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Bolilla I.
Derecho subjetivo. Se alude a la prerrogativa (derecho) de la persona para exigir de los demás
un determinado comportamiento.
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S. XIX: el derecho subjetivo es un poder atribuido a la voluntad, para Savigny es un ámbito
en el que reina la voluntad de la persona.
Si bien la voluntad es elemento esencial en la dinámica no lo es en el aspecto estático (goce) que
se comprueban con la adquisición de derechos más allá de la voluntad del adquirente.
Von Ihering: el aspecto sustancial del derecho subjetivo radica en la utilidad que brinda al
hombre, afirma que los derechos son intereses jurídicamente protegidos, interés visto desde el
aspecto humano y no económico.
El derecho subjetivo es entonces la prerrogativa reconocida a la persona por el ordenamiento
jurídico para exigir un comportamiento ajeno tendiente a la satisfacción de intereses humanos.
Concepción Individualista: se basa en una filosofía del hombre según la cual éste encuentra
su razón de ser en el ser individual. En esta posición toda la sustancia humana se reduce a la
libertad y ésta es considerada como pura facultad. La libertad vale por encima de cualquier
realización que con ella se obtenga de fin alguno que la ordene.
Derecho público y privado. La clasificación más remota de las ramas del derecho se remonta al
derecho romano, que opone derecho público a derecho privado, basándose tal distinción en el
interés protegido por el derecho. El derecho público se refería al Estado y la cosa pública y el
derecho privado lo ateniente a la actividad de los particulares.
Gurvith y Radbruch han desarrollado una tesis donde hablan respectivamente de las relaciones
de subordinación cuando aluden al derecho público y relaciones de coordinación para referirse
al privado, el inconveniente que presenta ésta tesis es que deja de lado al derecho internacional
público. La postura actual es la que tiene en consideración la calidad de los sujetos de derecho:
si alude al Estado como poder público, es derecho público; si alude a los sujetos que realizan sus
actos sin soberanía política, es derecho privado.
a) Derecho constitucional: organiza los poderes, atribuciones y deberes del Estado en sí mismo
y en su relación con los gobernados.
b) Derecho administrativo: se encarga de la organización de la administración pública.
c) Derecho penal: determina la represión de los hechos que ponen en peligro la digan
subsistencia de la sociedad.
d) Derecho internacional público: rige las relaciones entre los Estados extranjeros.
e) Derecho eclesiástico: es el conjunto de norma que rigen las relaciones de la iglesia.
Derecho Privado:
a) Derecho civil: es el tronco común, es el fondo residual persistente luego de los diversos
desmembramientos.
b) Derecho comercial: rige las relaciones de los comerciantes y determina las consecuencias de
los actos de comercio.
c) Derecho de trabajo: rige las relaciones entre patrones y obreros.
d) Derecho agrario: rige las relaciones de la vecindad rural y resuelve las dificultades
provenientes de la explotación agricola-ganadera.
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Además debe mencionarse el derecho procesal que según Borda sería público o privado según el
procedimiento de que se trate, mientras que para Aruz Castex el procesal está fuera de tal
clasificación ya que ésta tiene sólo naturaleza meramente instrumental.
El derecho civil. La palabra civil proviene del latín “civile”. En Roma se diferenciaba el derecho
natural común a todos los hombres y el Ius Civile, derecho propio de los ciudadanos romanos,
este se refería al derecho vigente en Roma y abarcaba normas de derecho público y privado.
Evolución Histórica. Con la caída del Imperio Romano de Occidente y con la invasión de los
Germanos es que las normas del derecho público incluidas en el ius civil, perdieron vigencia
siendo sustituidas por normas germanas. De todas formas se reserva la denominación (ius civil)
para las normas de derecho privado, que seguían subsistiendo, entonces se identifica al derecho
civil con el derecho privado.
Es durante la edad Media que cobran vigencia los cánones e la Iglesia que regían las nuevas
relaciones suscitadas por la actividad propia de la Iglesia. En ese momento el derecho civil se
refería al derecho privado de origen romano, oponiéndose así al derecho canónigo que se
originaba en la jurisdicción reconocida a la Iglesia.
Ésta forma que incluía todo el derecho privado bajo el rótulo de derecho civil, no tuvo eco, ya
que a fines de la Edad Media los comerciantes dejaron de regirse por el ius civil para atenerse a
las normas consuetudinarias que serían el origen del derecho comercial.
En la Edad Moderna se produjo otro desmembramiento: el procedimiento ante los jueces dejó
de ajustarse al derecho civil con lo que queda formado el derecho procesal.
En la Edad Contemporánea también ocurrieron nuevas disgregaciones: las relaciones entre
patronos y obreros serán regidas por el derecho laboral. Más allá de tales disgregaciones el
derecho civil sigue siendo la disciplina fundamental ya que comprende todas las relaciones de
derecho privado que no están incluidas en un ordenamiento especial.
Además el derecho civil suministra a todas las demás ramas los lineamientos básicos de la
ciencia del derecho, como la teoría de las personas y actos jurídicos en general.
Papel actual frente a las demás ramas del derecho. El derecho civil se conecta con otras
disciplinas jurídicas, ya por una razón de orden histórica en cuanto al derecho civil ha sido
núcleo fundamental del cual se han ido separando los demás ordenamientos especiales, ya que
por esa unidad esencial del derecho se comunica a las diversas ramas entre sí.
Es muy grande la conexión del derecho civil con las demás ramas, porque aquel sigue siendo el
manantial inagotable donde acuden en busca de orientación a falta de una norma expresa o
implícita que contemple la situación. Esto revela que las otras ramas no tienen completa
autonomía, y siguen dependiendo en cierta medida del derecho civil, como se advierte en lo
dispuesto del Código de Comercio en el art. 1: “en los casos en que no están expresamente
regidos por éste código, se aplicarán las disposiciones del Código Civil”.
Especialmente estrecha es la relación entre el derecho civil y el derecho procesal, porque éste
último busca la efectividad de los derechos subjetivos mediante su adecuando reconocimiento
de justicia, se comprenden con cuidado con que habrán de organizarse las reglas procesales
para que resulten desvirtuados los derechos que las normas de fondo reconocen.
Por esa función que el derecho civil cumple respecto a las demás disciplinas jurídicas, es
también llamado derecho común.
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Dominio de aplicación del derecho civil. No obstante los desmembramientos ocurridos, el
derecho civil sigue siendo la disciplina fundamental con un enorme contenido residual, puesto
que comprende todas las relaciones jurídicas de derecho privado que no quedan incluidas en un
ordenamiento especial.
El derecho civil suministra a todas las demás ramas del derecho los lineamientos básicos de la
ciencia del derecho, tales como las teorías de las personas, de las cosas, de los hechos y actos
jurídicos en general, que son acogidas por aquellas otras disciplinas en todo cuanto no hubieran
sido modificadas especialmente.
Relación con la moral. No se puede hacer una separación radical de los ordenes jurídico y
moral, pero sí se puede efectuar su distinción. Moral y derecho difieren en cuanto a su objeto
formal, la moral rige la conducta humana en mira inmediata del bien de la persona individual; el
derecho la rige en vista del bien común. La moral encauza los actos humano hacia el bien, el
derecho los encausa inmediatamente a la obtención de bienes naturales y sólo mediata y
pasivamente al logro del bien. Moral y derecho comparten el mismo objeto material, la actividad
humana. Josserand, no distingue las fronteras de uno y otro orden, que según él no han existido
sino en la imaginación de los autores, pues el derecho no sería otra cosa que la moral social, la
moral en acción “la moral en la medida que es susceptible de coerción”. Por su parte Ripert, no
cree que halla una diferencia de naturaleza entre moral y derecho, pues entiende que éste aún
en sus partes más técnicas es siempre dominado por la ley moral. Velez Sarsfield no confundió
ambos ordenes, pero al elaborar las normas jurídicas siempre atendió a las directivas morales
para que aquellas no pudieran conspirar al desarraigo de éstas. Ello aparece con evidencia en el
tratamiento del contenido moral del acto jurídico, en la elevación a la categoría de valores
irreparables, que los particulares no pueden desconocer en sus convenciones, a los que hacen al
“orden público y buenas costumbres”, y en la regulación de la sanción de nulidad absoluta, con
todo lo que ello implica, que recae sobre los actos jurídicos violatorios de orden moral.
Respecto del acto jurídico de todas las menciones que contiene el art. 953, la más importante y
trascendente es la que se refiere a las buenas costumbres, estos es el contenido moral del acto
jurídico. El derecho es una disciplina de conducta al servicio del hombre, en la plenitud de su
vida y en la dignidad de su fines,. Por esto es que el derecho no autoriza no ampara los actos
contrarios a la moral, a los que esta misma disposición legal declara con una frase enfática:
“nulos como si no tuviesen objetos”.
2) Familia: Este derecho rige la organización de la sociedad primaria en que el hombre nace y se
desenvuelve y define dentro de la comunidad familiar el estado de cada uno de sus miembros.
Se divide en:
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a) Matrimonio: Normas de celebración, efectos en cuanto a las personas y los bienes, sanción,
disolución.
b) Filiación: Legitima, extramatrimonial, adoptiva.
c) Parentesco.
d) Patria Potestad, Tutela y Curatela.
3- Derecho subjetivo: Son prerrogativas, facultades que las normas jurídicas reconoces a las
personas para que puedan satisfacer sus necesidades y exigir de las demás personas un
determinado comportamiento. Ejemplo: el acreedor tiene el derecho subjetivo de exigir el pago
de la deuda al deudor. Para Llambias es la facultad reconocida por el ordenamiento jurídico para
exigir de los demás un determinado comportamiento.
1) SUJETO:
A) Sujetos activo: es la persona que puede ejercer la prerrogativa (derecho) a que ella se
refiere. Si hablamos de derecho de propiedad, el sujeto activo es quien puede usar , gozar,
disponer de la cosa y exigir de la sociedad el respeto de su derecho.
B) Sujeto pasivo: es quien soporta de manera inmediata el ejercicio de la prerrogativa del
titular. Si se trata de una obligación de dar una cosa el sujeto pasivo es el deudor, y es el que
debe entregar la cosa al acreedor.
Los derechos llamados absolutos carecen de sujeto pasivo individualizado ya que se ejercen
erga omnes, es decir contra cualquiera que se oponga a su ejercicio, es lo que sucede con los
derechos reales de dominio. En estas relaciones jurídicas, que corresponden a derechos
absolutos, el sujeto pasivo es toda la sociedad mientras que en las otras relaciones jurídicas
además de un sujeto pasivo universal hay uno individualizado.
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3) CAUSA: Es el hecho del cual deriva. En el caso del ejemplo anterior del derecho de
propiedad la causa puede haberse originado en un contrato de compraventa o de una disposición
testamentaria, En esos ejemplos como la relación jurídica reconoce su origen en un hecho que la
antecede es decir, en la causa de la relación jurídica. Desde el punto de vista del titular o
sujeto activo como dueño de la facultad o poder, se considera a las relaciones jurídicas como
derechos subjetivos. Los derechos subjetivos se dividen en políticos y civiles; los primeros son
inherentes al titular por su condición de ciudadanos, mientras que los civiles son los que le
pertenecen al titular por su condición de habitante, son las garantías establecidas en la
constitución nacional (art. 14 a 20).
Teoría del abuso del derecho antes y después de la reforma del 1968. Para ésta
concepción es necesario distinguir entre uso y abuso de los derechos. Tiene la intención de
afirmar los derechos subjetivos ya que de su reconocimiento depende la dignidad humana, pero
estos derechos pueden apartarse de la justicia o del fin por el cual fueron reconocidos, y se
usan para aplastar o explotar a los demás. Esta teoría es un principio regulador de los derechos
subjetivos que extiende su influencia a todo el orden jurídico, es decir, que aunque haya
diversos criterios para determinar cundo hay abuso de un derecho subjetivo hay total
coincidencia en la afirmación de la validez de ésta teoría:
a) Criterio Subjetivo:
b) Criterio Objetivos:
c) Criterio Mixto: considera que es imposible elaborar una noción del abuso aplicable a toda
clase de derecho, liberando la determinación de esto a la apreciación judicial en cada caso. Para
este criterio solo se requiere la intención de perjudicar en algunas situaciones o la culpa más o
menos grave y aún la ausencia de un motivo legítimo en otras situaciones, los tribunales sobran
en cada caso hacer la aplicación adecuada. Antes de la ley 17711 se hacía referencia al art. 35
de la Constitución del año 1949: “los abusos de derechos y garantías constitucionales que
perjudique a la humanidad o que lleven a cualquier forma de explotación del hombre por el
hombre, configuran delitos que serán castigados por las leyes”. Esta constitución fue suprimida
por el gobierno de facto de 1955. La ley 17711 sienta el principio general en el art. 1071: “el
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ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede
constituir como ilícito ningún acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se
considerará tal al que contraríe los fines que aquella tuvo en mira al reconocerlos o al que
exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres”.
Para ésta ley hay abuso cuando se ejerce un derecho contrariando el objeto de su institución y
además subordina el ejercicio de un derecho a la moral.
1º) El abuso configura un acto ilícito y comprende la responsabilidad del titular del derecho
exortándolo al resarcimiento del daño.
2º) El abuso es una causa legítima de paralización del derecho. Mediante acción judicial se
procederá para que el titular cese en el ejercicio irregular, o bien deducir la excepción que
permita bloquear el intento abusivo de tal derecho.
a) La ley. (concepto)
Supletorias: en principio el orden jurídico concede a las partes la regulación de sus relaciones
jurídicas, no obstante, la ley prevee el caso en que las partes no regulen específicamente esas
relaciones con normas supletorias. Es decir que las partes pueden dar a sus convenciones el
contenido que deseen (siempre que no se vea afectado el orden público, la moral o las buenas
costumbres) y para el caso de silencio u omisión en algún aspecto especifico por parte de las
interesados existen normas supletorias a las cuales recurrir.
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b) La costumbre.
Son conductas que se repiten ante similares circunstancias con convicción de obligatoriedad.
Debe existir un sentido común que una a todas las circunstancias que son costumbre. Es al
primer fuente del derecho en la historia. En el derecho primitivo antes de aparecer la
legislación, las costumbres eran las fuentes básicas del derecho.
La costumbre como fuente es la costumbre jurídica, es repetición de costumbre e interferencia
intersubjetiva, tiene como finalidad la creación de una norma consuetudinaria.
Costumbre según la ley: (secendum legen) costumbre jurídica como fuente de derecho para
que la ley se remita a la conducta
Costumbre más allá de la ley: (piraster legen) cuando no hay ninguna ley para solucionar el
caso, el juez utiliza la costumbre.
Costumbre contra la ley: (contra legen) lo que prescriben las costumbres es diferente a la
ley.
- Desuetudo: es la derogación o anulación de la ley por la costumbre, pero a la ley sólo puede
derogarla otra ley, por lo tanto, sería la pérdida de vigencia de una ley por una costumbre
violatoria que prevalece.
- Costumbre derogatoria: es la costumbre que deroga una ley que alguna vez tuvo vigencia.
- Costumbre abrogatoria: costumbre que esta en contra de la ley desde su principio, la ley nunca
entra en vigencia, nunca se cumple.
1º D.Constitucional. La Constitución no tiene porque tener necesariamente una fuente legal sino
que puede emanar de una fuente consuetudinaria. En nuestra Constitución prevalece la fuente
legal sobre las consuetudinarias, no obstante tenemos algunas instituciones de origen
consuetudinarias como la derogación consuetudinarias de algunos textos constitucionales. Ej: la
municipalidad puede ser una ley consuetudinaria.
2º D.Civil. Excluye a la costumbre. Art. 17. Cod. Civil: “las leyes no pueden ser derogadas en
todo o en parte sino por otra ley. El uso, la costumbre no pueden crear derecho, sino cuando las
leyes se refieran a ellos”. Más allá del texto legal, la realidad nos muestra que hay instituciones
civiles consuetudinarias, es decir, regulados por la conducta, por ejemplo: los contratos de
servicio doméstico, a veces están en contra de lo legal.
3º D.Penal. Utiliza a al costumbre como fuente. Pero hay que mantenerse al margen del
principio, “no hay crimen ni pena sin ley previa”, porque esta es un obstáculo para formar la
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costumbre incriminatoria. No existe nada que se oponga a al formación de una conducta sobre el
apoyo de los juristas a la ley considerada esta como única fuente del Derecho Penal.
4º D.Comercial. En nuestro derecho las costumbres ocupan la máxima importancia en esta rama.
El Código Comercial las considera específicamente como fuente del derecho y se remite a ella
en lo que se refiere a interpretar la voluntad de las partes.
c) La jurisprudencia. (concepto).
Etimológicamente es la Ciencia del Derecho. Para Ulpiano era el conocimiento de las cosas
divinas y humanas, la ciencia de lo justo e injusto. Actualmente se refiere a los fallos judiciales
que sirven de precedente a futuros pronunciamientos. Se discute si la jurisprudencia debe ser
considerada como fuente formal e independiente del derecho. Desde el punto de vista lógico,
para la dogma tradicional, el juez no hace otra cosa que aplicar e interpretar la ley, nunca crea
derecho. Sin embargo, en la practica, la jurisprudencia es una fuente rica de norma. Los
profesionales (abogados) recurren a los repertorios de la jurisprudencia para dar solución
objetiva a sus casos. Se diferencia con la costumbre ya que ésta nace de la comunidad y la
jurisprudencia, en cambio, es elaborada por los órganos jurisdiccionales.
Doctrina Inglesa: en Inglaterra se designa jurisprudencia a al Ciencia del Derecho o a la
Filosofía del Derecho.
Como fuente del derecho: jurisprudencia es el conjunto de fallos y sentencias que dictan los
jueces (sentido amplio) y más específicamente es el conjunto de fallos concordantes sobre un
mismo asunto.
Clasificación.
d) La doctrina. (Concepto).
Es el saber de los juristas, es el conjunto de opiniones de los juristas sobre un caso o una
materia. No es posible desconocerle a la doctrina el carácter de fuente, puesto que es invocada
por los jueces para fundar en ella la fuerza de convicción objetiva de los fallos. Según la
clasificación de fuente, la doctrina sería una fuente formal ya que no solamente suministra un
género en el cual analizar el caso sino que denota una valoración vigente. No obstante, debe
admitirse que la doctrina de la obligatoriedad propia de la ley y la costumbre y en la que
participa en cierta medida la jurisprudencia. En aquellas fuentes el sentido general que goza de
acatamiento comunitario, está directamente dado en la comunidad (costumbre) o en sus órganos
(ley y jurisprudencia). El juez accede voluntariamente a al doctrina para encontrar el sentido
objetivo del caso, señala en ella la intersubjetividad necesaria pero no se encuentra constreñido
a ello por la comunidad.
Importancia en la actualidad.
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En nuestro país la doctrina no es obligatoria, vale conforme al prestigio e importancia que tiene
el autor. Es invocada por los jueces para fundar con ella la fuerza de convicción de sus fallos,
puede decirse que no es fuente formal aunque influye en las decisiones de los juristas u órganos
del Estado. Se atribuye a los jurisconsultos la elevada misión de elaborar conceptos generales
que ayudan al juez a capturar jurídicamente los casos concretos y además de revisarlos a
renovarlos de acuerdo con las exigencias de los hechos. La doctrina de los juristas es
fundamental cuando se trata de cuestiones que no han sido previstas en los Códigos.
Otras fuentes.
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(donde se ha adoptado la lesión enorme como causa de nulidad de los actos jurídicos) ambos
según ley 17711.
5- Sistema de las fuentes en el derecho argentino: En nuestro país, por el sistema federal
adoptado por la constitución conviven dos ordenes jurídicos yuxtapuestos, el nacional y el
provincial. Para evitar conflictos entre los dos ordenes, la constitución nacional deslinda las
competencias propias de cada uno.
Bases constitucionales; leyes nacionales y provinciales; códigos nacionales: En la cima de la
jerarquía de leyes esta la constitución nacional, todas las leyes deben ajustarse a ella; y las
constituciones provinciales deben garantizar el sistema representativo republicano (articulo 5
de la C.N.)
Los decretos reglamentarios son los que dicta el presidente de la nación en la capital federal, o
los gobernadores para facilitar y precisar el cumplimiento de las leyes, las ordenanzas
municipales y los edictos de policía hacen efectivas las funciones que les competen a los
municipios o policía. La constitución nacional en el art. 67 inciso 11 reserva como atributo del
congreso nacional, dictar los códigos civil, comercial, penal, de minería y del trabajo y seguridad
social (que no esta hecho); manteniendo la legislación básica heredada de España. La reforma
constitucional del 60 aclaro que la aplicación de esos códigos correspondía tanto a los tribunales
nacionales como provinciales según que las cosas o personas cayeran bajo sus respectivas
jurisdicciones, se ha interpretado que corresponde a las provincias dictar los códigos de
procedimientos.
Las fuentes en materia civil: La principal fuente de manifestación del derecho civil es el
código civil, es decir, lo que establezcan explícita y implícitamente sus normas, es por ello que el
articulo 22 CC dispone: “lo que esta dicho explícitamente o implícitamente” en ningún articulo de
este código, no puede tener fuerza de ley en el derecho civil, aunque anteriormente una
disposición semejante hubiera estado en vigor, sea por un a ley general, sea por una especial.
Este articulo determina en el campo del derecho civil toda la derogación del derecho español y
de las leyes nacionales desde 1810, como también de las costumbres vigentes hasta la sanción
del código civil. Pero no es la única fuente del derecho civil, lo que veremos en el siguiente
articulo: “Los jueces no pueden dejar de juzgar bajo el pretexto de silencio, oscuridad o
insuficiencia de las leyes” art. 15 CC. Como vemos deben recurrir a otras fuentes que son las
indicadas por el art. 16 CC: “Si una cuestión civil no puede resolverse ni por las palabras, ni por
el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas; y si aun la cuestión fuere
dudosa, se resolverá por los principios generales del derecho, teniendo en consideración las
circunstancias del caso”. Acerca de los principios generales del derecho, Buso discute, y para el
son los fundamentales del derecho positivo, de la legislación positiva, que no están aun escritos.
Para Borda son principios superiores de justicia, radicados fuera del derecho positivo (se trata
del derecho natural). Art. 17: “Los usos y costumbres no pueden crear derecho sino cuando una
norma se refiere a ellos o en situaciones no regladas legalmente” (texto según ley 17711).
El anterior artículo solo reconocía como fuente la costumbre, según la ley, en cambio esta
reforma admite la costumbre mas allá de la ley.
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Cuando se produjo el descubrimiento de América y su posterior colonización, los conquistadores
Europeos trajeron con ellos los elementos de su propia civilización y por consiguiente su
ordenamiento jurídico. En el Virreinato del Río de La Plata y luego de la independencia, en las
Provincias Unidas del Río de La Plata, la legislación Española existente en 1810, continuó en
vigencia hasta su derogación por el Código Civil, a partir del 1 de enero del 1871.
Hasta entonces rigió en nuestro país la Nueva Recopilación de 1567, que contiene leyes
provenientes del fuero real, del ordenamiento de Alcalá, del ordenamiento de Montalvo y de las
Leyes de Toro. Por lo demás, las antiguas leyes quedaron subsistentes, conforme al siguiente
orden de prelación:
1) Nuevas Recopilaciones.
2) Fuero Real.
3) Fuero Juzgo.
4) Fuero de Castilla.
5) Las Partidas.
Pero es de notar que por el prestigio que tenía adquirido este último cuerpo de leyes y por el
mayor conocimiento que tenían los jueces y abogados sobre éste, el derecho que se aplicaba
ordinariamente era el contenido en las Leyes de Partida.
En cuanto a la novísima recopilación de 1805, no tuvo aplicación entre nosotros porque la
emancipación vivida desde 1810, ocurrió antes de que se comunicara aquella compilación.
La recopilación de las leyes de India (1680) tuvo escasa aplicación en el orden del derecho civil,
porque su contenido era substancialmente de derecho público.
Algunas características de las legislaciones pueden ser:
a) Falta de unidad. Los códigos y recopilaciones se sucedían unos a otros sin derogarse.
b) Confusión e inseguridad respecto del derecho aplicable.
c) Falta de garantía en la organización de justicia.
Génesis y sanción del código. Después de 50 años de vida independiente, era necesaria la
codificación de las leyes Civiles, pues el país, en una etapa de crecimiento en todos los ordenes,
no podía quedar sujeto a la incertidumbre de una legislación española muy antigua y casi
desconocida. En 1824 Las Heras, designa dos comisiones, una para redactar el Código de
Comercio y la otra el Código Militar. A pesar de esto, nunca se hicieron. En 1831 la legislatura
de Buenos Aires adopta como suyo el Código de Comercio Español de 1829, designando una
comisión para que lo reformara convenientemente.
En 1852, luego de Caseros, Urquiza crea una comisión de 14 miembros, presidido por Juan
García de Cossio, para proyectar los códigos: Civil, Penal, Comercial y de Procedimiento. El
redactor en la subcomisión fue Velez Sarsfield. Pero ese mismo año, Buenos Aires se separa de
la confederación, lo que impide que esa labor tenga éxito.
En 1853, el 1 de Mayo, se sanciona la Constitución Nacional, redactada en Santa fe, en el texto
se ve la preocupación porque el país tuviera una adecuada codificación de su Derecho de Fondo,
lo vemos en el art. 67 inc.11 (hoy inc.12) y en el art. 24. En 1854 por ley número 12, promulgada
por Urquiza y propiciada por el senador Zubiría de Córdoba, esta ley autoriza al Poder Ejecutivo
a nombrar una comisión que proyectara los códigos, pero por razones financieras se tuvo que
postergar esta iniciativa. En la Prov. De Buenos Aires, se sanciona una ley (1857) por la que se
autoriza al Poder Ejecutivo a invertir fondos para la redacción de los códigos: Civil, Criminal y
de Procedimiento.
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Un ensayo sobre el Código Civil se frustró, no así sobre el Código de Comercio, que fue
encargado a Velez Sarsfield y Acevedo, quienes al poco tiempo lo terminaron y se envió a la
legislatura en junio de 1857. Fue aprobado gracias al empeño de Sarmiento. Dos años después se
convierte en el Código de Comercio del Estado de Buenos Aires. En el año 1862 fue adoptado
por la Nación y substancialmente modificado en 1889. En 1863, el Congreso sanciona la ley nro.
36, por iniciativa del diputado Cabral (Corrientes), por esa ley se autoriza al Poder Ejecutivo a
nombrar comisiones encargadas de redactar los proyectos del Código Civil, Penal, de Minería y
de las Ordenanzas del Ejercito. Estas comisiones eran pluripersonales, pero el presidente Mitre
encargó por decreto a Velez Sarsfield redactar el Proyecto del Código Civil. Luego de que
Mitre la encargara a Velez Sarsfield tal tarea, éste se puso a trabajar con su habitual
tenacidad. No tuvo colaboradores en la redacción, si fue ayudado por de la Plaza, Diaz de Vivar
y por su hijo, quienes fueron encargados de pasar en limpio sus borradores.
A medida que culminaban los libros, los remitió al Poder Ejecutivo quien los mandaba a imprimir
y repartir al Congreso y juristas. El Libro I, fue terminado en 1865; las secciones I y II del
Libro II (sobre obligaciones, hechos y actos jurídicos) fueron terminadas en 1866; la sección
III del Libro II (sobre contratos) fue terminada en 1867; el Libro III (sobre hechos reales)
fue terminada en 1868; el Libro IV (sucesiones, privilegios y prescripciones) fue terminado en
1869. Con eso se termina el Código Civil, en cuatro años y dos meses.
El derecho Romano como fuente: influye sobre todo el derecho privado de nuestro tiempo y es
donde se han originado casi todas las instituciones actuales. Su mayor influencia la vemos en la
regulación de los Derechos Patrimoniales, sobre todo en la teoría de las obligaciones; es
sensiblemente menor la importancia dentro del Derecho de Familia, (sobre todo por nuestra
religión Católica) igual que en las ramas de reciente aplicación como el Derecho Comercial,
Procesal, Laboral, etc. Finalmente en el derecho Público los rastros del derecho Romano están
casi totalmente perdidos.
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- Como fuente indirecta de Código: lo vemos a través de los romanistas que admiraba y
frecuentaba Velez Sarsfield,como la fueron Vimmio, Heinecio, Cujas y Pothier; pero el más
importante fue el romanista alemán Savigny por medio de su obra llamada “Sistema de Derecho
Romano Actual”.
- Como fuente directa del Código: fue prácticamente nula porque ninguna disposición del
Código fue extraída directamente del Corpus Iuris Civilis o de algún pasaje romano.
El derecho patrio como fuente: la legislación nacional en el campo del derecho Privado fue
escasa aunque no dejaron de tener su influencia como se observa en el art. 3572, donde se
reconoce vocación hereditaria al cónyuge con exclusión de los parientes colaterales del ausente;
éste art. tiene su antecedente en la ley de 1857 de Buenos Aires.
Usos y costumbres como fuentes: fueron siempre tenidos en cuenta por el codificador sobre
todo en lo referente a la organización de la familia; si bien es cierto que el art. 17 quita a la
costumbre de todo valor.
El Código de Napoleon y sus comentarios como fuente: influyó sobre toda América. En
nuestro código como fuente directa gravita por la versión de varias de sus disposiciones,
Segovia luego de su estudio, calculó que 145 artículos de nuestro código han sido copiados del
texto francés; como fuente indirecta por medio de los comentaristas frecuentados por Velez
Sarsfield, encontramos a Aubry y Rau quienes en 1838 publicaron un manual que fue casi una
aducción a la obra de Zachariac (jurisconsulto alemán), pero en ediciones posteriores se fue
modificando a tal punto que llega a ser obra maestra de la doctrina francesa. La tercera edición
fue la que más consultó Velez sarsfield, de donde extrajo varios pasajes convertidos en
artículos. Segovia calcula que fueron unos 700 artículos, otro comentarista fue Troplong que
suministró 50 artículos relativos a la sucesión testamentaria y derechos Reales; otro fue
Demolombre de donde Velez Sarsfield toma 52 artículos; de Chabot toma 18 artículos y de
Sacharía toma 70 artículos.
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Otras fuentes.
Derecho canónico: Llambias coloca al derecho canónico a la altura de las otras fuentes. Es el
conjunto de las reglas que rigen a la iglesia Católica, las fuentes formales de éste derecho son
tres: las sagradas escrituras; los derechos de los concilios y la Constitución, bulas u otros
documentos emanados del Papa, así como también las costumbres no desaprobadas por el código
Canónico de 1917. Durante la Edad media y Moderna se entendió como materias del derecho
Canónico al matrimonio, testamentos, juramentos, actos referentes al estado civil y su registro,
etc.; luego de la Revolución francesa se pierde la armonía entre el poder espiritual y el terrenal,
éste último adoptó como propias aquellas materias que eran material mixta, así paralelamente al
matrimonio religioso crea el matrimonio civil, quitando al primero toda eficacia en el orden
temporal; este proceso de secularización estaba en pleno curso cuando se sanciona nuestro
código. Velez Sarsfield adoptó los registros públicos que se crearan en las municipalidades (art.
80 C.C), en lo referente a la prueba del estado civil; pero en cambio en materia de matrimonio lo
dejó bajo la jurisdicción de la iglesia, esto se debió al respeto de Velez Sarsfield por la religión
y por las costumbres (así lo explicó en la nota del art. 167).
A los 20 años de la sanción del Código civil se dio la institución del matrimonio civil.
Otros códigos: el Código chileno redactado por bello y sancionado en 1855 tiene una belleza
literaria, similar al francés; Velez Sarsfield compuso bajo su influencia 170 artículos.
El Código de Luisiana del cual extrajo 52 artículos.
El Código Ruso que fue mas bien una consolidación de leyes, de la que Velez Sarsfield extrajo 13
artículos para el Libro II.
El Código de Estado de Nueva York que brindó 4 artículos.
Proyectos: De Goyena del año 1851, cuando España pugnaba por lograr su codificación y
entregar a Goyena el proyecto del Código Civil Español, consta de 3.000 artículos que siguen
fielmente la línea del Código Francés. Velez Sarsfield extrae 300 artículos.
De Acevedo, autor del proyecto del Código Civil Uruguayo de 1851, consta de 2.309 art. de los
cuales Velez Sarfield extrajo 27 y aprovechó varias notas.
Velez Sarsfield admite la importancia del método y así lo dice en la nota de remisión de uno de
los libros del código, donde expresa la dificultad que le trajo la búsqueda del mismo. Luego de
considerar el método de las Institutas de Justiniano que siguió Bello, manifestó haber seguido
el de la consolidación de las leyes de Freitas que reconoce su origen en Savigny.
El código civil originariamente constaba de 4051 artículos. Luego de la ley 17711 tiene 4044 ya
que derogo 20 y sanciono 13. El código se inicia con dos Rótulos Preliminares: el primero trata
de las leyes y contiene la teoría general de la ley; el segundo se refiere al modo de contar los
intervalos del Derecho; el rotulo con el cual finaliza el Código, que es un rotulo complementario
se ocupa de disposiciones transitorias para resolver cuestiones suscitadas por la
implementación de la nueva legislación.
Consta de cuatro libros:
Libro I: De las personas (30 al 494)
Sección 1: de las personas en general
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Sección 2: de la familia, denominado por Velez Sarsfield como de los derechos personales en la
relación de familia. El Rotulo 1 del matrimonio fue derogado por ley 2393.
Libro II: De los derechos personales en las relaciones civiles (495 al 2310)
Sección 1: de las obligaciones en general.
Sección 2: de los derechos y actos jurídicos que producen la adquisición, modificación,
transferencia o extinción de los derechos y obligaciones.
Sección 3: de las obligaciones que nacen de los contratos (1137 al 2310)
Libro III: De los derechos reales (2311 al 3261)
Libro IV: De los derechos reales y personales (2312 al 4043)
Titulo Preliminar: sin Transmisión de los Derechos en general (bastante criticado)
Sección 1: de la transmisión de los derechos por la muerte de las personas a quienes
corresponde (sucesiones mortis causa)
Sección 2: concurrencia de los derechos reales y personales (privilegios y Derecho de
Retención)
Sección 3: de la adquisición y perdida de los derechos reales personales por el transcurso del
tiempo (se trata de las prescripciones)
Titulo Complementario: De la aplicación de las leyes civiles.
Principales reformas: Desde su sanción el Código Civil ha sido objeto de reformas parciales.
En orden cronológico son:
A) Ley de erratas: Fue ordenada por ley 527 y contiene una lista con 24 correcciones
denominadas erratas y que se crean para adecuar la edición de Nueva York a la de Buenos Aires.
Las correcciones fueran hechas por Victorino de la Plaza y el Dr. Prado, nombrados por el Poder
Ejecutivo, quien en 1871 declaro oficial la edición de Buenos Aires, para después por ley 527
declarar oficial la edición de Nueva York con las 24 erratas (agosto de 1872).
B) Ley 1196 (agosto de 1882): introdujo enmiendas de orden gramática y reformas de fondo en
los artículos:
325: los hijos naturales tienen acción para pedir ser reconocidos por el padre o madre, o para
que el juez los declare tales, cuando los padres negasen que son hijos suyos, admitiéndose en la
investigación todas las pruebas que se admiten para probar los hechos y que concurran a
demostrar la filiación maternal. No habiendo posesión de estado, este Derecho solo puede ser
usado por los hijos durante la vida de sus padres.
356: en el caso de que el viudo o viuda sea llamado a la sucesión en concurrencia con
descendientes, no tendrá el cónyuge sobreviviente, parte alguna en la división de los bienes que
correspondiesen al cónyuge muerto, a rotulo de gananciales del matrimonio con el referido viudo
o viuda.
Los proyectos de la reforma integral: Los cambios que se han producido desde la sanción del
código sugieren la conveniencia de encarar la reforma integral del código de Velez Sarsfield y
dotar al paso de un instrumento legal adaptado a las necesidades actuales y a la elaboración
científica que la ciencia jurídica ha logrado, especialmente en el presente siglo.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla II.
Entre la interpretación judicial y doctrinaria existe una diferencia de sensibilidad, los jueces
pueden caer en un empirismo por estar tratando siempre con casos particulares, los juristas
pueden pecar de racionalistas por apartarse un poco de la vida del hombre y sus fines, la
verdadera interpretación es la que combina el respeto de los principios fundamentales con la
exigencias vitales del hombre.
Elementos de la interpretación.
Según De Ruggerio los elementos que constituyen el proceso interpretativo son cuatro:
1) Elemento Gramatical: es el que hace referencia al art. 16 C.C. al indicar “las palabras
de la ley” como el primer modo de aproximación al conocimiento de la norma. Se dirige a indagar
la significación de las palabras que viene formulando el precepto.
Es así, que cuando una palabra tenga diversas significaciones habrá que asignarle la más
apropiada para que no se desconecte de las demás. Generalmente la palabra tiene un sentido
técnico diverso del vulgar, y es por regla general que se refiere al primero ya que se presume
que el legislador se expresa en términos técnicos.
Es así, que cuando el C.C. hace referencia al régimen de las cosas muebles no se refiere a las
cosas que componen una casa sino a las que se pueden trasladar de un lugar a otro.
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2) Elemento Lógico: cuando el elemento gramatical es insuficiente se acude a la
investigación lógica de la norma que intenta la reconstrucción del pensamiento del legislador,
indagando los fines a que tiende y la ocasión en que se dictó la norma, alcanzándose el espíritu
de la ley, a este es al que se refiere en segundo término el art. 16 C.C. este proceso lógico
tiende a reconstruir el pensamiento y la voluntad del legislador que según la escuela clásica
francesa, es la voluntad y el pensamiento del autor de la norma. Por ello el interprete debe
investigar las fuentes legislativas, discusiones parlamentarias, etc. En suma el elemento lógico
que indaga el espíritu de la norma que se interpreta, se define, por el fin social al cual queda
destinado el sentido de la norma.
3) Elemento Histórico: contribuye al adecuando significado de la norma. Para ello se debe
acudir a la historia de las instituciones, a los precedentes inmediatos y más próximos, a los
mediatos y remotos. Es aquí que se manifiesta en todo su valor el método de Savigny o de la
escuela histórica.
4) Elemento Sociológico: proviene de los datos sociales. Como la vida social se
transforma constantemente, en la interpretación hay que tener en cuenta todos los factores
sociales.
Escuela de la Exégesis. Agrupó en el siglo XIX a los principales civilistas franceses, ejerciendo
en todo el mundo un dominio incrontrastable.
Su doctrina se caracterizaba por cuatro rasgos distintivos:
1) El culto al texto de la ley o fetichismo de la ley escrita: es el aspecto fundamental de
esta escuela. La preocupación del jurista debe ser el derecho positivo que se identifica con la
ley escrita. El estudio del derecho debe partir de los textos del respectivo código y situarse en
el campo de acción del mismo. Pues como ha dicho Laurent “los códigos no dejan nada librado al
interprete, el derecho está hecho, no existe incertidumbre”, o como decía Bugnet “no conozco
el derecho civil, sólo enseño el Código de Napoleon.
2) La sumisión a la intención del legislador: suele suceder que los textos no hablan por si
mismos y que sean susceptibles de dos o más sentidos. La exégesis no tolera libertad en el
interprete, para ella un texto vale únicamente por la intención del legislador.
3) El carácter estatista: esta escuela tiene un carácter extremadamente estatista. Se
coloca por la vía del culto extremo a la intención del legislador, el derecho no es sino lo que el
Estado quiere que sea. Algunos autores proclamaban la infalibilidad del legislador diciendo que
no había nada sobrante en la ley, y que no debía excluirse con el pretexto de no estar de
acuerdo con la equidad natural.
4) La supremacía del argumento de autoridad: esta fue una de las escuelas que tuvo
mayor respeto por los precedentes y por los jurisconsultos prestigiosos. Ésta entregada en
algunos maestros, no fue lo mejor para ésta escuela, ya que contribuyó a estacionar su doctrina.
1) Método Exegetico Puro: reduce la exposición y elaboración del derecho, con ello en realidad
no se hace ciencia sino más bien glosa.
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2) Método Dogmático: considera que el material de la ciencia jurídica está dado por los
redactores del código exclusivamente. De modo que el jurisconsulto queda limitado en sus
investigaciones y obligado a situarse en el conjunto de las reglas dictadas.
Los autores siguen fieles a la intención del legislador, estudiando el material legislativo según
sea establecido por un tratamiento científico que les permita crear principios no expresados de
manera taxativa por el legislador. Así por un procedimiento inductivo se remontan de las
soluciones particulares al principio general que las explica, obteniendo así otras aplicaciones
particulares que son las construcciones jurídicas (teoría del patrimonio o teoría del acto
jurídico)
3) Método Ecléctico: es seguido por aquellos que exponen al derecho según el orden de los
libros, secciones, títulos y capítulos del código, alterando el orden de los artículos incluidos por
el método dogmático.
Escuelas modernas.
1º) La ley como fuente principal del derecho, es la base de todo sistema jurídico. La ley tiene
una doble función: adaptarse a las exigencias del momento de su sanción, respondiendo a las
necesidades que la han hecho nacer y adaptarse a las exigencias del porvenir.
2º) La ley para cumplir su función, debe ser interpretada con un método científico y los textos
deben ser tomados como expresión o revelación de las necesidades sociales que han dado lugar
a su sanción; y al transformarse las necesidades sociales también surgen nuevos sistemas
jurídicos, es por ello que se le denomina “método histórico” ya que los textos siguen la evolución
de las necesidades sociales y económicas.
Escuela del derecho libre. Procura la emancipación del juez respecto de la norma legal, es un
movimiento de reacción contra le escuela clásica. Se caracteriza por:
1º) Rechazo de la suficiencia absoluta de la ley y de la interpretación jurídica elaborada sobre
esta base.
2º) Las amplias atribuciones que le otorga al juez, a quien asigna funciones de legislador o de
autoridad administrativa.
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Teoría de la hermenéutica. Se denomina así al conjunto de principios que debe tomar en cuenta
el interprete para una adecuada interpretación de la norma jurídica. Si bien esos principios
aluden a la ley, también valen para las restantes fuentes formales del derecho.
Una cuestión previa es conocer la fuente de la teoría de la hermenéutica y si los principios de
tal teoría pueden ser establecidos imperativamente por el legislador. Esta teoría se elabora por
la doctrina y la jurisprudencia a la que corresponde elaborar el derecho y promover su
desarrollo. En suma la teoría de la hermenéutica es la expresión de la ciencia jurídica que debe
ser respetada por su conformidad con los principios científicos y no por su articulación en un
texto legal.
Reglas de código (art. 16). Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni por
el espíritu de la ley se atenderá a los principios de leyes análogas, y si aún la cuestión fuere
dudosa se resolverá por los principios generales del derecho teniendo en consideración los
circunstancias del caso. Las reglas de interpretación y aplicación de la ley establecidas por el
método tradicional están consagradas en este artículo. El principio de analogía constituye un
procedimiento interpretativo al que se recurre cuando no se halla una norma aplicable al caso. La
analogía consiste en buscar las condiciones del mismo principio en otras hipótesis a las que se lo
aplica por vía deductiva. Lo esencial para el funcionamiento de la analogía consiste en que el caso
no normado tenga elementos comunes al previsto por la norma. La jurisprudencia en distintos
casos ha aplicado la analogía para resolver lo concerniente a la tenencia de los hijos de
matrimonios separados. Los principios generales del derecho: en caso de falta de norma jurídica
positiva el interprete debe acudir a las fuentes reales del derecho, es decir, a los principios
generales a los que hace referencia el art. 16. Para una primera tendencia sería los principios
fundamentales de la legislación positiva. Por otra parte según Borda no se avanza nada sobre el
espíritu de la ley al que hace alusión el art. 16, ya que le parece que al sentar el codificador la
doctrina de consulta a los principios generales del derecho ha querido dar una solución para
todo caso que no encontrase respuesta en la ley. Otros consideran que se trataría de principios
superiores de justicia, radicados fuera del derecho positivo (derecho natural). Para Velez la
aplicación del derecho natural se hará considerando las circunstancias del caso.
3- Efectos de la ley.
a) Respecto de las personas: art.1- las leyes son obligatorias para todos los que habitan el
territorio de la república, sean ciudadanos o extranjeros, domiciliados o transeúntes.
b) Con respecto al tiempo: son tres las cuestiones involucradas en este tema: desde cuando rige
la ley, hasta cuando rige la ley, y como afecta la ley a las situaciones existentes al tiempo de su
sanción.
Vigencia de la ley: efectuada su publicación entra en vigor a partir de la fecha que determine
su texto. Art. 2 C.C. reformado por ley 16504: “las leyes no son obligatorias sino después de su
publicación y desde el día que determine, sino determinan tiempo, serán obligatorias después de
los ocho días siguientes al de su publicación oficial”. En los proyectos de reforma se adoptó el
sistema de uniformidad considerando a todo el país como un solo distrito, de manera que la ley
entre en vigor simultáneamente en todo el territorio.
Derogación de la ley: en principio las leyes se sancionan para regir indefinidamente, pero se
pueden derogar en forma parcial o total. La derogación es expresa cuando una nueva ley dispone
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de manera expresa la cesación de la anterior. Es tácita cuando resulta de la incompatibilidad
existente entre la nueva ley y la anterior, esta incompatibilidad debe ser absoluta.
Caducidad de la ley: independientemente de su derogación por la sanción de una nueva ley,
puede extinguirse la fuerza de una ley sea, por una costumbre contraria a la ley o por haberse
dado un cambio radical de las circunstancias tenidas en cuanta por el legislador. En el 1º caso se
deroga una norma legal por una consuetudinaria ulterior. En el 2º caso la caducidad está
impuesta por los modernos principios de interpretación jurídica.
Aplicación inmediata, retroactiva y diferida.
Art. 3.según ley 17711: “a partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplicarán aún a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes. No tienen efecto
retroactivo, sean o no de orden público, salvo disposición en contrario. La retroactividad
establecida por la ley en ningún caso podrá afectar derechos amparados por garantías
constitucionales. A los contratos en curso de ejecución no son aplicables las nuevas leyes
supletorias”. El nuevo texto afirma rotundamente la irretroactividad de la ley al expresar que
ella “no tiene efecto retroactivo”. Pero al hacer esta afirmación indica la salvedad de la
disposición en contrario, con la cual aclara que este principio, no obliga al legislador sino al
interprete, pues siempre puede el Poder Legislativo dictar normas retroactivas, en tanto no
halla ocurrido el consumo jurídico. Afirma también este articulo que la retroactividad
establecida por la ley en ningún caso podrá afectar derechos amparados por garantías
constitucionales. Es una prevención innecesaria, porque el legislador carece de atribuciones
constitucionales para desconocer los derechos garantidos por la CN. Así, si llegara a dictarse
una ley retroactiva o irretroactiva, que lesionara tales derechos seria declarada
inconstitucional por el PJ.
Conceptos:
Relación jurídica: Es la vinculación entre personas autorizada por el derecho, que les impone un
cierto comportamiento de carácter peculiar, particular y esencialmente variable (ej: la
obligación nacida de un contrato).
Situación Jurídica: Es un modo permanente y objetivo de estar alguien con respecto a otro, que
habilita a aquel o titular para el ejercicio indefinido de poderes o prerrogativas mientras tal
situación subsista. Las consecuencias son las derivaciones de hecho que reconocen su causa
eficiente en tal relación o situación jurídica.
Fundamentos del Principio de irretroactividad:
A) El legislador es dueño de sujetar a un cierto comportamiento la conducta presente o futura
de los hombres, pero no es dueño de cambiar lo pasado, que ocurrió de conformidad al régimen
legal imperante.
B) Si no obstante el legislador se arrogara al poder de gobernar el pasado, o modificar lo ya
acontecido que era legitimo, por ser conforme a derecho se caería en la más horrible
inseguridad jurídica. En este sentido este principio protege la pacifica subsistencia de la
sociedad humana.
Vinculación del principio con la Garantía Constitucional de la propiedad: Este principio pasa a ser
una exigencia constitucional entre dos hipótesis:
A) Cuando la aplicación retroactiva de la ley redundara en menoscabo de la propiedad particular
que esta protegida por el art. 17 CN.
B) Cuando se tratara de leyes penales, no pueden tener aplicación retroactiva por el art. 18 CN.
Criterios para determinar cuando una ley es retroactiva: Podemos adoptar tres variantes:
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1) Postura de Velez: Para el una ley es retroactiva cuando afecta derechos adquiridos y no lo es
cuando priva al sujeto de derechos en expectativas o de meras facultades.
2) Posturas modernas:
a) Savigny sostiene que hay dos categorías de leyes: las referentes a la adquisición de derecho,
que no deben ser retroactivas y las leyes que conciernen a la existencia o inexistencia de una
institución jurídica.
b) Tesis de los hechos cumplidos: La nueva ley no puede regir los hechos cumplidos con
anterioridad a su sanción. Si el hecho estaba en transe de realización no concluido cae bajo la
nueva ley. Las dudas se aparecen cuando ya no se trata de apreciar el hecho en si mismo sino sus
consecuencias. Para Planiol las consecuencias anteriores se rigen por la ley anterior y las nuevas
por la ley nueva.
c) Llambias: El principio de irretroactividad solo importa una directiva para los jueces, de ahí la
necesidad de entrar en el examen del mismo para saber cuando poder ellos aplicar una nueva ley
a hechos acontecidos después pero originados antes, sin incurrir en aplicación retroactiva de la
norma, lo que le esta vedado. De ahí también la necesidad de conocer los limites de aquel
principio es decir, cuando cesa la virtualidad de su directiva. Hay que resolver dos cuestiones:
- Consumo jurídico: Los hechos pasados que han agotado la vitalidad que les es propia, no
pueden ser alcanzados por la nueva ley y si se los afectara se incurriría en retroactividad.
- Limites del Principio de irretroactividad: Ha de resolverse en pura teoría por la aplicación de
los criterios clásicos.
3) Postura adoptada por la ley 17711: Es lo expresado en el art. 3. Nos falta aplicar de este
articulo su ultima parte “...a los contratos en curso de ejecución no son aplicables las nuevas
leyes supletorias”, significa que algunas leyes continúan rigiendo después de haber sido
derogadas, es un caso en que la vigencia de la ley se prolonga mas allá de su vida. Este tiene sus
desventajas:
A) Desemboca en una dualidad de régimen, así los contenidos anteriores al 1 – 7- 68 se rigen
por el código del Velez Sarsfield y los posteriores por el nuevo articulo.
B) Trae como consecuencia inseguridad, la noción de las leyes imperativas y supletorias no es
suficiente para discriminar si son o no retroactivas.
Por todo eso hubiera sido preferible al efecto inmediato de la ley nueva, y no da lugar a esto lo
que se denomina efecto diferido de dicha ley, cuya vigencia resulta postergada por la
prolongación de la eficacia de una ley derogada. Tiene ese efecto la nueva dispersión de los
artículos 509 y 1204.
Imperativas: Son las leyes que prevalecen sobre cualquier acuerdo de voluntades de las
personas sujetas a ellas, deben cumplirse aun cuando ambas partes prefieran no hacerlo. En
algunos casos asumen forma de mandatos o de prohibiciones.
Supletorias: Son aquellas que pueden ser modificadas o derogadas por las partes bajo un
acuerdo común. Son numerosas en materia de contratos.
Solo tienen validez en el caso en que las partes no hallan dispuesto nada sobre ciertas
consecuencias que no hallan previsto, de ahí que se llaman supletorias. También son denominadas
interpretativas porque el legislador procura interpretar lo que hubieran establecido los
contratantes. Si de ello no están de acuerdo, pueden dejarlo sin efecto disponiendo otra cosa.
Si bien son numerosas, se acentúa el intervencionismo estatal en esferas antes libradas a la
voluntad de las partes. Si el legislador no expresa el carácter de la norma, si es imperativa o
supletoria, el interprete debe tener en cuenta la finalidad y contenido de la misma; el art. 21
sostiene: “Las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes cuya observancia
están interesadas al orden publico y buenas costumbres”. Art. 19: “Para renunciarse a los
derechos conferidos por las leyes con tal que solo miren el interés individual y que no este
prohibida su renuncia, si la norma se ha establecido en atención a intereses de las partes , solo
se ha querido reglar relaciones particulares, serán consideradas supletorias.
Es difícil formular una definición de orden público ya que son varias las opiniones vertidas por
diferentes autores. Salvat: la noción de orden público resulta de un conjunto de principios de
orden superior, políticos, económicos, morales y algunas veces religiosos , a los cuales una
sociedad considera estrictamente vinculados a la existencia y la conservación de organización
social establecida. Por ejemplo la separación de los distintos poderes que ejerce el gobierno, la
libertad individual, la propiedad, etc.
Arauz Castex: la noción de orden público no tiene n contenido concreto y contante, no hay leyes
de orden público por si mismas. Lo que cuadra es hacer una estimación o balance, en términos de
justicia, controlando el contrato, el derecho adquirido o la conducta basada en el extranjero con
la ley para apreciar cual es el factor cuya aplicación arroja un resultado más valioso (más justo).
Borda: en torna a este problema este autor ha asumido una posición muy particular. La noción
clásica del orden público es fundamentalmente equivoca: una cuestión es de orden público
cuando responde a un interés general (colectivo), por oposición a las cuestiones de derecho
privado, en la que sólo juega un interés particular. Toda ley imperativa es de orden público. En
conclusión las leyes imperativas y leyes de orden público, son conceptos sinónimos.
Llambias: orden público es el conjunto de principios fundamentales en que se cimienta la
organización social.
La dificultad proviene de la misma materia del orden público que obsta a la elaboración de un
concepto preciso y definido del mismo, pero no impide su existencia en cada Estado o país como
ese núcleo de principios fundamentales de la organización social.
Importancia práctica: desde el punto de vista práctico tiene una gran importancia por su
incidencia respecto del funcionamiento de la autonomía de la voluntad de los particulares y de la
aplicabilidad extraterritorial de la ley extrajera.
Orden público y leyes extranjeras: el art. 14 indica cuales son los casos y situaciones en que
está prohibido la aplicación extraterritorial de la ley, por ejemplo cuando se oponga al derecho
público criminal, o a la moral y buenas costumbres, o a la religión católica, o que fuera
incompatible con la legislación del C.C., etc. Estos casos son aplicaciones del principio del orden
público, toda vez que la ley extranjera lesione una institución fundamental de la organización
social, como por ejemplo la familia, es inaplicable aunque no está encuadrado en el art. 14.
Orden público y retroactividad de la ley: el art. 5, derogado por ley 17711, decía: “ninguna
persona pude tener derechos irrevocablemente adquiridos contra una ley de orden público”, es
decir, afirmaba una excepción al principio de irretroactividad. Sin embargo, la Suprema Corte
fiel a sus principios de que las leyes no pueden afectar derechos adquiridos de orden
patrimonial, ha declarado que ni siquiera las leyes de orden público pueden lesionarlos ya que
están amparados por el art. 17 de la C.N.
La ley 17711 modifica el art. 3 y sostiene que las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no
de orden público, salvo disposición en contrario. Es decir que una ley por ser de orden público no
es retroactiva a menos que lo disponga expresamente.
5- Modos de contar los intervalos del derecho. Todas las acciones humanas están
encuadradas en el tiempo, es por ello que el C.C. fija ciertas normas referentes al transcurso de
los plazos (art. 23 al 29). Según el art. 29 las disposiciones de los art. anteriores serán
aplicables a todos los plazos señalados por las leyes, por los jueces o por las partes en los actos
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jurídicos, siempre que en las leyes o esos actos no se disponga de otro modo. Esto significa que
tienen un carácter meramente supletorio, es decir, que los particulares pueden dejar de lado
esas prescripciones, estableciendo que el plazo dado al deudor se contara por el calendario
juliano y no por el adoptado por el codificador.
Calendario gregoriano: el art. 23 establece para el computa de los plazos el calendario
gregoriano (Gregorio XIII, 1582). El calendario juliano (implantado por julio cesar) asignaba al
año una duración de 365 días y seis horas, que cada cuatro años formaban un día en el año
bisiesto, pero la duración del año solar por los equinoccios se fue corriendo hasta llegar a la
diferencia de diez días, por ello el Papa Gregorio determinó que los años de fin de siglo
perdieran su carácter normal de bisiestos, salvo que tuvieran una cifra (sin contar los ceros)
divisible por cuatro.
Por la aplicación de esta reforma se logró una aproximación del calendario civil con el
calendario solar.
En la actualidad todos los países excepto Rusia se rigen por este calendario.
Plazos de días: art. 24: “el día es el intervalo entero que corre de media noche a media noche; y
los plazos de días no se contarán de momento a momento ni por horas, sino desde la media noche
en que termina el día de su fecha”. Ej: si se constituye una obligación a diez días el 15 del enero,
el primer días del plazo es el 16 y el último el 25 a las 14 horas.
Plazos de meses y años: art. 25: “los plazos de mes o meses, de año o años, terminarán el día que
los respectivos meses tengan el mismo número de días de su fecha. Así un plazo que principie el
15 de n mes, terminará el 15 del mes correspondiente cualquiera sea el número de días que
tengan los meses o años”.
Art. 26: “si el mes en que ha de principiar un plazo de meses o años constare de más días que el
mes en que ha de terminar el plazo, y si el plazo corriese desde alguno de los días en que el
primero de dichos meses exceda el segundo, el último día del plazo será el último día de ese
segundo mes”. Ej: una obligación constituido el 31 de octubre, con plazo de cuatro meses vence
el 28 o 29 de febrero según el caso.
Continuidad de los plazos: art. 27: “todos los plazos sabrán continuos y completos debiendo
siempre continuar en la medianoche del último día; y así los actos que deban ejecutarse en o
dentro de cierto plazo, valen si se ejecutan antes de la medianoche en que se termina el último
día del plazo”. Esta regla sienta un principio general, sin perjuicio de las modificaciones del
mismo que pueden establecer otras disposiciones legales con respecto de instituciones
particulares.
Feriados: en un principio los feriados integran los días del plazo que se completan en forma
corrida, salvo que se exprese lo contrario. Esto la determina el art. 28.
Plazos de horas: como el Código no prevée que el plazo pueda ser por horas se ha dado una
solución a este posible problema:
a) cuando el lapsus de horas no corresponde a días completos habrá que entender que las partes
han querido que el plazo venciera con la última hora del plazo, sin esperar a la hora 24 del día
del vencimiento.
Autor: Roman
Derecho Civil I
Bolilla 3.
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1- Personas: concepto. Según el artículo 30 del Código Civil, “son personas todos aquellos entes
susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones”.
2- Personas de existencia visible. “ todos los entes que presenten signos característicos de
humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes, son personas de existencia visible ” (art.
51).
Comienzo: en nuestro derecho se reconoce la existencia de la personalidad humana desde la
concepción del ser en el claustro (art. 70).
Diversos criterios.
Velez: adapta el derecho a la realidad biológica. Pues desde que ha comenzado a existir el
nuevo ser, por la fecundación del óvulo materno, es innegable que se está en presencia de un
individuo de la especie humana que existe antes del nacimiento.
Freitas: se adapta el sistema de derecho romano. Considera la existencia de la persona
desde el día de su nacimiento. Velez acepta este punto de vista y adelanta el momento inicial de
la vida humana hasta cubrir el período de la concepción
Orgaz: este autor alude al hombre después del nacimiento, es decir, cuando ha adquirido vida
individual y autónoma. Orgaz entiende que el sujeto debe ser autónomo de otro cualquiera. “es
indudable que la vida humana comienza con la concepción, pero otra cosa es establecer desde
cuando existe persona humana: desde la concepción hay “vida” humana, pero sólo desde el
nacimiento hay “persona”.
Legislación comparada: el derecho extranjero ha seguido fiel a las tradiciones romanas y
continúa considerando que el comienzo de la personalidad humana tiene lugar en el momento del
nacimiento.
Personas por nacer. “son personas por nacer las que no habiendo nacido están concebidas en el
seno materno” (art. 63).
Condición jurídica.
Nacimiento. Es, en sentido directo, salir del vientre materno, el nacimiento habrá quedado
consumado cuando el concebido halla sido sacado del claustro materno y quede separado de la
madre. La ley no distingue si el nacimiento ha sido espontáneo o por operación quirúrgica (art.
71).
Nacimiento sin vida: hay una mayor influencia en las relaciones jurídicas, ya que aniquila
retroactivamente la personalidad del concebido y desvanece los derechos constituidos en
cabeza suya.
(“Si muriesen antes de estar completamente separados del seno materno, serán considerados
como si no hubieran existido”). Art. 74.
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Nacimiento con vida: tiene interés jurídico ya que desaparece el peligro que amenazaba los
derechos de la persona por nacer, los cuales resultan consolidados por ese hecho.
Presunción de vida: “en caso de duda de si hubieran nacido o no con vida, se presume que
nacieron vivos, incumbiendo la prueba que alegare lo contrario” (art. 75).
Prueba sobre la muerte: a quien pretenda desvirtuar la presunción de la vida sentada por el
art. 75, le incumbe acreditar que la criatura nació muerta. En la actualidad hay medios certeros
para establecer éste hecho, pues si el tejido pulmonar no flotaba en el agua es porque nunca
alcanzó a respirar, e indirectamente con ello se prueba que no nació vivo. Inversamente si el
tejido pulmonar sobrenada, es porque la criatura ha respirado con lo que se configura la
presunción de vida sentada por la ley. Por ésta prueba se deja sin efecto lo que dice el art. 73.
Nacimiento de varios hijos en un solo parto: más halla de las teorías biológicas sobre la
prioridad del origen de los mellizos, engendrados en óvulos distintos (no aplicables a gemelos), la
ley no efectúa distinción y los considera a todos de la misma edad. Así lo determina el art. 88.
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Temas de la bioética que preocupan al Derecho.
Clonación: consiste en reproducir un ser vivo a partir del núcleo de una célula no sexual y un
óvulo femenino desnuclearizado. El nuevo ser será idéntico al que aportó el núcleo. En nuestro
país existe un absoluto vacío legislativo al respecto, pero son de aplicación los tratados
internacionales de derechos humanos contemplados en la constitución nacional y los códigos
Civil y Penal.
Ablación y transplante: regulado por la ley 24193 que indica que el transplante sólo puede
ser autorizado por cónyuges y familiares directos, esto tiene el fin de evitar cualquier tipo de
maniobra no moral, como puede ser la compraventa de órganos.
Fecundación asistida: es la fecundación que necesita asistencia médica para efectuar el
proceso de reproducción humana. Puede ser Intrauterino o Extrauterino, Homologa (el material
es de la pareja) o Heteróloga (el material es aportado por un tercero). Importa al derecho por
las siguientes cuestiones: a) comienzo de la existencia de la persona; b) condición jurídica de los
embriones crioconservados; c) responsabilidades por daños genéticos; d) posibilidad de
gestación de parejas homosexuales; e) fecundación post-mortem, f) determinación de la
filiación en fecundación heteróloga, etc. No existe en nuestro país una legislación al respecto.
Los grandes problemas jurídicos que esto plantea son principalmente la filiación y la herencia.
Casos de anancefalia: implica la ausencia de los hemisferios neuronales y de la estructura
ósea del cráneo, se presenta entre los 17 y 23 días de gestación. En estos casos se recomienda
inducir al parto ya que el feto no tiene expectativa de vida. En la mayoría de los casos la justicia
resuelve a favor de ésta práctica.
Negativa a determinado tratamiento médico: incurre normalmente por cuestiones religiosas.
En estos casos la justicia resuelve que se respete la voluntad del paciente basándose en la
libertad de culto, las convicciones íntimas de una persona y la posibilidad de que los individuos
puedan aceptar o rechazar libremente toda interferencia en el ámbito de su intimidad corporal.
Todo ello teniendo en cuenta que se trata de pacientes con posibilidades físicas, psíquicas y
jurídicas para expresar su voluntad.
La bioética para Van R. Potter “es la disciplina del conocimiento biológico aplicado a la mejor
calidad de vida”.
Para Retca “es el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las Ciencias de la vida
y la atención de la salud, en tanto que dicha conducta es examinada a la ley de los principios y
los valores morales”.
La palabra bioética deriva del griego Bios (vida) y Ethike (moral). La bioética comprende tres
planos:
1- Microética: relación médico-paciente, secreto profesional, etc.
2- Mesobioética: son todas las intervenciones biomédicas desde el nacimiento hasta la muerte.
3- Macrobioética: comprende todos los temas relacionados a la vida y la humanidad.
Beneficencia: este está relacionado con la labor de los médicos y está unido a los conceptos
filosóficos de “no dañar” y de “hacer el bien” que resumen el principio de “no maleficencia”
(hacer el mayor bien con el menor daño posible) y trata de la relación médico-paciente.
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Autonomía: los tiempos modernos han reconocido el rol activo del paciente en la práctica
médica, la opinión del mismo siempre debe ser tenida en cuenta y a ella refiere el principio de
autonomía. Ante una enfermedad el médico debe diagnosticar correctamente e indicar todos los
tratamientos posibles con los riesgos y beneficios de cada uno (beneficencia), entonces el
paciente decidirá por alguna de éstas prácticas (autonomía).
Justicia: en la practica médica no sólo están presentes el médico y el paciente, sino que
juegan un papel importante una gran cantidad de personas e intereses, lo que puede generar
conflictos. La medicina está, sin dudas, inserta en una sociedad y para evitar esos conflictos
existe el principio de justicia. Dentro de la bioética, entonces, deben coexistir tres agentes
morales (médico, paciente, sociedad) que defienden tres principios éticos distintos
(beneficencia, autonomía y justicia). Para lograr un equilibrio entre éstos interviene el Derecho,
el cual tratar de establecer los mínimos morales o ética mínima que implique una obligatoriedad
objetivamente exigible a todos los miembros de la sociedad.
Los comités de ética o bioética. Son organismos multidisciplinarios que en muchos casos actúan
en las cuestiones que no tienen solución explícita legal o cuando la misma ley requiere su
consulta. Su misión verdadera es informar, explicar y analizar todos los aspectos del asunto
desde el plano científico, jurídico, ético y moral.
4- Derechos de la personalidad. Son los derechos innatos del hombre cuya privación
importaría el aniquilamiento de su personalidad.
Naturaleza jurídica. Existe una controversia entre los que opinan que no constituyen derechos
subjetivos, sino que importan presupuestos jurídicos de la personalidad y los que opinan que se
trata de derechos subjetivos de contenido peculiar. Entre los primeros (no subjetivos) se
encuentra Orgaz, quien dice que los derechos de la personalidad no son derechos subjetivos
porque falta en ellos un “deber jurídico” en correspondencia a la prerrogativa del titular, así
como también un objeto sobre el que pueda recaer la prerrogativa del sujeto, que en ésta
situación no podría distinguirse del mismo sujeto. Además, tales pretendidos derechos de la
personalidad no son susceptibles de adquisición, modificación, transferencia o extinción, lo cual
sería demostrativo de que no constituyen verdaderos derechos subjetivos, sino bienes
personales tutelados por el derecho objetivo. Asimismo, la opinión mayoritaria considera que
éstos derechos son efectivos derechos subjetivos. Borda, establece que poseen un deber
jurídico que pesa sobre todos los integrantes de la sociedad. En cuanto a la falta de objeto,
observa que si bien idealmente el honor, la libertad, la integridad física, deben integrar la
personalidad humana, pueden darse casos de que una persona se vea privada de ellos, son por
consiguientes separables del sujeto y en cuanto elementos separados pueden constituir el
objeto de una derecho.
Derecho a la vida: este está protegido por disposiciones diversas que ofrecen integrar una
tutela de carácter público, independiente de la voluntad de los individuos. Art. 21
Principales disposiciones.
- Las que castigan el aborto y lo incriminan penalmente (art. 85 C.P.)
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- Las que sancionan el homicidio aun cuando fuere con el consentimiento de la víctima o por
motivo de una piedad mal entendida (eutanasia, art. 79 y subsiguientes de C.P.)
- Las que acuerdan prestaciones alimentarias a favor de parientes y aún de las personas por
nacer (art. 367 y subsiguientes C.C).
- Las referentes al trabajo de las mujeres embarazadas o con criaturas de pecho (art. 13, 14 y
15 de la ley 11357).
Los tribunales han admitido que la vida humana tiene por sí un valor económico indemnizable con
arreglo a las circunstancias relacionadas con la víctima y sus parientes, para cuya aplicación
tiene el arbitrio judicial un amplio margen.
El cuerpo humano como objeto de actos jurídicos. Orgaz advierte que el cuerpo de una persona
es una cosa viva, no una cosa susceptible de apreciación económica. Por esto, son nulos los actos
jurídicos que tengan por objeto el cuerpo humano o partes de no separadas del mismo, aunque
se trate de partes susceptibles de renovación, como es el caso de la sangre, leche materna,
cabellos, etc. Estas últimas partes pueden ser objetos de una acto jurídico con el
consentimiento de la persona.
El cadáver: este no puede ser tratado como una “cosa” , ni ser objeto de actos jurídicos. Su
destino debe ser el que halla señalado la persona antes de morir, siempre que no contradiga las
buenas costumbres. El cadáver no integra herencia, pero los parientes pueden disponer del
mismo (en carácter de parientes, no de herederos) siempre que se respeten las convicciones
religiosas del difunto.
Derecho a la libertad: la libertad de las personas es protegida y asegurada por normas del
derecho público y del privado.
-Derecho publico:
1) La Constitución Nacional ampara ampliamente la libertad personal (art. 14, 15, 17 a 19. 2).
2) El C.P. considera delito la reducción de una persona a servidumbre o a otra condición análoga,
así como la privación de la libertad personal y la violación de domicilio (art. 140 y subs. Art. 150
y subs).
- Derecho privado:
1) Los art. 910 y 911 C.C. prohiben la restricción ilegítima de la libertad ajena.
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2) El art. 953 C.C. declara sin valor los actos jurídicos que tengan por objeto hechos que se
opongan a la libertad de las acciones o de la conciencia.
3) El art. 531 C.C. prohibe y por consiguiente anula los pactos si están condicionados (no son de
expresa voluntad de las partes) los pactos a que refiere son: a) habitar siempre un lugar
determinado o permitir la elección de domicilio a un tercero; b) mudar o no de religión; c)
casarse con determinada persona o no casarse; d) vivir célibe perpetua o temporariamente o no
casarse con determinada persona o divorciarse.
4) El art. 1087 C.C. prevée el delito contra la libertad individual y establece como se medirá la
indemnización correspondiente.
Finalmente se ha resuelto que en los delitos contra la libertad individual, es también
indemnizable el daño moral.
Derecho al honor y la integridad moral: protegido por normas de carácter penal que
resguardan al honor y el buen nombre de las personas incriminando las calumnias, las injurias y
las acciones contra la honestidad y el pudor (art. 109, 110, 118 y subs del C.P.) y también por
normas del derecho civil que obligan al resarcimiento de los daños y perjuicios que se causen con
tales hechos (art. 1077 a 1079, 1088 a 1090 1109 C.C y art. 109 ley 2393 derogada, aplicable
art. 225 C.C.).
Derecho de privacidad: la ley 21173 dispuso la intercalación en el C.C. del art. 1071 bis que
trata sobre la violación de la privacidad en todos sus aspectos obligando al causante a cesar
tales actos, indemnizar al perjudicado e incluso éste puede pedir la publicación de la sentencia
en un diario o periódico del lugar si esto contribuyera para una adecuada reparación.
Caracteres.
a- Necesario: toda persona debe tener un nombre.
b- Unico: nadie puede tener mas de una designación.
c- Inalienable: no es susceptible de enajenación ni de renuncia.
d- Imprescriptible: tampoco puede ganarse o perderse por el transcurso del tiempo.
e- Inembargable: ídem inalienable.
f- Inmutable: nadie puede cambiar voluntariamente su denominación.
g- Indivisible: la persona tiene el derecho y el deber de llevar un mismo nombre frente a
todos.
Régimen legal. En nuestro país el nombre era de origen consuetudinario con una mínima parte
de origen legal. Pero el 10 de junio de 1969 se sanciona la ley 18248 que ha plasmado
jurisprudencia sobre el tema, desde entonces el régimen del nombre deja de tener base
consuetudinaria para pasar a ser estrictamente legal.
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Nombre individual: es el elemento individual del nombre que sirve para distinguir a la persona
dentro de su familia. Esta materia esta regida por la ley 18248 que indica entre otras cosas,
que la elección del nombre en principio es discrecional, es decir, que el derecho a elegir el
nombre se ejercerá libremente (art. 3º de la ley 18248) con la salvedad de que no podrán
inscribirse:
1- Los nombres extravagantes, ridículos, contrarios a las costumbres, que signifique tendencias
políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto del sexo de la persona a quien se
impone.
2- Los nombre extranjeros, salvo los castellanizados, o cuando se trata de los nombres de los
padres del inscripto si fuesen de fácil pronunciación. Queda exceptuado de esta prohibición el
nombre que se quisiera imponer a los hijos de los funcionarios o empleados extranjeros de las
representaciones diplomáticas a consulados acreditados en nuestro país.
3- Los apellidos como nombres.
4- Primeros nombres idénticos a los de los hermanos vivos.
5- Mas de tres nombres.
El apellido: es la designación común a todos los miembros de una misma familia que vinculado al
nombre de PILA determina la identificación del individuo.
La adquisición del apellido puede ser originaria (cuando se vincula a la filiación del individuo) o
derivada (cuando tiene lugar por el cambio de estado civil del individuo)
Adquisición originaria.
Filiación legitima: el hijo concebido dentro del matrimonio tiene obligatoriamente el apellido
del padre, al que puede agregar facultativamente el apellido de la madre, solicitándolo ante el
registro civil desde los 18 años (art. 4º 18248).
Filiación extramaonial: el hijo extramatrimonial tiene el apellido del padre o de la madre que
loo ha reconocido espontanea o forzadamente por la admisión de una acción de filiación. Art. 5º
ley 18348 “el hijo extramatrimonial reconocido por uno solo de sus progenitores adquiere su
apellido” “si es reconocido por ambos adopta el apellido del padre. Si el reconocimiento del
padre fuese posterior al de la madre podrá con autorización judicial mantenerse el apellido de
la madre (...) si la madre fuese viuda el hijo llevará su apellido de soltera”.
Filiación desconocida: cuando se ignora la filiación del hijo, no se puede seguir las reglas
anteriores, entonces el articulo 6º de la ley 18248, impone al funcionario el deber de atribuir al
denunciado “un apellido común”, a menos “que hubiese usado apellido, en cuyo caso se le
impondrá este”. “si hubiera reconocimiento posterior se sustituirá por el del progenitor”; “toda
persona mayor de 18 años que careciere de apellido podrá pedir ante el registro civil la
inscripción del que hubiese usado”.
Filiación adoptiva: la adquisición del apellido del adoptante se produce en el mismo momento
en el que la adopción se consuma. El régimen del apellido del adoptado depende de que si la
adopción es Plena o Simple.
-Plena: borra la filiación del adoptado e inserta a este en la familia del adoptante, con los mismo
derechos y deberes que los hijos legítimos. (Ley de adopción 19134). Si el adoptante es un varón
en cualquier condición civil el adoptado llevara el apellido de este. Si el adoptante es mujer se
debe diferenciar de acuerdo a:
-soltera: su apellido pasa a ser del adoptado.
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-casada: el apellido adquiere el apellido del marido, si este se opone el adoptado llevara el
apellido de --soltera, salvo que existen causas justificadas para imponerle el de casada.
-viuda: como esta conserva el apellido del marido, el adoptado llevara el apellido del difunto.
-divorciada: si pese al divorcio la mujer conserva el apellido de casada, este será el que lleve el
adoptado. Si por vía de sanción lo a perdido, entonces el adoptado llevara el apellido del
adoptante.
-Simple: deja subsistir el parentesco de sangre del adoptado, a esto hace referencia el art. 23
de la ley 19134: “ la adopción simple impone al adoptado el apellido del adoptante pero aquel
podrá agregar el suyo propio. La viuda adoptante podrá solicitar que se imponga al adoptado el
apellido de su esposo premuerto”. Él podrá agregar su apellido de sangre luego de cumplido los
18 años.
Adquisición derivada.
Sobrenombre y Seudónimo.
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Sobrenombre: es la denominación familiar que suele darse a las personas y que no sale del
circulo de sus íntimos, pero prácticamente carece de importancia para el derecho.
Seudónimo: no debe confundirse con el sobrenombre, ya que a diferencia de aquel tiene
importancia jurídica. El seudónimo es una denominación ficticia para identificar cierta actividad
de la persona que desea dejar de lado su propio nombre y personalidad, como suele ocurrir con
actividades teatrales o televisivas. La ley 18248 ha otorgado amplia protección al titular del
seudónimo: “cuando el seudónimo hubiese adquirido notoriedad, goza de la tutela del nombre”.
(art. 23 ley 18248).
En tales actividades el seudónimo se considera sustituto del nombre civil y es utilizado en las
relaciones sociales y en las manifestaciones de la actividad profesional.
1- Por la sola voluntad del creador que se apropiara de él, por el uso.
2- Se obtiene luego de una larga posesión del mismo.
3- Por la notoriedad que puede brindar su portador.
Prueba de la titularidad del seudónimo: el titular verá facilitada la prueba de su derecho con la
inscripción del seudónimo el Registro de la Propiedad Intelectual, con lo que adquiere la
propiedad del mismo. (art. 3 ley 11723 de Propiedad intelectual).
Comparación del seudónimo con el nombre: el nombre es un atributo de la personalidad, por lo
tanto es necesario, inalienable, imprescriptible e inmutable. Mientras que el seudónimo no es
reflejo constante de la personalidad y por lo tanto no posee las características del nombre. De
todas maneras como se asemeja al nombre, en conexión a la profesión de la persona, recibe así
análoga protección del ordenamiento jurídico, por lo que el titular podrá ejercer en su defensa
las acciones que correspondan.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla 4.
1- Capacidad. (concepto). Es la aptitud de la persona para ser titular o actuar en las relaciones
jurídicas. Es un atributo de la personalidad y por lo tanto no puede faltar en el individuo, aunque
nunca se encuentra plena e intacta, es decir, oscila en grados sin falta nunca ya que si ello
ocurriera sería contradictoria de la personalidad.
Especies.
Capacidad de hecho: aptitud de las personas naturales para actuar por si mismas en la vida
civil (obrar, ejercitar). Dinámica.
Capacidad de derecho: aptitud de las personas para ser titular de relaciones jurídicas (goce,
titularidad). Estática.
Caracteres.
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a) Es susceptible de grados: puede tener menor o mayor extensión en orden al bien común,
admite innumerables modulaciones.
b) Es un principio general: una vez sentado por los artículos 52 y 53 C.C. queda agotado por sí,
sólo habrá de referirse el Código a las excepciones.
c) Incapacidad: es la limitación excepcional de la capacidad que emana siempre de la ley y es de
interpretación estricta, está más allá de la voluntad de las partes.
La capacidad difiere del poder, ya que ésta es la aptitud del sujeto para adquirir derechos para
el mismo, en cambio el poder es la facultad que se tiene para la gestión de derechos ajenos.
Especies.
a) Incapacidad de hecho: cuando se carece de la aptitud para ejercer por sí mismo derechos
que se tienen.
b) Incapacidad de derecho: cuando falta la aptitud para ser titular de determinada relación
jurídica.
Fundamento.
a) De hecho: se instituye en razón de una insuficiencia psicológica del sujeto para el pleno
ejercicio de sus derechos. Dado que la capacidad es una institución rígida, no será más capaz de
hecho un menor muy inteligente, que un adulto muy disminuido intelectualmente.
b) De derecho: se sustenta generalmente en razones de orden moral.
El Remedio.
a) Absoluta: trata de la persona por nacer, implica la pérdida total de la posibilidad de ejercer
cualquier derecho del que se es titular, pero otra persona puede obrar en su nombre y por su
cuenta, es de hecho, ya que si fuera de derecho implicaría la muerte civil.
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b) Relativa: es la que tiene excepciones a la hora de ejercer los derechos (de hecho), no hay
incapaces de derecho, sino personas que padecen incapacidad de derecho en relación a ciertos
actos.
El antiguo art. 135 enumeraba los actos que le eran relativamente prohibidos al menor
emancipado, que sólo podía realizar con autorización judicial, así: la venta o hipoteca de bienes
inmuebles de cualquier valor, la venta de fondos o rentas públicas ni acciones de compañías de
comercio o de industria, ni contraer deudas que pasen el valor de 500 pesos, ni hacer
arrendamiento como arrendatarios por plazos que exceda de tres años, ni recibir pagos que
pasen de 1000 pesos, ni hacer transacciones, ni sujetar un negocio a juicio arbitral, ni estar en
pleito civil. Todas esta importantes restricciones han quedado prácticamente desvanecidas por
la ley 17711 que modificó el art. 135 que dice: “los emancipados adquieren capacidad de
administración y disposición de sus bienes, pero con respecto de los adquiridos por título
gratuito antes o después de la emancipación judicial, sólo podrán disponer de ellos mediante una
autorización judicial, salvo que mediase acuerdo de ambos cónyuge y uno de estos fuera mayor
de edad”.
Actos de disposición: según Orgaz es aquel que importado o no una enajenación, altera o
modifica sustancialmente los elementos que forman el capital de su patrimonio o que
compromete se porvenir a largo tiempo. Por ejemplo: enajenación de cosas productivas de
frutos, arrendamiento a largo plazo, cambio de destino de una cosa.
Actos de administración: es aquel que manteniendo la conservación de los capitales tiene por
objeto hacerles producir los beneficios de que normalmente ellos son susceptibles de acuerdo
con su naturaleza y su destino. Ejemplo: actos de explotación normal del capital (colocar dinero
para generar intereses), venta de cosas destinadas a su venta.
Actos de conservación: tienen por finalidad conservar el valor patrimonial en peligro inminente
de perderse. Ejemplo: venta d mercaderías, reparación de edificios de difícil conservación.
Incapacidad absoluta: la persona no puede ejercer ninguno de los derechos de los cuales es
titular. Según el art. 54 C.C. son incapaces absolutos: las personas por nacer, los menores
impúberes (o a 14 años), los dementes, los sordomudos que no puedan darse a entender por
escrito. Estos contraen obligaciones por medio de sus representantes.
Incapacidad relativa: la persona es básicamente incapaz, pero ésta incapacidad admite
excepciones y por lo tanto es relativa. El art. 55 C.C. indica que “los menores adultos sólo tienen
capacidad para actos que las leyes les autoricen”
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cuenta que la finalidad d las inhabilitaciones es evitar al inhabilitado un perjuicio (generalmente
económico). El inhabilitado no es incapaz, tiene una capacidad restringida.
b) Condenaciones penales. El art. 12 del C.P. dice “la reclusión y la prisión por más de tres
años... Importan... la privación, mientras dure la pena, de la patria potestad, de la administración
de los bienes y del derecho de disponer de ellos por actos entre vivos. El penado quedará sujeto
a la curatela establecida por el C.C. para los incapaces”. Si bien es una condena penal tiene
repercusión el orden civil. No es el penado incapaz, sino que tiene una capacidad restringida al
estar inhabilitado para aquello expresamente especificado en el C.P. (privado de la patria
potestad, de la administración de sus bienes y del derecho de disponer de ellos por actos entre
vivos).
Incapacidad para contratar: el art. 1160 C.C. refiere a las personas incapaces para
contratar:
a) Los que están excluidos de poder hacerlo con personas determinadas: es el caso de los
esposos en la compraventa (art. 1358 C.C.), cesión de derechos (art. 1441 C.C.), permuta (art.
1490 C.C.). Son casos que suponen un interés divergente (opuesto) o el desplazamiento de bienes
entre ellos (art. 1218 C.C.) o donaciones (art. 1807 C.C.). En cambio, sí pueden celebrar
contratos sin divergencia de intereses como el mandato, el comodato o el depósito. Esto rige
igualmente para contratos entre padres con hijos menores y los tutores con sus pupilos.
b) Respecto de cosas especiales: la prohibición de contratar respecto de ciertas cosas puede
provenir de la calidad de la persona (hay incapacidad de derecho, por ejemplo: el mandatario no
puede adquirir los bienes del mandante) o de la calidad de la cosa (hay una prohibición de
objeto, por ejemplo: contrato sobre herencia futura).
c) Disposiciones relativas a cada uno de los contratos: es establecida en la parte del Código
referida a cada contrato en particular. Ej: incapacidad de los sacerdotes de ser fiadores
(garantes).
d) Religiosos profesos: son aquellos que han ingresado a una congregación u orden haciendo
votos de obediencia, pobreza y castidad. Su incapacidad abarca los contratos, la patria
potestad, la tutela, la calidad de testigo en un instrumento público, el ejercicio del comercio, la
fianza. Ésta incapacidad cesa cuando se trata de compras al contado de cosas muebles o cuando
se obra en nombre del convento. Se trata esta incapacidad de un rastro de muerte civil que
antes acompañaba a la profesión religiosa. En la actualidad sólo se prohibe el ejercicio del
comercio, la tutela y la patria potestad.
e) Comerciantes fallidos: esta disposición proviene de Freitas. Se trata de no una incapacidad,
sino de un mero efecto del desapoderamiento que implica el estado de falencia, el comerciante
fallido no puede oponerse a los actos de la masa de acreedores. Los contratos del fallido son
válidos pero no pueden serle reclamados a los acreedores del concurso; si el fallido es
rehabilitado, el contrato precedente puede hacerse válida (efectivo) sobre el saldo de los
bienes que quedasen después del cobro de los acreedores y sobre los nuevos bienes que
adquiriese el ex fallido.
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Incapaces para ser tutores: el art. 398 C.C. da una amplia lista de quienes entran en ésta
incapacidad (menores, mudos, privados de razón, no domiciliados en la República, fallidos,
privados de patria potestad, los que tengan notoria mala conducta, condenados a pena
infamante, removidos de otra tutela, militares y marinos en servicio, profesionales religiosos).
Ésta no es una incapacidad de derecho, sino que se trata de aquellos que no son idóneos en ese
cargo.
Incapacidad para contraer matrimonio: el art.166 C.C. indica los casos de las personas
incapaces para contraer matrimonio. Éstas incapacidades, cuando no son respetadas, dan lugar a
la nulidad del matrimonio, salvo en el caso de los afectados por enfermedades venéreas, caso en
el cual no se anula el matrimonio, pero si el causante es posible de una sanción. Los incapaces de
contraer matrimonio son: parientes entre sí, quien está ligado por un matrimonio subsistente,
quien carece de edad suficiente, el autor cómplice del homicidio de una de los cónyuges, los
privados de razón, los sordomudos que no puedan manifestar su voluntad, los afectados de
enfermedades venéreas en período de contagio.
Impedimentos de contratar de hecho: aquí no se trata de incapacidades, sino de
impedimentos. Ejemplos: el analfabeto (no puede otorgar testamento cerrado u ológrafo), el
sordo (no puede testar por acto público dado que no puede oír la lectura), el ciego (no puede ser
testigo en instrumento público), el mudo (no puede ser tutor), el impotente (no puede celebrar
matrimonio válido).
Representación: se designa a una persona para que sustituya al incapaz en el ejercicio de los
derechos de éste y realice los actos para los cuales el titular está legalmente impedido. El
representante actúa por su sola voluntad e iniciativa, sin intervención de la voluntad del incapaz,
que queda en la más absoluta pasividad siendo reemplazado por el representante en el manejo
de sus intereses.
Caracteres.
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a) Legal: proviene de la ley y no de la voluntad del representado (art. 56 y 58 C.C.)
b) Necesaria: no puede prescindirse de ella (art. 56 C.C.)
c) Dual y Conjunta: dos representantes, el legal individual (padre, tutor, curador) y el
promiscuo (Ministerio de Menores). Es conjunta pero no es de paridad entre ambos.
d) Controlada: sujeta a aprobación judicial.
Asistencia: el incapaz no es sustituido por otro en el ejercicio de sus derechos, sino llamado
conjuntamente con otro al desempeño de ese ejercicio. Aquí no se prescinde de la voluntad del
incapaz, sino que dicha voluntad es completada por la voluntad de la persona que desempeña la
función de controlador. Si el controlador niega su autorización, el incapaz puede recurrir al juez
para que de la venia supletoria.
Se derogó por la ley 17711 la representación por el marido de la mujer casada. El art. 61 C.C.
indica que cuando los intereses de los incapaces son opuestos a los de sus representantes, éstos
dejarán de serlo (sólo para el caso) y tomarán la representación curadores especiales. La
denuncia es obligación del representante, caso contrario sus actos serán nulos.
Los funcionarios del Ministerio de Menores no deben necesariamente plegarse a la postura más
favorable a los intereses patrimoniales del incapaz, sino dictaminar conforme al derecho.
La omisión de la intervención del Ministerio de Menores es sancionada con la nulidad de lo
obrado bajo esa forma (art. 59 y 494 C.C). La mayoría de los juristas entiende que se trata de
una nulidad relativa, ya que si el asesor de menores pide la nulidad, no es forzosa que la declare
el juez. Si cuando al pedido de nulidad, se pliega también el representante legal individual del
incapaz, entonces el juez, está obligado a declarar la nulidad.
El Ministerio de Menores está integrado por: el Asesor de Menores e Incapaces (que vela por
los intereses de los mismos, y controla a los representantes), y por el Consejo Nacional de
Protección de Menores (que cuida a los menores huérfanos o abandonados, atiende quejas por
malos tratos a menores, impone penas de exclusión correccional para menores que observen
mala conducta.
Patronato. Es la denominación que recibe el régimen por el cual el Estado provee directamente
la protección de los menores, disponiendo de ellos en sustitución de sus padres cuando ocurre la
pérdida o suspensión de la patria potestad o pérdida de su ejercicio (art. 307 a 310).
Su finalidad es atender a la salud, seguridad, educación moral e intelectual del menor,
proveyendo a su tutela sin perjuicio de los artículos 390 y 391. Se ejerce por medio de los
jueces nacionales o provinciales con concordancia del Consejo Nacional del Menor y del
Ministerio de Menores.
Requisitos.
a) Edad hábil para contraer nupcias (18 años en el varón y 16 años en la mujer)
b) Haber celebrado matrimonio.
Efectos. Los menores que contrajeran matrimonio se emancipan y adquieren capacidad civil con
las limitaciones previstas en el art.134 C.C.
Si se hubiesen casado sin autorización no tendrán hasta los 21 años de edad la administración y
disposición de los bienes recibidos o que recibieran a título gratuito continuando respecto a
ellos el régimen legal vigente de los menores, salvo ulterior habilitación, es decir, que si los
menores se casan sin autorización, serán considerados incapaces como si no fueran casados
(Freitas), actualmente tal situación igualmente produce la emancipación del menor casado, pero
se le impide a éste entrar en la posesión de los bienes, cuya administración compete al padre.
(sólo los bienes adquiridos antes de la celebración del matrimonio o a título de donación o
herencia, ya que los adquiridos por el menor durante su trabajo, quedan bajo su administración
ya que son los destinados a mantener a su familia. En caso de disolución del matrimonio la
emancipación perdura, ya que ésta es irrevocable, pero si el matrimonio es anulado, la
emancipación es de ningún efecto (art.132 C.C). La anulación se puede producir por haber
actuado los cónyuges de mala fe, pero si uno de ellos opera de buena fe, la emancipación
subsiste. La emancipación en principio produce la extinción de la patria potestad y de la
incapacidad del menor, que da éste habilitado para todos los actos de la vida civil, pero
igualmente su condición es diferente a la de los mayores de edad, pues su capacidad sufre
incidencia de los art. 134 y 135 C.C.
Por habilitación de edad. El Código Civil no contempla originariamente otra emancipación que
la del matrimonio, pero la ley 17711 creó la emancipación por edad o dativa. Ésta se contempla
en el art.131 C.C reformado primeramente, como se ha hecho por la ley 17711 y posteriormente
por la ley 23264: “los menores que hubieran cumplido los 18 años de edad podrán emanciparse
por habilitación de edad”.
Requisitos.
a) Consentimiento del menor (para que no sea una herramienta para liberarse de las
obligaciones de la patria potestad)
b) Mediante autorización de los padres.
Si el menor se encontrara bajo tutela, el juez podrá autorizar la emancipación a pedido del
menor (aún contra el tutor) y con previa sumaria información sobre la actitud del menor.
Pruebas: la habilitación de los padres se otorgará por instrumento público que deberá incluirse
en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas. La habilitación judicial bastará con la
inscripción de la sentencia en dicho registro.
Revocación: la habilitación podrá revocarse cuando los actos del menor demuestren su
inconveniencia, a pedido de los padres, de quien era su tutor o del Ministerio de Menores cuando
actúa como representante.
El habilitado por edad no tiene permitido casarse sin autorización (art. 168 C.C)
Alcance. Toda habilitación comercial no va más halla de los actos y obligaciones comerciales, el
menor conserva su incapacidad para la vida civil y el menor emancipado civilmente no está por
ello habilitado para el comercio, debiendo para ello seguir el trámite correspondiente.
El C.C, en su art.131 dispone que para el ejercicio del comercio por parte del menor, se deberán
seguir las disposiciones de Código de Comercio. Una vez lograda la habilitación, no regirán para
el menor en su actividad comercial, las disposiciones del art.134 y 135 C.C.
Autor: Roman
Derecho Civil I
Bolilla V.
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1- Dementes. El Código Civil argentino denomina dementes a los enfermos mentales en general,
en cambio para la medicina, la “demencia”. Es una forma clínica de alienación, y los “dementes”
sólo una clase de enfermos mentales. Por ello se ha propuesto sustituir el término “demente”
por “alienado”, pero ésta denominación no puede extenderse a otras personas incapaces, como
los semialienados, los que no pueden dirigir sus acciones. Al ser estos términos no jurídicos, se
usará la denominación “interdicto” para referirse al hecho determinante (causa de la
interdicción) de la incapacidad, cualquiera sea el antecedente del pronunciamiento (alienación,
semialienación, insuficiencia psíquica, etc). La interdicción, entonces, es la declaración judicial
de incapacidad, es la privación del ejercicio de los derechos civiles por incapacidad.
Fundamento: el ser humano es reconocido como agente de consecuencia jurídica porque tiene
facultades (razón) que lo caracterizan y diferencian de los animales. Cuando una enfermedad
mental u otra causa impide al sujeto ser dueño de sus acciones, es lógico retirarle la capacidad
que normalmente le corresponde, el fundamento de la interdicción radica en la necesidad de
proteger al sujeto inepto para el gobierno de su persona y sus bienes. Esta protección se logra
con la declaración de incapacidad del mismo y con el nombramiento de un curador encargado de
proteger y gobernar los bienes del interdicto. Además, a toda incapacidad, corresponde la
sanción de nulidad respecto de los actos jurídicos obrados por el incapaz, que es otra medida
adoptada para ampararlo.
Régimen del Código antes y después de la Reforma. La ley 17711 hace dos referencias:
a) El título “de los dementes” por “de los dementes e inhabilitados”, esto es porque esta ley
agrega el art. 152 bis, donde enumera las personas que se pueden inhabilitar judicialmente.
b) La definición de los dementes del art. 141 era: los individuos de uno u otro sexo que se hallan
en estado habitual de manía, demencia, o imbecilidad, aunque tengan intervalos lúcidos o la
manía sea parcial. Este concepto se ajustaba a la clasificación de enfermedades mentales hecha
por el psiquiatra francés Pinel, que adoptó también Freitas; pero como dice Bordas es ajena al
derecho. Lo único que importa a la ciencia jurídica es la capacidad del sujeto, es decir, si está o
no dotado de la aptitud mental para ejercer sus derechos; el derecho penal investigará su
capacidad para distinguir.
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El nuevo art.141: “se declaran incapaces por demencia las personas que por causa de
enfermedades mentales, no tengan aptitud para dirigir su persona o administrar sus bienes”.
Con ésta fórmula se elimina la enunciación de formas clínicas de alienación, las cuales pueden
diferir según la época. El criterio adoptado por esta ley, es compartido por la mayoría de la
doctrina, que lo denomina sistema biológico jurídico.
En cuanto a la disminución de facultades que no configura demencia, la ley 17711 dicta el
art. 152 bis, que dice: “a los disminuidos en sus facultades cuando sin llegar al supuesto previsto
en el art. 141 de éste Código, el juez estime que del ejercicio de su plena capacidad puede
resultar presumiblemente daño a su persona o patrimonio”; entonces al no ser dementes no se
los incapacita, pero para su protección se los inhabilita judicialmente, por ejemplo: los débiles
mentales por razón de ancianidad y no de enfermedad, que no han llegado a la demencia senil,
que sí es la causa de interdicción.
2- Juicio de insania. En esta materia encontramos la novedad de que el Código Civil contiene
ciertas disposiciones de índole procesal, que son básicas y adoptadas en resguardo de la
capacidad de las personas, y que deben ser respetadas por las leyes de procedimiento que
dicten las provincias. Además de estas normas de fondo, el Congreso Nacional para la Capital
Federal, y las Legislaturas provinciales para sus provincias han dictado normas procesales, que
basándose en el Código Civil regulan el procedimiento del juicio de insania.
Normas del Código Civil: por la trascendencia de esta materia, la decisión que se adopte, no
puede estar sino en manos de los jueces por la garantía que su intervención representa para el
denunciado como insano. Por eso el art.140 condiciona la incapacidad del demente a la previa
verificación y declaración de la enfermedad por el juez competente.
Quienes pueden pedir la declaración: esta determinado en el art. 144: “los que pueden pedir la
declaración de demente son:
1) El esposo o esposa no divorciada (es natural que el cónyuge sea la persona preocupada por la
protección del insano: pero el art. limita ese derecho y se lo quita al cónyuge divorciado, cosa
que para Llambias no está bien ya que se debería considerar que cuando el cónyuge insano fue el
culpable del divorcio el otro conserva su vocación hereditaria, entonces no puede quedar
desamparado por el despilfarro que hace el insano de los bienes gananciales).
2) Los parientes del demente (la ley no diferencia que parientes entonces, tanto los sanguíneos
como los afines, los naturales como los legítimos; aunque debe reconocerse como límite el cuarto
grado; no se justifica reconocerles este derecho a parientes más lejanos, ya que carecen de
derechos hereditarios. El pedir la declaración es derecho-deber, cuando si no se hace el insano
queda desamparado, entonces es causa de dignidad para heredar.
3) El Ministerio de Menores (esta atribución emana no de la representación promiscua del
incapaz, sino de este precepto que otorga al organismo personería, para suplir cualquier
situación de desamparo del enfermo, o de interés de los parientes por eludir la curatela. Es una
de las pocas veces que la ley confiere al ministerio una función de representación de las
personas que protege).
4) El respectivo Cónsul, si el insano fuera extranjero (esta disposición no tiene justificación
alguna, ha sido criticada por toda la doctrina porque los extranjeros tienen garantizado por
nuestra constitución un trato igualitario, pero no ventajoso como este precepto, que fue escrito
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en una época donde se ofrecían las mayores garantías a los extranjeros que desearan habitar
nuestro país).
5) Cualquier persona del pueblo, cuando el demente sea furioso o incomode a sus vecinos
(Bordas justifica esta norma debido al carácter de la locura y el peligro que puede causar a
cualquier vecino; en cambio, Llambias sostiene que cualquiera del pueblo no inviste la calidad de
denunciante, ni tiene los eventuales derechos de tal, sino que solo se limita a informar a la
autoridad judicial que hay un insano y procede el Ministerio de Menores a hacer la denuncia
suya).
Entonces queda claro que no pueden denunciar al insano, los socios, los acreedores o los simples
amigos del insano, éstos pueden denunciarlo ante el Ministerio de Menores para que éste obre
en consecuencia.
Curadores provisionales. Durante el trámite del juicio pueden nombrarse dos clases de
curadores:
1) Curadores ad-litem: la vemos en el art. 147: “que determina que al demandado, se le
nombrará un curador provisorio para que lo represente y lo defienda en el pleito, hasta que se
pronuncie la sentencia. La designación de este curador es necesaria, sino el demente quedaría
indefenso, y su tarea principal sería la averiguación del real estado mental de aquel. Todo lo que
se obre sin intervención de este curador, será nulo, por parte esencial del procedimiento.
2) Curador de los bienes: no es, su designación forzosa sino que debe darse:
a- el estado notorio de la enfermedad;
b- la existencia de bienes que pueden peligrar por el abandono del dueño;
Si se dan ambos supuestos entonces el juez deberá designar un curador de bienes, en este caso
se recaudarán los bienes del demente y se los entregará, bajo inventario, a un curador
provisorio para que los administre (art. 148). Acerca de sus funciones existen diferentes
opiniones en la doctrina: Salvat, Orgaz, etc, opinan que sólo tienen la conservación y custodia de
los bienes; Llambias adhiere porque sostiene que es lo mejor para los intereses del demente; en
cambio, Spota y Llerena le otorgan al curador funciones más amplias que abarcan el acto de
administración ordinaria; la jurisprudencia ha adquirido esta opinión decidiendo que el curador
provisorio tiene las mismas atribuciones que el curador definitivo, variando sólo en cuanto a la
temporalidad de su contenido.
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a) Para la mayoría y favorecida por la jurisprudencia, el dictamen médico no es obligatorio para
el juez. Así lo determina el Código de Procedimiento, entonces la prueba de los peritos queda
librada al criterio judicial, por lo que el juez prodra fallar diferente al dictamen médico.
b) Orgaz sostiene que el dictamen obliga al juez en el aspecto técnico de la medicina, pero no
en el aspecto jurídico. Si la ley eleva el dictamen médico a elemento esencial no ve como puede
explicarse la actitud del juez que se aparta de él, si bien puede ordenar una ampliación de
fundamentos o de médicos.
c) A pesar de lo persuasivo del argumento de Orgaz, Llambias sostiene que lo mejor es hacer
una distinción acerca del sentido del dictamen: si el mismo asegura que el denunciado está sano,
parece inaceptable que el juez, dicte la interdicción, ya que se desconocería el valor del examen
como garantía del procedimiento; pero si el dictamen afirma la enfermedad del denunciado
entonces el juez, en base a otras pruebas podrá persuadirse de lo contrario, y no estaría
lesionando la capacidad del denunciado.
Normas procesales. Las normas de orden procesal referentes al juicio de insania están
contenidas en el Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Nación, ley 17454.
Este ordenamiento comienza con los recaudos previos a la iniciación del juicio y continua con los
diferentes tramites del mismo:
Desarrollo del juicio: recaudos preliminares para que una denuncia de insania sea viable:
Tramite inicial Art. 626 CPCC: Una vez cumplido con lo anterior y previa vista del asesor de
menores e incapaces, el juez resolverá:
a) Nombrar un curador provisional que recaerá en un abogado; sus funciones duraran hasta el
final del juicio.
b) Fijar un plazo no mayor de 30 días donde deberán producirse todas las pruebas.
c) Designar tres médicos psiquiatras o legistas, para que informen, dentro de ese plazo el
estado de las facultades mentales del denunciado. Se lo entregaran personalmente al juez.
También por principios generales se notifica el examen del curador.
Quienes son parte Art. 627 CPCC: El curador provisional y el asesor de menores. Pero
también están facultados para rendir y ofrecer pruebas el denunciante y el denunciado. Además
cualquiera de los cuatro puede apelar la sentencia dentro de los cinco días.
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Pericia medica Art. 631 CPCC: Lo que los médicos deben precisar en el examen es:
a) Diagnostico.
b) Fecha aproximada en que comenzó la enfermedad.
c) Pronostico.
d) Régimen aconsejable para la protección del insano.
e) Necesidad de internación. La fecha en que comenzó tiene mucha importancia porque desde
esa fecha nace un periodo de sospecha sobre los actos obrados.
Tramite final Art. 632 Y 633 CPCC: Una vez producido el examen médico y otras pruebas,
se envían por cinco días al denunciante, al presunto insano y al curador provisorio, y con su
resultado se dará vista al asesor de menores e incapaces.
Antes de la sentencia, y si las características del caso lo aconsejan, el juez vera al denunciado.
La sentencia se dictara en 15 días y se comunicara a los registros de incapaces y del estado civil
de las personas.
Costas del juicio Art. 634 CPCC: En principio los gastos son soportados por el denunciado, ya
que todas las actividades del juicio se desenvuelven por su interés.
Una excepción a este principio es cuando la denuncia se rechaza, y el demandante actuó
maliciosamente o por error. El nuevo ordenamiento fija como máximo los gastos del juicio en el
10% del monto de los bienes.
Juicio de rehabilitación. El Código no aclara quienes pueden pedir la rehabilitación, pero por
analogía, todos coinciden en que son las personas enumeradas en el art.144 CC, excepto las
personas del pueblo. También esta en el deber de hacerlo el curador.
Aunque con algunas diferencias tanto la doctrina como la jurisprudencia aceptan que el propio
interdicto promueva el juicio de rehabilitación, aun cuando siguiera representado por el curador.
Así lo determina la ley 17454 Art. 635 CPCC: “El declarado demente podrá promover su
rehabilitación”.
El juez competente será aquel que declara la interdicción, así lo afirma la ley 17454 de
procedimiento, entonces todo juicio intentado por el juez incompetente es nulo, pero como toda
nulidad procesal es “relativa” puede ser cubierta con la conformidad expresa o tácita del
curador y del ministerio de menores. Son parte en el juicio, todos los que lo fueron en el
anterior excepto el curador ad-litem que será reemplazado por el curador definitivo que es el
representante legal del incapaz. El examen médico, es en este juicio también un elemento
esencial y su ausencia hace nulo todo lo obrado. Los médicos serán nombrados por el juez de
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igual forma que en el juicio de interdicción: Orgaz lo considera obligatorio para el juez, Busso
sostiene que se pueden analizar otros elementos, como la opinión del médico, examen personal
del incapaz, etc., Llambias sostiene de igual forma que en el caso anterior si el dictamen medico
afirma que el incapaz sigue enfermo, el juez no puede darlo por curado, en cambio si los médicos
afirman que esta curado entonces el juez puede considerar otras pruebas y llegar a una
conclusión diferente. La sentencia de rehabilitación produce el efecto de cesar la incapacidad
que pesaba sobre el interdicto, quien recupera de inmediato su capacidad sin dependencia de
formalidad alguna.
A) Sobre la capacidad del sujeto: a tal efecto hay que diferenciar entre:
a) Demencia declarada: una vez que el juez realiza la sentencia de interdicción, ésta afecta
sobre la capacidad del sujeto y también sobre la validez de sus actos. Para estudiar el régimen
de los actos jurídicos del demente declarado, hay que diferenciar entre: los actos anteriores:
que en principio son válidos porque al momento de su celebración no pesaba ninguna interdicción
sobre el sujeto. Sin embargo, el art. 473 dispone que “podrán ser anulados, si la causa de la
interdicción declarada por el juez, existía públicamente en la época en que los actos fueros
ejecutados”. Como la lectura no era muy clara, la ley 17711 agrega un párrafo que aclara que y en
parte modifica lo anterior: “si la demencia no era notoria, la nulidad no puede hacerse valer,
haya habido o no sentencia de incapacidad, contra contratantes de buena fe y a título oneroso”,
entonces para que la acción de nulidad, entablada por el demente si se cura, prospere, es
necesario: 1º) probar que la demencia existía cuando fue celebrado el acto; 2º) que fuera
pública y notoria. Lo que se trata de establecer es la protección de quien contrata con buena fe
y a título oneroso, para evitar que luego se declare nulo el acto, por incapacidad de la otra
parte. Si la demencia era pública, entonces hace presumir la mala fe de la otra parte, sin que se
admita prueba en contrario. La ley no protege los contratos a título general, basta probar la
demencia, aunque no sea notoria para declarar nulos los actos; y está bien porque la otra parte
no da nada y no es justo que se beneficie con el acto de un loco; y los actos posteriores: como
el sujeto ya carece de capacidad, los actos que celebren son nulos, así lo determina el art. 472:
“si la sentencia que concluya el juicio declarase incapaz al demandado, serán de ningún valor los
actos posteriores de administración que el incapaz celebrare”. Aunque sólo alude a los actos de
administración, no quiere decir que los otros tengan valor, ya que están prohibidos por los art.
1040 y 1041, entonces no sólo son nulos los actos de administración patrimonial, sino también los
de carácter extrapatrimonial, como los denominados “personalísimos”, como el matrimonio, el
testamento, el reconocimiento de filiación, etc. El tema del testamento ha dividido a la
doctrina en una de la más amplia controversia, que surge por las diferentes interpretaciones
que se le da al art. 3615 que afirma; “... los dementes sólo podrán testar en los intervalos de
lucidez que sean suficientemente ciertos y prolongados para asegurarle que la enfermedad ha
cesado por entonces”. Para parte de la doctrina, la norma se refiere a los dementes de hecho
(no declarados), para otros, incluyendo a Bordas, la norma alude tanto a los dementes no
declarados como también a los declarados, el fundamento de que sea así, es para convalidar las
disposiciones testamentarias, siempre que el juez tenga el convencimiento de que al momento de
otorgarlo, el testador estaba en pleno uso de su razón, no interesa que haya o no sentencia de
interdicción. Para Llambias y otros, el art. 3615 no alude a la capacidad, sino el discernimiento, y
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reproduce para los actos de última voluntad las disposiciones generales que exigen la presencia
de discernimiento en el agente para que su actividad resulte jurídicamente eficaz.
C) Sobre la libertad. Acerca de esto el art. 482: “el demente no será privado de su libertad,
pero sino en los casos en que usando de ella se dañe a si mismo o a otros. No podrá ser tampoco,
trasladado a una casa de dementes sin autorización judicial”. La ley 17711 agrega: “las
autoridades policiales podrán disponer la internación, informando inmediatamente al juez, de
enfermedad mental, alcohólicos crónicos o toxicómanos que pudieran dañar su salud o la de
terceros o afecten la tranquilidad pública. La internación sólo se ordenará, cuando exista un
previo dictamen del médico oficial. El juez, por pedido de las personas enumeradas en el art.
144, y previa información sumaria, puede disponer la internación de enfermos mentales,
alcohólicos crónicos y toxicómanos (aunque los enfermos mentales no justifiquen la declaración
de demencia) que requieran asistencia en establecimientos adecuados, debiendo designar un
defensor especial para asegurar que la internación no se prolongue más de lo indispensable y aún
evitarla; si pueden prestarle debida asistencia las personas obligadas a la prestación de
alimentos”.
4- Sordomudos. (concepto). Vulgarmente los sordomudos son aquellos que están privados del
habla a causa de su sordera de nacimiento. Jurídicamente: son los que no pueden hablar, ni oír la
que se les dice, sin tener en cuanta el origen de su deficiencia, debido a la inferioridad en que
los coloca su problema, el derecho los protege incapacitándolos, sólo aquellos que no saben darse
a entender por escrito. Moderadamente hay otros sistemas para ampararlos.
Alcance de su incapacidad: el art. 54 Inc. 4º declara absolutamente incapaces a los sordomudos
que no se den a entender por escrito, coincidentemente con el art. 153 que afirma: “los
sordomudos serán habidos incapaces para los actos de la vida civil cuando fuesen tales que no
puedan darse a entender por escrito”. En otros art. se cambia la terminología: “no darse a
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entender por escrito” por “no saber leer ni escribir” frase que la jurisprudencia considera
equivalente.
Procedimiento para su declaración. Es un proceso similar al anterior; el art. 154: “para que
tenga lugar la representación de los sordomudos, debe procederse como con respecto a los
dementes”. Entonces es un procedimiento análogo con algunas diferencias: requisitos de
interdicción, que se compruebe que la persona es sordomuda y que no sabe leer ni escribir; que
hayan cumplido los 14 años(art.157).
Finalidad del examen médico: el art. 155: “ el examen de los facultativos verificará si pueden
darse a entender por escrito. Si no pueden, examinarán si padecen enfermedad mental que les
impida dirigir su persona y sus bienes y en tal caso se seguirá el trámite de incapacidad mental
por demencia”. El valor de este examen es igual al de demencia.
Las personas que pueden solicitar la interdicción, son las mismas que enumera el art. 144, así lo
determina el art. 156. Hay que quitar las personas del pueblo.
Efectos de la sentencia de interdicción: son suprimir la capacidad de que gozaba hasta ese
momento, desde entonces el sujeto queda absolutamente incapaz, y representado en todos sus
actos de vida por su curador que se nombrará en el mismo acto; claro que no podrá realizar por
el incapaz los actos personalísimos, que salvo algún expreso facultamiento en caso de
matrimonio, queda también impedido de hacer por sí mismo.
Ausentes: el art. 54 Inc. 5º decía que tenían “incapacidad absoluta los ausentes declarados
tales en juicios”. La ley 17711 deroga este inciso lo que significa que haya desaparecido el
ausente declarado tal en juicio.
Mucho se ha dificultado acerca de cuales eran los ausentes, que se mencionaban en ese artículo,
ya que tiene diferentes acepciones:
1) Salvat, Borda, Llerena, etc., afirman que los ausentes declarados en juicio eran los
ausentes con presunción de fallecimiento, sobre los que se legislaba los art. 110 y 55, hoy
derogados.
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2) Aguilar sostiene que los ausentes declarados tales en juicios, eran los simples ausentes
que citados en un juicio donde fuesen parte, no comparecieran.
3) Machado considera que ambos casos estaban incluidos en el inciso 5º del art.54.
4) Llambias y la mayoría de la doctrina, sostienen que no puede confundirse los ausentes del
art.54 con los ausentes presuntamente fallecidos que constituyen una categoría que omitió
Velez Sarsfield.
Requisitos.
a) La desaparición de una persona.
b) Existencia de bienes en peligro.
c) La inexistencia de personas autorizadas para obrar en nombre del ausente
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el destino y explotación de los bienes. También compete al curador el ejercicio de las acciones y
defensas de su representado.
a) Sistema de nuestro Código adoptado por Velez Sarsfield: el art.55 inc.2 decía: “son
incapaces respecto de ciertos actos o del modo de ejercerlos...las mujeres casadas”.
Es decir, pesaba sobre ellas una incapacidad de hecho relativa, tenían prohibido:
- La administración de sus bienes propios o gananciales.
- La actuación en juicio.
- La celebración o rescisión de contratos.
- La adquisición de bienes y contratación de obligaciones a su cargo.
- La aceptación o repudiación de herencias.
- Los actos concernientes con la partición de bienes hereditarios.
Esta incapacidad se remediaba con la venia marital o con autorización del juez.
En cambio sí podía hacer por sí sola:
- Los actos personalísimos.
- Podía administrar los bienes que se hubieran reservado en la convención matrimonial.
El fundamento de esta incapacidad residía en la conveniencia de concurrir a la consolidación del
núcleo familiar; la sanción de la Ley de Matrimonio Civil nº 2393, cambió la institución
matrimonial, pero mantuvo el régimen de la mujer casada. Sin embargo determinó que la mujer
divorciada, mayor de edad es plenamente capaz.
b) Sistema de la ley 11357 (año 1926): ésta ley tampoco definía la situación de la mujer, la
misma hay que extraerla de varias disposiciones.
Situación de la mujer soltera, separada o viuda mayor de edad: tiene capacidad para ejercer
todos los derechos y funciones que las leyes reconocen al hombre mayor de edad.
Situación de la mujer casada mayor de edad:
a) Conserva y ejerce la patria potestad de sus hijos de un matrimonio anterior.
b) Sin necesitar autorización marital o judicial puede:
- Formar asociaciones civiles o comerciales y sociedades cooperativas.
- Ejercer profesión, empleo, oficio etc, y administrar y disponer de lo ganado.
- Administrar y disponer a título oneroso sus propios bienes y la parte ganancial.
- Administrar los bienes de los hijos de un matrimonio anterior, sin que los frutos pertenezcan
a la nueva sociedad conyugal.
- Aceptar herencias con beneficio de inventario.
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Por estos motivos, Salvat, Orgaz y Spota sostienen que la incapacidad de la mujer casada había
sido derogada; Llambias y otros afirman que el art.1º se refiere a la mujer soltera, divorciada o
viuda, entonces no abarca a la mujer casada, que si bien modifica su situación, no quita
completamente su incapacidad.
c) Sistema de la ley 17711 (año 1968): con esta ley si desaparece toda incapacidad de la
mujer casada, modifica el art. 1º de la ley 11357 que queda: “la mujer mayor de edad cualquiera
sea su estado, tiene plena capacidad civil:
Con respecto a la mujer menor de edad, el régimen anterior a la ley 17711 no era muy claro, la
ley 11357 afirmaba que la mujer casada menor de edad tenía iguales derechos civiles que la
mujer casada mayor de edad, con la salvedad que para los actos de disposición de sus bienes,
necesitaban la venia del marido, cuando este sea mayor de edad, sino necesitan la autorización
del juez.
La ley 17711 aclaró que la mujer casada menor de edad, no tiene un estatuto legal diferente del
que corresponde al menor varón.
6- Inhabilitación. Como ya hemos visto, nuestro Código Civil, omitió legislar sobre los
semialienados (ebrios, toxicómanos, disminuidos mentales que no son dementes) y sobre los
pródigos. La reforma de la ley 17711, salvó dicha omisión mediante el art. 152 bis.
a) Ebrios habituales y toxicómanos: art. 152 bis inc 1º: “ podrá inhabilitarse judicialmente a
quienes por embriaguez habitual o uso de estupefacientes estén expuestos a otorgar actos
jurídicos perjudiciales a su persona o patrimonio”
b) Disminuidos en sus facultades, que no lleguen a ser dementes: art. 152 bis inc 2º: “a los
disminuidos en sus facultades mentales, cuando sin llegar al supuesto previsto en el art. 141, el
juez estime que el ejercicio de su plena capacidad pueda resultar presumible daño a su persona
y patrimonio”.
c) Los pródigos: art. 152 bis inc 3º: “a quienes por la prodigalidad de los actos de
administración y disposición de sus bienes expusieran a su familia a la perdida de su patrimonio.
Solo procederá en este caso la inhabilitación si la persona imputada tuviere cónyuge,
ascendiente o descendiente y hubiera dilapidado una parte importante de su patrimonio. La
acción para obtener esta inhabilitación solo corresponderá al cónyuge, ascendientes o
descendientes...”.
El prodigo, es la persona que imprudentemente, gasta los bienes que constituyen su patrimonio,
exponiéndose el y su familia a la perdida de esos bienes y en consecuencia a la miseria. La
inhabilitación del prodigo tiene como objeto fundamental la protección de la familia del mismo.
Efectos de la declaración: La inhabilitación debe ser declarada judicialmente. Declarada la
misma, el inhabilitado queda en un estado de capacidad limitada conforme al art. 152 bis.
Art. 152 bis: “Se nombra un curador al inhabilitado (...) Sin la conformidad del curador, los
inhabilitados no podrán disponer de sus bienes para actos entre vivos. Los inhabilitados podrán
otorgar por si solos actos de administración, salvo que los limite la sentencia.”.
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Procedimiento para decretar la inhabilitación: quienes pueden pedirla. Normas aplicables. Cese
de la inhabilitación. El art. 152 bis establece que “... se aplicaran en lo pertinente las normas
relativas a la declaración de incapacidad por demencia y rehabilitación...”
En cuanto a quienes pueden pedir la declaración, tratándose de los inc. 1 y 2: podrán pedirla los
mismos que pueden pedir la declaración de demencia. Tratándose del inc 3 (prodigo), el pedido
de inhabilitación solo corresponderá al cónyuge, ascendientes o descendientes.
Para que proceda la inhabilitación del prodigo se deben dar los siguientes requisitos:
1_ Que su acto exponga a sus familiares a la perdida del patrimonio.
2_ Que tenga cónyuge, ascendientes o descendientes.
3_ Que ya hubiera dilapidado una parte importante de su patrimonio.
Por ultimo, cabe agregar que se puede proceder a la internación de los que padecen
enfermedades mentales, o de los ebrios crónicos o toxicómanos, cuando pudieran dañar su salud
o la de terceros, afectar la tranquilidad publica o cuando necesiten asistencia en
establecimientos adecuados (conforme articulo 482 CC).
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla VI.
Caracteres.
1) Está fuera del ámbito de la autonomía de la voluntad, y está sujeto a una regulación de orden
publico.
2) Es intransmisible e inalienable.
3) Es irrenunciable (art. 845 y 872 C.C).
4) Es imprescriptible (art. 251 y 4019 inc.2 C.C).
5) Es indivisible.
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6) Es reciproco, en cuanto al estado de una persona corresponde otro igual o desigual
correlativo (esposo-esposa = igual / padre-hijo = desigual).
Efectos.
Sentido vulgar: alude a situaciones de hecho en que puede encontrarse la persona (estado de
manía, demencia, art. 141 C.C; estado de enfermedad, art. 266 C.C; estado de embriaguez, art.
1070 C.C). Aquí el estado precisa una manera de “estar” de la persona, aplicable también a las
cosas, a los derechos o al patrimonio.
Sentido técnico: Aquí estado alude al “estado civil” de las personas físicas, se refiere
exclusivamente al modo de ser de las personas, dentro de la familia (padre, hijo, casado,
pariente, hermano, etc).
Posesión de estado. Hay posesión de estado cuando alguien disfruta de “estado” con
independencia del título sobre el mismo.
En el orden de la familia hay posesión de estado cuando alguien ocupa una determinada situación
familiar de padre, hijo, esposo y goza de hecho de las ventajas anexas a la misma y soporta los
deberes inherentes a esa situación. Generalmente quien ejerce posesión de Estado, tiene
también título a ese Estado; Ej: el hijo inscripto en el Registro Civil, o el extramatrimonial
reconocido y tratado como hijo. Pero hay casos en que no coincide, por ejemplo el hijo que tiene
posesión de estado pero carece de título, cuando es educado y mantenido por el padre, pero
éste no lo reconoce como hijo, o al revés, cuando tiene el título pero no la posesión del estado.
Para los glosadores y sobre todo los canonistas eran tres los elementos integrantes de la
posesión de estados: nomen, tractatus y fama.
- El 1º consistía en el uso del apellido del padre o madre.
- El 2º se refiere al trato de hijo recibido de sus padres o de su padre o madre.
- El 3º se refería a la paternidad o maternidad del hijo, atribuida a tal o cual persona.
Para Demolombe, se integra con elementos análogos a la posesión de cosas: continuidad,
publicidad, inequivocidad y buena fe. No fue muy aceptada esta teoría.
Para la doctrina y jurisprudencia imperante, asimilan la posesión de estado a un reconocimiento
de hecho del parentesco.
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Aplicación práctica.
2- Prueba del estado civil. Los registros civiles provinciales, según lo establece el art. 113 de
la ley 2393, son de jurisdicción provincial, organizándose generalmente sin apartarse de lo
dispuesto por el Congreso Nacional para la Capital Federal
En el ámbito de la Capital Federal el Registro Civil fue creado en 1884 por la ley 1565 en vigor
hasta 1958, fecha en la que comenzó a regir la ley 14586.
Registro del estado civil y capacidad: evolución histórica. El primer registro fue creado por
Servio Tulio quien lo encomendó a un colegio de sacerdotes, también dentro de la evolución se
produjo el proceso de secularización. Con la caída del Imperio Romano de Occidente, varias de
las funciones que eran desempeñadas por funcionarios imperiales, fueron asumidas por
sacerdotes de la Iglesia Católica, que pudo resistir el alud de los bárbaros.
En lo que hace el estado de las personas, los curas párrocos, al desaparecer los registros
imperiales, anotaban en cada parroquia la prueba de la existencia y estado civil de las personas,
así también como las defunciones.
Durante los siglos XVI y XVIII los reyes fueron tomando providencia en esta materia para
cubrir las situaciones de la persona que no profesaban el culto y no poseían constancia
referente a su estado civil. En 1787 Luis XVI, sanciona la libertad de cultos, y organiza un
registro civil para dementes.
Con la revolución francesa, se produjo la secularización de los registros, organizando el Estado
sin propios registros para acreditar los nacimientos y las defunciones.
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Luego se estableció el matrimonio civil y sólo se reconoció la eficacia civil a la unión formalizada
ante el funcionario del Estado.
Provincialización del registro civil: con la sanción de la ley 2393 se eliminó el matrimonio
religioso y se lo sustituyó por el civil para todos los habitantes, cualquiera fuera su credo.
En cuanto a la prueba del estado civil, ésta ley importó una reforma, ya que sustituyó la
jurisdicción de orden municipal por la de orden provincial.
Partidas. Se denominan partidas de registro civil a los asientos extendidos en los libros
respectivos con arreglo a la ley y las copias auténticas de los mismos.
Las partidas parroquiales son las que llevan las parroquias conforma a la legislación canónica.
Esto es referido en el art. 979 inc 10 que dice así: “... los asientos de los matrimonios en los
libros parroquiales, o en los registros municipales y las copias sacadas de esos libros o
registros”.
Naturaleza jurídica. Las partidas de registro civil son instrumentos públicos y el art. 979 en su
inc 10 se refiere a las partidas de matrimonio porque como dice en su parte inicial se refiere a
los instrumentos públicos referentes a actos jurídicos ya que el nacimiento y la defunción son
hechos jurídicos. En lo que respecta a las partidas parroquiales estas han perdido el carácter
de instrumento público que antes tenían y en lo que hace a las partidas de matrimonio estas
conservan tal carácter hasta 1889, momento en que entra en vigor la ley de matrimonio civil.
Esto aparece corroborado por lo dispuesto en el art. 24 del decreto – ley 8204/63, modificado
por ley 18327 al decir que los testimonios, copias, certificados, libreta de familia u otro
documento público, debían tener la firma del oficial público y sello de la oficina respectiva.
Éstos son instrumentos públicos y crean la presunción legal de verdad de su contenido en los
términos que prescribe el código civil.
Nulidad y rectificación de las partidas. Las partidas pueden ser nulas por:
a) Ausencia de capacidad en el oficial público otorgante.
b) Por falta de competencia material o local en el funcionario interviniente.
c) Por inobservancia de formalidades legales.
En éste último aspecto se ha distinguido entre formalidades substanciales y no substanciales.
La partida es nula si padece un vicio de forma que el substancial, pero no si la falla es
subsanable.
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Son fallas substanciales: la falta de firmas del oficial público, o de los testigos o
comparecientes; así también la partida obrante fuera de los libros del Registro Civil.
Se consideran fallas subsanables a: la ausencia de referencias marginales; la omisión de
circunstancias o datos personales de los comparecientes si se pudiera identificar a éstos.
Anulabilidad de las partidas. Las partidas son anulables cuando la falla substancial es
dependiente de la apreciación judicial. Así la partida surte pleno efecto hasta tanto sea
destituida por la sentencia que la anule.
Son asimilables las partidas si fueran tachadas de falsedad en todo o en parte principal; si
tuvieran enmiendas, borraduras en partes esenciales no salvadas al final.
Rectificación por vía administrativa. procede cuando existen omisiones o errores materiales
que surgen del propio texto o del cotejo con instrumentos públicos. Así la Dirección del Registro
Civil puede de oficio o a pedido de las partes comprobar la omisión o error y disponer la
rectificación. Dispuesta la rectificación del asiento “no podrá darse testimonio o certificado del
mismo sin que conste también dicha circunstancia, disposiciones del decreto – ley 8204/63 han
sido complementadas por la ley 18248.
Prueba supletoria. Cuando no se puede producir la prueba legal por medio de las partidas, se
recurre a la prueba supletoria que tiende a dejar establecido el hecho en cuestión.
Según el art. 85 del Código Civil que dice así: “ no habiendo registros públicos, o por falta de
asiento en ellos, o no estando los asientos en la debida forma, puede probarse el día del
nacimiento o por lo menos el mes o el año, por otros documentos o por otros medios de prueba.
Medios de prueba supletoria. Entre los medios de prueba supletoria más utilizados estarían: las
partidas parroquiales posteriores a la creación del Registro Civil; el pasaporte extranjero; los
papeles de familia o libreta de familia; los testigos y hasta las presunciones siempre y cuando no
sean la prueba única del hecho que se desea establecer. En última instancia de pruebas se
decidirá aproximadamente la edad por la fisonomía, a juicio de peritos médicos nombrados por
el juez.
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Prueba supletoria del fallecimiento. Para formularse la denuncia de una defunción y asentarse
en los libros del Registro Civil se requiere certificado médico de defunción o manifestación de
dos testigos de haber visto el cadáver. La prueba de partidas queda descartada cuando el
fallecimiento se ha producido en tales circunstancias que el cadáver no ha podido ser visto.
En el art. 108 C.C se dispone que a falta de los documentos pertinentes, la prueba del
fallecimiento de la persona, podrá ser suplida por otro documento en el que conste el
fallecimiento.
La jurisprudencia ha admitido que aunque no se hallara el cadáver, la muerte podría tenerse por
comprobada si las circunstancias producían la certeza moral del fallecimiento.
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3) Las notificaciones: deben ser efectuadas en el domicilio del notificado. Ej: un demandado por
reivindicación de inmueble, la notificación debe ser enviada al domicilio del demandado.
El cumplimiento de las obligaciones, si no se pactó otra cosa, debe hacerse efectivo en el
domicilio del deudor, si éste se mudó, el acreedor puede optativamente exigir el cumplimiento
en el anterior o en el actual.
Domicilio general: es el que la ley determina para cualquier derecho u obligación. Se divide
en: domicilio legal y domicilio real.
Domicilio especial: produce efectos limitados a una o varias relaciones jurídicas. Se
subdivide en: domicilio convencional o de elección; domicilio procesal o constituido; domicilio
conyugal; domicilio comercial de la mujer casada; domicilio de las sucursales; etc.
4- Domicilio general. (concepto y especies). Es el que la ley determina para cualquier derecho u
obligación.
Dentro del domicilio general encontramos: el domicilio legal y el domicilio real.
Domicilio real. (concepto) está dado por el art. 89 que dice: “el domicilio real de las personas
es el lugar donde tiene establecido el asiento principal de su residencia y sus negocios.”
*Residencia: alude al lugar donde ordinariamente habita una persona.
Caracteres:
Real: es cuando tiene como base la efectiva residencia de la persona en un cierto lugar.
Voluntario: es cuando su constitución, mantenimiento y extinción depende de la voluntad de
la persona a quien afecta.
Libre elección: la ley asegura y garantiza la libertad del interesado para elegir su domicilio y
trasladarlo al lugar de su conveniencia o sus posibilidades.
Requisitos: el domicilio real surge de dos elementos, uno material (corpus) y otro espiritual
(animus).
Corpus: es la residencia efectiva de la persona en un lugar. En ocasiones ésta residencia
aparece dividida en varios lugares y para determinar cuál es la residencia que acusa domicilio
hay que atender al asiento principal de la persona.
Animus: es la intención de permanecer en el lugar y de constituir allí el centro de los afectos
e intereses por tiempo indefinido. Ej: art. 92: “para que la habitación cause domicilio, la
residencia debe ser habitual y no accidental, aunque no se tenga la intención de fijarse allí”; el
art. 99: “el domicilio se conserva por la sola intención de no cambiarlo o de no adoptar otro”.
Duración: el domicilio real a voluntad no se extingue mientras no se constituya uno nuevo. El art.
97 dice: “el cambio de domicilio se verifica por el hecho de la traslación de la residencia
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(corpus) de un lugar a otro, con animo de permanecer en él y tener allí su principal
establecimiento (animus)”. El art. 98 agrega: “el último domicilio de una persona es el que
prevalece cuando no se conoció el nuevo.
Otra forma de extinción del domicilio es a partir del fin de la existencia de la persona. En caso
que exista conflicto entre el domicilio legal y real de una persona, teniendo el primero
desaparece el segundo.
Domicilio legal. (concepto) es el lugar donde la ley presume que una persona reside de una
manera permanente.
Caracteres:
- Para algunos doctrinarios: a todo empleado o funcionario público cualquiera sea su labor.
- Para Llambias y otros: sólo a aquellos que tienen facultad decisoria y concurren con su
voluntad a formar la actividad administrativa. Carecen de domicilio legal los que están
supeditados a las órdenes de sus superiores.
Constitución: a partir de la fecha en que el funcionario toma posesión del cargo. No desde la
fecha de nombramiento.
Efectos: propios de todo domicilio general (efectos del domicilio real y legal).
- Extiende su eficacia a todas las relaciones jurídicas.
- Es idóneo para determinar competencia del juez.
- Es idóneo para enviar notificaciones al funcionario.
La constitución del domicilio legal implica la extinción del domicilio real, para todos los efectos
legales.
En el anteproyecto de Bibiloni, proyecto del 36, aparecía.
En el anteproyecto del 54, se suprimió.
- Inciso 2. (militares) “ los militares en servicio activo tiene su domicilio en el lugar que se
hallen prestándolo, si no manifestasen intención en contrario por algún establecimiento
permanente o asiento principal de sus negocios en otro lugar”.
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Militares a los que alude:
- Art. 44 “las personas jurídicas nacionales o extranjeras”: lugar en el que se hallaren o donde
funcionen su dirección o administración principal.
Menores emancipados: inhabilitados (capaces), son aptos para constituir domicilio por si
mismos.
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Penados: su domicilio será el de su residencia actual, la cárcel.
Variantes: hijos legítimos y adoptivos. Tienen el domicilio del padre o de la madre que tenga
la patria potestad (su ejercicio).
Padres divorciados: el hijo tiene el domicilio del padre al cual se le confió su tenencia, aunque
no tuviese el ejercicio de su patria potestad.
Padres adoptivos: el hijo tiene el domicilio del padre adoptivo (adoptante).
Hijos extramatrimoniales: tienen el domicilio del progenitor que los hubiere reconocido.
Menores huérfanos o abandonados no reconocidos: cuando se les asigna u tutor, tiene el
domicilio de éste. Antes de tal discernimiento o designación: si se conociere conservan el último
domicilio de sus progenitores; si no se conociere el domicilio, éste será el del guardador; si no se
conociere a sus padres, la designación del tutor corresponde al juez del lugar donde se hubiera
encontrado al menor.
Insanos, dementes y sordomudos: Después de la designación de curador, tienen el domicilio
de éste. Luego de realizada la rehabilitación, conservan el domicilio del curador hasta que se les
designe uno nuevo.
Insano casado: tiene el domicilio de su cónyuge.
- Inciso 8. “los mayores de edad que sirven o trabajan, o que están agregados en la casa de
otros, tienen el domicilio de la persona que sirven o para quien trabajan, siempre que residan en
la misma casa y en habitaciones accesorias, con excepción de la mujer casada que como obrera o
doméstica habita otra casa distinta de la de su marido”.
- Inciso 9 derogado. “mujer casada, obrera o doméstica (derogado por ley 23515, divorcio
vincular).
5- Domicilio de origen. Está definido en el art. 89 como: “el lugar del domicilio del padre, en el
día de nacimiento de los hijos”.
Es el primer domicilio de la persona, pues como incapaz tiene el domicilio del padre.
Los hijos de filiación desconocida carecen de domicilio de origen, asá Freitas determinó que
fuese en el lugar en que la persona hubiere nacido.
Naturaleza. Es una especie de domicilio legal, porque es instituido, impuesto por la ley. Con
independencia de la voluntad de la persona a quien afecta.
Efectos posibles:
6- Domicilio especial. (concepto) Es el domicilio que las partes convienen para el cumplimiento
de determinadas obligaciones. Se establece para una o más relaciones jurídicas particulares
determinadas, a fin de que ellas tengan su sede en un lugar.
Caracteres:
Diferentes supuestos.
Domicilio Procesal o Constituido: es el que debe fijar cada persona en cada presentación en
juicio (art. 40 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).
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Domicilio Matrimonial: es el domicilio de los esposos, que rige lo relativo al divorcio y nulidad
del matrimonio, acciones que deben ser promovidas ante el juez de dicho domicilio aunque el
hombre ya no viva ahí. Es especial porque surte efectos únicamente para promover las acciones
de divorcio y nulidad.
Domicilio Comercial: es el de los comerciantes, que teniendo a su familia en un lugar, tienen
el asiento de su negocio en un lugar diferente, independiza su domicilio real con su familia. Es
especial porque produce efectos para el cumplimiento de las obligaciones comerciales allí
contraídas y determina la competencia judicial con respecto a ellas.
Domicilio de las sucursales: a pesar de estar enumerado dentro de los casos de domicilio
legal, es un tipo de domicilio especial, porque si bien es fijado por la ley, produce efectos sólo
en relación con las otras obligaciones allí contraídas por los gerentes de sucursales que tienen
su casa central en otro lugar.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla VII.
1- Fin de la existencia de las personas naturales. En las legislaciones antiguas las causas de
extinción jurídica de las personas naturales eran la muerte, la esclavitud y la muerte civil por
profesión religiosa o condena perpetua. En la actualidad, solo subsiste la muerte, que pone
termino a la vida del hombre y esto altera las relaciones jurídicas del difunto, y estas
relaciones se extinguen con la persona que le servia de soporte, son los derechos u obligaciones
inherentes a la persona; otras, se transmiten a los herederos del fallecido y resultan por
sucesión investidos del carácter de propietario, acreedor o deudor que correspondía la
causante.
Muerte natural. (concepto) La muerte del ser humano es un hecho jurídico. El articulo 103
primera parte: “termina la existencia de las personas por la muerte natural de ellas”.
Para formular la denuncia de una defunción y poderse lograr el asiento en los libros del registro
civil, se requiere un certificado medico de defunción o manifestación de dos testigos de haber
visto el cadáver. Consiguientemente la prueba de partidas queda descartada, no solo en los
supuestos del articulo 85 aplicables al caso por vías de la remisión que contiene el articulo 104,
sino también cuando el fallecimiento se ha producido en circunstancias tales que el cadáver no
ha podido ser visto, por ejemplo quien ha caído en un abismo insondable. También la
jurisprudencia admitió que aunque no se hallara el cadáver podía darse por comprobada la
muerte si las circunstancias del caso producían la certeza moral del fallecimiento. Esto ha sido
confirmado por la ley 14394 art. 33: “en los casos en que el cadáver de una persona no fuese
hallado, el juez podrá tener por comprobada la muerte y disponer la correspondiente inscripción
en el registro, siempre que la desaparición se hubiera producido en circunstancias tales que la
muerte deba ser tenida como cierta. Igual regla se aplicara en los casos en que no fuese posible
la identificación del cadáver”.
Conmoriencia. Puede ocurrir que se produzca el fallecimiento de dos personas de las cuales
una sea heredera de la otra, en circunstancias tales que impidan conocer cual murió primero, y
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por tanto, si media transmisión de derechos entre ellas. En el caso de que marido y mujer
perezcan en un accidente, si no dejaran hijos, tendría la mayor importancia saber cual de los
cónyuges falleció primero, pues el otro en calidad de heredero suyo recibiría sus bienes y por
efecto de la ulterior muerte los transmitiría a sus propios parientes. De no poderse acreditar
esa transmisión de derechos entre los cónyuges, los bienes de cada esposo corresponderían a
los herederos legítimos respectivos, sin que los parientes de la mujer pudieran recibir
indirectamente los bienes del marido, ni viceversa. En estos casos es muy difícil determinar con
exactitud el momento de la muerte de cada uno; la ley supone que todos murieron al mismo
tiempo sin poder alegarse la transmisión de los derechos entre ellos.
2- Efectos de la muerte con relación a los derechos. Producida la muerte de una persona el
derecho establece cual es la suerte de las relaciones jurídicas constituidas sobre el difunto.
Estas se distinguen según su contenido patrimonial en patrimoniales o extrapatrimoniales.
Efectos en cuanto a los atributos de la personalidad del difunto: los atributos son cualidades
de las personas, la muerte incide en la eficacia jurídica de dichos atributos. Además de la
extinción de las personas importa también la de sus atributos como por ejemplo: el nombre que
servia para identificar a la persona se extingue con ella, lo mismo ocurre con la capacidad y el
domicilio.
Los sucesores universales del difunto pueden continuar todas las acciones de estado iniciadas
por el causante, salvo la de divorcio. En cuanto al patrimonio, se extingue con la muerte de la
persona, pero como universalidad o conjunto de los bienes del difunto se transmite a sus
sucesores, que los reciben e importan a su propio patrimonio.
Efectos en cuanto a los derechos extrapatrimoniales del difunto: la muerte provoca la
extinción de los derechos extrapatrimoniales del difunto. Es lo que ocurre con los derechos de
familia: la muerte disuelve el matrimonio, y con ello extingue los derechos y deberes conyugales
que emanaban de esa unión, lo mismo ocurre con la patria potestad, la tutela y la curatela.
También cesan los derechos de la personalidad tales como el derecho a la vida, a la salud, a la
libertad y al honor, etc.
También se extinguen con la muerte las acciones penales contra el difunto, ya sean privadas o
de instancias privadas. Sin embargo por calumnia o injuria pueden ser ejercitadas luego de la
muerte del ofendido por su cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes.
Efectos en cuanto a los derechos patrimoniales del difunto: estos no se extinguen con la
muerte de su titular, sino que se transmiten a los sucesores de este, dando lugar al fenómeno
jurídico denominado sucesión por causa de muerte.
Sucesión por causa de muerte. (concepto). La sucesión respecto de un derecho tiene lugar
cuando el titular es reemplazado en ese carácter por otra persona (transmisión activa).
Igualmente se opera la sucesión cuando la persona sometida a la prerrogativa jurídica de otra,
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traspasa a un tercero el derecho que le incumbe (transmisión pasiva). La sucesión puede ser por
actos entre vivos o mortis causa (art. 3279 C.C).
Derechos que se transmiten. El art. 3417 establece: “El heredero continúa con la personalidad
del difunto, y es propietario acreedor o deudor de todo lo que el difunto era propietario,
acreedor o deudor. Con la excepción de aquellos derechos que no son transmisibles por
sucesión.” El art. 498 C.C agrega: “Los derechos no transmisibles a los herederos del acreedor
como las obligaciones no transmisibles a los herederos del deudor, se denominan: derechos
inherentes a la persona y obligaciones inherentes a la persona.
Derechos que no se transmiten. Son aquellos que no pueden conseguirse independientemente
de las personas, ligados a la misma ya sea por su naturaleza que no lo consiente o por disposición
expresa de la ley que veda la transmisión.
- Por su naturaleza: son los derechos originados en relaciones jurídicas creadas por la calidad
especial de la persona que se refiere. Son las obligaciones formadas teniendo en cuenta la
condición de la persona.
Son las obligaciones de prestar servicios que asumen los profesionales, artistas o artesanos.
- Por disposición de la ley: son los derechos reales de usufructo, uso y habitación (art. 2920 y
2969 C.C). Los derechos emanados del mandato (art. 1963 inc. 3 C.C). Los derechos de socio,
salvo convención contraria (art. 1670 y 1761 C.C). Los derechos emanados de leyes de previsión
social como la jubilación y la pensión. El derecho emanados del pacto de preferencia en la
compraventa (art.1368 y 1396). El derecho a obtener la reparación del agravio moral, a menos
que el difunto hubiera ya establecido la acción judicial art. 1099 C.C).
3- Presunción de fallecimiento: esta situación se presenta cuando una persona se ausenta del
lugar de su domicilio o residencia y transcurre un lapso más o menos prolongado sin dar noticia
alguna de su existencia. En este caso, es posible presumir el fallecimiento del ausente por su
ausencia prolongado y la falta de noticias de su paradero, influyendo esto sobre las diferentes
relaciones jurídicas que afectaban al desaparecido.
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Nuestro código adoptó un sistema mixto combinando dos ideas diferentes: la declaración de
muerte del derecho Germánico y la presunción de ausencia del derecho Francés. Así surge la
institución de la ausencia con presunción de fallecimiento.
Régimen legal: normas de la ley 14394 (art. 22 al 32). Causa de presunción de fallecimiento: la
causa que hace presumir el fallecimiento de una persona es su ausencia del lugar de su domicilio
o residencia, calificada por la falte de noticia alguna durante lapsos más o menos prolongados.
1º Caso ordinario: se requiere simplemente la prolongación de aquella situación (ausencia sin
noticias) durante tres años (art. 22 ley 14394).
Procedimiento para su declaración. Según la ley 14394 podrán pedir la declaración del día
presuntivo de fallecimiento todos los que tuvieran algún derecho subordinado a la muerte de la
persona de que se trate: el cónyuge, los herederos legítimos o testamentarios, los legatarios
que manifiesten un derecho supeditado a la muerte del testador, el Fisco, el beneficiario de un
segura sobre la vida del ausente, cualquier contratante cuyas obligaciones caduquen por la
muerte del ausente, los acreedores.
Para establecer el fallecimiento presunto de una persona desaparecida se debe seguir un juicio.
El juez competente es el del domicilio o última residencia del desaparecido.
Efectos en cuanto a los bienes del presunto muerto. La declaración del fallecimiento
presunto de una persona causa la apertura de su sucesión, es decir transfiere desde el momento
del día presuntivo del fallecimiento, los bienes que componen la herencia de aquella a quienes
fueren sus sucesores a esa misma fecha. Según el art. 28 ley 14394 “ dictada la declaratoria del
juez mandara a abrir, si existe, el testamento que hubiese dejado el desaparecido, los
herederos al día presuntivo del fallecimiento y los legatarios, o sus sucesores, recibirán los
bienes del ausente, previa formación del inventario. Tienen derecho a los bienes: los herederos
legítimos o testamentarios y los legatarios y sus sucesores.
Prenotación. Es el periodo durante el cual los titulares actuales de los bienes que componían el
patrimonio del presunto muerto carecen de facultades de disposición respecto a esos bienes, a
menos que concurra la autorización judicial, tiene una duración relativamente corta.
El art. 30 ley 14394 dice “transcurridos los cinco años desde el día presuntivo del fallecimiento
u ochenta años desde el nacimiento de la persona, quedara sin efecto la prenotacion prescripta,
pudiendo desde ese momento disponerse de los bienes. Queda concluida y podrá liquidarse la
sociedad conyugal” De esto surge que el periodo aludido puede finalizar, ya por el transcurso del
plazo legal, ya por la edad avanzada del desaparecido.
Transcurso del plazo legal. La causa ordinaria de cesación del periodo de la prenotación consiste
en el solo transcurso de cinco años a contar desde el día del fallecimiento presunto del
desaparecido.
Caso de desaparecido octogenario. Para esto se toma en cuenta la avanzada edad del
desaparecido para acortar el periodo de indisponibilidad de sus bienes en manos de sus
sucesores, porque a la presunción de muerte emanada de la sola ausencia se agrega la hipótesis
que surge de la avanzada edad del desaparecido.
Apertura del período definitivo o de dominio pleno. Transcurrido el periodo de la prenotacion,
se abre el periodo definitivo referente al goce de los derechos transmitidos a favor de los
sucesores del presunto muerto. Este aspecto es fundamental con respecto a la disolución de la
vida conyugal, a la caducidad de las restricciones que limitaban las facultades de disposición de
los sucesores. Al respecto el art. 30 ley 14394 indica que transcurridos los cinco años desde el
día presuntivo del fallecimiento u ochenta años desde el nacimiento de la persona queda
concluida y podrá liquidarse la vida conyugal.
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Efectos de la reaparición del ausente con relación a los bienes. La reaparición del ausente,
declarado muerto, puede surgir como: antes de la entrega de dichos bienes, durante el periodo
de prenotacion, luego de cesada la prenotacion.
Antes de la entrega de los bienes. La ley no preve el supuesto que el desaparecido
reaparezca en el curso del juicio de presunción de fallecimiento, o luego de la declaración pero
antes de quedar esta cumplimentada por la entrega de los bienes a los sucesores. Ante este
caso se deja sin efecto la presunción de fallecimiento que se halla dictado, además quedaran
impedidos los sucesores para pretender entrar en la posesión de los bienes o inscribir los bienes
a su nombre.
Durante el período de prenotación. Lo que provoca la ineficiencia del titulo por el cual se ha
hecho entrega de los bienes, son la presencia del presunto muerto o la noticia cierta de su
existencia. Los obligados a restituir los bienes, deben rendir cuentas de su gestión para
justificar que no han dispuesto de los bienes recibidos. También puede surgir que no obstante el
tenerse noticias ciertas de la existencia del declarado muerto presunto, este no comparezca a
reclamar sus bienes. En este caso toda persona que tuviera interés legitimo respecto de los
bienes del ausente puede hacer la denuncia del hecho y si se comprobare, procederá a colocar
sus bienes bajo la custodia de un curador.
Reaparición después de cesada la prenotación. Según el art. 32 ley 14394 “si el ausente
reapareciera podrá reclamar la entrega de los bienes que existen y en el estado en que se
hallasen; los adquiridos con el valor de los que faltaren, el precio que se adeudase de los que
hubieran enajenado, y los frutos no consumidos.”
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla VIII.
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2- Personas Jurídica. (concepto). Son las entidades ideales reconocidas como sujetos de
derecho, ya por su conexión por la existencia misma de la Nación (personas de carácter
público), ya por un acto administrativo expreso que les confiere personalidad en cada caso
(personas jurídicas de carácter privado); según lo previsto en el art. 45 primera parte.
Caracteres.
Auge de la persona jurídica. La noción de persona jurídica se mantuvo en un segundo plano hasta
el siglo XIX, en que el capitalismo moderno la usó como un resorte de su expansión y predominio.
La utilización de la “forma” de la persona jurídica permitió la reunión de grandes capitales con lo
que se formaron empresas económicas inaccesibles para los individuos aislados.
Ese auge del capitalismo, multiplicado en sus posibilidades de acción por el recurso
económico-jurídico de la personalidad moral de las asociaciones anónimas, puso en el primer
plano de la ciencia del derecho la consideración referente a la naturaleza de esas entidades.
a) Teoría de la ficción: fue especialmente desenvuelta y sistematizada pro Savigny. Éste parte
del derecho subjetivo al que considera como un poder atribuido a la voluntad, por lo cual, los
seres dotados de voluntad pueden ser personas. Pero el derecho positivo puede modificar este
principio, ya sea negando la capacidad natural a algunos hombres con la institución de la
esclavitud, o extendiéndola a entes que no son hombres, como sucede con la personas jurídicas.
A éstos sujetos del derecho Savingy los llama “ personas jurídicas” porque sólo son admitidas
para un objeto de derecho que queda ubicado en el sector patrimonial.
Características.
Distintos criterios.
- Teoría de los patrimonios de afectación: para ésta tesis, si bien hay una sólo clase de
personas (los individuos humanos), hay en cambio dos clases de patrimonio: los pertenecientes a
las personas determinadas y los atribuidos a un fin específico. Según Brinz la afectación de un
patrimonio con una finalidad especial no implica el nacimiento de un nuevo sujeto de derecho.
Completa Bekker diciendo que el manejo de tal patrimonio exige la presencia de una persona en
calidad de titular suyo, puesta la voluntad individual en el gestor. Ej: los niños, los locos, etc se
benefician con la gestión patrimonial de alguien que obra a nombre suyo.
- Teoría de los bienes sin sujeto: Duguit se basa en la realidad y en ésta no descubre entes
diferentes al humano, dentro de éstos se percibe la solidaridad social junto con voluntades
individuales que están amparadas por la norma objeto. Entonces las personas jurídicas no son
sujetos de derechos ya que éste no existe.
- Teoría de los derechos individuales peculiares: la persona jurídica no es un sujeto real sino
aparente que encubre al verdadero titular (seres humanos). La persona jurídica es un
instrumento técnico destinado a corregir la indeterminación de los sujetos.
- Teoría de la propiedad colectiva: la persona jurídica es una concepción simple y superficial.
Se diferencia a la propiedad colectiva de la individual, ya que la primera es similar al condominio,
con la diferencia de que en éste cada titular es dueño de una cuota ideal, y en la propiedad
colectiva el conjunto de propietarios es el único titular.
c) Teoría de la realidad: sostiene que la personalidad de los entes ideales existe de manera
para lela a la de las personas físicas, la unión de éstas engendra una unidad superior y distinta a
la de sus integrantes. De ésta teoría surgen:
- Teoría voluntarista: sostiene que la suma de voluntades de los individuos que integran el ente
ideal genera una voluntad distinta, superior e independiente de todas las voluntades
individuales. La existencia de ésta voluntad le permite convertirse en un sujeto de derecho.
- Teoría organicista: concibe a la sociedad como un organismo con actos de voluntad
semejantes a los individuales, estos constituyen un organismo total que decide por sus
asambleas (las personas físicas son órganos integrales de las personas jurídicas).
- Teoría del interés: sostiene que el interés de la persona jurídica es diferente al de sus
miembros, y éste interés sería el sustrato real elevado a la categoría de derecho subjetivo,
cuyo titular debe ser un sujeto (persona humana).
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- Teoría de la institución: la institución es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura
jurídicamente en un medio social, y que sujeta a su servicio voluntades renovadas.
Elementos: una idea fuerza – un poder para servirla – una adhesión a tal idea.
La idea es el primer elemento de la institución, el núcleo vital en torno al cual se centran las
voluntades individuales consagradas a su servicio. Además tiene la necesidad de construir un
poder organizado para que coordine los medios conducentes al fin propuesto. Pero no basta la
idea ni el poder para que surja la institución sino que se requiere la participación de un número
suficiente de individuos que alienten y estimulen ésta obra.
a) Salvat afirma que nuestro código adopta la teoría de la ficción, se apoya en la denominada
existencia ideal, no real o ficticia; al admitir que el estado puede crear o extinguir las personas
jurídicas (art. 45 y 48). Se admite que son creaciones carentes de existencia por sí mismas, la
irresponsabilidad de las personas jurídicas por hechos ilícitos se establecía en el anterior art.
43. Estos argumentos no son decisivos.
b) García López y Llambias: para ellos no es obligatorio para el interprete derivar de las
disposiciones del código una especia concepción sobre las personas jurídicas, lo que sí es
cometido por la ciencia del derecho, ya que las normas legales concretas son idóneas para regir
el comportamiento humano, pero no para fijar ideas del hombre.
Clasificación de las personas jurídicas
1- El Estado
Nacional
2- Cada Provincia
De carácter público. 3- Cada Municipio
4- Entidades
Autárquicas
Personas 5- La iglesia
Católica
Jurídicas (art.33)
Asociaciones: Es una unión estable de una pluralidad de personas que tiene una constitución
corporativa y un nombre colectivo, cuyos bienes son administrados por los mismos miembros.
Clasificación:
a) Comerciales: Son las que persiguen un fin de lucro que será en beneficio de sus miembros.
b) Civiles: Persiguen finalidades exentas de lucro y tienden al fin común.
Simples asociaciones: Son sujetos de derecho provistos por el concurso de los miembros que
los constituyen carentes de finalidad lucrativa.
Elementos esenciales:
1) Tiene pluralidad de miembros.
2) Son de duración indefinida.
3) Disponen de un fondo social.
4) Persiguen un fin desinteresado.
Régimen legal: Las simples asociaciones no tienen en nuestro código un régimen propio, sino que
se gobiernan por las reglas del Contrato de Sociedades.
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Acto constitutivo: Este tramite administrativo se inicia con un pedido de los particulares
interesados en la gestión de la personería y aun antes por medio de un acto jurídico que vincula
a esos interesados en el propósito de constituir la persona jurídica; es el acto jurídico
constitutivo de la entidad que si se tratara de una asociación se llamaría “acto conjunto” o “acto
funcional” si se refiere a una fundación, pero que en ambos casos contiene un proyecto de
estatuto o carta que habrá de regir la vida de la persona jurídica. Autorización estatal: La
personería jurídica es otorgada mediante un decreto dictado por el poder ejecutivo, luego del
tramite seguido al efecto ante la inspección general de justicia (art. 3 y 4 de la ley 22315). Pero
nada se opone, a que el propio congreso de la nación, en la jurisdicción de esta, y las legislaturas
locales, confieran la personería mediante una ley en sentido formal. Requisitos y recursos:
Tanto las asociaciones como las fundaciones están sometidas a la reunión de ciertos requisitos
para existir. Para que las asociaciones y fundaciones puedan producir efectos necesitas
requisitos de fondo y forma.
De fondo:
1) Finalidad de bien común: Este es un rasgo característico de todas las personas jurídicas
privadas. Ella hace el bien común cuando la actividad de la entidad concurre al bien de todos.
2) Patrimonio propio: La existencia de este es un supuesto indispensable para que la entidad
pueda acceder a la personalidad jurídica.
3) Dispositivo de gobierno de la entidad: Es un requerimiento fundamental ya que es el que
administra y gobierna la entidad para lograr los fines determinados por medios apropiados.
De forma: Son los modos por los cuales se manifiesta la existencia de la entidad como persona
jurídica.
5 - La persona jurídica y sus miembros: Art. 39 CC: “Las corporaciones, asociaciones, etc.
Serán consideradas como personas enteramente distintas de sus miembros. Los bienes que
pertenezcan a la asociación no pertenecen a ninguno de sus miembros; y ninguno de sus
miembros i todos ellos, están obligados a satisfacer las deudas de la corporación, si
expresamente no se hubieran obligado como fiadores, mancomunados con ella”.
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Distinción:
1) La existencia de los distintos patrimonios (el de la entidad y el de sus miembros) que nutren
con su actividad humana la propia de la entidad.
2) La distinta titularidad de derechos a que da lugar la actividad de la entidad.
3) La diversa responsabilidad a que da lugar la aludida actividad, que en principio, sólo
compromete la de la propia entidad actuante.
4) La posibilidad de alterar la composición humana del núcleo sin que se modifique la situación
jurídica de la entidad.
5) La posibilidad que la entidad rija su propio orden interno y establezca los derechos y
deberes de los individuos que componen la entidad o que se benefician con su actividad.
Consecuencias:
- patrimonio: el patrimonio es un atributo de la persona, si ésta carece de patrimonio no sería
persona El patrimonio de la persona jurídica está compuesta por todos los bienes de
que ella es titular y así mismo de las cargas que la gravan. Por consiguiente los bines de la
entidad figuran en su propio patrimonio y no en el de los individuos que la componen.
Responsabilidad contractual. Contemplada en el art. 42 del C.C.: “las personas jurídicas pueden
ser demandadas por acciones civiles, y puede hacerse ejecución de sus bienes”. Por lo tanto, si
no cumplen con las obligaciones que tuvieren, es dable comportarse del mismo modo como podría
obrarse respecto de cualquier deudor (persona visible) ya que se trata de una aplicación del
derecho común. Pero se presenta el problema respecto a la imputabilidad de los actos de los
dirigentes de la persona jurídica, variando las soluciones según los distintos fundamentos en que
se sustenta dicha imputación y quienes propician la teoría del órgano.
Nuestro sistema legal. Esta instrumentado según el art. 36 del C.C.: “se reputan actos de las
personas jurídicas los de sus representantes legales, siempre que no excedan los límites de su
ministerio. En lo que excedieren sólo producirán efectos respecto de los mandatarios”.
Con ésta última frase el codificador se enrola en la teoría de la representación.
Así, obrado algún acto a nombre de la persona jurídica con exceso de atribuciones, ello no se
imputa a la entidad, sino al individuo humano que se ha desorbitado en su cometido. Pero éste
nunca queda obligado a realizar lo prometido, sino eventualmente a resarcir los daños y
perjuicios que sufriera la otra parte. Para determinar la desorbitación o no del representante,
hay que acudir a las normas constitutivas de la entidad y en caso de silencio de éstas, a las
reglas del mandato, según lo previsto en el art. 37 C.C. ante toda duda sobre tales facultades ha
de resolverse en el sentido de la carencia de atribuciones.
La ratificación que realizare la persona jurídica, por intermedio de sus órganos competentes,
cubre toda imperfección que hubiere en lo obrado por sus anteriores representantes (nulidad
relativa).
La persona jurídica queda obligada a restituir las adquisiciones recibidas por intermedio de sus
representantes que hubiesen obrado con exceso de sus atribuciones no obstante no queda
comprometida la persona jurídica por esto último.
Responsabilidad extracontractual.
Reforma. La ley 17711 renueva el texto del art. 43 en los siguientes términos: “las personas
jurídicas responden por los daños que causen quienes las dirigen o administran, en el ejercicio o
con ocasión de sus funciones”. Responden también por los daños que causen sus dependientes o
las cosas, en las condiciones establecidas en el título: “de las obligaciones que nacen de los
hechos ilícitos que no son delitos”. La fórmula “ en ejercicio y con ocasión de sus funciones” ha
dado lugar a diversas interpretaciones doctrinarias. Según Llambias sólo puede ser imputado el
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obrar de quienes dirigen o administran a la entidad cuando es practicado “en el ejercicio de la
función”, es decir cuando fuese consecuencia de actos que correspondieren por su naturaleza a
la función, pues sólo entonces el agente obra como órgano de la persona jurídica, no cuando obra
sólo con “ocasión” de esa función (accidente “in itinere”). (Ocasión: actos ajenos o extraños a la
función específica, pero que únicamente han podido ser llevados a cabo por el representante o
dependiente en tal calidad y con motivo de sus funciones). Con respecto a la segunda parte del
art. 43 (nueva) las responsabilidades de las personas jurídicas se asimilan a la de las personas
de existencia visible quedando regidas por los principios que establece el art. 1113 del C.C.
Evolución doctrinaria.
c) Teoría de la realidad: hay responsabilidad de las personas jurídicas desde el momento que
son equiparables en condiciones con las personas naturales. La falta o imprudencia es imputable
al órgano de la persona jurídica, dispositivo por el que se expresa la voluntad de la entidad. Es
desde el punto de vista jurídico un acto de la entidad misma por lo que trae aparejada su propia
responsabilidad.
Jurisprudencia. Hasta 1921 la Corte no admitió la responsabilidad civil de una persona jurídica
por hechos ilícitos obrados por sus dirigentes o dependientes. Luego el tribunal reconoce la
responsabilidad de una persona jurídica dedicada a la actividad naviera, por los daños imputados
a la culpa de sus empleados, entonces interpreta que el art. 43 no impedía hacer efectiva la
responsabilidad indirecta del principal por el hecho de sus dependientes.
La Corte ha resuelto varios casos en los que se duda de la responsabilidad de las personas
jurídicas por hechos culposos de sus dependientes, en todos se pronunció por la admisión de esa
responsabilidad. Pero en estos casos se trató de cuasidelitos, a delitos civiles obrados por
empleados de la persona jurídica. Llambias aprueba la jurisprudencia de la Corte que no admitía
la responsabilidad de las personas jurídicas por los hechos de los administradores de la entidad,
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es decir, por las personas que concurren con su voluntad a determinar la actividad que habrá de
imputarse a aquella.
Para la realización de los fines, la persona jurídica goza de una capacidad referida tanto a los
derechos patrimoniales como a los extrapatrimoniales, aunque carece de toda capacidad para
adquirir derechos inseparables de la condición humana (matrimonio, patria potestad). Cuando se
habla de capacidad se alude a la capacidad de derecho, ya que la capacidad de hecho
corresponde solamente a las personas de existencia visible. Con relación a las personas jurídicas
no es posible concebir ese desdoblamiento entre la titularidad de los derechos y su ejercicio,
porque desde su misma constitución cuenta con un dispositivo de actuación que permite a la
entidad alternar el mundo jurídico.
Principio de capacidad: Como las personas naturales, las personas jurídicas se rigen en cuanto a
su capacidad por un principio de libertad y amplitud, es decir que ellas pueden adquirir todos los
derechos (art. 31) y ejercer los actos que no le sean prohibidos (art. 35). Pero este principio
general resulta moderado por el principio de la especialidad, por las restricciones impuestas por
la ley, o por la naturaleza de las cosas.
Limitaciones:
1) Principio de Especialidad: Este indica que la capacidad de la persona jurídica solo puede
ejercerse en orden a los fines de su institución, en vista de los cuales el estado reconoció al
ente como sujeto de derecho. Al margen de estos fines la persona jurídica carece de toda
capacidad, porque en verdad carece de personalidad. Este principio esta contemplado en el art.
35, en el que se establece la posibilidad para las personas jurídicas de adquirir derechos y
ejercer actos conducentes a sus fines de institución que se hallan contemplados en el código o
expresamente prohibidos. Este principio impide que se desvirtúe el objeto para el cual se ha
constituido la persona jurídica.
2) Impuestas por la Ley: Las personas jurídicas ven restringida su capacidad para la adquisición
o mantenimiento de ciertos derechos por imperio de la ley. Tal es el caso del usufructo, uso,
habitación y servidumbres personales que se constituyen a favor de las personas jurídicas,
derechos estos que no pueden perdurar mas de 20 años, mientras que para las personas visibles
pueden prolongarse por mucho mas tiempo.
3) Restricciones provenientes de la naturaleza de las Cosas: De la sola naturaleza de las cosas
surge la imposibilidad de que las personas jurídicas puedan ser titulares de derechos
inseparables de la condición humana. Aun existiendo las restricciones anteriores, queda a favor
de la persona jurídica una serie de derechos de carácter patrimonial de que pueden gozar estas;
estos son:
a) La posesión de las cosas y la cuasi posesión de bienes. (posesión verdadera: las cosas
corporales/cosas incorporales. Cuasi posesión: de un derecho es el goce que tiene el titular al
que pertenece).
b) Los demás derechos reales con la limitación expresada en cuanto a la duración del usufructo,
uso, habitación, etc.
c) Los derechos intelectuales en su significación patrimonial, como también las patentes de
invención y las marcas de fabrica.
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d) Los derechos creditorios en general, emanados de contratos, hechos ilícitos, enriquecimiento
sin causa, etc.
e) Pueden prescribir a su favor y son también pasables de prescripción.
f) Pueden recibir herencias y legados.
Diversas causas:
Retiro de la personería: La vida de la persona jurídica termina por el acto contrario al de su
nacimiento, otorgado por el poder ejecutivo, que se concreta en el retiro de la personería
jurídica. Este acto debe fundarse en la concurrencia de alguna causa legitima que justifique la
adopción de esa medida.
El código civil enuncia en los art. 48 y 49 las causas que pueden dar lugar a la extinción de las
personas jurídicas.
Nuevo articulo 48: “Termina la existencia de las personas jurídicas que necesitan autorización
expresa estatal para funcionar: 1_ por su disolución por la decisión de sus miembros aprobada
por la autoridad competente; 2_ disolución en virtud de la ley, (...), o por haberse abusado o
transgredido las condiciones o cláusulas de la respectiva autorización, o porque es imposible el
cumplimiento de los estatutos, o porque fuese necesaria a los intereses públicos; 3_ por la
conclusión de los bienes destinados a sostenerla”.
Esta decisión admite la oposición de los recursos previstos en el art. 45, en este caso el juez
podrá disponer la suspensión provisoria de los efectos de la resolución recurrida.
La doctrina agrega a estas causas, el agotamiento de la finalidad perseguida por la institución y
la expiración del plazo de duración de la entidad previsto en los estatutos.
Se distinguen las causales del articulo: a_ solo referentes a las asociaciones y b_ comunes a las
personas jurídicas privadas, de cualquier tipo (asociaciones y fundaciones).
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1) Imposibilidad del cumplimiento de los estatutos.
2) Conclusión de los bienes destinados al sostenimiento de la entidad.
3) Agotamiento de la finalidad perseguida.
4) Expiración del plazo de duración previsto en los estatutos.
Solo la expiración del plazo previsto, configura una causal que opera de pleno derecho, ya que
las demás requieren un acto administrativo que verifique las causales. En estos casos el
pronunciamiento de la autoridad que retira la personería jurídica tiene un alcance meramente
declarativo y no constitutivo.
a) Según el código, la decisión de los miembros es presupuesto adecuado para el retiro de las
personas jurídicas que pueda determinar el gobierno, aprobando esa determinación. Este
pronunciamiento de la autoridad administrativa, que aprueba la deliberación de los miembros,
tiene un alcance constitutivo de la extinción de la persona jurídica.
b) Por vía de sanción: La autoridad reprime de esa manera la actuación ilegitima de la persona
jurídica si esta abusa de su reconocimiento como sujeto de derecho, o cuando transgrede las
condiciones o cláusulas de la autorización legal, por realizar actividades incompatibles con los
intereses públicos (art. 48 in. 3). En este caso la decisión adoptada, no es susceptible de
recurso judicial lo que significaría romper el equilibrio entre los poderes del estado.
Sociedades Anónimas (causales de extinción): Las sociedades anónimas desde el punto de vista
de la estructura participan del genero de las corporaciones, diferenciándose de las
corporaciones civiles por su fin lucrativo. De ahí que se discuta sobre si las causales de
extinción de las personas jurídicas se aplican a las S.A.
a) Salvat opina que las S.A. tienen un régimen propio de disolución establecido en los art. 369 a
371 del código de comercio (derogado por ley 19550).
b) Para Llambias se aplican subsidiariamente las disposiciones del código civil, sin desconocer la
vigencia de los art. del código de comercio y en virtud de lo dispuesto en el art. 1 del mismo.
Revisión judicial:
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La ley 17711 en el agregado realizado al art. 48 del CC confirma la doctrina que considera viable
discutir la legitimidad del acto administrativo que cancela el otorgamiento de la personalidad
jurídica, cuando la decisión se funda en la existencia de hechos a los que objetivamente la ley
erige como causales de extinción de esa personalidad, pero en cambio reputa inadmisible la
revisión cuando la autoridad administrativa ha hecho uso de las facultades discrecionales a ese
respecto.
Efectos del retiro de la personería jurídica: El efecto inmediato provoca la extinción del sujeto
de derecho. No provoca la creación inmediata de una simple asociación, pues la existencia de uno
u otro sujeto ( persona jurídica y simple asociación), son por entero independientes, por lo que
la extinción de las personas jurídicas da lugar a las consecuencias normales de toda extinción,
con la consiguiente liquidación de deudas, pago de deudas y destino del remanente, sin perjuicio
de que los ex miembros constituyan una simple asociación reuniendo los requisitos necesarios.
En tal caso no podrán contar con el remanente de los bienes de la extinción, ya que estos bienes
tienen un destino señalado (por ley o por los estatutos).
Destino del patrimonio: El art. 50 CC fija la suerte del patrimonio y así también de las
relaciones jurídicas pendientes a partir de la extinción de la persona jurídica, lo que da lugar a
un proceso patrimonial señalado por los siguientes pasos:
1) Liquidación de los bienes: reducción de los bienes a dinero efectivo u análoga forma que
permite la adjudicación de los mismos a quien corresponda.
2) Pago de las deudas de la persona jurídica.
3) Aplicación del remanente de los bienes al destino final que disponga el cuerpo legislativo.
A pesar de que en el art. 50 se menciona a las asociaciones, su régimen es extensible a las
fundaciones.
Ley de fundaciones (19836): Dice en su art. 30 que a falta de previsión en los estatutos sobre el
destino de los bienes, ello puede ser materia de decisión de las propias autoridades, con arreglo
del criterio legal y conforme la autorización del estado.
Pago de deudas: Practicada la liquidación, el producido de la misma debe aplicarse al pago de las
deudas como se infiere del art. 50, y cabe también la satisfacción de las prestaciones que
correspondieren a obligaciones exigibles.
Destino de los bienes: El remanente del producido de los bienes cumplidos los pasos anteriores,
debe aplicarse al destino previsto en los estatutos o en su defecto al “objeto que disponga el
cuerpo legislativo”, son dos directivas subordinadas una a la otra. Subsidiariamente si los
estatutos nada dijeren de los bienes, estos se reputan vacantes y en esa calidad son
entregados al organismo estatal correspondiente.
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Reintegro a los miembros de la entidad extinguida: Se distingue según se trate de las entidades
con fin lucrativo y las de fin desinteresado. Si se trata de las primeras el remanente de los
bienes ha de distribuirse entre los socios en proporción a sus respectivos aportes y cubiertos
estos excedentes se distribuirá en proporción a la participación de cada socio en las ganancias
(ley 19550). Por tanto no hay posibilidad que resulten bienes vacantes ya que los bienes de esa
clase de entidades pertenecen a los socios.
En cambio si las corporaciones persiguen fines desinteresados, sus bienes se reputan vacantes
sin posibilidad de reintegro alguno a favor de sus asociados, a causa de la independencia de la
personalidad entre estos y el ente.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla IX.
1- Bienes. (concepto). Aquellas cosas de que los hombres se sirven y con las cuales se ayudan.
Son aquellas que compones la hacienda, el caudal o la riqueza de las personas.
Cosas. (concepto). En su acepción más amplia comprende todo lo existente. De manera corporal
o incorporal, natural o artificial, real o abstracta. Se llama “cosa” en el Código Civil Argentino a
los objetos materiales susceptibles de tener un valor.
Muebles: son las cosas que tienen la característica de poder ser trasladadas de un lado a
otro por si mismas o utilizando una fuerza externa.
- Por su naturaleza: art. 2318 “ son cosas muebles las que pueden transportarse de un lugar a
otro, sea moviéndose por si mismas, sea que solo se muevan por una fuerza externa, con
excepción de las que sean accesorias a los inmuebles”.
Se dividen en: Semovientes (son las cosas muebles que tienen la propiedad de moverse por sí
mismas. Ej: el ganado). 15572300 claro 30
Locomóviles y automotores ( artefactos rodantes con propulsión propia. Ej:
locomotoras, automóviles, tractoctores,etc).
- Por su carácter representativo: art. 2319 in fine “son también muebles... todos los
instrumentos públicos o privados donde se constare la adquisición de derechos personales”.
Inmuebles: son las que están fijas en un lugar determinado, no pudiendo ser trasladadas a
otro lugar. Pueden ser inmuebles por su naturaleza, por su accesión física o moral y por su
carácter representativo. (art. 2313).
- Por su naturaleza: art. 2314. “son inmuebles por su naturaleza las cosas que se encuentran
por si mismas inmovilizadas, como el suelo y todas las partes sólidas o fluidas que forman su
superficie y profundidad; todo lo que está incorporado al suelo de una manera orgánica, todo lo
que se encuentra bajo el suelo sin el hecho del hombre”.
- Por accesión física: art. 2315. “son inmuebles por accesión las cosas muebles que se
encuentran realmente inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con tal que esta adhesión
tenga carácter de perpetuidad”.
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- Por accesión moral: art. 2316. “son inmuebles las cosas muebles que se encuentran puestas
intencionalmente, como accesorias de un inmueble por el propietario de éste, sin estarlo
físicamente”.
- Por su carácter representativo: art. 2317. “son inmuebles por su carácter representativo
los instrumentos públicos de donde constare la adquisición de derechos reales sobre bienes
inmuebles, con exclusión de los derechos reales de hipoteca y anticresis”.
Fungibles: son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la misma especie equivale a
otro individuo de la misma especie y que pueden sustituirse las unas por las otras de la misma
calidad y en igual cantidad.
No fungibles: son aquellas cosas que no pueden ser sustituidas por otra de igual calidad. Las
cosas no fungibles son aquellas valoradas desde su individualidad. Ej: una obra de arte.
Consumibles y no consumibles: art. 2325. “son cosas consumibles aquellas cuya existencia
termina con el primer uso y las que terminan para quien deja de poseerlas por no distinguirse en
su individualidad. Son no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas
se hace, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo”.
Divisibles: art. 2326. “ son cosas divisibles, aquellas que sin ser destruidas enteramente
pueden ser divididas en porciones reales, c/u de las cuales forma un todo homogéneo y análogo,
tanto a las otras partes como a la cosa misma”.
No divisibles: el codificador no las definió, pero claro está de que se trata.
Principales: art. 2327. “son cosas principales las que pueden existir para si mismas y por si
mismas”.
Accesorias: art.2328. “ son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son
determinadas por otra cosa de la cual dependen, o a la cual están adheridas”.
Frutos: aquellos que otra cosa da sin que altere o disminuya su sustancia.
Se dividen en: naturales: son los que la cosa produce espontáneamente y sin intervención
principal del hombre.
Industriales: son los que la cosa produce, mediante la acción principal del hombre. Ej: los cortes
de alfalfa.
Civiles: son las rentas provenientes del uso de la cosa, como también el salario correspondiente
al trabajo material.
Productos: son las cosas que se extraen de una cosa existente, la cual no las vuelve a
producir y queda disminuida o alterada en su sustancia a consecuencia de la separación de
aquellos. Ej: el petróleo extraído de la tierra.
Cosas dentro y fuera del comercio. Art. 2336. “ están en el comercio todas las cosas cuya
enajenación no fuese expresamente prohibida o dependiente de una autorización pública”.
Art. 2337. “las cosas están fuera del comercio por su inenajenabilidad absoluta o por su
inenajenabilidad relativa”.
- Son absolutamente inenajenables:
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a) Las cosas cuya venta o enajenación fuere expresamente prohibida por la ley.
b) Las cosas cuya enajenación se hubiere prohibido por actos entre vivos o disposiciones de
última voluntad, en cuanto éste Código permita tales prohibiciones”.
- Son relativamente enajenables las que necesiten una autorización previa para su enajenación.
(art. 2338).
a) Dominio público. Son aquellos afectados a una utilidad pública. Son los que pertenecen al
Estado como órgano político. La característica esencial de los bienes público del Estado, es que
los bienes están afectados al uso y goce de todos los ciudadanos. Art. 2341 “las personas
particulares tienen el uso y goce de los bienes públicos del Estado o de los Estados, pero
estarán sujetas a las disposiciones de éste Código o a las ordenanzas generales o locales”.
Dominio privado. Son bienes privados del Estado general o de los Estados particulares: (art.
2342)
1) Todas las tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales de la República,
carecen de otro dueño.
2) Las minas de oro, plata, cobre, piedras preciosas, etc, no obstante el dominio de las
corporaciones o particulares sobre la superficie de la tierra.
3) Los bienes vacantes y los de las personas que mueren sin tener herederos.
4) Los muros, plazas de guerra, puentes, ferrocarriles y toda construcción hecha por el Estado
o por los Estados y todos los bienes adquiridos por el Estado o los Estados por cualquier título.
5) Las embarcaciones que diesen en las costas de los mares o ríos de la República, sus
fragmentos y los objetos de su cargamento, siendo de enemigos o de corsarios.
b) Bienes municipales.
Art. 2344 “son bienes municipales los que el Estado o los Estados han puesto bajo el dominio de
las municipalidades. Son enajenados en el modo y forma que las leyes especiales lo prescriban"”
d) Bienes de los particulares. Son aquellos que no pertenecen al dominio público ni privado del
Estado, ni a la Iglesia Católica. Son los bienes particulares sin distinción de las personas que
sobre ellos tengan dominio, aunque sean personas jurídicas.
Art. 2348 “ los puentes y caminos, y cualquier otra construcción hecha a expensas de
particulares en terrenos que les pertenezcan, son del dominio privado de los particulares,
aunque los dueños permitan su uso o goce a todos”.
Art. 2349 “el uso y goce de los lagos que no son navegables, pertenecen a los propietarios
ribereños”.
Art. 2350 “ las vertientes que nacen y mueren dentro de una misma heredad, pertenecen en
propiedad, uso y goce al dueño de la heredad”.
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Cuando la universalidad no depende de la voluntad del propietario sino de la determinación de la
ley, es una universalidad de derecho (Ej: el patrimonio).
Patrimonio como atributo de la personalidad. Es la teoría sustentada por Aubry y Rau que
indica que “el patrimonio se deduce lógicamente de la personalidad ( ...) el patrimonio es la
emanación de la personalidad y la expresión de la potestad jurídica de que esta investida una
persona”.
De esto se deduce:
1º) Únicamente las personas físicas o jurídicas pueden tener patrimonio.
2º) Toda persona tiene patrimonio aunque no tenga actualmente bienes algunos.
3º) Es intransmisible, porque no se puede transmitir su propia personalidad, sólo los entes de
esta universalidad son transmisibles.
4º) Cada persona tiene solamente un patrimonio, con las excepciones que haga la ley a este
principio.
Concepción alemana: no niega la existencia de un solo patrimonio general, pero junto a él admite
la coexistencia de patrimonios especiales. La unidad se pierde cuando un conjunto de derechos,
cuyos elementos posiblemente son mutables, está regido por normas especiales. Constituyendo
un patrimonio especial una esfera jurídica más restringida, delimitada por criterios
determinados y susceptibles de desarrollo económico propio, de la misma manera que el general.
El fundamento de esta teoría está, en que el patrimonio es el poder económico que descansa en
la división de bienes para facilitar al hombre los medios externos para conseguir los fines
individuales, que son: primero las necesidades primarias y los placeres personales, y luego
también por aspiraciones ideales y altruistas. El patrimonio general está formado por la masa de
bienes de que dispone el titular para obtener cualquiera de los fines que se proponga, en cambio
los patrimonios especiales son los que están afectados a un fin determinado.
Recepción legislativa. En el articulado del Código Civil no hay modo que obligue a adoptar en
nuestro derecho la doctrina anterior. En el art. 2312 se limita a conceptuar los bienes y el
patrimonio, aunque se amplía en la nota a tal artículo. Así es compatible con nuestro sistema
legal el reconocimiento de un patrimonio general y diversos patrimonios especiales del mismo
sujeto. El primero se define simplemente como el conjunto de bienes de una persona (art. 2312),
que no quedan comprendidos en un régimen legal especial. Y los patrimonios especiales son
conjuntos de bienes afectados a un fin determinado y sometidos a un régimen legal especial.
Estos son:
1) El patrimonio de la herencia aceptada con beneficio de inventario.
2) El mismo patrimonio, si los acreedores del causante hacen valer la separación del patrimonio.
3) El patrimonio del presunto muerta durante el período de prenotación.
4) La masa de los bienes del deudor en concurso civil o de quiebra.
5) La masa de bienes integrantes del fondo de comercio.
Ambos patrimonios (general y especial) son tratados por la misma ley, por eso son
universalidades de derecho.
Los nuevos bienes adquiridos por el titular ingresan al patrimonio general a no ser que:
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1) La ley establezca que sean incluidos al patrimonio especial.
2) Provengan de inversiones o movimientos comerciales del patrimonio especial.
3) Sean productos o frutos de los mismos bienes del patrimonio especial.
Derechos patrimoniales. Son los que revisten el carácter de bienes, es decir, que son
susceptibles de tener un valor económico. Se dividen en tres clases:
Derechos reales: se concede a su titular un señorío inmediato sobre la cosa, el cual es pleno
en el dominio, y se le concede también derechos sobre cosa ajena.
Concepción tradicional: la característica del derecho real reside en la relación inmediata del
titular y la cosa sometida a su derecho, teniendo éste un poder “erga-omnes”. El derecho real
tiene dos elementos: sujeto titular y cosa sobre la que recae el derecho.
Teoría de la obligación pasiva universal: el derecho refiere a las relaciones entre hombres
por lo que no se puede hablar de relaciones entre personas y cosas. En los derechos reales hay
una relación entre un sujeto activo determinado y un sujeto pasivo indeterminado, que es quien
quiera se ponga en contacto con el titular y deba respetar su derecho.
Teoría de la creación institucional: considera que los derechos reales son instituciones jurídicas,
ya que, son un conjunto orgánico que tiene la reglamentación de un dato concreto y permanente
en la vida social y está constituido por un nudo de reglas dirigidas hacia un fin común. Su
régimen está impuesto por el Estado debiendo los particulares respetarlo.
Derechos intelectuales: son los que tiene el autor de una obra científica para disponer de
ella y explotarla económicamente por cualquier medio. El art. 14 de la Constitución Nacional
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establece que todos los habitantes de la Nación gozan, entre otros, del derecho de publicar sus
ideas por la prensa sin censura previa. En el art 17 se establece que “todo autor o inventor es
propietario exclusivo de su obra, invención o descubrimiento, por el término que le acuerda la
ley.
La ley 11723, regula estos derechos bajo la denominación de “propiedad intelectual”, también se
protegen por el registro de la propiedad intelectual.
1º Naturaleza.
- Reales: son erga-omnes, sus acciones se dirigen contra el poseedor actual de la cosa.
- Personales: son relativos, sus acciones se dirigen contra el deudor.
- Intelectuales: son absolutos (erga-omnes).
2º Objeto.
3º Prescripción.
Todos los bienes de una persona están afectados al cumplimiento de sus obligaciones. Esto se
expresa diciendo que el patrimonio es la prenda común de los acreedores, lo que no significa que
tengan sobre él un derecho de garantía, sino que ellos pueden dirigirse sobre los bienes y
ejecutarlos a fin de obtener la satisfacción de sus créditos. Si bien este principio no está
expresado en nuestro Código, pero tiene aplicaciones directas por las cuales podemos tenerlo
como tácitamente incluido por medio de una inducción del principio general (construcción
jurídica).
Una de las aplicaciones es cuando se faculta a los acreedores para demandar la revocación de
los actos celebrados por el deudor en perjuicio o fraude a sus derechos (art. 961). Así
partiendo de supuestos particulares, cuyo único fundamento es la noción general, a la que la
razón llega por vía de inducción y de la que se extraen nuevas derivaciones por vía de la
deducción. La insolvencia es el estado de un patrimonio cuyo pasivo supera al activo. La cesación
de pagos es un estado de importancia para satisfacer las deudas exigibles, que puede
sobrevenir aún sin insolvencia por falta de liquidez momentánea del deudor. Se constata
ordinariamente con el protesto del documento vencido. Consecuencias jurídicas: como la
cesación de pagos hace presumir la insolvencia, los acreedores pueden, sobre esa base, solicitar
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se declare el concurso civil o de quiebra, procediéndose a la liquidación colectosa del deudor por
intermedio del síndico.
El producido de esta liquidación se aplica a desinteresar a los acreedores privilegiados primero
y luego a los quirográficos o comunes. Esta situación es reglada por la ley nacional de concursos
19551.
1) Acreedores Privilegiados: son los provistos por la ley de algún privilegio, consistente en el
derecho de ser pagado con preferencia a otro (art.3875). Los privilegios son calidades
accesorias de los créditos en razón de la naturaleza de éstos, por ejemplo: proveedor impago de
materiales sobre el inmueble construido con éstos. El deudor no puede construir privilegios a
favor de tal o cual acreedor. Se diferencian dos clase de privilegios:
a) Generales: recaen sobre todos los bienes del deudor o sus cosas muebles en total. Tienen
privilegios generales los acreedores por gobierno de justicia, los sueldos y salarios de
dependientes que corresponden a los seis meses anteriores a la apertura del concurso. Es lo
contemplado por la ley 19551, la que implícitamente derogó los art. 3879 a 3882 del Código Civil.
b) Especiales: aquellos cuyo asiento recae sobre un bien determinado del deudor. Por
ejemplo: privilegios del acreedor por trabajos de conservación de una cosa mueble sobre el
precio de la cosa. Art. 3892.
2) Acreedores munidos de garantía real: son aquellos que tienen establecido un derecho
real a su favor sobre algún bien determinado del deudor. Tales son los acreedores hipotecarios
o prendarios.
El primero es titular de un derecho real establecido en seguridad de un crédito en dinero sobre
bienes inmuebles que continúa en poder del deudor.
El segundo ha constituido una prenda sobre una cosa mueble del deudor, consiste en su
retención en garantía del cumplimiento de la deuda.
Efectos.
- Embargo: es una orden judicial que inmoviliza un bien determinado en el patrimonio del
deudor, quien queda impedido para enajenar ese objeto. Si éste es una cosa inmueble, el
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embargo se traba mediante la anotación de la orden judicial en el Registro de la Propiedad. En
cambio si se trata de una cosa mueble, se produce el secuestro de la cosa que es puesta bajo
depósito judicial, aunque si es un mueble de características registrables, se anota el embargo en
el respectivo registro. (automóvil).
- Inhibición: cuando se ignoran los bienes del deudor no es posible recurrir al embargo. Ante
esto queda la posibilidad de decretar la inhibición general de bienes, que el juez dispondrá se
anote en el Registro de la Propiedad y que durante cinco años impedirá al deudor enajenar los
bienes inmuebles que tenga (llegue a tener por cualquier título).
b) Ejecución individual: es aquella acción que cada acreedor inicia y prosigue por su propia
cuenta y en su exclusivo interés. Para llegar a la venta de los bienes de su deudor el acreedor
debe embargar los bienes de que se trate. El embargo constituye una vía preliminar para la
ejecución de los bines del deudor. Una vez realizado el embargo se procede a la venta de los
bienes. Vendidos los bienes el acreedor embargante procede a cobrarse sobre el precio, y si
algo queda pertenece al deudor. Esto se llama liquidación de bienes.
c) Ejecución colectiva: los acreedores pueden por medio del concurso civil o comercial (ley
19551) pedir la venta de los bienes del deudor y liquidación de sus negocios.
- Concurso comercial: quiebra. Exclusivamente aplicable a los comerciantes, quienes para ser
declarados en quiebra es necesario que haya incurrido en cesación de pagos.
- Concurso civil: exclusivamente aplicable a los comerciantes, incluido en los Códigos de
procedimiento Civil. Puede declararse a pedido del deudor o bien a pedido de uno o más
acreedores quirografarios. Se nombra un síndico liquidador, se le entregan todos los bienes y
papeles para proceder luego a la venta en remate público. Ley 22917 (deroga la parte segunda
de la ley 19551, unificando las disposiciones para los concursos civiles y comerciales que ya no se
diferencian).
d) Acciones patrimoniales: hay algunas acciones jurídicas de que disponen los acreedores
para impedir que los bienes del deudor sean sustraídos de su función de elementos integrantes
de la garantía de los créditos de aquellos. Tales son:
- Acción Pauliana: el deudor enajena realmente un derecho que se escapa así a la acción de los
acreedores, quienes ejercitan esta acción, la cual tiende a la reconstitución de la garantía del
acreedor que ha sido disminuida, impugnando la enajenación primera y persiguiendo la concreta
ejecución del bien para cobrarse la deuda.
- Acción de Simulación: tiene lugar cuando los deudores “simulan” un acto (generalmente la
venta de un bien) para no pagar a sus acreedores. Esta acción intenta demostrar que los bienes
aparentemente enajenados continúan siendo parte del patrimonio del deudor. Si esto se
demuestra, el acreedor puede cobrarse los créditos de ese bien. Esta acción no sólo favorece al
acreedor accionante, sino también a todos los demás.
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fin de lograr la incorporación de bienes con los cuales resulte factible la satisfacción de sus
créditos.
Subrogatoria u oblicua: son las que pueden ejercer los acreedores haciendo valer los derechos
de su deudor para lograr un incremento patrimonial para el deudor, que permita cubrir sus
créditos. Como al deudor no le interesa obtener beneficios, que luego tiene que entregar a su
acreedor, éste puede cobrar una deuda de su deudor a nombre de aquel. El acreedor puede
ejercer todos los derechos y acciones del deudor insolvente, excepto las inherentes a su
persona.
Autor: Roman
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Derecho Civil I.
Bolilla X.
Hechos. Son acciones o actos realizados por las partes que pueden tener importancia en la
causa. Los hechos son acontecimientos, sucesos, obras.
Función de los hechos en el derecho. Velez Sarfield en la nota de la sección 2º del libro 2º
nos dice: “la función de los hechos en la jurisprudencia es una función eficiente. Si los derechos
nacen o se modifican o se transfieren o se extinguen es siempre a consecuencia o por medio de
un hecho. No hay derecho que no provenga de un hecho y precisamente de la variedad de hechos
procede la variedad de los derechos.”
Esto lo vemos en toda norma: dado A debe ser B.
Parte fáctica es la previsión hipotética de ciertos hechos que influirán en el hombre, parte de la
ley dispositiva es lo que ocurrirá si sucede el supuesto de la ley.
Método del Código. “los hechos y los actos jurídicos” es el estudio de la sección segunda, libro
segundo del Código Civil. Hay que hacer dos observaciones:
1º) El Código Civil ha querido reunir en ésta sección una serie de reglas de carácter general,
aplicables a toda clase de hechos y actos jurídicos; eso lo vemos en los títulos 1º y 7º pero no en
3º y 9º que se refieren a una clase especial de hechos (delitos y cuasidelitos).
2º) El libro segundo trata sobre derechos personales en las relaciones civiles, es decir sobre
las obligaciones y contratos. No contradice la idea de que estas reglas son de carácter general.
Clasificación. La más amplia clasificación de hechos jurídicos es según la causa que los
produce:
1) Hechos jurídicos:
3- Actos voluntarios. concepto. Según el art. 897 de C.C. los hechos se juzgan voluntarios,
si son ejecutados con discernimiento, intención y libertad.
La teoría general de los actos voluntarios los estudia a través de tres cuestiones:
1º) se analizan los elementos internos de la voluntad (discernimiento, intención y libertad) para
establecer cuando un acto humano es voluntario o involuntario, éste último se da cuando falta
alguno de tales elementos.
2º) se describen las formas de exteriorización de la voluntad.
3º) se examinan las doctrinas que toman en cuenta los elementos internos o externos para
determinar el efectivo alcance del acto voluntario.
Elementos internos.
Causas obstativas.
Sistema de nuestro código. Según el art. 921 los actos serán reputados hechos sin
discernimiento si fuere actos lícitos provocados por menores impúberes o por menores de diez
(10) años. Este sistema no admite prueba de contrario y es avalado por el art. 909 que enuncia
que “para la estimación de los hechos voluntarios las leyes no toman en cuenta la condición
especial o la facultad intelectual de una persona determinada”.
B) Insanidad.
Es la falta de salud mental derivada de una causa orgánica, a la que se le asimila la privación de
la razón derivada de causas accidentales (intoxicación, embriaguez, traumatismo, etc). Para el
art. 921 los actos reputados sin discernimiento serán también los actos de los dementes que no
fuesen practicados en intervalos lúcidos y los actos practicados por los que por cualquier
accidente están sin uso de la razón. Este artículo refiere a todas las personas que padezcan
enajenación mental, declarados o no incapaces, corroborado esto por el art. 1070 que declara
voluntarios los actos lícitos practicados por dementes incapaces durante intervalos de lucidez.
Asimismo se distinguen los actos de los ebrios en involuntarios si son lícitos o voluntarios si son
ilícitos a menos que el sujeto pruebe que involuntariamente llegó a ese estado.
Causas obstativas.
A) Error o ignorancia.
Se produce por una contingencia no imputable a persona alguna determinada, un desencuentro o
discordancia entre el fin o propósito del acto y el resultado del mismo. A este supuesto se
refiere expresamente al art. 922 según el cual los actos serán reputados practicados sin
intención cuando fueren hechos por ignorancia o error.
B) Dolo.
Para el art. 931 “el error provocado a designio, instigado o inducido por alguien mediante una
maniobra engañosa se denomina dolo”. El codificador indica como factor excluyente de la
intención a la fuerza o intimidación, lo que a decir de Llambias no seria una falta de la intención
sino de la voluntad, por ser un elemento de esta.
Prueba de la intención: La intención en obras humanas se presume hasta la prueba de contrario.
Quien alegue encontrarse en alguno de los supuestos de dolo o error, tendrá que desvirtuar
aquella presunción, aportando las comprobaciones, si fracasa en las consideraciones de pruebas
el acto se reputara voluntario.
3) Libertad: Según Freitas radica en la libertad en el imperio del sujeto sobre sí mismo, en la
posibilidad que tiene efectivamente el agente de elegir entre diversos motivos.
Para Savigny la libertad es la facultad de elección entre muchas determinaciones.
El acto humano será efectuado con libertad cuando no se ejerza sobre el agente coacción
externa que excluya la espontaneidad de su determinación. Un acto obrado sin libertad (dado el
caso anterior) y espontaneidad será tratado por la ley como involuntario, consecuentemente los
efectos/consecuencias del acto no serán imputables a su autor material, sino a su autor moral,
que es quien hubiese ejercido la presión exterior para lograr el resultado obtenido. Además
éste debe resarcir todos los daños y perjuicios causados a la víctima de la opresión (art. 942,
943, 1056 CC).
Causas optativas.
A) Prueba de libertad.
Los actos humanos se reputan libres, es lo que generalmente sucede. La situación excepcional
consistente en la carencia de libertad debe ser probada mostrándose la existencia de una causa
externa que ha presionado la voluntad del sujeto. No basta la presencia de cualquier factor
exterior que pueda eximir al sujeto, ya que la libertad absoluta no existe. Para que sea
admisible la falta de libertad es indispensable probar que el impulso personal del agente ha sido
sustituido por una voluntad extraña o un conjunto de circunstancias externas que se han erigido
en causa principal de la acción eliminando la espontaneidad en la decisión del agente.
1) Formal y no formal:
Formal: “aquella cuya eficacia depende de la observancia de las formalidades, exclusivamente
admitidas como expresión de la voluntad” (art. 916). Su efecto esta subordinado al cumplimiento
de las formalidades exigidas por la ley.
No formal: Su eficacia es independiente del modo de la expresión escogido por las partes, ya
que son libres de elegir la forma del acto que juzgan adecuada para traducir su voluntad.
2) Expresa y tácita:
Tácita: es el resultado de la relación entre diversos actos cumplidos por el sujeto los cuales
muestran la existencia de una determinada voluntad en el agente independientemente de su
intención de exteriorizarla. Se da esto en los casos en que no se exija una expresión positiva o
cuando no hay una protesta o declaración contraria expresa.
Expresa: es la manifestación de la voluntad de las partes realizadas por/con la intención de
exteriorizar dicha voluntad.
Se exterioriza “verbalmente” o por escrito, o por otros signos inequívocos con referencia a
determinados objetos” (art. 917 C.C).
El silencio. El art. 919 establece que el silencio opuesto a actos o a una interrogación no es
considerado como una manifestación de la voluntad, conforme al acto o a la interrogación, sino
en los casos de que halla una obligación de explicarse por la ley. Ej: imputación por firmado un
documento, el silencio significa reconocimiento de la firma; o en las relaciones de familia el
silencio por el marido ante la denuncia de embarazo de la mujer divorciada implica
reconocimiento de paternidad, o a causa de una relación entre el silencio actual y declaraciones
precedentes, el caso del mandatario que comunica al mandante la celebración de un acto en
exceso de atribuciones, entonces el silencio es ratificación de lo obrado.
Relevancia de los elementos externos e internos. Se puede suscitar alguna divergencia entre
la voluntad interna del sujeto y la exteriorización de esa voluntad, a ese conflicto se resuelve a
través de dos teorías antagónicas:
1) Teoría clásica de la intención o de la voluntad real: fue desenvuelta con motivo de la
elaboración del concepto de error sobre la sustancia del objeto de los contratos, según ésta
teoría el elemento esencial del acto voluntario es la intención efectiva de la gente siendo la
declaración de éste un simple medio de su voluntad interna. Si la ley confiere a los particulares
la facultad de reglar sus derechos conforme a su arbitrio, es lógico que para determinar el
alcance de los derechos reglados hay que atenerse a la efectiva y real voluntad de las partes
más que a su fiel exteriorización. Así la noción de acto voluntario ligada a la efectiva voluntad
del hombre.
2) Teoría de la declaración de la voluntad y voluntad declarada: es un movimiento científico
del siglo XIX que indica que el acto debe ser entendido conforme a la voluntad que surge de la
declaración, independientemente de que esa declaración corresponda o no a la efectiva voluntad
interna del sujeto. El derecho no conoce la voluntad interna del sujeto, sino las manifestaciones
exteriores de esa voluntad que son las que merecen valor y respeto en el derecho. Así el acto
voluntario y sus efectos aparecen netamente objetivados, desprendido el acto de su autor lleva
una vida independiente de autónoma.
La observación del campo social sometida al derecho, permite comprobar la conexión que hay
entre los hechos, en los que se descubre un hecho generador o creador (antecedente) y otro
hecho generado o creado (consecuencia). Pero la realidad social no es simple sino compleja,
donde generalmente hay varios factores o acontecimientos que condicionan los sucesivos
fenómenos y que se interfieren recíprocamente en sus respectivas derivaciones, entonces
muchas veces el hecho reputado originario se conecta con otro hecho diferente que modifica las
consecuencias intrínsecas del primero, tanto que se convierte en causa eficiente (con causa) de
nuevas derivaciones. Además de ésta complejidad, el tiempo también opera como factor,
alejando y borrando de nuestra conciencia los antecedentes de los hechos que capta nuestro
entendimiento, hasta impedir su vinculación. Todos estos factores hacen la teoría de la
imputabilidad de los actos voluntarios y de sus consecuencias, una materia sutil y compleja. En
principio es al hombre, en su carácter de causa inteligente y libre de la actividad que realiza, a
quien deberán atribuirse las consecuencias de esa actividad que provoca. Pero también hay que
reconocer que la voluntad del sujeto está condicionada por elementos externos que producen
sus propias derivaciones que concurren con las de la actividad originaria del sujeto, que muchas
veces no coincide con la intención de éste. Por eso es importante establecer un criterio que
permite resolver cuales consecuencias son imputables al agente y cuáles no.
Es una solución simple que atribuye al agente las consecuencias derivadas de sus actos, sin
tomar en cuenta la intención del sujeto, ni su posibilidad de prever las contingencias ocurridas,
sólo hay que demostrar la relación de causalidad entre el acto del sujeto y los efectos
producidos, para exigirle la consiguiente responsabilidad del agente por todas las consecuencias
que le son físicamente imputables. Esta teoría ha sido ampliamente criticada, debido a que falta
La responsabilidad, en general se basa en la aptitud que tiene el sujeto de conocer y aceptar las
consecuencias de sus actos voluntarios, en razón de la cual la ley lo hace posible de una sanción
resarcitoria; la extensión de la responsabilidad debe quedar regulada por la efectiva posibilidad
en que haya estado el agente para apreciar el efecto derivado de su actividad. El art. 902 dice:
“cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor
será la obligación que resulte de las consecuencias posibles de los hechos”; esto demuestra la
estrecha conexión entre la responsabilidad y la gravedad de la falta (a menor negligencia menor
responsabilidad; a la intención dolosa máxima responsabilidad). El fundamento de esta teoría de
la imputabilidad de las Actos Voluntarios puede resumirse en cuatro principios:
1) La base de la responsabilidad radica en la posibilidad que tiene el sujeto de prever las
consecuencias de sus actos.
2) El segundo paso es considerar la magnitud del daño ocasionado.
3) Después, distinguir las causas del daño, para establecer la proporción en que el efecto total
(daño ocasionado) ha sido causado por el agente, y que parte puede atribuirse a factores
extraños (con causa).
4) Finalmente la imputación, que corresponde al daño causado, en razón de la culpa o dolo del
agente.
En el C.C. se ha partido de la causalidad existente entre el acto del agente y el daño producido
que es la consecuencia para determinar la medida de la imputabilidad de esas consecuencias. El
art. 901 clasifica las consecuencias: “las consecuencias de un hecho que acostumbran suceder,
según el curso natural y ordinario de las cosas, se llaman en éste código consecuencias
inmediatas. Las consecuencias que resultan solamente de la conexión de un hecho con un
acontecimiento distinto se llaman consecuencias mediatas. Las consecuencias mediatas que no
pueden preverse se llaman consecuencias causales
Son aquellas que suelen suceder si ocurre el hecho originario, no son forzosas pues pueden
frustrarse por causas externas; estas consecuencias son siempre imputables al autor del hecho
voluntario, así lo determina el art. 903, el fundamento es muy claro, la ley estima que como son
consecuencias naturales el agente no ha podido dejar de preverlas; aunque el autor pruebe que
su intención no era provocar esa consecuencia, no se desliga de su responsabilidad, porque esa
consecuencia debía seguir el acto obrado, entonces el sujeto incurrió en una grave negligencia.
Ej: si una persona le dispara a otra, la consecuencia inmediata será la herida o muerte, el autor
es responsable de esas consecuencias.
El principio general de este tema se consiga en el art. 900 que dice: “ los hechos que fuesen
ejecutados sin discernimiento, intención y libertad, no producen por sí obligación alguna”.
Esto significa que el autor de un hecho involuntario carece de responsabilidad, no siendo
entonces viable imputarle ninguna de las consecuencias derivadas de su actividad. Así lo explica
el codificador en la nota del art., el elemento fundamental de todo acto es la voluntad, por eso
los actos de una persona sin discernimiento y libertad, no son actos para el derecho, sino
acontecimientos fortuitos.
1) Dada por el art. 907 que dice: “cuando por los hechos involuntarios se causare a otro algún
daño en su persona y bienes, sólo se responderá con la indemnización correspondiente, si con el
daño se enriquecía el autor del hecho, y en tanto y en cuanto se hubiere enriquecido...”. no hay
aquí realmente una excepción al principio de responsabilidad, se trata de la aplicación de otra
fuente obligatoria: “el enriquecimiento sin causa”.
2) Resultante del art. 908, que señala: “quedan, sin embargo, a salvo los derechos de los
perjudicados, a la responsabilidad de los que tienen a su cargo personas que obren sin el
discernimiento correspondiente”. En este supuesto no hay excepción alguna a la
irresponsabilidad del agente involuntario, puesto que en la situación descrita por el art. 908 esa
responsabilidad subsiste. Lo que ocurre es que como pasa en otros supuestos de responsabilidad
indirecta o refleja, el acto de una persona puede comprometer la responsabilidad de otra; esto
es el caso de los tutores. Para algunas autores (Borda) el sistema de nuestro Código es muy
injusto ya que libera de toda responsabilidad al agente de actos involuntarios y el damnificado
no obtiene reparación alguna. Por eso se ha ido desarrollando una tendencia doctrinaria y
legislativa, para que por medio de la equidad, se logre distribuir los daños ocasionados por ese
acto involuntario entre el causante material y la víctima. Por que también sería injusto que el
autor de ese acto cargue con todas las consecuencias de ese acto, cuando lo izo sin voluntad. La
ley 17711 modificó el sistema del Código, agregando un segundo párrafo al art. 907 que dice:
“los jueces podrán también disponer un resarcimiento a favor de la víctima del daño, fundandos
en razones de equidad, teniendo importancia el patrimonio del autor y la real situación de la
víctima”. Este agregado establece una indemnización de equidad.
1) El verbo “podrán” confiere a los jueces una atribución cuya aplicación queda librada a su
discreción, es decir, no es un derecho estricto del damnificado;
2) La ley dice “un” resarcimiento, no “el” resarcimiento, lo que significa que está lejos de la
reparación integral del daño;
3) Aclara que se funda en razones de equidad, no es una sanción, lo que significa que acá la
responsabilidad del autor no existe;
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla XI.
1- Acto jurídico. (concepto). El art. 944 del C.C dice: “son actos jurídicos los actos voluntarios
lícitos que tengan por fin inmediato establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear,
modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos”.
Cuando los hechos jurídicos proceden de la voluntad humana se denominan actos jurídicos.
El acto jurídico ha sido definido como “el hecho dependiente de la voluntad humana que ejerce
algún influjo en el nacimiento, modificación o extinción de las relaciones jurídicas”.
En Alemania, Italia y España denominan al acto jurídico como negocio jurídico, pero es en
Alemania donde mejor se ve la relación de género y especie entre acto y negocio jurídico.
Savigny definió los actos jurídicos como declaraciones de voluntad, y Windscheid definió
negocio jurídico como una declaración de voluntad efectuada para producir un efecto jurídico.
Características.
1) Es un hecho humano: es el carácter de mayor generalidad, que lo opone a los hechos jurídicos
naturales externos.
2) Es un acto voluntario: el acto jurídico está entrelazada con la voluntad, es la razón por la
cual el sujeto celebra un acto formalmente jurídico, sin discernimiento, intención o libertad
puede impugnarlo para desentenderse de sus efectos. Por eso se ve la vinculación con la teoría
de los actos jurídicos y la de nulidades, las faltas de voluntad, configuran causas determinadas
de la anulación de los Actos Jurídicos.
3) Es un acto lícito: no se concibe que el ordenamiento pueda amparar actos contrarios a ese
ordenamiento, entonces el sujeto debe subordinarse a la ley, para no incurrir en la sanción de
nulidad del acto realizado, que sólo sería formal, pero no substancialmente jurídico.
4) Tiene un fin específicamente jurídico: el nacimiento, la modificación o la extinción de la
relación jurídica. Esta es la nota distintiva del acto jurídico, su característica exclusiva y propia
que sirve para distinguirlo de los demás.
a) Actos jurídicos positivos o negativos: art. 945 “los actos jurídicos son positivos o
negativos, según sea necesaria la realización u omisión de un acto, para que un derecho comience
o acabe”.
b) Actos unilaterales o bilaterales: art. 946 “los actos jurídicos son unilaterales o bilaterales.
Son unilaterales cuando basta para formarlos la voluntad de una sola persona, como el
testamento. Son bilaterales, cuando requieren el consentimiento unánime de dos o más
personas”.
- Actos jurídicos unilaterales: cuando basta para formarlos la voluntad de una sola persona.
Por ejemplo: testamento.
- Actos jurídicos bilaterales: requieren el consentimiento unánime de dos o más personas. Por
ejemplo: matrimonio. No hay que confundir esta clasificación con la homónima de contrato, un
contrato unilateral obliga sólo a uno; un contrato bilateral, obliga a ambas partes.
Esta clasificación importa para la nulidad, porque en principio la nulidad parcial sólo funciona
respecto de los actos unilaterales.
c) Actos entre vivos y de última voluntad: art. 947 “los actos jurídicos cuya eficacia no
depende del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se llaman en este Código “actos
entre vivos” como son los contratos. Cuando no deben producir efectos sino después del
fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se denominan “disposiciones de última
voluntad”, como son los testamentos”.
- Actos jurídicos entre vivos: no depende del fallecimiento de quienes emana la voluntad para
producir los efectos. Ej: contratos.
- Actos jurídicos. Disposiciones de última voluntad: su eficacia depende del fallecimiento de la
persona que expresa su voluntad. Ej: testamento.
Esta clasificación proviene del Esbozo de Freitas; la diferencia entre ambos está en cuando
comienza a producir efectos.
Clasificación doctrinaria:
Onerosos: son aquellos que confieren alguna ventaja a alguna de las partes que a su vez queda
obligada a una contraprestación. Ej: compraventa, locación, etc.
Gratuitos: benefician exclusivamente a una sola parte, sin la obligación de una contraprestación.
Ej: donación, herencia, legado, etc.
Esta clasificación es importante respecto de la capacidad de las personas para otorgarla (el
menor emancipado no puede efectuar actos gratuitos entre vivos sobre hechos que haya
recibido a título gratuito, pero si puede por medio de autorización judicial, hacer enajenaciones
a título oneroso de esos bienes).
Formales: su validez depende de la celebración bajo la forma exclusivamente señalada por ley,
por ejemplo: matrimonio y testamento.
No formales: son aquellos cuya validez es independiente de la forma que se celebren. Ej:
contratos.
Puros y simples: son aquellos que representan sólo los elementos esenciales del acto; es decir, el
sujeto, el objeto y la forma.
Modalidades de los actos jurídicos. Se denominan modalidades de los actos jurídicos a ciertos
elementos accidentales que alteran los efectos normales de dichos actos, ya tornando incierta
la existencia de los derechos respectivos, ya postergando su ejercicio, ya gravando con
obligaciones accesorias su adquisición. Estos son respectivamente: condición, plazo y cargo.
- Caracteres:
a) Incierto: es un carácter esencial que tiene la condición, debe tratarse de un hecho que
puede o no ocurrir, contingente (granizo).
b) Futuro: vinculado con la incertidumbre.
c) Incoercible: no susceptible de compulsión por medio de una acción judicial (distinto corgo, si
es coercible).
- Clasificación:
Fuera del art. 530 podemos mencionar dentro de las condiciones prohibidas las ilegítimas, que
están en el art. 531 que son hechos ilícitos pero no son hechos que puedan erigirse como
condición. Se prohiben estas condiciones para preservar la libertad de acción de conciencia y de
elección de estado de las personas.
1) Habitar siempre un lugar determinado.
2) Cambiar o no de religión.
3) Casarse entre determinadas personas o en determinado lugar o no casarse.
4) Vivir célibe temporalmente o por siempre, o no casarse con determinada persona o
divorciarse.
1) El adquirente de un derecho bajo condición suspensiva debe esperar el hecho para adquirir
realmente el mismo; durante ese período la ley le concede importantes atribuciones. Ej: puede
realizar actos de conservación; también pude transmitir ese derecho condicionado no sólo por
actos martis causa sino también por actos entre vivos, ya que este derecho integra el
patrimonio de la persona; finalmente si el titular de un derecho condicional tiene la posesión
anticipada, puede percibir los frutos que el derecho otorgue, si la condición se frustra deberá
devolver la posesión con los aumentos que hubiera tenido por sí , pero no los frutos. Esta
disposición tiene un fin práctico para incentivar la producción.
2) En caso de condición resolutoria, también en materia de frutos se establece una excepción al
principio de retroactividad, entonces si la condición se produce no se devuelven los frutos
porque el poseedor de una cosa de buena fe tiene el derecho a los frutos que de ella obtiene.
2) Plazo. Es una modalidad del Acto Jurídico por la cual se posterga el ejercico de los derechos
a que se refiere. Entonces plazo es el lapso que media entre la celebración del acto y el
acontecimiento de un hecho futuro y necesario al cual está subordinado el ejercicio o la
extinción de un derecho.
La diferencia con la condición es que el hecho en el plazo es necesario y se sabe que va a
ocurrir, es decir, que los actos sujetos a plazo son seguros y no hay duda acerca de su
existencia.
Efectos del plazo: El plazo opera a partir de su vencimiento, dejando subsistentes las
consecuencias del acto producido con anterioridad. Es otra diferencia esencial que borra lo
pasado en el intervalo, entre la celebracion del acto y la realizacion de la condicion.
Antes del vencimiento del plazo, la obligacion no es exigible, las acciones del titular para
obtener el pago de su credito estan en suspenso hasta el vencimiento. Si se le reconoce al
titular toda clase de actos de conservacion, si el deudor paga antes del vencimiento no se
admite la repeticion, tambien el titular puede trasmitir el derecho aunque sea una obligacion a
plazo incierto.
Despues del vencimiento, el titular del derecho puede promover las acciones judiciales
pertinentes, tambien se considera que el plazo vencio cuando el deudor cae en insolvencia,
cuando se sacan a remate sus bienes hipotecados o prendados.
3) Modo:
Es una obligacion accesoria y excepcional que se impone al adquiriente de un derecho, por
ejemplo el legado con el cargo de mantener ciertos parientes del testador.
- Caracteres: Es una obligacion que se impone a una de las partes y puede ser coercitivamente
exigible, Es una obligacion accesoria al derecho qque se adquiere, si no se adquiere el derecho
tampoco la obligacion y viceversa. Es una obligacion excepcional y no es un complemento normal
del acto, solo la voluntad del enajenante vincula el derecho ya existente con el cargo impuesto.
- Diferencias con la condicion: El cargo es coercitivo, no suspensivo como la condicion. Si se
presenta una duda acerca de si el hecho previsto es una condicion o un cargo se entendera que
es esto ultimo por resultar asi mas favorable a la situacion del titular del derecho.
- Efectos del cargo: Los efectos provienen de su doble carácter de obligacion y accesorio del
derecho principal. Por ser una obligacion, el incumplimiento faculta al acreedor apara el
eferciciio de las medidas compulsivas pertinentes, el incumplimiento no afecta la adquisison del
derecho (si no seria condicion), en caso de donaciones el donante puede pedir la revocacion de la
liberalidad.
Por su carácter de obligacion el cargo se transmite a los sucesores universales del deudor, salvo
que sean inherentes de este. Por ser accesorios la extincion del derecho principal provoca la
extinción de la obligacion accesoria pero no a la inversa. El cargo puede no extinguirse pero si
anularse por imposible, ilicito o inmoral, esta nulidad se comunica a todo el acto y
consiguientemente a la adquisición del derecho principal.
Acto licito: Es el ajustado a la norma moral de una sociedad y de una epoca, es el que no esta
prohibido por la ley.
Acto juridico: Todo hecho productor de efectos para el Derecho se denomina hecho juridico,
cuando este hecho procede de la voluntad humana, se denomina acto juridico. El hecho juridico
comprende al acto juridico que puede definirse como el hecho dependiente de la voluntad
humana que ejerce algún influjo en el nacimiento, modificación o extinción de las relaciones
jurídicas.
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La autonomia de la voluntad. Limitaciones.
Principio fundamental para el codigo civil frances y los inspirados en el (todos los redactados
durante el curso del siglo pasado menos el aleman) es la autonomia de la voluntad, que se
enfrenta a la declaracion de esta. El principio se traduce en la norma que fija el articulo 1197
CC: “las convenciones hechas en los contratos forman para las partes una regla a la cual deben
someterse como a la ley misma”. Principio este que se complementa por el articulo 1198 que
expresa: “los contratos obligan no solo a lo que este formalmente expresado en ellos, sino a
todas las consecuencias que puedan considerarse que hubiesen sido virtualmente comprendidas
en ellos”. Es conveniente, empero, tener en cuenta lo que expresa el art 21 del citado codigo:
“las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia esten
interesados el orden publico y las buenas costumbres”.
B_ Objeto: es la materia sobre la cual recae, o la cual tiende la voluntad del sujeto. Pueden ser
cosas o hechos.
La ley exige respecto del sujeto un requisito positivo para la validez del acto juridico (la
capacidad), en cambio respcto del objeto solo indica requisitos negativos. El principio de esta
materia esta en el art 19 de la constitucion nacional donde afirma que la determinación del
objeto de las acciones privadas del hombre estan exentas de la autoridad del magistrado
siempre que no ofendan la moral publica y el orden o perjudiquen a un tercero.
C_ Causa: La doctrina clasica francesa considera que la causa es un elemento esencial del acto
juridico, entendiendo por tal fin que ha determinado al autor o a las partes al celebrar el acto.
Estos autores distinguen entre:
- Causa final: es la que constituye el elemento final.
- Causa impulsiva: o motivos individuales del acto, quedan al margen del derecho, es
escencialmente variable y no influye en la eficacia del acto.
- Causa eficiente: o fuente de la cual proviene la obligacion. La teoria clasica estudia la causa
final en tres tipos de contratos:
- Sinalagmaticos (sociedad civil): La obligacion de cada parte tiene por causa final la obligacion
de la otra, pues ese objetivo es lo que nos ha llevado a cada uno a contratar.
- Unilaterales: La causa es la obligacion del deudor, es el hecho cumplido por la otra parte.
- Gratuitos: La causa final es la intencion de hacer una liberalidad o prestar un servicio.
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Entonces la causa final es el fin abstracto, inmediato e identico en todos los actos juridicos que
pretenecen a una misma categoria, que persigue el o los autores de un determinado acto
juridico.
Velez Sarsfield, siguiendo a Freitas, ha estimado que la causa final no constituye un elemento
independiente, sino que queda englobada dentro del objeto del acto, tampoco es el mismo
concepto sino que se toma la causa impulsiva o motivo determinante que permite calificar o no la
intencion de las partes. Seria lo que Spota denomina el “objeto fin” del acto juridico. Nuestro
codigo considera que tres son los elementos esenciales del acto juridico.
Trascendencia jurisprudencial:
Este precepto del art 953, lo vemos tambien en algunos ejemplos donde se ha usado esta
disposicion para rectificar otros preceptos:
A_Intereses: el art 621 autoriza a las partes a convertir los intereses de la obligacion, por lo
tanto se llegaran a autorizar intereses de 120% anual, pero pronto se advirtio que se estaba
fomentando la usura, entonces los tribunales reaccionaron y haciendo jugar el art 953
redujeron los intereses a un maximo del 10% osea anulaba el pacto de interes. Luego ese
maximo vario por la situacion del pais. Lo importante es que el art 621 integra el articulado y
recibe la influencia de otras disposiciones, sobre todo de las que tienen un claro sentido
orientador como el art 953.
B_ Clausula Penal: El art 522 determinaba que en caso de inclumplimiento de una obligacion, en
la cual se halla pactado una suma previendo dicho incumplimiento, esa suma se debera pagar ni
mas ni menos. La jurisprudencia la redujo y hasta la anularon cuando dicha suma era una
exorbitancia comparada con el efectivo perjuicio sufrido por el acreedor. La ley 17711 respaldo
esta modificacion al art y en el agregado del art 656.
C_ Convenciones contrarias a la moral sexual: La jurisprudencia aplicando el art 953 ha
sancionado entre la nulidad la locacion de una casa destinada a prostibulo, o a la obligacion de
ejercer la prostitucion, la venta de una casa de tolerancia, etc.
D_ Lucro inmoral: por ejemplo, el que intenta obtener para el acreedor del hermano fallecido,
un monto inferior para beneficiar a los herederos, pero luego pretende cobrar la sucesion, el
monto integro, beneficiandose con la diferencia.
E_ Pacto comisorio en compraventa a plazos: El pacto comisorio es una clausula por el cual el
acreedor puede rescindir el contrato si la otra parte no cumple, entonces se cometian abusos
porque el acreedor exigia la rescisión por falta de tres o cuatro mensualidades, cuando el
deudor ya habia pagado casi todo el precio, entonces el acreedor se quedaba con las otras
cuotas en concepto de alquiler, ya que el deudor ya habita el terreno, y tambien se quedaba con
el terreno. Los tribunales luego de vacilaciones decidieron anular la aplicación del pacto
comisorio cuando el comprador halla pagado un numero de cuotas (generalmente el 35% del
precio total) suficiente para exigir la escrituracion del inmueble. Esta jurisprudencia fue tan
convincente que se introduce como art 8 de la ley 14005 que reglamenta la venta a plazos de
inmuebles fraccionados en lotes.
Los actos juridicos producen efectos con relacion a las partes que en ellos internvienen y no
respecto de los extraños. Este principio que ya expresaban los romanos nos sirve para explicar
conceptos claros de importancia y de aplicación.
Principios aplicables.
- La buena fe: es el principio fundamental, así lo dispone el art. 1198 del C.C: “los actos
jurídicos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo con lo que
verosimilmente las partes entendieron o puedieron entender”. Este principio es el rector en la
interpretación de los actos jurídicos y tiene dos sentidos distintos:
en los actos de última voluntad, especialmente el testaento, cuando se hable de buena fe
significa que debe interpretarse de acuerdo a ella, que el juez debe procurar extraer
onestamente la verdadera voluntad del causante a traves del documento, para hacerlo cumplir
fielmente.
En los actos entre vivos, especialmente contratos, la buena fe significa lealtad, confianza en
la palabra empeñada, actuar con buena fe implica evitar toda reticencia o astucia que pueda
inducir a confución a la otra parte.
El juez en caso de controversia debe preguntarse que significado hubiera atribuido a la
declaración de una persona honorable y corrcta. Si ambas partes han atribuido a la declaración
un significa doferente y han querido obligarse auna cosa distinta, el juez por aplicación del
principio debe interpretar el acto conforme a la voluntad primietiva de las partes.
En los contratos, es una custión de interés general e incluso de sueguridad social. De este
principio de buena fe se desprenden las siguientes reglas interpretativas:
1º) el juez no debe ceñirse estrictamente en el significado jurídico de las palabras, por que la
gente muchas veces por ignoracia del significado de ciertos términos jurídicos, le atribuye un
signioficado vulgar que es el que realmente expresa su voluntad, entonces el juez debe
interpretar la declaración con un criterio de profano, como una persona que no sabe de leyes
pero sí del obrar de la gente.
2º) los usos y costumbres tienen mucha importancia, porque el emitir una declaración de
voluntad se entiende darle el significado que comunmente tiene. El Código de Comercio
determina que el uso y la práctica, generalmente observados en el comercio en casos de igual
naturaleza, y especialmente la costumbre del lugar donde debe ejecutarse el contrato,
prevalecerán sobre cualquier inteligencia en contrario que se pretenda dar a las palabras. Borda
sostiene que no es lógico que prevalescan las costumbres del lugar donde debe ejecutarse
porque, por ejemplo, un contrato entre jujeños que debe ejecutarse en Bs As no debería
interpretarse según las costumbres de Bs As, porque las partes viven y conocen las costumbres
de Jujuy donde se celebró el contrato.
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3º) la declaración debe interpretarse en su contexto, no por cláusulas aisladas. Así lo
determina el Código de Comercio, que agrega que cuando la palabra es ambigua o confusa, no
debe atribuirsele el significado que más le convenga sino el que le corresponde por contexto.
4º) para el C.C. la buena fe impone la obligación de hablñar claro, entonces si existen cláusdulas
obscuras o dudosas deben interpretarse en contra de quien redactó el contrato. Ya en el
Derecho Romano se le imputaba al autor la oscuridad del texto. Este principio es
particularmente justo cuando se trata de contrato de adhesión (aquellos en que las condiciones
las establece un sola de las partes y la otra simplemente adhiere).
- la circunstancias del caso. Código Civil: las circunstancias del hecho en que se emitió la
declaración de voluntad son decisivas. A iguales palabras e identica conducta tienen un
significado totalmente diferente si las circunstancias difieren. Por ejemplo, si una persona en
una estacion toma mi valija y la lleva a un auto sin hablar, se entiende que es un changador,
implica un contrato de transporte, con la obligacion de pagarle al changador; en cambio si se
trata de una persona amiga no me va a cobrar, no se trata de ningun contrato.
- El fin practico: todo acto juridico tiene un fin, si hay controversia ese fin es casi siempre de
orden economico, el juez siempre tiene que tenerlo presente e interpretar las clausulas del
contrato en la manera que mejor permita el cumplimiento de ese fin.
- La conducta posterior de las partes: el codigo de comercio afirma que los hechos que
protagonizan los contrayentes despues del contrato, seran la mejor explicacion de la intencion
de las partes. Esto no solo se aplica en materia comercial sino tambien en causas civiles.
- La naturaleza del contrato y su vivencia:. Tambien el codigo de comercio sostiene que si las
clausulas de un contrato permiten interpretarse en dos sentidos y en ambos casos el acto sigue
siendo valido, debe aceptarse el que valla mas de acuerdo con la naturaleza del contrato y con la
equidad. Si en cambio un sentido hace que el acto sea nulo, entonces se interpreta en el otro
sentido que permite la validez del acto. Estos principios tienen validez en lo civil.
- El principio del “favor debitoris”: en caso de que ninguna de estas reglas aclare las clausulas
dudosas o ambiguas, entonces se interpretara siempre a favor del deudor, o sea en sentido de
su liberacion. Este es el principio del favor debitoris que esta en el codigo de comercio; y que
resulta justo en los contratos gratuitos, pero no en los onerosos, porque la obligacion que
resutla de una clausula es siempre motivo o consecuencia de una contraprestacion, en este caso
el juez debe guiarse por la equidad y la equivalencia de las obligaciones reciprocas.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla XII.
1- Forma de los actos jurídicos. La forma es el tercer y último de los elementos esenciales de
los actos jurídicos. Con relación al acto jurídico es la manera o modo de proceder en la
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instrucción de una causa, instancia o proceso y en la celebración de un contrato o acto que deba
surtir efectos legales.
Forma esencial. De Gaspieri dice que la forma puede ser concebida como el molde en que la
voluntad sustancial del acto se vacía y se hace sensible, adquiriendo un sentido, por medio del
cual los terceros puedan reconocerla, ponderar sus alcances y consecuencias. Relaciona al sujeto
con el objeto y es el medio por el cual éste exterioriza su voluntad sin la cual no hay acto
jurídico voluntario.
La forma esencial es el elemento indispensable ya que no es posible concebir actos sin forma.
Forma legal. Art. 973: “la forma es el conjunto de las prescripciones de la ley, respecto de las
solemnidades que deben observarse al tiempo de celebrarse el acto; tales son: la escritura del
acto, la presencia de testigos, que el acto sea hecho por escribano público o por oficial público o
con el concurso del juez del lugar”.
Por lo tanto la forma legal es cierta forma determinada en que deben celebrarse los actos bajo
pena de invalidez.
Ventajas.
1) El uso de formas comunes permite conocer con más exactitud la naturaleza del acto.
2) La exigencia de ciertos fines protege a las partes de cierta ligereza e impremeditación, por
ejemplo: en el matrimonio o en el testamento.
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3) El uso de forma preconstituida facilita y asegura la prueba del acto.
4) Por medio de la publicidad se protege los derechos de tercero.
5) Desde el punto de vista fiscal favorece el cobro de impuestos.
Inconvenientes.
El neoformalismo.
Principio de libertad: nuestro Código brinda mayor fuerza jurídica en las convenciones a la
voluntad individual, y no al cumplimiento de las formas sacramentales. Así resulta del art. 974:
“cuando por este código o por las leyes especiales no se distingue forma para algún acto
jurídico, los interesados pueden usar de las formas que juzgaren convenientes”.
Pero en relación a un acto jurídico determinado, podrá exigirse la celebración bajo forma
escrita (art. 975) o en instrumento público (art. 976) o en cierta clase de instrumento público
(art. 977). La inobservancia de las formas exigidas por la ley o por la convención misma provoca
la nulidad del acto.
Formas ad – probationem y ad –solemnitatem: las primeras son las instruidas para facilitar la
prueba del acto. Las segundas son establecidas con rigor categórico, de modo que si no se
cumplen, la ley considera que el acto no ha quedado formado para producir su efecto propio.
b) No formales: son aquellos para los cuales la ley no señala forma determinada, caen en el
principio de libertad de forma establecida en el art. 974 del C.C.
Conversión del acto jurídico. Puede ocurrir en los actos formales no solemnes, que por efecto
de la sanción de nulidad, el acto inválido quede privado de sus efectos propios (sustituida la
escritura pública por el instrumento privado, Ej: boleto de compraventa, no se opera la
constitución o transmisión del derecho real, aunque se hubiere llenado el requisito
complementario de la tradición de la cosa). En este caso la sanción de nulidad afecta al acto de
constitución o transmisión de derechos reales, pero no lo afecta en cuanto dicho acto es idóneo
por fuerza de la ley para producir otros efectos diferentes. Cuando esto ocurre se considera
que se ha producido la conversión del acto jurídico, la que no puede ocurrir tratándose de actos
solemnes.
Caracteres.
1) Capacidad del oficial público: no alude a la capacidad física de la persona, sino a su aptitud
para otorgar instrumentos públicos, la cual proviene de la investidura que corresponde a su
cargo. Dicha capacidad se origina en el nombramiento hecho por la autoridad pública
competente y es realmente capaz cuando entra en posesión de su cargo. Cesa su incapacidad en
dos supuestos:
a) Después de que le notifiquen la suspensión, restitución o reemplazo, los actos jurídicos
cumplidos por él serán de ningún valor, si valen los actos anteriores a la noticia.
b) Cesa su capacidad con relación a los actos que él o sus parientes dentro del cuanto grado
fuesen personalmente interesados. Es una incapacidad que abarca sólo a esos actos y está
fundada en razones morales.
2) Competencia del oficial público: se refiere a un doble aspecto (art. 980): a) en cuanto a la
materia sobre la que versa el instrumento, el oficial será competente cuando obre en los límites
de sus atribuciones respecto a la naturaleza del acto, Ej: los encargados del registro civil son
competentes para otorgar partidas de nacimiento y defunción, pero no para documentar la
celebración de un acto jurídico (excepto el matrimonio), los escribanos públicos tienen
competencia para celebrar contratos, pero no matrimonios.
c) En cuanto al territorio o lugar en que ha sido otorgado, el oficial es competente cuando
actúa dentro del territorio que se le ha asignado. La competencia territorial se relaciona con el
3) Las formalidades legales: bajo pena de nulidad existen distintas clases de instrumentos
públicos donde se exigen diferentes requisitos de forma, lo común a todos, además del oficial
público es esencial (forma esencial): a) la firma de las partes: es indispensable porque es la
constancia de aceptación del contenido del instrumento, si una de las partes no sabe firmar otra
persona lo hará en su nombre. Si una de las incluye varios interesados se requiere la firma de
todos ellos.
b) La presencia de testigos: en el caso de los instrumentos público, en que el Código exige la
presencia de testigos, estos se denominan “instrumentales” (también pueden ser testigos de
conocimiento, cuando justifican la identidad de una persona, o testigos honorarios cuando
redundan en honor a los intervinientes, Ej: testigos suplementarios de casamiento), en estos
últimos dos casos su ausencia no provoca la nulidad del acto, en cambio si ocurre cuando los
testigos son instrumentales. El art. 990 del C.C. determina quienes no pueden ser testigos en
instrumentos públicos.
La falta o incapacidad de los testigos instrumentales determina la nulidad del instrumento, si se
comete un error común sobre la capacidad de los testigos, entonces salva la nulidad del acto,
esta salvedad se aplica respecto de cualquier incapacidad enumerada por la ley.
Por lo tanto los instrumentos públicos son nulos si carecen de algunos de los tres requisitos
antes mencionados, son anulables cuando el examen del documento permite percibir alguna
irregularidad tan importante como para persuadir al juez de su invalidez, por ejemplo: cuando
tuviese enmiendas, palabras entre líneas, borraduras o alteraciones en partes esenciales (como
la fecha).
1) Las escrituras públicas hechas por escribanos públicos en sus libros de protocolo, o por
otros funcionarios con las mismas atribuciones, y las copias de esos libros sacadas en la forma
en que prescribe la ley.
2) Cualquier otro instrumento que extendieron los escribanos o funcionarios públicos en la
forma en que las leyes hubieren determinado.
3) Los asientos en los libros de los corredores, en los casos y en la forma que determine el
Código de Comercio.
4) Las actas judiciales, hechas en los expedientes por los respectivos escribanos y firmadas
por las partes, en los casos y en las formas que determinan las leyes de procedimiento; y las
copias que de esas actas se sacasen por orden del juez ante quien pasaron.
5) Las letras aceptadas por el gobierno o sus delegados, los billetes o cualquier título de
crédito emitido por el tesoro público, las cuentas sacadas de los libros fiscales, autorizadas por
el encargado de llevarlas.
6) Las letras de particulares, dadas en pago de derechos de aduana con expresión o con la
anotación correspondiente de que pertenecen al tesoro publico.
7) Las inscripciones de la deuda publica, tanto nacionales como provinciales.
8) Las acciones de las companías autorizadas especialmente, emitidas en conformidad a sus
estatutos.
9) Los billetes, libretas, y toda cédula emitida por los bancos, autorizados para tales emisiones.
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10) Los asientos de los matrimonios en los libros parroquiales, o en los registros municipales, y
las copias sacadas de esos libros o registros.
Fuerza probatoria
1) Hechos pasados ante el oficial publico: El art. 993 afirma: “el instrumento publico hace plena
fe hasta que sea erguido de falso, por acción civil o criminal (si se promueve acción criminal
tiene como fin castigar al falsario y secundariamente invalidar el instrumento publico); de la
existencia material de los hechos que el oficial publico hubiese enunciado como cumplidos por el
mismo o que han pasado en su presencia (fecha del acto, autenticidad de las firmas y
observancia de formalidades)”. Como es lógico estos hechos comprometen la buena fe del
funcionario.
Una garantía de la fe que se ha querido asignar al instrumento publico es el impedimento que
puso la ley a los testigos y al oficial publico para que estos no pudieran contradecir las
constancias del documento, a excepción que aleguen dolo o violencia; esta disposición (art. 992)
tiene una clara intención y es la que asegura la adquisición de algún derecho por instrumento
publico, porque si este derecho se pierde por simple retractación de un testigo nulo, entonces
no existe la seguridad.
2) Cláusulas dispositivas: El art. 994 afirma que los instrumentos públicos hacen plena fe no solo
entre las partes sino contra terceros, en cuanto al hecho de haberse ejecutado el acto de las
convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos, etc., contenidos de ellos.
Esto significa que quien alegue contra la otra parte o contra un tercero una convención o pago
comprobado por un instrumento publico, esta dispensado de toda prueba, entonces el juez debe
tener por probado el pago o la convención con la sola exhibición del instrumento.
Es una prueba completa pero no indiscutible, puede desvirtuarse por medio de otras que
contradigan al instrumento; para probar que las cláusulas dispositivas no son sinceras, no se
requiere tachar de falso el documento, sino que la falsedad esta en los comparecientes y en el
acto jurídico; independientemente de la corrección del instrumento publico del que se han
servido.
3_ Cláusulas enunciativas: Se refieren a manifestaciones de las partes, accesorias o superfluas,
que podrían omitirse o suprimirse sin que se altere el objeto del acto. Estas cláusulas
enunciativas pueden ser:
- Directas (tienen una relación directa con el sujeto principal, por ejemplo en un contrato de
renta vitalicia la manifestación del acreedor de haber recibido la primera cuota (sino, esta no
altera el contrato)).
Redarguir: Impugnar por algún vicio o defecto; en especial señalar la falsedad o ineficiencia de
los documentos presentados en juicio.
Son escrituras publicas las otorgadas por escribano de registro o sus títulos legales. Estos
elementos no se identifican por si mismos, sino por el funcionario que los autoriza, siendo estos
el escribano de registro o en su defecto el juez de paz del lugar, también ministros,
diplomáticos y cónsules.
Están dentro del genero de instrumentos públicos, es por esto que sus requisitos son comunes a
aquellos:
A)Capacidad del escribano autorizante.
B) Competencia de este.
C) La observancia de las formas legales.
Forma de la escritura:
1) Deben ser hechas en el libro de registro o protocolo.
2) Deben hacerse en idioma nacional.
3) Deben contener las indicaciones del lugar y fecha de celebración, así como los datos de los
comparecientes.
4) Deben contener indicaciones relativas al desarrollo del acto.
5) Deben estar firmadas por las partes y por el escribano.
Escribanos:
Los escribanos de registro son funcionarios públicos instituidos para recibir y redactar
conforme a las leyes, los actos y contratos que les fueran encomendados, y para dar carácter
de autenticidad a los hechos, declaraciones y convenciones que ante ellos se desarrollen. La
reclamación de sus funciones están a cargo del gobierno provincial o nacional según la
jurisdicción.
En capital federal y territorios nacionales la organización del notariado se hizo por medio de la
ley 12990:
A) Condiciones de idoneidad: Argentino (nativo o naturalizado); mayor de edad; titulo de la
universidad nacional; dos años de practica notarial; buenos antecedentes; inscribirse en la
matricula profesional; estar colegiado.
B) Designación: a cargo de poder ejecutivo, previo concurso de oposición y como hay mas de
500, son designados por el poder ejecutivo directamente.
C) Sus derechos son: 1_ estabilidad (hasta que dure su buena conducta) 2_ remuneración
(según el arancel vigente) 3_ sufragio activo y pasivo del Consejo Directivo del Colegio de
Escribanos.
D) Sus deberes: conservación y custodia de los actos y sus protocolos; expedir testimonios,
certificados, etc.; mantener el secreto profesional; asidua concurrencia a la oficina.
El gobierno y disciplina del notariado se ejerce por el tribunal de superintendencia y el colegio
de escribanos.
Protocolo.
Las escrituras publicas deben ser hechas en el libro de registros que esta enumerado, rubricado
o sellado, según las leyes en rigor.
Las escrituras que no estén en el protocolo no tiene valor alguno.
Originariamente debía ser hecho por el mismo escribano, este requisito no se cumplía pero eso
no era suficiente para determinar la nulidad de la escritura; sin embargo un fallo de Córdoba
determino la nulidad de una escritura, entonces los escribanos solicitaron la reforma del
articulo.
El protocolo no es un libro, aunque al final del año se encuadernan en uno no mas volúmenes las
escrituras pasadas en cada escribanía.
Las escrituras deben guardar un orden cronológico inexcusable.
En realidad el protocolo esta constituido por una serie de pliegos de papel sellado, denominado
“sellos notariales de protocolo”, los que llevan una numeración propia y deben estar rubricados
por el colegio de escribanos.
Escritura matriz.
Son las escrituras extendidas en el protocolo del escribano. Con esta denominación se
diferencian la escritura de sus copias o testimonios.
Las partes que la integran:
- El encabezamiento: Inicia la escritura y contiene:
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1) Las circunstancias de tiempo y lugar donde se celebro el acto.
2) La comparecencia de las partes y sus datos personales.
3) La fe de conocimiento del escribano de que conoce a las partes o si no las conoce se debe
sustituir por las declaraciones de dos testigos conocidos por el escribano, que identifiquen a las
partes.
- El cuerpo: Contiene las declaraciones de voluntad de las partes y también las relaciones de
antecedentes que ellas quieran efectuar. Es la parte medular de la escritura.
- El pie: Cierre del acto y lectura del escribano, ratificación y firma de las partes y del
escribano dando fe. Esta firma del escribano hace del documento una escritura publica.
Copias.
Las primeras copias son las que el escribano esta obligado a dar a las partes que lo pidiesen (art.
1006).
En la expedición de la copia se debe hacer constar primero la fecha, la persona para quien se
expide, y si se trata de primero o segundo testimonio, todo ello aseverado con la firma y sello
del autorizante.
Pueden ser hechos los testimonios en formularios impresos o en copias fotográficas
autenticadas.
Las segundas copias son las que siguen a la primera. No hay impedimento en principio para que el
escribano las otorgue, con los mismos requisitos señalados. Así lo autoriza el art. 1007. La
excepción a esta regla surge cuando la escritura contiene obligaciones de dar o hacer, las cuales
requerirán la previa autorización judicial (art. 1008).
El valor probatorio de las copias primeras o segundas, es completo e idéntico al de la escritura
matriz (art. 1010).
El art. 1011 establece que dado el caso en que se perdiese o destruyese el protocolo o la
escritura matriz, el juez podrá, previa citación de las partes, ordenar la nueva redacción de la
escritura a partir de las copias dadas siempre y cuando de hallen en perfecto estado.
Documentos habilitantes.
Si las partes actúan por medio de representantes, estos deben justificar su personería con los
documentos habilitantes, que son aquellos donde consta el titulo invocado por el compareciente
para obrar en nombre de otra persona.
Del art. 1003, reformado por ley 15875, se desprenden dos tipos de representación posibles:
1) Si el representante actúa por primera vez ante el escribano, este debe:
- Exigir la presentación del poder o documento habilitante.
- Insertar el poder en el protocolo o suplirlo por copia autentica.
2) Si el representante ya ha actuado ante la misma escribanía, el notario debe dar fe de que el
documento esta inserto en su protocolo e indicar el folio en que se encontrare.
Luego de la reforma no es necesario transcribir en el cuerpo de la escritura el documento
habilitante del representante con relación al acto de que se trate (ley 15875).
Aunque el texto legal nada dice, la doctrina ha entendido que no requieren justificar su
personería:
A) Los funcionarios públicos.
B) Los padres para obrar a nombre de los hijos menores en los casos en que no requieran
autorización previa.
Relaciones:
1) El instrumento privado puede ser la base para obligar a las partes a otorgar un instrumento
publico (art. 1185).
2) Puede ser protocolizado elevándose a instrumento público si esto fuera ordenado por el juez
(art. 984).
3) Puede ser reconocido, por transcripción , o por admisión, en un instrumento público pasando a
integrarlo.
4) Puede que en su origen haya sido un instrumento público pero por conversión en virtud de su
nulidad valga como un instrumento privado (art. 937).
Diferencias:
1) A diferencia del instrumento público que es heterógrafo, o sea con intervención del oficial
público, el privado es autógrafo, es decir, con intervención de las partes.
2) Uno de los requisitos del instrumento público es la fecha, que es una declaración del oficial
público y tiene la autenticidad propia de esa clase de documento, debiendo ser respetada por
todos. En cambio los instrumentos privados no tienen por si mismos fecha cierta o autentica, es
decir no tienen fuerza probatoria frente a terceros.
3) En los instrumentos públicos la firma a ruego tiene validez por la autenticidad que le da el
oficial público, en cambio en los instrumentos privados no hay un oficial público que le de
autenticidad.
Son los que aparecen suscriptos por un extraño a pedido del interesado. La opinión
prevaleciente de los autores niega a los documentos asó firmados todo valor legal por carecer
de la firma de la parte interesada. Otros autores aceptan el valor como instrumento privado
siempre que se pruebe la existencia de mandato verbal para firmar.
Llambias cree que el error de las doctrinas negatorias es confundir validez del documento con
su fuerza probatoria. El documento es válido desde que contiene la firma de quien actúa como
mandatario del interesado y su fuerza probatoria es totalmente diferente y depende de la
prueba del mandato.
Casos en que se exige el doble ejemplar: se exige para los actos que contengan convenciones
bilaterales (art. 1021), son los contratos que crean obligaciones a cargo de ambas partes desde
su origen.
No rige esta exigencia si al tiempo de redacción del instrumento las obligaciones asumidas por
una de las partes han sido satisfechas (art. 1022).
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Número de ejemplares: tantos originales como partes halla con interés distinto, (art. 1021).
Todos los ejemplares deben ser idénticos aunque no es necesario que consten las firmas de
todas las partes en cada uno de ellos, debiendo constar sí, las firmas de las partes restantes de
la poseedora del instrumento (art. 1013). No es indispensable hacer constar el número de
ejemplares que se otorga.
Fuerza probatoria.
a) En cuanto a sí mismos: carecen por sí mismos de autenticidad pues, pasados entre
particulares, no se sabe de antemano si emanan de la persona a quien se atribuye. De ahí la
necesidad de establecer previamente la autenticidad del documento para luego apreciar la
eficacia probatoria de su contenido.
La autenticidad de un instrumento se determina por la verificación de que la firma obrante en él
corresponde a la persona que aparece como firmante (art. 1028). Esta verificación se efectúa:
1) Mediante el reconocimiento del firmante sea expreso, tácito (art. 1031) o capaz (art. 1027).
2) Declaración judicial: tiene lugar cuando el aparente firmante niega la firma o cuando sus
sucesores ignoran si la firma es propia del causante (art. 1032). El art. 1033 ordena el cotejo y
comparación de letra. También pueden admitiese otras pruebas como otros documentos
firmados, etc. En tales casos se sigue el trámite previsto en los código de procedimiento
locales.
b) En cuanto el contenido:
1) Su valor probatorio es análogo al del instrumento público. (Art. 1026).
2) La verdad material de la relación de los hechos consignados en el documento hace plena fe
hasta la querella de falsedad (criminal) o la acción civil de prueba de falsedad.
3) Si la falsedad resulta aducida por una de las partes, se desprende de la prueba de la
adulteración del documento.
4) La sinceridad de los mismos hechos vale hasta prueba en contrario.
Fecha cierta. Los instrumentos privados debidamente reconocidos tiene fuerza respecto de
terceros y de los sucesores a título singular de la misma forma que los instrumentos públicos
sólo después de haber adquirido fecho cierta (art. 1034). El propósito de esta exigencia es
Firma en blanco.
La firma de los instrumentos privados puede ser puesta después de llenarse el documento o en
blanco para que luego se llene de acuerdo a las instrucciones del firmante, en virtud del
principio de la libertad de las formas que impera en el sistema del instrumento privado (art.
1016).
El tenedor del documento firmado en blanco debe ajustarse a lo estipulado con el firmante, es
decir que esta obligado a llenarlo de acuerdo a lo pactado y a las instrucciones recibidas por
este.
Impugnación del contenido:
1) Si el documento fue hecho valer por la persona a quien se lo confío. El firmante puede
demostrar en este caso que el documento ha sido llenado en contra de lo acordado, por toda
clase de pruebas salvo la de los testigos (art. 1017).
2) Cuando el documento sea hecho valer por un tercero de buena fe que hubiera contratado con
la persona a quien aquel fue confiado. En tal caso el firmante no podría oponer excepción alguna
contra el tercero (art. 1018), quedando a salvo su derecho para reclamar daños y perjuicios
contra la persona en la cual confío, que lleno el documento apartándose de lo estipulado.
3) Cuando el documento halla sido sustraído fraudulentamente a la persona que lo firmo o a la
persona que se le hubiere confiado y hubiere sido llenado en contra de la voluntad de ellas. Este
admite todo tipo de pruebas, incluso testigos (art. 1019).
Cartas misivas:
Son comunicaciones escritas entre personas (dos o más) que tienen importancia como medio de
prueba. Pero no siempre pueden ser exhibidas en ese carácter, ya que se impone el principio de
inviolabilidad de la correspondencia epistolar, sancionado por la constitución nacional (art. 18).
Por lo insuficiente que resulta el sistema adoptado al respecto por el código civil, la
jurisprudencia ha ido delineando un verdadero sistema jurídico sobre el tema. Así se considera
que para que una carta pueda hacerse valer como medio de prueba, es indispensable que quien la
invoca halla entrado en posesión de ella por medio lícitos y regulares. Sin embargo se ha
reconocido el derecho al esposo o esposa a interceptar la correspondencia del otro cónyuge y
usarla como medio de prueba (igual derecho tiene el padre, el tutor o el curador con respecto a
sus representados).
El destinatario, parte en un juicio puede hacer valer las cartas emanadas de la contraparte sean
o no confidenciales. Son instrumentos privados firmados por contraparte.
La prohibición del art. 1036 solo refiere a no hacer valer las cartas dirigidas a terceros; con
carácter confidencial (según discrecionalidad del juez).
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Aun cuando la carta sea confidencial, podrá ser presentada como prueba si ha sido dirigida al
representante de una parte o a uno de los cónyuges lo que permite probar las relaciones del
esposo o esposa con un tercero.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla XIII.
1- Vicios de la voluntad y de los actos jurídicos. Por vicios de un acto entendemos ciertos
defectos congénitos de ellos susceptibles de producir la invalidez de los actos que los padecen.
Freitas diferencia los:
Vicios Substanciales: son cuando sus agentes no los hayan celebrado de buena fe. A su vez
encontramos dentro de este grupo, dos especies más:
a) Los vicios que pueden afectar a cualquier acto voluntario que son la falta de intención
(ignorancia o error y dolo) o falta de libertad (violencia).
b) Los vicios de los actos jurídicos, que también son denominados defectos de buena fe. Son la
simulación y el fraude.
Vicios de Forma: son aquellos en los cuales no se han observado las formalidades exigidas por
la ley. Son sumamente variados, por eso la teoría de los vicios de los actos jurídicos ha dejado
de lado los vicios de forma.
Vicios legislados en el Código. Como dijimos, el Código sólo se trata de vicios sustanciales; los
vicios de la voluntad son tratados en el Libro II Sección II Título 1º: “de los hechos”.
Capítulo 1: “de los hechos producidos por ignorancia o error” (923-930).
Capítulo 2: “de los hechos producidos por dolo” (931-935).
Capítulo 3: “de los hechos producidos por la fuerza o el temor” (936-943).
Los vicios propios de los actos jurídicos son tratados en igual libro y sección, en el título
segundo “de los actos jurídicos”.
Capítulo 1: “de la simulación en los actos jurídicos” (955-960).
Capítulo 2: “del fraude en los actos jurídicos” (961-972).
Ley 17711. Originariamente el dolo determinó que el acto era nulo; la ley 17711 corrigió y
determinó que es causa de nulidad porque se promueve por medio de una acción.
Teoría de los vicios del consentimiento. (Principios del siglo XIX). Tradicionalmente los vicios de
la voluntad han sido considerados como propios de los contratos, a cuyo respecto se había
elaborado la sistematización de los vicios del consentimiento. Si para firmar el contrato se
requería el consentimiento de las partes que lleva la adhesión de una parte con otra, se entendía
roto ese consentimiento cuando la voluntad de alguno de los contratantes se había formado
mediante error, dolo o violencia, por lo que no se podía considerar el consentimiento válidamente
formado.
2- Ignorancia y error. El error es el falso conocimiento que se tiene de una cosa: la ignorancia
es la ausencia de conocimiento acerca de algo. En teoría esta distinción conceptual es aceptable,
pero en la práctica la ignorancia se resume en un error, porque una persona por más ignorante
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que sea, conoce algo, aunque sea mínimo, respecto del acto que quiere realizar. Entonces, para el
derecho error e ignorancia producen igual consecuencia jurídica. También ocurría esto entre los
romanos.
Error de hecho. Es cuando recae sobre algún elemento de hecho relativo al acto o a las
circunstancias en que se realice. Planiol y Savigny distinguen tres clases de errores de hecho
según su gravedad:
a) Error radical o impropio: cuando recae sobre la naturaleza del acto o sobre la identidad del
objeto. Estos errores no vician el acto, sino que el acto es inexistente por el desencuentro con
las voluntades de las partes.
b) Error esencial: son errores que versan sobre la persona con quien se celebra el acto o sobre
las cualidades substanciales del objeto, entonces el acto viciado es anulable (nulo de nulidad
relativa).( son errores muy groseros, en la persona, o en el acto que realizo)
c) Errores ligeros o accidentales: recaen sobre cualidades accidentales del objeto, sobre su
valor, sobre motivos individuales, etc. Entonces el acto queda intacto y válido.
Sin embargo, Velez Sarsfield, sigue este criterio y simplificó la clasificación en dos categorías:
Error esencial. Donde incluye los errores radicales (excluyentes de la voluntad) y los errores
esenciales (que son vicios de la voluntad) a su vez enumera distintos casos:
a) Error sobre la naturaleza del acto: art. 924: anula todo contenido en el mismo, por ejemplo:
A entendió vender y B que le entregaran la cosa en carácter de donación.
b) Error sobre la identidad del sujeto: art. 927: anula el acto si se contrata una cosa distinta
de la que se quería o de distinta especie o distinta cantidad, extensión o suma, o sobre un
distinto hecho.
Llambias sostiene que en ambos casos A y B, la nulidad es superflua porque no se puede anular
un acto inexistente que nunca podría tener valor. Ambos casos son error excluyente de
voluntad.
c) Sobre la persona: art. 925: es también error esencial y anula el acto jurídico relativo a la
persona con la cual se forma la relación de derecho.
Este principio actúa cuando la consideración de la persona haya podido influir en la realización
del acto jurídico. En el régimen francés, quien desea impugnar un acto con error sobre la
persona debe probar:
1- El error.
2- Que esa persona haya sido la causa principal del acto jurídico. En cambio según el Código
argumenta el que desee impugnar debe sólo probar el error; corresponde a la otra parte, si
quiere detener la anulación, debe probar que la persona no fue causa esencial del contrato.
Si se prueba el carácter indiferente de esa persona, entonces el error no es esencial, por lo
tanto el acto vale.
El error sobre la persona puede ser con respecto a su identidad o a sus cualidades; en este caso
deberán demostrar que las cualidades fueron una razón esencial para el contrato.
d) Error sobre la cualidad sustancial de la cosa: art. 926: el error sobre la cualidad de la cosa
que se ha tenido en mira (teoría subjetiva) deja sin efecto el acto que se hubiese dispuesto.
e) Error en la causa principal del acto: art. 926: el error sobre la causa principal o cualidad de
la cosa, deja sin efecto lo que en el acto se hubiese dispuesto.
La mejor interpretación de este artículo, para Llambias es la de Segovia, que identifica ambas
situaciones, es decir, refutando la cualidad substancial, la que ha sido móvil o causa principal del
acto. Entonces en este artículo hay un solo supuesto de error esencial, explicado
complementariamente por ambas frases.
Error accidental. No ejercen influencia alguna sobre la suerte del acto. Diferentes casos:
- Error sobre alguna cualidad accidental; Ej: se compra un caballo que parece sumamente
fuerte y no lo es tanto.
- Error sobre el valor de la cosa: Ej: se compra una cosa por barata cuando realmente es
cara.
- Error sobre la persona cuando ésta es indiferente; Ej: si se compra una tienda de A,
queriendo comprar la tienda de B.
- Error sobre los motivos individuales; Ej: si se regala el auto creyendo que se ganó otro.
- Error sobre el nombre o apellido de una de las partes, aunque no haya error de identidad.
- Error material o de pluma: que sea rectificable; Ej: si se compra una mesa por valor $
1.300 y se escribe $ 130, vale el contenido por el monto convenido. Es cuestión de prueba.
El art. 928 afirma que estos errores accidentales no invalidan el acto, y marca tres excepciones
a este principio que según Llambias no son tales:
1) A no ser que la calidad erróneamente atribuida a la cosa hubiese sido garantizada por la
otra parte. Según Borda no hay error ni nulidad, lo que hay es rescisión por incumplimiento de
contrato.
2) ...o que el error proviene de dolo de la parte o de un tercero, siempre que se demuestre
por las circunstancias del caso, que sin el error el acto no se habría celebrado. Nuevamente no
se anula el acto por error sino por dolo.
3) ...o cuando la calidad de la cosa, lo accesorio a ella, o cualquier otra circunstancia tuvieren
el carácter expreso de una condición. En este caso no hay error sino modalidad.
Según Llambias ningún caso existe por el cual un error accidental anule el acto.
Error excusable. El art. 929. Sostiene que el error de hecho no perjudica, cuando ha habido
razón para errar, pero no podrá alegarse cuando la ignorancia del verdadero estado de las cosas
proviene de una negligencia culpable. Es decir, que para que el error esencial pueda ser invocado
por la víctima, debe ser excusable.
Para Giorgi dos son las situaciones posibles:
Error de derecho. Es aquel error que versa sobre el régimen legal aplicable al acto o relación
jurídica de que se trate.
Régimen Legal. El art. 20 del C.C. afirma: “la ignorancia de las leyes no sirve de excusa, si la
excepción no está expresamente autorizada por la ley”. Este régimen viene del derecho romano
y su funcionamiento es el carácter obligatorio de las leyes y que se presumen conocidas por
todos a partir de su publicación.
El principio contrario en la teoría, quebraría la obligación de la ley y en la práctica se instauraría
un caos y la inseguridad más completa. También este principio está en el art. 923 que afirma que
la ignorancia de las leyes o el error de derecho en ningún caso impedirá los efectos legales de
los actos lícitos, ni excusará la responsabilidad por los actos ilícitos. Por ejemplo: si una persona
acepta una herencia insolvente pura y simplemente, no puede oponerse a que le ejecuten sus
bienes propios alegando ignorancia, la obligación que pesa sobre el heredero es la de responder
por las deudas del causante.
1) Art. 3428. Afirma que el poseedor de la herencia es de buena fe cuando por error de
hecho o de derecho se cree legítimo propietario de la sucesión cuya posesión tiene.
2) Art. 794. Autoriza la repetición del pago de una deuda ajena, efectuado por error de
hecho o de derecho y el que paga tiene derecho a exigir al que recibió el pago, a que se le
devuelva el mismo.
En cambio, si no mediare ese error, no se admitiría la repetición contra el acreedor quien está
obligado a recibir el pago que quiero hacerle a un tercero.
- En materia de actos ilícitos (dolo): intención del agente de provocar el daño que su hecho
produce. Es la caracterización del deleito civil.
- En lo relativo al cumplimiento de las obligaciones (dolo): es toda afirmación de lo falso o
disminución de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se use para conseguir
la ejecución de un acto (art. 931).
La característica es el engaño para que alguien se decida hacer determinados actos jurídicos.
Es una noción muy conocida por los romanos; ellos diferencian entre dolo bueno (la astucia
normal para beneficiarse lo más posible) y dolo malo (es el engaño tendiente a perjudicar a la
otra persona).
Otras clasificaciones posteriores pueden ser:
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a) Dolo directo: cometido por una de las partes.
Dolo indirecto: cometido por un tercero.
b) Dolo positivo: cuando se engaño por medio de acción.
Dolo negativo: cuando se omiten voluntariamente datos que sabiéndolos la otra parte no
hubiera contratado.
c) Dolo principal: es el engaño determinante de la voluntad ajena.
Dolo incidental: cuando no determina que la otra parte contrate pero si que consienta cláusulas
más onerosas para ella.
El dolo como vicio. Condiciones para que el dolo determine la anulación del acto: están
enumeradas en el art. 932: “para que el dolo sea medio de nulidad de un acto es preciso la
reunión de las siguientes circunstancias:
1) Que haya sido grave; (significa que haya engañado a una persona medianamente
precavida). Bordas, Salvat creen que la gravedad ha de medirse según la capacidad intelectual
de la víctima, lo que se enfrentaría al art. 909 C.C).
2) Que haya sido la causa determinante de la acción (esto se probará atendiendo a las
condiciones personales de la víctima).
3) Que haya ocasionado un daño importante (es decir, que tenga cierto significado
económico para la víctima).
4) Que no haya habido dolo por ambas partes.
La víctima puede optar por dejar el acto válido el acto pero reclamar los daños y perjuicios que
le causaron el dolo, entonces el dolo principal funcionaría como incidental, y como la nulidad por
dolo es relativa, la víctima puede renunciar a esa acción y el acto sigue produciendo sus efectos.
La ley 17711 determinó que ambas acciones vencen a los dos años, originariamente la nulidad
prescribía a los dos años, y la indemnización al año.
Si el dolo reúne todos los requisitos la víctima puede recurrir a una acción que es la
resarcitoria, excepto que él también haya incurrido en dolo, en cuyo caso no puede promover
ninguna acción.
Dolo de un tercero. Se regirá por los mismos art. que la fuerza ejercida por tercero.
Nuestro Código no admite diferencias en cuanto a si el dolo provino de una de las partes o de un
tercero; esto tiene diferentes consecuencias:
1) El acto viciado por dolo de un tercero es anulable, aunque el que se beneficie sea inocente
(el dolo debe reunir los requisitos generales indicados en el art. 932).
2) El tercero es responsable de los daños y perjuicios que sufriera la víctima.
3) Si la otra parte es cómplice (conoce el dolo), entonces es solidariamente responsable
junto con el tercero (cont. Art. 935 y 942).
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4) Si en cambio la contraparte desconoce el dolo ella no es responsable por las pérdidas e
intereses (cont. Art. 935 y 43).
El sistema romano sólo anulaba el acto cuando existía complicidad con una de las partes, en caso
contrario la única sanción consistía en la reparación de daños y perjuicios a cargo del tercero.
Nosotros adoptamos este sistema de Freitas y el Código brasileño también lo sigue. Los demás,
con pequeñas variantes siguen el sistema romano.
Prueba del dolo. Quien aduce haber sido víctima de dolo debe acreditar las pruebas de la
maniobra empañosa, la prueba debe ser proporcionada por cualquier medio.
Violencia. Es la coerción grave, irresistible e injusta ejercida sobre una persona para
determinarla contra su voluntad, a la realización de un acto jurídico.
Tiene dos formas: Violencia Física y violencia moral.
Violencia Física (fuerza): la voluntad se manifiesta bajo el imperio de una presión física
irresistible.
Violencia Moral (intimidación): consiste en la amenaza de un sufrimiento futuro aunque
inminente.
Art. 936 (fuerza) “habrá falta de libertad en los agentes, cuando se emplease contra ellos una
fuerza irresistible”.
Art. 937 (intimidación) “ habrá intimidación cuando se inspire a uno de los agentes por injustas
amenazas, un temor fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona, libertad, honra o
bienes, o de su cónyuge, descendientes o ascendientes, legítimos o ilegítimos”.
Requisitos.
b) el vicio de violencia debe provenir del temor de sufrir un mal. Debe ser un temor “fundado”,
es decir, racional y proporcionado a la amenaza empleada y a las condiciones personales de la
víctima.
Art. 938: “la intimidación no afectará la validez de los actos, sino cuando por la condición de la
persona, su carácter o sexo, pueda juzgarse que ha debido racionalmente hacerle una fuerte
impresión”
Cuanto más débil fuere el carácter de la persona amenazada, más se justifica que acuda la ley
en su auxilio, asumiendo el vicio de la voluntad y con ello la nulidad del acto jurídico realizado.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla XIV.
La nulidad del acto: la lesión es un acto anulable, de nulidad relativa, por lo tanto se invalida
el acto o negocio se devuelven las cosas hasta colocarse las partes en situación anterior a
celebrarse el acto.
Reajuste de las prestaciones: la parte demandada se ofrece a dar un “plus” para equiparar
las prestaciones, u ofrece equiparar las prestaciones en la medida que el juez lo disponga según
la equidad. Si el demandado ofrece el reajuste, queda sin efecto la acción de nulidad.
2- Fraude. (concepto). Es un acto de engaño, al igual que la simulación, pero no es ficticio sino
real y generalmente tiende a eludir obligaciones. En el sentido estricto, osea, referido al fraude
de los acreedores, este es un acto contrario a la buena fe, como vicio propio del acto jurídico.
Art. 961: “todo acreedor quirografario puede demandar la revocación de los actos celebrados
por el deudor en perjuicio o en fraude a sus derechos”.
Art. 962.
Efectos. Si la acción prospera, el acreedor solicito la venta del bien y una vez satisfecho el
crédito, lo que resta es del adquirente del bien y no del deudor fraudulento.
El adquirente puede reclamarle al deudor el reembolso del dinero, por haber pagado una deuda
ajena.
De la revocación sólo aprovecha el acreedor demandante, aunque los otros hayan promovido la
demanda.
Puede que la acción revocatoria y la demanda alcancen a un tercero que haya sido cómplice del
deudor. Si se comprueba que el tercero involucrado obró de mala fe, la demanda prospera
también contra él.
Simulación Absoluta: cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real.
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Simulación Relativa: cuando se emplea para dar a un acto jurídico una apariencia que oculta
su verdadero carácter.
Simulación Lícita: cuando no contraría a la ley, ni causa perjuicio a un tercero.
Simulación Ilícita: cuando el negocio aparente se celebra para engañar a un tercero violando
la ley.
Acción de simulación. Es la que compete a las partes o a cualquier interesado para que se
reconozca judicialmente la inexistencia del acto simulado, y con ello queden desvanecidos los
efectos que se imputaban a ese acto.
Aunque la acción es la misma, presenta algunas modalidades distintas según la ejerza una de las
partes o un tercero.
En el fraude una de las partes perjudica a la otra. En la simulación las dos partes de común
acuerdo realizan la simulación. En el fraude la acción pauliana o revocatoria sólo favorece al
acreedor que la inició. En la simulación, la acción de simulación contra terceros favorece a todos
los acreedores, aunque no hayan promovido la acción.
Efectos y prueba de simulación entre las partes. (art. 1297). Cuando la simulación es lícita
cada una de las partes tiene siempre abierta la posibilidad de obtener la declaración de
inexistencia del acto simulado. Ej: si ambas partes han concertado un consentimiento inefectivo
no puede negársele el derecho de establecer el verdadero estado de las cosas. Además la ley
sostiene como recurso admisible la simulación inocente de acto jurídico, no podía menos que
facilitar el restablecimiento de la verdad.
Sí, en cambio, la simulación es ilícita (no es recurso legítimo) la ley determina (art. 959), que los
que hubieran simulado un acto con el fin de violar las leyes o perjudicar a un tercero, no pueden
ejercer acción alguna el uno contra el otro sobre la simulación. Este precepto se entendió
durante mucho tiempo como absoluto, pero después de Bibiloni, la doctrina y jurisprudencia lo
entendió como un principio general, que aceptaba par excepción que si tuvieron acción cuando las
partes no se propongan consumar el acto ilícito realizado y por medio de la simulación, ni
aprovechar del él, sino respetarlo destruyendo las apariencias lesivas de los derechos ajenos.
La ley 17711 con la reforma del art. 959; corrobora esta interpretación. El art. dice: “...que las
partes no podrán ejercer acción alguna, la una contra la otra, cuando el acto simulado fue con el
fin de violar las leyes o perjudicar a un tercero; excepto que la acción tenga por objeto dejar
sin efecto el acto y las partes no puedan por la anulación, obtener beneficio alguno”.
Es decir, que lo que el Código quiere impedir es que los simuladores después de haber
defraudado a un tercero, a quien se le ha ocultado la existencia de ciertos bienes, pretendan
establecer la verdadera situación, declarando la simulación. Llambias sostiene que la naturaleza
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de la simulación, no es anulable sino que su existencia determina la inexistencia del acto por eso
cambiaría la última palabra “anulable” por la declaración de simulación.
La declaración judicial de simulación verifica la inexistencia del acto jurídico, ya que carece de
un consentimiento efectivo y por lo tanto de una verdadera voluntad. En caso de una simulación
relativa, la declaración desvanecerá los efectos del acto simulado y a la vez dará eficacia al
acto disimulado. Si en cambio es una simulación absoluta, la declaración desvanecerá los efectos
del acto y las partes volverán a su antigua situación preexistente del acto.
Ej: si se transmite un inmueble a un adquirente ficticio la declaración obliga al adquiriente a
devolver el inmueble junto con los frutos (porque el acto no se anula sino que no existió).
El demandante puede también ejercer una acción de daños y perjuicios que la otra parte deberá
indemnizar.
Además la ley 17711 modificó el art. 960 y agregó “solo podrá prescindirse del contradocumento
para admitir la acción, si mediaran circunstancias que hagan inequívoca la simulación”. Con lo que
reafirma que el principio que hace necesario el contradocumento no es absoluto y que admite
excepciones:
1- Si hay confesión del demandado, aunque resulte de su silencio.
2- Si ha habido imposibilidad de obtener al contradocumento, aunque fuera una imposición
moral, Ej: por el vínculo de matrimonio o por un parentesco próximo.
3- Si existe principio de prueba por escrito; entendiéndose por tal cualquier documento de la
otra parte, aunque sea no firmado que haga verosímil la simulación.
4- Si ha omitido la firma del contradocumento por dolo usado contra el demandante de la
simulación.
5- Si media incumplimiento de una prestación y la otra parte se niega a la prestación recíproca.
6- Cuando la simulación ha sido en fraude de la ley.
7- Naturalmente no se exige cuando se pruebe su extravío por caso fortuito o por fuerza
mayor o su sustracción.
La ley 17711 determina que la acción de simulación entre las partes queda sin efecto a los dos
años, sea simulación absoluta o relativa.
Si la simulación es lícita, los terceros carecen de acción porque sin interés no hay acción.
En cambio cuando es ilícita, los terceros pueden demandar la declaración de simulación. Es el
caso que por medio de la simulación quedan sustraídos a la posible ejecución por parte de
aquellos contra quienes se entabla la simulación, si el demandante alega la simulación.
- Por vía de acción: entonces, debe entablarse contra todos los autores del acto simulado, por
lo tanto se debe demostrar la inexistencia de una declaración de voluntad, la que requiere
llamar a todas las personas intervinientes a juicio.
- Por vía de excepción, es decir, como defensa contra una demanda, basta con que la
simulación se oponga sólo contra el demandante. En este caso la sentencia de declaración valdrá
solamente para los que participaron en el pleito.
En primer lugar la declaración verifica la inexistencia del acto simulado, entonces los
acreedores pueden ejecutar los bienes del enajenante ficticio, que no han salido de su
patrimonio. Este beneficio favorece a todos los acreedores, hayan o no promovido el juicio de
simulación.
Si la simulación se declara, entonces compromete la responsabilidad de los autores del acto por
los daños y perjuicios sufridos por terceros como consecuencia de la maniobra engañosa. Se
compromete la responsabilidad porque la simulación ilícita es una especie de acto ilícito.
La responsabilidad de las partes es solidaria, como corresponde a la calidad de autores de un
delito civil.
Cuando la acción es promovida por terceros estos pueden acudir a toda clase de medios de
prueba. Se trata de demostrar hechos de los cuales el demandante ha permanecido ajeno y que
le perjudicaron.
El medio frecuentemente usado es la prueba de presunciones o indicios suficientes, como para
llevar al ánimo del juez la convicción de que ha ocurrido la simulación. Los hechos que lleven a
pensar en una simulación son:
1) La ausencia de ejecución del acto celebrado, por ejemplo, que la cosa siga en posesión de su
antiguo dueño.
2) El parentesco próximo o amistad íntima entre las partes del acto simulado.
3) La carencia de recursos del adquirente.
4) El pago anticipado del precio.
5) La naturaleza e importancia de los bienes enajenados, por ejemplo, que venda bienes que por
construir la fuente de recursos del vendedor haga presumir que éste está interesado en su
conservación.
6) Las circunstancias y peculiaridades del caso, por ejemplo, que el marido venda bienes al
tiempo de iniciarse el divorcio.
Si el demandante logró suministrar la prueba, entonces el acto surte normalmente sus efectos;
si la prueba fuera dudosa, el juez debería rechazar la demanda.
En caso que sea una simulación absoluta, es imprescriptible porque mientras el deudor siga
siendo dueño de los bienes aparentemente enajenados, el acreedor puede entablar la acción en
resguardo de un interés legítimo, por lo cual puede pedir la declaración de la efectiva
consistencia del patrimonio del deudor.
Otras opiniones dicen sobre la prescripción de la acción, era de dos años (2) y otros decían que
era de diez años (10).
Como vemos entes de la sanción de la ley 17711 había una verdadera anarquía de opiniones en
cuenta al plazo de prescripción de la acción. La ley 17711 terminó con estas dudas, al disponer
que la acción prescribe a los dos años (2) sea absoluta o relativa, inventada por las partes, a las
cuales se asimilan los terceros por elaboración doctrinaria (Llambias). Agregado por el art.
4030.
Autor: Roman
Derecho Civil I.
Bolilla XV.
1- Ineficacia de los actos jurídicos. (concepto). Se produce cuando un acto jurídico pierde la
cualidad principal de su existencia, que es la cualidad de producir los efectos propuestos.
Los supuestos son: resolución, revocación y rescisión. Suponen un acto válido, pero que deja de
ser eficaz o por voluntad de las partes o por determinación de la ley o por incumplimiento de los
derecho obligados.
Resolución: es causa de ineficacia de los actos jurídicos bilaterales, por la cual ante la
inejecución o mora de una de las partes en el cumplimiento de sus obligaciones, la otra puede
optar por iniciar judicialmente el cumplimiento o pedir que se deje sin efecto el acto. Opero
retroactivamente.
Revocación: es la facultad conferida por la ley en los actos unilaterales de confianza para
que la parte pueda dejarlos sin efectos con su sola voluntad. Ésta causa no opera
retroactivamente. Ej: revocación de un mandato, de un testamento.
Rescisión: es un acuerdo de voluntad de las partes, posterior al acto, para desvincularse de
ese acto.
a) La nulidad implica una invalidez completa del acto erga omnes, sin perjuicio de ciertos
efectos especiales que la ley suele concederle. El acto inoponible es ineficaz sólo respecto de
ciertas personas por lo que conserva toda su validez entre las partes y con relación a terceros.
b) En la nulidad los efectos pueden ser excesivos. En la inoponibilidad se limitan estrictamente
al interés amparado por la ley.
c) En la nulidad el vicio es originario. En la inoponibilidad puede ser posterior en uno de sus
aspectos.
Supuestos.
1º) Los actos celebrados en fraude de los acreedores son inoponibles a éstos, pero conservan su
validez entre las partes y aún respecto de los acreedores cuyo crédito tiene fecha posterior al
acto impugnado.
2º) La hipoteca no registrada es eficaz entre las partes pero no puede ser opuesta a terceros,
salvo el escribano y testigos intervinientes.
3º) El instrumento privado que carece de fecha cierta no es oponible a terceros (art. 1034 C.C.).
4º) Los contradocmentos que dejan sin efectos o modifican actos simulados no son oponibles a
terceros (art. 960 y 996).
Inoponibilidad. El acto inoponible es válido entre las partes y no produce efectos respecto de
determinadas personas ajenas a él.
Nulidad. Sanción de la ley que recae sobre un acto jurídico efectivo para privarlo de sus
efectos propios. El acto carece de efecto respecto de las partes y accidentalmente puede
derivar efectos a favor de terceros.
Inexistencia. Es una noción conceptual (no legal) que se aplica a ciertos hechos, que no
obstante tener la apariencia d actos jurídicos, no son tales por carecer de algún elemento
esencial de ellos. Estos actos jurídicos son denominados “acto jurídico inexistente”.
Al ser una noción conceptual no puede reglarse de la misma forma que la nulidad (cuyo régimen
legal está determinado por la misma ley), por lo que sólo el entendimiento puede indicar si algo
no es acto jurídico aunque aparente serlo, entonces no es posible tratarlo como lo que no es, ni
imputar a ese acto los efectos propios de los actos jurídicos efectivos y reales.
La teoría de la inexistencia se atribuye a Zachariae y fue adoptada por Aubry y Rau. Se
difundió rápidamente durante el siglo XIX y todos los tratadistas franceses la han incorporado.
En la Argentina es admitida por Machado y Borda, pero refutada por Salvat y Segovia.
1) En cuanto a las facultades del juez: la inexistencia puede ser verificada sin necesidad de que
ese punto haya sido incluido en el litigio, constituye una cuestión de hecho. Comprobada la
inexistencia del acto jurídico, el juez sacará las consecuencia racionales pertinentes. El acto
nulo, en cambio requiere que la cuestión de nulidad haya sido articulada por las partes (sólo
cuando se trata de nulidad absoluta puede actuar el juez de oficio).
2) En cuanto a la oportunidad procesal de la articulación: la inexistencia puede ser invocada aún
después de iniciado el litigio si resulta acreditada en el período de prueba. La nulidad si es
absoluta puede ser alegada en cualquier estado del juicio antes de la sentencia, y si es relativa
será alegada en la demanda o en la contestación únicamente.
3) En cuanto al derecho de alegar la inexistencia o la nulidad: la inexistencia puede ser alegada
por cualquier interesado aún por el que a ejecutado el acto. La nulidad absoluta puede alegarse
por todos los que tengan interés en hacerlo, excepto el que ha ejecutado el acto. La nulidad
relativa sólo puede alegarse por aquel en cuyo beneficio redundara la invalidez.
4) En cuanto a la intervención del ministerio fiscal: la inexistencia no puede ser invocada por el
ministerio fiscal, en cambio la nulidad sí, ya que éste puede tener el interés de la moral o de la
ley.
5) En cuanto a los efectos del acto entre las partes: el acto inexistente no produce ningún
efecto, la situación resultante debe ser considerada con entera abstracción del acto
inexistente y debe regirse por los principios legales que corresponde a esa situación. En el acto
anulable las partes conservan la situación en la que se encuentran al momento de dictarse la
sentencia de anulabilidad.
6) En cuanto a los efectos respecto de terceros: el enajenante de una cosa por un acto
inexistente puede recobrarla siempre del tercer adquiriente, salvo que éste sea de buena fe.
Supuesto: cuando se trata de un acto anulable el enajenante no puede recobrarla en principio,
ya que el tercer adquiriente es de buena fe y además adquiere la cosa antes de la sentencia de
anulación.
7) En cuanto a los efectos del matrimonio: el matrimonio inexistente no produce efectos civiles
aún cuando las personas buena fe, la unión será concubinato y los hijos se considerarán
extramatrimoniales. El matrimonio nulo es considerado putativo si al menos uno de los cónyuge
actúa de buena fe y los hijos de ésta unión serán legítimos.
3- Nulidad de los actos jurídicos. Es una sanción legal que priva de sus efectos propios a un
acto jurídico, en virtud de una causa existente en el momento de la celebración.
Caracteres.
4- Nulidades implícitas o virtuales. Art. 1037 C.C.: “los jueces no pueden declarar otras
nulidades de los actos jurídicos que las que en éste código se establecen”.
Se plantea el problema de saber si es indispensable que la sanción de nulidad esté formalmente
expresada en el texto (implícita), o si es posible que el interprete descubra una incompatibilidad
entre la norma y la eficacia de ciertos actos jurídicos, de manera que quede excluida
tácitamente la validez de este (virtual):
La fuente del art. 1037 es el esbozo de Freitas cuyo régimen exigía la sanción expresa de
nulidad.
La admisión de las nulidades implícitas dejaría en manos de los jueces el poder de
transformar la legislación civil.
- La comparación del artículo 1037 con el esbozo muestra la desaparición del adverbio
expresamente en nuestro texto, por los que citar ésta fuente no corresponde.
- En cuanto a la obviedad de que las nulidades implícitas no se establecen, se trata sólo de una
afirmación que no impide la comprensión diferente.
- El art. 1037 no exige que la sanción de nulidad esté expresamente consagrada en la ley. El
sentido del precepto sólo indica que esa sanción siempre deriva de la ley y no de la voluntad de
los jueces.
Nulidad por vía de ación o de excepción. Art. 1058 bis (texto según ley 17711): “la nulidad o
anulabilidad sea absoluta o relativa, puede oponerse por vía de acción o de excepción”.
Este texto viene a recoger el criterio sostenido por la mayoría de la doctrina, que partía del
principio según el cual la admisión de la excepción de nulidad es la consecuencia lógica que
correlativamente existe a la acción de nulidad. Toda vez que un acto viciado de nulidad que aún
Prescripción de la acción de nulidad. La ley 17711 reforma el art. 4023 estableciendo en 10 años
el plazo para interponer la acción de nulidad si el código no previere un plazo menor en otras
disposiciones.
La ley 17940 agrega “tratase de actos nulos y anulables”, referiendose a que la generalidad de
la doctrina sostenía que la nulidad absoluta es imprescriptible.
Art. 4030: “la acción de nulidad de los actos judiciales, por violencia, intimidación, dolo, error o
falsa causa se prescribe por dos años desde que la violencia o intimidación hubiese cesado, y
desde que el error, el dolo o falsa causa fuese conocida. Prescribe a los dos años la acción para
dejan si efecto entre las partes un acto simulado, sea la simulación absoluta o relativa. El plazo
se computará desde que el aparente titular del derecho hubiere intentado desconocer la
simulación”.
Art. 4031: “se prescribe también por dos años, la acción de nulidad de las obligaciones
contraidas por mujeres casadas sin la autorización competente; la de los menores de edad y los
que están bajo curatela. El tiempo de la prescripción comienza a correr en las primeras, desde
el día de la disolución del matrimonio y en las segundas desde el día en que llegaron a la mayor
edad o salieron de la curatela”.
El vicio que obsta a la validez del acto puede estar patente en el mismo, u oculto (requiriendo
una investigación para ponerlo de relieve). Esta diferenciación está tomada de Freitas:
comprende los mismos actos incluidos en la siguiente clasificación: actos nulos: adolecen de
nulidad manifiesta (patente); actos anulables: nulidad no manifiesta (latente).
Nulidades de derecho: la ley puede por si misma (sin la cooperación de otro órgano o poder),
aniquilar el acto vedado, lo que ocurre cuando su imperfección es taxativa, rígida, determinada,
insuceptible de más o de menos, cuando existe en igual dosis en todos los actos de igual especie.
El acto nulo es invalidado inmediatamente por la ley misma (art. 1038) “expresamente”.
Nulidades dependientes de apreciación judicial: la ley por si misma es impotente para
aniquilar el acto cuando su imperfección es, por su propia índole, variable en los actos de igual
especie, indefinida, susceptible de estimación cuantitativa, ligada a las circunstancias del acto.
La ley no puede sino establecer un principio de sanción, que será desenvuelto, definido y
regulado por el juez en función de las circunstancias particulares que el caso presente.
Es una nulidad intrínsecamente dependiente de la apreciación judicial. La ley sólo puede reputar
anulable al acto, es decir, susceptible de ser eventualmente anulado por la sentencia que define,
determine y declare que la causa de imperfección existe, y a veces hasta que reviste la
intensidad suficiente como para arrastrar la invalidez del acto.
El acto anulable resulta invalidado por la sentencia del juez, apoyada en el principio de sanción
establecido por la ley, aniquila el acto, que sólo se tiene por nulo desde el día de la sentencia que
lo anula (conf. Art. 1046 C.C).
Importancia de ésta clasificación: para algunos autores, tiene un interés práctico reducido.
Diferente es la opinión de Llambias que dice que es de gran importancia práctica:
Art. 1046: “los actos anulables se reputan válidos mientras no sean anulados; sólo se tendrán
por nulos desde el día de la sentencia que los anulase”. Sobre la base de este precepto, la
jurisprudencia se ha inclinado a detener los efectos del pronunciamiento de la nulidad de los
actos anulables frente a los 3º de buena fe, cuando sus derechos han sido adquiridos antes de la
fecha de la sentencia (independiente de la distinción entre actos nulos y anulables).
Se distinguen según el rigor de la sanción legal de invalidez, que a su vez depende de que le acto
afectado entre (o no) en conflicto con el orden público o las buenas costumbres:
- Nulidad absoluta: acto contrario al orden público o a las buenas costumbres. Sufre todo el
peso de la sanción legal.
- Nulidad relativa: acto nulo o anulable que no afecta el orden público ni a las buenas
costumbres. Establecida por la protección de un interés particular.
La imperfección de acto podrá subsanarse si el interesado confirma el acto viciado, o si se
prescribe la acción pertinente.
Esta clasificación depende de la extensión de la sanción de nulidad, respecto del contenido del
acto:
Art. 1039: “la nulidad parcial de una disposición en el acto, no perjudica a las otras disposiciones
válidas, siempre que sean separables”.
Para que pueda funcionar la nulidad parcial, se requiere que el contenido del acto sea
susceptible de división, sin que destruya la esencia del conjunto.
La aplicabilidad del precepto supone la existencia de actos jurídicos complejos, en cuyo
conjunto pueden distinguirse diferentes actos jurídicos, cada uno de los cuales tiene objeto o
agentes propios. Se presenta el problema de establecer en que grado la nulidad de uno de los
factores puede comportar la nulidad del conjunto.
Esta clasificación ofrece interés en materia testamentaria. La nulidad de un legado, o de la
institución de herederos, u otra cláusula deja subsistentes las disposiciones exentas de vicios
(diferentes contratos).
Criterios.
1) Los actos nulos corresponden a sanciones legales expresas de nulidad, mientras que en los
anulables la sanción es tácita. Según art. 1038: “ nulidad de un acto es manifiesta cuando la ley
expresamente lo ha declarado nulo, o le ha impuesto la pena de nulidad”.
2) La diferencia entre actos nulos y anulables reside en la intensidad de la falla que presenta el
acto, en los primeros la falla es total de un elemento del acto jurídico (capacidad, forma, etc) y
en el segundo la falla es parcial (incapacidad relativa, vicios de la voluntad, etc).
Ésta postura es criticada ya que resulta incompartible con el sistema del código, y además la
capacidad nunca puede fallar parcialmente ya que no es una calidad susceptible de variación.
Este criterio no es seguido por los autores.
3) La diferencia reside en la visibilidad del vicio, si es manifiesta el acto será nulo y si la
nulidad es oculta o no manifiesta el acto será anulable. Si bien esta opinión no es desacertada,
tiene el inconveniente de detenerse en la superficie del problema.
4) Para Llambias cuando se trata de un acto nulo la ley puede por si misma decretar su
ineficacia de todo juzgamiento ulterior desvirtuándolo desde sus efectos de origen. El acto
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anulable se diferencia ya que la ley no puede sino establecer un principio de sanción de invalidez
que será analizado por el juez según las circunstancias particulares.
Enumeración legal.
Los actos nulos pueden ser por fallas referentes al sujeto, la objeto o la forma.
1) Referente al sujeto: según el art. 1040 el sujeto debe estar dotado de capacidad para
expresar su voluntad. Esta capacidad puede ser de hecho o de derecho, la nulidad
corresponderá a la ausencia de una o de la otra:
a) Carencia de capacidad de hecho: puede ser absoluta. Según el art. 1041 son nulos los actos
otorgados por personas absolutamente incapaces (menores, insanos, interdictos); o relativa.
Art. 1042: “son nulos los actos otorgados por personas relativamente incapaces...” (menores
adultos).
b) Capacidad de hecho restringida: es cuando la representación es insuficiente, y se necesita
de la autorización del juez. Puede ocurrir que un menor emancipado actúe sin tener en cuenta su
capacidad de hecho restringida o que un representante de un incapaz actúe en exceso de las
facultades conferidas por la ley. Tales actos son de nulidad relativa que es la que corresponde a
las fallas de capacidad o de integración de la voluntad de la gente. Si se exige la autorización no
es por una cuestión de forma, sino es para cuidar los intereses y la conveniencia del acto. La
falta de la conformidad del representante causa la nulidad del acto.
c) Incapacidad de derecho: según el art. 1043 son igualmente nulos los actos otorgados por
personas a quienes el código les prohibe el ejercicio del acto del que se tratare. Aquí se trata
de los incapaces e derecho que no están impedidos para el ejercicio sino para el goce, título o
adquisición del derecho del que se trata. Así el tutor no puede adquirir los bienes que
administra.
2) Referente al objeto: tiene lugar cuando la ley presume sin admitir prueba en contrario la
realización de fraude o simulación o cuando prohibe el objeto del acto.
a) Simulación o fraude: está basada en el art. 1044 y no admite prueba de contrario. Los casos
de simulación presuntiva pueden ser por ejemplo la transmisión testamentaria efectuada a una
persona incapaz para suceder o los actos de transmisión gratuita de bienes efectuados por el
fallido de la sociedad conyugal después de interpuesta por la mujer la demanda por separación
de bienes.
El fraude presuntivo puede ser por ejemplo el pago de deudas no vencidas efectuado por el
fallido después de la fecha de cesación de pagos, el pago adelantado del alquiler efectuado por
arrendamiento de mayor tiempo que el que podía contratar el locador o si se conociese la
insolvencia de éste.
b) Objeto prohibido: según el art. 1044 para que el acto sea válido el objeto debe ser lícito. Las
prohibiciones del objeto están enumeradas en le art. 953.
3) Referente a la forma: puede resultar de la omisión de la forma establecida por la ley o de
la nulidad del instrumento si el acto depende de la forma instrumental:
a) Incapacidad natural o accidental: estas son frases figuradas, no son conceptos jurídicos
rigurosos por lo que no caven en el código, sin bien son tratadas en el art. 1045.Refieren a las
aptitudes psíquicas del sujeto, a personas que obran faltas de discernimiento, como por
ejemplo, insanos, no interdictos o sordomudos que no supiesen darse a entender por escrito (no
interdictos) o actos realizados en estado de delirio febril, sonambulismo, hipnotismo,
embriaguez absoluta o bajo fuertes emociones de miedo, terror, cólera o venganza (cuando el
espíritu de la gente esté embargado por una pasión tan fuerte que le reporte la privación de la
razón).
b) Incapacidad de derecho desconocida: también refiere al art. 1045. En éste supuesto la
invalidez es provocada por el desconocimiento del agente de su inaptitud para ser titular del
derecho que se trate. Éste incapaz de derecho pudo disimular su condición de tal manera que
imposibilita a quienes contratan con él de oponerse a la celebración del acto, pero una vez
descubierta ésta se declarará la anulabilidad conforme el criterio del magistrado.
c) Vicios de voluntad: incluye los actos que adolecen de un vicio de la voluntad como el error
o la violencia pero omite el dolo ya que es involuntario. Además incluye los actos efectuados con
fraude o simulación que se impugnarán resguardando el interés de los terceros. En realidad el
fraude y la simulación no tienen el carácter de anulables ya que en el primero se plantea una
cuestión de inoponibilidad y no de invalidez; y en el segundo no se trata de invalidez sino de
inexistencia.
Nulidad absoluta.(art. 1047 C.C) Está afectado el interés público, las partes no tiene el manejo
de la cuestión sino que el juez actúa en defensa de la sociedad interesada. Si la nulidad es
manifiesta el juez actuará de oficio, pero si no lo es se requiere de la demanda pertinente. La
acción es a favor de todos, ya que el acto es violatorio del orden público. Es la sanción civil más
rigurosa y si los interesados desean dar valor al acto sólo pueden hacerlo nuevamente siempre
que haya desaparecido la causa de nulidad. El acto no puede prescribirse por el paso del tiempo
ya que la Corte Suprema ha indicado que el acto será siempre inmoral, contrario al orden
público cualquiera sea el número de años que hayan pasado desde su celebración
Nulidad relativa. (art. 1048) están afectados los intereses particulares, depende de las partes
involucradas demandar la nulidad y hacer efectivas las normas que establece dicha sanción.
Esta nulidades pueden ser confirmadas y la acción que protege a las partes prescribe si se
completa el curso del plazo previsto por la prescripción. Según el art. 1049 la acción de nulidad
no puede ser ejercida por la persona capaz, alegando la incapacidad de la otra parte o por razón
de violencia, intimidación o dolo, el mismo agente que lo ocasionó.
Supuestos.
1) Actos nulos obrados por incapaces de hecho, sin que puede distinguirse si la incapacidad es
absoluta o relativa.
2) Actos nulos obrados por representante necesario de los incapaces en exceso de sus
atribuciones sin la debida intervención del ministerio Público.
3) Actos obrados sin discernimiento.
4) Actos efectuados mediante los vicios de la voluntad (error, dolo, violencia).
Autor: Roman.
Derecho Civil I.
Bolilla XVI.
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1- Convalidación de los actos jurídicos.
Convalidación: la convalidación constituye un acto jurídico por el cual se torna eficaz otro que
estaba viciado de nulidad relativa. Ahora bien, si el acto que se intenta convalidar es nulo, de
nulidad absoluta, también lo será la convalidación; de tal manera que sólo cabe realizarla en
aquellos actos cuya nulidad sea subsanable.
Confirmación: purificación o revalidación del acto jurídico que adolece de algún vicio o nulidad,
manifestando su aquiescencia expresa o tácita las partes que podían impugnarla.
Confirmación (concepto). Art. 1059: “ confirmación es el acto jurídico por el cual una persona
hace desaparecer los vicios de otro acto que se halla sujeto a una acción de nulidad”.
La confirmación es un acto jurídico mediante el cual se expurga a otro acto jurídico invalido del
vicio que adolecía y en razón del cual era posible de nulidad.
Supuestos y recaudos. Los actos susceptibles de confirmación son los que padecen una mera
nulidad relativa. Así resulta del art. 1058: “la nulidad relativa puede ser cubierta por
confirmación del acto”.
Por el contrario el art. 1047 dispone: “... la nulidad absoluta no es susceptible de confirmación”.
Este régimen tiene un fundamento inconmovible. La nulidad absoluta constituye la sanción más
rigurosa y como está instituida en resguardo del interés público, no puede ser renunciada por la
vía de la confirmación. En cambio la nulidad relativa es una nulidad de protección, tiene siempre
un destinatario: la persona en cuyo beneficio se ha establecido la sanción de nulidad.
Lógicamente el particular beneficiado puede renunciar al beneficio y confirmar el acto.
Requisitos de fondo: para que la confirmación produzca su efecto no basta que ella revista las
condiciones de forma adecuada, sino que es indispensable la concurrencia de los requisitos de
fondo señalados por la ley: el art. 1060 dice: “los actos nulos o anulables no pueden ser
confirmados por las partes que tengan derecho a demandar o alegar la nulidad antes de haber
cesado la incapacidad o vicio que de ella provenía, y no concurriendo a ninguna otra que pueda
producir la nulidad del acto de confirmación”.
La disposición transcripta muestra los dos requisitos sustanciales de la confirmación: 1º- que
haya desaparecido la causa de invalidez primitiva. Ej: que haya cumplido la edad de 21 años la
persona que ha otorgado un acto jurídico durante su minoridad y que por ello es nulo. 2º- que no
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concurra en la misma confirmación una nueva causa de invalidez, pues si así fuera, ella quedaría
destituida de su efecto propio consistente en la sanción del acto inválido primitivo.
Especies de confirmación: según el art. 1061: “ la confirmación puede ser expresa o tácita...”.
Confirmación expresa: es la que se realiza por escrito. Boda indica que no hay confirmación
expresa verbal. La confirmación expresa se constituye en un acto formal, ya que ella debe
hacerse por escrito, con los requisitos exigidos por el art. 1061: “... el instrumento de
confirmación expresa debe tener, bajo pena de nulidad: 1º- la sustancia del acto que se quiere
confirmar; 2º- el vicio de que adolecía; 3º- la manifestación de la intención de repararlo”.
De aquí se sigue que la forma necesaria de la confirmación expresa es la escritura con las
indicaciones señaladas, todo ello bajo pena de nulidad. Pero todavía, si el acto al que se refiere
la confirmación es de aquellos que deben celebrarse bajo una forma instrumental determinada,
entonces la confirmación para ser válida debe revertirse de la misma forma que corresponde al
acto confirmado. El art. 1062 dispone: “la forma del instrumento de confirmación debe ser la
misma y con las mismas solemnidades que estén exclusivamente establecidas para el acto que se
confirma”.
Confirmación tácita: según el art. 1063: “la confirmación tácita es la que resulta de la
ejecución voluntaria, total o parcial, del acto sujeto a una acción de nulidad”.
1º- para que el efecto convalidatorio se produzca es menester que la ejecución del acto inválido
sea involuntario, por lo que la ejecución forzada mediante un procedimiento judicial no tiene ese
resultado.
2º- el art. indica la forma típica de confirmación tácita pero no excluye otras que permitan
inducir asertivamente la intención de confirmar el acto inválido. Ej: la venta de una cosa
adquirida por un título nulo o anulable. En general se estima que los actos de disposición en tales
circunstancias importan confirmación; en cambio, los actos de administración no tienen ese
significado, salvo lo que resulte de las circunstancias del caso.
La confirmación tácita sólo es eficaz cuando el acto que se confirma no es formal, pues
entonces la parte interesada puede elegir la forma que le parece más adecuada.
Por el contrario, siendo forma el acto confirmable, la confirmación debe atenerse a la misma
forma de dicho acto, por lo que la confirmación tácita carece en ese caso de función
convalidatoria.
Efectos.
Entre partes: el acto inválido remonta sus efectos expurgatorios del vicio causante de la
nulidad, a la fecha de la celebración de dicho acto.
El art. 1065 expresa: “la confirmación tiene efectos retroactivos al día en que tuvo lugar el acto
entre vivos, o al día del fallecimiento del disponente en los actos de última voluntad”.
La confirmación se identifica con el acto inválida precedente. Su efecto consiste en expurgar a
ese acto del vicio que lo invalidaba, por lo que necesariamente debía proyectar su influencia
sobre todo el lapso transcurrido desde que dicho acto puede ser eficaz.
Con respecto a terceros: según el art. 1065 el efecto retroactivo no perjudicará los
derechos de terceros. Ello significa que si en el intervalo transcurrido entre la celebración del
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acto inválido y la confirmación, se ha constituido un derecho a favor de un tercero, que es
enteramente válido en vista de la nulidad del acto primitivo, la confirmación ulterior de éste
acto, no obstante su natural efecto retroactivo, no afecta para nada la situación del tercero.
La situación de los sucesores universales y de los acreedores quirografarios queda regida por
los principios generales. Los sucesores universales no son terceros y no pueden beneficiarse por
el art. 1065. En cuanto a los acreedores quirografarios no tienen constituidos ningún derecho
propio que pueda ser lesionado por la confirmación; si por el contrario ésta se produce en
fraude o perjuicio de sus derechos, entonces, pueden impugnarla por vía de la acción pauliana o
revocatoria. Es siempre el juego de los principios generales.
2- Extinción de las relaciones jurídicas: Los derechos recorren un ciclo que puede resumirse
en tres momentos: nacimiento o adquisición, modificación y extinción. Pero en razón del principio
de inercia, que también se aplica en el orden jurídico, para que alguna de esas consecuencias
ocurran se requiere el acaecimiento de algún hecho al cual la ley le asigne el efecto de originar
un derecho, o modificar un derecho ya existente o finalmente extinguirlo.
De ahí la importancia de los hechos, de cuya variedad provienen las innumerables alteraciones
de los derechos que están a ellos ligados.
En cuanto a la extinción de las relaciones jurídicas existentes, ella se produce entonces, en
conexión con la ocurrencia de hechos dotados de la necesaria fuerza extintiva. Por esto es que
resulta lógico finalizar una exposición de los hechos y actos jurídicos examinando la función
extintiva de la relación de derecho que pueda corresponderles.
Método del Código. Nuestro codificador ha omitido la consideración especial de este punto. En
tanto ha considerado en una generalización adecuada, la función de los hechos referentes a la
creación de derechos (acto voluntario, acto jurídico, vicios de unos y otros, etc.), y no ha
legislado en forma sistemática sobre la extinción de las relaciones jurídicas, salvo respecto de
las obligaciones, a cuyo tema ha dedicado la segunda parte de la sección primera del libro dos
(extinción de las obligaciones) que comprende los títulos 16 a 23 de dicha sección. Las fuentes
que consulta el codificador no formulaban una generalización de los modos de extinción de las
relaciones jurídicas. No podía esperarse de los códigos entonces vigentes, puesto que carecían
de parte general.
Aun en nuestro tiempo se advierte en los códigos modernos, la ausencia de una sistematización
de las disposiciones aplicables a la extinción de toda relación jurídica; ausencia verdaderamente
llamativa en los códigos alemán y brasileño que dedicaron su primer libro a los principios
jurídicos generales. Ninguna de las tendencias más recientes trata esta materia, lo que puede
estimarse lógico ya que esas codificaciones no incluyen una teoría general del derecho civil
(dejando de lado el método iniciado por el código alemán).
Supuestos.
a) Confusión: Tiene lugar cuando se reúnen en una misma persona la calidad de acreedor y
deudor de una obligación o cuando se consolidan en ella el dominio sobre una cosa y sus
desmembraciones. Ej: si el acreedor hereda a su deudor.
b) Caducidad: es la pérdida de un derecho por no ejercerlo durante el tiempo marcado por la
ley. Existen diversos plazos para realizar ciertos actos, vencidos los cuales se pierde el derecho
a hacerlo (contestar una demanda, desconocer un hijo).
c) Imposibilidad: Tiene lugar cuando una causa sobreviniente a la creación del derecho excede a
su subsistencia, sin culpa de las partes. Ej: la disolución de la obligación de entregar un caballo
vendido, si se muere por un caso fortuito. El fundamento de este principio es de una lógica
fundamenta, a lo imposible nadie esta obligado, puesto que excede sus posibilidades de
actuación.
d) Muerte del titular: La muerte del titular del derecho es también causa de extinción, pero
solo cuando se trata de derechos intransmisibles por herencia. Ej: extinción de derechos de
usufructo de una cosa (art. 2083).
Se ha controvertido si la anulación y la prescripción deben conceptuarse como modos de
extinción de los respectivos derechos.
En cuanto a la anulación, la conclusión parecería afirmativa, por cuanto según el art. 1046, el
acto anulable solo se lo tiene por nulo desde el día de la sentencia que lo anula.
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En cuanto a la prescripción llamada extintiva o liberatoria no extingue el derecho, sino la acción
judicial correlativa. De ahí que en el derecho subsista; si bien reducido a la misma eficiencia de
la obligación natural, cuyo titular goza de estas solas facultades:
1) retener la prestación pagada espontáneamente por el deudor (art. 515 y 516).
2) garantizar la obligación natural con fianzas, hipotecas, etc., que no son exigibles por el
derecho principal (art. 518).
Actos jurídicos extintivos. Son los que alcanzan ese resultado por la precisa intención de las
partes en tal sentido y puesto que los actos se efectúan con el fin inmediato de aniquilar
derechos se trata de verdaderos actos jurídicos.
Se clasifican como:
a) Revocación: Es un modo de disolución de los actos jurídicos, por el cual el autor o una de las
partes, retrae su voluntad dejando sin efecto el contenido del acto o la transmisión de un
derecho.
Aveces la revocación puede hacerse valer “ad libitum”, como ocurre en el testamento, el
mandato. Otras veces la revocación sola se admite en función de la existencia de causas
autorizadas por la ley; es el caso de la donación, si media enajenación de los cargos impuestos.
La revocación opera “in futurum” es decir a partir del momento de la expresión de la voluntad
del autor de ella, sin destruir los efectos ya producidos del acto que se revoca.
b) Rescisión: Es un modo de extinción de los actos jurídicos de tracto sucesivo, por el cual
queda sin efecto para lo futuro, en razón del acuerdo de las partes o de la voluntad de una sola
de ellas autorizada por la ley o por la propia convención. Ej: la rescisión de la locación por haber
cedido el locatario sus derechos, estando ello prohibido (art. 1602).
La rescisión presenta las siguientes características:
1) Funciona en los contratos de tracto sucesivo, entendiéndose por tales los que mantienen una
vinculación duradera entre las partes, prestaciones prolongadas o reiteradas.
2) Tiene un origen convencional, lo cual es evidente cuando responde al acuerdo de las partes
(art. 1200).
3) Produce efectos para el futuro, dejando subsistentes los efectos del acto consumado con
anterioridad.
c) Resolución: Es un modo de disolución del acto jurídico en razón de una causa sobreviniente
que extingue retroactivamente los efectos provenientes del acto.
Advierte Planiol que la resolución supone siempre una voluntad condicional retirada de antemano
en vista de una eventualidad determinada. Esta observación refiere a la resolución convencional,
pues la resolución legal es independiente de la voluntad de las partes.
A diferencia de los demás modos de extinción de las relaciones jurídicas, la resolución opera
retroactivamente, no obstante lo cual no cabe confundirla con la nulidad.
Mientras que la nulidad deriva de una causa originaria que anida en los elementos constitutivos
del acto jurídico, la resolución proviene de una causa sobreviniente que es independiente de la
constitución misma del acto.
Puede asumir tres formas diversas:
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1) La de una condición.
2) La de una facultad que alguna de las partes se reserva a fin de disolver el acto si la otra no
cumple la obligación.
3) La de una opción que autoriza a una de las partes a disolver el acto pendiente de ejecución,
mediante la perdida de una seña o la restitución del doble de ella.
4- Prescripción. (concepto).
Es el modo por el cual en ciertas condiciones el transcurso del tiempo opera la adquisición o
modificación substancial de algún derecho. Nuestro concepto difiere en parte del que define el
propio codificador en su art. 3947, pero refleja mas exactamente la verdadera realidad
jurídica. Según el articulo “la prescripción es el medio de adquirir un derecho o deliberarse de
una obligación por el transcurso del tiempo”. Este concepto no es lo exacto porque la
prescripción adquisitiva solo funciona respecto de algunos derechos reales y lo extintivo no
opera solo sobre las obligaciones sino sobre toda clase de derechos en general. Además la
prescripción no extingue los derechos creditorios, sino que extingue la acción judicial
correspondiente quedando el derecho relegado a la mínima eficacia de la obligación natural.
Caracteres:
1) Se aplica a toda clase de inmueble en general y a ciertas cosas muebles.
2) Se refiere a los derechos reales de goce.
3) Requiere la conjugación del tiempo fijado por la ley en cada caso, con la posesión continuada
de la cosa.
Prescripción extintiva o liberatoria: El art. 3949 dice: “la prescripción liberatoria es una
excepción para repeler una acción por el solo hecho que el que la entabla ha dejado durante un
lapso de tiempo de intentarla o de ejercer el derecho al cual ella se refiere”.
Caracteres:
1) Se aplica a toda clase de bienes y derechos que la ley no halla exceptuado.
2) Requiere la conjugación del factor tiempo con la intención del titular durante el periodo
designado por la ley.
Coincidencias: Ambas son de orden publico, ambas pueden quedar afectadas por idénticas
causas de suspensión e interrupción. Ambas instituciones responden al mismo fundamento.
Acciones imprescriptibles. Las acciones referentes a los derechos de familia. A bienes fuera
del comercio. Las reales derivadas del dominio y las negatorias de servidumbres prediales, salvo
en caso de oponerse usurpación contraria.
El principio de prescriptibilidad de las acciones, no es absoluto ya que hay varios derechos que
se ven afectados por el transcurso del tiempo.
Términos de prescripción. Son los más variados para las diferentes acciones. Su estudio debe
efectuarse con motivo de cada institución jurídica en particular.
No obstante cabe decir que las acciones referentes al derecho creditorio que no tuvieren otro
lapso establecido, prescribían en el régimen del código de Velez a los 10 o 20 años, conforme al
art. 4023.
La ley 17711 modifico este articulo que quedo redactado de la siguiente manera: “Toda acción
personal por deuda exigible se prescribe por diez años, salvo disposición especial”.
Igual plazo regirá para interponer la acción de nulidad trátese de actos nulos o anulables, sino
estuviere previsto un plazo menor.
Suspensión. (concepto). Es la detención durante un lapso del tiempo útil para prescribir, por
causas sobrevinientes. Cuando la causa sobreviniente cesa, la prescripción se reanuda contando
el tiempo anterior.
Casos.
Minoridad: el Código de Velez Sarfield dice: “la prescripción no corre contra menores que
estén o no emancipados”. Esta disposición era un exagerado privilegio de los menores, por eso la
ley determinó que la prescripción corre contra los incapaces que tuvieran representantes
legales (art. 3980).
Art. 3980 determina que cuando por razón de dificultades o imposibilidad de hecho se hubiere
impedido temporalmente el ejercicio de una sección, los jueces están autorizados a liberar al
acreedor o al propietario de las consecuencias de la prescripción cumplida durante el
impedimento, si después de su cesación el acreedor o propietario hubiese hecho valer sus
derechos en el término de tres meses.
Si el acreedor no hubiere deducido la demanda interrumpida de la prescripción por maniobras
dolosas del deudor, también el juez podrá aplicar esto.
Interrupción. (concepto).
En la prescripción adquisitiva: todo acto jurídico que impide el cumplimiento del plazo legal
para que a posesión de una cosa o el ejercicio de un derecho se transforme en propiedad.
En la prescripción extintiva: cualquier acto del titular, de su legitimo representante o de
otra persona en beneficio de aquel, que revela la voluntad y la facultad del dueño de seguir
siendo tal, y dejar así sin efecto el temporal abandono, el no uso o no ejercicio que podía
conducir a la caducidad de los derechos.
La interrupción borra por completo el tiempo el tiempo transcurrido.
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Casos.
Demanda judicial: toda prestación hecha ante el juez por la cual se ejerce alguna
prerrogativa del titular referente al derecho de que se trate.
Según la primera parte del nuevo art. 3986: “la prescripción se interrumpe por demanda contra
el poseedor o deudor aunque sea interpuesta ante el juez incompetente, o fuera defectuosa y
aunque el demandante no haya tenido capacidad legal para presentarse en el juicio.
Compromiso arbitral: tiene igual efecto interruptivo que la demanda judicial. La demanda
arbitral se tramita ante árbitros que las partes han elegido para dirimir sus diferencias (art.
3988). El compromiso (hecho en escritura pública y sujetado a la cuestión de la posesión o
propiedad a juicio de árbitros) interrumpe la prescripción.
Reconocimiento expreso o tácito de la obligación: la prescripción es interrumpida por el
reconocimiento expreso o tácito, que el deudor o poseedor hace del derecho de aquel contra
quienes prescriba.
- Expreso: cuando el deudor manifiesta positivamente la intención del reconocimiento.
- Tácito: cuando el reconocimiento resulta de hechos cumplidos por el deudor.
Sea cual fuera nuestra opinión sobre el Nuevo Código Civil y Comercial (CCC), sería
desventurado no reconocer que el actual, vigente desde 1871 (con la excepción de parciales
modificaciones), fue elaborado para dar soluciones jurídicas a una sociedad que dista de la de hoy
en unos 144 años de cambios profundos. Basta pensar en las innovaciones tecnológicas, compárese
el telégrafo eléctrico que propugnó en su época Vélez Sarsfield con los medios de comunicación
del siglo XXI. Huelga perpetuar el debate: el CCC entra en plena vigencia el próximo agosto.
A pesar de que nos encontramos ante una importante transición en nuestro ordenamiento jurídico,
debemos destacar que en materia de seguros su régimen especial, conformado esencialmente por
las leyes 17.418, 20.091 y 22.400 y las normas de la Superintendencia de Seguros de la Nación,
rige y seguirá rigiendo. Sin embargo, los cimientos fundamentales del ordenamiento jurídico se
sustentan en el derecho civil, de ahí que el CCC acarrea novedades para la actividad aseguradora.
Debemos destacar las modificaciones al régimen de la capacidad de las personas, clave para el
momento de la contratación del seguro y en la instancia de la resolución del siniestro. El actual
sistema de categorías rígidas es abandonado por una normativa que invita a acercar la solución
jurídica al caso concreto, dando a los jueces la potestad de establecer el grado de incapacidad
siendo la incapacidad total una excepción. Así los menores ya no están privados de total capacidad
de decidir y deben estar informados acorde a su madurez de los actos trascendentes, como podría
ser la contratación de un seguro sobre su vida en un menor mayor a 14 años.
Sociedades maritales
Los ajustes en el régimen de la sociedad conyugal tienen efectos en algunas situaciones antes
dejadas a la incertidumbre: se establece, por caso, que el cobro de un seguro por la muerte del
cónyuge es considerado un bien propio. Permanece la duda sobre qué ocurre cuando uno de los
cónyuges es acreedor del beneficio de un seguro de vida donde el asegurado era una persona
distinta a su cónyuge. Sin embargo, el CCC invita a la interpretación sobre que son propios los
bienes recibidos a título gratuito.
Quizá, la mayor incidencia en seguros del CCC viene de las nuevas normas de defensa del
consumidor y del nuevo régimen para los contratos de adhesión, donde una de las partes
predispone unilateralmente los términos y condiciones del contrato.
Podemos resaltar: el requisito de cláusulas claras, autosuficientes y completas, la consecuente
interpretación de cláusulas dudosas a favor del adherente, ciertos supuestos especiales de cláusulas
tenidas por no escritas por abusivas como las que no pudieran ser razonablemente previsibles, la
prohibición de remisión a cláusulas no suministradas al cliente y el precepto sobre que la
circunstancia de que las condiciones contractuales estén aprobadas por un organismo regulador no
obsta su control judicial.
En lo que concierne a lo referido al contrato de consumo, el CCC refuerza preceptos establecidos
en la Ley de Defensa del Consumidor (LDC), haciendo foco en el trato equitativo y no
discriminatorio al consumidor. Se fija la protección del consumidor como criterio interpretativo y
el conflicto entre normas debe ser resuelto prevaleciendo la más favorable al consumidor. La
publicidad es también regulada.
El CCC reconoce el soporte electrónico u otras tecnologías similares como forma escrita, aunque
el juez tendrá a su cargo apreciar el valor probatorio del medio de registro utilizado. Asimismo, se
reconoce y regula la contratación por medios de telecomunicación, complementando y ratificando
normas ya plasmadas en la LDC. Entre otros, se exige la inclusión de datos necesarios para la
utilización del medio y comprensión de riesgos y se reitera el derecho de revocación por parte del
consumidor.
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De trascendente relevancia en materia asegurativa, la ley que aprueba el CCC salda la discusión
sobre qué plazo de prescripción corresponde a las acciones fundadas en el contrato de seguro,
ratificando plenamente el plazo de un año del artículo 58 de la Ley de Seguros. El CCC establece
respecto a la prescripción que sus normas sólo aplican en ausencia de disposiciones específicas, lo
que concuerda con la prelación de las normas especiales sobre las generales que el mismo CCC
instaura. La ley que aprueba el CCC modifica el artículo 50 de la LDC, que establece un plazo de
prescripción de tres años, especificando que aplica exclusivamente a las sanciones emergentes de
esa ley y eliminando el párrafo que daba lugar a la aplicación de ese plazo cuando fuera más
favorable al consumidor. El plazo de prescripción aplicable a las acciones que surgen del contrato
de seguro es el de un año, en aplicación del artículo 58 de la Ley de Seguros.
Resta un largo camino para recorrer. Es difícil predecir la multiplicidad de incidencias que puede
llegar a tener tamaño cambio heterogéneo y sustancial como el que implica el CCC. Habrá de
esperarse a la experiencia de su aplicación y a la jurisprudencia.