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Tres problemas familiares

1. Mundanalidad.
Lot fue un hombre mundano, concentrado en lo que podía ganar,
prefería ganar dinero antes de estar con su propia familia. La
mundanalidad va a traer conflicto dentro del matrimonio.

“Y Abram dijo a Lot: Te ruego que no haya


contienda entre nosotros, ni entre mis pastores
y tus pastores, porque somos hermanos. ¿No
está toda la tierra delante de ti? Te ruego que
te separes de mí: si vas a la izquierda, yo iré a
la derecha; y si a la derecha, yo iré a la
izquierda. Y alzó Lot los ojos y vio todo el valle
del Jordán, el cual estaba bien regado por
todas partes (esto fue antes de que el SEÑOR
destruyera a Sodoma y Gomorra) como el
huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto
rumbo a Zoar. Y escogió Lot para sí todo el
valle del Jordán; y viajó Lot hacia el oriente. Así
se separaron el uno del otro.”
Génesis 13:10 y 11

Lot tomó una decisión solamente por lo que vio que podía ganar. Lot
no oró para saber lo que Dios pensaba de su situación. A Lot le
importaba la riqueza, lo que el mundo nos puede ofrecer. Era un
hombre carnal, mundano. La decisión que tomó estuvo basada en lo
que vio.

La influencia que Lot tuvo sobre sus hijos no fue positiva. Nunca
pensó lo que sus hijos iban a aprender por sus acciones.

“Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma al


caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la
puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó
para recibirlos y se postró rostro en tierra, y
dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego
que entréis en la casa de vuestro siervo y
paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies;
entonces os levantaréis temprano y
continuaréis vuestro camino . . .”
Génesis 19:1 y 2a

Lot era una persona maja, simpática, hospitalaria, pero mundana.

“Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la


noche en la plaza. El, sin embargo, les rogó con
insistencia, y ellos fueron con él y entraron en
su casa; y les preparó un banquete y coció pan
sin levadura, y comieron. Aún no se habían
acostado, cuando los hombres de la ciudad,
los hombres de Sodoma, rodearon la casa,
tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin
excepción. Y llamaron a Lot, y le dijeron:
¿Dónde están los hombres que vinieron a ti
esta noche? Sácalos para que los conozcamos.
Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró
la puerta tras sí, y dijo: Hermanos míos, os
ruego que no obréis perversamente. He aquí
ahora tengo dos hijas que no han conocido
varón; permitidme sacarlas a vosotros y haced
con ellas como mejor os parezca; pero no
hagáis nada a estos hombres, pues se han
amparado bajo mi techo.”
Génesis 19:2b-8

Lot estuvo dispuesto a sacrificar a sus dos hijas por agradar a sus
huéspedes, por ser un buen anfitrión.

La mundanalidad te hace tomar decisiones incorrectas. Es una


barbaridad sacrificar tu familia por quedar bien con desconocidos.

“Mas ellos dijeron: ¡Hazte a un lado! Y dijeron


además: Este vino como extranjero, y ya está
actuando como juez; ahora te trataremos a ti
peor que a ellos. Y acometieron contra Lot y
estaban a punto de romper la puerta, pero los
dos hombres extendieron la mano y metieron a
Lot en la casa con ellos, y cerraron la puerta. Y
a los hombres que estaban a la entrada de la
casa los hirieron con ceguera desde el menor
hasta el mayor, de manera que se cansaban
tratando de hallar la entrada. Entonces los dos
hombres dijeron a Lot: ¿A quién más tienes
aquí? A tus yernos, a tus hijos, a tus hijas y
quienquiera que tengas en la ciudad, sácalos
de este lugar; porque vamos a destruir este
lugar, pues su clamor ha llegado a ser tan
grande delante del SEÑOR, que el SEÑOR nos
ha enviado a destruirlo. Y salió Lot y habló a
sus yernos que iban a casarse con sus hijas, y
dijo: Levantaos, salid de este lugar porque el
SEÑOR destruirá la ciudad. Pero a sus yernos
les pareció que bromeaba. Y al amanecer, los
ángeles apremiaban a Lot, diciendo: Levántate,
toma a tu mujer y a tus dos hijas que están
aquí, para que no seáis destruidos en el castigo
de la ciudad. Mas él titubeaba. Entonces los
dos hombres tomaron su mano y la mano de su
mujer y la mano de sus dos hijas, porque la
compasión del SEÑOR estaba sobre él; y lo
sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.”
Génesis 19:9-16

Al final, Lot perdió todo: su riqueza, su mujer, sus yernos. El camino


de la mundanalidad nos lleva a la destrucción. No se puede edificar
una familia sobre la base de la mundanalidad. Lot se convirtió en un
día en un hombre viudo y pobre.

2. Terceras personas.
“Y Sarai, mujer de Abram, no le había dado a
luz hijo alguno; y tenía ella una sierva egipcia
que se llamaba Agar. Entonces Sarai dijo a
Abram: He aquí que el SEÑOR me ha impedido
tener hijos. Llégate, te ruego, a mi sierva; quizá
por medio de ella yo tenga hijos. Y Abram
escuchó la voz de Sarai. Y al cabo de diez años
de habitar Abram en la tierra de Canaán, Sarai,
mujer de Abram, tomó a su sierva Agar la
egipcia, y se la dio a su marido Abram por
mujer. Y él se llegó a Agar, y ella concibió; y
cuando ella vio que había concebido, miraba
con desprecio a su señora.”
Génesis 16:1-4

Cuando alguien entra en un matrimonio se producen muchos


conflictos. Puede tratarse de la suegra, el suegro, el hermano, una
amiga, un amigo, etc

Sara tuvo temor de perder el amor de Abraham y ese sentimiento


hizo que maltratara a Agar.

“Echa fuera a esta sierva y a su hijo, porque el


hijo de esta sierva no ha de ser heredero
juntamente con mi hijo Isaac. Y el asunto
angustió a Abraham en gran manera por
tratarse de su hijo.”
Génesis 21:10 y 11

Sara empezó todo y tuvo la responsabilidad de aportar una solución.

“Mas Dios dijo a Abraham: No te angusties por


el muchacho ni por tu sierva; presta atención a
todo lo que Sara te diga, porque por Isaac será
llamada tu descendencia.”
Génesis 21:12

Agar cambió de actitud cuando tuvo a Ismael, despreció a Sara y más


tarde se burlaba de Isaac. Si Agar hubiera adoptado otra actitud
posiblemente ni Abraham ni Sara habrían sido tan drásticos con ella
y con Ismael.

“. . . ella concibió; y cuando ella vio que había


concebido, miraba con desprecio a su señora .
. . Y Sara vio al hijo que Agar la egipcia le había
dado a luz a Abraham burlándose de su hijo
Isaac . . .”
Génesis 16:4; 21:9
La presencia de Agar e Ismael sería un continuo conflicto en la vida
de Abraham y Sara. Por eso Dios le dice a Abraham que escuchara
a Sara e hiciera lo que ella le estaba indicando “Echa fuera a esta
sierva y a su hijo”.

Abraham dio prioridad a Sara en esta situación, las terceras personas


no deben tener la prioridad en nuestros matrimonios.

3. Desacuerdo en el trato con los hijos.


“Y oró Isaac al SEÑOR en favor de su mujer,
porque ella era estéril; y lo escuchó el SEÑOR,
y Rebeca su mujer concibió. Y los hijos
luchaban dentro de ella; y ella dijo: Si esto es
así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar al
SEÑOR. Y el SEÑOR le dijo: Dos naciones hay
en tu seno, y dos pueblos se dividirán desde
tus entrañas; un pueblo será más fuerte que el
otro, y el mayor servirá al menor. Y cuando se
cumplieron los días de dar a luz, he aquí, había
mellizos en su seno. Salió el primero rojizo,
todo velludo como una pelliza, y lo llamaron
Esaú. Y después salió su hermano, con su
mano asida al talón de Esaú, y lo llamaron
Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando ella los
dio a luz. Los niños crecieron, y Esaú llegó a
ser diestro cazador, hombre del campo; pero
Jacob era hombre pacífico, que habitaba en
tiendas. Y amaba Isaac a Esaú porque le
gustaba lo que cazaba, pero Rebeca amaba a
Jacob.”
Génesis 25:21-28

Es un problema cuando se ama a un hijo más que a otro. Debemos


amar a nuestros hijos del mismo modo. El esposo y la esposa deben
llegar a un acuerdo en el trato y educación de los hijos. Los principios
bíblicos deben ser respetados, aunque la aplicación de esos
principios puede variar dependiendo del niño y de cada familia.
El amor hacia todos los hijos debe ser el mismo, aunque las
responsabilidades y privilegios de los niños son diferentes
dependiendo de la edad y de la madurez.

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