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UNA PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL ESTUDIO DE LAS

RELACIONES ENTRE PERIODISTAS Y POLÍTICOS EN ESPAÑA1

Andreu Casero Ripollés


Profesor Titular
Departamento de Ciencias de la Comunicación
Universitat Jaume I de Castellón
casero@com.uji.es

Pablo López Rabadán


Profesor Ayudante
Departamento de Ciencias de la Comunicación
Universitat Jaume I de Castellón
rabadan@com.uji.es

RESUMEN
Las relaciones entre los profesionales del periodismo y los actores de la política son un
elemento clave para la articulación de la esfera pública en las sociedades actuales. Por ello, su
estudio reviste un especial interés a nivel informativo, social y profesional. Esta comunicación
plantea una propuesta metodológica para el análisis empírico de este objeto de estudio. Para
ello, se adopta un marco teórico basado en la perspectiva interactiva de la comunicación
política, por un lado, y en el contexto de mediatización de la política, por otro.
Los objetivos de investigación se definen a partir del estudio de cuatro grandes
cuestiones: actitudes y percepciones mutuas, influencia en el proceso de elaboración de la
información política, fenómenos de control político de la información periodística y efectos
sociales y políticos de la información política.
El diseño metodológico se basa en la utilización de diversas técnicas de interrogación
cuantitativas y cualitativas. Finalmente, la muestra se ocupa de tres tipos de sujetos: actores
periodísticos, actores políticos y consultores de comunicación política.
PALABRAS CLAVE: comunicación política, información política, periodismo,
mediatización

                                                        
1
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación I+D “Periodismo y fuentes de información
política en España: relaciones y dinámicas comunicativas” (CSO2010-16313), dirigido, como investigador
principal, por Andreu Casero (Universitat Jaume I) y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (Plan
Nacional I+D+i 2008-2011).

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 1


A METHODOLOGICAL APPROACH FOR THE STUDY OF RELATIONS
BETWEEN JOURNALISTS AND POLITICIANS IN SPAIN

ABSTRACT
Relationship between media professionals and political actors are key to the articulation of the
public sphere in contemporary societies. Therefore, their study is of particular interest in
informative, social and professional level. This communication presents a methodology for
empirical analysis of this object of study. To do this, we adopt a theoretical framework based
on interactive perspective of political communication on the one hand, and the context of
mediatization of politics, on the other.
The research objectives are defined from the study of four specific questions: attitudes
and mutual perceptions; influence on the production process of political information; current
trends of political control over media reporting; and social and political effects of political
information.
The methodological design is based on the use of various interrogation techniques
quantitative and qualitative. Finally, the exhibition focuses on three types of subjects: media
actors (TV, radio and newspapers journalists), political actors and spin doctors.

KEYWORDS: political communication, political news coverage, journalism, mediatization

1. INTRODUCCIÓN: LA IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN DE LAS


INTERACCIONES ENTRE EL PERIODISMO Y LA POLÍTICA
La relación entre el periodismo y la política se configura como un objeto de estudio dotado de
una gran relevancia debido a dos razones, principalmente. En primer lugar, la importancia dee
esta temática tiene que ver con el hecho que la información política constituye un elemento
clave para el ejercicio de la ciudadanía en la sociedad actual. En este sentido, resulta un
recurso fundamental para participar en la vida política, para conocer la realidad de nuestro
entorno, elaborar nuestra propia visión del mundo y para tomar parte en el proceso de
formación de la opinión pública (CASERO, 2008a; GROSSI, 2007; RODRIGO ALSINA,
2005; McCOMBS, 2004; SAMPEDRO, 2000; WOLF, 1994; SAPERAS, 1987).
La función informativa, desplegada por el periodismo, resulta, así, clave para la
democracia. Los periodistas, con su cumplimiento, desempeñan un papel esencial en el
desarrollo, la profundización y la mejora de la calidad democrática (CURRAN, 2005;
ENTMAN, 2010). El periodismo provee, por un lado, una plataforma para el diálogo público
y para la articulación y expresión de las opiniones que resulta esencial en términos
democráticos (BRANTS, DE VREESE, MÖLLER y VAN PRAAG, 2010) y, por otro,
ejercita una función de control del sistema político, dando visibilidad a sus actividades
(SCHUDSON, 2008). En consecuencia, la información política adquiere una importancia
destacada en las sociedades actuales puesto que afecta a cuestiones claves como la

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legitimidad, el consenso, el poder, la influencia, la toma de decisiones y la percepción social
de la realidad política (GROSSI, 2007).
Teniendo en cuenta la trascendencia de la información política, resulta clave estudiar
cómo se configura y se gesta. Para ello, es esencial analizar las relaciones que se establecen
entre los periodistas y los actores políticos, entendidos como fuentes de información, puesto
que éstas condicionan, categóricamente, el resultado final. Más si consideramos que la
construcción de la información política es fruto de la definición conjunta de ambas instancias
(CASERO, 2008b; SAMPEDRO, 2000; COOK, 1998; GROSSI, 1987). Por lo tanto, conocer
con detalle las dinámicas que gobiernan y conforman esta interacción es básico.
Un segundo motivo que justifica esta investigación tiene que ver con la originalidad de
la cuestión tratada. Pese a que los periodistas, entendidos como un colectivo profesional, han
sido objeto de diversos estudios científicos tanto a nivel internacional (WEAVER, 1998)
como en España (DIEZHANDINO, BEZUNARTEA y COCA, 1994; CANEL, RODRÍGUEZ
ANDRÉS y SÁNCHEZ ARANDA, 2000; ORTEGA y HUMANES, 2000; GARCÍA DE
CORTÁZAR y GARCÍA DE LEÓN, 2000; MARTÍN SABARÍS y AMURRIO, 2003), el
análisis de las relaciones y dinámicas que se establecen entre periodistas y fuentes de
información política, entendidas como una negociación constante (CASERO, 2008b), todavía
se encuentra, en el contexto español, pendiente de abordar desde una perspectiva empírica.

2. UNA PROPUESTA METODOLÓGICA PARA LA INVESTIGACIÓN DE LAS


RELACIONES ENTRE EL PERIODISMO Y LA POLÍTICA
2.1 Estado de la cuestión
El estudio de las relaciones que se establecen entre los periodistas y los políticos,
considerados como fuentes de información, constituye uno de los principales ámbitos de la
investigación científica en periodismo por su carácter central y estratégico dentro el proceso
de producción informativa.
Entre los principales antecedentes, cabe subrayar, primeramente, las aportaciones
efectuadas por Gaye Tuchman y Herbert Gans. La primera demostró la preponderancia que
asumen las fuentes oficiales, en virtud de su autoridad y legitimidad, en la información
periodística, concluyendo que ésta se configuraba como uno de los principales mecanismos al
servicio del mantenimiento del statu quo (TUCHMAN, 1983). Una idea que otros
investigadores han reafirmado posteriormente (MANNING, 2001; REICH, 2009;
DIMITROVA Y STRÖMBÄCK, 2009).
Por su parte, Gans (1980) analizó las interacciones entre periodistas y fuentes de
información política en términos de poder, caracterizándolas, metafóricamente, como una
danza. Según esta concepción, las fuentes persiguen el acceso a los espacios informativos y
los periodistas buscan acceder a las fuentes para obtener información. Aunque ambos pueden
liderar el tango, son las fuentes quienes más frecuentemente ostentan el mando (GANS, 1980:
116). Sin embargo, trabajos más recientes sostienen lo contrario. Pese a que las fuentes
políticas invitan a los periodistas a entrar en la pista de baile, son los profesionales de la
información quiénes eligen, en cada caso, con quién van a bailar por su capacidad para

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condicionar el enfoque (frame) o la construcción de la realidad asociada a las noticias
(STRÖMBÄCK y NORD, 2006:161).
En definitiva, estas investigaciones plantean que la relación entre periodistas y fuentes
políticas es simbiótica (GUREVITCH y BLUMLER, 1981; BORRAT, 2006; ORTEGA,
2011) ya que ambos son recíprocamente dependientes y se necesitan mutuamente, al
controlar, cada uno, recursos clave. Los periodistas, al dominar la función de selección,
otorgan visibilidad pública a los políticos y orientan los significados asociados a las noticias.
Por su parte, las fuentes políticas poseen la información, materia prima de los periodistas,
pero también disfrutan del poder de dar legitimidad a las noticias.
Frente a este enfoque, otras investigaciones plantean que el peso del negativismo en la
cobertura periodística de la política tiene como consecuencias el deterioro de la relación entre
periodistas y fuentes políticas, por un lado, y el aumento de la desafección política de los
ciudadanos y la caída del compromiso cívico, por otro (BENNETT, RHINE y FLICKINGER,
1999; DIEZHANDINO, 2007; AVERY, 2009). Desde esta óptica, no es la simbiosis, sino la
desconfianza el parámetro básico que define la relación entre periodistas y políticos
(BRANTS, DE VREESE, MÖLLER y VAN PRAAG, 2010).
En el contexto actual, las interacciones entre los sujetos políticos y los periodísticos se
encuentran, además, enmarcadas en una creciente mediatización de la política (MAZZOLENI
& SCHULZ, 1999; KEPPLINGER, 2002; SCHULZ, 2004; STRÖMBÄCK, 2008;
HJARVARD, 2008; ORTEGA, 2011). Fruto de la misma, los medios de comunicación se han
convertido en el escenario hegemónico donde se representa públicamente la política,
imponiendo sus formatos y transformando, así, a aquella. Las reglas del juego propias del
sistema mediático privilegian la espectacularización, la simplificación, el predominio de la
imagen, la personalización y la dramatización entre otros aspectos. Los actores políticos se
ven obligados a adaptarse a estos requerimientos si quieren aprovechar las plataformas
mediáticas para hacer llegar sus mensajes a los ciudadanos.
Dentro de los antecedentes previos, cabe apuntar el aumento de interés en la
investigación internacional que está suscitando la relación entre periodistas y fuentes de
información política en los últimos años. Así, cabe destacar la publicación de trabajos que
analizan estas interacciones en países como Suecia (LARSSON, 2002; STRÖMBÄCK y
NORD, 2006), Bélgica (AELST, MADDENS, NOPPE y FIERS, 2008), Holanda (AELST,
BRANTS, VAN DALEN, VAN PRAAG, DE VREESE y NUYTEMANS, 2008; BRANTS,
DE VREESE, MÖLLER y VAN PRAAG, 2010) o Estados Unidos (COOK, 1998;
(BENNETT, LAWRENCE y LIVINSTONE, 2007). En España, destacan las visiones teóricas
sobre esta temática (BORRAT, 1989 y 2006; DIEZHANDINO, 2007; CASERO, 2008b;
ORTEGA, 2011), los estudios del grado de politización de la información periodística
(ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE MADRID, 2010) o los análisis históricos vinculados
principalmente a la época de la Transición democrática (GARCÍA GALINDO, 2009;
GÓMEZ MOMPART, 2009).
Igualmente dentro del estado de la cuestión sobre el binomío periodismo y política, se
pueden citar los trabajos centrados en las manifestaciones del control político de la
información periodística (KERNELL, 1997; HALLIN y MANCINI, 2004; SOENGAS 2007a
y 2007b; CASERO, 2009).

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2.2 Finalidad y objetivos
La finalidad principal es estudiar las relaciones y dinámicas comunicativas que se establecen
entre los periodistas y los políticos, considerados como fuentes de información política, en
España a partir de cuatro grandes ejes:
a) El estudio de las percepciones mútuas entre periodistas y fuentes de información
política que engloba aspectos como el tipo de relación que mantienen, los modelos a los que
responde (cómo es), las actitudes y percepciones cruzadas y las motivaciones de ambos
actores a la hora de difundir informaciones políticas, principalmente.
b) El estudio de las condiciones de elaboración de la información política que incluye
toda una serie de aspectos como la capacidad para fijar la agenda mediática (de qué se habla),
la capacidad para fijar el enfoque de las noticias políticas (cómo se habla), el volumen e
importancia de las fuentes en la información política, el peso de las fuentes oficiales e
institucionales, el grado de importancia que asume la política en los espacios informativos y
el peso de todo un conjunto de elementos en la información política como la interpretación
periodística, la autorreferencialidad, la espectacularización y la personalización, la
politización, la diversidad de opiniones y el pluralismo, principalmente.
c) El estudio de los fenómenos de control desarrollados entorno a la información
política que circunscribe aspectos como el ejercicio del watchdog, la incidencia de las
presiones, el grado de paralelismo político, el grado de autonomía e independencia, el grado
de importancia del acceso a la información política, los mecanismos de control puesto en
práctica, las motivaciones para recurrir al control y el papel de la influencia política, y de
otras influencias, en la cobertura periodística de la política, principalmente.
d) El estudio de las consecuencias derivadas de la información política que abarca las
visiones de periodistas y políticos sobre aspectos como los efectos de la información política
sobre la ciudadanía, su importancia para la calidad de la democracia, su influencia en el
debate público, su incidencia en el proceso de toma de decisiones políticas, su capacidad para
establecer las prioridades y preocupaciones de los ciudadanos y su incidencia en el deterioro
del compromiso cívico y el aumento de la desafección política en las sociedades actuales,
principalmente.
Con todo, los objetivos de la investigación, derivados de estos cuatro bloques, son los
siguientes:
1. Conocer las relaciones que se establecen entre los periodistas y las fuentes de
información política en España con especial atención a las percepciones mútuas y a los
modelos de interacción entre ambos.
2. Conocer el papel y la influencia de los actores políticos, entedidos como fuentes de
información, en el proceso de producción periodística de la información política en el
contexto español.
3. Conocer la incidencia de los fenómenos del control aplicados a la información
política en España por parte de los periodistas y de las fuentes informativas, respectivamente,
en opinión de los sujetos implicados.

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4. Conocer la influencia de la información política sobre una serie de aspectos
centrales en la dinámica y la vida política española como el proceso de toma de decisiones, el
establecimiento de prioridades y preocupaciones por parte de los ciudadanos, la estimulación
del debate público o el aumento de la desafección política de la ciudadanía, entre otros, en
opinión de periodistas y fuentes de información política.

2.3 Diseño metodológico


Esta investigación combina, en su diseño metodológico, el uso de técnicas de naturaleza
cuantitativa con técnicas de tipo cualitativo. En ambos casos, se ha optado por el uso de
métodos basados en la interrogación como principal mecanismo para la obtención de datos y
evidencias empíricas sobre el objeto de estudio (PIÑUEL y GAITÁN, 1995). Así, las técnicas
aplicadas son, en primer término, la encuesta cuantitativa y, posteriormente, las entrevistas en
profundidad o abiertas.
En esta investigación se utilizará una encuesta basada en preguntas cerradas en las que
el entrevistado elige una respuesta, o varias, entre unas categorías de respuestas
predeterminadas (ALVIRA MARTÍN, 1994; GARCÍA FERRANDO, 2000; DÍAZ DE
RADA, 2005; IGARTUA, 2006;). En cuanto al trabajo de campo, se aplicará el
procedimiento de la entrevista autoadministrada en la red para la realización de la encuesta. El
uso de este procedimiento tiene como principales ventajas la rapidez y el bajo coste, mientras
que su gran desventaja tiene que ver la elevada dependencia de la voluntariedad en la
respuesta.
El segundo pilar del diseño metodológico es la entrevista en profundidad. Esta técnica
se adapta perfectamente a la multidimensionalidad de objetos de estudio altamente complejos
como el que nos ocupa (VALLES, 1997). En este sentido, la medida estadística resulta,
claramente, insuficiente (ALONSO, 1998). Se hace imprescindible afrontar una comprensión
significativa a partir de los discursos latentes (ORTÍ, 2000: 221; IBÁÑEZ, 2000) sobre las
relaciones y dinámicas comunicativas que se establecen entre los periodistas y las fuentes de
información política en España. El trabajo de campo se realizará a partir de un guión abierto y
el procedimiento se basará en las entrevistas personales cara a cara con los sujetos
interrogados.

2.4 Muestra de análisis


La muestra de esta investigación estará conformada por sujetos procedentes de los dos
ámbitos de análisis: del campo del periodismo, por un lado, y del sistema político, por otro.
En su elección, se ha procurará que la muestra responda tanto a la validez externa como a la
interna. Por ello, se ha optado por elaborar una muestra representativa a partir de la definición
de tres grandes perfiles y varios subperfiles:
1. Sistema periodístico
1.1. Periodistas de la prensa escrita
1.2. Periodistas del medio radiofónico

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1.3. Periodistas del medio televisivo
1.4. Periodistas de medios con presencia en Internet
1.5 Periodistas de agencias de noticias
2. Sistema político
2.1. Sujetos políticos vinculados al partido del Gobierno
2.2. Sujetos políticos vinculados a los partidos de la Oposición (con
representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados)
2.3 Sujetos políticos vinculados directamente a responsabilidades de Gobierno
3. Directores de comunicación de los actores políticos
3.1 Directores de comunicación o jefes de prensa de partidos políticos (con
representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados)
3.2 Directores de comunicación o jefes de prensa de instituciones políticas de
las Administraciones públicas
A la hora de determinar la composición de la muestra, se tendrá en cuenta como
criterio fundamental de selección en ambos grupos, la variable geográfica o territorial. Para
ello, se toman con objeto de estudio tres comunidades autónomas españolas dotadas de gran
relevancia, tanto poblacional como en términos políticos, mediáticos y económicos:
Comunidad de Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana. Cada una de ellas contará con el
mismo grado de representatividad.
El diseño muestral se ha efectuado, asimismo, desde parámetros no probabilísticos, es
decir evitando la selección aleatoria de los entrevistados. Por ello, se ha optado por
confeccionar una muestra estratégica (WIMMER y DOMINICK, 1996: 70).
En relación a la técnica de la encuesta, el número total de sujetos entrevistados será
de 630 con la siguiente distribución:

C. Madrid Cataluña C. TOTAL


Valenciana

Periodistas – Prensa Escrita 25 25 25 75

Periodistas – Radio 25 25 25 75

Periodistas – TV 25 25 25 75

Periodistas – Internet 25 25 25 75

Periodistas – Agencias 25 25 25 75

Políticos – Partido Gobierno 25 25 25 75

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Políticos – Partidos 25 25 25 75
Oposición

Políticos – Ejercicio de 25 25 25 75
Gobierno

Directores Comunicación – 5 5 5 15
Partidos

Directores Comunicación – 5 5 5 15
Instituciones públicas

TOTAL 210 210 210 630

Cabe puntualizar que, para garantizar la representatividad y la validez, se ha


asignado el mismo número de encuestas en cada uno de los grupos que componen la
muestra, excepto en el caso de los directores de comunicación. Esta circunstancia, se debe
al hecho que el número de profesionales empleados en este ámbito es considerablemente
menor que el número de periodistas dedicados a los sectores mediáticos (prensa, radio, TV,
Internet y agencias de noticias). Por ello, se ha optado por reducir el número de encuestas
en este subgrupo a un total de 30 (15 relacionados con partidos políticos y 15 con las
instituciones públicas).
Por lo que se refiere a la muestra de entrevistas en profundidad, el número total de
sujetos interrogados se situará en un total de 45. De ellos, 21 pertenecerán al campo del
periodismo, mientras que los otros 18 estarán vinculados al sistema político y 6
corresponderán a directores de comunicación de organizaciones políticas, siguiendo la
distribución que se recoge a continuación:

C. Madrid Cataluña C. TOTAL


Valenciana

Periodistas – Prensa Escrita 2 2 2 6

Periodistas – Radio 1 1 1 3

Periodistas – TV 2 2 2 6

Periodistas – Internet 1 1 1 3

Periodistas – Agencias 1 1 1 3

Políticos – Partido Gobierno 2 2 2 6

Políticos – Partidos 2 2 2 6
Oposición

Políticos – Ejercicio de 2 2 2 6

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Gobierno

Directores Comunicación – 1 1 1 3
Partidos

Directores Comunicación – 1 1 1 3
Instituciones públicas

TOTAL 15 15 15 45

En la aplicación de las técnicas, se tendrá en cuenta que la organización del sistema


periodístico se basa en una estructura jerarquizada de tipo piramidal en la que se ubican
profesionales con diferentes responsabilidades y capacidades de maniobra. Por ello, se
procurará entrevistar a sujetos procedentes de los tres grandes estratos de la estructura
periodística: cúpula directiva (directores, directores adjuntos, subdirectores,…), cargos
intermedios (redactores jefes, jefes de sección,…) y base redaccional (periodistas de base).
Con ello, se persigue la búsqueda de la máxima diversidad de opiniones sin perder la
representatividad y la validez de la muestra.

3. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Las relaciones entre la profesión periodística y el sistema político constituyen un objeto de
estudio que asume una elevada centralidad y complejidad. Su importancia se basa en que el
estudio de esta cuestión permite conocer las dinámicas conducentes a la elaboración de la
información periodística sobre la política. Se trata de un amplio conjunto de interacciones
previas a la configuración de la noticia, pero que la condicionan notablemente ya que resultan
decisivas para determinar tanto su contenido como su enfoque (frame). Un gran número de
investigaciones se han ocupado de estos últimos aspectos ubicando su análisis en la
información entendida como un producto acabado que genera efectos cognitivos. No obstante,
los intercambios entre los actores periodísticos y políticos, que son un factor explicativo
clave, han generado poca atención científica. La propuesta planteada en esta comunicación
viene a cubrir esta carencia.
Además, las relaciones entre el periodismo y la política se caracterizan por su
complejidad. Se trata de un objeto de estudio que posee un marcado carácter
multidimensional. No sólo son muchas las variantes y variables que ponen en juego, sino que
afectan a numerosas cuestiones y aspectos. La condición abierta de estas interacciones
redunda en un aumento de la complejidad analítica. Las dificultades para aprehender la base y
la esencia de estas relaciones que son altamente complicadas, por un lado, y extremadamente
diversas, por otro.
La propuesta metodológica aquí expuesta plantea tres grandes aspectos abiertos a la
discusión. El primero tiene que ver con las dificultades para analizar factores personales,
como la empatía o la amistad, que pueden determinar decisivamente la relación entre
periodistas y políticos. En este sentido, un primer frente de debate concierne a la introducción
de la técnica de los grupos de discusión (focus group) como complemento de la encuesta y la

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entrevista en profundidad, en el caso que éstas se revelen poco eficaces para captar estos
aspectos.
Una segunda cuestión a discutir atañe a la muestra. El diseño metodológico propuesto
se centra en tres comunidades autónomas (Cataluña, Comunidad Valenciana y Comunidad de
Madrid) que, a priori, poseen un nivel de representatividad elevado. No obstante, en función
de los resultados obtenidos será necesario evaluar si procede una ampliación de la muestra a
otros territorios.
Finalmente, un tercer punto de discusión afecta a la distribución de la muestra por
categorías de actores. La propuesta metodológica plantea una doble distinción que incumbe a
los actores periodísticos: una división por soportes (prensa, radio, televisión, Internet y
agencias) y otra por estratos profesionales (cúpula directiva, cargos intermedios y base
redaccional). Esta formula persigue la máxima representatividad para obtener resultados
válidos y generalizables, pero también caben otros posibles diseños. La principal alternativa
tiene que ver con apostar por realizar las entrevistas a periodistas dotados de un alto grado de
notoriedad y un elevado conocimiento de la profesión y sus mecanismos de funcionamiento.
En este caso, pese a que la riqueza y profundidad de los argumentos obtenidos puede,
potencialmente, ser mayor, la muestra, al tener una marcada orientación estratégica, podría en
cuestión la representatividad de la profesión periodística.

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METODOLOGÍA CUALITATIVA VS. METODOLOGÍA CUANTITATIVA EN
COMUNICACIÓN: ESTUDIO DE UN CASO.

Dra. Gloria Jiménez Marín


Dda. Carmen Silva Robles

Resumen:
En la literatura sobre comunicación, de manera genérica, y sobre publicidad, de manera
concreta, existe un fuerte predominio de los planteamientos empíricos de naturaleza
cuantitativa. Los investigadores, con el objeto de aprehender extractos de realidad,
desarrollan complejos y sofisticados modelos estadísticos que tratan de encontrar
generalizaciones en el comportamiento de las campañas publicitarias y de su influencia
en el público, sea éste su target o no. Las revistas de mayor calado de esta área de
conocimiento se hacen eco de estos estudios y, en muchas ocasiones, es condición
indispensable recurrir a estas herramientas de investigación para lograr publicar en ellas.
Sin embargo, en los últimos años, diversos autores defienden la validez de la
metodología cualitativa y algunas de las revistas más prestigiosas empiezan a dar cabida
en sus páginas a trabajos empíricos construidos a la luz de los estudios de casos u otro
tipo de diseños de investigación de naturaleza cualitativa.

Palabras clave:
Caso, Cuantitativo, Cualitativo, Metodología

Abstract:
In the literature on communication, in general terms, and advertising, specifically, it
exists a strong predominance of quantitative empirical. The researchers, in order to
grasp reality extracts, develop complex and sophisticated statistical models to find
generalizations in the conduct of campaigns and its influence on the public. The most
important journals in this area of knowledge consider these studies and in many cases,
is a requisite to use these tools to make publishing research on them. However, in
recent years, several authors support the validity of qualitative methodology and some
of the most prestigious journals are beginning to accommodate on their pages to
empirical constructed in the case studies or other research designs qualitative nature.

Keywords:
Case, Methodology, Qualitative, Quantitative.

0. INTRODUCCIÓN

Cuando un investigador se enfrenta a la labor de escoger una metodología se encuentra


con un debate abierto sobre qué procedimiento o método debe/puede ser el mejor, el
óptimo. Con intención de comprender el escenario (comunicativo) que le rodea a nivel
científico, el analista despliega sus conocimientos para diseñar una estrategia (y una
posterior táctica) de acercarse a la realidad con rigor.
Nos encontramos con distintas maneras de observar nuestro entorno: la decisión final de
cómo emprendamos ese acercamiento será fundamental y clave. Para ello, en el
siguiente texto comenzamos con una distinción entre los conceptos de cualitativo y
cuantitativo, así como procedimientos concretos, como es el caso de la entrevista en
profundidad. A continuación, comenzamos con estas diversas perspectivas.

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1. CONCEPTO DE METODOLOGÍA

La noción de metodología alude a los procedimientos que el analista escoge en su labor


de investigación para la obtención de la información específica y necesaria. Bogdan y
Taylor (1994: 15) opinan que una metodología es “el modo en que enfocamos los
problemas y buscamos las respuestas. En las ciencias sociales se aplica a la manera de
realizar la investigación”. Basándonos en las aportaciones de Lasso de la Vega (1977:
85), quien dice que la metodología es “un conjunto de procedimientos que sirve de
instrumento para alcanzar los fines de la investigación”, podemos afirmar que una
metodología correcta puede basarse en dos procesos metodológicos complementarios:
análisis de contenido y estudio de casos. En la búsqueda de respuestas a las preguntas
de investigación pueden observarse, por un lado, la cantidad del objeto de estudio en
cuestión (en este caso: el número de anuncios que han incorporado de alguna forma
manifestaciones artísticas en su publicidad y los distintos públicos a los que van
dirigidos); por otro lado, tratamos de comprender qué estéticas y movimientos artísticos
son los más usados, y de qué manera y con qué finalidad se han incorporado éstos a la
estética publicitaria. Por ello, un método fundamental es el análisis de contenido,
entendido éste como un método exhaustivo de conocimiento, indispensable para
comprender los procesos de comunicación que emanan de cualquier obra de arte o
anuncio publicitario (Krippendorf, 1990). Se trata de tomar conciencia del valor y
relevancia que puede tener la forma que adquiere un mensaje publicitario en
determinados soportes y cómo las empresas acuden a determinados contenidos para
difundir sus mensajes.

Posteriormente aplicamos el estudio de casos. Ambos procedimientos se


complementan dando como resultado un todo. En las siguientes páginas justificamos el
uso de esta metodología y se detallan y plantean las ventajas y desventajas de una y otra
técnica. En línea con lo que expresan Busquet, Medina y Sort (2006: 125) “La
metodologia té un valor purament instrumental. Per aquest motiu, hem de defugir del
que es podria cualificar com una pràctica cientificoritual buida basada en un conjunt
de protocols i carretada de formalismes”.

1.1. Método

Usamos el término ‘método’ cuando nos referimos, siguiendo a García Ferrando (1986:
108), a un “componente lógico particular en tanto que se trata de convertir la simple
especulación ideológica, filosófica o literaria sobre la sociedad en intentos de
comprensión o explicación científica”. Este autor, además aporta, entre otras, las
siguientes definiciones:

- Lógica de la investigación científica.


- Criterio para el logro del conocimiento científico.

Existen multitud de métodos: sociológico, etnológico, psicoanalítico, histórico… así


como inductivo o deductivo. Por ello, más que hablar de un solo método hemos de
hablar de una pluralidad que son complementarios entre sí y de los que, dependiendo de
la etapa del conocimiento científico, se utilizan unos u otros. Por el contrario, cuando se
habla del método científico, entonces sí se pude hablar de una única lógica del poder
científico. Así, el método científico que tomamos como base para el presente texto es

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empírico y, como tal, podemos resaltar las siguientes características (García Ferrando,
1986):

- Tiene base empírica, por lo que se aproxima al método de las ciencias naturales,
aunque con particularidades.
- Es un método basado en la inducción, aunque también se utiliza la deducción, y
por eso se rige por los principios de la lógica.
- La observación y la experimentación tienen un papel esencial en él y se
combinan tanto la abstracción como la generalización con el fin de describir,
comprender y explicar la realidad.

1.2. Las técnicas de investigación

Con este término nos referimos a “los procesos específicos a través de los cuales se
reúnen y ordenan los datos antes de someterlos a las operaciones lógicas o estadísticas”
(Goode y Hatt, 1991: 5). Las técnicas se refieren a los elementos del método científico,
y no deben confundirse con los métodos; sin embargo, su utilización a veces es confusa
y llega a hablarse de métodos de investigación cuando en realidad se refiere a técnicas
de recogida o análisis de datos. Algunos ejemplos de técnicas son “la entrevista, la
encuesta, el grupo de discusión, los experimentos o la escalas de actitudes” (González
Ríos, 1997: 18).

2. METODOLOGÍA CUALITATIVA VS. METODOLOGÍA CUANTITATIVA

En la literatura sobre la comunicación, en términos generales, y específicamente en


Publicidad encontramos una gran prevalencia de ópticas cuantitativas empíricas frente a
otro tipo de métodos. Los investigadores parten de un intento de adaptación y
recolección de la realidad en el desarrollo de modelos estadísticos complejos y
sofisticados que traten de encontrar generalizaciones en la realización de campañas y su
influencia en el público, fundamentalmente si éste es su target. Pero, en esta línea, en
los últimos años varios autores han apoyado la validez de la metodología cualitativa y
algunas de las revistas más prestigiosas están empezando a dar cabida en sus páginas al
empirismo construido en base a los denominados estudios de caso o la investigación de
otros diseños de carácter cualitativo.

Pero lejos de existir un consenso sobre ambas maneras de aproximarse a una


realidad los investigadores suelen ubicarse en posturas contrapuestas. Los partidarios
del análisis cuantitativo afirman que el análisis cualitativo carece de mecanismos
internos que garanticen el nivel mínimo de fiabilidad y validez. Los partidarios del
análisis cualitativo afirman que la supuesta neutralidad y precisión de medida de los
datos cuantitativos no pasan de ser una mera afirmación ideológica, resaltando el escaso
valor explicativo de varianza aportado por los cuestionarios con fines estadísticos y
ridiculizando el abuso esotérico de fórmulas cada vez más cabalísticas para el logro de
unas definiciones de los fenómenos sociales progresivamente alejadas de la realidad
social (Ruiz, 1996: 11).

En esencia, no se trata de un simple debate metodológico; la raíz del problema


reside en la ontología y epistemología de las investigaciones. Es la controversia clásica
que enfrenta las aproximaciones positivistas con las interpretativas, la objetividad frente
a la subjetividad (Morgan y Smircich, 1980).

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Nuestra postura frente a esta controversia es que ambas metodologías son igualmente
válidas. Cada una de ellas tiene sus ventajas e inconvenientes, lo importante es elegir el
método adecuado en función del objeto de la investigación (Olson, 1995). Incluso
vamos más lejos y nos atrevemos a afirmar que ambas son complementarias y que la
tendencia es llevar a cabo estudios empíricos que hagan uso de una pluralidad
metodológica que, a través de las aportaciones de cada uno de estos métodos, presente
una visión enriquecida de la realidad objeto de estudio (Bartunek, Bobko y
Venkatraman, 1993: 1365). Reid (1994: 477) aboga por la complementariedad de ambas
metodologías ya que “las fortalezas de una suelen ser las debilidades de la otra”. La
metodología cuantitativa tiene como objetivo discernir las regularidades estadísticas del
comportamiento, está orientada hacia el recuento de las frecuencias y medición del
alcance del comportamiento que está siendo estudiado (Wildemuth, 1993: 451). Por lo
tanto, aporta información que facilita la generalización de las relaciones. Mientras que
la investigación cualitativa, tiene como objetivo comprender el mundo social desde el
punto de vista de los actores (Wildemuth, 1993: 451) y ayuda a describir el
funcionamiento de los sistemas sociales de forma holística, detectando relaciones
desconocidas a priori y generando descripciones más completas para facilitar la
generalización.

Antes de continuar distinguiremos entre lo que se considera cuantitativo y


cualitativo. En ocasiones esta distinción se ha limitado a hacer referencia al tipo de
datos que se manejan. Si utilizamos datos numéricos, se trata de un método cuantitativo,
si por el contrario recabamos datos de carácter simbólico, como el lenguaje, estaremos
haciendo uso de un método cualitativo. Algunos autores han definido los datos
cualitativos como aquellos que no son cuantitativos, aquellos que no pueden ser
expresados numéricamente (Tesch, 1990). Esta conceptualización es bastante pobre, ya
que tanto las técnicas cuantitativas como las cualitativas van más allá del análisis de un
tipo de datos u otro. Por ejemplo, en los estudios de casos, metodología de investigación
catalogada como cualitativa, es común el empleo de la triangulación de fuentes de
información en la que se entremezclan datos de naturaleza cuantitativa y cualitativa. Los
datos pueden ser recogidos mediante una entrevista en profundidad y luego ser
analizados de manera cualitativa si le aplicamos las técnicas del análisis del discurso o
cuantitativa si utilizamos el análisis del contenido. Podríamos caracterizar los datos
cualitativos, sin necesidad de recurrir a la oposición cuantitativo - cualitativo, como
elaboraciones de naturaleza descriptiva que recogen una amplia y diversa gama de
información, ricos y densos en significados, polisémicos, difícilmente reproducibles
dada su vinculación a contextos y momentos determinados, y recogidos a partir de una
instrumentación mínima, pues para obtenerlos se utilizan procedimientos más que
instrumentos (Rodríguez, Gil y García, 1996: 200).

Olson (1995) hace una revisión de la literatura que trata el problema de la


metodología cuantitativa y la cualitativa y llega a la conclusión de que tradicionalmente
la definición de la metodología, o los datos cualitativos se ha hecho de forma negativa
(Bradley, 1993; Chatman, 1984), y centrando más la atención en los métodos que en los
aspectos ontológicos y epistemológicos como sugieren Morgan y Smircich (1980). Es
decir, al igual que ocurre con los datos, la metodología cualitativa se define en la
literatura en oposición a lo cuantitativo. En este sentido Olson (1995: 2) cita a Glazier
(1992: 6) cuando, al definir la metodología cualitativa, utiliza la expresión “It is not... It
is not... It is not… It is not….”

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Tienen mayor interés las definiciones positivas. Algunos autores han definido el
concepto de lo cualitativo de forma positiva (Janesick, 1994; Fidel, 1993; o Ruiz, 1996).
Fidel (1993) enumera las características de la investigación cualitativa: es holística,
contextual, inductiva o dialéctica, plural o relativa y está entremezclada con el objeto de
la investigación.

Con un planteamiento más amplio y detallado vamos a enumerar las


características de los métodos cualitativos. Para ello nos basamos en las aportaciones de
Ruiz (1996) y Janesick (1994):

Su objetivo es la captación y reconstrucción del significado de las cosas por


encima de una mera descripción de los hechos sociales. El lenguaje que emplea es
básicamente conceptual y metafórico. Frente a los simples números: algoritmos y
fórmulas estadísticas. Su modo de captar la información no es estructurado sino flexible
y desestructurado. Una de las herramientas más empleadas es la entrevista en
profundidad, frente a las encuestas masivas y estandarizadas de los métodos
cuantitativos. Hace referencia a lo personal, cara a cara, e inmediato. Su procedimiento
es más inductivo que deductivo. No se parte de una teoría y unas hipótesis
perfectamente elaboradas y precisas. Requiere el análisis conjunto de los datos. La
orientación de la investigación no es particularista y generalizadora sino holística y
concretizadora (Miles y Huberman, 1994: 6). La investigación pretende captar todo el
contenido de experiencias y significados que se dan en un solo caso o en un número
reducido de ellos. Se centra en las relaciones dentro de un sistema o cultura.

Olson (1995) completa estas características con una consideración de naturaleza


metodológica. El contexto es esencial en la investigación cualitativa, el objeto de
estudio se integra y relaciona con el medio en el que tiene lugar (Bradley, 1993; Fidel,
1993; Mellon, 1990). La diferencia esencial entre uno u otro enfoque epistemológico se
derivan del planteamiento global de la investigación, de forma que se ajuste en mayor o
menor medida a los seis puntos anteriormente mencionados.

2.1. Análisis de contenido

El análisis de contenido es una técnica objetiva con una orientación fundamentalmente


empírica donde las especulaciones y teorías deben aplicarse a datos. Es una técnica de
investigación que se fundamenta en una descripción cuantitativa, metódica y objetiva
del contenido de cualquier comunicación (Berelson, 1968: 19). Es una herramienta que
consta de múltiples utilidades, lo que le confiere un carácter universal, pudiendo servir
de método de estudio para infinidad de materias y, como expresa Bardin (1986: 24), es
“un abanico de útiles”.

Su concepto se fundamenta en su característica base: la descripción objetiva,


centrada única y exclusivamente en el contenido del texto (escrito o audiovisual) y no
en las hipótesis de partida; por ello, el principal propósito de un análisis de contenido es
la descripción de ese contenido (en su fondo y en su forma).

El análisis de contenido permite un análisis riguroso y objetivo de cualquier


obra, mensaje o texto y es una técnica muy apropiada para muchos estudios de las
ciencias sociales. Frente a otras técnicas, presenta una objetividad rigurosa en la que
ningún ente externo puede influir o actuar sobre el contenido o la interpretación del

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objeto de estudio. El análisis de contenido, como aclara Guerrero (2002: 58) “se basa en
la lectura como instrumento de recogida de la información. Por lo tanto debe realizarse
de modo científico: de manera sistemática, objetiva, replicable y válida”.

Bardin (1996: 23) define el análisis de contenido como “un conjunto de técnicas
de análisis de comunicación tendente a obtener indicadores (cuantitativos o no) por
procedimientos sistemáticos y objetivos de descripción del contenido de los mensajes”.
Un buen análisis de contenido necesita objetividad y capacidad de medida.
Los objetivos fundamentales de un análisis de contenido, según Bardin (1986: 169), son
tres:
- Descripción metódica de las características de una comunicación.
- Comprobación de hipótesis para su verificación o rechazo.
- Formulación de explicaciones, sobre contenidos exteriores.

Por su parte, Clemente y Santalla (1991: 31) añaden que el análisis de contenido parte
de tres premisas:
1. Comprueba hipótesis mediante deducciones de las peculiaridades del
discurso (qué).
2. Comprueba las hipótesis mediante deducciones sobre las causas (quién,
por qué).
3. Comprueba esas hipótesis mediante deducciones sobre las consecuencias
(para qué).

Por todo ello el análisis de contenido ha de entenderse de manera flexible, ya


que es un instrumento metodológico que se ha ido perfeccionando con el paso del
tiempo y con su aplicación a discursos muy distintos. Además, el análisis de contenido
presenta una serie de ventajas que lo hacen especialmente útil en el ámbito de las
ciencias sociales. Primero, porque no es una técnica intromisiva, por lo que los
creadores de los anuncios que se han analizado no pueden actuar directamente en la
interpretación del contenido; segundo, porque el análisis de contenido puede aplicarse
sobre material de muy diversa índole; y tercero, porque el análisis de contenido intenta
entender los datos como fenómenos simbólicos y no como un conjunto de
acontecimientos físicos, que es lo que harían las ciencias naturales. Todas estas ventajas
han permitido usar esta metodología de análisis para tener una información rigurosa sin
entrar a valorar aspectos subjetivos por parte de la analista que podrían suponer un
sesgo de los resultados finales.

En este sentido, coincidimos con los elogios que autores como Clemente y
Santalla hacen del análisis de contenido:

“el análisis de contenido es una técnica de recogida de información que debe reunir todos
los requisitos científicos necesarios como técnica de medida, más los que se refieren a un
sistema de creación de categorías que, empleado dentro del esquema general de una
investigación, obtiene información numérica y cuantificable a través del contenido
manifiesto de un documento, con lo que permite descubrir aspectos del mismo que no
figuran en él de manera directa, evitando el problema de la obstrusividad y que es de gran
ayuda para el estudio de todo aquellos procesos en los que está implícita la influencia
social” (1991: 16) .

Pero el análisis de contenido también tiene algunas desventajas, ya que puede ser
aplicado de forma errónea o bien, siendo correcta esta aplicación, pueden darse errores
en la aplicación de las posibles relaciones posteriores que se piense que pueden surgir,

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es decir, la interpretación que se les dé a estos datos. No obstante, el análisis de
contenido es muy completo en cuanto a técnica de recogida de datos y han sido
numerosos los autores que han hecho uso de ella en el ámbito de la comunicación social
y más concretamente en publicidad, como por ejemplo Garrido (2004), Al Olayan &
Karande (2000) o Hetsroni & Tukachinsky (2005). Porque el análisis de contenido tiene
un papel especialmente destacable en la investigación científica de la comunicación,
dado que “el dominio tradicional del análisis de contenido ha sido el de la comunicación
de masas” (Krippendorf, 1990: 34).

2.2. Estudio de casos

Existen muchos aspectos que el análisis de contenido no podía demostrar, elementos


más subjetivos que no quedaban patentes sólo con un análisis de tipo cuantitativo. En el
análisis de contenido se introducen categorías cerradas frente a otro tipo de
metodologías, ya que en éste las categorías siempre han tenido que ser exportables, es
decir, que cualquier persona entienda lo mismo frente a una misma obra. Sin embargo,
en otras metodologías, como es el estudio de casos, se introduce cierta percepción
individual de la investigadora. De hecho, Berelson (1968) recalcó que un buen análisis
de contenido no tenía que prestar atención exclusivamente a los resultados cuantitativos
sino también a los cualitativos. Por ello, podemos afirmar que los dos procedimientos
son complementarios para estudios como el que ahora se aborda. Es más, ya
Krippendorf (1990) hizo alusión a tres tipos de diseño en la investigación mediante
análisis de contenido: validación directa, validación de la correspondencia con otros
métodos y verificación de las hipótesis respecto de otros datos. Así, en esta
investigación acudimos a otra técnica complementaria, como es el estudio de casos.

Y es que el estudio de casos ha sido muy utilizado en las ciencias sociales desde
que Frederic Le Play publicara su investigación “Les Ouvries Europeenns” en 1855, que
es considerado el primer trabajo sociológico genuinamente científico. La metodología
empleada fue denominada, a posteriori, estudio de casos. Pero no es hasta fechas mucho
más recientes cuando algunos investigadores han tratado de sistematizar y validar el
estudio de casos como metodología científica. Entre ellos cabe destacar las
contribuciones de Yin (1981, 1988, 1992, 1993) y Miles y Huberman (1994). Sus
contribuciones son esenciales para la comprensión del estudio de casos como
metodología capaz de generar conocimiento científico.

El estudio de casos es definido por Denny (1978: 370) como un “examen


completo o intenso de una faceta, una cuestión o quizás los acontecimientos que tienen
lugar en un marco geográfico a lo largo del tiempo”. Patton (1980) considera al estudio
de casos como una forma particular de recoger, organizar y analizar datos.

Según Yin (1988: 23) el método del estudio de casos es una investigación
empírica que estudia un fenómeno actual dentro de su contexto real, dirigido a
situaciones en las que los límites entre el fenómeno y el contexto son confusos, y usa
múltiples fuentes de evidencia. Según Eisenhardt (1989: 535), los estudios de casos
pueden ser empleados para alcanzar diversos objetivos: describir un fenómeno, probar
una teoría o generarla.

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Todas las definiciones vienen a coincidir en que el estudio de casos implica un
proceso de indagación que se caracteriza por el examen detallado, comprehensivo,
sistemático y en profundidad del caso objeto de interés (García Jiménez, 1991: 67).
Como hemos podido comprobar a través de los párrafos anteriores, cuando se hace
referencia al estudio de casos se conceptualiza como un ‘método de investigación’. Los
investigadores, en este caso, entienden el estudio de casos de manera más amplia, como
una estrategia de diseño de la investigación más que como un simple método (Yin,
1988).

De forma general, el estudio de casos se basa en el razonamiento inductivo. Las


generalizaciones, conceptos o hipótesis surgen a partir del examen minucioso de los
datos, por lo que se considera una buena herramienta para el desarrollo de lo que se ha
denominado ‘Teoría fundamentada’ (grounded theory). Bartolomé (1992: 24) considera
que el estudio de casos se plantea con la finalidad de llegar a generar hipótesis, a partir
del establecimiento sólido de relaciones descubiertas, aventurándose a alcanzar niveles
explicativos de supuestas relaciones causales que aparecen en un contexto naturalístico
concreto y dentro de un proceso dado. Stake (1994) opina que, a través del estudio de
casos, el investigador puede alcanzar una mayor comprensión de un caso particular,
conseguir una mayor claridad sobre un tema o aspecto teórico concreto, o indagar un
fenómeno, población o condición general. El estudio de casos permite la generalización
de naturaleza teórica, generalizando de forma inductiva de los datos hacia la teoría (Yin,
1989: 21).

Estas orientaciones acerca de la utilidad del estudio de casos nos lleva a


plantearnos cuál es la situación apropiada para el empleo de esta metodología ya que la
base de cualquier investigación es encontrar el método adecuado para responder a las
cuestiones que se plantea el investigador. Yin (1993) indica que el estudio de casos es
apropiado cuando los investigadores desean:
- Definir ampliamente tópicos, y no desde un punto de vista estrecho.
- Cubrir las condiciones contextuales y no exclusivamente el fenómeno objeto
de estudio.
- Emplear diferentes fuentes de evidencia empírica.

Este mismo autor precisa aún más estos argumentos justificativos del estudio de casos:
a. cuando la investigación debe cubrir un fenómeno particular o el contexto en
el que tiene lugar;
b. las hipótesis del contexto contienen importantes variables explicativas acerca
del fenómeno;
c. los límites entre el fenómeno y el contexto no están claros.

2.2.1. Diseño de casos múltiples

De entre las diferentes opciones que ofrece el estudio de casos hemos seleccionado el
estudio de casos múltiples por ser uno de los más completos y complejos existentes. En
el diseño de casos múltiples se utilizan varios casos únicos a la vez para estudiar la
realidad que se desea explorar, describir, explicar, evaluar o modificar. Frente al diseño
de caso único, se argumenta que las evidencias presentadas a través de un diseño de
casos múltiples son más convincentes, y el estudio realizado desde esta perspectiva es
considerado más robusto al basarse en el concepto de replicación (Yin, 1984), que

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entendemos como la capacidad que se tiene con este tipo de diseño de contestar y
contrastar las respuestas que se obtienen de forma parcial con cada caso que se analiza
(Rodríguez, Gil, García, 1996: 96). Es lo que Yin (1984) denomina “replicación lógica”,
es decir, los casos son tratados como una serie de experimentos, y cada caso sirve para
confirmar o negar las inferencias aportadas por los demás o las perspectivas
conceptuales emergentes (Yin, 1988).

El estudio de casos múltiples ofrece una mayor garantía a la hora de generalizar


los datos, al mismo tiempo que ofrece la posibilidad de una mejor explicación del objeto
de estudio en un contexto concreto.

3. CONCLUSIONES
Cada método tiene sus ventajas e inconvenientes; lo importante es elegir el método
adecuado en función del objeto de la investigación (Olson, 1995). Incluso vamos más
lejos y nos atrevemos a afirmar que ambas son complementarias y que la tendencia es
llevar a cabo estudios empíricos que hagan uso de una pluralidad metodológica que, a
través de las aportaciones de cada uno de estos métodos, presente una visión
enriquecida de la realidad objeto de estudio (Bartunek, Bobko y Venkatraman, 1993:
1365). Reid (1994: 477) aboga por la complementariedad de ambas metodologías ya
que “las fortalezas de una suelen ser las debilidades de la otra”. Y es que la diferencia
esencial entre uno u otro enfoque epistemológico se derivan del planteamiento global de
la investigación, de forma que se ajuste en mayor o menor medida a los puntos
anteriormente mencionados.

4. BIBLIOGRAFÍA
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ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 11


Instituciones de poder a través de la prensa satírica española
contemporánea

Josep Lluís Gómez Mompart


Universitat de València Josep.Ll.Gomez@uv.es

Francesc A. Martínez Gallego


Universitat de València Francesc.Martinez@uv.es

Enrique Bordería Ortiz


Universitat de València Enrique.Borderia@uv.es

Resumen: Esta comunicación se centra en el humor político y en su capacidad para


percibir e interpretar los fenómenos del poder en dos momentos clave de España: de la
dictadura de Primo de Rivera a la Segunda República (1929-1936) y del franquismo a la
democracia (1975-1982). Su metodología, sobre todo cualitativa, aborda el ecosistema
comunicativo, el carácter del humor y de la prensa satírica emblemática, los discursos
sobre tres instituciones (monarquía, ejército e iglesia) y la recepción y el consumo de las
sátiras políticas mediante diarios de referencia, egodocumentos, entrevistas y encuestas.
Palabras clave: prensa satírica, sátira mediática, comunicación y poder, monarquía,
ejército, iglesia

Abstract: Power Institutions Trough Contemporary Spanish Satirical Press


This paper focuses on political humour and its capacity to perceive and interpret the
phenomena of power in two key periods in Spain: from the dictatorship of Primo de
Rivera to the Second Republic (1929-1936) and from franquismo to the establishment
of democracy (1975-1982). Its methodology, mainly qualitative, approaches the
communication ecosystem, the character of humour and the emblematic satirical press,
discourses on three institutions (the monarchy, the army and the church) and the
reception and consumption of the political satires through quality newspapers,
egodocuments, interviews and surveys.
Key words: satirical press, satire in the media, communication and power, monarchy,
army, church
 

1. INTRODUCCIÓN

Las investigaciones en comunicación, sobre todo en España, pocas veces se abordan de


manera histórica. En general, suelen ser estudios muy presentistas que en algunos casos,
si se revisaran pasados unos años, apenas resistirían el paso del tiempo. No tanto porque
sus metodologías para el objeto de estudio no hubieran sido adecuadas, sino porque en
según qué temas su planteamiento ahistórico invalidaría las hipótesis de partida; es
decir, refutaría la supuesta problematización del asunto. A menudo, ese serio
inconveniente radica en que ciertos estudios adolecen de falta de método pese a exhibir
un buen conjunto de técnicas metodológicas. Suelen ser investigaciones cuya principal

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 1


apoyatura es un empirismo formal, lo que parece justificar la seriedad del procedimiento
más que el rigor científico.

1.1. Teoría, metodología y técnicas de investigación

Al rehuir algunas investigaciones la teoría, o una teoría, se obvia el método y se pasa del
planteamiento inicial (no problematizado y enunciado ahistóricamente) a una
metodología técnica que se permite operar con o sin variables. De ese modo, tema y
procedimiento metodológico se transforman a veces en un círculo tautológico, de
conclusiones bastante previsibles, en donde lo concluyente no es el resultado en sí
mismo sino a lo sumo el grado o porcentaje de desviación respecto al que podía intuirse.

En el asunto que nos va a ocupar, el del humor político, como ha explicado Sinclair
Goodlad (1982), un análisis funcional de las variables de lectura o significado de la
“institución humorística”, sea prensa o comedia televisiva –análisis necesario, por otra
parte- no nos permite conocer la contribución del humor a la configuración cultural de
nuestras sociedades. “La contribución de la sociología [historia, en nuestro caso] al
análisis cultural –escribe Goodlad (1982: 325)- no es, creo yo, algo que deba
encontrarse en el ‘análisis de factores’ ni en cualquiera otra de las estrategias del
empirismo en bruto. Más bien está en la contribución de una teoría que localice la
comedia televisiva [prensa satírica, en nuestro caso] como aspecto de una cultura y que
pueda usar el análisis de contenido como una herramienta, sin que la destruya”.

Este es también nuestro criterio. No omitir el método. No conformarnos con la


técnica de investigación. No dar una cosa por la otra. Toda ciencia fáctica -decimos con
Bunge (1977)- elabora sus propias técnicas de verificación y medición, pero estas
técnicas no constituyen fines en sí mismos: son etapas de la aplicación del método,
derivan de las hipótesis y se dirigen hacia la teoría.

Goodlad nos ofrece un acercamiento para entender los significados sociales del
humor, aproximación que elude la semiología, lo que nos parece un desacierto. Pero hay
más, dado que al pretender analizar el humor desde la perspectiva histórica, las
aproximaciones sociológicas –como la de Goodlad (1982 [1976])- o antropológicas –
como la de Mary Douglas (1975)- pueden comportar un problema: como si el humor
funcionara del mismo modo y de la misma manera en todas las sociedades y a lo largo
del tiempo. Por supuesto, el humor es universal y existe en todas las culturas, pero “lo
que la gente considera gracioso y lo que hacen para suscitar respuestas humorísticas
varía enormemente de una época a otra y de una sociedad a otra. Dicho de otro modo, el
humor es una constante antropológica y es históricamente relativo” (BERGER, 1999:
11).

Por otra parte, a veces se confunde una investigación sobre un asunto o medio de
comunicación ya pasado con un enfoque histórico, cuando lo que sucede es que se actúa
de la misma manera sobre ese objeto (viejo) de estudio como si fuera algo actual. De
este modo, se olvida que lo que un planteamiento histórico implica no es tratar algo del
pasado, sino cómo abordarlo históricamente. Dicho con otras palabras, encarar el hecho,
el medio o el fenómeno en términos de acotarlo, contextualizarlo, estudiarlo, analizarlo
y comprenderlo. Y eso siempre conlleva medir los cambios que se han producido y por
qué, dado que precisamente lo histórico no puede contemplarse como algo estático, sino
dinámico.

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En definitiva, se trata de afrontar la realidad y su naturaleza como un ser o un
sistema vivo, a partir de sus diversos condicionantes y de las interrelaciones que se
producen entre los elementos o sujetos que componen o integran el ámbito que nos
interesa. De aquí que los hechos, acciones, procesos y fenómenos comunicativos haya
que observarlos como un todo dialéctico a modo de ecosistema, pero con el
determinante que opere como protagonista en función de la teoría de la que partamos.
Es desde esta perspectiva teórico-metodológica que nos permitirá estudiar cuestiones
sociales relevantes del campo de la comunicación, ya que ésta es una disciplina
transversal que atraviesa el todo social.

2. EL PODER, DESDE LA COMUNICACIÓN SATÍRICA

La contingencia histórica del humor nos lleva al vínculo históricamente determinado


entre las estructuras sociales y los acontecimientos o las instituciones comunicativas,
como sea la prensa satírica. Para establecer tales lazos es indispensable partir de dos
afirmaciones taxativas: 1ª, para los análisis del “qué se dice” y del “cómo se dice” el
humor se puede poner en práctica conceptos que permitan operacionalizaciones, y 2ª,
antes y después de ese ejercicio de verificación y medición de contenidos humorísticos,
deberemos enfrentarnos a preguntas no técnicas, sino teóricas, a saber, ¿qué es el humor
para una sociedad históricamente dada? ¿cómo se produce, se distribuye –en sentido
figurado, a través de los diferentes sectores sociales, tanto como en sentido físico- y se
consume el humor en esa sociedad?

A este respecto, nuestra propuesta se centra en el humor político y en su capacidad


para percibir e interpretar los fenómenos del poder; para lo cual nos planteamos dos
momentos transicionales de la reciente historia de España: la transición de la dictadura
de Primo de Rivera a la Segunda República (1929-1936) y la transición del franquismo
a la democracia (1975-1982), internacionalmente considerados como los más
relevantes en la historia de nuestro país. De este modo, se conjugan las categorías
politológicas de “transición política” y las categorías de análisis (históricas,
sociológicas, mediales) vinculadas al discurso satírico y humorístico.

Nuestra revisión histórica en los dos momentos transicionales propuestos, que


discurren desde regímenes dictatoriales hacia regímenes parlamentarios y pluralistas, se
centra en el tratamiento que los medios de comunicación con contenidos humorísticos, y
en especial la prensa satírica política, dieron a tres instituciones claves en la
configuración del poder: la monarquía, el ejército y la iglesia.

Ello nos permitirá determinar, de manera diacrónica, las formas de construcción de


los lenguajes humorísticos, su evolución de acuerdo a las transformaciones
tecnológicas, así como a las técnicas de comunicación en los dos estadios temporales
propuestos. Y, simultáneamente, se someterá a verificar si el sentido del humor político,
con relación a las tres instituciones propuestas como variables analíticas, alteró o dejó
invariantes sus formas de construcción del discurso, sus contenidos simbólicos y sus
capacidades para generar en la recepción impulsos hacia la acción.

Partimos del presupuesto de que el humor político es periodismo político y de que el


humorismo político cumple una función terapéutica, de desahogo de las frustraciones
sociales ante diversas instancias de la realidad y en especial del poder político y de los

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poderes sociales, económicos y culturales actuantes en contextos sociohistóricos. El
humorismo o no intenta subvertir el orden o, aunque lo pretenda, se sabe una porción
menor de la tarea, pero es capaz de conferir una extraordinaria inseguridad en las
instancias, instituciones o personajes hacia los que se dirige, de ahí los temores que
genera y las censuras de las que históricamente ha sido objeto.

La investigación que proponemos seleccionará un amplio corpus de análisis


configurado por medios de comunicación (básicamente prensa periódica especializada y
una selección de diarios de información general de referencia en su época) de los dos
períodos propuestos y, sobre dicho corpus, operará metodológicamente a través de una
serie de operaciones analíticas definidas, sobre todo, en Bordería Ortiz, Martínez
Gallego, Gómez Mompart (2010): La risa periodística. Teoría, metodología e
investigación en comunicación satírica.

2.1. Procesos de transición política

En la obra de Guillermo O’Donnell, Phillipe Schmitter & Laurence Whitehead,


Transitions from Authoritarian Rule, se identifican una serie de factores intervinientes
en los procesos de transición política, a saber, los conflictos internos en el seno de la
clase dirigente, la modernización del empresariado, la crisis económica, los
movimientos sociales, los movimientos sociales, los cambios en la cultura política y las
transformaciones a nivel internacional que favorezcan movimientos internos.

A estos elementos clásicos en los estudios de transición, uniremos la capacidad del


humor político mediático para convertirse en una forma de participación política que
expresa confrontación entre el ingenio social y el poder político.

Caracterizamos la transición política como el intervalo entre un régimen político y


otro y entendemos que en ese lapso (si se trata de una transición de un régimen
autoritario a otro democrático) se produce una secuencia de cambios: (a) los líderes del
régimen “decadente” comienzan a modificar sus propias reglas de juego y promueven
derechos antes inaceptables; (b) las reglas de juego se encuentran en estado de enorme
fluidez y (c) se produce una ardua lucha entre los actores políticos por redefinir las
reglas del juego; entonces trataremos de incardinar el humor político mediático con cada
una de esas dos etapas.

2.2. Procesos histórico-medialógicos del humor

El humorismo ha sido largamente tratado desde la óptica de la filosofía y de la


psicología (CAMERON, 1993; GOLDSTEIN & McGHEE, 1972). Thomas Hobbes
intentó explicar el humorismo como una muestra de superioridad. Freud como una
catarsis que canaliza la sobreexcitación del sistema nervioso y la convierte en energía
psíquica excedentaria. Lipps o Bergson explicaron el humorismo como sorpresa e
incongruencia. Bajtin o Douglas vieron en el humorismo y en la risa una relativización
y hasta un desafío de carácter ritual, y por ello contenido, de las estructuras sociales.

Las definiciones, sin ser inabarcables, son, como constató José Antonio Llera
(2003a), “Una aproximación interdisciplinar al concepto de humor”, una compleja malla
conceptual que a lo largo del tiempo ha intentado atrapar un fenómeno a veces

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individual, a veces social, que posee tantas aristas, tantos matices, que se antoja
irreductible.

Sin embargo, la crítica literaria (BELTRAN, 2002), ha demostrado que el


humorismo contiene elementos de variación interna (norma alta, norma baja) que se
corresponden con las formas de humorismo y comicidad desarrolladas por Peter Berger
(1999) desde la perspectiva sociológica.

Con todo el debate conceptual que se cierne sobre el humorismo, con aportes desde
campos tan diversos del conocimiento, lo que se hecha de menos –y cada vez más- es la
aplicación de los conceptos desarrollados a la prospección empírica de los medios de
comunicación social, responsables de los discursos con mayor audiencia de la
contemporaneidad.

Como mucho, la historia del periodismo dedicó, antaño, apartados marginales en


catálogos generales de la prensa para señalar aquellos periódicos, casi siempre no
diarios, especializados en el humorismo. Sin embargo, ni estas revistas especializadas,
ni las caricaturas que aparecían en los diarios de información general, recibieron un
tratamiento singular y pormenorizado.

La historiografía de la comunicación social no supo convertirlos en histoire


probleme, en acepción de Marc Bloch, hasta que los nuevos formatos televisivos
(básicamente a partir de lo que se ha dado en llamar neotelevisión, surgida en la década
de 1990), muchos recorridos por el gag, el chiste y otras formas humorísticas y
mezclados con los formatos clásicos, comenzaron a llamar poderosamente la atención
de los analistas y teóricos de la comunicación, así como de los historiadores de los
medios (GRAY, JONES i THOMPSON, 2009).

Libros como el de I. P. Sangrio y A. Salgado (eds.) (2008), El entretenimiento en TV:


guión y creación de formatos de humor en España, han puesto de manifiesto que la
fabricación del humor es la fabricación de un discurso social con finalidades persuasivas
y terapéuticas que posee un presente esplendoroso en los medios de comunicación de
principios del siglo XXI, pero que sin duda posee un pasado.

Una historia social de la risa, como apuntó en su día Bajtin o más recientemente han
elaborado Bremmer y Roodenburg (1999) o Burke, Gurevich y Le Goff (1999), resulta
posible y necesaria tanto desde la perspectiva historiográfica como mediológica.
Nuestro proyecto de investigación pretende hacer converger las todavía escasas
propuestas metodológicas y empíricas para el estudio del humorismo en los medios de
comunicación contemporáneos.

2.3. Hipótesis de trabajo generales

Nuestro proyecto de investigación es el único en España que conjuga, los esfuerzos de


investigación que se había producido de forma descoordinada hasta la fecha. A pesar de
que el humorismo y la sátira en medios de comunicación ha sido uno de los tropos
discursivos de mayor relevancia apenas si ha merecido la aproximación a través del
método científico hipotético deductivo por parte de los investigadores, con la salvedad
de la crítica literaria.

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Nuestras hipótesis son las siguientes:
- El humorismo y la sátira, sobre todo a través de la caricatura y de la tira cómica,
fijaron en el imaginario colectivo de la recepción los trazos gruesos de los actores
políticos relevantes en la vida pública en los períodos acotados.
- El humorismo político de los medios de comunicación de los períodos de transición a
la democracia fue promovido en la primera etapa transicional -definida por O’Donnell
y Schmitter- desde dentro de las propias estructuras políticas del autoritarismo y actuó
como desestabilizador del régimen autoritario a través de su capacidad catártica y de la
proyección de imágenes distorsionadas y vinculadas a la exageración del poder político
vigente.
- El humorismo político en los medios aprovechó la indefinición normativa de la
segunda etapa transicional para concentrar sus invectivas en las instituciones que
compartían el poder político: monarquía, ejército e iglesia.
- En tanto que instituciones fuertemente vinculadas a los regímenes en trance de
superación, la monarquía, el ejército y la iglesia modificaron su percepción social en los
procesos transicionales. De modo que el humorismo político en medios es un vector
discursivo esencial para la comprensión de determinadas etapas del antimonaquismo,
del antimilitarismo o del anticlericalismo.

Por otra parte, cabe incidir en que la mayor parte de la bibliografía sobre el humor
político en los medios de comunicación, hasta fechas muy reciente, raramente proviene
de la investigación científica guiada por la teoría de la comunicación o por el método
historiográfico. Durante demasiado tiempo se ha considerado la investigación
mediática, literaria, histórica o estítica de los géneros humorísticos o satíricos como un
género menor, con una total falta de concordancia con su importancia en la vida social y
en los medios de comunicación de masas, de manera parecida a lo que ha pasado con la
prensa popular en general, pese a ser mayoritariamente la de mayor difusión y consumo.

3. METODOLOGIA Y TÉCNICAS APLICADAS

La perspectiva metodológica de la que parte el presente proyecto fue elaborada por


algunos de los miembros del equipo que ahora se presenta en un proyecto de
investigación (GV/2007/069), el cual está recogido en nuestro texto “Metodología para
el estudio de la sátira mediática” (BORDERÍA, MARTÍNEZ GALLEGO y GÓMEZ
MOMPART, 2010: 39-54).

En el plano teórico, esa perspectiva se aprovecha –entre otros autores


internacionales- del trabajo ya citado de Goodlad (1982) quien plantea las claves para
relacionar los contenidos del humor con la estructura social, en cuanto a la creación de
categorías que vinculan formas de conceptuar el humor (político en este caso) con una
institución social –según Raymond Williams (1992)- como es la prensa (satírica, para el
caso que nos ocupa). Las principales categorías posibles son el correlato de siete
mecanismos humorísticos: 1. la exageración; 2. la inversión; 3. la impropiedad; 4. la
sustitución; 5. el doble significado; 6. la expresión limitada y 7. la repetición. Y estos
mecanismos cómicos se encuentran asociados a los siguientes elementos o descriptores
formales: una idea, una característica, una emoción, una estética del trazo y una visión.

Sin embargo, para nuestro proyecto ese interesante planteamiento no es suficiente,


dado que al pretender analizar el humor desde la perspectiva histórica, éste no funciona
del mismo modo y de la misma manera en todas las sociedades y a lo largo del tiempo,

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ya que el humor es históricamente relativo, como ya hemos explicado antes y también
concretó Ziv (1990). En consecuencia, y aunque nuestro proyecto se circunscribe al
mismo país, España, pero a dos períodos bien diferentes (la II República, 1931-1939 y
la Transición democrática, 1975-1982), debemos contextualizar nuestras variables, por
un lado, al ecosistema comunicativo de cada época (entendiendo por ecosistema la
forma histórica cómo una sociedad organiza su producción social de comunicación, vid.
GÓMEZ MOMPART, 2008:123-124) y, por otro, analizar las singularidades de las
respectivas publicaciones de los períodos citados.

3.1. Objetivos concretos

De este modo, nuestra propuesta metodológica aspira a dar respuesta sobre todo a:
- La evaluación interpretativa del ecosistema comunicativo de cada período;
- La caracterización del humor en cada época derivado de la prensa satírica, con la
consiguiente radiografía cualitativa de las principales cabeceras;
- El análisis de cómo son presentadas y tratadas las tres instituciones
fundamentales (monarquía, ejercito e iglesia) en las respectivas publicaciones; y,
finalmente,
- El estudio de la relación de esos contenidos con los receptores, o sea, una
aproximación a su influencia sobre la ciudadanía y la respuesta de ésta, en tanto
que retroalimentación de la misma, en la esfera pública.

Así pues, a nosotros nos interesa el humor específico general y particular en relación
con los tres objetos-instituciones de estudio, así como las claves del humor tanto en las
distintas publicaciones como de las dos épocas. De aquí que, siguiendo a Peter Berger
(1999) diferenciemos cuatro formas de expresión cómica: i. el humor benigno; ii. el
humor consolador; iii. el humor ingenioso y iv. la sátira. Y es en esta última forma de
expresión cómica en la que se centra nuestra propuesta de estudio, dado que la sátira,
que engarza con la históricamente denominada “gran risa” popular, cumple como
ninguna otra una función crítica, la que cuestiona el gobierno, los políticos, los reyes,
los jerarcas de la Iglesia, etc. Y con mayor o menor pretensión actúa de censor de la
vida pública, al desvelar contradicciones, abusos, paradojas, comportamientos
impropios, doble moral…, contribuyendo además, en uno u otro grado, a la vigilancia
cívica y a la salud democrática.

3.1.1. Ecosistema comunicativo

Para analizar el ecosistema comunicativo de cada época, trabajaremos –como ya hemos


hecho los investigadores del equipo con formación histórica (Gómez Mompart, Laguna,
Martínez Gallego, Bordería, Rius y Martínez Sanchis) en diversas investigaciones
diacrónicas-, mediante el análisis histórico sociocomunicativo que describe, explica y
evalúa los siguientes aspectos: a) estructura de la comunicación del período (regulación,
organización, producción y recepción); b) medios de comunicación (naturaleza,
lenguajes y cualidades: forma, contenido, estilo); economía y política de la
comunicación; y, campo mediático (profesionales, medios dominantes y modalidades
hegemónicas).

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3.1.2. Carácter del humor

Para analizar el carácter del humor de cada época –siguiendo las pautas que
fundamentamos en “Discurso satírico y discurso político hegemónico: confrontaciones
y convergencias. Una periodización” (BORDERÍA, MARTÍNEZ GALLEGO y
GÓMEZ MOMPART, 2010: 21-37)- lo efectuaremos mediante un análisis cualitativo
del conjunto de las publicaciones satíricas más representativas de cada período (vid.
MARTÍN, 1998; LLERA, 2003b; LEJÁRREGA, 1999; TERUEL, 2002; CLARET,
2000) –de acuerdo a los medios (formatos y líneas de expresión), la teoría (humor
institucionalizado y sociedad), las variables (de los siete mecanismos humorísticos
antes mencionados), la producción del mensaje (motivaciones del humorista,
tradiciones e influencias) y el consumo y la recepción-, tras atender a las siguientes
cuestiones de cada una de las cabeceras: identidad, propiedad, financiación y
comercialización, orientación de los contenidos, talante del medio, profesionales que la
realizan, presentación y estética de los mismos, su lugar dentro del sector periodístico,
tipología de lectores y su función sociocomunicativa.

Las publicaciones que estudiaremos a fondo, las más relevantes de cada época, serán
las siguientes:
• II República: La Traca / La Chala, Muchas Gracias, La Campana de Gracia, Gracia
y Justicia, y El Bé negre.
• Transición democrática: La Codorniz, Hermano Lobo, El Papus, El Jueves, y Por
favor / Muchas Gracias.

3.1.3. Tratamiento de las tres instituciones de poder

Para analizar la presentación y el tratamiento de las tres instituciones (monarquía,


ejercito e iglesia) contamos con interesantes aportaciones similares, como los diversos
estudios editados por William Davis (1977) que analizan la monarquía a través de la
histórica revista satírica inglesa Punch, e igualmente los apreciables trabajos italianos de
A. Chiesa (1990) para la sátira política y Anna Maria Mojetta (1976) para la sátira
anticlerical. En consecuencia, para estudiar cada una de las tres citadas instituciones de
poder en cada una de las citadas publicaciones recurriremos, mediante un análisis de
contenido (ROSS, 1999), a una semiótica (HJELMSLEV, 2001; RASKIN, 1984) y una
pragmática (ATTARDO, 1994; VIGARA, 1994) de la sátiras correspondientes. De este
modo, analizaremos el campo semántico de los contenidos y su representación a través
de la imagen, mediante una metodología ya substanciada en la tesis de dos de las
investigadoras de nuestro equipo (MELÉNDEZ, 2005 e IRANZO, 2010), que aborda
los distintos planos de expresión: a) el mensaje plástico (los elementos que componen
una imagen), b) el mensaje figurativo (la gestualidad y los atributos de los actantes) y c)
el mensaje lingüístico (estilo, figuras retóricas). Y a continuación un análisis del
discurso narrativo –como propone el dossier “Humor et médias”, de Questions de
communication, nº 10 (2006: 7-156), coordinado por Claude Chabrol- en el que se
integran las tres variantes expresivas citadas. Porque, como apunta José Antonio Llera
(2003b: 164), “Los procedimientos no tienen porque aparecer aislados en los textos o en
los dibujos; por el contrario, adquieren mayor poeticidad cuando se combinan entre sí
para formar una semiótica más fértil y compleja”.

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3.1.4. La recepción y el consumo

Y, finalmente, para analizar la recepción y el consumo de las sátiras políticas sobre la


monarquía, el ejército y la iglesia en los dos períodos de estudio, partiremos de la
experiencia ya probada en trabajos similares de investigadores del equipo (BORDERÍA,
2010; BORDERÍA, MARTÍNEZ y RIUS, 2004; GÓMEZ MOMPART, 1979;
LAGUNA, 2010, entre otros), en la que, a través del análisis históricocultural, se
combinan la influencia de dichas representaciones humorísticas con los discursos
populares imperantes en cada época, derivados, por un lado, de cierto reflejo en la
prensa de información general y política, y por otro, tanto de la expresiones
comunicativas producidas por los sectores populares a través de sus publicaciones,
eslóganes, pancartas, cantos, pintadas, chistes, etc. como del lenguaje específico
empleado en su acción sociopolítica a través de la citada documentación y en sus
asambleas y manifestaciones de todo tipo.

En cuanto a los diarios, los de mayor difusión y representación del espectro


ideológico, serán estos para cada época:
• II República: ABC, La Vanguardia, El Debate, Ahora y El Mercantil Valenciano.
• Transición democrática: ABC, La Vanguardia, El País, Ya y Diario 16.

Y al respecto de las producciones populares se trabajará con las propias de los


grupos políticos y organizaciones sindicales preferentemente de izquierdas, como son
algunas de sus revistas emblemáticas (El Socialista, Claridad, Mundo Obrero, La
Tierra, Solidaridad Obrera, La Revista Blanca, La Batalla), de los órganos internos de
los sindicatos UGT, CNT y CC.OO. y de las monografías de cultura política existentes
de los movimientos populares (socialistas, comunistas y anarquistas) respectivos de
cada época. Asimismo, de algunos textos e imágenes de ellos y de a su acción social
reproducidas principalmente en los diarios de información general antes mencionados,
pero también ocasionalmente de otros periódicos significativos como son El Sol, La
Voz, Heraldo de Madrid, El Diluvio, La Publicidad, Crónica, Mundo Gráfico o
Mirador, para la primera época, y Mundo Diario, Tele/eXprés, Diario de Valencia,
Cuadernos para el Diálogo, Triunfo, Cambio 16, El Viejo Topo o AjoBlanco, para la
segunda.

Con el fin de enriquecer el análisis histórico cultural expuesto en lo que hace


referencia a la recepción y consumo, se recurrirá también a una serie de herramientas:
primero, al aprovechamiento de una selección de memorias significativas de época –
como ha trabajado de manera sobresaliente Francesc Espinet (1997) para el primer
tercio del siglo XX-, con la técnica del vaciado de egodocumentos; segundo, con la
realización de entrevistas en profundidad a personas que hayan vivido personalmente la
década de los años treinta y al tiempo tengan memoria histórica de las publicaciones
periódicas propuestas; además con la entrevista a algunos de los dibujantes satíricos de
la Transición; y, finalmente. con una encuesta con lectores habituales de la prensa
satírica de esta segunda etapa de nuestra investigación, a través de una muestra de
alrededor de un centenar de suscriptores por publicación.

CONCLUSIONES

A partir de nuestra propuesta teórica y metodológica, pretendemos determinar, de forma


diacrónica, las formas de construcción de los lenguajes humorísticos, su evolución de

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acuerdo a las transformaciones tecnológicas y a las técnicas de comunicación en los
períodos propuestos: 1929-1936 y 1975-1982. Y, simultáneamente, verificar cómo el
sentido del humor político de esos dos estadios de transición, con relación a las tres
instituciones propuestas (monarquía, ejército e Iglesia) en tanto que variables analíticas,
influyeron en las formas de construir su discurso, sus contenidos simbólicos y sus
capacidades para generar tras la recepción impulsos hacia la acción social.

En concreto, estos serán los principales beneficios de esta investigación:

- Aportar conocimiento sobre el papel del humor político en los procesos de


transición política y establecer comparaciones entre tales procesos en el decurso de la
historia contemporánea española.
- Establecer una relación exhaustiva de los medios de comunicación especializados
en sátira y humorismo político, así como de los dibujantes, caricaturistas y humoristas
de la prensa generalista en las dos etapas transicionales señaladas.
- Contribuir a la historia del humor y dar a conocer los rasgos, componentes y
estilos específicos del humor político en los medios de comunicación.
- Dar a conocer los temas socialmente vigentes a partir de los temas elegidos por el
humor y ponderar los niveles de recurrencia de los tres asuntos preseleccionados (la
monarquía, el ejército y la iglesia).
- Proponer el humorismo y la sátira como instrumentos de análisis que coadyuven a
la comprensión de los procesos de transformación política, y
- Mostrar cómo el humor confiere un sentido discursivo peculiar a la problemática
política de cada una de las coyunturas estudiadas.

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LA INVESTIGACIÓN EN COMUNICACIÓN EN ESPAÑA:


UN PANORAMA RETROSPECTIVO SOBRE SU EVOLUCIÓN A
TRAVÉS DE LAS TESIS DOCTORALES EN PERIODISMO Y EN
PUBLICIDAD Y RELACIONES PÚBLICAS

Lourdes Martínez Rodríguez,


Esther Martínez Pastor y
Ricardo Vizcaíno-Laorga

Resumen:
El trabajo plantea un recorrido por los diferentes estudios que han analizado el estado de
la investigación en Comunicación en España, centrando el planteamiento en el ámbito
de Periodismo y de Publicidad y Relaciones Públicas. Se texto muestra cómo las
tendencias en investigación se han visto condicionadas por el contexto histórico-social,
el académico-científico y el comunicativo-empresarial.

Palabras clave: Antecedentes, investigación, tesis doctoral, periodismo, publicidad y


relaciones públicas, España.

Abstract:
The reseacrch in Social Communication in Spain: flashback view about the
development through the Doctoral Thesis about Jornalism and Publicity and Public
Relations

This texts compile the different works of the enquiries about the Social Communication
in Spain along the time, target in Journalism and Publicity and Public Relations. It show
like the researches had been determined by the social and historical context, academic
and scientific and communicative and business context.

Key Words: Precedents, research, Doctoral Thesis, Journalism, Publicity and Public
Relations

INTRODUCCIÓN

La investigación en España parece gozar cada vez de una mejor salud. Ha ido
evolucionando desde un inevitable retraso al que se vio abocada durante la etapa de la
dictadura franquista hasta convertirse en la novena potencia mundial, y quinta europea
en producción científica, según el último informe elaborado por la Royal Society
británica1.

En el área de la Ciencias Sociales y Humanas es donde se adscribe la


investigación sobre Comunicación. Soriano (2008) –de acuerdo con Arcambault y
Vignola (2004)– señala que las diferencias epistemológicas entre las ciencias naturales
y las ciencias sociales afectan a la medición de estas últimas por medio de
                                                            
1
“Conocimiento, redes y países: colaboración científica global en el siglo XXI” elaborado por la Royal
Society británica, que revisa el número de publicaciones entre el período comprendido entre 2004 y 2008.
Vd. http://www.europapress.es/sociedad/ciencia/noticia-espana-situa-novena-potencia-cientifica-
mundial-20110329202128.html (Fecha consulta: 30/03/2011). El estudio original puede localizarse en
http://royalsociety.org/policy/reports/knowledge-networks-nations/?f=1

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procedimientos bibliométricos, entre otras razones, porque los objetos de estudio de las
investigaciones sociales suelen tener una orientación más local y menos universalista,
por lo que la difusión e impacto de sus resultados suelen tener unos límites nacionales o
regionales bien definidos.

Las tesis doctorales constituyen el primer paso investigador dentro de las


universidades. Por tanto, una aproximación al estudio de las tesis doctorales en
Comunicación, y más específicamente en las áreas de Periodismo y Publicidad y
Relaciones Públicas, nos permitirá conocer las principales inquietudes, temáticas y
enfoques teóricos y metodológicos que son de interés para los jóvenes investigadores.

Para abordar esta investigación sobre la producción de tesis doctorales en el


ámbito del Periodismo y la Publicidad y Relaciones Públicas es preciso situarnos
previamente en el contexto, o mejor, en los distintos contextos en lo que se ha
desarrollado y se desarrolla el trabajo investigador. Por ello, en este texto reseñaremos
los condicionantes contextuales que han influido en la evolución de la investigación en
comunicación, así como los antecedentes y el estado de la cuestión sobre este tipo de
estudios.

1. CONDICIONANTES CONTEXTUALES EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE


COMUNICACIÓN EN ESPAÑA

Fue a finales de los años 20 del pasado siglo cuando se leyó la primera tesis sobre
comunicación en España, según se recoge en una investigación liderada por Daniel E.
Jones (JONES et al. 2000: 23). Sin embargo, como recuerda Alsina (2007), no puede
considerarse que hubiera en esos años un campo de estudio ni siquiera incipiente. El
largo período de la dictadura franquista y la consiguiente censura ralentizó el desarrollo
de la investigación en este campo, truncando así el “vigoroso pensamiento logrado en el
primer tercio de este siglo en el ámbito de las ciencias sociales y humanas”
(AGUILERA, 1998: 7), período durante el cual se habían publicado ya algunos textos
doctrinales de interés, sobre todo en los campos de la prensa y la opinión pública y, en
menor medida, en los de la cinematografía, la radiodifusión y la publicidad (JONES,
1998). Es en esta época cuando son leídas en las universidades españolas las primeras
tesis españolas que abordan científicamente el estudio de la prensa: Nipho y el
periodismo español del siglo XVIII, de Luis Miguel Enciso Recio, leída en la
Universidad de Valladolid, en 1955; y La prensa diaria de Barcelona de 1895 a 1910,
de Mª Carmen García-Nieto, leída en 1958 en la Universidad de Barcelona (JONES,
1998).

La evolución de la investigación sobre comunicación se ve condicionada


inevitablemente por la evolución del propio sistema comunicativo, político y social.
Aunque los criterios taxonómicos no son del todo coincidentes entre los distintos
autores que han realizado una propuesta clasificatoria de estas etapas, sí coinciden en el
análisis general de los principales factores que han condicionado esta evolución.

Así, Jones (1998) se remonta hasta finales del siglo XIX y diferencia tres etapas:
1) últimas décadas del siglo XIX y primer tercio del XX –caracterizada, como hemos
visto, por trabajos de corte más práctico y profesional–; 2) Dictadura franquista –que
evoluciona desde la autarquía y férrea censura de sus inicios hasta una mayor
liberalización y apertura en sus últimos años–; y 3) Etapa democrática.

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En otra clásica clasificación, Moragas (1981) diferencia también tres etapas,


pero establecidas a partir de la dictadura franquista: 1) 1939-1945 –influencia radical
fascista en los centros de poder informativos–; 2) 1946-1966 –pugna por una nueva
legislación de prensa–; y 3) 1966-1976 –final de la dictadura y desarrollo de la
enseñanza e investigación en comunicación–.

Cebrián (2008), por su parte, abarca las seis últimas décadas de investigación en
España y diferencia las siguientes tres etapas: 1) Años 50 y 60 –son décadas pobres al
carecer de centros de investigación adecuados–; 2) Década de los 70 –caracterizada por
dos hitos importantes: la transición a la democracia y la creación de las primeras
facultades de Comunicación–; 3) Tres décadas restantes: 80, 90 y 2000, en las que se
produce un crecimiento exponencial de la investigación tanto por el despliegue de
Facultades, como por el empuje de empresas, instituciones y Fundaciones orientadas a
la investigación aplicada.

Pero quizá la clasificación que nos parece más adecuada –y actualizada– es la


propuesta por Martínez Nicolás (2009) ya que en ella pone en relación la producción
científica (el amplio acervo de trabajos y textos publicados) con la comunidad científica
(las características y el contexto de quienes integran esa comunidad). El autor realiza un
recorrido por la investigación en comunicación en España entre 1965 y 2005, y
distingue tres etapas en estas cuatro décadas: 1) emergencia (1965-1980), en la que
surge la comunicación como campo disciplinar; 2) consolidación (1980-1995),
caracterizada por la “explosión” de la comunicación; y 3) desarrollo o maduración
(1995 en adelante), con la eclosión de la sociedad de la información y de las redes, la
migración digital y la convergencia multimedia y los profundos cambios establecidos en
el ámbito académico y universitario.

A grandes rasgos, todos los autores coinciden en una serie de condicionantes que
han marcado la trayectoria investigadora sobre comunicación en nuestro país, como es
el paso de una férrea dictadura a un sistema democrático, y la creación, en 1971, de las
primeras facultades de Comunicación.

Otros factores que están condicionando el momento actual de la investigación


sobre comunicación en nuestras universidades y en las tesis doctorales serían los
sucesivos y recientes cambios introducidos en los estudios de tercer ciclo; el
considerable aumento del número de grupos e instituciones dedicadas a la investigación
en comunicación (GARCÍA JIMÉNEZ, 2007: 156) lo que está generando una
“tendencia creciente a la elaboración de tesis doctorales integradas en grupos de
investigación” (COROMINAS, 2008: 5), perdiendo así, en parte, el carácter
“tradicional, individualista, instrumental y endogámico” que detectaron Caffarel,
Domínguez y Romano (1989: 56) en la investigación en comunicación de la década de
los ochenta; se constata también, que la investigación en comunicación no es exclusiva
de los departamentos del área, sino que existe una importante aportación a estos
estudios por parte de investigadores de otras disciplinas (MORAGAS, 2005: 20-21); y
un último factor es la creación, tras la aprobación de la LOU, de la Agencia Nacional
para la Evaluación y la Acreditación (ANECA) y otras agencias autonómicas, que ha
provocado que “la joven comunidad del campo de la investigación en comunicación ha
ido virando hacia un tipo de producción científica que satisfaga más a las exigencias de
reconocimiento de dichas agencias” (SORIANO, 2008: 1). Por último, En el contexto

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comunicativo, la evolución del sector, con la aparición de los primeros grupos


multimedia o las televisiones privadas en los 80, el desarrollo de las televisiones
autonómicas y los medios locales, la televisión digital terrestre, el crecimiento de la
industria publicitaria, la aparición de los gratuitos, los avances tecnológicos, la creciente
digitalización, etc., han ido marcando también la pauta en los intereses de la
investigación en comunicación.

Para concluir esta apartado, conviene detenernos en el análisis que hace


Corominas (2008: 4-5) de la evolución por la que han ido pasando los jóvenes
doctorandos. La autora diferencia tres grupos: 1) investigadores, mayoritariamente
hombres, licenciados en Filosofía y Letras, Historia, Derecho, Económicas,… que se
doctoran en las disciplinas de procedencia, generalmente a la vez que imparten docencia
y hacen tareas de gestión; 2) licenciados en Ciencias de la Información pero no
simultanean necesariamente su tesis con las gestión académica (entre mediados de los
80 y mediados 90), pero sigue habiendo poca integración en grupos de comunicación;
3º) El tercer grupo (entre mediados de los 90 y primera década de los 2000), integra a
los licenciados en nuevas titulaciones más específicas y, en general, con una orientación
más profesionalista.

2. LA INVESTIGACIÓN SOBRE TESIS DOCTORALES EN COMUNICACIÓN:


ANTECEDENTES Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

El análisis de la investigación en comunicación es un tema complejo su falta de


consolidación (BARRANQUERO, 2005: 7), y más aún cuando nos limitamos a las
áreas de Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas pues la interdisciplinariedad y
la multiplicidad dificultan la tarea de circunscribir los distintos trabajos doctorales en un
área específica.

2.1. Enfoques bibliométricos y enfoques críticos

Comenzábamos este texto señalando que la investigación ‘parece’ gozar de buena salud,
pero el incremento de trabajos no tiene por qué corresponder, necesariamente con una
equiparable calidad de los mismos. Así, frente a los puntos de vista positivos de Jones
(1998), Aguilera (1998: 6) o Corominas (2008), Martínez Nicolás califica de
“autocomplaciente” esta opinión de que la investigación española sobre comunicación
goce de buena salud, y concluye que “habiendo masa crítica es un ámbito de la
investigación comunicativa en crisis” (Martínez Nicolás, 2006: 135). Somos muchos, en
efecto, concluye el autor, pero no trabajamos todo lo bien que deberíamos, porque
nuestra investigación sigue dominada por un empobrecedor “intuitivismo descriptivo de
corto vuelo teórico” y por una anemia de investigación empírica, con predominio de lo
cuantitativo y del mensaje como centro de la investigación, dejando desatendidos otros
muchos objetos de estudio sobre periodismo (MARTÍNEZ NICOLÁS, 2006: 164-165).

De entre el reducido número de estudios recopilatorios sobre la investigación en


comunicación podemos encontrar el de Jones y Baró (1997), sobre tesis doctorales y
trabajos de investigación universitarios sobre comunicación en Cataluña, de 1954 a
1996; el de Jones et al (2000), una aproximación bibliométrica a las tesis doctorales
sobre comunicación en España, de 1926 a 1998; los sucesivos de Landa (1997a),
(1997b) y (2004), que recopilan en las tesis doctorales en comunicación en las

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universidades del País Vasco entre 1965 y 1995 y entre 1996 y 2000; o los trabajos
sobre tesis en el ámbito de la Publicidad y/o las Relaciones Públicas de Martínez
Pestaña (2004) y Castillo (2006); y el de López Yepes, Fernández y Prat (2005), sobre
tesis doctorales en biblioteconomía y documentación, de 1976 a 2004.

Frente a estos estudios de carácter bibliométrico, autores como Moragas (2005)


o Martínez Nicolás (2006, 2009) proponen una revisión crítica –explicativa y
valorativa–, que vaya más allá del objeto de estudio –qué investigamos– y se centre en
el porqué –por qué se ha seguido esa trayectoria investigadora y no otra–, con el fin de
evaluar la validez de los enfoques y resultados o las carencias detectadas.

2.2. El Periodismo como objeto de investigación en las tesis doctorales

Por lo que respecta al área específica del Periodismo, no existen prácticamente


recopilaciones de ‘”metainvestigación”. Los estudios realizados hasta el momento
engloban el ámbito más genérico de la “comunicación”. Entre estas recopilaciones
genéricas, el trabajo principal es el realizado por Jones et al (2000), que aborda, como
hemos visto, las tesis sobre comunicación en España desde 1926 a 1998. En total, se
registraron 1.550 tesis durante ese período, la mayor parte de ellas leídas en los ochenta
y noventa. Las áreas sobre las que se trabajan abarcan campos tan diversos como la
sociología de la comunicación y la opinión pública, la política y estructura de la
comunicación, la historia de la prensa y de la cinematografía, la periodística, la
sociosemiótica y los análisis de contenido, la comunicación corporativa y estudios sobre
aspectos específicos como salud, mujer y deporte. Durante este período estudiado, los
análisis siguen centrándose preferentemente en los medios tradicionales.

El desarrollo y consolidación del estado de las autonomías ha llevado a la


potenciación de tesis doctorales vinculadas a temas y universidades de cada una de las
comunidades autónomas. Los trabajos hallados al respecto se centran también en
recopilaciones genéricas de todo el ámbito comunicativo. En concreto encontramos las
ya mencionadas de Jones y Baró (1997) sobre tesis doctorales de comunicación en
Cataluña entre 1954 y 1996, y las de Landa (1997a; 1997b; y 2004) sobre tesis relativas
a comunicación en el País Vasco. En estas últimas, en las tesis leídas entre 1964 y 1995,
se observa un predominio de trabajos sobre prensa escrita frente al resto de medios,
mientras que 64 tesis versaron sobre temas vascos. En las leídas entre 1996 y 2000,
siguen predominando los estudios sobre la prensa, pero empiezan ya a despuntar las
investigaciones sobre los nuevos medios, mientras que la radio ha sido muy poco
analizada en ambos períodos.

El resto de estudios vinculados con el análisis de las tesis doctorales de


Periodismo que hemos localizado se refieren ya a ámbitos específicos (el
ciberperiodismo, el periodismo científico, etc.), pero se trata generalmente de artículos o
contribuciones bibliográficas; sólo muy puntualmente se hace referencia a las tesis
doctorales. Entre estos trabajos, podemos reseñar: Moragas (2005), quien analiza
brevemente en su ponencia presentada en la reunión de la Sociedad Española de
Periodística las tesis catalanas sobre comunicación de 2002 y 2003. Se trata de una gran
mayoría de tesis dedicadas al análisis de casos. También destaca el número muy
limitado de tesis dedicadas a temas como la economía de la información, Internet, las
telecomunicaciones, la sociedad de la información o los estudios culturales, temas que,

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por contraste, coinciden con las líneas prioritarias de los proyectos de investigación
financiados por el Plan Nacional de Investigación, produciéndose así lo que Moragas
califica de “inversión temática” entre la actividad académica y las prioridades de los
planes de investigación. (Moragas, 2005: 21).

Sobre ámbitos específicos, encontramos, entre otros, los trabajos de Aranes y


Landa (2002), Moreno (2003) y González-Alcaide et al (2009) todos ellos relacionados
con el periodismo científico y la divulgación de la ciencia. Y varios artículos y
referencias vinculadas con el ciberperiodismo: Salaverría (2007); Díaz Noci (2008) y
Masip y Micó- Sanz (2010), en los que se hace referencia a las tesis doctorales
vinculadas con esta temática, además de otros trabajos científicos.

Y un último bloque de referencias sobre tesis doctorales en comunicación lo


encontramos en algunos departamentos y facultades, a través de informes recopilatorios
sobre la producción científica de sus alumnos y profesores, incluidas las tesis leídas en
sus respectivos programas de tercer ciclo, como los de Reig et al (2000), sobre la
investigación realizada en la Facultad de Ciencias de la Información de Sevilla en sus
primeros once años de vida, o el de Romero y García (2009), centrado en la
investigación del Departamento de Periodismo II de esta misma universidad entre 2004
y 2009.

Otras investigaciones, como hemos mencionado en el apartado anterior, se han


acercado al estudio de las tesis doctorales y otras contribuciones científicas desde una
perspectiva valorativa y crítica. Es el caso de los trabajos, fundamentalmente de
Martínez Nicolás (2006, 2009), de Moragas (2005), y las distintas ponencias –
(COROMINAS, 2008), (GARCÍA JIMÉNEZ, 2008), (CEBRIÁN, 2008) y
(MARTÍNEZ NICOLÁS, 2008)– presentadas en la sesión especial dedicada a “Seis
décadas de investigación de la comunicación en España”, dentro del Congreso
Internacional Fundacional de la Asociación Española de Investigación de la
Comunicación (AE-IC), celebrado en Santiago de Compostela del 30 de enero al 1 de
febrero de 2008.

2.3. La Publicidad y las Relaciones Públicas como objeto de investigación en las


tesis doctorales

La Publicidad y las Relaciones Públicas como objeto de investigación se estudia de


forma separada y diferenciada por área de conocimiento, de acuerdo con los estudios
encontrados. De un lado, en el ámbito de la Publicidad se destacan dos claras líneas de
estudio en torno a la producción científica materializada en las tesis doctorales
defendidas en las universidades españolas (Martínez Pastaña 2004, Martínez Pastor
2010) además de en monografías y en artículos de revistas especializadas (Martínez
Pastaña, 2010); otros estudios focalizados en la investigación de la creatividad
publicitaria a través de Journal de impacto (Rica y Mensa 2009) y una incipiente línea
sobre la investigación de la publicidad desde diferentes modelos de investigación desde
unas perspectiva internacional (León 1988, Caro 2007). De igual modo en el ámbito de
las relaciones públicas los estudio relativos a esta disciplina versan sobre las tesis
doctorales defendidas (Xifra y Castillo 2006, Castillo y Xifra 2006) y sobre las
diferentes metodologías de investigación (Martínez Mendoza, 2007). Y una línea menor
en la que se enmarca Jones (1999) que realiza un estudio sobre la evolución de la

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comunicación en nuestro país en el que se incluye la publicidad y relaciones públicas


conjuntamente vinculando la docencia impartida y los estudios más relevantes en esta
materia de forma general.

Dado que nuestro estudio es una aproximación al estado de la cuestión sobre las
tesis doctorales nos centraremos en el análisis de los estudios relativos a esta materia.
En la totalidad de los trabajo se parte de una metodología en la que se describe las
fuentes de las que se sirven para obtener la muestra analizada. Este es el caso de
Martínez Pestaña (2004), Martínez Pastor (2010) y Castillo y Xifra (2006) que acceden
a fuentes diversas como TESEO, el Servicio de Tesis Doctorales en Xarxa, bibliotecas
universitarias, el Catálogo bibliográfico Nacional de la Biblioteca Nacional Española
(ARIADNA), el Consejo Nacional de Universidades (Tesis doctorales) y REBIUM. La
diversidad de criterios y metodologías empleadas por los diferentes investigadores
dificulta el no ofrecer un panorama claro de la evolución de la investigación en
Publicidad y en Relaciones Públicas. De hecho, la mera identificación de las tesis ya es
tema controvertido: Martínez Pestaña sostiene que del 1971 al 2001 se han defendido
110 tesis doctorales y Martínez Pastor desde 1973-2009 se han leído 251 tesis
doctorales la diferencia de una década es cuantitativamente llamativa, aunque la
metodología utilizada es diferente. Mientras que en Relaciones Públicas el estudio de
Castillo y Xifra indica que 1965 al 2005 se han leído 65 tesis doctorales.

En cuanto a la forma en la que se abordan los estudios sobre la investigación en


Publicidad algunos trabajos recurren a claseificaciones temáticas. Así, se identifican
trabajos en donde el ámbito temático es el punto de análisis: la Publicidad se investiga
desde perspectivas como el ámbito de las ciencias jurídicas desde el área mercantil,
constitucional, civil, administrativo y penal, mientras Castillo y Xifran (a partir de
Sallot et ali y de Ferguson) optan por establecen categorías más amplias que las meras
temáticas, indicando tendencias hacia tres ámbitos: tesis doctorales introspectivas, sobre
aplicación y práctica y teóricas. Por último, tanto Martínez Pestaña como Martínez
Pastor coinciden en que las perspectivas de análisis preferidos por los doctorandos que
analizan la Publicidad son los que lo hacen desde la semiótica, la sociología, la
psicología y la economía y menos desde la documentación o la informática y,
específicamente, sobre campañas publicitarias, medios publicitarios y empresa de
publicidad.

3. CONCLUSIONES

Los estudios sobre las investigaciones realizadas en España sobre Periodismo y en


Publicidad y Relaciones Públicas presentas divergencias notables según la perspectiva
desde la que se aborde. De un enfoque meramente cuantitativo los resultados parecen
proponer una evolución positiva en cuanto a dichas investigaciones, mientras que desde
una perspectiva cualitativa la investigación en estos ámbitos deberían cuestionarse. Si
en la etapa franquista los estudios se vieron condicionados por la censura, actualmente
estarían dominados por cuestiones académico-científicas, si bien, en todo caso,
orientadas políticamente: Corominas (2008: 6) señala que el nuevo marco académico
“favorece el estudio de unos temas –identificados en los planes de investigación– en
detrimento de otros –sin presencia en estos planes– y promueven un tipo de
investigación más aplicada –que pueda contar con el apoyo de Entes Promotores
Observadores (EPOS), empresas o instituciones interesadas en los resultados de los

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proyectos”. Los actuales mecanismos para la garantía de la calidad (ANECA y agencias


locales) están condicionando el modo de investigar, más orientado a un objetivo
utilitarista-laboral (trabajos enfocados a temáticas y metodologías con mayores
probabilidades de publicación en revistas científicas) que científico-social. Por último,
se está produciendo un giro hacia nuevas temáticas, muy relacionadas con el ámbito
empresarial y sociocultural imperante: la Televisión Digital Terrestre, la televisión y
radio interactiva, los diarios digitales o las redes sociales redes sociales, son algunos de
los nuevos enfoques que están recogiendo actualmente las tesis doctorales en nuestro
país. El desarrollo de las Autonomías y las políticas de incentivo a la investigación ha
provocado también que se abran líneas de investigación que ahondan en la realidad
mediática local.

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LA PROBLEMÁTICA EN EL ESTUDIO HISTÓRICO DEL
ENTRETENIMIENTO DE LA TELEVISIÓN EN ESPAÑA

Julio Moreno Díaz


Universidad Rey Juan Carlos
julio.moreno@urjc.es

RESUMEN
La historia de la televisión está compuesta de diferentes modalidades que, en su
conjunto, configuran la percepción histórica de la recepción televisiva. Desde su diseño,
consumo, política, campo mediático hasta las estrategias empresariales. No obstante, es
la televisión del entretenimiento la que ha ido, generalmente, orientando la organización
de su historia, sin olvidar también la formación e información. Existe, por tanto, una
historiografía compuesta o dividida por diferentes criterios como la aparición de la
televisión y sus etapas más primitivas, franquismo y democracia, consolidación
mediática, la aparición del tercer canal y emisoras privadas, la revolución tecnológica o
las nuevas formas de ver la televisión.

Actualmente asumir como objeto de estudio el entretenimiento televisivo de las


primeras décadas de la televisión pública supone un problema constante para el
investigador. Por un lado, objetivamente, el medio televisivo es complejo e
incomprensible lo que hace frenar muchos estudios sin la consecuente relevancia y, por
otro, subjetivamente, alude a la crítica negativa que los propios protagonistas del medio
han hecho de la televisión. A esto hay que unirle las trabas burocráticas en la
adquisición de material por la propia cadena. Todos estos condicionantes determinan la
aplicación de una metodología histórica y sociocultural basada en el estudio de
anuarios, libros, informes, artículos, investigaciones, documentos audiovisuales… con
el referente de la evolución de la televisión como medio de masas.

Esta comunicación tiene como objetivo tratar aquellos aspectos relevantes en el


tratamiento histórico de la televisión aplicado a la investigación sobre los formatos de
concursos nacionales en el propósito de la difusión de los estudios de comunicación
televisiva, social y política en el ámbito universitario y profesional.

Palabras clave: metodología, televisión, concursos, historia, entretenimiento

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PROBLEMS IN THE HISTORICAL STUDY OF ENTERTAINMENT
TELEVISION IN SPAIN

SUMMARY

The history of television is composed of different modalities, as a whole, constitute the


historical perception of television reception. From design, consumption, politics, media
field to business strategies. However, entertainment has organized the history of
television, without forgetting also the training and information. There is, therefore, a
historiography composite or divided by different criteria such as the advent of television
and its earliest stages, dictatorship and democracy, media consolidation, the emergence
of the third channel and private channels, technological revolution and new ways of
seeing television.

Currently, study the entertainment television in the early decades of public television is
a constant problem for the researcher. First, the mass media is complex and
incomprehensible. This is a reason why many studies are not relevant. There is also a
negative critique of the protagonists who works on television. To this we can add to the
bureaucratic hurdles in the acquisition of material by the string itself. All these
conditions determine the application of a methodology based on historical and
sociocultural study of yearbooks, books, reports, articles, research, audiovisual ... trying
to television from many points of view with respect to its evolution as a mass media .

This communication has like objective treat those appearances relevantes in the
historical treatment of the television applied to an investigation on the national quiz in
the purpose of the spreading of the studies of communication televisiva, social and
political in the university and professional field.

Keywords: methodology, television, quizs, history, entertainment.

1. INTRODUCCIÓN

La presencia de los formatos de entretenimiento siempre ha sido muy frecuente en las


parrillas de programación de las televisiones de todo el mundo. Junto a otros como los
informativos o la ficción, las variedades han supuesto una apuesta continua en el
objetivo empresarial y social de cautivar a la audiencia. Especialmente con el concurso
el cual será considerado como el mayor exponente de entretenimiento televisivo en esta
comunicación. La habilidad, la capacidad, los conocimientos y, sobre todo, el azar y la
suerte son el sustento de la base de este tipo de programas que, al igual que en la vida
cotidiana, se presentan en diferentes circunstancias lo que le convierte en referente
popular entre los espectadores.

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Las emisiones regulares de TVE comienzan el 28 de octubre de 1956. La
pequeña pantalla se presenta en los hogares españoles con cierta timidez pero con la
finalidad de ser un miembro más de la familia. La novedad atrae a muchos curiosos que
ven en el televisor una ventana a un universo lleno de novedades: imagen real,
musicalidad, espectáculo… Un fenómeno que tiende a ser común a todas las clases y
categorías sociales y que determina cambios en lo establecido: desde la disposición del
mobiliario hasta la manera de invertir el tiempo de ocio, entre otros.

La sociedad sucumbe ante este nuevo pasatiempo convirtiendo su visionado,


casi, en indispensable. David Morley (1996) lo define como “práctica de ver la
televisión. Práctica que exhibe pautas cambiantes y que sólo se podían comprender en el
contexto general de las actividades familiares de tiempo libre”. Afirmación que
relaciona a la televisión con lo doméstico ya que el origen de la práctica de su visionado
ocurre, en gran medida, en familia. La reunión de toda la estirpe ante el televisor no sólo
produjo una de las estampas más clásicas familiares sino que también generó el rito del
acto que consiguió determinar el tiempo libre de los españoles generación tras
generación.

Progresivamente, el fenómeno de la televisión se universaliza convirtiéndose en


la pieza clave de la cultura de masas. Su propósito, sin duda, es seducir ofreciendo
contenidos que entretengan, informen y formen. Sin embargo, la tendencia ha sido la de
impulsar el esparcimiento (con todos los mecanismos posibles a su alcance) en
detrimento de la divulgación o la cultura (los cuales se han convertido en contenidos
minoritarios). Gérard Imbert (2003) sostiene que también “ha contribuido a trivializar
muchos debates, creando estereotipos, estimulando la afición a determinados temas y
cultivando una cierta sensibilidad por lo morboso, cayendo en la demagogia de la
audiencia”.

Umberto Eco (1985), sobre la evolución de la televisión, distingue dos períodos:


la paleotelevisión y neotelevisión. La paleotelevisión, o la televisión de los inicios
(hasta los años ochenta, aproximadamente) se caracteriza por abanderar los tres pilares
clásicos y esenciales del medio: informar, formar y entretener. Sus espectadores son
aquellos que ven la televisión acompañados, en casa, en familia. Un ritual donde todos
los contenidos eran excepcionales. Por otro lado, en la neotelevisión (la televisión de
nuestros días) los hechos no son concebidos como únicos. Se fusionan géneros que
desembocan en el informar divirtiendo, es decir, en la espectacularización de los
contenidos, el incremento excesivo de la publicidad… etc. Este modelo se le denomina
también televisión-espejo (el discurso televisivo se convierte en un espejo del sujeto
social) donde los espectadores verían reflejada la sociedad en la que viven, aquella en la
que se verían reflejados a sí mismos y a su entorno. El protagonista de la televisión ya
no sería el emisor si no el destinatario.

Las parrillas de programación de hoy en día están orientadas a la búsqueda de


un target específico. Una audiencia a la que interese elegir un espacio entre los muchos
que se le ofrecen. Como decana de los medios de comunicación de masas, la televisión

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ejerce mecanismos persuasorios para controlar la elección e, incluso, lograr crear
dependencia de sus espacios para que surta su demanda. Omar Calabrese (1989) se
refiere a que la televisión tiende al estilo neobarroco, un efecto estético donde se han
perdido las formas originales, en el que el espectador genérico y único desaparece en
pro de un espectador más diferenciado y específico que se fabrica su propia televisión;
donde la televisión seduce y se genera el placer televisivo.

Pierre Bourdieu (1997) afirma que la tendencia de ensalzar productos no


culturales, propios de la neotelevisión, comienza en los años noventa “con el propósito
de ofrecer a los telespectadores productos sin refinar cuyo paradigma es el talk-show,
retazos de vida, exhibiciones sin tapujos de experiencias vividas (…) Ese tipo de
programas están para satisfacer unas necesidad de voyeurismo y de exhibicionismo. En
los concursos la gente se desvive por participar, incluso a título de mero espectador, con
tal de conseguir por un instante que la vean”.

Es notorio que la programación se ha visto condicionada por la evolución que ha


sufrido la propia televisión. Los géneros que la conforman se han adaptado no sólo a los
gustos de sus seguidores sino también a la competencia de otras cadenas y formatos y a
la trasformación del propio mercado audiovisual. Estos condicionantes han sido
fundamentales para que géneros, como el concurso, se adapten a la evolución
consecuente. La versatilidad de este formato indica la riqueza formal del mismo. Sus
diferentes formas de expresión, sus múltiples lenguajes audiovisuales, el llamativo de
sus formas, los premios ofertados y, en definitiva, su atracción como programa
contenedor de entretenimiento le configuran como uno de los géneros televisivos por
excelencia de cualquier época.

Sobre la división de Eco (1985) muchos autores han entendido que la buena
televisión era la que se hacía antes. Esta percepción ha desembocado en el concepto
generalizado de que la pequeña pantalla no está a la altura de otras expresiones artísticas
como, por ejemplo, el cine (donde se también se oferta películas de escasa calidad), el
videoarte… o con respecto a otros medios como la radio y la prensa. La sombra de esta
concepción ha llegado incluso al estudio formal del contenido televisivo desvalorizando
investigaciones que tratan de profundizar el fenómeno, incluso, en el ámbito
universitario. Este problema se acentúa cuando el investigador no sólo debe enfrentarse
a las dificultades propias en la aplicación de una metodología concreta sino también por
el difícil contexto en el que se mueve.

A pesar del pesimismo sobre la dirección que actualmente toma la televisión, es


necesario contribuir a su desarrollo y conocimiento. Sobre todo, de cara a los nuevos
espectadores (a los cuales se les tacha con todo tipo de improperios). Y es que existe
una doble moral o contradicción sobre el estudio de la televisión. Parece que consta una
predisposición a no valorar ni a la antigua ni a la nueva programación. Es curioso que la
mayoría de las críticas provengan de personas que están relacionadas (directa e
indirectamente) con el mundo de la televisión. Manuel Palacio (2001) afirma que “el
mayor escollo para la historiografía sobre la televisión es que nadie parece tomarla en

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serio: desde la universidad donde los profesores alardean de no ver la televisión, hasta
los diarios, con ese fascinante ejemplo, único en el mundo, en el que la crítica de
televisión es responsabilidad de aquellos que abominan del medio. ¿Alguien entendería
que la crítica de arte o de cine le fuese encargada a alguien que le repugnan esas formas
de expresión?”.

2. PRIMEROS PASOS: EL ENTRETENIMIENTO Y LA TELEVISIÓN.

La exposición del cómo metodológico en el estudio del entretenimiento para esta


comunicación está relacionado con la labor investigadora sobre el que se consideró
como el mayor referente del entretenimiento televisivo en España: el concurso Un, Dos,
Tres… responda otra vez. Estudio que convergió en una tesis doctoral. El objetivo fue
claro: constatar su importancia en la historia de la televisión en España. Así como el
destacar las claves de su éxito y las influencias y aportaciones generadas por una marca
de autor con el fin de ofrecer una visión más relevante y formal de su dinámica para
dotarle de un carácter consecuente con su jerarquía.

La elección de un producto realizado y dirigido por Narciso Ibáñez Serrador


supone cierta ventaja ya que parte del público, en mayor o menor medida, han sido
espectadores de sus obras. Esto permite que el lector interesado no parta de cero y
contextualice mejor la investigación. Muchos de sus programas ocupan un lugar notable
en la historia de la televisión nacional por lo que son varias las generaciones que se han
divertido (Un, Dos, Tres…) o han pasado miedo (Historias para no dormir) lo que
justifica que sus trabajos estén en la memoria de gran parte de la audiencia, sobre todo,
de ciertas generaciones. El respaldo del público, la reinvención de géneros, la crítica a la
censura y la construcción de un estilo personal que desemboca en una marca de autor
propia y original son algunos de los aspectos que han marcado la carrera de Ibáñez
Serrador.

Es obvio, que en las investigaciones con marcado carácter histórico (y más


cuando se habla de televisión) se originen gracias a la recopilación o reordenación de
todos aquellos recuerdos que se han ido acumulando a lo largo de nuestra carrera como
espectadores debido a que entre el espectador y la televisión existe un acuerdo tácito.
Francesco Casetti (1989) opina que ese acuerdo es “sobre la parte que le ha sido
asignada a cada uno, sobre el tipo de relación que se establece entre ellos, sobre las
reglas que presiden su encuentro y sobre los fines que persigue este encuentro”. Hurtley
(2000) afirma que “la relación entre la pequeña pantalla y la audiencia, que se identifica
como pacto comunicativo, tiende a reproducir las formas de interacción de la vida
cotidiana tales como la conversación, el consejo, la confidencia. La televisión, al re
proponer y repetir estos rituales cotidianos los han convertido, a su vez, en etiquetas y
modelos de comportamiento idealizados y codificados”. La televisión estimula al
espectador a una nueva cita televisiva, entendiéndola como proposición, lo que provoca
que el ritmo social del sujeto esté marcado por el ritmo de los tiempos televisivos.

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Tal enseñanza televisiva, donde la nostalgia televisiva hace acto de presencia,
está íntimamente relacionada con Un, Dos, Tres…, ya que es uno de los programas que
más suele relacionarse con las experiencias vividas durante su visionado (especialmente
familiares y hogareñas) a pesar de ser un espacio de consumo instantáneo cuyo mayor
éxito ha sido la de permanecer imborrable en la memoria colectiva de generaciones
enteras. Pocos concursos o pocas series se siguen recordando hoy, de una manera tan
vigente, como los de Ibáñez Serrador. Sus trabajos construyeron la cultura televisiva
con la que se estimuló al espectador de aquella párvula televisión que hoy sigue otros
derroteros.

La esencia clásica del concurso se mantiene a lo largo de sus diez etapas (1972-
2004) sin dejar nunca de mostrar nuevas formas de entretenimiento gustando a aquellas
generaciones que iban incorporándose como espectadores, las cuales, han heredado de
los suyos su valoración (sobre todo en las promociones de nacidos en los años setenta y
ochenta, décadas en el que el concurso estaba en su máximo apogeo). Su recuerdo está
por encima de cualquier otro concurso de la historia televisiva reciente. He aquí, que en
pleno apogeo de la neotelevisión haya proliferado la tendencia a ensalzar los valores de
aquellos espacios que nacieron en una televisión de calidad cuya ausencia ha permitido
la proliferación de un submundo televisivo vinculado a cubrir las carencias y
necesidades de un público poco exigente.

Con la investigación se propuso tratar todos y cada uno de estos aspectos teniendo
como objetivo dotar al concurso de seriedad, rigor y rango dentro de la historia de la
televisión en España a través de un estudio en profundidad que sirva de referencia para
futuras generaciones.

3. HISTORIA, TELEVISIÓN Y METODOLOGÍA: CAMPO DE BATALLA.

El planteamiento a la hora de abordar el entretenimiento histórico televisivo concibe el


estudio de aspectos históricos, socioculturales y comunicativos. No obstante, el método
específico empleado fue la investigación histórica.

El punto de partida fue la ordenación cronológica de datos en el objetivo de


determinar la historia del programa que se inicia en 1972 y termina en 2004. Esta
disposición temporal sirve para confirmar la existencia de emisiones que testifican su
importancia en la evolución histórica de la pequeña pantalla, emisiones que se han
convertido en la pieza clave de las fuentes consultadas. Para la selección y localización
de los datos de la investigación se ha recurrido a todas las fuentes posibles incluyendo
no sólo los programas originales si no también entrevistas personales, bibliografía,
artículos de prensa y revistas, documentos en red y material iconográfico. A pesar de
que Un, Dos, Tres… es un concurso del que se tienen muchas referencias icónicas y
culturales apenas existen libros que lo examinan exhaustivamente y no redunden en los
aspectos más clásicos conocidos por todos.

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Es propio de la investigación histórica tener ciertas limitaciones a la hora de
desarrollar el estudio. El historiador no suele conocer la secuencia de los hechos de
primera mano lo que induce a la reconstrucción de los acontecimientos a través de los
datos y los documentos. Por ello, esta investigación parte del origen del concurso para
reconstruir una cronología dividida en etapas o temporadas (siguiendo la propia
clasificación del programa) sobre la cual se podrá estudiar de manera más efectiva su
historia y todos aquellos elementos que la conforman desde otros puntos de vista. De
esta manera, la investigación se centraría en la narración y exposición de los
acontecimientos ocurridos así como la presentación de los nuevos elementos y formas
correspondientes. Esta muestra permite observar la evolución de un formato primario a
un espectáculo potencial. La comparativa necesaria facilita una visión global a través de
las transformaciones e innovaciones propias de su desarrollo y perfeccionamiento.

Asimismo, el estudio dota a la investigación de relevancia ya que supone una


doble aportación:

- De forma general: enriquece los estudios de los medios audiovisuales.

- De forma particular: enriquece los estudios de la historia de la televisión en


España, área de conocimiento con falta de desarrollo en niveles particulares.

El hecho de que el objeto de estudio sea un programa televisivo obliga a


consultar y valorar material correspondiente a revistas dedicadas al mundo de la
televisión y de su programación. Esto permite revisar noticias sobre las novedades
correspondientes a cada temporada así como las entrevistas oportunas a los integrantes
del concurso.

No hay que olvidar la importancia de la Red a la hora de realizar una


investigación sobre televisión ya que Internet facilita el acceso a base de datos sobre
componentes e integrantes del concurso y ofrece páginas que permiten la posibilidad de
visionar piezas de vídeo de las emisiones del programa que, en la mayoría de los casos,
son de difícil acceso. La aparición de estas webs que permiten a los usuarios colgar
vídeos en la Red de una manera directa y gratuita (en la mayoría de los casos) ha
permitido considerar a Youtube como el portal con mayor colección de vídeos sobre Un,
Dos, Tres… a nivel internacional.

Además, la web de RTVE comienza a colgar programas completos en el


objetivo de rescatar lo más importante de su archivo. Esto no sólo implica una fuente
más de información sino el reflejo de la evolución de cómo ver la televisión. La historia
televisiva ha pasado de ritualizar en familia el visionado de los contenidos al inmediato
y privativo uso de los mismos delante de una pantalla de ordenador.

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3.1. La televisión histórica como objeto de estudio.

La televisión ha sido testigo de la historia del propio país ya que se ha hecho eco de
todos aquellos acontecimientos ocurridos. No obstante, el estudio de la televisión desde
el punto de vista histórico presenta carencias. José Carlos Rueda Laffond y María del
Mar Chicharro Merayo (2006) afirman que “destaca, por un lado, el llamativo vacío
historiográfico sobre el medio, un aspecto que se sobredimensiona aún más si tenemos
en cuenta la creciente multiplicación de monografías y trabajos de síntesis realizados en
las últimas fechas, tanto desde las coordenadas de la historia contemporánea como
desde la historia de la comunicación, y que han centrado su objeto de atención en los
escenarios del tardofranquismo y la transición a la democracia. En ellos, y a pesar de la
reconocida trascendencia jugada por la televisión a lo largo de aquellos periodos, los
análisis sobre el medio o han ocupado un papel de segundo orden, o han quedado
sencillamente soslayados”.

Tal y como hacen referencia los autores, cada vez más existe cierta predilección
por el estudio de la televisión desde el punto de vista de una metodología histórica. Es
en los años noventa (con la ruptura del monopolio y la nueva aparición de canales que
muestran nuevos contenidos y un mayor atractivo al espectador) cuando editoriales y
empresas comienzan a realizar estudios sobre televisión. Anuarios, libros, informes,
artículos, investigaciones… que tratan a la televisión desde muchos puntos de vista con
el referente de su evolución como medio de masas. En 2006, coincidiendo con la
celebración del 50 aniversario de TVE, aumentó el número de estudios que
rememoraban o analizaban no sólo la historia del Ente sino también la de los propios
españoles.

La historia de la televisión está compuesta de diferentes modalidades que, en su


conjunto, configuran la percepción histórica de la recepción televisiva. Desde su diseño,
consumo, política, campo mediático hasta las estrategias empresariales. No obstante, es
la televisión del entretenimiento la que ha ido generalmente, orientando la organización
de su historia, sin olvidar también la formación e información. Existe, por tanto, una
historiografía compuesta o dividida por diferentes criterios como la aparición de la
televisión y sus etapas más primitivas, franquismo y democracia, consolidación
mediática, la aparición del tercer canal y emisoras privadas, la revolución tecnológica o
las nuevas formas de ver la televisión.

Palacio (2006) aludiendo a la clasificación de John Ellis (2000) contempla que


se diferencian dos grandes etapas en el proceso evolutivo de la televisión y, por tanto,
de estudiar su historia. Por un lado distingue la etapa de escasez (scarcity) y otra de
disponibilidad (availity) y una futura tercera etapa denominada de abundancia (plenty).
Aplicando esta terminología a la historia de la televisión en España, Manuel Palacio
afirma que “el primer periodo de escasez, en el epicentro del franquismo, abarcaría los
primeros diez años de la historia de la televisión, desde el inicio oficial de las emisiones,
en 1956, hasta mediados de los años sesenta, en que, con la llegada de las emisiones a
las Islas Canarias y con la inauguración de los estudios centrales de TVE en Prado del

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Rey, se da por cerrada la primera red nacional de transmisión. La segunda etapa de
disponibilidad corresponde a la edad de oro del servicio público en España y
comprendería los aproximadamente 25 años que discurren desde el comienzo de las
emisiones de TVE2 hasta el comienzo de las emisiones de titularidad privada en 1990.
El último periodo, señalado como de abundancia, englobaría los últimos 15 años en los
que la oferta televisiva se ha multiplicado hasta niveles impensables. En esta etapa, se
auguran nuevas mutaciones a partir de las emisiones de la Televisión Digital Terrestre
(TDT) o por internet”.

Dominique Wolton (1995) señala dos tipos de causas en las que se basan los
problemas de análisis de la televisión. Por un lado, objetivamente, entiende que es un
medio complejo e incomprensible lo que hace frenar muchos estudios sin la consecuente
relevancia y, por otro, subjetivamente, alude a la crítica negativa que los propios
protagonistas del medio han hecho de la televisión. “(…) la expansión y la
diversificación de la televisión reclaman un gran esfuerzo de reflexión. Y es entonces
cuando aparece la pereza intelectual. Esta dificultad de concebir la televisión resulta aun
más natural por el hecho de que su carácter popular y trivial tiende justamente a hacerla
salir del conjunto de cuestiones sobre las que hay que pensar. Además, el hecho de que
se haya integrado a la vida cotidiana fortalece la sensación de que es inútil reflexionar
demasiado sobre ella: su trivialidad es una incitación a olvidarse de ella, aun cuando las
mutaciones que la acompañan deberían constituir una incitación a conocerla. Actitud
fortalecida hoy por la multiplicación de las cadenas, entre las cuales el espectador elige
lo que desea y tiene la sensación de estar ejerciendo efectivamente su libertad”.

A pesar de esa pereza que señala el autor, la televisión es un objeto de estudio


que no deja a nadie indiferente. Hurtley (2000) afirma que “la televisión es demasiado
grande como sistema textual, demasiado complicada en todas su facetas de producción,
programación y recepción, demasiado variada en tiempos y lugares como para ser
estudiada como una entidad única. Es demasiado caótica como objeto de estudio para
ser descrita detalle por detalle. Como resultado, muchos libros que introducen al estudio
general de la televisión suelen evitar cualquier intento a la hora de describirla
coherentemente como entidad o fenómeno”.

3.2. Las fuentes de información del contexto televisivo.

Junto a la no contribución a la formalización y relevancia de los asuntos relacionados


con los estudios sobre televisión se une la dificultad a su acceso. Desde el punto de vista
de la metodología histórica televisiva, el condicionante más específico es, precisamente,
su compleja obtención.

Dentro de los textos escritos existen aquellos que directamente desarrollan la


historia de la televisión (los menos) y, otros, que tratan temas vinculados con la pequeña
pantalla desde un punto de vista más informal (como las biografías de personajes
vinculados a la televisión) pero que también contribuyen a la información del
investigador. Es en éstos libros donde, sorpresivamente, se encuentran capítulos más

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elaborados que en un principio se podía pensar. Sin embargo, la imposibilidad de su
consulta o el prejuicio ante la obra pueden pasar por alto datos importantes e inéditos
para el estudio.

Rafael Gómez Alonso (2004) afirma que esas fuentes “pueden llegar a pasar
desapercibidos por planteamientos epistemológicos no sustentados lo suficientemente
como materia de investigación; y en el caso de las denominadas publicaciones de “Serie
B” se ofrece una historia de la televisión basada en datos anecdóticos o en catálogos de
serie confeccionados por criterios de gusto, memoria histórica o con cierta notabilidad
popular (…) De tal modo, que la televisión es cuestionada, en este sentido, como una
“Serie B” (utilizando de manera metonímica la calificación cinematográfica de “bajo
presupuesto”)”.

La realidad del investigador y su metodología es la de valorar fuentes como


revistas de ocio relacionadas con la televisión e, incluso, del corazón, además de la
sección sobre televisión de los diferentes periódicos nacionales. Concretamente, una de
las fuentes que más información han aportado para conocer la historia del concurso
(aparte del imprescindible material audiovisual) han sido publicaciones como Lecturas,
Diez Minutos, Semana, TeleRadio, Teleprograma o Supertele, entre otros. De nuevo
aquí la falta de valoración epistemológica por el carácter superficial del contenido y los
impedimentos a su acceso (ya que forman parte de entidades privadas que los guardan
celosamente apartándolos como material de consulta de cualquier biblioteca).

Las revistas y periódicos contienen críticas sobre televisión, entrevistas,


reportajes, exclusivas sobre los avances de programación y la propia parrilla de las
cadenas. Estas secciones o componentes son fundamentales para conocer la historia de
algunos espacios ya que se ofrecen datos muy concretos que sirven para ordenar
cronológicamente la historia del programa así como para examinar las franjas horarias y
su evolución histórica (reposiciones, duración, temporadas…etc.) además de
información sobre audiencias o investigación de mercado, las cuales, antes de los
noventa, sólo solían difundirlo revistas de ocio como TeleRadio.

Las revistas del corazón suelen hacerse eco de personajes de televisión. Son una
fuente importante no sólo por las biografías o entrevistas realizadas a los personajes
sino también por el material fotográfico que emplean donde también se pueden obtener
datos o información sobre determinados aspectos. Contraria a la tendencia actual, las
revistas del corazón de épocas pasadas ofrecen información social cuidada con cierta
tendencia a proteger y engrandecer a personajes interesantes o con cierto prestigio por
su trabajo, profesión o estatus lo que hace que las entrevistas no sólo se centren en su
vida privada si no en aspectos laborales o sociales que pueden orientar al investigador.

Es relevante que el único tratamiento sobre la evolución histórica de Un, Dos,


Tres… (junto a sus libros oficiales entendidos como merchandising) se encuentre en la
revista de sociedad o corazón Semana, la cual, en cuatro entregas (capítulos) desarrolló
la historia del programa a través de una entrevista con Ibáñez Serrador donde se
explicaban datos relevantes sobre el origen, el formato, la dinámica del juego, su

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internacionalización, resultados de audiencias y su repercusión mediática adornado con
cuidadas fotografías que complementaban la información. El análisis de su contenido
permite corroborar y aportar datos al estudio histórico.

Junto al material escrito, la metodología histórica televisiva también bebe de


documentos visuales cuyo gran problema, de nuevo, es la imposibilidad, en muchos
casos, de conseguir material. En cuantiosas ocasiones, es el cine el que hace alusión a la
televisión rememorando en sus películas episodios históricos que pueden servir de
referencia en la investigación (en Muertos de Risa (1999) de Álex de la Iglesia se evoca
a Un, Dos, Tres… en una secuencia en la que los protagonistas se presentan a un casting
de humoristas para el concurso recreando el ambiente del programa) o el propio NODO
con noticias televisivas o relacionadas con la impronta del aparato del televisor en los
hogares españoles.

NO-DO se hizo eco de la repercusión del programa de Ibáñez Serrador y del


personaje humorístico Don Cicuta (Valentín Tornos) en 1972. La difusión de estas
imágenes, dependientes de la Filmoteca Española y del Departamento de
Documentación de RTVE, se hizo pública en la conmemoración de los 50 años de la
emisión de la televisión en España y gracias al estrenado interés por la recuperación del
archivo en pro de la memoria histórica televisiva. Canal Nostalgia y Canal TVE 50
Años emitieron lo mejor de la historia de TVE facilitando el acceso de algunos
programas de la cadena pública (como Un, Dos, Tres…) evitando así la tarea ardua que
supone acceder al archivo. La falta de tecnología que impedía grabar las emisiones y de
conciencia de memoria histórica (muchas emisiones del concurso, sobre todo de los
setenta, se han perdido ya que el encargado de entonces grababa encima del material sin
pensar en la posterior relevancia. Además existía tal desorden que los programas se
encontraban en los procesos de restauración o simplemente por sorpresa cuando se
buscaban otros contenidos) son dos obstáculos clave en la metodología histórica de la
televisión.

Como se aludía en el inicio de este apartado, Internet alberga cantidad de


contenidos de televisión. Material que los propios usuarios grabaron en su momento.
Quizá el mejor (y más accesible) archivo ha sido el compuesto por cintas de VHS
almacenadas en los hogares españoles como recuerdo de los programas favoritos. La
tendencia de esta década ha sido la de rescatar con nostalgia aquello que en el pasado,
en la infancia o adolescencia, marcaron televisivamente a determinadas generaciones. A
parte de la citada Youtube, existen otras webs (http://www.lacoctelera.com/quefuede o
www.teacuerdas.com) donde se recuerdan programas o se intercambian esos archivos
que forman parte de la videoteca personal y que suponen también una fuente para la
metodología histórica. El acceso a la Red ha cambiado drásticamente las formas de
investigar televisión.

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3.3. La televisión estudiada por sí misma

La historia de la televisión también ha sido estudiada por el propio medio. Existen


programas que han repasado los mejores o más recordados momentos de la pequeña
pantalla a base de documentales, especiales o programas de entretenimiento (Informe
Semanal, en 1992, se hizo eco del 20 aniversario de Un, Dos, Tres…, lo que dice mucho
sobre su referente en televisión como concurso). Por ejemplo, la serie Cuéntame cómo
pasó (TVE), cuyas historias están basadas en acontecimientos sociales e históricos de
España, siempre ha hecho guiños a la televisión como fenómeno de masas (de hecho en
la foto que promociona cada temporada, la familia protagonista aparece al lado de un
modelo de televisor). La serie ha referenciado a Un, Dos, Tres… en varias ocasiones
cobrando especial protagonismo en el especial dedicado a la historia de la pequeña
pantalla.

La metodología histórica también cuenta con fuentes orales donde las entrevistas
a los protagonistas son el factor clave. Las impresiones de aquellos que realizaron o
protagonizaron horas en televisión pueden servir para indagar más en la investigación
ya que sus anécdotas o percepciones personales de aquello que ocurrió pueden ofrecer
nuevas líneas de estudio así como el incremento de datos con los que avanzar en el
análisis.

El estudio de la televisión en España está condicionado por la división entre ente


público y empresa privada. Parece que la historia de la televisión se evapora a partir de
los años noventa (cuando se rompe el monopolio y se integran al mercado nuevas
cadenas). Cada vez que se rememora que en 1956 comenzaron las primeras emisiones,
se tiende a celebrar más el aniversario de la historia de TVE que de la historia de la
televisión en España ya que, en el repaso, se obvian los programas producidos por las
cadenas privadas. Esto conlleva a que, por un lado, las emisoras privadas conmemoren
su propia historia y se desliguen de formar parte del aniversario de una historia general
y, por otro, provoca que sus programas no sean valorados tal y como se hacen con los
de TVE.

Forman parte de la historia de la televisión programas referentes producidos por


las cadenas autonómicas (Telemadrid, Canal Sur…etc.) y privadas (Telecinco, Antena
3, Canal + y, recientemente, Cuatro y La Sexta). Sin embargo, existen factores
(nostalgia, familiaridad, exclusividad, targets) que hacen que lo que se recibió como
fenómeno social se valore mucho más que lo presente y no exista una continuidad con
lo actual.

3.4. Complementos a la metodología histórica

Debido a su carácter multidisciplinar, la metodología histórica también se configura a


través del análisis sociocultural. El criterio sociocultural que se empleó para profundizar
sobre el concurso está ligado a la repercusión social de determinados dispositivos y
elementos del mismo. El programa desarrolla una serie de mecanismos que influyeron

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socioculturalmente lo que permitió su asentamiento como referente en la memoria
colectiva.

La evolución de la televisión asume un proceso histórico social en el tratamiento


de la comunicación y en la captación de promociones de espectadores. Sobre la
audiencia se popularizan nuevos hábitos, ritos y actitudes ligados a la cultura del
consumo masivo. Esta metodología sigue el mismo criterio que la histórica en cuanto a
la consulta de diferentes fuentes documentales que permitan la obtención de datos para
centrarse en lo que supone la irrupción del concurso en el medio televisivo y lo que
aporta a la historia de los medios y a la comunicación (bibliografía, entrevistas, material
audiovisual…).

Juan José Igartua y María Luisa Humanes (2004) señalan que “la comunicación
constituye un campo de investigación desorganizado, inmaduro, fragmentado…, pero
casi todas estas críticas apuntan a que el origen del problema está en la naturaleza
multidisciplinar de la investigación que requieren los fenómenos comunicativos. No
obstante, estas características no deben oscurecer el hecho de que a investigación en
comunicación ha progresado, aunque lentamente, como lo han hecho otras disciplinas
de las ciencias sociales”.

Para definir el estudio de la comunicación mediática y sociocultural del concurso


se definen los elementos que la constituyen y las funciones que cumplen las relaciones
que se establecen entre los sujetos para observar cómo determinan y están determinados
por el contexto social. Para ello, se tienen en cuenta los elementos y procesos en la
interacción comunicativa entendiendo al programa como el emisor y medio de difusión
de sus contenidos, los cuales, se transmitirán y fijarán a través de una marca de autor
que identifica al espacio y le reporta personalidad y exclusividad al formato. Esos
contenidos simbólicos se transmitirán al receptor (la audiencia) a través de un canal
(televisión) para ser difundidos públicamente, característica que establece variables
como la composición de los espectadores, el modo de apropiación y su comportamiento
ante la actividad televisiva.

Así, basándose en la cronología que la metodología histórica dispone, la


investigación trata la presencia de los componentes y la repercusión de la estructura del
concurso en relación a la interacción social con el espectador ya que la acción
sociocultural está basada en la intencionalidad del programa de influir sobre sus
seguidores mientras que éstos interpretan los símbolos que les llegan dando una
respuesta. Para ello, se valoran aspectos vinculados con el lenguaje, identidad, estilo o
marketing televisivo.

Gonzalo Abril (1997) afirma que “los medios no son meras técnicas de
reproducción o difusión, es decir, su dimensión instrumental no puede separarse de su
dimensión simbólica: las tecnologías implican formas de conocer y prácticas sociales
que se deben contextualizar. Los medios son agentes sociales culturales y
socializadores. Los medios desarrollan su acción en contextos históricamente situados.

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La mediación no es una operación transparente, en el sentido de que la función
mediadora nunca es nombrada por los medios”.

La investigación toma como referente la clasificación de todos los integrantes


del programa: presentadores, azafatas, humoristas y concursantes (los cuales
interaccionan con la dinámica del juego y cuya figura está ligada a una representación
social) con el propósito de analizar su presencia, los dispositivos que ésta conlleva y su
sociabilidad de cara al espectador. La interacción consecuente está basada en lo que
Roman Jakobson (1985) denomina como la función fática.

Partiendo de este planteamiento, la metodología sociocultural constata la


evolución de la representación social de los integrantes, el desarrollo del rol o
estereotipo correspondiente y la relación del participante con el juego en sus diversas
formas, siempre aludiendo a su evolución histórica. Julio Aróstegui (2001) sostiene la
relación entre historia y sociedad: “la permeabilidad entre la teoría social y la teoría
histórica es muy alta. No hay teoría social que pueda permanecer al margen de la
dimensión temporal, es decir, de la historia. De la misma manera no es posible una
teoría de la historia que no sea a un tiempo teoría social. Ello no implica que cada una
de tales teorizaciones no marque su particular enfoque”.

La historia social de la televisión en España está relacionada con su puesta en


marcha en 1956. A su alrededor, existen aspectos sociológicos objeto de estudio. Por
ejemplo, la compra de receptores, las vicisitudes de aquellos iniciales profesionales
limitados por los medios de la época o los primeros programas emitidos, entre otros
muchos. Ambos temas sugieren aspectos socioculturales porque tienen como
protagonista al espectador, a la sociedad, es decir, el punto de interés lo constituye lo
que las personas piensan y perciben. Jennings Bryant y Dolf Zillmann (1996) afirman
que “la televisión es un sistema centralizado para contar historias. Sus dramatizaciones,
noticiarios, publicidad y otros programas conforman un sistema relativamente coherente
de imágenes y mensajes y los llevan a cada hogar”.

José María Baget Herms afirma en 1975: “la historia de TVE es, en fin, la historia
de nuestra sociedad que en 1956 no tenía seiscientos, no conocía los fines de semana y
seguía apegada a la radio, y hoy, en 1975, aguarda con impaciencia la implantación de
la televisión en color, la última maravilla de la técnica moderna”.

4. CONCLUSIONES

-El estudio de la televisión histórica concibe muchas vicisitudes ejemplarizadas en la


falta de consideración a la propia investigación (con respecto a otros medios) y a la
escasez de fuentes precisas documentales.

-Con la metodología histórica aplicada no sólo se pretende demostrar una de las


vertientes no abordadas de manera exhaustiva dentro del terreno de los medios
audiovisuales en proceso de legitimación como estudio cultural, como es el caso de la

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historia de la televisión en España, sino que además tiene como objetivo establecer
vínculos de relación con la cultura cotidiana por la repercusión de los modos de
comunicación, argots y diferentes códigos expresivos que tienen su origen en los
formatos de entretenimiento.

-Es necesario realizar un pormenorizado análisis de los datos encontrados al respecto de


la investigación, siguiendo unos criterios establecidos de aplicación metodológica que
verifican las pautas esenciales para estudiar el estilo de un programa televisivo desde un
punto de vista diacrónico.

-En la metodología, el autor debe tener en cuenta en la trayectoria de su investigación la


preocupación por demostrar las condiciones que requiere una indagación que aporte
datos originales y precisos ante el tema o cuestión de a dificultad del estudio del
entretenimiento televisivo en España.

5. BIBLIOGRAFÍA

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Barcelona: Gedisa.

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PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN TRANSNACIONALES EN ECONOMÍA
POLÍTICA DE LA INFORMACIÓN, LA COMUNICACIÓN Y LA CULTURA
EN LA PENÍNSULA IBÉRICA Y AMÉRICA LATINA, SITUACIÓN Y
1
APROXIMACIÓN METODOLÓGICA EN LA ÚLTIMA DÉCADA .

Prof. Dr. Félix Ortega


Departamento de Sociología y Comunicación Audiovisual
Universidad de Salamanca, España
Campus Unamuno, Edificio FES, 37007, Salamanca,
fortega@usal.es

Resumen:
Este artículo aborda los retos metodológicos que un grupo de investigadores han afrontado en la
investigación comparada de medios de comunicación, de economía política de los medios de
comunicación en la última década en una serie de investigaciones competitivas realizadas con la
financiación de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) en la
Universidad de Salamanca. Las investigaciones se han orientado fundamentalmente en el sector
audiovisual de la Televisión y la Industria Cinematográfica en España y América Latina. Analizamos
y presentamos las diferentes aproximaciones metodológicas utilizadas en las investigaciones que se
vienen realizando desde la Universidad de Salamanca en colaboración con Universidades, equipos de
investigación, alumnos de máster y doctorado, asociaciones de investigadores e instituciones de
América Latina.

En esta investigación presentamos igualmente los resultados preliminares de la investigación


sobre “Situación de la investigación en Economía Política de la Información, la Comunicación y la
Cultura en España y América-Latina, ver cuestionario online http://bit.ly/bQygB2”, presentamos el
estado de la cuestión y las aproximaciones metodológicas más utilizadas por los distintos grupos de
investigadores más representativos en la última década. Presentamos igualmente una propuesta
prospectiva con un plan de acción orientado a mejorar su impacto y las metodologías de investigación
utilizadas.

Presentamos los retos y problemáticas que se dan en la aproximación metodológica


desarrollada en las distintas líneas de investigación analizadas. Analizamos las distintas
aproximaciones cuantitativas, cualitativas y técnicas mixtas que han sido utilizadas en el “abordaje” y
estudio desde una perspectiva transnacional y transcultural. Estudiamos el trabajo que se viene
realizando en asociaciones como Ulepicc , Unión Latina de Economía Política de la Información, la
Comunicación y la Cultura, Ulepicc International, y otras asociaciones que investigan y centran sus
líneas de acción en la Comunicación, la Información y la Cultura entre otras ALAIC, INTERCOM y
2
AEIC ,… en España y en América-Latina. Presentamos un análisis histórico de casos y estudios, así

1
Eje temáticos al que se adscribe la propuesta:
 Revisiones y propuestas Metodológicas y técnicas para la elaboración y registro de datos en los estudios de comunicación
desde perspectivas cuantitativas y cualitativas.

2
Principalmente Sección de Estructura y Políticas de Comunicación.

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 1


como un estudio prospectivo con recomendaciones estratégicas a implantar en las líneas de
investigación transnacional que vienen desarrollándose por algunos de los grupos de investigación
referentes y líderes en la investigación transnacional en esta área de conocimiento científico.

Palabras Clave: Economía Política Comunicación, América Latina, Prospectiva, Aproximaciones


Medodológicas, investigación transnacional, Universidad de Salamanca.

Transnational Research Projects in Global Media Studies in the Iberian Peninsula and Latin-
America, history, situation and methodological approaches in the last decade.

Abstract: Our paper tackles the methodological challenges which a group of expert researchers have
faced in the comparative media research undertaken within the last decade in a number of transnational
Research-Project undertaken with the funding of the AECID (Spanish Agency for International
Cooperation and Development) in the Television and Film industries in Spain and the Latin-American
countries. We present the status of transcultural and transnational communication research at the
University of Salamanca, within Latin-America and the main tendencies and research undertaken in
the main fields of study in the field of Communication. We also present the results of an interim study
on the situation and perspectives of the Research Projects and Methodologies in Global Media Studies
in Spain and Latin-America, undertaken to analyse the different methodological approaches of the
research being fostered in the main Research Groups and experts within relevant, significant and
representative Universities and Research Teams in Spain and Latin-America. We present a prospective
analysis and strategic recommendations for action for the different national and transnational
investigation groups doing research in Global Media Studies.

Keywords: Global Media Studies, Spain, Latin America, Prospective, Methodological Approaches,
Salamanca School of Research in Global Media Studies.

1. INTRODUCCIÓN

Los estudios de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultural son una


aproximación que ha sido desarrollada desde el Instituto de Iberoamérica de la Universidad de
Salamanca (IIUSAL, VER http://americo.usal.es/iberoame/) en la última década. Presentamos el
trabajo que se ha venido realizando en el Máster y Doctorado en Estudios Latinoamericanos con
Mención en Comunicación en las distintas líneas de investigación desarrolladas: Estudios
transnacionales en América Laitna, el análisis de la esfera latinoamericana, las industrias culturales y
la comunicación en la península Ibérica y Latino-américa, así como las claves para el estudio de la
comunicación y datos afines.

Este artículo también presente los resultados previos del estudio sobre proyectos de investigación y
en Economía Política de la Información en España y Latino América, presentamos la situación actual
de las aproximaciones metodológicas más utilizadas en la última década en esta área de conocimiento
y presentamos una propuesta prospectiva y de acción para mejorar sus impactos y las técnicas de
investigación utilizadas en nuestra área de conocimiento.

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2. OBJETO DE ESTUDIO

Nuestro artículo aborda los retos metodológicos que un grupo de investigadores han afrontado en la
investigación comparada de medios de comunicación, de economía política de los medios de
comunicación en la última década en una serie de investigaciones competitivas realizadas con la
financiación de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) en la
Universidad de Salamanca. Las investigaciones se han orientado fundamentalmente en el sector
audiovisual de la Televisión y la Industria Cinematográfica en España y América Latina. Analizamos y
presentamos las diferentes aproximaciones metodológicas utilizadas en las investigaciones que se
vienen realizando desde la Universidad de Salamanca en colaboración con Universidades, equipos de
investigación, alumnos de máster y doctorado, asociaciones de investigadores e instituciones de
América Latina.

3. METOLOGIA

Las principales conclusiones que presentamos en este artículo se basan en la información que estamos
3
recopilando a través de un cuestionario que ha sido diseñado y remitido a expertos y directores de
equipos de investigación significativos con actividad en las líneas de investigación detectadas. La
definición y metodología de este estudio se deriva del trabajo que ha sido realizado en estudios
prospectivos en comunicación por autores como (Landeta, 1999; Ortega, 2008a, 2008b; Ventura, 2001,
2006; Vicens, 1985) entre otros. La figura siguiente nos muestra la página introductoria del
cuestionario.

Figura 1. Proyectos de Investigación en Economía Política de la Información, la Comunicación y la


Cultura en España y América Latina.

Fuente: Elaboración propia utilizando la herramienta de cuestionarios-formularios de Google Docs . El cuestionario fue
igualmente remitido por correo electrónico en formato .doc a expertos seleccionados, 14 de 18 expertors dieron respuesta
a través el cuestionario online. La Url del cuestionario online es http://bit.ly/bQygB2, sigue recogiendo datos hasta finales
de octubre de 2011.

En las próximas páginas mostramos de forma gráfica las principales conclusiones que han surgido de
las respuestas en el estudio preliminar, así como el escenario de consenso alcanzado en esta primera
ronda sobre el estado del arte y el estudio prospectivo.

3
Ver http://bit.ly/bQygB2

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4. CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

4.1 Técnicas Metodológicas.

La gráfica siguiente nos muestra las técnicas de investigación que son utilizadas en nuestra área de
conocimiento a partir de las respuestas introducidas. Todos los instrumentos metodológicos fueron
citados por los expertos en el agregado, pero la relevancia y presencia y su uso varia de un grupo de
investigación a otro como se puede observar en el siguiente gráfico.

Gráfica 1. Técnicas de investigación utilizadas en su grupo de investigación.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18
respuestas válidas, se aplica en todos los gráficos siguientes. El número total de investigadores que se
incluyen en esta muestra es de aproximadamente 180, con una media de 10 investigadores por grupo de
Investigación.

Los resultados muestran que todas las técnicas de investigación son relevantes para los
diferentes grupos de investigación, siendo la técnica más utilizada el Análisis estadístico descriptivo de
los datos obtenidos, en segundo lugar el Análisis bibliográfico de publicaciones científicas y en tercer
lugar el Análisis de datos cuantitativos del objeto de estudio a través de fuentes bibliográficas.

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Gráfica 2. Técnicas de investigación menos utilizadas en su grupo de investigación.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de
2011, de 18 respuestas válidas.

La gráfica 2 nos muestra las técnicas de investigación menos utilizadas en los grupos de
investigación, estas son: primero, el análisis estadísitoco avanzado, segundo: los Grupos de Discusión
y las técnicas prospectivas. Es relevante señalar que el análisis estadístico descriptivo es utilizado por
todos los grupos de investigación y expertos en su trabajo de investigación.

La gráfica siguiente nos muestra las técnicas de investigación que son más utilizadas en nuestra
área de conocimiento, siendo los resultados: Primero, Análisis estadístico descriptivo de datos
obtenidos y Análisis bibliográfico, segundo, Análisis de datos cuantitativos a través de fuentes
bibliográficas y entrevistas estructuradas o semi-estructuradas. Es relevante señalar que la técnica de
Grupos de Discusión así como la de Entrevistas Estructuradas son dos técnicas utilizadas
principalmente en preferencia por dos grupos de investigación que han participado en la muestra.

Gráfica 3. Técnica de investigación más utilizada en su grupo de investigación.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

Podemos concluir que todas las técnicas de investigación sugeridas son conocidas y han sido
utilizadas o son utilizadas por los distintos grupos de investigación. Sin embargo, existe una tendencia

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 5


significativa en el uso de técnicas propectivas, así como del análysis estadístico inferencial. Existe
también un uso frecuente de información perteneciente a segundas o terceras fuentes, así como una
referencia constante a la revisión bibliográfica como técnica de investigación frecuentemente utilizada.
También detectamos una necesidad en relanzar y fomentar el trabajo de campo, el uso de grupos de
discusión, así como el uso de cuestionarios en formato digital-online entre los distintos grupos de
investigación.

Presentamos a continuación las principales conclusiones prospectivas preliminares de nuestro


trabajo en la construcción de un escenario de más probabilidad para la investigación en Economía
Política de la Información y la Comunicación.

4.2.Estado del arte y futuro prospective de la investigación en Economía Política de la


Información y la Comunicación, Construcción de Escenarios de probabilidad

La gráfica siguiente nos muestra que existe un débil consenso en la buena salud y futuro prometedor
para la investigación en comunicación, únicamente el 45% de los expertos estaría de acuerdo
describiendo la situación actual como de consolidación y desarrollo.
Gráfica 4. Situación de la investigación en Economía Política en España.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas. Utilizamos una escala tipo Likert, siendo 1 totalmente en desacuerdo y 5 totalmente de acuerdo (Likert, 1932).

La gráfica siguiente muestra la buena salud de la investigación en Comunicación en América-Latina,


el 52% de los encuestados se muestran de acuerdo, o totalmente de acuerdo en el potencial para una
correcta consolidación y desarrollo.

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Gráfica 5. Situación de la investigación en Economía Política de los Medios de
Comunicación en América Latina.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

La gráfica siguiente nos muestra el elevado consenso del 72% en la coincidencia de la falta de
formación en métodos y metodologías de investigación en Economía Política de la Información y
Comunicación. Una de las acciones estratégicas a realizar es la formación y capacitación de los grupos
de investigación en el uso, aplicación e implementación de estas técnicas y metodologías.

Gráfica 6. Situación de la formación en métodos y metodología de investigación en


Comunicación y Economía Política de la información

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

La gráfica siguiente muestra que el 56% de los expertos está totalmente de acuerdo o de
acuerdo en vaticinar el futuro prometedor de la investigación en comunicación y cultura en los
distintos grupos de investigación.

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Gráfica 7. Prospectiva sobre el futuro de la investigación en Economía Política de la
Información

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

La gráfica siguiente nos muestra el alto consenso alcanzado, del 83%, en la conveniencia de la
implicación de instituciones públicas y privadas en el fomento de programas de investigación
transnacionales en nuestro entorno cultural y científico.

Gráfica 8. Estrategias en el desarrollo de doctorados e investigación transnacional con


apoyo de instituciones privadas y públicas

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

La gráfica siguiente nos muestra que existe un alto consenso del 88% en la necesidad de
aproximar la investigación universitaria a las necesidades y demandas de la industria cultural y
creativa de nuestros países. La necesaria aproximación entre la investigación universitaria y la empresa
en comunicación y cultura.

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Gráfica 9. Aproximación de la Universidad y sus programas de investigación a la industria
cultural en años próximos.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

La gráfica siguiente nos muestra que el existe un débil consenso del 50% de las respuestas
sobre la idoneidad de implantar modelos anglo-americanos de apoyo a la investigación y desarrollo en
nuestro país, tanto desde la empresa cultural como desde la administración.

Gráfica 10. Aproximación de la industria cultural a la Universidad siguiendo modelos anglo-


norteamericanos de apoyo a la investigación y desarrollo

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

La gráfica siguiente presenta una opinión dicotómica, y consecuentemente no se alcanza el


esperado consenso sobre la posibilidad de no encontrar puentes de comunicación entre industria
cultural e investigación científica. El 39% de los expertos manifiesta que esta tendencia pesimista no
se consolidará y que sí existirá esta posibilidad.

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Gráfica 11. Perspectivas para la apertura de puentes de comunicación entre la investigación
científica y la industria cultural.

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

El gráfico siguiente nos muestra que el 44% de los expertos está de acuerdo sobre la falta de
calidad de los programas de doctorado en Economía Política de la Información y Comunicación, el
23% indican que sí existen programas de calidad.

Gráfica 12. Calidad de los programa de doctorado en Comunicación en mi país

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

El gráfico siguiente nos muestra que el 50% de los expertos están de acuerdo en que existe una
insuficiente financiación y formación en su equipo de investigación que garantice un correcto
desarrollo de la investigación futura.

Gráfica 13. Situación y futuro prospectivo de la formación y financiación de mi equipo de


investigación

Fuente: Elaboración propia a partir de los resultados preliminares del estudio, a 25 de marzo de 2011, de 18 respuestas
válidas.

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 10


5. CONCLUSION Y RECOMENDACIONES DE ACCIÓN

La producción científica de los grupos de investigación en Economía Política de la Información, la


Comunicación y la Cultura en los últimos 10 años es significativa y voluminosa. Sin embargo,
únicamente entre el 5 y el 10 por ciento de los artículos y libros publicados por los autores
representados en los distintos grupos de investigación fueron publicados de forma exclusiva en un
idioma global a parte del Español, fundamentalmente Inglés. Los grupos de investigación deben
fomentar el desarrollo y transferencia de resultados de investigación en idiomas globales más allá de la
lengua de Cervantes con el objeto de incrementar su impacto en la Academia Científica globalizada.

El trabajo que se está realizando desde asociaciones como Ulepicc España,


(http://www.ulepicc.es y Ulepicc Internacional, (http://www.ulepicc.org/), la “Unión Latina de
Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura”, y otras asociaciones que
afrontan las cuestiones relativa a la investigación en comunicación como ALAIC, FELAFACS,
INTERCOM y la AEIC, en España y América Latina (incluyendo a EEUU en Español) son lugares de
encuentro de investigación de primer nivel en las distintas líneas estratégicas de investigación que
estas asociaciones albergan en sus grupos y alineamientos estratégicos.

Hemos mostrado un resumen de los resultados prospectivos preliminares así como del estado
del arte en la investigación en Comunicación e Información en los distintos grupos de investigación
representados en la muestra analizada. A continuación proponemos una serie de recomendaciones y
estrategias a desarrollar a la luz de los datos recabados, con el objeto de posibilitar un crecimiento
saludable del conocimiento en español, así como su proyección hacia la esfera anglo-sajona de la
ciencia en comunicación.

Líneas de acción estratégica:

1. Fomentar la construcción y desarrollo de grupos de investigación interdisciplinares y


programas de doctorado con fuerte fundamentación metodológica y la implantación de
metodologías científicas en los estudios en Comunicación e Información.

2. Fomentar el acceso a proyectos transnacionales de investigación entre la tradición anglosajona


de investigación en Global Media Studies y la tradición latina en Investigación en Economía
Política de la Información y la Comunicación en países como España, Argentina, México,
Perú, Colombia, Chile y Brasil. Debe existir financiación nacional e internacional para estos
programas que a su vez deben promover la traducción de estudios de Comunicación Política
relevantes del español al inglés y viceversa, preferiblemente en base a licencias creative
commons y formatos que incluyan la versión digital y bajo demanda. La comunidades
científicas del Nor-oeste y Sur-oeste del Atlántico deben encontrar las llaves y puertas para
encontrar el camino para influenciar a los editores y gatekeeper de las editoriales y revistas
científicas de ambos lados del Atlántico con el objeto de facilitar la osmosis y transferencia de
conocimiento de unas escuelas e idiomas a otras. Debemos facilitar el hacer accesible la
publicación en Español en Inglés indistintamente a ambos lados del Atlántico en ambas
comunidades científicas.
3. La investigación en Economía Política de la Información la Comunicación y la Cultura,
4
(IEPICC-GMSE ) debe necesariamente orientar su transferencia de resultados de investigación

4
Global Media Studies in Español (GMSE)

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en otras esperas lingüísticas (i.e. Inglés, Francés, Portugués, Alemán,...). Los grupos y
editoriales científicas más relevantes, como SAGE, Thomson Scientific, Intellect Publishing y
otros deben abrir sus procesos de selección, editoriales, de revisión entre pares,… a las
publicaciones e investigaciones en otros idiomas globales distintos al inglés o al menos
publicarlos en ediciones digitales de forma bilingüe y simultánea. La rentabilidad económica
así como las razones científicas también deben apoyar y fundamentar esta decisión y toma de
acción estratégica en las editoriales y publicaciones científicas. Esta evolución imparable
vendrá con toda certeza de los EEUU de América y la creciente influencia lingüística del
5
Español, 450 millones de hispano-parlantes, así como la relevancia histórica, calidad y
significatividad de las publicaciones en Español en comunicación e información.

Nuestra intención es profundizar y completar este estudio en los próximos meses con una revisión
más extensa que incluya la participación de grupos de investigación y expertos representativos de los
principales países y comunidades científicas de América-Latina. Esta investigación más extensa nos
permitirá completar el análisis de las variables descriptivas y de la ecuación que nos muestre la
historia, estado del arte y futuro prospectivo de este área de conocimiento, de una floreciente
existencia a trascender no sólo en Español.

4. BIBLIOGRAFIA

LANDETA, J. (1999). El método Delphi, una técnica de previsión del futuro. Barcelona: Ariel S.A.
LIKERT, R. (1932). A technique for the Measurement of Attitudes. Archives of Psychology, 140, 44-
53.
ORTEGA, F. (2008a). La Televisión en Castilla y León. Salamanca: Amarú Ediciones.
ORTEGA, F. (2008b). Local and Regional Television in Spain, a social and economic promoter, the
case of Castille and León, Media Communication and Humanity Conference. London: LSE.
VENTURA, R. (2001). La Televisión por cable en España. Tendencias y estrategias (1ª ed.). Sevilla:
Supercable-Auna.
VENTURA, R. (2006). Análisis prospectivo acerca del futuro de la reforma audiovisual. Amplio
consenso sobre la transición digital. En B. Díaz Nosty (Ed.), Tendencias 06. Medios de
Comunicación. El Año de la Televisión (pp. 337-351). Madrid: TP edita.
VICENS, J. (1985). Técnicas de predicción subjetiva, Métodos alternativos de predicción (pp. 67-80).
Madrid.

5
Siendo EEUU el segundo país del planeta con mayor población hispano-hablante con más de 60 millones de ciudadanos,
después de México y España, ver http://www.cervantes.es y http://asale.org/ASALE/asale.html sobre la importancia y
significatividad del uso del Español globalmente.

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INVESTIGACIÓN SOBRE ÉTICA Y COMUNICACIÓN SANITARIA
EN LA FICCIÓN TELEVISIVA
Dra. Graciela Padilla Castillo
Facultad de Ciencias de la Comunicación. Universidad Camilo José Cela.
gpadilla@ucjc.edu

Resumen:
Los manuales de comunicación y de ética sanitaria en España han quedado relegados a las
facultades de Medicina y de Enfermería. Los sanitarios reales dan los únicos consejos sobre
ética y comunicación en hospitales y consultas. Sin embargo, esta propuesta pretende
romper esa tradición y llevar también esos estudios a las facultades de comunicación, donde
contamos con herramientas y metodologías de investigación realmente valiosas. El
antecedente en las facultades de comunicación se limita a libros de cine y de televisión que
citan series o películas con médicos, casi a modo de meros inventarios. Sin embargo, las
series de televisión de médicos suponen un universo a descubrir y un amplio terreno de
estudio. Concretamente, nos limitaremos a las series estadounidenses de médicos,
estrenadas en España, desde su aparición en los años 50 y hasta 2010. Estos casi 60 años de
televisión suponen también 60 años de posible investigación en ética y comunicación
sanitaria. Los guionistas toman su inspiración de la prensa, de la realidad, de los asuntos
que interesan a la sociedad de cada época. Por ello, estas series nos ofrecen importantes
retratos del tratamiento del sida, el cáncer, el aborto, el Parkinson, el Alzheimer, el
consentimiento informado, la protección de datos, la intimidad del paciente, el trasplante de
órganos o la comunicación de malas noticias; sólo por citar algunos ejemplos. Para este
análisis cualitativo, nos hemos valido de las teorías de Ole R. Holsti; las Estrategias de
Comunicación que identificó Ray Eldon Hiebert; la definición de Ética, Moral y Política de
Gustavo Bueno y la clasificación de las relaciones de dependencia entre las citadas E-M-P,
que distinguió Silverio Sánchez Corredera. Los resultados, compartidos en el congreso,
revelarán que este tipo de ficción está tan pegado a la realidad que influye en el espectador
como posible paciente o familiar del paciente y por ende, en los sanitarios que le pueden
atender.

Palabras clave: Ética, comunicación sanitaria, ficción televisiva, series de médicos.

RESEARCH ABOUT ETHICS AND HEALTH COMMUNICATION IN


TELEVISION FICTION

Abstract:
Manuals about communication and medical ethics in Spain have been relegated to medical
and nursing schools. The real health personnel are the only real advice on ethics and
communication in hospitals and consultations. However, this proposal aims to break this
tradition and lead these studies also to communication schools, where we have tools and
research methodologies really valuable. The antecedent in the faculties of communication is
limited to books, films and television series mentioning doctors, almost like a mere
inventory. However, the medical television series represent a universe to be discovered and

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 1


a large field of study. Specifically, we limit ourselves to U.S. medical TV series, released in
Spain since its appearance in the 50s until 2010. These nearly 60 years of television also
represent 60 years of possible communication research in ethics and health. Script writers
take their inspiration from the press, reality, and matters of interest to society of the time.
Therefore, these series offer us important portraits of the treatment of AIDS, cancer,
abortion, Parkinson, Alzheimer, informed consent, data protection, privacy of the patient,
organ transplant or communication of bad news, just to name a few. For this qualitative
analysis, we relied on the theories of Ole R. Holsti; Communication Strategies identified by
Ray Eldon Hiebert; the definition of Ethics, Moral and Political by Gustavo Bueno and
classification of the dependency relationships between those EMP, which distinguished
Silverio Sánchez Corredera. The results, shared at the conference, reveal that this type of
fiction is so close to reality that influences the viewer as a potential patient or patient's
family and therefore, in health personnel who can attend them.

Keywords: ethics, health communication, fiction television series of doctors.

1. INTRODUCCIÓN

Este ensayo pretende compartir los resultados de una investigación sobre la comunicación
en las series de televisión de médicos, que trabajan en hospitales, de los veinte últimos
años. Dentro de ese formato, hemos elegido todas las series de producción norteamericana,
estrenadas en España. El elevado número de temporadas de esas series nos ha obligado a
establecer un marco espacio-temporal concreto. Por ello, estudiamos únicamente la primera
temporada de cada serie. Este lapso de emisiones incluye el capítulo piloto, que sienta las
bases, ideas y características fundamentales de los personajes; y los primeros capítulos, que
siguen fielmente las ideas originales de cada proyecto. El éxito o fracaso de las series puede
obligar a cambiar el tono, los temas e incluso, los personajes originales. Queremos remarcar
que son todas series ambientadas en hospitales, donde hay sanitarios y pacientes. Las series
que se desarrollaban sólo en una consulta privada, ajena a un hospital o clínica, han sido
desestimadas porque apenas contienen información y comunicación sanitaria.

El propósito es examinar y comparar las series elegidas para identificar las modalidades de
comunicación que hay en ellas. A partir del estudio de los protagonistas, tramas y diálogos,
pretendemos descifrar su éxito y entender la posible empatía e identificación entre
personajes de ficción y espectadores. Los protagonistas se convierten en amigos,
confidentes y casi familiares del público, que conecta con ellos emocionalmente. Dentro de
un análisis más profundo, pretendemos aplicar ese análisis a unos campos concretos:

 Comunicación institucional (sanitario-paciente, sanitario-familiares del paciente


y sanitario-sanitario), en la que consideramos la tipología de acontecimientos
públicos y las estrategias de comunicación que emplean los profesionales de la
salud para solucionar los problemas internos y externos de los hospitales.
 Relaciones entre la Ética, la Moral y la Política, dentro de los hospitales y entre
los sanitarios.

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 2


Estos campos de la comunicación dan valor e importancia a los resultados de esta
investigación. La hipótesis es que las series se alimentan de la realidad y devuelven esa
inspiración, influyendo sobre ella. Esta retroalimentación cíclica se da desde el comienzo
de las series de médicos, pero es más palpable en el periodo estudiado porque existen
estudios, entrevistas y datos sobre la satisfacción del usuario de la Sanidad, los motivos que
llevan a los jóvenes a estudiar Medicina, o los términos médicos y enfermedades que los
ciudadanos buscan en Internet tras escucharlos en la pequeña pantalla. Las series que
tratamos en las páginas siguientes son, por lo tanto, mucho más que ficción.

Además, la elección del tema de investigación responde al éxito prolongado de las series de
médicos en la ficción televisiva. En 1956, se estrenó en España la primera de ellas, Dr.
Christian. Era de origen norteamericano y se mantuvo una sola temporada, con 15
episodios. Desde entonces, los guionistas han creado decenas de seriales médicos, en tono
de drama y de humor, y en muchos países del mundo. Los índices de audiencia son muy
altos. Algunas series, como Anatomía de Grey, Sin cita previa, House, Nip/Tuck, a golpe de
bisturí o Nurse Jackie se han convertido en las más vistas en su país de origen, Estados
Unidos. Su triunfo se repite al mismo tiempo en otros países, como España, que adquieren
los derechos de emisión. Todo lo anterior justifica la relevancia de este estudio.
Pretendemos comprender el éxito de este tipo de ficción y abrir una nueva vía de
conocimiento y de investigación en comunicación y ética sanitarias.

2. HIPÓTESIS

El objeto de estudio pretende confirmar las siguientes hipótesis, surgidas tras el primer
visionado de las series:

 Estas series nos muestran formas reales de comunicación interpersonal en tres


variables: sanitario-paciente, sanitario-familiares del paciente y sanitario-
sanitario. El sintagma “sanitario” cubrirá, en adelante, a médicos/as,
enfermeros/as y celadores/as. Esas formas de comunicación nos interesan
porque los públicos pueden elegir aquellas series en las que aparezcan las
mejores pautas de comunicación institucional en acontecimientos rutinarios.
 Las maneras que los profesionales de los hospitales tienen de solucionar los
accidentes, escándalos y acontecimientos fortuitos pueden ser factores que
también influyan en las elecciones de las series.
 Los accidentes, escándalos y acontecimientos fortuitos, al basarse en hechos
reales, que según el año y la época en que se estrenó cada serie van variando,
pueden servir de modelos de comportamiento de solucionar los problemas a los
profesionales de la salud; de ahí que aquí puede radicar la continuidad de un
público específico fiel, que puede contribuir al éxito de las series.
 Cada episodio plantea una relación de dependencia entre Ética, Moral y Política.
De ahí que, si predominan decisivamente unas relaciones sobre otras, podemos
considerar que ésas son las relaciones que los públicos quieren que predominen
en el sistema de salud y, por eso, siguen asiduamente esas series.

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3. METODOLOGÍA

Para este trabajo de investigación, hemos utilizado un procedimiento analítico-sintético.


Centramos el primer paso exploratorio en buscar las series de médicos de mayor éxito
desde 1990 hasta 2010. El segundo paso incluye el análisis de todos los episodios de la
primera temporada de las series elegidas. Por último y en tercer lugar, interpretamos esos
capítulos con un análisis de contenido cuantitativo y cualitativo, interpretando los
resultados. Para ello, nos hemos valido del libro de Ole R. Holsti que, a nuestro entender,
todavía no ha sido superado. Al mismo tiempo, examinamos fuentes primarias
especializadas (libros, artículos y noticias). Completamos ese análisis de contenido con: la
teoría sobre acontecimientos públicos de Harvey Molotch y Marilyn Lester; las Estrategias
de Comunicación que identificó Ray Eldon Hiebert y, que también a nuestro entender,
todavía no han sido superadas; la definición de Ética, Moral y Política de Gustavo Bueno y
la clasificación de las relaciones de dependencia entre las citadas E-M-P, que distinguió
Silverio Sánchez Corredera.

Pretendemos cubrir dos décadas completas de emisiones. Las series que entran en este
marco son las que especificamos a continuación. El primer intervalo corresponde a su
emisión en Estados Unidos y la fecha concreta entre paréntesis se refiere a su estreno en
España:

 Doctor en Alaska: 1990-1995 (12 de julio de 1990).


 La Doctora Quinn: 1993-1998 (1 de enero de 1993).
 Chicago Hope: 1994-2000 (18 de septiembre de 1994).
 Urgencias: 1994-2009 (19 de septiembre de 1994).
 Becker: 1998-2004 (2 de noviembre de 1998).
 Doctoras de Filadelfia: 2000-2006 (23 de julio de 2000).
 Doc: 2001-2004 (11 de marzo de 2001).
 Scrubs: 2001-2010 (2 de octubre de 2001).
 Nip/Tuck. A golpe de bisturí: 2003-2010 (22 de julio de 2003).
 House: 2004-2010 (16 de noviembre de 2004).
 Anatomía de Grey: 2005-2010 (27 de marzo de 2005).
 Saved: 2006 (12 de junio de 2006).
 3 libras: 2006 (14 de noviembre de 2006).
 Sin cita previa: 2007-2010 (19 de septiembre de 2007).
 Mental: 2009 (4 de junio de 2009).
 Nurse Jackie: 2009-2010 (8 de abril de 2010).
 Mercy: 2009-2010 (25 de noviembre de 2009).
 Trauma: 2009-2010 (24 de noviembre de 2009).
 Three Rivers: 2009 (8 de abril de 2010).

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 4


4. COMUNICACIÓN SANITARIA INSTITUCIONAL

La Definición es uno de los cuatro “modi sciendi” o “rasgos de segundo orden” que tiene
una Ciencia. Los otros tres son: Divisiones/Clasificaciones, Modelos y Demostraciones
(BUENO, 1987: 335; VALBUENA, 1997: 61-64). Desde hace tiempo, venimos
observando el gran descuido con que algunos “teóricos” tratan las definiciones de sus
disciplinas. Y si esto es así, las bases de cualquier disciplina se tambalean. Siguiendo a
Gustavo Bueno, podemos dar una definición efectiva e intencional. El campo efectivo de
cualquier disciplina, tal como aparece en los libros, investigaciones y estudios realizados
hasta ahora, es in-fecto, no acabado: no todas las relaciones entre los términos que enuncian
los investigadores y teóricos pueden verse acompañadas por las operaciones que deben
entretejerse con estas relaciones. Además, hay teorías particulares que no cumplen, o
cumplen a duras penas, los otros trámites o momentos semánticos y pragmáticos. Nosotros
podemos adaptar esas definiciones a la comunicación institucional de la siguiente manera:

 Partiendo de una organización realmente existente, como un Hospital, y


particularmente, si esta organización está conformada por profesionales con
diversas funciones y por pacientes, que reciben los servicios de un sistema de salud;
 Entendemos por comunicación institucional del hospital como la que se establece
entre sanitario-pacientes, sanitario-familiares del paciente y sanitario-sanitario;
 Teniendo en cuenta que este tipo de comunicación puede desarrollarse en un
ambiente tranquilo, reactivo, turbulento o autorrecreado, por lo que quienes
conforman el sistema de salud pueden estar inmersos en actividades rutinarias,
accidentes, escándalos o acontecimientos fortuitos, que exigen respuestas que
solucionen los problemas.

El campo intencional o ideal de cualquier disciplina es el que alcanzará su per-fección


cuando las operaciones saturen las proposiciones científicas de las diversas teorías. El ideal
interno de cualquier disciplina de la Información y de la Comunicación es lograr la
conformidad o paralelismo entre sus relaciones y operaciones. En consecuencia, definimos
intencionalmente la comunicación institucional del Hospital como aquella relación por la
que sanitarios y pacientes:

 Informan, aumentando las probabilidades de elección de los pacientes entre los


planes y programas que ofrecen; o desinforman, disminuyendo las probabilidades
de elección entre los planes y programas de los profesionales de la salud o de los
pacientes.
 Motivan, cambiando los valores relativos que sanitarios y pacientes como
receptores atribuyen a los posibles resultados de su acción para impulsar sus planes
y programas o disuaden a los receptores para que no acepten determinados planes y
programas.
 Instruyen, indicando las eficiencias de cualquiera de las vías de acción necesarias
para implantar los planes y programas, o señalando las insuficiencias de vías
alternativas.
 Todo ello para lograr el buen orden social o eutaxia del Hospital.

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Para mostrar la evolución y desarrollo de la Comunicación Institucional, tendremos en
cuenta las dos definiciones que hemos ofrecido. Un buen punto de partida es el que ofrece
Laín Entralgo (2003: 41), quien afirmaba que esta ciencia entra en la vida del hombre
cuando hay dolor. Nuestro cuerpo nos muestra su importancia cuando duele y sólo
entonces. Ahí es cuando el hombre pide ayuda al sanitario y tiene lugar el acto médico: un
encuentro entre dos seres humanos, “determinado en su contenido, en su figura y en su
curso por la intención consciente e inconsciente de uno y otro en el momento de
encontrarse” (LAÍN, 2003: 42). La intención del médico es la voluntad de ayuda y la
intención del paciente es la voluntad de curación.

La época actual, en la que se desarrollan las series de televisión de esta


investigación, es la era de la comunicación y paradójicamente, falta una concepción clara y
distinta de la comunicación institucional. Aunque nos resulta muy insatisfactoria,
presentamos la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como
“estado de bienestar completo físico, psíquico y social y no solamente la ausencia de
enfermedad o invalidez. Se rompe, así, con el reduccionismo fisiológico de salud vs.
enfermedad y se la inserta en una dimensión integral humana en el sentido bio-psico-
social” (CHIMENO, en ORIVE (ed.), 1994: 60). Elegimos esta definición porque sólo el
diálogo y la comunicación con el paciente van más allá de la fisiología. El médico no es el
único responsable de la curación y el paciente debe participar en el proceso. Ese diálogo,
esa participación y esa comunicación facilitan la experiencia individual de ir al médico. Y
el sanitario debe manejar estas variables para informar a su paciente:

 Autonomía del paciente.


 Llamar al paciente por su nombre.
 Derecho a la información del paciente.
 Derecho a la intimidad del paciente.
 Derecho a la confidencialidad de los datos médicos.
 Escucha activa y empatía.
 Los signos de la enfermedad.
 Escucha activa y presencia del paciente.
 El nivel de implicación.

5. ACONTECIMIENTOS PÚBLICOS Y CRISIS

Dentro de la Comunicación Institucional, son tan variados los hechos que es necesario
disponer de un armazón teórico sólido para afrontarlos. Contamos con ese armazón, que es
el de la Tipología de los Acontecimientos Públicos, de Harvey Molotch y Marilyn Lester.
El diagrama principal de su teoría aparece a continuación:

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Figura 1: Clasificación de Molotch y Lester.

Suceso intencionado Suceso no intencionado

Ocurrencia
promovida por el Serendipity o
Rutina suceso fortuito
realizador

Ocurrencia
promovida por el Escándalo Accidente
formador

Fuente: MOLOTCH y LESTER, 2001: 285-304.

Nos centraremos sólo en los escándalos y en los accidentes. En todas las series
sobre médicos hay, al menos, una crisis. Los episodios de La doctora Quinn comenzaron
incluyendo una crisis en cada uno. Three Rivers, la máxima evolución, desarrolla tres crisis
por capítulos: tres fallecimientos, tres donantes, tres receptores, seis familias. Así se
distribuyen esas crisis por temas en todas las series estudiadas:

Figura 2: Temáticas de las crisis de las series de médicos.

12
10
10

8 7 7

6 5 5
4
4 3

2 1 1 1

Fuente: Elaboración propia.

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Trasladando esa abundancia de crisis a la realidad, sabemos que la dirección de
comunicación de un Hospital ha de contar con su propio anexo al plan de emergencias de la
empresa o institución en que trabaja. Este anexo ha de describir:

 Antecedentes de crisis que hayan existido en organizaciones de la misma actividad.


 Casos simulados de crisis.
 Quiénes forman el comité de crisis y si es necesario contar con asesoría externa.
 Qué canales utilizará para transmitir información (repertorio de contactos
personales antes diversas instancias, fichero de periodistas especializados).
 Qué responsables enviar al escenario de los hechos según el tipo de emergencia de
que se trate.
 Qué relación ha de establecerse con el alto cargo oficial de la institución en el
escenario de los hechos.

También ha de contener la información completa de los altos mandos de la empresa o


institución. Incluso cuando se cuenta con este tipo de planes y todo está bien planteado,
pueden existir desacuerdos intensos o solapamientos a la hora de actuar. Durante las
emergencias, y al margen de estos planes de actuación, la experiencia de los altos cargos de
las instituciones y del responsable de comunicación son el factor decisivo para el éxito o el
fracaso en la comunicación con el público. De todos modos, es posible establecer líneas
específicas de actuación en materia de comunicación en los casos de emergencia. Estas
líneas pueden ser útiles para convertir un desastre público en un éxito de la dirección de
comunicación. Y las series de televisión, con sus ejemplos, proporcionan algunas
directrices sobre comunicación sanitaria:

 Decidir si el portavoz va a ser un responsable ejecutivo de la empresa o institución o


el responsable de comunicación.
 Centralizar la función de informar. Si el responsable de la empresa o institución no
centraliza, encontrará confusiones sobre la exactitud de los comentarios y sobre la
autoridad y responsabilidad de quienes los emite.
 Dejar claro, desde el principio, que el responsable de la dirección de comunicación
o del gabinete de prensa es el personaje al que los medios pueden acudir para
obtener información o trabajar sobre ella.
 El responsable de comunicación tiene que informar directamente al responsable de
la empresa o institución de quien dependa; a su vez, tiene que participar en sus
decisiones, y acceder a toda la información, sea confidencial o de otro tipo.
 Cuando no sea posible verificar la información, citar a alguna autoridad que la
suscriba, en lugar de darla como de propia cosecha.
 Responder rápidamente, y con autoridad, a las preguntas de los medios, pero no
apresurarse en las respuestas sin comprobar primero un pleno conocimiento de las
mismas.
 Hablar claramente. Cuando la información puede provocar el pánico o perjuicio a
personas inocentes, seleccionar muy cuidadosamente qué decir y qué callar.
 Presentar hechos; no opiniones. Dejar que los medios saquen sus propias
conclusiones sobre las actuaciones de la empresa o institución.

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 Recordar que los medios tienen una misión distinta de la dirección de comunicación
o del gabinete de prensa. Ellos deben recoger y difundir noticias; el gabinete,
informar sobre las actuaciones, programas o servicios.
 Cuando no se disponga de hechos, ayudar a los medios a conseguir material de
apoyo. Los periodistas que cubren crisis necesitan llenar sus archivos. La falta de
información siempre da como resultado que surjan mensajes “creativos” basados en
la desinformación, la suposición o el rumor.
 Independientemente de las consecuencias, el responsable de comunicación ha de
incluirse a sí mismo en la toma de decisiones del programa, si existe un interés
desacostumbrado del público por ser informado. Su conciencia ha de dictar, en
último término, sus actuaciones.
 Usar todos los medios disponibles para informar al público afectado. El coste
monetario de estos medios es un factor secundario en las situaciones de emergencia,
aun incurriendo en gastos no presupuestados.
 Mantener el sentido del humor, pero no mostrarlo. El humor puede ser mal
interpretado en una crisis y, después de todo, cada comunidad tiene sus propios
comediantes.
 Cuando la emergencia acabe, hay que dejar que el flujo de información vuelva a su
cauce. Si el gobierno se inmiscuye durante largos períodos en los canales de
comunicación establecidos, pueden producirse daños muy grandes.
 Disfrutar de la satisfacción que supone comunicar información que salva vidas y
propiedades. Cuando la emergencia termine, todos recogerán los frutos o los
perjuicios de las actividades del programa, pero cuando una estrategia de
comunicación consigue el éxito, pocas personas se dan cuenta.

6. ÉTICA, POLÍTICA Y MORAL SANITARIA

Hemos escogido este enfoque porque creemos que uno de los factores que explica el éxito
de estas series es comprobar cómo sus protagonistas, trabajando muchas veces en un
ambiente turbulento por la gran cantidad de estímulos y desafíos a que tienen que hacer
frente, saben mantener unos valores consistentes y beneficiosos para la sociedad. De
manera que, si comparamos estas series con otras, comprobamos que los valores son
diferentes; incluso, muy diferentes.

Ética es todo aquello que afecta a las personas en cuanto son individualizables (no
aisladas), en cuanto a sujetos distributivos dentro de un grupo. Es toda praxis humana que
contribuya a mantener la fortaleza del sujeto humano y, por tanto, todo comportamiento
que suponga el respeto por la integridad del ser humano corpóreo. La fortaleza se entenderá
como firmeza, cuando vaya referida a uno mismo, y como generosidad, cuando vaya
dirigida a los demás. Conductas antiéticas son las que socavan la fortaleza de los otros
produciendo daños a su imagen pública, a su hacienda o, directamente, a su integridad
corporal (malos tratos, lesiones, homicidios, etc.) (ALVARGONZÁLEZ, 2009: 21). La
desatención hacia el propio cuerpo, el descuido relativo a nuestra salud, es también un
delito ético, por lo que tiene de falta de firmeza. La medicina es una actividad que marcha
paralelamente al curso de las virtudes éticas. Podría decirse que la ética es a la medicina lo
que la moral es a la política (BUENO, en GARCÍA SIERRA, 2000: 473-474).

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Moral es todo lo que afecta a los individuos o grupos sociales en cuanto los
consideramos atributivamente como partes de la sociedad sin posibilidad de operar en
términos simétricos unos con otros. El principio fundamental de la moralidad es la justicia,
entendida como la aplicación escrupulosa de las normas que regulan las relaciones de los
individuos o grupos de individuos en cuanto partes del todo social: “La fuerza de obligar (o
impulso) de las normas morales procede, no tanto del individuo, cuanto del control o
presión social del grupo, canalizado a través de un código deontológico o de un sistema de
“leyes no escritas” y, no por ello, menos coactivas” (BUENO, en GARCÍA SIERRA, 2000,
pp. 477-478).

Política es algo en principio próximo a la moral, por cuanto considera también a los
individuos o grupos sociales atributivamente, pero esta vez no en torno a la idea de justicia
sino en torno al simple “buen orden social”: “Lo esencial es tener en cuenta que el poder
político implica siempre la inserción del poder en el contexto de programas y planes
orientados a la eutaxia - «buen orden social» - de una sociedad dada, y ésta es la razón por
la cual suponemos que el poder político es indisociable de la palabra, como instrumento
suyo” (BUENO, en GARCÍA SIERRA, 2000: 563-564).

Silverio Sánchez Corredera es discípulo de Gustavo Bueno y ha prolongado la triple


distinción, enfocándola desde la perspectiva de las relaciones. Dedicó la primera parte de su
Tesis Doctoral a este asunto y, a nuestro parecer, abrió una vía original de investigación en
Comunicación. Las relaciones entre E (ética), M (moral) y P (política) son dialécticas y
tantas cuantos casos entreverados puedan registrarse en los hechos. Sin embargo, podemos
diseñar algunas figuras básicas características. Estos tres campos registran fenómenos de no
relación, de contradicción, de complementariedad, de dependencia, etc. Vamos a fijarnos,
en particular, en las relaciones de dependencia de unas respecto de las otras (SÁNCHEZ
CORREDERA, 2003, 8: 40). Este autor ofrece 12 relaciones de dependencia (SÁNCHEZ
CORREDERA, 2003, 8: 39-45) y esas relaciones nos permiten estudiar una organización
con tantas variables como un Hospital.

Así, este apartado presenta otro análisis de contenido cuantitativo y cualitativo.


Cuantitativamente, tomamos como Categoría la relación E-M-P; como unidad de registro,
el episodio; como unidad de contexto, la primera temporada. Cualitativamente, analizamos
cada episodio y las relaciones que aparecen en él, identificando las relaciones de la 1) a la
12). Tras contabilizar todos, en los capítulos de las 19 series, sumamos un total de 387
casos, que bien nos pueden dar la imagen de las relaciones E-M-P. El amplio marco elegido
hace que los resultados sean genuinos, originales y sobre todo, representantivos de cómo
son los sanitarios de la ficción, al menos, entre 1990 y 2010. Dentro de cada relación
estudiada, se distribuyen de la siguiente manera:

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Figura 3: Casos y relaciones E-M-P.

RELACIÓN NÚMERO DE CASOS


1 110
3 203

6 2

7 9
8 7
9 4
10 6
11 41
12 5
TOTAL 387

Fuente: Elaboración propia.

Interpretamos estos resultados de la manera siguiente. Los seguidores de estas series


admiran a los profesionales que sacrifican sus intereses individuales a los de las personas
que conforman los grupos de los pacientes y de otros profesionales de la salud, es decir,
prefieren la Relación 3 - Relaciones entre aspectos morales y éticos, de tal forma que los
éticos se dan dependientemente de los morales-.

No resulta difícil interpretar la Relación 1 - Relaciones entre aspectos éticos y


morales, de tal forma que los morales se dan dependientemente de los éticos-, que ocupa el
segundo lugar, aunque los resultados pudieran resultar paradójicos. Por una parte, los
guionistas quieren a pacientes que muestren su deseo de perdurar, de luchar por su salud, de
no abandonar. Ahora bien, esta relación puede ser el resultado de un proceso. La misma
situación 1, puesta al comienzo de un episodio, puede resultar cacoética, es decir, que los
médicos, paramédicos o pacientes otorguen más importancia a sus intereses individuales a
corto plazo, que a plazo intermedio o largo.

También es lógico que la Relación 11 - Relaciones entre aspectos políticos, morales


y éticos, de forma que los éticos son dependientes de los morales y ambos a su vez de los
políticos - aparezca en tercer lugar, muy destacada de las restantes, aunque también
representa un porcentaje más de un 50 inferior al de la situación 1. Un sistema de salud no
puede subsistir si únicamente depende de factores psicológicos, comunicativos y
organizativos. Porque el sistema de salud ha de tener una política. Y en no pocos casos, es
perjudicial sobrepasar los límites de la política sanitaria. En ciertos casos, también, lo peor
que le puede ocurrir a la comunicación sanitaria es estar subordinada a los intereses
políticos, porque entonces se resiente la moral de la organización y la ética de los
individuos.

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7. CONCLUSIONES

Después de haber explorado las personalidades y acciones de 89 personajes en 19 series de


médicos de los últimos 20 años, los resultados configuran un sanitario ideal y favorito del
público. Éste ejerce su trabajo de manera objetiva y valora éticamente todas las
posibilidades para enfrentarse al mundo. Es responsable, eficaz, analítico, racional y
excelente profesional. Antes de ser un personaje empático, cariñoso, amable, irónico o
divertido, es un buen médico y un serio profesional. Convence a los espectadores en el
desempeño de su trabajo. Además, es protector y paternalista. Ayuda y protege al paciente
y a sus compañeros. Aporta confianza y porque se interesa por los demás. Los espectadores
prefieren los médicos amables, que escuchan y apoyan. Al lado de este sanitario, muchas
veces hay otro (y que es el mismo) de carácter impetuoso, irracional y apasionado. Esta
segunda elección permite la convivencia con sanitarios que se alejan de la típica imagen
formal, seria y circunspecta de la profesión para resultar más cercanos al público. Pero sólo
aparece en los contextos personales de los sanitarios; nunca en el hospital. El público no
podría confiar en ellos al 100 por ciento.

Por nuestras conclusiones, también podemos aventurar que triunfarán siempre series
corales, con personajes divididos entre lo profesional y lo personal, protectores y altruistas
en el Hospital, y a la vez, adultos y éticos en la práctica de su trabajo. Existen desde 1956,
con Dr. Christian, y rebosan en la parrilla actual con varias series simultáneas. Su
supervivencia está asegurada si siguen siendo sanitarios humanos y verosímiles. Nada
importa más al ser humano que su propia salud, y las series de médicos atienden esas
inquietudes, reflejan el dolor y la alegría más sinceros, y hablan de los propios seres
humanos. Su comportamiento, sus relaciones y sus sentimientos les hacen casi palpables, al
otro lado de la pequeña pantalla. Todo ello da valor a la ficción televisiva como fuente de
inspiración para la comunicación interpersonal e institucional. El espectador consume esta
ficción y se informa y se forma como futuro usuario de la sanidad.

8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALVARGONZÁLEZ, D. (2009): La clonación, la anticoncepción y el aborto en la


sociedad biotecnológica. Oviedo: Pentalfa, 2009.
BUENO, G. (1987): Etnología y utopía. Gijón: Pentalfa, 1987.
BUENO, G. (2000): Televisión: Apariencia y Verdad. Barcelona: Gedisa, 2000.
LAÍN, P. (2003): El médico y el enfermo. Madrid: Editorial Triacastela, 2003.
MOLOTCH, H. y LESTER, M. (2001): “Las noticias como conducta intencionada: sobre el
uso estratégico de los acontecimientos rutinarios, los accidentes y los escándalos”, CIC
Cuadernos de Información, nº 6, junio, pp. 285-304. Traducción de ALADRO, E.
ORIVE, Pedro (ed.) (1994): Comunicación sanitaria. Madrid: Dossat 2000, 1994.
PADILLA, G. (2010): Las series de televisión sobre médicos (1990-2010). Madrid:
Servicio de Publicaciones UCM. Disponible en: http://eprints.ucm.es/11399/1/T32391.pdf
SÁNCHEZ CORREDERA, S. (2003): “Los conflictos entre Ética, Moral y Política:
criterios para su negociación”, CIC Cuadernos de Información, nº 8, junio, pp. 39-60.
VALBUENA, F. (1997): Teoría General de la Información. Madrid: Noesis, 1997.

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ANÁLISIS CRÍTICO DEL PENSAMIENTO TEÓRICO
Notas para una fundamentación metodológica

Erick R. Torrico Villanueva


Universidad Andina Simón Bolívar (Bolivia), etorrico@uasb.edu.bo

Resumen
La ponencia presenta el análisis crítico del pensamiento teórico (ACPT) como técnica
cualitativa útil para examinar elaboraciones teóricas en el marco de dos entornos de su
producción: el epistemológico-teórico y el sociopolítico. Se inscribe en la preparación
de la investigación doctoral “Contribuciones y límites del pensamiento teórico
latinoamericano en la constitución del campo conceptual de la Comunicación: 1960-
2009”. Basada en investigación documental, fundamenta el ACPT y formula una
propuesta de un instrumento que permita el uso práctico de esta nueva herramienta
analítica.

Palabras clave
Crítica - Pensamiento teórico - Poder simbólico - Investigación cualitativa

Abstract
Critical analysis of the theoretical thinking
This paper introduces the critical analysis of the theoretical thinking (ACPT
abbreviation in Spanish) as a useful qualitative technique to evaluate theory inserted in
two kinds of contexts: theoretical – epistemological and sociopolitical. It is a part of the
doctoral research called “Contributions and limits of Latin-American theoretical
thinking for the establishment of the Communication field: 1960-2009”. This proposal
is based on documentary research and suggests a new analytical tool for practical use.

Key-words
Critic – Theoretical thinking – Symbolic power – Qualitative research

1. INTRODUCCIÓN

La reflexión metateórica es una práctica intelectual de gran relevancia para el avance de


los conocimientos en cualquier campo del saber, aunque para alcanzar tal cometido ha
de cumplir el requisito de no reducirse a la simple especulación ni a la sola generación
de discursos eruditos, ajenos, al final, a las realidades de la vida.

En general, en el ámbito de las Ciencias Sociales esa acción de la teoría sobre sí


misma se distingue por un carácter intrínsecamente polémico dado que cada enfoque
cognoscitivo remite y responde a un modo históricamente situado1 de percibir lo real
social y de dar cuenta de él. Es justo por ello que se tiene en este plano una duradera y
siempre renovada discusión en pos de la teoría plausible, la cual atinge a la delimitación

1
Esta historicidad implica la existencia y actuación en el espacio social de posiciones, jerarquías,
intereses y (di)visiones que se objetivan en el enfrentamiento de personas y grupos por la definición y el
control del sentido común y, consiguientemente, por la nominación legítima de procesos y objetos (Cfr.
Bourdieu, 1989).

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del horizonte de problemas merecedores de investigación, de los correspondientes
métodos aceptados y de las perspectivas asumidas para teorizar2.

En el caso de la Comunicación –zona transversal del mundo social apta para la


investigación científica interdisciplinaria–, el ejercicio de esa metateorización se hace
aun más necesario por cuanto persisten debilidades en el trabajo teórico del área, entre
otros factores, debido a la pugna que todavía subsiste respecto de la definición de su
objeto de estudio3, a la presencia en ella de una confrontación de concepciones sobre la
naturaleza del fenómeno comunicacional4, a la insuficiente acumulación de argumentos
empíricos para varias de sus aserciones conceptuales y a la coexistencia de diversas
elaboraciones teóricas parciales preferentemente orientadas a comprender los procesos
de interacción mass-mediados sea desde una perspectiva “tradicional” o
“administrativa” o a partir de otra más bien “crítica”5.

En tal sentido, desarrollar el plano de la “introspección teórica” en


Comunicación constituye una labor básica para la consolidación de este espacio de
conocimiento. Una manera de ejecutar tal tarea es analizar críticamente las
conceptualizaciones explícitas sobre el proceso comunicacional –aquí entendidas como
expresiones del pensamiento teórico– que fueron producidas por los pensadores de la
propia área o por otros interesados en ella mas pertenecientes a territorios intelectuales
distintos.

2. TEORÍA Y PENSAMIENTO TEÓRICO

El conocimiento científico social del que el comunicacional hace parte se manifiesta, en


último término, en la teoría. Ésta puede ser definida como una trama conceptual
sistemática que, inscrita en un contexto histórico, toma como referente una zona
delimitada de la realidad y es capaz de comprender y explicar o interpretar los
fenómenos que ocurren en ella, además de describirlos. La teoría, entonces, traduce en
abstracto –a la manera de formulaciones hipotéticas concatenadas– las certezas que se
consigue establecer mediante la investigación de la zona real estudiada, pero lo hace de
forma tal que todas las aseveraciones planteadas queden articuladas y se ordenen
jerárquicamente.

Eso no significa, sin embargo, que una teoría científica se construya por el
simple acopio lineal de conocimientos ni que tienda a su cerrazón definitiva. Al
contrario, dos de sus rasgos constitutivos son la periódica superación de sus
contradicciones, ambigüedades o vacíos y la permanente apertura a las consecuencias
cognoscitivas que pueden traer aparejados los nuevos datos ofrecidos por la realidad.

Vista así, la teoría deviene un producto intelectual superior, una representación


modélica perfectible de la dimensión de la realidad social investigada6, en función de
cuya magnitud es dable encontrar teorías generales (matrices teóricas), teorías
2
Véase sobre estos aspectos “O campo científico”, de Pierre Bourdieu, en Ortiz (1983:122-155).
3
Aquí se asume que tal objeto es el proceso comunicacional en sí.
4
Ésta se reduce, esquemáticamente, a la contraposición entre la comunicación vista como transmisión o
como intercambio, con todas las consecuencias epistemológicas, conceptuales, prácticas y políticas que
tal distinción supone.
5
Esta división hace referencia, respectivamente, a las propuestas clasificatorias desarrolladas por
Theodor Adorno y Paul Lazarsfeld en los decenios de 1930 y 1940.
6
Véase el capítulo de José Luis Díaz “El modelo científico: Conceptos y usos” en López (2005:11-28).

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particulares (abordajes teóricos), teorías específicas (enfoques teóricos) y teorías
singulares (marcos teóricos de investigaciones concretas)7. No obstante, en todos estos
niveles la teoría, para ser considerada tal, debe necesariamente conformar un sistema de
conceptos referidos a un área o subárea de lo real.

Esa condición hace que en determinadas circunstancias los productos


intelectuales no puedan ser directamente tipificados como teoría sino sólo como formas
de pensamiento vinculadas a la actividad generadora de la misma. Desde ese punto de
mira, hay tres de esas formas que son previas –aunque en distinta calidad– al
pensamiento científico8, equivalente éste de la producción teórica en sí, a saber:

- El pensamiento epistémico, que define el tipo de relación cognoscitiva


que se va a establecer con la realidad durante la investigación. Es
categorial (señala pautas de observación y clasificación).
- El pensamiento social, que formula juicios de valor sobre el ser
(diagnóstico) y el deber ser (prescripción) de la realidad examinada. Es
perlocutivo (busca persuadir en torno a una posición dada).
- Y el pensamiento teórico, que construye conceptos, categorías e
hipótesis sobre aspectos parciales de la realidad y es útil para intervenir
tanto en el debate intelectual como en el político. Es predicativo (hace
afirmaciones sectoriales conclusivas y en lo posible documentadas).

Esta ponencia se focaliza en el último tipo mencionado, el pensamiento teórico, que


está presente ante todo en áreas de estudio consideradas “en formación” –como lo sigue
siendo la Comunicación–, cuyos contenidos conceptuales no llegaron a constituir una
unidad sistemática con potencialidad de generalización, es decir, que no están
traducidos en una teoría global estructurada. No obstante, las hipótesis que ofrece este
pensamiento, si se articulan en función de la racionalidad de un abordaje dado, pueden
originar enfoques teóricos y éstos, a su vez, proveer ciertos modelos teóricos; eso es
justamente lo que sucede en el pensamiento teórico comunicacional, mismo que se
nutrió con importantes aportes latinoamericanos desde el decenio de 1960.

3. PENSAMIENTO TEÓRICO Y PODER

Aparte de su objetivo de someter a cuestionamiento los conceptos establecidos


en un momento dado sobre una determinada zona de la realidad social, la crítica teórica
forma parte de la pugna política por el control de las representaciones de lo real social y
puede, por eso mismo, tener efectos modificatorios de las nociones conceptuales que
somete a examen.

La teoría, como discurso autorizado y autorizador que es, tiene la capacidad de


“hacer ver” y de “hacer creer”, motivo suficiente por el que los intelectuales que
encarnan posiciones sociales objetivas e intereses de distintos grupos sociales entran en
conflicto en ese nivel de la producción simbólica, en un acto orientado a confirmar o

7
Las matrices son la estructural-funcionalista, la crítica dialéctica, la estructuralista y la sistemista; los
abordajes son el pragmático, el crítico, el sociotécnico y el político-cultural. Cfr. Torrico (2004).
8
Éste, asimilable a la teoría, fundado siempre en investigaciones, formula proposiciones articuladas y
comprehensivas sobre lo real que puede aplicar a nuevas indagaciones metódicas como a intervenciones
concretas.

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transformar las visiones de mundo y, por esa vía, a incidir en las acciones materiales
respecto de dicho mundo (Bourdieu, 1989).

Lo anterior significa que el pensamiento teórico está relacionado de dos maneras


con la cuestión del poder: primero porque traduce en el plano gnoseológico la disputa
entre interpretaciones de lo real correspondientes a diferentes proyectos históricos y,
luego, en razón de que desempeña una función política insoslayable: la de (re)ordenar y
(des)legitimar las visiones sobre el mundo social.

Consiguientemente, para comprender este tipo de pensamiento se requiere tomar


en cuenta dos entornos fundamentales de su emergencia y despliegue: el
epistemológico-teórico y el sociopolítico, pues ambos constituyen sus fuentes
genealógicas principales así como factores condicionantes de sus posibilidades y
límites. Entonces, todo campo conceptual concerniente a una dimensión social –como lo
es el campo de la Comunicación– se erige dentro el espacio que resulta de la
confluencia de esos entornos, usa los principios de percepción e interpretación de la
realidad y las técnicas de indagación provenientes del primero, así como se enfrenta a
las problemáticas relevantes para el segundo al tiempo que traduce las luchas objetivas
que se dan al respecto en la sociedad.

La consideración de esos entornos remite el análisis del pensamiento teórico a la


totalidad social, de donde se deriva la posibilidad de examinar el potencial y la
orientación de tal pensamiento para mantener o trastrocar el orden prevaleciente, esto
es, para conocer sus conexiones con el poder. Y es ahí donde radica la índole crítica de
la operación analítica que acá se plantea.

4. ANALIZAR CRÍTICAMENTE EL PENSAMIENTO TEÓRICO

Concebido ya como una técnica, el análisis crítico del pensamiento teórico (ACPT)
se va a diferenciar de otros procedimientos investigativos que le son cercanos como el
análisis conceptual, el análisis de la estructura lógica y el análisis del discurso.

El primero tiene por finalidad indagar el significado de los conceptos utilizados


en una determinada elaboración intelectual. En otras palabras, busca establecer cómo un
autor o autora están entendiendo y definiendo ciertos términos. Este análisis formal no
aspira a contrastar esas expresiones lingüísticas con sus referentes empíricos.

El segundo se ocupa de reconocer la estructura argumentativa de un texto dado,


es decir, la manera en que está organizada una exposición de ideas o conceptos, para lo
cual identifica las premisas, los razonamientos intermedios y las conclusiones presentes
en dicho material. Su propósito es discernir respecto de aquello que resulta esencial para
el autor o la autora, precisar las razones que le sirven de sustento y reconstruir la trama
lógica que articula las distintas partes del texto.

El tercero, aunque caracterizado por la existencia de diversas tradiciones9, tiene


como común denominador el hecho de centrar su interés en el examen de las relaciones
entre discursos (conjuntos significantes principalmente verbales), procesos cognitivos y
situación social. Y cuando se le añade el componente crítico se orienta además a
9
Entre ellas figuran la teoría de los actos de habla, la sociolingüística interaccional, la etnografía de la
comunicación y el análisis de la conversación. Cfr. Íñiguez (2006:92 y ss.) y van Dijk (1996:35-44).

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desentrañar lo que la producción discursiva muestra o expresa de las desigualdades
sociales y las luchas por la dominación.

El ACPT, por su parte, busca establecer la filiación epistemológico-teórica y


sociopolítica de las conceptualizaciones desarrolladas sobre el campo comunicacional
en un lapso y un lugar concretos, esto es, de los conceptos “en situación”. Su naturaleza
cualitativa queda reflejada en su intención explícita de conocer el modo del
pensamiento de cada autor o autora en imbricación con las circunstancias de su
correspondiente tiempo histórico. Asimismo, esta técnica analítica se propone conocer
la capacidad de representación de lo real y la fuerza enunciativa –reproductiva,
polémica o instauradora10– de los conceptos que, publicados en libros de diseminación o
divulgación científica y en revistas académicas especializadas, nutren el pensamiento
teórico del área.

Dado que este pensamiento es una forma de producción de sentido respecto del
mundo social11 necesariamente incorpora en sus contenidos las tensiones de éste,
aunque en su exteriorización más bien aparezca recubierto por el halo y la distancia de
la cientificidad. La generación de teoría en cualesquiera de sus niveles –singular,
específico, particular o general– es siempre una manifestación del “trabajo teórico”12;
ello implica que es tanto resultante como reproductora de las pugnas de la comunidad
académica por el “sentido correcto” que, a su vez, reflejan otras de orden social más
amplio. Como sostiene Bourdieu:

Lo que está en juego específicamente en esa lucha es el monopolio de la


autoridad científica definida, de manera inseparable, como capacidad técnica y
poder social; o, si quisiéramos, el monopolio de la competencia científica,
comprendida en cuanto capacidad de hablar y de actuar legítimamente (esto es,
de manera autorizada y con autoridad), que es socialmente otorgada por un
agente determinado13.

Así, como ya se indicó, el pensamiento teórico hace parte del conflicto por la
“dominación científica” (Bourdieu) y, por tanto, constituye también una de las arenas de
la confrontación por el poder simbólico. En esa dirección, este pensamiento
fundamentalmente desarrolla conceptos en relación a aciertos, desactualizaciones,
incoherencias, contradicciones o vacíos de la(s) teoría(s) preexistente(s), razón por la
cual está en posibilidad de plantear nuevos argumentos, enmiendas, precisiones,
complementaciones o innovaciones con relación a sus objetos de referencia.

El ACPT, técnica investigativa cualitativa que acá se introduce, está entonces


orientado a evaluar el contenido conceptual del pensamiento teórico observado para
establecer sus alcances, las dimensiones que considera de la zona real en que se interesa
y los enfoques teóricos que utiliza. Además, este análisis posibilita la sistematización
evaluativa de las hipótesis y los modelos teóricos que pudieran haber sido propuestos en
tal contenido. Adicionalmente, al referir el pensamiento en cuestión tanto a teorías

10
Es reproductiva cuando ratifica o profundiza conceptos ya establecidos, polémica cuando impugna las
ideas prevalecientes sobre el mundo social e instauradora cuando llega a imponer una nueva (di)visión de
la realidad de ese mundo.
11
Cfr. Verón (1987), en particular el capítulo 1 “Lo ideológico y la cientificidad”, pp. 27-35.
12
Sobre esta noción véase Althusser (1988:72-79).
13
Cfr. Ortiz (1983:122-123), traducción del autor de esta ponencia.

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matriciales como a los entornos epistemológico-teórico y sociopolítico en que es
producido, esta forma de análisis propicia la crítica de las mismas estructuras de
producción del conocimiento. Por último, valora el tipo de contribución de ese
pensamiento a la formación y eventual afianzamiento de un campo conceptual dado, en
este caso, el de la Comunicación.

4.1. Revista de antecedentes

El ACPT es, pues, una herramienta de la práctica metateórica cuyos antecedentes es


posible remontar hasta la crítica del pensamiento filosófico hegeliano iniciada por Karl
Marx en la década de 1840, la que se convirtió más tarde en crítica teórica, primero de
la economía y poco después de la política liberales, dando lugar a una visión
cuestionadora de la presunta trascendencia de la historia: el materialismo histórico.

En ese sentido y como sostiene Georg Lukács14, lo más relevante de la


aportación marxista, metodológicamente hablando, se refiere a la incorporación de una
doble relación dialéctica en el proceso del conocimiento: la del sujeto cognoscente con
el objeto cognoscible y la de ambos con la totalidad social concreta. Como
consecuencia, ningún producto de ese proceso puede ser obtenido ni aprehendido sin
considerar su correspondiente núcleo histórico, que en la óptica de Marx implica
contradicciones de clase objetivas, como tampoco dejando de lado el papel de los seres
humanos en la historia. Pero, además, otro rasgo fundamental de esta perspectiva es que
no puede ser vista como una vía aséptica de interpretación de lo real, sino que
indefectiblemente está ligada a una intención y una voluntad emancipatorias, esto es, a
un propósito justiciero de transformación de la realidad sometida a observación15.

Siguiendo esa misma vena, desde el decenio de 1930 los miembros de la Escuela
de Frankfurt16 desplegaron una crítica teórica en dos planos: uno relativo a la misma
concepción materialista y otro referido a la “teoría tradicional”, es decir, a la sociología
positivista que consideraban su adversaria. En el primer caso, pusieron en cuestión tanto
la convicción de que la economía desempeñaba un papel determinante de la vida social
y desconocía completamente los de la subjetividad y la cultura como aquella otra que
subordinaba toda individualidad a la masa; en el segundo, alimentaron la negación de la
identidad entre razón y realidad heredada de Georg W. Hegel y, por ende, rechazaron la
creencia en un orden natural verdadero del mundo social que la filosofía o las ciencias
simplemente debían constatar e inclusive medir17.

Así, desde la “revolución teórica de Marx” (Althusser, 1978), el ejercicio de la


crítica teórica fue abarcando diversos escenarios: del filosófico al sociológico, pasando
por el histórico, el económico, el político, el antropológico o el tecnológico. Y, por
supuesto, también involucró al campo comunicacional, sobre todo desde los años ’60
del siglo XX que en el caso latinoamericano se distinguieron por intensos debates
marcados de modo general por la tensión entre “dependencia” (subordinación
económica y/o política vista por los intelectuales de inclinación marxista como causante

14
Cfr. de este autor el acápite “¿Qué es el marxismo ortodoxo?” (1975:1-28).
15
Cfr. Garaudy (1980).
16
El Instituto de Investigaciones Sociales creado en Frankfurt en 1923 y que buscaba renovar el
marxismo tuvo como sus figuras principales a Max Horkheimer, Theodor Adorno y Walter Benjamin.
17
Véase Assoun (1991), en especial la primera parte intitulada “Crítica da razão identitaria: a filosofia
da Escola de Frankfurt”, pp. 23-40.

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del subdesarrollo) y “desarrollo” (modernización difusionista destinada a superar el
atraso de los países pobres y acercarlos a la situación de las sociedades del capitalismo
avanzado, vista por los opositores del marxismo como horizonte de progreso). Esta
confrontación, que no ha terminado y hoy incluye a las nuevas tecnologías informativo-
comunicacionales, implicaba discusiones de fondo acerca de la estructuración histórica
y el porvenir de los Estados de la región y condicionaba, aparte de las dinámicas
políticas internas y de las relaciones internacionales de éstos, los modos de concebir y
percibir el carácter y las funciones de los procesos sociales y, dentro de ellos, de los
correspondientes a la comunicación18.

Precisamente ese fue el tiempo en que se afianzó en Europa la crítica al


positivismo lógico19 con el denominado “giro lingüístico”20 que aportó un nuevo
enfoque a la comprensión de las ligazones existentes entre lenguaje y pensamiento, puso
en escena la capacidad (poder) instituyente y no meramente instrumental de lo
lingüístico a la vez que propició la emergencia de distintas perspectivas y variados
procedimientos para estudiar los fenómenos lingüístico-sociales21, entre los cuales
destaca –para lo que aquí interesa– el análisis crítico del discurso.

Finalmente, entre los antecedentes destacables que es factible relacionar con el


ACPT cabe agregar la crítica epistemológico-teórica que desde finales de la década de
1990 viene aportando el llamado “giro decolonial”22, movimiento intelectual
latinoamericano que promueve la “post-occidentalización” de las Ciencias Sociales a fin
de que la producción de conocimiento en el área sea capaz de incorporar un nuevo
punto de partida: las visiones y los intereses de los sujetos colectivos subalternizados
por la modernidad (indígenas y afro-descendientes). Este otro “giro” plantea tanto la
reconsideración de las bases tradicionales del conocimiento científico-social como la
reubicación de los lugares de su enunciación legitimados hasta ahora en el seno del
proyecto moderno23.

Lo que se puede advertir, en consecuencia, es la presencia de la crítica como una


constante en la generación del pensamiento y de la teoría asociados al conocimiento del
mundo social en general y del campo comunicacional en particular, aunque no sea dable
hallar homogeneidad ni continuidad estricta en ese desenvolvimiento. De modo
semejante, puede decirse que si bien es posible identificar varias de las lógicas de
razonamiento aplicadas en la ya larga trayectoria de ese ejercicio crítico intelectual, se
tiene aún un vacío respecto a las características de sus correspondientes mecanismos
operativos.

18
Son representativos de ese período el libro de Cardoso y Faletto (1988), para el caso general, y el
artículo de Beltrán (1982), para el de la Comunicación.
19
Éste sostiene la inseparabilidad de pensamiento y lenguaje y rechaza la validez de todo enunciado
metafísico, es decir, de todo enunciado que carezca de un referente real.
20
Este movimiento se inspiró en las reflexiones de Ludwig Wittgenstein. La denominación de dicho
“giro” fue establecida por Gustav Bergman, filósofo austríaco, en 1964.
21
El pensamiento teórico es uno de esos fenómenos.
22
Esta denominación es atribuible al filósofo portorriqueño Nelson Maldonado-Torres.
23
Este proyecto cuya ideología es la del progreso constante incluye básicamente la urbanización, la
democratización formal, la industrialización, la burocratización, la distinción entre naturaleza y sociedad
y el uso de la razón como sus elementos constitutivos. En términos epistemológicos separa sujeto de
objeto y asume la posibilidad de la legalidad de los hechos sociales.

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En ese marco, el ACPT resulta una alternativa procedimental novedosa en
cuanto brinda una modalidad organizada de crítica teórica para el ámbito
comunicacional que recoge la vocación totalizante que insta a mirar más allá de la sola
inmediatez de los datos.

4.2. ¿Cómo hacer el ACPT?

Si se toma tres hitos diferentes de la crítica teórica para usarlos como casos modélicos
de esta práctica –el de Marx con respecto a Hegel, el de Charles Wright Mills en torno a
Talcott Parsons y el más reciente del grupo decolonial latinoamericano frente a la
modernidad– se observa, como se anotó en el punto anterior, que la ejecución de esa
tarea registra rutas y objetivos disímiles.

En el primer caso, fundado en una concepción materialista de la historia y en la


“inversión metodológica” de Hegel, en 1844 Marx cuestionó las propuestas de éste
sobre la propiedad, la familia, la sociedad civil, el Estado y el desarrollo histórico que se
asentaban en una visión idealista. De esa manera formuló una “contra-teoría”, lo que
luego hizo con los economistas liberales de su tiempo al igual que con los socialistas
utópicos y los filósofos de la “ideología alemana” (Marx y Engels, 1987). Hubo en estas
acciones teóricas tanto una subversión epistemológica como una deliberada intención de
enfrentamiento político.

Wright Mills, en 1959, cuestionó la intrincada forma expositiva de la teoría de la


acción social de Parsons –a la que calificó irónicamente de “la gran teoría”– y la
“tradujo” a un lenguaje asequible simplificado de modo que quedara en el nuevo texto
“todo lo que hay en la obra de inteligible” (1977:44). Su propósito fue “…ayudar a los
grandes teóricos a descender de sus inútiles alturas” ( :52) a fin de que superen su
tendencia a dejar atrás “todo problema específico y empírico” y puedan “descender al
trabajo de la ciencia social” ( :66). Sin representar revolución alguna, esto tuvo como
intención restituir a los estudios de la sociedad su capacidad de generar conocimiento
empíricamente fundado.

En cuanto al grupo decolonial, su labor se focaliza desde 1999 en la


desestructuración de las bases epistemológicas del conocimiento desarrollado dentro de
los límites del proyecto moderno, aunque al mismo tiempo marca distancia con relación
a los planteamientos culturalistas poscoloniales y posmodernos24. Su finalidad es
apuntalar un “paradigma otro” que no siga la secuencia de los paradigmas surgidos en el
seno de la modernidad –a los que considera “coloniales”– sino que los supere al cambiar
los “lugares” desde donde se observa lo real y se enuncia el saber. La intención, aquí,
pasa por subvertir las principales aserciones de las ciencias sociales “occidentales”.

En Marx la crítica se basa en una ontología opuesta a la de las teorías que


cuestiona; en Wright Mills se asienta en una concepción no teoricista de la sociología y
la del grupo decolonial está cimentada en una lucha por la “emancipación epistémica”
de los pueblos excluidos de la versión predominante de la historia.

El ACPT propuesto acá para el área comunicacional tiene pretensiones bastante


más modestas que las de los ejemplos arriba señalados y se funda en la necesidad de

24
Véase el “Prólogo” en Castro-Gómez y Grosfoguel (2007).

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aportar al conocimiento del proceso de constitución del campo conceptual de la
especialidad así como a la consolidación de los desarrollos conseguidos en el mismo.

En tal sentido, se sugiere la siguiente estructura metodológica preliminar que


ordena la secuencia de tareas requeridas para llevar a cabo este análisis25:

1) Determinación de la temporalidad que abarcará la observación y, si


corresponde, de una periodización dada.
2) Identificación de los autores (pensadores) que en ese lapso hayan producido
y publicado conceptualizaciones explícitas sobre la Comunicación o alguna
de sus dimensiones.
3) Delimitación del corpus bibliográfico, documental y hemerográfico que será
sometido a observación.
4) Identificación y transcripción de las conceptualizaciones explícitas halladas
en ese corpus y que conforman el contenido del pensamiento teórico que se
estudiará.
5) Análisis de los objetos comprendidos en esas conceptualizaciones, de los
alcances de éstas y de las dimensiones de la Comunicación a que ellas hacen
referencia.
6) Identificación de los enfoques teóricos comunicacionales a que remiten las
conceptualizaciones transcritas.
7) Identificación y transcripción de las hipótesis teóricas sobre la Comunicación
o una de sus dimensiones que estén implicadas en las conceptualizaciones
analizadas.
8) Representación gráfica y análisis de los modelos comunicacionales que
puedan estar planteados en las conceptualizaciones analizadas.
9) Identificación y caracterización del momento sociopolítico y del espacio
institucional de producción de las conceptualizaciones.
10) Señalamiento de la vinculación disciplinaria de las conceptualizaciones, con
la Comunicación u otros campos del saber.
11) Valoración de las limitaciones y potencialidades de las conceptualizaciones
para dar cuenta de los objetos y dimensiones a que se refieren.
12) Valoración de las limitaciones y potencialidades de las hipótesis teóricas
planteadas por las conceptualizaciones.
13) Identificación de las relaciones de las conceptualizaciones con los entornos
epistemológico-teórico (la modernidad) y sociopolítico (el desarrollo).
14) Identificación del carácter de las conceptualizaciones respecto del
conocimiento preexistente en el área comunicacional.

Posteriormente, siguiendo la lógica del procesamiento de datos cualitativos, se


podrá efectuar la sistematización inductiva de los conceptos, las categorías, los enfoques
y los modelos presentes en las diferentes manifestaciones del pensamiento teórico
estudiado para desembocar en una interpretación de sus contribuciones y sus límites26.

25
Estos elementos están contenidos en la herramienta de análisis que se incluye en el Anexo (p. 13).
26
Para una orientación en torno a estos procedimientos consúltese González (1998).

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Fuentes consultadas

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17ª edic.
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Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global.
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ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 10


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https://docs.google.com/a/uasb.edu.bo/viewer?a=v&q=cache:QZWXZAR4c34J:
images.sociologia07.multiply.multiplycontent.com/attachment/0/RoMqTgoKCp
kAAE5BcEg1/Doc%2520ZEMELMAN.doc?nmid%3D47728633+pensar+te%C
3%B3rico+pensar+epist%C3%A9mico&hl=es&pid=bl&srcid=ADGEESgmM0
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etv/2011

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 11


Anexo
Planilla de observación para el ACPT

Datos referenciales
Tipo de material: Libro .…. Capítulo .…. Artículo .....
Título: .............………………………………………………………………………….………...
Autor(a): ..………………………………………… Editor: …………………………….……..
Año de publicación: ................ Lugar de publicación: ………………………………….

Análisis del concepto formulado


Objeto conceptualizado: .…………………………………………………………………………
Conceptualización (transcripción textual): ..……………………………………………………..
…………………………………………………………………………………………………….
…………………………………………………………………….……..……………………..…
………………………………………………………………………………………………….…
….…………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………….
Alcance del concepto: General ………………. Particular …………………
Dimensión que comprende la conceptualización: Política …… Cultural ..…
Sociológica .…. Tecnológica ..… Económica ..… Otra …..………….
Enfoque teórico en que se inscribe el concepto: …………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………….
Hipótesis teórica implicada en el concepto: ………..……………………………………………
.…….………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………….……………………………………………
…………………………………………………………………………………………………….
…………………………………………………………………………………………………….
Modelo de proceso comunicacional planteado por el concepto (representar gráficamente):

Criterios de valoración
Momento sociopolítico de producción del concepto: …………………………………………….
…..………………………………………..………………………………………….……….……
………………………………………………………………………………………………..……
Espacio institucional de producción del concepto: …………………...…………………………..
………………………………….……………………………………………….....………………
Vinculación disciplinaria: Comunicación ….. Otro campo del saber …..
Pertinencia del concepto: ………………………………………………………………………….
.………………………………………………………………………….....………………………
Limitaciones y potencialidades del concepto: ……………………………………………………
.…………………………………………………………………………………………………….
Limitaciones y potencialidades de la hipótesis teórica: ………………………………………….
………………………………………………………….………………………………………….
Relación del concepto con la modernidad: ………………………………………………………..
………………………………………………...……………………………………...……………
Relación del concepto con el desarrollo: .………………………………………………………...
……………………………………………………………………………………………………..
Carácter del concepto: Reproductor ….. Renovador …..
De sedimentación ….. Innovador ….

ISBN: 978-84-694-2713-2 Página 12

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