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Artículo 22 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo Cartagena.

ARTÍCULO 22:

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o indirectamente fines de lucro;...”.
JOSÉ ANTDNIO OCAMPO HAV RIA
Café, -ndustria ,
y acro e m a:
Ensayos de historia
económica colombiana
JOSÉ ANTONIO aCAMPO

Café, industria
y m.acroeconom.la:
"
Ensayos historia
económica colombiana

. .. po .e .....

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F

Primera edición: FCE, Colombia - Banco de la República, 2015

Ocampo, José Antonio


Café, industria y macroeconomía: Ensayos de historia
económica colombiana I José Antonio Ocampo. - Bogotá: Prólogo .
FCE, Banco de la República, 2015
400 p. ; 23 x 17 cm - (Colec. Economía) I. Comerciantes, artesa,
ISBN: 978-958-38-0235-5 1830-1880 ,
Conciliación con el o
1. Café - Industria- Colombia 2. Macroeconomía - Colombia Librecambio y protec
3. Economía - Historia - Colombia I. Ser. 11. 1.
El auge del comercio
LC HD199.C62 Dewey 338.9861 0716c La decadencia del ar
Referencias .

11. Centralismo, descentr


colombiana , .
El debate centralism(
de la nacionalida,
El federalismo en el
Distribución mundial La república unitaria
Referencias ..

© Banco de la República, 2015 111. Una breve historia cal


www.banrep.gov.co El auge de la haciend
La expansión campes
© Fondo de Cultura Económica, 2015
Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D.F. Las vicisitudes de la e
www.fondodeculturaeconomica.com El gremio cafetero y 1
Referencias .
© Ediciones Fondo de Cultura Económica SAS.
Calle 11 No. 5-60, Bogotá, Colombia IV. Regímenes monetario5
www.fce.com.co preindustrial, Colombl
El patrón plata (1850-
Diseño y diagramación: Vicky Mora El papel moneda (188
Diseño de portada: Ignacio Martínez-Villalba El patrón oro y su col
Fotografía de portada: FreeImages.comIRobson Talaveiras Apéndice: fuentes de (
Referencias .
ISBN: 978-958-38-0235-5
v. La transición de una e,
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede al desarrollo industrial
ser reproducida, ni en todo ni en parte, por ningún medio
inventado o por inventarse, sin el permiso previo, por El legado decimonóni
escrito, de la editorial. El crecimiento de las I
Transformación estm
Impreso en Colombia - Printed in Colombia Referencias .
Impreso por Nomos Impresores
'EDERALISMO...

mbia, Tomo II, Bogotá, Edi-


:olombiana.
nomía mundial, 1830-1910,
III. UNA BREVE HISTORIA CAFETERA
I en el siglo XIX", en Ocam- DE COLOMBIA, 1830-1958 1
mundial, protección e

5n en Colombia, 1810-1930,

lal de las clases dominantes EL AUGE DE LA HACIENDA2


nsta de Extensión Cultural,
1, enero-marzo. La expansión de la producción en el siglo XIX
:iebe y la Gran Crisis, 1925-
La historia más conocida sobre los orígenes del café en América indica que los
'ución de Colombia, Tomo 1, franceses trajeron las primeras semillas a sus colonias en la Guayana y las
Antillas a fines del siglo XVII. A partir de ese núcleo inicial, el cultivo se espar-
'olombia, Medellín, Edicio- ció por el continente en la primera mitad del siglo XVIII. En el territorio co-
lombiano, dicha diseminación corrió por cuenta de la Compañía de Jesús,
as guerras civiles en Colom- quien lo introdujo a las haciendas que poseía en los Llanos orientales, el Valle
del Cauca y en otras regiones.
7/0de Alfonso López Puma- No obstante, el café continuó siendo por mucho tiempo un cultivo mar-
a. ginal, no solo en el territorio colombiano sino en el mundo entero. En los
en departamental y munici- países europeos su consumo estaba restringido en el siglo XVIII a unos pocos
sectores de la aristocracia, que podían sufragar los altos costos de una bebi-
da exótica. En 1790, por ejemplo, el total del comercio mundial del grano era
1,2 millones de sacos de 60 kg de café verde, una mínima fracción de lo que
es hoy en día. Solo a raíz de la Revolución Industrial y de la lenta' populari-
zación de su consumo en Europa y Estados Unidos, en el siglo XIX comenzó
la historia real de la industria cafetera.
En el caso colombiano, su primera expansión en escala comercial fue un
subproducto del auge cafetero que experimentaron los Andes venezolanos
después de la Independencia. En efecto, los primeros cultivos de escala apre-
ciable se hicieron en la región de Cúcuta en la década de 1830. De Cúcuta el
cultivo se extendió primero hacia Pamplona y Ocaña, en Norte de Santander,
y, después, hacia Santander, Cundinamarca y el occidente colombiano.

I Este capítulo es una versión revisada y resumida de dos trabajos más extensos del autor ti-

tulados "Los orígenes de la industria cafetera, 1830-1929" y "La consolidación de la industria


cafetera, 1930-1958", publicados en la Historia contemporánea de Colombia, Bogotá, Editorial
Planeta, 1989. Esta versión resumida fue publicada en Min-Agricultura 80 años, Transformacio-
nes en la estructura agraria, Bogotá, Tercer Mundo, Banco Ganadero, Caja Agraria, VecoI. 1994.
Aquí se reproduce con cambios marginales.
2 Para análisis más extensos sobre este periodo, véanse Beyer (1947), Bergquist (1981, cap. n),
Deas (1976), Ocampo (1984a, cap. VII) y, especialmente, Palacios (1983).

59

" . ..........
r

60 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE HI:

Durante los primeros años es difícil saber la magnitud real de las expor- La segunda expansión
taciones colombianas, ya que en gran parte de lo que se registraban como sión permitió incrementar
tales en la aduana de Cúcuta eran en realidad reexportaciones de café vene- 220.000 sacos (véase el gráJ
zolano. Aunque existen estimativos más elevados, no parecería exagerado importantes del comercio 1
afirmar que la producción total de café de Colombia en 1860 era de unos presentaba más del 20% de
30.000 a 40.000 sacos. Para entonces, las exportaciones registradas, inclu- generó un desplazamiento
yendo el café venezolano, habían llegado a 55.000 sacos. El café era todavía Norte de Santander contia
un artículo marginal dentro del conjunto del comercio exterior colombiano, tos años a producir unos 1
ya que representaba tan solo un 4% de las exportaciones totales. ci6n se concentró en Sant
A partir de entonces, la producción del grano experimentó tres auges di- década siguiente producían
ferentes en el siglo XIX, que generaron un desplazamiento significativo de la mer caso, la expansión se iJ
frontera cafetera al interior del país. La primera de dichas expansiones tuvo . manga, que afianzó así su
lugar en la década de 1860. Durante este período, las exportaciones se eleva- costa de los centros históri
ron a unos 100.000 sacos pero la producción siguió concentrada en Norte de marca, la expansión de las
Santander. Cuando en 1874 la Oficina de Estadística hizo el primer intento regiones fue interrumpida e
por estimar en forma confiable la producción cafetera del país, esta ascendía lugar a comienzos de la déc
a unos 110.000 sacos, de los cuales 95.000 provenían de dicha región (véase Poco después de restab
el cuadro HU). se inició la principal bonan:
amplió considerablemente e
sacos en el momento en qUl
el gráfico HU). Para ese en
CUADRO III.1. Producción por departamentos, 1874-1932 exportaciones colombianas
(Miles de sacos de 60 kg de café verde) del grano a nivel internado]
Departamentos 1874 1890 1900 1913 1932
comienzos de la década de •

Antioquia 6 90 185 618


GRÁFICO 1lI.1.
a 199 1.004
Caldas A A
3500
Cundinamarca 3 40 230 200 406
95 120 200 270 3000
Norte de Santander 150
Ol
.><
Santander 10 60 120 105 150 2500
lil
Q)
b 'O
Tolima B B 60 448 2000
'"o
Valle 4 20 50 354 Q)
1500
'O
Otros 70 204 1000

Total 110 230 610 1.069 3.454 500 ------

FUENTES: 1874-1900: Datos aproximados basados en acampo (1984a, cuadro 7.6). o


1870- 1875- 1880- 1885-
1913: Bell (1922, p. 166). 1874 1879 1884 1889
1932: Censo cafetero, Revista cafetera de Colombia, Nos. 34-35, enero-febrero 1932.
a Incluido en Antioquia.
b Incluido en Cundinamarca. FUENTES: 1870-1904: acampo (1'
.OMBIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 61

I magnitud real de las expor- La segunda expansión tuvo lugar durante la década de 1870. Esta expan-
lo que se registraban como sión permitió incrementar las exportaciones del grano de unos 100.000 a unos
de café vene- 220.000 sacos (véase el gráfico 111.1) y convertir al café en uno de los renglones
los, no pareceria exagerado importantes del comercio exterior colombiano: ya a fines de dicha década re-
ombia en 1860 era de unos presentaba más del 20% de las ventas externas de Colombia. Esta expansión
rtaciones registradas, inclu- generó un desplazamiento importante de la frontera de producción. Aunque
)0 sacos. El café era todavía Norte de Santander continuó incrementando las siembras hasta llegar en es-
nercio exterior colombiano, tos años a producir unos 120.000 sacos, la mayor parte de la nueva produc-
taciones totales. ción se concentró en Santander y Cundinamarca, que para mediados de la
) experimentó tres auges di- década siguiente producían 60.000 y 40.000 sacos, respectivamente. En el pri-
lzamiento significativo de la mer caso, la expansión se inició a comienzos de la década en tomo a Bucara-
de dichas expansiones tuvo manga, que afianzó así su dominio económico sobre esta región del país a
1, las exportaciones se eleva- costa de los centros históricos al sur del actual departamento. En Cundina-
lió concentrada en Norte de marca, la expansión de las siembras comenzó un poco más tarde. En ambas
stica hizo el primer intento regiones fue interrumpida con la caída de los precios internacionales que tuvo
'etera del país, esta ascendía lugar a comienzos de la década de 1880 y la guerra civil que la sucedió.
oían de dicha región (véase Poco después de restablecido el orden político durante la Regeneración,
se inició la principal bonanza cafetera del siglo XIX. La producción del país se
amplió considerablemente en la década de 1890, hasta alcanzar unos 600.000
sacos en el momento en que estalló la Guerra de los Mil Días (véase de nuevo
el gráfico 111.1). Para ese entonces, representaba ya cerca de la mitad de las
ntos, 1874-1932 exportaciones colombianas. La expansión coincidió con los mejores precios
verde) del grano a nivel internacional de la segunda mitad del siglo XIX. En efecto, a
-- comienzos de la década de 1890, los precios reales del café eran un 40% más
70 1913 1932

185 618
GRÁFICO III.1.Exportaciones de café, 1870-1934
199 1.004

200 3500 - --- -- --


406

200 270 3000


OJ
eL
105 150 o 2500
<D
Cll
TI
60 448 (J)
2000
o
u
ro
50 354 (J) 1500
Cll
TI
(J)
70 204 .'!! 1000

1.069 3.454 500

10 (1984a, cuadro 7.6). o


1870- 1875- 1880- 1885- 1890- 1895- 1900- 1905- 1910- 1915- 1920- 1925- 1930·
1874 1879 1884 1889 1894 1899 1904 1909 1914 1919 1924 1929 1934
enero-febrero 1932.

FUENTES: 1870-1904: Ocampo (1984a, cuadro 7.4).1905-1934: Anuario de Comercio Exterior.

_.
62 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE HIS

GRÁFICO HI.2. Precio real del café colombiano En el occidente de Cw


rentes. La primera de ellas
400
provincia del Tequendama,
350 Magdalena; la tercera, la re
cia Girardot. El desarrollo t
oO- 300
estas líneas durante la déca
o
CXl 250 dama y, en menor medida, 1
ID de Antioquia, el café había
-a 200
(;¡ en las cercanías de Medellí]
:o
-a embargo, en el sudeste anti
150
ID
-a
rJ)
el Valle del Cauca, por otra
o 100
>
.'!l
. ces como epicentro el valle
e
ID 50
Ü

O
1825 1832 1841 1850 1857 1863 1869 1878 1887 1893 19C1O 1907 1913 1921 1930 1935 1941 1945 1953 1959 1967 1974 1981 1991 La. 0'1
FUENTE: Ocampo (1989-1990). Las formas de organizació
fueron diversas y careciera:
caracterizaron a las hacien
altos que en la década de 1870 y unas tres veces los de mediados del siglo XIX divergente reflejaba el pasa
(véase el gráfico IlI.2). marca, la evolución de las r
Otros factores incidieron, sin duda, en el auge cafetero de fines del siglo XIX. de dominación de la poblac
Como reflejo de la crisis general que experimentó el comercio exterior de rio, se había desarrollado d
Colombia a comienzos de la década de 1880, la depreciación de la plata en el ftos propietarios rurales )
mercado internacional y la posterior introducción del papel moneda, el peso blancos pobres, tenían una 1
experimentó una devaluación real sustancial,3 Durante la fase inicial de este ci6n de la propiedad territo!
proceso, los costos de producción del café tendieron a reducirse en términos en parte apoyada por el POI
de oro (la unidad monetaria internacional), fomentando así las siembras. No gualdad de fortunas caracte
menos importante fue el acceso de los hacendados al crédito que les conce- Es muy probable que en
dieron las casas comerciales del exterior, en condiciones que eran atractivas relativamente extendida la J
para la época: 6% de interés anual (con 1,5 o 2 puntos adicionales de comi- En el distrito de Salazar, uno
siones), dos años de plazo y pago posterior en café. producción parcelaria era, t
En términos regionales, la expansión de la década de 1890 fue la más di- 1830. Lo mismo debió ser e
versificada del siglo XIX. El eje de la expansión fue el occidente de Cundina- remos más adelante, en
marca (y las zonas aledañas del Tolima), que aumentó su producción de superior a la de fines del sigl
40.000 a 230.000 sacos durante estos años. Fuera de ello, la producción co- sentaba el 56% de la cosech
menzó a expandirse en escala apreciable en Antioquia, que ya a fines de siglo ci6n de Santander.
producía unos 90.000 sacos. Santander duplicó su cosecha, hasta llegar a La hacienda también tu
unos 120.000 sacos. Norte de Santander y el Valle del Cauca participaron Ya a mediados del siglo XD
también, aunque a una escala más modesta, en el auge. • comenzado a fundar hacie]
los inmigrantes alemanes ':i
3 Un análisis de los efectos monetarios de la época sobre los incentivos a la producción de
Santander. La importancia]
café se encuentra en Ocampo (1984a, cap. VII) y Urrutia (1979, caps. 2 y 3). ,ma específica de organizaci
.OMBlA.1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 63

colombiano En el occidente de Cundinamarca, la expansión siguió tres líneas dife-


rentes. La primera de ellas seguía la ruta de Bogotá a Honda; la segunda, la
provincia del Tequendama, acompañaba al rio Bogotá en su descenso al río
Magdalena; la tercera, la región del Sumapaz, seguía la ruta de descenso ha-
cia Girardot. El desarrollo cafetero aparentemente se inició en la primera de
estas líneas durante la década de 1870, de donde se desplazó hacia el Tequen-
dama y, en menor medida, hacia el Sumapaz a finales del siglo XIX. En el caso
de Antioquia, el café había comenzado a desarrollarse en la década de 1870
en las cercanías de Medellín. La expansión de fines del siglo se concentró, sin
embargo, en el sudeste antioqueño, sobre todo en el distrito de Fredonia. En
el Valle del Cauca, por otra parte, la mayor parte de la expansión tuvo enton-
ces como epicentro el valle geográfico, en las cercanías de Cali y Palmira.

00 1935 1941 1945 1953 1959 1967 1974 19B, 1991 La organización de la producción

Las formas de organización de la producción cafetera en los Santanderes


fueron diversas y carecieron en general de los elementos "semiserviles" que
caracterizaron a las haciendas cafeteras de Cundinamarca. Este desarrollo
IS de mediados del siglo XIX divergente reflejaba el pasado de cada una de estas regiones. En Cundina-
marca, la evolución de las relaciones sociales estuvo marcada por tres siglos
afetero de fines del siglo XIX. de dominación de la población indígena. En los Santanderes, por el contra-
tó el comercio exterior de rio, se había desarrollado desde la Colonia una economía donde los peque-
preciación de la plata en el ños propietarios rurales y los artesanos, descendientes de inmigrantes
.del papel moneda, el peso blancos pobres, tenían una gran importancia. Aunque sin duda la concentra-
rante la fase inicial de este ción de la propiedad territorial avanzó allí en la segunda mitad del siglo XIX,
)fi a reducirse en términos en parte apoyada por el poder político local, no se desarrolló la fuerte desi-
tanda así las siembras. No gualdad de fortunas características de otras regiones del país.
's al crédito que les conce- Es muy probable que en una región donde la propiedad de la tierra estaba
ciones que eran atractivas relativamente extendida la producción campesina de café haya sido elevada.
mtos adicionales de comi- En el distrito de Salazar, uno de los más importantes de Norte de Santander, la
producción parcelaria era, en efecto, la más importante desde la década de
ada de 1890 fue la más di- 1830. Lo mismo debió ser cierto en otros municipios de la región. Según ve-
, el occidente de Cundina- remos más adelante, en 1923, con una producción que era apenas un poco
lmentó su producción de superior a la de fines del siglo XIX, aquella en fincas de menos de 12 ha repre-
de ello, la producción co- sentaba el 56% de la cosecha de Norte de Santander y un 36% de la produc-
uia, que ya a fines de siglo ción de Santander.
u cosecha, hasta llegar a La hacienda también tuvo en esta región una participación importante.
e del Cauca participaron Ya a mediados del siglo XIX los capitalistas de Cúcuta y Pamplona habían
.uge. comenzado a fundar haciendas cafeteras en Norte de Santander, mientras
los inmigrantes alemanes y los capitalistas locales fundaban haciendas en
s incentivos a la producción de Santander. La importancia relativa de estas unidades de producción y su for-
aps. 2 y 3). ma específica de organización no son enteramente claras. Lo más probable
64 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNABREVEffiS

es que la aparcería haya hecho una aparición temprana en la región, tanto por agentes de las hacienda
en las haciendas propiamente dichas como en la explotación de propiedades que se necesitaban unos 12
medianas. En esta forma de organización de la producción, el aparcero se . Cundinamarca y unos 100.
encargaba por sus propios medios (o con ayuda de unos pocos trabajadores) 11). Ambas cifras, en part
de explotar un terreno especial (una parte de una hacienda), guardando una cualquier caso, el esfuerzo I
parte de la cosecha, por lo general el 50%, Y entregando el resto al dueño de debió ser sustancial en una
la tierra. Este último podía hacer algunos avances en dinero, que se cancela- namarca y Boyacá era de al
ban luego con café. Existe evidencia, sin embargo, de que algunas haciendas de transporte eran todavía I
de la región se desarrollaron sobre la base de un sistema de arrendatarios Aunque este tipo de org
similar al de Cundinamarca e incluso con base en jornaleros permanentes. se apoyó en mecanismos dé
Este último tipo de organización debió ser, sin embargo, escasa, ya que ele- poderes políticos locales, no
vaba considerablemente los costos monetarios en relación con formas alter- Un sistema "feudal" e indO!
nativas de producción. de trabajo de las haciendas
En Cundinamarca, aunque no estuvo ausente la pequeña producción, la tares. Las condiciones en m
forma dominante fue la hacienda explotada por arrendatarios. En este tipo cafeteras no fueron partícula
de haciendas, el propietario ausentista era por lo general un comerciante desarrollo del occidente de (
urbano con una gran diversidad de negocios e importantes contactos políti- se caracterizaron por una pe
cos. Muchos de aquellos que participaron en la expansión cafetera de fines te de indisciplina casi perma
del siglo XIX habían estado involucrados anteriormente en los ensayos de ex- para hacerles cumplir sus ob
portación de tabaco y añil en el valle del Magdalena y de quinas en Suma- te la época de cosecha, CUal
paz, o se habían establecido en la región para instalar trapiches o haciendas Además, con el aumento en 1
ganaderas, cuyos productos estaban destinados al creciente mercado bogo- tos de las parcelas parece h
tano. Estas actividades complementarias subsistieron durante los años de arrendatario trataba, por lo t
bonanza; las propias haciendas cafeteras combinaban los cultivos del grano A ello se agregó el cultivo de
con trapiches, la producción de algunos alimentos, pastos y bosques. Aunque las parcelas a pesar de las PI'(
el propietario adoptaba todas las decisiones fundamentales de la hacienda y Las condiciones no eran
cumplía con otras funciones económicas básicas (información y contactos cimiento del feudalismo, sino
comerciales y crediticios), el manejo diario de la hacienda estaba a cargo de independencia en los arrenda
un administrador o mayordomo (funciones que a veces recaían sobre una lacios (1983) ha mostrado qu
misma persona). Cundinamarca fue hacia el f¡
Los arrendatarios constituían el núcleo fundamental de la hacienda. A interior de las haciendas. El
cambio de habitación y un lote para cultivar sus alimentos, tenían la obliga- las zonas cafeteras durante h:
ción de trabajar un cierto tiempo (por lo general dos semanas al mes) en las ideas liberales y socialistas en
labores de la hacienda o de conseguir alguien que lo hiciera. Este trabajo era do de independencia alcanza
por lo general remunerado a la mitad del jornal ordinario. Aunque en las les pernlitía visualizar nuevas
parcelas se les prohibía sembrar café y otros cultivos permanentes, los pro- Para reducir el período q
ductos de pancoger podían ser vendidos en los pueblos vecinos y en ocasio- de café y los primeros ingre!
nes eran adquiridos por la propia hacienda. La movilidad de estos productos zonas de Cundinamarea se dé
al interior de la hacienda estaba, sin embargo, restringida y se exigía el pago este caso, el trabajador vendíl
de peajes o derechos similares. Para las labores estacionales de la cosecha, la cendado y tenía el derecho a 1
hacienda dependía de jornaleros temporales, que al igual que los arrendata- pancoger durante el período (
rios provenían en esencia del altiplano. Ambos tipos de trabajadores migra- Daron sobre todo en el Suma)
ban a veces por sus propios medios, pero en otros casos eran contratados el Tequendama o en Antioqui.
OMBLA.1830-1958
UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 65
en la región, tanto por agentes de las haciendas en su lugar de residencia. En 1906 se calculaba
explotación de propiedades que se necesitaban unos 12.000 trabajadores residentes en las haciendas de
producción, el aparcero se Cundinamarca y unos 100.000 trabajadores estacionales (Deas, 1976, nota
:le unos pocos trabajadores) 11). Ambas cifras, en particular la segunda, pueden estar exageradas. En
1hacienda), guardando una cualquier caso, el esfuerzo de movilización temporal de la fuerza de trabajo
'egando el resto al dueño de debió ser sustancial en una época en la cual la población conjunta de Cundi-
s en dinero, que se cancela- namarca y Boyacá era de algo más de un millón de habitantes y los medios
), de que algunas haciendas de transporte eran todavía precarios.
n sistema de arrendatarios Aunque este tipo de organización social tuvo elementos "semiserviles" y
en jornaleros permanentes. se apoyó en mecanismos de coerción de la fuerza de trabajo, utilizando los
mbargo, escasa, ya que ele- poderes políticos locales, no puede caracterizarse simple y llanamente como
1 relación con formas alter-
un sistema "feudal" e incluso como un retroceso con respecto a las formas
de trabajo de las haciendas del altiplano, como lo han sugerido algunos au-
la pequeña producción, la tores. Las condiciones en medio de las cuales se desarrollaron las haciendas
arrendatarios. En este tipo cafeteras no fueron particularmente propicias para ello. Durante el acelerado
lo general un comerciante desarrollo del occidente de Cundinamarca a fines del siglo XIX, las haciendas
lportantes contactos políti- se caracterizaron por una penuria de mano de obra. Esto generó un ambien-
cafetera de fines te de indisciplina casi permanente de los arrendatarios y una gran dificultad
nente en los ensayos de ex- para hacerles cumplir sus obligaciones. Esto era especialmente cierto duran-
lena y de quinas en Suma- te la época de cosecha, cuando la escasez de mano de obra se agudizaba.
talar trapiches o haciendas Además, con el aumento en la población de la región, la venta de los produc-
ti. creciente mercado bogo- tos de las parcelas parece haber sido una actividad muy remunerativa; el
ieron durante los años de arrendatario trataba, por lo tanto, de dedicar a ellas el mayor tiempo posible.
aban los cultivos del grano A ello se agregó el cultivo del café, que se fue generalizando lentamente en
, pastos y bosques. Aunque las parcelas a pesar de las prohibiciones.
lmentales de la hacienda y Las condiciones no eran así particularmente favorables para el recrude-
. (información y contactos cimiento del feudalismo, sino más bien para el surgimiento de un espíritu de
lacienda estaba a cargo de independencia en los arrendatarios. Esto es precisamente lo que ocurrió. Pa-
a veces recaían sobre una lacios (1983) ha mostrado que la tendencia fundamental en el occidente de
Cundinamarca fue hacia el fortalecimiento de una economía campesina al
1mental de la hacienda. A interior de las haciendas. El desarrollo de los movimientos guerrilleros en
limentos, tenían la obliga- las zonas cafeteras durante la Guerra de los Mil Días y la receptividad a las
los semanas al mes) en las ideas liberales y socialistas en la década de 1920 parecen ser indicios del gra-
lo hiciera. Este trabajo era do de independencia alcanzado por los trabajadores en las haciendas, que
ordinario. Aunque en las les permitía visualizar nuevas formas de lucha política.
vos permanentes, los pro- Para reducir el período que transcurría entre la inversión en la siembra
eblos vecinos y en ocasio- de café y los primeros ingresos monetarios de dicha inversión, en algunas
,vilidad de estos productos zonas de Cundinamarca se desarrolló una forma de contrato de siembra. En
:ringida y se exigía el pago este caso, el trabajador vendía los árboles de café en edad de producir al ha-
acionales de la cosecha, la cendado y tenía el derecho a usufructuar la tierra para producir artículos de
11 igual que los arrendata- pancoger durante el período del contrato. Este tipo de relaciones se desarro-
os de trabajadores migra- llaron sobre todo en el Sumapaz. No hay evidencia de que hayan existido en
)s casos eran contratados el Tequendama o en Antioquia.
66 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE HIS

Las haciendas antioqueñas desarrollaron una modalidad intennedia en- la rentabilidad fue mucho
tre la hacienda cundinamarquesa y santandereana. En este caso, la relación como un todo (que incluye
entre el trabajador pennanente (agregado) y la hacienda, aunque no tan te- cualquier caso, superior al
ñida de elementos semiserviles, tenía característícas muy similares a las del cios, 1983; Ocampo, 1984a
arrendatario cundinamarqués. La diferencia más importante fue la concen- Cuando los precios bajl
tración del sitio de residencia de los agregados y, como consecuencia de esto, mó rápidamente. A comien
la separación entre la habitación y la parcela. Esta separación parece haber ducir y transportar un sac
sido decisiva para evitar que se dieran los procesos de fortalecimiento de la saco. Los costos eran simil
economía campesina típicos de Cundinamarca. Los problemas asociados a medios de exportación de
la consecución de la mano de obra estacional parecen haber sido similares. En el caso de los Santandc
Las labores de procesamiento (despulpado, lavado, secado y trilla) per- mal procesamiento del gra
manecieron en general atrasadas, aunque en las últimas dos décadas del si- . los cuales se vendían sus Cl
glo XIX se adoptaron algunas mejoras en las haciendas más grandes. Este bajos que los del resto del]
proceso avanzó en mayor medida en Cundinamarca, donde se llegó a adap- sechar todo el café y de ro
tar el secado artificial de café, pero hay también evidencia de innovaciones durante la Guerra de los fI
en las haciendas de Antioquia y Santander. Cundinamarca siguió siendo el irreparables. Todas las hací
líder en técnicas de procesamiento, al menos hasta 1920. Los Santanderes, des para exportar café dura
por el contrario, tendieron a quedarse relativamente rezagados. La trilla fue macenaba en condiciones
la actividad de menor avance en el país y donde subsistieron en mayor escala habían endeudado en el ex'
las técnicas primitivas. A fines del siglo, Camacho Roldán (s.f., p. 128) esti- enfrentados durante estos l
maba que todavía un 90% del café del país se exportaba sin trillar. medida que los precios del
Con base en la información existente, se puede estimar que el valor de sible exportar el grano. Mu
las haciendas cafeteras a fines del siglo XIX era de unos 15 míllones de pesos la Guerra.
oro. 4 Era una suma elevada para la época. Los ingresos anuales del Gobierno A comienzos del siglo x
nacional en la década de 1890 eran de unos 7 míllones de pesos oro y el valor tera no recibía un entierro
de las exportaciones totales unos 16 míllones. Del valor total de las inversio- siglo XIX, estaba condenada
nes, sin embargo, solo una tercera parte o algo más era atribuible a las inver- nuevas formas de producCÍI
siones propiamente cafeteras (los árboles y las máquinas y herramientas las zonas de colonización a
para el procesamiento del grano). El resto estaba representado por el solo
costo de la tierra y las actividades agropecuarias extracafeteras.
La rentabilidad de estas inversiones durante los años de la bonanza fue Trar
muy buena. Con los precios de la época, el café se vendía en el exterior por
unos 2224 pesos oro por saco de 60 kg, que le dejaban al propietario entre 12 El transporte constítuy
y 15 pesos oro. Incluso, si se supone que el capital circulante necesario era siglo XIX. La expansión cafl
igual al costo de producir y transportar todo el café del país en un año (unos dos del siglo algunos desarr
10 míllones de pesos oro), y se toma como base el valor total de las hacien- no, en especial la navegacié
das a fines del siglo (15 míllones de pesos oro), la rentabilidad que se obtiene se hicieron también alguno
es relativamente alta: de un 30 a un 40%. Cálculos basados en datos de ha- particular, se inauguraron 1
ciendas dan estimativos muy similares. Palacios considera, sin embargo, que parte del de Antioquia (Med
Las comunicaciones entre I

4 Este valor incluye las revalorizaciones de la tierra y de los cafetales en una época de bonan-
ron. Ya desde 1871 estaba I
za. Las inversiones que se hicieron efectivamente en ellas fueron menores, quizás de unos 10 Colombia) y en la década di
millones de pesos oro. Cartagena. Además, la infraf
IMBIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 67

l modalidad intennedia en- la rentabilidad fue mucho más baja y no superó en el período 1880-1900
la. En este caso, la relación como un todo (que incluye algunos años de crisis) un 16% anual; ella era, en
acienda, aunque no tan te- cualquier caso, superior a la que se obtenía en inversiones alternativas (Pala-
cas muy similares a las del cios, 1983; Ocampo, 1984a).
: importante fue la concen- Cuando los precios bajaron a fines del siglo XIX, esta rentabilidad se esfu-
;omo consecuencia de esto, mó rápidamente. A comienzos del siglo xx, se estimaba que el costo de pro-
la separación parece haber ducir y transportar un saco de café a Nueva York era de 11 pesos oro por
os de fortalecimiento de la saco. Los costos eran similares a los de fines del siglo XIX, pero los precios
problemas asociados a medios de exportación de la época no dejaban ya ganancias significativas.
haber sido similares. En el caso de los Santanderes, el problema era aún peor, ya que debido al
avado, secado y trilla) per- mal procesamiento del grano y a la inferioridad de las tierras los precios a
CIltimas dos décadas del si- los cuales se vendían sus cafés en el exterior eran entre un 20 y un 30% más
;iendas más grandes. Este bajos que los del resto del país. Fuera de lo anterior, la imposibilidad de co-
rca, donde se llegó a adap- sechar todo el café y de mantener las plantaciones en buenas condiciones
evidencia de innovaciones durante la Guerra de los Mil Días había generado en muchos casos daños
linamarca siguió siendo el irreparables. Todas las haciendas del país sufrieron además por las dificulta-
ita 1920. Los Santanderes, des para exportar café durante los años de la Guerra, mientras el grano se al-
[lte rezagados. La trilla fue macenaba en condiciones subóptimas. Finalmente, los hacendados que se
bsistieron en mayor escala habían endeudado en el exterior para desarrollar sus plantaciones se vieron
) Roldán (s.f., p. 128) esti- enfrentados durante estos años al peso creciente de las deudas adquiridas: a
)rtaba sin trillar. medida que los precios del café bajaban, el tipo de cambio subía y era impo-
de estimar que el valor de sible exportar el grano. Muchos de ellos perdieron sus plantaciones durante
unos 15 millones de pesos la Guerra.
:-esos anuales del Gobierno A comienzos del siglo xx era evidente así que, incluso si la hacienda cafe-
mes de pesos oro y el valor tera no recibía un entierro similar al de otras experiencias exportadoras del
valor total de las inversio- siglo XIX, estaba condenada a una vejez prolongada. El futuro cafetero exigía
s era atribuible a las inver- nuevas formas de producción, que habrían de encontrar terreno propicio en
máquinas y herramientas las zonas de colonización antioqueña.
1 representado por el solo
Ktracafeteras.
os años de la bonanza fue Transporte y comercialización
vendía en el exterior por
)an al propietario entre 12 El transporte constituyó un gran obstáculo al desarrollo cafetero en el
11 circulante necesario era siglo XIX. La expansión cafetera heredó de la bonanza tabacalera de media-
é del país en un año (unos dos del siglo algunos desarrollos importantes del sistema de transporte inter-
1 valor total de las hacien- no, en especial la navegación a vapor por el río Magdalena. A fines del siglo
que se obtiene se hicieron también algunos avances importantes en materia ferroviaria. En
s basados en datos de ha- particular, se inauguraron los ferrocarriles entre Cúcuta y el río Zulia, gran
nsidera, sin embargo, que parte del de Antioquia (Medellín a Puerto Berrío) y el de Honda a La Dorada.
Las comunicaciones entre el río Magdalena y los puertos también mejora-
:afetales en una época de bonan- ron. Ya desde 1871 estaba en servicio la vía Barranquilla-Sabanilla (Puerto
un menores, quizás de unos 10 Colombia) y en la década de 1890 se inauguró el ferrocarril entre Calamar y
Cartagena. Además, la infraestructura portuaria, en particular de Barranquilla

.. -", C,¿c> .' q _ ,


68 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE I

(Sabanilla), mejoró sustancialmente a fines del siglo XIX y el transporte marí- reexportación de café ve
timo se modernizó, con el consecuente impacto sobre los fletes. gión de Ocaña. Todavía;
La modernización del sistema de transportes solo comprendía, sin em- guía siendo exportado
bargo, una parte del trayecto que debía recorrer el grano: el que comprendía santandereana y, en esp
desde algún punto en el interior del país hasta los mercados de destino. El marca y Antioquia, Bao
transporte desde la hacienda o la finca hasta el primer punto de venta se si- Colombia en las dos últil
guió haciendo hasta bien entrado el siglo xx a lomo de mula. Las recuas de cipó en el auge de fines (
estos animales eran, así, un elemento esencial del sistema de transportes. De el río Magdalena.
hecho, hacían parte de las inversiones en las haciendas cafeteras, que debían La comercialización
destinar pastos abundantes a su mantenimiento. sas comerciales operaba¡
La incidencia de un sistema de transportes deficiente era mucho más importación, utilizando
importante en el caso del café que en otros productos de exportación del si- Los comerciantes coloml
glo XIX. La razón es muy simple: una tonelada de café valía en puertos co- a estos últimos las mere.
lombianos (o en los mercados de destino) mucho menos que una cantidad Después de remitidas, po
equivalente de tabaco, quina y, obviamente, metales preciosos, los principa- por parte del valor de la
les productos alternativos de exportación. Un mismo flete incidía, así, mu- mente acordado. Las cue:
cho más en los costos finales del grano. En las décadas de 1850 y 1860, por el exterior, después de df
ejemplo, una tonelada de tabaco valía entre tres y cuatro veces lo que costa- ciante también estaba in
ba una cantidad equivalente de café en puertos de Colombia; en el caso de la que solicitara al comisio:
quina, la diferencia era de un 150 a un 200%. En la época de decadencia del en el país.
tabaco en la década de 1870, la diferencia de precios se redujo a 30-40%, Los hacendados más
pero la mayoría de las hojas exportadas provenían entonces de la costa dores. Los cafés se cono
Atlántica (Carmen de Bolívar), mientras el café debía ser transportado desde respectiva. Este hecho re!
el interior del país. En aquella época, la tonelada de quina seguía valiendo empresarios de la época I
entre dos y tres veces lo que costaba la misma cantidad de café. ciales, la producción de
Los costos de transportar y comercializar el café representaron así pro- más pequeños y los cam¡
porciones importantes del precio del grano, sobre todo en los primeros años. mercialización de sus pro
Para 1867, por ejemplo, el flete de Cúcuta a Maracaibo representaba el 15% se vendiera el café en cel
del precio del café en Nueva York. Para 1878, la proporción que absorbía el vecinas. Solo con la geneI
costo de transportar el grano de Bucaramanga a Barranquilla era mucho comenzó a revertirse esta
mayor: 24% (Beyer, 1947, cuadro VI). El acarreo desde el suroeste antioque- los pequeños productores
ño hasta Sabanilla representaba en 1896 el 13% del precio del grano; con la La mayor parte del ca
reducción de los precios internacionales en los años siguientes, esta propor- nó a los mercados europe
ción se elevó, sin embargo, por encima del 25%. Desde Sasaima hasta Saba- los primeros en desarroll:
nilla, la proporción equivalente era de 911% en 1890-1895, pero con la baja destinadas a los Estados (
en los precios se incrementó al 22% en 1905. En la hacienda Santa Bárbara, cadas de dicho siglo en 10
localizada en este distrito de Cundinamarca, las erogaciones causadas por Europa, se siguió un pan
transportes, seguros y comisiones representaban un poco más del 17% de los portaciones se destinaror
costos monetarios totales en 1886-1894, pero se elevaron al 34% en 1895- una importancia crecientt
1898 (Palacios, 1983, cuadros 14 y 37). taña como Francia destin
La importancia del Norte de Santander en la producción de café se refle- de café colombiano para I
jó en el peso de Cúcuta como puerto cafetero de Colombia. Las exportacio-
nes por la frontera venezolana incluían café santandereano y alguna
'MBIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 69

XIX Yel transporte man- reexportación de café venezolano, pero excluían el grano producido en la re-
obre los fletes. gión de Ocaña. Todavía a fines del siglo XIX un 30% del café colombiano se-
¡ solo comprendía, sin em- guía siendo exportado por la ruta Cúcuta-Maracaibo. Con la expansión
grano: el que comprendía santandereana y, en especial, con la diseminación del cultivo en Cundina-
)s mercados de destino. El marca y Antioquia, Barranquilla pasó a ser el principal puerto cafetero de
rimer punto de venta se si- Colombia en las dos últimas décadas del siglo XIX. Cartagena también parti-
mo de mula. Las recuas de cipó en el auge de fines de dicho siglo, gracias a las mejores conexiones con
sistema de transportes. De el río Magdalena.
cafeteras, que debían La comercialización de café no era una actividad especializada. Las ca-
sas comerciales operaban con un conjunto diverso de negocios exportación-
deficiente era mucho más importación, utilizando para ello comisionistas en los puertos extranjeros.
Ictos de exportación del si- Los comerciantes colombianos (o extranjeros residentes en el país) enviaban
e café valía en puertos co- a estos últimos las mercancías para que vendieran en los sitios de destino.
) menos que una cantidad Después de remitidas, podían girar letras de cambio sobre sus comisionistas
les preciosos, los principa- por parte del valor de las exportaciones o por el monto del crédito previa-
smo flete incidía, así, mu- mente acordado. Las cuentas se saldaban en el momento de venta del café en
de 1850 y 1860, por el exterior, después de deducir una comisión del 2 al 3%. Cuando el comer-
,cuatro veces lo que costa- ciante también estaba involucrado en negocios de importación, era común
Colombia; en el caso de la que solicitara al comisionista la remisión de algunos artículos para vender
la época de decadencia del en el país.
-ecios se redujo a 30-40%, Los hacendados más grandes actuaban al mismo tiempo como exporta-
úan entonces de la costa dores. Los cafés se conocían en estos casos con el nombre de la hacienda
bía ser transportado desde respectiva. Este hecho respondía a la diversificación de las actividades de los
l de quina seguía valiendo empresarios de la época que incluía, según hemos visto, actividades comer-
tidad de café. ciales, la producción de café y otros negocios en el país. Los productores
:afé representaron así pro- más pequeños y los campesinos dependían obviamente de otros para la co-
todo en los primeros años. mercialización de sus productos. En el caso de estos últimos, era común que
caibo representaba el 15% se vendiera el café en cereza para su total procesamiento en las haciendas
lroporción que absorbía el vecinas. Solo con la generalización de la despulpadora manual en el siglo xx
1 Barranquilla era mucho comenzó a revertirse esta práctica, que reducía obviamente los ingresos de
.esde el suroeste antioque- los pequeños productores.
el precio del grano; con la La mayor parte del café que exportaba Colombia en el siglo XIX se desti-
os siguientes, esta propor- nó a los mercados europeos. Aunque el mercado norteamericano fue uno de
iesde Sasaima hasta Saba- los primeros en desarrollarse, la proporción de las exportaciones del grano
190-1895, pero con la baja destinadas a los Estados Unidos tendió a estabilizarse en las tres últimas dé-
1 hacienda Santa Bárbara, cadas de dicho siglo en torno a un 30% (véase el gráfico HU). En el caso de
erogaciones causadas por Europa, se siguió un patrón común a muchos productos. Las primeras ex-
n poco más del 17% de los portaciones se destinaron a Gran Bretaña, pero luego fueron adquiriendo
elevaron al 34% en 1895- una importancia creciente las ventas a Alemania y Francia. Tanto Gran Bre-
taña como Francia destinaban una parte importante de sus importaciones
roducción de café se refle- de café colombiano para reexportado a otros países europeos.
Las exportacio-
santandereano y alguna
70 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE I

GRÁFICO 1II.3. Destino de las exportaciones de café (%) solo se consolidó como
sino que el país se convi
100 primero de cafés suaves.
90 del café del mundo. Par
80 había elevado a un 10%
70 Esta expansión signiJ
60 de explotación. En efectl
50 las áreas de colonizaciór
40
mento de Antioquia y el
30
había sido poblada desde
20
había adquirido una ma!
sarrolIaron inicialmente·
10
practicaba en otras regic
o
1870- 1875- 1880- 1885- 1890- lB95- 1900- 1905- 1910- 1915- 1920- 1925- 1930- 1935- 1940- 1945- 1950- 1955- plementarias (engorde dt
1874 1879 1BB4 1BB9 1894 1899 1904 1909 1914 1919 1924 1929 1934 1939 1944 '949 '954 1959 portante de este proceso
111 Estados Unidos o Europa Quindío), ya que su largo
mientas del proceso de ü
FUENTES: 1870-1909: Ocampo (1984a, cuadro 7.4). 1910-1939: Anuarios de Comercio Exterior.
el cultivo del grano se e;
La información se refiere a los años para los cuales existe información sobre el periodo corres-
pondiente. propiedades que se había
ceso de lucha por la tierr
baldíos, que contó con el
LA EXPANSIÓN CAMPESINAS de Manizales. Este proce!
dió, sin embargo, que se r
La gran bonanza cafetera piedad en las zonas de c
Marco Palacios, solo un 2
La primera década del siglo xx no parecía particularmente propicia para ini- Caldas entre 1823 y 1931
ciar una gran expansión cafetera. A pesar de los enormes esfuerzos que ha- dores o a propietarios pec
cía el Gobierno de Sao Paulo en Brasil por restringir las siembras y defender El avance del café en l
los precios del grano, 6 estos se mantenían en niveles sumamente deprimidos fue espectacular. Antioqu
desde 1899 (véase de nuevo el gráfico 111.2). La hacienda cafetera, improduc- 1900 (un 15% de la produ(
tiva y afectada por el mayor conflicto civil de la historia colombiana, era in- en 1932 (47%). Laproducc
capaz de liderar una nueva expansión. Solo la férrea disciplina impuesta por 1913 (10% del total nacio
el general Rafael Reyes y sus intentos por promover nuevas empresas econó- la cosecha de las hacien<
micas constituían elementos positivos para un nuevo auge exportador. 1932, la producción de e
A pesar de los elementos desfavorables, la economía cafetera tomó una 23% de la producción nac
fuerza inusitada en Colombia desde la primera década del siglo xx. Para fi- tral. Además, la producci
nes de la década de 1920, la producción cafetera se había quintuplicado, su- giones del país, en esped
perando los 3 millones de sacos (véase de nuevo el gráfico 111.1). El café no viejas zonas de produccil

5 Para un análisis más extenso de este periodo, véanse Machado (1988), Palacios (1983) y 7 De acuerdo con los censos,

Arango (1977). tantes en 1835 a 34.240 en 1851;


6 La historia de la regulación del mercado cafetero por parte de Brasil desde comienzos del 8 Palacios (1983, caps. VII y \
siglo XX se encuentra en Wickizer (1943 y 1951). sons, (1979) y Brew (1977, cap.'
1MBlA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 71

nes de café (%) solo se consolidó como el principal producto de exportación de Colombia,
sino que el país se convirtió en el segundo productor mundial de grano y el
primero de cafés suaves. A comienzos del siglo, Colombia producía un 3,5%
del café del mundo. Para fines de la década de 1920, esta participación se
había elevado a un 10% Ycontinuaría en alza en la década siguiente.
Esta expansión significó un cambio radical en la frontera y en las formas
de explotación. En efecto, el crecimiento de la producción se concentró en
las áreas de colonización antioqueña en el viejo Caldas, al sur del departa-
mento de Antioquia y el norte del Tolima y el Valle del Cauca. Esta región
había sido poblada desde fines de la Colonia y ya para comienzos del siglo xx
había adquirido una masa de población importante.? Los colonizadores de-
sarrollaron inicialmente una agricultura de roza y quema similar a la que se
practicaba en otras regiones del país y algunas actividades comerciales su-
5- 1930· 1935· 1940· 1945· 1950· 1955. plementarias (engorde de cerdos, guaquería, etc.). El café no hizo parte im-
'9 1934 1939 1944 1949 1954 1959
portante de este proceso, incluso en las regiones de poblamiento tardío (el
Quindío), ya que su largo período de gestación no se adaptaba a los requeri-
;9: Anuarios de Comercio Exterior.
mientos del proceso de colonización. No obstante, a comienzos del siglo xx
nnación sobre el período corres- el cultivo del grano se expandió rápidamente en las pequeñas y medianas
propiedades que se habían desarrollado en la región gracias a un largo pro-
ceso de lucha por la tierra de los colonizadores contra los adjudicatarios de
baldíos, que contó con el apoyo de las élites comerciales de Medellín y luego
de Manizales. Este proceso de difusión de las unidades campesinas no impi-
dió, sin embargo, que se mantuviera una apreciable concentración de la pro-
piedad en las zonas de colonización. De acuerdo con las estimaciones de
Marco Palacios, solo un 20% de las adjudicaciones de tierras en Antioquia y
rrmente propicia para ini- Caldas entre 1823 y 1931 (unas 250.000 hectáreas) favorecieron a coloniza-
normes esfuerzos que ha- dores o a propietarios pequeños y medianos (de menos de 50 hectáreas).8
ir las siembras y defender El avance del café en esta región en las tres primeras décadas del siglo xx
sumamente deprimidos fue espectacular. Antioquia y Caldas pasaron de producir 90.000 sacos en
enda cafetera, improduc- 1900 (un 15% de la producción nacional) a 384.000 en 1913 (36%) y 1.622.000
,toría colombiana, era in- en 1932 (47%). La producción de Tolima y el Valle era de unos 110.000 sacos en
a disciplina impuesta por 1913 (10% del total nacional), pero estaba representada en gran medida por
-nuevas empresas econó- la cosecha de las haciendas del oriente del Tolima y el sur del Valle. Para
ro auge exportador. 1932, la producción de estos dos departamentos era de 802.000 sacos (un
lOmÍa cafetera tomó una 23% de la producción nacional) y estaba concentrada ya en la cordillera Cen-
:ada del siglo xx. Para fi- tral. Además, la producción cafetera comenzó a diseminarse en nuevas re-
había quintuplicado, su- giones del país, en especial Cauca, Nariño, Huila, Boyacá y Magdalena. Las
l gráfico HU). El café no viejas zonas de producción en Norte de Santander, Santander y Cundina-

lado (1988), Palacios (1983) y 7 De acuerdo con los censos, la población del viejo Caldas había aumentado de 12.667 habi·
tantes en 1835 a 34.240 en 1851; 71.749 en 1870 y 341.198 en 1912.
de Brasil desde comienzos del 8 Palacios (1983, caps. VII y VIII). Sobre estos temas, véase también López Toro (1970), Par-
sons, (1979) y Brew (1977, cap. 4).
72 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958
UNABREV

CUADRO 111.2. Concentración de la producción de café, 1923 y 1932 CUADR


(Clasificación según tamaño de los cafetales adultos) en los 1-
Número de fincas % Producción (Clasificación se!
1923 1932 1923 1932

Hasta 3 ha 34.841 113.950 24,4 26,1 Departamentos


3,l-12ha 8.544 31.178 32,0 33,4 Antioquia
12,1 - 35 ha 1.544 3.255 20,1 22,3 Caldas
Más de 3,5 ha 560 823 23,5 18,2 Cundinamarca
Total 45.489 149.206 100,0 100,0 Norte de Santander
FUENTE: Machado (1988, cuadros 12 y 13). Santander
Tolima

marca controlaban el 82% de la producción nacional a la vuelta del siglo Valle


(500.000 sacos), pero ya en 1932 esta proporción se había reducido a solo un
FUENTE: Machado (1988), el
24% (820.000 sacos).
Si la hacienda cafetera fue el eje de la expansión en el siglo XIX, la nueva
producción provino en lo fundamental de pequeñas y medianas unidades.
Estas fincas eran ya dominantes en 1923, cuando aquellas con cafetales adul- 1932, las unidades produ
tos de menos de 12 ha (unos 20.000 cafetos con las densidades promedio tí- ban el 40% o más de la
picas de la época) controlaban el 56,4% de la producción nacional (véase el Como se puede apreciar; :
cuadro 111.2). Este tipo de fincas era administrado fundamentalmente por sus el núcleo antioqueño, se t
propietarios, señalando así su carácter de unidades campesinas pequeñas y nes del país. Este proceso
medianas. La producción en hacienda (unidades con más de 35 ha de café más adelante.
adulto a 50.000 cafetos, aproximadamente) solo representaba entonces un La apreciación sobre
23,5% de la producción. Para 1932 este proceso de "democratización" de la ción cafetera, cuyo gran ir
producción cafetera se había acentuado aún más. La producción en fincas debe ser, sin embargo, ex,
con cafetales de menos de 12 ha y de más de 35 ha se había incrementado en ductores (76% en 1932)tel
el primer caso al 59,5% y se había reducido en el segundo a un 18,2%. forma reducida en la pro<i
Entre los principales departamentos productores, la importancia de las ción social al interior de la
unidades pequeñas y medianas era mayor en 1923 en el Valle y Caldas (véase te como el crecimiento el
el cuadro JIu). Antioquia, Norte de Santander y Tolima estaban en una situa- refleja en la creciente impo
ción intermedia, indicando que combinaban grandes y pequeñas unidades, de 4.000 fincas (un 2,7% di
en proporciones diferentes dependiendo de los distintos municipios en cada producción nacional. Fuer
uno de estos departamentos. La mayor concentración de la producción era des comerciales e industri
caracteristica de Cundinamarca y Santander. No obstante, incluso en estos importante en los ingresos
departamentos una proporción importante de la cosecha provenía de fincas seguida.
pequeñas y medianas. Más aún, fue precisamente en Cundinamarca donde se
dio el mayor proceso de democratización de la producción en la década de
1920, al tiempo que en Caldas y Valle se fortalecían las fincas medianas. Para
1fH1A,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 73

de café, 1923 y 1932 CUADRO HU. Concentración de la producción


ales adultos) en los principales departamentos, 1923 y 1932
(Clasificación según tamaño de los cafetales adultos, en porcentajes)
% Producción
1923 1932 Hasta 12 ha De 12,1 a 35 ha Más de 35 ha
24,4 26,1 Departamentos 1923 1932 1923 1932 1923 1932
32,0 33,4 Antioquia 57,4 56,6 23,0 26,1 19,6 17,3
20,1 22,3 Caldas 69,2 64,1 20,4 25,2 10,4 10,7
23,5 18,2 Cundinamarca 29,0 47,2 16,0 14,9 55,0 37,9
100,0 100,0 Norte de Santander 56,3 70,4 25,0 14,1 18,7 15,5
Santander 35,6 39,7 16,4 23,5 48,0 36,8
Tolima 41,7 46,0 19,8 26,4 38,5 27,6

onal a la vuelta del siglo Valle 80,7 72,8 12,1 22,8 7,2 4,4
había reducido a solo un FUENTE: Machado (1988), cuadros 14 y 15.

In en el siglo XIX, la nueva


las y medianas unidades.
¡uellas con cafetales adul- 1932, las unidades productivas con cafetales de menos de 12 ha representa-
¡ densidades promedio tí- ban el 40% o más de la producción en todos los departamentos del país.
ucción nacional (véase el Como se puede apreciar, la producción campesina de café, irradiando desde
mdamentalmente por sus el núcleo antioqueño, se había ido apoderando gradualmente de otras regio-
s campesinas pequeñas y nes del país. Este proceso se acentuaría en la década de 1930, según veremos
:on más de 35 ha de café más adelante.
epresentaba entonces un La apreciación sobre el creciente carácter "democrático" de la produc-
: "democratización" de la ción cafetera, cuyo gran impulsor fue históricamente Nieto Arteta (1975), no
La producción en fincas debe ser, sin embargo, exagerada. En primer término, el grueso de los pro-
le había incrementado en ductores (76% en 1932) tenía cafetales de menos de 3 ha, pero participaba en
gundo a un 18,2%. forma reducida en la producción (26% según el cuadro HU). La diferencia-
'es, la importancia de las ción social al interior de la economía campesina era un hecho tan importan-
el Valle y Caldas (véase te como el crecimiento en el número de pequeños productores, según se
.IDa estaban en una situa- refleja en la creciente importancia de las fincas medianas. Además, poco más
les y pequeñas unidades, de 4.000 fincas (un 2,7% del total) representaban en 1932 más del 40% de la
¡ntos municipios en cada producción nacional. Fuera de lo anterior, la concentración de las activida-
ión de la producción era des comerciales e industriales asociadas al café representaban un drenaje
bstante, incluso en estos importante en los ingresos de los pequeños productores, según veremos en-
isecha provenía de fincas seguida.
1 Cundinamarca donde se
Iducción en la década de
las fincas medianas. Para
74 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNABREVEill

del oriente del país. El fon


La organización de la producción y la comercialización para sus compras a lo larg
en las primeras décadas del siglo xx nificativo en la época de 1
estas transacciones alcam
En las unidades productivas más pequeñas, la fuerza de trabajo era exclusi- temas de debate hasta que
vamente familiar. El uso de esta mano de obra no era muy intenso, excepto cional de Cafeteros en la d
en épocas de cosecha. En efecto, los cuidados del cultivo se reducían a la tercambio desigual.
desyerba del cafetal (por lo general dos veces al año), a la poda de los chupo- El fondero era apenas
nes o tallos superiores y la eliminación del musgo de los árboles. La fertiliza- grano pasaba a manos de
ción de los cafetales (incluso con desechos orgánicos), el control contra la en los pueblos más impOl
erosión y otras prácticas agricolas eran prácticamente desconocidas. Los re- comerciales, donde se trill
plantes se hacían con arbolitos de poco desarrollo nacidos en las plantacio- Las casas exportadoras a v
nes adultas, sin utilizar germinadores o almácigos. La producción se hacía agentes para disminuir los
por lo general con sombrio de plátano, lo cual proporcionaba un suplemento las y otras actividades sim
alimenticio necesario. Fuera de ello, era también común intercalar otros cul- de comunicación de la épo
tivos, sobre todo en los cafetales más jóvenes y se reservaba parte de la finca cios de adquisición del gn
para los cultivos de subsistencia (maíz, frijol, etc.). La cria de cerdos y gallinas (véase, al respecto, el cua(
complementaba la producción de alimentos. La finca disponía, además, de las acciones de la Federad
pastos para mantener el principal medio de transporte de la época: la mula. nieron a romper estas imp
En las fincas más grandes se utilizaba obviamente mano de obra extrafa- El transporte hasta los
miliar, sobre todo en época de cosecha. Las formas de contratación en Cal- haciendo en recuas de mu
das incluían tanto el pago o jornal como sistemas de "compañías". Estos animales constituyó así la
sistemas no eran muy diferentes a las aparcerias del oriente del país. El tra- Solo la penetración de los
bajador recibía el 50% del café cosechado con una deducción adicional si lo mente este medio rudimen
entregaba sin procesar al dueño de la tierra. Al igual que en el oriente del Otra de las grandes im
país, también existía un sistema de "compañías" para la siembra. En este escala de la trilla de café. ]
caso, el trabajador hacía uso de la tierra durante los años del contrato (por lo les actividades industriale!
general cuatro) y vendía al propietario los árboles en edad de producir. ciudades del occidente de]
Una de las grandes innovaciones de la economía cafetera en las primeras 1923, 1.823 trabajadores, .
décadas del siglo xx fue la generalización de la despulpadora manual. Estas triales de la ciudad. En C.
máquinas se convirtieron en el principal producto de la Ferrería de Amagá y industriales eran trilladora
en un utensilio necesario en todas las fincas cafeteras. En 1915 el 70% de las ces empleaban 615 obrero
fincas antioqueñas disponían de esta máquina; para 1922 esta proporción se ciudad. En ambos casos, 12
había elevado al 97%. En Caldas, la proporción era de un 80% en 1926. Para go, 1977; Ocampo, 1984b)
esa época, los despulpadores se habían difundido en gran escala en Cundina- propiedad de los grandes (
marca y Tolima, en menor medida en el Valle y muy poco en las viejas regio- dependientes que prestaba
nes cafeteras de los Santanderes (Palacios, 1983). Esta innovación permitió La pugna entre Medel
que las principales labores de beneficio diferentes a la trilla (despulpado, lava- cafetero dependió decisiva
do y secado del grano) se trasladaran de las haciendas y centros de beneficio Medellín tuvo la primacía 1
pequeños a las fincas, permitiendo así un contacto directo de los campesinos salTollo temprano del Ferrc
con los comerciantes urbanos. a través del Ferrocarril de ,
La relación entre el campesino y la fonda sustituyó, así, en las zonas de
colonización antioqueña aquella entre el arrendatario y la hacienda típica 9 Véase, por ejemplo, Palacios·
dBIA, 1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 75

del oriente del país. El fondero adelantaba al campesino el crédito necesario


¡mercialización para sus compras a lo largo del año, recibiendo el café con un descuento sig-
XX nificativo en la época de la cosecha. Los intereses explícitos o implícitos en
estas transacciones alcanzaban tasas de usura y fueron uno de los grandes
na de trabajo era exclusi- temas de debate hasta que la acción de la Caja Agraria y la Federación Na-
1 era muy intenso, excepto cional de Cafeteros en la década de 1930 comenzaron a poner coto a este in-
cultivo se reducían a la tercambio desigual.
o), a la poda de los chupo- El fondero era apenas la primera pieza en la red comercial del café. El
de los árboles. La fertiliza- grano pasaba a manos de los agentes de las casas exportadoras, localizados
licos), el control contra la en los pueblos más importantes, que debían remitir el grano a los centros
ente desconocidas. Los re- comerciales, donde se trillaba antes de remitirlo a los mercados de destino.
) nacidos en las plantacio- Las casas exportadoras a veces actuaban en forma concertada a través de sus
IS. La producción se hacía agentes para disminuir los precios de compra, controlar los fletes de las mu-
Jorcionaba un suplemento las y otras actividades similares. 9 En cualquier caso, los primitivos sistemas
:omún intercalar otros cul- de comunicación de la época permitían disparidades importantes en los pre-
reservaba parte de la finca cios de adquisición del grano a nivel local y elevados márgenes comerciales
La cría de cerdos y gallinas (véase, al respecto, el cuadro I1I.9 más adelante). Según veremos, solamente
inca disponía, además, de las acciones de la Federación Nacional de Cafeteros en la década de 1930 vi-
Irte de la época: la mula. nieron a romper estas imperfecciones de los mercados locales de la época.
mano de obra extrafa- El transporte hasta los principales centros comerciales del país se siguió
as de contratación en Cal- haciendo en recuas de mulas hasta bien entrado el siglo xx. La cría de estos
as de "compañías". Estos animales constituyó así la base de las "empresas de transporte" de la región.
le! oriente del país. El tra- Solo la penetración de los ferrocarriles y carreteras fue desplazando lenta-
1 deducción adicional si lo mente este medio rudimentario de comunicación.
gual que en el oriente del Otra de las grandes innovaciones del siglo xx fue la introducción en gran
para la siembra. En este escala de la trilla de café. Esta actividad se convirtió en una de las principa-
IS años del contrato (por lo les actividades industriales en Medellín y Cali y, en menor medida, en otras
en edad de producir. ciudades del occidente del país. En Medellín la trilla de café empleaba, en
ía cafetera en las primeras 1923, 1.823 trabajadores, un 32% de los 5.702 empleados y obreros indus-
spulpadora manual. Estas triales de la ciudad. En Cali, en 1925, los tres principales establecimientos
de la Ferrería de Amagá y industriales eran trilladoras de café. Las siete trilladoras que existían enton-
ras. En 1915 el 70% de las ces empleaban 615 obreros, un 41% de los 1.504 trabajadores fabriles de la
ra 1922 esta proporción se ciudad. En ambos casos, la fuerza de trabajo era en esencia femenina (Aran-
a de un 80% en 1926. Para go, 1977; acampo, 1984b). Aunque algunos de estos establecimientos eran
gran escala en Cundina- propiedad de los grandes comerciantes, en otros se trataba de empresas in-
IY poco en las viejas regio- dependientes que prestaban sus servicios a los exportadores más pequeños.
Esta innovación permitió La pugna entre Medellín, Manizales y Cali por el control del comercio
la trilla (despulpado, lava- cafetero dependió decisivamente de la mejora en los sistemas de transporte.
Idas y centros de beneficio Medellín tuvo la primacía hasta la segunda década del siglo xx, gracias al de-
directo de los campesinos sarrollo temprano del Ferrocarril de Antioquia y su prolongación hacia el sur
a través del Ferrocarril de Amagá. Manizales intentó competir con Medellín,
:ituyó, así, en las zonas de
.lario y la hacienda típica 9 Véase, por ejemplo, Palacios (1983, pp. 285-291).
76 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958

estableciendo un cable aéreo con Mariquita que permitiera exportar directa-


r UNABRE'

La escala creciente de
mente el grano. Este cable se inició en 1913 pero solo se completó en 1921. merciales en Estados
Con la apertura del Canal de Panamá en 1914 y la terminación del ferrocarril ran, además, operado
entre Buenaventura y Cali en 1915, esta última ciudad pudo entrar a compe- López, que llegó a sel
tir con Medellín y Manizales por la comercialización del café del viejo Cal- líneas de crédito conCl
das, estableciendo con esta región un servicio de navegación a vapor por el 1947).
río Cauca. Con la posterior extensión del Ferrocarril del Pacífico hacia el La mayoría de las
norte y su conexión con el de Caldas en la década de 1920, las ventajas co- rante la crisis de 1920-
merciales se inclinaron definitivamente en favor de Cali. Ya a fines de la dé- rado una ola de espee
cada de 1920, Cali exportaba por la vía de Buenaventura el 30% del café primas. En el caso del
colombiano. A fines de la década siguiente, esta proporción se elevó al 50% de 1918. Las cotizado
(Ocampo, 1984b). dólar por libra a medí
Hasta la crisis cafetera de 1920-1921, la comercialización externa del Los altos precios se 1
café se siguió haciendo por el sistema de consignación típica del siglo XIX. mundial que se inidó
Los cambios operados en la comercialización externa durante las dos prime- para fines de dicho añ(
ras décadas del siglo xx fueron de dos tipos. En primer término, las exporta- Esta crisis generó pérc
ciones se concentraron cada vez más en los Estados Unidos. Ya entre 1905 y adquirido grandes voh
1909, la proporción de las exportaciones colombianas destinadas a dicho se encontraban todavíé
país se había elevado a más del 60% y, antes de la Primera Guerra Mundial, a aún peores, una sequíé
casi un 70%. Con el cierre del mercado europeo durante la Guerra, esta par- cando enormemente
ticipación se elevó a más del 90%. El desarrollo de este importante intercam- chas firmas habían qu
bio tuvo como origen el interés de los comerciantes del grano en los Estados inyección de recursos I
Unidos en promover fuentes de producción diferentes a Brasil, que a co- recería, en medio de ID
mienzos del siglo xx controlaba tres cuartas partes de la producción mun- do con acciones del (
dial y había comenzado a regular el mercado a través de programas de crisis financiera propic
"valorización" que rompían las reglas de juego de libre mercado que habían La quiebra de las c;
imperado hasta entonces. Esta concentración de las exportaciones fue a la extranjero en el negod
postre ventajosa para Colombia, porque suavizó los impactos de las guerras especializadas en la co
mundiales sobre las exportaciones del país y concentró las ventas en el mer- en establecerse fue la )
cado más dinámico de la época a nivel mundial. Solamente en las décadas tic and Pacific Tea Cm:
de 1950 y 1960 habría de desarrollarse un proceso estable de desconcentra- Unidos, dueña, ademá:
ción de las ventas, liderado por la Federación Nacional de Cafeteros, que llegaron otras, en espel
respondía a un cambio radical en la dinámica de consumo norteamericano. viera del mismo nomb
El segundo cambio que se operó en las primeras décadas del siglo xx fue and Co. Estas compañí:
el incremento apreciable en la escala de las operaciones comerciales. Esto mercado norteamericaJ
permitió que las casas comerciales más grandes del país se establecieran en Entre las empresas
Nueva York, el principal centro de comercialización del café colombiano. 1920 se destacó, en prin
Una de las primeras en localizarse en dicha ciudad fue la casa Sáenz Herma- tino estuvo íntimament
nos, en 1902. Entre 1912 y 1914 se establecieron además Vásquez y Correa, la ciudad en 1915, tenía
Londoño Hermanos, Alejandro Ángel y Compañía y Pedro A. López y Com- raíz de la crisis de 192(
pañía, entre otros. El proceso se aceleró durante la Primera Guerra Mundial porcionando crédito o
gracias a las restricciones que impuso el Gobierno norteamericano a algunos Para mediados de la déc
grandes comisionistas establecidos en Nueva York, alemanes en su mayoría. del negocio del café, pos
1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 77

exportar directa- La escala creciente de las operaciones y el consecuente acceso a créditos co-
solo se completó en 1921. merciales en Estados Unidos permitió que algunas casas comerciales inicia-
errninación del ferrocarril ran, además, operaciones bancarias. El caso más importante fue el del Banco
dad pudo entrar a compe- López, que llegó a ser la principal entidad financiera del país, canalizando
ión del café del viejo Cal- líneas de crédito concedidas por bancos norteamericanos y europeos (Beyer,
navegación a vapor por el 1947).
amI del Pacífico hacia el La mayoría de las principales casas comisionistas del país quebraron du-
l de 1920, las ventajas co- rante la crisis de 1920-1921. El fin de la Primera Guerra Mundial había gene-
e Cali. Ya a fines de la dé- rado una ola de especulación sin precedentes en los mercados de materias
.aventura el 30% del café primas. En el caso del café, la oleada se agravó a raíz de la helada brasileña
roporción se elevó al 50% de 1918. Las cotizaciones del café colombiano se elevaron de 14 centavos de
dólar por libra a mediados de 1918 a más de 30 centavos un año más tarde.
lercialización externa del Los altos precios se mantuvieron hasta mediados de 1920, pero la crisis
ación típica del siglo XIX. mundial que se inició entonces arrastró las cotizaciones del grano, que ya
na durante las dos prime- para fines de dicho año habían retomado a los niveles anteriores a la helada.
¡mer término, las exporta- Esta crisis generó pérdidas cuantiosas a las firmas exportadoras, que habían
IS Unidos. Ya entre 1905 y adquirido grandes volúmenes del grano durante los meses de bonanza, que
ianas destinadas a dicho se encontraban todavía en tránsito a mediados de 1920. Para hacer las cosas
rimera Guerra Mundial, a aún peores, una sequía había reducido el caudal del río Magdalena compli-
lrante la Guerra, esta par- cando enormemente la remisión de las mercancías. Para fines del año, mu-
importante intercam- chas firmas habían quebrado. El Banco López logró subsistir gracias a la
¡ del grano en los Estados inyección de recursos provenientes del exterior. A mediados de 1923 desapa-
entes a Brasil, que a co- recería, en medio de un episodio confuso, que algunos analistas han asocia-
:s de la producción mun- do con acciones del Gobierno de Pedro Nel Ospina dirigidas a crear una
través de programas de crisis financiera propicia para la fundación del Banco de la República.
ibre mercado que habían La quiebra de las casas comisionistas permitió la penetración del capital
as exportaciones fue a la extranjero en el negocio del café y la creación de nuevas firmas domésticas
s impactos de las guerras especializadas en la comercialización del grano. La primera casa extranjera
ntró las ventas en el mer- en establecerse fue la American Coffee Corporation, subsidiaria de la Atlan-
iolamente en las décadas tic and Pacific Tea Company, la firma tostadora más grande de los Estados
estable de desconcentra- Unidos, dueña, además, de la cadena de supermercados A&P. Muy pronto
donal de Cafeteros, que llegaron otras, en especial W.R. Grace & Co., propietaria de la empresa na-
msumo norteamericano. viera del mismo nombre, Hard and Rand Inc., y Steinwender, Stroffregen
s décadas del siglo xx fue and Co. Estas compañías contaban entre las más grandes que operaban en el
ciones comerciales. Esto mercado norteamericano de la época.
I país se establecieran en Entre las empresas colombianas que surgieron después de la crisis de
ón del café colombiano. 1920 se destacó, en primer término, Adolfo Aristizábal y Compañía, cuyo des-
fue la casa Sáenz Herma- tino estuvo íntimamente ligado al ascenso comercial de Cali. Establecido en
Vásquez y Correa, la ciudad en 1915, tenía originalmente un negocio modesto de importación. A
'1 Pedro A. López y Com- raíz de la crisis de 1920 amplió de modo considerable sus operaciones, pro-
Primera Guerra Mundial porcionando crédito o mercancías importadas a los productores del grano.
orteamericano a algunos Para mediados de la década de 1930 se había convertido en el líder indiscutible
alemanes en su mayoría. del negocio del café, posición que conservaría hasta comienzos de la década de

.A,;.,... Ir. -<í 1Iioo _-4


78 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE

1950. La otra firma de exportaciones nacionales que surgió en la época fue abundancia de brazos
Jesús M. López y Cía. Su propietario había participado en la empresa Ángel, plantea problemas agr
López y Cía., que quebró durante la crisis de 1920. La nueva firma se organi- ya conquistada, adapu
zó en 1923, estableciendo su centro de operaciones en Medellín. ción de nuevas industr
ello se agrava el proble
de los mantenimientos
El significado histórico de la economía cafetera
La expansión del ca
La gran expansión cafetera de comienzos del siglo xx no solo representó un de alimentos necesaria .
incremento apreciable en el volumen del comercio exterior, sino también un campesinos. Este hecho
cambio cualitativo en el proceso de desarrollo colombiano. La inestabilidad dad de competencia en e
del comercio de exportación, dependiente en el siglo XIX de coyunturas excep- tacó este hecho, como
cionales en los mercados internacionales, dio paso a un sector exportador es- comienzos de la década
table y competitivo. Lo que es más importante, la dinámica de la economía
cafetera rompió definitivamente las barreras para el desarrollo capitalista Colombia, debido a la
moderno en el país. multiplicidad de los
La base campesina de la expansión no fue indiferente a este proceso de una situación muy fav
modernización. En efecto, la economía parcelaria representaba al menos niendo que se perdier¡;
tres ventajas importantes con relación a la hacienda cafetera. En primer tér- baje considerablement
mino, permitía eliminar o reducir sustancialmente la inversión de capital en los productos que nece
la producción del grano. La ampliación de las siembras dependía ahora de los
propios campesinos (que así capitalizaban su fuerza de trabajo) y no de in- Los ingresos reales (
versiones monetarias por parte de los empresarios del sector. El escaso capi- nían sus productos de pa
tal dinero disponible en el país podía concentrarse así en el comercio y otras aumentar la producción
actividades complementarias del negocio, que no exigían inmovilizar los pa- les en la formación del n
trimonios por períodos largos de tiempo. do diversos autores. Vem
La producción del café permitía, además, explotar en forma permanente Arteta:
e intensiva tierras que de otra manera permanecían subutilizadas en la agri-
cultura tradicional. En este sentido, la introducción del café debe conside- Se le debe también [al
rarse como una forma elemental de cambio técnico, ya que hizo posible un mación del mercado in
mejor uso económico de los suelos, sobre todo de las laderas. En particular, do que realizar una es]
el sistema de roza y quema típico de las zonas de colonización en el cual la ese mercado. En otras I
tierra permanecía inactiva durante largos períodos mientras recuperaba su mediante reformas agr
fertilidad natural dio paso a un uso estable de los suelos. Además, a diferen- sido distinta. Mediante
cia de la otra forma de empleo permanente de la tierra en la región antioque- sumo, hecho que fue pi
ña yen la mayor parte del país (la ganadería), el café hacía un uso intensivo de café. (1975, p. 20)
de los suelos, permitiendo incrementar así la densidad de población. El con-
traste con las formas extensivas de explotación de la tierra fue resumido de La expansión del ing:
modo brillante por Alejandro López: lamente con procesos dI
un margen comercial ele'
El momentum comunicado al país en el sentido de cultivo extensivo tiene rela- gicos en el uso del suelo J
ción con la mayor parte de los problemas nacionales, estorbando, a mi modo de vidades (la modemizacié
ver, el desarrollo económico y suscitando nuevos problemas. Tiende a producir la y la industrialización
fRlA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 79

lue surgió en la época fue abundancia de brazos en unas regiones y la migración de la población en otras;
Jado en la empresa Ángel, plantea problemas agrarios; impide la concentración de la población en el área
La nueva firma se organi- ya conquistada. adaptada y con mercados disponibles, y dificulta por eso la crea-
en Medellín. ción de nuevas industrias, cuya viabilidad depende de una buena demanda; con
ello se agrava el problema fundamental de los transportes y se acentúa la carestía
de los mantenimientos. (López, 1976, p. 47)
lía cafetera
La expansión del café era posible, además, sin sacrificar la producción
xx no solo representó un de alimentos necesaria para la reproducción de la fuerza de trabajo de los
exterior, sino también un campesinos. Este hecho le daba a la caficultura colombiana una gran capaci-
Imbiano. La inestabilidad dad de competencia en el mercado internacional. Mariano Ospina Pérez des-
) XIX de coyunturas excep- tacó este hecho, como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, a
a un sector exportador es- comienzos de la década de 1930:
dinámica de la economía
l el desarrollo capitalista Colombia, debido a la enorme parcelación de sus propiedades cafeteras y a la
multiplicidad de los cultivos que hay dentro de cada plantación de café, está en
ferente a este proceso de una situación muy favorable para resistir una lucha de precios. [...] aún supo-
a representaba al menos niendo que se perdiera gran parte de la cosecha de café o que el precio de este
a cafetera. En primer tér- baje considerablemente, la población cafetera contará con parte apreciable de
la inversión de capital en los productos que necesita para su subsistencia. (Ospina Pérez, 1934, p. 64)
ras dependía ahora de los
:a de trabajo) y no de in- Los ingresos reales de los campesinos se incrementaban, ya que mante-
:lel sector. El escaso capi- nían sus productos de pancoger, al tiempo que el mejor uso del suelo permitía
1sí en el comercio y otras aumentar la producción comercializable. Estos ingresos fueron fundamenta-
dgían inmovilizar los pa- les en la formación del mercado interno en Colombia, según lo han destaca-
do diversos autores. Veamos, por ejemplo, lo que afirmó Luis Eduardo Nieto
tar en forma permanente Arteta:
subutilizadas en la agri-
n del café debe conside- Se le debe también [al café] otra transformación histórica: el desarrollo y la for-
1, ya que hizo posible un mación del mercado interno. Hay una peculiaridad colombiana: no hemos teni-
1S laderas. En particular, do que realizar una especial reforma agraria para la creación o ampliación de
olonización en el cual la ese mercado. En otras naciones americanas fue necesario eliminar el feudalismo
mientras recuperaba su mediante reformas agrarias leves o fundamentales. La realidad colombiana ha
lelos. Además, a diferen- sido distinta. Mediante el cultivo del café se obtuvo una mayor capacidad de con-
ra en la región antioque- sumo, hecho que fue posible debido a las condiciones sociales de la producción
é hacía un uso intensivo de café. (1975, p. 20)
ad de población. El con-
:l tierra fue resumido de La expansión del ingreso real de los pequeños productores se dio parale-
lamente con procesos de concentración del ingreso, que permitían extraer
un margen comercial elevado en las zonas campesinas. Los cambios tecnoló-
ultivo extensivo tiene rela- gicos en el uso del suelo y aquellos que se dieron paralelamente en otras acti-
estorbando, a mi modo de vidades (la modernización del transporte, las mejores prácticas comerciales
lemas. Tiende a producir la y la industrialización de la trilla, entre otras) permitían que se dieran al
80 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958

tiempo ambos procesos, Además, la ampliación del mercado no se restringía


r UNABREV

GRÁFICO 111.4.
a la mayor demanda campesina. De igual importancia fue el desarrollo de
9000
actividades complementarias: el transporte, la comercialización, la trilla, la
al
producción de sacos de fique (también de base campesina), la cría de mulas, el -eal 8000

>
comercio de importación, la creciente producción industrial en las ciudades, :2
7000
ro
el crecimiento de los ingresos fiscales, con la consecuente ampliación de las ()
6000
OJ
actividades del Estado, etc. El café había creado por fin el conjunto de activi- -'"
o
<D 5000
dades que resquebrajarían del todo la economía precapitalista que habíamos al
"O
heredado de la Colonia y que la expansión exportadora del siglo XIX apenas en 4000 ----
o
()
había rasguñado. Los giros de la política económica después de 1930 permi- ro
en 3000

tirían que los efectos de la expansión del mercado generada por el café se Q)
"O
2000
en
irradiaran plenamente hacia el conjunto de la economía colombiana. .!JI
1000

o
1925-1929 1930-1934
LAS VICISITUDES DE LA ECONOMÍA CAFETERA DESPUÉS DE 1930 10

La dinámica decreciente de la producción


FUENTES: Exportaciones: Al
La gran bonanza que experimentó la economía cafetera hasta la crisis de Producción: 1925/1926-1929/1
1964-1965: Departamento de J
1929 no se intenumpió bruscamente. Por el contrario, la producción del
grano siguió creciendo en las décadas posteriores. A comienzos de la década
de 1960, la cosecha de café del país era de unos 7,8 millones de sacos de 60 kg
de café verde (véase el gráfico lIlA), cerca del triple de la producción en la
segunda mitad de la década de 1920 (2,9 millones). No obstante, el dinamis-
mo fue cada vez menor. En efecto, el crecimiento de la producción y las ex- CUADRO 111.4. ÚJ. di
portaciones fue muy rápido en las primeras décadas del siglo XX (entre 6 y
Ex)
8% anual). Todavía en la década de 1930, la cosecha siguió creciendo a un
ritmo del 5% anual. El crecimiento del sector se redujo, sin embargo, a par- Años Miles
tir de la década de 1940, hasta alcanzar menos del 2% en las décadas de 1950 de sacos
y 1960 (véase el cuadro lIlA).
1900-1909 573
Las tendencias anteriores se reflejaron en la participación del país en la
producción y el comercio mundial del grano (véase el gráfico 1Il.5). Ya a co- 1910-1919 1.041
mienzos de la década de 1930, Colombia controlaba el 10% de la producción
1920-1929 2.178
exportable y el 12,4% del comercio mundial del grano. Estas participaciones
siguieron aumentando, hasta alcanzar un máximo del 20% durante la Se- 1930-1939 3.561
gunda Guerra Mundial. Con la pérdida de dinamismo, estas participaciones
1940-1949 4.900
comenzaron a descender en la posguerra, hasta estabilizarse en la década de
1960 en un 13% y 12%, respectivamente. 1950-1959 5.430
1960-1969 6.107

IOUeras Restrepo (1981) y Cepal-FAo (1958) proporcionan información invaluable sobre este FUENTE: Véanse los gráficos u
período. Véanse también Arango (1982). Machado (1982), Palacios (1983) y los apartes relevan-
tes de Fedesarrollo (1978).
.tBIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 81

mercado no se restringía GRÁFICO lIlA. Producción y exportación de café, 1925-1964


ancia fue el desarrollo de 9000
nercialización, la trilla, la
pesina), la cría de mulas, el -E 8000
ID
industrial en las ciudades, >
<D
7000
1iJ
ecuente ampliación de las ü
6000
Ol
>r fin el conjunto de activi- .Y.

¡¡s 5000
'ecapitalista que habíamos ID
4000
adora del siglo XIX apenas o
:a después de 1930 penni- 3000
ID
o generada por el café se 'O 2000
lOmía colombiana. "'
1000

o
1930-1934 1935-1939 1940-1944 1945-1949 1950-1954 1955-1959 1960-1964
IESPUÉS DE 1930 10
¡¡J Exportaciones • Producción
ducción
FUENTES: Exportaciones: Anuarios de Comercio Exterior y Federación Nacional de Cafeteros.
Producción: 1925/1926-1929/1930 a 1940/1941-1944/1945: FAO. 194511946-194911950-1960/1961-
I cafetera hasta la crisis de
1964-1965: Departamento de Agricultura de EE. UU.
ttrario, la producción del
A comienzos de la década
millones de sacos de 60 kg
¡le de la producción en la
. No obstante, el dinamis-
de la producción y las ex- CUADRO lIlA. La dinámica decreciente de la producción cafetera
las del siglo xx (entre 6 y Exportaciones producción
:ha siguió creciendo a un
sin embargo, a par- Años Miles Tasa de crecimiento Millones Tasa de crecimiento
l% en las décadas de 1950 de sacos (En porcentajes) de sacos (En porcentajes)
1900-1909 573
rrticipación del país en la
ie el gráfico 1II.5). Ya a co- 1910-1919 1.041 6,2
a el 10% de la producción 1920-1929 2.178 7,7
mo. Estas participaciones
o del 20% durante la Se- 1930-1939 3.561 5,0 3,9
¡mo, estas participaciones 1940-1949 4.900 3,2 5,6 3,7
abilizarse en la década de
1950-1959 5.430 1,0 6,7 1,8
1960-1969 6.107 1,2 7,9 1,7

¡fonnación invaluable sobre este FUENTE: Véanse los gráficos m.l y m.4.
:ios (1983) y los apartes relevan-
r
i

82 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNABREVl

GRÁFICO m.5. Participación de Colombia CUADRO]


en el mercado mundial del café, 1930-1969 O
20

19 Departamentos
193.
18

17 Antioquia 61!
16
Caldas 1.00
15

14 Cauca 56
13 Cundinamarca 406
12
11
Huila 51
10 Norte de Santander 270
1930-1934 1935-1939 1940-1944 1945-1949 1950-1954 1955-1959 1960-1964 1965-1969
Santander 150
- - Producción exportable - - Exportaciones mundiales
Tolima 448
FUENTES: 1930-1949: Wickizer (1951). 1950-1969: Federación Nacional de Cafeteros.
Valle 354
Otras 98
Según tuvimos oportunidad de analizarlo en secciones anteriores, el len-
to crecimiento de la producción en Cundinamarca y en los Santanderes era Total
ya notorio desde comienzos del siglo xx. Esta tendencia se mantuvo después
FUENTES: 1932: "Censo cafel
de 1932; los Santanderes mostraron incluso un retroceso absoluto durante p. 1546. 1944-1945: Arango(l9
estos años. La producción antioqueña perdió también su dinamismo desde dos a café verde en razón a 1 s
la década de 1930. Valle, Caldas y Tolima siguieron expandiéndose a un rit- FAO (1958, cuadro 13, p. 26).

mo rápido hasta 1945, pero a partir de entonces su crecimiento también se


desaceleró en fonna notoria. Aunque la frontera cafetera se desplazó hacia
nuevas regiones del país (Cauca, Nariño, Huila y Boyacá, en particular), es- diante la incorporación 1
tas zonas fueron incapaces de sustituir el menor dinamismo de la produc- ceso continuó en la
ción en los epicentros de la colonización antioqueña (véase el cuadro m.5). 586.000 ha en 1945 a 96'
Muy poco de este proceso tuvo que ver con desarrollos propios de la eco- una intensificación del e
nomía mundial. Por el contrario, los precios internacionales del café tuvieron La nueva tecnología, aso
un ascenso notorio en la posguerra (véase de nuevo el gráfico HU). Por otra go, en la década de 1960
parte, aunque Colombia comenzó a participar en acuerdos internacionales afectó desfavorablementl
desde la década de 1930, las restricciones efectivas que impusieron a la pro- tradicional, los árboles a
ducción del país fueron insignificantes por mucho tiempo. 12 años, a partir de los e
La desaceleración del crecimiento cafetero en la posguerra debe buscar- rápida y después más lel
se, así, en factores internos. El primero de ellos fue la violencia política que,
como bien se sabe, afectó duramente las zonas cafeteras de Caldas, Valle y el 11 El dato de 1970 se refiere

Tolima, donde la desaceleración de las siembras en la posguerra fue más no- está estimado con base en Cepa
bradas fueron en di(
toria. El segundo fue el agotamiento de la tecnología cafetera tradicional. El agricultores (p. 102), se ha hecl
crecimiento de la producción solo era posible con la misma tecnología me- sea comparable con la de 1970.
1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 83

Jlombia CUADRO III.5. Producción por regiones, 1932-1956


930-1969 (Miles de sacos de 60 kg de café verde)
Producción % de producción nacional
Departamentos
1932 1944/1945 1953/1956 1932 1944/1945 1953/1956

Antioquia 618 710 1.003 17,9 14,0 16,9


Caldas 1.004 1.694 1.922 29,1 33,4 32,3
Cauea 56 153 148 1,6 3,0 2,5

s Cundinamarea

Huila
406
51
427
77
554
220
11,8
1,5
8,4
1,5
9,3
3,7
Norte de Santander 270 330 169 7,8 6,5 2,8
955-1959 1960-1964 1965-1969
Santander 150 158 137 4,3 3,1 2,3
:iones mundiales
Tolima 448 740 843 13,0 14,6 14,2
n Nacional de Cafeteros.
Valle 354 724 790 10,3 14,3 13,3
Otras 98 66 158 2,8 1,3 2,7
ecciones anteriores, el len-
a y en los Santanderes era Total 3.453 5.079 5.944 100 100 100
[encia se mantuvo después FUENTES: 1932: "Censo cafetero", Revista Cafetera de Colombia, Nos. 34-35, enero-febrero 1932,
etroceso absoluto durante p. 1546. 1944-1945: Arango (1982), p. 91 (los datos originales de este autor en pergamino converti-
lbién su dinamismo desde dos a café verde en razón a 1 saco de pergamino = 0,8 sacos verde). 1953/1954-1955/1956: Cepal-
In expandiéndose a un rit- FAO (1958, cuadro 13, p. 26).
m crecimiento también se
cafetera se desplazó hacia
Boyacá, en particular), es- diante la incorporación masiva de nuevas tierras al cultivo. Aunque este pro-
dinamismo de la produc- ceso continuó en la posguerra (el área sembrada con café aumentó de unas
ña (véase el cuadro III.5). 586.000 ha en 1945 a 969.000 en 1970),11 fue cada vez más evidente que sin
¡arrollos propios de la eco- una intensificación del cultivo la producción iba a llegar pronto a un límite.
acionales del café tuvieron La nueva tecnología, asociada al caturra, solo estuvo disponible, sin embar-
0'0 el gráfico 111.2). Por otra go, en la década de 1960. En tercer lugar, el envejecimiento de los cafetales
1 acuerdos internacionales afectó desfavorablemente la productividad en la posguerra. En la tecnología
s que impusieron a la pro- tradicional, los árboles alcanzan su máximo rendimiento entre los 10 Y los
.tiempo. 12 años, a partir de los cuales la producción comienza a disminuir, primero
la posguerra debe buscar- rápida y después más lentamente. A mediados de la década de 1950, ya el
le la violencia política que,
11 El dato de 1970 se refiere al estimativo del Censo Agropecuario de dicho año. El de 1945
de Caldas, Valle y el
está estimado con base en Cepal-FAo (1958, cuadro 15, p. 27). Sin embargo, como las áreas sem-
nla posguerra fue más no- bradas fueron reducidas en dicho estudio en un 10,8% con relación a las declaradas por los
gía cafetera tradicional. El agricultores (p. 102), se ha hecho el ajuste correspondiente para que el área sembrada en 1945
1 la misma tecnología me- sea comparable con la de 1970.

...A:.:- ..
84

5?:o de
UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958

de ca.fé del país tenían más de 15 años; la propor-


r
I UNABREVl

de organización de gal
ClOn era aun mas alta en Cundmamarca, Norte de Santander, Antioquia, Cal-
reduciendo al mismo tj
das y Tolima (Cepal-FAo, 1958, cuadro 16, p. 28). El porcentaje de árboles
con más de 15 años llegó al 60% en 1961 ya más del 70% a fines de la década no. Las reivindicacione
la conversión de las pa
de 1960. Como resultado de lo anterior, a pesar de un incremento del 65% en
el área sembrada, la producción creció en un 32% entre 1945-1949 y 1960- fueran propias o arrenc
que se venía consolida¡
1964. El descenso de la productividad (de un 1,5% anual) es un poco más
por lo tanto, al merca,
alto del que se puede explicar con base en la edad de los cafetos, indicando
plotaciones.
así que el descuido de las plantaciones durante los años de La Violencia pudo
afectar también los rendimientos. A pesar de la apare
cual existe, por lo demá
Para fines de la década de 1950, el sector cafetero parecía haber agotado
los movimientos agraril
todas sus fuerzas. Aunque el país seguía dependiendo de los ingresos en mo-
régimen agrario preva!
neda extranjera que generaban las exportaciones del grano, la producción de
los conflictos. La adrr
café no era ya uno de los motores del crecimiento económico y se comenzaba
pragmática, que
a buscar desesperadamente fuentes alternativas de divisas. Las autoridades
zonas en pugna, con co
cafeteras manifestaban repetidas veces su preocupación por el envejecimien-
rra. El Banco Agrícola ]
de las Ya no se elogiaba, como en la década de 1930, la capa-
Cidad competItIva de la caficultura colombiana o al campesino cafetero namarca, en particular
como un héroe nacional. El proceso de renovación, basado en los cultivos de parcelaban, vendiéndoli
caturra, se iniciaría en la década de 1960, tomando un gran impulso en la rios colaboraron en mu
década siguiente. los conflictos vendiend(
do una propiedad más
ministraban los núcleo:
Ya en 1936 se habían d
Cambios en la estructura de la producción
17.000 ha (Palacios, 19f
ción de la Ley de Reforr
Las haciendas cafeteras de Cundinamarca y Tolima fueron uno de los epi-
Mientras los conflic
de luchas agrarias en las décadas de 1920 y 1930. Las principales
una solución a través dl
de los arrendatarios en estos movimientos fueron la posibi-
país la Ley 200 generó I
hdad de sembrar café en sus parcelas, la libre movilidad de sus productos y
prescripción (o extinció
el cambio de la obligación de trabajar en la hacienda por una renta en dinero
buena fe tierras de prop
o en especie. Fuera de ello, solicitaban reducir las obligaciones y las multas,
cho del colono al pago (
fijar las condiciones para el desalojo y el pago de las mejoras en esa eventua-
jo. La reforma abría as]
lidad. En la región cafetera de Sumapaz, en Cundinamarca, donde los títulos
declararan propietarios
de propiedad provenían de adjudicaciones de baldíos más recientes (fines de
do dominio ajeno, o qUl
la Colonia o siglo XIX) y donde la evidencia de expansión de los dominios a
sándose en la ausencia (
costa del Estado era más clara, los arrendatarios llegaron a desconocer la
de reclamación se dieral
propiedad de la tierra, declarándose colonos.
porque los propietarios
Incluso, cuando las reivindicaciones no eran tan radicales, las exigencias
de los arrendatarios equivalían a desmantelar la estructura hacendataria. En muestras de querer aplil
tratos de aparcería y otl
efecto, según hemos visto, las parcelas entregadas a los arrendatarios no te-
propietario tendieron a
nían como objetivo la obtención de una renta en especie o en dinero, sino
Santander, las hacienda:
garantizar un flujo de mano de obra para los cultivos de la hacienda, que era
cala por este proceso. La
remunerada a menos del jornal ordinario. Se trataba a través de esta forma
y de la Federación Nad
liBIA, 1830-1958
UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 85
[lás de 15 años; la propor-
de organización de garantizar la fuerza de trabajo de la gran explotación,
Santander, Antioquia, Cal-
reduciendo al mismo tiempo los costos monetarios de la producción de gra-
. El porcentaje de árboles
no. Las reivindicaciones de los movimientos agrarios equivalían, así, a exigir
el 70% a fines de la década
la conversión de las parcelas en unidades independientes de producción, ya
un incremento del 65% en
fueran propias o arrendadas, dando paso definitivo a la economía campesina
iJ entre 1945-1949 y 1960-
que se venía consolidando al interior de las haciendas. Esta quedaba sujeta,
% anual) es un poco más
por lo tanto, al mercado de trabajo asalariado si querían continuar sus ex-
l de los cafetos, indicando
plotaciones.
años de La Violencia pudo
A pesar de la aparente radicalidad y extensión de los conflictos (sobre lo
cual existe, por lo demás, una amplia discusión en la historiografía nacional),
ero parecía haber agotado
los movimientos agrarios de la época estuvieron muy lejos de desmantelar el
Ido de los ingresos en mo-
régimen agrario prevaleciente, incluso en las zonas donde se desarrollaron
.el grano, la producción de
los conflictos. La administración Olaya Herrera promovió una solución
y se comenzaba
pragmática, que equivalía a emprender una reforma agraria limitada a las
e divisas. Las autoridades
zonas en pugna, con compensación adecuada para los propietarios de la tie-
ación por el envejecimien-
rra. El Banco Agrícola Hipotecario y los gobiernos departamentales (Cundi-
a década de 1930, la capa-
namarca, en particular) y nacional compraban la tierra a los dueños y la
o al campesino cafetero
parcelaban, vendiéndola a los antiguos arrendatarios a crédito. Los propieta-
, basado en los cultivos de
rios colaboraron en muchos casos, ya que este proceso permitía una salida a
do un gran impulso en la
los conflictos vendiendo la tierra a precios comerciales e incluso conservan-
do una propiedad más reducida que podía utilizar la mano de obra que su-
ministraban los núcleos campesinos creados en el proceso de parcelación.
,ducción Ya en 1936 se habían dividido unas 28 haciendas cafeteras, con un total de
17.000 ha (Palacios, 1983). El proceso avanzó más aún a partir de la expedi-
ción de la Ley de Reforma Agraria (Ley 200 de 1936).
[la fueron uno de los epi-
Mientras los conflictos agrarios de Cundinamarca y Tolima encontraban
20y 1930. Las principales
una solución a través de una reforma agraria limitada, en otras regiones del
imientos fueron la posibi-
país la Ley 200 generó nuevos conflictos. El artículo 12 había establecido la
lilidad de sus productos y
prescripción (o extinción) de dominio a los cinco años a quien explotaba de
la por una renta en dinero
buena fe tierras de propiedad privada. La ley había reiterado además el dere-
obligaciones y las multas,
cho del colono al pago de las mejoras, en caso de que se decretara el desalo-
.s mejoras en esa eventua-
jo. La reforma abría así la posibilidad de que arrendatarios y aparceros se
lamarca, donde los títulos
declararan propietarios de la tierra, reclamando que nunca habían reconoci-
os más recientes (fines de
do dominio ajeno, o que reclamaran mejoras anteriores a la ocupación, ba-
¡ansión de los dominios a
sándose en la ausencia de contratos escritos. Ya fuera porque estos procesos
llegaron a desconocer la
de reclamación se dieran en gran escala (lo que no parece haber ocurrido) o
porque los propietarios se sintieron inseguros ante un Estado que daba
n radicales, las exigencias
muestras de querer aplicar las normas de defensa de los ocupantes, los con-
tructura hacendataria. En
tratos de aparcería y otros que no implicaban la administración directa del
a los arrendatarios no te-
propietario tendieron a desaparecer. En algunas regiones, en particular en
especie o en dinero, sino
Santander, las haciendas cafeteras parecen haber sido afectadas en gran es-
::>s de la hacienda, que era
cala por este proceso. La presión de la Sociedad de Agricultores de Colombia
ba a través de esta forma
y de la Federación Nacional de Cafeteros dieron paso a la Ley 100 de 1944
86 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958

(la "contrarreforma agraria" a juicio de muchos analistas), que fomentó la


r
i UNABREVl

CUADR
aparcería al ampliar considerablemente los derechos de los propietarios y cara
cuando se diera este tipo de relación contractual.
Los conflictos de la década de 1920 y 1930 Yla reforma agraria debilitaron
la hacienda cafetera y aumentaron el número de pequeñas explotaciones. El
Número de fincas
impacto de estos procesos no debe ser, sin embargo, exagerado. Todas las par-
celaciones que se hicieron en el país hasta 1940 habían favorecido a poco más % Producción nacional
de 20.000 propietarios, equivalentes apenas al 2% del total de propiedades Productividad
agrarias de la época (Fajardo, 1983) y alB% del número de explotaciones ca-
kg/ha
feteras; la proporción real era inferior en este último caso, ya que no todas las
parcelaciones se realizaron en zonas cafeteras. El número de haciendas pro- Horas/! 00 kg: cultivo
ductoras del grano (definidas como el número de propiedades con más de Beneficio y transporte
100.000 cafetos en producción) permaneció, además, inalterado en Cundina-
Forma de administración (%
marca y Tolima. De hecho, las haciendas cafeteras venían perdiendo terreno
desde comienzos del siglo xx y la producción campesina del grano estaba en Propietario
ascenso desde la década de 1920, aun en los departamentos donde predomina- Aparcero
ban las grandes explotaciones. Así las cosas, el proceso de parcelaciones y la Administrador
crisis generada por la reforma agraria de 1936 no hicieron más que afianzar
una tendencia que tenía una base mucho más profunda. FUENTE: Cepal-FAü (1958, 1
Los datos existentes confirman el avance de la pequeña y mediana explota-
ción cafetera hasta la década de 1950. En efecto, en 1955-1956, el 63,2% de la
producción provenía de cafetales de menos de 10 ha; en 1932 la proporción CUADRO III.7. Concentra
que provenía de propiedades con cultivos menores de 12 ha había sido inferior, (Clasificación seg
de un 59,5% (véanse los cuadros III.2 y 111.6). Las propiedades grandes represen-
taban una proporción muy reducida de la producción a mediados de la década Departamentos
de 1950. Para ese entonces, este tipo de unidades había prácticamente desapa- Antioquia
recido en Santander y había perdido terreno en Cundinamarca y Tolima. En Boyaeá
estos tres departamentos, el proceso de "democratización" de la producción
había avanzado así a grandes pasos. Por el contrario, en los departamentos Caldas
con base campesina inicial (Caldas y Valle, en particular), se habían ido forta- Cauea
leciendo gradualmente las propiedades medianas, siguiendo una tendencia
Cundinamarea
que se había manifestado ya en la década de 1920 (véanse los cuadros 1II.3 y
111.7). En Antioquia y Norte de Santander parece haberse dado un proceso si- Huila
milar. Finalmente, en los departamentos que habían ingresado a mediados de Magdalena
la década de 1950 como productores importantes del grano (Huila y Cauca), la
base campesina de la producción se venía afirmando con fuerza creciente. Nariño
Norte de Santander
Santander
Tolima
Valle

FUENTE: Cepal-FAü (1958, c


BIA.1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 87

nalistas), que fomentó la CUADRO I1I.6. Concentración de la producción


;hos de los propietarios y características de las parcelas, 1955-1956
(Clasificación según tamaño de los cafetales adultos)
fonna agraria debilitaron Hasta 1 ha 1-10 ha 1-50 ha Más de 50 ha Total
explotaciones. El
exagerado. Todas las par- Número de fincas 77.245 123.719 11.429 577 212.970
an favorecido a poco más % Producción nacional 5,3 57,9 30,3 6,5 100
del touu de propiedades Productividad
nero de explotaciones ca-
kg/ha 483 534 546 394 523
caso, ya que no todas las
úmero de haciendas pro- Horas/l00 kg: cultivo 192 157 147 152 151
propiedades con más de Beneficio y transporte 45 26 11 7 18
l, inalterado en Cundina-
Forma de administración (%)
venían perdiendo terreno
del grano estaba en Propietario 85,5 74,3 52,0 8,4 56,0
lentos donde predomina- Aparcero 11,7 20,9 25,0 14,7 20,9
eso de parcelaciones y la
Administrador 2,8 4,8 23,0 76,9 23,1
icieron más que afianzar
da. FUENTE: Cepal-FAo (1958, cuadros 18, 22, 23 Y72).
lueña y mediana explota-
1955-1956, el 63,2% de la
i; en 1932 la proporción CUADRO 1II.7. Concentración de la producción por departamentos, 1955-1956
12 ha había sido inferior, (Clasificación según tamaño de los cafetales adultos, en porcentajes)
grandes represen-
a mediados de la década Departamentos Hasta 10 ha 10-50 ha Más de 50 ha
ía prácticamente desapa- Antioquia 54,0 40,0 6,0
dinamarca y Tolima. En
Boyaeá 86,0 14,0
ación" de la producción
o, en los departamentos Caldas 61,0 32,0 7,0
lar), se habían ido forta- Cauea 92,0 8,0
iguiendo una tendencia
'éanse los cuadros HI.3 y Cundinamarea 55,0 16,0 29,0
dado un proceso si- Huila 88,0 12,0
ngresado a mediados de Magdalena 28,0 44,0 28,0
:rano (Huila y Cauca), la
:on fuerza creciente. Nariño 60,0 13,0 27,0
Norte de Santander 60,0 31,0 9,0
Santander 57,0 43,0
Tolima 67,0 29,0 4,0
Valle 65,0 32,0 3,0

FUENTE: Cepal-FAo (1958, cuadro 20).


88 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958

Comercialización y transporte
r UNA BREVE

A comienzos de la d
evidente: las dos empre:
canas (W. R. Grace y A
Según vimos en una sección anterior, a partir de la crisis de 1920 habían sur- tranjeras más grandes (
gido seis grandes empresas comercializadoras de café, dos de ellas naciona- país. Fuera de ello, exisl
les (Adolfo Aristizábal y Cía. y J. M. López y Cía.) y cuatro extranjeras la Compañía Cafetera di
(American Coffee Corporation, W. R. Grace y Cía., Hard & Rand y Steinwen- en una de las principale
der, Stoffgen Corp.). Estas seis empresas controlaban la mitad del negocio extranjeras siguieron COI
cafetero en la década de 1930 (véase el cuadro m.8); el resto estaba distribui- la Segunda Guerra Mune
do en unas 160 empresas, muchas de ellas con negocios relativamente mar- la principal empresa exp
ginales. censo hasta los años de 1;
negocio cafetero del país.
era similar a la de comiel
CUADRO m.8.Estructura de la comercialización de café (1930-1959) negocio se había acentua
(En porcentajes) dos terceras partes de las
Destino de las
La comercialización 1
exportaciones la posguerra. El más imp
1930-1934 1935-1939 1940-1944 1945-1949 1950-1954 1954-1959
(% del volumen Cafeteros como la princi
exportado) apreciar en el cuadro IIU
Estados Unidos 87,5 77,0 95,8 92,3 88,2 80,4 dades modestas del grane
Canadá 1,0 3,3 2,2 3,6 2,6 2,0
Generales de Depósito. D
derable su participación 1
Alemania 4,1 14,9 0,2 4,5 7,6 ticipando en forma
Resto de Europa 7,1 4,3 1,4 3,6 4,6 9,5 y 1960 aumentaría apreci
Este proceso estuvo íntirr
Otros países 0,3 0,5 0,6 0,3 0,1 0,4
peo y a la pérdida de din
Participación de la exportadores privados hat
Federación en las 1,1 a 2,5 4,9 3,7 7,2 14,4 en la década de 1950 com
exportaciones ción del grano, en la cual
Concentración de las ventas a Europa y a nuevo
exportaciones privadas predominio en el mercado
El cambio más impon
la firma b 11,1 a 16,9 24,2 16,6 11,8 10,3
en la participación de las e
2a a 6a firmas b 37,8 a 35,8 39,7 38,8 34,4 35,9 da mitad de la década de 1
6 firmas más grandes e 48,9 a 52,7 63,9 55,4 46,2 46,2 raba entre las seis empl
principales casas extranjer
4 principales firmas
32,9 a 28,1 31,1 25,0 23,9 20,1 lombiano (20% de las exp<
extranjeras
de 1933-1934. Fuera de ello
FUENTE: Boletín de información estadística sobre café, No. 48, 1978. cipación en el comercio del
a 1933-1934. perdió el predominio sobre
bPrincipales firmas para cada período. después de un período de r
eW. R. Grace; American Coffee Corp.; Hard & Rand; Steinwinder Stoffregen Corp. (hasta 1935- ITa permitió, además, el sur
1939); Cía. Cafetera de Manizales (desde 1945-1949) y Schaeffer KIaussmann Inc. (en 1940-1944).
cionales. Fuera de Rafael
[BIA, 1830·1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830·1958 89

A comienzos de la década de 1930, el dominio de las casas extranjeras era


te evidente: las dos empresas comercializadoras más grandes eran norteameri-
canas (W. R. Grace y American Coffee Corporation) y las cuatro firmas ex-
crisis de 1920 habían sur- tranjeras más grandes controlaban la tercera parte de las exportaciones del
:afé, dos de ellas naciona- país. Fuera de ello, existían otras firmas foráneas más pequeñas, en especial
:ía.) y cuatro extranjeras la Compañía Cafetera de Manizales, que habría de convertirse con el tiempo
Hard & Rand y Steinwen- en una de las principales casas exportadoras del país. Aunque las empresas
han la mitad del negocio extranjeras siguieron controlando un volumen considerable del negocio hasta
1; el resto estaba distribui- la Segunda Guerra Mundial, la firma Adolfo Aristizábal y Cía. se convirtió en
relativamente mar- la principal empresa exportadora de café en 1935. Esta casa continuó en as-
censo hasta los años de la Guerra, cuando llegó a controlar la cuarta parte del
negocio cafetero del país. En este momento, la estructura de comercialización
era similar a la de comienzos de la década de 1930, pero la concentración del
de café (1930-1959) negocio se había acentuado: las seis firmas más importantes controlaban casi
dos terceras partes de las exportaciones privadas del grano.
La comercialización externa de café experimentó cambios apreciables en
la posguerra. El más importante fue el ascenso de la Federación Nacional de
45·1949 1950·1954 1954·1959 Cafeteros como la principal entidad exportadora del país. Como se puede
apreciar en el cuadro m.8, la Federación había comenzado a exportar canti-
92,3 88,2 80,4 dades modestas del grano desde la década de 1930 a través de los Almacenes
Generales de Depósito. Durante la Guerra había aumentado de modo consi-
3,6 2,6 2,0
derable su participación en las compras internas del grano, pero siguió par-
0,2 4,5 7,6 ticipando en forma modesta en las exportaciones. Solo en la década de 1950
3,6 4,6 9,5 y 1960 aumentaría apreciablemente su participación en las ventas externas.
Este proceso estuvo íntimamente ligado a la reapertura del mercado euro-
0,3 0,1 0,4
peo y a la pérdida de dinamismo del consumo norteamericano, donde los
exportadores privados habían concentrado sus operaciones. De esta manera,
3,7 7,2 14,4 en la década de 1950 comenzó a delinearse una estructura de comercializa-
ción del grano, en la cual la Federación concentraba la mayor parte de las
ventas a Europa y a nuevos mercados pero las firmas privadas mantenían el
predominio en el mercado de los Estados Unidos.
El cambio más importante en la comercialización privada fue la pérdida
16,6 11,8 10,3 en la participación de las empresas extranjeras en el negocio. Ya en la segun-
38,8 34,4 35,9 da mitad de la década de 1950 solo la Compañía Cafetera de Manizales figu-
55,4 46,2
raba entre las seis empresas exportadoras más grandes del país. Las
46,2
principales casas extranjeras solo exportaban entonces un 17% del café co-
25,0 23,9 20,1 lombiano (20% de las exportaciones privadas), la mitad de su participación
de 1933-1934. Fuera de ello, Adolfo Aristizábal y Cía. fue reduciendo su parti-
1978. cipación en el comercio del grano y en la segunda mitad de la década de 1950
perdió el predominio sobre el negocio. La firma Rafael Espinoza Hermanos,
después de un período de rápido crecimiento, tomó el liderazgo. La posgue-
,r Stoffregen Corp. (hasta 1935- rra permitió, además, el surgimiento y consolidación de nuevas empresas na-
Jaussmann Ine. (en 1940-1944). cionales. Fuera de Rafael Espinosa, ya mencionado, conviene destacar a
90 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA. 1830-1958
UNABREVJ

Leonidas Lara e Hijos; Espinoza adquirió precisamente su experiencia en el había generado el 13,1
negocio cafetero como empleado de esta firma. Así las cosas, la concentra- parte del ingreso
ción de las exportaciones privadas de café se había reducido en forma apre- ingreso y la proporción
ciable entre los años de la Guerra y la década de 1950. Luego se iniciaría una habitante en actividade
nueva fase de concentración, más allá de nuestro período de estudio. si se excluyen las activi,
En el desarrollo del sistema de transportes, conviene resaltar tres hechos ban en las mismas unid
importantes. El primero fue el vuelco en la política estatal en la década de de buenos precios del g
1930 hacia el fomento de las carreteras. Este cambio permitió el acceso de relativamente bajas, se¡
un mayor número de localidades al transporte moderno, sin los costos eleva- Estas carecían en su m¡
dos que representaba en Colombia la extensión de la red ferroviaria. Las re- más pequeñas, de piso (
cuas de mulas fueron sustituidas, así, por los camiones en el transporte del las fincas pequeñas) y d
grano entre las localidades y los principales centros comerciales. Este cam- La producción estal
bio operó de modo mucho más lento en el acarreo entre la finca y la locali- Este tipo de unidades d
dad que se siguió haciendo a lomo de mula, sobre todo entre los productores su propietario, indicanc
más pequeños. cería tenía una presenc:
La consolidación de Buenaventura como el puerto cafetero de Colombia Las más grandes estab¡
fue un segundo hecho sobresaliente. Para fines de la década de 1950, dicho asalariado. En total, se ,
puerto movilizaba más del 80% del café colombiano. El acceso a Buenaven- ministrada por su dueñe
tura, primero por ferrocarril y después por carretera, permitió desplazar La caficultura mostr
gran parte del transporte a través del río Magdalena, sujeto a grandes dificul- las plantaciones, sobre ti
tades de navegación desde la década de 1940, a los altos costos de transbor- el punto de vista técnico,
do y seguro (debido en este último caso al manejo descuidado y saqueo de informe: "el café colomt
las mercancías) y la ausencia de una buena vía alternativa a la costa Atlánti- tierra y trabajo", Esto in
ca (Ocampo, 1984b). en gran escala, sino tam
Por último, conviene destacar la creación de la Flota Mercante Granco- minadores y almácigos, (
lombiana en 1946. La discriminación en los fletes marítimos por parte de las y otras prácticas eran cas
empresas navieras fue uno de los focos de conflicto entre la Federación y los siglo xx, los cuidados cuJ
grandes exportadores privados en la década de 1930 y una de las bases del deschuponado. La estruc
predominio en el negocio de exportación de las casas extranjeras y de algu- el 83,3% estaba represen
nas nacionales con amplios contactos en el exterior (Adolfo Aristizábal, en implementos. El resto le
particular). Por este motivo, la Federación apoyó constantemente la crea- crédito y arreglo de vías.
ción de una flota mercante nacional y aportó al final gran parte de los recur- La mayoría de las fin
sos necesarios para ello. todas con la vieja máquin
pila, se secaba al sol y se 1
nos. Estas labores eran m
La tecnología cafetera en 1955-1956 por ejemplo, que exigían
cantidad de café que en El
Durante el año cafetero 1955-1956, la Comisión Económica para América establecimientos modeme
Latina (Cepal) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura del grano, proveniente de
y la Alimentación (FAO) realizaron uno de los diagnósticos más completos con procedimientos primi
sobre la economía cafetera de Colombia. Para dicho año, estas entidades es- La tecnología tradiciol
timaron que había 1.156.000 personas en las fincas cafeteras, equivalentes al de rendimientos, no solo (
9,1% de la población del país. Entre 1951 y 1955, la producción del grano intensidad en el uso de la r
.tBIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 91

nente su experiencia en el había generado el 13,1% del ingreso nacional y un poco más de la tercera
sí las cosas, la concentra- parte del ingreso agropecuario. La comparación entre la participación en el
a reducido en forma apre- ingreso y la proporción de la población en las fincas indica que el ingreso por
150. Luego se iniciaría una habitante en actividades cafeteras era superior al promedio del país, incluso
)eríodo de estudio. si se excluyen las actividades agropecuarias complementarias que se realiza-
rlviene resaltar tres hechos ban en las mismas unidades de producción. Se trataba, sin embargo, de años
ca estatal en la década de de buenos precios del grano. En cualquier caso, las condiciones de vida eran
lbio permitió el acceso de relativamente bajas, según se refleja en las características de las viviendas.
demo, sin los costos eleva- Estas carecían en su mayoría de agua y sanitario, sobre todo en las parcelas
la red ferroviaria. Las re- más pequeñas, de piso de cemento o madera en un 35% de las casas (53% en
liones en el transporte del las fincas pequeñas) y de paredes de ladrillo o madera en un 84%.
os comerciales. Este cam- La producción estaba dominada por pequeñas y medianas propiedades.
a entre la finca y la locali- Este tipo de unidades de producción eran administradas muchas veces por
todo entre los productores su propietario, indicando así su carácter de unidades campesinas. La apar-
cería tenía una presencia importante, en particular en las fincas medianas.
¡erto cafetero de Colombia Las más grandes estaban manejadas por lo general por un administrador
la década de 1950, dicho asalariado. En total, se estimaba que un 56% del área sembrada estaba ad-
no. El acceso a Buenaven- ministrada por su dueño, un 21 % por aparceros y 23% por administradores.
permitió desplazar La caficultura mostraba entonces claros síntomas de envejecimiento de
la, sujeto a grandes dificul- las plantaciones, sobre todo en las propiedades más grandes. Además, desde
's altos costos de transbor- el punto de vista técnico, la actividad estaba muy atrasada. Según lo expresó el
o descuidado y saqueo de informe: "el café colombiano [oo.] es producto casi exclusivo de los factores
emativa a la costa Atlánti- tierra y trabajo". Esto indicaba no solo la ausencia de inversiones de capital
en gran escala, sino también de prácticas agronómicas modernas. Los ger-
la Flota Mercante Granco- minadores y almácigos, el uso de abonos, insecticidas y maquinaria agrícola
marítimos por parte de las y otras prácticas eran casi enteramente desconocidas. Como a comienzos del
o entre la Federación y los siglo xx, los cuidados culturales se reducían así al deshierbe, desmugrado y
BO y una de las bases del deschuponado. La estructura de costos de las fincas reflejaba esta tecnología:
asas extranjeras y de algu- el 83,3% estaba representado por mano de obra y solo 3,6% por insumas o
ior (Adolfo Aristizábal, en implementos. El resto lo constituían los costos de transporte, impuestos,
) constantemente la crea- crédito y arreglo de vías.
mI gran parte de los recur- La mayoría de las fincas (89%) hacían directamente el despulpado, casi
todas con la vieja máquina manual para tal labor. Luego se lavaba el café en
pila, se secaba al sol y se hacía un primer proceso de clasificación de los gra-
nos. Estas labores eran muy intensivas en mano de obra. El informe estimó,
-1956 por ejemplo, que exigían más del doble de mano de obra por una misma
cantidad de café que en El Salvador. El café se trillaba casi en su totalidad en
Económica para América establecimientos modernos en los centros urbanos. Una proporción mínima
Unidas para la Agricultura del grano, proveniente de los Santanderes, se seguía trillando en las fincas
agnósticos más completos con procedimientos primitivos intensivos en mano de obra.
ha año, estas entidades es- La tecnología tradicional permitía, sin embargo, diferencias apreciables
s cafeteras, equivalentes al de rendimientos, no solo debido a la edad de los cafetales sino también a la
;, la producción del grano intensidad en el uso de la mano de obra en las labores culturales y, en mucho

.,
92 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNABREVl

menor grado, al uso de fertilizantes. Aumentando la cantidad de mano de de los derechos consul
obra se podían obtener productividades hasta de 1.049 kg de café verde por quinaria agrícola. Los (
ha, el doble del rendimiento promedio del país (523 kg) Ytres veces el de las mismo nombre funda(
fincas más ineficientes. En promedio, las mayores productividades se obte- más la constitución de
nían en las fincas medianas (véase de nuevo el cuadro I1I.6). Las diferencias solo se constituyeron el
en los rendimientos de la mano de obra en las labores de beneficio y trans- El antecedente inm
porte eran aun más marcadas. En estos casos, las economías de escala eran Congreso Cafetero conv
evidentes, ya que la productividad aumentaba sistemáticamente con el ta- tuación creada por la vi
maño de la plantación. La enorme cantidad de mano de obra involucrada en experimentó a mediado
transportar el grano a lomo de mula en las propiedades más pequeñas era que implicaba la baja di
responsable en gran medida de este resultado. porte por el río Magdale
El estudio encontró, al cabo, que el mayor rendimiento de la mano de un banco emisor y desa
obra en las labores de cultivo se obtenía en las fincas en administración y el Además, el Congreso pr
mayor rendimiento por hectárea en las tierras bajo contratos de aparcería. una Conferencia Interna
Esta conclusión y las menores productividades de las pequeñas explotacio- no en los países product
nes desvirtúan abiertamente la idea según la cual las grandes ventajas de las La Federación fue c
unidades campesinas eran de tipo tecnológico. Por el contrario, estas recaían feteros, convocado por I

sobre las fincas medianas en administración o en aparcería. El gran dina- tares de Antioquia en M
mismo de las unidades campesinas debe buscarse así en otro tipo de venta- de Cafeteros comenzó a
jas económicas; en especial, en su capacidad para reducir a un mínimo los de la Federación (Alfred
costos monetarios asociados a la producción de café y para usar con mayor año, la vida inicial de 1
intensidad la mano de obra familiar o el trabajo excedente del jefe del hogar, falta de recursos econó¡
ambos sin posibilidades alternativas de utilización comercial. otorgara una transferenl
ción. El Gobierno propt
grano de 10 centavos pe
EL GREMIO CAFETERO Y LA REGULACIÓN DEL MERCADO ción. La Ley 76 de 1927
bierno y la entidad gren
La Federación Nacional de Cafeteros transferencias del impuf
va, en septiembre de 193
Aun antes de la creación de la Federación, el sector cafetero estuvo involu- El resultado más ¡JI
crado en polémicas con el Estado que hoy se denominarían "gremiales". En marcha de los Almacenel
1896, Rafael Dribe Dribe promovió un amplio debate en el Congreso contra Congreso Cafetero, el Go
el impuesto a las exportaciones de café creado por la administración Caro nes mediante las leyes 2
durante la guerra civil del año anterior. Este debate permitió reducir el im- estaban sin reglamentar
puesto a la tercera parte de su monto original. Más tarde, ante la baja en las Gobierno y la Federació
cotizaciones internacionales, los principales exportadores del país pidieron institución de organizar 1
en 1897 al presidente de la república suprimir el gravamen. Estas presiones cio con el Banco de la Re
fueron efectivas, ya que el tributo fue eliminado temporalmente en julio de les habían contratado un
dicho año y en forma definitiva a fines de 1898. El informe de este asesor
En la primera década del siglo xx, la "Sociedad de Productores de Café", la bolsa de valores de Nu
fundada en 1904 y transformada en 1906 en la "Sociedad de Agricultores de Comités Departamentales
Colombia" (SAC), emprendió una campaña en favor del sector, presionando medida de emergencia. A
por la reducción de los fletes fluviales, marítimos y férreos, la disminución Manizales y estaban por a
UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 93
IBIA, 1830-1958
de los derechos consulares y la libre entrada al país de herramientas y ma-
) la cantidad de mano de
quinaria agrícola. Los orígenes de esta entidad se remontan a la sociedad del
l.049 kg de café verde por
mismo nombre fundada en 1870. En 1917, Aquilino Villegas propuso ade-
3 kg) Y tres veces el de las
más la constitución de "Uniones Cafeteras", pero este tipo de organizaciones
; productividades se obte-
solo se constituyeron en Antioquia y Manizales.
adro IlI.6). Las diferencias
El antecedente inmediato más importante de la Federación fue el Primer
lores de beneficio y trans-
Congreso Cafetero convocado por la SAC en agosto de 1920 para analizar la si-
economías de escala eran
tuación creada por la violenta reducción de las cotizaciones del grano que se
¡temáticamente con el ta-
experimentó a mediados de dicho año. Este congreso discutió los problemas
no de obra involucrada en
que implicaba la baja de los precios internacionales y la congestión del trans-
edades más pequeñas era
porte por el río Magdalena y pidió al Gobierno reducir los fletes internos, crear
un banco emisor y desarrollar la legislación sobre prenda agraria en el país.
ndimiento de la mano de
Además, el Congreso propuso crear un Comité Cafetero Nacional y convocar
:as en administración y el
una Conferencia Internacional para estudiar una política de retención del gra-
jo contratos de aparcería.
no en los países productores. Estas últimas iniciativas no se llevaron a cabo.
: las pequeñas explotacio-
La Federación fue creada durante el Segundo Congreso Nacional de Ca-
as grandes ventajas de las
feteros, convocado por el gobierno departamental y la Sociedad de Agricul-
el contrario, estas recaían
tores de Antioquia en Medellín en junio de 1927. Aunque el Comité Nacional
1 aparcería. El gran dina-
de Cafeteros comenzó a operar a partir de ese momento y el primer gerente
así en otro tipo de venta-
de la Federación (Alfredo Cortázar Toledo) fue nombrado a fines del mismo
l reducir a un mínimo los
año, la vida inicial de la entidad fue precaria. El problema esencial era la
Lfé y para usar con mayor
falta de recursos económicos. El Comité pidió al Gobierno nacional que se
.cedente del jefe del hogar,
otorgara una transferencia de $50.000 para el funcionamiento de la Federa-
comercial.
ción. El Gobierno propuso, en cambio, un impuesto a las exportaciones de
grano de 10 centavos por saco de 60 kg, con destino exclusivo a la Federa-
ción. La Ley 76 de 1927 creó el gravamen y el primer contrato entre el Go-
DEL MERCADO
bierno y la entidad gremial se suscribió el 15 de octubre de 1928, pero las
transferencias del impuesto solo comenzaron a hacerse, en forma retroacti-
va, en septiembre de 1930.
El resultado más importante de estos primeros años fue la puesta en
or cafetero estuvo involu-
marcha de los Almacenes Generales de Depósito. Como resultado del Primer
minarían "gremiales". En
Congreso Cafetero, el Gobierno había promovido la creación de los Almace-
ate en el Congreso contra
nes mediante las leyes 20 de 1921 y 115 de 1923. Sin embargo, estas leyes
>r la administración Caro
estaban sin reglamentar a fines de la década de 1920. El contrato entre el
te permitió reducir el im-
Gobierno y la Federación había establecido el compromiso de esta última
5 tarde, ante la baja en las
institución de organizar los primeros Almacenes. La entidad gremial, en aso-
1adores del país pidieron
cio con el Banco de la República, la firma Lazard Brothers y los bancos loca-
:ravamen. Estas presiones
les habían contratado un asesor extranjero para que ayudara en esta labor.
emporalmente en julio de
El informe de este asesor se estaba estudiando cuando sobrevino la crisis de
la bolsa de valores de Nueva York en octubre de 1929. Ante la presión de los
1de Productores de Café",
Comités Departamentales, los primeros Almacenes fueron organizados como
lciedad de Agricultores de
medida de emergencia. A fines del mismo año ya estaba en operación el de
)r del sector, presionando
Manizales y estaban por abrirse los de Medellín, Girardot, Cali y Honda.
y férreos, la disminución
94 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE

El nombramiento de Mariano Ospina Pérez como gerente de la Federa- CUADRO III.9. Indicad
ción en diciembre de 1930 coincidió con el despegue definitivo de la entidad
gremial. El número de federados se incrementó de 4.000 a 50.000 entre 1930 Precio
y 1934. La intervención en el mercado interno del grano se acrecentó, con Años interno real
considerables beneficios para los pequeños productores. Además, las activi- (1938-1939=101.
dades del nuevo gerente involucraron a la Federación en las principales polé-
micas de la época: el problema crediticio, la determinación del tipo de 1926-1927 146
cambio y los tratados comerciales del país.
Gracias a las presiones de la Federación, las operaciones de los Almace- 1928-1929 148
nes Generales de Depósito resultaron beneficiados con la baja en la tasa de 1930-1931 124
redescuento de los bonos de prenda y con el redescuento directo de dichos
bonos a tasas preferenciales desde octubre de 1930 y noviembre de 1931, 1932-1933 130
respectivamente. La Federación, facultada por la ley, entró a regular, ade- 1934-1935 137
más, las calidades del grano en 1931 y la industria de café tostado en 1932.
1936-1937 126
Las acciones más importantes se concentraron, sin embargo, en tratar de
corregir algunos problemas de comercialización interna que afectaban en 1938-1939 100
particular a las zonas de producción campesina. Como se puede apreciar en
1940-1941 95
el cuadro I1I.9, a fines de la década de 1920 y comienzos de la de 1930 los már-
genes comerciales en estas zonas eran excesivos y, como resultado de ello, los 1942-1943 109
productores del viejo Caldas recibían apenas la mitad del precio de venta fi- 1944-1945 105
nal del grano en los mercados de destino, contra un 70% en Antioquia y Cun-
dinamarca. 1946-1947 135
En los primeros años, la Federación concentró su intervención en las 1948-1949 146
zonas campesinas, adquiriendo directamente el grano en los mercados de-
primidos, informando con regularidad (dos veces a la semana) en las locali- 1950-1951 201
dades las cotizaciones del café y controlandQ las calidades, pesas y medidas. 1952-1953 240
Estas acciones fueron muy efectivas: el descuento con el cual se cotizaban
los cafés en el viejo Caldas comenzaron a reducirse de modo sustancial des- 1954-1955 267
de 1932-1933 y ya para 1936-1937 se habían igualado con los de Antioquia y 1956-1957 289
Cundinamarca (véase de nuevo el cuadro I1I.9).
1958 279
La intervención en el mercado interno y las exportaciones realizadas por
la Federación fueron objeto de una ardua polémica con la Asociación Nacio- FUENTES: Precio interno re:
nal de Exportadores de Café. A juicio de esta entidad, las compras de la Fe- del café de Girardot y el índic
deración habían ido mucho más lejos que el objetivo de intervenir en los de café tipo Federación, deflac
mercados deprimidos. Fuera de ello, la Asociación se oponía a la regulación Arango (1982, pp. 124-126).
de las calidades y a las exportaciones directas de la Federación, excepto
cuando el objetivo de estas últimas era hacer conocer el café de Colombia en sujetos los campesinos, l
el exterior. Las pugnas también se manifestaron en tomo a los fletes prefe- fonderos. El segundo er
renciales que obtenían los principales comerciantes del grano en sus expor- caracterizó la crisis de fi
taciones a los Estados Unidos, en detrimento de los exportadores más hizo insoportable el peSI
pequeños y de la propia Federación. ejemplo, los precios inte
En el frente crediticio, existían dos problemas diferentes. El primero, misma deuda valía, así,
que podríamos llamar estructural, eran las tasas de usura a las cuales estaban en comparación con los
BIA, 1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 95

mo gerente de la Federa- CUADRO I1I.9.Indicadores de los ingresos de los productores, 1926-1958


le definitivo de la entidad Impuestos
4.000 a 50.000 entre 1930 Precio Proporción del precio externo neto de como proporción
. grano se acrecentó, con Años interno real impuestos recibido por los productores (%) del precio externo
tares. Además, las activi- (1938-1939=100) (%)
in en las principales polé- Manizales Medellín Girardot (Manizales)
del tipo de 1926-1927 146

.eraciones de los Almace- 1928-1929 148 50% 72% 74%


con la baja en la tasa de 1930-1931 124 48% 68% 69%
,cuento directo de dichos
30 y noviembre de 1931, 1932-1933 130 62% 73% 76% 0,6%
ley, entró a regular, ade- 1934-1935 137 69% 76% 76% 6,5%
de café tostado en 1932.
1936-1937 126 73% 73% 74% 4,5%
in embargo, en tratar de
ntema que afectaban en 1938-1939 100 71% 71% 73% 3,1%
)mo se puede apreciar en
1940-1941 95 74% 75% 77% 13,9%
zas de la de 1930 los már-
amo resultado de ello, los 1942-1943 109 77% 76% 78% 20,9%
:ad del precio de venta fi- 1944-1945 105 83% 82% 84% 2,9%
70% en Antioquia y Cun-
1946-1947 135 83% 82% 84% 1,3%
'Ó su intervención en las 1948-1949 146 83% 83% 83% 0,9%
ano en los mercados de-
,la semana) en las locali- 1950-1951 201 80% 80% 82% 0,5%
lidades, pesas y medidas. 1952-1953 240 89% 88% 89% 8,6%
con el cual se cotizaban
: de modo sustancial des- 1954-1955 267 88% 89% 89% 3,4%
do con los de Antioquia y 1956-1957 289 82% 84% 84% 4,8%

1958 279 81% 81% 81% 20,2%


ortaciones realizadas por
con la Asociación Nacio- FUENTES: Precio interno real: 1926-1927, 1938-1939: Calculado con base en el precio interno
ad, las compras de la Fe- del café de Girardot y el índice de precios al por mayor de alimentos. Desde 1938-1939: precio
de intervenir en los de café tipo Federación, deflactado por el índice de precios al consumidor nacional. Otros datos:
se oponía a la regulación Arango (1982, pp. 124-126).
e la Federación, excepto
er el café de Colombia en sujetos los campesinos, básicamente a través de los créditos que concedían los
1 tomo a los fletes prefe- fonderos. El segundo era un problema coyuntural: la violenta deflación que
s del grano en sus expor- caracterizó la crisis de fines de la década de 1929 y comienzos de la del 1930
le los exportadores más hizo insoportable el peso de las deudas hipotecarias. En el caso del café, por
ejemplo, los precios internos se redujeron en un 60% entre 1928 y 1932. Una
s diferentes. El primero, misma deuda valía, así, dos veces y media más en términos de café en 1932
usura a las cuales estaban en comparación con los años de bonanza de la década de 1920.

.... CI ( ..c .
_ ............
96 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA. 1830-1958 UNA BREVE H

Para atacar el primero de estos problemas se fundó la Caja Agraria en con un aumento en el pn
1931. El proyecto de ley correspondiente había sido presentado desde el año deprimidos de 1930-1931
anterior por Mariano Ospina Pérez en su calidad de parlamentario. Aunque eliminara el tributo fue f
la mayor parte del capital inicial ($10 millones) lo suscribió el Gobierno con de 1935 lo redujo al 12%
un crédito del Banco de la República, la Federación contribuyó con $400.000 oro y platino, destinó el
al patrimonio inicial de la entidad, una suma sustancial dados los recursos bierno para reducirlo gra
financieros con que contaba la entidad en aquella época. enero de 1938. Sin embar
Las soluciones al problema de las deudas hipotecarias hizo parte de una café por parte de la Fedel
estrategia más general de saneamiento de los portafolios de los bancos comer- rante dos años adicionale
ciales e hipotecarios, que incluyó la creación de dos entidades para adquirir la de compra de las divisas
cartera mala de las entidades financieras (la Corporación Colombiana de su recaudo a la Federaci
Crédito y el Banco Central Hipotecario). La Federación presionó para que 3,1%, la mitad de su valOl
mejoraran las condiciones de dichos créditos. Como resultado de ello, a co- la compra de la cosecha c
mienzos de 1932 se estableció una tasa máxima del 7% para ellos (2% adi- nó la "retención cafetera"
cional en caso de mora) y se permitió que el 50% de los pagos se pudiera Por otra parte, las ten
hacer con cédulas hipotecarias, las cuales se cotizaban en ese momento a la mercio mundial en la déa
mitad de su valor nominal. Más tarde, a mediados de 1933, se redujo el capi- de la Federación en la rej
tal de las deudas hipotecarias en un 40%; la inflación posterior terminó por participó activamente en •
erosionar aún más el valor real de las deudas. minaron con el acuerdo 1
La crisis de la década de 1930 abrió también un capítulo que habría de rantizó que el café contim
repetirse varias veces después de la historia cafetera del país: la lucha de la libre de todo gravamen. L
Federación por obtener ventajas cambiarias o, alternativamente, por elimi- vel mundial permitió taml
nar los diferenciales cambiarios que discriminaban contra el sector. La tasa miento de tratados de el
de cambio del peso había sido fijada desde comienzos del siglo xx y se man- Colombia tenía un déficit
tuvo constante hasta 1931. El establecimiento del control de cambios en sep- fue aquel que se suscribió
tiembre de dicho año generó, sin embargo, una cotización paralela que sirvió considerable las exportad
de argumento para que los cafeteros presionaran por un tipo de cambio li- de 1930.
bre. El Gobierno tardó en ceder a esta pretensión de los cafeteros. No obs-
tante, el 15 de marzo de 1932 otorgó una prima del 10% a los exportadores
del grano. Un año más tarde, cuando los cafeteros comenzaron a negociar la Los primero:
renovación de la prima, decidió otorgar a los exportadores por un año una tÚ
tasa de $1,13 (con lo cual se mantenía una prima de un 10%), como parte de
un esquema temporal de cambio múltiple. Aunque en 1901 se reunió
En septiembre de 1933, la acumulación de solicitudes de giros en la oficina na! del Café, poco se avan
de control de cambios obligó al Gobierno a devaluar primero a $1,23 para ex- los países productores par.
portaciones y a liberar poco después el tipo de cambio. Se obligó, sin embargo, no. En realidad, gracias a
a los exportadores a vender el 15% de las divisas a una tasa de $1,13, para po- Brasil comenzó a regular t
der financiar los costos en moneda extranjera del Gobierno; este porcentaje se zos del siglo xx, establecie:
elevó por un tiempo al 20%, entre el 26 de marzo y el 19 de junio de 1934. A prendiendo una política a,
partir de septiembre de 1933, la atención de la Federación de Cafeteros se con- para defender los precios
centró en esta obligación, que se vino a denominar "impuesto de giros". esta naturaleza se denomir
Como se puede apreciar en el cuadro IlI.9, el impuesto fue moderado (un Gobierno del Estado de Sa
máximo de 6,5% en 1934-1935) y gracias a la devaluación fue compatible deral en 1921. Desde fines
'{BIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 97

fundó la Caja Agraria en con un aumento en el precio interno real del café por encima de los niveles
lo presentado desde el año deprimidos de 1930-1931. Aun así, la presión de los cafeteros para que se
de parlamentario. Aunque eliminara el tributo fue frontal. Como resultado de dicha presión, la Ley 21
suscribió el Gobierno con de 1935 lo redujo al 12% para todos los productos de exportación, excepto
1 contribuyó con $400.000 oro y platino, destinó el 10% de su recaudo a la Federación, facultó al Go-
tancial dados los recursos bierno para reducirlo gradualmente y decretó su abolición a partir del l°de
época. enero de 1938. Sin embargo, debido a la necesidad de financiar la compra de
tecarias hizo parte de una café por parte de la Federación, la Ley 41 de 1937 conservó el impuesto du-
:olios de los bancos comer- rante dos años adicionales, aunque lo redujo al 10%, elevó el tipo de cambio
entidades para adquirir la de compra de las divisas correspondientes a $1,25 y destinó la totalidad de
rporación Colombiana de su recaudo a la Federación. El impuesto se redujo así en 1938-1939 a un
mción presionó para que 3,1%, la mitad de su valor en los primeros años. Además, su utilización para
no resultado de ello, a co- la compra de la cosecha cafetera lo asimiló más a lo que después se denomi-
lel 7% para ellos (2% adi- nó la "retención cafetera" que a un impuesto en el sentido estricto.
de los pagos se pudiera Por otra parte, las tendencias proteccionistas y la fragmentación del co-
iban en ese momento a la mercio mundial en la década de 1930 abrieron la posibilidad de intervención
de 1933, se redujo el capi- de la Federación en la regulación del comercio exterior del país. El gremio
ión posterior terminó por participó activamente en las negociaciones con los Estados Unidos, que cul-
minaron con el acuerdo comercial de 1935 mediante el cual Colombia ga-
lIn capítulo que habría de rantizó que el café continuaría siendo importado al principal país comprador
:ra del país: la lucha de la libre de todo gravamen. La generalización de restricciones comerciales a ni-
emativamente, por elimi- vel mundial permitió también que la Federación presionara por el estableci-
n contra el sector. La tasa miento de tratados de compensación con aquellos países con los cuales
llOS del siglo xx y se man- Colombia tenía un déficit comercial apreciable. El más importante de ellos
:ontrol de cambios en sep- fue aquel que se suscribió con Alemania y que permitió aumentar de modo
ización paralela que sirvió considerable las exportaciones a dicho país en el segundo lustro de la década
por un tipo de cambio li- de 1930.
de los cafeteros. No obs-
el 10% a los exportadores
comenzaron a negociar la Los primeros acuerdos internacionales y el origen
)rtadores por un año una del Fondo Nacional del Café
.e un 10%), como parte de
Aunque en 1901 se reunió en Nueva York la primera Conferencia Internacio-
tudes de giros en la oficina nal del Café, poco se avanzó entonces en el diseño de acciones conjuntas de
rprimero a $1,23 para ex- los países productores para defender las cotizaciones internacionales del gra-
io. Se obligó, sin embargo, no. En realidad, gracias al control sobre el 80% de la producción mundial,
ma tasa de $1,13, para po- Brasil comenzó a regular unilateralmente el mercado cafetero desde comien-
)biemo; este porcentaje se zos del siglo xx, estableciendo restricciones a nuevas siembras en 1902 y em-
'el19 de junio de 1934. A prendiendo una política activa de retener parte de la producción en el país
:ación de Cafeteros se con- para defender los precios internacionales. Las primeras intervenciones de
'impuesto de giros". esta naturaleza se denominaron "valorizaciones" y fueron emprendidas por el
lpuesto fue moderado (un Gobierno del Estado de Sao Paulo en 1905 y 1917 y luego por el Gobierno fe-
valuación fue compatible deral en 1921. Desde fines de 1924, estas intervenciones esporádicas dieron
98 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958
I
I
I UNA BREVE
I
lugar a una nueva política del Gobierno de Sao Paulo, que se denominó de poner un cambio en la (
"defensa permanente". Ante la falta de apoyo del Gobierno federal y la crisis daba al Gobierno una r€
financiera internacional, esta política se derrumbó en octubre de 1929. Los la capacidad para dirim
precios mundiales del café, que venían cayendo desde comienzos del año de la Federación, de la t
anterior, se precipitaron a fines de 1929. Bajo el nuevo geren
El continuo desplazamiento del consumo mundial hacia cafés suaves y comercio del grano se a
la masiva sobreproducción de Brasil llevaron a este país a adoptar de nuevo Federación auspició la P
medidas unilaterales de regulación de la oferta a comienzos de la década de tá. En la conferencia se l
1930. La enorme producción brasileña entre los años cafeteros 1929-1930 y bia para regular el merca
1933-1934 dejó sin vender 42,5 millones de sacos de los 119,2 millones pro- a defender unos precios 1
ducidos, a los cuales hay que agregar 10,3 acumulados en el interior de Brasil diferencia mínima de pr
a mediados de 1929, como resultado de las políticas de defensa anteriores. 12 zó a intervenir en gran e
La única manera de disponer de estos excedentes en el mercado hubiera sido rencia Panamericana y )
dejar caer los precios a niveles irrisorios. Esta medida no tenía, por supues- (un 8% de la producción
to, ninguna viabilidad política. El Gobierno brasileño decidió así destruir el ción. Las dificultades fin
café excedente, empezando a mediados de 1931 y aceleradamente desde fi- ción. Los ingresos que n
nes de dicho año. La operación se financió en esencia con un impuesto a la de menos de $1 millón al
exportación, al cual se le añadió desde la cosecha de 1933-1934 una "cuota la disponibilidad de cré«
de sacrificio", que el Gobierno compraba a un precio bajo. prenda. Ante el alza del p
Para que todo el esfuerzo de estabilización no recayera exclusivamente do y la oposición del Ban
sobre sus hombros, Brasil intentó llegar a un acuerdo con otros productores la Federación, esta SUSp€
desde muy temprano. 13 En mayo de 1931, por iniciativa del ministro de Agri- pese a que el diferencial I
cultura brasileño, se reunió un Congreso Internacional en Sao Paulo para acordado.
discutir la posibilidad de dicho acuerdo. No se logró acuerdo de ninguna El debate que se sus'
naturaleza, incluso porque existía bastante escepticismo sobre el éxito de un López a la Federación en
pacto internacional en varios sectores brasileños. Dos años más tarde, Brasil rente. Manuel Mejía acep
presentó en la Conferencia Monetaria y Económica Internacional de Lon- iniciando un período de (
dres una propuesta en el mismo sentido. En este caso, tuvo una recepción con su muerte en febrero
favorable por parte del delegado colombiano, Alfonso López Pumarejo, liderada por Ospina Pér€
quien veía no solo razones económicas para un acuerdo internacional, sino Conservador contra el Gol
también un motivo político: el apoyo brasileño a los puntos de vista colom- dad de contraer comprom
bianos en el conflicto territorial con el Perú. La oposición de la Federación operaciones especulativas.
fue, sin embargo, frontal. De acuerdo con Ospina Pérez, el país no tenía nin- créditos a la Federación el
guna razón económica para firmar un acuerdo internacional, ya que el con- exportaciones de café y en
sumo mundial se estaba desplazando hacia el café colombiano; el pacto de 1938, la crisis se manl
tendría, además, efectos sociales indeseables. hasta agosto, para que coi
Con la llegada a la Presidencia de la República de López Pumarejo en Habana.
1934, el balance de fuerzas se inclinó temporalmente hacia un acuerdo. En el Las deliberaciones de I

VII Congreso Nacional de Cafeteros, reunido a fines de 1935, López logró im- por el escaso poder de negl
cia de consenso sobre la Ci
Kingston (1973, p. 174); International Institute of Agriculture (1934, p. 45).
12 además por la virtual desa
Sobre la regulación del mercado cafetero internacional, véase de nuevo Wickizer (1943 y
13 colombianos y los brasileñl
1951). ción en marzo de 1937. El
IBIA, 1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 99

aulo, que se denominó de poner un cambio en la composición del Comité Nacional de Cafeteros que le
robiemo federal y la crisis daba al Gobierno una representación paritaria y al presidente de la república
) en octubre de 1929. Los la capacidad para dirimir los conflictos y nombró a Alejandro López gerente
desde comienzos del año de la Federación, de la tema que presentó el Congreso Cafetero.
Bajo el nuevo gerente, la política de intervención de la Federación en el
rldial hacia cafés suaves y comercio del grano se amplió de modo considerable. En octubre de 1936, la
:e país a adoptar de nuevo Federación auspició la Primera Conferencia Panamericana del Café en Bogo-
:omienzos de la década de tá. En la conferencia se llegó a un acuerdo en principio entre Brasil y Colom-
ños cafeteros 1929-1930 y bia para regular el mercado mundial, en el cual ambos países se comprometían
de los 119,2 millones pro- a defender unos precios mínimos para los cafés Santos 4 yel Manizales y una
dos en el interior de Brasil diferencia mínima de precios entre ambas calidades. La Federación comen-
as de defensa anteriores. 12 zó a intervenir en gran escala en el mercado desde poco antes de la Confe-
:n el mercado hubiera sido rencia Panamericana y ya para abril de 1937 había adquirido 354.000 sacos
dida no tenía, por supues- (un 8% de la producción del país), comprometiendo $6 millones en la opera-
eño decidió así destruir el ción. Las dificultades financieras frenaron entonces la política de interven-
'aceleradamente desde fi- ción. Los ingresos que recibía la Federación por concepto de impuestos era
ncia con un impuesto a la de menos de $1 millón anuales; la capacidad de intervención dependía así de
. de 1933-1934 una "cuota la disponibilidad de créditos, sobre todo del redescuento de los bonos de
;io bajo. prenda. Ante el alza del precio del café brasileño por encima del piso acorda-
) recayera exclusivamente do y la oposición del Banco de la República a la ampliación de los créditos a
rdo con otros productores la Federación, esta suspendió las compras de café el 19 de marzo de 1937,
lativa del ministro de Agri- pese a que el diferencial entre el café Manizales y el Santos 4 era inferior al
donal en Sao Paulo para acordado.
logró acuerdo de ninguna El debate que se suscitó entonces condujo a la renuncia de Alejandro
icismo sobre el éxito de un López a la Federación en abril y a la dificultad para encontrar un nuevo ge-
Dos años más tarde, Brasil rente. Manuel Mejía aceptó al final dicha posición cuatro meses más tarde,
ica Internacional de Lon- iniciando un período de continuidad en la entidad que solo se interrumpió
caso, tuvo una recepción con su muerte en febrero de 1958. Entre tanto, la oposición a la Federación
Alfonso López Pumarejo, liderada por Ospina Pérez, quien actuaba además como líder del Partido
cuerdo internacional, sino Conservador contra el Gobierno de Alfonso López Pumarejo, acusó a la enti-
los puntos de vista colom- dad de contraer compromisos sin un respaldo adecuado y de involucrarse en
,posición de la Federación operaciones especulativas. Aunque el Banco de la República concedió nuevos
Pérez, el país no tenía nin- créditos a la Federación en abril y la Ley 41 elevó en mayo el impuesto a las
temacional, ya que el con- exportaciones de café y entregó el impuesto de giros a la Federación a partir
;afé colombiano; el pacto de 1938, la crisis se mantuvo. El Congreso Cafetero aplazó sus reuniones
hasta agosto, para que coincidieran con la Conferencia Panamericana de La
lca de López Pumarejo en Habana.
lte hacia un acuerdo. En el Las deliberaciones de dicha conferencia fueron muy complejas, no solo
de 1935, López logró im- por el escaso poder de negociación de los delegados colombianos y la ausen-
cia de consenso sobre la conveniencia de un nuevo acuerdo en el país, sino
además por la virtual desaparición del diferencial de precios entre los cafés
lture (1934, p. 45).
véase de nuevo Wickizer (1943 y colombianos y los brasileños desde que la Federación suspendió su interven-
ción en marzo de 1937. En Brasil se argumentó que una situación de esta
100 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNA BREVE HJ

naturaleza conduciria al desplazamiento gradual de los cafés brasileños del portaciones promedio de
mercado. En dicho país fue, además, ganando terreno la hipótesis según la primer año cafetero (194
cual en un mercado libre dicho país volveria a recuperar la participación en sistema de votación fijado
el mercado mundial que había perdido. La ruptura definitiva del acuerdo no definidamente la cuota en
tuvo lugar, sin embargo, en La Habana, sino dos meses después en Nueva básicas superior al 5% rec
York, donde continuaron las negociaciones entre los dos países. A comienzos países productores.
de noviembre de 1937, Brasil anunció su nueva política de libre comerciali- Los precios internacie
zación del café, reduciendo los impuestos de exportación aunque continuan- bre de 1940, anticipando (
do con la destrucción de parte de los excedentes. mediados del año siguient
La "guerra del café", como se denominó a la nueva política brasileña, no para el café colombiano, 1
tuvo grandes repercusiones en Colombia. Después de una caída inicial de ses criticas (agosto y septi
unos seis meses, los precios del café colombiano se recuperaron y, en contra cuotas estabilizaron los pI
del objetivo brasileño, la participación de Colombia en las importaciones nor- La entrada de los Estl;
teamericanas no experimentó cambios apreciables. Brasil logró conquistar introdujo nuevas dificultad
una mayor proporción del mercado de Estados Unidos a costa de los países ola alcista, el 11 de dicien
centroamericanos, pero sacrificando significativamente los precios de su gra- máximos tentativos y el2S
no. No obstante, la "guerra del café" demostró que la sobreproducción conti- pras de café (15,9 centavo:
nuaba dominando el panorama cafetero mundial a fines de la década de 1930. La campaña submarir
Por este motivo, la ruptura de hostilidades en Europa generó un rápido en el Caribe generó seven
colapso en el mercado desde fines de 1939. Los precios del café colombiano de 1942, que afectaron el
se redujeron de 12,3 centavos de dólar por libra en mayo-septiembre de dicho este problema comenzó a 1
año a 7,5 centavos en agosto de 1940, la cotización más baja desde comienzos diados del año siguiente. (
del siglo xx. El Gobierno colombiano reaccionó pronto con medidas de de- cano, Colombia y los pa
fensa de los productores: decretó una bonificación cambiaria temporal a car- acontecimientos, ya que 11
go del Gobierno equivalente a un 12% del precio interno del grano, redujo las varios aumentos de las cue
tasas de interés, refinanció las deudas de los cafeteros e inició una nueva olea- Crédito Comercial de los I
da de compra de los excedentes de producción (200.000 sacos entre septiem- tas brasileñas de los años I

bre de 1939 y octubre de 1940). Por otra parte, ante la magnitud del colapso transportarse. Fuera de el
del mercado y el evidente contenido político de un tratado de su naturaleza a máximos para la venta intJ
comienzos de la Segunda Guerra Mundial y pese a alguna oposición interna, el racionamiento del grane
el Gobierno y la Federación apoyaron las negociaciones orientadas a firmar 1943. Los años siguientes
un Acuerdo Interamericano de Café. Estas negociaciones se iniciaron en ju- miento desapareció gradw
nio de 1940 en Nueva York, en el marco de la Tercera Conferencia Panameri- ductores, los precios regul:
cana del Café, y culminaron el 28 de noviembre del mismo año. terminado el conflicto bélil
A diferencia del pacto de 1936, el nuevo acuerdo estableció un sistema La instrumentación de
de cuotas para los países exportadores y no precios mínimos para los dife- mente un esfuerzo de retel
rentes granos. Incorporó, además, al principal país consumidor (Estados Brasil en 1936. Para garan
Unidos). Esta participación garantizaba la colaboración de los países pro- blemas financieros del ex]
ductores, que de otra forma quedaban excluidos del único mercado impor- creó el Fondo Nacional de
tante mientras perdurara el conflicto bélico. Las cuotas no se fijaron con deración Nacional de Cafl
base en la producción del país o en su reciente participación en el mercado tres origenes: (1) una emú
norteamericano, sino en un complejo proceso de negociación. En el caso co- sobre todos los giros emit
lombiano, la cuota (3.150.000 sacos) representaba cerca del 80% de las ex- por dólar, que a la tasa de
\tBIA, 1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 101

de los cafés brasileños del portaciones promedio de los cinco años anteriores. La cuota global para el
rreno la hipótesis según la primer año cafetero (1940-1941) fue de 15,9 millones de sacos. Debido al
:uperar la participación en sistema de votación fijado, Estados Unidos tenía la facultad de aumentar in-
a definitiva del acuerdo no definidamente la cuota en caso de escasez, pero una reducción de las cuotas
; meses después en Nueva básicas superior al 5% requería de un voto unánime de Estados Unidos y los
os dos países. A comienzos países productores.
olítica de libre comerciali- Los precios internacionales del café comenzaron a recuperarse en octu-
rtación aunque continuan- bre de 1940, anticipando que un acuerdo exitoso sería firmado pronto, y ya a
mediados del año siguiente habían llegado a 15,9 centavos de dólar por libra
¡U eva política brasileña, no para el café colombiano, más del doble del nivel alcanzado durante los me-
és de una caída inicial de ses críticos (agosto y septiembre de 1940). Las sucesivas ampliaciones de las
¡e recuperaron y, en contra cuotas estabilizaron los precios en junio de dicho año.
a en las importaciones nor- La entrada de los Estados Unidos a la Guerra el 7 de diciembre de 1941
Brasil logró conquistar introdujo nuevas dificultades. Para evitar que este evento produjera una nueva
nidos a costa de los países ola alcista, el 11 de diciembre el Gobierno norteamericano fijó unos precios
lente los precios de su gra- máximos tentativos y e129 de diciembre los precios definitivos para las com-
: la sobreproducción conti- pras de café (15,9 centavos de dólar por libra para el café Manizales).
fines de la década de 1930. La campaña submarina alemana en la costa Atlántica norteamericana y
. Europa generó un rápido en el Caribe generó severos problemas de abastecimiento desde comienzos
recios del café colombiano de 1942, que afectaron en especial a las exportaciones brasileñas. Aunque
mayo-septiembre de dicho este problema comenzó a disminuir a finales de 1942, solo desapareció a me-
más baja desde comienzos diados del año siguiente. Gracias a su mejor acceso al mercado norteameri-
lronto con medidas de de- cano, Colombia y los países centroamericanos se beneficiaron de estos
cambiaria temporal a car- acontecimientos, ya que los subembarques brasileños obligaron a decretar
ltemo del grano, redujo las varios aumentos de las cuotas globales. En compensación, la Corporación de
'os e inició una nueva olea- Crédito Comercial de los Estados Unidos compró aquellas partes de las cuo-
0.000 sacos entre septiem- tas brasileñas de los años cafeteros 1941-1942 y 1942-1943 que no pudieron
te la magnitud del colapso transportarse. Fuera de ello, desde agosto de 1942 se establecieron precios
tratado de su naturaleza a máximos para la venta interna de café en los Estados Unidos y se estableció
I alguna oposición interna, el racionamiento del grano entre fines de noviembre de dicho año y julio de
ciones orientadas a firmar 1943. Los años siguientes fueron menos agitados. El problema de abasteci-
aciones se iniciaron en ju- miento desapareció gradualmente y, a pesar de la presión de los países pro-
Conferencia Panameri- ductores, los precios regulados se mantuvieron invariables hasta después de
:1 mismo año. terminado el conflicto bélico.
:rdo estableció un sistema La instrumentación del Acuerdo Interamericano de Café exigió interna-
.os mínimos para los dife- mente un esfuerzo de retención de la cosecha muy superior al del pacto con
laís consumidor (Estados Brasil en 1936. Para garantizar que esta intervención no enfrentara los pro-
)ración de los países pro- blemas financieros del experimento precedente, en noviembre de 1940 se
del único mercado impor- creó el Fondo Nacional del Café, de cuya administración se encargó a la Fe-
. cuotas no se fijaron con deración Nacional de Cafeteros. Los ingresos del Fondo tuvieron al inicio
lrticipación en el mercado tres orígenes: (1) una emisión de bonos por $10 millones; (2) un impuesto
legociación. En el caso co- sobre todos los giros emitidos por el Banco de la República de 5 centavos
a cerca del 80% de las ex- por dólar, que a la tasa de cambio de la época equivalía a poco menos del
102 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 UNABREVJ

3%; Y (3) un impuesto propiamente cafetero, que consistía en la obligación La elevación de la!
de vender a $1 las divisas que se obtuvieran por aquellas ventas del grano vención masiva de la I
que superaran un precio básico de 9 centavos de dólar por libra; aunque la posterior reducción
como el "impuesto de giros" tenía la forma de un diferencial cambiario, este mitió aumentar los pn
impuesto se parecía más a la posterior retención cafetera, ya que este era 1940. No obstante, la e
precisamente su propósito. Como los precios internacionales superaron muy elevada inflación que el
pronto el precio básico, el impuesto se tomó rápidamente cuantioso: 20,9% de la Segunda Guerra.
durante los años en que estuvo en plena vigencia, 1942-1943 (véase otra vez permanecieron muy dI
el cuadro III.9). años críticos 1938-1941
La creación del Fondo Nacional del Café exigió otras medidas paralelas.
En primer término, fue necesario ampliar de modo sustancial la capacidad
de los Almacenes Generales de Depósito. A fines de la Segunda Guerra Mun-
dial. dicha capacidad había llegado a 3,4 millones de sacos de café pergami-
no, equivalente casi a la mitad de la producción del país en un año. La red de Como es típico en el me
agentes de la Federación en los mercados locales se amplió paralelamente. de la década de 1930 y
Para controlar la comercialización externa, se estableció el registro obligato- cual la producción tend
rio de los contratos de venta, un plazo máximo de 30 días para hacer uso de reducción del área semI
las licencias de exportación y precios mínimos para las ventas al exterior. por destruir sus excede]
Para terminar, en 1941, se estableció el impuesto de pasilla que obligaba a reducción de la produCl
los exportadores a vender a la Federación a un precio bajo granos de baja de sacos anuales) y la pI
calidad (pasillas y ripios) por el equivalente al 6% de la cantidad exportada. el consumo europeo sol(
Esta medida buscaba mejorar la calidad de los granos exportados y contri- de la década de 1950 se
buir a financiar las campañas de sanidad rural de la Federación. anteriores a la Segunda
Los recursos y la magnitud de la intervención de la Federación en el dió su dinamismo, los
mercado se ampliaron considerablemente. Los ingresos del Fondo fueron de (véase otra vez el gráfico
$18,9 millones en 1941, $32,9 en 1942 y $28 en 1943, montos bastante supe- to de los precios interno
riores al escaso millón de pesos anuales con los cuales contó para la inter- la Guerra y la bonanza d
vención de 1936-1937. Gracias a la red de almacenes y agentes, la Federación Ya a fines de 1954 (
pudo adquirir en 1941 y 1942 unos 2 millones de sacos de café pergamino Después de un fortalecil
cada año (1,6 millones de sacos de café verde), es decir, el 30% de la produc- dencia a la baja, ÍnÍciand
ción nacional. Aunque gran parte de este café se logró exportar, entre octu- zas de la década de 1960
bre de 1940 y septiembre de 1942 se aumentaron las existencias en cerca de mitad de su nivel de bon
2 millones de sacos. noamericanos comenzar
Los precios del grano fueron, sin embargo, superiores a los previstos al ción desde fines de 1954,
principio y la magnitud de la acumulación de existencias inferior gracias a las dieron paso a jos Conven
dificultades de transporte que tuvo el Brasil en 1942 y 1943. Esto permitió que nacional de 1962, que ini
las compras de la Federación se redujeran y que la entidad gremial comenzara do por parte de países
a disminuir sus inventarios desde 1943. El impuesto a las exportaciones de 1989. 14
café se redujo en junio y noviembre de 1943 y desapareció en febrero de 1944. En el frente interno,
Durante estos años, el Fondo Nacional del Café acumuló el nada despreciable miento de la Federación
patrimonio de $88 millones, es decir, lo equivalente a más de la mitad de los nerados durante la Segu
ingresos del Gobierno nacional en la época. Fuera de ello, el grano almacena-
do se revalorizó considerablemente con los eventos posteriores. 14 Sobre los sucesivos acuerc
\1IlLA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 103

consistía en la obligación La elevación de las cotizaciones internacionales, los efectos de la inter-


aquellas ventas del grano vención masiva de la Federación sobre los márgenes de comercialización y
.e dólar por libra; aunque la posterior reducción y eliminación de los impuestos a la exportación per-
diferencial cambiario, este mitió aumentar los precios internos de desde fines de la década de
1 cafetera, ya que este era 1940. No obstante, la elevación de los precios fue solo un poco superior a la
nacionales superaron muy elevada inflación que experimentó la economía colombiana durante los años
damente cuantioso: 20,9% de la Segunda Guerra Mundial. Por este motivo, los precios reales del café
1942-1943 (véase otra vez permanecieron muy deprimidos, a niveles apenas superiores a los de los
años críticos 1938-1941.
ó otras medidas paralelas.
:lo sustancial la capacidad
e la Segunda Guerra Mun- La posguerra
de sacos de café pergami-
1país en un año. La red de Como es típico en el mercado cafetero, después del ciclo de sobreproducción
se amplió paralelamente. de la década de 1930 y comienzos de la de 1940, sobrevino una fase en la
bleció el registro obligato- cual la producción tendió a quedarse rezagada con respecto al consumo. La
30 días para hacer uso de reducción del área sembrada en Brasil y los enormes esfuerzos de este país
lara las ventas al exterior. por destruir sus excedentes en la década de 1930 generaron, en efecto, una
de pasilla que obligaba a reducción de la producción mundial entre dicha década (unos 34 millones
recio bajo granos de baja de sacos anuales) y la primera de la posguerra (30 millones). A pesar de que
de la cantidad exportada. el consumo europeo solo se repuso poco a poco (apenas en la segunda mitad
anos exportados y contri- de la década de 1950 se lograron de nuevo los niveles absolutos de consumo
'a Federación. anteriores a la Segunda Guerra Mundial) y el consumo norteamericano per-
,n de la Federación en el dió su dinamismo, los precios internacionales aumentaron rápidamente
resos del Fondo fueron de (véase otra vez el gráfico m.2). Este proceso se reflejó en el país en el aumen-
B, montos bastante supe- to de los precios internos reales del grano de más de 150% entre los años de
uales contó para la inter- la Guerra y la bonanza de 1954-1955 (cuadro 111.9).
y agentes, la Federación Ya a fines de 1954 comenzaron a flaquear los precios internacionales.
sacos de café pergamino Después de un fortalecimiento temporal durante 1956, reanudaron su ten-
lecir; el 30% de la produc- dencia a la baja, iniciando así un nuevo ciclo de sobreproducción. A comien-
:>gró exportar, entre octu- zos de la década de 1960, los precios internacionales habían descendido a la
as existencias en cerca de mitad de su nivel de bonanza (véase de nuevo el gráfico m.2). Los países lati-
noamericanos comenzaron a suscribir una serie de acuerdos de corta dura-
periores a los previstos al ción desde fines de 1954, que no lograron frenar esta tendencia. Estos pactos
ncias inferior gracias a las dieron paso a los Convenios más amplios de 1958 y 1959, Y al Acuerdo Inter-
y 1943. Esto permitió que nacional de 1962, que inició una larga era de regulación conjunta del merca-
Iltidad gremial comenzara do por parte de países productores y consumidores, que culminaría en
.to a las exportaciones de 1989. 14
areció en febrero de 1944. En el frente interno, el hecho más importante fue, sin duda, el surgi-
muló el nada despreciable miento de la Federación como grupo financiero gracias a los excedentes ge-
a más de la mitad de los nerados durante la Segunda Guerra Mundial. Estos recursos se utilizaron
.e ello, el grano almacena-
Josteriores. 14 Sobre los sucesivos acuerdos cafeteros, véase Fedesarrollo (1978).

.Y"..:....,......... ,,.ti
104 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA. 1830-1958 UNABREVI
para ampliar las inversiones cafeteras en la Caja Agraria, para aportar el que superaron un prec:
50% del capital del Instituto Nacional de Abastecimientos (el antecesor del cursos se destinaron er
Instituto de Mercadeo Agropecuario, Idema), para establecer la empresa flu- nuevo por presión del 1
vial Navenal en 1944 y la Compañía Agrícola de Seguros en 1952 y para ad- 74,5 centavos y sus rec
quirir bonos de los gobiernos nacional y departamentales. Los pasos más Sin embargo, con la ba
significativos fueron la creación de la Flota Mercante Grancolombiana en tanto el impuesto
1946 y del Banco Cafetero en 1953. La creación de la Flota satisfacía la vieja El restablecimiento
aspiración de los cafeteros de romper el control del transporte del grano a las exportaciones estab
los mercados de consumo, que constituía la base de la dominación extranje- oportunidades de
ra sobre el negocio de exportación. permitió mantener los I
Como era de esperarse, la intervención en el mercado interno se redujo bIes con los del período
sensiblemente en los primeros años de la posguerra. No obstante, las cortas riores, la polémica entn
crisis que se presentaron durante 1947 y 1952 estuvieron acompañadas de que la baja en los pred
intervenciones temporales en el mercado. Mucho más decisiva fue la cre- ya no tuvieron como co
ciente participación de la Federación en la comercialización externa del gra- precios internos del gra¡
no. Esta tendencia fue un resultado de las grandes regulaciones que cionario que experiment
caracterizaron a los mercados de los países europeos en la inmediata pos-
guerra y del dinamismo decreciente del consumo norteamericano. Siguien-
do un patrón que se había iniciado en la década de 1930, la Federación
suscribió a fines de la década de 1940 y a comienzos de la de 1950 convenios
de compensación con Alemania Occidental, Holanda, Finlandia, Italia, Sue- Arango, Mariano (1977)
cia, Francia, Dinamarca, España y Argentina, entre otros países. La mayoría cia Editores.
de estos convenios desaparecieron a mediados de la década de 1950 o poco - _ _ (1982), El café er.
después, cuando los países europeos retornaron al multilateralismo y a la li- tares.
bre convertibilidad de sus monedas. Al mismo tiempo, se suscribieron con- Bell, P. L. (1922), "Coffef
venios de trueque y compensación con los países socialistas. Trade Journal, fe bren
Conviene anotar, ya para terminar, que los agitados eventos cambiarios Bergquist, Charles W. (19
de la posguerra generaron nuevas protestas de los cafeteros contra la discri- llín, FAES.
minación a la cual estuvieron sujetos. La creación de un tipo de cambio libre Beyer, Robert C. (1947),
a mediados de 1948, que se aplicó a la mayor parte de las exportaciones no Trends, tesis doctoral,
cafeteras, generó las primeras protestas. A pesar de la devaluación de di- Brew, Roger (1977), El ti
ciembre de 1948 (de $1,75 a $1,95), estas continuaron durante el año si- dencia hasta 1920, Bo
guiente. Los reclamos fueron aun más enérgicos después de la devaluación Camacho Roldán, Salvad
de marzo de 1951, que estableció el primer diferencial cafetero de la posgue- Cepal-FAo (1958), El café
rra al determinar que solo un 25% de las exportaciones del grano se benefi- Deas, Malcom (1976), "UI
ciarían con la nueva tasa de cambio ($2,50). Debido a la presión de los bara (18701912)",Am
cafeteros, en octubre del mismo año se elevó al 40% la proporción que se com- Universidad Nacional
praba al tipo de cambio más alto y se determinó que este porcentaje se eleva- Fajardo, Daría (1983), HG
ría en 1,5 puntos mensuales. bia, 1920-1980, Bogot
La controversia se acrecentó durante los años de bonanza, ya que el Go- Negra.
bierno del general Rojas Pinilla decidió suspender en enero de 1954 el ajuste Fedesarrollo (1978), Econ
gradual del tipo de cambio cafetero y estableció en marzo del mismo año un Cafetero.
impuesto a las exportaciones del grano, equivalente al 50% de los ingresos
BIA,1830-1958 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958 105

Agraria, para aportar el que superaron un precio básico de 68 centavos de dólar por libra; estos re-
mientos (el antecesor del cursos se destinaron en un principio al fomento eléctrico y sideIÚrgico. De
establecer la empresa flu- nuevo por presión del gremio, el precio básico se elevó en mayo de 1954 a
en 1952 y para ad- 74,5 centavos y sus recursos se destinaron a capitalizar el Banco Cafetero.
mentales. Los pasos más Sin embargo, con la baja en las cotizaciones a fines de 1954 desaparecieron
ante Grancolombiana en tanto el impuesto como el diferencial cafetero.
la Flota satisfacía la vieja El restablecimiento del cambio libre desde 1955 y el impuesto del 15% a
el transporte del grano a las exportaciones establecido por la Junta Militar en 1957 dieron nuevas
la dominación extranje- oportunidades de protesta, a pesar de que la devaluación de este último año
permitió mantener los precios internos del grano a niveles reales compara-
lercado interno se redujo bles con los del período de bonanza (véase el cuadro III.9). En los años poste-
a. No obstante, las cortas riores, la polémica entre el gremio y el Gobierno se tomó aún más ardua, ya
llvieron acompañadas de que la baja en los precios externos y los sucesivos diferenciales cambiarios
más decisiva fue la cre- ya no tuvieron como contrapartida una devaluación real de la moneda. Los
alización externa del gra- precios internos del grano comenzaron, así, a rezagarse en el proceso infla-
'andes regulaciones que cionario que experimentó el país en la década de 1960.
eos en la inmediata pos-
Iorteamericano. Siguien-
I de 1930, la Federación REFERENCIAS
s de la de 1950 convenios
ia, Finlandia, Italia, Sue- Arango, Mariano (1977), Café e industria, 1850-1930, Bogotá, Carlos Valen-
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a década de 1950 o poco _ _ _ (1982), El café en Colombia, 1930-1958, Bogotá, Carlos Valencia Edi-
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ados eventos cambiarios Bergquist, Charles W. (1981), Café y conflicto en Colombia, 1886-1910, Mede-
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e un tipo de cambio libre Beyer, Robert C. (1947), The Colombian Coffee Industry: Origins and Major
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este porcentaje se eleva- Fajardo, Darío (1983), Haciendas, campesinos y políticas agrarias en Colom-
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106 UNA BREVE HISTORIA CAFETERA DE COLOMBIA, 1830-1958

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efectos de tales ciclos. La e
flexibilidad era posible. E
pudo haber contribuido 2
bien entrado el siglo XX y, e
Depresión. De todas mane
zones, en dos ocasiones: a
la de 1930.

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