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Reflexiones sobre el primer debate – Roy Campos

Lo que aquí mencionaré son mis opiniones y estoy seguro de que la mayoría difiere, sobre todo porque todos
los que siguen a un candidato, al que sea, esperarían que dijera claramente que ganó; cada quién ve ganar a
su candidato y perder a su principal contrincante, pero como yo prefiero no casarme con fobias ni filias, vi un
debate diferente.

EMPEZARÉ POR DECIR LO QUE ESPERABA:

1) esperaba un “todos vs AMLO”

2) esperaba un Bronco distinto a todos para generar nota

3) esperaba a Margarita y a Meade sorprendiéndonos porque nunca los habíamos visto en un debate similar.

4) esperaba la reaparición de Anaya que tenía toda la campaña sin dar nota y era sabida su capacidad para el
debate.

5) esperaba a los moderadores inteligentes en un mejor formato, más entretenido.

Pero ¿qué vi? para mí, vi un debate en dos partes:

1ra parte: se cumplió el “todos vs AMLO” específicamente Anaya y Meade, con acusaciones que AMLO no
respondió (nepotismo, Ponce-Imaz; Romo-Navarro, etc.) pero que AMLO aguantaba bien utilizando frases ya
conocidas por su electorado y derivando la inseguridad a su tema —pobreza y desigualdad— y la corrupción a
su aceptada honestidad personal.

2da. parte, cuando todo parecía que el debate sería desgastar a AMLO, vimos un duro enfrentamiento Meade-
Anaya que rompe ese momento y hasta genera sonrisas de AMLO, la pelea entre 2do y 3er lugar es algo que
le conviene y que él no interrumpió.

Y personalmente las estrategias de cada uno así las interpreto:

AMLO.- no fue por más votantes de los que tiene, considera que los que tiene le son suficientes para ganar y
fue a administrar esa ventaja, para él los debates son momentos de riesgo y él fue a no perder, lo logró, les
habló a quienes ya simpatizan con él y se mantuvo en sus posturas, si bien no convenció a quienes simpatizan
con los otros candidatos, tampoco veo que haya perdido sustantivamente a quienes lo apoyan, en ese sentido
cumplió su objetivo, para él, conservar a sus potenciales votantes es ganar tiempo, el siguiente debate se
realizará faltando 42 días para la elección y quiere llegar a él con una cómoda ventaja como la que hoy tiene.

Anaya.- su objetivo era, y así cerró, plantear la disyuntiva AMLO-Anaya, para ello incluso se negó a contestar
un ataque de Margarita, solo se distrajo al atacar a Meade para responderle el ataque sobre su enriquecimiento,
fue quien mejor se desenvolvió y en ese sentido no me decepcionó, creo que como lo esperaba hizo su
reaparición en la campaña y ahora de él depende mantener ese nivel, creo que en los próximos días veremos
una clara campaña de llamado al voto estratégico.
Meade.- no puedo decir que estuvo mal, sigue siendo tal vez el que se muestra más preparado pero tal vez eso
lo aleja del electorado y no le permite hablarle más emotiva y menos racionalmente, como lo dije en algún foro,
sigue siendo el magnífico maestro universitario que se muestra conocedor y hábil pero para mí le falta aún
lograr el tono emotivo. En términos estratégicos lo que perdió es una oportunidad, recordando su lugar en las
encuestas necesitaba algún golpe emotivo contundente, algún cierre memorable, al no tenerlo podría perder
puntos ante otros que sí dieron sorpresas, aunque tampoco veo que la variación sea mucha, deberá esperar el
segundo debate o sorprendernos en la campaña.

Margarita.- me sorprendió verla emocionada y esa emoción la hacía transmitir, valga la redundancia, emoción,
se ve que había preparado muy bien el debate y hasta las posturas corporales que requería; su desgracia tal
vez es que al no ser competitiva en las encuestas los demás no entraron en ninguna controversia con ella, le
faltó rival para que fuera más visible, se dirigió evidentemente a un segmento femenino que tal vez le haga
ganar un poco más de simpatizantes.

Jaime Rodríguez “El Bronco”, fue a lo que se esperaba, fue el disyuntivo en sus propuestas y en su
comportamiento, “mochar la mano” a corruptos, hacer preparatorias militarizadas, o separarse de su lugar para
llevarle un papel a los otros candidatos por ejemplo, o poner su número telefónico a la vista de todos,
seguramente a algunos, aunque sean pocos, les gustará su comportamiento y así logrará crecer, aunque como
lo digo antes, no mucho.

Como ven, la única sorpresa para mí fue el enfrentamiento Meade-Anaya, porque a ninguno le convenía y
rompió un momento desfavorable a AMLO que a partir de ahí se notó más cómodo; por lo demás todo fue
seguir las estrategias lógicas. Y como ven, no hablo de las propuestas que seguramente los puristas esperaban
ver aquí, pero mi objetivo fue analizar las estrategias que es lo que hace ganar una elección. El siguiente debate,
20 de mayo en Tijuana, será con otro formato; y el ganador del primer debate nos lo darán las siguientes
encuestas, quién sube o quién baja, esa es la verdadera medida de un debate, ganar o perder simpatizantes.

Al peso se le acaba el gas – Enrique Campos Suarez

Puede ser que en los mercados se ha descontado que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte va.
Y por esa razón los inversionistas empiezan a fijarse en el otro gran tema que atrapa la atención del mercado
mexicano: las elecciones del 1 de julio.

Eso suena muy bien cuando se mezcla en una probeta el componente de operación cambiaria con los temas
políticos. Pero en la frenética vida diaria de las operaciones financieras, el peso mexicano mostró resistencias
para continuar con su recuperación frente al dólar, pues había llegado el momento de hacer algunas ganancias
con su recuperación.

No hay que minimizar la bomba de tiempo que para los mercados financieros implica que pudiera ganar Andrés
Manuel López Obrador las elecciones presidenciales.

Sus planes confesados de destruir la estabilidad, vía la destrucción de la obra avanzada del Nuevo Aeropuerto
Internacional de México, o el bloqueo ejecutivo de la reforma energética, o los gastos excesivos que
necesariamente distorsionarían las finanzas públicas, son más que indicios, certezas de que habrá una
descomposición de la estabilidad económica y nadie quiere estar en ese caos.

Pero es todavía temprano para cubrirse de esas calamidades, sobre todo cuando los instrumentos financieros
mexicanos siguen dando buenos rendimientos y con una seguridad aceptable hasta hoy.
Tampoco hay que perder de vista que si, efectivamente, se logra cerrar un acuerdo satisfactorio entre México,
Estados Unidos y Canadá, habrá una nueva apreciación cambiaria en la medida en que se restablezca el flujo
de inversiones que hoy se ha detenido ante la incertidumbre.

Pero por lo pronto el peso se recuperó hasta que no pudo más, ya no tuvo fuerza para romper el piso de los 18
pesos por dólar y cuando los participantes del mercado notaron que no daba para más la apreciación,
empezaron a comprar dólares. El vecino vio que el dólar ya no estaba en 18.00 sino en 18.10 y tomó la misma
decisión. El de junto optó por comprar antes de que alcanzara los 18.20 y así se armó la cadena especulativa
del cierre de la semana pasada.

Así funciona ese y otros tantos mercados, pero al tipo de cambio le ponemos una atención especial. Por eso
duele ver los dólares al menudeo de vuelta en los 19.

En este juego hay un réferi que tiene una bolsa llena de dólares para que si repentinamente son muchos los
que quieren dólares al mismo tiempo, pueda ofrecerlos en una cantidad suficiente como para evitar que esta
escalada lleve la cotización a niveles de escándalo.

Ese árbitro es la conjunción de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México en la Comisión de cambios. No


se meten en cualquier “cascarita” como la del jueves y viernes pasado, pero sí deben estar atentos al
comportamiento de los grandes tiburones que siempre acechan los mercados.

La elección presidencial está muy lejos de estar resuelta, por lo que no es para nada prudente ni responsable
anticipar cierto comportamiento de los mercados. La bajada incluye desde una devaluación importante como
anticipo a una crisis económica segura. O una apreciación importante del peso que aplauda la alternativa de la
estabilidad. Esa es la decisión electoral en puerta.

Competencia desleal de salud digna – Maribel Ramírez Coronel

Un creciente descontento entre la industria de laboratorios de análisis y diagnóstico ha detonado el agresivo


crecimiento de la marca Salud Digna con sus servicios de diagnóstico e imagenología, salud visual y asesoría
nutritiva aprovechando las ventajas fiscales que le da su posición como asociación supuestamente sin fines de
lucro cuando en los hechos se está convirtiendo en un emporio con gran impulso comercial.

Esta empresa fundada hace 14 años por el empresario y político sinaloense Jesús Vizcarra, lleva un increíble
ritmo de expansión que muchos quisieran. Empezó como una iniciativa del que fue alcalde y luego excandidato
a la gubernatura de Sinaloa la cual al final no ganó, pero su proyecto de Salud Digna nacido con un objetivo
meramente social, sí le redituó al grado de que hoy tiene 60 sucursales en 19 estados del país.

Opera como Institución de Asistencia Privada (IAP) y ello le permite gozar de facilidades fiscales y algunos
otros beneficios debido a que se entiende que su principal objetivo sería la asistencia social atendiendo a
población de bajos recursos económicos.

La situación es que la expansión de sucursales de Salud Digna en los últimos años ya no está necesariamente
en zonas marginadas, sino en grandes ciudades y en colonias que no son de alta marginación.

De ahí que el Consejo Mexicano de Empresas de Diagnóstico (Comed), presidido por José Carlos Pérez, ya
pidió la intervención de la Comisión Federal de Competencia (Cofece) que lleva Alejandra Palacios para que
verifique la posición de Salud Digna, pues considera que está compitiendo en forma desleal con el resto de los
participantes, pues juega con su rol social aprovechando su capacidad de dar precios bajos ejecutando
estrategias comerciales totalmente lucrativas hacia segmentos socioeconómicamente medios o altos.

Lo que está sucediendo es que en algunas ciudades en el norte del país donde Salud Digna tiene mucha fuerza
están quebrando laboratorios que al no tener las ventajas fiscales no están en capacidad de competir con los
bajos precios que sí puede dar Salud Digna.

Otro punto adicional es que Salud Digna no sólo se está enfocando a segmentos de alto ingreso sino también
está dirigiendo su estrategia de ventas hacia empresas privadas ofreciendo paquetes con checkups y otros
productos para la planta laboral.

Jesús Vizcarra es también dueño de Su Carne, la principal procesadora de carne en México y una de las
principales empacadoras de Norteamérica. No hay duda que es uno de los empresarios más exitosos del país,
pero con Salud Digna está jugando en la línea de lo permitido aprovechando el respaldo que le da en cada
ciudad ser integrante de las Juntas de Asistencia Privada y el trato preferencial recibido del Sistema de
Administración Tributaria (SAT).

José Carlos Pérez, quien es también director general corporativo de Grupo Proa –líder en el mercado con
Laboratorios El Chopo- nos comparte que con la experiencia en su empresa que lleva 66 años en el mercado
y conociendo la estructura de costos de este negocio, es evidente que hay subsidios cruzados y otras
alternativas a las que recurre Salud Digna de tal forma que queda un suelo disparejo para los demás jugadores.

No se trata de que desaparezca Salud Digna, pero lo que sí pide la Comed es que el regulador entre a verificar
y garantizar que haya una sana competencia.

Sanofi anunciará nueva planta de vacunas

En la Hannover Messe, la feria industrial más importante de Europa, donde México juega de protagonista como
país invitado, la industria de la salud tiene un espacio privilegiado dentro del pabellón de ProMéxico. Aparte de
Siemens, gran anfitrión, con su digitalización para la industria farmacéutica y su Healthineers, están grandes
empresas de dispositivos médicos como B.Braun y laboratorios como Sanofi que, adelantamos, anunciará una
importante inversión para una nueva planta de vacunas en el estado de México.

El debate de 1994 – Rubén Aguilar

El de ayer fue el séptimo debate de la historia de México. El primero se celebró en 1994, el segundo en el 2000,
el tercero y cuarto en el 2006, el quinto y sexto en el 2012 y en el 2018 habrá otros dos más, que van a ser el
octavo y el noveno.

A propósito del debate del domingo pasado, quiero recordar y hacer un homenaje a Adolfo Aguilar Zínser (1949-
2005) que murió de manera absurda en un accidente carretero en Tepoztlán, Morelos. Tenía apenas 55 años.
Era un hombre inteligente, brillante y de un profundo humor negro.

En el debate presidencial de 1994, participaron los candidatos que encabezaban las encuestas: Ernesto Zedillo
(PRI), Diego Fernández de Cevallos (PAN) y Cuauhtémoc Cárdenas (PRD). En esa ocasión, Adolfo y yo
preparamos al ingeniero.

Los dos éramos parte del equipo de campaña de Cárdenas, que coordinaba Jesús Ortega. Adolfo era el
portavoz de la campaña y yo el responsable de comunicación junto con Andrea Dabrowski y Fritz Glockner.
En México, no había ninguna experiencia en ese tipo de eventos y los dos leímos sobre los debates en Estados
Unidos y vimos videos de los mismos, para diseñar la estrategia y tener elementos para proponer a nuestro
candidato.

En los dos o tres entrenamientos que hicimos con cámaras de televisión, Adolfo hacía el papel de Zedillo y yo
el de Fernández de Cevallos. Recuerdo esos momentos con emoción y como una gran experiencia.

Ese primer debate se celebró el 12 de mayo de 1994 en el Museo Tecnológico de la CFE en la Ciudad de
México. En ese mismo lugar, se instaló un espacio para que estuvieran los familiares y los equipos de campaña
de cada candidato. Recuerdo que uno de los asesores de Fernández de Cevallos era Bernardo Ávalos.

El debate se transmitió en el horario estelar de la televisión. El rating fue de 35 puntos que equivale a 34 millones
de televidentes. Es hasta ahora el más visto. El más cercano ha sido el segundo debate del 2012 con 23.5
puntos de rating.

Después del primer debate, los televidentes y los analistas coincidieron en que el triunfador, con gran ventaja,
había sido Fernández de Cevallos. A partir de ese evento se le daba como ganador de la elección. Al final fue
Zedillo.

El formato de aquel debate fue rígido y poco atractivo. La moderadora, Mayté Noriega, sólo se limitó a dar la
palabra a cada candidato. Éstos usaron el tiempo asignado para criticar a sus adversarios o hacer sus
propuestas.

A los días siguientes del debate, conscientes de que no había sido bueno para nosotros, nos trasladamos a
San Cristóbal de las Casas, al otro día el ingeniero Cárdenas se reunió con el comandante Marcos en la zona
zapatista.

Cuando se recuerda la vida de Adolfo, está pendiente su biografía, no deja de sorprender. Académico, escritor,
articulista, diputado, senador, representante de México ante Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad de
la ONU.

En la campaña de Vicente Fox fue, junto con Jorge Castañeda, clave en la promoción del voto útil que llevó al
candidato panista a la Presidencia de la República. Si estuviera vivo, estoy seguro que estaría en el equipo de
campaña de la coalición PAN-PRD-MC. Se le extraña.

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