¿Qué es la fe?

“la fe es la garantía de lo que se espera,

la prueba de lo que no se ve” (Hch 11,1)

Ser persona consiste en tener a Dios como interlocutor, es estar orientado a Dios, en
situación yo-tú. A pesar de esto muchas personas que han crecido en familias de que son de
religión católica, de estas mismas, se puede observar que desde pequeños se les lleva a misa, casi
como obligación, así mismo, el hecho de recibir los sacramentos, en muchos casos, se realiza
involuntariamente. Lo mencionado hace referencia a una realidad no muy lejana, la catequesis
que se realiza en este tiempo, a veces es algo distante de la realidad individual y/o personal, hecho
que conlleva a darse poca importancia y alejada significación de los símbolos y ritos que se
encuentran en la fe católica. Con esto, podemos apreciar a su vez, que las personas al no recibir
una buena formación, se alejan por falta de interés, cuestionamientos, entre tantos factores que
influyen en este distanciamiento.

El distanciamiento, algo que nos remite, como mencionamos, en la falta de formación

catequética, se puede lograr que estas personas lleguen al punto de “cambiarse” de religión, dejar
en “pausa” la religión, o pueden llegar al punto de dejar de creer, de tener una fe, quizás por que
ese Dios del que tanto hablaban ya no tiene sentido. Con relación a esto, también cabe mencionar
que muchas personas se ven enfrentado a un discurso religiosos de doble estándar o incoherente,
como es la típica frase de predicar y no practicar, así mismo, la convivencia cumple un rol importante
para la vida en comunión, como se puede dar en cualquier situación donde se encuentren personas
diferentes compartiendo un espacio.

¿Es la fe una tradición o un hecho individual?, podemos comprender esta pregunta con la
premisa fenomenológica del fenómeno religioso, que se divide en estos conceptos: Creencia, rito,
ethos, símbolos; si una religión posee estos cuatro, puede considerarse como tal una religión, por
lo tanto, la fe se entrelaza en una religión. Para esto, el fenómeno religioso, el que se hace
presente en los individuos particularmente, nace dentro de los individuos la “opción religiosa”,
que subyace en que el hombre acepta este fenómeno como un llamado del fundamento de la
existencia, y así mismo, aparece como “la búsqueda de problemas existenciales”. El hombre como
ser racional, puede reflexionar sobre esta experiencia y presente relación con este ser, como
medida de llamado/respuesta, lo que podemos conocer como Revelación.

Desde la antropología teológica, la Revelación, es la luz fundamental para conocer la

verdad plena del hombre, y así, Dios se convierte en fundamento de la existencia1, y con esto,

“el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el
hombre da su asentimiento a Dios que revela. La sagrada escritura llama <<obediencia de la fe>> a
esta respuesta del hombre a Dios que revela”2

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Catecis