Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Ciertos autores (como por ejemplo Guy Rocher)[2] consideran que es más
adecuado en español el término mundialización, galicismo derivado de la palabra
francesa mondialisation, en lugar de globalización, anglicismoprocedente del
inglés globalization, puesto que en español «global» no equivale a «mundial», como
sí ocurre en inglés. Sin embargo, el Diccionario de la Real Academia
Española registra la entrada «globalización», entendida como la «tendencia de los
mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que
sobrepasa las fronteras nacionales» (DRAE 2006, 23ª edición),[3] mientras que la
entrada «mundialización» no está en el Diccionario.
ConceptoEditar
Esos poderes son tan fuertes que llegan a acuerdos al margen de todo control
político directo de los seres humanos que afectan al empleo, la salud y la vida
cotidiana de grandes sectores de la Humanidad como CETA, TTIP y TISA, acuerdos
que no se han publicado ni conocido ni sancionado por los que sufren sus
consecuencias,[5] algo jurídicamente muy discutible.[6] Contra esto (la falta de
perfeccionamiento de los procedimientos democráticos de control del gobierno de
los estados nacionales quienes, por ejemplo, son incapaces de concordar o ponerse
de acuerdo para evitar el fraude fiscal global, o de otra forma explicado, solo se
ponen de acuerdo en no ponerse de acuerdo) y la venta del sistema político
al capitalismo en general, ha surgido la llamada globalización del descontento,[7]
plasmada en movimientos como el 15-M,Occupy movement o los Indignados y
organismos independientes de denuncia como Wikileaks, o en protestas más
desorganizadas y violentas como losdisturbios de Francia de 2005. La
globalización afecta a todo el mundo y por tanto exige un derecho global que la
controle, lo que revitaliza el derecho natural inherente a la especie humana y
debería desacreditar definitivamente en esta esfera el demasiado
prestigiado derecho positivo que esgrimen los estados nacionales para no ponerse
de acuerdo en medidas beneficiosas para todos. En ese sentido, afirma Hans
Küng en el contexto de la confección de unaDeclaración universal de los deberes del
hombre: