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Todas las decisiones que desde el estado se tomen en materia de política económica
van a tener un impacto directo o indirecto en los distintos componentes de la ecuación
macroeconómica. Una primer aproximación a los enfoques generales de política
económica (que son de corto plazo) consistentes con modelos de desarrollo (de
mediano y largo plazos) permite distinguir entre enfoques que hacen incapie en la
oferta agregada lo cual supone priorizar objetivos de corto plazo de estabilización de la
economía como condición para generar inversiones, crecimiento y pleno empleo.
Los instrumentos mediante los cuales se llevan adelante estas políticas serán
desarrollados en la segunda parte del curso. Por ahora interesa presentar las
relaciones entre las variables en juego y algunas referencias para ilustrar como
pueden ser afectadas por las decisiones públicas.
Las relaciones entre los pares de variables que se expondrán a continuación serán
expuestos suponiendo que los demás componentes de la ecuación macroeconómica
así como otras variables que están fuera de la ecuación no sufren modificaciones, es
un enfoque simplificador para aislar los efectos que se pretende exponer sabiendo que
la realidad económica es mucho más compleja y que dichas variables se mueven en
simultáneo influyendo unas sobre otras.
Estos efectos resultan más significativos en momentos de caída del nivel de actividad
económica (fase descendente del ciclo económico) como medidas de política
contracíclica, es decir, para reactivar la economía en tanto que para fases
ascendentes del ciclo económico deben ir acompañados de aumentos en la inversión
puesto que si la economía se encuentra cerca de la plena utilización de sus recursos
el mayor poder de compra de la población puede no verse totalmente satisfecho por la
oferta de bienes y servicios disponibles y generar inflación.
El nivel de inversión también esta afectado por la tasa de interés así como por las
expectativas de los empresarios sobre la rentabilidad de los proyectos que se pueden
financiar con un un nivel de tasas de interés dados.
Esta distinción es importante porque los efectos del consumo sobre el nivel de
actividad son de corto plazo y más importantes en situaciones de recesión. En tales
coyunturas los aumentos en el consumo pueden ser cubiertos desde la oferta con
mayor producción dado que hay recursos ociosos por la misma recesión, mientras que
en una situación cercana a la plena utilización de los recursos productivos de la
economía la expansión de la misma sólo puede sostenerse con aumentos en la
inversión.
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En un sentido estricto para la macroeconomía el consumo no sólo depende de la tasa de interés (en
forma negativa, es decir si sube la tasa de interés baja el consumo y viceversa) sino también del ingreso
disponible de las familias (ingreso menos impuestos) y de los ingresos futuros esperados (en ambos
casos el consumo depende de estas variables en forma positiva, es decir si suben el ingreso disponible o
el ingreso esperado de las familias se incrementa el consumo).
El efecto de estos aumentos no es inmediato por cuanto producir nuevos bienes de
capital no equivale automáticamente a que estos estén en funcionamiento,
normalmente los proyectos de inversión demandan un tiempo que excede el corto
plazo, por ejemplo construir una nueva fábrica, realizar las instalaciones de los
equipos productivos y ponerlos a funcionar demanda usualmente más de un año.
A lo largo del tiempo estas proporciones pueden variar pero suelen oscilar en torno a
ciertos valores, por ejemplo en Argentina I oscila de acuerdo a la etapa del ciclo en
que se encuentre la economía entre un 16/17% y un 22% (máximo 23%)2.
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En países asiáticos como por ejemplo China, o Japón luego de la segunda guerra mundial, que
provienen de culturas de austeridad respecto del consumo se registran tasas de inversión mucho más
elevadas que en países como la Argentina pudiendo llegar hasta el 40% en relación al PBI o en los
términos expuesto C = 60% e I = 40%.
mayores recursos presupuestarios a la obra pública (v. gr. autopistas, escuelas,
hospitales, puertos, centrales hidroeléctricas) tiene un impacto similar al aumento de la
inversión privada, en tanto que un aumento en el consumo público en determinados
rubros de los gastos corrientes del presupuesto (v. gr. aumentos en los salarios de los
empleados públicos o de los gastos previsionales como los que determina la ley de
movilidad jubilatoria) tiene un efecto similar a un aumento del consumo privado.
Esto se debe a que la mayor parte de las importaciones del país (entre el 85% y el
90%) según el año, está integrada por bienes de capital, sus partes y componentes e
insumos, es decir, por bienes que se demandan en mayor medida cuando la economía
crece y que son mucho menos requeridos cuando la economía crece muy poco o
decrece.
Más aún, las estadísticas de las importaciones muestran que cuando el PBI crece
estas también lo hacen pero en una proporción mucho mayor y cuando el nivel de
actividad cae las importaciones también caen en mucha mayor proporción. Así en el
peor año de la crisis de comienzos de siglo (2002) las importaciones cayeron
aproximadamente a un tercio de lo que se importaba en el año 2000 mientras el PBI
en dicho año cayó un 11% (recordar que las exportaciones dada su demanda externa
y ausencia de crisis a nivel mundial no disminuyeron. La situación inversa también se
dio en la recuperación a partir de 2003 donde ante tasas de crecimiento positivas del
PBI las importaciones crecieron en niveles considerablemente superiores.
La otra fuente es la del ingreso de capitales ya sea por vía de inversiones extranjeras
productivas o mediante endeudamiento en moneda extranjera, aunque en estos
últimos casos hay flujos de egresos de divisas en concepto de remisión de utilidades al
exterior, pago de intereses y en el caso de endeudamiento por devolución del capital.
De hecho se suele hablar dólares comerciales haciendo referencia a los que se
obtienen por exportaciones de bienes y de dólares financieros a los que se consiguen
por medio del endeudamiento externo.
Siendo que para todo ello es necesario generar suficientes divisas por las vías
indicadas (exportaciones, endeudamiento, ingreso de capital productivo) queda
planteado uno de los principales problemas que estructuralmente tiene la economía
argentina que es precisamente su incapacidad para generar la suficiente cantidad de
divisas que permitan sostener el proceso de crecimiento, también conocido como la
“restricción externa de la economía argentina”. Este tema será profundizado en la
segunda parte del curso al estudiar los distintos regímenes de acumulación de largo
plazo que rigieron en el país hasta la actualidad.