Sei sulla pagina 1di 5

ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA

DOCENTE MIGUEL ROSSO

FECHA: 18 de Abril de ESTUDIANTE: William G. Rincón León


2018
HORARIO: Noche GRUPO: 01
SEMESTRE: 2018-1 SEDE: Tagaste

LA ÉTICA UNA CONSTRUCCION SOCIAL DE LARGO ALCANCE

En el momento político y social del país, se pide a gritos una forma nueva de comportarse y

tomar acciones que no afecten al conjunto social en relación a prevalecer los interés

comunes sobre los particulares, es así, que nos indignamos cuando escuchamos en los

medios de comunicación que se han robado miles de millones de los proyectos

infraestructurales, atracadores que roban a pasajeros del Transmilenio en plena luz del día,

o los escándalos que se ventilan en los medios de comunicación frente a los fraudes

insólitos que ocurren en las tres ramas del poder público, en ese preciso momento, nos

exasperamos, nos da rabia de lo injusto que es la vida, sopesamos nuestros buenos actos

cotidianos frente a los comportamientos de aquellos que se comportan sin ética, hasta el

punto que se piensa que nos podemos complacer de un tanto de esos comportamientos en

nuestra vida, con una actitud de ambivalencia en las acciones y comportamientos diarios en

relación con la posibilidad de alcanzar nuestros intereses sin mayor esfuerzo, si tan solo nos

tocara una pequeña porción.

Es este un problema contemporáneo de un grupo homogéneo de personas que conviven en

un espacio común, con diferentes configuraciones históricas y particulares que actúan con
más o menos ética los unos de los otros, donde cada acción buena o mala afecta a su entorno

social en menor o mayor extensión en este mundo globalizado con un alto nivel de

conectividad entre las acciones, en consecuencia es necesario una revisión histórica de la

epistemología de la ética y su significado en este contexto para realizar una reflexión y

análisis que ayude plantear algunas ideas en el tejido social moderno de la globalización,

es así, que para Aristóteles la ética se manifiesta desde el texto (Abbagnano N., Visalberghi,

A. (1967) como “la actividad humana puede ser acción o producción: es acción la que

tiene su fin en sí misma; es producción la que tiene como fin el objeto producido”, es decir

que lo que hacemos se instala frente a nosotros como productos evaluados internamente

como buenas o malas acciones según nuestra voluntad, nuestro deseo de hacer el bien

convertido en acciones.

Estas acciones entran en juego siempre que las voluntades humanas están limitadas a

vivir con el otro en comunidad, ejerciendo un sentido de reciprocidad e igualdad y especial

reconocimiento del otro en tanto se ejerce actos de piedad, autoconciencia, perdón, amor,

tolerancia y respeto, que en ultimas es el ejercicio de nuestra práctica de los valores y

principios morales que se establecen socialmente para poder vivir en armonía con el otro,

en comunidad como lo sustenta Savater F. ( 1982) “ mantener una relación ética con los

otros en estar siempre dispuesto a concederles la palabra y a poner en palabras lo que

exigimos de ellos, lo que les ofrecemos o lo que les reprochamos” en últimas es la

despersonalización humana de nuestra voluntad al servicio de dar el bien con la práctica

de los valores establecidos socialmente.

El ejercicio de reflexiónar estas acciones morales en la sociedad, se le ha delegado

principalmente a la familia y la escuela, y a esta última, en la actualidad se le responsabiliza


con mayor vehemencia en los medios de comunicación, cuando las acciones inmorales

frecuentemente se asocia al nivel de estudios, la institución o el tipo de status de una

persona, creando el imaginario que las acciones correctas devienen de aquellos que pasan

por un sistema educativo, por una catedra de la ética profesional o una asignatura en el marco

religioso o normativo del comportamiento, y este imaginario se sigue perpetuando en la

actualidad en los sistemas educativos, cada vez se vinculan programas buscando la

integralidad del sujeto con un sentido amplio de lo ético, es el caso del plan decenal de

educación 2016 que propone en su visión “ Para el año 2026 y con el decidido concurso de

toda la sociedad como educadora, el Estado habrá tomado las medidas necesarias para que,

desde la primera infancia, los colombianos desarrollen pensamiento crítico, creatividad,

curiosidad, valores y actitudes éticas;… Se propenderá, además, por una formación integral

del ciudadano”.

En este orden, la educación es el motor de este cambio social utilizando únicamente el

sistema y modelo de formación en la escuela, con los instrumentos metodológicos

tradicionales para su enseñanza como: un currículo, las temáticas, algunos dilemas morales,

la mesa redonda y la evaluación, una asignatura más en el plan de estudios, donde el docente

de ética es el encargado de dirigir estos comportamientos, de hacer la voluntad de aquellos

que están formando en el marco de la ética utilitarista y globalización del mundo, que marca

esta época contemporánea, mi gozo y mi libertad como modelo de felicidad, para los otros

representado en una valoración cuantitativa, es así desde la perspectiva educativa, representa

que tanto soy ético como un resultado y no como una construcción diaria de sujeto en

relación reciproca con el otro, en cada relación que subyace entre pares de compañeros,
docentes, directores, señores de mantenimiento, señoras del aseo …etcétera, todos tratados

como iguales, con gran importancia imprimiendo los valores de amor y fraternidad.

Pensemos por un momento, si la formación en ética se transforma en acciones democráticas

cotidianas como eje transversal del sistema educativo, o pensar la evaluación no desde la

nota como lo afirma Garzón D.3 (2017) “Romper con la nota como asignación dada por el

docente se ha convertido en la apuesta de EL encanto de lo sencillo. La nota no deja de ser

autoritaria, la máxima muestra del poder escolar. Dejarla atrás, aunque es un salto al vacío,

es fundamental en la constitución de un sujeto autónomo y responsable, lo que no es posible

mediarlo es una evaluación o trabajo escrito, sino en las acciones concretas de la relación

con el otro.”.

Este tipo de propuestas democráticas frente a la formación ética, ayudaran a desarrollar

habilidades meta cognitivas y de autoconciencia del estudiante en sus acciones diarias en

relación a San Agustín a llegar a una interiorización de sus acciones como en esta idea (De

vera rel. 39,72) “no te desparrames, concéntrate en tu intimidad. La verdad reside en el

hombre interior.” una máxima para la praxis ética, por otro lado, la mediación pedagógica,

fundamentada en el contacto con diferentes contextos sociales como las comunidades

indígena, afrodescendientes, desplazados, personas en condición de vulnerabilidad de sus

derechos, reclusos… etcétera.

Este proceso iniciaría desde el reconocimiento de sí mismo y la propia familia, en los

primeros años escalando en cada año comunidades más complejas tendiendo una práctica

de trabajo social constante, de reconocimiento diario por pate del estudiante en acciones

reales mediadas con experiencias entre sujetos inmersos en comunidades porque ya lo decía
San Agustín del trabajo en comunidad (Regla de San Agustín, I.) “Todos tenían un solo

corazón y una sola alma, todo lo tenían en común y a cada uno se le daba según su

necesidad”. “Lo primero por lo que se han reunido en comunidad es para que vivan en la

casa unánimes, con una sola alma y un solo corazón hacia Dios”, es así, que el trabajo de

la formación ética no se exige principalmente desde la escuela en responsabilidad del

docente encargado de la asignatura de ética, es una práctica diaria con el otro, de

reconocimiento igualitario y autoconocimientos de mis posibilidades para ofrecerlas a la

comunidad próxima, que exige una preparación desde la infancia , en praxis, en contacto, en

servicio constante en ultimas una ética como una construcción social de largo alcance que

permea cada acción de nuestra cotidianidad.

Bibliografía:

1. (Abbagnano N., Visalberghi, A. (1967) Historia de la pedagogía.

2. Savater F. (1982). La ética.

3. Garzón D. (Junio de 2017). El encanto de lo sencillo. Revista Magisterio (86), (p 25)

4. De vera rel. (39,72).

5. Tobar Y. (2017). Plan nacional decenal de educación 2016-2026, (p.15)

Potrebbero piacerti anche