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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA

FACULTAD DE INGENIERIA AMBIENTAL

Escuela de Ingeniería Ambiental

CURSO : FISICOQUIMICA

TEMA : TITULACION O VALORACION

ALUMNOS : CUADRA AMEZ DIEGO FERNANDO

DOCENTE : ING. BILMA YUPANQUI

FECHA : 22 DE JUNIO DEL 2015

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TITULACION O VALORACION

I. OBJETIVOS
- Calcular la concentración de de las soluciones establecidas.
- Conocer los tipos de indicadores.
- Graficar el perfil de pH en la valoración de un acido con una base de acuerdo
a la información proporcionada en el punto 1, 2 y 3.
- Determinar los puntos de equivalencia.
- Comentario de las graficas.
- Diferenciar entre el punto final y el punto de equivalencia.

II. FUNDAMENTO TEORICO:


Constituyen un amplio y valioso conjunto de procedimientos cuantitativos muy
utilizados en Química Analítica. En los análisis volumétricos se determina el
volumen de una disolución de concentración conocida (disolución valorante) que se
necesita para reaccionar con todo el analito, y en base a este volumen se calcula la
concentración del analito en la muestra.
En este apartado se definen algunos términos que se utilizan frecuentemente en las
titulaciones.
Una disolución valorante es una disolución de reactivo de concentración conocida,
que se usa para realizar un análisis volumétrico. Una valoración se hace añadiendo
lentamente la disolución valorante, desde una bureta u otro dispositivo volumétrico
de medida, a una disolución de analito, hasta que la reacción entre las dos sea
completa. El volumen gastado para llevar a cabo la valoración se determina por
diferencia entre las lecturas final e inicial de la bureta.
Las disoluciones valorantes juegan un papel central en todos los métodos
volumétricos. Una disolución valorante ideal debe de cumplir:

1. Ser suficientemente estable de forma que solo se necesite determinar una vez su
concentración.
2. Reaccionar rápidamente con el analito, a fin de minimizar la demora entre
adiciones sucesivas de valorante.
3. Reaccionar lo más íntegramente posible con el analito, con objeto de obtener
puntos finales bien definidos.
4. Reaccionar selectivamente con el analito.

El punto de equivalencia de una valoración se alcanza cuando la cantidad de


valorante añadido es químicamente equivalente a la cantidad de analito que hay en
la muestra. Por ejemplo, el punto de equivalencia en la valoración del Cloruro sódico
con nitrato de plata se alcanza después de añadir exactamente 1 mol de ion de plata
por cada mol de ion cloruro en la muestra. El punto de equivalencia en la valoración
del ácido sulfúrico con el hidróxido sódico, se alcanza después de añadir dos moles
de base por cada mol de ácido.

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A veces es necesario añadir un exceso de valorante, y después determinar el
exceso, mediante una valoración por retroceso, con un segundo valorante. En
este caso, el punto de equivalencia es tal, que la cantidad gastada del primer
valorante equivale a la cantidad de analito más la cantidad del segundo valorante
(o retrovalorante).
El punto de equivalencia es un punto teórico que no se puede determinar
experimentalmente, sólo podemos estimarlo observando algún cambio físico que
acompañe a la condición de equivalencia. Este cambio se llama punto final de la
valoración. Se debe poner un gran empeño en asegurar que la diferencia de
volúmenes entre el punto de equivalencia y el punto final sea pequeña. Sin
embargo, tales diferencias normalmente existen, como resultado de las limitaciones
de los cambios físicos y de nuestra capacidad de observarlos. La diferencia de
volumen entre el punto de equivalencia y el punto final es el error de valoración.
A veces se añade un indicador a la disolución del analito, con el fin de obtener un
cambio físico observable (punto final) en, o cerca del, punto de equivalencia.
Cambios típicos son la aparición o desaparición de un color, cambio de color y la
aparición o desaparición de turbidez.
A menudo se usan instrumentos para detectar puntos finales. Estos instrumentos
responden a ciertas propiedades de la disolución que cambian de forma
característica durante la valoración. Entre estos instrumentos están los voltímetros,
amperímetros, conductímetros, colorímetros, registradores de temperatura y
refractómetros.

Procedimiento:

Una titulación o valoración comienza con un vaso de precipitados o matraz


Erlenmeyer conteniendo un volumen preciso del reactivo a analizar y una pequeña
cantidad de indicador, colocado debajo de una bureta que contiene la disolución
estándar. Controlando cuidadosamente la cantidad añadida, es posible detectar el
punto en el que el indicador cambia de color. Si el indicador ha sido elegido
correctamente, este debería ser también el punto de neutralización de los dos
reactivos. Leyendo en la escala de la bureta sabremos con precisión el volumen de
disolución añadida. Como la concentración de la disolución estándar y el volumen
añadido son conocidos, podemos calcular el número de moles de esa sustancia (ya
que Molaridad = moles / volumen). Luego, a partir de la ecuación química que
representa el proceso que tiene lugar, podremos calcular el número de moles de la
sustancia a analizar presentes en la muestra. Finalmente, dividiendo el número de
moles de reactivo por su volumen, conoceremos la concentración buscada.

Curvas de valoración:

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Una curva típica de valoración de un ácido diprótico, ácido oxálico, titulado con una
base fuerte, hidróxido sódico. Son visibles los dos puntos de equivalencia, a 15 y 30
mL

Las valoraciones se representan mediante curvas de valoración, en las que suele


representarse como variable independiente el volumen añadido de disolución
estándar, titulante o patrón, mientras la variable dependiente es la concentración
del analito en la etapa correspondiente de valoración (en una valoración ácido-base
es generalmente el pH de la disolución, que cambia según la composición de las
dos disoluciones). En el caso de las valoraciones ácido-base, las curvas de
valoración reflejan la fuerza del ácido y de la base correspondiente. Por ejemplo, en
una valoración de ácido fuerte con una base débil, la curva de valoración será
relativamente lisa, aunque muy escarpado para puntos cerca el punto de
equivalencia de la valoración. En este caso, pequeños cambios en el volumen del
valorante producen cambios grandes del pH cerca del punto de equivalencia. En
este caso, una amplia gama de indicadores sería apropiada (por ejemplo el tornasol,
la fenolftaleína o el azul de bromotimol). Por otro lado, si uno de los componentes
de una valoración ácido-base es un ácido débil o una base débil, y el otro es un
ácido fuerte o una base fuerte, la curva de valoración es claramente irregular cerca
del punto de equivalencia (y el pH no cambia "tanto" con la adición de pequeños
volúmenes de valorante). Como ejemplo, la curva de valoración del ácido oxálico
(un ácido débil) con hidróxido de sodio (una base fuerte) se ha representado en la
imagen anterior. Aquí, el punto de equivalencia ocurre a un pH de aproximadamente
8-10, y así el analito es básico en el punto de equivalencia (con más precisión, la
sal sódica producida por la reacción de hidrólisis en el agua para producir iones
hidróxido). Un indicador como la fenolftaleína sería apropiado para esta valoración
en particular. La curva de valoración correspondiente a una valoración de una base

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débil con un ácido fuerte ácida se comporta de modo similar. En este caso,
indicadores como el naranja de metilo o el azul de bromotimol se utilizan
habitualmente. Por otro lado, las valoraciones ácido-base en las que los
componentes son una base y un ácido débil, son de naturaleza bastante irregular.
Debido a la naturaleza de tales valoraciones, no hay ningún indicador químico
apropiado, y por ello a menudo se utiliza el pHmetro.

Tipos de valoraciones

Las valoraciones se clasifican por el tipo de objeto a analizar:

 Valoraciones ácido-base: basadas en la reacción de neutralización entre el


analito y una disolución de ácido o base que sirve de referencia. Para
determinar el punto final, usan un indicador de pH, un pH-metro, o un medidor
de conductancia.
 Valoraciones redox: basadas en la reacción de oxidación-reducción o
reacción redox entre el analito y una disolución de oxidante o reductor que
sirve de referencia. Para determinar el punto final, usan un potenciómetro o
un indicador redox aunque a veces o bien la sustancia a analizar o la
disolución estándar de referencia tienen un color suficientemente intenso
para que no sea necesario un indicador adicional.
 Valoraciones de formación de complejos o complexometrías: basadas en la
reacción de formación de un complejo entre el analito y la sustancia
valorante. El agente quelante EDTA es muy usado para titular iones
metálicos en disolución. Estas valoraciones generalmente requieren
indicadores especializados que forman complejos más débiles con el
anualito. Un ejemplo es Negro de Eriocromo T para valoración de iones
calcio, magnesio o cobre (II).
 Valoraciones de precipitación: Son aquellas basadas en la precipitación. Uno
de los tipos más habituales son las Agronometrías: precipitación de aniones
como los halógenos (F-, Cl-, Br-, I-) y el ti cianato (SCN-) con el ión plata. Ag+.
Esta titulación está limitada por la falta de indicadores apropiados.

1. VALORACION ACIDO FUERTE – BASE FUERTE.

Reacción: HCl + NaOH ----- NaCl + H2O.

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Suponga que se agrega una disolución de NaOH 0.1 M desde una bureta de matraz
que contiene inicialmente 25 ml de HCl 0.1 M, luego de cada adicion se mide el ph
de la solución, obteniéndose los siguientes valores.

VOL. DE NaOH 0 5 10 15 20
AGREGADO (ml)
PH 1 1.18 1.37 1.6 1.95
VOL. DE NaOH 22 24 25 26 28
AGREGADO (ml)
PH 2.2 2.69 7 11.29 11.75
VOL. DE NaOH 30 35 40 45 50
AGREGADO (ml)
PH 11.96 12.22 12.36 12.46 12.52

14

12

10

8
PH

0
0 10 20 30 40 50 60
VOL. NaOH (ml)

DETERMINACION DEL PUNTO DE EQUIVALENCIA:

VOLUMEN DEL NaOH = 25 ml. Para un PH=7.

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COMENTARIO DE LA GRAFICA:

A partir de la curva de valoración obtenida pueden establecerse las principales


características de la curva de valoración para la valoración de un acido fuerte con
una base fuerte:

- El PH tiene un valor bajo al comienzo de la valoración.


- El PH cambia lentamente hasta justo cerca del punto de equivalencia.
- En el punto de equivalencia el PH aumenta muy bruscamente.

2. VALORACION ACIDO DEBIL –BASE FUERTE.

Reacción: CH3COOH (ac) + NaOH(ac ) ----- CH3COONa(ac) + H2O(l)

Suponga que se agrega una disolución de NaOH 0.1 M desde una bureta a un
matraz que contiene inicialmente 25 ml de acido acético (CH3COOH) 0.1 M, luego
de cada adición se mide el pH de la solución, obteniéndose los siguientes valores.

VOL. DE NaOH 0 5 10 15 20
AGREGADO (ml)
PH 2.87 4.14 4.57 4.92 5.35
VOL. DE NaOH 22 24 25 26 28
AGREGADO (ml)
PH 5.61 6.12 8.72 10.29 11.75
VOL. DE NaOH 30 35 40 45 50
AGREGADO (ml)
PH 11.96 12.22 12.36 12.46 12.52

7
14

12

10

8
PH

6 Valores Y

0
0 10 20 30 40 50 60
VOL. NaOH (ml)

DETERMINACION DEL PUNTO DE EQUIVALENCIA:

VOLUMEN DEL NaOH = 25 ml. Para un PH=8,72.

COMENTARIO DE LA GRAFICA:

- Si valoro acido débil con base fuerte, entonces PH>7.


- Corresponde al pH de la solución inicial (ácido acético 0,10 M). Como es un
ácido débil, disocia parcialmente.
- El pH de la de la solución antes del punto de equivalencia llega a ser 7.
- Después del punto de equivalencia cambia bruscamente la medida del PH.

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3. VALORACION ACIDO FUERTE – BASE DEBIL.

Reacción: HCl + NH3 -------- NH4Cl.

Suponga que se agrega una disolución de HCl 0.1 M desde una bureta a un matraz
que contiene inicialmente 25 ml de NH3 0.1 M, luego de cada adición se mide el pH
de la solución, obteniéndose los siguientes valores.

VOL. DE NaOH 0 5 10 15 20
AGREGADO (ml)
PH 11.13 9.86 9.44 9.08 8.66
VOL. DE HCl 22 24 25 26 28
AGREGADO (ml)
PH 8.39 7.88 5.28 2.7 2.22
VOL. DE HCl 30 35 40 45 50
AGREGADO (ml)
PH 2 1.7 1.52 1.4 1.3

12

10

8
PH

6
Valores Y
4

0
0 10 20 30 40 50 60
VOL. HCL (ml)

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DETERMINACION DEL PUNTO DE EQUIVALENCIA:

VOLUMEN DEL NH3 = 25 ml. Para un PH=5,28.

COMENTARIO DE LA GRAFICA.-

- Si valoro acido fuerte con base débil, entonces PH<7.


- Al inicio de la valoración, al agregarle muy poco acido fuerte, la solución a
analizar sigue siendo demasiado básica.
- Una vez que alcanza el punto de equivalencia ocurre un cambio brusco en
la medición del pH.
- A medida que se va adicionando más cantidad de acido fuerte, la solución
se va haciendo más acida.

HOJA DE SEGURIDAD

SECCION Nº3

 Nombre químico:

NaOH.- El hidróxido de sodio (NaOH) o hidróxido sódico

NH3.- consiste en un átomo de nitrógeno (N) y tres átomos de hidrógeno (H)


de acuerdo con la fórmula NH3 y recibe el nombre de amoniaco

CH3COOH.- su nombre es acido acetico

HCl.- todavía ocasionalmente llamado, ácido hidroclórico

 Nombre comercial:

NaOH.- conocido como soda cáustica o sosa cáustica es un hidróxido caustico


usado en la industria (principalmente como una base química)

NH3.- El amoníaco, amoniaco, azano, espíritu de Hartshorn o gas de amonio

CH3COOH.-

HCl.- es conocido como acido muriatico

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SECCION Nº2

 Efectos para la salud y primeros auxilios

NH3.-

Inhalación
En concentraciones elevadas irrita la garganta, inflama los pulmones, daña las
vías respiratorias y los ojos. Según aumenta la concentración puede llegar a
producir edema pulmonar o la muerte cuando supera las 5000 ppm.
Contacto con la piel
El amoníaco puede producir irritación de la piel, sobre todo si la piel se encuentra
húmeda. Además, puede llegar a quemar y ampollar la piel al cabo de unos pocos
segundos de exposición con concentraciones atmosféricas superiores a 300 ppm.
Ingestión
Este compuesto es gaseoso en condiciones atmosféricas normales siendo poco
probable su ingestión. Sin embargo, en caso de producirse, puede destruir la
mucosa gástrica, provocando severas patologías e incluso la muerte

NaOH.-

Inhalación
El hidróxido de sodio no crea realmente vapor y la exposición por inhalación sólo
puede ocurrir con aerosoles. Tres reportes de caso sugieren que los aerosoles de
hidróxido de sodio pueden provocar irritación severa del tracto respiratorio. En un
caso se dio lesión pulmonar permanente. Debido a su naturaleza corrosiva, los
aerosoles de hidróxido de sodio pueden provocar edema pulmonar (severa lesión
pulmonar de amenaza de por vida). Un trabajador, expuesto a rocíos calientes de
hidróxido de sodio en un espacio confinado, experimentó apretazón de pecho,
disnea (dificultad para respirar) y tos durante la exposición.

Contacto con la piel


El hidróxido de sodio es extremadamente corrosivo y capaz de provocar severas
quemaduras con ulceración profunda y cicatrices permanentes. Puede penetrar
las capas profundas de la piel y la corrosión continuará hasta que se remueva. La
severidad de la lesión depende de la concentración de la solución y la duración de
la exposición. Puede ser que las quemaduras no sean dolorosas inmediatamente;
el inicio del dolor puede retrasarse por minutos e incluso horas. Varios estudios

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con humanos y reportes de caso describen los efectos corrosivos del hidróxido de
sodio.

Contacto con los ojos


El hidróxido de sodio es extremadamente corrosivo. La severidad de la lesión
aumenta con la concentración de la solución, la duración de la exposición y la
velocidad de penetración en el ojo. El daño puede ir desde irritación severa y leve
cicatrización hasta ampollas, desintegración, ulceración, cicatrización severa y
nube. Las condiciones que afectan la visión como glaucoma y cataratas son
posibles desarrollos tardíos. En casos severos, existe ulceración progresiva y nube
del tejido ocular que puede llevar hasta ceguera permanente.
Ingestión
No existen casos reportados de trabajadores industriales que hayan ingerido
soluciones de hidróxido de sodio. La ingestión no ocupacional ha producido
severas quemaduras corrosivas al tejido del esófago, el cual en algunos casos
progresó hasta formación de estenosis. Puede ocurrir ingestión, dolor severo;
quemadura de la boca, garganta y esófago; vómito; diarrea; colapso y posible
muerte pueden resultar.

CH3COOH.-

Inhalación
La inhalación puede producir disnea, pleuritis, edema en las vías respiratorias
superiores, edema pulmonar, hipoxemia, broncoespasmos, neumonitis,
traqueobronquitis y anormalidades persistentes en la función pulmonar. Se ha
informado de hiperreactividad de las vías respiratorias. El inicio de los síntomas
respiratorios puede retrasarse varias horas.

Contacto con la piel


El amoníaco puede producir irritación de la piel, sobre todo si la piel se encuentra
húmeda. Además, puede llegar a quemar y ampollar la piel al cabo de unos pocos
segundos de exposición con concentraciones atmosféricas superiores a 300 ppm.
Contacto con los ojos
El hidróxido de sodio es extremadamente corrosivo. La severidad de la lesión
aumenta con la concentración de la solución, la duración de la exposición y la
velocidad de penetración en el ojo. El daño puede ir desde irritación severa y leve
cicatrización hasta ampollas, desintegración, ulceración, cicatrización severa y
nube. Las condiciones que afectan la visión como glaucoma y cataratas son
posibles desarrollos tardíos. En casos severos, existe ulceración progresiva y nube
del tejido ocular que puede llevar hasta ceguera permanente.
Ingestión
No existen casos reportados de trabajadores industriales que hayan ingerido
soluciones de hidróxido de sodio. La ingestión no ocupacional ha producido

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severas quemaduras corrosivas al tejido del esófago, el cual en algunos casos
progresó hasta formación de estenosis. Puede ocurrir ingestión, dolor severo;
quemadura de la boca, garganta y esófago; vómito; diarrea; colapso y posible
muerte pueden resultar.

HCl.-

Inhalación
En el caso de exposiciones agudas, los mayores efectos se limitan al tracto
respiratorio superior. El gas causa dificultad para respirar, tos e inflamación y
ulceración de nariz, tráquea y laringe. Exposiciones severas causan espasmo de
la laringe y edema en los pulmones y cuerdas vocales. Una exposición prolongada
y repetida puede causar decoloración y corrosión dental. En algunos casos , se
han presentado problemas de gastritis y bronquitis crónica. En humanos,la
exposición a una concentración de 50 a 100 ppm por una hora fue muy poco
tolerada; de 35 ppm por un momento, causó irritación de la tráquea y de 10 ppm
fue tolerada. Por otra parte, estudios con animales han demostrado que una
exposición a concentraciones altas del gas provoca daños en los vasos
sanguíneos, colapso de los pulmones y lesiones en hígado y otros órganos. Las
exposiciones constantes a bajas concentraciones del gas no tienen efectos
inmediatos y no producen cambios morfológicos.

Contacto con la piel


En forma de vapor o disoluciones concentradas causa quemaduras serias,
dermatitis y fotosensibilización. Las quemaduras pueden dejar cicatrices, que
incluso pueden desfigurar las regiones que han sido dañadas.

Contacto con los ojos


Este ácido es un irritante severo de los ojos y su contacto con ellos puede causar
quemaduras, reducir la visión o, incluso, la pérdida total de ésta.

Ingestión
Produce corrosión de las membranas mucosas de la boca, esófago y estómago.
Los síntomas que se presentan son: disfagia, náuseas, vómito, sed intensa y
diarrea. Puede presentarse, incluso, colapso respiratorio y muerte por necrosis del
esófago y estómago.

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III. CUESTIONARIO:

 INDICADORES

En química, sustancia natural o sintética que cambia de color en respuesta a la


naturaleza de su medio químico. Los indicadores se utilizan para obtener
información sobre el grado de acidez o pH de una sustancia, o sobre el estado de
una reacción química en una disolución que se está valorando o analizando. Uno
de los indicadores más antiguos es el tornasol, un tinte vegetal que adquiere color
rojo en las disoluciones ácidas y azul en las básicas. Otros indicadores son la
alizarina, el rojo de metilo y la fenolftaleína; cada uno de ellos es útil en un intervalo
particular de acidez o para un cierto tipo de reacción química.

Uso de los indicadores ácido-base sintéticos.

Por lo general se suelen emplear en forma de sales sódicas, por ser solubles
en agua. En caso contrario, se disolverían en etanol, lo cual tiene más
inconvenientes a la hora de usarse en la química a la gota, ya que la gota de alcohol
tiende a extenderse y desparramarse contactando antes de tiempo con los
diferentes medios.

Dado que se conocen los distintos pK, en los equilibrios tautoméricos entre
las formas con distinto color y como se ha explicado anteriormente, en el tema
Indicadores ácido-base I, el cambio de color o viraje se produce aproximadamente
entre una unidad menos y otra más del pK, se pueden comprobar los distintos
cambios de color. Muchas veces el color esperado no es el que aparece, pues dado
que se trata de formas en equilibrio, la combinación de colores produce el que se
aprecia.

La tabla de indicadores sintéticos empleados y sus cambios de color en función del


pH, es la dada, señalándose las regiones del viraje:

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 DIFERENCIA ENTRE PUNTO FINAL Y PUNTO DE EQUIVALENCIA.

Punto de equivalencia es cuando exactamente todos los equivalentes de uno de los


reactivos reaccionan con la cantidad equivalente del otro reactivo. en cambio el
punto final, es aquel que empleamos para decir que la reacción a pasado o está
muy próxima a su punto de equivalencia. Un ejemplo es cuando empleamos un
colorante asumimos un error en exceso o en defecto para esa titulación ya que el
colorante no marca el punto exacto en que todos los equivalentes ácidos se
consumen, sino todos los equivalentes ácidos + todos los equivalentes que
provienen del colorante también.

Conclusión; en una titulación, el punto de equivalencia es el punto al que se ha


llegado cuando se ha agregado la cantidad exacta del titulante para que allá
reacción. Este punto no es observable. Mientras que, el punto final es aquel que si
es observable mediante indicadores químicos y se da cuando se ha adicionado un
pequeño exceso de titulante.

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