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UNIVERSIDAD NACIONAL

AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES


ARAGÓN

DERECHO
Historia del Derecho Mexicano

“El fascismo.”

PROF. GARCÍA GARCÍA RUBÉN

GUERRERO MAGAÑA SHEILA CECILIA

MARIN ROMÁN LUIS DANIEL

RAMÍREZ FRANCO ARELI

SÁNCHEZ CASTRO ……

URSULA MARTÍNEZ LUIS ALBERTO

18 de noviembre de 2016
Índice

Introducción
1.Fascismo
2. Características generales del fascismo
3. Orígenes del fascismo
4. Fascismo contra el materialismo marxista
5. Partido Nacional Fascista
5.1. Programa del Partido Nacional Fascista
6. Teorías del fascismo
7. Variedades del fascismo
8. Impacto del fascismo en la sociedad
9. Psicología del fascismo
10. Debilitamiento del fascismo
Introducción

A lo largo de la historia el ser humano ha buscado la mejor manera de satisfacer


sus necesidades en sociedad ante cualquier problemática por medio de la
implementación de distintas formas y sistemas de gobierno que de alguna u otra
forma han favorecido o no al desarrollo de la sociedad.

Una de las más grandes atrocidades a las que se ha tenido que enfrentar la
humanidad, en especial las sociedades europeas es la Primera Guerra Mundial o
como otros la hacen llamar “la gran guerra “ la cual deja graves problemáticas a las
distintas naciones que participaron en ella, en la búsqueda de satisfacer las
necesidades que cada sociedad tenía, surgen diversas formas de gobierno entre
las cuales destaca el fascismo.

El fascismo ha sido criticado por muchos autores desde una perspectiva moral,
tachándolo como un sistema terrible al ser un fenómeno que llega a sobrepasar el
espectro político en sentido estricto para construir una estructura de represión y
dominación pero lo que a nosotros nos concierne es hablar sobre el éste régimen
sin llevarlo a tela de juicio con el propósito de que el lector obtenga su propio
criterio a cerca de este fenómeno.

Se hablará desde el origen del fascismo, las controversias que se se sucitaron en


torno a él así como el impacto que tuvo en la sociedad Italiana y en otras regiones
de Europa
1. Fascismo
2. Caracteristicas del facismo
3. Orígenes del fascismo
Para comprender el surgimiento del fascismo en Italia hay que tomar en cuenta,
además de las secuelas de la Primera Guerra Mundial, las consecuencias de la
unificación de Italia. La unificación se consideraba inacabada en el terreno
económico y social, particularmente en el ámbito espiritual y moral lo que provocaría
una ausencia de identidad nacional.

“Aunque Italia se encontraba después de la Primera Guerra Mundial en el bando de


los vencedores, no obtuvo satisfacción a sus reivindicaciones territoriales,
desarrollándose por tanto sentimientos populares de frustración. Igualmente la crisis
económica provocada por la guerra afectó de forma especial a pequeños
propietarios burgueses y campesinos, quienes vieron con indignación la insumisión
de los obreros y sus conquistas salariales mediante huelgas y otras estrategias de
resistencia debido a implementación de la política del gobierno favorable a la
inflación como medio de pagar la guerra lo fue crucial para el auge del fascismo ya
que estos fueron los primeros en apoyar este movimiento.”1

Aunado al atraso económico de Italia se unía una estructura social rígida puesto
que la clase media y clase baja no tenían opción a mejorar su situación y la clase
alta o mejor dicho la clase dominante eran todos aquellos que tenían en sus manos
las palancas del poder pero la Italia unificada no había podido producir una clase
dominante que atrajera a todos los principales talentos de la Nación ni mucho menos
que fuera capaz de conducir al país a través de los acelerados cambios sociales
derivados de la primera guerra mundial y de sus inmediatas consecuencias.

Ante esta situación el fascismo se convirtió en una gran fuerza que movilizó a grupos
de ciudadanos (fascios) que actuaban frente a la ineficacia del gobierno para
dominar las huelgas. Estas acciones consentidas por el gobierno y vistas como
forma de acabar con la anarquía del Estado por parte de la clase media, terminaron

1
CASSIGOLI, Armando, “ La antología del fascismo italiano”, Ed. Libros de México, México, 1976, pp 280
en la famosa “Marcha sobre Roma” que lideró Benito Mussolini en donde los
fascistas anunciaron que si el gobierno era incapaz de restablecer el orden y la
autoridad, ellos marcharían hacia la capital y reclamarían el poder. Miles de camisas
negras ocuparon los edificios públicos de la capital y empezaron a controlar las
instituciones y comunicaciones del norte de Italia por que el Rey Victor Manuel III
pidió a Mussolini que se constituyese como un nuevo ejecutivo, lo condujo
finalmente a la jefatura del gobierno.

“La formación del Partido Nacional Fascista, En 1919, Mussolini fundó los llamados
Fasci di Combattimento, un movimiento que agrupaba antiguos combatientes y que
tenía un programa populista y nacionalista. En noviembre de 1921 transformó los
fasci en el Partido Nacional Fascista, que se presentó como un instrumento eficaz
frente a la amenaza del comunismo y la bolchevización de Italia. Mussolini doto a
su partido de un programa nuevo q mezclaba un discurso populista en lo social pero
claramente defensor de la propiedad privada, con un fuerte nacionalismo y un
proyecto expansionista y militarista en la política exterior. Adoptaron la camisa negra
como uniforme.”2

Años más tarde Mussolini fundó en Bolonia la Confederación Nacional de las


Corporaciones Sindicales con el fin de organizar todos los sectores del trabajo. Este
cuerpo obrero similar a un sindicato atrajo notablemente a montones de
simpatizantes de izquierda al fascismo, así mismo poco a poco el fascismo fue
extendiéndose de tal manera que llegó a controlar toda Italia. Se convirtió en un
estado totalitarista puesto que controlaba todos los aspectos tanto politos, religiosos
y sociales

Entre el 30 de octubre de 1922, en el que Benito Mussolini se convirtió en primer


ministro, y el 3 de enero de 1925, fecha en que anunció oficialmente sus dictadura,
el régimen fascista quedó establecido sin ninguna resistencia real en un país que
había sido gobernado por liberales parlamentarios desde su unificación, en 1861.

2
Ibídem , pp 285
4. Fascismo contra el materialismo marxista
Dentro de los irregulares despuntes del fascismo uno de los propósitos más claros
ya que no es una ideología con identidad propia sino un conjunto de características
de pequeños grupos de autoridad totalitarista, una de las más sobre salientes era el
estar en contra de la doctrina de Marx.

“la política marxista no había tenido en cuenta en su práctica política la estructura


caracterológica de las masas y los efectos sociales del misticismo.

Quien haya seguido y experimentado prácticamente la teoría y la práctica del


marxismo entre 1917 y 1933 ha tenido que darse cuenta necesariamente de que
aquella estaba limitada al estricto campo de los procesos objetivos de la economía
y de la política del estado en sentido lato, que no observaba con atención ni captaba
los llamados “factores subjetivos” de la historia, la ideología de masas en su
evolución y contradicciones” 1

La doctrina de Marx va más orientada a las masas obreras, dirigida por la economía,
sin voltear a ver el pensamiento de la población, donde particularmente tiene gran
auge el desarrollo de la misma, no obstante si cuantifica el crecimiento de esta de
manera superficial en su capacidad económica.

“Marx no realizo un acto revolucionario al lanzar El manifiesto o al indicar los


objetivos revolucionarios, sino al reconocer en el proletariado industrial la fuerza
progresista de la sociedad y al esbozar un cuadro verídico de las contradicciones
de la economía capitalista” 2

En esencia ese es el principal propósito del fascismo dar un cambio revolucionario


verificando un cambio general, drástico y en mucho militarizado, algo que no se
acerca a la ideología de Marx.

El marxismo aspira y tiene por fin inmediato la dictadura del proletariado; la tiranía,
pues, de una clase sobre todas las demás de un pueblo, prolongando la oprobiosa
tesis de vencedores y vencidos. El marxismo aspira y tiene por fin inmediato la

1
Reich Wilhelm,” La psicología de masas del fascismo”, Ed. Roca, México, 1973., p 1
2
ibídem, p 15
dictadura del proletariado; la tiranía, pues, de una clase sobre todas las demás de
un pueblo, prolongando la oprobiosa tesis de vencedores y vencidos. El fascismo
propugna la formación de un Estado corporativista en el que sin intermediarios
políticos, avisados y embusteros, ni parásitos de ninguna especie, todas las clases
de una Nación, por medio de Sindicatos y agremiaciones, tengan participación en
la gobernación del Estado.

“La cultura fascista, al revés que la de la derecha, era secular en la mayoría de los
casos, pero al contrario de la de la izquierda y hasta cierto punto la de los liberales,
se basaba en el idealismo y el vitalismo y en el rechazo del determinismo
económico, tanto el de Manchester como el de Marx. El objetivo del idealismo y el
vitalismo metafísicos era la creación de un hombre nuevo, un nuevo estilo de cultura
que lograse la excelencia tanto física como artística y que ensalzase el valor, la
osadía y la superación de los límites anteriormente establecidos mediante el
desarrollo de una cultura nueva y superior que comprometiese al hombre entero.”3

El fascismo aun dentro del contexto de autoritarismo revolucionario, su ideal era


más complejo y completo en cuanto a las clases sociales, su formación, su ideología
y demás.

El concepto materialista del marxismo anula todo lo que de más noble tiene el
espíritu humano, precipitando al hombre en la irresolución de sus problemas
espirituales. El fascismo, por el contrario, al armonizar el problema social con un
concepto poético de la historia y la vida, crea la más alta y generosa temperatura
mental.

3
Stanley G. Payne,” El fascismo”, Ed. Alianza, México, 2005, p. 8.
5. Partido nacional fascista

Es al finalizar 1920 cuando el fascismo asume proporciones relampagueantes y


prodigiosas, que se acentuarían durante el año en curso, que puede ser definido
como “El año fascista “, en cuanto que toda la vida política italiana, desde el
parlamento hasta la plaza y los diarios ha sido dominada y casi obsesionada por el
fascismo, debido a que el fascismo se constituye en partido político para consolidar
su disciplina y para individualizar su “credo “

“Desde el primer congreso hasta el II Congreso Fascista, los Fasci di


Combattimmento contaban con 120 representantes políticos en Milán y más de
30.000 afiliados pero cuando por fin el Fascio de Mussolini se constituyó como
fuerza política a final del año 1920, el movimiento contaba con 830 Fasci di
Combattimmento y 200.000 afiliados. Para Abril de 1921 ascendía a 1.500 Fasci di
Combattimento y más de 250.000 afiliados. Gracias a aquel espectacular
crecimiento, Mussolini pudo presentarse a las elecciones de Mayo de 1921 a nivel
nacional, fundándose así el Partido Nacional Fascista.”1

El Partido Nacional Fascista (PNF) es un partido político italiano, máxima expresión


del fascismo y única formación política legal en la República Social Italiana desde
1928. El PNF fue fundado en Roma en 1921 por iniciativa de Mussolini al convertirse
en partido los Fasci italiani di combattimento. “Su principal objetivo del Partido
Fascista era evitar la bolcheviquización de Italia, propugnando para ello la
construcción de un Estado fuerte que garantizase las propiedades privadas y al
mismo tiempo el bienestar de los trabajadores y la clase obrera.”2 Este Partido era
lliderado por Mussolini con Michele Bianchi Bianchi como secretario general y
Giovanni Marinelli como secretario administrativo. Los otros altos cargos fueron para
Francesco Giunta, Achille Starace, Giovanni Giuriati y Augusto Turat.

1
TANNENBAUM R., Edward, “La experiencia fascista: sociedad y cultura en Italia (1922-1945)”, Ed. Alianza,
Madrid, 1975, pp 150
2
Ibídem 4
5.1. Programa del Partido Nacional Fascista

“Este programa es obra colectiva: toma los puntos de partida de las primitivas
afirmaciones del Fascismo; se integra con los discursos de Roma pronunciados por
Marsich, Grandi, Rocc y otros; se inspira notablemente en los estatutos dannuzianos
de Fiume.”

BASES:
 El fascismo reafirma al Estado como la verdadera realidad del
individuo….para el fascismo todo se encuentra en el Estado, y nada humano.

 Restaurar el prestigio de la Nación defendiendo y propagando las tradiciones


nacionales

 Corporativismo: Pretendía armonizar los intereses de los patronos y


trabajadores, organizando las profesiones en corporaciones para suprimir la
lucha de clases.

 Política de relaciones amistosas con todos los pueblos del cercano y lejano
oriente.

 Politica educacional: La escuela debe tener por finalidad la formación de


personas capaces de garantizar el progreso económico e histórico de la
nación

1
TANNENBAUM R., Edward, “La experiencia fascista: sociedad y cultura en Italia (1922-1945)”, Ed.
Alianza, Madrid, 1975.
6. Teorías fascistas

Este sistema político, en un principio, será considerado como una tercera vía entre
el socialismo y el capitalismo, es decir, combina la intervención estatal en la
economía con el respeto a la propiedad privada. Lo cierto es que todos estos
sistemas estarán fuertemente influenciados por el fascismo italiano. No obstante,
hay autores que lo diferencian respecto al resto basándolo en la influencia de la
Iglesia Católica y la monarquía. En cualquier caso, diferencian entre los
movimientos fascistas, de un carácter más vanguardista, y la derecha tradicional.
A pesar de esto, hay autores que sí que consideran que existe una doctrina fascista,
fundamentada en el rechazo a los valores ilustrados y basada en el concepto de
nacionalismo orgánico alemán, propio del Romanticismo. Esta doctrina se
fundamentaría en varios puntos, unas ideas mejor conocidas como teorías fascistas
que caracterizan a todos los sistemas totalitarios europeos:

 En primer lugar debemos hablar de un nacionalismo extremo, que defenderá


la regeneración de la patria. En muchos casos aludiendo a la “grandeza de
la nación ultrajada”. Esta idea se fundamentará en el concepto de nación
orgánico alemán, que exalta la lengua, la raza, la historia, la religión… y en
definitiva, diferencia las cualidades de un colectivo con respecto al resto.

 En segundo lugar, otra característica fundamental será la omnipotencia del


Estado. En contra a las ideas liberales, no acepta ninguna división de
poderes (Montesquieu, 1748), además de que los derechos naturales (Locke,
1690) deben subordinarse a los intereses del Estado.

 En tercer lugar, deberíamos recalcar el carácter elitista de los regímenes


totalitarios del siglo XX. En contraposición al concepto de igualdad acuñado
por el liberalismo, sólo una minoría es capaz de gobernar; idea que llevará a
la supresión de parlamentos y elecciones.

 En cuarto lugar, deberíamos resaltar la exaltación de la función de la jefatura.


Todos los regímenes fascistas contarán con un líder carismático entorno al
cual se generará un culto indiscutible. En Alemania el Fuhrer, en Italia el
Duce, en España el caudillo…
 En quinto lugar, apreciamos una concepción maniquea del mundo, es decir,
no existen los términos medios. La radicalización de la ideología llevará a
una consideración que se reducirá a dos puntos, “o amigo o enemigo”. No
debemos olvidar que todo régimen totalitario se legitima frente a un enemigo
(El caso más conocido es la fundamentación del totalitarismo nazi frente al
enemigo común, el judío).

 En sexto lugar, llegamos a un punto importante, la valoración de la violencia


como herramienta útil, siempre y cuando tenga fines políticos justificados.
Este punto se relaciona directamente con el anterior, esto es, la legitimación
de un sistema político enfrentado a un enemigo común termina por justificar
la violencia como herramienta política para acabar con la amenaza de la
nación en cuestión. Este concepto nos lleva directamente a la exaltación de
los valores masculinos, de la juventud. Los partidos fascistas y su
indumentaria, a menudo, se relacionan con el ejército, la milicia (Camisas
negras en Italia, las S.A. del partido nacional socialista en Alemania…). Estas
milicias ayudarán a conquistar el poder. Aunque en muchos casos ganarán
las elecciones de forma legítima, es innegable que esta milicia se convertirá
en un brazo ejecutor del partido.

 En séptimo lugar, debemos señalar que se trata de un movimiento


interclasista, que se apoyará en la pequeña burguesía, clases medias
urbanas e incluso el proletariado. El discurso político se centrará en exaltar
la nación, identificando los valores y la identidad de la misma en este sector
social. La realidad posterior de estos regímenes será contraria al discurso
inicial, pues terminarían por favorecer a los terratenientes y grandes
capitalistas (Pero en muchos casos se integrará a estas clases medias
mediante proyectos sociales).1

1 Kitche. Fascismo. (ÑEJICO df EL ÑAUAL ÑODERO S.A 1979) 33-35


7. Variedades del fascismo

El fascismo italiano
Gran Bretaña y Francia se comprometieron a que en caso de victoria, Italia recibiría
importantes compensaciones territoriales en el norte de Italia, el Adriático y en
África. Pero, una vez acabada la guerra, Italia solo obtuvo uno pequeños territorios.
Los italianos se sintieron decepcionados y decían que Italia había sido engañada
por los aliados y sólo había obtenido una < victoria mutilada>.
Benito Mussolini, antiguo militante socialista, era un ex combatiente que supo
conectar con los anhelos de muchos antiguos soldados, que volvían de la guerra
decepcionados y sin trabajo. En poco tiempo Mussolini creó en Milán la primera
agrupación fascista (marzo de 1919), embrión del Partido Nacional Fascista (1921).
El nuevo partido se caracterizaba por su nacionalismo exacerbado, la voluntad de
implantar una dictadura, el uso de una simbología característica y finalmente, la
reivindicación bastante vaga de cierta reforma social.
Italia estaba sumergida en una grave crisis económica, el país vivía
permanentemente en un clima de enfrentamiento social: los obreros protagonizaban
grandes movimientos huelguísticos en reivindicación de mejoras salariales,
mientras que los campesinos pobres pedían tierras y ocupaban los latifundios de
los terratenientes. Mussolini aprovechó la crisis política en que vivía Italia para
organizar una demostración de fuerza, la Marcha sobre Roma (octubre de 1922),
que consistió en la llegada a esta ciudad de miles de fascistas procedentes de todos
los rincones del país. El rey, impresionado por la fuerza del fascismo, nombró a
Mussolini jefe de gobierno.
Ya en el poder, Mussolini cambió la ley electoral para ganar con comodidad las
elecciones; una vez dispuso de mayoría absoluta, expulsó del Parlamento a los
diputados de la oposición, ilegalizó los partidos y sindicatos, salvo el fascista y,
finalmente, proclamó la dictadura fascista. Mussolini fue considerado il Duce, “el
caudillo” y gozaba de una poder casi ilimitado.
Desde un punto de vista económico, el fascismo favoreció la modernización de Italia
con la mejora de la agricultura, con las llamadas batalla del trigo, la construcción de
autopistas y ferrocarriles y la creación de un sector industrial de titularidad pública.
El gobierno fascista potenció la natalidad y aprobó una legislación social que
protegía a las clases trabajadoras en caso de accidente laboral, enfermedad y vejez.
Por otra parte intentó controlar el asociacionismo infantil y juvenil con la creación de
organizaciones que adoctrinaban políticamente a la juventud.2

El fascismo alemán: nazismo

En noviembre de 1918 los obreros y los marineros de la flota de guerra de Alemania


encabezaron una revolución que pedía el fin de la guerra y la democratización del
país. El emperador Guillermo II, falto de apoyo, tuvo que abdicar; de inmediato, se
proclamó la República. La nueva república alemana, que se conocía con el nombre
de República de Weimar porque la constitución se aprobó en esta ciudad, tuvo que
hacer frente a una situación muy crítica derivada de las consecuencias del trato de
Versalles y las reparaciones de guerra.

Terminada la guerra, Alemania se hallaba en una situación caótica. Adolf Hitler


ingresó en un pequeño partido, el Partido Obrero Alemán, del que pronto fue el líder.
Este partido rechazaba el tratado de Versalles, pedía el rearme de Alemania, la
unión con Austria, la participación de los obreros en los beneficios empresariales y
sobre todo, propugnaba un antisemitismo feroz. El partido que poco después se
denominó Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán o partido nazi, organizó un
golpe de estado (noviembre de 1923), que fue un completo fracaso. Hitler fue
encarcelado y el nazismo perdió su fuerza inicial.

Pero las cosas cambiaron radicalmente tras el crac de 1929. Los capitalistas
norteamericanos repatriaron el capital invertido en Alemania, lo cual ocasionó la
quiebra de muchas empresas alemanas, y por consiguiente, la aparición de un
amplio número de parados. Hitler supo aprovecharse del descontento popular: el
partido nazi pronto se convirtió en el grupo mayoritario del Parlamento, y Hitler fue
nombrado canciller. Los nazis aprovecharon el poder conseguido
democráticamente para instaurar una dictadura, de la que Hitler, proclamado
Führer,”conductor”, era el líder indiscutido.

1
A. Fernández García.” Fascismo.neofascismo y extrema derecha” Madrid España. Arco libros 2001. 26-27
El nuevo régimen, denominado Tercer Reich , era una dictadura totalitaria que
controlaba todos los aspectos de la vida de los alemanes. Todos los partidos fueron
prohibidos, excepto el nazi y el funcionariado fue depurado. El aspecto más
característico y cruel del nazismo fue su carácter racista y antisemita. Los judíos
eran considerados una raza inferior y degenerada, fueron sometidos a todo tipo de
discriminaciones y vejaciones. Mediante las leyes de Nuremberg, fue desposeídos
de la ciudadanía alemán y se les prohibió el ejercicio de determinadas actividades
profesionales, a la vez que los matrimonios mixtos entre alemanes y judíos. La
noche del 9 a l0 de noviembre de 1938 (<la noche de los cristales rotos>, los
militantes nazis asaltaron los barrios judíos y asesinaron a cientos de personas. Lo
peor, llegó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando el régimen nazi
asesinó en los campos de exterminio unos seis millones de judíos y de personas de
otros grupos étnicos considerados inferiores.

La Segunda Guerra Mundial estalló por la actitud del régimen nazi, que gobernaba
Alemania desde 1933. De hecho, Hitler ya había descrito en el libro Mein Kampf,
“Mi lucha” los objetivos de la política exterior del futuro Estado nazi: la anexión de
todos los territorios donde existieran minorías de habla alemana e incluso la
ocupación de regiones históricamente no alemanas pero que tenían un interés
económico y demográfico. Con la llegada de Hitler al poder y el establecimiento del
Tercer Reich, Alemania se preparó para la guerra. Al estallar la Guerra Civil
española, Hitler ayudó de forma decisiva al bando de Franco con material y
soldados. Aún más grave fue la anexión de Austria a Alemania, precedida, cuatro
años antes, del asesinato por parte de los nazis del canciller austríaco Dollfus por
haberse negado a ello. Hitler reivindicó la región de los Sudetes, zona fronteriza de
Checoslovaquia. Francia y el Reino Unido, aliadas de Checoslovaquia, se opusieron
inicialmente a la anexión de este territorio; durante unas semanas el mundo estuvo
a punto de ver el estallido de una guerra, pero finalmente, en la conferencia de
Munich esos dos estados aceptaron la ocupación de los Sudetes. Pero Hitler no
tenía bastante: en marzo de 1939, ocupó el resto de Checoslovaquia y estableció el
protectorado sobre una parte del país, mientras que la otra, Eslovaquia, se convertía
en un estado satélite de Alemania.
Las ciudades sufrían los efectos de los bombardeos de la aviación enemiga. La
situación era particularmente dramática en los territorios ocupados por los nazis; en
esas zonas las autoridades de ocupación, prohibían circular por las calles a partir
de una determinada hora y detenían a los sospechosos y a los infractores de la
prohibición; éstos a menudo eran considerados rehenes de guerra y podían ser
fusilados.

Uno de los aspectos más dramáticos de la Segundo Guerra Mundial fue el


holocausto de los judíos europeos, uno de los fundamentos del nazismo era la
creencia en la existencia de una raza superior, la raza aria, y otras inferiores, que
debía ser erradicada de Europa. En todos los países ocupados por Alemania, los
judíos primero eran obligados a llevar distintivos (la estrella de David) y
posteriormente, eran detenidos y enviados a campos de concentración.
Inicialmente, las autoridades nazis habían decidido deportar a los judíos a África,
pero en 1942 se aprobó la <solución final>, es decir, la eliminación física de toda la
población judía, se crearon los campos de exterminio.. Finalizada la guerra, los
dirigentes nazis que pudieron ser detenidos fueron juzgados por un tribunal militar
internacional ( juicio de Núremberg) por crímenes de guerra y contra la humanidad.3

2
Ibídem 30-32
8. Impacto del fascismo en la sociedad

Desde la década de 1920, muchos dudaban de que tal sistema fuese capaz de
evitar que una sociedad política se fragmentara bajo el terrible impacto de las
tensiones económicas y sociales generadas por la guerra.

En 1917, la Revolución bolchevique ofrecía ya una visión alternativa de solidaridad


y unión: la organización de la sociedad de masas sobre la base del estatuto
individual como trabajador o campesino. El ideal bolchevique, basado en la clase,
no solo negaba el individualismo liberal, sino también ciertas formas de solidaridad,
como la nación o la raza. Sin embargo, la solidaridad nacional y racial formo el
núcleo de una tercera forma de organizar la sociedad de masas. Se impondría la
unidad, pero esta estaría basada en el nacionalismo extremo (en el caso del
fascismo) o en el racismo ( como propugno el nazismo). Un mito de renacimiento
racial o nacional ofrecería a la sociedad la oportunidad de salir de la crisis del declive
y la fragmentación social que amenazaba a Europa tras la Primera Guerra Mundial,
situación que ha sido definida como la crisis de entreguerras.

“Esta crisis que azotó a Europa entre 1918 y 1939, derivaba del impacto devastador
de la Primera Guerra Mundial, por su condición novedosa de guerra total, industrial
y de masas, sobre los fundamentos del orden liberal y capitalista tradicional. La
devastadora sangría demográfica, la interrupción del comercio internacional, la
destrucción del tejido industrial europeo, la quiebra del sistema monetario que había
gravitado sobre el patrón oro y la inflación resultante de la financiación del enorme
esfuerzo de guerra fueron algunos de los factores más destacados de la rutina
económica que se abatió sobre Europa. En el orden moral, la guerra afecto a toda
una generación que se definió como excombatiente; algunos como Adolfo Hitler y
Benito Mussolini, desempeñaron un papel destacado en el desencadenamiento de
la aún más devastadora Segunda Guerra Mundial. “1

1
R. GRINFFIN, “The Nature of Fascism” Londres, 1994, pp. 50
La Gran Guerra (como llamaron sus protagonistas a la Primera Guerra Mundial)
marco un punto de ruptura en el desarrollo de la política italiana. La guerra no había
generado nada nuevo, pero acelero las tendencias económicas sociales y políticas
que ya venían operándose en el seno de la sociedad italiana. Los europeos de ese
periodo Vivian angustiados por la búsqueda de la unidad y por el auténtico terror a
desintegración de sus sociedades y naciones. Existía el sentimiento generalizado
de que un mecanismo clave de la civilización occidental ya no funcionaba y tanto en
la derecha política como la izquierda.

Durante el proceso de consecución del poder, Mussolini mantuvo su estrategia de


compromiso con los grandes centros de poder económico y financiero y,
posteriormente, religioso. La existencia de grupos de intereses autónomos y
conservadores en Italia (la monarquía, la industria, los agrarios, las fuerzas armadas
y el ejército) fue parte integral del régimen fascista, en particular durante la década
de 1930. La continua influencia de estos grupos hizo al régimen menos fascistas y
menos totalitarios de lo que defendía o lo que sugerían las apariencias. “La
consecuencia de la disolución del supuesto poder totalitario del régimen tuvo,
irónicamente, el efecto de reforzar de un modo considerable la autoridad personal
de Mussolini de mantener a toda costa su independencia, los aliados conservadores
del Duce abandonaron cualquier idea de una acción concertada y cedieron a
Mussolini una gran libertad para formular y poner en practica políticas generales en
particular en materia de política exterior.”1

Hay un error característico de cierta izquierda, es el abuso del concepto de fascismo


la política es fascista, los jefes son fascistas, el Estado es fascista. Caemos en el
abuso de metáfora que ha perdido el rastro del fenómeno original con el que
comparamos (inadecuadamente y dentro de un uso del lenguaje puramente
emocional) estas diversas realidades Fascistas se convierten en una moneda de
curso legal que de tanto pasarnos de mano en mano ha perdido todo rastro de cuño
original. Así pues, dentro de las herramientas conceptuales que necesitamos para
armarnos en el momento actual se nos hace un imprescindible una categorización
del fascismo.
---------------------------------------

Ibidem, 80
9. La psicología del fascismo
La ideología que generó el fascismo desde sus primeros despuntes fue crear un
cambio radical desde varios puntos de vista, violento y autoritario, régimen dirigido
al género masculino, restándole relevancia a las mujeres, a los jóvenes pues se les
inculcaba el sistema puesto que a los mayores era difícil ya que tenían ideas
marxistas, y demás.

“No fue el fascismo un fenómeno italiano, ni alemán; más bien debería entenderse
como un fenómeno de época, la catalización en una formula político-ideológica de
la crisis de la civilización europea, y en este supuesto resulta lógica su emergencia
en ensayos y corrientes de diferentes lugares de Europa. Sus ideas en torno al líder
carismático, al Estado totalitario, a la pureza racional, a la política exterior agresiva,
a la persecución del enemigo interior, encontraron seguidores inflamados en
diversos países.” 1

La publicidad que se le dió al fascismo llamo la atención de todos, los discursos bien
fundamentados, aun así confundido con otras corrientes, esto a raíz de que su
nombre como tal no tiene un significado referente, no obstante tuvo su intervención
en la historia así como en la psicología de la población.

El pensamiento de las masas fascistas los lideres lo dirigían a un solo propósito, el


alcanzar una meta, fundado en que el problema reside en la ideología y la actitud
emocional de las masas.

La socióloga Hanna Arendt, filosofa alemana, quien estudia los sistemas políticos
enmarca al fascismo como fenómeno del totalitarismo en el siglo XX, sería la
ideología correspondiente a los sectores más exaltados de las clases medias, otros
lo relacionan con características como partido único, terror monopolio de los medios
de información etc., como en todos los sistemas existen variantes en las opiniones
en los expertos y conocedores del tema aun así podemos identificar ciertas
similitudes que van dándole identidad al movimiento.

1
FERNÁNDEZ, García Antonio, “Fascismo, Neofascismo y extrema derecha”, Ed. Arco, México, 2001, pp. 34
“Debemos a algunos psicólogos la formulación de las denominadas versiones
psicosociales, que hunden su análisis en la caracterización tipológicas de la
personalidad autoritaria (adorno), o en ciertas desviaciones de la psicología
colectiva, como el miedo a la libertad o en determinados fenómenos psicopáticos” 2

El autoritarismo como ya sabemos trajo consecuencias en muchos aspectos, la


represión que se vivió después y el deseado control después de la primera guerra
mundial, fueron causa de varios casos resaltados que reflejaban represión.

“de este modo la mujer no debe aparecer como un ser sexual, sino solamente con
un ser generador” 3

A la mujer se le considerase pieza fundamental para crear nuevas generaciones de


familias autoritarias, pero nada más ya que esta dependía económicamente del
esposo, y para que se considerasen dependientes era preciso en ellos la conciencia
de seres sexuales.

“Ritter, había advertido de la dificultad del debate en sociedades numerosas, donde


resulta más cómodo transferir la responsabilidad de las decisiones a algún grupo o
a algún hombre” 4

La filosofía que maneja el fascismo es sin duda cerrada en cuanto a sectores que
no aporten más que a sus ideales aun así resultan imprescindibles, la
responsabilidad de los efectos que provoca un incitador se le canaliza la victoria o
sus derrotas son sin duda, aun el solo dando una oratoria.

“Hitler, sabedor de que la masa se deja contagiar por la personalidad del


comunicante antes que por la autenticidad del mensaje que transmite”5

Después de la guerra se respiró en Europa una catástrofe colectiva, un estado


neurótico, ávidos de encontrar una nueva humillación, hubo afectaciones en todos
los sentidos, aun así estos sucesos fueron base fundamental de pactos de
cordialidad entre naciones, despuntaron los primeros derechos humanos y
garantías.

2
ibídem, p25
3
Ob. Cit., cita 1, p.146.
4
Ob. Cit., cita 4, p 24.
5
ibídem, p 25
10. Debilitamiento del Fascismo
Otras de las similitudes más notables entre el populismo latinoamericano y el
fascismo italiano están en su debilitamiento de las instituciones. Ernst Nolte, en su
texto clásico Las tres caras del fascismo, expone la importancia de ese
debilitamiento. Durante la segunda década del siglo XX en Italia, de acuerdo con
Nolte, el fascismo se caracterizó por su rechazo al estado, a pesar de que dependía
de los órganos del propio Estado para su desarrollo, y al que glorificaron, pero hasta
después de tomar el poder. En realidad, escribe Nolte, los antagonistas de entonces
(como los populistas) mantuvieron su hostilidad mientras el Estado, y con él la
legalidad, representaba un impedimento para su voluntad.

A esto siguió en Italia el consecuente rechazo de los fascistas al Estado de derecho


y su vocación a la “voluntad popular” (que ellos defendían) como sustituto de la ley.
En este repudio al derecho, los fascistas sumaron aliados inesperados entre los
grupos medios y altos.

¿Cómo se explica eso? Nolte nos recuerda que en Italia antes de tomar el poder --
--entre 1919 y 1920--, el fascismo en su primera etapa se mostraba como izquierda,
era parte del socialismo y su líder, Mussolini, se auto nominaba “el látigo a favor de
la social democrática”. No fue sino hasta que alcanzaron el poder nacional cuando
los fascistas mostraron plenamente su verdadero carácter represivo.
Durante 1922, antes de su gran Marcha a Roma, los fascistas llevaron a cabo
manifestaciones en las distintas regiones de Italia, controladas entonces por sus
“escuadras de Camisas Negras. Hostilizaron a opositores y los forzaron a exiliarse
en otras. Mussolini los engaño con “una falsa convocatoria a sus seguidores a no
incurrir en violencia”.

“Al final, el régimen fascista fracaso estrepitosamente en la guerra cuando esta


constituía una de las actividades primordiales en la teoría y el imaginario del
fascismo. Aunque no fue la dictadura más brutal (ese triste honor corresponde a las
de Hitler y Stalin), sus excesos y crímenes no han de ser olvidados; es por ello por
lo que son analizados en esta obra. Cualquier análisis del fascismo debe ser,
además, un estudio de la efectividad y de los peligros inherentes a una propaganda
desmedida. El fascismo utilizó todos los medios a su alcance, desde los modernos
medios de comunicación hasta los colegios, para construir una serie de mitos muy
convincentes. Estos mitos tenían la misión de convertir a Italia en una potencia
orgullosa y dominante en el mundo. Sin embargo, la falta de opiniones críticas
condiciono el desempeño del ejército italiano en la Segunda Guerra Mundial y
condujo a su consecuencia más directa: la destrucción del régimen.”1

A finales del siglo XlX prácticamente todo el continente africano había sido dividido
entre las potencias europeas, con las únicas excepciones de la Republica de Liberia
y el Imperio de Abisinia. La joven y orgullosa nación italiana, que se había
incorporado tardíamente a la carrera colonial, poseía colonias en Eritrea y Somalia,
y descaba aumentar su presencia en el Cuerno de África mediante la conquista de
Abisinia, uniendo así sus dos territorios costeros por tierra.

El europeo albergo los mayores imperios el declive europeo comienza con el origen
de la primera guerra mundial en el que participo la mayoría de los países europeos,
esta guerra fue la más catastrófica en sentido económico y humano para. Europa la
cual quedo prácticamente destruida, por lo que EEUU se benefició de ello
concediendo préstamos a todos los países europeos con unos intereses muy altos.
Se calcula que EEUU durante 1925 tenía las tres cuartas partes de oro mundial
debido a los préstamos europeos.

“Mientras que Europa se destruía unos entre otros EEUU se hacía cada vez más
fuerte. Estados Unidos sería el factor determinante en la guerra que
inevitablemente, contra los que habían dicho que Múnich sellaba la paz, estallaría
a partir de septiembre de 1939. Era una expectativa hasta cierto punto lógica.
Estados Unidos era una de las pocas democracias que sobrevivían en una era
marcada por el triunfo del totalitarismo”2

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1
M. MAZOWEB. “Dark Contineti. Europe” s Twentietb Century”Londres 1998, pp 150
2
E. l, Lalevy,” L’ere des tyrannies. Etudes sur le socialism et la guerre”, París, 1990, pp.280
Bibliografía:

1. CASSIGOLI, Armando, “ La antología del fascismo italiano”, Ed. Libros de


México, México, 1976

2. E. l, Lalevy,” L’ere des tyrannies. Etudes sur le socialism et la guerre”,


París, 1990

3. FERNÁNDEZ, García Antonio, “Fascismo, Neofascismo y extrema


derecha”, Ed. Arco, México, 2001.

4. M. MAZOWEB. “Dark Contineti. Europe” s Twentietb Century”, Londres,


1998

5. R. GRINFFIN, “The Nature of Fascism” Londres, 1994,

6. REICH, Wilhelm, “La psicología de masas del fascismo”, Ed. Roca, México,
1973.

7. STANLEY G., Payne, “El fascismo”, Ed. Alianza, México, 2005.

8. TANNENBAUM R., Edward, “La experiencia fascista: sociedad y cultura en


Italia (1922-1945)”, Ed. Alianza, Madrid, 1975.

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