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MANEJO DEL CONCRETO EN UNA OBRA

Las operaciones de transporte y manejo del concreto en la obra deben ser controladas
cuidadosamente, a fin de mantener la homogeneidad de la mezcla, evitando su segregación.

Por esto es necesario que exista un supervisor de vaciado, quien será el responsable de la
inspección del transporte, colocación, consolidación, acabado y curado del concreto. Él puede ser
el encargado de hacer ensayos al concreto en estado fresco.

La segregación del concreto en el punto de descarga de la mezcladora puede reducirse al mínimo


colocando un tubo de bajada al extremo del canalón, de manera que la mezcla caiga verticalmente
en el centro del cucharón de recepción, tolva, carretilla o formaletas. Es importante tener en
cuenta que siempre que se descargue concreto, la dirección de caída tiene que ser vertical pues de
lo contrario se puede presentar segregación.

En formaletas de gran altura, no es aconsejable descargar el concreto directamente sobre el acero


de refuerzo pues el golpe contra las barras produce segregación.

Existen diversos métodos para el manejo y transporte del concreto, los cuales pueden utilizarse de
forma individual o combinada y que se describen a continuación.

1. Canaletas

Las canaletas deberán ser de metal. Preferiblemente de forma redondeada y de tamaño suficiente
para evitar que el concreto se derrame. Deben proyectarse de forma tal que permitan que el
concreto ruede con una velocidad adecuada, previniendo la segregación. La pendiente máxima o
mínima que debe tener la canaleta debe determinarse teniendo en cuenta la condición del
concreto en el momento de la descarga.

2. Cucharones
Los cucharones se hacen de diferentes formas y tamaños según la aplicación que vayan a tener. En
obras de volúmenes grandes, los cucharones generalmente tienen sección rectangular. El concreto
se vacía abriendo una compuerta que forma el fondo del cucharón. En la mayoría de trabajos, se
prefieren cucharones que reduzcan su sección hasta una compuerta menor. Algunas veces
también pueden utilizarse aquellos cuyas compuertas pueden regularse para controlar la salida del
concreto y cerrarse después de haber vaciado parte del concreto.

Las compuertas pueden funcionar manualmente o por medios mecánicos o neumáticos. Cuando
se manejan los cucharones por medio de cables, las compuertas operadas mecánica o
neumáticamente son las más seguras.

Los cucharones se manejan y transportan por medio de grúas, montacargas, cables o una
combinación de estos medios, entre otros. Cualquiera que sea el método a utilizar, deben evitarse
tirones y sacudidas pues pueden producir segregación, especialmente en concretos con alta
fluidez.

Crédito: Archivo Asocreto

3. Banda transportadora

Pueden utilizarse para transportar el concreto tomando ciertas precauciones para prevenir la
segregación, la pérdida perjudicial de asentamiento y la pérdida de mortero en la banda de
retorno. La segregación ocurre principalmente en los puntos de transferencia y en los extremos de
los transportadores. La pérdida de asentamiento es originada, principalmente, por la evaporación
del agua de mezcla o la elevación de la temperatura. Además, puede disminuirse al mínimo
protegiendo la banda del sol y del viento. Es necesario retirar en el punto de descarga el mortero
que se adhiere a la banda.

El concreto se deposita en las bandas por medio de tolvas, en forma de cinta continua. Es posible
disponer las bandas en múltiples configuraciones que permitan disponer el concreto aún en áreas
relativamente inaccesibles.
Cuando se utilicen bandas transportadoras, debe eliminarse la segregación en el punto de
descarga, efectuándola a través de una manga adecuada de caída. Es necesario que las bandas
transportadoras se apoyen rígidamente.

4. Bombas

El concreto bombeado puede definirse como aquel que es transportado a presión, a través de
tubos rígidos o de manguera flexible y descargado directamente sobre el área deseada. El bombeo
se puede utilizar en casi todas las construcciones, pero es especialmente útil cuando el espacio
resulta inadecuado para la operación de otro tipo de equipo de vaciado de concreto.

El bombeo requiere un suministro continuo de concreto homogéneo, plástico, manejable y de


consistencia media. A menudo, es conveniente reducir la cantidad de agregado grueso de la
mezcla hasta en 10%, pero esto aumenta el contenido unitario de agua, por ende, el contenido de
cemento si no quiere modificarse la relación agua/material cementante.

La inspección del concreto bombeable consiste principalmente en observar su condición al final de


la tubería, controlar el asentamiento en cada uno de los extremos de la línea y ver que no se
añada agua sin autorización en la tolva de bombeo. Hay que vigilar cuidadosamente el punto de
descarga para asegurar que no ocurra segregación, desplazamiento del refuerzo o daño en las
formaletas.

Crédito: Archivo Asocreto

La bomba deberá localizarse tan cerca como sea práctico del área de colocación y su alimentación
no ha de estorbar el suministro continuo de concreto. Las líneas de bombeo deberán disponerse
con un mínimo de dobleces y soportarse firmemente, usando líneas alternas y tubería o manguera
flexible, para permitir la colocación sobre un área grande directamente, sin necesidad de volver a
manipular todo.
Cuando se bombea hacia abajo por 15 m o más, puede ser deseable, dependiendo de las
recomendaciones del fabricante, proporcionar una válvula de alivio de aire en al mitad del doblez
superior para impedir la acumulación de vacío o de aire. Cuando el bombeo es hacia arriba,
conviene tener una válvula cerca de la bomba para prevenir el flujo en reversa del concreto
durante el acoplamiento del equipo de limpieza o mientras se trabaja en la bomba.

En clima cálido, dar sombra o cubrir el tubo con material húmedo ayuda a disminuir la pérdida de
asentamiento y a minimizar la elevación de temperatura del concreto.

Es aconsejable el bombeo continuo porque si se detiene la bomba puede ser difícil, o imposible,
comenzar de nuevo a mover el concreto en la línea. Cuando ocurre una demora a causa del
retraso en la entrega del concreto, de reparaciones de la formaleta o de otros factores, hay que
desacelerar la bomba con el fin de mantener en movimiento al concreto y evitar así que ocurran
taponamientos. Si después de cierta demora el concreto no puede ser movido en la línea, será
necesario limpiar una o varias de las secciones de la tubería o toda completa y comenzar de
nuevo.

Cuando la formaleta está casi llena y hay suficiente concreto en la tubería para completar el
vaciado, se detiene la bomba y se introduce un raspatubos que al empujarlo a lo largo de la misma
con agua o aire a presión, sirve para limpiarla.

En el extremo de la línea por donde se efectúa el vaciado, se pueden tomar las muestras de
concreto requeridas para vigilar el efecto del bombeo sobre la calidad final del concreto que está
siendo colocado en la estructura. Se deben tomar, además, las muestras correspondientes en el
punto de entrega a la bomba. A veces conviene tomar periódicamente muestras adicionales del
concreto en los extremos de salida de la línea de bomba, para determinar si están ocurriendo
cambios en materia de asentamiento.

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