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IMPORTANCIA DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y LOS RECURSOS

NATURALES

Los recursos naturales son elementos que se extraen de la naturaleza para beneficio de los seres
humanos. Pueden ser inorgánicos como los minerales y el petróleo, u orgánicos como los árboles
y los animales de la selva. Los recursos naturales orgánicos tienen mayor valor en los mercados
que los productos agropecuarios tradicionales porque están libres de agroquímicos. La
diversidad biológica garantiza la permanencia, bienestar y equilibrio de la vida, incluida la
nuestra. Cuanto más diverso es un ambiente, más oportunidades tiene de resistir y recuperarse
de una catástrofe, o de poseer recursos naturales orgánicos.

De la biodiversidad de los ambientes naturales se obtienen recursos de manera directa o


indirecta. Directamente se extrae madera, leña, comida, medicinas, uso turístico, etc.
Indirectamente también nos beneficia: mantiene el agua limpia; nos protege del viento y de las
crecientes de los ríos; permite cierta estabilidad en el clima; aporta plantas y animales para
recuperar sitios que fueron desvastados; posee animales como los colibríes y las abejas
(polinizadores) que hacen más productivos los cultivos; es fuente de especies que pueden ser
criadas o utilizadas en la agricultura, entre otros.

Los ambientes naturales no sólo son importantes por la cantidad de recursos que obtenemos
hoy en día, sino también por aquellos recursos que podrán utilizarse en el futuro. Por ejemplo,
hasta 1940 el aprovechamiento de los árboles de las selvas en el norte de Argentina consistía en
cuatro especies madereras; ahora se aprovechan más de veinte. En el futuro, si se mantienen
acciones de protección y conservación de la selva, posiblemente puedan aprovecharse
productos que en la actualidad no se conocen, o no existe la tecnología para extraerlos, o que
no tienen un precio de mercado adecuado pero que tal vez después mejore. Si bien la
conservación de la biodiversidad es fundamental para la supervivencia de los seres humanos,
hay que tener en cuenta que muchos ambientes pueden tener baja diversidad pero que
igualmente deben ser conservados.

Es el caso de las cabeceras de cuencas, las laderas con pendientes fuertes, las orillas de ríos, las
lagunas, los humedales, las áreas que poseen grandes acuíferos subterráneos, los centros
Vavilov, las reservas extractivas, entre otros. Un buen ejercicio es que el lector reconozca cuáles
son los ambientes que más utiliza y cuáles los que aseguran su supervivencia en el lugar donde
vive.

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