Sei sulla pagina 1di 7

El mito de los hombres excepcionales.

Se trata de la caracterización del descubrimiento europeo y la


conquista de América como un logro de unos cuantos
hombres eminentes. Un puñado de aventureros ¿Cómo unos
pocos hombres pudieron conquistar gobiernos poderosos y
multitudinarios? Esta es la pregunta que origina el mito. 1. El
papel de Colón en el desarrollo del mito Colón: sus logros
como fruto de la casualidad histórica. Su error de cálculo de la
distancia a la India. Colón fue un participante afortunado,
pero no excepcional, en un proceso que implicó a muchos
otros europeos meridionales. El proceso de expansión
portuguesa por el Atlántico en el XV y la rivalidad con Castilla
en encontrar la ruta de las especias. Colón es detenido
cuando se comprende su fracaso en encontrar las Indias
orientales (la ruta hacia estas). La construcción del mito
moderno de Colón en el XIX en EEUU (inmigrantes irlandeses
e italianos). Cuarto centenario en Madrid en 1892 y Chicago
1893. No es un hombre del XV sino del XX y un barniz del XXI
2. El desarrollo de las leyendas del conquistador Es básico
destacar el informe que enviaban los conquistadores a la
corona tras concluir sus misiones de exploración, conquista y
colonización. Esto servía para informar y para pedir
recompensas en forma de cargos, títulos y estipendios. Este
documento se denominaba “probanza de mérito” Se
conservan millares. Las cartas de Cortés al rey eran una serie
de probanzas. Así se difundió que la conquista era un logro de
Cortés. Gómara en 1552 escribe una hagiografía de éste. La
historia de la conquista de México de Bernal Díaz es en
realidad una probanza cuya longitud absurda era garantía de
que no sería leída por el rey. Se ha dicho que era una relación
exagerada de méritos y servicios. El autor tiene la tesis de
que la probanza derivó en el tiempo en el género de la
crónica. La importancia de Cortés: -Grandeza del imperio
mexica y la importancia de la zona central de México -Rápida
difusión de sus cartas al rey. -Labor de apoyo de los
franciscanos en beneficio de Cortés. Cortés a su vez invita a
éstos a asentarse en la zona en 1524. -Magnificación de
Cortés como modelo de conquistador y símbolo de toda
conquista. En el XIX Prescott, se hace eco de las Crónicas de
Gómara y Bernal Díaz, fomentando la idea de las conquistas
efectuadas por grandes líderes. 3. Las pautas de acción de los
conquistadores.

mito del ejército del rey,resulta un poco chocante en la


medida de que al menos en España no creo que haya
conciencia de este mito. He podido comprobar que cualquier
persona consultada sobre este aspecto, sabe que los
conquistadores eran personas que iban a América en busca de
fortuna, no como soldados del rey (profesionales) y menos
aún como soldados según la actual acepción del término.
Aprovecha el autor para dar un perfil somero de los que
atravesaban el atlántico y los que ya estaban en América.
Seguramente sí es correcto romper el mito de los lectores
anglosajones. Hay cierta imprecisión en el uso de términos
como súbditos o vasallos, atribuyendo a personas como
Montejo, Diego Velázquez o Cortés su titularidad. ¿Se puede
hablar de ruptura de los vínculos de vasallaje de Almagro con
respecto a Pizarro? Ciertamente no es el término más
apropiado a mi manera de ver.Las redes de vasallaje. Este
término se repite hasta el punto de afirmar que definieron el
proceso de la conquista, siendo más bien la rebeldía respecto
a la jerarquía y la búsqueda de independencia la tónica
general de los conquistadores. La búsqueda del poder, en
suma, frente a la ruptura del vasallaje según el autor.
Recordemos a este respecto el caso de La aventura
equinoccial de Lope de Aguirre. Se podría decir que, según el
autor, los disturbios actuales de Chiapas o las revueltas del
llamado indigenismo reflejarían la incompletitud de la
conquista española aún hoy en día. Así lo hace refiriéndose
al siglo XIX. Yo diría que la destrucción de este mito, con este
argumento de Restall, no es convincente. Que el hecho de
que las comunidades conservaran sus costumbres e incluso su
idioma, y se denominasen a ellos mismos como atepetl o
ayllu, confirma que la conquista no era total, es no
comprender la naturaleza del imperio español. Es raro que se
considerase desde una España en que se acogía pueblos como
el catalán, Nápoles, Vascongadas, Flandes etc…que la
conquista no era completa por la pervivencia de legua y
cultura, incluso cierta autonomía de los pueblos bajo la órbita
del Rey de España. Pretende el autor destruir el mito del
conquistador español blanco, desarrollando
la información sobre los conquistadores negros. Que
existieron, eso sí, pero que a mi juicio me parece más una
excepción que un ejemplo de la heterogeneidad de los
conquistadores. Más excepcional es el caso de las
conquistadoras femeninas como para destruir un mito. No
obstante es refrescante esta visión, tanto del conquistador
negro como de la participación femenina, que rompe con la
que generalmente se tiene del conquistador blanco y barbado.
El desarrollo de los documentos llamados probanzas es muy
interesante, dada la gran influencia que van a tener en el
desarrollo de la literatura posterior a la conquista, sobre la
que se apoyaron los sucesivos historiadores y literatos.
Pretende el autor que la acción de conquista inacabada, daría
como consecuencia una serie de guerras y luchas que se
prolongarían hasta el siglo XX. Incluso un sentimiento de falta
de identidad en los descendientes mexicanos. Esta parece una
teoría poco compacta aunque interesante por el enfoque.
Aunque en la conquista anglosajona de America del Norte,
bastante acabada, las señas de identidad de los antiguos
pobladores (los pocos que quedan) tampoco son muy sólidas
debatiéndose entre un mundo moderno materialista y otro
espiritual arcaico.
El mito del conquistador blanco Los guerreros invisibles
son los negros africanos, libres y esclavos, que acompañaban
a los invasores españoles. Los africanos no solo estuvieron
presentes en la conquista de Ciudad de México, sino también
en todas las campañas españolas de invasión y colonización.
La interpretación de la conquista como una guerra civil
indígena, que deriva en una dominación española incompleta,
ofrece una alternativa a la perspectiva hispano-céntrica de los
españoles. Los españoles desempeñaban funciones
importantes pero secundarias, en calidad de agentes de la
ambición indígena. Para los mayas los culhuaseran tan
extranjeros como los españoles y en la guerra en que se
inmiscuyen los españoles llegan a tener 200.000 indígenas
aliados a los que no se les reconoció mérito alguno. La
búsqueda de indígenas aliados era uno de los procedimientos
habituales de los conquistadores. Los isleños del caribe eran
trasladados sistemáticamente de unas islas a otras y más
tarde para que tomaran parte en las campañas en el
continente. Tampoco existía la solidaridad maya en el siglo
XVI. Todavía en el XVII los mayas luchaban contra otros
mayas que defendían la causa de la conquista española en la
región de Petén (norte de Guatemala actual). El conquistador
negro Juan Valiente, se une a Alvarado desde Guatemala para
la expedición del primero a Perú. Almagro lo obligó a retirarse
pero los que quisieron se pudieron sumar a éste. El índice de
mortalidad era elevado, pero los que sobrevivían
incrementaban su fortuna drásticamente. Otro conquistador
negro fue Juan Garrido. Junto con Valiente, son
ejemplos prototípicos de conquistadores negros. A
diferencia de expediciones posteriores, los africanos no
participaron en la conquista de Méxicoen contingentes
muy numerosos, pues negros y cavallos valían su peso en
oro (según Bernal). Otro negro Sebastián Toral, formó una
familia y se estableció como colono en la capital yucateca de
Mérida donde, a finales de 1550, la población negra y la
blanca se distribuían casi al 50%. Cieza de León nunca indica
el número de negros pero en 19 ocasiones alude a la
presencia de combatientes africanos. Raramente los
españoles aceptaban la importancia de los africanos en los
combates. Estos se desarrollaban como combatientes como
medio de adquirir la libertad, recompensa habitual para los
conquistadores negros. Son escasas las encomiendas
concedidas a negros, el autor encuentra cuatro casos
solamente.

El mito de la consumación
La historia de la conquista ensalza determinados logros
simbólicos de los españoles, como una victoria o la fundación
de una ciudad. En la transición de la barbarie a la civilización.
La frase conquista española ha perdurado porque a los
españoles les interesaba describir sus campañas como
conquistas y pacificaciones, como contratos cumplidos, como
designio providencial, como hechos consumados. Esto da
lugar al mito de la completitud. Dos motivos:
 El sistema español de vasallaje contrato y recompensa.
 Ideología de justificación imperial, un designio divino y a los
españoles como agentes de la providencia.
Sin embargo la conquista no se completó hasta varios siglos
después de las invasiones españolas iniciales. La monarquía
española ejercía cierto control sobre las consecuencias de los
descubrimientos a través de la concesión de autorizaciones o
contratos de exploración o conquista (título de adelantado,
gobernador). No bastaba con descubrir y reivindicar la
propiedad de un territorio. Las supuestas colonias requerían
una viabilidad económica inmediata, preferentemente en
forma de minas de oro, plata y sociedades indígenas
sedentarias. En este aspecto lo difícil no era ser conquistador,
sino convencer a la corona de que uno era conquistador
victorioso. Existía una fórmula que pretendía demostrar la
adecuación de la zona para la colonización y el supuesto
grado de control que tenían los españoles en la región. Los
pueblos indígenas eran súbditos españoles, según Isabel I en
1501, cuando la gran mayoría de los pueblos americanos era
desconocida, esto explica la presuposición de legítima
adquisición, en virtud de la cual se consideraba casi completa
la conquista antes de que hubiera comenzado. Además
convertía a los súbditos en rebeldes si se oponían. El autor
remarca ahora que al reiterar la completitud de la conquista
pese a los signos evidentes que indicaban lo contrario, los
colonos españoles legaron una crisis de identidad a sus
descendientes mexicanos. Por lo tanto, aunque 1521
representó el final de la guerra de dos años contra el imperio
mexica, fue a la vez el comienzo de las guerras de conquista
en la mayor parte de México y meso América, guerras que
persistieron hasta el siglo XX Siete dimensiones del mito: 1ª
La supuesta rapidez en la conquista de las principales áreas
de asentamiento indígena y posteriormente colonial. Existió
un estado inca hasta la ejecución de Tupac Amaru en 1572.
2ª La prolongada conquista militar en las llamadas regiones
marginales o periféricas de la América española. La conquista
entendida como una serie de expediciones armadas y
acciones militares contra los indígenas, nunca concluyó. 3ª La
pax colonial. A pesar de la histeria periódica por las revueltas,
reales o imaginarias, de los indígenas y los esclavos africanos,
los españoles creían que su imperio era el cauce divino para
civilizar a los pueblos indígenas y africanos en América. El
régimen colonial se interpretaba como un sistema pacífico y
benévolo. La proclividad de los caciques indígenas al
compromiso, a encontrar una vía intermedia entre la
confrontación directa y la rendición total, producía una falsa
impresión de paz colonial. 4ª La omnipresencia de la
resistencia cotidiana; existencia de regiones no
conquistadas. 5ª Los españoles no aspiraban a gobernar directamente a los indígenas
ni a controlar sus tierras, sino conservar las comunidades indígenas como fuente autónoma
de mano de obra y producción agrícola. Con antecedentes en las costumbres islámicas
ibéricas, los nuevos colonos no eran agricultores, sino artesanos y profesionales que
dependían del trabajo y alimentos aportados por los indígenas. 6ª La sexta dimensión es la
conquista espiritual, la cristianización. Los indígenas adoptaron el cristianismo
combinándolo con sus creencias. 7ª La dimensión final de la in-completitud guarda relación
con la persistencia de las culturas indígenas. No hubo ninguna campaña que obligase a los
indígenas a aprender español, de hecho los sacerdotes predicaban en las lenguas indígenas,
y la Iglesia generó amplia bibliografía religiosa en las lenguas locales. Los líderes de la
comunidad de meso América aprendieron a escribir sus propias lenguas alfabéticamente. Al
margen de los aspectos culturales que tenían implicaciones religiosas, los españoles no se
preocuparon por llevar a cabo una hispanización total de los pueblos indígenas, al menos no
hasta que en el siglo XIX tales asuntos se convirtieron en preocupaciones importantes de
gobierno y materia de debates entre las clases dominantes. Este fenómeno pone de relieve
que la conquista cultural fue tan incompleta que, tres siglos después de la invasión
española, los descendientes de los conquistadores, desde México hasta Argentina, debatían
cómo podían convertir a los indios en verdaderos ciudadanos de las repúblicas, es decir,
cómo podían hacerlos menos indios y más europeos

Potrebbero piacerti anche