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INTRODUCCIÓN
Una de los primeros oficios que conocemos de nuestro Dios es de Jehová de los Ejércitos.
Y un ejército es constituido porque hay batallas. Las cosas celestiales son un espejo de lo
que ocurre en la tierra. En el antiguo testamento vemos un ejemplo en David, llamado el
Dulce Cantor de Israel, que a la hora de pelear contra el gigante Goliat, le dijo David al
filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de
Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Y
esto le dio la victoria. Por eso, cada vez que entraba y salía David, tenía la victoria.
Vemos entonces, que tal es el padre, tal es el hijo pues también, el Señor Jesucristo, tiene la
misma cualidad del Padre, como hombre de guerra porque en Apocalipsis dice que había un
caballo blanco, y quien lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, que con justicia juzga y
pelea, y que los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían
en caballos blancos. (Apocalipsis 19:11-16) Y ahora nosotros, como partícipes del Nuevo
Pacto, desde el momento que recibimos y reconocemos a Jesucristo como nuestro Salvador,
somos constituidos soldados del Señor. Dios desarrolla en nosotros la personalidad de
Cristo y nos hace hombres y mujeres conforme a su corazón, listos para la batalla,
valientes, para que conquistemos las promesas y que en su nombre seamos conquistadores
de todo lo que nos propongamos. Nos enlistó en su ejército para que seamos victoriosos.
Hoy comenzaremos a ver la etapa de soldados de Cristo. Hay parámetros que Dios nos da
para que sigamos, para que seamos dignos de aquel que nos llamó a la Armada del Cielo, y
sabemos que es hermoso estar en el ejército de Dios, porque tenemos asegurada la victoria
pues Jesucristo, nuestro Capitán, no ha perdido ninguna batalla. Formamos parte del
ejército de los triunfadores.
Es preciso antes de comenzar a estudiar las características del buen soldado de Cristo,
conocer algunas características de algunos soldados cristiano raros, que no debemos imitar
y debemos procurar no ser como ellos, pues no están en el orden de Dios:
Son:
Ahora vamos a estudiar las características del buen soldado de Cristo Jesús, porque vamos
a aprender que vendrán cosas en nuestra vida que son inherentes a nuestro llamamiento:
2 Timoteo 2:3-4 sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús. 2:4 ningún
soldado en servicio activo se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar
al que lo reclutó como soldado.
Vemos que al llegar a Cristo comienzan las penalidades, como todo aquel que se alista en el
ejército del mundo, siente un cambio tremendo pues comienza a ser aprendiz de una
disciplina que no conocía. Las primeras penalidades que sufrimos como recién enrolados
son:
1. La familia nos menosprecia porque damos testimonio del Señor Jesús. Y están
pendientes para criticarnos apenas miran que fallamos en algo. (2 Timoteo 1:8)
2. Sufrimos ofensas y burlas de nuestros antiguos amigos. Nos llaman aleluya, nos
excluyen de los grupos, y hasta puede pasar que nos quedamos sin amigos y solos, porque
no nos entienden. Salmos 73:3-5 porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la
prosperidad de los impíos. 4 porque no hay dolores en su muerte, y su cuerpo es robusto. 5
no sufren penalidades como los mortales, ni son azotados como los demás hombres.
3. Las personas que amamos y por las que oramos nos maltratan. Pero nosotros debemos
ser como la burra de Balaam, que estaba dispuesta a dar su vida en la batalla para defender
a su amo, como un buen soldado.
4. Por la doctrina, que ahora es nuestra forma de vida, porque es difícil seguirla. Ahora se
trata de adquirir nuevos hábitos (oración, ayuno, vigilia, lectura de la Biblia) y de desechar
los hábitos antiguos que aunque nos gusten, a nuestro Capitán le desagradan.
Como soldados estamos a expensas del frío, del calor, las tormentas etc. Y cuando nos
preguntemos el por qué de tanto ataque, recordemos que somos soldados, y que estamos en
guerra, porque el Diablo no quiere vernos entregados a Dios. Dios nos tiene sacando un
curso de tesón, para convertirnos en los mejores soldados.
1 Corintios 9:27 sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo (pongo en disciplina) no
sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.
No se puede enseñar y pedir que hagan a otros, lo que uno mismo no vive; no se puede
mandar a otros a orar, a levantarse temprano, a correr, a ponerse en forma si uno mismo no
ha entrado en una disciplina que va en contra los deseos del cuerpo. Disciplina es la
doctrina, la regla de enseñanza impuesta por un maestro a sus discípulos. Disciplina es
hacer lo que realmente no se quiere hacer para poder hacer lo que realmente se quiere
hacer.
Lucas 7:7 por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la palabra y mi siervo
será sanado.
Lucas 7:8-9 pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis
órdenes; y digo a éste: “ve”, y va; y a otro: “ven”, y viene; y a mi siervo: “haz esto”, y lo
hace. 9 al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía:
os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande.
Este soldado tiene una característica que maravilló a Jesús y es la sujeción a la autoridad. El
soldado cuando empieza a prestar su servicio militar, sabe que necesita ser enseñado en la
obediencia y en la sujeción, y vemos que este soldado le dice a Jesús: -tan solo di la
palabra- Un soldado no pregunta ni por qué ni para qué…solo obedece y confía en su
superior.
Este centurión, (tenía bajo su cargo 100 soldados) entendía que por la autoridad de Jesús y
porque estaba bajo la autoridad del Padre, cuando mandaba a los demonios, a los espíritus
inmundos estos le obedecían. Si alguien no está bajo autoridad, ni los demonios ni los
espíritus ni aún su familia se le sujetan.
Uno de los principios del Reino es que el que tiene autoridad está bajo autoridad y obedece
a su autoridad. Y por eso también tiene el poder para que cuando mande le hagan caso, de
lo contrario habrían problemas. Obedece la palabra y eso hace que lo obedezcan a él.
Seamos fieles y obedientes a todas nuestras autoridades: jefes, padres, esposo, etc.
La faceta de soldado es tan importante porque para llegar a ser un general del ejército, hay
que ser primero un soldado y cumplir lo que se nos mande. Las órdenes no se discuten
simplemente se cumplen. (Sométase a lo la Biblia dice no la cuestione)
Estas son otras características de un buen soldado que Jesús nos mandó a hacer como sus
soldados:
LUCAS 3:14 también algunos soldados le preguntaban, diciendo: y nosotros, ¿qué
haremos? y él les dijo: a nadie extorsionéis no hagáis violencia, intimidar, no arranquéis el
dinero con amenazas, ni a nadie acuséis falsamente, y contentaos con vuestro salario.
JOB 14:14 si el hombre muere, ¿volverá a vivir? todos los días de mi batallar esperaré hasta
que llegue mi relevo.
Un soldado sabe que tiene que subir de rango, sabe que no para siempre se quedara de
soldado raso sino que aspira a subir su rango, a adquirir experiencia y a convertirse en un
estratega de guerra, porque conoce contra quien pelea y sabe como hacerlo. Un buen
soldado también conoce la importancia de tener relevos, sucesores y por ello entrenan a
otros. En la parte espiritual, comienza su tarea de discipular a otros para hacerlos maestros
(mejores que él) y que lleguen al nivel que él ha alcanzado y los superen, como lo hizo
Moisés con Josué, Elías con Eliseo y Pablo con Timoteo. (El maestro con el Alumno, El
Presidente con el Vise y El Pastor Con su Co-Pastor).
Efesios 6:13-17 por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día
malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. 14 Estad., pues, firmes, ceñida vuestra cintura
con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, 15 y calzados los pies con el apresto
del evangelio de la paz; 16 en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar
todos los dardos encendidos del maligno. 17 tomad también el yelmo de la salvación, y la
espada del espíritu que es la palabra de Dios.
Si como soldados del ejército de Dios queremos tener una vida indestructible y siempre
victoriosa, debemos estar siempre vestidos con la armadura de Dios. Cuando no se está en
batalla, el uniforme y los zapatos están nítidos, los hombres bien rasurados, el pelo muy
bien cortado y peinado, pero cuando se está en la guerra, los zapatos están empolvados, el
uniforme sucio, revolcado, se despeinan, les crece la barba, se afeitan, y son heridos. Y por
esto muchos soldados desertan el ejército.
En el aspecto espiritual esto representa a algunos cristianos que al primer raspón quieren
desertar del ejército de Dios. Deben, sin embargo, entender que mientras estemos en la
tierra se va a tener aflicciones y luchas, pero si estamos en Cristo y utilizamos las armas
poderosas que Dios nos ha dado, vamos a tener vidas victoriosas. Utilicemos estas armas
poderosas que son el cinto de la verdad, la coraza de justicia, las sandalias del evangelio, el
escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada del espíritu. Vistámonos con toda la
armadura de Dios, para que tengamos toda la victoria, no solo una parte, porque la victoria
será a medias. Y aquel que no quiera usar la Armadura de Dios: que descanse en paz.
Somos soldados y estamos en guerra, y las batallas se pelean con inteligencia.
En Los Equipo de Basketball, Baseball y otros, todos saber que solo se obtiene la victoria
cuando se juega en Equipo.
Un buen soldado sabe que forma parte de un equipo, y que solo no va a obtener la victoria.
No hay cuartel para uno. Debe integrarse y colaborar con el equipo, el ejército de Dios.
Debe seguir la visión del líder, obedecerlo, cubrirlo, cuidarlo, defenderlo; a sus compañeros
y a los que le han puesto bajo su autoridad. Cada uno de los soldados tiene un talento, una
habilidad que en conjunto con las habilidades de los demás miembros del equipo van a
hacerlos poderosos, invencibles e indestructibles.
Conclusión.
La vida cambia cuando se es soldado, pero por amor a Cristo vamos a prepararnos para ser
buenos soldados de Cristo. Los buenos soldados saben los principios para obtener mejores
resultados:
3. RECIBE ÓRDENES Y LAS CUMPLE: Uno de los principios del Reino es que el que
tiene autoridad está bajo autoridad y obedece a su autoridad. Las órdenes no se discuten
simplemente se cumplen.