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LA MENTALIDAD DE LA SOCIEDAD TRADICIONAL

El empirismo
Uno de los prejuicios más tenaces que ha retrasado los progresos de la antropología moderna ha
sido el de creer en la existencia de una «mentalidad primitiva» esencialmente diferentes de la del
hombre civilizado. Lévy-Bruhl oponía a la «mentalidad lógica» de la civilización occidental la
«mentalidad prelógica» del hombre primitivo, alegando que esta última operaba a base de otros
principios no acordes a la lógica racional, por tanto hacia relaciones distintas entre los objetos,
clasificaciones distintas.
Esta teoría ya está abandonada. Hay muchos conocimientos científicamente válidos en el seno de
las sociedades tradicionales. Los hombres de las sociedades arcaicas ya tenían un conocimiento
profundo de la naturaleza, de las propiedades de las plantas, de los movimientos de los astros, etc.
Tales conocimientos son esencialmente empíricos, les falta el marco teórico que constituye la
ciencia moderna.

Naturaleza del empirismo tradicional


Comparación entre en chapucero y el ingeniero. El chapucero tiene unos conocimientos
empíricos, prácticos y eficaces, se las arregla con los medios rudimentarios. El ingeniero tiene
conocimientos teóricos y experimentales más avanzados que le permiten concebir y dirigir varios
trabajos. Son conocimientos de niveles distintos, los conocimientos del chapucero se mantienen al
nivel del empirismo, y los del ingeniero pertenecen a la ciencia experimental.
El conocimiento empírico es el resultado de una paciente y atenta observación de las cosas. Se
constituye por la acumulación de informaciones y datos detallados y fragmentarios. Su fundamentos
es una larga tradición de exactitud.

El conservadurismo
El cambio y la innovación no son bien acogidos, parecen peligrosos. Pueden destruir la base
misma del orden intelectual y de la relación mental y práctica de las cosas. El conservadurismo es
una protección contra todo lo que amenaza a la tradición como base del orden intelectual y de la
adaptación felizmente conseguida al orden natural.

El pensamiento mítico
Comparación entre el chapucero y el primitivo. El chapucero sabe de la existencia de una ciencia
teórica que ignora o conoce poco pero respeta. El primitivo ignora su existencia, y si la conoce, no
se interesa por ella, o la desprecia. En la sociedad tradicional la mitología hace las veces de ciencia
teórica. En e mito los conocimientos cobran su significado y coherencia. La mitología hace, a un
tiempo, las veces de ciencia natural, historia y ciencia social. Funda la tradición en un orden
humano y suprahumano a la vez.

Relaciones de lo sagrado y de lo profano


En la mentalidad tradicional, los objetos y acontecimientos remiten a «otra cosa», lo aparente no
es más que una parte del cosmos total. Este orden invisibles es el orden de lo sagrado, que completa
al orden visible y le da su verdadero significado. Los acontecimientos y las cosas no se explican
solamente en sí mismas, sino que si verdad ha de ser revelada en referencia al universo sagrado,
porque ahí está su modelo original y su fuente. La vida colectiva se adapta también a un modelo
invisible. Las fiestas, por ejemplo, que por regla general son abundantes y constituyen etapas
determinada en el ciclo anual, están destinadas a promover a promover la participación de la
comunidad en el desarrollo de acontecimientos invisibles que se repiten anualmente. El
pensamiento mítico es a un tiempo origen y soporte.

El pensamiento mágico
La magia es necesariamente eficaz, es un objeto práctico de aplicación. No desprecia a técnica ni
a la ciencia empírica, sólo la completa y la prolonga. La magia es a la acción lo que el mito al
pensamiento. Ambos operan la síntesis de lo sagrado y de lo profano, la integración de lo visible y
de lo invisible.

LA MENTALIDAD DE LA SOCIEDAD TECNOLÓGICA

Está profundamente desmitificada. Desmitificación en el ámbito de los conocimiento y de las


actitudes mentales, y del orden moral.

Desmitificación de los conocimientos: la racionalidad


La ciencia a desmitificado el mundo, ha sustituido muchas de las explicaciones de carácter
mítico por explicaciones racionales o científicas, con representaciones de ser más objetivamente
verdaderas, por fundarse en la experimentación y en el conocimiento científico. Esto es a lo que
Max Weber llama racionalidad, que opone al tradicionalismo. La racionalidad se basa en la
convicción de que las cosas tienen explicación en sí mismas. Una verdad es admitida y reconocida
porque se la puede demostrar lógicamente o experimentalmente, de una manera objetiva.
Esta actitud mental y práctica está en el origen de la revolución industrial y del progreso
científico y técnico. Dentro de la organización social está actitud se concreta en la burocracia.

Fe en la ciencia y en el progreso
La racionalidad se reduce a la fe en la ciencia. Se en la ciencia que explora los secretos de la
naturaleza, desmitifica los orígenes del mundo y de la especia humana, explica los mecanismo de la
organización económica y social, revela incluso los misterios del pensamiento y del alma humana.
es una fe en la ciencia generalizada, que todo lo abarca, y cuya capacidad de explicación se extiende
a todos los dominios. La ciencia es aceptada como cambiante, en estado constante de progreso. La
fe en la ciencia desemboca en una fe en el progreso, progreso indefinido.
Para el hombre de la sociedad tecnológica ningún problema científico puede mantenerse mucho
tiempo sin solución. Lo mismo cabe decir de los problemas técnicos, económicos y sociales. El
cambio es la vía esencial del progreso, del mejoramiento de las condiciones de la vida humana. el
cambio y el progreso son indisociables, la convicción de que siempre es posible mejorar las cosas
entraña el hecho de que el cambio sea buscado y deseado.

Valoración de la instrucción
Es en esta sociedad donde el sistema escolar está más desarrollado. Se estipula que la instrucción
es un derecho de la persona y hasta constituye un deber. El derecho del niño a la instrucción tiene
prioridad sobre el derecho de la familia sobre su hijo.
Pero se puede detectar cierta ambivalencia tocante a la instrucción: al tiempo que se la considera
esencial y útil, se teme su exceso. Se desconfía del hombre demasiado instruido en las ideas
abstractas y carente de realismo. Hay un conflicto latente entre los hombres de pensamiento y los
hombres de acción.

Hervidero de ideas
La racionalidad, para desplegarse cabalmente, exige un amplio margen de libertad de
pensamiento. En un país totalitario, de quienes más se desconfía es de los universitarios, profesores,
estudiantes. El clima de libertad y de discusión supone una mentalidad que acepte el cambio y la
innovación, y sea capaz de tolerar conflictos de valores. Esos conflictos de valores corresponden a
los conflictos de las élites y entre las asociaciones. Cuando más se desarrolla la instrucción, más
espíritu crítico habrá, por tanto, conflictos de valores.

Desmitificación moral: la secularización


Se han transformado los fundamentos de la vida moral, secularización. Las motivaciones que se
inspiran en imperativos morales basados en consideraciones mitológicas o teológicas se ven
debilitadas. Predomina una moral más exclusivamente social. Los hombres se mueven menos por
motivos y sanciones de índole sobrenatural. El hombre, la vida temporal, el bienestar individual y
colectivo están más valorados por sí mismos, independientemente de toda referencia a otra cosa.

Distinción entre lo sagrado y lo profano


Sigue habiendo vida religiosa peo al secularización se caracteriza de doble manera:
1. Por una distinción neta y radical, en los espíritus y en las instituciones, entre lo sagrado y lo
profano. La vida religiosa no posee un carácter colectivo y societario. La organización social
no está enteramente implicada en las actividades y en el ciclo religioso. La sociedad
tecnológica reviste un carácter laico: el mundo del trabajo y de la vida profana es netamente
distinto del mundo de la oración y de las relaciones con el orden sobrenatural.

Pluralismo religioso y moral


2. La secularización reviste un pluralismo moral y religioso. El espíritu crítico y la libertad de
pensamiento entrañan una gran diversidad de opciones personales, actitudes morales
diversas y hasta contradictorias a veces. Coexisten «credos» diferentes, conductas que se
inspiran en valores y morales también diferentes.

Sentimiento de superioridad
Sentimiento de superioridad frente a la sociedad tradicional. De la gran ciudad suelen partir y
difundirse nuevas ideas, movimientos de reformas, modas, etc. La cultura tecnológica y urbana es
de índole propia para penetras y apoderarse de las sociedades tradicionales circundantes. De ahí que
el hombre de cuidad menosprecie al campesino.
Pero aquí también hay ambivalencia. El hombre de la ciudad siente también cierta envidia frente
al hombre de campo, que vive inmerso en la naturaleza y es dueño y señor de su finca. En el
corazón del hombre urbano, prisionero de su medio técnico, hay una nostalgia romántica por la vida
natural.

SOCIEDADES ARCAICAS Y SOCIEDADES CAMPESINAS

Subtipos principales de la sociedad tradicional. Se pueden diferencial de dos maneras.


Modos de subsistencia y tecnología
En primer lugar, la sociedad campesina está integrada por pastores, agricultores, mientras la
sociedad arcaica busca la subsistencia en la caza, pesca. La sociedad campesina es más sedentaria
que la arcaica. Para el cultivo de la tierra la sociedad campesina recurre a la domesticación de
animales, mientras que en la sociedad arcaica es mucho más raro que se asocie el animal a los
trabajos del hombre. La sociedad campesina se beneficia de un utillaje más elaborado que la
sociedad arcaica. En la sociedad campesina hay un derecho regulador de la propiedad del suelo.
Este puede pertenecer a un gran propietario o a la colectividad, o a cada familia individual. En la
sociedad arcaica, la propiedad del suelo, cuando existe, es mucho más desdibujada, flexible.
Cabe considerar ala sociedad campesina más avanzada que la sociedad arcaica. La sociedad
campesina es fruto de la primera gran revolución técnica, la revolución agrícola.

Relaciones con la ciudad


La segunda diferencia estriba en que la sociedad campesina se sitúa en la órbita de centros
urbanos y en el marco de una gran civilización, mientras que la sociedad arcaica está aislada, se
centra en sí misma, sin más relaciones que las mantenidas con algunas sociedades cercanas de su
misma especie. La sociedad campesina sufre en diversos grados la influencia de la ciudad, de sus
modas, invenciones, leyes, gobierno, etc., coexiste con la ciudad, ha aprendido a asimilar a su modo
lo que le aporte la ciudad.

Estudios antropológicos y sociológicos de las sociedades campesinas


Redfield llama folk society a la sociedad arcaica. En los estudios efectuados en América Latina,
África y en Oriente, se han descubierto sociedades campesinas. Redfield dice que la sociedad
campesina es un tipo de sociedad intermedia entre la tribu y la sociedad moderna, idea que luego ha
desarrollado y sistematizado

LA CIUDAD PREINDUSTRIAL

Hasta comienzos del siglo XIX, la gran mayoría de los hombres vivían en sociedades
tradicionales, campesinas o arcaicas. Una minoría habitaba en la ciudades. Hasta el siglo XVIII la
ciudad era bastante diferente de la actual, era una ciudad preindustrial. Si la sociedad campesina
puede ser considerada como un tipo intermedio entre la sociedad arcaica y la sociedad moderna. La
sociedad preindustrial es un tipo intermedio entre la sociedad tradicional y la sociedad tecnológica.
Principales características de la sociedad preindustrial, a partir del estudios de Sjoberg.

Organización social
Está rígidamente jerarquizada en clases o casta dominante, a veces una cierta clase media, un
grupo más desfavorecido, y, a veces, una masa de esclavos. La movilidad social es casi inexistente:
se vive y se muere en la clase y casta en que se ha nacido.
La jerarquía social se traduce de varios modos en la vida social: la indumentaria, los modelas, el
nivel y el tipo de vida. sólo la clase dominante tiene acceso a la instrucción. En sus manos se
concentran también buena parte de las riquezas y todo el poder político, económico y religioso. La
autoridad y el poder de esta clase se funda en la tradición y el ciertos principios absolutos (derechos
divino, herencia).

Estructura económica
Es el centro de fabricación artesana y de comercio. Los artesanos y comerciantes suelen estar
agrupados en corporaciones dotadas de funciones jurídicas (control de competencia y de la calidad
de la mercancía) y educativas (formación de aprendices). Hay una falta de estandarización de
precios.

Integración política y social


El poder es autoritario, no democrático. La integración es un poderoso factor de integración, está
vinculada al poder político, es colectica y casi obligatoria. Las fiestas religiosas son las principales
ocasiones que reúnen a los grupos de la sociedad.

Ciudad preindustrial, sociedad tradicional y sociedad tecnológica


La ciudad preindustrial tiene ciertas características de la sociedad tradicional: unanimidad
religiosa, concepto del poder y la autoridad. Difiere de ella e la concentración de la población, por
los modos de vida. Pero la ciudad preindustrial es ya un medio técnico que prefigura la ciudad
moderna, en ella se ha forjado y la revolución industrial.
Se distingue de la ciudad moderna por su economía artesana, por el ínfimo nivel de vida para la
mayoría de los habitantes, por el rígido sistema de clases, por la unidad religiosa y cultural. La
sociedad urbana se desdobla en dos subtipos: la ciudad preindustrial y la ciudad moderna.

SOCIEDAD INDUSTRIAL Y SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL

Son subtipos de la sociedad tecnológica. La sociedad industrial tomó forma en el mundo


occidental a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Era el resultado de la revolución técnica,
científica e intelectual que se produjo en esa época, y del impacto que esa revolución tuvo sobre el
trabajo, las costumbres, las ideas, la organización socioeconómica, las estructuras políticas.
En la segunda mitad del siglo XX ha habido transformaciones muy profundas que permiten
concluir que asistimos al nacimiento de un nuevo subtipo de sociedad. La sociedad postindustrial
está hoy en un estado embrionario, por eso aún tiene mucho en común con la sociedad industrial.
Características distintivas de la sociedad postindustrial.

Predominio del sector terciario


Se prevé que el sector terciario de producción y de empleos pronto acogerá la mayoría de la
mano de obra. Tal es el resultado del progreso técnico, muchos obreros son sustituidos por
máquinas. La clase obrera se transforma por los cambios tecnológicos que han entrañado una
revolución de los medios y relaciones de producción. Se habla de una nueva clase obrera, los
niveles de especialización se multiplican.
Civilización del ocio
El progreso técnico en a producción trae dos consecuencia. En primer lugar, la disminución de
las horas de trabajo. Si a fines del siglo XIX los empleados eran explotados con 70 a 80 horas de
trabajo semanal y una remuneración muy baja, actualmente la semana laboral corresponde sólo a la
mitad de lo que alguna vez fue. El trabajador cuenta con muchas más horas de ocio. Pero el ocio se
convierte en un problema en la medida en que no es usado para la elevación del nivel cultural. El
ocio se ha convertido en un importante sector de la actividad económica: el deporte, el cine,
turismo. La sociedad del consumo es en buena parte la sociedad de ocio.

Importancia de la instrucción
La segunda consecuencia estriba en la importancia que se presta a la instrucción. Lo que antes
era un privilegio de pocos, ahora la mayoría de jóvenes emprenden los estudios secundarios.

Medios de comunicación de masas


Se habla de una nueva sociedad de masas, las técnicas modernas de comunicación se dirigen
simultáneamente a masas considerables de oyentes, a quienes bombardean incesantemente de ideas
nuevas, imágenes, sentimientos, y en quienes suscitan aspiraciones y necesidades siempre
renovadas. El hervidero de ideas adquiere mayores proporciones por la vía de las técnicas modernas
de comunicación, que fuerzan cada día al oyente a escuchar debates, en los que incluso puede tomar
parte activa. La comunicaciones de masa borran las fronteras entre regiones y entre países, y
suprimen también las del pensamiento.

«Multitud anónima» y estructuras políticas


varios investigadores insisten en e que asistimos a una debilitación de las antiguas estructuras
locales e intermedias que aseguraban la integración social de los individuos. La acción política
descansa actualmente en vastas organizaciones o movimientos de masas, en lo que los individuos
sólo pueden participar de manera anónima. Una nueva forma de alienación está en trance de
caracterizar a esta sociedad. En una sociedad tan atomizada, los fundamentos del gobierno
democrático estarían comprometidos, la representación pluralista de los diferentes intereses es cada
vez menos posible. El poder político podría concentrarse en las manos de profesionales de la
política, de especialistas que manipulan la opinión pública. Por otra parte, los movimientos de
contestación o de oposición están asimismo frecuentemente inspirados por un extremismo que no es
menos antidemocrático. La sociedad de masa constituiría un medio favorable a la aparición de
nuevas formas de dictadura y de totalitarismos.

Movimientos sociales y participación


Son nuevos modos de participación social y política. En estos movimientos, algunos grupos
encuentran una nueva identidad, una conciencia colectiva, e intentan integrarse en la sociedad
global. En realidad, la sociedad de masas ha reavivado sentimientos de pertenencia y solidaridad en
grupos anteriormente desorganizados, por ejemplo los negros norteamericanos. Por otra parte, se ha
demostrado que en las capas sociales que han sufrido largas frustraciones y una prolongada
alienación cuajan las actitudes totalitarias.

Agitación y contestación
La sociedad de masas suscita un hervidero de ideas, aviva aspiraciones, da lugar a nuevas
necesidades, provoca frustraciones.

LOS RASGOS CARACTERÍSTICOS DEL SISTEMA COLONIAL

1. La explotación económica extranjera: el interés económico ha sido y sigue siendo el


principal motivo de la colonización. El colonizador, para conseguir sus fines, debe reclutar
entre los aborígenes una parte de la mano de obra necesaria, adiestrarla y remunerarla. Por las
técnicas nuevas que importa, el colonizador es un innovador, un agente de cambio social.
Perturba el orden establecido hasta entonces, suscita la aparición de necesidades y deseos hasta
entonces ignorados. Desarrolla determinados servicios necesarios a su empresa (ferrocarril,
telecomunicaciones). Importa también un personal extranjero (administradores, técnicos).
La colonización ha sido los primeros movimientos del desarrollo económico, pero que han
tardado mucho en ser una fuerza de desarrollo autónoma. Razones:
a. Desarrollo limitado a ciertos recursos y sectores, es sectorial. El colonizador intenta
mantener la economía de subsistencia, paralelamente al sector que él desarrolla conforme a
sus necesidades.
b. Los productos extraídos del país colonizado no suelen ser manufacturados en el país de
origen, sino en el país colonizador.
c. Los salarios pagados a la mano de obra son sumamente bajos en comparación con lo que se
paga en la metrópoli.
d. La mano de obra local sólo puede aspirar a puestos subalternos.
2. La dependencia política: todas las decisiones políticas importantes relativas al país
colonizado son tomadas por el gobierno de la metrópoli. Si la colonia tiene un gobierno local,
este sólo podrá sugerir unas recomendaciones y exponer deseos. El colonizador desalienta la
participación política de la población local. Y quienes una acción política contraria son
tachados de agitadores políticos, sufren el destierro o la prisión.
3. Las barreras sociales y raciales: entre los extranjeros y los nativos las relaciones se limitan a
las exigencia del trabajo o de la vida. los extranjeros suelen ser blancos, razón por la que esta
separación coincide con la diferenciación racial. Esta separación se hace patente en la
ordenación de la ciudades coloniales, donde se puede encontrar el barrio de extranjeros
apartado del de los nativos. Las relaciones mundanas entre estos dos grupos son prácticamente
imposibles dada la existencia de una especia de código implícito al que se someten ambas
partes.
4. La atomización social: en el seno de la población indígena se registran múltiples divisiones
raciales, étnicas, de tribus, de clanes, de castas, entre las que subsisten odios profundos. Estas
diferencias internas dificultan el desarrollo y confirman al colonizador la incapacidad de los
indígenas para gobernarse a sí mismos sin caer en la anarquía, despotismo y en las guerras
internas.
5. El sistema de justificaciones: el colonizador se forja un sistema de justificaciones que, a
efectos prácticos, cabe considerar como la ideología colonizadora. Se trata de las razones por
las que el colonizador explica su posición ene l país colonizado, su estado de superioridad y su
conducta con los indígenas. Esta ideología descansa sobre la fe de la superioridad hereditaria de
la raza blanca. Se cae en los estereotipos de que los pueblos de color no tiene la capacidad
intelectual para sus recursos como es debido; que la colonización ha mejorado el estilo de vida
de los indígenas, les ha civilizado, hecho que da a la colonia un carácter humanitario; resulta
inútil elevar los salarios ya que los indígenas desperdiciarían el dinero, como también es inútil
darles educación más avanzada por carecer de la inteligencia necesaria para beneficiarse de
esta. El colonizador teme a las masas por él dominadas, por eso desalienta toda forma de
desarrollo autónomo, puesto que racionaliza de antemano su imposibilidad práctica.
6. Las actitudes psíquicas: entre el colonizador y el colonizado se advierten unas relaciones y
actitudes ambiguas. El colonizador, al forjarse del colonizado una imagen estereotipada, le trata
a un menor, su actitud frente a él es una mezcla de paternalismo, menosprecio y temor. Estima
que éste ha de estar sujeto a una vigilancia, control y sanciones. El desconocer su lengua
aumenta la distancia, por que confiará a un indígena de su absoluta confianza el cuidado de
ejercer por sí mimos los controles y aplicar las sanciones. El colonizado asimila la imagen que
el colonizador se ha forjado de él: se cree inferior al colonizado, a quien admira, envidia, y con
quien procura identificarse. Pero el mundo del colonizador le resulta inalcanzable. El
colonizado debe reconocerse diferente del colonizador. Al no lograr forjarse una imagen
valorizada de sí mismo, mediante la destrucción de la imagen del colonizador, intentará
autodefinirse como diferentes del colonizador. La admiración que antes le provocaba, ahora
desemboca en odio y hostilidad. La personalidad de fragmenta.

LOS PUNTOS DE CONTACTO ENTRE COLONIZADORES Y COLONIZADOS

Se trata de un sistema integrado por dos subsistemas. Casi todos los puntos de contacto entre
estos sirven para socializar al subsistema colonizado y vincularlo al subsistema colonizador. Hay
cuatro puntos de contacto estratégicos entre estos subsistemas:

1. El poder político: el poder político de la sociedad tradicional persiste en la situación colonial,


subsisten los mismo jefes y los mismos organismos de autoridad. Pero el poder político
tradicional es redefinido y reorientado: no es ya una autoridad autónoma, sino una autoridad
delegada, que sirve de intermediario entre la población y la autoridad colonial. La autoridad
colonial confiara al poder tradicional las funciones de subadministrador –la autoridad colonial
recurrirá a los jefes locales para transmitir y hacer cumplir unas directrices, obtener
informaciones, etc.- y la función de policía –para mantener el orden, asegurar la paz, ejercer la
justicia. Gracias a estas dos funciones, la autoridad local se hace a un tiempo socializador y
agente de control. Esa autoridad es la que enseña a la sociedad a respetar unas reglas nuevas,
aceptar nuevos modelos y nuevos valores. La administración colonial utiliza a los jefes
tradicionales como símbolos de integración al régimen colonial. Estos jefes son símbolo de que
la sociedad tradicional no ha sido destruida, pero de que hay cambios que se deben aceptar.
2. La escuela: el acceso a los estudios sólo lo tiene una fracción reducida de la población. Este
sistema docente sirve para crear una élite evolucionada que integrará los cuadros
administrativos y técnicos necesarios en el gobierno, en las empresas, en los servicios públicos.
Esos cuadros serán intermediarios privilegiados entre la administración local y la población.
Son el puente entre ambos subsistemas. Esto los convierte en un grupo más marginal de la
sociedad colonizada.
3. Los medios laborales: a sociedad colonizadora crean en la colonia nuevos medios laborales:
oficinas administrativas, servicios públicos, etc. En estos medios, el colonizador las
costumbres, actitudes, ambiente que le son familiares y que juzga necesarias y eficaces. Los
indígenas empleados en estos medios se ven inducidos a adoptar tales comportamientos y
valores, ajenos a su cultura original, por respeto al colonizador y por la presión socializadora de
estos.
4. Las iglesias: contribuyen a la interiorización de nuevas formas de conducta, no sólo morales,
sino también sanitarias, económicas, etc. Transmiten conocimientos, valores. Facilitan un cierto
modo de identificación con el régimen colonial, pero de una manera más tangencial: por las
funciones a las que permiten acceder en la iglesia y por las relaciones que establecen entre
personas pertenecientes a los dos subsistemas.

Socialización y dependencia
Allí donde ambos subsistemas se tocan, el subsistema colonizador intenta educar a los miembros
del subsistema colonizado. Pero lo que singulariza a esta forma de socialización es el hecho de que
haga penetrar a los socializados en una cultura y en una sociedad que siempre resultan ajenas. De
ahí que, finalmente, no tengo por efecto socializar para la igualdad, sino más bien para la
dependencia. Los puntos de contacto se convierten en puntos de soldadura. El subsistema
colonizador incorpora de algún modo el sistema colonizado, lo transforma parcialmente, pero son
integrarlo totalmente. La sociedad colonizada acaba por autopercibirse y autodefinirse en y por las
relaciones de dependencia. La sociedad se despersonaliza, no se conoce a sí misma tal como era
antes, porque su historia ha conocido un hiato tremendo. Despersonalización de los individuos y
pérdida de identidad colectiva son dos aspectos, en el ámbito de lo psicológico y lo sociológico, de
un mismo fenómenos de socialización para y en la dependencia.

EL PROCESO DE DESCOLONIZACIÓN

El círculo vicioso de la sociedad colonizada


El sistema colonial aparece a un tiempo como un sistema cerrado y estático y como un sistema
potencialmente dinámico. Lo que la de su carácter cerrado es el hecho de construir una sociedad
tradicional dominada por una sociedad extranjera y poderosa. Esta dominación destruye las
posibilidades de cambio: impide la formación de capital local, desalienta la iniciativa, el gusto por
el riesgo, la confianza en uno mismo. En este sentido cabe hablar de círculo vicioso de la sociedad
colonizada.

Los factores de cambio


Hemos dichos que también entraña elementos potencialmente dinámicos: la sociedad
colonizadora deposita en la sociedad colonizada gérmenes de cambio que maduran con mayor o
menor rapidez y acaban por destruir el sistema colonial. Tal es el caso de la sociedades colonizadas
contemporáneas. Tres factores dinámicos:
1. La sociedad colonizadora introduce en la sociedad colonial unas condiciones previas de
despegue: medios modernos de transporte, de comunicación, industrias tecnológicas,
modelo de conducta económica, moneda y créditos, servicios públicos.
2. El colonialismo descansa en un desequilibrio entre una sociedad todavía tradicional,
mantenida en un estado de dependencia económica, política, cultural y hasta psíquica; y un
sector económico explotado hasta unos límites precisos y delimitados. Pero la sociedad es
una realidad global en cuyo seno no resulta fácil mantener un desequilibrio tan profundo. El
principio mismo de sistema social implica que un desarrollo desequilibrante origine un
proceso de desarrollo que afecte a toda la realidad social, política, cultural y económica. Y
esas fuerzas se vuelven primero contra el régimen colonial, obstáculo principal a su proceso
de desarrollo global.
3. El sistema colonial causa unas frustraciones, suscita deseos, aspiraciones, y provoca
hostilidad. Estos estados psíquicos pueden desencadenar finalmente una voluntad de acción
individual y colectiva, dirigida contra el colonizador y orientada hacia la consecución de
objetivos precisos.

El peso de estos factores en las sociedades colonizadas modernas


Nunca en contraste entre la sociedad tradicional y las innovaciones aportadas por el colonizador
ha sido tan grande como en la sociedad moderna. Jamás el ritmo de cambio fue tan rápido y brutal.
No debe sorprender que un desequilibrio tan profundo y acentuado provoque reacciones
individuales y colectivas más pronunciadas y radicales.

La acción de las élites


Lo que realmente desencadena y orienta el proceso de descolonización es la acción de una élite
que se apoya sobre un sector más o menos importante de la población. La élite se recluta entre
quienes han cursado estudios avanzados, entre quienes ejercen profesiones liberales, o, a veces,
entre los propios jefes tradicionales.
Paradójicamente, se trata de los grupos que más se han beneficiado del sistema colonial, sobre
los que contaba el colonizador para apoyarse. Esta élite, en principio, sólo tiene el apoyo de una
exigua minoría de la población, tropieza con la apatía, indiferencia y hostilidad del resto. También
entre en conflicto con las élites conservadores, temedoras de perder con el cambio las ventajas
adquiridas, o convencidas de que al aventura entraña más peligros que promesas reales.

Los jefes carismáticos


Son quienes aportan la inspiración al tiempo que sirven de símbolos a los movimientos de
independencia. Por sus escritos, palabras, acciones, intentan expresar y representar lo que creen ser
las aspiraciones de una sector dinámico de la sociedad colonizada, cuyas energías procuran
canalizar hacia un objetivo concreto.

Las ideologías
Las élites y los jefes carismáticos crean y propagan la imagen de la independencia, la ideología
que racionaliza los motivos de la independencia, explicita las vías de acceso a esta y predice su
llegada. El proceso de descolonización no es viable sin una imagen guía, exige una inversión de
perspectivas y recurre a energías individuales y colectivas. La ideología de la descolonización
entraña promesas de un futuro mejor. Incluye a un tiempo elementos reaccionarios, por el pasado
que evoca, y elementos progresistas, por las perspectivas de futuro que desvela. Es nacionalista,
induce a la unión unánime de un colectividad, o preconiza la formación de una nueva colectividad
nacional o federal.

La movilización
Unos recursos financieros, técnicos, científicos, humanos o de otra índole resulten disponibles
para una acción colectiva y queden bajo el control de una autoridad aceptada. En el proceso de
descolonización, la movilización supone un cambio de situación. La autoridad colonizadora pierde
el control efectivo de determinados recursos, que pasan a manos de la autoridad no oficial,
compuesta por la élite y los jefes del movimiento. La capacidad de movilización de una élite
descansa sobre su credibilidad, sobre la confianza que puede inspirar en sí misma y en las promesas
que representa. El movimiento de descolonización es un acto basado en confianza en sí misma
realizado por una colectividad a la que el sistema colonial había vaciado progresivamente de esa
confianza. Las probabilidades de éxito dependen del grado de movilización del que es capaz la élite.

LA SOCIEDAD POSTCOLONIAL

La sociedad resultante del proceso descolonizador es una realidad compleja, generalmente muy
variable, inestable, desequilibrada y consiguientemente más dividida que unida, sacudida a menudo
por revueltas y golpes de Estado.

La dependencia continua
Es más fácil alcanzar la independencia política que la dependencia económica. La economía de
una sociedad colonizada depende de otras economías más avanzadas. Pero ahora, la nación nueva
debe ganarse la confianza de los proveedores extranjeros, a los que debe recurrir para obtener
capitales, administradores, técnicos, y debe movilizar los recursos internos hasta entonces fieles a la
autoridad colonial. Esto se suele traducir en una crisis económica que puede resultar más acentuada
porque se deben realizar inversiones más sociales que económicas: sanidad, educación,
administración pública. Las dificultades económicas que debe afrontar la joven nación acentúan la
dependencia económica, en vez de librarla de ésta.

Aspiraciones frustradas y desviadas


La tentación de mantener la dependencia económicas es tanto más fuerte en cuanto que ésta
responde a los aspiraciones de importantes sectores de la población. Las aspiraciones económicas
suscitas por el movimiento descolonizador no encuentran cabal satisfacción en la sociedad
postcolonial. Sobreviene, entonces la decepción. Las aspiraciones suscitadas son mucho más las de
una sociedad de consumo de masas que las de una sociedad de producción. Han sido modeladas
sobre las condiciones y modos de vida del colonizador. Se fomenta así las persistencia de una
economía de comercio, y no el despegue de una economía industrial. Estas aspiraciones frustradas
son un obstáculo al desarrollo económico, y de la sociedad postcolonial.

Sudamericanización o dirigismo
La sudamericanización es una orientación de tipo capitalista liberal. Consiste en el reforzamiento
de una clase o clases ricas o privilegiadas, que se benefician de las relaciones económicas con los
mercados exteriores, ya sea por estar directamente asociados a estos, ya sea por el poder o las
ganancias indirectas que sacan del colonialismo económico. Entre la minoría privilegiada y el resto
de la población, el abismo económico y social es muy grande, los canales de ascensión social
quedan prácticamente bloqueados.
El dirigismo es una voluntad y un plan de desarrollo global más colectivista. El dirigismo se
apoya sobre un intenso militantismo popular: de esta índole es el modelo chino o cubano. O
también, el dirigismo puede ser autoritario, acomodándose a ciertos acuerdos con elementos de la
clase poderosa, tal es el caso del socialismo mitigado. En el modelo dirigista, el poder político está
en manos de un único partido, de un gobierno dictatorial o una junta militar.
Ambos modelos abren un abismo entre la clase rectora favorecida y la mayoría campesina. Estos
modelos tienen perspectivas diferentes. El modelo de la sudamericanización parece condenado al
estancamiento y el modelo dirigista da mayores posibilidades de desarrollo, a condición de no caer
en la utopía y la corrupción.

Las élites
En la sudamericanización, la élite de poder es una élite de clase. El poder político, económico,
cultural, religioso incluso, se concentra en manos de una misma clase poderosa, hereditaria, cuya
riqueza estriba en la propiedad de tierras y en el comercio.
En la sociedad dirigista, la élite del poder sólo es relativamente cerrada. Sus componentes se
reclutan entre quienes han cursado estudios o se han adherido al partido instalado en el poder. Es
una élite en la que el denominador común es la comunión en una misma ideología. Está
directamente vinculada al poder político, a través de las numerosas ramificaciones del partido o de
la administración pública.

Luchas y conflictos
La vida de las sociedades postcolonizadas abunda en conflictos y revueltas. El régimen debe
afrontar las revueltas populares. Las masas campesinas sufren, o bien la explotación por parte de la
clase pudiente en la sudamericanización, o bien la política adoptada por la élite rectora ene l cao del
dirigismo. Estas revueltas son duramente reprimidas, pero su amenaza es constante.
En la sudamericanización, las élites de clases están amenazadas por élites radicales que buscan el
apoyo de la masa para arma una revolución, derrocar a la élite de poder, e instaurar el modelo
dirigista. Pero estas élites rara vez fomentan algo más que agitación o revueltas localizadas.
En el dirigismo la oposición contrarrevolucionaria suele ser suprimida. Pero la lucha de las élites
es casi siempre de índole ideológica: opone un socialismo más moderado a un socialismo más
radical, un socialismo más nacionalista a un socialismo más imperialista.
La identidad nacional, en cuyo nombre se llevó a cabo el proceso descolonizador, puede ser
objeto de conflictos. En muchos casos se suele tratar se una identidad artificial, en la que se ha
creído unir a diversos grupos raciales, étnicos, etc. Las dificultades y frustraciones de la situación
postcolonial rompen esa precaria unión.

Sociedad postcolonial, desarrollo y neocolonialismo


La independencia política no entraña, de suyo, ni el desarrollo ni la descolonización. La sociedad
postcolonial suele ser una sociedad atormentada, divida, frustrada. Corre el riesgo de estancarse
económicamente, de debilitarse en las luchas internas por el poder, de favorecer a una minoría
privilegiada. El desarrollo es problemático y escapa a la voluntad popular.
Existe un cierto neocolonialismo que toma las forma de: colonialismo económico, dependencia
ideológica, imitación de los antiguos colonizadores por parte de las élites en el poder, sistema
escolar calcado sobre el de una nación avanzada.

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