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Que vengo en solicitar a Us. se sirva rechazar en todas sus partes la demanda
interpuesta por la demandante en orden a poner fin a la relación directa y
regular así como no dar lugar a las medidas cautelares solicitadas por la
demandante, cuales son, la suspensión del Régimen comunicacional con mi
hija, la menor Sofía Jarpa Santa Cruz, nacida el 26 de Noviembre de 2001 y las
Medidas Cautelares Especiales establecidas en las letras e), f), y g) del artículo
71 de la ley 19.968 sobre Tribunales de Familia, por las consideraciones de
hecho y de derecho que a continuación se exponen:
LOS HECHOS
Estamos casados desde 2000 con la señora Rebeca Santa Cruz y desde 2003
nos encontramos separados de hecho. Luego de la separación definitiva,
ambos comparecimos ante el Juzgado de Menores, ocasión en que se llegó a
un avenimiento respecto del régimen de comunicación directa y regular. Con la
demandante convenimos en que, como su padre, tendría derecho a pasar con
ella dos fines de semana al mes, una semana durante las vacaciones de
invierno y dos semanas durante el verano.
Durante las vacaciones de invierno del año 2006, Sofía se quedó conmigo una
semana, durante la cual, (en el ejercicio diario de las labores propias de un
padre como bañar y vestir a una niña en edad preescolar), noté que la sinequia
de que Sofía padecía no había remitido, por lo que reinicié tratamiento, según
todas las indicaciones médicas.
Respecto de las demás acusaciones, no tengo nada que decir, dado que no
corresponden a la realidad e ignoro las circunstancias y motivos que hicieron a
Sofía decir semejantes mentiras.
EL DERECHO
Que la Ley 19.968 señala, en su artículo 71, que las medidas cautelares deben
concederse en base a antecedentes calificados como suficientes. A juicio de
esta parte, ello no se desprende de los documentos presentados por la
demandante, en especial, considerando que están pendientes informes
periciales sexológicos y médicos. Por el contrario, las acusaciones se
fundamentan en los dichos de la demandante, en el parte policial que ella
misma interpuso ante Carabineros y otros informes sicológicos y sociales,
insuficientes -a juicio de esta parte- para como calificar como suficientes los
antecedentes proporcionados.
POR TANTO,
PRIMER OTROSÍ:
Acompaña los siguientes documentos, con citación:
1.- Informe psicológico emitido por el dr. José Ignacio Schilling Richard.
2.- Copia de la carpeta de investigación de la causa RUC 0600234987-9,
donde consta la decisión de no perseverar del Fiscal Juan Pérez
3.- Copia de informe médico de ginecología en que consta que la menor aun
padecía de sinequia a la fecha de la denuncia e investigación penal y que no
puede concluirse que haya sido víctima de abusos sexuales.
4.- Informe de ginecología forense encargado por el Fiscal Juan Pérez, que
concluye que la niña no presenta lesiones genitales ni anañes consistentes con
abusos sexuales.
5.- Informe psicológico de credibilidad del relato y evaluación de daño
emocional respecto de Sofía Jarpa Santa Cruz, que establece que idealiza la
realidad, que su ansiedad se debe principalmente al conflicto entre sus padres,
y la marcada influencia que tiene su madre sobre ella.
SEGUNDO OTROSÍ:
Solicita los siguientes oficios:
1.- Al Servicio Médico Legal, para practicar un informe psiquiátrico de la
demandante, a fin de acreditar la veracidad de su relato y si su actual condición
psicológica podría ser la fuente de los dichos de Sofía.
2.- Al Servicio Médico Legal a fin de que me sea practicado peritaje psicológico
que establezca que no he abusado ni abusaría jamás de mi hija.
3.- Al Servicio Médico Legal a fin de que le sea practicado a Sofía un peritaje
psicológico que establezca la veracidad de sus dichos.
TERCER OTROSÍ:
Designo abogados patrocinantes y apoderados para que me representen en
estos autos, de forma conjunta o separada al señor Miguel Saldivia, R.U.T. ---,
abogado habilitado; a la señorita María Francisca Gutiérrez, R.U.T. ---, abogado
habilitado; a la señorita Valentina Contreras, R.U.T. ---, abogado habilitado; a la
señorita Trinidad Poblete, R.U.T. ---, abogado habilitado; al señor Sebastián
Salinero, R.U.T. ---, abogado habilitado y a la señorita Valentina Matas, R.U.T.
---, abogado habilitado, todos domiciliados en Pío Nono 1.