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Detención y habeas corpus

El viernes 6 de marzo de 2017, a las 21.15 horas, la Guardia Civil de Tacoronte detuvo a Juan
R.M. por un supuesto delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras recibir una denuncia de
su exesposa.
Una vez realizadas las diligencias policiales pertinentes, a las 22:25 horas se comunicó la
detención al juez (sustituto), que, a su vez, indicó que la persona detenida fuese puesta a
disposición judicial el lunes 9 de marzo de 2015 a las 10:00 horas en el juzgado.

No toda medida coercitiva es una medida cautelar.


Las características de las medidas cautelares son:
 Jurisdiccionalidad, la necesaria autorización judicial para que se pueda adoptar esa medida
cautelar. La detención es una medida cautelar sui generis en la medida en que no concurren
ella determinadas características que se predican con carácter general de las medidas cautelares,
como por ejemplo la jurisdiccionalidad, ya que no es necesario que sea autorizada por la
autoridad judicial.
 Instrumentabilidad, ya que es un instrumento para garantizar un proceso principal. En la
detención puede no concurrir la instrumentabilidad.
 Provisionalidad, entendida desde una triple perspectiva:
o Duración limitada en el tiempo por la ley.
o Con carácter general la medida cautelar no puede durar más allá de lo que dure el
proceso, que además guarda relación con la instrumentabilidad.
o Las medidas cautelares están sometidas a clausulas rebus sinc stantivus, si desaparecen
las circunstancias que se tuvieron en cuenta para la adopción de la medida, habrá que
alzarla o convertirla en otra medida.
 Proporcionalidad. La vigencia del principio de proporcionalidad supone en primer lugar la
legalidad, es decir, que la medida tiene que estar prevista antes de su adopción en la ley que
tiene que tener carácter orgánico (artículo 588 bis. a). Solo pueden adoptarse esas medidas
cuando se tiene por objeto la averiguación de un delito concreto.
 Homogeneidad. La medida cautelar a adoptar tiene que guardar homogeneidad con la pena que
en su día pueda imponerse. La homogeneidad es un afloramiento del principio de
proporcionalidad.

Preguntas:
1. ¿Qué juicio le merecen los hechos y actuaciones relatadas?
De este concepto debemos destacar dos presupuestos para aplicar las medidas cautelares:
 El fumus boni iuris o apariencia y justificación del derecho subjetivo, en el proceso penal, que
estriba en la razonada atribución del hecho punible a una persona determinada. Sin encausado
no existe posibilidad alguna de adopción de medidas cautelares, bien sean personales o reales.
 El periculum in mora o daño jurídico derivado del retardo del proceso, que en el proceso penal
viene determinado por el “peligro de fuga” o de ocultación personal o patrimonial del
encausado. Este peligro de evasión del encausado se acrecienta en la medida en que el hecho
imputado sea de mayor gravedad, lo que explica que este presupuesto tenga carácter
cuantitativo. Si el hecho punible no lleva aparejada pena privativa, o puede beneficiarse en el
futuro de la suspensión de la pena, habrá que presumir la inexistencia de peligro de fuga, por
lo que no será necesaria la medida cautelar. No obstante, este criterio no debe ser el único a
tomar en cuenta por el órgano jurisdiccional, sino que debe conjugarse con otros como la
inexistencia o no de “antecedentes penales”, el arraigo familiar y social del encausado o las
características del hecho punible.

Se contiene en el artículo 17.2 CE, además del artículo 520.1 LECrim (que lo reproduce), conforme al
cual la detención policial no puede exceder las 72 horas. No obstante, el artículo 496 LECrim establece
como límite máximo de la detención policial 24 horas (año 1882). Esto supone una antonimia, pero se
interpreta que simplemente se ha establecido un plazo inferior que no afecta a la norma constitucional.
La jurisprudencia entiende, en todo caso, que el plazo de 72 horas es el vigente en nuestro
ordenamiento.
Art. 17.2 CE “” las diligencias se realizan a las 22.25 de ese mismo día por lo tanto debía ponérsele a
disposición judicial desde ese momento, no esperar al día 9 para ponerlo a disposición del juez. La
detención en un principio era una detención legal que pasa a ser ilegal por infracción del plazo
establecido para ponerlo a disposición judicial. Tiene consecuencias materiales como la indemnizaión
y también el delito de detención ilegal y consecuencias procesales como el proceso de Habeas Corpus.

2. ¿Le asiste a Juan algún tipo de derecho al estar en situación de detención?


la detención posibilita a la policía la realización de importantes actos de investigación sobre el
detenido, pero, como contrapartida, la propia CE y los artículos 118 y 520 LECrim arbitran toda una
serie de garantías que han de hacer posible el derecho de defensa.
Estas garantías y derechos del detenido nacen desde el mismo momento en que se practica la detención;
al igual que las obligaciones de la policía.
Estos derechos y garantías son:
Derechos: arts. 17 y 24.2 CE y 520 a 527 LECrim
 Obligación de información (art. 520.2 LECrim)
 Derecho al silencio y a no declarar contra sí mismo (art. 24.2 CE y el artículo 520.2 b)
“Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable”.
 Derecho a ser asistido por intérprete gratuito (art. 398 en relación con los arts. 440-442)
 Derecho a la notificación de la detención (este se refiere a comunicar a un familiar) (art.
520.2.e) “Derecho a que se ponga en conocimiento del familiar o persona que desee, sin
demora injustificada, su privación de libertad y el lugar de custodia en que se halle en cada
momento. Los extranjeros tendrán derecho a que las circunstancias anteriores se comuniquen
a la oficina consular de su país.”
 Derecho a la intervención del abogado defensor (art. 520.2.c en relación con el art. 118.1º) “c)
Derecho a designar abogado, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 1.a) del artículo 527
y a ser asistido por él sin demora injustificada. En caso de que, debido a la lejanía geográfica
no sea posible de inmediato la asistencia de letrado, se facilitará al detenido comunicación
telefónica o por videoconferencia con aquél, salvo que dicha comunicación sea imposible”.
 Derecho a ser reconocido por el médico forense (art. 520.2.f)
Garantías procesales del interrogatorio policial: art. 297.3º y 388-405 LECrim.
 Prohibición de utilización de actos o medios de investigación prohibidos por la Ley (pe. tortura,
coacción o amenaza, utilizar un suero de la verdad o hipnosis)
 Garantías tendentes a garantizar la espontaneidad del interrogatorio (pe. no preguntas capciosas
o sugestivas)

3. ¿Se le ocurre alguna vía para denunciar lo ocurrido?, ¿cómo podría llevarla a cabo, si está en
situación de detención?
El art. 17.4 CE prevé el habeas corpus, condicionando al legislador a regular su desarrollo (La ley
regulará un procedimiento de hábeas corpus para producir la inmediata puesta a disposición judicial
de toda persona detenida ilegalmente), lo que se hizo mediante la LO 6/1984, de 24 de mayo.
El habeas corpus es un procedimiento especial, preferente y rápido, por el que se solicita del órgano
jurisdiccional competente el restablecimiento del derecho constitucional a la libertad, vulnerado por la
comisión de cualquier detención ilegal que pueda ser dispuesta por persona o autoridad distinta a la
del Poder judicial.

El procedimiento para llevar a cabo el Habeas Corpus es el establecido en la LO 6/1984 de 24 de mayo.


De esta forma el procedimiento comienza con la incoación del procedimiento y con la legitimación.
Conforme a lo establecido en el artículo 3 de esta ley, la incoación puede ser:
 A instancia de parte, mediante el privado de libertad, su cónyuge o persona unida por análoga
relación de afectividad, los descendientes, los ascendientes, los hermanos, los representantes
legales de los menores o incapacitados, el Ministerio Fiscal, o el Defensor del Pueblo.Aunque
técnicamente la única parte principal actora es el detenido, el legislador ha concedido también
legitimación a todas estas personas con el fin de que no se ocasione indefensión al detenido,
Quien está custodiado por quien ha de contestar su pretensión. No obstante, estas personas
tienen limitada su capacidad de postulación exclusivamente a provocar la iniciación del
procedimiento, por lo que su status procesal es del de terceros; a excepción del MF y el
Defensor del Pueblo claramente.
 Incoación de oficio por el órgano jurisdiccional competente (el juez de instrucción).

Una vez establecida la legitimación para incoar el procedimiento, se da paso a la fase de admisión e
incoación.
Una vez deducida la solicitud de habeas corpus, el juez de instrucción deberá admitir o denegar la
incoación del procedimiento mediante resolución motivada (art. 6).
Si el juez decidiera la incoación del procedimiento, en el propio Auto podrá adoptar alguna de estas
dos resoluciones (art. 7.1):
a. Requerir a la autoridad o persona bajo cuya custodia se encuentre el detenido que lo
ponga de manifiesto ante él, sin pretexto, ni demora alguna. Si el detenido no se pone a
disposición judicial inmediatamente puede incurrir en responsabilidad penal por
desobediencia.
b. Se constituirá en el lugar donde aquella se encuentre. Este caso se reserva para las
detenciones ilegales más graves, como el caso de la sospecha de delito de tortura.
Una vez puesta a disposición judicial la persona del detenido, o constituido el Juez en el propio lugar
de custodia, oirá el juez a la persona privada de libertad. Comienza así la auténtica fase de alegaciones
(ya que el acto de solicitud de iniciación del procedimiento puedo haber sido deducido por persona
distinta al titular del derecho fundamental), por la pretensión expuesta oralmente por el titular del
derecho fundamental y por la contestación que ha de formular quien haya sido causante de su presunta
violación.
Si el detenido fuera incapaz, el Juez oirá a su representante legal y, en cualquier caso, a su abogado
defensor si hubiese sido designado. A continuación, formulará sus alegaciones el MF y finalmente a
la persona o autoridad que hubiere dispuesto o ejecutado la detención, así como aquella bajo cuya
custodia se encontrase la persona privada de libertad (art. 7.2).
Asimismo ,pueden las partes, con carácter simultáneo a la formulación de sus alegaciones orales,
proponer la prueba que estimen conveniente, la cual, además de su pericia, queda condicionada su
admisibilidad a que pueda practicarse en el acto (art. 7.3). Fuera de esta limitación, cuya exigibilidad
resulta evidente ante la celeridad del procedimiento, puede proponerse y ejecutarse cualquier medio
de prueba.
La fase de alegaciones y el término probatorio no pueden exceder de 24 horas, contadas desde el auto
de incoación del procedimiento (art. 7.3)

Concluida la fase de alegaciones y practicada la prueba, el juez ha de pronunciar su resolución, la cual


ha de dictarse sin dilación (art. 198.1 LECrim).
La forma que ha de adoptar es la de auto motivado (art. 8.1). Se recalca la necesidad de la motivación
como exigencia del principio de proporcionalidad. El juez habrá de valorar libremente la prueba y
razonarla en su resolución con arreglo a las normas de la sana crítica.
El contenido de la resolución es distinto, según acceda o no a la pretensión:
a. Denegatoria de la pretensión: el juez dispondrá el archivo de las actuaciones,
declarando se conforme a Derecho la privación de libertad y las circunstancias en que
se está realizando (art. 8.1)
b. Estimatoria de la pretensión: necesariamente habrá de contener un pronunciamiento
declarativo sobre cual es la declaración de ilegalidad de la detención practicada y un
pronunciamiento sobre la condena, que debe adaptarse a la causa petendi de la
pretensión, pudiendo reconducirse a alguna de estas 3 prestaciones:
i. Puesta inmediata en libertad del detenido: esta medida será la que habrá de
adoptar el juez cuando esté plenamente ausente el presupuesto material
habilitador de la privación de libertad.
ii. Cambio de custodia: está arbitrada para los supuestos en que, estando
materialmente justificada la privación de libertad, se ha cometido alguna
violación de las garantías del artículo 1.a y d.
iii. Puesta a disposición de la autoridad judicial: regulada en el artículo 8.c,
habrá de ordenarse necesariamente cuando la ilegalidad de la detención
residiera en el exceso del plazo (art. 1.e) y potestativamente cuando el juez de
instrucción estimara que han concluido las diligencias policiales o que deban
ser continuadas por la autoridad judicial.

Eventualmente, y siempre que se haya cometido alguna detención ilegal constitutiva de delito, habrá
el juez de formalizar el oportuno testimonio de particulares (art. 9.1). Lo mismo sucederá cuando
aprecie la comisión de un delito de denuncia falsa o simulación de delito (art. 9.2).
Con respecto a las costas rige el criterio de la “temeridad”, apreciando única y exclusivamente en la
conducta del solicitante. En caso contrario, se declararán de oficio (art. 9.3)

4. ¿Cree que la actuación del juez en este caso puede generarle algún tipo de consecuencias?

5. ¿Cuál sería el juzgado competente en este/os caso/s?


Las reglas de la competencia se determinan en el artículo 2.
 Objetiva: Con carácter general, la ostentan los juzgados de instrucción (art. 2.1), aunque se
contemplan dos fueros especiales: el del Juzgado Central, referido a los estados de excepción
y sitio (art.2.2); y el del Togado Militar, para el ámbito de la jurisdicción militar (art. 2.3).
 Territorial: El artículo 2.1. establece un fuero común y oros dos supletorios: será juez
competente el de instrucción del lugar de custodia, pero si no constare, el del lugar en que se
produzca la detención y en defecto de los dos anteriores, el del lugar en donde se hayan tenido
noticias sobre el paradero del detenido.
 Funcional: La fase declarativa transcurrirá ante el juzgado de instrucción (o central o togado).
Estos mismos órganos jurisdiccionales conocerán del procedimiento de ejecución de los
pronunciamientos inherentes al habeas corpus (art. 8.2). No existe fase de impugnación (art.6)

6. El juzgado competente decide inadmitir a trámite la petición de iniciación de habeas corpus,


debido a que la detención es legal.
Según el artículo 6 de la Ley de Habeas Corpus “Promovida la solicitud de «Habeas Corpus» el Juez
examinará la concurrencia de los requisitos para su tramitación y dará traslado de la misma al
Ministerio Fiscal. Seguidamente, mediante auto, acordará la incoación del procedimiento, o, en su
caso, denegará la solicitud por ser ésta improcedente. Dicho auto se notificará, en todo caso, al
Ministerio Fiscal. Contra la resolución que en uno u otro caso se adopte, no cabrá recurso alguno.”

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