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Todo este marco teórico tiene un engranaje en la historia en donde nuestro punto de
partida será el Nuevo Orden económico Mundial que empezó al finalizar la segunda
guerra mundial (1939 – 1945), donde las naciones que salieron triunfantes que fueron los
Estados Unidos y la Unión Soviética, empezaron a generar una lucha ideológica por tratar
de imponer sus respectivos sistemas económicos – políticos que son el capitalismo (EEUU)
y el Comunismo por parte de la Unión soviética a los demás países del mundo, a esto se le
conoció como la “Guerra Fría” la se extendió hasta la desintegración en la Unión Soviética
en el año 1991, Cabe resaltar que a esta guerra se le conoció así porque ninguno de los
dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro.
A partir del año 2000 a la fecha estamos viviendo un giro en el orden geopolítico global en
donde se da la frase “Los buenos contra los malos”, un hecho importante en este nuevo
giro fue la caída de las torres gemelas en septiembre de 2011 donde se empieza a crear
un nuevo concepto de seguridad nacional por parte de los Estados Unidos y donde ellos
lanzan un ley antiterrorista.
Expresiones lanzadas por parte de EEUU como “Los que ESTAN con nosotros y los que NO
están Con nosotros” nos hacen pensar que su hegemonía está en tener el poder sobre
cualquier país o nación que se trate de interponer.
Conceptos como la globalización están en cambiante significado a tal punto que hoy
podemos decir que ya no es globalización sino GLOCALIZACION (Piensa global actué local)
y a partir de aquí es donde como gerentes debemos empezar a manejar diferentes
cultural al momento de iniciar negociaciones, tal es el caso de China un mercado muy
atractivo ya que tiene la cuarta parte de la población mundial actualmente está en 1.379
miles de millones ( 2016) pero que a la vez es muy difícil de llegar por sus diferentes
costumbres y creencias como lo son:
• El equilibrio de sus culturas entre las formas de negociar, para proteger su cultura
y sus negocios pero a su vez darle dinamismo al mismo.
• El chino se percibe como un CENTRO alrededor del cual los demás gravitan, bien
sea superior o subalterno.
Esta cultura es un ejemplo claro de lo contradictorio que puede llegar a ser las costumbres
en los diferentes lugares del mundo ya que para los occidentales el tiempo tiene un valor
totalmente diferente y que los resultados los queremos ver de manera inmediata.