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Colombia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad
ICESI, de acuerdo con el Artículo 32 de la Ley 23 de 1982. Y con el Artículo
22 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena.

ARTÍCULO 32:

“Es permitido utilizar obras literarias o artísticas o parte de ellas, a título de


ilustración en obras destinadas a la enseñanza, por medio de publicaciones,
emisiones o radiodifusiones o grabaciones sonoras o visuales, dentro de los
límites justificados por el fin propuesto o comunicar con propósito de
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universitarios y de formación personal sin fines de lucro, con la obligación de
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Artículo 22 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo Cartagena.

ARTÍCULO 22:

Sin prejuicio de lo dispuesto en el Capítulo V y en el Artículo anterior, será


lícito realizar, sin la autorización del autor y sin el pago de remuneración
alguna, los siguientes actos:

b) Reproducir por medio reprográficos para la enseñanza o para la


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por el fin que se persiga, artículos lícitamente publicados en periódicos o
colecciones periódicas, o breves extractos de obras lícitamente publicadas, a
condición que tal utilización se haga conforme a los usos honrados y que la
misma no sea objeto de venta o transacción a título oneroso, ni tenga directa
o indirectamente fines de lucro;...”.
INTRODUCCIÓN

Enrique Cárdenas, José Antonio Ocampo


y Rosemary Thorp
t
\

En los años noventa, "protección", "sustitución de importacio-


nes" e "intervención" se convirtieron en palabras malsonantes,
en parte de la "leyenda negra" del desarrollo que experimentó
la América Latina durante el periodo de posguerra. Como acon-
tece con la mayoría de las "leyendas negras", ésta es a la vez
""'" I verdadera y falsa. Este libro intentará dar cuenta, de modo
;1 más profundo y lo más desapasionado posible, de los controver-
tidos años que van desde el final de la segunda Guerra Mun-
dial hasta el punto en el que casi en la totalidad de la América
Latina, aunque con fechas diversas en diferentes países, se pre-
senta una discontinuidad en la cual el "estilo de desarrollo" de
la posguerra dejó de desempeñar un papel central en la evolu-
ción económica de la región. Como bien sabemos, este proceso
desembocó finalmente en una nueva fase en la que "el merca-
do" adoptó el papel principal en la estrategia de desarrollo.
El análisis se basa en siete estudios que abarcan once países.
Estos estudios se discutieron en dos talleres, en septiembre de
1996 en Oxford, yen mayo de 1997 en Paipa, Colombia. 1 Los
conceptos principales que surgieron del debate se desarrollan
en dos capítulos conceptuales que encabezan el libro. En cuanto
al aspecto microeconómico, como dejan claro Katz y Kosakoff
en el capítulo primero, el concepto fundamental es el "proceso
de maduración" o "evolutivo" que caracteriza al desarrollo tan-
to de instituciones como de capacidad tecnológica. En cuanto
al aspecto macroeconómico, en el capítulo segundo FitzGerald
explora el tema de la acumulación por parte de los sectores
privado y público, y su relación con la industrialización de la
posguerra y la crisis fiscal del Estado. Esto proporciona una
1 Queremos agradecer el esfuerzo y la generosidad de todos los participantes,
quienes no sólo tomaron parte activamente en los talleres sino que también han per-
mitido el uso de sus ideas en esta Introducción. Algunos de ellos han aportado asimis-
mo comentarios y documentación, además de observaciones pertinentes respecto al
texto.
9
...,
10 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 11

"ubicación" de la teoría de la CEPAL, cuyo trabajo es en su fiere tanto a un papel nuevo y ampliado del Estado, como a la
mejor formulación una teoría de la acumulación de capital. El sustitución de importaciones. Además, la industria moderna
capítulo tercero, a cargo de Webb, presenta una perspectiva apareció por primera vez a una escala significativa en varios
histórica del pensamiento de instituciones financieras multila- de los países de la región a fines del siglo XIX y principios del
terales de la época. xx, como respuesta a la expansión e integración de los merca-
El libro intenta contestar varias preguntas: ¿cuáles son los dos internos inducida por una integración creciente a la eco-
aspectos distintivos del "estilo de desarrollo" que caracterizó a nomía internacional. Por razones obvias, ese primer asomo de
ese periodo? ¿Lo define bien el concepto común de "industria- industrialización fue estimulado en gran medida por la susti-
lización por sustitución de importaciones" (ISI)? ¿Proporcio- tución de productos que habían sido importados hasta la fecha,
nan un solo estereotipo las distintas experiencias nacionales? sobre todo bienes de consumo, y de esta manera se le puede cali-
¿Qué fuerzas internas y externas dieron forma a las pautas de ficar también como "industrialización por sustitución de impor-
desarrollo? ¿Cuál fue el papel de las ideas y, en particular, qué taciones". Además, en varios casos (Brasil,·Chile, Colombia y
función tuvieron las ideas de la CEPAL? Dadas las limitaciones México son ejemplos notorios), la protección promovió dichos
existentes, ¿cuáles eran las opciones reales a la industrializa- enlaces internos durante la era de las exportaciones, como
ción hacia adentro? ¿Cuáles fueron los beneficios y los costos parte de una práctica internacional del momento (véase la in-
del camino seguido? ¿Hasta qué punto fueron la crisis de la deu- troducción y los casos de países concretos en Lecturas 93 de
da y los problemas de ajuste de los años ochenta un reflejo de EL TRIMESTRE ECONÓMICO, respecto a la era de las exportacio-
esos costos? ¿Fueron estos problemas resultado de contradic- nes, que complementa este volumen).
ciones internas del modelo de desarrollo seguido, o, más bien, La "sustitución de importaciones" también es un concepto
de la inestabilidad política, el mal manejo macroeconómico o de imperfecto por muchas otras razones. Durante los años de pos-
razones exógenas? Como veremos, las respuestas a estas pre- guerra, el sector de exportaciones continuó desempeñando un
guntas varían según el país y el subperiodo, y, en realidad, son papel fundamental, aunque de manera creciente como fuente
menos nítidas de lo que a menudo se supone. de las divisas que se requerían para financiar las importacio-
La sección I de esta Introducción explora el tema principal nes de bienes intermedios y de capital que no se producían
del volumen. La sección II analiza el contexto, tanto nacional internamente. En la mayoría de las economías minero-expor-
como internacional, al que la industrialización de la posguerra tadoras --en particular Venezuela a lo largo del periodo de
estaba respondiendo. La sección III examina los resultados análisis-las rentas mineras eran una de las fuentes principa-
globales de este proceso en la América Latina. les de acumulación de capital. Es más, en muchos países, sobre
todo en los pequeños, la industrialización no sustituyó total-
1. EL TEMA DEL VOLUMEN mente el modelo primario-exportador, que, como deja claro el
capítulo de Cohen sobre Centroamérica de este volumen, con-
El objetivo de nuestro estudio es el periodo de industrializa- tinuó dominando las tendencias de desarrollo, sino que además
ción acelerada que siguió a la segunda Guerra Mundial en paí- se superpuso a él. En algunos de los países medianos y grandes
ses latinoamericanos de dimensiones grandes y medianas, con la promoción de exportaciones se introdujo como un compo-
efectos de "eco" en los más pequeños. En muchos casos, la pau- nente esencial de la estrategia de desarrollo en alguna etapa
ta de desarrollo de la posguerra mostró una clara continuidad del proceso de industrialización, que, en estos casos, se convir-
con los años treinta o incluso anteriores, hecho que se destaca tió en un "modelo mixto" que combinaba la sustitución de im-
en varios de los estudios. A ese periodo se le ha calificado por portaciones con la promoción de exportaciones. El modelo
lo común como de "industrialización por sustitución de impor- también fue "mixto" en algunos países en momentos diferen-
taciones", pero esta etiqueta no resulta muy útil, ya que se re- tes por cuanto promovió activamente, con instrumentos simi-
"
12 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 13

lares a los utilizados para fomentar la industrialización, varias resultó cierto de manera creciente en los años que siguieron al
actividades agrícolas que sirvieron para generar ingresos de primer choque petrolero. En este sentido, la estrategia de "in-
exportación o produjeron productos alimenticios para una dustrialización acelerada" se abandonó en muchos países a
creciente población urbana o insumos para el sector manufac- principios de los años setenta, a pesar de que las manifestacio-
turero. Además, a pesar del proteccionismo, a menudo no hubo nes de esta política mantuvieron su propia inercia. A lo largo
sustitución de importaciones neta durante el proceso y ésta no de este proceso, la ideología que orientaba la formulación de
fue siempre, o de manera constante, la mayor fuente de creci- políticas estatales se desvió gradualmente de la protección ha-
miento, incluso en las nuevas industrias, mientras que la de- cia la apertura y la confianza en las virtudes de la competencia
manda nacional tuvo por lo general un papel más constante. internacional. Sin embargo, con excepción de Chile, la nueva
Por tanto, la mejor expresión de la esencia del periodo que ideología no se impuso hasta la segunda mitad de los años
abarca este volumen es la de "industrialización dirigida por el ochenta y, en particular, en los noventa. Así, en muchos países
Estado" o "industrialización acelerada" ,2 un proceso que estu- hubo un gran lapso entre el fin efectivo de la era de la indus-
vo acompañado de una transformación profunda de las socie- trialización dirigida por el Estado y el surgimiento de la nueva
dades y economías particulares. Sin duda, la industrialización estrategia de mercado.
acelerada sólo fue posible mediante la integración de los mer- El proceso de industrialización acelerada debe ser analiza-
cados nacionales, y un papel mayor y más ubicuo del Estado. do conjuntamente con la transformación del Estado y la socie-
Se desarrolló a la par de la urbanización y del papel creciente dad que lo acompañó. Las dimensiones de economía política,
de los sindicatos de trabajadores, las asociaciones empresaria- que se reflejan en la aparición de nuevos actores en escena, ta-
les y las empresas estatales. Incluyó una amplia gama de apoyo les como las organizaciones empresariales, los sindicatos, los
gubernamental por medio de su paquete de políticas fiscales, movimientos campesinos y los tecnócratas, así como la trans-
comerciales y de tipo de cambio. A pesar de que muchas de es- formación de partidos y movimientos políticos que acompaña-
tas medidas aparecieron por primera vez durante los años ron estos procesos, crecieron en profundidad y complejidad a
treinta como consecuencia de la Gran Depresión y algunas in- lo largo de nuestro periodo de análisis. En varios países dieron
cluso la antecedieron (véase el volumen anterior de esta Serie lugar a importantes conflictos sociales. La Revolución cubana
de Lecturas), no fue hasta el periodo de posguerra cuando se aceleró este proceso, pero probablemente no fue hasta los años
desarrolló y se puso en marcha una política más consciente setenta cuando el conflicto social se convirtió en la canicterís-
para acelerar la industrialización. tica dominante, hasta el punto de minar la confianza de los in-
Esta política se explotó hasta el punto (variable según los versionistas en varios países.
países) en que los rendimientos decrecientes de su uso empe-
zaron a hacerse evidentes. Como lo hemos mencionado, esto
llevó en algunos casos a una racionalización de la estrategia de 11. FUERZAS EXTERNAS E INTERNAS QUE MOLDEARON
EL PROCESO DE DESARROLLO
desarrollo hacia un "modelo mixto", manteniendo, sin embar-
go, una gran intervención del Estado. Los antiguos modos de 1. El contexto externo
intervención se conservaron pero en muchos países se separa-
ron crecientemente de estrategias de desarrollo de cualquier La característica sobresaliente de la posguerra fue el nuevo
tipo, a medida que la gestión a corto plazo de los auges y las dominio de los Estados Unidos. Mientras los países europeos
crisis pasó a dominar totalmente el panorama económico. Esto habían sufrido una destrucción terrible, la capacidad produc-
2 Un participante de uno de los talleres, David Pollock, asistente personal de
tiva estadunidense se había incrementado 50% durante la gue-
Prebisch durante años, considera que Prebisch prefería el concepto de "industriali- rra y en 1945 producían más de la mitad del total de los pro-
zación interna acelerada" y que lo usaba frecuentemente en las discusiones. ductos fabricados en el mundo, y fueron capaces de convertir
14 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 15

rápidamente la capacidad productiva de tiempos de guerra pero no consiguieron dar luz a la Organización Internacional
en producción para tiempos de paz. Y lo que es más significa- de Comercio (QIC).4
tivo aún, los Estados Unidos poseían la mitad de la capacidad Lo que sólo iba a quedar claro con el tiempo era lo secunda-
de transporte marítimo del mundo, comparado con sólo 14% rio de la posición que ocupaba la América Latina en la política
en 1939, y aportaban un tercio de las exportaciones mundia- de los Estados Unidos en los primeros años de la posguerra.
les, mientras sus compras en el exterior sólo representaban Así quedó demostrado con la serie de conferencias que empe-
una décima parte de las importaciones mundiales (Ashworth, zó en Chapultepec en 1945 antes de culminar la guerra. La oc-
1987, p. 266). tava Conferencia Interamericana de Chapultepec fue una
Los Estados Unidos también tenían una agenda relativamen- desilusión, ya que las cuestiones económicas se pospusieron
te clara. Así como en los años que transcurrieron entre las dos para ser discutidas en una conferencia dedicada específicamen-
guerras los indicios que apuntaban hacia la necesidad de un te a ellas. A pesar de ello, la América Latina parecía al menos
cambio en el sistema internacional existían pero eran débiles estar en la agenda, y era posible firmar piadosas declaraciones
y contradictorios, al terminar la segunda Guerra Mundial se respecto al libre comercio y a la vez reservarse el derecho a
percibía de manera clara que el sistema internacional había hacer las excepciones que parecieran convenientes. En rela-
colapsado y que se requería un cambio institucional radical. ción con el tema\ que más preocupaba a los Estados Unidos
Con los Estados Unidos a la cabeza, se efectuaron conversacio- -las condiciones para las inversiones extranjeras directas-
nes a muchos niveles durante la propia guerra para preparar- los se mostraron bastante interesados en
se para construir la paz. El programa económico consistía en i) responder. Pero la económica se pospuso tan a me-
desarrollo institucional para asegurar un comercio y corrientes nudo que Rabe (1978) la bautizó como la conferencia "evasi-
de capital estables y en expansión; ii) el uso de esas institucio- va". Cuando se celebró la novena Conferencia Interamericana
nes para reducir los controles nacionales discriminatorios, y en Bogotá en 1948, después de la invención del Plan Marshall y
iii) una recuperación suficientemente rápida de los principa- de audaces sugerencias de que ya era hora de que se hiciera un
les socios comerciales para complementar la renovación insti- esfuerzo similar en la América Latina, la preocupación principal
tucional del sistema internacional. El programa dio forma al del general Marshall fue persuadir a las naciones latinoameri-
acuerdo de Bretton Woods de 1944, que estableció la creación canas de que los estadunidenses tenían demasiada responsabi-
del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial lidad como reconstructores de la paz y la seguridad mundiales
(BIRF), orientado específicamente hacia el retorno a un siste- como para ser considerados una fuente financiera para él res-
ma estable de tipos de cambio y un suministro adecuado de to del hemisferio. s El corolario fue que lo esencial era garanti-
capital de largo plazo, con una liberación progresiva de las zar que el capital privado pudiera cumplir, por tanto, con ese
economías europeas. 3 A medida que se consideró que estas po- papel. Los conflictos en torno de la "doctrina Calvo" -la impo-
líticas eran por sí solas insuficientes para darle impulso a la sibilidad por parte de los residentes extranjeros de apelar a su
reactivación de las economías europeas, el Plan Marshall de
4 La "Carta de La Habana" que configuró la Organización Internacional del Co-
1947 concibió un papel más radical para los Estados Unidos. mercio (OlC) nunca fue ratificada por muchos de los signatarios, incluidos los Esta-
Largas negociaciones concluyeron en el Acuerdo General so- dos Unidos. Intentar liberar el comercio inmediatamente sin apoyo institucional
bre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), firmado en 1947 para negociar tal cambio fue una propuesta poco realista (véase Dam, 1970). Como
resultado, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GA'IT) se re-
en Ginebra por 23 naciones (incluidas Argentina, Chile y Cuba), quirió para desempeñar el papel que se había concebido para la OlC, pero no incor-
poró el contenido organizacional y sustantivo que se pretendía con ella.
3 Es importante destacar que se esperaba que el retorno a los mercados libres s Department oi State Bulletin, 11 de abril de 1948. Esto estuvo asociado con las
llevaría algún tiempo: habría que esperar hasta mediados de los años cincuenta, sin dificultades que enfrentó el gobierno de los Estados Unidos para que el Congreso
lugar a dudas. No se previó que las cuentas de capital se liberarían. La práctica fue, aprobara el Plan Marshall. Véase este tema y las discusiones latinoamericanas de la
así, más intervencionista que la teoría. época, particularmente en Brasil, en Furtado (1989), cap. ll.
.....
16 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 17

gobierno- fueron tales que desde entonces el sector privado yarían esta iniciativa. La Revolución cubana de 1959 hizo que
estadunidense aconsejó con fervor que se abandonara la idea dicha iniciativa se tornara urgente. En 1960 se firmó el anun-
de una conferencia y que se centrara la atención en negociacio- cio de la creación del Banco Interamericano de Desarrollo
nes bilaterales de la legislación relativa a las inversiones ex- (BID), y en su seno el Fondo Fiduciario de Progreso Social,
tranjeras directas (Rabe, 1978, p. 289). Eso fue lo que sucedió. creado de manera específica para conceder préstamos a los
Otra característica del periodo de la posguerra fue el con- sectores descuidados por las organizaciones financieras exis-
senso creciente con respecto a que la industrialización de los tentes (educación, salud, agricultura, etc.). A ésta le siguió una
países en desarrollo representaba interesantes oportunidades iniciativa más ambiciosa, la Alianza para el Progreso, que con
tanto para la inversión como para la venta de maquinaria y el liderazgo del presidente Kennedy fue formalmente creada
equipo. Por su parte, en la América Latina, las grandes reser- mediante la Carta de Punta del Este en agosto de 1961. Dicha
vas de divisas que se habían acumulado al finalizar la guerra iniciativa también reforzó las pautas de intervención del Esta-
se desvanecieron antes de lo que nadie creía posible, y se recu- do de posguerra. Los temas clave eran la integración, la pla-
rrió drásticamente a los controles directos a las importaciones. neación, la reforma tributaria, la reforma y modernización
Cuando las empresas extranjeras se percataron de que esta- agraria y la inversión en los sectores sociales, muchos de ellos
ban por completo excluidas del mercado por medio de estas primordiales en el programa que la Comisión Económica para
restricciones, se produjo un gran incentivo para comenzar a América Latina (CEPAL)6 de las Naciones Unidas había estado
producir localmente, ya que de repente era la única opción. proponiendo desde los años cincuenta. Muchas iniciativas en
Así pues, el temprano auge de posguerra y la reestructura- estos campos se pusieron en marcha, la corriente de fondos
ción del modo de inserción internacional de la América Latina externos se incrementó y el BID pudo enfocar la financiación
fueron unidos. Como señala Webb, el Banco Mundial fue muy hacia los sectores descuidados. Sin embargo, la corriente de
tolerante con el proteccionismo en los países en desarrollo fondos resultó ser menor de lo prometido, y el carácter atado
(aunque no tanto con Europa), y prefirió una mezcla de pro- de la ayuda estadunidense y el requisito de que debían efec-
moción de exportaciones y sustitución "eficiente" de importa- tuar la compra de bienes estadunidenses "adicionales" a los
ciones; también favoreció sigilosamente el proteccionismo de que se habrían importado de todos modos, se convirtió en una
las industrias que el Banco o la Corporación Financiera Inter- fuente de fricción. A fines de los sesenta ya era claro que las
nacional estaban financiando. Tampoco tuvo tanta influencia expectativas que había generado la Alianza para el Progreso a
en la formulación de la política como ocurrió después. En los comienzos del decenio no se habían cumplido.
primeros años de su existencia (e incluso decenios), el FMI Mientras tanto, la economía mundial había iniciado un pe-
tampoco se opuso a la protección, y hasta tendió a aceptarla riodo de prosperidad sin precedentes. La Gran Depresión de
como un instrumento complementario útil para corregir los. los años treinta, unida a los estímulos a la innovación que sur-
desequilibrios de pagos. gieron a raíz de la guerra, había creado una acumulación de
A su debido tiempo, naturalmente, la América Latina pasó a tecnología que esperaba a ser aplicada. Estas oportunidades,
ocupar un lugar más prominente en la política de los Estados el éxito de la reconstrucción de Europa, el retorno gradual
Unidos. De la misma manera en que había ocurrido en los pri- pero estable a un comercio más libre y la aplicación exitosa
meros años de la posguerra, ello estuvo íntimamente relacio- de los instrumentos de estabilización macroeconómica, entre
nado con la importancia de la región en la lucha contra el otros factores, ayudaron a desatar el crecimiento económico
comunismo. Los Estados Unidos no apoyaron las primeras ini- más rápido del siglo xx en los centros industriales del mundo.
ciativas latinoamericanas para crear un banco de desarrollo El crecimiento del Estado benefactor y, en algunos países, de
regional. En 1958, en la reunión del Consejo Económico y So- 6 Las siglas inglesas de esta Comisión se convirtieron en ECLAC y las francesas en
cial Interamericano, los Estados Unidos anunciaron que apo- CEPALC cuando se incorporó el Caribe.
..
18 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 19

las empresas públicas, condujo a una expansión a gran escala A principios de los años setenta, cuando estaba culminando
del Estado en las economías de mercado desarrolladas, a lo la era de la "industrialización dirigida por el Estado" en la
que acompañó la expansión de economías centralmente pla- América Latina, la economía mundial había experimentado
neadas. En 1950-1973 el crecimiento económico de los países cambios significativos con respecto a lo que había sido carac-
industrializados se aceleró, no sólo en relación con el periodo terístico en los primeros años de la posguerra. Una economía
que transcurrió entre las dos Guerras Mundiales, sino también dinámica había remplazado a la economía mundial paralizada
con respecto a la fase anterior de rápida expansión, 1870-1913. del periodo de entre guerras y los sistemas financieros y de co-
Lo que es más, esto formaba parte de (e impulsó en gran medi- mercio internacional habían sido reconstruidos. Las corpora-
da) una expansión económica mundial generalizada sin prece- ciones transnacionales se habían transformado en agentes
dentes. Como deja claro el cuadro 1, el crecimiento económico importantes de la economía internacional. El Estado se había
mundial alcanzó un ritmo de 4.9% anual en 1950-1973, en com- convertido en un elemento clave de las economías de mercado
paración con el 2.1 % de 1870-1913, según las estimaciones de -y, obviamente, en el elemento clave de las economías que no
Maddison. A este crecimiento lo acompañó también la expan- eran de mercado-, pero una de las maneras más antiguas de
sión del comercio mundial más rápida de la historia: las expor- intervencionismo del Estado, el proteccionismo, estaba siendo
taciones mundiales reales crecieron a un ritmo anual de 7% en sometido a un proceso gradual de erosión negociada. Las insti-
1950-1973, superior al 3.4% de 1870-1913.7 El crecimiento del tuciones de Bretton Woods, el GATT, las organizaciones de las
comercio continuó siendo muy rápido incluso después de que Naciones Unidas y varias organizaciones regionales -en par-
las economías industrializadas y la economía mundial en su ticular las que apoyaban la integración europea- habían queda-
conjunto se desaceleraron, después del primer choque petro- do bien establecidas, dando una sensación de intervención del
lero. El crecimiento de corporaciones transnacionales tam- Estado en un ámbito más global.
bién formó parte de este proceso. Finalmente, con retraso, el El crecimiento rápido se había "filtrado" hasta los países en
crecimiento del comercio y de las inversiones directas estuvo desarrollo, tanto por medio del comercio como de los canales
acompañado por la reconstrucción de un sistema financiero de inversión. La expansión del comercio mundial se centró en
internacional, que había sido severamente afectado por la cri- gran medida en transacciones entre naciones industrializadas,
sis de los años treinta. y las reducciones de aranceles mantuvieron una estructura
CUADRO 1. Crecimiento económico mundial discriminatoria con respecto a la importación de productos
manufacturados ligeros y algunos productos agropecuarios.
f870-1913 1913-1950 1950-1973
--- Sin embargo, la expansión brindó oportunidades a nuevas ex-
PlB per PIBper PlB per
PlB
capita PlB
capita PIB
capita
portaciones de la periferia, de las que se aprovecharon rápida-
mente algunos países en desarrollo, en particular del este y el
Europa Occidental 2.1 1.3 1.4 0.9 4.7 3.9
Estados Unidos, sureste de Asia. Asimismo, el crecimiento del sistema finan-
Canadá, Australia ciero internacional se centró en gran medida en transacciones
y Nueva Zelanda 3.9 1.8 2.8 1.6 4.0 2.4 financieras entre países desarrollados, pero desde fines de los
Europa del Sur 1.5 1.1 1.3 0.4 6.3 4.9
2.4 1.0 1.6
años sesenta, por lo menos, empezó a ofrecer oportunidades en
Europa del Este 1.2 4.7 3.5
América Latina 3.3 1.5 3.4 1.5 5.3 2.5 gran escala para la financiación externa de los países en des-
Asia 1.1 0.6 1.0 0.1 6.0 3.8 arrollo, como opción a los bancos multilaterales y los orga-
África 1.1 0.4 3.0 1.0 4.4 2.0 nismos bilaterales. Los países en desarrollo experimentaron,
Mundo 2.1 1.3 1.9 0.9 4.9 2.9 como consecuencia de todo ello, su propia fase de expansión
FUENTE: Maddison (1995).
rápida, como indica el cuadro 1, y, sin lugar a dudas, la Améri-
7 Véase Maddison (1995), cuadro 1-4. ca Latina fue parte de esa historia. De todos modos, con algu-
20 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 21

nas excepciones notorias, el PIB per capita creció menos en la Chenery et al, 1986). Esta última clasificación está asociada a
"Periferia" que en el "Centro" de la economía mundial. De es- la idea, generalizada en el periodo que estamos analizando, de
ta manera, las diferencias entre los ingresos tendieron a acre- que hubo una primera fase de sustitución de importaciones
centarse en la economía mundial durante su "edad de oro". Se "fácil", durante la cual se desarrolló la mayoría de los sectores
crearon nuevos mecanismos para favorecer la difusión del productores de bienes de consumo no duraderos, y fases poste-
progreso, tanto en el ámbito internacional (por ejemplo, el Sis- riores en las que la sustitución de importaciones se hizo más
tema Generalizado de Preferencias y los acuerdos internacio- "profunda" y se produjeron no sólo bienes de consumo no du-
nales de materias primas) como en el regional (por ejemplo, la raderos sino también bienes intermedios y de capital. Basán-
Alianza para el Progreso), pero se los consideró, en general, donos en nuestros estudios, se diferencian cuatro etapas en la
como insuficientes. La exigencia por un "nuevo orden económi- evolución de la industrialización en la América Latina.
co internacional", que ocupaba un papel central en los debates La primera etapa fue una consecuencia natural de la expan-
de mediados de los años setenta, fue un claro reflejo de ello. sión de las exportaciones. La expansión e integración de los
Esta exigencia demostró también lo ajenas que eran a la mercados internos, como resultado de los crecientes ingresos
agenda internacional las ideas de la liberación económica como procedentes de las exportaciones y el desarrollo de redes de
el motor del progreso para el mundo en desarrollo al final del transporte modernas, se combinó con el de sistemas moneta-
periodo analizado. Estas ideas habían progresado lentamente rios modernos, y de mercados de capital y de mano de obra
tanto en la ideología económica como en la práctica nacional asalariada. Como hemos observado, en varios países la protec-
de algunos países. Sin embargo, según la pauta de fines de los ción estatal favoreció los "enlaces internos" de los sectores ex-
años noventa, el tratado clásico de la época que abogaba por el portadores dinámicos, así como sus vínculos con la producción
uso prudente del proteccionismo como instrumento de des- agropecuaria nacional.
arrollo (Little et al, 1970) ¡podría leerse hoy como una defensa La segunda fue una etapa "empírica" de industrialización
de la intervención moderada del Estado! De hecho, estaba quizá dirigida por el Estado, durante la cual las autoridades econó-
más alejado de las ideas actuales que del informe de Prebisch micas estatales se dejaron guiar por su intuición, y las condi-
(1964) para la UNCTAD de unos pocos años antes. Como afirma ciones externas crearon una estructura de precios relativos
Webb en el capítulo 3, el Banco Mundial continuó defendiendo adecuada para estimular la demanda interna en vez de la ex-
hasta fines de los años setenta las ideas de que la industriali- terna. Los años treinta y la segunda Guerra Mundial constitu-
zación era esencial para el desarrollo económico y de que el yen un buen ejemplo de esta etapa, pero la primera Guerra
proteccionismo era una etapa esencial en el proceso de indus- Mundial había sido un precedente importante. El colapso de
trialización, ideas claramente expuestas por su pensador más los precios de las materias primas y de las corrientes de capi-
influyente en aquella época, Hollis B. Chenery. tal de los años treinta dio lugar a una ola de devaluaciones y
proteccionismo que resultó en precios relativos favorables a la
2. El contexto interno industria manufacturera y la producción agraria nacionales.
En efecto, el control de tipos de cambio, el proteccionismo y la
Ha habido varios intentos por clasificar las diferentes eta- proliferación de acuerdos comerciales bilaterales, que aumen-
pas de la industrialización. En la conocida clasificación de Che- taron la complejidad de las estructuras arancelarias, se con-
nery, el asunto es si el proceso depende de la producción para virtieron en una práctica tan generalizada en las naciones
el mercado nacional o de las exportaciones -orientación hacia industrializadas en los años treinta que parecía natural e in-
adentro o hacia afuera- yen cuándo surgen industrias espe- cluso necesario reproducirlas en tales circunstancias. Concre-
cíficas a lo largo del proceso de industrialización: productos tamente, los acuerdos comerciales bilaterales introdujeron
manufacturados "tempranos" o "tardíos" (véase, por ejemplo, controles directos de las transacciones comerciales interna-
....
22 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 23

cionales para garantizar el equilibrio comercial bilateral, prác- alteración de los términos de intercambio interno en contra de
tica desconocida hasta entonces. Esto llevó al desarrollo de las exportaciones primarias tradicionales, la creación de ban-
controles directos a las importaciones en un plano más gene- cos para el desarrollo que apoyaran estas actividades, una
ral. Por otro lado, en todos los casos excepto el de México, la gran inversión del sector público en infraestructura y en sec-
segunda Guerra Mundial aisló a las economías nacionales, for- tores "estratégicos", incluidas la energía y otras materias pri-
zándolas a explotar la capacidad productiva preexistente y a mas, así como el racionamiento de divisas, con tipos de cambio
producir o crear planes para fabricar una gama más amplia de múltiples que las canalizaban preferentemente hacia las im-
mercancías que no se hallaban disponibles a raíz de la escasez portaciones de bienes intermedios y de capital que no compe-
propia de la guerra. El concepto de que se debía impulsar el tían con la industria nacional. Una característica esencial del
desarrollo de industrias "esenciales" o "estratégicas" fue, así, modelo fue la imposición de nuevas capas de protección, para
una consecuencia natural de la guerra. Después de la expe- proteger sectores nuevos, sobre capas anteriores, asociadas a
riencia de los años treinta y de la segunda Guerra Mundial el fases previas de sustitución de importaciones.
proteccionismo, la discriminación arancelaria, los controles Debemos señalar que, incluso en aquel momento, el modelo
directos del comercio, la sustitución de importaciones de ma- no escapó a las críticas, ni siquiera por parte de la CEPAL, que
nufacturas y productos agropecuarios, y los planes para alen- fue instrumental en la justificación y racionalización de la es-
tar "industrias esenciales" se convirtieron en una práctica muy trategia. En todo momento hubo voces de alerta acerca de sus
generalizada, pero fueron más una consecuencia del mal fun- límites, en particular con respecto a los costos crecientes de
cionamiento del sistema económico internacional que de cual- las nuevas industrias que se promovían, que afectaban adver-
quier "estrategia de desarrollo". samente a industrias más antiguas, y acerca de la capacidad
El fin de la guerra significó que era posible importar nueva- decreciente para alcanzar el objetivo explícito de disminuir
mente todo tipo de mercancías, permitiendo expandir la pro- la dependencia de las importaciones. Esta etapa clásica de
ducción en la medida en que se tratara de compras externas de "desarrollo hacia adentro" se realizó desde fines de los años
insumos y equipos, y fue testigo de la evolución gradual hacia cuarenta hasta principios de los sesenta en la mayoría de las
una tercera etapa de la industrialización. El alza de los precios economías medianas y grandes.
de las materias primas apoyó este proceso, pero la demanda Por último llegó la etapa "madura". Durante esta etapa los
reprimida se manifestó pronto en una avalancha de importa- países se diferenciaban considerablemente en el peso relativo
ciones. Las reservas internacionales de dólares se evaporaron de dos estrategias diferentes. La primera consistió en hacer
y la mayoría de los países reaccionó con la imposición o el en- más hincapié en la promoción de la exportación, generando así
durecimiento de las restricciones comerciales y los controles lo que hemos llamado un modelo "mixto". Se caracterizó por la
de cambios. La inconvertibilidad en países europeos fue una imposición de una nueva capa de incentivos a la exportación
restricción adicional para la manera en que funcionaban los (muy altos en algunos casos) sobre antiguas capas de protec-
ajustes en los primeros años de la posguerra, para aquellos ción, por lo general acompañada de una racionalización mode-
países para los que Europa era el principal mercado de expor- rada de estas últimas. La segunda consistió en profundizar
tación. Después de la experiencia de la "fase empírica", la crisis más la sustitución de importaciones de bienes intermedios y
de balanza de pagos de principios de la posguerra estableció de capital. Entre los países estudiados en este volumen, Argen-
una pauta en la que la protección se incrementaba con cada tina, Chile y, en particular, Colombia se hallaban más cercanos
crisis. Ahora, sin embargo, surgió una estrategia de industria- a la primera, México y Venezuela a la segunda (apoyados en
lización más consciente, el llamado modelo de sustitución de los años setenta por crecientes ingresos petroleros en ambos
importaciones, basado en la protección arancelaria y no aran- casos), mientras Brasil mezcló las dos de manera muy activa
celaria de la industria, y algunas actividades agropecuarias, la hasta la antesala de la crisis de la deuda. México había reali-
.
24 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 2S

zado una estrategia más "mixta" en su periodo clásico, 1948- ciertos insumas "estratégicos", como en Brasil, México y mu-
1962, como deja claro el capítulo de Cárdenas en este volumen, chos otros países. También se crearon bancos comerciales y de
y se movió efectivamente hacia un acento más tradicional en la desarrollo estatales, o se impulsó la creación de nuevas insti-
sustitución de importaciones en su fase madura. Entre los paí- tuciones financieras privadas y se les obligó a destinar fondos
ses que no se analizan en este vol umen, Perú constituye otro a sectores prioritarios. El papel del Estado también se amplió
ejemplo de este movimiento en reversa. Centroamérica nunca para incorporar a nuevos empresarios, "creándolos" con fre-
llegó de manera efectiva a las etapas avanzadas de sustitución cuencia a la sombra de enormes contratos gubernamentales
de importaciones, sino que puso en marcha otro tipo más de relacionados con la construcción de carreteras, empresas de
"estrategia mixta": una sustitución de importaciones en el pla- servicios públicos, represas, etc., lo que implicaba una cierta
no subregional, superimpuesta de modo efectivo sobre el mo- relación que a menudo iba más allá de los negocios y entraba
delo primario exportador. en la esfera política.
Como hemos señalado en la sección 1, a partir de cierto mo- En muchos países, el periodo de posguerra fue testigo de
mento la macroeconomía de corto plazo sustituyó por comple- una aceleración del crecimiento de la población generada por
to a las estrategias a largo plazo en muchos países y/o estas la disminución de la tasa de mortalidad infantil. En el lapso de
últimas fueron afectadas por conflictos sociales crecientes, unos pocos años esto implicó el correspondiente crecimiento
que se convirtieron en la fuerza dominante en la determinación de la mano de obra, lo que creó una enorme presión para el
de acontecimientos tanto sociales como económicos. De todas crecimiento de la economía. La población latinoamericana se
maneras, aparte del caso de Chile, las antiguas capas de alta incrementó de 126 millones en 1940 a 210 millones 20 años más
protección y la más reciente promoción de la exportación (en tarde; en los años sesenta y setenta se agregaron otros 139 mi-
los países en los que estaban totalmente desarrolladas) sobre- llones de habitantes. Gracias al descenso de las tasas de morta-
vivieron hasta el periodo de liberación que empezó a mediados lidad y a una transición tardía de la fecundidad, el crecimiento
de los ochenta y que se aceleró en los noventa. En muchos ca- medio de la población alcanzó 2.7-2.8% anual entre mediados
sos, aunque la protección continuó siendo muy defendida por de los años cincuenta y mediados de los sesenta, superando el
sus beneficiarios, estaba ya desconectada de una estrategia de 3% en varios países. La América Latina y África se enfrentaron
desarrollo real de cualquier tipo. a las presiones demográficas más fuertes, un hecho que segu-
El proceso de industrialización se conjugó con otros ramente contribuyó a deprimir el crecimiento del PIB por ha-
bias trascendentales en las sociedades y las economías latino- bitante (véase cuadro 1). Las ciudades también incrementaron
americanas. La reestructuración que tuvo lugar en el decenio su tamaño, lo que creó una demanda creciente de servicios pú-
de los treinta (véase el volumen anterior) continuó durante y blicos, escuelas, hospitales y similares. La tasa de urbaniza-
después de la guerra. El Estado había adquirido nuevos instru- ción era de 41.6% en 1950, pero ya había alcanzado el 56-73%
mentos de política, como la discrecionalidad monetaria y una en los cuatro casos "exitosos" de la era de las exportaciones
base tributaria más diversificada, al tiempo que el abandono (Argentina, Chile, Cuba y Uruguay). En 1970, el 57.7% de la po-
del patrón oro había permitido que las autoridades financieras blación vivía en áreas urbanas (entre 75 y 82% en Argentina,
pudiesen manipular el tipo de cambio. En algunos casos esto Chile, Uruguay y Venezuela) y la mayoría de las capitales lati-
provocó la ilusión de que la creación de dinero equivalía a la noamericanas se habían convertido en áreas metropolitanas
creación de riqueza. El Estado también se había hecho respon- grandes y cosmopolitas. 8 Según veremos, esto estuvo acompa-
sable de fomentar el desarrollo económico. Con tal propósito, ñado de mejoras significativas en el desarrollo humano y de la
se expandió la infraestructura económica o se fundaron em-
8 Véase las tendencias generales de la población en CEPAL-CELADE-BID (1996).
presas públicas, bien por razones de defensa, como en la Ar- Las estimaciones de población se han obtenido de números recientes del Boletín De-
gentina de Perón, o para asegurar el suministro nacional de mográfico del CELADE.
26 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO
..
,1

INTRODUCCIÓN 27

incorporación de una parte de la población a los beneficios de para el desarrollo de la noción de protección a escala regional,
una economía moderna, pero también de la persistencia de gran- y de esta manera tuvo un papel principal en la creación de la
des desigualdades de la distribución de ingresos y de la riqueza. Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) -más
tarde Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)-, el
3. El papel de la CEPAL Grupo Andino y, en particular, el Mercado Común Centroame-
ricano, como lo señala claramente el capítulo de Cohen. Tam-
Los participantes de los talleres están de acuerdo en que el bién presionó para conseguir reformas en el ámbito social,
papel de la CEPAL se ha exagerado en la mitología de la "indus- muchas de las cuales prepararon el terreno para la Alianza
trialización por sustitución de importaciones"; infortunada- para el Progreso en los años sesenta.
mente, esto es así en parte porque algunas personas en el En el plano conceptual, la CEPAL proporcionó la lógica yayu-
Departamento de Estado de los Estados Unidos y en otros lu- dó a racionalizar la estrategia de desarrollo que había empe-
gares identificaron a Prebisch, quizá por conveniencia, como zado a surgir en la región. Construyó sobre ella una teoría de
un portavoz de ideas provenientes de Moscú y Praga, convir- acumulación de capital, no una teoría de eficiencia estática. El
tiéndolo por tanto en víctima de la paranoia de la guerra fría. 9 desarrollo industrial se consideró primordialmente como el
En realidad, según hemos visto, el desarrollo de muchos de mecanismo para transferir el progreso técnico a los países pe-
los elementos que conformaron el intervencionismo estatal riféricos, ante el lento crecimiento de los mercados de materias
se realizó de manera espontánea durante la fase "empírica" de primas. La acumulación de capital, los cambios estructurales
sustitución de importaciones e incluso durante la era de las ex- asociados a la industrialización y la transferencia de innova-
portaciones, y correspondió a la práctica internacional del mo- ciones tecnológicas desde el Centro se consideraban, así, tres
mento, es decir, antes de la creación de la CEPAL en 1948. Los facetas de un mismo proceso. También se consideraba como un
gobiernos grandes tampoco fueron una innovación de la CEPAL mecanismo de absorción de mano de obra procedente de áreas
o de la América Latina, sino una práctica internacional gene- rurales y de manejo de las restricciones macroeconómicas
ralizada en el periodo de posguerra. asociadas a la escasez de divisas. Como lo señala FitzGerald,
Sin embargo, la importancia de la CEPAL en un sentido más estas ideas de la industrialización eran diferentes tanto del ar-
amplio no está en tela dejuicio. Esta Comisión tomó parte en la gumento de la industria incipiente como de las ideas asociadas
construcción de la identidad continental, al proporcionar apo- al papel de las economías de escala dinámica de teorías más
yo teórico y empírico para el desarrollo de una identidad re- recientes respecto al comercio y el crecimiento. La protección
giona1. 10 Desempeñó un papel significativo en la creación de arancelaria se consideraba como una manera de garantizar
instituciones, como escuelas de administración pública y los una demanda estable para los sectores nuevos y la inversión
ministerios de planeación. A su debido tiempo, fue importante del sector público como un modo de garantizar la provisión de
capacidades técnicas e infraestructura. También se reconocie-
9Algunos resaltaron en el debate que la visión negativa que tenían los legislado- ron los problemas de esta estrategia, y se elaboraron algunas
res de los Estados Unidos respecto a la CEPAL en su primer decenio de existencia era
una mezcla de los que consideraban que su política económica era errónea, y quie· fórmulas para superarlos (integración regional, la estrategia
nes realmente se preocupaban de su orientación política. Otros señalaron que a los "mixta"), pero otros se consideraron intrínsecos a la industria-
Estados Unidos no les gustaba que hubiera una secretaría semiautónoma en las Na· lización periférica.
ciones Unidas.
10 En su libro semiautobiográfico, Furtado (1989) proporciona una historia temo Sin embargo, la institución tuvo también un papel negativo
prana fascinante de la CEPAL. Hirschman (1971), cap. 13, Cardoso (1977), Fishlow en cuanto a las ideas y percepciones. En particular, nunca des-
(1985) y Love (1994) hacen una evaluación de sus contribuciones desde la perspecti· arrolló la idea de la protección como un instrumento temporal
va de la historia de las ideas. Rodríguez (1980) proporciona probablemente la mejor
presentación global de sus ideas durante su periodo "clásico" y Bielschowsky (1998) y de la necesidad de vincular incentivos al desempeño; este
presenta la reseña más completa de la evolución de sus ideas a lo largo del tiempo. vínculo fue decisivo para la rápida industrialización que expe-
...
28 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 29

rimentó Asia-Pacífico, de acuerdo con algunas interpretacio- productos agrícolas de zonas templadas. La exportación de ma-
nes. Fue, así, indulgente con la pauta "geológica" que adoptó la nufacturas provenientes de países en desarrollo era una op-
protección arancelaria en la región (es decir, la superposición ción muy lejana, aunque la experiencia mexicana durante la
de nuevas capas de protección sobre las anteriores) y con las guerra había constituido un primer intento. En los países in-
ineficiencias y la economía política que generaba. Vio la nueva dustrializados la alta protección todavía estaba en boga y era
evolución del comercio internacional con lentes pesimistas. claramente necesario pasar por un largo periodo de crecimien-
No obstante, giró de manera gradual en los años sesenta y, en to continuo del comercio internacional para convencer a paí-
particular, en los setenta hacia un enfoque favorable a la pro- ses y autoridades que habían visto su colapso de que se la podía
moción de exportaciones (Bielschowsky, 1998). En varias oca- considerar una opción confiable. El fracaso de la Organización
siones se mostró recelosa de los ajustes de precios relativos y, Internacional de Comercio también fue una mala señal, así como
sobre todo, de una política cambiaria activa, que eran cierta- el de otras instituciones que Keynes había previsto que acom-
mente instrumentos que fomentaban la diversificación estruc- pañarían a las de Bretton Woods, incluidos unos fondos de es-
tural (véase líneas abajo). tabilización de materias primas y un servicio de ayuda blanda
En cualquier caso se debe resaltar de nuevo que las opinio- a través de las Naciones Unidas. Otra realidad de los primeros
nes de la CEPAL acerca de la industrialización, la protección y años de posguerra fue la inconvertibilidad, un reflejo de la "es-
la intervención del Estado correspondían con la sabiduría tra- casez de dólares". En particular, los ingresos por exportacio-
dicional de la época. Además, en el análisis regional siempre nes en libras esterlinas no podían convertirse en dólares para
se mantuvo en el centro del debate y, en particular, sus visiones comprar maquinaria proveniente de los Estados Unidos.
eran con seguridad más moderadas que las ideas más radicales Por otro lado, la opción por la industrialización ya se había
de la escuela de la dependencia que surgió a partir de sus tra- hecho defacto en los países más grandes, de manera inconfun-
bajos y que la ideología marxista. Sin duda, esto estaba vincu- dible desde los años treinta, y esto se reflejaba claramente en
lado a su carácter de institución intergubernamental. las posiciones de los grupos industriales que estaban surgien-
do en la América Latina yen su creciente peso político. Tam-
4. ¿Cuáles eran las opciones? bién desde el punto de vista político, el crecimiento urbano y la
migración constante estaban convirtiendo a la industrializa-
Una clara conclusión del proyecto, que se colige de las sec- ción en algo decisivo. Durante la segunda Guerra MundU1110s
ciones previas, es que es difícil imaginar a los países escogien- Estados Unidos apoyaron la mayor participación del Estado en
do otra opción diferente de la que eligieron en los primeros los asuntos económicos e incluso su participación directa en la
años de posguerra. Por un lado, en aquel momento, y a pesar industria. Después de la guerra, la línea oficial de ese país, y el
de las tendencias de corto plazo favorables, la continua depen- marco para las nuevas instituciones de Bretton Woods, consis-
dencia de las exportaciones primarias no parecía una buena tió en alejarse de la participación estatal, pero, como apunta el
opción, en vista de la tendencia y la inestabilidad que habían capítulo de Webb, las instituciones financieras internacionales
caracterizado los términos de intercambio de dichos productos no eran muy estrictas en esa línea, por lo menos con los países
en el pasado. En realidad, desde mediados de los años cincuen- en desarrollo. Como hemos visto, las opiniones de las empre-
ta, el nuevo descenso de los precios de las materias primas sas transnacionales respecto al proteccionismo cambiaron rá-
generó una nueva oleada de crisis de balanza de pagos, que pidamente cuando se dieron cuenta de las ganancias que
alentó aún más las tendencias proteccionistas regionales. La podían obtener al producir en los países para beneficiarse de
coexistencia del GATT con un proteccionismo agrario reno- los aranceles. Con el plan de cuatro puntos, lanzado por Tru-
vado, que se desarrolló con celeridad, representaba un argu- man en 1949, la industrialización de los países en desarrollo se
mento adicional, en particular para los países que exportaban convirtió en un objetivo importante, y las misiones técnicas
...
30 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 31

que le siguieron pretendían elaborar planes de desarrollo, in- introdujo su programa de maquila el mismo año que Taiwán
cluidos los regímenes de control de cambios y aranceles pro- (1965). La introducción del régimen de devaluación gradual
teccionistas (Maxfield y Nolt, 1990). Por último, como hemos en Brasil en 1968 había sido precedida por la creación de in-
afirmado, las ideas económicas del momento -y de mucho centivos a la exportación desde 1965. Como es obvio, Venezue-
tiempo después- continuaron favoreciendo la intervención la no había soslayado las oportunidades que le ofreció el
del Estado y, en este sentido, así como en la práctica, probable- petróleo durante todo ese tiempo. Asimismo, en países más pe-
mente la opción real era la planeación central: es decir, más queños no se había desconocido las oportunidades que brinda-
participación del Estado en vez de menos. ban los mercados más tradicionales de materias primas; por
Una parte difícil de evaluar las opciones concierne al papel ello, las exportaciones de café, plátano y algodón generaron un
de las presiones externas. ¿Fue el entusiasmo de los latinoame- dinamismo exportador en Centroamérica desde mediados de
ricanos por la protección resultado de su exclusión de las fuen- los años cincuenta. Esto también es aplicable a algunos países
tes de ayuda financiera disponibles para la reconstrucción en suramericanos no incluidos en el volumen (Ecuador, por ejem-
la posguerra, y no la respuesta a fuerzas endógenas en el seno plo). De hecho, como veremos, hacia el final de nuestro perio-
de la América Latina? En su contribución a este volumen, Fitz- do de análisis, entre mediados de los años sesenta y el primer
Gerald arguye que hubo una marcada voluntad de acatar las choque del petróleo, muchos países latinoamericanos tenían la
reglas del libre comercio mientras pareció que un Plan Marshall sensación de estar viviendo una "edad dorada".
para la América Latina era viable. Pero en el momento en que Sin embargo, abundan los ejemplos de asesores que recomen-
se realizó la Conferencia Comercial de La Habana era claro daron devaluaciones, reformas tributarias u otras medidas en
que era inaceptable, y los países cambiaron su opinión rápida- circunstancias en las que, con la perspectiva del tiempo, es po-
mente, aún de manera más concreta en la práctica. sible afirmar que las condiciones institucionales y las relacio-
Naturalmente, la situación había cambiado mucho en los nes macro/micro habrían permitido otras políticas exitosas,
años sesenta cuando la economía internacional empezó a ofre- pero que se rechazaron por razones políticas. También se pue-
cer opciones reales. El cambio hacia lo que hemos denominado den citar muchos ejemplos individuales de programas de sus-
un "modelo mixto" indica que muchos países latinoamerica- titución de importaciones que se realizaron cuando ya era
nos no pasaron por alto estas nuevas oportunidades. En los es- claro que el tamaño del mercado no los podría soportar. Obvia-
tudios de los países se encuentran muchos ejemplos de este mente, los ambiciosos planes de inversión industrial de Brasil,
cambio de dirección. Chile fue el primero en introducir el régi- México y Venezuela que siguieron al primer choque del petró-
men de devaluación gradual (crawling peg) en 1965, y lo com- leo son los ejemplos más notorios, aunque algunos de ellos en
binó con un amplio paquete de políticas desarrolladas durante realidad valieron la pena a largo plazo, incluso en términos de
los años siguientes, que incluían devoluciones de impuestos, expansión de las exportaciones. Entre los casos no considera-
reducciones de aranceles y la racionalización de la estructura dos en nuestro proyecto, Perú es posible que sea el ejemplo
arancelaria. La CORFO se mantuvo muy activa durante esos más sobresaliente de un país que optó por una política más
años con programas que sentaron las bases para las exporta- orientada hacia adentro a fines de los sesenta, en contra de las
ciones posteriores de productos pesqueros, frutas frescas y tendencias regionales e internacionales y sin un apoyo adecua-
procedentes de la silvicultura. Colombia había creado a fines do a las exportaciones, y fracasó. Las decisiones de planear la
de los años cincuenta y principios de los sesenta una serie de sustitución de importaciones en el ámbito subregional me-
incentivos a la exportación que se racionalizaron en 1967, cuan- diante la designación política de la producción de ciertos bie-
do se introdujo el régimen de devaluación gradual y se adoptó nes a países específicos, en el Grupo Andino y el Mercado
una amplia gama de reformas institucionales en el comercio Común Centroamericano, fueron también fracasos indiscuti-
internacional y el régimen cambiario. En realidad México bles. Pero la experiencia más frustrante fue la resistencia a
32 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO
., INTRODUCCIÓN 33

liberar las importaciones competitivas en los acuerdos regio- notorio, y provocó una amplia transformación de la sociedad.
nales y subregionales de integración (con la excepción del Por una parte, el PIE continental creció 5.6% por año entre
Mercado Común Centroamericano). Es una paradoja histórica 1945 y 1974, o 2.7% per capita.l 2 Este ritmo no tenía anteceden-
que la gran invención de la CEPAL para racionalizar la sustitu- tes y, al igual que en los países desarrollados, ha sido el más
ción de importaciones, la integración regional, sólo tuviera rápido que se haya registrado en la historia. En el periodo in-
éxito cuando se adoptó una liberación comercial generalizada termedio que transcurrió entre el final de esta fase de creci-
en los años noventa, es decir, ¡cuando la sustitución de impor- miento a largo plazo y la crisis de la deuda, el crecimiento fue
taciones como estrategia de desarrollo había sido abandonada! sólo un poco más lento (de 5 y 2.5%, respectivamente),13 aun-
De hecho es una doble paradoja ya que la ideología ortodoxa que más de dos puntos inferior al máximo ritmo de crecimiento
que abogaba por la liberación del comercio consideraba los alcanzado en 1968-1974 (véase líneas abajo). El sector manu-
acuerdos de integración casi como una aberración. facturero fue el motor del crecimiento, ya que creció 6.8%
De modo más general, el problema más importante fue la anual en 1945-1974, y alcanzó 26% del PIB en 1973, siete puntos
poca flexibilidad para el cambio que se fue desarrollando du- más que en 1945. El comportamiento de los sectores se resume
rante los años de industrialización dirigida por el Estado. Esto en la gráfica 1: los servicios y la industria ganan a costa de la
está estrechamente asociado a la economía política que carac- producción primaria, como ocurrió en la mayoría de las regio-
terizó al proceso. Como hemos apuntado, una característica nes en desarrollo del mundo.
notoria fue la ausencia de la idea de la protección como un ins- El crecimiento del PIB no fue uniforme. La pauta temporal,
trumento temporal y la necesidad de asociar incentivos al de- como indica la gráfica 1, fue una recuperación rápida a princi-
sempeño. La economía política que caracterizó al proceso, en pios del periodo de la posguerra, la cual fue interrumpida por
la que la protección de un sector específico era una conquista una serie de crisis de balanza de pagos a fines de los años cua-
permanente, apoyó este estado de cosas. La visión pesimista renta y principios de los cincuenta. A partir de entonces el cre-
de las oportunidades de exportación también fue una caracte- cimiento se estabilizó en la región tomada como un todo a un
rística, aunque de manera decreciente en la mayoría de los paí- ritmo un poco superior a 5%. A fines de los años sesenta y prin-
ses. Un ejercicio interesante consistiría en preguntarse si, de no cipios de los setenta hubo indicios claros de una aceleración,
haberse producido el choque del petróleo y el desastre macro- de manera que el periodo acabó en una "edad dorada", con rit-
económico que siguió, el modelo habría evolucionado de modo mos de crecimiento máximos en 1968-1974 (7.2% anual 04.2%
diferente, como resultado, por ejemplo, del éxito que el "mo- per capita). A pesar de que el rápido crecimiento de ese periodo
delo mixto" estaba empezando a tener en algunos países. Pero, estuvo asociado en gran parte al "milagro brasileño", reflejaba
naturalmente, la macroeconomía y la política se estaban apo- una pauta muy generalizada de aceleración del crecimiento.
derando de la escena. Volveremos a este análisis más adelante. También hubo una reducción perceptible de la volatilidad del
crecimiento en las últimas fases del auge de posguerra.
IlI. Los RESULTADOS GENERALESll El crecimiento tampoco fue uniforme entre países. Hubo
una cierta convergencia, asociada con el hecho de que los tres
1. Los beneficios (con algunas reservas) "éxitos" de la era de las exportaciones (Argentina, Chile y
El desempeño económico de la América Latina durante los Uruguay) crecieron a un ritmo bajo. Esto continuaría siendo
tres decenios que siguieron a la segunda Guerra Mundial fue 12 CEPAL (1978b). A no ser que se especifique lo contrario, las cifras del resto de
este párrafo y las del siguiente proceden de esta fuente, la única que ha hecho una
11 Véase evaluaciones adicionales del desempeño económico en la posguerra en estimación del PIB (a costo de factores) para la mayor parte de los países de la región
Bulmer-Thomas (1994) y Ffrench-Davis, Muñoz y Palma (1994). El reciente trabajo (excepto Cuba) para el periodo analizado, usando un mismo año base (1970) y una
de Hofman (1998) proporciona estimaciones de crecimiento de las economías lati- metodología similar.
noamericanas más importantes de la región en el siglo xx. 13 CEPAL (1991), usando 1980 como año base.
..,
34 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 3S

GRÁFICA 1. Crecimiento del PIB y su composición cierto si se añadiera el cuarto "éxito" en la escena, Cuba, pero
(Porcentaje)
no existe una serie de PIB a largo plazo comparable para este
A. Tasa de crecimiento del PIS país. 14 Si se excluyen estos casos, no hubo una pauta de conver-
gencia clara. Tanto países con un PIB per capita inicial bajo,
sobre todo Brasil, como países que empezaron con un PIB per
l' capita inicial medio, México y Venezuela en particular, expe-
1\' rimentaron un crecimiento muy rápido. Por lo contrario, Boli-
I
via, Honduras, Paraguay y, en particular, Haití constituyen
'ffi/' \
, fI I
\ I I
ejemplos de países con un PIB per capita inicial bajo que cre-
cieron a ritmos lentos y, así, tuvieron un desempeño contrario
I I
I I 1/ a las pautas de convergencia (gráfica 2).
\I 1/
Y ¡ La productividad laboral aumentó paralelamente, lo que se
tradujo en salarios reales más altos para los que tenían em-
pleo, y en un movimiento sindical más fuerte. La productivi-
dad laboral creció a un ritmo anual de 3.4% en 1950-1973,
-1
GRÁFICA 2. Pautas de convergencia
(Porcentaje)
-3 I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I 'j I I 45
1939 1942 1945 1948 1951 1954 1957 1960 1963 1966 1969 1972 1975 1978 1981 1984
• Brasil
- - - Tasa de crecimiento observada - Promedio móvil centrado de tres años 4.0
República
- - Seis economias más grandes de la América Latina, 1939-1945 - Promedio móvil centrado de tres años Dominicana • Costa Rica
... 3.5 • Venezuela
1'-
' Nicaragua
B. Valor agregado del sector manufacturero como porcentaje del PIS;
precios constantes de 1980
'"
:;; 30
Ecua dor. • México
Q!; • El Salvador
26 • Perú
:- 25
25 =a¡'j
....
2.0 • Colombia
• Panamá •
Argentina
24 '" 15 • Guatemala • Chile
¡:¡:
23 Honduras • Paraguay
1.0
• • Bolivia • Uruguay
B
22 0.5

21 u-0.5O I I I
I I I

• Haití
20
-10 I I I I I
19 O 100 200 300 400 500 600 700 800
PIS per capita, 1945
18
FUENTE: CEPAL.
17
14 Según la serie imperfecta de que se dispone, el PIBper capita de Cuba dismi-
16 I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I nuyó 31 % en los años veinte y treinta y sólo se recuperó parcialmente en los cua-
1939 1942 1945 1948 1951 1954 1957 1960 1963 1966 1969 1972 1975 renta, antes de una fase de estancamiento en los cincuenta y sesenta. Así, en 1970,
todavía era 19% inferior al nivel alcanzado en 1920. Véase el apéndice estadístico en
FUENTE: CEPAL.
Thorp (1998).
..
36 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 37

superior al de los Estados Unidos pero por debajo del creci- partir de los ochenta no se entienden sin tener en cuenta las
miento propio de las economías de mercado desarrolladas más capacidades acumuladas durante la fase de industrialización
dinámicas y de los Tigres Asiáticos. 15 Este crecimiento refleja- previa, es decir, como una transición exitosa de la sustitución
ba tanto acumulación de capital como cambio tecnológico. Se- de importaciones a la exportación (Teitel y Thoumi, 1986). Esto
gún una estimación reciente, el acervo de capital fijo creció a también era aplicable a algunas exportaciones agropecuarias,
una tasa anual cercana a 6% en 1950-1973, ritmo que se mantu- como lo ilustran Gcampo y Tovar en su contribución sobre Co-
vo hasta la crisis de la deuda. Se estima que la productividad lombia a este volumen, pero algo similar puede decirse de Bra-
total de los factores creció 2.5% anual en 1950-1973, un poco sil y otros países.
por encima del ritmo característico de los Estados Unidos pero, El desarrollo institucional experimentó un proceso dinámi-
de nuevo, por debajo de la media de las economías industriali- co similar. 16 Este concepto se emplea aquí en un sentido más
zadas y, en particular, de la "Periferia" de la Comunidad Euro- amplio, e incluye no sólo la creación de organismos públicos y
pea y los Tigres Asiáticos. privados, sino también el desarrollo de normas, reglas y cos-
El crecimiento de la productividad era, en realidad, parte tumbres que determinan el comportamiento de los actores so-
de un proceso más amplio de transformación de las estructu- ciales. Las instituciones estatales modernas de la América
ras productivas, que comprendía tanto el desarrollo de una Latina, tanto en el ámbito económico como en el social, son, en
capacidad tecnológica considerable, incluido el conocimiento gran medida, producto de esta fase del desarrollo. Los bancos
técnico en sentido estricto, así como de prácticas de control de para el desarrollo, por ejemplo, aparecieron en fechas variables
calidad, de aptitudes laborales, directivas y empresariales, desde fines de los años treinta. Algunos de ellos se deteriora-
de hábitos de trabajo y de otras pautas de comportamiento. Las rían, como en la Argentina, pero otros se mantuvieron fuertes
aportaciones de Katz y Kosacoff a este volumen resaltan lo an- y adquirieron grandes capacidades, como el Banco Nacional
terior, al igual que trabajos anteriores de Katz (1987, 1998) Y de Desenvolvimento Económico e Social (BNDES) de Brasil. La
Teitel (1993), entre otros. Como lo señalan estos autores, esta capacidad para innovar en el campo del tipo de cambio y en la
capacidad tecnológica se construyó mediante un proceso "evo- creación de instrumentos de promoción de exportaciones en
:11
lutivo", dependiente de su trayectoria (path dependent), en el la transición hacia el modelo "mixto" en muchos países, tam-
que la experiencia acumulada desempeñó un papel crítico. Im- bién es una muestra de flexibilidad institucional exitosa. En el
plicó tanto "aprendizaje por experiencia" como la adaptación sector privado, las asociaciones empresariales, en un plano
y generación inducida de tecnologías, y el desarrollo de técni- formal, y la extensión de relaciones empresariales y laborales
cas modernas de administración y relaciones laborales. El modernas, en un plano informal, experimentaron avances sig-
desarrollo de las clases obreras y empresariales modernas de nificativos durante ese periodo. Si dejamos de lado al Cono Sur,
la América Latina, que demostraron una notoria capacidad los sistemas modernos de seguridad social, salud, educación y
para sobrevivir a los choques macroeconómicos de los años capacitación laboral también fueron en gran medida producto
ochenta y para adaptarse a la globalización de los años noven- de la industrialización dirigida por el Estado; en los países del
ta, está muy relacionado a la industrialización dirigida por el Cono Sur, estos sistemas también se ampliaron considerable-
Estado. En un sentido más estricto, el desarrollo de las expor- mente durante esa etapa.
taciones manufactureras desde los sesenta y su aceleración a La agricultura no se mantuvo al margen de esta trayectoria
de crecimiento de la productividad y de desarrollo institucio-
15 La productividad laboral, así como las estimaciones de acumulación de capital nal. A pesar de que su crecimiento fue inferior al promedio, la
y productividad total de los factores se refieren a las seis economías latinoameri-
canas más importantes, según cálculos de Hofman (1998). Las comparaciones
producción agropecuaria se incrementó a un ritmo anual de
provienen de Maddison (1995), Ffrench-Davis, Muñoz y Palma (1994) y Hofman 16 Véase un análisis más extenso del desarrollo institucional durante la indus-
(1998). trialización dirigida por el Estado en Thorp (1998), cap. 5.
w
38 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 39

3.5% en 1950-1975, de ninguna manera bajo de acuerdo con las asimismo en las unidades de producción medianas y grandes.
pautas internacionales Y Aunque las políticas macroeconó- Como resultado de ello, la heterogeneidad inicial que caracte-
micas y de fijación de precios generaron en muchas circuns- rizaba a las áreas rurales se amplió a lo largo de nuestro periodo
tancias un sesgo grande en su contra, el desarrollo de nuevas de análisis. El alcance de las reformas agrarias fue limitado, a
instituciones de apoyo a la agricultura fue notorio en la mayo- lo que contribuyó sobre todo la fuerte resistencia por parte de
ría de los países. Éste incluyó servicios crediticios, de merca- grupos de interés económicos y políticos poderosos.
deo y tecnológicos, a veces más desarrollados que los creados En contra de los temores que se expresaban de modo cons-
para el apoyo al desarrollo industrial. Este fue, en particular, tante, la generación de empleo fue razonablemente dinámica.
el caso de los servicios de desarrollo tecnológico, los cuales re- Los desafíos eran considerables, ya que tanto el crecimiento
sultaron bastante efectivos en introducir nuevos productos y de la población como la urbanización fueron muy rápidos. La
mejorar las variedades y las prácticas culturales, entre las mano de obra no agrícola creció a un ritmo anual de 4% en 1950-
cuales se cuentan las introducidas por la "Revolución verde". 1980, más rápido que en los Estados Unidos en 1870-1910. 19
Como consecuencia de ello, productos agropecuarios no tradi- Aunque el rápido crecimiento de la mano de obra urbana se re-
cionales se añadieron a la canasta de exportaciones en varios flejó en una creciente informalidad en las ciudades, la reduc-
países (soya, jugo de naranja, flores, algodón, etc.).18 La políti- ción del subempleo en la agricultura tradicional se realizó a un
ca tributaria, incluido el establecimiento de aranceles meno- ritmo superior, generando un descenso global del subempleo,
res para insumas y maquinaria agrícolas, fue generalmente de 46 a 38% en 1950-1980, según las estimaciones de García y
favorable a la agricultura. Una frontera agrícola abierta y una Tokman (1984). En una muestra de 14 países analizados por
gran infraestructura de riego financiada por el Estado tam- estos autores, nueve de ellos siguieron esta pauta, algunos con
bién fueron decisivos para el crecimiento. La expansión de la más intensidad (Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y
frontera agraria, así como la naturaleza de algunas tecnologías Venezuela) que otros (Chile, Guatemala y Perú). También, a pe-
agrícolas nuevas y del desarrollo manufacturero en general, sar de seguir una pauta opuesta, Argentina y Uruguay mantu-
generó en muchos casos, sin embargo, una importante degra- vieron tasas de subempleo significativamente por debajo de la
dación del medio ambiente, a la cual no se hizo frente durante media regional.
nuestro periodo de análisis, y que sólo vino a convertirse en Finalmente, la calidad de vida experimentó un aumento sig-
una fuente de preocupación mucho después. nificativo durante esta fase de desarrollo. Una estimación de
Los beneficios de la expansión agropecuaria tampoco fue- la calidad de vida en relación con la de los Estados Unidos, que
ron uniformes entre países. Entre los que se estudian en este (siguiendo versiones tempranas del índice de desarrollo hu-
volumen, Brasil, Colombia, Venezuela y la mayoría de los países mano del PNUD) combina el PIB per capita, la alfabetización de
de Centroamérica sobresalen como ejemplos de crecimieato los adultos y la esperanza de vida al nacer, revela avances sig-
agropecuario rápido, y Argentina y Chile de crecimiento lento. nificativos desde los años veinte, que se aceleraron durante
México experimentó un éxito inicial a principios del periodo el periodo de industrialización dirigida por el Estado (gráfica
de la posguerra, seguido por un retraso significativo en el des- 3).20 El desempeño en términos de reducción de la pobreza y,
arrollo agropecuario en las fases más avanzadas de industria- en particular, de la distribución del ingreso fue, sin duda, más
lización dirigida por el Estado. Los beneficios se concentraron desigual, pero por desgracia no existen estimaciones genera-
les o incluso estadísticas comparables para el periodo analiza-
17 Véase una visión general de las tendencias en agricultura a lo largo de ese pe-
riodo en CEPAL (1978). 19 Esta observación, así como el resto del párrafo, se basa en García y Tokman
18 Estos resultados a veces llegaron con retraso. Como hemos indicado, es el caso (1984).
de la silvicultura y la pesca en Chile, cuyo éxito en decenios recientes ha tenido sus 20 Thorp (1998), basándose en estimaciones de Shane Hunt, y Astorga y FitzGe-
raíces en esfuerzos que se realizaron en los años sesenta. raid (1998).
.,..
40 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 41

GRÁFICA 3. Índice relativo de la calidad de vida a 2. Los costos (y las reservas correspondientes)
(Relativo a los Estados Unidos)
75
La mayor desventaja de la industrialización dirigida por el
-AL(6) Estado fue, sin duda, su incapacidad para explotar por com-
-AL(13) pleto los beneficios del dinamismo del comercio internacional
70 - - - AL(20) del periodo de posguerra. El auge de los precios de las materias
primas de los primeros años de posguerra ocasionó un incre-
,'
65 ,,
mento de la participación de la América Latina en el comercio
mundial, pero a fines de los años cincuenta esta participación
60
volvió a los niveles de antes de la guerra. Desde entonces, di-
minuyó de manera drástica, de 7% de las exportaciones mun-
diales a poco más de 4% en los años setenta. 21 Esto implicó no
55
sólo una participación relativamente marginal de la América
Latina en el dinámico comercio mundial de manufacturas, sino
50 también una caída de su participación en el mercado de mate-
rias primas, su punto fuerte tradicional.
45
Como muestra con claridad la gráfica 4, la participación de
las exportaciones en el PIB también disminuyó de manera es-
pectacular a lo largo de los años cincuenta y sesenta, antes de
40 111111111111111 iI"11I 11111111111111111111 11111 11111
1900 1908 1916 1924 1932 1940 1948
1111 1111 1111111111 11 11111 11111 11 111 1 1111111 11
1956 1964 1972 1980 1988 1996
aumentar en los setenta. Sin embargo, los países más grandes,
FUENTE: Astorga y FitzGerald (1998).
en particular Brasil y Venezuela, afectan de manera considera-
a AL(6): Argentina, Brasil, México, Chile, Colombia y Venezuela. AL(13): Resto ble esta tendencia global. El cuadro 2 proporciona una visión
de América Latina, excluyendo Cuba. AL(20): América Latina. más completa del desempeño de la exportación por subperio-
dos y tamaño de los países. Con excepción de pocos países
do como un todo. La pobreza seguramente disminuyó, aunque
(Ecuador, Perú y Venezuela), dicho desempeño fue desastroso
con importantes retrasos en varios países, mientras que la dis-
entre 1945 y 1955; el aumento de los precios de las materias
tribución del ingreso se mantuvo muy desigual en la mayoría
primas hasta mediados de los años cincuenta generó, sin em-
de los países y experimentó pautas en direcciones opuestas
bargo, un aumento del poder de compra de las exportaciones,
hacia fines del periodo en distintos países. La primera estima-
pese alIento crecimiento del volumen de las ventas externas.
ción global de la pobreza de la CEPAL, disponible para 1970, in-
No obstante, la situación mejoró de modo notorio desde media-
dica que 40% de los hogares latinoamericanos eran pobres;
dos de los años cincuenta. La media simple de los ritmos de cre-
esta proporción bajó hasta 35% en 1980, un nivel que no se ha
cimiento del volumen de las exportaciones superó a la del
vuelto a alcanzar en los decenios siguientes. En cualquier caso,
crecimiento del PIB en 1955-1965 y fue similar a esta última en
los beneficios del desarrollo continuaban altamente concen-
1965-1973. Para las economías más pequeñas, el ritmo de cre-
trados al final de nuestro periodo de análisis. Un modo aproxi-
cimiento de las exportaciones superó al del PIB desde media-
mado de resumir las tendencias regionales sería afirmar que
dos de los años cincuenta hasta 1973. Esto es congruente con la
el progreso social se filtró a una "clase media", que incluía la
idea de que, para estos países, la sustitución de importaciones
población urbana empleada por el Estado y empresas privadas
medianas y grandes y algunos pequeños empresarios, pero 21 La serie del FM1 indica que la participación de la América Latina en el comer-
cio mundial aumentó de 7.9% en 1938 a 12.2% en 1948, 11.7% en 1950 y volvió a 7.8%
que la extensión de esta "clase media" varió de manera consi- en 1960. La serie de UNCTAD indica que era de 10.9% en 1950, 6.7% en 1960 y de una
derable de país a país. media de 4.3% en los años setenta.
'IIIr
42 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 43

GRÁFICA 4. Exportaciones como porcentaje del PlB CUADRO 2. Tasa de crecimiento de las exportaciones
(Precios constantes de 1980) (Porcentaje)

A. Exportaciones latinoamericanas 1945-1955 1956-1965 1966-1973 1974-1980


30
-Total Países grandes 2.0 3.1 7.2 6.9
\ Argentina 0.5 2.5 5.0 3.1
28 \ - Total, excluyendo Venezuela
I Brasil 0.2 3.6 13.3 6.2
\
- - - Promedio simple, excluyendo Venezuela I
\
\
I México 4.8 3.1 3.4 10.0
26 ,I
Países de tamaño mediano,
24 " '
/ 1 '- " /' I 1" \ / "',.'\ "
excluyendo Venezuela 1.6 5.3 3.3 5.8
, ,,' "/' I ',,' ',' Colombia 2.3 3.4 5.9 4.6
22 Chile -0.6 3.5 1.8 12.5
-.' Ecuador
Perú
6.5
4.2
7.1
7.8
13.7
-2.2
-2.3
6.4
20
Uruguay -3.2 5.6 -3.0 9.9
18 Países pequeños -0.6 6.1 8.0 2.1
Bolivia -4.1 -1.2 11.5 -3.9
16 Paraguay -4.1 8.0 3.3 11.7
Costa Rica 5.3 5.7 12.3 2.5
14 El Salvador 3.5 9.8 4.6 3.9
Guatemala -0.9 10.0 7.9 4.9
12 Honduras -0.6 9.4 6.8 3.7
Nicaragua 11.3 7.6 5.6 -4.9
10 I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I
Venezuela 4.2 7.8 -2.2 6.4
1945 1949 1953 1957 1961 1965 1969 1973 1977 1981 1985 1989
Promedios simples
B. Exportaciones por tamaño de los paises; promedios simples Países grandes y medianos,
35 excluyendo Venezuela 1.8 4.6 4.7 6.3
- Países grandes
Países pequeños 1.5 7.0 7.4 2.6
- - Países medianos, excluyendo Venezuela
Total, excluyendo Venezuela 1.7 5.8 6.1 4.4
- Países pequeños
30 Total 1.8 5.8 5.5 4.7
Memo
Tasas de crecimiento del PIB
25 \
,, Promedios simples
,,,
\
\
\ / . . . . . . . . . . . _ _ .. J , l' l' '\ , Países grandes y medianos,
, I
\ I ...., '\ l' excluyendo Venezuela 5.2 4.3 5.5 4.7
20
,
"
,
"

.
\1
I ............ I \
\

\ I
, I
1,
,1
I
" Países pequeños
Total, excluyendo Venezuela
4.6
4.9
4.5
4.4
5.3
5.4
4.1
4.4
\ I
Total 5.2 4.5 5.3 4.3
15 FUENTE: CEPAL.

se superpuso con éxito al modelo primario exportador. Resulta


10 interesante que la pauta de crecimiento de las exportaciones
se tornara muy diversa entre países grandes y medianos en
5 I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I
1965-1973 y entre países pequeños en 1973-1980.
1945 1949 1953 1957 1961 1965 1969 1973 1977 1981 1985 1989 Los cambios que experimentó la política económica en va-
FUENTE: CEPAL. rios países en los años sesenta hacia un "modelo mixto" tuvieron
1"
44 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO
,
¡' INTRODUCCIÓN 4S
I
efectos positivos en cuanto al dinamismo de las exportaciones. La protección también fue un obstáculo para la integración
El aumento del comercio intrarregional asociado a los acuer- regional. Como hemos mencionado, esto resulta paradójico, ya
dos de integración tuvo un efecto similar (véase líneas abajo). que se consideraba que la integración era el medio más impor-
En particular, la exportación de manufacturas creció de 3.6% tante para reducir los costos de la sustitución de importacio-
del total de las exportaciones regionales en 1960 a 16.3% en 1975 nes. No cabe duda de que facilitó el crecimiento dinámico del
y 17.4% en 1980, aumentando a un ritmo anual de 22% (en valor) comercio intrarregional y la exportación de manufacturas, so-
a lo largo de estos dos decenios. 22 En varios países también se bre todo en los años sesenta y setenta. 23 No obstante, los bene-
añadieron nuevos productos agrícolas a la canasta exportadora ficios de este proceso que previó la CEPAL sólo se captaron de
(soya, jugo de naranja, verduras y frutas frescas, flores, etc.). manera parcial, por medio de la creación de mercados más
La incapacidad para racionalizar la compleja pauta geológi- amplios para los bienes complementarios. La otra parte, los
ca de la estructura de protección tuvo costos importantes. Para beneficios de la competencia restringida en mercados subre-
las industrias establecidas, la protección dejó de tener un pa- gionales o regionales, no se captaron, ya que la liberación de bie-
pel positivo como incentivo para la acumulación de capital, y nes competitivos fue muy limitada en general (con excepción
se convirtió paulatinamente en una fuente de renta y/o en un del Mercado Común Centroamericano). Además, los intentos
mecanismo de protección contra la sobrevaluación cíclica o de planear la producción de nuevas inversiones complementa-
permanente del tipo de cambio. Deformaba, además, la estruc- rias dirigidas a los mercados regionales o subregionales resul-
tura de incentivos que requería el mismo modelo, en particu- taron, casi invariablemente, en grandes fracasos.
lar los cambios de precios relativos necesarios para realizar la La trayectoria de la política cambiaria durante el periodo
sustitución de importaciones en los sectores nuevos y la ex- que estamos analizando tuvo sus propias complejidades. La
portación de bienes procedentes de las actividades de produc- aparición de sistemas de tipo de cambio múltiple en los prime-
ción manufacturera y primaria más maduras. Implicaba que, ros años de la posguerra la convirtió casi en un sustituto de la
para alentar una mayor sustitución de importaciones, los úni- política comercial. La posibilidad de gravar implícitamente
11 ,
cos instrumentos efectivos eran las restricciones cuantitativas importaciones competitivas y exportaciones tradicionales, y
1
e incluso la completa prohibición de importaciones que compe- subsidiar las importaciones complementarias usando los tipos
11
tían con la producción nacional. Este pesado sistema de protec- de cambio como instrumento, era atractiva, tanto por la rapi-
¡1III ción era, así, autodestructivo en cuanto a sus objetivos explícitos: dez que las normas correspondientes podían adoptar como
la generación de acumulación de capital y una diversificación por la conveniencia administrativa, si se compara con las com-
adecuada de la estructura productiva. Además, en lugar de re- plicaciones legislativas asociadas a la aprobación de un nuevo
ducir la dependencia tecnológica y de insumos importados, es arancel. La imposición de cargas fiscales explícitas a las ex-
posible que esta estrategia terminara por aumentarla, como lo portaciones era un tema difícil y, en la mayoría de los países,
dejaron claro los análisis que la CEPAL realizó en el momento. sólo se podía efectuar (o, más bien, disimular) con tipos de cam-
Esta fue la base de los intentos por racionalizar la estructura bio discriminatorios. Los tipos múltiples hicieron más comple-
de la protección que adoptaron algunos países desde los años jo el régimen de protección, confundiendo aún más las señales
sesenta. de precio que se querían trasmitir. Sin embargo, hubo mejoras
22 Véase CEPAL, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, varios núme-
significativas en este campo desde mediados de los años cin-
ros. Estos datos hacen referencia a los grupos CUCI 5-8, y excluyen algunos produc- 23 Véanse Fishlow (1984) y Ffrench-Davis, Muñoz y Palma (1994). La participa-
tos agrícolas procesados, bebidas, productos del tabaco y derivados del petróleo. ción de las exportaciones en el total de ventas externas creció de 8.8% en 1960 a 16%
Según la definición todavía más restrictiva de la UNCTAD, que diferencia las semi- en 1975; esta proporción era similar antes de la crisis de la deuda, cuando el comer-
manufacturas de las manufacturas, la proporción de estas últimas creció de 4.9% en cio intrarregional experimentó una depresión severa. Una pauta muy conocida fue
1962 a 14.3% en 1980, a un ritmo real de 12% en estos dos decenios. Véase un análisis la mayor proporción de manufacturas en las exportaciones intrarregionales que en
completo en CEPAL (1992). el comercio global, en particular en los países pequeños y medianos.
46 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 47

cuenta (con gran presión del FMI) y, en particular, durante la .'¡' bio real a principios de la posguerra que tuvo efectos perma-
fase "madura", cuando se eliminaron o se simplificaron la mayo- nentes. 24 Incluso si se arguye que esta devaluación temprana
ría de los regímenes de tipo de cambio múltiple y se introdujo sólo compensaba de manera parcial una sobrevaluación inicial
el régimen de devaluación gradual en varios países con tradi- grande, estas conclusiones indican que la profundización de la
ción inflacionaria. protección fue acompañada, en la mayoría de los países, por
El giro hacia un tipo de cambio más flexible en países infla- una devaluación real, asociada a estos saltos discretos con
cionarios fue un instrumento para evitar la sobrevaluación y efectos permanentes en los precios relativos. Una característi-
promover la diversificación de las exportaciones. De hecho, ca más preocupante fueron las importantes fluctuaciones en
durante la fase "madura", al igual que en el decenio de los ochen- torno de las tendencias de largo plazo del tipo de cambio real,
ta, se demostró claramente en varios países de la región (así particularmente en las economías más inflacionarias. Ello tuvo
como de Asia) que un crecimiento dinámico de las exportacio- efectos adversos en dos ámbitos: generó una demanda adicio-
nes podía ser compatible con la protección frente a las impor- nal de protección por parte de los sectores que competían con
taciones, siempre que hubiera un tipo de cambio competitivo. las importaciones e hizo muy inestables los beneficios asocia-
El punto de vista más ortodoxo, según el cual la eliminación de dos a la actividad exportadora, generando incentivos adversos
la protección llevaría de manera automática, mediante una de- a su desarrollo. 2s
valuación inducida del tipo de cambio real, a la promoción de La inestabilidad del tipo de cambio estuvo asociada, según
las exportaciones, fue desacreditado radicalmente por la ex- hemos visto, a procesos inflacionarios. En las economías infla-
periencia de los países del Cono Sur a fines de los años setenta cionarias la tentación de retrasar la devaluación para evitar
y por otras experiencias posteriores, en las que la liberación sus efectos inflacionarios era muy grande (incluso para el FMI
del comercio estuvo acompañada de afluencia de capital que en algunas circunstancias), hecho que por lo general llevó más
llevó, a corto plazo, a la revaluación del tipo de cambio y no a tarde a devaluaciones mayores. Sin embargo, antes de los años
su devaluación. De esta manera, la larga transición hacia un tipo setenta la inflación tendió a ser moderada (aunque con perio-
de cambio más competitivo fue mediada, en estos casos, por dos cortos de inflación alta) y se concentró en unos pocos paí-
una crisis de pagos generada por una gran sobrevaluación y ses, particularmente en Brasil y el Cono Sur, Bolivia durante
déficit en cuenta corriente durante el periodo inicial de libera- la revolución de los años cincuenta y Paraguaya principios del
ción. Chile, en los años setenta y ochenta, constituye un ejem- mismo decenio. Por lo contrario, en México, Venezuela; Ecua-
plo sobresaliente de una transición larga y costosa de este tipo. dar, los países centroamericanos y en las Antillas se dio una
Dado el gran hincapié otorgado a la sobrevaluación como una notoria estabilidad de los precios, con lo que un tipo de cambio
característica de la industrialización por sustitución de impor- estable durante largos periodos fue viable. Otros (Colombia y
taciones, es paradójico que sólo exista un puñado de análisis Perú, por ejemplo) se encontraron en una situación interme-
de la dinámica de los tipos de cambio del periodo de la indus- dia. No obstante, las tendencias y ciclos inflacionarios y las
trialización dirigida por el Estado. Uno de los pocos ejemplos fluctuaciones de los tipos de cambio real también eran reflejo
es el de y Paldam (1987), quienes analizan la evolu-
ción del tipo de cambio real en los ocho países más grandes de 24 México en 1948, Perú en 1949-1950, Brasil en 1953, Chile en 1956 y Colombia
en 1957.
la América Latina entre 1946 y 1985. Sus conclusiones indican 2S Una conclusión interesante del estudio clásico de Díaz-Alejandro (1976) res-
que no hubo a largo plazo una tendencia a la revaluación efec- pecto al régimen de comercio exterior de Colombia fue que la inestabilidad del tipo
tiva del tipo de cambio oficial real en ninguno de estos países. de cambio real y de los incentivos a la exportación tuvieron importantes efectos ad-
Por lo contrario, en dos de ellos (Brasil y Venezuela) hubo una versos en las exportaciones no tradicionales antes de 1967. Por este motivo, el régi-
men de devaluación gradual introducido en dicho año tuvo un efecto significativo en
devaluación real de largo plazo y, lo que es más importante, en la diversificación de la exportación al proporcionar incentivos estables, a pesar de
varios de ellos hubo una devaluación discreta del tipo de cam- que los subsidios directos a la exportación disminuyeron.
wr
48 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 49

de otras características del funcionamiento macroeconómico de GRÁFICA S. Transferencias netas de recursos como
las economías latinoamericanas del momento, sobre todo las porcentaje del PIB a precios constantes de 1980
· I asociadas a choques externos y a desequilibrios de ahorro-
inversión unidos, en particular, a las finanzas públicas.
Una característica notoria del cuarto de siglo que sucedió a
la segunda Guerra Mundial fue la ausencia de financiación ex-
terna significativa. Como indica la gráfica S, las transferencias
netas de recursos fueron un poco negativas a lo largo de los
años cincuenta y sesenta. La falta de medios adecuados para
financiar los déficit, junto con la tentación de retrasar las de-
valuaciones por temor a sus efectos inflacionarios, generaron
una gran motivación de usar la protección y los tipos de cam- -1
bio múltiples como mecanismos de ajuste. En los países que te-
nían mejor acceso a financiación externa, México en particu- -2
!Ii
:1 11;
lar, este factor no estuvo presente, pero la deuda externa se -3
:1 11
tornó muy pronto en un problema crítico. Las fechas en las que
11: se presentaron las principales crisis de balanza de pagos fue- -4
11
ron sorprendentemente parecidas, como reflejo de choques
!I -5 I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I
externos comunes. Hubo una primera oleada a principios de la _1m 1m 1m M 1m
posguerra, asociada, como hemos visto, a la demanda reprimi-
!II
1 FUENTE: CEPAL.
1
1 da de importaciones que se había acumulado durante la guerra
11 y la consecuente presión en las reservas internacionales. Hubo afirmativa a esta pregunta tendría algún sentido,26 nosotros
[:1
una segunda oleada a mediados de los años cincuenta como re- preferimos un razonamiento diferente, que otorga a la gestión
1
sultado del fin del auge que experimentaron los precios de las macroeconómica frente a ciclos agudos de financiación exter-
1

materias primas en los primeros años de la posguerra. Una na una dinámica propia, de alguna manera independiente del
1

:1.

tercera oleada de crisis, menos común (y menos determinada "estilo de desarrollo" subyacente. 27 Tenemos varias razones
exteriormente) tuvo lugar a mediados de los sesenta, en par- para ello. Las economías exportadoras de la América Latina
III!
ticular en países con regímenes de tipos de cambio múltiples. tuvieron dificultades similares para manejar un ciclo agudo en
A ese periodo de austeridad crediticia impuesta desde el ex- los años veinte y treinta (e incluso antes, en el decenio de los
terior le siguió un ciclo agudo de endeudamiento externo en noventa del siglo XIX). También, en los setenta y ochenta, Chile
los años setenta y ochenta. El gran "desarreglo macroeconómi- (y, de manera menos acentuada, otros países del Cono Sur),
co" que caracterizó tanto al auge como a la crisis de la deuda es que ya había abierto su economía, no fue capaz de manejar el
muy conocido. ¿Fue esta gestión macroeconómica caótica un ciclo de financiación externa, mientras que economías más
subproducto de la falta de flexibilidad que había provocado cerradas, en particular Colombia, consiguieron evitarlo en par-
la industrialización dirigida por el Estado -por ejemplo, de la te. Por último, en los años noventa, las economías abiertas de
falta de una base exportadora adecuada para realizar los ajus- 26 Este era uno de los razonamientos característicos durante la crisis de los años
tes, junto con el agotamiento de las oportunidades de sustitu- ochenta, que destacaban que las economías abiertas, como las de Asia, eran capaces
ción de importaciones- o de las dificultades a las que se tenía de ajustarse más rápidamente. A raíz de los acontecimientos recientes en Asia
(1997), este argumento parece hoy mucho menos concluyente.
que hacer frente al reducir los subsidios que requería ese esti- 27 Véase una visión de largo plazo de las cuestiones financieras externas en Amé-
lo de desarrollo para poder funcionar? Aunque una respuesta rica Latina en el ya clásico ensayo de Hacha y Díaz-Alejandro (1982).
If
so LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 51

la América Latina han sido igualmente incapaces de enfren- una manera de "populismo". Según este análisis, esto fue intrín-
tarse con éxito a las fluctuaciones financieras externas. La seco al colapso del modelo. En este tema centraremos nuestra
propensión a ciclos agudos de auge y crisis frente a una situa- atención a continuación.
ción de financiamiento externo inestable es, pues, un fenómeno
muy general, y ciertamente no constituye una característica
3. Las vías hacia el fin del modelo
particular de la industrialización dirigida por el Estado.
Varios acontecimientos de los años veinte y noventa, así como Durante la realización de los talleres se dedicó mucho tiem-
I
i la experiencia del Cono Sur (en particular la chilena) en los se- po a discutir hasta qúé punto los costos que hemos analizado
tenta, indican que los desequilibrios ahorro-inversión del sector en la sección anterior llevaron al colapso de la industrializa-
privado durante los auges de endeudamiento pueden resultar ción dirigida por el Estado. La complejidad de este análisis
incluso más perjudiciales que los déficit fiscales, debido a sus proviene de la superimposición de la crisis de la deuda, con su
repercusiones en los sistemas financieros nacionales, que pue- propia dinámica interna y externa. Obviamente, aparte del ci-
den ser extremadamente costosas y llevar mucho tiempo supe- clo de auge y crisis de la deuda, algunas cuestiones externas
rarlas. La ausencia de graves crisis financieras internas, como decisivas también fueron importantes en la transición hacia
las que experimentó la región en los años treinta y, de nuevo, una política de libre mercado (el cambio radical de las ideolo-
en los ochenta y noventa, ¡indica que la "represión financiera" gías económicas, la influencia de estos cambios en las institu-
característica de la industrialización dirigida por el Estado ciones financieras internacionales, que interactuaron con su
tuvo al menos esa ventaja! (Desde luego, también tuvo otras, gran influencia en los turbulentos años ochenta, la crisis del
particularmente su capacidad para aportar financiación inter- Estado benefactor en los países industrializados, la caída del co-
na de largo plazo.) Indica que, en la América Latina, las crisis munismo, etc.), pero enfocaremos la atención en la dinámica
financieras internas han estado asociadas a las secuelas de los interna. A este respecto, el debate y los trabajos sugirieron un
auges de endeudamiento externo. esquema con cuatro vías posibles hacia el fin del modelo.
La tendencia a sobrecargar al Estado con responsabilidades En primer lugar, podría ser que las limitaciones (contradic-
fiscales sin permitir que tuviera una capacidad equivalente ciones internas) de la industrialización hacia adentro fueran
para movilizar recursos fue una característica clave del pano- tan severas que incluso sin la crisis de la deuda el modelo hu-
rama macroeconómico latinoamericano durante nuestro pe- biera sido insostenible. Los altos costos de profundizar la sus-
riodo de análisis, que estalló con una crisis fiscal generalizada titución de importaciones en los años setenta en Brasil, México
en los años setenta. Fi.tzGerald defiende en su contribución a y Venezuela, así como los costos de la adopción tardía del mo-
este volumen (véase también FitzGerald, 1978) que esto no era delo en Perú, son quizá los mejores ejemplos de ello. No obs-
intrínseco a la sustitución de importaciones ni a la industrializa- tante, no es posible que, sin la crisis de la deuda, alguna de
ción dirigida por el Estado, sino que se debió a un modo especí- estas economías hubiera colapsado por el mero peso de deci-
fico de intervención del Estado que tuvo tres características siones incompetentes de inversión; de hecho, es poco posible
distintivas: i) un incremento del gasto público como porcenta- que algunas de estas decisiones se hubieran tomado sin el ex-
je del PIB, pero con un porcentaje menor de gastos en bienestar ceso de liquidez internacional que caracterizó a los años seten-
que en países industrializados; ii) un aumento en el peso relativo ta. En otros países, valdría la pena recordar, el modelo fue
de los impuestos indirectos y a los salarios en vez de impuestos abandonado a principios de los años setenta, aunque sus ins-
sobre la renta e inmuebles, y, como consecuencia de ello, iii) trumentos sobrevivieron durante más tiempo como elementos
un aumento de las necesidades de financiación asociadas a pasivos de la gestión macroeconómica de corto plazo sin una
transferencias hacia el sector privado y no una redistribución estrategia clara de largo plazo. En otros, en particular en los
del ingreso, por lo cual no puede caracterizarse realmente como países pequeños de Centroamérica, nunca se puso en marcha
S2 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO
,. INTRODUCCIÓN S3

completamente, ya que se superpuso sobre un modelo prima- lo que podría haber sido una recesión grave pero manejable se convir-
tió en una gran crisis de desarrollo, sin precedentes desde principios
rio exportador tradicional. de los años treinta, principalmente por la quiebra de los mercados fi-
No se puede descartar por completo una segunda opción: nancieros internacionales y un cambio abrupto de las condiciones y
que mediante un ajuste gradual y adecuado de las políticas el reglas de los préstamos internacionales. Las interacciones no lineales
modelo habría evolucionado hacia una estrategia más equilibra- entre este choque externo persistente e inusual y las políticas internas
da, si no se hubieran dado los choques del petróleo y el auge y arriesgadas o erróneas, desembocaron en una crisis de gran profundi-
crisis del endeudamiento externo de los años setenta, con el dad y duración, que los choques o las políticas erróneas por sí solas no
consecuente "desarreglo macroeconómico". El hecho de que habrían podido generar.
el modelo estuviera evolucionando hacia una "estrategia mix-
En realidad, es peculiar que una característica intrínseca
ta" en varios países, y de que experimentara su propia "edad
de las corrientes internacionales de capitales, su gran inesta-
dorada" a fines de los sesenta y principios de los setenta, cons-
bilidad, ¡hubiera servido de lecho de muerte tanto para la era
tituye la evidencia de que dicha vía podría haber sido posible.
de las exportaciones como para la industrialización dirigida
En realidad, podría haber evolucionado hacia algo más pareci-
do al modelo de los Tigres Asiáticos, también proteccionista y por el Estado!
La última opción está relacionada con la política y la econo-
dirigido por el Estado pero orientado hacia afuera, a la luz del
mía política. Sin duda, factores de este tipo tuvieron un papel
éxito que varios países empezaban a tener en la construcción
decisivo en la trayectoria de la industrialización dirigida por el
de una base exportadora. Otra evidencia es la trayectoria de
Colombia, que no se encontró con las graves dificultades ma- Estado en varios países, así como en la de su fin. De nuestros
estudios surgen claros ejemplos. A lo largo del periodo de in-
croeconómicas de los setenta y siguió esta vía intermedia (y de
hecho reconstruyó su exitosa "estrategia mixta" en la segunda dustrialización dirigida por el Estado la inversión privada en
mitad de los años ochenta). Pero esto es mera elucubración y, Chile fue débil, y ello parece estar asociado a la incapacidad
por tanto, imposible de demostrar. de sucesivos líderes políticos de conseguir que la clase em-
La tercera posibilidad, que tuvo un papel central, es que el presarial superara la desconfianza que tenía de la izquierda.
II gran auge y crisis de la deuda, y la inestabilidad macroeconó- A pesar de las reformas saludables, el país se encontró atra-
mica que les acompañó, forzaron tanto las estructuras que eran pado en medio de la tensión entre fuerzas conservadoras y la
vulnerables que la crisis del endeudamiento se convirtió en el tendencia a la radicalización de la izquierda, que acabó en el
lecho de muerte del modelo. El giro brusco de la financiación fracaso de la Unidad Popular. Argentina suscita reflexiones si-
externa generó cuestiones distributivas internas que el siste- milares. El conflicto social creció desde fines de la era de las
ma no pudo manejar. Las débiles estructuras del Estado se so- exportaciones, como afirma Cortés Conde en su contribución
1

brecargaron y finalmente fueron incapaces de responder. Los al primer volumen de esta serie (Lecturas 93 de EL TRIMESTRE
1 '1
,I desequilibrios fiscales que se habían acumulado se hicieron in- ECONÓMICO). Con este conflictivo telón de fondo, las divisiones

1 controlables, un factor más de incertidumbre que desalentaba introducidas por el primer gobierno peronista parecían inso-
I
la inversión y alentaba la fuga de capitales, como afirma Fitz- lubles y afectaron los acontecimientos políticos y sociales du-
i
1

Gerald. Inversiones que hubieran tenido un rendimiento pobre, rante decenios. Sin duda, tuvieron un papel principal en los
de haber crecido las economías, se convirtieron en una gran turbulentos años setenta, que llevaron a los igualmente turbu-
fuente de pérdidas con el colapso económico (aunque, como se lentos ochenta.
dijo, algunas proporcionaron a mediano plazo algún rendi- Detrás de muchas de las iniciativas de sustitución de impor-
miento por medio de mayores exportaciones). La persistencia taciones en Argentina se hallaban, a partir de Perón, concep-
de la crisis de la deuda fue decisiva para este resultado. Díaz- ciones militares de la seguridad nacional, como argumentan
Alejandro (1984) expresó esta opinión de manera brillante: Katz y Kosacoff en su contribución a este volumen del desarro-
54 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 55

110 industrial de Argentina. Estas concepciones también de- puramente económicas son una vía inadecuada para compren-
sempeñaron un papel fundamental en la industrialización de der tanto los excesos de la industrialización dirigida por el Es-
Brasil, incluido el auge industrial que precedió a la crisis de la tado como su fin.
deuda. También estuvo detrás del experimento peruano tardío
con una política clásica de industrialización dirigida por el Es- BIBLIOGRAFÍA
tado en los años setenta. En el caso de México, el proteccionis-
mo estuvo en el fundamento de la relación entre el Partido Ashworth, W. (1987), A Short History ofthe International Economy since
Revolucionario Institucional (PRI) y el sector privado: un in- 1850, 4a. ed., Londres, Longman.
centivo pero también un instrumento de control político. En Astorga, Pablo, y E. V. K. FitzGerald (1998), The Standard of Living in
Venezuela, los problemas asociados a "la siembra de petróleo" Latin America During the Twentieth Century. Centro Studi Luca d'A-
generaron una gran sensación de abundancia de renta, así gliano and Queen Elizabeth House Development Studies Working Pa-
como modalidades importantes de "búsqueda de rentas" que in- per, 117, mayo.
Bacha, Edmar, y Carlos F. Díaz-Alejandro (1982), "International Finan-
dujeron inversiones erróneas del país. Por lo contrario, los cial Intermediation: A Long and Tropical View", reimpreso en Andrés
intereses agrícolas tuvieron mucho peso en el modelo más Velasco (comp.), Trade, Development and the World Economy, Selec-
equilibrado que siguió Colombia. Este también fue el caso de ted Essays ofCarlos F. Díaz-Alejandro, Oxford, Basil Blackwell, 1988,
Centroamérica donde, no obstante, el tamaño también era un capítulo 8.
factor importante. Bielschowsky, Ricardo (1998), "Cincuenta años de pensamiento de la
Como es obvio, esta economía política específica no era me- CEPAL", en Cincuenta años de pensamiento en la CEPAL, Santiago,
jor en otros aspectos. En Centroamérica, los acontecimientos Fondo de Cultura EconómÍCa-CEPAL.
que desembocaron en las guerras civiles en los años setenta y Bulmer-Thomas, Victor (1994), The Economic History ofLatinAmerican
ochenta tuvieron sus raíces en el modelo primario exportador since Independence, Cambridge, Cambridge University Press.
y, naturalmente, tuvieron un papel principal en la historia del Cardoso, Fernando Henrique (1977), "La originalidad de la copia: la CEPAL
y la idea del desarrollo", Revista de la CEPAL, segundo semestre.
fin de su peculiar matrimonio con una débil industrialización CEPAL (1978a), 25 años en la agricultura de América Latina: rasgos prin-
dirigida por el Estado. En Colombia, los conflictos rurales tradi- cipales 1950-1975, Cuaderno Estadístico 21, Santiago.
cionales han sido uno de los factores de la violencia persistente __ (1978b), Series históricas del crecimiento de América Latina, Cua-
durante decenios. En Brasil, la oposición a la reforma agraria derno Estadístico 3, Santiago.
estuvo detrás del apoyo de las élites al golpe militar de 1964, __ (1991), América Latina y el Caribe: Series regionales de cuentas nacio-
que fortaleció a su manera el programa de industrialización nales aprecios constantes de 1980, Cuaderno Estadístico 15, Santiago.
dirigida por el Estado, según hemos visto. __ (1992), El comercio de manufacturas de América Latina: Evolución
La visión, ahora generalizada, del "consenso de Washington" y estructura 1962-1989, Estudios e Informes 88, Santiago.
respecto a la industrialización por sustitución de importaciones __, CELADE y BID (1996), impacto de las tendencias demográficas so-
como un enorme desvío, una "política errónea" que se podría bre los sectores sociales en América Latina, Santiago.
y
Chenery, Hollis, Sherman Robinson y Moshe Syrquin (1986), Industrial-
haber evitado de alguna manera, es extremadamente ahistórica
ization and Growth: A Comparative Study, Nueva York, Oxford Uni-
y, por tanto, inapropiada, como hemos demostrado. Su consi-
versity Press.
deración implícita del colapso de la industrialización dirigida Dam, Kenneth W. (1970), The GATT: Law and International Organization,
por el Estado como una manifestación de sus propios defectos Chicago, Chicago University Press.
es tan defectuosa como la tradicional afirmación marxista de Díaz-Alejandro, Carlos F. (1984), "Latin American Debt: I Don't Think
que el capitalismo colapsaría debido a sus contradicciones in- we are in Kansas Anymore", reimpreso en Andrés Velasco (comp.),
ternas. Más allá de la crítica a esta opinión simplista, hemos Trade, Development and the World Economy, Selected Essays ofCar-
propuesto un argumento más congruente: que las explicaciones los F. Díaz-Alejandro, Oxford, Basil Blackwell, 1988, cap. 15.
56 LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL ESTADO INTRODUCCIÓN 57
!

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