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La familia como un sistema relacional que supera y articula entre si los diversos
componentes individuales.
La familia como sistema relacional que supera y articula entre sí los diversos
componentes individuales. “Se define como sistema relacional: Al conjunto
constituido por una o más unidades vinculadas entre sí de modo que el
cambio de estado de una unidad va seguido por un cambio de estado en la
unidad primitiva modificada, y así sucesivamente” (Parson y Bales, 1955).
Von Bertalanffy (1971), se entiende que todo organismo es un sistema, es
decir, un orden dinámico de partes y procesos entre los que se ejercen
interacciones recíprocas. De la misma manera se puede considerar a la
familia como un sistema abierto constituidos por varias unidades ligadas
entre sí por reglas de comportamiento y por funciones dinámicas en constate
interacción entre sí e intercambio con el exterior.
Andolfi dice que la familia sería “un sistema relacional abierto en interacción dialéctica
con otros sistemas” Así mismo ésta poseería una capacidad de autogobierno
que le permite modificar como todo organismo activo, sus procesos vitales y
adaptarse a las exigencias de los diferentes estadios de su propio desarrollo.
Desde este punto de vista surgiría un doble proceso de continuidad y
crecimiento que se sostiene en el equilibrio dinámico entre la tendencia a la
homeostasis y la capacidad de transformación.
Existe una transformación en las familias cuando son capaces de adaptarse a las
circunstancias cambiantes del entorno modificando sus reglas y comportamientos
para acoplarse a las demandas externas en cuanto a los psicológicos las cuales son
las interconexiones socios afectivos y las sociales transferencias de valores.
Esto permite que los miembros de las familias se acoplan ha esas normas que se
establecen la cual se van adaptando y poco a poco se va observando el cambio en
ellas, esto conlleva ha volverse rutinario y así se establece una buena relación.
Este sistema permiten a los miembros de las familias interactuar con las personas
que los rodea compartiendo puntos de vistas, aprendiendo de cada una de ellas y
esto lleva a una comunicación y un buen lenguaje.
Permite construir una concepción sistemática del vínculo y la interacción entre los
seres humanos, cuando las personas interactúan cada uno de sus miembros tienen
una visión particular de su flujo de interacción.
En esta terapia se observa como es la comunicación con cada una de las personas,
como dan a conocer cada una de ellas su punto de vista si lo que dicen está bien o
malo. Esto permite que haya un dialogo para compartir ideas, posiblemente los
desacuerdos estén presentes en todos los intercambios que se trate del tema.
Este terapia permite conocer la interacción que lleva acabo una pareja como es el
manejo de la información con cada uno de ellos esto permite que haya una buena
estabilidad o no.
EL ANÁLISIS INDIVIDUAL
Ejemplo, del niño orgánico (Epilepsia, R.M. Mongolismo) si se centra todo en el niño
y la familia no enfrenta prejuicio social origen de los conflictos “La perturbación
orgánica será entonces un pozo donde vendrán a confluir las tensiones familiares y
extrafamiliares y de donde todos se sentirán autorizados a extraer lo que les plazca”.
Además, familia y comunidad no se sentirán partícipes, en ningún nivel, de un
proceso vivido como mágico.
En general, también los robos podrían tener una función protectora respecto de los
conflictos conyugales que podrían ser desviados mediante el rol delictivo. En última
instancia, los hurtos pueden indicar también un malestar respecto al mundo externo,
o traducir un problema más complejo. Así, pueden estar relacionados con la
desocupación del padre y una consiguiente inseguridad social. Aquí el síntoma (los
hurtos) son una campana de alarma de una disfunción social de más largo alcance
y la atención deberá centrarse más a nivel sociopolítico que en términos
estrictamente terapéuticos. En análisis propuesto, implica entender el
comportamiento sintomático con la contribución de todos los miembros de la familia;
resultado de las interacciones intra y extrafamiliares.
La atención debe ir dirigida no a la persona, sino a los sistemas relacionales de los
que participan, porque de otra manera se afirma que el comportamiento de una
persona es causa-efecto del comportamiento de otro individuo y esto es un error,
porque se apunta arbitrariamente se aísla del contexto. Así el primer objetivo del
terapeuta es evaluar correctamente las incidencias de los factores “perturbadores”
capaces de provocar una descompensación en el funcionamiento familiar. También
de comprender el problema en términos relacionales, mediante la contribución de
los miembros de la familia y trazar un mapa de la estructura familiar. La terapia
variara según las exigencias a veces se basara en remedios, otras veces en
términos pedagógicos o en terapia de juego, pero siempre se traducirá en un
enfoque diagnóstico dirigido a aislar el órgano enfermo del conjunto de las otras
relaciones significativas.
Lo anterior nos exige aceptar y reconocer que no podemos mirar y evaluar a todas
las familia con una misma norma o patrón, pues existen tantos tipos de familias
como estilos de convivencia se encuentren y eso implica para nosotros tener una
mirada más amplia y sobre todo una actitud no juzgadora de ninguna de las
opciones que nos presenten nuestros usuarios, pues echando un vistazo a las
tipologías de familia que muy seriamente nos mostró Virginia Gutiérrez de Pineda y
que han completado otros estudiosos de la familia, además de nuestra experiencia
cotidiana, podríamos decir que existen muchas más de las que tradicionalmente
conocemos.