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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA


FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO

ADOS
S E RV
SRE
C HO
RE
DE
ESTABLECER EL ALCANCE DE LAS POTESTADES DEL JUEZ CIVIL EN
CUANTO A LA INCIDENCIA DE TACHA DE TESTIGOS DENTRO DE
LOS NUEVOS JUICIOS ORALES CIVILES EN LA REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Trabajo Especial de Grado presentado por:


Br. Conde Navarro, Francisco
C.I. 18.285.064
Br. Curco Montilla, Rosa
C.I. 10.034.787

Maracaibo, diciembre de 2007


2

UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA


FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO

RESUMEN

ESTABLECER EL ALCANCE DE LAS POTESTADES DEL JUEZ CIVIL EN


CUANTO A LA INCIDENCIA DE TACHA DE TESTIGO DENTRO DE LOS
NUEVOS JUICIOS ORALES CIVILES EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA

Autor: Conde Francisco y Curco Rosa

ADOS
Tutor: Javier Sosa Pacheco

RV
Fecha: Diciembre 2007

E S E
O S R
E H
C rectora
R
El objeto de la investigación es establecer el alcance de las facultades del
DE
juez civil como autoridad del proceso, durante el desarrollo de la
incidencia de tacha de testigos, en los nuevos juicios orales civiles en la
República Bolivariana de Venezuela, la cual tuvo como objetivos específicos
estudiar el juicio oral, definir el alcance de las facultades del juez civil, y
definir la incidencia de la tacha de testigos en los nuevos juicios orales
civiles. La investigación utilizada en el presente estudio, es de tipo
descriptiva, documental, y la observación documental, para con esto
demostrar el alcance de las potestades del Juez Civil en cuanto a la
incidencia de la Tacha de Testigos dentro de los nuevos juicios orales civiles
en la República Bolivariana de Venezuela. Se concluyo que en los nuevos
procedimientos orales civiles debería abrirse una audiencia oral donde las
partes expresan y determinan sus alegatos y se tenga contrarréplica de los
mismos, y el juez conforme a los poderes que le confiere la Ley, valorar y
determinar si la tacha es procedente o no, invocando así los principios de
transparencia y celeridad procesal
3

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo especial de grado trata sobre el estudio del alcance


de las facultades del juez civil, como autoridad rectora del proceso durante el
desarrollo de la incidencia de tacha de testigos, en los nuevos juicios orales
civiles en la República Bolivariana de Venezuela, ya que la misma abordara
un tema de gran importancia para el desenvolvimiento de la autoridad
máxima del proceso civil dentro del desarrollo de la incidencia de tacha de
testigos, es decir, la manera en que el Juez civil puede crear, disponer o

A D OS
dirimir soluciones y acotaciones durante el desarrollo de la tacha de testigos,
a través de la interacción ahora directa y con RlasV
E S E partes a partir del inicio de
los procesos civiles orales. S ConR
H O lo anteriormente expuesto el juez civil
CSuperior y el Código de Procedimiento Civil, podrá crear
R E
DEestrecha con las partes sin aumentarles o restarles derechos.
amparado por la Ley
una relación

Por su parte, la oralidad constituye uno de los principios fundamentales,


que ha orientado la reforma procesal en Venezuela. Es así como ya está
implementado con la aplicación del Código Orgánico Procesal Penal e
igualmente en el nuevo procedimiento laboral, previsto en la Ley Orgánica
Procesal de Trabajo.

Por tanto, este principio de oralidad “surge de un derecho positivo en el


cual los actos procésales se realizan de viva voz, normalmente en
audiencias, y reduciendo las piezas escritas a lo estrictamente
indispensable”. Es por esto que también señala que “por oralidad no se
entiende ni la simple discusión oral, ni mucho menos, la exclusión de la
escritura del proceso, como el nombre podría hacer creer a los inexpertos”. Y
es por esto que este autor plantea que todo proceso moderno es mixto, y
aclara “pero un proceso mixto se dirá oral o escrito según el puesto que el
mismo conceda a la oralidad y a la escritura, y, sobre todo, según el modo en
4

que en el mismo actúe la oralidad”.

Al hablar de oralidad en los procesos, en especial en los países que no


se tiene cultura ni tradición sobre esta estructura procesal, nos ubicamos en
las películas norteamericanas que desarrollan, en sus tramas, juicios en los
que aparece un Juez, unos jurados y unos abogados con una expresión oral
muy fluida, que desarrollan un proceso muy breve, pero muy cargado de
emocionalidad. Esta experiencia vivida a través del cine, sirve: uno, para
satisfacción del cinéfilo; y dos, para demostrar que es la carga de emoción
humana lo que incide sobre la decisión de los jurados. Esa es la

ADOS
representación cinematográfica de la oralidad procesal.

S E RV
R
Sque E
Sin embargo, en el mundo real no hay claridad acerca de lo que es y de

C H O
E
Rmientras que para la mayoría, la oralidad se da por la
lo que significa la oralidad, ya para algunos la oralidad es eso, pura
DE
expresión oral;
preeminencia de la actividad oral, mas no por la inexistencia de actas y es lo
que le distingue del proceso escrito.

La tacha es una forma de impugnación, ante la falta o el defecto de un


medio de prueba. La tacha del testigo como núcleo la falsedad. La tacha es
una especie entre las impugnaciones, destinadas a enervar el valor
probatorio de un testigo.

La tacha debe proponerse fundamentándose en motivos que afecten la


veracidad o imparcialidad del testigo. En nuestra legislación no específica
forma solemne para proponerla, de manera que puede hacerse en escrito
formal o mediante diligencia. Comentamos ut supra que el legislador
venezolano había dejado a la parte en libertad de impugnar el testimonio del
testigo, alegando las razones o motivos, que a su juicio, hacían pertinente la
tacha, de manera que en la propuesta de la tacha deberán aducirse tales
razones.
5

Esa libertad está limitada según dispone el artículo 500 del Código de
Procedimiento Civil en cuanto a que no se puede tachar el testigo presentado
por ella misma. Es entendible que esta disposición afecte la facha posterior a
la declaración porque el promovente, tal vez, al percibir que le desfavorece
invente la tacha, de manera que pudiera hablarse de una tacha sospechosa,
ya que es evidente que nadie impugnará el dicho que lo favorezca. En esta
situación se aplica el principio de la comunidad de la prueba, pues realizada
la prueba ésta pertenece al proceso, a todos; además, está presente,
también, el principio de la irrenunciabilidad de la prueba.

A D OS
La tacha debe proponerse fundamentándose en motivos que afecten la

S E RVlegislación no específica
E
veracidad o imparcialidad del testigo. En nuestra

O S R
H
forma solemne para proponerla, de manera que puede hacerse en escrito

R E Cdiligencia. Comentamos ut supra que el legislador


DEhabía dejado a la parte en libertad de impugnar el testimonio del
formal o mediante
venezolano
testigo, alegando las razones o motivos, que a su juicio, hacían pertinente la
tacha, de manera que en la propuesta de la tacha deberán aducirse tales
razones.

Teniendo como base a la resolución 2006 – 00066 emanada del Tribunal


Supremo de Justicia, aumentará la importancia de la investigación,
siguiendo así todas las formalidades de los juicios civiles, ahora de forma
oral, esto evidenciará la labor o el rol principal del juez civil en el
desenvolvimiento del proceso en que se desarrolla.

Asimismo, para la investigación se tomaron doctrinas de Carrone (1970),


Cabrera (1989), Rengel (1991), Santana (1983), Calamandrei (1945), Palacio
(1970), la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), y el
Código de Procedimiento Civil, entre otros.

Por tanto, para la presente investigación se realizaron dos capítulos, en


el primero se desarrolló el marco teórico conceptual de la investigación,
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donde se presentaran la fundamentación teórica, la descripción del problema,


los objetivos, el general y los específicos, la justificación e importancia de la
investigación, y la delimitación. El segundo capítulo consta de la solución de
cada uno de los objetivos específicos.

Partiendo de esta investigación se responderá cada una de las


interrogantes específicas, detalles y acotaciones que dentro del desarrollo de
la incidencia de tacha de testigos se puedan presentar de las cuales no se
había indagado, y por ende no existen antecedentes de investigaciones
anteriores.

ADOS
S E RV
SRE
C HO
RE
DE
7

CAPITULO I

MARCO TEORICO CONCEPTUAL DE LA INVESTIGACIÓN

Fundamentación

Descripción del Problema

En Venezuela el sistema judicial se ha visto afectado por la vaga


interpretación de la norma procesal, esto quiere decir que, a través del
derogado Código de Procedimiento Civil de 1919, el Juez se veía limitado a

ADOS
sólo dirimir el conflicto sin tener una interacción directa con las partes.

S E RV
S R E
O
En la derogada Constitución de 1961 el juez no debía entrometerse en el

E H
Cjudicial, debido a que nuestra antigua Carta Marga no
R
desarrollo del proceso
esaE
le daba D interacción a la autoridad máxima de resolución de conflictos, es
decir, el juez civil debía atenerse a lo que las partes impulsaron o señalaran;
el rol del Juez era completamente limitado, también incluso por la misma
Carta Magna derogada.

Los jueces sólo se entrevén con las actuaciones del proceso a través de
la forma escrita, e incluso todavía en presencia del Código de Procedimiento
Civil de 1987, el cual desarrolla juicios especiales orales; entonces, se puede
observar que en los procesos civiles a partir de la publicación del Código de
Procedimiento Civil si se manejaba en forma de instrumento legal la idea de
procedimientos orales.

La Constitución de 1999 le concedió a la norma procesal el carácter de


jerarquía constitucional, lo cual no había surtido efecto en los procesos
civiles, debido a que esa interacción de igual forma no se había podido
establecer.

Actualmente el Tribunal Supremo de Justicia, a través de la Resolución


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Nº. 2006 – 00066 de fecha 18 de octubre de 2006, ha ordenado que los


procedimientos civiles y mercantiles se desarrollen a través del
procedimiento oral como está establecido en tres capítulos del Código de
Procedimiento Civil, partiendo del Artículo 859 del mismo. También,
invocando el artículo 267 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que establece la adopción del principio de oralidad para todas las
causas y en especial los casos de amparo constitucional, se podrán
identificar o manifestar esos roles del juez civil, que de alguna forma u otra
no se han podido formar como nuestra legislación lo prescribe para los

OS
procesos civiles.

A D
Con la Resolución Nº. 2006 – 00066 deE
S RV18 de octubre de 2006, el
S E fecha
alRprincipio de oralidad amparado en la
C H O
Poder Judicial le dio firmeza

E E
R la República Bolivariana de Venezuela y el Código de
D
Constitución de
Procedimiento Civil, dejando desarrollar en una mejor condición los poderes
discrecionales del Juez.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Código de


Procedimiento Civil actual permiten, a la autoridad rectora del proceso,
manejar o plantear una interacción con las partes, siempre que se continúe
con el principio de imparcialidad, es decir, proveer a las partes de sus
conocimientos técnico–jurídico para el desenvolvimiento del proceso civil.

Dentro del proceso civil, durante el desarrollo de la incidencia de tacha


de testigos, observaremos básicamente el rol del juez; ahora, trabajando en
base a procedimiento oral, el juez se inmiscuirá en el momento de pautarle
acotaciones a las partes durante el desarrollo de tacha de testigos, sin dirimir
o sobrepasar el derecho de la otra.

El juez, acogido por las leyes antes expuestas necesitará hacer un


acercamiento técnico-jurídico y de acuerdo con su libre convicción, sobre la
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determinación de testigos y señalar las posibles fallas o acotaciones a favor


que tenga cada una de las partes en determinada evacuación de pruebas
judiciales, ahora acogiéndose al principio de oralidad.

En base con lo anteriormente expuesto se hace pertinente formular la


siguiente interrogante: ¿Cuál es el alcance de las potestades del juez civil
durante el desarrollo de la tacha de testigos, dentro de los nuevos juicios
orales civiles en la República Bolivariana de Venezuela?

Objetivos

ADOS
RV
Objetivo General

E S E
Establecer el alcance deS las R
C H O facultades del juez civil, como autoridad

E R E durante el desarrollo de la incidencia de tacha de


D
rectora del proceso,
testigos en los nuevos juicios orales civiles en la República Bolivariana de
Venezuela.

Objetivos Específicos

Estudiar el juicio oral, durante el desarrollo de la incidencia de tacha de


testigos, en la República Bolivariana de Venezuela.

Definir el alcance de las facultades del juez civil, durante el desarrollo de


la incidencia de tacha de testigos en los nuevos juicios orales civiles en la
República Bolivariana de Venezuela

Definir la incidencia de la tacha de testigos en los nuevos juicios orales


civiles, en la República Bolivariana de Venezuela
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Justificación e Importancia de la Investigación

Esta investigación abordará un tema de gran importancia para el


desenvolvimiento de la autoridad máxima del proceso civil, dentro del
desarrollo de la incidencia de tacha de testigos; es decir, la manera en que el
Juez civil puede crear, disponer o dirimir soluciones y acotaciones durante el
desarrollo de la tacha de testigos, a través de la interacción ahora directa y
con las partes, a partir del inicio de los procesos civiles orales. Con lo
anteriormente expuesto, el juez civil amparado por la Ley Superior y el

OS
Código de Procedimiento Civil, podrá crear una relación estrecha con las
AD
E
partes, sin aumentarles o restarles derechos.
S RV
E
S R 2006 – 00066 emanada del Tribunal
HO
C aumentará la importancia de la investigación,
Teniendo como base la resolución
Supremo de R E
DE Justicia,
siguiendo así todas las formalidades de los juicios civiles, ahora de forma
oral, esto evidenciará la labor o el rol principal del juez civil en el
desenvolvimiento del proceso en que se desarrolla.

El aporte principal de la investigación para las ciencias jurídicas será el


esclarecimiento de los poderes discrecionales del juez civil, amparado por la
resolución 2006 – 0066, la cual dará efectividad a las normas procesales
civiles, en lo que respecta al desarrollo de la incidencia de tacha de testigos,
ahora dentro de los juicios realizados de forma oral.

Partiendo de este punto se ayudará a través de la presente investigación


a los estudiosos del derecho y a la ciudadanía en general a responder cada
una de las interrogantes específicas y a esclarecer detalles y acotaciones
que dentro del desarrollo de la incidencia de tacha de testigos se puedan
presentar de las cuales no se había indagado.

Entonces se observará como se desenvuelve el criterio del juez civil


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amparado por las leyes correspondientes a través de los juicios orales y la


conexión con las partes, haciendo así claras sus potestades en el juicio de
tachas de testigos.

Delimitación

La investigación se realizará a nivel nacional, por lo que se encuentra


distribuido dentro de las líneas del territorio de la República Bolivariana de
Venezuela, específicamente en el Municipio Maracaibo del Estado Zulia.
Temporalmente, se desarrollará desde Enero 2007 hasta Enero 2008.

A DOS
V Calamandrei (1945),
En cuanto a la delimitación teórica, se utilizarán los aportes de Carrone

S E R(1983),
S R E
(1970), Cabrera (1989), Rengel (1991), Santana

C H O
Palacio (1970), la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
E
DER
(1999), y el Código de Procedimiento Civil, entre otros.

Antecedentes de la Investigación

De acuerdo con los distintos investigadores, se mencionan a continuación


breves antecedentes que tienen que ver de una u otro forma con el objetivo
de esta investigación.

Camargo, Isabel (2003), presentó un trabajo titulado “Análisis crítico de la


valoración del testimonio en el proceso civil venezolano”, donde comenta que
el futuro del derecho en el mundo requiere de cambios, evoluciones y
esencialmente de reformas, en aspectos de carácter procedimental, a fin de
lograr la eficaz administración de justicia.

Venezuela debe enmarcarse en esas reformas esenciales, puesto que


muchos aspectos precisan la interpretación idónea de sus procedimientos, es
así como se hace pertinente un análisis crítico a la valoración del testimonio y
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a las diversas doctrinas jurisprudenciales emanadas por la casación


venezolana; un análisis que permita evitar interpretaciones erróneas que
llevan a desconocer el principio de igualdad ante la ley y el principio de
certidumbre jurídica.

Es así como el autor del presente estudio pretendió hacer un aporte de


valor científico al Derecho Procesal Civil, analizando si existe firmeza en la
jurisprudencia venezolana sobre la valoración del testimonio. Para lograr
dicho fin, se utilizó como técnica de análisis documental el análisis crítico:
enmarcándose el estudio dentro de la topología jurídico- propositiva.

ADOS
RV
Finalmente, se logró concluir que la influencia de diversas circunstancias y

E S E
S Rla conjugación de varios elementos que
variables que influyen en el testimonio han llevado al legislador a establecer

H O
ECde las reglas de la Sana Crítica y los elementos de
su fuerza probatoria dejando abierta
permitan laE
D R
aplicación
apreciación establecidos en la norma.

Por su parte, Bracho (2003), realizó un estudio titulado Alcance del poder
cautelar general del juez en el procedimiento civil ordinario, el cual tuvo como
objeto determinar el alcance del poder cautelar general del juez en el
procedimiento civil ordinario. La investigación fue de tipo documental y
bibliográfico. Las fuentes de información fueron primarias y secundarias,
considerando las leyes, doctrina y jurisprudencia relacionada con el tema.

La información fue organizada a través de una guía de observación y


analizada cualitativamente. Los resultados indicaron los requisitos del
procedimiento cautelar dentro del proceso civil ordinario, señalándose que es
una institución propiamente cautelar en el sentido de que está preordenada a
la preservación del fallo definitivo del juicio principal y, por ello mismo, puede
concebirse como una verdadera garantía procesal de las partes en un litigio.

Puede inferirse entonces que el poder cautelar general es un régimen


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exclusivo del Código de Procedimiento Civil y no el establecido para medidas


públicas indeterminadas previstas en leyes especiales y además bien puede
afirmarse que goza de los mismos requisitos y tiene la misma tramitación
procedimental, el Código es más exigente en cuanto a los requisitos pues,
como se ha visto, ya no se trata de un peligro genérico sino de un peligro
específico.

También se identificó el poder cautelar típico o especial, específico o


general y se determinaron las características del Poder Cautelar, indicando
las propiedades que caracterizan este ejercicio. Se describió el

ADOS
procedimiento cautelar dentro del procedimiento civil ordinario, así como los

S E RV
E
límites del Poder Cautelar del Juez.

Se establecieron lasH O S Rentre la tutela y la cautela expresándose


R E C como toda suerte de protección, amparo, defensa,
diferencias

DE
que la tutela se define
custodia o cuidado y dirección de personas e intereses, mientras que la
cautela, en el procedimiento civil ordinario, es un instrumento de carácter
jurisdiccional que puede definirse como acciones cautelares o conservativas,
debido a que están determinadas a prevenir el peligro o la urgencia antes de
que la voluntad de la ley sea declarada.

Como consecuencias jurídicas, por error judicial en la aplicación del Poder


Cautelar del Juez, indicándose el perjuicio irreparable y el menoscabo de los
derechos constitucionales.

Del mismo modo, Ortega (2003), realizó una investigación titulada


Comparar el Proceso Oral en las Legislaciones Colombiana y Uruguaya
como Aporte al Proceso Oral Civil Venezolano, la cual tuvo como propósito el
comparar el Proceso Oral en la Legislación Colombiana y Uruguaya, como
aporte al Proceso Oral Civil Venezolano, a fin de determinar los aspectos de
mayor relevancia que rigen a dicha institución en el Derecho Civil
Venezolano.
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Así pues, la misma se enmarcó dentro del contexto de la investigación


Documental, ya que se basó en la búsqueda de recolección, análisis e
interpretación de los datos extraídos, elaborando un instrumento conformado
por preguntas derivadas de las categorías, subcategorías y unidades de
análisis correspondientes a cada objetivo especifico, con la finalidad de
puntualizar los aspectos más importantes del Proceso Oral Civil Venezolano,
Colombiano y Uruguayo.

La población utilizada para el desarrollo de esta investigación son los


Textos Jurídicos - Legales, el Código de Procedimiento Civil de Venezuela,

A D OS
Colombia y Uruguay, entre otras legislaciones que fueron de gran

S E RVtrabajo de investigación.
E
importancia para el desarrollo del presente

O S R
H
Igualmente, se utilizaron fuentes secundarias, como fuentes electrónicas,

R E C
D E
revistas, periódicos, publicaciones, entre otras.

Todo esto arrojo como resultado que el Proceso Oral es aquel que tiene
por principio la oralidad del procedimiento, en el que la resolución judicial
puede basarse sólo en el material procesal preferiblemente oral, es decir,
significa que el Juez debe conocer las actividades procesales, no con base
en escritos muertos, sino a través de la impresión recibida, refrescada por los
escritos de las actividades ocurridas ante él. Por lo que sería más fácil la
administración de justicia Venezolana dentro del ámbito

Otras de las investigaciones fue la de Barboza (2005) quien presentó una


tesis titulada Potestades Probatorias del Juez en el Proceso Civil
Venezolano, la cual tuvo como objeto analizar Potestades Probatorias del
Juez en el Proceso Civil Venezolano, bajo el enfoque teórico al respecto de
su delimitación temática, este estudio se circunscribió en el marco del
procedimiento civil venezolano.

El tipo de investigación fue documental por cuanto la información


recabada fue extraída de texto y leyes, entre otros. La población de estudio
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estuvo conformada por textos referentes a la materia. La técnica e


instrumentos de recolección de datos necesaria para el desarrollo de la
presente investigación fue la observación directa documental.

Además, se utilizó como instrumento la guía de observación. La validez


del contenido se efectuó por los facilitadores que conforman el Comité
Académico de Investigación de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Derecho. El tratamiento de la información, por tratarse la misma
de tipo documental, fue analizada cualitativamente.

OS
Se concluyó que el carácter del Juez, como director del proceso, es

AD
RV
importante adoptándose de esta manera la equilibrada doctrina existente,

E S E
SR
pero es importante la intervención del mismo en la actividad procesal. En
O
cuanto a determinar elHalcance
C
E
de las atribuciones del Juez dentro del

DERVenezolano en materia probatoria, se determinó que la


Proceso Civil
principal atribución del juez es dictar una sentencia justa y firme, o lo más
justa posible, y para ello, debe utilizar todos los medios que el proceso
judicial le brinda.

Por último, Matos (2005), realizó una investigación titulada Aplicación de


las Normas Relativas al Procedimiento Oral en el Proceso Civil, la cual tuvo
como objetivo determinar la aplicabilidad del procedimiento oral en materia
civil, como un medio eficaz para solventar la crisis judicial actual. Se analizó
y se dio a conocer sus antecedentes históricos y su origen desde el derecho
comparado hasta la actualidad. Aparece en el Código de Procedimiento Civil
venezolano en el año de 1.987, plasmado como un ensayo por el Legislador.

Se definieron la oralidad, sus características, principios e importancia que


encierra, jurisprudencia acerca de la oralidad e, igualmente, sus ventajas y
desventajas en el ordenamiento jurídico venezolano y en el derecho
comparado. También se analizaron las condiciones subjetivas y objetivas
necesarias para la implantación de dicho procedimiento, se identificaron las
16

leyes especiales que consagran la oralidad y instituciones jurídicas como la


seguridad jurídica, el debido proceso y la justicia.

Se analizaron los artículos 859 y siguientes que conforman el


procedimiento oral establecido en el Código de Procedimiento Civil
Venezolano vigente y la eficacia que traería la oralidad en el área civil, en la
práctica jurídica. Dicha investigación fue descriptiva, de campo y documental,
se orientó a recolectar información sobre el tema. En relación con la
población, ésta estuvo constituida por jueces y abogados. El instrumento
utilizado constó de entrevistas no estructuradas, compuestas de veinticuatro
items.
ADOS
S E RV
E
S Restán de acuerdo en que se aplique el
Aplicado este instrumento y analizados los resultados se concluyó que los
jueces y abogados deH O
Cproceso civil, con la modificación de la cuantía y que
E
Maracaibo

DE
procedimientoRoral al
además deberían contar con la preparación integral que se necesita para los
juicios orales. De igual manera se consideró que la infraestructura de los
Tribunales de Maracaibo deberían adecuarse con las necesidades que
requieren los juicios orales.

BASES TEÓRICAS

La Tacha

La tacha es una forma de impugnación, ante la falta o defecto de un


medio de prueba. La Tacha es una especie entre las impugnaciones,
destinadas a enervar el valor probatorio de un testigo.

Mediante la tacha se impugna la prueba de testigo que tiene apariencia de


legalidad y pertinencia para despojarla de esa apariencia. La tacha del
testigo está destinada a desvirtuar por falsa o por inhábil, la credibilidad de la
declaración.

Con la tacha se pone en guardia al juez al hacer la crítica y apreciación


17

del testimonio, ya que el testigo, a pesar de haber sido tachado declara y no


por eso dejará de tomársele la declaración.

La eficiencia probatoria del testimonio se puede destruir mediante la


práctica de otras pruebas que, recayendo sobre el mismo objeto, desvirtúen
las declaraciones prestados por los testigos. Pero aparte de esta
impugnación indirecta o mediata, hay otra, inmediata o directa, que consiste
en atacar el testigo como tal, desarrollando en torno a su declaración una
verdadera prueba secundaria o de segundo grado, es lo que se conoce como
la Tacha, mediante el cual se trata de rechazar al testigo presentado por la
parte contraria.
ADOS
S E RV
E
R o las declaraciones de un testigo a
La tacha de testigo debe decirse que es la impugnación que hace un
Spersonales
H O
C el valor probatorio de las mismas, ya sea por
E
litigante sobre las condiciones

DE R
efecto de anular o disminuir
falta de idoneidad por tener interés en el litigio a favor de la otra parte o por
su relación de parentesco o amistad con ella o enemistad con la otra parte
que formula la tacha. Es también motivo de tacha la relación de dependencia
con algunos de los litigantes, así como la circunstancia de ser acreedor o
deudor de alguno de ellos.

El valor de las decisiones hechas ante el juez por terceros testigos y de


las tachas será apreciado por el Juez al dictar sentencia, de conformidad con
las reglas de sana crítica.

La tacha, en forma general, es una forma de impugnación ante la falta o


el defecto de un medio de prueba. La tacha de testigos es la forma de
impugnar a los testigos de la contraparte mediante la imputación a éstos de
un hecho determinado que hace sospechosa su declaración de
inverosimilitud o de parcialidad. Mediante la tacha se impugna la prueba de
testigos, que tiene apariencia de legalidad y pertinencia, para despojarla de
esa apariencia.
18

De manera que la tacha de testigo es el acto por el cual la parte denuncia


su inaptitud legal para testimoniar en la causa, por encontrarse incurso en
alguno de los casos de inhabilidad absoluta o relativa tipificados en el Código
de Procedimiento Civil, así lo expresa La Roche (1998, p. 542). Con la tacha
se ataca al testigo porque está en una situación que afecta su credibilidad.
No se trata de destruir la eficiencia probatoria del testimonio, puesto que ésta
se aniquila con otras pruebas que, versando sobre el mismo hecho,
desvirtúen las declaraciones prestadas por los testigos; sino que se trata de
destruir ese testimonio porque no merece confianza ni crédito.

A D OS
Por su parte, expresaba Borjas (1964, p. 303) que en la doctrina difieren

S E RV
E
de modo esencial las causas de incapacidad para ser testigo, así sean

H O S Rde la tacha propiamente dicha, esto es,


absolutas o relativas, y los motivos

R E C que pueden ser alegados contra el testigo por


hacerle D
E
los hechos y circunstancias
sospechoso de parcialidad. Agregaba el ilustre maestro que las
primeras impiden en absoluto declarar al testigo, y anulan la declaración que
éste llegue a rendir; los segundos no obstan a que declare, a reserva de que
el Tribunal, conforme al resultado de la tacha, deseche o no su declaración.

Asimismo, refutaba Borjas (1964, p. 303) esa doctrina alegando que en


la práctica carecía de utilidad, ya que las partes pueden tachar los testigos de
la contraparte, no sólo cuando siendo capaces para declarar, son
sospechables de faltar a la verdad, sino cuando, presentados como capaces,
adolecen de incapacidad jurídica para testificar en juicio. Ambas son tachas.
Uno y otro testigo deben ser oídos, a reserva de los resultados de la tacha.
Esta confusión de las causas de incapacidad y las de tacha ha hecho que en
muchas legislaciones se precisen en forma específica cuales son las
causales de tacha. En nuestra legislación no se indica cuáles son los motivos
para ejercer ese derecho, dejando a la parte en libertad de impugnar la
imparcialidad del testigo, alegando las causas o razones pertinentes a su
juicio, y el Juez en la de apreciarla para decidir en justicia.
19

Sostiene Molina que “la tacha del testigo tiene como núcleo la falsedad,
en particular el soborno (art. 500 Código de Procedimiento Civil). De manera
que pueden ser diversas las causas de falsedad del testimonio, se incluye allí
la imparcialidad y el ocultamiento de hechos. No puede, entonces, referirse
exclusivamente a las inhabilidades. Por ello, la tacha no sólo procede contra
la persona del testigo por considerar que tiene circunstancias personales que
lo inclinan a favorecer a alguna de las partes, sino también contra la
declaración cuando el testigo ha faltado a la verdad.

Por su parte, Cabrera (1977, p. 163) sostiene que la doctrina nacional

ADOS
admite que los motivos de la tacha son sólo dos: inhabilidad y falsedad.

S E RV
SR E
En doctrina española reciente el profesor Chozas (2001, p. 137) ha

HO
Ccausas de inhabilidad para deponer como testigo que
E
dicho:

DE R
“Hay que distinguir las
se circunscriben, fundamentalmente, a las tradicionales incapacidades
naturales, de las causas que pueden poner en duda la parcialidad del
testigo”.

En análisis comparado acerca de este problema se puede expresar que


los motivos de la tacha giran en torno a la falsedad y parcialidad del testigo
para favorecer a algunas de las partes. En este sentido, pueden tomarse
como causales las inhabilidades absolutas y relativas que contempla el
código de procedimiento civil, el soborno y cualesquiera otras que impliquen
que el testimonio está afectado de falsedad o parcialidad

La tacha es, pues, la impugnación de parcialidad o falsedad del testigo o


declaración rendida por el testigo. En este sentido, procede contra el testigo
porque se argumenta que tiene actitudes personales que lo inclinan a
favorecer a alguna de las partes; o procede contra la declaración cuando el
testigo ha faltado a la verdad.
20

Oportunidad

La Tacha se propone y se formaliza dentro del lapso de cinco días


siguientes (días de despacho) a partir del auto de admisión de la prueba. En
efecto el artículo 499 del Código de Procedimiento Civil así lo dispone:

“La persona del testigo sólo podrá tacharse dentro de los cinco días
siguientes a la admisión de la prueba. Aunque el testigo sea tachado antes
de la declaración, no por eso dejará de tomársele ésta, si la parte insistiere
en ello. La sola presencia de la parte promovente en el acto de declaración

OS
del testigo, se tendrá como insistencia”.

Conforme a la norma transcrita la tacha R A D


V después que ha sido
S E procede
E ya que no se sabe qué testigos
S R
HOpara la promoción es dentro de los cinco días
admitida la prueba. Antes no puede hacerse
serán admitidos. EEl C
DE
siguientes
R término
al decreto de admisión; es decir, este lapso comienza el día
siguiente en que fuere dictado dicho decreto en el expediente.

El testigo puede ser tachado antes o después de haber rendido su


testimonio. Nótese que el artículo 483 del Código de Procedimiento Civil
dispone que admitida la prueba, el juez deberá fijar una hora al tercer día
siguiente, lo que significa que es posible proponer la tacha antes o después
de declarar.

En la práctica se pueden presentar algunos problemas en relación con


este término, el cual es preclusivo. Veamos algunas hipótesis posibles:

Primera: Que los testigos tengan domicilio distinto al tribunal de la causa


y se comisione al tribunal correspondiente para oír el testimonio, surge la
interrogante: ¿Ante qué juez se debe proponer la tacha? Nada establece
nuestra legislación al respecto, de manera que la tacha debe ser propuesta
ante cualquiera de estos tribunales, a sabiendas que el juez comisionado
será un simple transmisor, porque la decisión corresponde al juez de la
21

causa. Debe hacerse en el lapso de los cinco días siguientes del decreto de
admisión, los cuales no deben confundirse con los lapsos de la comisión, de
manera que la cuenta del lapso debe llevarse por los días de despacho del
tribunal de la causa.

Segunda: ¿Qué sucede si se ha apelado el auto de admisión, en virtud


de haberse hecho oposición oportuna a la admisión de los testigos que se
pueden tachar y el juez la desestimó? Conforme al artículo 402 del Código de
Procedimiento Civil la apelación en estos casos sólo se oye a un efecto, lo
que significa que el proceso continúa, de suerte que el lapso preclusivo para

A D OS
proponer la facha empezará a correr. No queda otra alternativa que

S E RVde la apelación. También


E
formularla en este lapso sin esperar la decisión
pudiera realizarse la apelaciónS
O R
H
y simultáneamente proponerse la tacha.

R E C surge la pregunta del testimonio falso, la cual


DE
De todas formas
adecuadamente la ha expresado Cabrera (1977, p. 70) así:

¿Qué sucede si el testigo no tachado, que ha declarado, lo ha hecho


falsamente y tal hecho puede ser comprobado? Conforme al artículo 499 del
Código de Procedimiento Civil si el lapso de cinco días ha transcurrido
resultaría extemporánea la propuesta de tacha. Sin embargo, el citado autor
argumentando sobre el significado de la tacha, la finalidad que se persigue y
la evolución de ella, sostiene que es con motivo de la declaración, cuando el
no promovente conoce la falsedad, y por ello, lo lógico es que a partir de ese
momento se incoe la impugnación del testigo.

Forma de Proponerla

La tacha debe proponerse fundamentándose en motivos que afecten la


veracidad o imparcialidad del testigo. En nuestra legislación no se específica
forma solemne para proponerla, de manera que puede hacerse en escrito
formal o mediante diligencia. Comentamos ut supra que el legislador
22

venezolano había dejado a la parte en libertad de impugnar el testimonio del


testigo, alegando las razones o motivos, que a su juicio, hacían pertinente la
tacha, de manera que en la propuesta de la tacha deberán aducirse tales
razones.

Esa libertad está limitada según dispone el artículo 500 del Código de
Procedimiento Civil en cuanto a que no se puede tachar el testigo presentado
por ella misma. Es entendible que esta disposición afecte la tacha posterior a
la declaración porque el promovente, tal vez, al percibir que le desfavorece
invente la tacha, de manera que pudiera hablarse de una tacha sospechosa,

A D OS
ya que es evidente que nadie impugnará el dicho que le favorezca. En esta

S E RdeVla prueba pues realizada


aE
situación se aplica el principio de la comunidad

O S R
H
la prueba ésta pertenece al proceso, todos; además, está presente también

R E C
D E
el principio de la irrenunciabilidad de la prueba.

No obstante, Borjas (1964, p. 398) considera que si bien las partes no


pueden tachar a su propio testigo, no por ello les está prohibido
aprovecharse de la tacha propuesta contra él por la contraparte; pues
aunque, en general, los motivos de impugnación sólo sirven a favor de la
parte que los aduce y comprueba, hay la excepción cuando el motivo de la
tacha se fundare en motivo que afecta el testimonio en su integridad y es
común a ambas partes, el promovente podrá aducirlo a su favor, por ejemplo,
si se ha demostrado el perjurio.

Por otra parte, el propio artículo 500 del Código de Procedimiento Civil
contiene una excepción de la tacha del testigo propio, que consiste en la
alegación de soborno. El soborno es la única causal de tacha que puede ser
alegada por la parte contra su propio testigo. El efecto de la demostración de
soborno es la invalidación del testimonio a favor de la parte sobornante.

Es criticable que no se sancione totalmente el testimonio del testigo


sobornado, puesto que al demostrarse su soborno su testimonio no merece
23

fe. Pareciera que el legislador ha querido sancionar a la parte que soborna,


es decir, si tu sobornas y se demuestra, lo favorable a tu causa no tienen
valor y por tu acción de soborno se le da crédito a lo que obre en el
testimonio en contra tuya y así tomarás escarmiento para no hacer una
acción de esa naturaleza.

Propuesta la tacha del testigo nuestra ley procesal no prevé un acto de


contestación, sino que simplemente impone al promovente la carga de insistir
en hacer valer el testigo, tal como lo dispone el artículo 499 del Código de
Procedimiento Civil. No hay ninguna formalidad para la insistencia en el

A DOS
testimonio del testigo, tan es así que basta la sola presencia de la parte
V para tenerse como
promovente en el acto de declaración delRtestigo
E
R E S
insistencia.
HO S
E C
DER debe entenderse que la inasistencia del promovente al
Por supuesto,
acto de declaración del testigo, previamente fijado, como una aceptación de
la tacha, pues la presencia como indicamos basta para ser tomada como
insistencia lo que, contrario sensu, pudiera tomarse la inasistencia como una
aceptación o confesión de la tacha. Esto significa que no podrá promoverlo
de nuevo, es decir, no podrá solicitar la fijación de un nuevo día y hora para
su declaración (art. 483 del Código de Procedimiento Civil), puesto que se
entiende que ha renunciado al no haber estado presente en la primera
oportunidad, ya que eso se interpretaba como insistencia.

La tacha tiene que probarse. El artículo 501 del Código de Procedimiento


Civil señala el lapso para probar la tacha en los siguientes términos: “...
deberá comprobársela en el resto del término de pruebas, admitiéndose
también las que promueva la parte contraria para contradecirla”. No hay una
articulación probatoria especial para instruir la tacha, la prueba se realiza en
el mismo lapso probatorio ordinario, específicamente en el lapso de
evacuación.
24

Esto supone que debe ser en el lapso de veinticinco días, que es lo que
resta, pues, debe haberse propuesto en los cinco días contemplados en el
artículo 499 del Código de Procedimiento Civil. Las pruebas deben versar
exclusivamente sobre los hechos que han sido fundamento de la tacha. Por
ello el Juez tiene que librar un auto de admisión. Se interpreta que los lapsos
de promoción pueden no ser comunes a las partes, porque el legislador no
diferencia, en forma genérica se refiere al “resto del término de pruebas”, sin
fijar lapsos para promover y lapsos para evacuar.

El auto de admisión de las pruebas de la tacha y la contradicción es

A D OS
apelable, pues se puede alegar en caso determinado, por ejemplo,

S E RVque hay libertad de medios


E la forma específica autorizada por
impertinencia de la prueba o ilegalidad. Vale decir

S R
HO o parentesco debe ser con las actas de estado
probatorios, pero algunos de ellos exigen

E C
civil; seD
ER
la ley, por ejemplo, minoridad
advierte que, incluso, la declaración del testigo puede ser prueba
procedente de la tacha, si de ella surge elementos que prueban los motivos
de aquellas.

Finalmente debe señalarse que la tacha se decide en la sentencia


definitiva, no hay decisión especial o interlocutoria. En la definitiva el juez
resolverá expresamente acerca de ella, ya que no implica otra cosa sino la
apreciación de una prueba. Con base en el artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil al rechazarse una declaración de testigo deberán
expresarse las razones y motivos que impulsaron tal determinación.

Incidencia autónoma de la tacha

En el procedimiento oral la tacha no se puede proponer en cualquier


estado o grado de la causa, como dispone el artículo 439 del Código de
Procedimiento Civil. Esta regla está derogada por el principio de la
concentración de la promoción de la prueba documental a que se contraen
los artículos 864 y 865 ejusdem. Por el contrario, el demandado deberá
25

tachar los documentos acompañados con la demanda en la oportunidad de la


contestación y, en razón de la concentración propia del proceso oral,
formalizará en ese mismo acto la tacha, explanado sus motivos.

Y el representante, en este caso el demandante, insistirá en hacerlo valer


y contestará la tacha en la audiencia preliminar, puesto que este acto
precisamente tiene por finalidad permitir al Juez delimitar los hechos que
habrán de ser objeto de prueba y la materia a decidir. En el supuesto de los
documentos acompañados por el demandado a su contestación, el
demandante podrá tacharlos también antes de la realización de la audiencia

A D OS
preliminar, o en esa misma audiencia, formalizando de una vez la tacha, y el

E V
Rdocumento,
hacerlo valer, presentando S su R E S
demandado, por su parte, como presentante del insistirá o no en

H O contestación en dicha audiencia, que


C fijar los hechos a probar y la materia a decidir.
R E
DE
precisamente sirve para

Concepto de Juez

Es el/la profesional que preside los procedimientos judiciales, pronuncia


sentencias en los tribunales de justicia, determina los derechos y
obligaciones de las partes de la causa, informa a los miembros del jurado
sobre determinados puntos de la ley y analiza las pruebas presentadas. En
definitiva, realiza todas aquellas actuaciones encaminadas al esclarecimiento
de los hechos de conformidad con lo establecido en las leyes. En los últimos
años y debido al desprestigio que padece el Poder Judicial, el ciudadano no
siente garantizado el derecho a una sentencia justa.

El objeto y finalidad del presente estudio constituye la importancia del


Juez y su rol activo en el proceso civil, a los fines de verificar la verdad
material o histórica. Así y a los fines de formar la convicción necesaria,
suficiente y motivada respecto a la verdad jurídica objetiva, el juez se valdrá
de todas las medidas de prueba que a su juicio sean razonables, a condición
26

de que no medie agravio para el derecho de defensa.

Caso contrario, el no acceder (por la suyas) a la verdad jurídica


objetiva, dictará una sentencia formal, aparente, inadecuada, que no se
conforma con los fines del servicio de justicia.

La función del juez en el proceso civil, debe ser la de “director o


conductor del proceso”, alejado del “juez dictador”, propio de los gobiernos
revolucionarios, que le otorgan enorme poderes frente al ciudadano común,
como así también del “juez espectador” que, con una actitud pasiva, se limita

OS
a dictar un pronunciamiento pensando únicamente en la aplicación que

AD
RV
estime correcta de la ley, pero alejándose de la realidad.

E S E
H O SR
Los jueces, por consiguiente, deben realizar el uso adecuado de los

R E Cconfiere, a fin de “descubrir” la verdad material sobre


DE
deberes que la ley les
lo formal, incluso en forma oficiosa, ante el error o negligencia de los
justiciables.

Para Arazi, (2000, p. 12) se analizará que el principal deber del juez es
dictar una sentencia justa, o lo más justa posible y para ello debe utilizar
todos los medios que el proceso judicial le brinda; las partes tienen la carga
de aportar las pruebas, pero si el juez no está convencido de cómo
ocurrieron los hechos controvertidos, el ordenamiento procesal le otorga una
serie de instrumentos para formarse una convicción de los hechos litigiosos
independiente de la voluntad de las partes y pueda cumplir -obviamente
asegurando el pleno control bilateral- con ese deber fundamental. Si no lo
usa no podrá dictar una sentencia justa.

Según Calamandrei, (1945, p. 369) en un estado moderno es del interés


público hacer Justicia y el único medio éticamente aceptable para ese
objetivo es el descubrimiento de la verdad, ya que el juez, como órgano del
Estado, cuenta con suficientes poderes jurisdiccionales de orden público y se
27

halla autorizado para realizar de oficio una amplia averiguación de la verdad


del proceso en miras a un interés superior de justicia, sin atender si suple o
no la inactividad voluntaria o involuntaria de las partes.

Así, y al fundamentarse que no se vulneran derechos constitucionales al


actuar “de oficio” por parte del juzgador, cabe un interrogante: ¿por qué parte
de la doctrina, abogados y jueces se resisten a admitir estos deberes de los
magistrados, imponiendo limitaciones y a la verificación de la verdad
material o histórica?

DO S
Estos opositores a los deberes de los jueces quieren y pretenden un
juez inactivo, que dictará la sentencia limitadoRaV A
S E las pruebas que las partes
Esería imparcial.
S R
HO
aporten, pues de lo contraria el juez no

E C
D R p. 406) comenta que así y no obstante que la vigencia
Palacio,E(1970,
estricta del principio dispositivo requeriría que se confiase exclusivamente a
la iniciativa de las partes la posibilidad de suministrar la prueba indispensable
para demostrar la existencia o inexistencia de los hechos controvertidos, la
generalidad de las leyes procesales, inclusive las más firmemente adheridas
a dicho principio admiten, en mayor o menor medida, que el material
probatorio incorporado al proceso por los litigantes sea complementado o
integrado por propia iniciativa del órgano judicial.

Asimismo, Carrone, (1970, p. 512) al definir las medidas para mejor


proveer señala: "La vigencia estricta del principio dispositivo requeriría no
solamente que la iniciativa del proceso y la aportación de los hechos
dependiesen de la voluntad de las partes sino que, además, se confiase
exclusivamente a éstas la actividad consistente en ofrecer y producir las
pruebas tendientes a la demostración de sus afirmaciones.

Pero en razón de que esta última limitación es susceptible de impedir, en


ciertos casos, el esclarecimiento de la verdad jurídica objetiva que, pese a las
28

restricciones propias de la prueba civil, constituye la meta a que debe aspirar


una recta administración de justicia, las leyes procesales admiten, en forma
concurrente con la carga de la prueba que incumbe a las partes, la facultad
de los jueces en el sentido de complementar, por propia iniciativa, el material
probatorio aportado por aquéllas. Tal facultad se concreta en la posibilidad
de adoptar las denominadas medidas para mejor proveer.

Esta definición contiene el paradigma justificativo de estas medidas


centrándolo en que la "recta administración de justicia" debe aspirar al
"esclarecimiento de la verdad jurídica objetiva".

D O S
A
RV pese a ser de base
S E
El Código de Procedimiento Civil venezolano,
dispositiva presenta, en lo relativoRaE
O S la prueba importantes manifestaciones
Hque en lo que nos interesa, están referidas a los
R E C
deE
del principio inquisitivo,
deberesD los jueces de actuar y corregir de oficio.

Por lo tanto, Carrone (1970, p. 514) considera que no se pasa por alto
que es un problema cuya solución divide las opiniones, el hecho de si debe
el Juez o no ordenar de oficio que se rindan las pruebas cuando, según su
criterio, no se han presentado las necesarias para producir la demostración
de los hechos alegados.

Según algunos autores, los juicios civiles ventilan cuestiones de simple


interés privado, reservadas a la iniciativa de las partes. La autoridad del Juez
no debe suplir la actuación de las partes y si éstas no han podido o no han
querido actuar en la prueba, el Juez debe pronunciarse con el solo mérito de
los antecedentes que tenga en su mano. Sería debilitar su imparcialidad.
Necesariamente, estas actuaciones que él ordene resultarán favorables a
uno de los litigantes, convenciéndose el contrario que el Juez ordenó la
prueba para favorecer deliberadamente la posición del adversario.
En los juicios civiles, argumentan otros, no es exclusivo el interés
29

privado: al lado de éste se encuentra el interés social de disminuir los litigios.


Cada pleito supone un estado anormal de la vida del derecho y hay que
procurar que las resoluciones de estas anomalías vuelvan a su cauce normal
que es la verdad. De aquí deducen que el Juez, frente a una falta de
pruebas que puede causar el estancamiento del pleito o una sentencia no
dictada en equidad, debe tener medios para llegar a la investigación
necesaria que le permita resolver el pleito sin dilaciones y dentro del estricto
límite de la verdad.

Es hasta cierto punto ilógico que el Juez carezca del poder indispensable

A D OS
V debe ser siempre la
para guiar hacia la verdad cualquier hecho en el que él haya percibido la

S E R
necesidad de una prueba más adecuada. La
expresión de la verdad y de laS R Esi la primera no se ha esclarecido en
sentencia

C H O justicia;
E
DER
el juicio, fatalmente la sentencia será injusta.

Cuando el Juez dispone hacer uso de aquellos deberes, buscando algún


medio de información para completar su conocimiento sobre los hechos de la
causa, lo ideal es que éste desconozca incluso a la parte a quién va a
beneficiar a través de su actividad.

Ahora bien, si los hechos aducidos por las partes no logran la convicción
del juez, éste puede de oficio ordenar algún medio probatorio. Para ello, sin
embargo, es menester que haya en los autos algún antecedente, alguna
presunción de verdad en favor del hecho que debe ser establecido, alguna
prueba, aunque insuficiente que sirva en el sentido indicado.

En consecuencia, se puede decir que una de las más grandes


excepciones a la pasividad del Juez se encuentra consagrada en la
institución de las medidas para mejor proveer o iniciativa probatoria del juez.-

Esta iniciativa probatoria constituye una intervención de oficio del órgano


jurisdiccional, prevista por la ley para los casos en que la prueba rendida por
30

la iniciativa de los litigantes sea, en concepto del Juez, insuficiente o


deficiente en su conjunto o en relación con un medio de prueba
determinado.-

En virtud de ello, cabe preguntarse: ¿no le señala la norma –al Juez-


con enfática y precisa traducción semántica que debe “ordenar las diligencias
necesarias para esclarecer la verdad “ y acaso el exacto verbo esclarecer”
no significa “poner en claro, iluminar, dilucidar una cosa (los hechos)?

Por ello, el juez debe disponer las diligencias razonables y necesarias

D O S
para poner en claro “la verdad” de los hechos controvertidos, respetando,

RV A
S E
obviamente, el derecho de defensa de las partes.-
E
S R
E C HOse respeta en el control de las partes sobre el
Ese derecho de defensa

DER de esa oficiosa averiguación, y así: a) está proscripto


trámite concreto
cualquier ingreso sorpresivo de evidencias que quebrante la igualdad de
tratamiento o menoscabe la congruencia; b) las partes podrán controvertir la
pertinencia o relevancia de la prueba; c) podrán participar de ella, d) podrán
producir contraprueba; e) podrán discutir acerca de la eficacia de la prueba
de oficio antes de la decisión; f) podrán ejercer, en su caso, la impugnación
de la sentencia. Como se observa, queda perfectamente resguardado el
derecho de defensa.

Sentis, (1991) enseñaba que entre los peligros mas naturales y


frecuentes relacionados con los poderes de los jueces está el no ejercicio de
ellos; un magistrado puede pasarse la vida sin hacer uso de los poderes que
la ley ha puesto en sus manos, sin pensar que fueron puestos para que se
ejerciten.

Potestades del Juez dentro del Proceso Civil

Martín, (1981, p. 26) expone que ha sido la escuela procesal italiana la


31

que de manera decisiva se ha inclinado a favor de la ampliación de las


facultades del Juez en el proceso civil. Tal tendencia ha tenido receptividad
en la legislación procesal venezolana, en una forma más explicita, en el
vigente Código de Procedimiento Civil, cuyo artículo 14 establece el carácter
del Juez como director del proceso.
Lejos de considerar al Juez como un simple espectador del juicio, como
plantearon en su oportunidad los apologistas del sistema dispositivo, quedó
establecido así legislativamente el carácter del Juez como director del
proceso, pero sin llegarse al extremo del Juez dictador, adoptándose de esa

OS
manera la equilibrada doctrina de una limitada, pero importante intervención

AD
RV
del Juez en la actividad procesal, aunque, desde luego, imponiendo a las

E S E
en S
R
partes el peso fundamental de la carga de la prueba para acreditar los
O
E C H
hechos que alegasen ellas el juicio.

DE R
Ahora bien, donde la intervención del Juez en el proceso civil adquiere
especial relevancia, es en la actividad probatoria. No podía ser de otra
manera, dada la enorme importancia que tiene la prueba en el
desenvolvimiento jurídico del colectivo, ya que sin ella, como lo expresa
Echandía (1970, p. 2) “Los derechos subjetivos de una persona serían, frente
a las demás personas o al estado y entidades públicas emanadas de éste,
simples apariencias, sin solidez y sin eficacia alguna diferente de la que
pudiera obtenerse por propia mano”.

Esta importancia la consagra expresamente la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela (1999), que en su artículo 49, numeral
1º, al referirse al debido proceso establece que serán nulas “las pruebas
obtenidas mediante violación del debido proceso”. Así, la obtención de la
prueba por los medios establecidos en la Ley está íntimamente ligada con el
derecho de defensa.

Se debe recordar que en el Código de Procedimiento Civil de 1916, se


32

establecía la facultad del Juez, una vez terminados los informes, de dictar el
auto para mejor proveer (Art. 407), facultad esta reproducida en el Artículo
514 del Código de Procedimiento Civil vigente, con pequeñas variantes.

La novedad que trajo la reforma que entró en vigencia en 1987 es la


facultad del Juez de dictar los autos de mejor instrucción a que se refiere el
artículo 401 del Código; y se dice autos para mejor instrucción, para
diferenciarlos de los autos para mejor proveer, aunque tienen bastante
similitudes.

OS
El auto para mejor instrucción debe dictarse una vez que haya concluido

AD
RV
el lapso probatorio, vale decir, después de terminado el lapso de evacuación

E S E
S R Es de observar que el artículo 511 del
de pruebas. No establece la ley un término dentro del cual pudiese el Juez

H O
EC Civil establece que los informes de las partes se
dictar el auto para mejor instrucción.
Código de E
D R
Procedimiento
presentarán en el décimo quinto día siguiente al vencimiento del lapso
probatorio. Y, en todo caso, mientras no exista una interpretación obligatoria,
el Juez podrá dictar el auto para mejor instrucción antes del inicio del acto de
informes.

Según el Artículo 401 del Código de Procedimiento Civil las facultades


del Juez son hacer comparecer a cualquiera de los litigantes, para
interrogarlos libremente, sin juramento, sobre algún hecho que aparezca
dudoso u oscuro.

A este respecto refiere Rengel, (1991, p. 373) el interrogatorio de la


parte, según esta norma, tiene un propósito clarificador (ad – clarificandum),
es decir, que tiene como finalidad, no la confesión, sino el esclarecimiento de
algún hecho que aparezca dudoso u oscuro, según las actas del expediente.
Obsérvese que se trata de un interrogatorio sin juramento, ordenado en la
suposición de que según las pruebas aportadas en el íter procesal se
evidencie al parecer del Juez, la necesidad de esclarecer afirmaciones o
33

puntos de hecho que aparezcan dudosos u oscuros.

Este interrogatorio, aunque se realiza sin intervención de las partes,


como se ha dicho, por ser un acto del Juez o pruebas del Juez, debe contar
con la activa colaboración de las partes, en beneficio de su deber de
colaborar con la administración de justicia. Ello, porque no es el Juez
comisionado el facultado para elaborar las preguntas, sino para hacerlas,
puesto que no está en conocimiento de los hechos de la causa, siendo ésta
una facultad privativa del Juez de mérito.

OS
De igual manera Santana, (1983, p. 158) considera que ésta facultad se

AD
RV
encuentra en desuso completo, dada la concepción de los jueces

E S E
S Rsigue la norma la impronta de que el
venezolanos sobre si mismos (principio dispositivo), y es superior a la del

H O
Cpartes tiende al mayor esclarecimiento de los hechos,
E
proceso civil. De todas maneras,

DE
interrogatorio R
de las
mas que a la fijación de los hechos de la causa.

Exigir la presentación de algún instrumento, de cuya existencia haya


algún dato en el proceso y que se juzgue necesario.

Este numeral es casi idéntico al numeral 2º del artículo 514 del Código
de Procedimiento Civil (auto para mejor proveer). Pero el encabezamiento de
éste último establece que el Juez puede “acordar” y en cambio el numeral 2º
del artículo 401 utiliza la palabra “exigir”, es decir, una expresión más
determinante del poder jurisdiccional, pues se considera que la diferencia de
la expresión utilizada por el legislador en el auto de mejor instrucción, se
corresponde con el papel del Juez como director del proceso. Desde luego,
quedan excluidos de esta facultad los instrumentos en que se funde la
pretensión, por ser carga exclusiva de la parte.

La comparecencia de algún testigo, que habiendo sido promovido por


alguna de las partes, sin embargo, no rindió oportunamente su declaración, o
34

la de cualquier otro que sin haber sido promovido por las partes, aparezca
mencionado en alguna prueba o en cualquier acto procesal de las partes.

Este numeral 3º es una novedad en la reforma del Código de


Procedimiento Civil, pues la posibilidad de ordenar la comparecencia de
algún testigo mediante un auto especial, concluido el lapso de evacuación de
las pruebas, no estaba prevista en el Código de 1916.

Esta facultad de hacer comparecer testigos contempla dos vertientes: a)


el testigo promovido que no rindió oportunamente su declaración y que se

OS
puede denominar como “el testigo ausente”; b) el testigo que aparece

AD
RV
mencionado en alguna prueba o cualquier acto procesal de las partes y que

E S E
S R pues en ambos casos se menciona al
es conocido como “el testigo mencionado”. Los dos aspectos solo se pueden

C H O
E
diferenciar con objetivo pedagógico
testigo.
DE R
Según Cabrera, (1989, p. 232), si el interrogatorio de la parte tiene un
carácter esclarecedor y no es impugnable por la contraparte, pues se trata de
una prueba subsidiaria que solo funciona en relación con otras pruebas del
hecho dudoso u oscuro, no ocurre lo mismo con el testigo mencionado, pues
su recepción no se afinca necesariamente en otras pruebas que cursen ya en
los autos, sino que pueden venir a probar directamente los hechos afirmados
controvertidos, y no a aclarar nada, por lo que el mecanismo de impugnación
debe funcionar, siguiendo el procedimiento del artículo 607 del Código de
Procedimiento Civil, antes o después de su declaración.

Que se practique inspección judicial en algún lugar y se forme un croquis


sobre los puntos que se determinen, o bien se tenga a la vista un proceso
que exista en algún archivo público y se haga certificación de algunas actas,
siempre que en el pleito de que se trate haya alguna mención de tal proceso
y tengan relación el uno con el otro.
35

El artículo 472 del Código de Procedimiento Civil establece que el Juez,


cuando lo juzgue oportuno, acordará la inspección judicial de personas,
cosas, lugares o documentos, a objeto de verificar o esclarecer aquellos
hechos que interesen para la decisión de la causa o el contenido de
documentos. Ordena la norma que la inspección ocular prevista en el Código
Civil se promoverá y evacuará conforme a las disposiciones de este capitulo.

Esta advertencia del legislador es oportuna por cuanto el artículo 1428


del Código Civil se refiere al reconocimiento o inspección ocular, cuando la
moderna doctrina procesal se inclina por denominar esta prueba como de
inspección judicial.
ADOS
S ERV
R E
Que se practique alguna experticia sobre los puntos que determine el
S
Tribunal, o se amplíe o H
C O
E
aclare la que existiere en autos.

DE
Según
R
esta facultad que se corresponde con la iniciativa probatoria del
Juez para mejor instrucción de la causa, puede el Juez ordenar que se
practique alguna experticia sobre los puntos que determine el Tribunal, o se
amplíe o aclare la que existiere en autos. Ahora bien, según el artículo 455
del Código de Procedimiento Civil, cuando la experticia se haya acordado de
oficio, el Juez nombrará uno o tres expertos, tomando en cuenta para ello la
importancia de la causa y la complejidad de los puntos sobre los cuales
deben dictaminar los expertos.

Así el Juez, en ejercicio de su prudente arbitrio podrá nombrar uno o tres


expertos, según las complicaciones o requerimientos de los hechos a ser
dictaminados por los expertos.

La Oralidad

Como expresa Villasmil (2003, p. 32), la experiencia derivada de la


historia permite afirmar que el proceso oral es el mejor y más conforme con
la naturaleza y las exigencias de la vida moderna, porque sin comprometer
36

en lo más mínimo, antes bien, garantizando la bondad intrínseca de la


justicia, más económicamente, más simplemente y más prontamente.

La historia de reformas procésales notables realizadas desde las


postrimerías del siglo XIX, enseña la prevalencia progresiva del proceso oral
sobre el escrito. Y no puede ser de otra manera porque la oralidad hace
posible la aplicación efectiva de otros principios como los de inmediación,
concentración, celeridad y simplicidad.

Pero no es posible ni aplicable un procedimiento enteramente oral, que

OS
prescinda de todo registro o memoria de las actuaciones del juez y de las

AD
RV
partes, pues tal posibilidad atentaría contra el principio de seguridad jurídica.

E S E
SR
Por ello las leyes procésales exigen que ciertos actos fundamentales se

C H O
E
realicen por medio escrito o que todos los actos del proceso se conserven

DER de grabación o de trascripción.


mediante sistemas

La oralidad constituye uno de los principios fundamentales que ha


orientado la reforma procesal en Venezuela. Es así como ya está
implementada con la aplicación del Código Orgánico Procesal Penal y a su
vez está prevista como elemento preponderante del nuevo procedimiento
laboral, previsto en la Ley Orgánico Procesal de Trabajo.

Marín (2003, p. 51) señala que este principio de oralidad “surge de un


derecho positivo en el cual los actos procesales se realizan de viva voz,
normalmente en audiencias y reduciendo las piezas escritas a lo
estrictamente indispensable”. Es por esto que también señala que “por
oralidad no se entiende ni la simple discusión oral, ni mucho menos, la
exclusión de la escritura del proceso, como el nombre podría hacer creer a
los inexpertos”. Y es por esto que este autor plantea que todo proceso
moderno es mixto, y aclara “pero un proceso mixto se dirá oral o escrito
según el puesto que el mismo conceda a la oralidad y a la escritura, y, sobre
todo, según el modo en que en el mismo actúe la oralidad”.
37

Asimismo, Véscovi (2003, p. 51), refiere que no existe un régimen puro y


que todos son “mixtos con diferente combinación de elementos escritos y
orales”. En todos los procesos es conveniente la oralidad del juicio, ya que
así los jueces pueden obtener una impresión más viva del conflicto, sortear
obstáculos con mayor facilidad y percibir con rapidez las falsedades. Así se
eliminaría el papeleo y las dilaciones fatigosas de lecturas interminables que
atentan con la celeridad.

La oralidad se entiende como una institución procesal fundamental, en


virtud del cual el proceso judicial del trabajo es un instrumento que permita la

A D OS
efectiva realización de la justicia y el cumplimiento del fin social de la misma.
de V
El proyecto sigue la tendencia casi universal R
E S E sustituir el proceso escrito,

H O SR
“desesperadamente escrito” como lo denominara González (2003, p. 10), por
un procedimientoE
R C breve, inmediato, concentrado y público que permita
DE la aplicación de la justicia laboral en el área de los derechos
oral,
efectivamente
sociales.

El sistema establecido en el proyecto desarrolla el principio de la oralidad


a través de la audiencia, en donde participan directamente los tres sujetos
procésales, a saber: el demandante, el demandado y el juez o la jueza. Este
proceso por audiencia permite que la oralidad, elemento fundamental del
proceso, obligue a que casi todos los actos del mismo se materialicen en
forma oral. En este orden de ideas, el proceso por audiencia se desarrolla en
dos audiencias: a. La audiencia preliminar; b. La audiencia de juicio.

Es bueno que se tenga siempre presenta que un sistema procesal es


oral, cuando el material de la causa, a saber: las alegaciones, las pruebas y
las conclusiones, son objeto de la consideración judicial solamente si se
presentan de palabra. La oralidad como principio rector de los procesos de
tipo oral, no debe entenderse en su aceptación simplista de mera expresión
hablada de los actos procesales, pues en esta forma seríamos llevados a
38

equívocos insuperables que nos ocultarían las ventajas reales de un proceso


de tipo oral.

En realidad, la estructura oral de un proceso depende también de la


vigencia de otros dos principios fundamentales; ya los señala la Exposición
de Motivos: la concentración y la inmediación procésales, los cuales forman
un trinomio único.

Constitucionalidad del Juicio Oral Civil

Con la promulgación en la Gaceta Oficial de la República N° 36.860 del

A D OS
30-12-1999, y su reimpresión posterior en la Gaceta Oficial Extraordinaria N°

S E RVNacional de la República
5.453 del 24-03-2000, del texto de la Constitución

S R E la oralidad en los procesos como la


HOhan de regirse los trámites de los juicios que han
Bolivariana de Venezuela, se consagró

E C
DER
estructura única por la cual
de celebrarse en nuestro país, para así garantizar, como lo dice el artículo 26
del texto constitucional, “una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita,
sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”.

Esta oralidad, se encuentra consagrada en el artículo 257 de nuestra


Constitución, que establece que:

El proceso constituye un instrumento fundamental para la


realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y
adoptarán un procedimiento breve, ORAL y público. No se
sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales.
Se infiere del preinsertado dispositivo constitucional, cuatro elementos
muy importante,

1. abolición del régimen escrito como trámite procesal en la República


Bolivariana de Venezuela;
39

2. la oralidad en los procesos es el sistema que, como principio, adoptó


nuestra Constitución Nacional;

3. el legislador, tiene la obligación de adaptar las leyes procesales,


insertando en ellas “un procedimiento breve, oral y público”; y

4. los Jueces, en uso de las facultades que le otorgan los artículos 7 y 22


del Código de Procedimiento Civil, están en la obligación de adoptar la
oralidad aplicando el trámite más idóneo, como es el caso de los procesos de
amparo constitucional, en los cuales, la Sala Constitucional del Tribunal

OS
Supremo de Justicia, en sentencia del 02-02-2000, estableció de aplicación

AD
RV
inmediata las reglas de trámite oral, expresando como fundamento que:

E S E
HO SR
Por mandato del artículo 27 de la Constitución de la República

RE C
Bolivariana de Venezuela, el procedimiento de la acción de

DE
amparo constitucional será oral, público, breve, gratuito y no
sujeto a formalidades. Son las características de la oralidad y
ausencia de formalidades que rigen estos procedimientos las
que permiten que la autoridad judicial restablezca
inmediatamente, a la mayor brevedad, la situación jurídica
infringida o la situación que más se asemeje a ella.
La aplicación inmediata del artículo 27 de la vigente
Constitución, conmina a la Sala a adaptar el procedimiento de
amparo establecido en la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales a las prescripciones del
artículo 27 ejusdem

Es cierto que la fundamentación preinsertada, la profirió la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para los procesos de
amparo constitucional, pero no se puede negar que, estableciendo el artículo
257 de nuestro texto constitucional, en las leyes procesales debe adoptarse
la oralidad, su principio es de aplicación inmediata en aquellos supuestos,
como es el caso de los procesos de naturaleza civil, en los cuales el Código
de Procedimiento Civil, en su título Xl del Libro Cuarto, establece un
procedimiento para aplicar la oralidad en los procesos civiles.
40

Lamentablemente, el artículo 859 del mismo Código, limita la oralidad


sólo a los supuestos establecidos en el mencionado artículo, lo que contraría
y colide con el espíritu de nuestro texto constitucional que en su artículo 257
acoge la oralidad procesal y le impone al legislador procesal adaptarse a
dicho sistema, y no condicionar cuáles son los procesos que se han de regir
por el sistema oral, como lo hace el legislador en el artículo 859 del Código
de Procedimiento Civil, al establecer que:

Se tramitarán por el procedimiento oral las siguientes causas,


siempre que su interés calculado según el Título 1 del Libro

OS
Primero de este Código, no exceda de doscientos cincuenta mil
bolívares.
AD
E RV
1°) Las que versen sobre derechos de crédito u obligaciones
S
SR E
patrimoniales que no tengan un procedimiento especial

H O
contencioso previsto en la parte primera del Libro Cuarto de
C
R E
este Código.
Easuntos contenciosos del trabajo que no correspondan
2°)D
Los
a la conciliación ni al arbitraje, y las demandas por accidente de
trabajo.
3°) Las demandas de tránsito
4°) Las demás causas que por disposición de la ley o por
convenio de los particulares, deban tramitarse por el
procedimiento oral.
Como se puede observar, el legislador procesal civil, con su
artículo 859, que establece que sólo se aplica en aquellas
causas cuyo interés no exceda de doscientos cincuenta mil
bolívares, cuantía risible en esta época, le da preeminencia al
sistema escrito sobre el oral, contrariando el espíritu de nuestro
constituyente que acoge la oralidad como único sistema.
De tal suerte, que el artículo 859 del Código de Procedimiento Civil, al
limitar por la cuantía la oralidad en el proceso, colide groseramente con lo
dispuesto por el artículo 257 de nuestra Constitución Nacional que le impone
el adoptar la oralidad en todos los procesos, sin limitación alguna en las
materias a conocer, ni en la cuantía. Y al crear esta limitante también
violenta el artículo 21 constitucional, al establecer una discriminación de
41

acceso al sistema oral, sólo de aquellos sujetos cuyas acciones se


encuentren dentro de los supuestos del artículo 859, o de los supuestos del
proyectado decreto, que auspicia la Procuraduría General de la República,
cuya única variable es aumentar y fijar la cuantía por unidades tributarias.

Evidentemente, hace pecar de inconstitucional por causa sobrevenida


al mencionado artículo 859 del Código de Procedimiento Civil, por lo que, los
Jueces, en un uso de la facultad del control constitucional difuso, deberían
desaplicar dicho artículo e iniciar en Venezuela los procedimientos civiles
orales, bajo el trámite que prevé el título XI del Libro Cuarto del mencionado

ADOS
Código, y con las experiencias que se acumulen permitir una reforma para

S E RV
E
mejorar la tramitación de esos procesos.

O R Procesal
SOralidad
E C H La
R
DEde oralidad en los procesos, en especial en los países que no
Al hablar
se tiene cultura ni tradición sobre esta estructura procesal, nos ubicamos en
las películas norteamericanas que desarrollan, en sus tramas, juicios en los
que aparece un Juez, unos jurados y unos abogados con una expresión oral
muy fluida, que desarrollan un proceso muy breve, pero muy cargado de
emocionalidad. Esta experiencia vivida a través del cine, sirve: uno, para
satisfacción del cinéfilo; y dos, para demostrar que es la carga de emoción
humana lo que incide sobre la decisión de los jurados. Esa es la
representación cinematográfica de la oralidad procesal.
Sin embargo, en el mundo real no hay claridad acerca de lo que es y de
lo que significa la oralidad, ya que para algunos la oralidad es eso, pura
expresión oral; mientras que para la mayoría, la oralidad se da por la
preeminencia de la actividad oral, mas no por la inexistencia de actas y es lo
que le distingue del proceso escrito.
Y este último supuesto, es el que acoge el legislador procesal civil
venezolano, cuando establece en su artículo 860 del Código de
42

Procedimiento Civil que:


En el procedimiento oral, la forma escrita de los actos sólo será
admitida en los casos expresamente contemplados en
disposiciones del presente Título y cuando deban practicarse
pruebas antes del debate oral, que requieran el levantamiento
de un acta. Son aplicables supletoriamente en el procedimiento
oral las disposiciones del ordinario en todo aquello no previsto
expresamente en este Título, pero en estos casos, el Juez
procurará asegurar la oralidad, brevedad, concentración e
inmediación del procedimiento oral.
En todo caso, las disposiciones y formas del procedimiento oral
no pueden renunciarse ni relajarse por convenio de las partes
ni por disposición del Juez.

OS
Para una mejor compresión de este dispositivo legal, corresponde

AD
RV
comprender lo que es y el significado del principio de oralidad.

E S E
O R
SConceptualización
E C H
R
E Rengel-Romberg (1992, p. 178) distinguiendo la oralidad
Dsentido,
En tal
de la escritura, indica que “un sistema procesal es oral, cuando el material de
la causa, a saber: las alegaciones, las pruebas y las conclusiones, son objeto
de la consideración judicial solamente si se presenta de palabra; y es escrito
cuando la escritura es la forma ordinaria de las actuaciones”, y que la
escritura se da aun en los procedimientos orales, cuando existe el requisito
de que las alegaciones y pruebas orales se reduzcan a escrito, con el fin de
conservar un memorial del procedimiento.
La oralidad, dice el mismo autor. “como principio rector de los procesos
de tipo oral, no debe entenderse en su acepción simplista de mera expresión
hablada de los actos procesales, pues en esa forma seríamos llevados a
equívocos insuperables que nos ocultarían las ventajas reales de un proceso
de tipo oral”.
En realidad, la estructura oral de un proceso depende también de la
vigencia de otros principios fundamentales: la concentración y la inmediación
procesales, los cuales forman los tres términos de un trinomio único, o como
lo expresa Carnelutti: ‘la fórmula del concepto chiovendano de la oralidad”.
43

En este mismo sentido, Cuenca (1969, p. 248) señala que la


denominación de escrito u oral depende del predominio de una u otra forma,
y que por “discusión oral no debe entenderse una declaración académica que
convierta la audiencia en una escuela de oradores, sino un debate de índole
estrictamente jurídica en que los abogados ignorantes o incapaces serían
fácilmente eliminados del ejercicio profesional”.
La oralidad no excluye la escritura.
Por su parte, Alcalá (1994, p. 16) sostiene que cuando se habla de
oralidad en el proceso, es conveniente distinguir tres aspectos o

OS
manifestaciones, que son: el principio de la oralidad, el procedimiento oral y

AD
RV
la oratoria forense. El primero es uno de los principios que rigen la actividad

E S E
S R
procesal oral: el segundo, se identifica con el tipo de proceso, en el que
O
H
ECfísica del Juez, instancia única en cuanto al desarrollo
convergen otros principios, como el de la inmediación, concentración,
publicidad, E
D R
identidad
del procedimiento y el de la libre convicción en cuanto al desarrollo de las
pruebas: y la oratoria forense, que es la expresión oral, o la oralidad pura.
Esta es la manera de concebir a la oralidad en el proceso, y no como
alguna concepción extremista y trasnochada, cuando se explicaba la oralidad
penal, se sostenía que lo hablado debía de sustituir, absolutamente, a lo
escrito, por cuanto de lo contrario, se correría el riesgo de volver al sistema
que se abandona. Esta tendencia ha estado muy sostenida entre los
operadores de justicia penales, y se apoya quizás en lo sucedido en los
procesos italianos, sin embargo, autores como Borrego (1999, p. 111)
sostienen que “el planteamiento de la oralidad no puede dejar de lado que
algunos aspectos tendrán que hacerse constar por escrito, por lo cual,
siempre se exige que al final de cada acto se haga un resumen de los
argumentos más importantes que se han dado en las audiencias”, y se aspira
que la jurisprudencia penal apuntale que la oralidad no es la exclusión de lo
escrito.
Aplicar estos términos extremos, como bien lo dice Newman (1999, p.
44

46), es condenar al fracaso a la oralidad, en cuanto lleva consigo los mismos


excesos y formalismos que arrastraba y que arrastra la concepción en la que
se inspira el sistema escrito.

Cappelletti, citado por el premencionado autor, considera estos


planteamientos superados por el tiempo; al igual que José Rodríguez U.,
también citado por el autor ya mencionado, considera que cualquier tentativa
de conseguir un principio puro sería imposible de encontrar.

Este principio de la oralidad no es preeminente, sino, como lo han dicho

OS
algunos autores, es un instrumento que sirve para el desarrollo efectivo de

AD
RV
otros principios, como el de la inmediación, el de la concentración, el de la

E S E
O R que “el Juez procurará asegurar la
brevedad y el de la publicidad, y así lo admite nuestro legislador procesal
Sprescribe
E C H
civil, cuando en su artículo 860,

DE R
oralidad, brevedad, concentración e inmediación del procedimiento oral”.

Elementos

Para asegurar la eficacia del proceso oral, el legislador procesal civil,


señala tres elementos:

1. La estructura del o de los Tribunales que han de tramitar los


procedimientos orales;

2. que la audiencia o debate, en el que se practicarán las pruebas, se


tratará oralmente; y

3. que el Juez que presencie el debate o audiencia oral, será el mismo


que profiera el fallo.

La estructura de los Tribunales

En relación con este primer elemento, la estructura de los Tribunales,


prevé el artículo 861 del Código de Procedimiento Civil que:
45

Para asegurar la eficacia de la audiencia y la continuidad del


debate oral en los Tribunales a los cuales se le asigne el
conocimiento del procedimiento oral, la autoridad competente
designará uno o más relatores para la sustanciación de los
procesos escritos conforme a lo previsto en el artículo 125 de
este Código, o elegirá uno o más Jueces que integren el
Tribunal, conforme a las previsiones que establezca la Ley
Orgánica del Poder Judicial sobre la materia.
Se infiere de la preinsertada disposición legal que hay dos opciones para
estructurar los Tribunales civiles e implementar así el procedimiento oral.
Una opción, la posibilidad de que se designen uno o más relatores, que

OS
serían los encargados de la sustanciación, distinguiéndose así el Juez relator

AD
RV
o sustanciador, encargado de la instrucción de la causa y de la audiencia

E S E
S REsta opción, se asemeja un tanto a la
preliminar; y el Juez de debate o juicio, que sería el encargado del debate
oral y de proferir el fallo O
E H
Csistema procesal penal, que prevé el Juez de control y
definitivo.

DE
estructura de R
nuestro
el Juez de juicio, estando previsto el Juez de ejecución, que sería el
encargado, como la palabra lo dice, de ejecutar los fallos. Y se diferencia de
la prevista en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo que, para la primera
instancia, la organiza con dos Jueces: uno, que tiene las atribuciones de
sustanciador y ejecutor; y otro, que tiene la atribución de conocer como Juez
de juicio en la llamada fase de juzgamiento.

La otra opción se asemeja a la prevista en el artículo 175 de la Ley


Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente, y es la de que se elijan
uno o más Jueces para integrar el Tribunal, a quienes por distribución le
correspondería sustanciar, asistir a la audiencia preliminar, al debate oral y
proferir el fallo definitivo.

De las opciones planteadas, resulta la más viable, en nuestro concepto,


la de designar Jueces relatores o sustanciadores para que sustancien el
proceso y cumplan con la instrucción preliminar del mismo, prevista en el
Capítulo II y III del Título XI del Libro Cuarto del Código de Procedimiento
46

Civil; y designar Jueces de juicio para que cumplan con la tramitación


prevista en el Capítulo IV del mismo título libro, esto es, atender la audiencia
o debate de mérito.

Así el Juez relator, al sustanciar, sería el encargado de depurar, el o los


distintos procesos que lleguen a su conocimiento, resolviendo las distintas
incidencias que, con excepción de la audiencia preliminar, se reduce a
escritos. Puede al mismo tiempo conocer de varias demandas. En tanto que
el Juez de juicio quedaría sin la carga de conocer de varios procesos al
mismo tiempo, por corresponderle conocer un solo proceso depurado, en su

A D OS
fase de mérito, ya que se avocaría sólo a conocer del fondo del asunto y
proferir así más libremente su fallo, por cuantoRnoV
E S E tiene la carga que significa
estar presenciando un debate S oral,R
H O
Cen otro caso.
y al mismo tiempo estar pendiente de una

R E
DE
incidencia planteada

Un Tribunal integrado por varios Jueces, que al mismo tiempo sustancien


y conozcan del debate oral, daría como resultado a unos Jueces recargados
con el duro trabajo que es la sustanciación y la resolución de los incidentes
que en ella se presentan, y con poco estado de ánimo para conocer del
debate oral, que es lo que hoy se vive en los Tribunales de protección del
niño y del adolescente. Recuérdese que la implementación de este proceso,
como lo expresa La Roche (1997, p. 524), exige mayor dedicación y un
trabajo más asiduo del Juez.

Hay quien pudiera pensar que esta opción prevista por nuestro legislador
violentaría el principio de la instancia, por cuanto hay un Juez instructor y un
Juez de debate, más la Alzada; pensamiento que no resulta cierto, por
cuanto el Juez de debate no es alzada del Juez instructor. Son dos Jueces,
en una misma instancia, cumpliendo actividades distintas, no contrapuestas,
sobre un mismo proceso, con lo cual el principio de instancia no se encuentra
burlado. Además de que la instancia, se inicia con la demanda y concluye
47

con la sentencia definitiva, sin tomar en consideración, el número de Jueces


que conozcan del asunto.

El tratamiento oral del debate

En cuanto al segundo elemento, el tratamiento oral del debate, establece


el artículo 862 del Código de Procedimiento Civil que:

La causa se tratará oralmente en la audiencia o debate.


Las pruebas se practicarán por los interesados en el debate
oral, salvo que por su naturaleza deban practicarse fuera de la
audiencia. En este caso, la parte promovente de la prueba,

OS
tratará oralmente de ella en la audiencia, pero la contraparte
AD
RV
podrá hacer al Tribunal todas las observaciones que considere

S E
pertinentes sobre el resultado o mérito de la prueba.
E
O S R
H
Si la prueba practicada fuera de la audiencia fuere la experticia,

R E C observaciones
se oirá en la audiencia la exposición y conclusiones orales de
DE
los expertos y las que formulen las partes, sin lo
cual la prueba carecerá de eficacia y será desestimada por el
Juez.
En todo caso, el Juez puede hacer los interrogatorios que
considere necesarios a las partes, a los testigos y a los peritos
en la audiencia o debate oral
La carencia de esta exigencia o su omisión, el tratamiento oral del
debate, y la introducción o aceptación de los medios escritos para el
desarrollo del debate, desnaturalizaría la esencialidad misma del proceso
contenida en los principios de la oralidad: inmediación, brevedad,
concentración y publicidad. Por ello, la exigencia de lo hablado como medio
de expresión es fundamental para que el proceso no se convierta en un
proceso escrito.

El Juez del debate

Y en relación con el tercer elemento, que el Juez que presida el debate


sea el Juez que sentencie, establece el artículo 863 del Código de
Procedimiento Civil que:
48

Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, los actos y


pruebas cuya ejecución se disponga fuera de la audiencia, se
cumplirán bajo la dirección del mismo Juez que debe
pronunciar la sentencia, a menos que sea necesario comisionar
a la autoridad judicial de otra circunscripción territorial”.

Esta disposición es la afirmación del principio de la inmediación, en la


que se requiere que el mismo Juez que presencia el debate oral, sea quien
decida, so riesgo de infeccionarse de nulidad el fallo, si lo dicta un Juez
distinto, y la excepción a que alude el artículo 863 ejusdem, sólo se daría en
los casos de inspecciones judiciales que hubiere que adelantar y realizar en

OS
otras circunscripciones territoriales, pero sus resultados deben analizarse en

AD
RV
el debate oral.

E S E
HO SR
RE C
DE
49

CAPITULO II

ESTABLECER EL ALCANCE DE LAS FACULTADES DEL JUEZ CIVIL


COMO AUTORIDAD RECTORA DEL PROCESO, DURANTE EL
DESARROLLO DE LA INCIDENCIA DE TACHA DE TESTIGOS, EN LOS
NUEVOS JUICIOS ORALES CIVILES EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA.

ESTUDIAR EL JUICIO ORAL, DURANTE EL DESARROLLO DE LA


INCIDENCIA DE TACHA DE TESTIGOS, EN LA REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
ADOS
S E RV
El S R E
C H O procedimiento Oral

RE
DE de Procedimiento Civil que entró en vigencia el 16 de marzo de
El Código
1987, incorporó, en forma gradual y experimental, al proceso civil venezolano
el procedimiento oral como sustituto del procedimiento ordinario.

En este orden de ideas, explica la Exposición de Motivos del Proyecto de


dicho Código, que dada la dificultad de introducir el juicio oral “Como regla
ordinaria del procedimiento y abandonar sin más el sistema escrito, que
forma parte hoy de la mentalidad jurídica y técnica de los jueces y abogados
del país “, se optó por mantener la estructura general del procedimiento
ordinario vigente, con fundamentales reformas, e introducir el juicio oral como
un ensayo en determinadas materias y dentro de una limitada cuantía, a fin
de contribuir así a la formación progresiva de la mentalidad y experiencia que
requiere el juicio oral; de tal forma que su comprobado éxito pueda aconsejar
la extensión del mismo a otras materias concretas o a todas en general.

Así, para que el procedimiento o juicio oral pueda seguirse en los


Tribunales del país, es necesario, según el artículo 880 eiusdem, que
50

previamente el Ejecutivo Nacional, mediante Decreto, aprobado en Consejo


de Ministros, determine las Circunscripciones Judiciales y los Tribunales de
éstas en donde han de aplicarse las disposiciones de dicho Decreto y a fecha
de su vigencia.

Aparte de la dudosa constitucionalidad de esta norma, puesto que lo


relativo a la competencia, organización y funcionamiento de los Tribunales,
para garantizar su independencia, está a cargo del Poder Judicial, y lo
atinente a los procedimientos judiciales, es de reserva legal, el artículo 880,
ya citado, colide con el artículo 15, literales d) y f), de la Ley Orgánica del

A D OS
RV
Consejo de la Judicatura, de fecha 7 de octubre de 1988, que autoriza al
mencionado Consejo para especializar laEcompetencia
R E S de los tribunales

H O S establecer
C
ordinarios y especiales, y para y modificar su competencia por

E R E
D
razón de la cuantía.

Ley que por lo demás, en su artículo 81 deroga todas las normas que
resulten contrarias a sus disposiciones. Por lo que debería ser el referido
Consejo el competente, y no el Ejecutivo Nacional, para determinar la
aplicación del procedimiento oral y los Tribunales que han de seguirlo en los
juicios de que conozcan. Pero, hasta tanto la Corte Suprema de Justicia no
resuelva estas inconstitucionalidad y colisión entre las mencionadas leyes,
será el Ejecutivo Nacional quien adopte la determinación de incorporar el
proceso oral al proceso civil
venezolano.
Definición

Siguiendo a Rengel, el proceso oral es “un proceso concentrado, en el


cual las actividades importantes del mismo se realizan de viva voz, entre
presentes, en una audiencia o debate en el cual el Juez entra en estrecho
contacto con las partes y con los medios de prueba que han de formar su
convicción para decidir”.
51

En verdad, este proceso fue el modelo de los antiguos sistemas


procesales, como el romano que, para la decisión de las demandas escritas
(“libellus veritionis”), contemplaba previamente actos orales, en el cual
terminó imperando la escritura para todas las actuaciones porque para la
sentencia se exigía la formalidad escrita o su protocolización para su archivo
o registró. E igualmente, del proceso canónico- romano, que por ese registró
o protocolización, también se convirtió en un proceso enteramente escrito.

El proceso civil venezolano, por el contrario, se caracterizó siempre por

D O S
el dominio absoluto del principio de la escritura, tanto para los actos de las
A
RVimponía traducir a escrito
S E
partes como para los actos del Tribunal, y porque
Een el proceso, como lo eran ciertas
S R
HOe impedía el contacto directo del Juez con las
los pocos actos verbales que existían

E C
ElosRmedios de prueba.
demandas y los informes,
partes yD
con

Características

Ahora bien, de la definición que hemos citado, es posible concluir que la


“oralidad”, como sistema procesal, se caracteriza por la verbalidad, respecto
de los actos de las partes y del Juez; por la concentración y brevedad, que
integra las actividades del proceso en una o varias audiencias, sin
interrupción; y por la inmediación, que obliga al Juez a tener contacto directo
con las partes y a asistir al desarrollo de las pruebas.

Estas características orientan al proceso oral y por ello, constituyen sus


principios generales, los cuales se enuncian en el encabezamiento, in fine,
del artículo 860 del Código de Procedimiento Civil, que el juez debe asegurar
aunque tenga que aplicar supletoriamente las disposiciones del
procedimiento ordinario.
52

Principios

La oralidad surge como una tendencia hacia la modernización del


proceso, a través de las simplificaciones procesales, que se resume en el
dominio de la palabra como medio de expresión; pero no excluye la escritura
para algunos actos preparatorios y como medio de registro o archivo de
ciertas actuaciones. Mediante la oralidad, desde otro punto de vista, se
persigue una búsqueda más objetiva de la verdad real y por ende, de la
justicia, eliminando el excesivo formalismo, la fara de inmediatez del juez, la
desconcentración del procedimiento y la apelabilidad de las sentencias
interlocutorias.
ADOS
S E RV
R E
queS
En resumen, la verbalidad, la concentración y la inmediación se traducen

H O
C sin sacrificar la lealtad y la garantía de la igualdad y
E
en la simplicidad procesal pretende la modernización del proceso civil a

DE R
través del proceso oral,
de la defensa, para alcanzar el valor justicia.

Por otra parte, las disposiciones y formas procedimentales previstas para


que en el proceso oral puedan aplicarse los anteriores principios, no pueden
ser modificadas ni renunciadas por convenio de las partes, ni por decisión del
juez, como lo advierte el último aparte del artículo 860, ya citado.

En consecuencia, las normas del proceso oral son de indiscutible orden


público, y por ende, constituyen formalidades esenciales del procedimiento,
cuya inobservancia determina la nulidad del juicio, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 206, 211 y 212, todos del Código Comentado. No
obstante, la oralidad sólo se prevé para la primera instancia del
procedimiento oral se observarán las reglas previstas para el procedimiento
ordinario, es decir, su trámite a que se contraen los artículos 516 a 521 del
citado Código.
53

Causas sujetas al procedimiento oral

La aplicación de este procedimiento está sujeta a tres límites. Uno,


cuantitativo, que depende del valor o estimación de la demanda. Un
segundo, de la naturaleza de la materia. Y un tercero, que depende de la no
existencia de procedimientos especiales. En efecto, según el artículo 859 del
Código de Procedimiento Civil, sólo pueden tramitarse por el procedimiento
oral las causas cuyo valor o interés, calculado o estimado según las reglas
establecidas de los artículos 31 a 39 eiusdem, no exceda de doscientos
cincuenta mil bolívares.

D O S
A
RVpueden seguirse a través
S E
Y además, dentro de esa cuantía, únicamente
Erelativas a derechos de crédito u
S R
HOlos asuntos contenciosos laborales y derivados
de dicho procedimiento las causas

E C
DER
obligaciones patrimoniales;
de accidentes del trabajo; las demandas de tránsito; y las que por disposición
legal, o por convenios de los particulares, deban tramitarse por este
procedimiento. Y respecto de las causas patrimoniales u obligacionales,
únicamente cuando no tengan un procedimiento especial contencioso
contemplado en el Libro Cuarto del citado Código.

Así como respecto de los asuntos laborales, cuando no correspondan a


la conciliación o al arbitraje. Mientras que las demandas de tránsito no se
excluyen aunque tienen establecido un procedimiento especial. De la
enumeración de las causas contempladas en el artículo 859 eiusdern, puede
observarse que se excluyó la materia referente a los derechos reales, por lo
que, por ejemplo, las acciones de reivindicación de muebles o inmuebles, o
las acciones relativas al reconocimiento o desconocimiento de servidumbres,
que no tienen pautado procedimientos especiales, no pueden ser tramitadas
por el procedimiento oral, hasta tanto el Ejecutivo Nacional, en ejercicio de la
facultad que le confiere el artículo 880, último aparte eiusdem, no extienda la
aplicación de dicho procedimiento a la materia de los derechos reales.
54

Aparte de las causas anteriores, es posible que en el futuro algunas


leyes dispongan que las demandas referentes a sus materias se tramiten por
el procedimiento oral, conforme se contempla en el ordinal 4º del artículo 859
en comentario.

E igualmente, el Ejecutivo Nacional, como ya se explicó, de acuerdo a la


autorización que le confiere el artículo 880 eiusdem, puede extender dicho
procedimiento a otras materias que considere convenientes. Por último, los
particulares pueden pactar que los conflictos o controversias que se originen

D O S
de sus relaciones contractuales, se resuelvan a través del procedimiento oral,
A
RVa las que deban seguirse
S E
aunque no sean de las materias que correspondan
mediante dicho procedimiento, talRyE
citado artículo 859. CH
O S como se permite en el ordinal 5° del

E R E
D
Sin embargo, para ello es necesario que previamente el Ejecutivo
Nacional determine las Circunscripciones Judiciales y sus Tribunales en
donde se aplicará el procedimiento oral, En otras palabras, que en atención a
esta posibilidad, entonces las causas que se seguirán por este procedimiento
pueden dividirse en causas expresamente previstas en el CPC y causas
convencionales.

Constitucionalidad del Juicio Oral Civil

Con la promulgación en la Gaceta Oficial de la República N° 36.860 del


30-12-1999, y su reimpresión posterior en la Gaceta Oficial Extraordinaria N°
5.453 del 24-03-2000, del texto de la Constitución Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela, se consagró la oralidad en los procesos como la
estructura única por la cual han de regirse los trámites de los juicios que han
de celebrarse en nuestro país, para así garantizar, como lo dice el artículo 26
del texto constitucional, “una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita,
55

sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”.

Esta oralidad, se encuentra consagrada en el artículo 257 de nuestra


Constitución, que establece que:

El proceso constituye un instrumento fundamental para la


realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y
adoptarán un procedimiento breve, ORAL y público. No se
sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales.

OS
Se infiere del preinsertado dispositivo constitucional, cuatro elementos

AD
RV
muy importante,

E S E
SR
1. se abole el régimen escrito como trámite procesal en la República

H O
EC
Bolivariana de Venezuela;
2. que Ela R
D oralidad en los procesos es el sistema que, como principio,
adoptó nuestra Constitución Nacional;
3. que el legislador, tiene la obligación de adaptar las leyes procesales,
insertando en ellas “un procedimiento breve, oral y público”; y
4. que los Jueces, en uso de las facultades que le otorgan los artículos 7
y 22 del Código de Procedimiento Civil, están en la obligación de adoptar la
oralidad aplicando el trámite más idóneo, como es el caso de los procesos de
amparo constitucional, en los cuales, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en sentencia del 02-02-2000, estableció de aplicación
inmediata las reglas de trámite oral, expresando como fundamento que:

Por mandato del artículo 27 de la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, el procedimiento de la acción de
amparo constitucional será oral, público, breve, gratuito y no
sujeto a formalidades. Son las características de la oralidad y
ausencia de formalidades que rigen estos procedimientos las
que permiten que la autoridad judicial restablezca
inmediatamente, a la mayor brevedad, la situación jurídica
infringida o la situación que más se asemeje a ella.
La aplicación inmediata del artículo 27 de la vigente
56

Constitución, conmina a la Sala a adaptar el procedimiento de


amparo establecido en la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales a las prescripciones del
artículo 27 ejusdem

Es cierto que la fundamentación preinsertada, la profirió la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para los procesos de
amparo constitucional, pero no se puede negar que, estableciendo el artículo
257 de nuestro texto constitucional, que en las leyes procesales debe
adoptarse la oralidad, su principio es de aplicación inmediata en aquellos
supuestos, como es el caso de los procesos de naturaleza civil, en los

AD OS
cuales el Código de Procedimiento Civil, en su título Xl del Libro Cuarto,

S E RVen los procesos civiles.


establece un procedimiento para aplicar la oralidad

S R E
Lamentablemente,H elO
E C
ER establecidos en el mencionado artículo, lo que contraría
artículo 859 del mismo Código, limita la oralidad

Dsupuestos
sólo a los
y colide con el espíritu de nuestro texto constitucional que en su artículo 257
acoge la oralidad procesal y le impone al legislador procesal adaptarse a
dicho sistema, y no condicionar cuáles son los procesos que se han de regir
por el sistema oral, como lo hace el legislador procesal en el artículo 859 del
Código de Procedimiento Civil, al establecer que:

Se tramitarán por el procedimiento oral las siguientes causas,


siempre que su interés calculado según el Título 1 del Libro
Primero de este Código, no exceda de doscientos cincuenta mil
bolívares.
1°) Las que versen sobre derechos de crédito u obligaciones
patrimoniales que no tengan un procedimiento especial
contencioso previsto en la parte primera del Libro Cuarto de
este Código.

2°) Los asuntos contenciosos del trabajo que no correspondan


a la conciliación ni al arbitraje, y las demandas por accidente de
trabajo.

3°) Las demandas de tránsito


57

4°) Las demás causas que por disposición de la ley o por


convenio de los particulares, deban tramitarse por el
procedimiento oral “.
Como se puede observar, el legislador procesal civil, con su
artículo 859, que establece que sólo se aplica en aquellas
causas cuyo interés no exceda de doscientos cincuenta mil
bolívares, cuantía risible en esta época, le da preeminencia al
sistema escrito sobre el oral, contrariando el espíritu de nuestro
constituyente que acoge la oralidad como único sistema.

De tal suerte, que el artículo 859 del Código de Procedimiento Civil, al


limitar por la cuantía la oralidad en el proceso, colide groseramente con lo
dispuesto por el artículo 257 de nuestra Constitución Nacional que le impone

A D OS
V esta limitante también
el adoptar la oralidad en todos los procesos, sin limitación alguna en las
materias a conocer, ni en la cuantía. Y E al R
R S
Eal establecer una discriminación de
crear

H O S
C
violenta el artículo 21 constitucional,

E E
R oral, sólo de aquellos sujetos cuyas acciones se
D
acceso al sistema
encuentren dentro de los supuestos del artículo 859, o de los supuestos del
proyectado decreto, que auspicia la Procuraduría General de la República,
cuya única variable es aumentar y fijar la cuantía por unidades tributarias.
Esto evidentemente, hace pecar de inconstitucional por causa
sobrevenida al mencionado artículo 859 del Código de Procedimiento Civil,
por lo que, los Jueces, en un uso de la facultad del control constitucional
difuso deberían desaplicar dicho artículo, e iniciar en Venezuela los
procedimientos civiles orales, bajo el trámite que prevé el título XI del Libro
Cuarto del mencionado Código, y con las experiencias que se acumulen
permitir una reforma para mejorar de la tramitación de esos procesos.

La Oralidad Procesal

Al hablar de oralidad en los procesos, en especial en los países que no


se tiene cultura ni tradición sobre esta estructura procesal, nos ubicamos en
las películas norteamericanas que desarrollan, en sus tramas, juicios en los
que aparece un Juez, unos jurados y unos abogados con una expresión oral
58

muy fluida, que desarrollan un proceso muy breve, pero muy cargado de
emocionalidad. Esta experiencia vivida a través del cine, sirve: uno, para
satisfacción del cinéfilo; y dos, para demostrar que es la carga de emoción
humana lo que incide sobre la decisión de los jurados. Esa es la
representación cinematográfica de la oralidad procesal.
Sin embargo, en el mundo real no hay claridad acerca de lo que es y de
lo que significa la oralidad, ya que para algunos la oralidad es eso, pura
expresión oral; mientras que para la mayoría, la oralidad se da por la
preeminencia de la actividad oral, mas no por la inexistencia de actas y es lo

OS
que le distingue del proceso escrito.

AD
RV
Y este último supuesto, es el que acoge el legislador procesal civil

E S E
Procedimiento Civil que:HOS
R
venezolano, cuando establece en su artículo 860 del Código de

En el E R EC oral, la forma escrita de los actos sólo será


D procedimiento
admitida en los casos expresamente contemplados en
disposiciones del presente Título y cuando deban practicarse
pruebas antes del debate oral, que requieran el levantamiento
de un acta. Son aplicables supletoriamente en el procedimiento
oral las disposiciones del ordinario en todo aquello no previsto
expresamente en este Título, pero en estos casos, el Juez
procurará asegurar la oralidad, brevedad, concentración e
inmediación del procedimiento oral.
En todo caso, las disposiciones y formas del procedimiento oral
no pueden renunciarse ni relajarse por convenio de las partes
ni por disposición del Juez.

Para una mejor compresión de este dispositivo legal, corresponde

comprender lo que es y el significado del principio de oralidad.

Conceptualización

En tal sentido, Rengel (1992, p. 178) distinguiendo la oralidad de la


escritura, indica que “un sistema procesal es oral, cuando el material de la
causa, a saber: las alegaciones, las pruebas y las conclusiones, son objeto
de la consideración judicial solamente si se presenta de palabra; y es escrito
59

cuando la escritura es la forma ordinaria de las actuaciones”, y que la


escritura se da aun en los procedimientos orales, cuando existe el requisito
de que las alegaciones y pruebas orales se reduzcan a escrito, con el fin de
conservar un memorial del procedimiento.

La oralidad, dice el mismo autor. “como principio rector de los procesos


de tipo oral, no debe entenderse en su acepción simplista de mera expresión
hablada de los actos procesales, pues en esa forma seríamos llevados a
equívocos insuperables que no ocultarían las ventajas reales de un proceso
de tipo oral”.

D O S
A
RV depende también de la
S E
En realidad, la estructura oral de un proceso
E la concentración y la inmediación
S R
HO los tres términos de un trinomio único, o como
vigencia de otros principios fundamentales:

R E C
DE
procesales, los cuales forman
lo expresa Carnelutti: ‘la fórmula del concepto’ chiovendano de la oralidad”.

En este mismo sentido, Cuenca (1969, p. 248) señala que la


denominación de escrito u oral depende del predominio de una u otra forma,
y que por “discusión oral no debe entenderse una declaración académica que
convierta la audiencia en una escuela de oradores, sino un debate de índole
estrictamente jurídica en que los abogados ignorantes o incapaces serían
fácilmente eliminados del ejercicio profesional”. La oralidad no excluye la
escritura.

Por su parte, Alcalá-Zamorat (1994, p. 16) sostiene que cuando se habla


de oralidad en el proceso, es conveniente distinguir tres aspectos o
manifestaciones, que son: el principio de la oralidad, el procedimiento oral y
la oratoria forense. El primero, es uno de los principios que rigen la actividad
procesal oral: el segundo, se identifica con el tipo de proceso, en el que
convergen otros principios, como el de la inmediación, concentración,
publicidad, identidad física del Juez, instancia única en cuanto al desarrollo
60

del procedimiento y el de la libre convicción en cuanto al desarrollo de las


pruebas: y la oratoria forense, que es la expresión oral, o la oralidad pura.

Esta es la manera de concebir a la oralidad en el proceso, y no como


alguna concepción extremista y trasnochada, cuando explicaba la oralidad
penal, sostenía que lo hablado debía de sustituir, absolutamente, a lo escrito,
por cuanto de lo contrario, se correría el riesgo de volver al sistema que se
abandona. Esta tendencia ha estado muy sostenida entre los operadores de
justicia penales, y se apoya quizás en lo sucedido en los procesos italianos,
sin embargo, observo que autores como Borrego (1999, p. 111) sostienen

AD OS
RV por lo cual, siempre se
que “el planteamiento de la oralidad no puede dejar de lado que algunos
aspectos tendrán que hacerse constar porE
E S escrito,
S seR
C H O
exige que al final de cada acto haga un resumen de los argumentos más

E E
R se han dado en las audiencias”, y aspiro que la
D
importantes que
jurisprudencia penal apuntale que la oralidad no es la exclusión de lo escrito.
Aplicar estos términos extremos, como bien lo dice Newman (1999, p.
46), es condenar al fracaso a la oralidad, en cuanto lleva consigo los mismos
excesos y formalismos que arrastraba y que arrastra la concepción en la que
se inspira el sistema escrito.

Cappelletti, citado por el premencionado autor, considera estos


planteamientos superados por el tiempo; al igual que José Rodríguez U.,
también citado por el autor ya mencionado, considera que cualquier tentativa
de conseguir un principio puro sería imposible de encontrar.

Este principio de la oralidad no es preeminente, sino, como lo han dicho


algunos autores, es un instrumento que sirve para el desarrollo efectivo de
otros principios, como el de la inmediación, el de la concentración, el de la
brevedad y el de la publicidad, y así lo admite nuestro legislador procesal
civil, cuando en su artículo 860, prescribe que “el Juez procurará asegurar la
oralidad, brevedad, Concentración e inmediación del procedimiento oral”.
61

Elementos

Para asegurar la eficacia del proceso oral, el legislador procesal civil,


señala tres elementos:

1. La estructura del o de los Tribunales que han de tramitar los


procedimientos orales;
2. que la audiencia o debate, en el que se practicarán las pruebas, se
tratará oralmente; y

ADOS
RV
3. que el Juez que presencie el debate o audiencia oral, será el mismo
que profiera el fallo.
E S E
O S R
E H
C La estructura de los Tribunales
DE R
Con relación a este primer elemento, la estructura de los Tribunales,
prevé el artículo 861 del Código de Procedimiento Civil que:

Para asegurar la eficacia de la audiencia la continuidad del


debate oral en los Tribunales a los cuales se le asigne el
conocimiento del procedimiento oral, la autoridad competente
designará uno o más relatores para la sustanciación de los
procesos escritos conforme a lo previsto en el artículo 125 de
este Código, o elegirá uno o más Jueces que integren el
Tribunal, conforme a las previsiones que establezca la Ley
Orgánica del Poder Judicial sobre la materia.

Se infiere, de la preinsertada disposición legal, que hay dos opciones


para estructurar los Tribunales civiles e implementar así el procedimiento
oral.
Una opción, es la posibilidad de que se designen uno o más relatores, que
serían los encargados de la sustanciación, distinguiéndose así el Juez relator
o sustanciador, encargado de la instrucción de la causa y de la audiencia
preliminar; y el Juez de debate o juicio, que sería el encargado del debate
oral y de proferir el fallo definitivo.
62

Esta opción, se asemeja un tanto a la estructura de nuestro sistema


procesal penal, que prevé el Juez de control y el Juez de juicio, estando
previsto el Juez de ejecución, que sería el encargado, como la palabra lo
dice, de ejecutar los fallos. Y se diferencia de la prevista en la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo que, para la primera instancia, la organiza con dos
Jueces: uno, que tiene las atribuciones de sustanciador y ejecutor; y otro,
que tiene la atribución de conocer como Juez de juicio en la llamada fase de
juzgamiento.

D O S
La otra opción, se asemeja a la prevista en el artículo 175 de la Ley
A
RV y es la de que se elijan
S E
Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente,
uno o más Jueces para integrar R el E
O S Tribunal, a quienes por distribución le
H asistir a la audiencia preliminar, al debate oral y
E C
ERdefinitivo.
correspondería sustanciar,
proferir D
el fallo

De las opciones planteadas, resulta la más viable, en mi concepto, la de


designar Jueces relatores o sustanciadores. para que sustancien el proceso
y cumplan con la instrucción preliminar del mismo, prevista en el Capítulo II y
III del Título XI del Libro Cuarto del Código de Procedimiento Civil; y designar
Jueces de juicio para que cumplan con la tramitación prevista en el Capítulo
IV del mismo título libro, esto es, atender la audiencia o debate de mérito.

Así el Juez relator, al sustanciar, sería el encargado de depurar, el o los


distintos procesos que lleguen a su conocimiento, resolviendo las distintas
incidencias que, con excepción de la audiencia preliminar, se reduce a
escritos. Puede al mismo tiempo conocer de varias demandas. En tanto que
el Juez de juicio, quedaría sin la carga de conocer de varios procesos al
mismo tiempo, por corresponderle conocer un solo proceso depurado, en su
fase de mérito, ya que se avocaría sólo a conocer del fondo del asunto y
proferir así más libremente su fallo, por cuanto no tiene la carga que significa
63

estar presenciando un debate oral, y al mismo tiempo estar pendiente de una


incidencia planteada en otro caso.

Un Tribunal integrado por varios Jueces, que al mismo tiempo sustancien


y conozcan del debate oral, daría como resultado a unos Jueces recargados
con el duro trabajo que es la sustanciación y la resolución de los incidentes
que en ella se presentan, y con poco estado de ánimo para conocer del
debate oral, que es lo que hoy se vive en los Tribunales de protección del
niño y del adolescente. Recuérdese que la implementación de este proceso,
como lo expresa La Roche (1997, p. 524), exige mayor dedicación y un

ADOS
RV
trabajo más asiduo del Juez.

E S E
O S R
Hay quien pudiera pensar que esta opción prevista por nuestro legislador

E H
Cde la instancia, por cuanto hay un Juez instructor y un
R
E más la Alzada; pensamiento que no resulta cierto, por
violentaría el principio
Juez deD debate,
cuanto el Juez de debate no es alzada del Juez instructor. Son dos Jueces,
en una misma instancia, cumpliendo actividades distintas, no contrapuestas,
sobre un mismo proceso, con lo cual el principio de instancia no se encuentra
burlado. Además de que la instancia, se inicia con la demanda y concluye
con la sentencia definitiva, sin tomar en consideración, el número de Jueces
que conozcan del asunto.

El tratamiento oral del debate

En cuanto al segundo elemento, el tratamiento oral del debate, establece


el artículo 862 del Código de Procedimiento Civil que:

La causa se tratará oralmente en la audiencia o debate.


Las pruebas se practicarán por los interesados en el debate
oral, salvo que por su naturaleza deban practicarse fuera de la
audiencia. En este caso, la parte promovente de la prueba,
tratará oralmente de ella en la audiencia, pero la contraparte
podrá hacer al Tribunal todas las observaciones que considere
64

pertinentes sobre el resultado o mérito de la prueba.

Si la prueba practicada fuera de la audiencia fuere la experticia,


se oirá en la audiencia la exposición y conclusiones orales de
los expertos y las observaciones que formulen las partes, sin lo
cual la prueba carecerá de eficacia y será desestimada por el
Juez.
En todo caso, el Juez puede hacer los interrogatorios que
considere necesarios a las partes, a los testigos y a los peritos
en la audiencia o debate oral

La carencia de esta exigencia o su omisión, el tratamiento oral del


debate, y la introducción o aceptación de los medios escritos para el

D O S
desarrollo del debate, desnaturalizaría la esencialidad misma del proceso
A
RVinmediación, brevedad,
S
contenida en los principios de la oralidad:
E
Eexigencia de lo hablado como medio
S R
HO para que el proceso no se convierta en un
concentración y publicidad. Por ello la

E C
ER
de expresión, es fundamental
procesoDescrito.
66

DEFINIR EL ALCANCE DE LAS FACULTADES DEL JUEZ CIVIL,


DURANTE EL DESARROLLO DE LA INCIDENCIA DE TACHA DE
TESTIGOS, EN LOS NUEVOS JUICIOS ORALES CIVILES EN LA
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Esta definición contiene el paradigma justificativo de estas medidas


centrándolo en que la "recta administración de justicia" debe aspirar al
"esclarecimiento de la verdad jurídica objetiva".

El Código de Procedimiento Civil venezolano, pese a ser de base

A DOS
dispositiva, presenta en lo relativo a la prueba, importantes manifestaciones

S E RV están referidas a los


del principio inquisitivo, que en lo que nos interesa,

S R E de oficio.
HO
deberes de los jueces de actuar y corregir

E C
R Carrone (1970, p. 514) considera que no se pasa por alto
PorDloEtanto
que es un problema cuya solución divide las opiniones, el hecho de que si
debe el Juez o no ordenar de oficio que se rindan las pruebas cuando, según
su criterio, no se han presentado las necesarias para producir la
demostración de los hechos alegados.

Según algunos autores, los juicios civiles ventilan cuestiones de simple


interés privado, reservadas a la iniciativa de las partes. La autoridad del Juez
no debe suplir la actuación de las partes y si éstas no han podido o no han
querido actuar en la prueba, el Juez debe pronunciarse con el solo mérito de
los antecedentes que tenga en su mano. Sería debilitar su imparcialidad.
Necesariamente, estas actuaciones que él ordene resultarán favorables a
uno de los litigantes, convenciéndose el contrario que el Juez ordenó la
prueba para favorecer deliberadamente la posición del adversario.

En los juicios civiles, argumentan otros, no es exclusivo el interés


privado: al lado de éste se encuentra el interés social de disminuir los litigios.
67

Cada pleito supone un estado anormal de la vida del derecho y hay que
procurar que las resoluciones de estas anomalías vuelvan a su cauce normal
que es la verdad. De aquí deducen, que el Juez frente a una falta de pruebas
que puede causar el estancamiento del pleito o una sentencia no dictada en
equidad, debe tener medios para llegar a la investigación necesaria que le
permita resolver el pleito sin dilaciones y dentro del estricto límite de la
verdad.

Es hasta cierto punto ilógico que el Juez carezca del poder


indispensable para guiar hacia la verdad cualquier hecho en el que él haya

A D OS
RV si la primera no se ha
percibido la necesidad de una prueba más adecuada. La sentencia debe ser
siempre la expresión de la verdad y de laEjusticia;
R E S
HO S
C
esclarecido en el juicio, fatalmente la sentencia será injusta.
E
DERel Juez dispone hacer uso de aquellas deberes, buscando
Cuando
algún medio de información para completar su conocimiento sobre los
hechos de la causa, lo ideal es que éste desconozca incluso a la parte a
quién va a beneficiar a través de su actividad.

Ahora bien, si los hechos aducidos por las partes no logran la


convicción del juez, éste puede de oficio ordenar algún medio probatorio.
Para ello, sin embargo, es menester que haya en los autos algún
antecedente, alguna presunción de verdad en favor del hecho que debe ser
establecido, alguna prueba, aunque insuficiente que sirva en el sentido
indicado.

En consecuencia, se puede decir que una de las más grandes


excepciones a la pasividad del Juez se encuentra consagrada en la
institución de las medidas para mejor proveer o iniciativa probatoria del juez.

Esta iniciativa probatoria constituye una intervención de oficio del


órgano jurisdiccional, prevista por la ley para los casos en que la prueba
68

rendida por la iniciativa de los litigantes sea, en concepto del Juez,


insuficiente o deficiente, en su conjunto, o en relación con un medio de
prueba determinado.

En virtud de ello, cabe preguntarse: ¿no le señala la norma –al Juez-


con enfática y precisa traducción semántica que debe “ordenar las diligencias
necesarias para esclarecer la verdad” y acaso el exacto verbo esclarecer” no
significa “poner en claro, iluminar, dilucidar una cosa (los hechos).

Por ello, el juez debe disponer las diligencias razonables y necesarias

D O S
para poner en claro “la verdad” de los hechos controvertidos, respetando,

RV A
S E
obviamente, el derecho de defensa de las partes.
E
S R
E C HO se respeta en el control de las partes sobre el
Ese derecho de defensa

DER de esa oficiosa averiguación, y así: a) está proscripto


trámite concreto
cualquier ingreso sorpresivo de evidencias que quebrante la igualdad de
tratamiento o menoscabe la congruencia; b) las partes podrán controvertir la
pertinencia o relevancia de la prueba; c) podrán participar de ella, d) podrán
producir contraprueba; e) podrán discutir acerca de la eficacia de la prueba
de oficio antes de la decisión; f) podrán ejercer, en su caso, la impugnación
de la sentencia. Como se observa, queda perfectamente resguardado el
derecho de defensa.

Potestades del juez dentro del proceso civil

Este interrogatorio, aunque se realiza sin intervención de las partes,


como se ha dicho, por ser un acto del Juez, o pruebas del Juez, debe contar
con la activa colaboración de las partes, en beneficio de su deber de
colaborar con la administración de justicia. Ello, porque no es el Juez
69

comisionado el facultado para elaborar las preguntas, sino para hacerlas,


puesto que no está en conocimiento de los hechos de la causa, siendo ésta
una facultad privativa del Juez del mérito.

De igual manera Santana, (1983, p. 158) considera que ésta facultad


se encuentra en desuso completo, dada la concepción de los jueces
venezolanos sobre si mismos (principio dispositivo), y es superior a la del
proceso civil. De todas maneras, sigue la norma la impronta de que el
interrogatorio de las partes tiende al mayor esclarecimiento de los hechos,
más que a la fijación de los hechos de la causa.

ADOS
RV
2. Exigir la presentación de algún instrumento, de cuya existencia haya algún

E S E
SR
dato en el proceso y que se juzgue necesario.

C H O
R E
DE Civil (auto para mejor proveer). Pero el encabezamiento de
Este numeral es casi idéntico al numeral 2º del artículo 514 del Código
de Procedimiento
éste último establece que el Juez puede “acordar” y en cambio el numeral 2º
del artículo 401 utiliza la palabra “exigir”, es decir, una expresión más
determinante del poder jurisdiccional, pues se considera que la diferencia de
la expresión utilizada por el legislador en el auto de mejor instrucción, se
corresponde con el papel del Juez como director del proceso. Desde luego,
quedan excluidos de esta facultad los instrumentos en que se funde la
pretensión, por ser carga exclusiva de la parte.

3. La comparecencia de algún testigo, que habiendo sido promovido por


alguna de las partes, sin embargo, no rindió oportunamente su declaración, o
la de cualquier otro que sin haber sido promovido por las partes, aparezca
mencionado en alguna prueba o en cualquier acto procesal de las partes.

Este numeral 3º es una novedad en la reforma del Código de


Procedimiento Civil, pues la posibilidad de ordenar la comparecencia de
algún testigo mediante un auto especial, concluido el lapso de evacuación de
70

las pruebas, no estaba prevista en el Código de 1916. Esta facultad de hacer


comparecer testigos, contempla dos vertientes: a) el testigo promovido que
no rindió oportunamente su declaración y que se puede denominar como “el
testigo ausente”; b) el testigo que aparece mencionado en alguna prueba o
cualquier acto procesal de las partes y que es conocido como “el testigo
mencionado”. Los dos aspectos solo se pueden diferenciar con objeto
pedagógico pues en ambos casos se menciona al testigo.

Según Cabrera, (1989, p. 232), si el interrogatorio de la parte tiene un


carácter esclarecedor y no es impugnable por la contraparte, pues se trata de

A D OS
una prueba subsidiaria que solo funciona en relación a otras pruebas del

S E RelVtestigo mencionado, pues


E en otras pruebas que cursen ya en
hecho dudoso u oscuro, no ocurre lo mismo con

S R
HOvenir a probar directamente los hechos afirmados
su recepción no se afinca necesariamente

E C
DERy no a aclarar nada, por lo que el mecanismo de impugnación
los autos, sino que pueden
controvertidos,
debe funcionar, siguiendo el procedimiento del artículo 607 del Código de
Procedimiento Civil, antes o después de su declaración.

4. Que se practique inspección judicial en algún lugar, y se forme un croquis


sobre los puntos que se determinen, o bien se tenga a la vista un proceso
que exista en algún archivo público y se haga certificación de algunas actas,
siempre que en el pleito de que se trate haya alguna mención de tal proceso
y tengan relación el uno con el otro.

El artículo 472 del Código de Procedimiento Civil establece que el


Juez, cuando lo juzgue oportuno, acordará la inspección judicial de personas,
cosas, lugares o documentos, a objeto de verificar o esclarecer aquellos
hechos que interesen para la decisión de la causa o el contenido de
documentos. Ordena la norma que la inspección ocular prevista en el Código
Civil se promoverá y evacuará conforme a las disposiciones de este capítulo.

Esta advertencia del legislador es oportuna por cuanto el artículo 1428


71

del Código Civil se refiere al reconocimiento o inspección ocular, cuando la


moderna doctrina procesal se inclina por denominar esta prueba como de
inspección judicial.

5. Que se practique alguna experticia sobre los puntos que determine el


Tribunal, o se amplíe o aclare la que existiere en autos.

Según esta facultad que se corresponde con la iniciativa probatoria del


Juez para mejor instrucción de la causa, puede el Juez ordenar que se
practique alguna experticia sobre los puntos que determine el Tribunal, o se

OS
amplié o aclare la que existiere en autor. Ahora bien, según el artículo 455

AD
RV
del Código de Procedimiento Civil, cuando la experticia se haya acordado de

E S E
yO laS
R
oficio, el Juez nombrará uno o tres expertos, tomando en cuenta para ello la

E H
Cexpertos.
importancia de la causa complejidad de los puntos sobre los cuales

DE R
deben dictaminar los

Así, el Juez en ejercicio de su prudente arbitrio podrá nombrar uno o


tres expertos, según las complicaciones o requerimientos de los hechos a ser
dictaminados por los expertos.

Atribuciones del juez en materia probatoria

La finalidad de las pruebas judiciales es llevar al Juez, al fallador, a la


convicción de los hechos que interesan al proceso. Pero, ese convencimiento
judicial es tan sólo uno de los estados mentales del Juez – Hombre, para
llegar a él se tiene que pasar por otros estados:

1. Ignorancia: estado mental de absoluto desconocimiento; el Juez no


conoce esos hechos que conforman “la pequeña historia del proceso”, y
no los conoce, porque quienes tienen que cumplir con la carga de la
afirmación de los hechos son los sujetos procésales; a ellos se les
impone, como lo exige la ley, relacionar los diferentes hechos que hacen
parte del presupuesto fáctico de las normas jurídicas cuya realización y
72

efectividad pretenden.

2. Duda: el Juez se cuestiona, el Juez se pregunta, según la gradación de la


duda: mínima – media – máxima. La ocurrencia o no ocurrencia del hecho
puede ser posible, creíble o probable; y la probabilidad según Dellepaine
es la percepción de los más poderosos motivos que convergen hacia la
creencia, y de los menores que se separan de la creencia, todos los
cuales se juzgan como dignos de ser tenidos en cuenta de acuerdo con la
diferente medida de su valor.

D O S
3. Certeza: Ellero, comenta que la certeza es la persuasión de la verdad. La
certeza es una verdad subjetiva: es relativa,R A
V al sujeto.
E S E pero

S R
4.
E C HO Judicial: que es el grado máximo
Por último el Convencimiento de

DERse caracteriza:
persuasión;
- Porque como la certeza no admite gradación. Se está convenido o no se
está convencido.
- Debe ser natural en el Juez, surgir de la acción genuina de las pruebas; y
no artificial.
- Debe ser razonado, no ciego o simplemente racional.
- Debe tener calidad social: las razones que lo determinen deben tener tal
envergadura que puedan originar convicción en cualquier otro hombre
racional a quien hayan de ser expuestas. En otras palabras: establecidos los
hechos, ellos llevarán al Juez al convencimiento de que ha llegado a verdad
objetiva, y para llegar a esa verdad deberá decretar, incluso oficiosamente,
las pruebas que considere necesarias para el esclarecimiento de los hechos
que interesan al proceso.

Según Capelletti, (1972, p. 111) en esta dirección la doctrina moderna


del Derecho Procesal se ha venido ocupando de las iniciativas del Juez en el
proceso civil, frente al principio dispositivo contenido en el aforismo judex
73

debet judicare secundum allegata et prbata a partibus, con el cual


tradicionalmente se designaron dos prohibiciones para el Juez:

- La prohibición para el Juez de ir más allá de las alegaciones de las partes; y


- La prohibición para el Juez de asumir pruebas del oficio

Sobre la primera prohibición que procura evitar los fallos ultra allegata, ya
se ha aceptado que hay hechos eficaces ipso jure, excepcionales, que el
Juez puede tener en cuenta de oficio, aun en defecto de alegación de la
parte. Y sobre la segunda prohibición, hoy día puede hablarse de una bien

D O S
clara y definida tendencia evolutiva en todos los ordenamientos procésales
A
RVla iniciativa probatoria del
S E
modernos, que la vienen atenuando, propiciando
E de las partes respecto de las
S R
HOdel proceso común y del liberal del siglo XIX.
Juez, morigerando el poder monopolístico

E C
DER
pruebas, típica característica

Pero, esta iniciativa probatoria del Juez, es una facultad discrecional o


una facultad – deber, en la legislación venezolana procesal civil, con el
ordenamiento del decreto 1400 de 1970 se estatuyó un Juez con facultad –
deber en materia de pruebas de oficio, más dinámico, más actuante, más
humano, no un convidado de piedra, sino el protagonista y director del
proceso, no está encasillado en dosimetría alguna, pues valorará las pruebas
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

Hoy día, el actual Código de Procedimiento Civil, decreto 2282 de


1989, en su artículo 37 en cuanto a deberes del Juez, expresa emplear los
poderes que este código le concede en materia de pruebas, siempre que lo
considere conveniente par a verificar los hechos alegados por las partes y
evitar nulidades y providencias inhibitorias.

Los artículos 179 y 180 ibidem, en concordancia con la norma


anteriormente citada, obligan al Juez a decretar pruebas de oficio cuando las
considere útiles para la verificación de los hechos relacionados con las
74

alegaciones de las partes.

Esta dirección material y no simplemente formal por parte del Juez,


como guía del proceso y del debate probatorio, se ha consagrado ya en
muchos países de la Europa Occidental, en los países del Common Law y
también en América Latina, atribuyendo al Juez un poder de intervención, de
estímulo o solicitación probatorio “desprivatizando” el objeto del proceso,
abandonando la inspiración puramente “individualística”, hacia una
“publicización” o, para decirlo de manera ilustrativa, “coloración social” que
toca la esfera del derecho sustancial y no ya solamente la procesal,

AD OS
RV se halla consagrado
buscando siempre rendir tributo a la justicia.
El deber de verificación judicial E
R S
Eprobatoria y su infracción da lugar al
oficiosa,

H O S
C
efectivamente en normas de disciplina
E
DER
recurso de casación, tal cual lo indica el numeral 1º, segundo inciso del
artículo 368 del Código de Procedimiento Civil; para ello es necesario:
- Que sean ostensibles las particularidades que circundan la litis
- Que dichas particularidades sean constatadas objetivamente, y
- Ajenas a cualquier manipulación fraudulenta de las partes.

Por último, si bien es cierto que la iniciativa probatoria del Juez no


constituye una facultad sino un deber, establecido para garantizar la
búsqueda de la verdad real que no aparece en el expediente, también lo es
que para el mencionado funcionario juzgador, juez o magistrado, tome la
decisión de decretar de oficio las pruebas, previamente deberá hacer el
siguiente análisis:

- Determinar cuáles son las alegaciones de partes y los hechos relacionados


con éstas.
- Determinar cuáles de esos hechos requieren de su verificación o prueba.
- Precisar cuáles de estas pruebas considera útiles para tal efecto.
75

Se trata entonces, de un deber edificado sobre el juicio y conclusión


razonable del juzgador, y sólo a él le compete hacer dicho análisis y adoptar
la decisión que estime pertinente de decretar o no la prueba de oficio; y si en
uso de sus atribuciones se abstiene de decretar pruebas de oficio y por
consiguiente no procede a darle valoración a prueba inexistente o a prueba
irregularmente presentada o incorporada al proceso, resulta explicable que
no incurra en error de derecho.

Lapso probatorio en materia civil

A D OS
RVde un hecho o afirmación
Es aquella actividad que desarrollan las partes con el tribunal para

E S E
adquirir el convencimiento de la verdad o certeza

O S R
E C Hrelevante
fáctica o para fijarlos como ciertos a los efectos de un proceso. La prueba es

D E R
el elemento procesal más para determinar los hechos, a efectos del
proceso ya que para obtener un fallo al fondo se exige una reconstrucción de
los hechos.

Ya desde el derecho romano existe una elaborada doctrina, recibida


en la legislación, acerca de los medios de prueba. Las pruebas pertenecían
al demandante en virtud del principio “actori incumbit onus probandi” las
principales pruebas eran el escrito y la prueba testifical además del
juramento y la pericia. Iniciados los debates en el proceso, las partes
comparecen el día fijado, los debates se entablan regularmente. Consisten
en los alegatos, causae peroratio. Y en el examen de las pruebas, que cada
uno pretenda hacer valer en apoyo de sus alegaciones.

En principio, el que afirma en su beneficio la existencia de un derecho


o de un hecho es quien está obligado a suministrar la prueba. Así pues, el
demandante debe justificar su pretensión. Si no lo consigue, el demandado
es absuelto. Por su parte, el demandado no tiene que hacer prueba directa;
su papel se limita a combatir las suministradas por el demandante. Pero si se
76

opone una excepción en la demanda, debe a su vez probar los hechos en


que se apoya este modo de defensa, en cuanto a la excepción, desempeña
el papel del demandante. Los modos de prueba consisten en:

a. Escritos, instrumenta, tales como el escrito que comprueba una


estipulación, el arcarium nomen.

b. En testigos, testes. Estos se aprecian, no de acuerdo a su número, sino


conforme el valor de los testimonios.

c. En el juramento, jusjurandum in juidicio. El juez puede deferirlo de

ADOS
oficio a una de las partes. Este juramento le instruye, pero no le compromete
(Gayo, L.31, D., de urej., XII, 2.).
S E RV
E
SSiRla regla es de naturaleza consuetudinaria
H O
C porque es de naturaleza jurídica. Por el contrario, si
E
La costumbre y los usos:

DE
no tiene que R
ser probada
la regla es de uso convencional, que se fundamenta en la convención
presumida de las partes, tal como son los usos comerciales, entonces es un
simple hecho cuya prueba puede ser aportada por la parte que lo alega. La
ausencia de un medio regular de prueba no cuestiona la existencia del
derecho como tal, la ausencia de prueba del derecho lo que hace es paralizar
sus efectos.

Cuando el medio de prueba fuera un escrito sometido a reglas de


forma, la nulidad solamente afecta al instrumento, es decir, el escrito
destinado a servir de prueba. El derecho podrá establecer otros medios en
los casos que la ley lo permita. La prueba de las obligaciones: Según lo
establecido por el Art. 1315 del C.C “el que reclama la ejecución de una
obligación, debe probarla. Recíprocamente, el que pretende estar libre, debe
justificar el pago o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”.

Diferentes modos de prueba: El estudio de las pruebas pertenece en


gran parte al procedimiento, en el Derecho francés, el articulo 1316 del
77

código civil los diferentes medios de prueba admitidos son: las reglas
concernientes a las pruebas documental, testimonial, presuncional,
confesional de parte y el juramento...” Es decir, la verificación de los hechos
susceptibles de engendrar un derecho, ya se trate de obligaciones, de
derechos reales, o de familia, puede hacerse por tres medios”:

1. De una manera directa o inmediata, por la comprobación material de los


hechos.

2. Por la declaración de las partes o de una tercera persona.

3. Por el razonamiento.
ADOS
S E RV
E
R sin embargo, se usan tratándose
La prueba documental: Pertenece al segundo grupo, y es el que se
S jurídicos,
aplica por excelencia aH losO
R E C La prueba por escrito es a veces un documento
actos

DE
de ciertos hechos jurídicos.
auténtico, y otras privado.

La Prueba testimonial: Establecido en los Arts. 73-100 del C.Pr.C.


consiste en una declaración que ofrece una persona sobre hecho que ha
percibido con sus propios sentidos pudiendo esas circunstancias tener
repercusión en un hecho o acto jurídico. En materia civil la prueba por
testigos tiene un carácter excepcional en ciertos contratos y cuando el interés
es menor a 30 pesos.

Las presunciones: La presunción legal es una dispensa de prueba


para la parte que la invoca. La presunción consiste en deducir de un hecho
conocido la existencia de un hecho desconocido que se intenta probar. La
definición de presunción se señala en el Art. 1349 del C.C. son presunciones
las consecuencias que la ley o el magistrado deduce de un hecho conocido a
un hecho desconocido”.

El Art. 1283 del C.C permite percibir este razonamiento: “la entrega
voluntaria de la primera copia del titulo, hace presumir la quita de la deuda o
78

el pago, sin perjuicio de la prueba en contrario”. Hay presunciones simples o


juris tantum, o sea, que admiten prueba en contrario; y presunciones juris et
de jure, que por oposición a las primeras, no admiten prueba en contrario.

La prueba de los hechos negativos: El Dr. Salvador Jorge blanco en su


libro de introducción al derecho explica que “... los hechos negativos se
prueban aportando la prueba de los hechos positivos.”.

Expresar como coartada que una persona no estaba en Santiago el


día del suceso en esa ciudad conlleva a la prueba positiva de que ese día

OS
estaba en otro lugar...”. Supresión del derecho a la prueba: En ciertos casos

AD
RV
la prueba esta prohibida por razones de orden público: 1. La filiación

E S E
S deRdifamación e injurias la verdad de los
incestuosa no puede ser investigada ni reconocida judicialmente ni tampoco
voluntariamente. 2. EnH
C O
E
materia
R
DE que pudiera hacer el acusado en el curso del juicio penal
hechos difamatorios
cuando los hechos se refieren a la vida privada de la persona agraviada. 3.
Cuando el hecho a probar hace temer el soborno de testigo o la falsificación
de documentos.

Instrucción oficiosa

El juzgador puede realizar durante el proceso, actividades probatorias


oficiosas diferentes a las diligencias probatorias a que se refiere el artículo
401 del Código de Procedimiento Civil, tales como son la inspección judicial,
la experticia y las reproducciones mecánicas.

Así, se encuentra que en relación a la inspección judicial, el artículo


471 del Código de Procedimiento Civil, expresa:

El Juez, a pedimento de cualquiera de las partes o


cuando lo juzgue oportuno, acordará la inspección judicial
de personas, cosas, lugares o documentos, a objeto de
verificar o esclarecer aquellos hechos que interesen para
la decisión de la causa o el contenido de documentos.
79

La inspección ocular prevista en el Código Civil se


promoverá y evacuará conforme a las disposiciones de la
Ley.
La inspección judicial a que se refiere la norma en cuestión, puede ser
decretada o propuesta oficiosamente por el juzgador en cualquier estado y
grado del proceso, pues la citada norma expresa “cuando lo juzgue
oportuno”, pudiendo recaer sobre personas, animales, cosas, lugares,
documentos, con el objeto de verificar – aclarar los hechos – o esclarecer –
comprobar la exactitud de los hechos – que interesen para la decisión de la
causa o el contenido de documentos.

ADOS
RV
Otra actividad probatoria oficiosa que puede realizar el operador de

E S E
SqueRexpresa:
justicia, es la experticia, todo conforme a lo previsto en el artículo 451 del

C H O
E
Código de Procedimiento Civil,

D E R
La experticia no se efectuará sino sobre puntos de hecho,
cuando lo determine el Tribunal de oficio, en los casos
permitidos por la ley, o a petición de parte. En este último
caso se promoverá por escrito, o por diligencia,
indicándose con claridad y precisión los puntos sobre los
cuales debe efectuarse.
En cuanto a la experticia, dada la forma como se redactó la norma,
también se es del criterio que puede oficiosamente ordenarse en cualquier
momento, pudiendo recaer sobre cualquier punto de hecho que determine el
tribunal y siempre que exista una Ley que lo permita, pues de no existir la
misma, no podría realizarse tal actividad probática oficiosa.

En relación al número de los expertos, conforme a lo previsto en el


artículo 455 del Código de Procedimiento Civil, podrán ser uno o tres, según
la importancia de la causa y la complejidad de los puntos sobre los cuales
deben dictaminar los expertos.

Por último, el operador de justicia puede oficiosamente ordenar la


ejecución de planos, calcos, copias fotográficas de objetos, documentos y
80

lugares, así como reproducciones cinematográficas o de otra especie que


requieran el empleo de medios, instrumentos o procedimientos mecánicos,
conforme a lo normado en el artículo 502 del Código de Procedimiento Civil,
que expresa:

El Juez, a pedimento de cualquiera de las partes y aun de


oficio, puede disponer que se ejecuten planos, calcos y
copias, aun fotográficas, de objetos, documentos y
lugares, y cuando lo considere necesario, reproducciones
cinematográficas o de otra especie que requieran, el
empelo de medios, instrumentos o procedimientos
mecánicos.

A D OS
V
Son estos los medios probatorios que oficiosamente puede realizar el

S E Rprobatorias
E
operador de justicia, diferentes a las diligencias contenidas en el

H O S R Civil, estudiadas.
artículo 401 del Código de Procedimiento

R E C
DE Deberes del Juez en Venezuela

Los Jueces en Venezuela, además de todos los deberes comunes a


los otros funcionarios públicos, tienen deberes y obligaciones que le son
propias por su condición de Juez, entre los más importantes de ellos se
pueden resaltar:

a) El Deber de Administrar Justicia

Este deber, según señala, es un deber propio del Juez y además es


un deber práctico por que obliga al Juez a hacer algo, así como el deber de
mantener la imparcialidad en el proceso y guardar discreción. (Tamayo,
1997, p.48).

En consecuencia esta obligación del Juez significa aplicar el derecho


positivo a un determinado caso, o lo que es lo mismo, aplicar la ley al
proceso. La legislación patria establece que el Juez debe limitarse a aplicar
el derecho tal y como esta consagrado, no puede en ningún caso innovarlo,
81

aunque si, lógicamente interpretarlo.


En efecto, este deber u obligación como quiera llamarse, persigue un
fin y es precisamente dirimir conflictos entre las partes, aplicando como
herramientas las normas con la intención de que exista una tan anhelada paz
jurídica y tranquilidad social siendo este el propósito esencial de este deber,
ya que el interés general de la justicia está por encima del interés particular
de ella (la justicia).

Por ello, el Juez no puede entonces bajo ninguna excusa abstenerse

OS
de administrar justicia ya que puede incurrir en el delito de Denegación de

AD
RV
Justicia, dispuesto en el Articulo 207 Código Penal. En el cual señala que:

E S E
HO S RPúblico que bajo cualquier
EC aunque fuere el del silencio, oscuridad,
“Todo Funcionario
R
DE contradicción
pretexto,
o insuficiencia de la ley, omita o
rehuse cumplir cualquier acto de su ministerio será
castigado con multas de 50 a 1.500 bolívares....”
“Si el Funcionario Público es del ramo judicial, se
reputará culpable de la emisión o excusa siempre
que concurran las condiciones que requiere la Ley
para intentar contra el recursos de queja a fin de
hacer efectiva la responsabilidad civil".

Por consiguiente, este deber de administrar Justicia, el Juez debe


hacerlo extensivo a los fines nacionales y extranjeros, ya que obviamente,
no puede distinguirse entre unos y otros, y esto en virtud de que el deber de
respetar las normas legales de ordenamiento jurídico vigente.

Por su parte, el Articulo 21 de la Constitución de 1999 dice que todas


las personas son iguales ante la ley; en consecuencia establece, la
prohibición de hacer discriminaciones que estén infundadas en la raza, el
sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por
objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o
ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda
82

persona.

Así también la Ley garantiza las condiciones jurídicas y


administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará
medidas positivas a favor de las personas o grupos que puedan ser
discriminados, marginados o vulnerables; protegerá especialmente a
aquellas personas que por alguna de las condiciones antes especificadas, se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos
o maltratos que contra ellas se cometan.

D O S
De manera que la obligación de Administrar Justicia no distingue
A
RseVencuentran, por supuesto
S E
tampoco el lugar o sitio en que los ciudadanos
laE
O S R
deben estar dentro del territorio de República, y sus diferentes peticiones

E C Hlegales de Competencia Territorial, como es lógica,


DER
se regirán por las normas
las acciones reales se conocerán por el Tribunal competente en el lugar
donde se encuentre el inmueble, y las personales, en lo referente al domicilio
del deudor.

b) El Deber de Imparcialidad.

Los jueces en ejercicio de sus funciones judiciales en el desempeño


de su cargo, deberán ser lo más estrictamente imparciales posibles, dentro
del proceso referido a la causa de la que estén conociendo.

Este deber es consecuencia del principio establecido en el Articulo 21


de la Constitución Bolivariana de Venezuela de 1999, según el cual el Juez
debe ser imparcial frente a las partes para garantizarles su igualdad de
condiciones frente a la causa que se ventila y que pretenden sea resuelta de
la forma más justa e idónea posible.

En consecuencia este deber suele vislumbrarse en aquellos casos en


los que el Juez decide abrir o prorrogar algún lapso, lo cual debe hacerlo
83

beneficiando a ambas partes y no solo a una de ellas. También la


discrecionalidad del Juez suele verse afectada por obstáculos externos como
el interés, enemistad manifiesta, o por el contrario amistad intima, y en otros
casos por obstáculos íntimos como los prejuicios, las aberraciones
intelectuales y las desviaciones emotivas. (Polanco, 1997, p.187)
Frente a estos obstáculos que pueden presentársele al Juez, la ley
sabiamente a establecido dos controles, uno llamado Inhibición que es según
Cabanellas (1979, p. 161) la forma en la que un Juez voluntariamente se
inhibe o abstiene de conocer o seguir conociendo de una causa y prosigue a

OS
remitir los autos al Tribunal competente; y otro denominado recusación, que

AD
RV
consiste según Cabanellas (1979, p. 275) en excepcionar o rechazar a un

E S E
S Rempañar la imparcialidad del Juez.
Juez del conocimiento de una causa, cuando se considera que en la misma
queO
(causa) existen hechos H
R E C pudieran

DE
c) Deber de Discrecionalidad

La opinión o decisión del Juez sobre una determinada causa no puede


ser vislumbrada por el Juez, sino en su momento (sentencia) y nunca antes
de ella. Así se verá que los jueces antes de decidir deberán abstenerse de
dar o emitir alguna opinión al respecto de las causas que conocen.

De igual forma deben evitar oír defensas o alegatos fuera del Tribunal,
tal como lo establece la Ley Orgánica del Poder Judicial en su artículo 36:

“Los jueces deben abstenerse de expresar, y una


de insinuar privadamente, su opinión respecto de
los negocios que por la ley son llamados a fallar.
Deben igualmente abstenerse de dar oído a todo
alegato que las partes o terceras personas, a
nombre o por influencia de ellas, intenten hacerle
fuera del Tribunal”.

Conviene señalar que esta Discrecionalidad se extiende a los


funcionarios y empleados subalternos sobre los asuntos que cursen en el
84

Tribunal del cual sean empleados.


Asi, el artículo 37, de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que:

“También esta prohibido a los funcionarios o


empleados subalternos interesante en cualquier
forma o exteriorizar su opinión sobre asuntos que
estén pendientes ante los tribunales y juzgados de
los cuales dependan ellos”.
Por otra parte, los jueces sólo actúan a petición de parte interesada,
se verá entonces que es a las partes a quienes le corresponde el impulso
procesal para dar inicio a la causa. Sin embargo, el Juez puede, cuando así

OS
lo autorice la ley expresamente iniciar de oficio un procedimiento.

V A D
deR
Por su parte el artículo 11 del CódigoE
E S Procedimiento Civil, se refiere
R “Nemo Judex Sine Actore, Ne
H O Sprincipios
C Probata Iudex Iudacare Debet”, que de una u otra
a este deber y consagra los

R E
DE
Procedat Iudex ex officio
forma se relacionan entre si, así pues, estos principios significan que:

“El Juez no puede actuar sin que un sujeto pida el


ejercicio de su actividad especifica. (Nemo Iudex
Sine Actore)

El órgano jurisdiccional no puede proceder de oficio


(Ne Procedat Iudex ex Officio).

Debe proveer conforme a lo que se pida y solo


sobre lo que se pida, y que al fallar debe hacerlo
conforme a los alegatos y a los elementos de
convicción presentados. (Probata Iudex Iudacare
Debet) (Rosell, 1986 p. 56)”.

En tal sentido el artículo 11, el Código de Procedimiento Civil señala


que:
“En materia civil el Juez no puede iniciar el proceso
sin previa demanda de parte, pero puede proceder
de oficio cuando la ley lo autorice, o cuando en
resguardo del orden publico o de las buenas
costumbres, sea necesario dictar alguna providencia
85

legal aunque no la soliciten las partes”

d) Deber de Mantener la Verdad como norte de sus actos

Este deber obliga al Juez a descubrir la verdad, conforme a lo alegado


y probado por las partes, así pues, esta se trata de una verdad procesal, que
fluye de las actuaciones procesales y no.

Así el Artículo 12 del Código de Procedimiento Civil establece varios


principios, entre ellos el Dispositivo que no es más que el principio que

A D OS
RV en este punto, el de la
consagra el punto anterior (prohibición de proceder de oficio), el Principio de

E S E
Verdad Procesal, que no es más que el explanado
legalidad que establece el queSlasR
C H O autoridades no tienen más facultades que

E E
R la Ley y que sus actos son validos únicamente si se fundan
D
las que establece
en la ley.

De manera que todos estos principios se interrelacionan con el deber


de mantener la verdad como norte de sus actos.

Por su parte, el artículo 12 Código Procedimiento Civil señala:


“Los jueces tendrán por norte de sus actos la
verdad, que procuraran conocer en los límites de
su oficio. En sus decisiones el Juez debe atenerse
a las normas del derecho, a menos que la Ley lo
faculte para decidir con arreglo a la equidad. Debe
atenerse a lo alegado y probado en autos, sin
poder sacar elementos de convicción fuera de
estos, ni suplir excepciones o argumentos de
hechos no alegados ni probados. El Juez pude
fundar su decisión en los conocimientos de hecho
que se encuentren comprendidos en la experiencia
común o máximas de experiencia.”

Del deber explicado deriva ademas el principio de Plena Prueba de La


86

Acción Deducida, mediante el cual estipula el deber de no declarar con lugar


una demanda sino cuando exista plena prueba de la acción que se reclama.

e) Deber de prescindir de sutilezas y puntos de mera forma.

El Juez en su sentencia como es sabido debe cumplir con ciertas


condiciones, no solo su sentencia debe ser clara, precisa y sencilla, sino que
además, la misma deberá adolecer de detalles y formas innecesarias.

OS
En tal sentido la Ley tomando en cuenta los bienes de sus acreedores

AD
RV
prohíbe al juez que se extralimite a la hora de dictar una medida cautelar de

E S E
S Restrictamente necesarios para responder
embargo, secuestro o prohibición de enajenar y embargar y que solo encierre

C H O
E
dentro de estas medidas los bienes

DE R
de las resultas del juicio.

Todo ello, implica además la Brevedad en La Administración de


Justicia, a los efectos de cumplir con este deber, la legislación ha establecido
el principio de Celeridad Procesal, que está sumamente mezclado con el de
Economía Procesal.

Así mismo, en todo Proceso Judicial, es necesario asegurar la efectiva


ejecución de los actos, decretos, diligencias y sentencias dictadas por los
Tribunales, es por ello que se hace necesario que dentro de los Tribunales
exista colaboración y respeto entre sí o la Administración de Justicia seria
ilusoria. La Ley impone a los Tribunales la obligación de dar cumplimiento
inmediato a las sentencias, actos, etc., que dicte otro Tribunal y más aun, a
darle fiel cumplimiento (salvo que violen nuestras normas) a las rogatorias y
sentencias emanadas de Tribunales extranjeros.
87

f) Otros Deberes.

Diversos deberes ha señalado el legislador pero, por su parte, los


artículos 31 y 34 del la Ley Orgánica del Poder Judicial señalan de manera
genérica que:

“Los jueces están obligados a cumplir un horario


de trabajo de ocho horas diarias cinco días a la
semana. Los de la jurisdicción penal, en la fase de
juicio, realizarán el debate en un solo día. Si ello no
fuere posible, continuará durante los días

OS
inmediatos siguientes que sean necesarios, hasta

AD
RV
su conclusión”

S E
“Cuando algún motivo justificado impidiere cumplir
E
SR
con la obligación establecida en la primera parte de

C HO
este articulo, deberán hacerlo constar

RE
DE
razonadamente en el Libro Diario.”

“Mensualmente enviarán a la Corte de Apelaciones


o Tribunales Superiores, según sea el caso, de la
Circunscripción Judicial correspondiente, una copia
de las razones expuestas en dicho Diario para
justificar en cada caso el incumplimiento”.

Los jueces están obligados a observar buena


conducta, evitando la realización de cualesquiera
actos que los hagan desmerecer en el concepto
público, o puedan comprometer el decoro de su
ministerio”
88

DEFINIR LA INCIDENCIA DE LA TACHA DE TESTIGO EN LOS NUEVOS


JUICIOS ORALES CIVILES EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA

Conforme a la ley el instrumento público hace plena fe hasta que sea


declarado falso. También es posible impugnar de falso el instrumento
privado. Para anular la eficacia probatoria y comprobar la falsedad que
contiene se hace mediante la tacha de falsedad. Esta forma de impugnar la
autenticidad o veracidad, tanto de documentos públicos como privados,
siempre que se trate de falsedad material se llama tacha.

D O S
A
RlaVcorriente predominante en
S E
Comentaba el profesor Cabrera Romero que
Eal acto de documentación del género
S R
HOla especie, se ataquen mediante la tacha de
el país es que las falsedades atinentes

E C
ER tanto las simples falsedades que contenga dicho acto,
documentos, sin importar
falsedadDinstrumental,
como las relativas a la autenticidad. Tanto para los instrumentos públicos
como para los instrumentos privados, el legislador en el Código Civil ha
previsto un número de causales, las cuales fundamentan la tacha de
falsedad instrumental que puede incoarse dentro de la jurisdicción civil.

Mediante la tacha se impugna la prueba de testigo, que tiene apariencia


de legalidad y pertinencia para despojarla de esa apariencia. La tacha del
testigo está destinada a desvirtuar por falsa o por inhábil la credibilidad de la
declaración.

La eficiencia probatoria del testimonio se puede destruir mediante la


práctica de otras pruebas que, recayendo sobre el mismo objeto, desvirtúen
las declaraciones prestados por los testigos. Pero aparte de esta
impugnación indirecta o mediata, hay otra, inmediata o directa, que consiste
en atacar el testigo como tal, desarrollando en torno a su declaración una
verdadera prueba secundaria o de segundo grado, es lo que se conoce como
89

la Tacha, mediante el cual se trata de rechazar el testigo presentado por la


parte contraria.

La tacha de testigo debe decirse que es la impugnación que hace un


litigante sobre las condiciones personales o las declaraciones de un testigo a
efecto de anular o disminuir el valor probatorio de las mismas, ya sea por
falta de idoneidad por tener interés en el litigio a favor de la otra parte o por
su relación de parentesco o amistad con ella o enemistad con la otra parte
que formula la tacha. Siendo también motivo de tacha la relación de
dependencia con algunos de los litigantes, así como la circunstancia de ser

ADOS
RV
acreedor y deudor de alguno de ellos.

E S E
O S R
El valor de las decisiones hecha ante el juez por terceros testigos y de

E H
C por el Juez al dictar sentencia de conformidad con
R
DdeEsana critica.
las tachas será apreciado
las reglas

La tacha, en forma general, es una forma de impugnación, ante la falta o


el defecto de un medio de prueba. La tacha de testigos es la forma de
impugnar a los testigos de la contraparte mediante la imputación a éstos de
un hecho determinado que hace sospechosa su declaración de
inverosimilitud o de parcialidad. Mediante la tacha se impugna la prueba de
testigo, que tiene apariencia de legalidad y pertinencia, para despojarla de
esa apariencia.

De manera que la tacha de testigo es el acto por el cual la parte denuncia


su inaptitud legal para testimoniar en la causa, por encontrarse incurso en
alguno de los casos de inhabilidad absoluta o relativa tipificados en el Código
de Procedimiento Civil, así lo expresa Henríquez La Roche (1998, p. 542).
Con la tacha se ataca el testigo porque está en una situación que afecta su
credibilidad. No se trata de destruir la eficiencia probatoria del testimonio,
puesto que ésta se aniquila con otras pruebas que, versando sobre el mismo
90

hecho, desvirtúen las declaraciones prestadas por los testigos; sino que se
trata de destruir ese testimonio porque no merece confianza ni crédito.

Si bien es cierto que la tacha de falsedad procede tanto contra


documentos públicos como privados, es necesario hacer una distinción.
Contra el documento público el único medio de impugnación es la tacha,
aunque es de principio que toda prueba puede ser combatida con excepción
al principio, y subsiste invalidable mientras no sea declarado falso (artículo
1359 Código Civil). Fíjense que contra la fe del contenido del documento
privado si se admite prueba en contrario (artículo 1363 Código Civil).

D O S
A
RV para impugnar el valor
S E
La tacha de falsedad es un recurso especifico
Eque goce de todas las condiciones de
O S R
probatorio de un documento público,

E C H
R cuales puede tacharse como falso el instrumento público o
DporElas
validez requeridos por
causales
la ley. El artículo 1380 del Código Civil señala las

el que tenga las apariencias de tal, lo cual puede hacerse por vía principal o
incidental.

1. Falsificación de la firma del funcionario. Que no habido la intervención del


funcionario público que aparezca autorizándolo, sino que la firma de éste fue
falsificada.
2. Falsificación de la forma de los otorgantes. Que aun cuando sea auténtica
la firma del funcionario público, la del que apareciere como otorgante del acto
fue falsificada.
3. El fraude o la sorpresa acerca de la identidad de la persona. Que es falsa
la comparecencia del otorgante ante el funcionario, certificada por éste, sea
que el funcionario haya procedido maliciosamente o que se le haya
sorprendido en cuanto a la identidad del otorgante.
4. Las declaraciones que no ha hecho el otorgante. Que aun siendo
auténtica la firma del funcionario público y cierta la comparecencia del
otorgante ante aquél, el primero atribuya al segundo declaraciones que éste
91

no ha hecho; pero esta causal no podrá alegarse por el otorgante que haya
firmado el acta, ni respecto de él.
5. Las alteraciones materiales posteriores al otorgamiento. Que aun siendo
ciertas las firmas del funcionario y del otorgante, se hubiesen hecho, con
posterioridad al otorgamiento, alteraciones materiales en el cuerpo de la
escritura capaces de modificar su sentido y alcance.

Esta causal puede alegarse aun respecto de los instrumentos que sólo
aparezcan suscritos por el funcionario público que tenga la facultad de

OS
autorizarlos.

AD
RV
6. Constancia falsa del funcionario de la fecha y lugar. Que aun siendo

E S E
S deRla ley o en perjuicio de terceros, que el
ciertas las formas del funcionario y los otorgantes, el primero hubiera hechos

H O
C o lugar diferente de los de su verdadera realización.
E
constar falsamente, y en fraude

DE R
acto se efectuó en fecha

Por su parte, Parilli que las causales enunciadas en el artículo 1380 en


comento sean las únicas, esto es, que la enumeración allí establecida es
taxativa. Puede observarse que en esa enumeración no están todas las
posibles causas de falsedad de un documento, lo cual puede verse en el
Código Penal en los artículos 317 al 326, en ellos se tipifican algunas otras
como delitos de falsedad en los actos y documentos, que como expresa el
maestro Borjas “que al igual de los indicados por modo explicativo en el
Código Civil, invalidan la fuerza probatoria de las escrituras públicas”.

Puede, por tanto existir falsedad no sólo en los actos genuinos, sino
también en las copias certificadas, las cuales según el artículo 429 del
Código de Procedimiento Civil pueden hacer las veces del original, por
supuesto, siempre que sean expedidas por funcionarios competentes con
arreglo a las leyes.

No obstante, el profesor Cabrera sostiene que la tacha instrumental,


92

fundada en causales taxativas y que se sustancia por un procedimiento


especial es exclusiva de la jurisdicción civil. Ciertamente, no se comparte ese
criterio, pues, hacer restrictivo la tacha de falsedad a las causales del Código
Civil, cuando hay un precepto que atribuye a los documentos públicos mérito
probatorio que no admite prueba en contrario, es cercenar o limitar el
derecho de defensa.

Se piensa que la intención del artículo 438 al utilizar el término “puede”,


es de dar discrecionalidad al promoverte, sin que restrinja otros motivos de
falsedad. El citado profesor Cabrera que se pueden aducir otras falsedades

AD OS
V proceso el derecho de
en el proceso civil, pero bajo la figura amplia de impugnación, pues mantener
la posición contraria sería impedir dentroE deRese
E S
S porR
C HO
defensa de la parte perjudicada
E
la falsedad.

Los D ER privados también pueden ser tachados de falsedad,


instrumentos
tanto por vía principal como por incidental. Las causas de tacha de
instrumento privado están previstas en el artículo 1381 del Código Civil.

En síntesis, la tacha en general, es la vía que otorga la ley para la


impugnación de los instrumentos, tanto públicos como privados. El
ordenamiento jurídico nacional regula cuidadosamente la institución de la
tacha, tanto desde el punto de vista sustantivo como del adjetivo o procesal.
Pero especialmente desde el punto de vista procesal se formulan unos
lineamientos rígidos para el procedimiento de la tacha debido al bien jurídico
que se protege: “la fe pública” emanada de la autoridad competente, pues si
fuese un procedimiento flexible la estabilidad y seguridad jurídica se harían
inestables.

Oportunidad

La Tacha se propone y se formaliza dentro del lapso de cinco días


93

siguientes (días de despacho) a partir del auto de admisión de la prueba. En


efecto el artículo 499 del Código de Procedimiento Civil así lo dispone:

“La persona del testigo sólo podrá tacharse dentro de los cinco días
siguientes a la admisión de la prueba. Aunque el testigo sea tachado antes
de la declaración, no por eso dejará de tomársele ésta, si la parte insistiere
en ello. La sola presencia de la parte promovente en el acto de declaración
del testigo, se tendrá como insistencia”.

Conforme a la norma transcrita la tacha procede después que ha sido

D O S
admitida la prueba. Antes no puede hacerse ya que no se sabe qué testigos
A
ResVdentro de los cinco días
S E
serán admitidos. El término para la promoción
E
O S R
siguientes al decreto de admisión; es decir, este lapso comienza el día

E C H dicho decreto en el expediente.


DER
siguiente en que fuere dictado

El testigo puede ser tachado antes o después de haber rendido su


testimonio. Nótese que el artículo 483 del Código de Procedimiento Civil
dispone que admitida la prueba, el juez deberá fijar una hora al tercer día
siguiente, lo que significa que es posible proponer la tacha antes o después
de declarar.

En la práctica se pueden presentar algunos problemas con relación a


este término, el cual es preclusivo. Veamos algunas hipótesis posibles:

Primera: Que los testigos tengan domicilio distinto al tribunal de la causa


y se comisione al tribunal correspondiente para oír el testimonio, surge la
interrogante: ¿Ante qué juez se debe proponer la tacha? Nada establece
nuestra legislación al respecto, de manera que la tacha debe ser propuesta
ante cualquiera de estos tribunales, a sabiendas que el juez comisionado
será un simple transmisor, porque la decisión corresponde al juez de la
causa. Debe hacerse en el lapso de los cinco días siguientes del decreto de
admisión, los cuales no deben confundirse con los lapsos de la comisión, de
94

manera que la cuenta del lapso debe llevarse por los días de despacho del
tribunal de la causa.

Segunda: ¿Qué sucede si se ha apelado el auto de admisión, en virtud


de haberse hecho oposición oportuna a la admisión de los testigos que se
pueden tachar y el juez la desestimó? Conforme al artículo 402 del Código de
Procedimiento Civil la apelación en estos casos sólo se oye a un efecto, lo
que significa que el proceso continúa, de suerte que el lapso preclusivo para
proponer la facha empezará a correr. No queda otra alternativa que
formularla en este lapso sin esperar la decisión de la apelación. También,

ADOS
RV
pudiera realizarse la apelación y simultáneamente proponerse la tacha.

E S E
O S R
De todas formas surge la pregunta del testimonio falso, la cual

E H
Cexpresado Cabrera Romero (1977, p. 70) así:
DE R
adecuadamente la ha

¿Qué sucede si el testigo no tachado, que ha declarado, lo ha hecho


falsamente y tal hecho puede ser comprobado? Conforme al artículo 499 del
Código de Procedimiento Civil si el lapso de cinco días ha transcurrido
resultaría extemporánea la propuesta de tacha. Sin embargo, el citado autor
argumentando sobre el significado de la tacha, la finalidad que se persigue y
la evolución de ella, sostiene que es con motivo de la declaración, cuando el
no promovente conoce la falsedad, y por ello, lo lógico es que a partir de ese
momento se incoe la impugnación del testigo.

Forma de Proponerla

La tacha debe proponerse fundamentándose en motivos que afecten la


veracidad o imparcialidad del testigo. En nuestra legislación no específica
forma solemne para proponerla, de manera que puede hacerse en escrito
formal o mediante diligencia. Comentamos ut supra que el legislador
venezolano había dejado a la parte en libertad de impugnar el testimonio del
95

testigo, alegando las razones o motivos, que a su juicio, hacían pertinente la


tacha, de manera que en la propuesta de la facha deberán aducirse tales
razones.

Esa libertad está limitada según dispone el artículo 500 del Código de
Procedimiento Civil en cuanto a que no se puede tachar el testigo presentado
por ella misma. Es entendible que esta disposición afecte la facha posterior a
la declaración porque el promovente, tal vez, al percibir que le desfavorece
invente la tacha, de manera que pudiera hablarse de una tacha sospechosa,
ya que es evidente que nadie impugnará el dicho que lo favorezca. En esta

AD OS
RVademás, está presente,
situación se aplica el principio de la comunidad de la prueba, pues realizada
la prueba ésta pertenece al proceso, a E
R S
E de la prueba.
todos;

HO S
C
también, el principio de la irrenunciabilidad
E
ER Borjas (1964, p. 398) considera que si bien las partes no
No D
obstante,
pueden tachar a su propio testigo, no por ello les está prohibido
aprovecharse de la tacha propuesta contra él por la contraparte; pues
aunque, en general, los motivos de impugnación sólo sirven a favor de la
parte que los aduce y comprueba, hay la excepción cuando el motivo de la
tacha se fundare en motivo que afecta el testimonio en su integridad y es
común a ambas partes, el promovente podrá aducirlo a su favor, por ejemplo,
si se ha demostrado el perjurio.

Por otra parte, el propio artículo 500 del Código de Procedimiento Civil
contiene una excepción de la tacha del testigo propio, que consiste en la
alegación de soborno. Es el soborno la única causal de tacha que puede ser
alegada por la parte contra su propio testigo. El efecto de la demostración de
soborno es la invalidación del testimonio a favor de la parte sobornante.

Es criticable que no se sancione totalmente el testimonio del testigo


sobornado, puesto que al demostrarse su soborno su testimonio no merece
96

fe. Pareciera que el legislador ha querido sancionar a la parte que soborna,


es decir, si tu sobornas y se demuestra lo favorable a tu causa no tienen
valor y por tu acción de soborno se le da crédito a lo que obre en el
testimonio en contra tuya y así tomarás escarmiento para no hacer una
acción de esa naturaleza.

Propuesta la tacha del testigo nuestra ley procesal no prevé un acto de


contestación, sino que simplemente impone al promovente la carga de insistir
en hacer valer el testigo, tal como lo dispone el artículo 499 del Código de
Procedimiento Civil. No hay ninguna formalidad para la insistencia en el

A D OS
V para tenerse como
testimonio del testigo, tan es así que basta la sola presencia de la parte
delRtestigo
promovente en el acto de declaración E
R E S
HO S
C
insistencia.
E
ER debe entenderse que la inasistencia del promovente al
Por D
supuesto,
acto de declaración del testigo, previamente fijado, como una aceptación de
la tacha, pues, la presencia como indicamos basta para ser tomada como
insistencia, lo que contrario sensu, pudiera tomarse la inasistencia como una
aceptación o confesión de la tacha. Esto significa que no podrá promoverlo
de nuevo, es decir, no podrá solicitar la fijación de un nuevo día y hora para
su declaración (art. 483 del Código de Procedimiento Civil), puesto que se
entiende que ha renunciado al no haber estado presente en la primera
oportunidad, ya que eso significaba como insistencia.

La tacha tiene que probarse. El artículo 501 del Código de Procedimiento


Civil señala el lapso para probar la tacha en los siguientes términos: “...
deberá comprobársela en el resto del término de pruebas, admitiéndose
también las que promueva la parte contraria para contradecirla”. No hay una
articulación probatoria especial para instruir la tacha, la prueba se realiza en
el mismo lapso probatorio ordinario, específicamente en el lapso de
evacuación.
97

Esto supone que debe ser en el lapso de veinticinco días, que es lo que
resta, pues, debe haberse propuesto en los cinco días contemplados en el
artículo 499 del Código de Procedimiento Civil. Las pruebas deben versar
exclusivamente sobre los hechos que han sido fundamento de la tacha. Por
ello el Juez tiene que librar un auto de admisión. Se interpreta que los lapsos
de promoción pueden no ser comunes a las partes, porque el legislador no
diferencia, en forma genérica se refiere al “resto del término de pruebas”, sin
fijar lapsos para promover y lapsos para evacuar.

D O S
El auto de admisión de las pruebas de la tacha y la contradicción es
V
apelable, pues, se puede alegar en casoRdeterminado,A
S E por ejemplo,
EVale decir que hay libertad de medios
S R
HO
impertinencia de la prueba o ilegalidad.

R E C
E minoridad o parentesco debe ser con las actas de estado
probatorios, pero algunos de ellos exigen la forma específica autorizada por
Dejemplo,
la ley, por
civil; se advierte que, incluso, la declaración del testigo puede ser prueba
procedente de la tacha, si de ella surge elementos que prueban los motivos
de aquellas.

Finalmente, debe señalarse que la tacha se decide en la sentencia


definitiva, no hay decisión especial o interlocutoria. En la definitiva el juez
resolverá expresamente acerca de ella, ya que no implica otra cosa, sino la
apreciación de una prueba. Con base al artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil al rechazarse una declaración de testigo deberán
expresarse las razones y motivos que impulsaron tal determinación.

Incidencia autónoma de la tacha

En el procedimiento oral la tacha no se puede proponer en cualquier


estado o grado de la causa, como dispone el artículo 439 del Código de
Procedimiento Civil. Esta regla está derogada por el principio de la
concentración de la promoción de la prueba documental a que se contraen
98

los artículos 864 y 865 ejusdem. Por el contrario, el demandado deberá


tachar los documentos acompañados con la demanda en la oportunidad de la
contestación, y, en razón de la concentración propia del proceso oral,
formalizará en ese mismo acto la tacha, explanado sus motivos.

Y el representante, en este caso el demandante, insistirá en hacerlo valer


y contestará la tacha en la audiencia preliminar, puesto que este acto
precisamente tiene por finalidad permitir al Juez delimitar los hechos que
habrán de ser objeto de prueba y la materia a decidir. En el supuesto de los
documentos acompañados por el demandado a su contestación, el

ADOS
RV de una vez la tacha, y el
demandante podrá tacharlos también antes de la realización de la audiencia

S E
E del documento, insistirá o no en
preliminar, o en esa misma audiencia, formalizando

O S R
E C H
demandado, por su parte, como presentante
hacerlo valer,Rpresentando su contestación en dicha audiencia, que
DE
precisamente sirve para fijar los hechos a probar y la materia a decidir.
99

CONCLUSIONES

Al estudiar el juicio oral, durante el desarrollo de la incidencia de tacha de


testigos, en la República Bolivariana de Venezuela, se observó que la oralidad
constituye uno de los principios fundamentales, que ha orientado la reforma
procesal en Venezuela. Este principio de oralidad “surge de un derecho
positivo en el cual los actos procésales se realizan de viva voz, normalmente
en audiencias, y reduciendo las piezas escritas a lo estrictamente
indispensable”.

A D OS
Es por esto que también señala que “por oralidad no se entiende ni la
simple discusión oral, ni mucho menos, E la R V de la escritura del
R S
Ecreer a los inexpertos”. Y es por esto
exclusión

HO
proceso, como el nombre podríaS hacer
que este autorR E Cque
procesoD
E plantea todo proceso moderno es mixto, y aclara “pero un
mixto se dirá oral o escrito según el puesto que el mismo conceda a
la oralidad y a la escritura, y, sobre todo, según el modo en que en el mismo
actúe la oralidad”.

Asimismo, no existe un régimen puro y que todos son “mixtos con


diferente combinación de elementos escritos y orales”. En todos los
procesos, es conveniente la oralidad del juicio, ya que así los jueces pueden
obtener una impresión más viva del conflicto, sortear obstáculos con mayor
facilidad y percibir con rapidez las falsedades. Así se eliminaría el papeleo y
las dilaciones fatigosas de lecturas interminables que atentan con la
celeridad.

La oralidad se entiende como un instituto procesal fundamental, en virtud


del cual el proceso judicial del trabajo sea un instrumento que permita la
efectiva realización de la justicia y el cumplimiento del fin social de la misma.

El sistema establecido en el proyecto desarrolla el principio de la oralidad


100

a través de la audiencia, en donde participan directamente los tres sujetos


procésales, a saber: el demandante, el demandado y el juez o la jueza. Este
proceso por audiencia permite que la oralidad, elemento fundamental del
proceso, obligue a que casi todos los actos del mismo se materialicen en
forma oral.

La eficiencia probatoria del testimonio se puede destruir mediante la


práctica de otras pruebas que, recayendo sobre el mismo objeto, desvirtúen
las declaraciones prestados por los testigos. Pero aparte de esta
impugnación indirecta o mediata, hay otra, inmediata o directa, que consiste

A D OS
RVes lo que se conoce como
en atacar el testigo como tal, desarrollando en torno a su declaración una
verdadera prueba secundaria o de segundoE
R E S grado,
la Tacha, mediante el cual seS
C H O trata de rechazar el testigo presentado por la
E
DER
parte contraria.

La tacha de testigoS debe decirse que es la impugnación que hace un


litigante sobre las condiciones personales o las declaraciones de un testigo a
efecto de anular o disminuir el valor probatorio de las mismas, ya sea por
falta de idoneidad por tener interés en el litigio a favor de la otra parte o por
su relación de parentesco o amistad con ella o enemistad con la otra parte
que formula la tacha. Siendo también motivo de tacha la relación de
dependencia con algunos de los litigantes, así como la circunstancia de ser
acreedor y deudor de alguno de ellos.

Por otra para al definir el alcance de las facultades del juez civil, durante
el desarrollo de la incidencia de tacha de testigos, en los nuevos juicios
orales civiles en la República Bolivariana de Venezuela, se obtuvo que la
función del juez en el proceso civil, debe ser la de “director o conductor del
proceso”, alejado del “juez dictador”, que le otorgan enorme poderes frente al
ciudadano común, como así también del “juez espectador” que, con una
actitud pasiva, se limita a dictar un pronunciamiento pensando únicamente en
101

la aplicación que estime correcta de la ley, pero alejándose de la realidad.

Los jueces, por consiguiente, deben realizar el uso adecuado de los


deberes que la ley les confiere, a fin de “descubrir” la verdad material sobre
lo formal, incluso en forma oficiosa, ante el error o negligencia de los
justiciables.

Cuando el Juez dispone hacer uso de aquellas deberes, buscando algún


medio de información para completar su conocimiento sobre los hechos de la
causa, lo ideal es que éste desconozca incluso a la parte a quién va a

OS
beneficiar a través de su actividad.

A D
V no logran la convicción
lasR
Ahora bien, si los hechos aducidos por E
R S
Ealgún medio probatorio. Para ello, sin
partes
del juez, éste puede de oficioS
CHqueOhaya en los autos algún antecedente, alguna
ordenar
embargo, es R E
DE
menester
presunción de verdad en favor del hecho que debe ser establecido, alguna
prueba, aunque insuficiente que sirva en el sentido indicado.

En consecuencia, se puede decir que una de las más grandes


excepciones a la pasividad del Juez se encuentra consagrada en la
institución de las medidas para mejor proveer o iniciativa probatoria del juez.-

El valor de las decisiones hecha ante el juez por terceros testigos y de


las tachas será apreciado por el Juez al dictar sentencia de conformidad con
las reglas de sana critica y sus poderes discrecionales.

Para dar fin a la investigación realizada debemos analizar la doctrina


estudiada y crear o fundamentar un criterio propio, a partir de lo estudiado e
indagado en el presente proyecto de investigación. Es conveniente expresar
que, si bien el juez es el rector del proceso y ahora del nuevo proceso oral
civil, se ha creado a partir de esta afirmación, y de lo generado en los
102

objetivos específicos la hipótesis referente al posible desarrollo de la


incidencia de la tacha de testigos en los nuevos juicios orales civiles.

La Hipótesis planteada expresa que se si realizara una audiencia oral


en la cual el testigo rindiera declaraciones y la contraparte, después de dicha
declaración, tuviera la oportunidad de intentar tacharle apegada a derecho,
es decir, reprochar las declaraciones dadas por el testigo, todo ahora de
manera oral, y que el juez se encuentre siempre presenciando y presidiendo
el acto jurídico, deberá también dar una conclusión o veredicto al final de
dicho veredicto en el que nazca la valoración de la tacha de testigos, y

A D OS
deberá constar por escrito el resumen final, con las firmas del secretario y el

S E RV en el interrogatorio y las
E
juez, donde se evidencien las preguntas realizadas

O S R
H
reprochadas por la contraparte; con esto se solidificará y se otorgará más
al C
firmeza y claridadE
D E R acto procesal..

El juez, siempre amparado en la ley y tutelado por esa investidura de


justicia que el mismo irradia, deberá señalar y acotar a las partes sus
posibles fallas e ineptitudes dentro de la evacuación del testigo, sin
transgredir los derechos de ninguna de ellas.

Siguiendo con este criterio, se deberá elevar el denominado acto


procesal de tacha de testigos, a un nivel más seguro para las partes, ya que
el juez, deberá motivar su decisión en lo alegado y expuesto por las partes,
dentro del juicio oral que se ha creado, sin poder salir del marco de la
realidad y legalidad de la incidencia propiamente dicha.

Con lo expuesto se tendría un sistema de valoración de la prueba


testimonial oral mucho mas evolucionado y seguro, evitando así los posibles
excesos de los funcionarios públicos o, más aun, la falta de motivación de
los jueces en el momento de ejercer los mecanismos de valoración de
pruebas.
103

El Juez, como rector del proceso, deberá utilizar sus máximas de


experiencia, su sana critica y los poderes conferidos por ley, entre otras
potestades, para decidir y valorar la prueba oral evacuada por una parte y
reprochada por otra, invocando así principios de transparencia y celeridad
procesal, para el libre desenvolvimiento de la valoración como pruebas, en
los mencionados casos orales.

ADOS
S E RV
SRE
C HO
RE
DE
104

RECOMENDACIONES

I. Tomando en cuenta que la misma Resolución 2006-0066 determina


que el procedimiento oral, en los tribunales tomados como pilotos, será
objeto de una evaluación al transcurrir un año de instaurado el mismo,
esperamos que ese tiempo sea necesario para que se implementen
verdaderos cambios en materia de oralidad en el proceso civil.
II. A nuestro entender es necesario que exista un procedimiento oral
único, que permita una justicia con más celeridad, de no existir la reforma del

OS
código de procedimiento civil, deberíamos de adoptar el mecanismo

AD
RV
implementado por otras leyes y código en materia de oralidad.

E S E
SR
III. Deben asignarse suficientes recursos que ayuden a cubrir el nivel de

H O
Cde Circuitos Judiciales en materia Civil y Mercantil,.
E
eficiencia que exige el proceso.

DE
IV. Creación R física
V. Rediseñar los patrones de estudio y de actuación del profesional del
derecho, propiciando verdaderos cambios a nivel de enseñanza impartida por
las universidades, específicamente las escuelas de derecho.
VI. Capacitación y formación constante de nuestros abogados y jueces,
logrando el cambio de concepto, de ideologías, que se entienda que impartir
justicia es un acto trascendental, que exista lo que se llama el juez social.
VII. Tener siempre presente los principios de la oralidad los cuales son la
concentración, inmediación y publicidad.
105

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LEYES

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Nacional Constituyente. Publicada en Gaceta Oficial del jueves 30 de
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AD
Venezuela. Gaceta Oficial Nº 5.208 Extraordinario del 23 de enero de
1998
S E RV
SRE
O
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E C H
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