Los reinos romano-germánicos

Luego de la disolución del Impero Romano de occidente, su territorio fue ocupado por un conjunto de reinos formados por los diferentes pueblos germánicos que habían participado de la
invasión a Roma. Se diferenciaban notablemente de los viejos asentamientos romanos por cuestiones étnicas y lingüísticas, por sus rasgos culturales y por su organización social. Sin embargo,
también puede advertirse la influencia cultural romana. Sus reyes adoptaron los valores y costumbres de los vencidos una vez que se instalaron, así se convirtieron al cristianismo y adoptaron
al latín como lengua escrita.
Los reinos más importantes fueron:
 Los Vándalos: se instalaron en el norte de África y luego avanzaron sobre Roma conquistándola en el año 455. La destrucción de los tesoros artísticos de Roma transformó el nombre
vándalo en sinónimo de destrucción y violencia. Continuaron ocupando el norte de África hasta el año 534 cuando el general Bizantino Belisario, aprovechando la debilidad interna
producto de enfrentamientos religiosos, los destruyó.
 Los Visigodos: durante el reinado de Eurico, los visigodos consolidaron su dominio sobre la península ibérica. Se destacaron por su tarea de compilar las principales normas del
derecho germánico, tales como el Código de Eurico y la Lex Romana visigothorum compilada por Alarico II.
 Los Burgundios: Se establecieron a orillas del lago de Ginebra, finalmente serían conquistados por los Francos.
 Los Ostrogodos: se instalaron en la península itálica e intentaron, bajo el reinado de Teodorico, establecer una alianza con los pueblos germánicos para enfrentar al Imperio Bizantino,
pero no lo consiguieron. Teodorico murió en el sitio de Rávena, lo sucedió su hija Almasunta que fue asesinada.
 Los Lombardos: se instalaron en la región del Danubio, avanzaron sobre la península itálica y se establecieron en torno a la llanura del Po. Su capital fue Pavía.
 Los francos: fueron pueblos que penetraron desde el Rhin y se instalaron en la región de la Galia. Estaban conformados por una multitud de tribus, cada una con sus respectivos
reyezuelos. Clodoveo consiguió la unidad de los Francos y fundó el imperio Merovingio, derrotando a los Alamanes, los Burgundios y parcialmente a los Visigodos. Sobre esta base se
formaría el Imperio Carolingio bajo el dominio de Carlomagno.

El Imperio Carolingio
Carlomagno, rey de los Francos, inició una expansión militar que le permitiría dominar buena parte de Europa con la intención de reconstruir el imperio de occidente, para lo que fue
consagrado emperador por el papa en el año 800. Para administrar el imperio, Carlomagno estableció vínculos feudales y vasallaje con condes, duques y marqueses. También enviaba dos
veces al año un funcionario suyo llamado mici dominici para que se recaudaran impuestos. A la muerte de Carlomagno lo sucedió su hijo Ludovico Pío. En el año 843 el imperio se dividió en
tres: Luis el germánico se quedó con la parte oriental; Carlos el calvo, la parte occidental del imperio y Lotario la parte central.