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Establece como regla general la mediación obligatoria en todos los casos que no admitan
excepción. Quedan exceptuados del trámite de mediación obligatoria las: 1) causas penales
(excepto las sometidas a mediación voluntaria de la ley 13.433); 2) casi todas las acciones del
Derecho familia (separación personal, divorcio, nulidad de matrimonio, filiación y patria
potestad, alimentos, guardas y adopciones); 3) acciones de incapacidad y rehabilitación; 4)
causas contra el Estado -nacional, provincial y municipal- o los Entes descentralizados con
participación estatal; 5) Amparo, Habeas corpus e Interdictos; 6) Medidas cautelares que se
encuentren firmes; 7) Diligencias preliminares y prueba anticipada; 8) Juicios sucesorios y
voluntarios; 9) Concursos preventivos y quiebras; 10) Acciones promovidas por menores que
requieran intervención del Ministerio Público; 11) Causas que tramitan ante los Tribunales
Laborales y 12) Causas que tramitan ante Juez de Tribunal letrado. (1).
El régimen tal cual fue sancionado nos lleva a diversas reflexiones: a) consideramos que la ley
es sólo un frágil intento a fin de reducir las causas judiciales que tramitan en el ámbito de la
Provincia de Buenos Aires; b) la ley al tener tantas excepciones provoca que prácticamente
sea materia de mediación (y eventual conciliación) un porcentaje muy bajo de conflictos
sociales; c) en nuestra opinión la ley debería tener un límite mucho más amplio, es decir,
debería incluir todas las acciones que respondan a intereses exclusivamente privados (sean
cuestiones de naturaleza laboral, de Derecho de Familia, Diligencias preliminares o medidas
de prueba anticipada, que tramitan ante Juez de Paz letrado e incluso las medidas cautelares
que se encuentren firmes) porque la principal virtud de la ley, a diferencia de otros
antecedentes, es que la homologación del acuerdo siempre la realiza un Juez competente en
la materia. Ello le da respaldo a cualquier acuerdo que arriben las partes. No será un simple
mediador quién decidirá el conflicto sino un Juez con amplias facultades jurisdiccionales e
investido por los poderes del Estado, con las facultades constitucionales correspondientes,
quién además, eventualmente, va a intervenir en el proceso judicial que se lleve a cabo en
caso de no haber acuerdo o que, habiéndolo, no fue cumplido y requiere ser ejecutado
judicialmente. Por otro lado, la homologación que realiza el magistrado tiene los efectos de
una sentencia judicial (torna al acuerdo ejecutable y sólo podría ser atacado por nulidad). Si el
magistrado considera que la propuesta conciliatoria requiere de un debate más amplio (Ej. en
cuestiones de familia, casos laborales, medidas cautelares, etc.) se puede abstener de
homologar el acuerdo porque "no existe una justa composición de derechos de las partes"
debido a que el conflicto trasunta por cuestiones de hecho y prueba que amerita un debate
mucho más amplio (similar a las cuestiones de puro derecho). Es decir , debería abstenerse
de homologar el acuerdo debido a que no puede ser resuelto sin que el Juez oiga
directamente a las partes y se interiorice del conflicto. Tratándose de cuestiones que
responden a intereses individuales de las partes, consideramos que los magistrados tendrían
que tener un espectro más amplio de actuación a fin de homologar un acuerdo prejudicial,
siempre considerando la materia que se trata y el orden público; d) es nuestra opinión que la
ley debería abrir una vía para que el Ministerio Fiscal eventualmente pudiera tener vista de
esos acuerdos y dar su opinión (en acta labrada) en supuestos donde coexisten el orden
público y el interés de las partes (Ej. algunos casos de Derecho Laboral, casos de familia
etc..); e) también opinamos que la ley debería prever en determinados supuestos que el Juez
pueda intervenir directamente en la negociación del conflicto; esta facultad debería ser
excepcional, con motivos fundados y con constancia de su intervención en el acta.
Consideramos que podría hacerlo una vez que le es elevada la propuesta de un acuerdo y
éste presenta determinadas cuestiones que no permite al Juez homologarlo. Allí debería el
magistrado tener amplias facultades instructivas; f) consideramos que la ley no debería admitir
como objeto de acuerdos extrajudiciales, y deberían quedar excluidos in limine, aquellos casos
donde es necesario el conocimiento directo del Juez, especialmente aquellas cuestiones
donde se encuentran en juego el orden público y los intereses colectivos de la sociedad, y no
sólo de las partes involucradas en el conflicto. En estos casos, el magistrado estaría impedido
de dirimir, vía homologación, una contienda donde no existió un debate amplio del conflicto ya
que el Juez no participó de las audiencias en forma directa o indirecta -por delegación en los
empleados o funcionarios del juzgado- y el conflicto requiere de una sentencia fáctica y
jurídicamente fundada con debate amplio de hecho y prueba.
IV.- Conclusiones: Sin embargo, como toda herramienta legal es perfectible, los operadores
del derecho debemos estar atentos para ver como funciona esta institución y, en su caso,
modificar todos aquellos aspectos que atenten contra la eficacia del sistema judicial. Es
oportuno recordar que el principal objetivo del sistema judicial es que los justiciables obtengan
una sentencia judicial en un período corto de tiempo, donde se les respete las garantías
constitucionales, y a través de un procedimiento razonablemente breve y justo.
Notas al pie:
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CONTENIDO RELACIONADO
Legislación
ESTABLECE EL REGIMEN DE MEDIACION DE CONFLICTOS JUDICIALES EN EL
AMBITO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
LEY 13.951. Buenos Aires 23/12/2008. Vigente, de alcance general
Ley 13433
Ley 13.433. 28/9/1948. Individual, Solo Modificatoria o Sin Eficacia
HERRAMIENTAS
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