Sei sulla pagina 1di 28

DERECHO PRIVADO I

SUB EJE TEMÁTICO 1: PERSONA HUMANA

Existen dos grandes grupos:


1) los derechos subjetivos extra patrimoniales o que importan a la persona, aquí encontramos:
a) Los denominados iura in persona ipsa o derechos sobre la propia persona, que son los derechos
humanos, también denominados personalísimos, que se consideran innatos; y b) los denominados
iura in persona aliena o derechos sobre la persona ajena, que son los denominados derechos
potestativos y que importan las relaciones de familia (responsabilidad parental, tutela o curatela).
2) los derechos subjetivos patrimoniales o que importan al patrimonio, aquí se encuentran:
a) Los derechos personales o derechos creditorios u obligaciones, que implican la facultad de un
sujeto acreedor de exigir de otro deudor el cumplimiento de una conducta o prestación debida; b)
los derechos reales que importan la relación de las personas con las cosas y c) los derechos
intelectuales que importan la protección del ingenio humano; entre éstos se encuentran los derechos
de autor, las marcas y las patentes.

Derechos y actos personalísimos (Definición. Naturaleza jurídica)


Son los que recaen sobre ciertos aspectos o manifestaciones de la personalidad del hombre para
proteger su libre desenvolvimiento: derecho al honor, a la intimidad, a la libertad, a la integridad
física, etc.
Caracteres
Estos derechos son absolutos, extrapatrimoniales, irrenunciables, relativamente disponibles
por las partes y por ende no transmisibles. Otro carácter es que la vulneración de ellos da
derecho a su titular a reclamar la prevención y reparación de los daños conforme lo estipulado en
los arts. 1708 a 1780 inclusive del Código Civil y Comercial.
Son absolutos porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y cada uno de los miembros
que constituyen la comunidad jurídicamente organizada están obligados a respetar la persona de los
demás.
Decimos que son relativamente disponibles por las partes pues, de conformidad al art. 55 del
Código Civil y Comercial, se puede disponer de los derechos personalísimos bajo ciertas
condiciones: que medie consentimiento por el titular de los derechos, que éste no sea contrario a la
ley, la moral o las buenas costumbres.
Asimismo, prevé que el consentimiento no se presume, es decir que debe otorgarse en forma clara,
ya sea expresa, tácita, o incluso por vía de silencio, y “es de interpretación restrictiva, y libremente
revocable”.

Atributos de las personas (Definición)


La persona, posee ciertos atributos que son sus cualidades esenciales. Éstas son inherentes y
consideradas a priori de la persona, es decir que comienzan con su existencia.
Estos atributos de la persona humana son: capacidad, nombre, estado y domicilio. A toda persona
individual le es inherente la capacidad, cualidad que la distingue como sujeto potencial de derechos
y deberes; el nombre que la individualiza, el estado que la sitúa en el medio familiar en el que se
desenvuelve y el domicilio que la sitúa jurídicamente en un lugar determinado.
Naturaleza
Los atributos son cualidades inherentes a la calidad de la persona que no se adquieren luego,
sino que son contemporáneos a la persona, a su existencia, y la acompañan toda su vida
protegiéndola e identificándola.

Página 1 de 28
Caracteres de los atributos:
Son necesarios e inherentes a las personas: no se concibe que la persona física pueda carecer de
alguno de estos atributos por cuanto, la determinan en su individualidad.
Son únicos: una misma persona no puede poseer más de un atributo de cada clase en un momento
determinado. Así, la persona humana no puede ser capaz e incapaz a la vez de adquirir un derecho,
no puede tener más estados civiles familiares del mismo orden, por ejemplo soltero-casado.
Son indisponibles: no pueden ser transferidos, pues están fuera del comercio.
Son inmutables: sólo se modifican cuando se verifica el supuesto normativo que así lo prevé.
Son imprescriptibles: por cuanto no se adquieren ni pierden por el transcurso del tiempo.

Nombre- Noción
Es el atributo de la persona que la identifica y la individualiza del resto. Está compuesto por dos
elementos: el pronombre o nombre de pila (o apelativo) y el apellido (o cognomen o patronímico).
Ambos cumplen funciones diferentes; el nombre de pila individualiza a la persona en su familia y el
apellido la individualiza en la sociedad.
- Régimen legal
El prenombre: Apellido de los hijos.
El apellido, nombre familiar o patronímico, es la designación común a todos los miembros de
una misma familia, que, unido al prenombre, identifica a la persona física, conformando su
nombre propiamente dicho. Así, el apellido designa el grupo familiar, pues cada individuo lleva el
apellido que le corresponde en razón de su pertenencia a dicho grupo.
El art. 64 del CCCN prevé que el hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno de los
cónyuges; en caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado
Civil y Capacidad de las Personas. A pedido de los padres, o del interesado con edad y madurez
suficiente, se puede agregar el apellido del otro. Asimismo, dispone que, en caso de que un mismo
matrimonio tuviera muchos hijos, todos deben llevar el mismo que se haya decidido para el
primero.
Ahora bien, en el caso del hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial, éste lleva el apellido de
ese progenitor.
Si la filiación de ambos padres se determina simultáneamente, se sigue la regla establecida para los
hijos matrimoniales en cuanto a que llevarán el primer apellido de alguno de los cónyuges.
Si la segunda filiación se determina después, ambos padres deberán acordar el orden de los
apellidos. A falta de acuerdo, será determinado por el juez según sea el interés superior del niño.
Para el supuesto de la persona menor de edad sin filiación determinada, se establece que debe ser
anotada por el oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas con el apellido que
esté usando o, en su defecto, con un apellido común (art. 65) o bien, si la persona tiene edad y grado
de madurez suficiente, puede solicitar la inscripción del apellido que esté usando (art. 66).
- Apellido de los cónyuges. En relación al apellido de los cónyuges, el art. 67 dispone: Cualquiera
de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la preposición “de” o sin ella.
- La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar el apellido del
otro cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a conservarlo.
- El cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga nuevas
nupcias, ni constituya unión convivencial.
- Cambio del prenombre y del apellido
Los arts. 69 y 70 del Código Civil y Comercial receptan la posibilidad del cambio del prenombre y
del apellido sólo de mediar, a criterio del juez, justos motivos, como ser: a) cuando el seudónimo
hubiese adquirido notoriedad; b) por “la raigambre cultural, étnica o religiosa”; c) por “la afectación
de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su causa, siempre que se encuentre
acreditada”.

Página 2 de 28
Así, para lograr el cambio del nombre y/o del prenombre, es precisa la intervención del Poder
Judicial y esa es la regla, con excepción de los dos supuestos contemplados en el último párrafo
del art. 69.
En tales casos no se requiere la intervención judicial y se consideran justos motivos cuando se
pretende “el cambio del prenombre por razón de identidad de género y el cambio de prenombre y
apellido por haber sido víctima de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o
supresión del estado civil o de la identidad”.
Una vez inscrita en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, será oponible a
terceros.

Acciones de protección del nombre:


Art. 71. Puede ejercer acciones en defensa de su nombre:
a) la acción de reclamación o reconocimiento del nombre: aquel a quien le es desconocido el uso de
su nombre, para que le sea reconocido y se prohíba toda futura impugnación por quien lo niega; se
debe ordenar la publicación de la sentencia a costa del demandado;
b) la acción de impugnación, o usurpación del nombre: aquel cuyo nombre es indebidamente usado
por otro, para que cese en ese uso;
c) la acción de supresión del nombre: aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o
personajes de fantasía, si ello le causa perjuicio material o moral, para que cese el uso.
En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede disponer la
publicación de la sentencia.
Las acciones pueden ser ejercidas exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por sus
descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos.

Domicilio: Noción. Caracteres


El ordenamiento jurídico requiere situar a la persona en un determinado lugar, aun cuando no actúe
necesariamente allí. Domicilio, en sentido jurídico, es el lugar que la ley considera como centro o
sede legal de la persona.
Existen distintas clases de domicilio, el domicilio general y el especial. El domicilio general es el
atributo, cualidad o propiedad inherente a la persona que representa su indispensable asiento o sede
legal para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones (Tagle, 2002).
Este domicilio general puede ser legal, es decir instituido por la ley o real, que es la efectiva
residencia de la persona en un cierto lugar con ánimo de permanecer allí. El domicilio general sea
legal o real, es necesario, ya que no puede faltar en ninguna persona y es único ya que una persona
no puede tener más de un domicilio general. Por último decimos que el domicilio general es
mutable, es decir que es modificable, ya sea por cambio en la capacidad de las personas (por
ejemplo, un menor que cumple la mayoría de edad pasa de domicilio legal a domicilio real) o por
un cambio en su situación (por ejemplo: una persona que es designada en un puesto de funcionario
público y que requiere trasladarse, cambia de domicilio real a domicilio legal).

Clases de domicilio. Distinciones


El domicilio se clasifica de la siguiente manera: general u ordinario y especial.
El domicilio general, lugar en que la ley sitúa a la persona para la generalidad de sus relaciones
jurídicas, se clasifica en a) real o voluntario, y b) legal o forzoso. Por su parte, el domicilio especial
sólo produce efectos en relación a una o varias relaciones jurídicas determinadas y puede ser
convencional, procesal, conyugal, comercial, entre otros. El domicilio real, definido en el art. 73
del CCCN, es donde la persona humana tiene su residencia habitual. Ahora bien, si ejerce actividad
profesional o económica, lo tiene en el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las
obligaciones emergentes de dicha actividad. El art. 74 del CCCN define el domicilio legal como
el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de
manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.

Página 3 de 28
Por último y en relación al domicilio especial, cabe poner de relieve que éste no es un atributo
de la persona, sólo lo es el general en todas sus clasificaciones. El domicilio especial es el que las
partes de un contrato eligen para el ejercicio de los derechos y obligaciones que de él emanan (art.
75).
Capacidad- Noción.
La capacidad es uno de los atributos más importantes de la persona, la capacidad de derecho
siempre está presente.
Clases. Caracteres
La noción de capacidad no se agota en la capacidad de derecho –atributo de la persona– puesto que
comprende también la capacidad de hecho o de obrar, que consiste en la aptitud de las personas
físicas para ejercer por sí mismas los actos de la vida civil.
La capacidad tiene los siguientes caracteres:
a) las reglas que gobiernan la capacidad son de orden público y no pueden ser modificadas por
voluntad de los particulares;
b) es principio general que tanto las incapacidades como las restricciones a la capacidad son la
excepción;
c) las restricciones a la capacidad son de interpretación restrictiva. Commented [SS1]: ARTICULO 24.- Personas incapaces de
ejercicio. Son incapaces de ejercicio:

Capacidad de derecho. Definición a) la persona por nacer;


El artículo 22 del CCCN define la capacidad de derecho: “Toda persona humana goza de la
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez
aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta suficiente, con el alcance dispuesto en la Sección 2ª de este
capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.” Capítulo;

c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la


Esta aptitud se vincula muy directamente con la personalidad humana; por ello, todas las personas extensión dispuesta en esa decisión.
son capaces de derecho y no puede concebirse una incapacidad de derecho absoluta, es decir, que
SECCION 2ª
comprenda todos los derechos y obligaciones, porque sería contrario al orden natural.
Persona menor de edad
Por el contrario, sí existen incapacidades de derecho relativas, es decir referidas a ciertos
ARTICULO 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la
derechos en particular, como lo prevé el art. 1002 del CCCN (NO pueden contratar en interés persona que no ha cumplido dieciocho años.
propio: jueces, funcionarios, abogado, sobre los bienes en los cuales han formado parte del
Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que
proceso). cumplió trece años.

ARTICULO 26.- Ejercicio de los derechos por la persona menor de


Capacidad de ejercicio. edad. La persona menor de edad ejerce sus derechos a través de
Por su parte, el artículo 23 define la capacidad de ejercicio o de hecho, y prevé “Capacidad de sus representantes legales.
ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las
No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente
limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial”. Así, el puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el
principio general es la capacidad, con las limitaciones que prevé el Código en su artículo 24, al ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con
sus representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada.
referir a las personas incapaces de ejercicio y las que determine en una sentencia judicial, referencia
que alude al supuesto de restricción al ejercicio de la capacidad en relación a los mayores de edad, La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo
en las condiciones establecidas por la legislación en el art. 24 inc. “c” y 31 y ss. del CCCN. proceso judicial que le concierne así como a participar en las
decisiones sobre su persona.
Por otro lado, la capacidad de hecho o de ejercicio es la aptitud o grado de aptitud de las personas
físicas para ejercer los derechos de los que se es titular o para ejercer por sí los actos de la vida civil. Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene
aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que
no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o
Estado civil- Definición provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.
El estado es un atributo propio de las personas físicas y hace referencia a la posición o rol que
Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado
ocupa una persona en la sociedad, por ejemplo estado civil, o en una familia, por ejemplo de salud o está en riesgo la integridad o la vida, el adolescente debe
estado de padre, de hijo, etc. prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores; el
conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés
superior, sobre la base de la opinión médica respecto a las
Caracteres consecuencias de la realización o no del acto médico.
El estado participa de los siguientes caracteres: A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como
un adulto para las decisiones atinentes al cuidado de su propio
cuerpo.

Página 4 de 28
a) las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no pueden ser
modificadas por la voluntad de los interesados;
b) es indivisible y oponible erga omnes;
c) generalmente es recíproco o correlativo, porque a cada estado de una persona le corresponde el
de otro que resulta correlativo;
d) es inalienable, es decir intransmisible; e) es necesario, indisponible y único, es decir que no se
puede tener dos estados correlativos a la vez (por ejemplo, no ser casado y soltero al mismo tiempo,
no ser padre e hijo al mismo tiempo). El código establece el medio de prueba del nacimiento,
matrimonio, muerte de las personas físicas, estableciendo que se prueba con las partidas del
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, conocido como Registro Civil.

Personas por nacer


Noción de personas y vida humana
La noción de persona es una categoría jurídica, pues se trata de ser portador de derechos, mientras
que la vida humana es un suceso de la naturaleza, es su asiento natural.

Importancia jurídica de la concepción


El artículo 19 del Código Civil y Comercial prevé: “Comienzo de la existencia. La existencia de
la persona humana comienza con la concepción”.
De conformidad al mencionado artículo, la concepción determina el momento a partir del cual se
es persona, es decir que el sujeto tiene personalidad jurídica y goza de protección de la ley.
Hay persona durante todo el proceso de gestación: desde su inicio hasta el nacimiento y, luego,
habrá persona física desde ese instante hasta la muerte. La ley 23.849 –la de ratificación del
Tratado– en su art. 2, el cual declara que, con relación al artículo 1º de la Convención sobre los
Derechos del Niño, la República Argentina entendió por niño a todo ser humano desde el
momento de la concepción y hasta los 18 años.

Ausencia de la persona. Definición


El fin último de esta regulación es la protección del patrimonio del ausente.

Presupuestos fácticos y jurídicos Art. 79. Ausencia simple.


Para configurarse el presupuesto de la ausencia simple es preciso que:
- La persona haya desaparecido de su domicilio, sin que se tenga noticias sobre su existencia;
- Haya dejado bienes que exijan protección;
- No haya dejado apoderado o que los poderes del apoderado del ausente resulten insuficientes o
que éste haya incurrido en un desempeño inconveniente de su mandato.

Como se advierte, la ley no exige que haya transcurrido plazo alguno para peticionar ante el juez
competente la declaración de ausencia simple, ni que la desaparición se vincule con un hecho
extremo del cual se presuma la muerte del ausente; sólo se impone que existan bienes para cuidar,
de manera tal que se adopten aquellas medidas necesarias para proteger el patrimonio del
ausente.

Muerte presunta. Régimen legal. Casos y términos


La presunción de fallecimiento, al igual que la muerte, constituye supuestos jurídicos extintivos de
la persona humana. Así, los efectos de la sentencia judicial que declara el fallecimiento presunto
son idénticos a los de la muerte, pero la ley establece diferencias fundadas en la eventual
reaparición del declarado muerto presunto y en la necesidad de proteger sus intereses.
Así, el Código contempla en el art. 85 el caso ordinario y en el art. 86 los supuestos extraordinarios.

Página 5 de 28
Caso ordinario. La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia de ella por
el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya dejado
apoderado. El plazo debe contarse desde la fecha de la última noticia del ausente.

Casos extraordinarios. Se presume también el fallecimiento de un ausente:


a) si por última vez se encontró en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra u otro
suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte, o participó de una actividad que implique el
mismo riesgo, y no se tiene noticia de él por el término de dos años, contados desde el día en que el
suceso ocurrió o pudo haber ocurrido;
b) si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese noticia de su
existencia por el término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido.

Efectos de la declaración
En orden a los efectos patrimoniales, los artículos 90 y 91 regulan sobre el punto.
Así, tenemos que, dictada la declaratoria, el juez mandará abrir, si existiese, el testamento que
hubiese dejado el desaparecido; los herederos y los legatarios deben recibir los bienes del declarado
presuntamente fallecido, previo inventario. El dominio se inscribirá en el registro correspondiente
(Registro de la Propiedad, Registro de la Propiedad del Automotor) con la prenotación del caso, a
nombre de los herederos o legatarios que podrán hacer partición de los mismos, pero no enajenarlos
ni gravarlos sin autorización judicial. Ahora bien, si, entregados los bienes, aparece el ausente o se
tiene noticia cierta de su existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose
a la devolución de aquéllos a petición del interesado.
La conclusión de la prenotación se encuentra regulada en el art. 92. Éste prevé que la prenotación
queda sin efecto transcurridos cinco años desde la fecha presuntiva del fallecimiento u
ochenta años desde el nacimiento de la persona. Desde ese momento puede disponerse
libremente de los bienes, es decir que los herederos y legatarios pasan a tener el dominio pleno.

Efectos sobre el matrimonio: según el art. 435 inc. “b”, la declaración de ausencia con presunción
de fallecimiento es una causal de disolución del matrimonio, por lo que el otro cónyuge podrá
contraer nuevo matrimonio.

SUB EJE TEMÁTICO 2:


LA INCAPACIDAD

Noción. Clasificación
Commented [JSS2]: ARTICULO 24.- Personas incapaces de
Además de las capacidades, existen las incapacidades de derecho y de hecho. Las mal llamadas ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
“incapacidades de derecho”, en realidad, son incompatibilidades o prohibiciones que la ley a) la persona por nacer;
prevé en casos concretos para evitar un daño al interés público. Es decir, son restricciones a la
aptitud genérica para ser titular de ciertos derechos en una determinada relación jurídica. b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez
suficiente, con el alcance dispuesto en la Sección 2ª de este
El fin concreto de estas prohibiciones es proteger el interés público y castigar al incapaz para Capítulo;
evitar que cometa actos o hechos que puedan ser perjudiciales para otras personas. La
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la
incapacidad de hecho, por su parte, se verifica cuando determinada persona no tiene aptitud para extensión dispuesta en esa decisión.
ejercer por sí misma determinados actos de la vida civil, por lo que podemos decir que se trata de
una persona necesitada de un régimen de protección jurídica que la ampare y que impida el SECCION 2ª

aprovechamiento, por parte de terceros, de esa situación de debilidad. Persona menor de edad
El art. 24 del Código Civil y Comercial establece quiénes son las personas incapaces de ejercicio.
ARTICULO 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la
persona que no ha cumplido dieciocho años.

Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que


cumplió trece años.

Página 6 de 28
La incapacidad de derecho- Definición. Caracteres
Las incapacidades de derecho se presentan como prohibiciones o restricciones impuestas por la ley
teniendo en cuenta distintas circunstancias e implican la total imposibilidad de adquirir el derecho,
contraer el deber o realizar el acto prohibido, no solamente por actuación propia sino también por
intermedio de otra persona.

De la circunstancia de que la capacidad de derecho se vincula con los derechos inherentes al


hombre como tal, se desprenden los siguientes caracteres acerca de los casos de incapacidad de
derecho:
a) Son excepcionales. La regla es la capacidad; sólo por excepción se establecen ciertas
incapacidades de derecho en forma de prohibiciones de realizar determinados “hechos, simples
actos, o actos jurídicos determinados”, las que suelen ser precisas, es decir sin tener carácter
general.
b) Obedecen siempre a una causa grave: la restricción a la capacidad de derecho responde siempre a
un interés superior o una razón moral y de buenas costumbres.
c) No pueden suplirse por representación: la incapacidad de derecho no puede subsanarse por
representación como se prevé para los incapaces de hecho.

Incapacidad de ejercicio:

Definición. Caracteres
La capacidad es la regla y la incapacidad la excepción. La incapacidad de obrar resulta de un
precepto legal que establece quiénes son los incapaces de ejercicio (art. 24 CCCN, personas por
nacer, menores, los declarados incapaces por sentencia judicial). Consiste en la falta de aptitud o
en la imposibilidad del sujeto para realizar por sí mismo actos jurídicos válidos, pero esta
ineptitud legal puede suplirse a través del instituto de la representación, previsto en los arts.
100 y 101 del código único. Commented [SS3]: CAPITULO 10
Las incapacidades de hecho –de ejercicio o de obrar– han sido establecidas en interés mismo del Representación y asistencia. Tutela y curatela
incapaz y por ello la ley ha procedido con un criterio tutelar.
Esta incapacidad es susceptible de grados, ya que una persona puede carecer de capacidad de hecho SECCION 1ª

de manera absoluta, o bien, sólo para determinados actos jurídicos. Representación y asistencia

ARTICULO 100.- Regla general. Las personas incapaces ejercen por


Enumeración legal medio de sus representantes los derechos que no pueden ejercer
El art. 24 del Código Civil y Comercial dispone: por sí.
Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
ARTICULO 101.- Enumeración. Son representantes:
a. la persona por nacer;
b. la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente. a) de las personas por nacer, sus padres;
c. la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión. b) de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. Si
faltan los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la
responsabilidad parental, o suspendidos en su ejercicio, el tutor que
Distinción entre Menor de edad y adolescente- Definición se les designe;
De conformidad al art. 25 del Código Civil y Comercial, menor de edad es la persona que no ha
cumplido dieciocho años y adolescente, la persona menor de edad que cumplió trece años. c) de las personas con capacidad restringida, el o los apoyos
designados cuando, conforme a la sentencia, éstos tengan
representación para determinados actos; de las personas incapaces
Distinción entre menor de edad y adolescente en los términos del último párrafo del artículo 32, el curador que se
les nombre.
La Real Academia Española define adolescencia como la “Edad que sucede a la niñez y que
transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo”.
Niño como “todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le
sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”. De tal modo, en nuestro ordenamiento
jurídico, los “adolescentes” son indudablemente niños.

Página 7 de 28
El derecho a ser oído
El artículo 26 del Código Civil y Comercial, en concordancia con el art. 12 de la Convención de los
Derechos del Niño y con la ley 26.061, consagra el derecho de los menores a ser oídos, el que
implica que, siempre que los menores tengan edad para poder expresar una opinión con
fundamento, deben ser escuchados y debe ser tenido en cuenta su parecer y se contempla y
reafirma un importante protagonismo del niño.
En definitiva, se establecen las condiciones de participación de los menores en los procesos
judiciales que le conciernen, teniendo en cuenta el juez el grado de madurez, reconociendo en forma
progresiva su capacidad sobre la base de la regla del discernimiento, en particular en aquellos casos
en los que pudiera haber conflictos de intereses entre el menor y sus representantes legales.

Las decisiones de los menores en el ámbito de la salud


a) Tratamientos no invasivos
El artículo 26 del código unificado establece una presunción de que el adolescente de entre trece y
dieciséis años puede y se considera facultado para aceptar y consentir por sí mismo ciertos
tratamientos, siempre que estos no resulten invasivos ni comprometan su estado de salud o
provoquen un riesgo grave en su vida o integridad física.
Esta presunción funcionará siempre que el adolescente pueda comprender los aspectos esenciales
relativos a la práctica propuesta, aunque, de ser necesario, una última determinación siempre
quedará en manos de los tribunales, la lex artis y la costumbre, y, por lo general, será el médico
tratante quien decida acerca de la aptitud del tratamiento, con base en criterios que desde el ámbito
médico se van pautando.
b) Tratamientos que comprometen la salud del menor
Ahora, si se trata de un tratamiento que compromete su estado de salud o está en riesgo su vida, el
adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores, y, en caso de
existir un conflicto entre ambos, se resolverá judicialmente teniendo en cuenta el interés superior
del niño y la opinión médica respecto de las consecuencias de la realización del acto.
c) Los cuidados del propio cuerpo del mayor de dieciséis años
Por último, el art. 26 establece que la persona mayor de dieciséis años es considerada como un
adulto para las decisiones sobre el cuidado de su propio cuerpo.
De esta manera, se reconoce una anticipación de la capacidad de los menores para dar
consentimiento o asentimiento para ciertos actos de intrusión en su cuerpo.
En el caso de desacuerdo entre el menor, el médico y los padres, deberá intervenir la justicia a fin
de que se valore la situación concreta del sujeto.

Personas con capacidad restringida


Noción de persona con capacidad restringida y con incapacidad. Distinción

Reglas generales en materia de restricción a la capacidad. ART. 31 CCCN


Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas
generales:
a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre
internada en un establecimiento asistencial;
b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en beneficio de
la persona;
c) la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el
proceso judicial;
d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su
comprensión;
e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada que debe ser
proporcionada por el Estado si carece de medios;

Página 8 de 28
f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades.

Manteniendo el criterio biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado prevé dos supuestos
diferenciados:
a) Incapacidad de ejercicio relativa, que alcanza los actos señalados en cada sentencia
b) Incapacidad de ejercicio absoluta.
De la lectura del art. 32 del Código se advierte que, a partir de los trece años se puede restringir
judicialmente la capacidad de una persona cuando ésta padece una adicción o alteración mental
permanente o prolongada de entidad suficiente – elemento biológico- y se estime que de no
restringirle la capacidad pueda ocasionar un daño a su persona o a sus bienes – elemento jurídico; o
excepcionalmente declarar la incapacidad “cuando la persona se encuentre absolutamente
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o
formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz”

Presupuestos jurídicos y fácticos


La persona con capacidad restringida es, por regla, una persona capaz y sólo no podrá ejercer
por sí sola determinados actos que se especifiquen en la sentencia (art. 24 inc. “c”).
El juez, en la sentencia, debe designar el o los apoyos que estime convenientes, siempre tratando de
limitar lo menos posible la autonomía de la persona.
Ahora bien, se considerará una persona incapaz de ejercicio absoluta cuando: a) se encuentre
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o
formato adecuado y b) el sistema de apoyos cualquiera que fuere resulte ineficaz. En este supuesto,
el juez deberá designarle un curador para que represente al incapaz, siendo de aplicación los arts.
138 a 140 (curatela). Es dable señalar que, si no se dieran estos requisitos esenciales, corresponderá Commented [SS4]: SECCION 3ª
una sentencia de capacidad restringida y no una declaración de incapacidad absoluta. Curatela

Procedimiento para su declaración ARTICULO 138.- Normas aplicables. La curatela se rige por las reglas
de la tutela no modificadas en esta Sección.
Medios de protección: noción y enunciación. Legitimados.
La principal función del curador es la de cuidar a la persona y los
bienes de la persona incapaz, y tratar de que recupere su salud. Las
Tal como hemos señalado anteriormente, los medios de protección de la persona que padece de rentas de los bienes de la persona protegida deben ser destinadas
alguna discapacidad, son: preferentemente a ese fin.
a) la declaración de capacidad restringida; ARTICULO 139.- Personas que pueden ser curadores. La persona
b) la incapacidad, cuando la persona padece una incapacidad absoluta, es decir que no puede capaz puede designar, mediante una directiva anticipada, a quien
accionar con el medio que la circunda y los medios de apoyo son ineficaces y ha de ejercer su curatela.
c) como veremos más adelante, la declaración de inhabilitación en el caso del pródigo. Los padres pueden nombrar curadores y apoyos de sus hijos
incapaces o con capacidad restringida, en los casos y con las formas
en que pueden designarles tutores.
Ahora bien, la declaración de incapacidad, sea ésta absoluta o restringida a determinados actos, no
procede de oficio, sino que es necesario que las personas legitimadas a tal fin lo soliciten. Cualquiera de estas designaciones debe ser aprobada
En primer lugar, autoriza al propio interesado a iniciar la acción, el cónyuge no separado de judicialmente.

hecho y el conviviente mientras la convivencia no haya cesado y los parientes dentro del A falta de estas previsiones el juez puede nombrar al cónyuge no
cuarto grado. separado de hecho, al conviviente, a los hijos, padres o hermanos
de la persona a proteger según quien tenga mayor aptitud. Se debe
Finalmente se prevé que puede iniciar la acción el Ministerio Público. tener en cuenta la idoneidad moral y económica.

Sentencia. Alcances ARTICULO 140.- Persona protegida con hijos. El curador de la


persona incapaz es tutor de los hijos menores de éste. Sin embargo,
Luego de la valoración del dictamen interdisciplinario, el juez debe resolver con relación al el juez puede otorgar la guarda del hijo menor de edad a un
ejercicio de la capacidad jurídica, considerando especialmente la voluntad, deseos y preferencias de tercero, designándolo tutor para que lo represente en las
cuestiones patrimoniales.
la persona, y procurando que la afectación de la autonomía personal sea la menor posible.
De tal modo, la sentencia puede:
a) Desestimar la acción; b) restringir la capacidad del sujeto y c) declarar la incapacidad.

Página 9 de 28
La sentencia que limite o restrinja la capacidad debe señalar los actos y funciones que la persona no
puede realizar por sí misma y, a fin de que tome las decisiones pertinentes, le designará los apoyos
que considere necesarios e indicará la modalidad de actuación.
En una palabra, la sentencia que limite la capacidad, ya sea en forma total o parcial, es un
verdadero estatuto de cómo debe actuar la persona del incapaz.

Revisión
La sentencia puede ser revisada en cualquier momento, a instancias del interesado.
Asimismo, se impone al juez la carga de impulsar de oficio la revisión de los términos de la
sentencia en un plazo no mayor a tres años.

Inhabilitados - Noción. Presupuestos fácticos


De conformidad al art. 48 del Código Civil y Comercial, podrán ser inhabilitados los pródigos,
es decir aquellos a quienes, por la mala gestión de sus bienes, en el sentido de dilapidar,
malgastar, expongan el patrimonio familiar a que se vea menoscabado.
El mencionado artículo define a la persona del pródigo como aquélla que padece una alteración
funcional permanente o prolongada, física o mental, que, en relación a su edad y medio social,
implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral.
Lo que la ley pretende es justamente proteger al grupo familiar –es decir a las personas del
cónyuge, conviviente, hijos menores de edad o con discapacidad– de la pérdida del patrimonio,
legitimando a promover la inhabilitación al cónyuge, conviviente, ascendientes y descendientes.
En definitiva, para que proceda la inhabilitación se requiere: personas a quienes proteger y
prodigalidad en la gestión del patrimonio por parte de la persona que se pretende inhabilitar.

Efectos de la declaración
Declarada la inhabilitación, se restringe la capacidad jurídica de la persona, quien ya no podrá
ejercer libremente determinados actos por sí misma. Así, no podrá ejercer actos de disposición entre
vivos, sí los de última voluntad, y para aquéllos requerirá contar con un apoyo que lo asista.
Además de estos actos, el apoyo deberá asistir al inhabilitado en todos aquellos actos que hayan
sido indicados por el juez en su sentencia de inhabilitación.
La figura del apoyo es necesaria a fin de evitar que el inhabilitado realice actos de otorgamiento que
puedan perjudicar la integridad del patrimonio y perjudicar así a las personas del cónyuge,
conviviente e hijos menores o con discapacidad.
El juez, en la sentencia, deberá establecer las condiciones de validez de los actos y la modalidad de
actuación del apoyo, debiendo inscribirse esta sentencia en el Registro de Estado Civil y Capacidad
de las Personas a fin de resguardar a los terceros que contratan con la persona del inhabilitado.

SUB EJE TEMÁTICO 3: PERSONA JURÍDICA- Noción

El artículo 141 del CCyC precisa el concepto de persona jurídica. Dispone que “Son personas
jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para
adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su
creación.”

Naturaleza jurídica -Existieron tres grandes posturas:


a. La teoría de la ficción: elaborada por Savigny, ente artificial, producto de la ficción, al que
denomina “sujeto del derecho de bienes”; sin embargo, este sujeto no tiene voluntad propia, por eso
actúan por el mismo las personas físicas que lo representan.
b. Las teorías negatorias de la personalidad jurídica: estas teorías parten de la base de que estos
sujetos que se unen para lograr sus objetivos no logran crear un sujeto distinto, por lo tanto ese
sujeto no existe.

Página 10 de 28
c. Las teorías realistas: éstas reconocen que el sujeto creado por sus miembros conforma un ente
diferente. Buteler Cáceres adhiere a la concepción realista.

Concepción de la personalidad de las personas jurídicas


Cuando hablamos de persona jurídica hacemos referencia a un ente ideal distinto de los socios
que lo componen. Este ente cuenta con capacidad jurídica plena para el cumplimiento de su
objeto y los fines de su creación y, por ende, puede adquirir compromisos propios frente a los
terceros y constituye un centro de imputación distinto del patrimonio de los socios.
El principio de la personalidad diferenciada está consagrado explícitamente en el art. 143 del
código, que establece que la persona jurídica tiene una personalidad jurídica distinta de la de sus
miembros y ellos no responden por las obligaciones contraídas por la persona jurídica, salvo en los
casos previstos en la ley.
Así, se consagra el principio de separación de patrimonios entre la persona jurídica y sus
miembros, que es uno de los ejes rectores de la personalidad de las personas jurídicas. Este
principio opera en relación a los bienes de titularidad de la persona jurídica, que, por ende, no
pertenecen a ninguno ni a todos sus miembros, y en relación a las obligaciones, ya que ninguno de
sus miembros, ni el conjunto de ellos, es responsable por éstas.
Este principio sólo se puede dejar de lado ante circunstancias excepcionales previstas en el Código
Civil y Comercial o en otras leyes especiales o generales, como la Ley 19.550 de Sociedades o la
Ley 24.522 de Concursos y Quiebras. (Rivera y Medina, 2014).

Inoponibilidad de la personalidad jurídica


Cuando el accionar de la persona jurídica esté destinada a la consecución de fines ajenos a la
persona jurídica o constituya un recurso para violar la ley, el orden público y la buena fe, o para
frustrar derechos de cualquier persona, procede la inoponibilidad de la persona jurídica, es decir
que, en tales casos, la actuación del ente se imputará directamente a los socios, asociados,
miembros, controlantes directos e indirectos que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios causados (art. 144 CCCN).

Clasificación
Las personas jurídicas se clasifican en públicas y privadas.
La distinción de las personas jurídicas en públicas y privadas tiene gran interés práctico. Lloveras
de Resk (1995) entiende que son personas jurídicas públicas aquellas que son titulares de
poderes o prerrogativas públicas. Mientras que son personas jurídicas privadas las que no los
poseen.
Personas jurídicas públicas ---------Definición. Caracteres
Es aquélla cuya existencia y funcionamiento dependen del derecho público, aunque parte de
su actividad esté regulada por el derecho privado. Así, para determinar el carácter público de un
ente es necesario: 1) la obligación de la persona jurídica hacia el Estado de cumplir sus fines
propios; 2) el control estatal de la gestión de la entidad; 3) el ejercicio de potestades de imperio.

Clases
El artículo 146 del Código Civil y Comercial dispone:
Son personas jurídicas públicas: a) el Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, los municipios, las entidades autárquicas y las demás organizaciones
constituidas en la República a las que el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter; b) los
Estados extranjeros, las organizaciones a las que el derecho internacional público reconozca
personalidad jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero cuyo carácter
público resulte de su derecho aplicable; c) la Iglesia Católica.

Página 11 de 28
Personas jurídicas privadas --------Noción. Caracteres
Son aquéllas que tienen reglamentada su existencia y actividades por el derecho privado
aunque dependan de una autorización especial para funcionar. Es decir que, dentro de las
personas jurídicas privadas, tendremos aquellas que requieren autorización para funcionar,
como es el caso de las asociaciones civiles o las fundaciones, y las que no, como por ejemplo las
sociedades comerciales, el consorcio de propietarios, entre otros.

Enunciación
El artículo 148 enuncia a las personas jurídicas de carácter privado.
Son personas jurídicas privadas: a) las sociedades; b) las asociaciones civiles; c) las simples
asociaciones; d) las fundaciones; e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas; f)
las mutuales; g) las cooperativas; h) el consorcio de propiedad horizontal; i) toda otra contemplada
en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo carácter de tal se establece o resulta de su
finalidad y normas de funcionamiento.

Atributos de las personas jurídicas ------Noción


Hemos señalado que la persona jurídica tiene personalidad jurídica y que, por ende, posee atributos:
el nombre para individualizarse, el domicilio para determinar la ley aplicable y la jurisdicción
donde puede demandar o ser demandada, la capacidad siempre de derecho y limitada al objeto para
el que se constituyó y el patrimonio, a los fines del cumplimiento de sus fines.

Nombre. Régimen legal


El nombre o razón social es un atributo de las personas jurídicas, toda vez que es necesario a
los fines de su individualización y designación que permita distinguirlas.
De acuerdo a lo normado en el art. 151 del Código, el nombre debe reunir los siguientes requisitos:
a) aditamento de la forma jurídica utilizada para que los terceros conozcan la naturaleza y extensión
de la responsabilidad, por ejemplo “SRL”, “SA”.
b) cumplir con los recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, ello así a los fines de que se
distingan entre las personas jurídicas. c) no contener términos contrarios a la ley, el orden público o
las buenas costumbres. d) no inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica.
e) la inclusión en el nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas requiere la
conformidad de éstas, que se presume si son sus miembros.

Domicilio y sede social


El artículo 152 del Código Civil y Comercial regula el atributo domicilio.
En primer lugar, cabe distinguir entre domicilio y sede social. El término “domicilio” remite a la
indicación genérica de la ciudad, localidad o región donde se ha constituido la sociedad,
mientras que el término “sede” alude al lugar geográfico concreto (dirección) donde se ha
instalado la persona jurídica. P.Ej., Córdoba capital es el domicilio y Bv. San Juan 710 es la sede.
En el estatuto de las personas jurídicas deberá consignarse obligatoriamente el domicilio y la sede o
dirección.
Por último, prevé que, para el caso que se quiera cambiar el domicilio, debe modificarse el estatuto,
y, si se quiere cambiar la sede, puede ser resuelto por el órgano de administración.

Patrimonio
Este constituye un elemento esencial de la persona jurídica; es un atributo y, consecuentemente,
no se concibe la idea de persona jurídica sin patrimonio.
Es por ello que el artículo 154 del código de fondo estatuye: “la persona jurídica debe tener un
patrimonio”. Así, el patrimonio comienza a formarse desde el mismo momento en que los socios se
comprometen a realizar aportes y es el conjunto de bienes de la persona jurídica con el cual la
sociedad actúa y afronta el pasivo que lo integra.

Página 12 de 28
Este patrimonio no se confunde con el de los individuos que concurren a conformar el sustrato
material de la entidad.

Capacidad de derecho: a) Principio General b) Limitaciones


La capacidad vinculada a las personas jurídicas se refiere sólo a la capacidad de derecho o aptitud
para ser titular de derechos y deberes jurídicos y ejercer por sí o por otros los actos inherentes a los
derechos de los que se es titular. La noción de capacidad de obrar es absolutamente ajena, pues
estos sujetos de derechos siempre actuarán a través de sus órganos o representantes.

La regla general en materia de capacidad de las personas jurídicas es que tienen capacidad de
derecho para todos los actos y todos los derechos que no les estén expresamente prohibidos.
Esta capacidad, sin embargo, tiene sus limitaciones en razón del principio de especialidad y de la
naturaleza de las cosas.

a) El principio de la especialidad: significa que las personas jurídicas tienen capacidad para celebrar
aquellos actos inherentes a la finalidad para la que ha sido creadas, es decir en función de su objeto
y su fin. De tal modo, no pueden celebrar actos que nada tengan que ver con su objeto de creación,
pero ello no significa que no puedan ejecutar los que son convenientes o necesarios para la mejor
obtención de aquél. b) Limitaciones impuestas por la naturaleza de las cosas: las personas jurídicas
no pueden ser titulares, por ejemplo, de los derechos potestativos.

Representación -----Noción. Régimen legal


Las personas jurídicas desarrollan su actividad por medio de personas físicas que actúan en
su nombre y por su cuenta, de modo tal que su gestión es atribuida a la misma entidad. Así,
las personas jurídicas actúan a través de sus órganos, es decir aquellas personas autorizadas a
manifestar la voluntad del ente y a desarrollar la actividad jurídica necesaria para la consecución de
sus fines. El artículo 159 establece una pauta general a la cual debe adecuarse la conducta de los
administradores sociales, disponiendo que los administradores deben obrar con lealtad con la
persona que les encarga la función de administrar sus intereses y con diligencia, es decir con
idoneidad, con aptitud profesional para el exitoso desenvolvimiento de la clase de actividad que
constituye el objeto social.
Tiene prohibido contratar con ésta, salvo que se trate de contratos referidos a su actividad ordinaria
y en las mismas condiciones en que el ente lo hubiera hecho con terceros. Deberá abstenerse de
intervenir en la toma de decisiones en las que tenga un interés contrario a la persona jurídica y no
podrá competir con ella. (Roitman, 2006).

Responsabilidad civil ---Responsabilidad contractual y extracontractual


La responsabilidad civil por daño, entendida en sentido amplio, incluye tanto la responsabilidad
emanada del incumplimiento de obligaciones contractuales cuanto la proveniente de los daños
causados por los actos ilícitos obrados por los administradores o representantes de la persona
jurídica. Así, los administradores y representantes de la persona jurídica son responsables ilimitada
y solidariamente frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros, por los daños causados por su
culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones (arts. 160 y 1763 del CCCN).

El daño se considera ocasionado en ejercicio de la función cuando existe congruencia entre el daño
y la actuación propia de la esfera de competencia del órgano, cuando es el resultado directo del
desempeño de la función. El daño se causa con ocasión de la función cuando el hecho que lo
produce es extraño por su índole, contenido o naturaleza, a la actividad propia del órgano de la
persona jurídica, aunque mantiene alguna vinculación con ésta. Es decir, son actos ajenos a la
función propiamente dicha, pero que sólo han podido cometerse por el órgano de la persona jurídica
en esa calidad. (Tagle, 2002).

Página 13 de 28
Por último, debemos señalar que la responsabilidad de los administradores respecto a la
persona jurídica es de naturaleza contractual, y es extracontractual respecto de los terceros.
(Rivera y Medina, 2014).

SUB EJE TEMÁTICO 4: EL OBJETIVO DE LA RELACIÓN JURÍDICA PRIVADA

Concepto de bienes y cosas


De la lectura de los fundamentos del anteproyecto del Código Civil y Comercial de la Nación se
sigue que se identifica a los bienes con la valoración económica.

Se explica allí que, para este fin, no es determinante si son materiales (cosas) o inmateriales, porque
lo que interesa es que tengan valor, y este elemento es económico y no afectivo. Así, la noción
de bien está estrechamente vinculada al enfoque económico y, por lo tanto, no podría aplicarse a los
bienes ambientales, o al cuerpo, o partes del cadáver.

En relación a las cosas, se las define como los objetos materiales susceptibles de tener un valor.
El artículo 16 del código único prevé que los derechos individuales pueden recaer sobre bienes
susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas y las disposiciones
referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser
puestas al servicio del hombre.

Distintas clasificaciones ------Importancia e interés práctico


El Código Civil y Comercial contiene varias clasificaciones de las cosas consideradas en sí mismas:
a) muebles e inmuebles; b) cosas divisibles e indivisibles; c) cosas principales y accesorias; d)
cosas consumibles y no consumibles; e) cosas fungibles y no fungibles. La importancia de estas
clasificaciones radica en que, según el estatuto que reciba la cosa, el régimen jurídico que se le
aplique variará.
- Así por ejemplo, la distinción entre muebles e inmuebles tiene importancia desde diferentes
aspectos:
a) Por un lado, la determinación de la ley aplicable. Las cosas inmuebles se rigen por la ley del
lugar en que se encuentra (art. 2663 del CCCN), mientras que las cosas muebles se rigen por el
domicilio del demandado, si se trata de las cosas que lleva consigo o son de uso personal, o
bien por el lugar de situación de los bienes (arts. 2665 y 2666 del CCCN). b) También tiene
incidencia en relación al régimen de prescripción adquisitiva, que es un modo de adquirir el
dominio por la continuación de la posesión en forma pública, pacífica, continua e ininterrumpida
durante el tiempo que establece la ley. Así, las cosas inmuebles se adquieren por la posesión
continua de diez años cuando ésta es con justo título y buena fe (art. 1898 CCCN) o bien, veinte
años sin necesidad de título y buena fe por parte del poseedor (art. 1899 CCCN). Ahora bien, el
dominio sobre cosa mueble se adquiere por la simple posesión de buena fe, salvo que se trate
de cosas muebles hurtadas o perdidas, en cuyo caso el dominio se adquiere por la posesión
continua y de buena fe de dos años (art. 1898). Si no hay justo título y buena fe y se trata de
una cosa mueble registrable, se adquiere si se posee durante diez años (art. 1899). c)
Asimismo, esta clasificación influye en los derechos reales. Así por ejemplo, el derecho real de
propiedad horizontal sólo puede recaer sobre inmuebles (art. 2037), tal como el derecho de
superficie (art. 2114) y el de hipoteca (art. 2205). En tanto, el derecho real de prensa sólo puede
recaer sobre cosas muebles no registrables o créditos instrumentados (art. 2219).

- En relación a la división de cosas fungibles y no fungibles, habrá contratos como el de


locación, en virtud del cual se entrega a otra persona el uso y goce temporario de una cosa a
cambio del pago de un precio en dinero (art. 1187); el alquiler o arrendamiento deberá recaer

Página 14 de 28
sobre una cosa no fungible, es decir sobre una cosa que conserve su individualidad, pues la persona
que recibe una cosa para usarla estará obligada al término del contrato a restituir la misma cosa que
le fue entregada y no otra. Lo mismo sucede en el comodato, acerca del cual, el art. 1533
expresamente establece “hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una cosa no fungible,
mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma cosa recibida”.
Mientras que el contrato de mutuo, por ejemplo, sólo puede recaer sobre cosas fungibles, pues
el mutuario, al término del contrato, no estará obligado a devolver lo mismo que recibió sino
igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie (art. 1525).

- La distinción entre cosas consumibles y no consumibles tiene importancia debido a que


determinados contratos sólo pueden tener por objeto a las primeras y otros únicamente a las
segundas, como el mutuo y el comodato, respectivamente. Además, la distinción es importante en
materia de derechos reales, pues el usufructo sólo puede recaer sobre cosas no consumibles, puesto
que el usufructuario y el usuario pueden usar y gozar de la cosa ajena sin alterar su sustancia.

- La clasificación entre cosas divisibles y no divisibles tiene importancia pues, al dividirse un


condominio o la partición de una herencia, sólo las cosas divisibles pueden ser objeto de
partición en especie.

Criterios de distinción
El Código Civil y Comercial realiza una clasificación de las cosas: a) Cosas consideradas en sí
mismas; distingue inmuebles y muebles, cosas fungibles y no fungibles, cosas principales y
accesorias, cosas consumibles y no consumibles, frutos y productos, entre otros.
b) Bienes con relación a las personas; distingue los bienes pertenecientes al dominio público, al
dominio privado del Estado y los bienes de los particulares.
c) Bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva; relativizando los derechos
individuales en función de la protección de los derechos de incidencia colectiva.

Inmuebles y muebles. Distintas clases


Art. 225: Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas
incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho
del hombre.
Art. 226: Inmuebles por accesión. Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se
encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En este
caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho separado
sin la voluntad del propietario. No se consideran inmuebles por accesión las cosas afectadas a la
explotación del inmueble o a la actividad del propietario.

Así, son inmuebles por su naturaleza: el suelo, es decir la corteza terrestre, lo incorporado
orgánicamente a él, como los vegetales, y lo que está debajo de él, es decir los árboles, ríos,
minerales enterrados, etc.
Son inmuebles por accesión: las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su adhesión
física al suelo con carácter de perdurabilidad, como son todas las clases de construcciones, casas,
edificios, obras de infraestructuras en general. Las cosas muebles que se incorporan de
manera permanente a todas estas construcciones, como las estufas de una casa, las ventanas
de un edificio, las barandas, etc. son también inmuebles por accesión, mientras permanezcan
en esa condición.
Ahora bien, no se consideran inmuebles por accesión las cosas que se adhieren transitoriamente al
suelo (una carpa), ni las afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del propietario,
como ser las semillas puestas intencionalmente por el dueño del inmueble, o los utensilios o
máquinas de labranza, los animales puestos para el cultivo, entre otros.

Página 15 de 28
Art. 227: “Cosas muebles. Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí mismas o por
una fuerza externa”.
Este concepto engloba las cosas que pueden transportarse fácilmente de un lugar a otro,
movidas ya por una influencia extraña, como son los automóviles, o por sí mismas, como son
los animales que se denominan semovientes.

Cosas divisibles y no divisibles


En cuanto a las primeras, según el art. 228:

Cosas divisibles. Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales sin ser
destruidas, cada una de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a las otras partes
como a la cosa misma. Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en
antieconómico su uso y aprovechamiento. En materia de inmuebles, la reglamentación del
fraccionamiento parcelario corresponde a las autoridades locales.

Así las cosas, para que una cosa sea divisible deben darse los siguientes presupuestos: - Que la cosa
pueda dividirse de hecho. - Que las cosas obtenidas formen un todo homogéneo. - Que sean
análogas a las demás partes y a toda la cosa.

Son cosas divisibles el dinero, en general los granos, los líquidos; y no son divisibles, por
ejemplo, los libros. (Rivera y Medina, 2014, p. 507). Automóvil no lo es.

Ahora bien, las cosas no podrán ser divididas, aunque se den todos los requisitos desarrollados
anteriormente, si su división convierte en antieconómico su uso. Esto puede ocurrir con una
colección de monedas, por ejemplo, o con la división de la tierra en parcelas que impidan su
adecuado aprovechamiento.

Cosas consumibles y no consumibles


Dispone el art. 231:
Cosas consumibles. Son aquellas cuya existencia termina con el primer uso. Son cosas no
consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas se hace, aunque sean
susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo.

Así pues, existen dos clases de cosas consumibles: a) Las cosas que se extinguen con el uso que de
ellas se haga, como los alimentos. b) Las que dejan de existir para su propietario, como el dinero.

Las cosas no consumibles no se extinguen con el primer uso, aunque puedan consumirse o
deteriorarse por el uso más o menos prologado, como los muebles de una casa, la vestimenta, etc.

Frutos y productos. Dispone el art. 233:

Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se
altere o disminuya su sustancia. Frutos naturales son las producciones espontáneas de la
naturaleza. Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la
tierra. Frutos civiles son las rentas que la cosa produce. Las remuneraciones del trabajo se asimilan
a los frutos civiles. Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa
alteran o disminuyen su sustancia. Los frutos naturales o industriales y los productos forman un
todo con la cosa, si no son separados.

Página 16 de 28
Por ejemplo, una vaca produce leche como fruto y carne como producto. Por último, debe señalarse
que los frutos naturales e industriales y los productos no son accesorios de la cosa, sino que forman
un todo con ella mientras estén unidos, pero, una vez separados, adquieren existencia propia e
independiente y deben ser considerados cosas principales.

El patrimonio -------Definición. Caracteres

El patrimonio constituye una unidad jurídica compuesta por elementos singulares que lo
integran, los cuales pueden ingresar o egresar, aumentar o disminuir o aun ser nulos, sin que
el patrimonio deje de ser tal. El patrimonio como universalidad jurídica está integrado por los
bienes materiales (cosas), inmateriales (prestaciones, derechos) y por las relaciones jurídicas y
derechos que se ejercen sobre ellos, existiendo acuerdo en que integran la categoría de derechos
patrimoniales: los derechos crediticios, reales, y de propiedad intelectual (Rivera y Medina, 2014).

El patrimonio, conjunto de bienes susceptibles de valoración económica del que es titular la


persona, junto con las cargas que lo gravan, responde al concepto de patrimonio general, al
que se contrapone el de los patrimonios especiales, conjunto de bienes afectados a un fin
determinado y sometidos a un régimen especial.

El patrimonio general presenta los siguientes caracteres: Es único e indivisible: la persona no puede
ser titular de más de un patrimonio general. Es inalienable e intransmisible: no puede ser enajenado
ni transmitido en su totalidad como unidad. Es idéntico a sí mismo: las variaciones en los elementos
singulares que lo componen no alteran al patrimonio como unidad o universalidad jurídica.

Ejemplos de patrimonios especiales, el patrimonio de la sociedad, el patrimonio del causante


mientras se mantiene separado del patrimonio de los herederos, el patrimonio del emancipado
constituido por los bienes recibidos a título gratuito, el patrimonio del declarado presuntamente
fallecido durante el período de prenotación, entre otros.

Vivienda -----Definición
El derecho de acceso a la vivienda es un derecho humano reconocido en diversos tratados
internacionales. Esto justifica que se dedique un Capítulo especial para la vivienda; el régimen
proyectado sustituye al del bien de familia de la ley 14.394. Las modificaciones son importantes, en
tanto: (a) se autoriza la constitución del bien de familia a favor del titular del dominio sin familia,
atendiendo a la situación, cada vez más frecuente, de la persona que vive sola; se permite que el
bien de familia sea constituido por todos los condóminos, aunque no sean parientes ni cónyuges; (b)
la afectación también puede ser decidida por el juez, a petición de parte, en la resolución que
atribuye la vivienda en el juicio de divorcio o en el que resuelve las cuestiones relativas a la
conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios incapaces o con capacidad restringida; c) se
amplía la lista de los beneficiarios al conviviente; (d) se prevé expresamente la subrogación real,
reclamada por la doctrina y recogida en diversos pronunciamientos judiciales, que permite adquirir
una nueva vivienda y mantener la afectación, así como extender la protección a la indemnización
que provenga del seguro o de la expropiación; (e) la inoponibilidad a los créditos por expensas en la
propiedad horizontal y a los créditos alimentarios, etcétera.

El régimen legal de protección de la vivienda, regulado en el art. 244 del CCCN, tiene un alcance
amplio, pues no sólo protege la vivienda donde reside la familia, sino también la persona
individual. La característica fundamental de este régimen es que, una vez afectada la vivienda e
inscripta en el Registro de la Propiedad, la misma se torna inembargable e inejecutable por deudas
que contraiga su titular, aun en caso de concurso o quiebra e independientemente de cuál sea la
causa de la obligación, si ésta es posterior a la afectación.

Página 17 de 28
Régimen de afectación: presupuestos fácticos
De acuerdo al art. 244 del código unificado, puede afectarse un inmueble destinado a vivienda por
su totalidad o hasta una parte de su valor.
Por otro lado, tampoco NO puede afectarse más de un inmueble, por lo que, si alguien es
propietario único de dos o más inmuebles, debe optar.

SUB EJE TEMÁTICO 5: LA CAUSA FUENTE DEL ACTO JURÍDICO

El hecho jurídico ---------Definición de causa eficiente de los derechos

Además de las ideas cardinales de sujeto y objeto de las relaciones jurídicas, tenemos también otra
noción cuya importancia procuraremos destacar: la causa eficiente, en virtud de la cual las
relaciones jurídicas nacen, se modifican, transforman, transmiten o extinguen. Los hechos
jurídicos son todos los acontecimientos que, según el ordenamiento jurídico, producen el
nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas (art. 257 CCCN).

Cuando nos referimos a los hechos jurídicos como causa eficiente, debe entenderse que el suceso o
acontecimiento está previsto de antemano por la ley, para que, según las circunstancias y siempre
que se reúnan los requisitos que impone una determinada norma, produzca efectos jurídicos. Por
ejemplo, el nacimiento con vida es causa eficiente porque, luego de que se produce, el ser humano
adquiere automáticamente, con carácter definitivo e irrevocable, la personalidad jurídica.

En el Código Civil y Comercial se encuentran regulados en el Título IV del Libro I, Parte General;
en este título se trata con gran extensión la teoría de los hechos y actos jurídicos.

Los hechos jurídicos se clasifican en hechos externos o naturales y hechos humanos. Los primeros
son aquellos en los que no interviene para nada la conducta humana, como el nacimiento, la muerte,
la destrucción natural de una cosa, el derrumbe de un edificio por un terremoto, etc. Estos, si bien
son hechos en los que no intervino la voluntad del hombre, son jurídicos en tanto producen
consecuencias para el derecho.

Los hechos jurídicos humanos son voluntarios o involuntarios. Se considera que son voluntarios
si son realizados con discernimiento (capacidad general de razonar, de conocer, que aumenta a
medida que el sujeto crece o madura), intención (la posibilidad de dirigir la voluntad hacia lo
querido o deseado sobre la base del discernimiento) y libertad (la posibilidad de movimiento,
libertad física, y la posibilidad de decidir sin presión externa, libertad moral). Los hechos
involuntarios, son los ejecutados sin discernimiento o sin intención o sin libertad y no
producen obligaciones salvo que causaran daño en otro y se enriqueciera con ello el autor del
hecho; la obligación se producirá según la medida de ese enriquecimiento.

Los hechos voluntarios, a su vez, se dividen en lícitos e ilícitos, según sean conformes o contrarios a
la ley. Los hechos voluntarios ilícitos pueden ser: delitos (se supone la intención de causar un daño)
o cuasidelitos (se causa el daño aunque no haya habido intención; es por culpa: imprudencia,
negligencia o impericia), y los lícitos son los actos jurídicos y pueden ser los simples actos lícitos.

Diferencia entre simple acto lícito y acto jurídico

El artículo 258 del código único define al simple acto lícito “como la acción voluntaria no
prohibida por la ley, de la que resulta alguna adquisición, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas”; mientras que el art. 259 del mismo cuerpo legal brinda el concepto de acto

Página 18 de 28
jurídico y refiere que “es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.” Ahora bien, ¿para qué
determinar la distinción entre actos jurídicos y simples actos lícitos? Ello así, por el régimen
aplicable.

La voluntad jurídica -----------Definición. Importancia


La voluntad o la aptitud de voluntad es el presupuesto primario, indispensable de la capacidad de
hecho.
La voluntad individual, mirada en sí misma y a través de su ejercicio efectivo, a través de su
declaración y condicionada de antemano por la ley, es el factor predominante destinado a reglar las
relaciones jurídicas de carácter privado.

Enunciación de los elementos internos y externos


El artículo 260 del Código Civil y Comercial prevé “Acto voluntario. El acto voluntario es el
ejecutado con discernimiento, intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior”,
presupuestos estos que integran el elemento moral o interno del acto voluntario, además del
elemento material o externo, que es la manifestación de la voluntad. Cada elemento interno, como
se verá, puede verse obstado por determinadas circunstancias como la minoridad, la declaración de
incapacidad o vicios, o el error, dolo o violencia, que afectarán a uno o varios de esos elementos,
ocasionando la involuntariedad del acto.

El discernimiento. Definición

Se refiere a la aptitud general de conocer, es decir, a la madurez intelectual para razonar,


comprender y valorar el acto y sus consecuencias. Se trata, en definitiva, de tener una conciencia
cabal de nuestras propias acciones, de su conveniencia e inconveniencia, de su bondad o maldad, de
su licitud o ilicitud (Buteler Cáceres, 2000). Esta aptitud depende del grado de madurez que se
haya alcanzado y puede faltar por la edad o por cuestiones de salud mental.

El discernimiento debe ser distinguido de la capacidad pues, en tanto el primero es una cualidad o
aptitud natural del sujeto de conocer, razonar y comprender, la capacidad es la cualidad o aptitud
jurídica de obrar, de ejercer actos válidos. En una palabra, se puede tener discernimiento y ser
sin embargo incapaz, como los menores mayores de diez años que, conforme la ley (art. 261,
inc. “b” del CCCN), poseen discernimiento para ejecutar actos ilícitos y por ende son
responsables de sus consecuencias, y sin embargo son incapaces de obrar, por lo que no
pueden celebrar actos jurídicos válidos por sí mismos.

Causas obstativas del discernimiento


El artículo 261 del código único reza:
Acto involuntario. Es involuntario por falta de discernimiento (Las causas que obstan el
discernimiento): a) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón; b) el acto
ilícito de la persona menor de edad que no haya cumplido diez años; c) el acto lícito de la persona
menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de lo establecido en disposiciones
especiales.

Tal como hemos señalado anteriormente, el discernimiento es uno de los elementos necesarios para
que exista voluntad jurídica, por lo que la ausencia de éste conlleva la involuntariedad del acto. La
falta de discernimiento determina la falta de aptitud del sujeto para hacer uso de la autonomía
privada y no se produce a raíz de vicio alguno sino por una circunstancia inherente a la aptitud
intelectual general del sujeto.

Página 19 de 28
Respecto a la privación de razón, ésta puede ser de dos clases según la falta de razón refleje alguna
clase de patología más o menos permanente o bien un oscurecimiento del intelecto temporal o
accidental y sólo relacionado con el acto en cuestión; circunstancias que incidirán en los extremos a
acreditar en un eventual juicio y, todo ello, debiendo tener en cuenta los alcances concretos de la
inhabilidad del sujeto en caso de que hubiera sido objeto de una declaración (Rivera y Medina,
2014).

En el caso de actos ilícitos, la ley ha entendido que el ser humano capta antes la noción de lo bueno
y de lo malo que la apreciación de lo que para él puede ser conveniente o inconveniente y, por ello,
presume, sin admitir prueba en contrario, que los menores mayores de diez años tienen
discernimiento para ejecutar actos ilícitos y por ende habrán de responder por sus consecuencias, es
decir que responderán civilmente con su propio patrimonio. Esto, sin perjuicio de la responsabilidad
de los padres y del derecho de repetición que, en razón de este discernimiento, estos tienen contra
sus hijos (art. 1754 CCCN).

En cambio, respecto de los actos lícitos, la ley considera que se tiene discernimiento desde los
trece años, pero no para todos los actos, sino sólo para que aquellos que la ley expresamente les
permite realizar, como ser: la persona adolescente de entre trece y dieciséis años puede tomar
decisiones respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos; a partir de los dieciséis años,
el adolescente puede tomar decisiones sobre el cuidado del propio cuerpo (art. 26 CCCN); puede
ejercer profesión si ha obtenido título habilitante aunque sea menor de edad (art. 30 CCCN).

La intención. Definición
Se ha definido la intención como el discernimiento aplicado al acto concreto de que se trata.
En una palabra, es la conciencia plena y cabal del acto de los alcances de un acto determinado.

La libertad. Definición
Consiste en el imperio de sí, en la posibilidad de elección sin coacción, en la determinación propia,
la independencia de la voluntad. Consiste en la posibilidad de elegir entre distintas opciones sin
presiones de ninguna naturaleza. Este concepto comprende dos aspectos: la libertad física y la
libertad moral o libre albedrío. Así, la libertad moral es la espontaneidad en la determinación
adoptada por la persona, sin ningún influjo extraño que pueda torcerla o desvirtuarla. La libertad
física es el poder material de hacer lo que de antemano se ha resuelto hacer, o bien, abstenerse de
hacer lo que de antemano se ha resuelto no hacer.

Elemento externo -----La manifestación de la voluntad: noción


La voluntad jurídica debe manifestarse a través de un hecho exterior. Esta exigencia luce razonable,
dado que, de no existir alguna exteriorización, el mero suceso interno no puede ser valorado por el
ordenamiento. Es decir que una voluntad no manifestada no es de interés para el derecho, ya que,
sin exteriorización, no sólo no puede haber hecho voluntario, sino tampoco involuntario: a los
efectos legales, en ambos casos no habría modificación alguna susceptible de ser aprehendida por el
derecho (Rivera y Medina, 2014).

Vicios de los actos voluntarios -------Los vicios de la voluntad


Al tratar los vicios de la voluntad resulta necesario recordar la definición de voluntad jurídica según
la cual: es la voluntad sana y manifestada que genera, modifica, transforma o extingue
relaciones o situaciones jurídicas.

Esta voluntad, está condicionada por la trinidad de: discernimiento, intención y libertad. Ya
dijimos que el discernimiento es la aptitud general de conocer, la facultad de discurrir, es tener
conocimiento pleno de las consecuencias de los actos.

Página 20 de 28
Respecto del discernimiento, éste existe o no en caso de que hayan causas obstativas, pero no es
pasible de vicios. En cambio, en relación a los otros dos elementos, intención y libertad, sí pueden
concurrir vicios. Así, respecto a la intención, pueden afectarla los vicios de error o ignorancia o el
vicio del dolo. En estos casos, no habrá intención. Y, respecto de la libertad, pueden concurrir la
fuerza irresistible o la intimidación.

El error. Noción
El primero de los vicios que afecta la intención es el error, y consiste en un conocimiento
inexacto de la realidad. Es el falso conocimiento o la falsa noción acerca de alguno de los
elementos de las circunstancias vinculadas al acto que se ejecuta o a su régimen legal.

Cabe distinguir entre error de derecho y error de hecho, según el falso conocimiento que se dé
respecto de una norma jurídica aplicable a una determinada situación o relación jurídica o se le dé
un alcance distinto; o sobre las circunstancias o elementos fácticos que hacen al negocio o relación
jurídica de que se trate.

También se distingue entre error espontáneo o provocado, según la persona haya cometido la falsa
noción por ella misma o haya sido inducida a la falsa creencia. Y entre error esencial o accidental:
el Esencial recae sobre la naturaleza del acto, su objeto, la causa principal, las cualidades
sustanciales de la cosa o la persona del otro contratante; el accidental recae sobre algún accesorio de
la cosa. Finalmente, el error puede ser excusable o inexcusable, según haya habido culpa o no del
agente en el yerro (Rivera y Medina, 2014).

Error de hecho. Definición. Caracteres


El error de hecho que vicia la voluntad debe ser espontáneo y esencial, ello de acuerdo lo prescribe
el art. 265 del código único, que prevé “El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la
nulidad del acto. Si el acto es bilateral o unilateral recepticio, el error debe, además, ser
reconocible por el destinatario para causar la nulidad”. Así las cosas, para que el error de hecho
pueda ser invocado por quien lo ha sufrido, debe tratarse de un error esencial, espontáneo y además
reconocible.

Clases de error. Efectos.


Así, tenemos por un lado la gran distinción entre error de hecho y error de derecho; tal como
señalamos, el primero recae sobre los elementos o circunstancias fácticas vinculadas al negocio o a
la relación jurídica de que se trate, sobre el dato de hecho, contenido o presupuesto del acto, sobre
la identidad de las personas; mientras que el error de derecho consiste en desconocer la existencia o
contenido de una norma jurídica o interpretar su significado de una manera distinta a la real o hacer
una aplicación inexacta.

Ahora bien, dentro del error de hecho caben dos categorías: error esencial y error accidental.

El error esencial, regulado en el art. 267 del Código Civil y Comercial, es el que afecta los aspectos
primordiales del acto. El precepto contempla distintos supuestos.

a) Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la especie jurídica del acto que se
celebra. Por ejemplo, cuando alguien presta algo a quien entiende que se lo están regalando.

b) Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree celebrar un negocio jurídico
respecto de un determinado objeto o de un determinado hecho y, en realidad, se trata de una cosa o
hecho distinto. Puede afectar la individualidad de la cosa, por ejemplo: creo estar comprando un

Página 21 de 28
terreno en un determinado lugar y lo estoy comprando en otro; en su especie: por ejemplo, en una
venta de granos, el vendedor ha entendido que se trata de cebada y el comprador de trigo; error
sobre la cantidad, extensión o suma, este error de cantidad no debe consistir en un mero error en el
cálculo.

c) Error en la sustancia: debe entenderse por sustancia o cualidades sustanciales de una cosa, todas
las partes y todas las propiedades de una cosa, sin las cuales dejaría de ser lo que ella es, son las
cualidades esenciales de la cosa, que son aquellas que las partes esperaron encontrar en el objeto
adquirido.

d) Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento moral, es decir, el motivo interno
que ha inclinado a ejecutar el acto.
Así, quien compra un automóvil creyendo por error que el suyo no tiene arreglo no podría, una vez
advertido de la realidad de las cosas, demandar la nulidad del acto, ya que se trata de motivos ajenos
al vendedor.

e) Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae sobre alguno de los sujetos o
partes del negocio, ya sea respecto de la identidad de uno de ellos o de sus cualidades. Este error es
causa de nulidad solamente cuando la consideración de la persona ha sido causa determinante para
su celebración, como la donación hecha a una persona a quien se toma por otra, o en las
obligaciones intuitae personae; pero no es causa de nulidad cuando la persona del contratante es
indiferente, como en el caso de un prestamista, vendedor o locador.

Por otro lado, el art. 270 del Código prevé el error en la declaración y el error en la transmisión. El
primero consiste en que lo querido queda desvirtuado en su manifestación externa por distracción,
apresuramiento o inadvertencia. Esta categoría tiene dos variantes: la primera, cuando hay una
divergencia entre la voluntad interna y la declaración, que puede darse al haber escrito algo
incorrecto (lapsus calami) o empleado palabras no queridas (lapsus linguae), por ejemplo, si escribo
“compro” cuando, en realidad, quiero decir “vendo”. La segunda variante se da cuando ni siquiera
tenía la intención de manifestar algo, por ejemplo: si alguien ingresa a una sala de remate y levanta
la mano para saludar, y se interpreta que está ofertando.

El error en la transmisión se origina en una persona distinta del emisor que, encargada de trasmitir
la declaración de voluntad del sujeto dueño del negocio jurídico, la expresa desvirtuándola.

Por último, es dable señalar que el error de hecho esencial y reconocible es el que justifica la
nulidad del acto y por ende puede ser invocado por quien lo ha sufrido a fin de que se deje sin
efecto el acto celebrado, pues se ha viciado la voluntad o, más precisamente, el elemento interno
“intención”.

El error de cálculo es un tipo de error accidental que se da cuando, en el acto, se establecen las
bases para fijar el precio, pero se realiza mal el cálculo para fijarlo, se adicionan mal las cuotas que
integran el saldo del precio, etc. En la práctica, este error no invalida el negocio jurídico, pues del
acto mismo se puede llegar a la voluntad real y determinar que es un error. Esto es así siempre que
no fuera determinante del consentimiento, pues en ese caso se convertiría en error esencial y
habilitaría a la nulidad del acto (Rivera y Medina, 2014).

El dolo. Diversas acepciones


La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones: a) como elemento intencional del acto ilícito,
es la intención o propósito de causar un daño; b) en el ámbito obligacional, el dolo es la deliberada
intención de no cumplir pudiendo hacerlo y c) como vicio de la voluntad, en tanto interviene en la

Página 22 de 28
formación del acto jurídico, consiste en maniobras engañosas empleadas por una de las partes para
inducir a la otra a celebrar un determinado acto jurídico.

Dolo esencial e incidental. Efectos


El artículo 272 prevé “Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave,
es determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas
partes”.

De tal modo, el dolo esencial es el que ha sido causa determinante, causa eficiente del
consentimiento del engañado para la celebración del acto y puede ser invocado para anularlo. Para
determinar si el dolo es esencial, habrá que verificar que se reúnan los cuatro requisitos que fija el
precepto:

Que sea grave: la gravedad del dolo alude a la entidad del engaño, astucia o ardid.
Debe ser determinante de la voluntad: ello es así cuando, de no haber mediado el engaño, el
sujeto no hubiere celebrado el negocio jurídico. Ésta es la principal diferencia con el dolo incidental
que seguidamente veremos.
Debe probar un daño importante.
Ausencia de dolo de ambas partes: quien obra con dolo no puede pretender que se anule el acto
alegando el cometido en su perjuicio por la otra parte. Ello así, pues se trata de una exigencia
negativa, cuyo fundamento radica en la regla de que nadie puede alegar la propia torpeza.

Por su parte, el dolo incidental es aquel en el que le faltan uno o más requisitos que exige el art.
272 para que el dolo sea apto para actuar como vicio.

La violencia. Noción
La libertad como tercer requisito de la voluntad es aquélla que permite autodeterminarse sin
influencias mayores a las habituales. Precisamente, la violencia importaría una influencia
superior a la tolerable: consiste en ejercer coerción sobre una persona para obligarla a
realizar un acto. Nuestro Código emplea los términos “fuerza irresistible” e “intimidación” para
referirse a la violencia como vicio de la voluntad que excluye la libertad. Así, la violencia en
términos jurídicos es la coerción que por distintos medios se emplea sobre una persona para
obligarla a ejecutar un acto que no estaba dispuesta realizar. La violencia se presenta en dos formas
diferentes: la fuerza irresistible, que tiene lugar cuando se excluye la voluntad mediante el empleo
de una presión física irresistible o de malos tratamientos corporales; o bien, la intimidación o
amenazas que inspiran en la víctima el temor fundado de sufrir un mal inminente y grave que
suprime su libertad en el obrar.

Clases. Efectos
El mal amenazado ha de ser inminente, no necesariamente presente o actual.

A diferencia de lo que ocurre con el dolo, la existencia de daños no es un requisito para que se
configure el vicio de violencia. Sin embargo, en la práctica al ser un ataque a la integridad de la
persona, la violencia siempre apareja un daño al menos de naturaleza moral.

SUB EJE TEMÁTICO 6: LOS ACTOS JURÍDICOS

Acto jurídico ------Definición. Caracteres


El artículo 259 del Código Civil y Comercial define al acto jurídico en los siguientes términos: “El
acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas”.

Página 23 de 28
De tal definición se advierten los caracteres que presenta el acto jurídico: 1) Es un acto voluntario 2)
Acto lícito 3) El fin jurídico inmediato: el fin jurídico es la realización de un interés que la ley
considera digno de tutela

Elementos esenciales
En relación al sujeto: voluntad, capacidad, parte otorgante y representante

Los representantes: son quienes, en virtud de una autorización legal o convencional, emiten una
declaración de voluntad en nombre, por cuenta y en interés de otra, denominada representado.
Según la naturaleza de la autorización para obrar en nombre de otro, los representantes son
legales o voluntarios. Ahora bien, la validez del acto jurídico en relación a los sujetos depende de
dos requisitos: a) la capacidad; b) la voluntariedad.
La exigencia de la capacidad supone la aptitud para ejercer por sí mismos actos jurídicos válidos –
capacidad de ejercicio– por lo que, tratándose de una persona menor de edad, el acto será válido
cuando se trate de aquél que la ley autoriza otorgar (por ejemplo, el supuesto de que el adolescente
puede decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resulten invasivos ni comprometan su
salud o provoquen un riesgo grave en su vida o integridad física).
En cuanto a la voluntariedad, supone que el sujeto haya obrado con discernimiento, intención
y libertad, debiendo concurrir los tres elementos integrantes de la trinidad que condiciona la
voluntariedad de los actos.

Elementos accidentales
Las modalidades. Enumeración

Se denominan modalidades o elementos accidentales del acto jurídico aquellas disposiciones


accesorias introducidas por las partes, que modifican los efectos normales del tipo legal,
subordinando a un acontecimiento futuro la adquisición de un derecho o la resolución de un
derecho ya adquirido, postergando su exigibilidad, o imponiendo un deber jurídico
excepcional y accesorio al adquirente de un derecho.
Las modalidades que las partes, de conformidad a la autonomía de la voluntad, pueden introducir a
los actos jurídicos son: a) condición; b) plazo; c) cargo.

La condición: Definición. Clases. Efectos


El artículo 343 del CCCN establece: Se denomina condición a la cláusula de los actos jurídicos,
por la cual las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto.

El plazo: noción. Especies. Efectos. Caducidad


Concepto de plazo y caracteres
El plazo es “la fijación en el tiempo del momento a partir del cual el acto jurídico comenzará a
producir efectos, o dejará de producirlos” (Bustamante Alsina, 2005, p. 228).

El cargo: definición. Efectos. Transmisibilidad


El artículo 354 dispone:
El cargo es la obligación accesoria y excepcional que se impone al adquirente de un derecho.
Por ejemplo, el legado con el cargo de mantener a ciertos parientes del testador.
Vicios de los actos jurídicos ------Definición y fundamento
La buena fe es un principio general del derecho (art. 9 del CCCN) que veda el ejercicio abusivo de
los derechos y sustenta nuestro ordenamiento jurídico positivo. Como derivación de este principio,
se impone a los sujetos el deber de actuar de manera leal, recta, honesta, con una actitud de
cooperación y generación de confianza en las propias declaraciones.

Página 24 de 28
La buena fe es un requisito indispensable para la validez del acto jurídico y, por ende, cuando
falta (como ocurre en los casos de la simulación, del fraude, de la lesión) concurre un vicio que lo
invalida.
De este modo, los vicios de los actos jurídicos son defectos, imperfecciones o anomalías
susceptibles de provocar la ineficacia del negocio, por atentar contra la licitud, la buena fe o
perjudicar los intereses de terceros.
Son vicios propios de los actos jurídicos la lesión, la simulación y el fraude.

Diferencia con los vicios de la voluntad


A diferencia de los vicios de los actos voluntarios, que son los que afectan la voluntad de alguno de
los otorgantes del acto y pueden presentarse tanto en los simples actos voluntarios lícitos como en el
acto jurídico, los vicios de los actos jurídicos sólo pueden presentarse, como su nombre indica,
en los actos jurídicos. No atacan la voluntad de los sujetos, sino que conciernen a la causa de
celebración del negocio, pues éste, pese a realizarse en forma adecuada y regular, se utiliza para
obtener una finalidad ilícita, por resultar contraria al orden jurídico, al orden público o a las buenas
costumbres, o bien por carecer de causa suficiente para justificar la tutela del derecho. (Tagle).

La lesión -------Definición. Presupuestos de procedencia: subjetivos y objetivos

El artículo 332 dispone: Lesión.


Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes
explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos
una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación. Se presume, excepto
prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones.
Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.
El fundamento de la norma está dado, por un lado, por la existencia de la voluntad viciada en el
sujeto pasivo; por el otro, por el principio de buena fe que debe primar en todo convenio.
Es decir que debe haber equidad entre las prestaciones recíprocas, por lo que la ventaja de un
contratante sobre el otro, en razón de la explotación de la situación jurídica de inferioridad del
primero sobre el segundo, constituye una conducta reprochable por el derecho.

Presupuestos de procedencia Para que se configure la figura de la “lesión subjetiva-objetiva”, es


necesario que concurran: a) la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento
de la celebración del negocio jurídico –elemento objetivo– y b) el elemento subjetivo, que es la
explotación por parte del beneficiario de la “necesidad”, “debilidad síquica” o “inexperiencia” del
lesionado.
El elemento objetivo
En relación al primer presupuesto, es decir “la ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada
y sin justificación”, éste debe ser concomitante a la celebración del negocio y la desarmonía entre
las prestaciones debe ser “notable”, “evidente” a la época en que el negocio tuvo nacimiento.
El elemento subjetivo
a) Necesidad: esta noción se asocia a la de escasez o privación y comprende un estado carencial que
puede ser material y también espiritual.
b) Debilidad síquica: se trata de trastornos síquicos de conducta.
c) Inexperiencia: importa la falta de conocimientos.
Y el otro recaudo que hace al elemento subjetivo es el aprovechamiento o explotación por parte del
lesionante, que constituye un acto de mala fe de parte de él, que presupone la intención de obtener
una ventaja desproporcionada, ya que el estado de inferioridad no basta por sí solo para nulificar o
modificar el acto jurídico.

Página 25 de 28
Acciones del lesionado. Efectos
Así, los legitimados activos tendrán la posibilidad de entablar, tanto por vía de acción como de
excepción, la nulidad (“nulidad relativa” en los términos de los arts. 386 y 388 del Código Civil y
Comercial, que más adelante veremos) como la modificación del acto lesivo, es decir, un reajuste
equitativo del convenio. Si el lesionado opta por esta segunda opción, el litigio queda “trabado” en
ese aspecto y el demandado no puede reconvenir por nulidad.

La simulación -----Definición. Elementos


El vicio de simulación, se encuentra definido en el art. 333 del Código Civil y Comercial, que
dispone: Caracterización. La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de
un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o
fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten derechos o
personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o
transmiten.

Así, se define la simulación como el acto que, por acuerdo de partes, se celebra exteriorizando
una declaración recepticia no verdadera para engañar a terceros, sea que ésta carezca de todo
contenido, o bien, que esconda uno verdadero diferente al declarado. (López Mesa, 2008).
Es decir, hay simulación cuando los contratantes crean, con su declaración, sólo la apariencia
exterior de un contrato del que no quieren los efectos, o cuando crean la apariencia exterior de un
contrato diverso del querido por ellos.

- Elementos del negocio simulado


Los elementos del negocio simulado son: a) la declaración deliberadamente disconforme con la
verdadera intención de las partes; b) el acuerdo de partes sobre la falsa declaración y c) el propósito
de engañar a terceros.

Clases de simulación
Por un lado, tenemos la simulación absoluta y relativa.
La simulación absoluta tiene lugar cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real;
el acto es completamente ficticio, irreal. Es decir, las partes no quieren en realidad celebrar
ningún negocio jurídico, sino que quieren modificar la apariencia de una disminución del activo o
un amento ficticio del pasivo de una de las partes, en perjuicio de los acreedores; aunque a veces
puede ser una simulación lícita.
En la simulación relativa, las partes encubren la verdadera naturaleza del acto, es decir, se
disimula lo que verdaderamente es. Esta simulación puede versar sobre: la naturaleza, cuando “se
encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro”, por ejemplo: una donación bajo
el ropaje jurídico de una compraventa; sobre “cláusulas que no son sinceras”, por ejemplo: se
expresa un precio que no es el real; o bien, sobre “fechas que no son verdaderas”.
Por otro lado, la simulación se clasifica en lícita e ilícita, que tendrá que ver con la causa
determinante que dio origen al acto.
Tal como hemos explicado, la simulación importa necesariamente un acuerdo entre quienes
celebran el negocio jurídico, consistente en el concierto para producir una declaración de voluntad
diferente de la voluntad real, y ello obedece a una razón determinante que se conoce como causa
simulandi.
La causa simulandi es el interés que induce a las partes a dar apariencia a un negocio jurídico
que no existe, o a presentarlo en forma distinta de lo que verdaderamente es. Esta razón que
tuvieron para celebrar el negocio aparente puede ser perfectamente inocente o bien perjudicial a
terceros, lo que reviste fundamental importancia para distinguir la simulación lícita de la ilícita.

Página 26 de 28
La simulación ilícita se verifica cuando el negocio jurídico tiene como fin perjudicar a terceros
o quebrantar el ordenamiento jurídico, hipótesis, ésta última, en que se habla de “fraude a la
ley”. Este tipo de simulación causa la nulidad –relativa– del acto ostensible.
Por su parte, la simulación es lícita cuando el negocio simulado no es ilícito ni perjudica a un
tercero. Por último, la simulación puede ser total o parcial. Es total cuando abarca íntegramente al
negocio, viciándolo en su esencia; y es parcial cuando sólo recae sobre una parte del acto, sin que
sea necesario que destruya los aspectos reales del acto.

Acción entre partes. Principio general. Excepción. Artículo 335.


El principio general es que los simuladores del negocio jurídico carecen de toda acción entre ellos.
Ello es así, toda vez que las partes se pusieron de acuerdo en eludir una prohibición legal o
perjudicar a terceros, por lo que pierden, en principio, el derecho de impugnar el acto por el
vicio de simulación.
Ahora bien, sí se podrá entablar acción de simulación cuando el simulador se haya arrepentido de su
acto y quiera recuperar el bien para entregarlo a sus acreedores. En este supuesto, quien acciona
pidiendo la declaración de invalidez del acto simulado lo hace no ya para consumar el perjuicio a
los terceros o el fraude a la ley, sino porque, arrepentido, quiere recuperar los bienes aparentemente
enajenados para afrontar con ellos el pago de sus obligaciones. En este supuesto, la acción es
admisible siempre que se tenga un propósito sincero y no interesado de volver las cosas al estado
anterior.

Acción interpuesta por terceros. Prueba


El artículo 336 del código único establece “Acción de terceros. Los terceros cuyos derechos o
intereses legítimos son afectados por el acto simulado pueden demandar su nulidad. Pueden
acreditar la simulación por cualquier medio de prueba.”
La prueba por excelencia en la acción de simulación es el contradocumento. No obstante, en
esta hipótesis carece de toda lógica la exigencia de éste debido a su carácter reservado y a la
imposibilidad de su obtención, por lo que el tercero que entable la acción podrá acreditar la
apariencia del negocio jurídico mediante cualquier medio de prueba, incluso testigos, indicios
y presunciones.

Efectos de la acción de simulación


Contra quién procede la acción
En primer lugar, debe señalarse que la acción de simulación no procede contra los acreedores
adquirentes de buena fe que hubiesen ejecutado los bienes simuladamente enajenados.
En relación al subadquirente que adquirió a título gratuito o de mala fe, sí procede la acción de
simulación; en cambio, la invalidez del negocio simulado no alcanza a los terceros subadquirentes
de buena fe –es decir, quien, al momento de la transmisión, ignorase que el derecho tiene como
antecedente un acto simulado– y a título oneroso, respecto a los cuales la sentencia resulta
inoponible.
Se entiende que son subadquirentes de mala fe aquellos que conocieron o pudieron conocer,
obrando con cuidado y previsión, la simulación.
Efectos
Todo tercero que se ha visto perjudicado por la simulación tiene derecho a ser resarcido del daño
sufrido.
En el supuesto en que, promovida la acción por el acreedor, el bien se haya enajenado a un
subadquirente de buena fe y a título oneroso, por lo que no le alcanza la oponibilidad del
pronunciamiento judicial, éste podrá demandar tanto a quien contrató con él como al subadquirente
–ambos de mala fe– por daños y perjuicios, quienes responderán de manera solidaria.
Desde otra perspectiva, en el supuesto que el acreedor promueva acción en contra de subadquirente
de buena fe pero a título gratuito, éste responderá sólo en la medida de su enriquecimiento.

Página 27 de 28
El fraude. Noción
La noción de fraude implica una inmediata referencia al engaño, al acto contrario a la verdad y al
recto proceder. El fraude supone una conducta tendiente a eludir los efectos de una norma
imperativa o de origen convencional, utilizando otra vía negocial no reprobada por ley. El fraude se
configura mediante actos reales, serios y no aparentes, no simulados. No diverge la voluntad de la
realidad declarada, sino que esta realidad amparada en una norma legal elude las disposiciones de
otra o perjudica a un tercero. Este fraude no es otro que el fraude a la ley (art. 12 del Código).
El fraude a los acreedores
Es decir que el fraude a los acreedores es la provocación o agravación de la insolvencia del deudor
mediante actos u omisiones del deudor en perjuicio de sus acreedores, sustrayendo bienes de su
patrimonio.
Esta caracterización permite señalar tres notas que se hallan presentes en la noción de fraude a los
acreedores: a) otorgamiento por el deudor de actos o negocios jurídicos; b) provocación o
agravación de la insolvencia del deudor y c) sustracción de bienes del patrimonio del deudor en
perjuicio de los derechos de los acreedores.

10.4.2 La acción de inoponibilidad


En primer lugar, cabe señalar que el efecto de la acción de fraude no es la nulidad, sino la
inoponibilidad, y sólo queda privado de eficacia frente al acreedor que acciona.
Requisitos de procedencia.
Tres condiciones de procedencia de la acción de inoponibilidad.
a. El crédito por el que se acciona debe ser anterior al acto impugnado.
b. Relación de causalidad entre la insolvencia y el acto del deudor.
c. Mala fe del tercero contratante.

Ineficacia de los actos jurídicos.


Definición. Categorías de ineficacia. Efectos
El acto jurídico es válido cuando está perfectamente conformado, cuando no presenta vicios o
defectos congénitos que afectan su estructura. Sin embargo, un acto jurídico válido puede ser
ineficaz o devenir ineficaz.

Cuando hablamos de “ineficacia” hacemos referencia a la privación o disminución de los efectos


propios de un determinado negocio jurídico, que las partes tuvieron en cuenta al momento de su
celebración, ya sea por un vicio existente al momento de la celebración del acto, referido a la
estructura del acto jurídico (ineficacia estructural) o por circunstancias extrínsecas aparecidas con
posterioridad a su celebración (ineficacia funcional). Así las cosas, la ineficacia como noción
genérica, comprende por un lado la invalidez de los actos jurídicos, es decir la nulidad o ineficacia
estructural y también la de inoponibilidad o ineficacia funcional, que es la que priva al acto de
efectos sólo respecto de determinadas personas.

La nulidad es una sanción legal que priva de sus efectos normales a un acto jurídico en virtud
de una causa originaria, es decir, existente en el momento de su celebración, y es también una
ineficacia absoluta en tanto, a diferencia de la inoponibilidad, el acto jurídico inválido es
completamente ineficaz no sólo respecto de terceros sino también entre las mismas partes que
lo celebraron.

Página 28 de 28

Potrebbero piacerti anche