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ASPECTOS HISTÓRICO – LITERARIOS DE LOS LIBROS DE REYES

1. Propuesta diacrónica respecto al origen y a la formación del libro1

a. Fuentes y orígenes del libro

La primera redacción de R tuvo tres fuentes distintas: “Los anales de los reyes de
Israel” (de Jeroboán I a Oseas), “los anales de los reyes de Judá” (de Roboán a Sedecías y
Godolías) y “una historia de los antiguos reyes” (de Saúl / David a Jehú). Los anales
proporcionan información concreta sobre cada soberano.

De la “historia de los antiguos reyes”2 proviene 1R 1-4; 11,26-28.40; 12-16; 2R 9-


10 (esta misma historia proporcionaría también el núcleo de 1 y 2 S). 3 Es probable que esta
historia de los antiguos reyes no contuviera una historia elaborada de Salomón, que pudo
ser compuesta como relato independiente durante la época asiria. La historia de Salomón
crea una tensión dentro de la historia de los antiguos R, compárese 1 R 11,28; 12,4-11 con
5,27-32 (trabajos forzados de los israelitas) y con 9,15-23 (trabajos forzados de los no
israelitas). La inserción de la “historia de Salomón” en la historia de los antiguos R habría
podido provocar en la época de Josías, o más tarde, la separación de esta historia en dos
rollos (S y R)

Es difícil saber si la primera redacción de R se inició en Jerusalén antes del 586


(bajo Josías), pero esta sigue siendo una hipótesis plausible. La primera redacción de
conjunto de 1 y 2 R es obra de los políticos responsables de la catástrofe del año 586.

b. El final del libro (2R 25,27-30) y la primera edición global de 1 y 2 R

Es evidente que la historia de la rehabilitación de Jeconías (2R 25,27-30) no pudo


ser escrita antes del breve reinado del rey babilónico que está en el origen de ella (año 562
a.C.). Resulta dudoso que este acontecimiento suscitara esperanzas de restauración
inminente que hubiese llevado a redactar, prontamente, una primera versión de la historia
de los reyes de Israel y de Judá. Es más probable que 2R 25,27-30 expresara la esperanza
de una restauración de la casa de David, restauración que parecería posible hacia el año 520

1
Seguimos: E. KNAUF, “1 y 2 Reyes”, en T.RÖMER – J.MACCHI – C. NIHAN, Introducción al Antiguo
Testamento, Bilbao, Desclée De Brouwer, 2008, 302-311; A. GONZALEZ LAMADRID, “Los libros de los
Reyes”, en AA.VV., Historia, Narrativa, Apocalíptica, Estella, Verbo Divino, 2000, 169-192.
2
Cf. E. A. KNAUF , “Queen´s Story. Bathsheba, Maacah, Athaliah and the ‘Historia of Early Kings'”, Lectio
Difficlior 2002/2
3
Sobre este punto la idea de R. Kratz de una historia deuteronomista primitiva que abarcaría S y R. Cf. Die
Komposition der erzählenden Bücher des Alten Testaments, Göttingen, UTB, 2000.

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(cf. Ag 2,1ss; Za 1-8). Por lo tanto, no puede excluirse la posibilidad que la primera
versión, que englobaría toda la trama narrativa de Salomón (inicio de 1R) hasta la caída de
Jerusalén (final de 2R), dataría del comienzo de la era post exílica y no del destierro
propiamente dicho.

Otra posibilidad sería considerar 2R 25,27-30 como un añadido que dataría de la


época persa, retomaría motivos literarios de las novelas de la diáspora (parecidas a Gn 37-
50; Dn 1-6; Est)4 y tendría la finalidad de legitimar la transformación de una situación de
destierro en situación de diáspora.

c. La redacción profética

Una etapa importante para la transformación de R, donde pasó de ser un relato


histórico, a convertirse en una parte de los profetas anteriores, fue la inserción de los
relatos proféticos, en particular los de Elías y Eliseo (cf. 1R 11,29-40; 14,1-18; 22,5-28; 17-
19; 2R 1-9; 13,14-21). Como en el caso de los materiales relativos a Salomón, las historias
de Elías y de Eliseo podrían provenir de fuentes independientes (al igual que la historia de
Ajías de Siló en 1R 11).

La redacción que unió


R con Is y la introdujo en el
canon profético es la última
redacción de conjunto
observable; interpoló una
forma abreviada de Is 36-39
en 2R 18-20. De este modo,
el primer profeta canónico
incorporado en R, Isaías,
representa el conjunto de los
profetas.

Elías y Eliseo, Códice griego del siglo X, Biblioteca Vaticana.

4
Notar que en las tres novelas aparece un personaje judío (José, Daniel, Ester) ligado por alguna razón
providencial – salvífica a la corte de un gran rey enemigo.

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2. Estructura de los libros de Reyes5

a. El Reino unido bajo Salomón (1R 1-11)


 La sucesión de David (1R 1-2)
 Historia de Salomón
1. Salomón sabio (1R 3,1-5,14)
2. Salomón constructor (1R 5,15-9,25)
3. Salomón comerciante (1R 9,26-10,29)
4. Sombras del reino (11,1-40)
5. Muerte de Salomón (11,41-43)

b. Historia de Israel y de Judá hasta la conquista de Samaría (1R 12 – 2R 17)


 Crónica de la disolución del reino unido a Omrí (1R 12-16)
 Historias proféticas
1. Ciclo de Elías (1R 17,1 – 2R 2,18)
2. Ciclos de Eliseo (2R 2,19-8,29)
 Crónica de la revolución de Jehú a la constitución de Samaría como pcia.
Asiria (2R 9-17)

c. Historia de Judá hasta su caída (2R 18-25)


 Ezequías: Reforma (2R 18-20)
 Manasés, Amón: Apostasía (2R 21)
 Josías: Reforma (2R 22-23,30)
 Últimos reyes: Apostasía (23,31-25,30)

3. Cuestiones en torno al género literario

R no es una historiografía en el sentido griego del término (investigación de un autor que


comenta sus fuentes). El historiador moderno preferiría tener acceso a los «anales de Israel y de
Judá» que son mencionados en el libro. El libro de los R interpreta la historia de las monarquías de
Israel y de Judá con el fin de explicar la desaparición de estos reinos. Y al hacerlo, dirige a esta
historia una mirada moralizadora, utilizando por medio de narraciones de tipo históricas, diversos
géneros literarios6 de variados cuerpos narrativos (históricos, anales, legales, proféticos, etc.).

5
Tomada de: E. KNAUF, “1 y 2 Reyes”, 302-303, y de la BJ 4ª edición (2009).
6
Por ejemplo: leyendas 1R 12,33-13,34; 2R 1,2-16, sumarios de reinados 2R 13,10-13; 14,28-29 y de
batallas 1R 20,19-21.26-30, historias con valor histórico 1R 20,1-43; 22,1-37, treguas 1R 21,29; 2R 22,18-
20, parábolas 1R 20,39-40; 12,33-13,3, anales de reyes 1R 3,1; 9,15-23, oráculos 1R 20,13-14; 22,5-6,
oraciones 1R 3,6-9, relatos de viaje 1R 18,1-18, etiologías 1R 9,10-14, consultas 1R 22; 2R 3; 8,7-15; 22,13-

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Sobre los éxitos de los grandes reyes de Israel (Jeroboán I, Omrí, Ajab, Jeroboán II) y de
Judá (Manasés), R no dice nada, excepto que fueron reyes malos según los criterios religiosos y
morales de los redactores deuteronomistas. Se puede reconstruir su grandeza y lo que hicieron en
favor de su país gracias a la arqueología y a las fuentes asirias.7 En cambio, los reyes que
practicaron políticas que hoy se considerarían irresponsables y que llevaron a su país al borde del
abismo son juzgados favorablemente (Jehú, Ezequías, Josías). Los redactores de 1 y 2 R no aceptan
la integración económica y política de Judá en el seno del Oriente Próximo unido bajo la hegemonía
asiria y babilónica, mientras que Jeremías y su escuela la habían aceptado (cf. Jr 26-29; 45).

Baal dios de la tormenta. 2° a 1° milenio a. C. Ídolo de bronce dorado con


una corona de estilo egipcio. Louvre, París (Foto: Erich Lessing /
Recursos de Arte, Nueva York).

Este sello es una réplica de bronce fundido de los que se encuentra en


Meguido en 1904. En la actualidad se encuentra en el Museo de Israel
y las letras en hebreo dicen, "perteneciente a Shema, siervo de
Jeroboam". Los eruditos creen que es el sello original del rey Jeroboam
II de quien se hace referencia en pasajes tales como 2 R 13,13. El
original fue realizado en el siglo octavo de jaspe y mide alrededor de 1
x 1,5 pulgadas.

14 etc. Para completar cf. B. LONG, 1 Kings, with an Introduction to Historical Literature, Grand Rapids -
Michigan, Eerdmans, 1984; B. LONG, 2 Kings, Grand Rapids - Michigan, Eerdmans, 1991.
7
Cf. M. LIVERANI, Más allá de la Biblia. Historia antigua de Israel, Barcelona, Crítica, 2005, capítulos 6 y 7.

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