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EL BUITRE (Franz Kafka)

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya me había destrozado los zapatos y los calcetines, y ahora ya me
picoteaba los pies. Siempre daba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego continuaba su obra.
Llegó un señor, se quedó mirando un momento y me preguntó por qué aguantaba yo al buitre.
-Estoy desamparado -le dije-; llegó y comenzó a darme picotazos; yo traté de espantarlo y hasta pensé torcerle el
pescuezo, pero estos animales son muy salvajes y quería írseme a la cara. Decidí sacrificar mis pies; ahora casi me
los ha destrozado.
-No se deje sacrificar -dijo el señor-; basta un tiro y el buitre se terminó.
-¿Cree usted? -pregunté-, ¿quiere ayudarme en este trance?
-Con mucho gusto -dijo el señor-; sólo tengo ir a casa a buscar el revólver, ¿podrá usted aguantar media hora más?
-No lo sé -respondí, y por un momento quedé rígido de dolor; luego añadí-: por favor, inténtelo de todas maneras.
-Bien -respondió el señor-, voy a apurarme con mi revólver. El buitre había escuchado con calma nuestro diálogo,
mirándonos al señor y a mí. De repente me di cuenta que había entendido todo; voló un poco, retrocedió para darse
el impulso necesario, y como un atleta que arroja la jabalina ensartó el pico en mi boca, hasta el fondo. Al irme de
espaldas sentí como me liberaban; que en mi sangre, que llenaba todas las profundidades y que rebasaba todos los
límites, el buitre, inexorablemente, se ahogaría.

Nombre de la obra y del autor: EL BUITRE, Franz Kafka


Tema central de la obra: Una crítica al ser humano como ente social pasivo.
Principales ideas de la lectura: La obra gira en torno a la angustia percibida a través de los ojos de los tres personajes
como tres perspectivas distintas; la primera es la obvia, el narrador que es atacado por el buitre; este es un ser
humano pasivo y por lo tanto su óptica es estrictamente fatalista y resignada. La segunda perspectiva es la del
hombre que lo ve al pasar y que le ofrece una solución; este personaje tiene una perspectiva realista pero voluntariosa
aunque no deja de ser un ser humano práctico y activo. La tercer perspectiva es la del buitre; un ave de rapiña que
actúa como un personaje dominante sin el menor reflejo de humanidad, que no debe tenerlo puesto que es un buitre;
que no siente culpa y tampoco puede sentir empatía alguna con alguien a quien considera más débil en la jerarquía
evolutiva
Resumen: Un personaje es atacado por un buitre en el área de los pies; el buitre está devorando sus zapatos y en
ese momento un hombre que pasa al ver su triste condición le ofrece ayuda; él le dice que puede acabar con el buitre
pero debe ir a su casa por un arma y regresar; el protagonista acepta no muy convencido, sin embargo el buitre ha
escuchado todo y cuando el hombre se retira, el ave se lanza contra el protagonista y le comienza a destrozar la cara
empezando por la boca, el protagonista sin moverse siente un gran alivio porque sabe que al menos su sangre
terminará ahogando al ave de rapiña.
Opinión personal: En lo personal creo que este cuento está cargado de una severa crítica social; es la
caricaturización de una sociedad pusilánime y conforme personificada por el narrador de la historia; que hubiera
podido golpear al ave; salir corriendo cada vez que el buitre se aleja para volar en círculos; buscar un objeto para
enfrentarse a él., etc. pero en lugar de elegir una acción el personaje elige la pasividad como respuesta a las ansias
inacabables de destrucción; nos obliga a pensar en la sociedad sumisa y obediente que se conforma con la vida
mecanizada a la que la ha limitado el estado moderno, que termina asimilando ese estilo de vida y lo convierte en su
zona de confort. Pero el estado es un ave de rapiña; nunca tan perfectamente ejemplificada, de grandes fauces y
estomago sin fondo que devora lo mismo a un hombre que a una sociedad entera. Pero también podríamos afirmar
que es la clara confrontación de lo personal contra lo colectivo; el yo y el superyó en una guerra para lograr imponerse.
La pasividad del protagonista pareciera ser el refugio personal de quien busca conservar su individualidad; las ansias
de la bestia sanguinaria, por otro lado, representaría la colectividad que muestra una feroz resistencia a lo otro, a lo
distinto, a lo diferente y más aún si el portador de esa individualidad es renuente a enfrentarla; entonces la devora,
tal como el buitre; que fiel a su naturaleza se alimenta de la carroña; porque debemos precisar que un espíritu que
no combate ya ha dejado de estar vivo; es pues, la rapiña con que se alimenta el estado, la máquina voraz; el buitre
kafkiano.
Conclusiones: En este cuento Franz Kafka nos obliga una vez más a presenciar el horror de la realidad circundante;
porque el ser pasivo no es solo un individuo; no es Kafka impávido como siempre frente a la adversidad subjetiva;
maniatado en la compleja relación con su padre; no es el narrador que hace de la derrota su forma de vida y de la
resignación su redención; es el reflejo de una sociedad entera angustiada pero cansada; cansada de enfrentarse a
los dueños del mundo que dictan las reglas y que amenazan con devorarlo; que se resigna a perder los zapatos.
Dos amigos (Jean de la Fontaine)

En el mundo en que vivimos la verdadera amistad no es frecuente.

Muchas personas egoístas olvi

dan que la felicidad está en el amor desinteresado que brindamos a los demás.

Esta historia se refiere a dos amigos verdaderos. Todo lo que era de uno era también del otro; se
apreciaban, se respetaban y vivían en perfecta armonía.

Una noche, uno de los amigos despertó sobresaltado. Saltó de la cama, se vistió apresuradamente y
se dirigió a la casa del otro.

Al llegar, golpeó ruidosamente y todos se despertaron. Los criados le abrieron la puerta, asustados, y
él entró en la residencia.

El dueño de la casa, que lo esperaba con una bolsa de dinero en una mano y su espada en la otra,
le dijo:

-Amigo mío: sé que no eres hombre de salir corriendo en plena noche sin ningún motivo. Si viniste a
mi casa es porque algo grave te sucede. Si perdiste dinero en el juego, aquí tienes, tómalo…

…Y si tuviste un altercado y necesitas ayuda para enfrentar a los que te persiguen, juntos
pelearemos. Ya sabes que puedes contar conmigo para todo.

El visitante respondió:

-Mucho agradezco tus generosos ofrecimientos, pero no estoy aquí por ninguno de esos motivos…

-Estaba durmiendo tranquilamente cuando soñé que estabas intranquilo y triste, que la angustia te
dominaba y que me necesitabas a tu lado.

-La pesadilla me preocupó y por eso vine a tu casa a estas horas. No podía estar seguro de que te
encontrabas bien y tuve que comprobarlo por mí mismo.

Así actúa un verdadero amigo. No espera que su compañero acuda a él sino que, cuando supone
que algo le sucede, corre a ofrecerle su ayuda.

La amistad es eso: estar atento a las necesidades del otro y tratar de ayudar a solucionarlas, ser leal,
generoso y compartir no sólo las alegrías sino también los pesares.

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