Sei sulla pagina 1di 12

ASEPSIA Y ANTISEPSIA

La utilidad de los procedimientos de asepsia y antisepsia, desinfección y esterilización no


tienen discusión, mas aún en la práctica odontológica donde está demostrada la posibilidad de
contaminación cruzada con organismos altamente patógenos. En esta revisión se describen
algunos conceptos nuevos relacionados con métodos de esterilización y mecanismos de acción
de las sustancias utilizadas con este fin y se recuerdan los procedimientos a seguir para la
obtención de una adecuada bioseguridad.

INTRODUCCION

¿Que tanta atención prestamos al riesgo infeccioso en nuestros consultorios odontológicos?

Diferentes estudios 1-7 , han demostrado que el consultorio odontológico es un vector importante
en la infección cruzada entre: paciente/paciente, paciente/odontólogo, odontólogo/Paciente e
incluso entre Éstos y el protesista de laboratorio ó el centro de Rx 2, 8 . La

principal causa de este tipo de infecciones es la práctica incorrecta de los protocolos de


esterilización y desinfección. El uso de equipos inadecuados, la carencia de educación
continuada en este aspecto y la falta de preparación
9

del personal auxiliar, trae consigo errores en la manipulación de los diferentes medios
utilizados y por ende un riesgo importante para nuestros pacientes y para nosotros mismos.

Se puede afirmar que el "miedo" que sentían los pacientes en otros tiempos al dolor dental, al
momento del tratamiento, pasó a convertirse ahora al pánico del contagio con alguna
enfermedad infecciosa. Desafortunadamente este temor es válido, diferentes agentes
patógenos transmisibles, como el virus de la hepatitis B, C, de la inmunodeficiencia humana VI
H ,
de la rubéola,
Epstein Barr
,
Herpes simplex,
el bacilo de Koch, la
Legionella

1 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

pneumophila
, etc., son causa de infección cruzada en el consultorio odontológico
2, 9, 11

. En este articulo, se pretende dar una idea general de los medios con los que contamos para
la reutilización de los dispositivos y materiales en odontología, recordar algunos conceptos
básicos y conscientizar a nuestros odontólogos sobre la importancia de prevenir los riesgos de
la infección cruzada.

GENERALIDADES

En la cavidad oral existe una flora oral de base, que es raramente patógena, en la que se
encuentran cocos gram (+) (anaerobios facultativos, Staphylococcus aureus, S. epidermidis,
Streptococcus oralis, intermedius mutans, salivarius, etc.
); cocos gram (-) (
Neisseria, Eubacterium
); bacilos gram (+) (
Actinomyces israeli, haeslundii,
lactobacilos)
12

. Además, existe una flora accidental, que es variable y generalmente patógena conformada
por bacterias acidofilas (62%), S
treptococcus lactus, Propionobacterium,
y bacterias proteolíticas (38%),
Diphteroides, Veillonella pár·rvula
entre otras
.

Por otra parte se puede encontrar una flora altamente patógena proveniente de las vías
respiratorias, de lesiones de mucosas, secreciones y sangre. Esta flora puede estar compuesta
de bacilos como: el bacilo de Koch, corynebacteria de la diphteria y de virus como el de la
rubéola, hepatitis A, B, C, Herpes simples 1, 3,10 , varicela,
Citomegalovirus,
Epstein-Barr
y
VIH, y posiblemente el prion causante de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob
2, 13-15

.
Estos gérmenes se pueden transmitir de manera directa por lesiones, secreciones, aerosoles e
indirecta por impresiones, implementos, prótesis temporales, etc. Los vectores de transmisión
pueden ser humanos (odontólogo, paciente, técnico) ó inertes como materiales, vestidos,

2 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

suelos e instrumental

Por la manipulación y contacto con materiales y secreciones biológicas (saliva, sangre, moco,
pus) potencialmente contaminadas el odontólogo, el protesista y sus ayudantes están más
expuestos que otras profesiones; Por lo que se hace necesario implementar unas buenas
prácticas de higiene, de limpieza, desinfección y esterilización del material utilizado. Para la
comprensión de estas prácticas es importante recordar algunos conceptos que se describen a
continuación.

Antisepsia: resultado momentáneo o permanente de eliminar o matar microorganismos, o de


inactivar virus, sobre un tejido vivo (en un limite tolerante). Este resultado se limita a los
microorganismos y a los virus presentes al momento de la operación, es decir no tiene efectos
a largo plazo.

Desinfección: resultado momentáneo o permanente, de eliminar o matar los microorganismos


y de inactivar virus indeseables en medios inertes, sin incluir esporas bacterianas. Al igual que
la anterior, el efecto es limitado al momento de la práctica.

Esterilización: Proceso que destruye o elimina todo tipo de microorganismos, incluyendo las
esporas bacterianas. En este caso si el material es bien conservado el efecto se prolonga en el
tiempo. En el caso particular de odontología, se obtiene por tres métodos: Calor húmedo
(Autoclave), calor seco y productos químicos gaseosos (quimioclave).

Bacteriostatico: producto o proceso cuya finalidad es inactivar bacterias.

Bactericida: Producto o proceso cuya finalidad es matar bacterias.

Germicida: producto o proceso capaz de acabar con ciertos microorganismos e inactivar virus.

Antiséptico: producto o procedimiento, utilizado para la antisepsia.

3 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

Entre los principales grupos de antisépticos desinfectantes usados en odontología, se


encuentran:

Alcoholes: El etanol, Isopropenol y n – propanol son los más usados. Tienen buena actividad
antimicrobiana contra bacterias (incluyendo micobacterias), virus y hongos, pero al no ser
esporicidas no se recomiendan para esterilización. Su mecanismo de acción no es claro, al
parecer produce lísis celular por desnaturalización de las proteínas. Se recomienda en
concentraciones mayores al 50% (ideal al 70%) y acompañado de emoliente para retardar su
evaporación. Se usan para antisepsia y desinfección de superficies duras 18-19 .

ALDEHIDOS:

Glutaraldehido: potente desinfectante y esterilizante de elección en la esterilización a bajas


temperaturas. Su acción es de amplio espectro considerándose un buen esporicida y virucida,
especialmente reduce la actividad del virus de la hepatitis A, B y poliovirus. Su mecanismo de
acción es diferente de acuerdo al tipo de microorganismo. Se recomienda usar en
concentraciones al 2% y en medios alcalinos 20-22 .

Formaldehído: La forma de presentación más adecuada es la Formalina, solución acuosa con


una concentración al 30%. Es recomendada como esterilizante y desinfectante, aunque posee
menor actividad que el glutaraldehído. Al parecer su mecanismo de acción ocurre por la
interacción con las proteínas y ácidos nucleicos. Debe recordarse que los priones son
resistentes a los aldehidos 14-20 .

Biguanidas: Él mas conocido de este grupo es la clorhexidina; el antiséptico mas usado no


solo en productos orales sino en general, debido a su amplio espectro, eficacia, baja irritación y
permanencia en el tejido. Sin embargo, su uso tiene limitaciones ya que su actividad antiviral se
limita a virus que poseen envoltura lipídica, no es esporocida y su acción contra bacterias es
solamente bacteriost·tica. Su mecanismo de acción lo realiza sobre la membrana celular y
sobre proteínas intracelulares de los gérmenes; su acción es dependiente del pH 2
4-25

4 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

AGENTES COMPUESTOS HALOGENADOS

Agentes clorados: Él más representativo de este grupo es el hipoclorito de sodio. Su


mecanismo de acción esta relacionado con su potente actividad oxidante, inhibiendo la
actividad de las proteínas. Su actividad bactericida se inicia a concentraciones de 12° de Cl. A
concentraciones mas altas se potencia su acción ° y antiviral. Se recomienda como
desinfectante de superficies duras y para limpieza de material orgánico (incluyendo sangre)
para eliminar virus del VIH y Hepatitis B. Actualmente también se recomienda como antiséptico
al mezclarse con ácido mandélico 2, 26-27 .

Agentes yodados: Actualmente el más utilizado como antiséptico y desinfectante es el


yodo–povidona. Su mecanismo de acción no es conocido, y aunque es menos reactivo que el
cloro, a concentraciones bajas actúa rápidamente como bactericida, fungicida, tuberculocida,
virucida y esporocida 28 .

Peróxido de Hidrogeno: Se usa ampliamente para desinfección, Esterilización y antisepsia.


Se utiliza a concentraciones que varían entre el 3 y el 30%. Tiene una buena eficacia contra
hongos, virus, esporas bacterianas y bacterias especialmente Gram (+). Actúa gracias a su
potente actividad oxidante, la cual se incrementa en la fase gaseosa. Debido a la presencia de
microorganismos productores de catalasas se recomienda usarlo a concentraciones entre el 20
y el 30%. 29 Es de anotar que los priones son resistentes a este tipo

de sustancias.

Fenoles: Estos compuestos tienen Acción antiséptica, desinfectante y preservadora, gracias a


la capacidad de coagular los constituyentes citoplasmaticos. En este grupo se incluyen todos
los cresoles (percreolina) 20, 30 .

COMPUESTOS DE AMONIO CUATERNARIO

También conocidos como detergentes cationicos; se recomiendan como antisépticos y


desinfectantes. Su Acción la realizan sobre la membrana plasmática, por esto sólo pueden
actuar en virus que poseen capside; además son solo tuberculost·ticos y esporocidas. Se
recomiendan en desinfección preoperatoria de mucosas o piel con perdida de la continuidad,
en desinfección de superficies no críticas y en limpieza de superficies duras 20, 31 .

5 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

Esterilizantes en fase de vapor:

Una gran cantidad de aparatos médicos y quirúrgicos se pueden esterilizar con productos
líquidos (glutaraldehido, ácido peracético y peróxido de hidrogeno) ó con sistemas de vapor. En
los sistemas fríos los mas usados son el óxido de etileno, formaldehido, Peróxido de hidrogeno
y ácido peracético. El óxido de etileno y formaldehído son muy potentes, su actividad depende
de la concentración, temperatura, duración de exposición y humedad relativa; sin embargo el
óxido de etileno tiene las desventajas de ser mutagénico y explosivo. Los otros dos
compuestos son utilizados por su baja toxicidad, su rápida Acción y buena actividad a
temperaturas bajas aunque tienen una limitada permeabilidad 32 .

No se debe olvidar que la capacidad desinfectante, esporicida, virucida etc., de cada una de
estas sustancias al igual que los antibióticos tiende a disminuir por la presión resistente
intrìnseca de algunos microorganismos o por mecanismos de resistencia adquiridos,
especialmente por pl·smidos 20, 33, 34 .

MEDIDAS DE HIGIENE

·         Las principales medidas de higiene se pueden resumir en:

·         La rutina de evaluar correctamente al paciente- Historia clínica.

·         Utilización de las diferentes barreras de protección por parte del odontólogo y de su
personal auxiliar, es decir: máscara, guantes, gafas, gorro, tapabocas, vestidos de Atención
adecuados.

·         Utilización de instrumental estéril (número adecuado de instrumentos, reutilización,


almacenamiento, mantenimiento) y control

6 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

·         Desinfección de superficies y equipos.

·         Asepsia en el laboratorio (con énfasis en la desinfección de impresiones, registros de


mordida, modelos, prótesis transitorias, etc.)

·         Control de deshechos.

La higiene comienza por la presentación del consultorio y del odontólogo, incluyendo sus
actitudes y conductas. Uno de las conductas a la que se debe prestar mas Atención es el lavad
o de manos
; se recomienda hacerlo antes y después de cada procedimiento, sea invasivo o no invasivo,
antes y después de la Atención en el consultorio
35

. El lavado de manos debe realizarse con jabones líquidos con características bacteriostáticas y
fungicidas, como mínimo, junto con la utilización de cepillo, para procedimientos rutinarios
36

. Recordar que los jabones corrientes no son antisépticos. Al mismo tiempo se debe tener
cuidado con la contaminación "manoportada" al momento de utilizar los guantes, ya que es la
causa más común de contaminación en el consultorio, del equipo e instrumental.

CONCLUSION

Nosotros somos los únicos responsables de nuestro devenir, de nuestra credibilidad y


valoración profesional. Ningún odontólogo deberá ejercer su profesión en condiciones
susceptibles a comprometer su seguridad y la de sus pacientes. La higiene y la asepsia, son
una obligación del Odontólogo, responsabilidad que debe ser respetada. La Educación
continua de nuestro personal y de nosotros mismos es una herramienta clave en el desarrollo
de estos objetivos. El problema de costos ligado al estricto cumplimiento de los procesos de
Esterilización y control de la Infección cruzada es inminente, pero justificado por un balance
costo-beneficio favorable a corto, mediano y largo plazo, debe hacer parte de los gastos
destinados al mantenimiento en nuestra orden de gestión

REFERENCIAS

7 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

1.    Checchi L. Montebugnoli L; Samaritani S. Contamination of the turbine air chamber a


risk of cross infection. J Clin Periodontol. 1998
Aug; 25(8):607-11.

2.    Anders PL, Drinnan AJ, Thines TJ. Infectious diseases and the dental office. N Y State
Dent J
1998 Apr; 64 (4): 29 - 34.

3.    Wood PS. Infection control practices of Rhode Island dental hygienists and certified dental
assistants. J Dent Hyg.1995 Sept-Oct69 (5):212-22.

4.    De Naeyer K, De Boever J. The problem of cross infection and risk of infection for the
practitioner. Rev Belge Med Dent.1995; 50(1):19-33.

5.    Banks T, Jones JH, Sarll DW. Dental surgery assistants role in cross-infection control in
general dental practice: their knowledge and use of autoclaves.
Br Dent J.
1994 Nov.19; 177(10):378-81.

6.    Miller CH. Sterilization disciplined microbial control. Dent Clin North Am. 1991 Apr;
35(2):339-55.

7.    Tolle Watts. Infection control for the dental hygienist of the nineties. Part 2. Semin Dent
Hyg. 1993 Oct
4(2):1-6.

8.    Clapeau G, Delacroix B, Bakayoko LY, Varenne B, Dosso Hien D, Decroix MO. Survey
of methods of cleaning, decontamination, Desinfection and sterilization
in
dental health services in tropical aeries.

8 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

Sante
: 1997 Sept-Oct; 7 (5): 323 - 9.

9.    Burke FJ, Coulter WA, Cheung S W, Palenik CJ. Autoclave performance and practitioner
knowledge of autoclave use: a survey of selected UK practices.
Quintessence Int
. 1998 Apr; 29(4): 231-8.

10. Scott DA, Coulter WA, Lamey PJ. Oral shedding of Herpes simplex virus type 1: a review.
J Oral Pathol Med
1997 Nov; 26 (10):441 - 7.

11. Saglioca L, Stroffolini T, Amoroso P, Manzillo G, Ferrigno L, Converti F, Palumbo F,


Izzo E, Mele A. Risk factors for acute hepatitis B: a case-control study. J. Viral Hepat. 1997
Jan; 4(1)/ 63-6.

12. Fleurette J, Freney J, Reverdy ME, Et Tissot G. Guide practique de l’antisepsie et de la


desinfection. 1a. ed. Ed. Eska. 1997; p:
11-183.

13. Gale P, Young C, Stanfield G, Oakes D. Development of a risk assessment for BSE in the
aquatic environment. J Appl Microbiol 1998
Apr;84(4):467- 77

14. Lewis DL, Boe RK .infection risks associated with current procedures for using high-speed
dental handpieces. J Clin Microbiol 1992 Feb;30(2):401

15. De Naeyer K, De Boever J. The problem of cross infection for the practiotioner. Rev. Belge
Med. Dent.
1995; 50(1): 19 - 33.

9 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

16. Bohne W et Pouezat J. L'hygiene au cabinet dentaire. Sciences Avril 1998.

17. Poulos JG, Antonoff LR. Desinfection of impressions Methods and effects on accuracy. N
Y State Dent J.
1997 Jun - Jul 63(6) 34-6.

18. Morton HE. Alcohols, In S.S. Bloch (ed.), Desinfection, sterilization, and preservation, 3rd
ed. Lea & Febiger, Philadelphia, Pa... 1983; 225-239

19. Larson EL and Morton HE. Alcohols, In S.S. Block (ed.), Desinfection, sterilization, and
preservation, 4 th ed. Lea & Febiger, Philadelphia,

Pa.1991; 191-203.

20. Anderson RL. Iodophor antiseptics: intrinsic microbial contamination with resistant
bacteria. Infect. Control Hosp. Epidemiol. 1989; 10: 443- 446.

21. Adler – Storthz, K., L. M. Sehulster, G. R. Dreesman, F. B. Hollinger, and J.L. Melnick..
Effect of alkaline glutaraldehyde on hepatitis B virus antigens.
Eur. J. Clin.
Microbiol.
1983; 2:316 – 320.

22. Scott, E. M., and S.P. Gordman. Glutaraldehyde,. In S.S. Block (ed.). Disinfection,
sterilization and preservation, 4 th ed.
Lea & Febiger, Philadelphia, Pa. 1991; 596-614

23. Russell, A.D., and I Chopra. Understanding antibacterial action and resistance, 2nd ed. Ell
is Horwood, Chichester, England. 1996.

24. Gardner, J. F., and K.G. Gray. Chlorhexidine, In S.S. Block (ed.), Desinfection,

10 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

sterilization, and preservation, 4th ed. Lea


& Febiger, Philadelphia, Pa. 1991; 251-270.

25. Ranganthan; N.S... Chlorhexidine. In J.M. Ascenzi (ed.), Handbook of disinfectants and
antiseptics. Marcel Dekker, Inc., New York, N.Y.
1996; 235-264.

26. Bloomfield, S. F... Chlorine and iodine formulations, In J.M. Ascenzi (ed.), Handbook of
disinfectants and antiseptics. Marcel
Dekker, Inc., New York, N.Y. 1996; 133-158.

27. Dychdala, G. R. Chlorine and chlorine compounds. In S.S. Block (ed.), Desinfection,
sterilization, and preservation, 4th ed.
Lea & Febiger, Philadelphia, Pa. 1991; 131-151.

28. Gottardi, Iodine and iodine compounds. In S.S. Block (ed.), Desinfection, sterilization, and
preservation, 4th ed. Lea & Febiger,
Philadelphia, Pa. 1991; 151-166.

29. Block, S. S. Peroxygen compounds. In S.S. Block (ed.), Desinfection, sterilization, and
preservation, 4 th ed. Lea & Febiger, Philadelphia,

Pa. 1991; 167-181.

30. Denyer, S. P. Mechanims of action of antibacterial biocides. Int. Biodeterior. Biodegrad.


1995; 36:227-245.

31. Frier, M. Derivatives of 4-amino-qunaldinium and 8-hydroxyquinoline. In W. B. Hugo (ed.),


Inhibition and destruction of the microbial cell.
Academic Press, Ltd., London, England. 1971; 107-120.

11 / 12
ASEPSIA Y ANTISEPSIA

32. Christensen, E. A., and H Kristensen. Gaseosus sterilization. In A. D. Russell, W. B.


Hugo, and G. A. J. Ayliffe (eds.), Principles and practice of disinfection, preservation and
sterilization, 2nd ed. Blac
kwell Scientific Publications Ltd., Oxford, England. 1991; 557-572.

33. Rusell, AD.. Modification of the bacterial cell envelope and enhancement of antibiotic
susceptibility. In C.H. Stuart- Harris and Dri Harris (ed). The control of antibiotic-
resistant bacteria. Academic Press, Ltd. London, England.
1981; 119 - 165.

34. McDonnell G and Russell AD. Antiseptics and Disinfectants: Activity, Action, and
Resistance Clin. Microbiol. Rev. 1999. 12: 147 - 179.

35. Samaranayake L. Rules of infection control. Int. Dent. J. 1993; 43(6): 578-84.

36. Recomended infection control practices for dentistry, Centers for disease Control and
prevention . MMWR. 1993 May;
42 (RR-8): 1 - 12.

FUENTE:

www.encolombia.com

12 / 12

Potrebbero piacerti anche