de las familias.

¿Qué tan grande será esta clase?

Actualmente, el récord mundial Guinness para la clase más grande del mundo es de 28,801
participantes. Se espera que la clase del 9 de abril sea mucho más grande. Hasta ahora, se
han inscrito cerca de 750.000 personas expresanso su deseo de participar en este magno
evento.

Las acciones para la clase se realizan en más de cien países, desde EEUU hasta Uganda, de
Dhaka a Dakar, de Guinea a Groenlandia, de Suecia a Senegal. Y también en América Latina.

Hasta el momento Bangladesh e India lideran con 91.000 y 100.000 participantes,


respectivamente.

En Liberia, 7 escuelas participarán en el intento de récord mundial. En el mismo país se


celebrará un campeonato de fútbol para destacar la importancia de la educación de niñas y
mujeres.

En Sudáfrica, Nadine Gordimer, Premio Nobel de Literatura 1991, será una de las
celebridades que participará en la clase, y varios niños y niñas de varias escuelas se
conectarán vía video conferencia con niños y niñas de Holanda.

En Malawi, el Ministro de Educación lanzará la clase por televisión y trabajará junto a varios
niños y niñas en una escuela rural.

En el Reino Unido, la estrella Michelle Collins presentará la clase en una sesión especial en el
Wembley Hall.

La famosa cantante africana Angelique Kidjo participará de la clase en las oficinas de Unicef
en Nueva York junto a Nana Annan, esposa del Secretario General de Naciones Unidas.

El Director-General de Unesco, Koichiro Matsuura, dará la Clase al Comité Ejecutivo durante


su reunión en París.
Los orígenes

Esta acción se enmarca en la Tercera Semana de Acción Mundial 2003 (del 7 al 13 de abril)
de la Campaña Mundial por la Educación.

La Campaña Mundial por la Educación se estableció en octubre de 1999 para fortalecer la


unidad entre organismos no gubernamentales (ONG), sindicatos docentes y otras
organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo en un gran esfuerzo por terminar con la
crisis mundial de la educación. La coalición representa a organizaciones activas en más de
cien países.

Las organizaciones incluyen Oxfam Internacional, la Internacional de la Educación, Ayuda en


Acción, la Marcha Mundial contra el trabajo infantil, World Vision, Save the Children UK, la
Internacional de Servicios Públicos, Social Alert, FAWE, ANCEFA, ABONG/Ação Educativa-
Brazil, ASPBAE y docenas de coaliciones regionales y nacionales en los países en desarrollo.

Este es el tercer año que se realiza la Semana de Acción Mundial. El objetivo fijado para el
año 2005 es permitir a todas las niñas acceder a una enseñanza de calidad y eliminar la
discriminación sexual en la educación.

Pero el objetivo a más largo plazo es que antes del año 2015 todas las personas del mundo
tengan la posibilidad de acceder a una educación adecuada.

Acciones en América Latina

Una de las organizaciones que está impulsando la Campaña Mundial por la Educación en
nuestro continente es la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el
Caribe (REPEM). A través de mensajes electrónicos, esta red ha estado informando desde
hace algunas semanas sobre esta Semana de Acción Mundial.

Una de las informaciones que ha entregado son los resultados del estudio “A Fair Chance”
(Una oportunidad justa). Realizado en nueve países, la investigación muestra que mientras
el progreso ha sido lento en términos de educación de las niñas, hay avances sorprendentes
en algunos países relativos al aumento de la matrícula escolar. Por ejemplo, la matrícula de
las niñas se ha duplicado y casi triplicado en ciertos casos.

La investigación revela que detrás de este éxito subyacen una serie de políticas básicas, tales
como la educación gratuita y flexible, así como la entrega de subsidios o incentivos extra
para las familias más pobres.

REPEM señala que, junto con el International Council for Adult Education (ICAE), ya habían
notado en una investigación anterior (realizada en el año 2000) que la tendencia mundial
respecto a las diferencias de género en la educación es su paulatina desaparición y que,
incluso, en ciertos países las mujeres comienzan a tener una ventaja por sobre los hombres.

Sin embargo, la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe hace
notar que en los países donde el analfabetismo es más alto, las personas adultas, y en
especial las mujeres, representan un porcentaje muy alto, lo que incide en su falta de
herramientas básicas para participar en la sociedad.

Por otra parte, REPEM está programando para los días 10, 11 y 14 de abril jornadas virtuales
de discusión sobre la educación de las personas adultas, en específico de las mujeres.

El planteamiento de base de esas jornadas es que el acceso de todas las personas a la


educación básica constituye un objetivo central para una sociedad democrática y equitativa.
Sin embargo, igualmente importante es la existencia de programas de educación, con
horarios adecuados, de sistemas flexibles y cercanos a las poblaciones usuarias, de
mecanismos facilitadores para jóvenes embarazadas o madres.

Además, para REPEM también es importante incorporar en el curriculum de educación formal


contenidos que contemplen la igualdad y la equidad en las relaciones de género, así como la
educación sexual.
Para inscribirse y participar en la discusión, es necesario escribir a: laredva@repem.org.uy

Fuente: REPEM y fuentes propias.

uscan castigo para delitos de abuso sexual en Perú

(Adital/ALC/CIMAC, Perú) Durante una campaña denominada


"Mujeres huanuqueñas libres de violencia", 2.836 ciudadanos de esta ciudad peruana
firmaron un memorial exigiendo a la policía y a las autoridades judiciales que los casos de
abuso sexual y violencia intra familiar no queden en la impunidad.

La campaña en esta ciudad andina situada a 400 kilómetros al noreste de Lima, duró cinco
días y fue promovida por la Asociación Evangélica Paz y Esperanza, la Defensoría del Pueblo
y la Comisión de la Verdad y Reconciliación de la región.

Ante el alto índice de casos de abuso sexual y violencia familiar que se producen en esta
zona y que muchas veces quedan en la impunidad por la falta de celeridad y atención de las
autoridades encargadas, los ciudadanos de Huánuco demandaron que se dé prioridad a la
atención de estos casos.

De acuerdo a estadísticas, cada cinco días se registran en Huánuco 50 casos de violación a


mujeres, la mayoría de los cuales quedan en la impunidad por el poco interés, falta de
recursos y desatención de las autoridades policiales y de la Fiscalía y de la Corte de Justicia.

Es la primera vez que la ciudadanía de Huánuco presenta un memorial para presionar a las
autoridades para que cumplan su deber. Las listas con las firmas fueron entregadas a los
representantes de las tres instancias.

José Vinces, coordinador de la Asociación Paz y Esperanza, aseguró que "las 2.836 firmas
comprometen a los organismos de la sociedad civil a ser vigilantes de que los casos de abuso
sexual y violencia familiar no queden en la impunidad".

Intentan la prohibición absoluta del aborto - Organizaciones feministas peruanas denunciaron


la intención de que la nueva Constitución de su país establezca la prohibición absoluta del
aborto, aun cuando la salud o la vida de la mujer corra peligro.

Para Mónica de las Casas, responsable de la oficina regional en Lima de la Asociación para
los Derechos de la Mujer y el Desarrollo, ello significaría un precedente de extrema gravedad
pues "sería la primera constitución que prohíba todos los tipos de aborto".

La representante de AWID, por sus siglas en inglés, advirtió que si esa experiencia llega a
ser exitosa en Perú podrá plantearse fácilmente su homologación en otros países
latinoamericanos.

El 4 de octubre, las mujeres peruanas ganaron la batalla contra grupos conservadores en las
reformas a la Constitución, al conservar legal el aborto terapéutico como lo estipula el
artículo 119 del Código Penal peruano que data de 1991.

De las Casas recordó que el aborto clandestino es una innegable realidad que termina con la
vida de miles de mujeres latinoamericanas, que en el caso del país andino son 352 mil las
que lo practican en condiciones insalubres.

En tanto, el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la


Mujer (CLADEM) señaló que penalizar el aborto no lo evita ni disminuye su práctica, en
cambio pone en peligro la vida, salud y bienestar de las mujeres y sus familias.

Así, hicieron un llamado al movimiento amplio de mujeres de la región a manifestarse contra


este retroceso, señalando que para que la democracia se consolide resulta imprescindible
que el Estado garantice el ejercicio de los derechos humanos de mujeres y hombres de todas
las clases, razas y etnias.

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