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Introducción……………………………………………….……………………..3
1. Violencia…………………………………………………………………………4
1.1. Preludio………………………………………………………………………..
4
1.2. ¿Qué es la
violencia?.................................................................................4
1.3. Tipos de
Violencia……………………………………………………………..5
1.3.1. Violencia
Física…………………………………………………………………5
1.3.2.1. El maltrato
psicológico………………………………………….6
1.3.2.2. El acoso
psicológico…………………………………………..7
1.3.2.3. La manipulación
mental……………………………………..8
2. Violencia Familiar…………………………………………………………….11
2.1. Preludio……………………………………………………………………11
Conclusiones………………………………………...............................................19
Anexos…………………………………………………………………………….2
0 Violencia contra el menor de
edad…………………………………………….20 Violencia contra el Adulto
Mayor…………………………………………….21 Violencia contra la
mujer………………………………………………………23
Bibliografía………………………………………………………………………….24
INTRODUCCIÓN
El congreso de la República del Perú promulgó la ley Nº 27306 que protege a las
personas víctimas del maltrato familiar. Esta ley comprende de 29 artículos, cuyo
contenido puede ser consultado en la página virtual del Congreso de la República.
Se ha encontrado una gran cantidad de información sobre este tema, sobre todo
del tipo de violencia psicológica, que a nuestro entender, es el más importante de
los tres tipos de violencia mencionados en esta monografía. Ya que causa daños
psicológicos en la persona que la padece y es el más peligroso puesto que
derrumba a la víctima lentamente y su detección inmediata es casi imposible.
1.1. Preludio
Cada año, más de 1,6 millones de personas en todo el mundo pierden la vida
violentamente. Por cada persona que muere por causas violentas, muchas más
resultan heridas y sufren una diversidad de problemas físicos, sexuales,
reproductivos y mentales.
Otros factores que pueden favorecerla son las condiciones de frustración. Así por
ejemplo, se ha visto que los casos de violencia doméstica, aumentan en
condiciones de miseria, de desempleo, o en el caso de nuestro país, en que el
índice de denuncias por agresión doméstica se incrementa notablemente después
de los partidos de fútbol en los hogares de los aficionados perdedores. 2
Comprende todas aquellas agresiones que reciba la persona por parte de cualquier
familiar o allegado.
Estas agresiones usualmente se dan dentro del contexto del castigo. El castigo
corporal o físico es el uso de la fuerza física con la intención de causar algún grado
de dolor o malestar para disciplinar, corregir, controlar, cambiar el comportamiento o
en la creencia que se está educando y criando a los niños.(Save de Children)
Para que el maltrato psicológico se produzca, es preciso, por tanto, tiempo. Tiempo
en el que el verdugo asedie, maltrate o manipule a su víctima y llegue a producirle
la lesión psicológica. Esa lesión, sea cual sea su manifestación, es debida al
desgaste. La violencia, el maltrato, el acoso, la manipulación producen un desgaste
en la víctima que la deja incapacitada para defenderse.
La violencia psicológica tiene mil caras. Algunas son obvias, otras, prácticamente
imposibles de determinar como tales. Pero todas las formas de maltrato y acoso
psicológico dejan su secuela. Por sus características, pueden agruparse en tres
grandes categorías:
Tiene dos facetas que pueden llamarse maltrato pasivo y maltrato activo.
Víctimas de abandono emocional son los niños que no reciben afecto o atención de
sus padres, los niños que no tienen cabida en las vidas de los adultos y cuyas
expresiones emocionales de risa o llanto no reciben respuesta. Son formas de
maltrato no reconocido.
Es una forma de violencia que se ejerce sobre una persona, con una estrategia,
una metodología y un objetivo, para conseguir el derrumbamiento y la destrucción
moral de la víctima. Acosar psicológicamente a una persona es perseguirla con
críticas, amenazas, injurias, calumnias y acciones que pongan cerco a la actividad
de esa persona, de forma que socaven su seguridad, su autoafirmación y su
autoestima e introduzcan en su mente malestar, preocupación, angustia,
inseguridad, duda y culpabilidad.
Para poder hablar de acoso tiene que haber un continuo y una estrategia de
violencia psicológica encaminados a lograr que la víctima caiga en un estado de
desesperación, malestar, desorientación y depresión, para que abandone el
ejercicio de un derecho. Hay que poner de relieve que una de las estrategias del
acosador es hacer que la víctima se crea culpable de la situación y, por supuesto,
que así lo crean todos los posibles testigos. La segunda condición imprescindible
para que se produzca el acoso moral es la complicidad implícita o el consentimiento
del resto del grupo, que, o bien colaboran, o bien son testigos silenciosos de la
injusticia, pero callan por temor a represalias, por satisfacción íntima o simplemente
por egoísmo: "mientras no me toque a mí".
En muchas ocasiones, la víctima apenas tiene conciencia de que lo es y ni siquiera
es capaz de verbalizar lo que está sucediendo. Solamente percibe una sensación
desagradable, insuficiente para ella como para calificar el caso de acoso. 2
El acoso afectivo: Dentro del acoso psicológico, hay que hablar del acoso afectivo,
que es una conducta de dependencia en la que el acosador depende
emocionalmente de su víctima hasta el punto de hacerle la vida imposible. El
acosador devora el tiempo de su víctima o bien la devora con sus manifestaciones
continuas y exageradas de afecto y sus demandas de afecto.
http://mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_682.shtml Consultado el
29/09/07 a las 06:16 p.m
Esta forma de violencia supone el desconocimiento del valor de la víctima como ser
humano, en lo que concierne a su libertad, a su autonomía, a su derecho a tomar
decisiones propias acerca de su propia vida y de sus propios valores. La
manipulación mental puede comprender el chantaje afectivo.
Puede existir violencia sexual entre miembros de una misma familia y personas de
confianza, y entre conocidos y extraños. La violencia sexual puede tener lugar a lo
largo de todo el ciclo vital, desde la infancia hasta la vejez, e incluye a mujeres y
hombres, ambos como víctimas y agresores. Aunque afecta a ambos sexos, con
más frecuencia es llevada a cabo por niños y hombres a niñas y mujeres.
Nivel individual
· consumir alcohol o drogas
· ser joven
· tener actitudes y creencias que
· consumir alcohol o apoyan la violencia sexual, incluyendo
drogas tener fantasías sexuales coercitivas y
culpar a las mujeres por excitarles
· tener problemas de
salud mental, en particular · presentar un patrón de
síndrome de estrés conducta impulsivo, antisocial y hostil
postraumático hacia las mujeres
Estudios de la OPS/OMS muestran que más del 36% de las chicas y el 29% de
1
chicos han sufrido abuso sexual infantil.
Debe existir prevención primaria en los múltiples niveles en los que se sitúan los
factores de riesgo, desde el nivel individual, hasta el de la relación, la comunidad y
la sociedad. Según el Informe mundial sobre la violencia y la salud, entre las
estrategias prometedoras a nivel individual o de la relación se encuentran los
programas de formación sobre promoción de la salud sexual y reproductiva que
incluyen cuestiones de género y prevención de la violencia contra la mujer, además
de los programas en los que se trabaja con las familias a lo largo de las etapas de
desarrollo de los menores para promover una infancia y adolescencia rica,
enriquecedora e igualitaria. También parece mostrar resultados prometedores
trabajar con hombres a nivel comunitario para que cambien el concepto de
masculinidad y en el ámbito escolar para transformar las relaciones de género y
convertirlas en interacciones igualitarias y sin violencia. Las reformas legales y de
políticas que aseguran la igualdad de género y la protección de las víctimas de la
violencia sexual también son medidas importantes para promover normas de
género igualitarias.
Sin embargo existe una gran desproporción entre las necesidades de servicios de
las víctimas de violencia sexual y el nivel de servicios de salud que la mayoría de
los países actualmente ofrecen en tales casos. Es necesario proporcionar
directrices para fortalecer la capacidad que el sector de la salud tiene para
responder a las personas que han sufrido violencia sexual. 1
1. http://www.un.org/spanish/Depts/dpi/boletin/mujer/ip3.html Actualizado el
14/10/03. Consultado el 24/09/07 a las 10:46 pm
CAPÍTULO II
VIOLENCIA FAMILIAR
2.1. PRELUDIO
Es necesaria una protección legal, pero es urgente que nuestra sociedad adquiera
nuevos y mejores hábitos de crianza y convivencia. Aún en la posibilidad de
parecer alarmista, es menester una reeducación en cuanto al trato familiar, el que
lamentablemente para muchos está caracterizado por la violencia, el rechazo y la
indiferencia. La Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre
la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, elaborada el 20 de diciembre de
1993, define este tipo de agresiones "como todo acto de violencia basado en la
pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de
tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en
la vida pública como privada".
Aunque cada vez más personas solicitan asistencia profesional para enfrentar las
diversas formas de violencia familiar, tal como se reflejan en el Servicio de
orientación y consejería telefónica en salud (Infosalud), del Ministerio de Salud
(Minsa, 2006), las cifras son alarmantemente notorias, por ejemplo en el año 2005,
la ONG Manuela Ramos atendió 3,747 casos de violencia familiar; en el Instituto de
Medicina Legal hubo 82,021 reconocimientos clínicos y en la Policía Nacional del
Perú se atendió 58 mil denuncias por violencia familiar, de los cuales 35,190 son
por agresión física y 22,860 por maltrato psicológico; en el primer trimestre del 2006
se han producido 21,966 denuncias.
“Todos los días se presentan casos de violencia. Las personas que en su mayoría
llaman son mujeres que se quejan de maltrato físico, psicológico y económico”,
(Rodríguez, 2006).
A pesar de esta ley elaborada en 1993, que convirtió al Perú en uno de los primeros
países latinoamericanos en pronunciarse sobre este tipo de violencia, esta no ha
dado los resultados esperados. Posteriormente fue reforzada en los años 1997 y
2000, intentando establecer un procedimiento diferente y rápido para tratar estos
casos buscando definir con mayor claridad las funciones y responsabilidades de los
funcionarios del sistema de justicia encargados de ver dichos casos, los cuales no
han dado los resultados que se esperaba. Se debe destacar, además, la creación
de las doce comisarías de la mujer para atender específicamente la violencia
familiar y la creación de secciones especializadas dentro de las demás comisarías
con el mismo objetivo. (Garrido, 2006).
La violencia infantil y contra la mujer son las más difundidas en nuestro medio,
dejando de lado la violencia contra el adulto mayor y otras, como la violencia contra
el discapacitado o la violencia económica. En la presente monografía no se
mencionara la violencia contra el discapacitado ni la violencia económica y nos
centraremos en: La violencia infantil (Por ser los que poseen más importancia), la
violencia contra la mujer (Por ser la más difundida aunque no se incluirán datos
estadísticos) y la violencia contra el adulto mayor, ya que se cree que es un tipo de
violencia familiar muy difundido y menos denunciado por que los adultos mayores
carecen de medios de movilidad u otras causas.
Recientes estudios nos muestran el abuso sexual encubierto, que ocurre dentro del
ámbito familiar, donde el número de denuncias son tan solo una pequeña parte de
la real magnitud del problema. El estudio multicéntrico de la OMS señala que en
Lima y Cusco el 20% de mujeres encuestadas señaló haber sido víctimas de abuso
sexual antes de los 15 años, principalmente por parte de un familiar.
Ocho de cada diez casos de abuso sexual tienen como victimario a un miembro del
entorno familiar de la víctima y seis de cada diez embarazos en niñas de 11 a 14
años son producto de incesto o violación.1 Lo consignado en la Ley 26260, que
está formulado en términos generales, requiere adaptarse al contexto de los niños,
niñas y adolescentes, para lo que se ha tomado de referencia la definición de
maltrato de UNICEF.
Según los datos registrados del CEM (Centro de Emergencia Mujer) el 16% de los
casos atendidos en el año 2004 fueron menores de edad la cifra reportada para el
período enero de 2002 a junio de 2003 fue de 7,011 niños, niñas y adolescentes
atendidos en los CEM por algún tipo de violencia sufrida en el ámbito familiar, así
como por agresiones o abusos sexuales de terceros. De este grupo, los niños de 0
a 5 años de edad constituyen el 3% del total de casos atendidos en los CEM (1,165
casos); los de 6 a 11 años, el 5% (2,344 casos); mientras que los adolescentes, el
8% (3,502 casos).2
1. Viviano. T. (2004) Maltrato y abuso sexual en niños, niñas y
adolescentes. INDUSTRIAS GRAFICAS AUSANGATE S.A.C. Lima, Perú. Pág.
13
Los casos de niños maltratados por sus padres que han sido reportados al CEM
revelan, por un lado, un proceso de toma de conciencia de la situación de maltrato,
de cuestionamiento a la conducta abusiva del adulto; pero también que las
agresiones físicas y psicológicas han excedido el límite y han puesto en peligro la
integridad de la persona afectada.1
Es habitual que los adultos mayores, al recibir una pensión insuficiente para cubrir
sus diversas necesidades, deban recurrir al apoyo de familiares cercanos. Los
resultados de ENAHO (1997) indican que en el área urbana del país, el 65.2% de la
población de 60 años o más que está laborando actualmente, recibió ingresos por
algún tipo de transferencias de sus familiares.
Kofi Annan,
Ex secretario General de las Naciones
Unidas
La violencia sexual contra las mujeres en América Latina es uno de los problemas
más graves de salud pública y derechos humanos en la región. Estudios de la
OPS/OMS muestran que más del 36% de las chicas y el 29% de chicos han sufrido
abuso sexual infantil.
A esto se suma el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, que
es otro factor de la propagación del VIH/SIDA. A escala mundial, Colombia es el
tercer país de origen en cuanto a tráfico de mujeres.
Esa mutilación de las niñas tiene importantes consecuencias a corto y largo plazos.
Es extremadamente dolorosa y puede provocar infecciones y la muerte, así como
dificultades en el parto y una mayor vulnerabilidad al VIH/SIDA. Esa práctica refleja
el consenso social imperante de que es preciso preservar la virginidad de la niña y
la mujer hasta el matrimonio y controlar su sexualidad. Los hombres en esas
culturas suelen no casarse con niñas o mujeres que no hayan sido sometidas a la
circuncisión, ya que las consideran "sucias" y "sexualmente indulgentes".
BIBLIOGRAFÍA
http://www.musade.org/leer.php/14
http://www.un.org/spanish/Depts/dpi/boletin/mujer/ip3.html