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INTRODUCCION

En este tema veremos cómo es la vida de los Tapieté sus contumbres,organización,socia,cultural,su geografía, lo que
hacen cada día para sobrevivir asentados en las proximidades del río Pilcomayo se dedican a la pesca durante seis
meses del año, actividad que constituye una importante fuente de alimento y de ingreso económico El contacto pacífico
con los tapieté se produjo recién en la antesala de la Guerra del Chaco, cuando los militares bolivianos fundaron fortines
sobre el río Pilcomayo y se instalaron Misiones de los oblatos entre los nivaklé El tapiete pertenece a la familia lingüística
tupi-guaraní, una de las más documentadas y estudiadas de América Latina

GEOGRAFÍA
Los Tapieté habitaban originariamente la región conocida como Gran Chaco, que se extiende entre Bolivia, Paraguay y
Argentina. Con excepción de la comunidad Tapieté de Tartagal asentada en una ciudad, los Tapieté de Bolivia, Paraguay
y la comunidad de Curvita (Santa Victoria, Argentina) están asentados en una zona típicamente chaqueña. Esta zona es
seca, de vegetación xerofítica y monte bajo. La estación lluviosa es de diciembre a marzo. Los árboles como el algarrobo,
el mistol y el chañar brindan frutos que son recolectados por los Tapieté para su consumo. El chaguar es una planta de
múltiples usos: sus hojas fibrosas se usan para hacer sogas, redes, hamacas y bolsos y el tallo se tuesta y come. La fauna
se compone de pecaríes, tapires, corzuelas, antas y animales domésticos como, por ejemplo, las gallinas, cabras, ovejas y
cerdos. Los Tapieté asentados en las proximidades del río Pilcomayo se dedican a la pesca durante seis meses del año,
actividad que constituye una importante fuente de alimento y de ingreso económico.

HISTORIA
A mediados del siglo XIX se hizo sentir con fuerza un pueblo llamado yanaigua, que atacaba a las estancias ganaderas
que se instalaron Chaco adentro en la zona del río Parapetí y los Bañados del Izozog. Se trataba de los actuales tapieté y
posiblemente también por grupos ayoréode que recibieron la misma denominación por parte de los pobladores de la
región.

El contacto pacífico con los tapieté se produjo recién en la antesala de la Guerra del Chaco, cuando los militares
bolivianos fundaron fortines sobre el río Pilcomayo y se instalaron Misiones de los oblatos entre los nivaklé. Los tapieté,
como otros pueblos del Pilcomayo, se retiraron al interior del Chaco, enfrentándose con grupos locales de los ayoréode
que recorrían estas regiones, originando migraciones y desplazamientos en todo el Chaco y regiones aledañas. Otros
tapieté tomaron contacto con los izoceño-guaraní del río Parapetí, donde se estableció el contacto en 1931 con el
coronel Ángel Avaroa.
Con guías tapieté, el mismo año Avaroa logró cruzar el Chaco desde el Izozog, abriendo una ruta hasta llegar al río
Pilcomayo. El preludio a la Guerra del Chaco y la guerra misma impidieron que los pueblos chaqueños practicaran la
pesca, de gran importancia en su economía, porque los pescadores en muchas ocasiones se vieron atacados por los
militares bolivianos o argentinos estacionados a ambos lados del río.

Estas circunstancias provocaron que los tapieté migraran hacia el lado argentino, donde siguieron el ejemplo de otros
pueblos chaqueños: buscar trabajo en los ingenios del norte argentino. Otros fueron llevados a Paraguay por las tropas
de este país, que avanzaron en su hábitat, donde la mayor parte se quedó hasta nuestros días. Desde 1975, en Bolivia
entre los tapieté se instaló la Misión Sueca Libre.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL


La principal organización social del pueblo tapieté era la familia extensa formada por los padres y las familias de las hijas
casadas (uxorilocalidad). Varias familias con las que mantuvieron relaciones de parentesco formaron aldeas o
campamentos durante el tiempo en el que dominaba la caza y la recolección. Solamente en caso de peligro o guerra se
respetaba a líderes con derecho a mando.

En 1993, los weenhayek invitaron a los tapieté a formar parte de un ente común, llamado Organización de Capitanías
Weenhayek-Tapieté (ORCAWETA), afiliado a la CIDOB. Posteriormente, alentado por los vínculos lingüísticos, los tapieté
pretendieron integrarse a la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG).

Debido a la falta de una estructura jerarquizada de los pueblos cazadores-recolectores del Chaco se adaptó la forma de
la Capitanía guaraní, para representar al pueblo en instancias externas al grupo. En el año 2000, gracias a las luchas
emprendidas por su organización y la CIDOB, los tapieté se volvieron el primer pueblo indígena en contar con una TCO
de 21.840 hectáreas debidamente saneadas. Con realación a los demás países que forman parte de su hábitat, en mayo
de 2005 se conformó la organización trinacional tapieté, denominada Mbajapui Tenta Tapii Ñandeareta, que cuenta con
3.200 afiliados

Los tapietes tienen a la cabeza también un Capitán Grande, pero decidieron no optar por el Segundo Capitán, para evitar
que las dos autoridades superiores choquen en sus funciones y así definieron que solamente haya un líder que los
represente ante la institucionalidad de los pueblos indígenas de la zona y las reparticiones municipales, prefecturales y
gubernamentales. Aparte, cuentan en su Directorio con secretarías de Educación, Género, Actas, Tesoro; a la par de un
Fiscalizador y un Coordinador comunales.

La justicia de las tres sanciones

La Asamblea es el ente superior de toma de decisiones y es la instancia en la que se elige a las autoridades. Se instala de
inmediato en casos emergencias y cada dos años para la celebración de los comicios, acto al que asisten los habitantes
de Samuguate para votar por el tapiete más capaz y con mayor experiencia para que haga llegar sus demandas al
Estado. Esto se oficializa con la firma de un acta pública y una posesión sin fiesta de por medio. Aparte, reconocen las
investiduras del Corregidor, los alcaldes, subprefectos y Prefecto.

En cuanto al sistema de justicia comunitaria imperante entre los miembros de esta nación originaria, Baldera informa
que se rigen a un estatuto orgánico que establece castigos en caso de transgresión de las normas de convivencia en
Samuguate. Cuando hay conflictos o denuncias, el Capitán Grande convoca de inmediato a una Asamblea General, en la
que se escucha los alegatos y se recibe las pruebas incriminatorias y de defensa de las partes. No hay periodo de
investigación, todo se define en una audiencia.

Hay tres sanciones cuando se determina la culpabilidad en los delitos leves. El primer peldaño involucra al consejo, que
se halla a cargo del líder y los adultos respetados de la localidad, lo que va acompañado de una llamada de atención. Si
hay reincidencia, se procede a la suspensión de actividades del tapiete involucrado, sea en el campo dirigencial o
laboral. Y la medida más extrema tiene que ver con la expulsión del sentenciado del villorio, sin derecho a retorno.
“Hasta ahora no hemos tenido ningún expulsado, por suerte. Tampoco aplicamos la guasca o los latigazos, ni siquiera
penas económicas o trabajos comunales. Y si los líos son bastante graves entre las familias del pueblo, les obligamos a
estrecharse las manos, a pedirse perdón, a disculparse, porque no pueden perjudicar a todos con sus problemas
particulares”. Y en caso de que las infracciones guarden relación con asesinatos, homicidios o violaciones, éstas pasan a
conocimiento de los efectivos policiales y los estrados judiciales de la urbe de Villamontes.

A la par, hoy los líderes tapietes se han visto seducidos por la emergencia de un discurso: el de la autonomía indígena.
Por ello, Baldera asistió a charlas con sus pares guaraníes para delinear estrategias de acceso a este sistema de manejo
territorial inserto en la nueva Constitución, sobre todo luego de la orden de las provincias del Gran Chaco de
Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija de realizar un referéndum que les faculte aplicarlo. Para el Capitán Grande tapiete, los
vientos políticos de cambio soplan con fuerza en su región.

ASPECTOS CULTURALES
Un aspecto cultural explícito de los Tapiete, es que debido a su poca población para no romper la prohibición del
incesto, buscan esposa entre los Weenhayek o en algunos casos con mujeres guaraní. El baile de la rueda se sigue
practicando. El arco y la flecha es el arma de los antiguos para cazar. Religión y Mitología: En la memoria colectiva y en la
de los ancianos sobrevive una cosmogonía propia. Los Tapiete tienen varios lugares sagrados, como cementerios
tradicionales de importancia ancestral y lugares de culto asociados a la existencia de complejos de lagunas, lo que
implica la pervivencia cultural de los Tapiete, la misma que se conserva. Algunos lugares sagrados Tapiete son: Pozo
Achumani (Puju), Jesaopukanhuipe, Tawerenda, Senekara, Bulacios.

LENGUA

El tapiete pertenece a la familia lingüística tupi-guaraní, una de las más documentadas y estudiadas de América Latina.
Rodrigues (1984/85) distingue siete grupos de lenguas que conforman la familia tupi-guaraní. Según este autor el tapiete
pertenece al primero de estos grupos junto con el guaraná antiguo, mbya, xetá, ñandeva (chiripá), caiwá, guaraní
paraguayo, guayakí y avá guaraní.

Fiestas y celebraciones
Quienes impartían una suerte de calendario festivo del pueblo eran los ancianos, ellos guiaban al Juwisha en la
preparación de cada evento marcado como importante, en cada acontecimiento los shiramuireta o kuakuagua (viejos o
ancianos) utilizaban estos espacios de esparcimiento, recreo y concentración para poder transmitir conocimientos
puntuales a los kunumireta (jóvenes).

Las festividades más notables eran:

El arete guasu.

El encuentro de tierra apta para el cultivo.


El encuentro de zona con acceso al agua.

Festejo para compartir buena caza, pesca y recolección de miel o sal.

Fiesta de la comunidad, señalada por los Juwisha.

Fiesta por el establecimiento de tolderío (tenta o tiyupa).

Fiesta de unión de pareja.

ECONOMÍA
La economía tapieté se basa en dos rubros principales: la caza y la recolección en las planicies del Chaco, y la pesca en el
río Pilcomayo. Estas actividades son acompañadas por una agricultura suplementaria. La vegetación del Chaco es rica en
alimentos; prácticamente todo el año hay frutas, y cuando es su tiempo, en cantidades ilimitadas. Según las actividades
desarrolladas durante el año, se puede constatar las siguientes fases:

Noviembre a febrero: Frutas del algarrobo, chañar y mistol, pesca de surubí.

Marzo a junio: Porotos del monte, higos de tuna, tasi (Morrenia odorata).

Abril a agosto: Los peces ascienden el río Pilcomayo: abundancia de pesca.

Agosto a octubre: Tusca, sachalimona y sachasandía (Capparis speciosa y salicifolia).

Durante el tiempo de lluvias los grupos familiares se trasladan para la cosecha de las frutas de algarrobo, de las cuales se
produce también la chicha. Accesible durante todo el año son los campos inagotables de caraguatá comestible y de
palmas, para extraer el palmito y la harina de palma. No sin razones, la economía de los pueblos cazadores-recolectores
es considerada como opulenta. En la división de las tareas de trabajo, la recolección, que constituye la base del sustento,
es oficio de las mujeres, lo que explica su alto prestigio entre estos pueblos. La abundancia de frutas promueve una igual
abundancia de fauna silvestre, que permite la caza durante todo el año.

Con la tendencia a una mayor sedentarización, ganó importancia la cría de animales menores, que está acompañada de
una creciente dependencia de la venta de mano de obra. Se permite el pastoreo de ganado ajeno en sus tierras a
cambio de una recompensa con el sistema denominado 'al partido

Siembra y cosecha, y recojo de productos

La tecnología tapieté consistía, por ejemplo, en una pala para la siembra, fabricada por ellos aunque de una manera muy
rudimentaria. De igual modo usaban tecnología propia para la fabricación de ollas de barro; asimismo, ponían la miel en
cuero de conejo, para que se conserve adecuadamente. Para coser usaban espinas. Construían sus arcos y sus flechas
para la cacería; en la pesca también usaban instrumentos propios, como la red tijera, la lanza y el garrote.
Actualmente se tienen potreros comunales destinados a la producción agrícola con asistencia técnica, que permitirán
soslayar muchas de las deficiencias con las que han lidiado hasta hoy.

La pesca

El calendario era siempre variable, de acuerdo con las lluvias. Se realizaba la siembra y cosecha una vez por año, el resto
de la temporada, casi cinco meses, se dedicaba a la pesca, donde se aprovisionaban de sábalo (piraite), surubí, dorado
(pirayu), boga (añinkaiyugua), salmón (icho), bagre (mandii), serrucho (yhitagua), cuchara (manduguay), de los que se
hacía charque en su generalidad; obviamente en época de pesca se los consumía tiernos, recién sacados del río.

Los cinco meses restantes se dedicaban a la recolección de alimentos de acuerdo con la temporada: iguope (algarrobo),
Yua (mistol), kimbaru (mistol), Guaguasu (sachasamdia), iguogui (bolaverde), tarageru (miel), iriguaña (moro moro), ei
(miel debajo de la tierra), entre otros. Se secaban los productos y se almacenaban en encatrau o troja (baynantujancape)

Tejido de fibras Cerámica, adornos y artes

La artesanía, por lo general, está reservada para las mujeres, quienes se encargan de proveerse incluso de la materia
prima, seleccionando las mejores fibras de karaguata, de güapei (algarrobo) y de samu (Toborochi).

En el caso de la karaguata, se remoja durante unas horas hasta que se humedezca debidamente; luego se procede a
machucar en un tronco o trozo de madera de iraita (palo santo) o güirinde (quebracho) hasta que se suelta en hilachas
finas que permitan trabajar en el hilado. Una vez que se tienen ovillos de colores se procede al tejido con agujas
elaboradas con palo de escayante (igüei), apto para un buen deslizamiento y manejo. Se confecciona llicas, bolsas
(mbajirü) para transportar el pescado, las frutas recolectadas, para las presas de la caza y otros. También se hace
cinturones, gorras, vinchas, chiripas, manillas y sogas para atar animalitos.

Del güapei (algarrobo) y del samu (toborochi) se descascara y se saca la fibra; inmediatamente se procesa porque si no
se seca y en esos casos hay que hacer secar nuevamente, se procede de igual manera que en la karagüata, pero se
destina preferentemente para trenzado, por su durabilidad, que sirve para uso de amarre doméstico, para la
construcción, entre otros.

Se hacen también artesanías de palo santo, toborochi, algarrobo y capizapallo, con incrustaciones de hueso, tanto de
vaca como de pescado; se confeccionan picaflores, garzas, tucanes, pescado, pato, etc., para su venta en el mercado de
Villa Montes.
Espiritualidad

La realidad y los sueños

Hace bastante tiempo, en una época en que los tapieté eran felices, cuando recorrían su territorio sin que nadie los
atropelle, los Iyas conversaban con el pueblo y los guiaban por el camino del bien. Cada que había arete (fiesta)
compartían con los Iyas que habían venido desde lejos, desde las estrellas, verdaderamente desde lejos, montados en
luces hermosas; ellos habían construido todo lo que había sobre la tierra y les habían dado a los tapieté para que vivan
felices con los otros pueblos hermanos, porque alcanzaba para todos, tanto la comida, como el espacio, siempre que
todos se respetasen; además les habían dotado de sabiduría para poder vivir en armonía.

Creencias y costumbres

Tenían algunas creencias, como la de cerrar la puerta cuando a lo lejos se escuchaba el canto del silbaco (tiñeëgua)
porque se creía que traía mala suerte si pasaba silbando por la puerta. Otra creencia decía que cuando florecía la paja-
cedrón los Iyas estaban contentos y que pronto bendecirían al pueblo con lluvia.Payegua era la persona que realizaba
ritos para curar a las personas del mal físico y espiritual; realizaba cánticos con cola de caballo y otras cosas secretas.
Normas y valores

Existen normas que son más principios y valores básicos de coexistencia, a saber:

Igualdad: todos somos iguales y tenemos los mismos derechos.

Moralidad: debemos ser celosos guardianes de nuestra cultura y nuestros comportamientos.

Rectitud: nadie usurpa lo ajeno.

Asistencia y respeto: todos debemos asistir a un hermano como deber cultural y respetarlo en la bondad y en el
conocimiento. Respeto al Ñanderutumpa como hacedor de lo recto y de lo sagrado.

Respeto a nuestra madre naturaleza porque de ella nos alimentamos física y espiritualmente.

La voz de la sabiduría radica en los ancianos, llamados a guiar al pueblo; ellos han vivido más y conocen más los atajos
para solucionar problemas o para lograr cosas positivas para el pueblo.

Convivencia del hombre con la naturaleza

Los tapieté respetan la naturaleza porque la relacionan con su propia vida; cuando la naturaleza está mal, el tapieté
también se enferma; en efecto, la vida de nuestros antepasados tiene una relación única con la naturaleza, por lo que
muchas de las creencias y el respeto que se tenía y se tiene hacia ella dirigían y determinaban la realización de sus
actividades de importancia y cotidianas. La naturaleza siempre proveyó de lo esencial para la alimentación y la
subsistencia. El Ñanderutumpa regaló a todos los seres vivos de la Tierra, por su bondad, el medio para que puedan
subsistir, para que puedan vivir en armonía, para que compartiesen en la medida de la necesidad que tenga cada uno de
ellos. Entonces, todos somos parte de una madre que es la tierra, y nuestro padre puso en ella todo lo necesario para
que sus hijos tengan de qué vivir: agua suficiente, alimento e insumos para realizar actividades diversas. Entonces los
abuelos tomaban lo necesario, de acuerdo con el número de miembros de su familia.

En realidad, el medio ambiente para el tapieté es el alma de nuestra madre, que prepara especialmente un sentimiento
para entregarlo; cada cosa debe estar en su lugar; cada árbol, cada planta, cada animal, cada nube, cada rayo de sol que
penetra a nuestro planeta es la expresión sabia y artística de nuestros padres, nosotros somos parte, como la tierra es
parte del cosmos, del universo, y cada cosa tiene su dueño (Iya), que lo administra y a quien debemos pedirle permiso
para ocupar o usar ello.
SITUACIÓN ACTUAL
Prácticamente, todos los tapieté de Bolivia tienen su centro de referencia en la estancia Samaihuate, donde encuentran
trabajo y retornan después de excursiones al interior del Chaco o de la pesca. La pesca, en tiempos anteriores un
elemento principal del sustento, se ha vuelto difícil por la contaminación de las aguas del río Pilcomayo. La
contaminación, con residuos de los ingenios mineros, comienza a afectar a la salud de los indígenas mediante el
consumo de peces, que llevan en sus vísceras altas concentraciones de plomo y de otros metales pesados. La comunidad
de Samaihuate cuenta, desde 2004, con una moderna unidad educativa, donde se aplica la educación bilingüe

CONCLUSIONES
Podemos ver que el pueblo tapiete tienes sus propias tradiciones, creencias, organización social tienen su leguaje el tupi
guaraní son muy unidos es un pueblo pequeño no tienen tantos recursos cada vez los habitantes de este pueblo van
emigrando en busca de más oportunidades económicas una mejor vida para sus familias, también podemos ver que
tienen valores como la Igualdad: todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, Moralidad, tiene una propia
filosofía de vida

BIBLIOGRAFIA
Fischermann, Bernd. Pueblos Indígenas y Nacionales Originarios en Bolivia Tierras Bajas Pueblo Tapieté. . En: Atlas
Territorios Indígenas y Originarios en Bolivia La Paz: MDRyT-Viceministerio de Tierra; 2010, p 69-70

Fuentes: Pueblos Originarios/ Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica/Pueblos Indígenas de Bolivia/
Canal Encuentro

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